Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
RESUMEN URBANISMO 1
Unidad 1:
Conceptos Introductorios:
Ciudad ( civitas-urbis-polis), Forma urbana, Proceso de urbanización (U+P+E) (urbanización-parcelamiento-
edificación), Urbanismo, Historia de la ciudad, Historia del urbanismo.
El proceso de urbanización, La formación de las ciudades y el territorio. Las relaciones ciudad-campo/ ciudad-
territorio / ciudad-ciudades.
Dimensión cuantitativa y cualitativa. La ciudad como lugar de “lo urbano”, como lugar de referencia de la
cultura moderna, y como lugar de acción y práctica de la arquitectura y el urbanismo.
Explicar que es una ciudad no es sencillo, distintos autores tratan de develar ésta incógnita conforme a sus intereses.
de la ciudad y la ciudad (que es lo físico, material) es una parte de lo urbano (que es la vida
de las personas de esa ciudad) porque lo urbano puede avanzar sobre otras áreas que no
precisamente tiene que ser una ciudad, y estos otros terrenos pueden estar alejados de una
ciudad pero se puede avanzar por la movilidad espacial e informacional. Por esto hay
asentamiento que no se continúan de una ciudad o no forman parte de estas y que también son urbanos porque
pueden existir allí personas que desarrollen este modo de vida (lo
urbano).
LA EXISTENCIA DE LA CIUDAD: LA CIUDAD EN LA HISTORIA
En Italia entre los siglos XV y Luego surge lo que se llamó Renacimiento Urbano (coincidente con el periodo
XVII del Renacimiento)
en Italia entre los siglos XV y XVII, lo que llevo a buscar nuevas rutas comerciales
y así se llegó al
Descubrimiento de América.
El siglo XVII Hacia el siglo XVII la aplicación del conocimiento a la producción agrícola-
ganadera, a la industrialización y al comercio va a permitir una importante
acumulación del capital. Estas innovaciones tecnológicas de la era del vapor y
proyectada hacia el mercado internacional, originaran la revolución industrial.
1750 y 1900 1900 el mundo iniciaba un proceso de transformación, las ciudades aumentaban
su población y se iniciaba una importante conquista del territorio que afecta a
todas partes del mundo.
Una nueva forma de energía (el vapor) hace posible al ferrocarril y la producción
industrial, revoluciona el mundo desconocido.
La energía eléctrica dará orígenes a importantes cambios.
El proceso de concentración demográfica particularmente importante a partir
de la 2da revolución industrial significó la densificación poblacional y
constructiva de las ciudades y sus territorios.
Ejemplo:
-ÁREA METROPOLITANA: ciudad central + ciudades periféricas + desplazamientos diarios.
Rincón – monte vera – recreo ____SANTA FE____ Santo tomé – Sauce viejo – La guardia
LA LECTURA DE LA CIUDAD
Las ciudades están determinadas por un SOPORTE NATURAL sobre el cual se ORGANIZA una TRAMA que
permite distinguir las CALLES de las MANZANAS y PARCELAS.
Los elementos que componen la ciudad son:
• Soporte natural: suelo, agua, colinas, etc.
• Trama: geometría organizativa
• Calles, manzanas, parcelas
• Tendidos viarios y ferroviarios.
• Manzanas: residenciales o comerciales (distritos), las cuales están equipadas por
edificios públicos como escuelas, iglesias, comisarías, etc. y privados como las
viviendas particulares.
• Infraestructura (el esqueleto de la ciudad) tales como instalaciones de redes cloacales,
desagües, gas, etc.
• Servicios: relacionado a la infraestructura (agua, luz, gas)
• Obras colectivas: o civil tales como puentes, rutas, túneles, etc.
Los espacios de la ciudad están separados de acuerdo a las actividades que se realizan en
ellas. Centro, barrios residenciales, áreas especializadas, etc.
…………………………………………………………………………………………………………………………………………
APUNTE NUMERO 2
SOIJET, MIRTA
Libro: CIUDAD Y URBANIZACION, PROBLEMAS Y POTENCIALIDADES
Texto:”El proceso de Urbanización”
EL PROCESO DE URBANIZACION
¿Por qué han crecido tanto las ciudades y tan rápido?
Las ciudades han existido por miles de años, pero crecieron rápidamente después de la revolución industrial y, desde
1950, el rápido crecimiento urbano se ha vuelto un fenómeno global.
Las personas se mudan a las ciudades por varias razones, pero la razón más significativa es económica. Cuando la
economía de una ciudad prospera atrae población.
También hay factores de impulso: la sequía o la explotación de campesinos pueden causar la extrema pobreza rural y
eso crea el impulso de salir del campo.
¿Qué ES LA URBANIZACION?
La urbanización tiene que ver con los procesos HISTORICOS, ORGANIZACIÓN DEMOGRAFICA, URBANIZACION
CULTURAL, CAMBIOS DE LA ORGANIZACIÓN ESTRUCTURAL.
El proceso de urbanización es un término que designa, por un lado la transformación del medio natural o del suelo de
uso rural en un nuevo producto, el medio construido que conforma en el tiempo lo que llamamos ciudad.
También se denomina proceso de urbanización a la estrategia de ocupación organizada en el territorio que lo
configura como una red compuesta por numerosos centros urbanos distribuidos de una manera particular en el
espacio, con una función específica respecto de la explotación del medio y un sistema de interconexiones que
asegura su funcionamiento de conjunto.
Estas definiciones atribuyen al término la posibilidad de asumir un doble carácter: el de SUSTANTIVO y el de VERBO.
- Urbanización como sustantivo: (Grado o nivel de urbanización) Transformación del suelo de uso
rural en nuevo producto.
La urbanización se produce por causas que tienen que ver con la población (crecimiento
demográfico y migraciones) y causas relacionadas con las actividades económicas (ventajas o
menores costos derivados del hecho de que el proceso productivo o las actividades de servicio se
realizan concentradas en economías de escala y economías de aglomeración)
DISTINTOS TPOS DE URBANIZACION en donde vemos primero la división de parcelas, parcelamiento , urbanización,
edificación- urbanización, que sería aperturas de calles, parcelamiento determinación de lotes y edificación.
Trazado: Constituye la matriz de origen de la apropiación que la población realiza del medio natural
para las funciones urbanas. Esta configurara las calles, las cuales separa lo público y lo privado; y
dará acceso a las manzanas, quienes a su vez contendrán parcelas o lotes, las cuales contendrán
edificaciones para uso privado como público.
Tejido: Es la ocupación de ese trazado, ocupado por objetos arquitectónicos, con usos y funciones
diversas.
Las topologías arquitectónicas obedecen a pautas culturales, teorías y modelos formulados por la
sociedad que allí habita.
Al momento que se produce la gestación de una ciudad aparecen dos términos importantes para
definir la urbanización como técnica:
-Centralidad: Indicador que hace referencia al nivel, cantidad y concentración de servicios y
equipamiento urbano en un espacio colectivo de cierta significancia. Central por su importancia
funcional y por su localización en el espacio.
- El primero que se produce en las ciudades de América Española en donde la ciudad ejerce
una fuerza centrífuga sobre unos territorios cuyos límites quedan inicialmente definidos de
manera institucional, y una vez establecido el centro (que tendrá un agrupamiento
poblacional de importancia y de funciones diversas) el funcionamiento del conjunto requiere
la aparición de otros centros menores de agrupamiento poblacional, al servicio de la
explotación de recursos del lugar y de las conexiones necesarias para el mantenimiento
político y económico del conjunto
- El segundo tipo de proceso de urbanización se da en ciudades Europeas, en donde los
Descargado por florencia dominguez (florenciadominguez016@gmail.com)
lOMoARcPSD|8349968
MODERNIDAD:
Or
ígenes
LaModer ni
dadsur geene lsigl
oXVdespuésdequesepr ovocar ancambiosembl emáticosani vel
mundi alcomo:elDescubr imientodeAmér i
caporl oseuropeos,e ldesarr
oll
odel aimpr ent
a,
aRe
l formaPr otest
ante,e
lRenaci mient
oyl aRevoluciónCientífica.Entérminossocialese
hist
óricos,nosel l
egaalaModer ni
dadconelfinaldel aEdadMedi aenelsigl
oXV,si not rasl
a
tr
ansformacióndel asociedadpr ei
ndustr
ial
,r ur
al,tradi
cional,enl asoci
edadi ndustrialy
urbanamoder naquesepr oduceconlaRevoluci
óni ndustri
alye ltri
unf
odelcapi t
ali
smo.
Lasuperaci
óndel asociedadindustri
alporlasociedadpost
indust
rialsehadadoen
lamarposmoder
l ni
dad.Lacr i
sisdelamoder nidadcomenzóhaciaelfinaldel
aPrimeraGuerra
Mundialcambiandolament al
idadyl asconcienci
asasícomootrosprofundoscambi
ossoci
ales
quederi
varonencambi ospolíti
cos.
-APUNTE NUMERO 3
-BERMAN, MARSHAL
Libro: TODO LO SÓLIDO SE DESVANECE EN EL AIRE. La experiencia de la Modernidad
Texto: “La modernidad ayer, hoy y mañana”.
1 - MODERNIDAD Y MODERNIZACION
Hay una forma de experiencia vital: la experiencia del tiempo, de uno mismo y de los demás, de las posibilidades y de
los peligros de la vida, que comparten hoy los seres humanos. Berman llama MODERNIDAD a este conjunto de
experiencias. Ser modernos es encontrarnos en un entorno
que nos promete transformaciones de nosotros y del mundo y que al mismo tiempo, amenaza con destruir todo lo
que tenemos, todo lo que sabemos, todo lo que somos. La experiencia moderna atraviesan todas las fronteras de la
geografía y la etnia, de la clase y la racionalidad, de la religión y de la ideología; en ese sentido la modernidad une a
toda la humanidad. Pero es una unidad paradójica, la unidad de la desunión: nos arroja a todos en una vorágine
de perpetua desintegración y renovación, de lucha y contradicción, de ambigüedad y angustia. Ser modernos es
formar parte de un universo en el que, como dijo Marx, “todo lo solido se desvanece en el aire”.
La vorágine (mezcla de sentimientos muy intensos) ha sido alimentada por muchas fuentes que dieron lugar a los
procesos de modernización
Los procesos sociales que dan origen a esta vorágine son denominados “modernización”, mientras
que “modernismo” son los valores y visiones correspondientes a dichos procesos.
Estas visiones tienen que ver con la angustia, la lucha, la ambigüedad, la contradicción. Ser moderno
provoca cambios sentimentales, por eso MARX dice: “todo lo sólido se desvanece en el aire”, con eso
quiere decir que todo lo que se tenía o se tiene se pierde, se desaparece. La gente cree que el
mundo de antes era un paraíso y que hoy eso está perdido. Ven a la modernidad como una amenaza
a sus tradiciones.
ETAPAS DE LA MODERNIDAD
1 Primera fase desde comienzo del siglo XVI hasta finales del XVIII, las personas comienzan a experimentar la
vida moderna. Buscan desesperadamente un vocabulario adecuado, tienen poca o nula sensación de
pertenecer a un público moderno.
