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Compendio del Abuso y

Maltrato Infantil detectable


en la Clínica Odontológica

Temuco, Diciembre 2019


Proyecto de Extensión Académica con Financiamiento EXT 2504.282 de la
Dirección de Vinculación con el Medio de la Universidad de La Frontera

Responsable del Proyecto: Lidia Bravo Rodríguez


Centro de Investigación en Odontología Legal y Forense
(CIO), Facultad de Odontología, Universidad de la
Frontera.

Co-ejecutores: Jaime Díaz Meléndez


Departamento de Odontopediatría y Ortodoncia, Facultad de Odontología,
Universidad de la Frontera

Gabriel Fonseca Platini


Centro de Investigación en Odontología Legal y Forense (CIO), Facultad de
Odontología, Universidad de la Frontera.

Colaborador: Camilo Reuque Rivera


Equipo para la Detección de Abuso y Maltrato Infantil, Facultad de
Odontología, Universidad de la Frontera
INDICE

1. Introducción ……………………………………………………….. 4
2. Definiciones ……………………………………………………….. 5
3. Detección del maltrato físico ………………………………. 6
4. Detección del abuso sexual ………………………………. 8
5. Detección del maltrato psicológico o emocional ….. 10
6. Detección de la negligencia parental ………………….. 10
7. Protocolo de primera respuesta y denuncia ……… 12
8. Recomendaciones …………………………………………… 14
9. Equipo para la Detección del Abuso y Maltrato Infantil
(EDAMI) ……………..……………………………………………….. 15
10. Referencias bibliográficas …………………………………….. 16
11. Anexos
I.- Flujograma de atención en niños y adolescentes,
víctimas de maltrato …………………………………………… 18
II.- Legislación chilena: aspectos legales relevantes 19

3
1. INTRODUCCIÓN

El abuso y maltrato infantil es uno de los problemas más graves y


dolorosos que enfrentan las sociedades modernas a nivel mundial. Las
conductas violentas contra niños y niñas están a menudo conectadas
con prácticas culturales, económicas y sociales, por lo que se trata de
una problemática que requiere de un gran esfuerzo conjunto para ser
abordada, constituyendo un problema de salud pública de complejo
pero muy necesario abordaje.1, 2

Más allá de las evidentes consecuencias inmediatas y a corto plazo


del abuso y maltrato infantil, existen reconocidas secuelas observables
a mediano y largo plazo en el desarrollo físico y sicosocial del niño
maltratado. Los estudios apuntan a que niñas y niños víctimas de
maltrato físico, abuso y/o abandono presentan, más frecuentemente,
trastornos de aprendizaje, problemas de comportamiento y
agresividad.3

De acuerdo con el Estudio de Maltrato Infantil realizado por


UNICEF-Chile en el año 2012, el 71% de niñas y niños en Chile sufren
algún tipo de violencia física y/o psicológica por parte de su padre,
madre o cuidador. Del mismo modo, el Observatorio Nacional de los
Derechos de la Niñez del Consejo de la Infancia chileno, expuso en
2017 que, según los datos de la Subsecretaría de Prevención del Delito,
desde el año 2005 a 2012, el abuso sexual contra niñas, niños y
adolescentes tuvo una lamentable tendencia al alza.4, 5

A nivel mundial, la profesión médica, y particularmente la


odontológica, se ha visto firmemente comprometida en la detección,
denuncia y prevención del abuso infantil, ya que la evidencia científica
apunta a que más de la mitad de los niños abusados presenta alguna
manifestación detectable en cabeza y cuello.6,7 Específicamente sobre
los signos orales de maltrato, se ha demostrado que “el examen de la
boca debería ser parte de toda evaluación realizada por el pediatra

4
para protección del niño; cualquier cosa menos, debería reconocerse
como un examen incompleto del niño”.8

El objetivo del presente compendio es poner a disposición de


cirujano dentistas, profesionales sanitarios y público en general,
información que apoye la detección precoz de abuso y maltrato
infantil, junto con protocolos de primera respuesta ante estos casos.

