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Violencia Obstétrica

En México desde que la futura mama se entera que esta embarazada puede
atenderse en una institución pública o privada, si decide atenderse en una
institución privada encontrara que desde las primeras semanas de embarazo el
médico le indicará que la mejor opción para que nazca su bebe es por cesárea
esto a pesar de que la Norma Oficial Mexicana 007 (NOM 007) para a la
atención a la mujer durante el embarazo, parto y puerperio y a la persona
recién nacida indique que se debe propiciar el parto fisiológico y reducir el
índice de cesáreas; principalmente esto se debe a que las ganancias que tiene
un hospital y el medico son mayores a las que tendría en un parto natural.

En cambio si la atención se hace en una institución pública el trato que reciben


desde sus controles prenatales hasta el momento de dar a luz o incluso
después es muy distinto a lo estipulado en la NOM 007 desde discriminación,
falta de información e imposibilidad de exponer sus dudas, retraso del tiempo
de atención durante el trabajo de parto por que gritó o se quejó, el obligarla a
permanecer en una posición incomoda o molesta, en decirle cosas ofensivas o
humillantes, inducirle el parto por medio de maniobras o medicamentos,
realizarle una cesárea cuando no está indicada, colocación de algún método
anticonceptivo o esterilización sin preguntarle hasta casos mas extremos como
muerte materna por hemorragias, histerectomía como consecuencia de una
mala intervención, negación de la atención y por lo tanto la madre diera a luz
en los alrededores del hospital, extorsión a los padres para poder llevarse a su
bebe, estas ultimas se dan principalmente en las comunidades indígenas.

A pesar de que estas situaciones se repiten a diario y están muy latentes en el


país según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de
octubre de 2011 hasta octubre de 2016 de 8.7 millones de mujeres que
estuvieron embarazadas 3.7 millones tuvieron cesárea donde al 10.3% no le
informaron sobre el procedimiento y al 9.7% no le pidieron autorización para
realizarla dejando la decisión a otra persona y 2.8 millones recibieron algún tipo
de maltrato durante la atención. Solo hablando de los casos reportados es una
cifra alarmante pero lo mas preocupante es que solo Chiapas, Guanajuato,
Durango y Veracruz cuentan con la definición de violencia obstétrica en sus
leyes, siendo este último el único estado que lo considera un delito e impone un
castigo que va de tres a seis años en prisión y multas de hasta 300 días de
salario mínimo, sin embargo muchas de las familias afectadas no hacen nada
por que no saben a donde pueden ir y si lo hacen es muy difícil que su
denuncia sea atendida en la Comisión Nacional de Derechos Humanos
(CNDH) o en la Comisión Nacional de Arbitraje Medico (CONAMED) por la
falta de leyes que castiguen este tipo de violencia, a pesar que se puede
denunciar en algunos casos por negligencia medica. También pueden
encontrar ayuda en asociaciones civiles como El Grupo de Información en
Reproducción Elegida (GIRE) que defienden y orientan a mujeres, jóvenes y
niñas cuyos derechos hayan sido violados.

Como médicos en formación es importante pensar que en un futuro no muy


lejano estaremos en esa situación y que acción es la que vamos a tomar, no
siempre vamos a tener condiciones favorables en la clínica o en el hospital,
vamos a estar cansados por la guardia y a veces no vamos a darle nuestra
mejor sonrisa al paciente en esos momentos debemos recordar que ellos son
humanos que se encuentran en una situación vulnerable en la que depositan
toda su confianza en nosotros y nosotros a pesar de las adversidades debemos
de brindarle la mejor atención posible recordando que en algún momento,
nosotros mismos o algún conocido estaremos en la otra cara de la moneda.

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