2 Segunda fase comienza con la revolución francesa hasta finales del siglo XIX: el gran público moderno
comparte la sensación de estar viviendo una época revolucionaria, una época que genera insurrecciones en
todas las dimensiones de la vida personal, social y política. Al mismo tiempo, el público moderno del siglo XIX
puede recordar lo que es vivir en mundos que no son absolutamente modernos.
3 Tercera fase siglo XX: el proceso de modernización se expande para abarcar prácticamente todo el mundo y
la cultura del modernismo en el mundo en desarrollo consigue triunfos espectaculares en el arte y el
pensamiento.
sociedad estaba al BORDE DEL ABISMO,en vísperas de los alzamientos revolucionarios mas explosivos. Habla
como el hombre se mueve y vive en ese TORBELLINO SOCIAL.
Esta atmosfera de agitación y turbulencia, vértigo y embriaguez psíquicos, extensión de las posibilidades de la
experiencias y destrucción de las barreras morales y los vínculos personales, expansión y desarreglo de la
personalidad, fantasmas en las calles y en el alma – es la atmosfera en la que nace la sensibilidad moderna-
Si tratamos de identificar los ritmos y tonos distintivos de la modernidad del siglo XIX, lo primero que advertimos es
el nuevo paisaje sumamente desarrollado, diferenciado y dinámico en el que tiene lugar la experiencia moderna. Es
un paisaje de máquinas de vapor, fabricas automáticas, vías férreas, nuevas zonas industriales; ciudades rebosantes
que han crecido de la noche a la mañana, frecuentemente con consecuencias humanas pavorosos; diarios;
telegramas; teléfono y otros medios de comunicación de masas que informan a escala cada vez más amplias; de
Estados nacionales y acumulaciones multinacional de capital cada vez más fuertes; de movimientos sociales de masas
que luchan contra esta modernización desde arriba con sus propias formas de modernización desde abajo; de un
mercado mundial siempre en expansión que lo abarca todo, capas del crecimiento más espectacular, capas de un
despilfarro y una devastación espantosos, capas de todos menos de ofrecer solidez y estabilidad.
El hecho fundamental de la vida moderna, tal como Marx la experimenta, es que ésta es radicalmente contradictoria
en su base: Por un lado han despertado a la vida unas fuerzas industriales y científicas de cuya experiencia no
hubiese podido sospechar ninguna de las épocas precedentes. Por otro lado, existen unos síntomas de decadencia que
superan en mucho a los horrores que registra la historia de los últimos tiempos del Imperio Romano.
Todo parece llevar en su seno su propia contradicción. Vemos que las maquinas, dotadas de la propiedad maravillosa
de acortar y hacer más fructífero el trabajo humano, provocan el hambre y el agotamiento del trabajador. Las fuentes
de riqueza recién descubiertas se convierten, por arte de un extraño maleficio, en fuentes de privaciones. El dominio
del hombre sobre la naturaleza es cada vez mayor; pero, al mismo tiempo, el hombre se convierte en esclavo de otros
hombres o de su propia infamia. Todos nuestros inventos y progresos parecen dotar de vida intelectual a las fuerzas
materiales, mientras que reducen a la vida humana al nivel de una fuerza material bruta.
Estas miserias y misterios llenan de desesperación a muchos modernos. Algunos quisieran deshacerse de los
progresos modernos de la técnica con tal de verse libres de los conflictos actuales.
Los obreros: invento de la época moderna, como las propias maquinas.
Una revolución continua en la producción, una incesante conmoción de todas las condiciones sociales, una inquietud
y un movimiento constantes distinguen la época burguesa de todas las anteriores. En el “Manifiesto Comunista” Marx
habla de como el dinamismo revolucionario derrocará a la moderna burguesía.
Para Nietzsche (1880) las corrientes de la historia moderna eran irónicas y dialécticas: así los ideales cristianos de la
integridad del alma y el deseo de verdad habían llegado a destruir el propio cristianismo. La postura de Nietzsche
hacia los peligros de la modernidad es aceptarlos con alegría; afirma su fe en una nueva clase de hombre, quien
tendrá el valor y la imaginación para crear nuevos valores necesarios.
Los futuristas llevaron a la glorificación de la tecnología moderna a un extremo grotesco y autodestructivo que
aseguró que sus extravagancias no se repitieran jamás. Pero su romance acrítico con las maquinas, unido a su total
alejamiento de la gente, se reencarnaría en formas menos fantásticas, pero de vida más larga. Después de la primera
guerra mundial, encontramos este tipo de modernismo en las formas refinadas de la estética de la máquina, las
pastorales tecnocráticas del Bauhaus, Gropius y Mies van der Rohe, Le Corbusier y Léger, el Ballet mecanique.
Marx y Nietzsche, y otros grandes críticos del siglo XIX, comprendieron las formas en que la tecnología y la
organización social modernas determinaban el destino del hombre. Pero todos creían que los individuos modernos
tenían la capacidad para comprender este destino y, tras haberlo comprendido, luchar contra él. De aquí que incluso
en medio de un presente miserable, pudieran imaginar un futuro abierto. Los críticos de la modernidad del siglo XX
carecen casi por completo de esa empatía y esa fe en los hombres y mujeres contemporáneos.
A la sociedad moderna se la describe como una jaula, que contiene seres sin espíritu, sin corazón, sin identidad
sexual o personal, sin ser. El hombre moderno como sujeto, ha desaparecido.
Weber tenía poca fe en el pueblo, pero aún menos en sus clases dirigentes, ya fueran aristocráticas o burguesas,
burocráticas o revolucionarias. De ahí que su postura política fuera un liberalismo.
La modernidad está constituida por sus máquinas, de las cuales los hombres y las mujeres modernos son meramente
reproducciones mecánicas.
La atmosfera de los sesenta genero un cuerpo amplio y vital de pensamiento y controversia sobre el sentido último
de la modernidad. El modernismo de los sesenta se puede dividir a grandes rasgos en tres tendencias basadas en las
actitudes hacia la vida moderna en su conjunto: afirmativa, negativa y marginada.
(MARGINAL): El primero intenta marginarse de la vida moderna; fue proclamado por Barthes en literatura, y
Greenberg en artes visuales. El modernismo se presentaba como la búsqueda del objeto de arte puro y autorreferido.
Aparecía como un gran intento de liberar a los artistas modernos de las impurezas y vulgaridades de la vida moderna.
Muchos artistas y escritores se han mostrados agradecidos a este modernismo por establecer la autonomía y
dignidad de sus vocaciones.
(NEGATIVA) Luego vino la visión del modernismo como revolución permanente y sin fin contra la totalidad de la
existencia moderna: era la “tradición de derrocar la tradición”. Se decía que la obra de arte moderna busca el
derrocamiento violento de todos nuestros valores y se preocupa poco de la reconstrucción de los mundos que
destruye. Esta imagen adquirió fuerza y credibilidad a medida que avanzaban los años sesenta y se caldeaba el clima
político: hubo círculos en que el modernismo se convirtió en el santo y seña de todas las fuerzas en rebelión.
Hay un problema en la idea de que el modernismo no significa más que problemas: tiende a proponer como modelo
de sociedad moderna una sociedad que en si misma está exenta de problemas. Omite todas las perturbaciones
ininterrumpidas de todas las relaciones sociales, la inquietud y la agitación perpetuas que durante 200 años han sido
elementos fundamentales de la vida moderna.
Daniel Bell expresaba “El movimiento moderno quebrante la unidad de la cultura, hace pedazos la cosmología
racional en que se basa la visión burguesa del mundo consistente en una relación ordenada entre tiempo y espacio.
(AFIRMATIVA) La visión afirmativa del modernismo fue desarrollada en los sesenta. En parte coincidió con la aparición
del pop art a comienzos de esa década. Sus temas dominantes eran: romper las barreras entre el arte y otras
actividades humanas tales como el espectáculo comercial, la tecnología industrial, la moda y el diseño, la política.
También estimulaba a escritores, pintores, bailarines, compositores y cineastas a romper las fronteras de sus
especialidades para trabajar juntos en producciones y actuaciones que combinaran diversos medios y crearan unas
artes más ricas y polivalentes.
Para los modernistas de esta clase, que a veces se llamaban a sí mismos posmodernistas, el modernismo de la forma
pura y el modernismo de la revolución pura, eran demasiado estrechos, demasiado farisaicos, demasiado opresivos
del espíritu moderno. Su ideal era abrirse a la inmensa variedad y riqueza de las cosas, de los materiales y las ideas
que el mundo moderno producía inagotablemente.
El modernismo pop recreó la apertura al mundo, la generosidad de visión, de algunos de los grandes modernistas del
pasado. El problema fue que el modernismo pop nunca desarrolló una perspectiva crítica.
Todos los modernismos y antimodernismos de los sesenta generaron un lenguaje común, un ambiente vibrante, un
horizonte compartido de experiencia y deseos.
Descargado por florencia dominguez (florenciadominguez016@gmail.com)
lOMoARcPSD|8349968
Muchos intelectuales se han sumergido en el mundo del estructuralismo, un mundo que simplemente deja la
cuestión de la modernidad fuera del mapa. Otros han adoptado una mística del posmodernismo, que se esfuerza por
cultivar la ignorancia de la historia y la cultura modernas, y habla como si todos los sentimientos humanos acabaran
de ser inventados- por los posmodernistas-. Los científicos sociales, incomodos por los ataques críticos a sus modelos
tecnopastorales, han abandonado la tarea de construir un modelo que pudiera ser más fiel a la vida moderna. En vez
de eso, han dividido la modernidad en una serie de componentes separados: industrialización, construcción del
Estado, urbanización, desarrollo de los mercados, formación de una elite.
El eclipse del problema de la modernidad en la década de los setenta ha significado la destrucción de una forma vital
de espacio público. Ha apresurado la desintegración de nuestro mundo en una agregación de grupos privados de
interés material y espiritual, habitantes de mónadas sin ventanas, mucho más aislados de lo que necesitamos estar.
Mundo moderno del siglo XIX: un mundo en el cual, como dijo Marx “todo está preñado de su contrario” y “todo lo
solido se desvanece en el aire”; un mundo en el cual, como dijo Nietzsche “hay peligro, la madre de la moral, un gran
peligro pero esta vez desplazado a lo individual, a lo más cercano”.
Las maquinas modernas han cambiado considerablemente durante los años que separan a los modernistas del siglo
XIX de nosotros; pero los hombres modernos solo ahora podrían comenzar a sentirse totalmente a sus anchas.
Marx, Nietzsche y sus contemporáneos experimentaron la modernidad como una totalidad en un momento en que
solo una pequeña parte del mundo era verdaderamente moderna. Un siglo más tarde, cuando el proceso de
modernización había arrojado una red de la que nadie podía escapar, podemos aprender mucho de los primeros
modernistas
Antes de la Revolución Industrial , la distinción de lo rural y lo urbano era neta e indiscutible, hoy es
Mucho menos clara:
- El desarrollo de los medios de comunicación, es decir, de los medios de transporte y de los de transmisión de
mensajes e información.