2. DEFINICIONES

La Organización Mundial de la Salud (WHO) y el Fondo de las Naciones


Unidas para la Infancia (UNICEF) distinguen 4 tipos principales de
maltrato infantil:4, 9

a. El maltrato físico, que es definido como el uso intencional de fuerza


física contra un niño, con el resultado o potencial resultado de lesiones
físicas;

b. El abuso sexual, que es definido como la realización o intento de


realización de un acto o contacto sexual con un niño, por parte de su
cuidador, incluyendo la explotación sexual.

c. El maltrato psicológico o emocional, que se define como el


comportamiento intencional por parte del cuidador que induzca al
niño a sentirse amenazado, menospreciado, o a pensar que es poco
valioso, no deseado o no amado;

d. La negligencia parental, que es entendida como el fallo intencional


en proveer al niño de los cuidados básicos físicos, emocionales o
educacionales, o de protegerlo de cualquier daño real o potencial.

5
3. DETECCIÓN DEL MALTRATO FÍSICO

La evidencia científica actual ha demostrado que más de la mitad de


los niños víctimas de abuso y maltrato infantil presentan lesiones en
cabeza, cara y cuello, y que los signos de trauma oral, caries, gingivitis,
y otros problemas de salud oral son más prevalentes en niños
maltratados que en la población pediátrica general.6-13 Es por esto que
el dentista juega un rol muy importante en la detección de casos de
maltrato infantil, y el examen oral completo no debe estar nunca
ausente en la evaluación de cualquier caso sospechoso de maltrato o
negligencia.

Las lesiones orales producto de maltrato infantil pueden ser


inflingidas con objetos como utensilios de mesa o biberones durante
la alimentación forzada, o con manos, dedos, líquidos calientes o
sustancias cáusticas.

Pueden observarse contusiones, quemaduras o laceraciones en la


lengua, labios, mucosa oral, paladar duro y blando, encías, mucosa
alveolar, o frenillos. También pueden presentarse fracturas,
luxaciones, avulsiones, o necrosis dentales, fracturas de huesos
faciales y mandíbula.

Las laceraciones en los frenillos orales y contusiones por supuestas


caídas en infantes que aún no inician el gateo o deambulación, son
comúnmente resultado de maltrato y están frecuentemente asociadas
con otros hallazgos que apuntan a maltrato físico grave. 14

Manos o mordazas aplicados con fuerza a la boca del niño podrían


resultar en equimosis (“moretones”), liquenificación (engrosamiento
de la epidermis) o cicatrices en las comisuras de la boca.

Huellas de mordedura frescas o en reparación pueden ser indicadores


de maltrato físico o abuso sexual. Se observan como equimosis,
abrasiones o laceraciones con forma de dos elipses o semi círculos

6
enfrentados. Cada elipse está conformada por patrones rectangulares
producidos por el borde incisal de los dientes involucrados,
usualmente de canino a canino. En el centro, puede observarse un
área equimótica causada, ya sea por presión positiva de las arcadas
dentales cerrándose sobre la piel y produciendo disrupción de
pequeños vasos sanguíneos, o por presión negativa causada por
succión. Es importante distinguir una huella de mordedura humana en
el contexto de maltrato infantil, de mordeduras autoinfligidas, o
producidas por otros niños, o por animales domésticos. La consulta
con un odontólogo forense es muy aconsejable en estos casos.

Imagen: Esquema huella de mordedura humana.

El Síndrome de Munchausen by Proxy, o Trastorno Facticio Impuesto


a Otro, es una patología psiquiátrica en que el cuidador, generalmente
la madre, simula o produce intencionalmente signos o patologías al
niño, para poder recibir atención médica, pudiendo observarse
algunas lesiones graves en la cavidad oral, como quemaduras por
sustancia cáustica, heridas en la pared posterior de la faringe y
abscesos retrofaríngeos, buscando simular hemoptisis (expectoración
de sangre) u otros síntomas que requieran cuidado médico. 15

7
Las lesiones accidentales en la boca son comunes pero pueden ser
diferenciadas de las producidas por maltrato, juzgando las
características de las lesiones y los relatos que las expliquen.

Deberían despertar sospechas de maltrato:


- Lesiones múltiples y/o recurrentes,
- Lesiones en diferentes etapas de reparación,
- Relatos discrepantes entre niño y cuidador.
- Lesiones en menores de dos años.

