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1.

QUE ES UN PROCESADOR
Son capaces de leer e interpretar las señales que les manda el usuario a través
de los distintos componentes y resto de aplicaciones.

Todo ello en cuestión de nanosegundos y en código binario. También se


encarga de generar información de salida en formato de vídeo a través de
una pantalla o un monitor

Su enfoque multi-propósito y su capacidad de realizar trabajos generales es


precisamente lo que define su importancia y su valor frente a otros
componentes especializados.

Uno de los ejemplos más claros de su importancia la tenemos en la relación


que mantiene con la GPU.

- FUNCIONAMIENTO

-CAPTAR INSTRUCCIÓN, el procesador lee una instrucción de la memoria,


esta memoria puede ser del tipo: registro, cache, memoria principal.

-INTERPRETAR INSTRUCCIONES, se decodifica la instrucción, para


establecer la acción es necesaria

-CAPTAR DATOS, cuando se ejecuta una instrucción es posible que se


requiera leer datos de: memoria o modulo E/S

-PROCESAR DATOS, la ejecución de una instrucción puede requerir alguna


operación aritmética o lógica con los datos

-ESCRIBIR DATOS, los resultados de una ejecución pueden requerir escribir


datos en, memoria o modulo E/S.

2. ARQUITECTURA
 No hablamos de la forma y tamaño, sino de cómo están ubicadas las
distintas unidades lógicas y físicas que componen un procesador. En este
sentido, actualmente existen dos tipos de arquitectura la CISC y la RISC.

CISC: Su sistema de trabajo se basa en la microprogramación. Consiste en


hacer que cada instrucción sea interpretada por un mini programa.  CISC es un
sistema de instrucciones desarrollado por Intel que requieren de mucho
tiempo para ser ejecutadas completamente.

Características de los procesadores CISC


 El tamaño del código es pequeño, lo que implica una baja necesidad
de memoria RAM
 Ofrece programación más sencilla en lenguaje ensamblador
 Soporte para una estructura de datos compleja y fácil de compilar
 Sus Instrucciones pueden ser más grandes que una sola palabra

Desventajas de los procesadores CISC


 Este diseño de procesadores requiere muchos más transistores que
la arquitectura RISC
 Tienen un diseño mucho mayor que la arquitectura RISC, lo cual
conlleva más generación de temperatura, mayor consumo y mayor
requisito de espacio físico

RISC: Microprocesador con un conjunto de instrucciones muy reducidas en


contraposición, se basan en estructuras simples y por lo tanto su complejidad
total de la CPU es menor. es una arquitectura de procesadores basada en una
colección de instrucciones simples y altamente personalizadas. RISC se
construye para minimizar el tiempo de ejecución de una instrucción,
optimizando y limitando el número de instrucciones.

Características de RISC
 La técnica de canalización se usa en esta arquitectura para ejecutar
múltiples partes o etapas de instrucciones para obtener un funcionamiento más
eficiente
 Tienen la capacidad de ofrecer un mejor rendimiento gracias al menor
número de instrucciones y la simplicidad de las mismas
 Requieren de menos transistores, lo cual los hace más económicos de
diseñar y producir
Desventajas de los procesadores RISC
 El rendimiento del procesador puede variar dependiendo del código que
se ejecuta
 Actualmente la mayoría de software y compiladores hacen uso
de instrucciones complejas
 Necesitan de memorias muy rápidas para almacenar diferentes
cantidades de instrucciones, que requieren de una gran cantidad de
memoria caché para responder a la instrucción en el menor tiempo posible
3. FABRICACION

El proceso de fabricación de un procesador se refiere por lo general al tamaño


de sus transistores. Los transistores son, en esencia, el corazón del
procesador, ya que son los encargados de realizar tareas de procesamiento a
un nivel muy básico y son los que en suma determinan la capacidad de trabajo
de una CPU. Un transistor se puede definir de forma simple como un
interruptor, de hecho es el elemento que permite calificar a un procesador
como semi-conductor, ya que pueden adoptar diferentes estados basándose en
dejar pasar o no la corriente a través de ellos.