- la desaparición de la servidumbre (actividades económicas);
- la homogenización de las pautas de comportamiento;
- la forma de vida (elevación del nivel);
- y la acción generalizada de medios de comunicación en masas...
Han contribuido en los países industrializados a borrar muchas de las antiguas diferencias entre ciudad y campo,
haciendo confusa y problemática esta distinción.
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
“La ciudad es un sitio, una gran parcela en que se levanta una cantidad considerable de
construcciones, con infraestructuras y en ella vive una población numerosa, los cuales la mayoría no
suele conocerse entre sí.
Cuando el autor habla de no conocerse entre sí, hace referencia a las grandes ciudades, habla de una condición de la
ciudad que es la libertad. Las ciudades en función de que tienen distintas escalas, que la gente no se conoce entre sí,
permite una mayor libertad a su ciudad.
En un pequeño pueblo todos se conocen, pero en una gran ciudad no se conoce a todos y por lo tanto se genera más
libertad.
Lo urbano por otra parte es las prácticas que realizan aquellas personas
que ocupan este sitio. Es el estilo de vida, está caracterizado por las relaciones y relaciones que se dan en un
determinado momento, que duran poco en el tiempo y donde la gente se acostumbra que puede tener un socio
eventual en algún lugar que te cuide la bici mientas entras a un local o en una estación de colectivos pedir que te
cuiden el bolso mientras vas al baño, estas cuestiones que antes eran impensadas se empiezan a volver más
efectivamente en las ciudades comunes.
La movilidad espacial caracteriza a la ciudad y también un espacio que elijas se territorializa, es un espacio que está
en continua transformación y eso es uno de los grandes atractivos de las ciudades contemporáneas.
EL ESPACIO URBANO
Lo urbano da vida por consiguiente al “espacio urbano”, donde hay relaciones sociales, las cuales
solo existen en el momento en que se producen y luego se disuelven de inmediato. Estas relaciones
son producto de lo colectivo, de un estado de excitación permanente y simultaneo, enmarcadas
también en el anonimato o desconocimiento entre las personas. El espacio urbano entonces es el
espacio que genera y donde se generan estas relaciones sociales. El espacio urbano NO ES UNA
COSA. Hasta se podría decir que el espacio urbano NO EXISTE, no se puede tocar y existe solo en el
instante en que ese algo acontece y solo en ese momento mismo en que lo hace, después
desaparece. Ese lugar no es un lugar, sino un TENER LUGAR de los cuerpos que lo ocupan, y se va
regenerando una y otra vez a medida que sucede ese algo que le da vida por un instante. El uso que
se le da a este espacio urbano está configurado por los elementos que conforman el sitio: la ciudad,
que si se puede tocar (construcciones, infraestructura, mobiliario, etc.).
LOS URBANISTAS Y SU RELACION CON LO “URBANO ” Y LA “ CIUDAD ”
La ciudad por su parte puede ser representada, configurada, pero no urbanizada por el espacio
urbano. La ciudad puede ser leída, tiene lógica, pero el espacio urbano NO SE PUEDE AMAESTRAR
POR LOS DISEÑADORES. Lo urbano es otra cosa, es la SOCIEDAD que producen hasta los propios
urbanistas, la manera que estos tienen y tenemos de gastar los espacios que utilizan y utilizamos y
al mismo tiempo crean ellos. El espacio urbano no es apropiable. El urbanista intenta gobernar el
espacio urbano, ordenarlo, y en este espacio modelado imaginariamente no cabe la posibilidad de
conflicto o revolución.
Las ciudades pueden y deben ser planificadas, el espacio urbano NO.
En el diseño o arquitecturizacion del espacio o de la ciudad no se tiene en cuenta la SOCIABILIDAD, porque se concibe
el espacio urbano de otra manera, pero el espacio urbano real es aquel que si tiene en
cuenta la heterogeneidad y la sociabilidad.
El urbanista insiste en ver el espacio urbano como un texto, esta es LA CIUDAD CONCEBIDA.
Decir que el espacio urbano es otra cosa que no se ve pero se vive es hablar de LA CIUDAD
PRACTICADA.
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
APUNTE NUMERO 5
DE VRIES, JAN
Libro: LA URBANIZACION DE EUROPA 1500 - 1800
Texto: “El problema de la ciudad en la Edad Moderna Europea”
En los escritos sobre las ciudades europeas, el modo de ser urbano de esas centurias aparece a menudo perdido
entre dos panoramas muy definidos: la ciudad medieval y la ciudad industrial.
La ciudad medieval se identifica como un fenómeno nuevo y único, se le atribuye a la edad media una importante
función en el alumbramiento del mundo moderno.
Se destaca la autonomía de la ciudad, una característica que le permite actuar primero como incubadora del
capitalismo y después como un vehículo para el progreso capitalista.
La ciudades medievales eran islas no-feudales en el mar feudal; no solo lugares donde los mercaderes podían vivir en
vecindarios y defenderse colectivamente, sino también lugares que disfrutaban o eran capases de desarrollar
sistemas de gobierno local y principios jurídicos y de status que los eximían de la preponderancia del régimen feudal.
La ciudad medieval se consideraba como “cerrada” en materia de comunicaciones y otros aspectos, pero tras la
superación del feudalismo el carácter de la ciudad medieval cambia, es decir, cesa de ser cerrada.
El comercio interregional a larga distancia, propio de la edad media, se convierte en el comercio intercontinental del
siglo XVI y siguientes; el limitado papel de la ciudad “cerrada-2 en materia de comunicaciones se desarrolla en forma
de una función social y cultural más compleja e influyente a medida que la ciudad pasa a ser más “abierta”, legal,
física y económicamente. De este modo, la ciudad medieval, sienta los fundamentos para la posterior emergencia del
capitalismo industrial.
Una tradición historiográfica identifica a la ciudad europea de los primeros siglos modernos con una especie de
fracaso, la ciudad es vista como un vehículo absoluto del progreso, también esta posición acerca del fracaso sostiene
que, la ciudad medieval no poseyó nunca el potencial, la ciudad medieval no era una isla no-feudal ni un instrumento
del progreso capitalista, sino una parte del orden feudal.
Una tradición historiográfica identifica a la ciudad europea de los primeros siglos modernos con una especie de
fracaso, la ciudad es vista como un vehículo absoluto del progreso, también esta posición acerca del fracaso sostiene
que, la ciudad medieval no poseyó nunca el potencial, la ciudad medieval no era una isla no-feudal ni un instrumento
del progreso capitalista, sino una parte del orden feudal.
La ciudad industrial presenta una discontinuidad histórica. UN nuevo modo de producción, promovido en el campo,
maduro con la invención de la maquina industrial en forma de economía fácil. Eso abre camino a un acelerado
proceso de urbanización basado en la concentración de la fuerza motriz social en grandes ciudades y en la
subordinación de la agricultura, que pasa a convertirse en una mera rama de la industria.
Por primera vez una nueva tecnología eliminaba los obstáculos para el crecimiento urbano. Así la urbanización en la
era industrial no se presentaba como una extensión lineal del precedente mundo urbano que, de hecho, había
demostrado su importancia en el siglo XVI-XVIII
Rozman es quien reclama el estudio de los sistemas de ciudades y propone un modelo de 7 estadios para explican el
paso de la ciudad medieval a la ciudad moderna:
- En “las tres primeras etapas” aparecen las ciudades administrativas, todavía no son ciudades
urbanizadas, formando un sistema jerárquico de gobierno, de “arriba hacia abajo”;
- Siguen después tres etapas de creación de “abajo hacia arriba” de ciudades comerciales y de
mercado, relacionado a la economía de la sociedad;
- y la última de las etapas representa a la emergencia de centros regionales que permiten una
integración a nivel nacional de nuevos mercados”
Desde este punto de vista el paso de la ciudad medieval a la industrial no se dio de manera
espontánea y repentina, fue resultado de un proceso larguísimo.
Definición tripartita:
*Urbanización Demográfica:
Hace referencia al desplazamiento de la población desde lugares rurales a asentamientos urbanos, incrementando el
peso relativo de estos últimos. (Concentración de la población)
APUNTE NUMERO 7
SECCHI, BERNARDO
Libro: LO URBANO
Texto: “Ciudad Moderna, Ciudad Contemporánea y sus Futuros”
El futuro es una construcción propia. Estas notas se ocupan del futuro de la ciudad europea y en especial de la ciudad
Italiana. Se tratara de resumir algunas hipótesis de la historia pasada y reciente de la ciudad europea, y adelantar
algunas acerca de un posible “proyecto” de la ciudad futura.
El caso Italiano ha conformado un ejemplo significativo ya que muchas de las características de la ciudad europeas se
presentan en Italia.
Estas notas están divididas en dos partes: La primera, de la ciudad europea, su historia y una interpretación general,
para lo que se plantea tres marcos de diferente profundidad:
- El periodo moderno
- “el siglo breve”
- La ciudad contemporánea.
PERIODO “MODERNO”
La historia de la ciudad europea : algunas hipótesis.
Entre los años 60 y 80 del siglo XX, la ciudad europea sale de un periodo moderno, para entrar en otro cuyas líneas no
están definidas: la ciudad contemporánea. Esta no es la forma degradada de la ciudad moderna y de las formas
urbanas, sino que es la anticipadora de una ciudad nueva, diferente a aquellas, uno de los posibles futuros de la
ciudad. Puede ser entendida solo si se interpretan sus características.
Ciudad moderna
La ciudad moderna es una construcción lenta, es el resultado de un prolongado trabajo que trata de representar
dentro del espacio físico algunas “figuras” fundamentales que han construido y constituido la metafísica durante su
amplio periodo de construcción entre el Renacimiento y el sigo XX: la principal figura es la CONTINUIDAD.
En su larga historia la figura de la continuidad encuentra reconduce hacia otras figuras, por lo que pasa
enriqueciéndose y sin contradicciones a través del manierismo, barroco, neoclásico, romanticismo y eclecticismo, y
resulta útil sostener que logra hacer esto porque es al mismo tiempo figura del espacio urbano y del espacio social.
La figura de la continuidad no debe limitarse a aspectos físicos y decorativos del espacio urbano. La cultura de la
modernidad es universalista en cuanto está impregnada de la figura de la continuidad.
Si se observa la historia de la constitución y formación de las diversas áreas disciplinares en este mismo periodo se
puede entender la importancia de la figura de la continuidad
Salir del derecho sobre la tierra medieval y entrar en un moderno derecho burgués quiere decir aceptar la continua
subdivisibilidad. Sin embargo esa misma idea está unida al funcionamiento del mercado y de la libre competencia. La
continua subdivisibilidad está en el origen de la división del trabajo, está asociado a la democracia fundada en la
división del poder.
La figura de la continuidad en su conquista progresiva de la cultura occidental encuentra muchas resistencias.
