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Corte de La Haya: por qué

las islas de San Andrés y


Providencia son de
Colombia si están 6 veces
más cerca de Nicaragua
Daniel Pardo - Corresponsal de BBC Mundo en Colombia
Los oriundos de las islas de San Andrés y Providencia no
se suelen considerar colombianos ni nicaragüenses. Su
identidad, dicen, es raizal: isleños, mayoritariamente afros,
devotos de la Iglesia Bautista y hablantes de un criollo que
mezcla el español y el inglés.
Pero Nicaragua y Colombia, que tiene el control de las islas
hace al menos un siglo, llevan décadas diputándose en
instancias internacionales la soberanía de un archipiélago
dotado de playas de arena blanca, mar cristalino, frondosas
montañas, cayos e islotes de postal, reservas de petróleo y
gas y cierta capacidad de producción agrícola.
Este lunes las delegaciones de ambos países tienen una
nueva cita en la Corte Internacional de Justicia de la Haya
(CIJ) para resolver pleitos pendientes.
"Con seguridad habrá sanandresanos que, como yo,
seguirán las audiencias con atención", dice Cristina
Bendek, escritora e internacionalista de origen raizal.
"Genera interés no porque la gente quiera ser
nicaragüense, o dejar de ser colombiana, o ser
independiente, sino porque la falta de autonomía y la
relación tensa con las instituciones les han dado a las islas
una condición de marginalidad que contrasta con su
importancia histórica, geográfica y cultural", añade.
"El impacto que tienen estas resoluciones sobre la vida
de la gente es enorme", explica la autora de "Los cristales
de la sal", una novela sobre San Andrés.
El reclamo de Nicaragua se basa en argumentos jurídicos e
históricos, pero sobre todo geográficos: las islas están a
110 kilómetros de la costa nicaragüense y a 720
kilómetros de la costa colombiana.
La CIJ, sin embargo, ya resolvió en 2012 que la soberanía
de las islas es de Colombia debido a una serie de principios
y tratados históricos.
Pero esa misma resolución concluyó que una parte
importante del espacio marítimo que antes pertenecía a
Colombia es ahora de Nicaragua.
Desde entonces, ambos países han presentado demandas
sobre el supuesto incumplimiento de las reglas del otro.
Y eso es lo que se va a discutir en esta nueva ronda de
debates.
Aquí te explicamos las claves del pleito territorial.

Desde entonces, ambos países han presentado demandas


sobre el supuesto incumplimiento de las reglas del otro.
Y eso es lo que se va a discutir en esta nueva ronda de
debates.
Aquí te explicamos las claves del pleito territorial.
¿Qué es y dónde está el archipiélago?

El archipiélago tiene tres islas, una decena de cayos y


varios islotes. Son 350.000 km² de mar y 44 km² de tierra
donde viven alrededor de 100.000 personas, la mayoría de
ellos raizales.
Históricamente, el archipiélago fue visto por sus habitantes
como parte de la misma área que compone la costa caribe
de Nicaragua, conocida como Mosquitia o la Costa de
Mosquitos.
"Las relaciones familiares y comerciales entre la costa y
las islas hicieron que ambas se vieran como parte de
una misma región", explica Sharika Crawford, historiadora
experta en San Andrés.
Pero una pieza clave para entender la relación es Panamá,
un país que hasta 1903 hizo parte de Colombia. Y es ahí
que los principios de geografía para delimitar soberanía
empiezan a complicar el asunto.
Aunque en el pasado hubo producción de tabaco y algodón,
hoy la mayor fuente de riqueza para las islas es, además
del turismo, la pesca, una industria compleja que juega un
rol central en el pleito por el control económico del área
marítima.
En los años 50, el gobierno colombiano declaró San Andrés
puerto libre, una zona sin impuestos. Desde entonces
aumentó el comercio, el turismo y la migración de
colombianos del resto del país.
También como trasfondo del pleito está la exploración y
explotación petrolera, de la que no existen registros
concretos, pero sí informes publicados en la prensa
nicaragüense de concesiones a empresas petroleras
otorgadas por el gobierno de Daniel Ortega.
En 2020 las islas fueron devastadas por el huracán Iota,
que entre otras cosas destruyó el 98% de la infraestructura
de Providencia, la segunda isla más grande, en su mayoría
construida con madera.
¿Por qué están bajo control de Colombia?

Antes de la conquista de América, las islas no estaban


habitadas. Pero después de 1492 empezaron a llegar
colonos británicos puritanos que vivían del tabaco y el
algodón.
Una vez los españoles empezaron a ejercer control sobre el
Caribe, las islas fueron adjudicadas a la Capitanía de
Guatemala, en Centroamérica, y luego, a medida que creció
el interés de la Corona, al Virreinato de la Nueva Granada,
en lo que hoy es Colombia.
Eso fue formalizado en una Orden Real en 1803 que dio
control de las islas a Bogotá, una jurisdicción con mayor
poder militar para defenderlas de la amenaza de los piratas.
Pero tres años después se emitió otra resolución que
devolvía la Costa de Mosquitos —mas no las islas— a la
Capitanía de Guatemala.
Esas ordenes reales bien pueden considerarse el
origen del pleito, porque cada uno las interpretó entonces,
y las interpreta ahora, según su propio interés.
En 1825, cuando ambos países gozaban de autonomía tras
la independencia, se firmó un tratado bilateral que
concertaba los límites del momento como definitivos.
Ya los cabildos de San Andrés y Providencia se habían
adherido a la primera constitución política de Colombia,
firmada en Cúcuta en 1821, y la Costa de Mosquitos había
entrado en la República Federal de Centroamérica.
Pero con las independencias no cesaron los problemas.
Colombia entró en una espiral de guerras civiles y
Centroamérica fue asediada por las potencias mundiales
debido al cruce continental que pasaba por Nicaragua antes
de que se construyera el Canal de Panamá. Ese asedio
"imperial" es parte crucial de la postura nicaragüense.
Hasta 1928 no hubo desarrollos en materia del pleito,
cuando se firmó el tratado Esguerra-Bárcenas, que
formalizó algo que estaba pasando de facto: Colombia
reconoció la soberanía de Nicaragua sobre la Costa de
Mosquitos y Nicaragua reconoció la soberanía de Colombia
sobre el archipiélago de San Andrés.
"Toda esta serie de tratados muestra que,
históricamente, las islas eran vistas por los centros de
poder como un territorio por colonizar, y no como un
lugar con su propia historia, su cultura y, sobre todo,
sus intereses", dice Crawford.
Las cosas se mantuvieron así hasta 1980, cuando
la revolución sandinista derrocó al régimen militar
de Anastasio Somoza, que estaba apoyado por Estados
Unidos, y demandó a Colombia ante la CIJ por la soberanía
del archipiélago.
¿Qué dijo la CIJ sobre la demanda de Nicaragua?

