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Bombardeo intenso tardío

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Obra artística de cómo pudo ser el posible bombardeo.


El bombardeo intenso tardío (conocido también como cataclismo lunar, último
bombardeo intenso o LHB) es un período, en torno a hace entre 3800 y 4100 millones
de años,1 en el que la Luna y otros cuerpos del sistema solar interior sufrieron
frecuentes impactos muy violentos de grandes asteroides. Este período es el
causante de la mayor parte de los cráteres que actualmente se observan tanto en la
Luna como en Mercurio. Esta teoría es una explicación tanto del lento enfriamiento
terrestre como de la edad de los impactos lunares.23

Índice
1 Historia
2 Pruebas a favor
3 Hipótesis
3.1 La teoría del Planeta V
3.2 La hipótesis de los planetas gaseosos
3.3 La hipótesis de la resonancia orbital
4 Fuentes
4.1 Referencias
4.2 Bibliografía
Historia
El origen de la teoría se encuentra en las misiones Apolo a la Luna. Esas misiones
trajeron a la Tierra múltiples muestras de rocas lunares. La edad de estas rocas se
determinó utilizando la datación radiométrica, es decir, midiendo la concentración
de isótopos inestables respecto a la de los productos en los que se desintegran; en
el caso de las rocas el sistema es el mismo, con la diferencia de que la vida media
del carbono-14 es de unos 5700 años (de modo que sirve para datar muestras
recientes), mientras que en el caso de las rocas se utilizan otros isótopos, como
el uranio-235 (con una vida media de unos 700 millones de años) y el uranio-238
(cuya vida media es de unos 4500 millones de años).

En cualquier caso, dado que las muestras procedían de lugares muy alejados en la
superficie lunar, y teniendo en cuenta la edad de nuestro satélite, varios
científicos postularon, a mediados de los años 70, la hipótesis de que durante ese
período se produjo lo que denominaron un cataclismo lunar, de modo que la
intensidad de impactos de asteroides durante ese tiempo fue muchísimo mayor que la
habitual (hay que recordar que los impactos se producen constantemente a pequeña
escala), desencadenando un auténtico cataclismo en nuestro satélite. Lo más
probable es que este fenómeno sucediera no solo en la Luna, sino en toda la región
interior del sistema solar.

La composición de las rocas lunares permitió, además, identificar el origen de


muchos meteoritos caídos sobre la Tierra:4 alrededor de uno de cada mil meteoritos
que impactan sobre nuestro planeta son de origen lunar, el resto asteroides. Al
estimar la edad de estos meteoritos se determinó que casi todos ellos procedían del
mismo período, que empezó a denominarse período de bombardeo intenso tardío.

Pruebas a favor

Lluvia de meteoros, aparentemente en la Vía Láctea.


Poco a poco la teoría del LHB fue ganando partidarios. Las muestras de meteoritos
lunares sobre la Tierra tienen edades bastante coherentes con las de las muestras
de las misiones Apolo (aunque no todos provienen del mismo período), y es difícil
suponer que estos meteoritos proceden de las mismas regiones en las que alunizaron
los Apolo. Por otro lado, hay que tener en cuenta que el modo en el que se
identificaron muchos de esos meteoritos sobre la superficie terrestre fue
precisamente compararlos con las muestras procedentes de la Luna… con lo que no
debe resultar sorprendente que se parezcan a ellas.

El LHB desentrañaría un misterio acerca del origen de la Tierra: apenas existen


restos de rocas con más de 3800 millones de años de antigüedad, sin embargo,
teniendo en cuenta la temperatura inicial y la masa y volumen del planeta, este
debería haber dispuesto de una corteza sólida muchísimo tiempo antes. Incluso
considerando el impacto de Theia y la formación de la propia Luna (algo que calentó
mucho a nuestro planeta), las cosas no encajan: la Tierra debería haber tenido una
superficie sólida muchos millones de años antes.5

Hipótesis

Simulación de la hipótesis de resonancia orbital Júpiter-Saturno. Esto habría


producido un barrido del cinturón de Kuiper que hubiera llevado a multitud de
cuerpos pequeños a caer a la órbita interna del sistema solar.
Una explicación que contestaría las dos preguntas es, por supuesto, que el
responsable de ese calentamiento extra y la desaparición de la primitiva corteza
fue justamente el intenso bombardeo tardío. Esa lluvia apocalíptica de meteoritos,
si se produjo, cubrió la superficie terrestre de cráteres y proporcionó una inmensa
cantidad de energía térmica al primitivo planeta. La Tierra no es tan estática como
la Luna y es muy difícil tener actualmente una idea de cómo debió de ser este
proceso, pero podemos realizar estimaciones a partir de los efectos del LHB sobre
nuestro satélite, extrapolando los números: decenas de miles de cráteres de más de
20 kilómetros de diámetro se formaron en ese corto período, pero por más
impresionante que sea esto, se trató de impactos relativamente pequeños comparados
con los más violentos. Se formaron decenas de cráteres de más de 1000 kilómetros de
diámetro, y varios de más de 5000 kilómetros de diámetro.

Todas las explicaciones parten de la base de un sistema solar en continua


transformación, algo en gran medida opuesto a lo que parecen mostrar muchos tex

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