La sociedad moderna nunca lograra constituirse como espacio perspectivo dominado por un solo punto de vista, sino
que en si interior se formaran agregados que construyendo diferencias tenderán a disputar el espacio simbólico,
físico, social y económico de la continuidad. Las resistencias a la continuidad se expresaran en las normas de la
economía moral de las clases subalternas (que tienen menos importancia), en la formación de minorías en búsqueda
de la identidad propia.
Progresivamente el mundo occidental toma conciencia de la destrucción de culturas locales y de los lugares de
sociabilidad provocada por la modernidad.
Dentro del periodo dominado por la continuidad se pueden reconocer dos fases:
- La primera que esta es liberación y conquista, liberación de los vínculos medievales y conquista de
nuevas libertades.
- La segunda, está dominada por la angustia, por el miedo al infinito y al abismo, que ello abre en la
sociedad y en las conciencia de los individuos, por el temor a una sociedad reducida en masas.
El espacio, bajo el empuje del movimiento higienista y de la ingeniería de las infraestructuras, se dilata, asignando a
cada objeto de arquitectura una autonomía funcional. La ciudad nueva, aparece de ahora en adelante escrita, esto
plantea la ciudad del “siglo breve” nuevo problemas. La poca experiencia del movimiento moderno no permite
afrontarlos y resolver completamente.
La historia de la ciudad moderna está marcada por separaciones y alejamientos. Se alejan del centro urbano los
comentarios, mataderos, los hospitales, cuartele, las industrias, las “clases peligrosas”, se acercan los lugares de la
dirección económica, política y cultural, de las finanzas, del comercio, del espectáculo.
Este movimiento no debe ser observado solo en sus consecuencias y representaciones físicas.
Este período puede ser dividido en fases definidas. La forma de la ciudad cambia con la transformación de este
sistema de relaciones dentro de la articulación cada vez mayor de figuras sociales y un sistema de
exclusiones/inclusiones.
Las características fundamentales de la ciudad moderna han sido diferentes en los distintos contextos. La ciudad
moderna es en gran medida el centro del moderno estado nacional, y su naturaleza se despliega en las grandes
capitales.
Cuando comienza la historia de la ciudad moderna, en el siglo XV, Italia, que era en aquel momento el país europeo
urbanizado con mayor intensidad, las ciudades alcanzaban grandes dimensiones, se encuentra al mismo tiempo al
final de una etapa de desarrollo.
A partir del siglo XVI el centro de la economía europea se traslada a Venecia, Roma, Paris, Londres. En Italia esta
construcción será interrumpida y luego se retomará, en el siglo XVIII y en algunas ciudades esta ni siquiera existe. Esta
construcción de la ciudad moderna ocupa un período bastante breve y se pasa a la ciudad contemporánea.
Descargado por florencia dominguez (florenciadominguez016@gmail.com)
lOMoARcPSD|8349968
Lyotard: Define al momento moderno como aquel en el que los relatos fundacionales se derrumban y se establece
una distinción entre la razón y los mitos.
El siglo breve es aquel en el que los mitos pierden su legitimidad y la ciencia y la técnica se desarrollan sin
justificación moral. A esto le corresponde en cada campo, incluido el urbano, la pérdida de sentido.
El siglo XX está impregnado por la idea de fragmento, que tiene sus orígenes en el pasado. Así como la figura de la
continuidad construía una imagen de un espacio urbano regular, isótropo (en todas direcciones) e infinito, la de
fragmento lleva una concepción topológica del espacio, al espesor de la especificidad de los lugares.
A lo largo de la modernidad, continuidad y fragmento se han alternando dejando en la cuidad europea sus propias
huellas. El siglo breve es un período durante el cual estos se enfrentan sin excluir colisiones, resultando cada intento
de mediación condenado al fracaso o a provocar nuevos pastiches.
Se han atribuido a la dispersión y fragmentación de la ciudad del siglo XX a las numerosas y sucesivas oleadas de
progreso técnico, sobre todo en el campo de construcción y transporte. Estas se interpretan en término de ciclos:
La gran crisis urbana que ha invadido al mundo occidental entre finales de los 60 del siglo XX y principio de los 80.
Esta ha marcado el fin de la “modernidad” y sus causas y consecuencias son políticas, económicas, sociales, urbanas y
territoriales. Pero esta, después de la progresiva desaparición del mundo campesino y el rápido asentamiento
urbano, de concentración total de la fuerza de trabajo en las áreas urbanas, fue económica y culturalmente
importante y asume las formas de una perdida de cohesión de los grandes agregados sociales, comenzando por la
clase obrera, de una gran transformación de los valores y de las instituciones, comenzando por la familia. A partir de
ese momento Tuvieron espacio nueva políticas de identidad, y distintos problemas como la casa, el desplazamiento,
la diversión pasaron a ser percibidos como problemas individuales o relativos a específicos grupos locales.
A esta crisis urbana los distintos países le dieron distintas respuestas. Se agruparán las políticas urbanísticas bajo tres
etiquetas:
1. Renovatio urbis, que se refiere a a políticas, como las de Venecianas, Genovesas, romanas, del siglo XV, que
se materializan en un conjunto de intervenciones puntuales a través de las cuales se trata de dar un nuevo
sentido simbólico-representativo y lógico-funcional a la ciudad o partes importantes. Ej.: la París de
Mitterrand. ej. (contemporánea).Los países afrontan temas y estrategias diferentes, por ejemplo el de la
instituciones en parís, papel del espacio público en Barcelona; pero lo que los agrupa es el intento de afrontar
la crisis a través de la redefinición del papel de la ciudad específica y de la ciudad en general.
2. Retorno neoclásico: Regreso a una forma de espacio urbano que reaccione al aparente desorden de la ciudad
contemporánea con un mayor “tono”, con la vuelta a principios de asentamientos (la manzana), tipos
Descargado por florencia dominguez (florenciadominguez016@gmail.com)
lOMoARcPSD|8349968
Ambas posiciones toman aspectos fundamentales de la crisis urbana: salir de la crisis implica un proceso de
profunda reestructuración del sistema urbano europeo guiado por imágenes contundentes y en la cual cada
cuidad debe contribuir a redefinir su propia posición y cometido, en la cual participan políticas
económicas-.productivas, institucionales, territoriales, urbanísticas (más atención al espacio habitable, al
ambiente, sistema de infraestructura urbano y territorial)
En Italia la respuesta fue extrema, de comparable dramatismo en una gran movilización individualista que cada
cual provee para sí mismo. Descentralización productiva, nacimiento de una economía sumergida origen o
reforzamiento de distritos productivos, formación de cuidad difusa…Las consecuencias son del todo conocidas.
No se entiende la dificultad actual de la política territorial si no se presta atención a la radical mutación de la
naturaleza y de las características de la ciudad, al conformarse, una nueva y extensa parte de la ciudad que
algunos denominados ciudad difusa.
La ciudad contemporánea
En la ciudad contemporánea se representa una nueva forma de tiempo, una sociedad constituida y estructurada
de modo diferente a la ciudad moderna, una economía organizada, instituciones que han establecido relaciones,
recíprocas y con el ciudadano, diferentes de las modernas. Un conjunto distinto de imaginarios colectivos, una
cultura distinta.
Esta ciudad no tiene características Idénticas en cada parte del continente. Es un espacio habitable y de trabajo
de una sociedad de minorías que hacen más bien de la explosión e inclusión por guía de sus propios
comportamientos y expresan demandas radicales. Es a menudo espacio productivo de pequeñas y medianas
empresas. Es el lugar de la copresencia: de figuras sociales, técnicas productivas, productos, materiales urbanos,
formas espaciales pertenecientes a distintos períodos. Es también el producto de un proceso de continua
destrucción de valores de posición. . En esta destrucción, la ciudad contemporánea es el lugar de continua y
tendencial democratización del espacio urbano: de destrucción de sistemas consolidados de valores simbólicos y
monetarios, de nuevos lugares de comercio, de comunicación de interacción social y de una nueva geografía de
las centralidades. Es una ciudad invertida, que tiene en el propio centro el vacío y no el lleno, que se estructura a
partir de espacios abiertos y que asume los grandes escenarios naturales como fondo y prolongación de sí
misma.
Entre sus características físicas la ciudad contemporánea es el resultado de una gran ruptura tecnológica.
Descargado por florencia dominguez (florenciadominguez016@gmail.com)
lOMoARcPSD|8349968
Con el fin del siglo XVII el saber constructivo se transforma en ciencia de las construcciones, de la construcción de
vías y de puentes, de obras hidráulicas, etc... Con el fin del siglo XIX, la técnica ofrece posibilidades que superan
las exigencias constructivas de la ciudad, lo que libero formas arquitectónicas y de asentamiento. Esto sucedió en
un periodo en el que los costos de la construcción y trasporte han disminuido.
Crisis urbana, respuestas fundadas sobre movilización individualista y permeabilidad de los vínculos normativos
han producido en Italia consecuencias extremas.
Escenarios
Construir escenarios quiere decir construir uno o más ordenes hipotéticos entre los distintos fenómenos que
impactan a la ciudad, la economía y la sociedad y explicarse las consecuencias. Que sucedería si... esto es un
escenario, donde la hipótesis es hallada en algunos indicios con algunos síntomas y tendencias.
Los caracteres fundamentales de la ciudad contemporáneas son ineludibles, estos tienen sus raíces y mitos,
sistemas de valores y comportamientos individuales. Todos los retornos están destinados al fracaso y del mismo
modo es poco responsable considerar en la ciudad contemporánea el aspecto liberadores del individuo, del
grupo, de la empresa, de las instituciones y no los problemas que se están acumulando en ella o imaginar su
solución.
La previsión y anticipación requieren una particular deontología, lo que podemos decir que el futuro es poco, y
es difícil pensar en el futuro de la ciudad sin tener en cuenta la sociedad, economía y política campos que
cambian profundamente en la contemporaneidad.
El futuro está marcado por una mayor consciencia de la responsabilidad respecto al medio ambiente. Las ciudad
contemporánea en la que los objetos edificados han tomado distancia reciproca está equipada para esta
transformación (por ej. fuentes de energía alternativas, áreas protegidas)
El futuro está marcado por una movilidad acrecentada, bien a lo largo de grandes canales de comunicación. Las
investigaciones recientes muestran desplazamiento en la estructura de la movilidad ligada a un importante
desplazamiento en la estructura de la temporalidad y de la centralidad. La autonomía de los sujetos, los
específicos de cada ecología tienden a invertirse en un uso diferente del tiempo por parte de cada sujeto. La
difusión es causa y consecuencia de todo esto.