En los casos en los cuales existe una sospecha fundada de maltrato o


negligencia, sin importar el mecanismo de producción de las lesiones,
éstas deberían ser registradas y documentadas, para futuras posibles
investigaciones criminales.

4. DETECCIÓN DEL ABUSO SEXUAL

A pesar de que la cavidad oral es un sitio de frecuente abuso sexual en


niños, es raro observar lesiones o infecciones sexuales orales. Cuando
se sospecha contacto oro-genital, se recomienda la derivación a
entornos clínicos equipados para realizar exámenes completos.16

Si el contacto oro-genital está confirmado por el relato o los hallazgos


durante el examen clínico, el médico debe considerar los factores de
riesgo (por ejemplo, abuso crónico o un perpetrador con una infección
de transmisión sexual conocida), además de la presentación clínica en
el niño, para decidir si realizar las pruebas universales para detectar
infecciones de transmisión sexual dentro de la cavidad oral.16

La precisión para diagnosticar infecciones de transmisión sexual de la


cavidad oral aumenta si se recolecta evidencia dentro de las 24 horas
posteriores a la exposición en niños prepúberes, y dentro de las 72
horas en adolescentes. 17

8
La gonorrea oral y perioral en niños prepúberes (que se diagnostica
con técnicas de cultivo apropiadas y pruebas confirmatorias) es
patognomónica del abuso sexual, pero es rara. Las tasas son más altas
en los adolescentes abusados sexualmente (12% con gonorrea; 14%
con clamidia). La gonorrea faríngea con frecuencia es asintomática. 16

Aunque el cultivo se ha considerado el estándar, las pruebas de


amplificación de ácido nucleico se usan comúnmente en la actualidad,
porque son más sensibles, menos invasivas y menos costosas.17 Sin
embargo, el cultivo sigue siendo el método preferido para analizar
muestras de hisopado uretral u orina en varones, y muestras de
hisopado extragenitales (faringe y recto) en todos los niños. 18, 19

Si bien la infección por el virus del papiloma humano (VPH) puede


provocar verrugas orales o periorales, el modo de transmisión sigue
siendo incierto. Las infecciones por el VPH pueden transmitirse
sexualmente a través del contacto oro-genital, pero también puede
transmitirse verticalmente de la madre al bebé durante el parto, u
horizontalmente a través del contacto no sexual entre un niño o la
mano del cuidador, a los genitales o la boca de otro niño. 20

Petequias en el paladar y otras lesiones inexplicables, particularmente


en la unión del paladar duro y blando, pueden ser producto de sexo
oral. 21

Al igual que con toda sospecha de maltrato o negligencia, cuando se


sospecha o diagnostica abuso sexual en un niño, el caso debe ser
reportado a los servicios de protección infantil y a los agentes de la
justicia, para su investigación. Los niños que se presentan con
antecedentes recientes de abuso sexual, requieren pruebas forenses
especializadas para detectar semen y otros materiales extraños como
resultado de la agresión. Si la víctima presenta antecedentes de
contacto oro-genital, se debe hisopar la mucosa bucal y la lengua.

9
Se recomienda realizar una evaluación multidisciplinaria al niño
abusado y su familia, por parte de un equipo especializado.

El Ministerio Público de Chile presentó en el año 2013 su “Protocolo


de Actuación ante la sospecha o denuncia de abuso sexual contra un
menor de edad” cuyo objetivo es dar a conocer “cómo realizar una
adecuada denuncia de abuso sexual contra menores de edad”. 22

5. DETECCIÓN DEL MALTRATO PSICOLÓGICO O EMOCIONAL

Existe una serie de indicadores de que un niño puede estar siendo


víctima de maltrato emocional, manifestando un comportamiento
peculiar que no se explica por alguna situación de estrés o causa
médica conocida. El Ministerio de Salud de Chile (MINSAL), en su “Guía
Clínica de Detección y primera respuesta a niños, niñas y adolescentes
víctimas de maltrato por parte de familiares o cuidadores”23 desarrolla
un completo cuadro contextualizado según edad y fase de desarrollo,
que debiera ser consultado por todo el equipo de salud.

También podemos observar indicadores en los padres o cuidadores,


como realizar comentarios despectivos o desvalorizantes del niño,
someterlo a humillaciones, críticas excesivas, insultos, burlas o
amenazas. Atemorizarlo con castigos desmedidos, o utilizando gestos
exagerados, y asignarle responsabilidades no adecuadas a su edad,
entre otros.