En 2007 la Corte emitió una primera resolución, que ratificó


las cosas como estaban, pero abrió la puerta a una
discusión sobre la zona de exclusividad económica de una
porción importante del mar. Una puerta de enorme
sensibilidad debido a los recursos que puede haber en la
zona.
Fue eso lo que se resolvió en 2012, cuando Nicaragua ganó
exclusividad económica sobre una parte del área marítima.
Colombia, en medio de una polémica local de corte
nacionalista, rechazó el veredicto y ha seguido explotando
la zona económicamente después de que el entonces
presidente, Juan Manuel Santos, emitió un decreto
delimitando la llamada "zona contigua integral".
Esto generó dos demandas de Managua: no se están
respetando el fallo ni la plataforma continental
extendida de Nicaragua, argumentan.
Bogotá, por su parte, ha demandado al país
centroamericano por no proteger la biodiversidad de la zona
y afectar la vida de los raizales que viven de la pesca.
Esas demandadas son, pues, lo que se va a definir ahora.

La Iglesia bautista de San Andrés.

¿Qué ha dicho Colombia?

Colombia ha presentado un argumento legal y otro práctico


para sustentar su soberanía, según abogados que hicieron
parte de la delegación y pidieron no ser nombrados por no
ser voceros.
El primero es la ya mencionada Orden Real de 1803, que
pasó el control de la Capitanía de Guatemala al Virreinato
de Nueva Granada con el objetivo de defender a la
población local de los piratas.
El segundo argumento es el que tuvo en cuenta la CIJ para
ratificar la soberanía de Colombia: el principio de
efectividad.
"Desde 1921 Colombia ha ejercido soberanía pacífica e
ininterrumpida sobre las islas… Y eso no solo lo
reconoció Nicaragua en 1928, sino que además
Nicaragua nunca ha ejercido acción sobre las islas", dijo
uno de los exdelegados del gobierno colombiano.
Fabián Cárdenas, doctor en derecho internacional de la
Universidad Javeriana, en Bogotá, añade: "Los principios
que usa la corte para resolver estos pleitos son muy claros
y por eso era previsible que Colombia se quedaría con las
islas, mientras que Nicaragua tenía derecho no a
soberanía, sino a la explotación económica de aguas
internacionales".
Los expertos coinciden en que la resolución de 2012 fue
mal interpretada en Colombia como una pérdida de
soberanía, cuando en realidad les ratificaron el control de la
tierra, pero les quitaron acceso económico a 75 km2 de
aguas internacionales.
Desde 2012, Colombia argumenta que Managua, en busca
de sacar petróleo, está afectando el medio ambiente de la
zona que les adjudicaron. Y que su exclusividad en esa
porción del mar perjudica a la industria pesquera que da
sustento a los raizales.

San Andrés y Providencia quedaron prácticamente destruidas tras el huracán Iota en 2020.

¿Qué dice Nicaragua?

"Nicaragua ha acatado el fallo de la Haya y ya no está


detrás de la soberanía de las islas", dice Manuel Madriz,
exdiplomático sandinista y experto en derecho
internacional.
"Pero aun así nosotros consideramos que: uno, el tratado
de 1928 fue ilegal debido a la ocupación de Estados
Unidos, y dos, que Colombia está incumpliendo la
resolución de 2012".
En efecto, el principal argumento de Nicaragua para pedir la
soberanía de las islas ha sido que el tratado Esguerra-
Bárcenas, firmado en 1928, se dio durante una ocupación
estadounidense del país. Su soberanía, dicen, no se estaba
ejerciendo.
"La ocupada Nicaragua no pudo hacer nada para
oponerse al diktak (un tratado impuesto a la fuerza) del
imperio, que violaba su Constitución y sus derechos",
argumentó el exembajador y experto en derecho
internacional nicaragüense Augusto Zamora.
Otro argumento de Managua es que la orden real de 1803
no solo fue parcialmente derogada tres años después, sino
que además nunca entró en vigor porque tanto la capitanía
de Guatemala como los colonos ingleses se mantuvieron
presentes allí.
Zamora describió la Real Orden como "un mínimo y
anómalo documento colonial que tuvo vigencia formal
durante escasos tres años y que nunca tuvo consecuencias
prácticas".

San Andrés y Providencia

Ahora Nicaragua busca dos cosas: que se extienda su


plataforma continental más allá de las 200 millas y que
Colombia deje de permitir que sus ciudadanos exploten el
área.
Se suponía que el caso se había cerrado en 2012. Pero
todo indica que la lucha por este preciado espacio del
Caribe continuará.
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