El futuro está marcado por una redistribución del espacio público, probablemente este disminuirá y aumentará el
de la propiedad y gestión privada. La dilatación del espacio abierto y en espacial el público, han dado lugar a
contradicciones fundamentes en los diferentes países europeos, que se manifestaron como dificultades de la
políticas fiscal y de gastos administrativos. Esta es la razón por la cual son cada vez más extensas las ares destinas
a actividades colectivas(los shoppings por ejemplo). Son espacios abiertos y la mayoría de gestión privada con
una estética agresiva, integrándose entre ellos los grandes nodos de movilidad, con estación o aeropuertos, los
puertos, se convierten en grandes puntos de referencia de la ciudad contemporánea
Futuro vendrá marcado por una nueva articulada e inestable geografía de los lugares centrales resultada y causa
de la estructura de la temporalidad y movilidad. La ciudad moderna ha transformado los principales
equipamientos colectivos (el hospital medieval era por ejemplo un espació Publio antes) La ciudad moderna los
ha reducido a una única función empobreciendo su condición de lugares centrales.
Es impensable que esta ciudad difusa, que es difícil afirmar su importancia y futuro, pueda transformarse en una
compacta, y que pueda ser marginada, en una inmensa periferia productiva reconstruyendo la antigua oposición
entre ciudad u campo.
El futuro de la ciudad.
El futuro de la ciudad es una construcción propia, producto de los juicos que expresamos a afrontar el presente.
La ciudad contemporánea italiana, es lugar de incomodidades. Poco eficiente, fatigosa, falta de confort,
congestión, insegura, con grandes riesgos.. Esta no corresponde a la cultura y a los niveles de ingreso de sus
habitantes. Modificar esta situación no es fácil. La ciudad moderna en su último período ha sido lugar de grandes
intervenciones y de sensible progreso técnico. En las infraestructuras y equipamientos urbanos y territoriales, en
las vías y en los canales… La política de cada país ha estado atenta a aspectos de desarrollo social, económicos y
técnico.
La política de la ciudad, junto con la ambiental y de grandes infraestructuras ofrece una gran ocasión para la
innovación tecnológica y el desarrollo de empleo. Las características y problemas de la ciudad contemporánea,
brindan una gran oportunidad siempre que el tema de la ciudad venga correctamente reconsiderado. Para esto
se oponen dos simétricas sobrecargadas de valores, la ciudad antigua (como la más alta expresión de valores
colectivos compartidos) y la casa unifamiliar como la mejor expansión de la privacidad y autonomía del individuo.
Estas impiden comprender las razones de ruptura entre la ciudad moderna y la contemporánea, así como
impiden considerar la antigua como la moderna, parte de la ciudad contemporánea y esta a su vez, como un
germen de un posible futuro de la cuidad.
Es difícil que la ciudad contemporánea encuentre su estabilidad forman análoga a la de la ciudad antigua y
moderna, que dé lugar a la formación de la consolidada tradición constructiva y de asentamiento. Construir el
futuro es trabajar dentro de las características de la ciudad moderna modificándolas.
¿Qué es la Ilustración?
Es un proceso cuyas consecuencias entre otras va ser la Revolución Francesa.
Fue un movimiento cultural, social y filosófico, cuyas raíces se dan en pleno Barroco.
Es un proceso por el cual se intenta secularizar la cultura occidental e intentar introducir a la RAZON como la principal
causa de las acciones y desplazar la religión de ese lugar.
El objetivo era ILUSTRAR A LA RAZA HUMANA.
Los ilustrados deciden recopilar todos los saberes y recoger todo lo que el ser humano sabe, sobre arte, ciencia,
filosofía, etc… es aquí donde se empieza a construir la construcción literaria del tratado de la ENCICLOPEDIA
Esta idea de poder sistematizar el conocimiento es una idea totalmente moderna, y relativamente moderna. Antes el
conocimiento se pasaba de boca en boca, se sentaba un artesano y daba las indicaciones de cómo se debía hacer tal
cosa. Ahora estos conocimientos ya se encuentran escritos y es más accesible para todos.
También se sistematiza el espacio, deja de ser oscuro y pasa a ser más ordenado y limpio, ya que la ciudad se
encontraba con cierto desorden.
La reforma de las instituciones sociales se convirtió cada vez más en una preocupación de las sucesivas
administraciones tras el fin de la guerra de los 7 años en 1763. Las presiones en favor de una reforma de la legislación
contra la pobreza, de la restauración del hospital, de la mejor asistencia médica y de una revisión de los códigos
jurídicos y los establecimientos penitenciarios, junto con un sentido más elevado de la competencia industrial
procedente de Inglaterra: todo ello contribuyó al desarrollo de un “discurso sobre las instituciones”. Inspirado en la
filosofía social y la teoría económica de los enciclopedistas, beneficiándose de la investigación académica medica y
física aso como la creciente profesionalización de arquitectos e ingenieros, los debates afectaron a la REDEFINICION
DE LA FABRICA, EL HOSPITAL, LA PRISION, EL HOSPICIO Y TODAS LAS CONSTUCCIONES PUBLICAS QUE DABAN
SERVICIOS A LA CIUDAD Y AL CAMPO, DESDE LOS MERCADOS A LOS CEMENTERIOS.
Animados por el patronazgo estatal y la iniciativa privada – y con poca rivalidad disciplinar con ingenieros, médicos y
juristas – los arquitectos fueron definiendo su papel como diseñadores de lo público. Las ideas tradicionales del
ornamento, la monumentalidad, el repertorio clásico de tipos edificatorios y formas representativas ya no parecía
adecuado para satisfacer los criterios de economía, utilidad y exactitud requerida por los administradores.
Economistas, médicos, juristas e ingenieros, estaban dispuestos a demostrar que la arquitectura era un arte
innecesario de la necesidad.
A partir de estos debates surgió un nuevo entendimiento de la arquitectura:
Descargado por florencia dominguez (florenciadominguez016@gmail.com)
lOMoARcPSD|8349968
- En primer lugar, el sentido tradicional de un edificio que encarnaba “belleza” en sus proporciones y sus
geometrías fue quedando subordinado a la idea de un orden geométrico que siguiera las necesidades
sociales o ambientales.
- En segundo lugar, la teoría clásica de la representación, en la cual una jerarquía estricta del ornamento
respondía a las conveniencias sociales, se amplió como teoría de la comunicación arquitectónica que
resultase de fácil acceso para el público. La organización de la planta, la división de los espacios, quedo
aislada como instrumento de control y de reforma de lo social, al tiempo que se identificaron las
características de la fachada legible con objetos de hacer del edificio una escuela de sensaciones y
enseñanzas morales.
Esta reconsideración de la práctica social de la arquitectura estaba respaldad por el pensamiento filosófico.
En arquitectura, este proceso implicaba la reescritura del mito vitruviano de los orígenes de la construcción, una
tarea llevada a cabo por Laugier, donde dejo reducida la arquitectura a la combinación racional de 3 simples
elementos estructuralmente definidos conforme a las reglas de las geometrías simples y al servicio de la necesidad
social. LAS ENTRADAS, LAS CALLES, LOS EDIFICIOS.
EL ESPACIO DE LA PRODUCCION
Fábricas y talleres en la enciclopedia
En la enciclopedia se podía encontrar descripciones de los procesos de fabricación, prácticas artesanales y utensilios,
pero no había ninguna referencia de las fábricas y talleres. Las maquinas eran analizadas, los utensilios estaban
clasificados como otras especies, pero el ESPACIO dentro del cual tenía lugar toda esta actividad se dejaba de lado.
Sin embargo esto se puede explicar.
La tradición clásica, relegaba el taller y la fábrica a la categoría de problemas menores, si bien, debían estar
correctamente situados, firmemente construidos y eficazmente distribuidos. La arquitectura con sus órdenes y
atributos, no tenía cabida en esos edificios utilitarios. La decoración estaba estrictamente fuera de lugar en una
fábrica.
Las grandes fabricaciones no representaban la arquitectura en un sentido monumental; las plantas raras veces se
ponían de manifiesto y los motivos de diseño oculto estaban ausentes. Era la ausencia de estos embellecimientos lo
que resultaba más llamativo. Lo que se representaba era coherente tanto en los aspectos de la producción y su
racionalismo, es decir, el cálculo preciso del espacio, geométrico y compositivamente, para los procesos, las máquinas
y los trabajadores.
CONFINAMIENTO Y CURACION
La reforma del hospital 1770 – 1789
En Francia, a mediados del siglo XVIII, las formas espaciales que caracterizaban a las instituciones modernas como el
hospital, la prisión, el manicomio y el asilo, eran desconocidas. Durante las primeras décadas del siglo XIX serían
considerados como los instrumentos del orden y de la reforma social, aceptados como tipos edificatorios dentro del
repertorio arquitectónico, eran, hasta 1770 difíciles de distinguir.
EL hospital – como lugar específico para el tratamiento de las enfermedades. – la prisión – como el escenario
designado para el castigo, - el manicomio – como frontera impuesta a la demencia, - y el asilo – como mecanismo
moralizador y disciplinario para los pobres fuertes y sanos. Estas funciones y estos espacios seguían confundiéndose
en la heterogénea trama.
Los expertos consideraban las instituciones clásicas de confinamiento, destartaladas y no especializadas, como
soluciones inadecuadas a los crecientes problemas de pobreza, enfermedad y criminalidad; por eso, idearon ciertas
reformas. Economistas, juristas, y médicos desarrollaros teorías sobre el orden social; los arquitectos concibieron los
planos de nuevas instituciones.
El hospital fue la primera institución en quedar definida, la prisión y el manicomio no surgirán hasta finales del siglo.
La idea del hospital como lugar privilegiado de la enfermedad quedo fijado hacia finales de la década de 1780. Todos
los expertos reconocían la necesidad de tales establecimientos. Los hospitales existentes presentaban unas
condiciones abominables y afectaban a todo el mundo: por dentro parecían propagar las enfermedades que decían
curar; por fuera parecían ser el centro de las epidemias.
El espacio de la pobreza
El espacio de la pobreza era nacional: ciudades, pueblos, bosques, etc… todos tenían su población de pobres. Ya
fueran vagabundos, criminales en fuga, mendigos, ancianos o simplemente indigentes, los pobres pululaban por las
calles de las grandes ciudades, pedían limosnas en los lugares públicos, vagaban en bandas para asaltar a los viajeros,
etc…
Descargado por florencia dominguez (florenciadominguez016@gmail.com)
lOMoARcPSD|8349968
El espacio de la pobreza era también institucional y estaba definido por los muros de esas fortalezas que habían sido
fruto del esfuerzo de confinar, estabilizar e inmovilizar la pobreza a finales del siglo XVII. La época del “gran
confinamiento”, demandaba que a los pobres se les apartase de la visión del público, se les pusiera a realizar trabajos
útiles. Los mendigos, - los vagos maleantes – serian obligados a trabajar en beneficio de la comunidad; los desvalidos,
- huérfanos, lisiados o enfermos crónicos – serian cuidados de acuerdo con sus necesidades.
A mediados del siglo XVIII, los hospitales generales se habían transformado, pasando de ser esos pequeños centros
de caridad y cuidado a convertirse en focos de enfermedad, inmoralidad y crimen. En parís el hospital se componía
de varias instituciones, se veía obligado a poner cinco o seis en cada cama, a veces hasta 10 o 12 en un mismo
colchón. Los hospitales se consideraban lugares de desesperación, un callejón sin salidas.