PROCESO DE FABRICACION

1. El diseño de los procesadores

Antes de convertirse en el «cuadrado» que recibimos en nuestra casa cuando


compramos un procesador, todo comienza con una simple idea en la cabeza de los
arquitectos de la compañía.

 Estos arquitectos trabajan en conjunto con ingenieros y diseñadores para crear los
bocetos iniciales de cómo tiene que funcionar el dispositivo. Estos bocetos, cuando se
ponen todos de acuerdo, se convierten en los planos finales, llenos de transistores,
circuitos y capas.

Estas capas son importantes, y un procesador puede tener más o menos 30 de ellas.
Unas capas contienen los transistores, y otras las interconexiones entre las distintas
capas en configuraciones específicas para maximizar su eficiencia.

2. La creación de la plantilla y el molde

Una vez que diseñadores, ingenieros y arquitectos están contentos con el diseño que
han plasmado en el plano, éste diseño se envía a los «Mask Ops», ingenieros que se
encargan de plasmar el diseño en una plantilla que luego se pueda utilizar para fabricar el
procesador.

Para ello, una máquina de pulso de electrones (Electron Bean Machine) replica este
diseño en piezas de 6×6 pulgadas de cuarzo, con 1/4 de pulgada de grosor. Estas
piezas se llaman máscaras (Mask), y son las que se utilizan posteriormente para plasmar
la circuitería interna del procesador en una oblea de silicio. Una especie de molde, y
hacen falta más de 50 Mask para poder hacer todas las capas del procesador.

3. El proceso de fabricación

Una vez que se han creado todas las máscaras necesarias para fabricar un procesador,
se pasa a la fase de fabricación y estas Mask se envían a las fábricas, conocidas como
Fabs. Aquí es donde se utilizarán estos moldes para plasmar los circuitos en las obleas

Para «imprimir» las máscaras en las obleas, se utiliza un proceso llamado


fotolitografía, mediante el que un cañón de electrones refleja la luz en estas
máscaras, lo cual pasando a través de diferentes lentes para reducir al tamaño
necesario el proceso, quedan imprimadas en las obleas.

Esto hay que hacerlo con todas las máscaras para crear las capas de cada chip.
Así, en una sola oblea pueden entrar cientos e incluso miles de pequeños chips.

4. El proceso de preparación

Una vez que tenemos las obleas, pasamos al paso de preparación y ordenación.
Básicamente, una oblea contiene cientos o miles de chips, y hay que cortarlas con total
precisión para poder separar todos estos chips unos de otros para que luego
podamos utilizarlos en los procesadores. Para ello, se utilizan máquinas de corte láser
extremadamente preciso.

Una vez se cortan los chips, otra máquina los transporta a la siguiente fase de la
cadena de preparación.

En esta siguiente fase, los chips se meten en una especie de cinta enrollada para
que puedan viajar en avión, ya que hay que enviarlos a otras Fab de Intel: las de
ensamblaje y pruebas.

5. Ensamblaje y pruebas

En esta fase, los ingenieros realizan pruebas a todos los chips individualmente y
descartan los que no funcionen adecuadamente o los que no pasen los estándares de
calidad del fabricante. Si pasan la prueba, los chips se montan en un substrato y se les
pone encima el disipador de calor (IHS), creando lo que ya conocemos todos como
procesador. Este proceso se llama ensamblaje.

Este empaquetado exterior protege al chip de casi todos los daños, incluyendo golpes,
salpicaduras o calor. Este substrato tiene en su zona inferior todos los contactos
necesarios para que el procesador funcione en conjunto con la placa base donde lo
instalemos, por supuesto.
4. NUCLEOS E HILOS DE UN PROCESADOR

Un procesador actual está formado, al


menos, por dos núcleos físicos. Cada
núcleo es una unidad de
procesamiento que es capaz de
trabajar de forma independiente y que
en función de la arquitectura del chip
puede contar con recursos propios o
compartidos, o con una mezcla de
ambos.

