CONVERGENCIA HACIA EL CONTINUO SOCIEDAD POLK-SOCIEDAD URBANA
Cronológicamente, la insistencia de Maine en la progresiva individualización
de la sociedad precedió al tratamiento por Margan del desarrollo del Estado en términos del contraste entre las relaciones a través de las personas y las relaciones a través del territorio y es probable que de alguna manera el primero influyera en el segundo. Pero a juzgar por la aparición casi simultánea de varias formulaciones similares parece probable que la idea «flotara en el aire». Así, en 1887, Ferdinand T6nnies publicó su Gemeinschait und Gesellschait, en la que, para describir la transición de la sociedad feudal a la capitalista, usaba contrastes del tipo de éstos: relaciones personales de intimidad y confianza frente a relaciones entre extraños, lazos morales conjuntos, colectivos y cooperativos frente a vínculos independientes, despersonalizarlos; reciprocidad, trueque y cambio frente a compra y contrato, y sanción divina frente a sanción secular. En la década siguiente, Emile Durkhcim empleó básicamente las mismas dicotomías para distinguir la solidaridad «orgánica» y la «mecánica. (véanse pp. 403-404). En el período boasiano, en el que, en nombre del principio del relativismo cultural, los términos «primitivo» y «civilizado» pasaron a ser considerados impropios, los antropólogos perdieron su interés por la distinción Gemeinschait-Geseílschast, Pero entre los sociólogos influidos por Durkheim y por Max Weber esta dicotomía mantuvo su vigencia, por lo menos en lo que se refería a las comparaciones sincrónicas. En la década de 1940, la idea volvió a ser aceptada entre los antropólogos, esta vez en la forma de la dicotomía sociedad folk-sociedad urbana establecida por Robert RedfieId (1947), un contraste vagamente evolucionista entre las comunidades primitivas y campesinas analfabetas, homogéneas, religiosas, familiares y personalizadas y la sociedad urbana alfabeta, heterogénea,. secular, individualizada y despersonalizada. Es interesante señalar que Redfield, que reconoce su deuda para con Maine, Tonnies y Durkheim, no hace referencia a Morgan. Y, sin embargo, la forma en que este último trata la transición de las relaciones personales a las impersonales, de la organización de parentesco a la organización política, no es inferior a la de ninguno de los autores citados. Es probable que la idea que Herbert Spencer se hacia de la transición de la sociedad de tipo militar a la de tipo industrial, con el incremento de heterogeneidad que, según Spencer. caracterizaba a todos los procesos evolucionistas, deba añadirse a este conjunto de dicotomías. Finalmente habría que señalar que ninguno de los teorizantes que acabamos de mencionar parece haberse dado cuenta del hecho de que Marx se anticipó a todos ellos en una fecha tan temprana como la del Manifiesto comunista de 1848.