Oponiéndose a las condiciones que se daban dentro de las instituciones y advirtiendo que la pobreza iba en aumento,
los reformadores surgieron dos soluciones diferentes:
- Por un lado, fisiócratas, mercantilistas liberales y conservadores religiosos propugnaban una vuelta al
antiguo orden, o más bien a una forma natural de atender a los pobres. A los enfermos y los ancianos
se los cuidaría en sus casas, a los pobres capacitados se los pondría a hacer una labor útil, y a los
incorregibles o criminales se los enviaría a realizar trabajos forzosos.
- Por otro lado, había quienes entendían que solo la intervención del gobierno a un escala mayor –
construyendo hospitales, prisiones y asilos, grandes y centralizados – atendería a una población
creciente con eficacia, así como con mejor vigilancia, higiene y experiencia técnica.
En 1772, un Hotel-Dieu se incendió, un ala entera queda destruida, llamando la atención del público sobre esta
institución insoportablemente hacinada, insalubre, destartalada y mal equipada y dando origen a un torrente de
proyectos y diseños arquitectónicos para un nuevo hospital y para los hospitales en general.
La sucesión propuestas y proyectos publicados por médicos, filósofos, juristas y periodistas después de 1772 no
aspiraban a tener mucho mérito arquitectónico, sino que se planteaban como soluciones basadas en nuevos
conocimientos científicos. El criterio de valoración no era la naturaleza precisa de los adornos arquitectónicos, sino
las soluciones a cuestiones de economía, movimiento, servicio, salubridad, etc…
El arquitecto se enfrentaba así a un desafío: ante estas nuevas exigencias programáticas y sus soluciones espaciales –
inventadas por personas ajenas a la arquitectura.
Pese a la aparente ausencia de arquitectura, lo que se presentaba no era una “arquitectura sin arquitectos”, sino más
bien otra clase de arquitectura; una arquitectura que servía para su imaginería de fuentes figurativas alternativas y
que encontraban sus medios para el -2adorno-2 no en el repertorio clásico, sino en las formas de la necesidad. Una
cosa estaba clara-. El hospital clásico, cuya forma había quedado más o menos establecida hacia fines del siglo XVII,
tenía que ser sustituido.
El modelo tradicional del hospital – era en su versión más sencilla, un edificio con patio cuadrado; y en su versión más
compleja, una serie de patios interconectados, definidos por alas unidas o separadas con una capilla central
dominando la composición.
Monclus expone unas series de argumentos en donde hace una reinterpretación de los inicios y la naturaleza del
nuevo saber urbano, focalizando el análisis en sus relaciones con la renovación de las teorías arquitectónicas sobre la
ciudad.
Procede a examinar las características de un proceso por el que se pasa de la remodelación de las partes urbanas
mediante operaciones aisladas, a la reflexión globalizadora y a las propuestas de reforma general de la ciudad
existente.
Las teorías arquitectónicas sobre la ciudad en la segunda mitad del siglo XVIII. Laugier y Patte.
En el pensamiento arquitectónico de la segunda mitad del siglo XVIII, la idea de que el embellecimiento de la ciudad
debe concebirse como una intervención global que va estrechamente ligada a los objetivos funcionales (higiene y
circulación fundamentalmente) se va imponiendo de forma rápida y progresiva.
A partir del siglo XVIII se descubren los verdaderos problemas urbanos.
Se produce una reflexión en la cultura arquitectónica sobre la ciudad que sufre un cambio cualitativo. Casi toda la
literatura que aparece desde el Renacimiento se caracteriza por los problemas de la ciudad existente. Las ciudades
ideales propuestas por los teóricos en sus tratados no podían resultar de la remodelación de la ciudades “reales” sino
que debían implantarse “ex Novo”.
Hasta bien entrado el siglo XVIII no se supera totalmente la forma de pensar la ciudad en los tratados de arquitectura.
Esta situación comienza a cambiar con la obra de Laugier uno de los primeros teóricos al que se le debe, en gran
parte, la renovación de la cultura arquitectónica que se produce con la ilustración.
Laugier en su “ensayo sobre la arquitectura” publicado en 1753 tiene una influencia inmediata y decisiva en el debate
de la segunda mitad del siglo. En este tratado, los problemas urbanos constituyen un objeto principal de análisis.
Laugier comienza constatando la generalización del gusto por los “embellecimiento”, no limitándose a las casas de
particulares, sino a las ciudades enteras. - Decía que la mayor parte de las casas de la ciudad permanecían en un
estado de negligencia, de confusión y de desorden. Las ciudades eran como masas de edificios apilados sin sistemas,
sin economía y sin diseño. –
Laugier se refiere a 3 elementos fundamentales de los cuales depende la belleza de una ciudad:
LAS ENTRADAS: deben ser “libres y espaciosas”, “su número en proporción al tamaño” y estar “suficientemente
decoradas”. Hay que efectuar plantaciones de árboles pero, sobre todo, se trata de multiplicar los caminos de
accesos, ensancharlos.
LAS CALLES: suficientemente numerosas como para evitar grandes rodeos, anchas como para prevenir la congestión y
en una alineación perfecta para abreviar el recorrido.
Y LOS EDIFICIOS:
Antes de ocuparse de los edificios, Laugier enunciaba su propuesta de ordenación de la ciudad: hay que concebir la
ciudad como un “bosque”. Las calles de aquellas son caminos de este y han de trazarse de modo similar.
En realidad, Laugier piensa en el bosque de caza o jardín de recreo como modelo aplicable a la ciudad existente. Si los
jardines y parques clásicos son bellos es por su disposición y características de sus avenidas, por su número, por su
anchura y su alineación. Pero también es preciso un trazado geométrico correcto del “plano”.
Esta analogía forestal ha sido entendida por algunos como una prefiguración de los nuevos criterios pintoresquistas
que se impondrían de las décadas siguientes al trazado de jardines. La aplicación de esos nuevos criterios garantizaría
así un fundamento naturalista a la “composición” de la ciudad.
La cuestión es importante porque la visión naturalista y, formalista de Laugier, resulta ser en realidad, una
aproximación más bien funcional y globalizadora de los problemas de la ciudad.
Cuando Laugier se refiere a la forma en la que se debe llevar a cabo su propuesta muestra claramente esa
preocupación funcional que va unida a una visión de conjunto de la reforma de las ciudades. Así, indica la necesidad
de proceder a la formación de un PLANO que sirva para ordenar la ejecución de una serie de medidas en el tiempo.
Uno de los arquitectos de mayor influencia en la cultura arquitectónica Francesa fue, el académico Blondel, quien
recomendó en seguida el mencionado tratado.
Pierre Patte, quien es discípulo y colega de blondel, después de la muerte de este, se encarga de acabar y desarrollar
las amplias concepciones de Laugier.
Descargado por florencia dominguez (florenciadominguez016@gmail.com)
lOMoARcPSD|8349968
Al margen de las correspondencias exclusivamente formales que se pueden establecer entre la ciudad ideada por
Laugier y el grabado de Patte, interesa señalar que la variedad resultante de la combinación de las distintas plazas en
el plano de Paris venia acompañada de una propuesta de intervención global sobre la ciudad.
El título de un capitulo completo del libro en el que se explica estos proyectos: el embellecimiento de Paris,
reflexiones generales sobre los medios que podrían emplearse para embellecer la ciudad en su conjunto. En él se
efectuaba una crítica a las condiciones urbanísticas de parís, insistiendo como Laugier – en los problemas de vialidad
y de circulación, pero extendiéndose ahora en otras cuestiones relacionadas con la falta de higiene de la ciudad.
Patte desarrolla esas críticas y establece una serie de principios de intervención urbanística. Se ocupa de algunas
cuestiones generales relativas al emplazamiento y a la estructura óptima de una ciudad.
En el emplazamiento importan:
- Posibilidades defensivas.
- Buena calidad del agua
- Clima templado.
- Vientos adecuados, etc…
En cuanto a la distribución de la ciudad, Patte se refiere a la defectuosa ordenación de las calles (escasa, estrechas)
insistiendo en los problemas de salubridad:
- Antihigiénica mezcla de actividades en el centro de la ciudad.
- Mal funcionamiento del sistema de saneamiento urbano.
En la disposición correcta de una ciudad, considera que “su forma exterior es indiferente”, pudiéndose adoptar en
todo caso algunas formas (hexágonos u octógonos) que permitieran una mejor comunicación de sus barrios para que
“la policía se pudiera ejercer más fácilmente”. Pero lo esencia es que haya paseos de ronda, que todos los accesos
seas fáciles, que más allá de eso, se dispongan los suburbios en los cuales se emplazaban los oficios molestos,
hospitales, cementerios.
Se discuten los problemas de la calle considerada como una red viaria que plantea problemas de circulación y de
higiene, además de los problemas estéticos.
Después de examinar las ventajas e inconvenientes de las calles de diversas ciudades, Patte propone una solución,
ilustrada con planta y sección de la calle ideal.
La noción de “EMBELLECIMIENTO”, tiene un significado cada vez más ambiguo y alejado del tradicional. Este
embellecimiento total como lo denomina Patte, se basa en la reforma o “rectificación” del plano de la ciudad,
operación que debe desarrollarse progresivamente, en un tiempo razonable: la visión de conjunto y la noción de
utilidad directa son las condiciones básicas del embellecimiento.
Se produce una renovación general de las ideas de la ciudad en contextos culturales y tradiciones técnicas de
naturaleza muy diversa. Esta renovación conceptual va unida a un proceso de objetivación del espacio urbano a
partir, sobre todo, de la segunda mitad del siglo XVIII. Desde entonces la ciudad se convierte en objeto de análisis, de
descripción, y de medición exhaustiva.
Visión de los geógrafos y significado de las representaciones cartográficas.
En los textos del siglo XVII, los diccionarios geográficos insistían en una serie de elementos: La antigüedad de la
ciudad, su historia, la identidad de sus murallas o la etimología de su nombre. A finales del siglo XVIII, en la literatura
geográfica se establece una clara relación entre actividad económica y desarrollo urbano. El fenómeno urbano se
entiende en términos esencialmente funcionales.
Paralelamente a este proceso, la cartografía urbana experimenta una ruptura capital: de la utilización simbólica de la
representación urbana que se pasa a una representación práctica, utilizable para la ordenación, la extensión y el
control general del espacio urbano. Solamente se representan las alineaciones de las calles, los edificios públicos, los
códigos de identificación de los elementos urbanos.
barrios densificados, etc… A finales del siglo XIX, este pensamiento se resume en la valoración de la circulación del
aire.