Cuando decimos que un procesador


tiene dos núcleos (o cuatro, o séis …)
estamos diciendo que tiene dos
unidades de procesamiento que
pueden trabajar en dos tareas
diferentes de forma simultánea. El
procesador nació como una solución
de núcleo único, una realidad que complicó de forma notable el salto a los
procesadores de dos y cuatro núcleos y que hizo que la paralelización de
grandes cargas de trabajo todavía sea, en algunos casos, una cuenta
pendiente.

Tener un procesador de dos, cuatro, seis u ocho núcleos significa que


disfrutaremos de un alto nivel de rendimiento siempre que utilicemos
aplicaciones que puedan aprovechar ese número de núcleos. Si tenemos un
procesador de ocho núcleos pero utilizamos un juego que solo puede
paralelizar la carga de trabajo en cuatro núcleos la mitad del procesador estará
desaprovechada.

5. FRECUENCIA DE TRABAJO

Se refiere a la velocidad a la que puede trabajar un procesador. Durante


muchos años hemos utilizado únicamente la unidad MHz, que significa
«megahercio», y que se refiere a un ciclo por segundo. Esto quiere decir que
un procesador a 3.800 MHz (3,8 GHz) es capaz de realizar tres mil
ochocientos millones de operaciones por segundo, ya sean sumar, restar,
multiplicar o dividir.

Siempre ha existido el mito de que a más MHz más potente es un procesador y


sí, es una unidad de medida que nos sirve para determinar el potencial de una
CPU, pero no es el único. A la frecuencia de trabajo debemos añadir otros
elementos como la memoria caché, las latencias, el número de núcleos e
hilos, la arquitectura, las instrucciones que integra y otros elementos que
pueden afectar en mayor o menor medida a la potencia bruta del procesador.
Por ejemplo, un procesador FX 8350 de AMD a 4 GHz tiene ocho núcleos pero
ofrecen un rendimiento inferior a
un Core i3 8100, que tiene cuatro
núcleos a 3,6 GHz. La razón es
simple, el segundo utiliza una
arquitectura más moderna y mejor
equilibrada que le permite ofrecer
una potencia superior. También está
fabricado en un proceso inferior (32
nm el FX 8350 y 14 nm++ el Core i3
8100), lo que le permite integrar un
mayor número de transistores y
ofrecer un consumo y unas temperaturas de trabajo inferiores.

6. MEMORIA CACHÉ
La memoria caché es un elemento fundamental en cualquier procesador. En la
etapa más temprana de la informática de consumo ésta estaba integrada en
la placa base, algo necesario por las limitaciones técnicas de la época y por
razones de costes.

Al estar tan alejada del procesador las latencias eran muy elevadas y el


rendimiento resultaba muy pobre. La integración de la memoria caché en el
encapsulado del procesador ha permitido saltos de rendimiento muy grandes, y
hoy es algo tan básico que una CPU sin caché L3 puede perder bastante
rendimiento en aplicaciones exigentes frente a otro idéntico que sí integre dicha
memoria.

La memoria caché se divide en tres grandes niveles: L1, L2 y L3. Esa


numeración señala la cercanía de la misma al procesador y el tamaño de cada
una, siendo la primera la más cercana pero también la más pequeña y la
tercera la más lejana pero la más grande.

En esta memoria se almacenan los datos fundamentales para que estén lo más
cerca posible del procesador, de manera que éste no tenga que recurrir a otros
medios como la RAM o la unidad de almacenamiento para llevar a cabo tareas
concretas. El acceso a la caché, incluso a la L3 que es la más «lenta», se
realiza mucho más rápido que cualquier acceso a la RAM, así que su impacto
en el rendimiento puede ser muy grande.

A día de hoy todos los procesadores cuentan con esos tres niveles de caché en
el encapsulado, cosa que no ocurría hace algunos años.

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