6. DETECCIÓN DE LA NEGLIGENCIA PARENTAL

La Academia Estadounidense de Odontología Pediátrica define


negligencia parental como el "fracaso deliberado de los padres o
tutores, a pesar de existir acceso adecuado a la atención, para buscar
y seguir el tratamiento necesario para garantizar un nivel de salud oral
10
esencial para que el niño posea una función adecuada y esté libre de
dolor e infección".

La caries dental, como en los casos de caries severa en la primera


infancia, las enfermedades periodontales y otras afecciones orales
pueden provocar dolor, infección, pérdida de función y peores
complicaciones infecciosas si no se tratan. Estos resultados
indeseables pueden afectar negativamente el aprendizaje, nutrición y
otras actividades necesarias para el crecimiento y desarrollo normales
del niño. 16

Al momento de analizar un caso presunto de negligencia parental, se


debe diferenciar a los cuidadores con el conocimiento adecuado y que
han decidido no buscar atención para el niño, de los cuidadores sin el
conocimiento o la conciencia de la necesidad de cuidado dental del
niño. La imposibilidad de buscar u obtener la atención dental
adecuada puede deberse a factores como el aislamiento familiar,
problemas financieros, dificultad de transporte, ignorancia de los
padres o falta de valor percibido de la salud bucal. En estos casos, la
intervención debe ser educativa por parte del equipo médico, y
multidisciplinaria para abarcar además los determinantes sociales y
económicos de la salud.

Por lo tanto, se deben considerar varios factores para el diagnóstico


de negligencia: 24
- El niño sufre daños o está en riesgo de sufrir daños debido a la falta
de atención odontológica;
- La atención odontológica recomendada ofrece un beneficio neto
significativo para el niño;
- Los beneficios esperados del tratamiento odontológico son
significativamente mayores que su morbilidad, por lo que los padres
deberían elegir el tratamiento en lugar del no tratamiento;
- El acceso a la atención odontológica está disponible pero no se usa;

11
- Los padres o cuidadores entienden las recomendaciones dadas por el
odontólogo.

El momento en el que se debe considerar negligente a un padre y


comenzar la intervención ocurre después de que un profesional de la
salud le haya explicado adecuadamente al padre sobre los riesgos y
beneficios del tratamiento dental, y que se utilizarán procedimientos
analgésicos y anestésicos apropiados para garantizar la comodidad del
niño durante los procedimientos dentales. Si, a pesar de estos
esfuerzos, el padre no intenta obtener la terapia para el niño, el caso
debe informarse al servicio de protección infantil correspondiente.

7. PROTOCOLO DE PRIMERA RESPUESTA Y DENUNCIA23

La primera respuesta ante estos casos corresponde acciones en salud,


que integra elementos clínicos, de orientación social y psicológica,
destinadas a la interrupción del maltrato, el establecimiento de
condiciones seguras y de protección para el menor afectado, con el fin
de dar inicio a la recuperación de los efectos adversos de la violencia.
La primera respuesta, llevada a cabo por un equipo de salud
multidisciplinario y capacitado, facilitará la persecución penal de los
hechos y la sanción a los responsables, si correspondiese.

La primera respuesta en maltrato se activa cuando:

- En una exploración intencionada, un integrante del equipo de salud


detecta maltrato al examinar a un niño, niña o adolescente, a través
de hallazgos de signos y síntomas y su evaluación.

- En el curso de una atención de salud se produce el relato espontáneo


por parte de un niño, niña o adolescente de una situación de violencia
y maltrato que lo afecta, o por parte de un acompañante.

- Se produce una revelación espontánea de un adulto.


12
- Una persona integrante del equipo detecta una situación de violencia
y deriva a la persona a otro profesional o técnico.

Esta primera respuesta es fundamental. Cada establecimiento debe


contar con flujogramas locales de derivación y normas de seguimiento
establecidos. El equipo de salud debe contar con información real
sobre la red institucional y comunitaria con la que debe coordinarse,
realizar derivaciones o recibir asesoramiento. Además, debe conocer
muy bien los límites respecto de su actuación en primera respuesta, y
los aspectos legales involucrados.