Paralelamente, el desarrollo del discurso higienista se correspondió con un notable fomento de las políticas de
reforma urbana: para hacer circular el aire (calles anchas, rectas, grandes plazas y arbolados, adecuados sistemas de
alcantarillado y de limpieza de calles, etc...) Aislar los focos de infecciones favoreció la política de construcción de
edificios específicos para aquellas funciones que se consideraban como fuentes de corrupción del aire: mataderos,
cárceles, hospitales, cementerios. Etc…
La teoría y la práctica de la administración o policía
La policía urbana adquiere su acepción moderna en organización racional del orden público. Entonces aparece una
serie de tratados y normas relativas al control del espacio urbano. La policía se ocupa pues tanto de las cuestiones de
limpieza, de adorno y embellecimiento como del buen orden de la sociedad y de la ciudad en particular.
El desarrollo efectivo de la reglamentación urbanística responde a motivaciones de diversas naturalezas. En primer
lugar, están las cuestiones de seguridad: reducir los riesgos de incendios y garantizar la solidez de la edificación. Este
deseo de seguridad va estrechamente ligada a una voluntad de facilitar la circulación. El crecimiento y la densificación
urbana dificultan cada vez más las comunicaciones y gran parte de la preocupación por la alineación está motivada
por los problemas circulatorios. De ahí la obsesión de las autoridades por el ensanchamiento y la regularización de
viarios.
Es obvia por último, la importancia de una preocupación ESTETICA que, en realidad, supone una prolongación del
espíritu urbanístico renacentista y barroco. El establecimiento, cada vez más frecuente de servidumbres
arquitectónicas u ordenanzas de fachadas, responde al deseo de obtener perspectivas monumentales y una mayor
uniformidad arquitectónica en las nuevas operaciones de embellecimiento urbano.
La formación de planos parciales de alineación no suponía una novedad. Lo que se observa en el siglo XVIII es una
proliferación muy notable de ese tipo de documento: es entonces cuando aparecen en numerosas ciudades francesas
los planos de alineación general (representan a la totalidad de las ciudades existentes indicando las extensiones y
reformas o embellecimiento previos)
Debido a los nuevos métodos de los geógrafos y de los médicos, la ciudad del siglo XVIII es conocida como un
organismo vivo cuya salud depende de las medidas y facilidades ofrecidas a la circulación, sea del aire, de los
hombres o de las mercancías. La ciudad se describe, se representa y se reforma no solo en función de los objetivos
estéticos tradicionales sino, cada vez más, atendiendo a esa nueva visión de conjunto y a un entendimiento utilitario
de la ciudad.
urbanístico de la época nos permite entender este tipo de documento como un síntoma visible de la aparición de un
nuevo saber urbano y de la modificación que entonces se produce de las técnicas de intervención de la ciudad.
Como conclusión, el URBANISMO surgió, al menos en parte, como una reacción ilustrada a la insuficiencia de las
operaciones puntuales para la ordenación de la ciudad. Y que la integración del saber arquitectónico con las
tradiciones culturales y técnicas analizadas constituyo, ya desde finales del siglo XVIII, el fundamento de lo que hoy
conocemos como URBANISMO MODERNO.
DOLORES HAYDEN
Libro: EL SUBURBIO AMERICANO
Descargado por florencia dominguez (florenciadominguez016@gmail.com)
lOMoARcPSD|8349968
Casas modelos para las masas: La construcción del paisaje Suburbano Norteamericano 1820-2000
Desde principios del siglo XIX, los suburbios han formado parte del proceso de urbanización, creciendo a la par de los
grandes centros de las ciudades. Durante casi 200 años, los norteamericanos han idealizado la vida en las viviendas
individuales situadas en ámbitos naturales, al tiempo que paradójicamente se crean paisajes cada vez más
urbanizados para satisfacer la demanda de espacio privado. La producción de millones de viviendas modelos
suburbanas – comprendiendo inversiones masivas del gobierno federal, enormes gastos para las familias y ganancias
extraordinarias para los desarrolladores inmobiliarios - han configurado los paisajes culturales donde la mayoría de
los norteamericanos vive y trabaja.
¿Qué es la SUBURBIA NORTEAMERICANA?
La suburbia es, el lugar donde hoy vive la mayoría de los norteamericanos. Es el paisaje cultural dominante,
combinando entornos naturales y construidos, jardines y viviendas individuales. Es el lugar de millones de metros
cuadrados de propiedades comerciales y residenciales que son financiados y edificados. También constituye la
localización de la mayoría del trabajo no remunerado de crianza y paternidad, reflejando prácticas sociales y
ambientales. Además es el lugar donde vive la mayoría del electorado norteamericano.
Para evaluar las posibilidades de terminar con la dispersión, es fundamental comprender como los suburbios
existentes han sido organizados, financiados, diséñanos, construidos, comercializados y habitados.
Las regiones metropolitanas de los Estados unidos se han colmado de construcciones suburbanas en forma de
viviendas individuales, grupos de casas, o comunidades diseñadas y planificadas.
establecer el estándar para muchos otros arquitectos, paisajistas y constructores a través del país por los siguientes
cincuenta o sesenta años, aunque a menudo en menor escala.
IMPLICACIÓN POLITICAS.
En los suburbios más antiguos, donde ya existían viviendas, infraestructura y redes comunitarias, es razonable
sostener y proteger estos lugares, completar y rehabilitar en lugar de diseñar algo nuevo. Las comunidades de
militares y votantes son esenciales a estos procesos localizados. Es tiempo de repasar cada capa del disperso paisaje
metropolitano, y considerar como intervenir en cada tipo, teniendo presente que los suburbios a los propietarios y a
los desarrolladores y los servicios públicos municipales han estado distribuidos en forma desigual durante décadas y
es necesario proporcionar una mayor equidad.
Los incentivos fiscales para el mejoramiento de viviendas también pueden ser bienvenidos. En las versiones más
grande y espaciosas de estos suburbios, la incorporación de departamentos puede mejorar su flexibilidad para alojar
familias más pequeñas. Estos lugares reclaman nuevos requerimientos paisajísticos y profundas evaluaciones de
infraestructuras para desalentar la ocupación de áreas agrícolas y promover su reutilización por parte de las cadenas
minoristas.
Los programas para preservar el carácter de los suburbios más antiguos, para mejorar las viviendas y reformar el
sentido de comunidad, necesitan del respaldo de políticas nacionales y estatales tanto como de las iniciativas locales.
Durante décadas, estos lobistas utilizaron si influencia política para modelar un mercado privado de vivienda basada
en subsidios gubernamentales que habrían estado mejor dirigidos a la construcción de espacios públicos e
infraestructuras. Ciertamente, los jefes de familias obraras blancas se beneficiaron; pero las deducciones impositivas
siempre subsidiaron más favorablemente a los ricos que a los compradores de menores recursos. Las personas de
color, las jefas de familias, y los inquilinos no obtuvieron nada. La situación impositiva estuvo dada por políticas
nacionales que ofrecieron incentivos corporativos para la urbanización de áreas agrícolas y depreciaron acelerada.
Los americanos han apreciado el suburbio en todas sus formas pero están perplejos y frustrados por su aspecto
caótico.
El problema es que muchos americanos creen que empezar de nuevo significa ejercer un control total sobre el
diseño de los enclaves elitistas o la ubicación de casas aisladas en el borde rural no urbanizado. El suburbio es la
articulación, la conexión entre capas pasadas y futuras, entre las viejas desigualdades y las nuevas posibilidades. En
todos los tipos de suburbios existentes, las desigualdades de sexo, clase y raza han sido dotadas de forma material. Si
esto debe cambiar, primero debe darse una significativa preservación, renovación y completamiento en los suburbios
ya ocupados, como también en las áreas centrales. Dirigir los subsidios federales, estatales y locales hacia los sectores
de menores recursos, diseñar un adecuado sistema de transporte público y demandar una mayor responsabilidad. Un
nuevo consenso político será esencial para reconfigurar el paisaje metropolitano norteamericano como lugar de un
desarrollo social y ambiental responsable.
Entender la ciudad en su complejidad significa asumir su doble realidad como obra abierta, inabarcable irreducible y
a la vez como objetivo de intervención proyectual
Aparece un nuevo entendimiento de la ciudad que demanda la puesta en acción de un nuevo tipo instrumental.
El plan urbanístico ha sido criticado cuestionando x su validez como instrumento efectivo para el gobierno y real
configuración de la ciudad. Por una parte ha sido criticado desde la suficiencia de la arquitectura entendida como
disciplina de los espacios construidos para construir la ciudad. De esta forma se invierte la idea de la arquitectura de
la ciudad por la de la ciudad de la arquitectura. Desde otro punto de vista la concepción pretendidamente científica
planeamiento ha sido blanco de las críticas teóricas que han abarcado distintas ramas de ciencias
La incorporación de proyectos de arquitectura a los planes urbanísticos dio lugar a una interesante polémica. Entre
ellas encontramos dos posiciones. Por un lado la de Leonardo benévolo que rechazaba la incorporación a los planes
de proyectos arquitectónicos argumentando que introducen una perturbación en la sistemática normativa del plan;
plantean el riesgo de resultar obsoletos en el momento de su ejecución y dificultan los acuerdos con los operadores
urbanos. Como alternativa sugería entender el plan, anclaje a tierra de los proyectos particulares. Por otro lado
aparece secchi que entiende que la cuestión relevante no se refiere a la definición de las reglas de compatibilidad
entre la ordenación general y los desarrollos proyectuales particulares, sino a los cambios que introduce en la
metodología tradicional del planeamiento. Los proyectos que acompañaban al plan tienden a convertirse en
proyectos del plan formulándose y representándose de manera cada vez más precisa y diferenciada de los
arquitectónicos integrándose en el dispositivo normativo del propio plan
El efecto más apreciable de la crítica a los fundamentos teóricos ha sido la sustitución del paradigma positivista de la
cadena de montaje que explicaba que partiendo de las necesidades humanas expresadas en la célula básica de
vivienda es posible concluir organizando la ciudad a partir de sucesivas agregaciones lógicas. Esto se sustituyó por
una visión más compleja basada en la valoración cualitativa del espacio en cuanto lugar y en cuanto posición. Así
categorías urbanísticas parametrizables han cedido paso en el discurso a conceptos como lugar espacio público
complejidad reciclaje etc. que muchos casos coexisten con los procedentes del paradigma anterior
Puede pensarse que en este nuevo enfoque El urbanismo puede quedar sometido a la misma ambigüedad
complejidad y contradicción que la propia Arq. Por el contrario, como ha señalado Secchi las Nuevas categorías a
pesar de su carácter alusivo impreciso y todavía inconcluso abren nuevas condiciones al proyecto urbanístico y en
este sentido se encuentran del lado de la innovación y de la refundación disciplinar
El entendimiento de la forma urbana como un problema específico es decir como un hecho vinculado a las instancias
sociales políticas y económicas pero no derivado de ellas nos obliga a plantearnos la cuestión de la escala adecuada
para abordar su resolución. “está determinada por los problemas que se quieren resolver y no sólo en relación con el
espacio físico que cada problema comporta”
Ha sido una práctica frecuente en el planeamiento una concepción jerárquica y secuencial de las diversas figuras: Del
plan general al plan de desarrollo al proyecto de urbanización y al proyecto de edificación. Sucede que en ninguna de
estas instancias se produce una reflexión específica en términos de forma urbana, pero en cada una de ellas se
hipoteca en un grado la forma edificada en base a decisiones de la naturaleza abstracta y la arquitectura surge como
un resultado Impremeditado de la colisión de fuerzas diversas
Una primera respuesta al problema: interiorizar los problemas de definición de la forma de la ciudad desde la propia
instancia de planeamiento donde el plan se concebía como un instrumento flexible capaz de dar respuesta a los
problemas según su importancia
En suma se cuestionaba la existencia de una relación causal entre plan y arquitectura planteándose alternativamente
una relación dialéctica entre ambos en la que el proyecto arquitectónico se integrará como datos del planeamiento es
decir como método de validación de los criterios de ordenación
Desde otro punto de vista los problemas arquitectónicos se transforman en problemas urbanos. Esto es entran en
juego consideraciones en relación con el significado del lugar el contexto el trazado que no tiene una adecuada
respuesta desde el proyecto de obras más sensible a la solución de los problemas materiales de ejecución que a la
reflexión general
Existe por todo eso un entendimiento de la construcción la ciudad en clave urbana y arquitectónica. Este nuevo
enfoque de la intervención de la ciudad que surge de la dialéctica entre el planeamiento y la arquitectura es aquí
denominado proyecto urbano.
Cuando hablamos de los límites del proyecto urbano partimos de la doble hipótesis: imposibilidad de un control total
de la forma urbana y reconocer las posibilidades racionalizadas del proyecto urbano y la arquitectura en la ciudad
En primer lugar asumir la idea de control limitado significa entender que la presunción de que pueda existir en la
planificación urbana una solución final deducible de la disposición de todos los datos significativos es en sí misma una
contradicción con la formación histórica de la ciudad como resultado de una multiplicidad de acciones urbanas. Por el
contrario supone asumir la realidad fragmentada y discontinua de la ciudad
No se trata de rechazar los sistemas de análisis o las técnicas urbanísticas clásicas sino buscar una mejor conexión
más realista y ajusta entre los objetivos generales y las intervenciones concretas que debe representar como
contenido un material primordial para el proyecto arquitectónico
Así le cabe al plan general un valor constitucional basado no sólo en los principios de seguridad jurídica y fijación del
derecho de propiedad sino también como establecimiento democrático de lo que la ciudad debe ser
Por otra parte asumir la idea de racionalidad limitada significa asumir la idea de la indeterminación del proyecto
urbano. Es decir, entender que al no existir un único modo válido de la intervención el planeador se sitúa en una
posición paradójica (exceso de libertad)
Significa asumir el carácter contingente de la intervención urbana como producto histórico y el tiempo su carácter
abierto y perfectible; significa entender que como respuesta a una demanda social determinada caben plurales
soluciones.
Igualmente implica reivindicar el valor formal del proyecto urbano es decir su papel en cuanto instancia de definición
de la forma de la ciudad. Está materialización formal deriva de la integración de realidades muy diversas en las que
alcanza su significado pero de las que como hemos señalado no se deduce de una manera mecánica
Hay que añadir una dimensión adicional: su potencialidad para trascender la realidad, su capacidad de proponer fines
y metas que superan los condicionamientos. Esta es la dimensión utópica. El proyecto utópico incide sobre la realidad
ayudando a descubrirla es decir construye la propia realidad tanto por vía positiva pero poniendo la ciudad deseable,
como por vía negativa: mostrando la pérdida de la forma. Colin Roses dice que la utopía no se puede lograr como
ocurre en la obra de arte. No puede convertirse en la sociedad a la cual cambia y, por lo tanto, no puede cambiarse
asimismo.
Aparece así una idea de utopía limitada que plantea como un ensayo de diálogo con la sociedad
La naturaleza del proyecto urbano sugiere el cuestionamiento sobre los modos de ajuste entre la atención utópica y
la vocación racionalizadora y transformadora de la realidad que concluyen en el proyecto construido
Aparece la voluntad consiente de interiorizar su condición urbana, desde la óptica de un retorno y recuperación de la
ciudad. Esto supone asumir la ciudad como referente es decir como una tercera tipología en oposición a las dos
anteriores (la naturaleza como fuente de la composición arquitectónica y la confianza depositada en los procesos de
producción fabril en serio sobre el diseño arquitectónico)
Esta nueva tipología presenta como atributo fundamental la valoración de la ciudad como una totalidad que se
manifiesta en su estructura física. Eso implica consecuencias, en primer lugar el modelo urbano que es la ciudad
tradicional comprendiendo en este concepto urbano producidos hasta comienzos del siglo XX
Hay en ello implícito un componente crítico hace las realizaciones de la arquitectura moderna como una cerda
referencia nostálgica hacia la ciudad tradicional. También hay un desplazamiento desde la confianza depositada en el
objeto arquitectónico, considerado hacia el contexto y la historia. El tipo edificatorio se entenderá como el resultado
de la interiorización disciplinar
Esta tercera tipología se aparta de los paradigmas anteriores. A través de la forma urbana del pasado se hace
presente el organismo urbano.
Estas consideraciones generan consecuencias como la búsqueda herramientas metodológicas alternativas al Zoning.
Nos encontramos ante el cuestionamiento de este como método de trabajo a triple nivel. A) Una concepción de la
ciudad como producto de una cadena de montaje que arranca de la solución de la célula elemental de vivienda y
progresa hasta la formación de toda la ciudad. B) herramienta incapaz de dar respuesta adecuada desde los
principios de segregación funcional y autonomía circulatoria a los problemas de organización de la ciudad. C) en
cuanto sustrato de un método de ciudad sin cualidad
Alternativamente al uso del zoning Se necesitan instrumentos capaces de abordar los problemas actuales. Es decir
capaces de operar, herramientas eficaces en los procesos de recomposición morfológica y reciclaje de piezas de
ciudad. En tal sentido se han recuperado técnicas como atrasado y la ordenanza. El trazado: expresión formal del
orden estructural primigenio de la ciudad, es el elemento clave para articular las relaciones entre el inmueble, el
suelo y el espacio público. Por su parte, la ordenanza se entiende como la sintaxis de la ordenación a partir del
conjunto de sistemas reguladores de la definición del tipo edificatorio así como de la relación entre este y el terreno.
La combinación de ambos instrumentos fija la ciudad en sus tres dimensiones: distribución planimetría de los
dominios de lo público y lo privado y en cuanto al tejido edificatorio.
Arquitectura y contexto
En un segundo nivel de reflexión cabe preguntarse por la forma de resolución de la antinomia entre arquitectura de la
ciudad y ciudad de la arquitectura
Ahora bien la tradición moderna se ha decantado en dos posturas que asimilaremos a Asplund y le Corbusier, La de
aquellos que privilegian el contextualismo, es decir la articulación espacial del edificio con su entorno y la de aquellos
que plantean las nuevas arquitecturas respondiendo a las exigencias internas del programa del edificio. Estas dos
posturas podemos resumir como foro, que es complejidad urbana y mutuo enriquecimiento de la interacción entre
las piezas construidas y los espacios libres, y acrópolis, construcciones escultóricas autónomas liberadas del terreno,
capaces de generar su propio orden. Se plantea si el problema de los límites de la pieza urbana. VENTURI hace surgir
a la arquitectura como encuentro de las fuerzas interiores y exteriores de uso y de espacio. Las respuestas son dos
elementos: la búsqueda de condiciones de objetividad legibilidad y claridad geométrica de los espacios públicos y la
búsqueda de unas condiciones de objetividad expresiva
En muchos de los proyectos urbanos recientes se ha optado por el modelo de la galería de los uffici es decir la
obtención de espacios públicos de calidad capaces de significar al conjunto, desde una máxima sensibilidad al
contexto próximo
(Cada gran edificio modernista ha pretendido erigirse en prototipo. En la práctica la proliferación de prototipos ha
conducido a una situación análoga al pintoresquismo ecléctico que se pretendía superar)
En este contexto nos interesa sentar las bases de un arte cívico y abierto a los desarrollos plurales preste atención al
contexto urbano a la historia y a las condiciones de legibilidad y comunicación del simbolismo público
Puede afirmar que una cultura de la protección a venido a desplazar a la cultura moderna de la renovación de las
áreas centrales formulada por el movimiento moderno
En el modelo de ciudad configurada la carta de Atenas se concebía como negociación de las posibilidades racionales
de una ciudad en la planta y como un valor en sí mismo. Los valores del edificio debían ser protegidos por ser
testimonios valiosos de una cultura anterior, mientras no implicasen situaciones insalubres y en cuanto se pudiera
remediar su efecto.
El centro histórico es pensado en términos de forma urbana como relación entre espacios construidos y espacios
vacíos. En suma como pieza urbana con personalidad específica articulada en áreas identitarias y referidas siempre a
las otras piezas que constituyen la ciudad.
Esta visión aporta una clarificación del diverso papel atribuible a la estructura primaria de la ciudad formada por los
elementos más permanentes: monumentos y trazados, en relación con el tejido. Un segundo aspecto se refiere a la
necesidad de matización de los instrumentos de protección a dos niveles. A) En relación con los diversos elementos
urbanos. B)) En relación con las diversas tramas, incorporando la reorganización y recualificación de áreas periféricas
Es necesaria una visión más compleja de los procesos urbanos incorporando la riqueza de situaciones del proceso
incremental de permanente adaptación de las preexistencias urbanas a las circunstancias cambiantes tales como los
procesos de transformación aditiva en los que un organismo arquitectónico originario se transforma mediante el
efecto sedimentario de la adicción de nuevas partes.
Ambos tipos de procesos ponen de manifiesto la debilidad de la relación causal entre función y forma. Los
monumentos también de contenido sin experimentar alteraciones morfológicas sustanciales, mostrando que la forma
son más permanentes y adaptables que las cambiantes funciones. Estos procesos adaptativos permiten asegurar la
continuidad en la memoria colectiva de los puntos referentes de la ciudad. Por todo ello la cultura de la protección se
ve superada por una cultura de la transformación.
Una referencia constante en todas estas reflexiones en la decantación del proyecto urbano hacia el compromiso de
incidir realmente en la construcción de la ciudad. Este compromiso puede y debe existir una articulación transversal
entre las escalas del proyecto. El vínculo que permite superar la disyuntiva entre el plan y proyecto, o entre la razón y
acción, es la voluntad compartida de transformar la ciudad
Esta idea tiene consecuencias prácticas y organizativas: recuperación del concepto de obra pública, recuperando un
urbanismo entendido como relación entre la topografía y trazado. Eso supone la ampliación del concepto para
abarcar además de las obras de viabilidad e infraestructura, las actuaciones configuradoras de los espacios públicos y
las intervenciones nodales que constituyen los motores de la transformación urbana
Finalmente la recuperación del saber urbano con un papel primordial en el plan urbanístico entendido ahora como
algo más que una norma: la expresión de un compromiso recíproco entre administraciones y ciudadanos desde la
perspectiva del desarrollo sostenible