La denuncia a la autoridad correspondiente debe hacerse siempre que


se observen lesiones de cualquier tipo, y, paralelo a ello, si hay un
relato por parte del paciente o acompañante al respecto. Para
denunciar es suficiente la sospecha de maltrato, dado que su
comprobación es función del Ministerio Público.

Conforme a lo dispuesto en el artículo 175 del Código Procesal Penal


chileno, están obligados a denunciar:

- Los jefes de establecimientos hospitalarios o de clínicas particulares;

- En general, los profesionales en medicina, odontología, química,


farmacia y de otras ramas relacionadas con la conservación o el
restablecimiento de la salud; y

- Los que ejercieren prestaciones auxiliares de ellas.

El plazo para realizar la denuncia, conforme al artículo 176 del mismo


código, es de “veinticuatro horas siguientes al momento en que
tomaren conocimiento del hecho”. Quien omita realizar la denuncia,
incurre en las sanciones señaladas en el artículo 494 del Código Penal.

Las denuncias pueden realizarse en Carabineros de Chile, Policía de


Investigaciones, Ministerio Público, Tribunales de Garantía y
Tribunales de Familia.
13
8. RECOMENDACIONES

- Realizar la denuncia ante sospecha de maltrato infantil, según lo


dispone la ley. Las lesiones producto de maltrato con frecuencia
involucran la cara y la cavidad oral y, por lo tanto, pueden ser
pesquisadas primero por cirujano dentistas, confiriéndole a estos
profesionales la función de la pesquisa precoz.

- Del mismo modo, el abuso sexual puede involucrar a la boca, incluso


sin signos evidentes, y por lo tanto, los profesionales de la salud deben
saber cómo realizar una historia clínica para obtener esta información,
y recurrir a los especialistas forenses apropiados para la recolección de
muestras.

- Las huellas de mordida encontradas en la piel humana son difíciles de


interpretar debido a la distorsión presentada y al tiempo transcurrido
entre la lesión y el análisis. Idealmente, el patrón, el tamaño, el
contorno y el color de la marca de la mordida deben ser evaluados por
un odontólogo forense.

- Si los padres no aprovechan la posibilidad de terapia dental que


requiera su hijo, después de que se hayan abordado y superado las
barreras a la atención, el caso debe informarse a los servicios de
protección infantil correspondiente, por negligencia dental parental.

- Se alienta el trabajo en equipos multidisciplinarios, y el desarrollo


estrategias para la concientización de los profesionales de salud ante
la problemática del maltrato infantil y negligencia parental, para
potenciar la denuncia de los casos que puedan pesquisar durante su
actividad profesional.

14
9. EQUIPO PARA LA DETECCIÓN DEL ABUSO Y MALTRATO INFANTIL

El Equipo para la Detección de Abuso y Maltrato Infantil -EDAMI- es


una de las entidades adscritas al Centro de Investigación en
Odontología Legal y Forense -CIO- de la Facultad de Odontología de la
Universidad de la Frontera. Pretende abordar, desde una perspectiva
interdisciplinaria, la problemática del diagnóstico de abuso infantil en
la consulta odontológica.

Cuenta en su plana con odontólogos especialistas, docentes y personal


de la Dirección de Tenencia e Infancia de la Araucanía de Carabineros
de Chile y de la Brigada de Delitos Sexuales y Menores -BRISEXME- de
la Policía de Investigaciones de Chile.

Entre sus objetivos, se encuentran:


1. Desarrollar estrategias para la concientización del odontólogo
ante la problemática del abuso y maltrato infantil, y la necesidad
de la detección precoz y la denuncia de los casos que pudiese
observar en su práctica clínica habitual.
2. Ofrecer a la comunidad un equipo de asesoramiento para tales
casos, con miras de prestación de un servicio diagnóstico y de
vinculación medicolegal, policial y jurídica.
3. Establecer relaciones de cooperación con instituciones no
gubernamentales y de investigación nacionales e internacionales
dedicadas a la temática.
4. Elaborar y promover líneas de investigación pertinentes que
permitan alcanzar estos objetivos.

Francisco Salazar 01145, Edificio L, Universidad de La Frontera


Tel. +56 45 2596782 / Atención 24 hrs: +569 56959332
Temuco (Chile)

15
10. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Larraín S, Bascuñán C. Maltrato infantil y relaciones familiares en Chile. Análisis


comparativo. Rev Chil Pediatr, 2008; 79(1): 64-79.
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5. Consejo Nacional de la Infancia. Situación de los Derechos de Niños, Niñas y
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Nacional de la Infancia, 2017, pp. 137-9. Disponible en:
http://observatorioninez.consejoinfancia.gob.cl/wp-
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20. Girardet R, Bolton K, Lahoti S, et al. Collection of forensic evidence from
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21. Fonseca, G. M.; Letelier-Acevedo, N. & Lozano-Gómez, R. Odontólogos y
obligación de denuncia del abuso sexual infantil en Chile: oportunidades
perdidas. Int. J.Odontostomat., 2018;12(4):431-436.
22. Ministerio Público de Chile. Protocolo de Actuación ante la sospecha o
denuncia de abuso sexual contra un menor de edad. Santiago de Chile, Fiscalía
del Ministerio Público de Chile, 2013. Disponible en:
www.fiscaliadechile.cl/Fiscalia/archivo?id=4241&pid=1601&tid=2&d=1
23. Ministerio de Salud de Chile, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia,
UNICEF, 2013. GUÍA CLÍNICA Detección y primera respuesta a niños, niñas y
adolescentes víctimas de maltrato por parte de familiares o cuidadores.
Disponible en www.minsal.cl y www.unicef.cl
24. Dubowitz H, Black M. Neglect of children’s health. In: Berliner L, Briere J, Jenny
C, Hendrix CT, Reid TA, Myers JEB, eds. The APSAC Handbook on Child
Maltreatment. 2nd ed. Thousand Oaks, CA: Sage Publications; 2002:269–292
17
11. ANEXOS

I.- FLUJOGRAMA DE ATENCIÓN EN NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES,


VÍCTIMAS DE MALTRATO

Adaptado del flujograma MINSAL23.


18
II.- LEGISLACIÓN CHILENA: ASPECTOS LEGALES RELEVANTES

Obligación de Denuncia

Código Procesal Penal, Art. 175 (d), establece obligación de denuncia para
profesionales de la salud, de los delitos sobre los que tome conocimiento.
Art. 176, establece el plazo para que el profesional de la salud efectúe dicha
denuncia, en 24 horas desde que tome conocimiento. Art. 200, establece la
obligación de denuncia para quien esté a cargo de un establecimiento de
salud, de la entrada de individuos con lesiones corporales de significación.
Código Penal, Art. 494 nro. 9, fija pena de multa para el profesional de la
salud que no denuncie los delitos sobre los que tome conocimiento.

Delitos sexuales

Código Penal, Art. 361 y sig., tipifica la violación y otros delitos sexuales.
Ley 19.617, modifica el Código Penal, el Código de Procedimiento Penal y
otros cuerpos legales en materias relativas a delitos sexuales. (1999)
Ley 20.594, crea inhabilidades para condenados por delitos sexuales contra
menores y establece registro de dichas inhabilidades. (2012)
Ley 20.685, agrava penas y restringe beneficios penitenciarios en materia
de delitos sexuales contra menores de edad. (2013)
Ley 21.057, que regula entrevistas grabadas en video y otras medidas de
resguardo a menores de edad víctimas de delitos sexuales. Art. 11,
establece que los peritos médicos no pueden formular al menor preguntas
relativas a la participación criminal o al relato de la agresión sufrida. (2018)
Ley 21.160, que declara imprescriptibles los delitos sexuales cometidos
contra menores de edad. (2019)

Violencia Intrafamiliar

Ley 20.066, de Violencia Intrafamiliar, Art. 5, define violencia intrafamiliar.


Art. 7, define situación de riesgo inminente de sufrir violencia intrafamiliar
y las medidas de protección que deberán adoptarse. (2005)
Ley 19.968, que crea los Tribunales de Familia y les confieren competencia
sobre los actos de violencia intrafamiliar, fijando las normas de los
procedimiento por dichos actos. (2004)
Ley 21.013, establece como delitos al Maltrato Relevante y al Trato
Degradante en niños, adolescentes, adultos mayores y personas en
situación de discapacidad. (2017)

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