Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La única Iglesia verdadera es la Romana. Cristo no fundó varias. Y esta Iglesia tiene
varias notas: Una, Santa, Católica y Apostólica. Es Una porque hay una fe, de Sacramentos y
de gobierno. Es Santa porque su Fundador es santo, su doctrina y sus Sacramentos son santos
y santifica a las almas. Es Católica porque es universal y está destinada a todos los hombres
y se extiende por toda la tierra. Es universal en cuanto al tiempo, al espacio y a la doctrina.
Es Apostólica porque está fundada sobre San Pedro y los demás Apóstoles y en ella se
conserva sin interrupción la sucesión apostólica.
Los poderes supremos dados por Jesucristo a San Pedro son para bien de toda la
Iglesia. Como ha de durar hasta el fin de los tiempos, esos poderes se transmitirán a los
sucesores de San Pedro en la sede de Roma a lo largo de la historia. A los Papas, como a
todos los hombres, les llega inexorablemente la muerte, pero la institución del Primado de la
Iglesia permanecerá hasta el fin de los tiempos.
4. Nuestro amor al Papa –“el dulce Cristo en la tierra”, según expresión de Santa
Catalina de Siena– no puede reducirse a algo sentimental. Debe concretarse en obras, tales
como: a) la oración y el sacrificio por su persona; b) la obediencia rendida; c) escucharle,
porque su Magisterio es el verdadero, es la doctrina de Cristo; d) ser propagadores de su
enseñanza, para que llegue a todos los pueblos, y la luz de Cristo ilumine a todos los
hombres.
Un Obispo africano preguntó a Pío XII: “Santidad, ¿duerme bien por las noches?”
Pío XII contestó: “Pues sí, duermo bien. Pero... ¿por qué me lo pregunta?” Y el Obispo le
dice: “Mire, Santo Padre, cuando era pequeño teníamos en casa una mujer que cuidaba de
nosotros, y nos hacía rezar un Avemaría cada noche “por el Papa de Roma para que pueda
dormir tranquilo a pesar de sus muchas preocupaciones”. Desde entones la he rezado
siempre y, la verdad, sentía cierta curiosidad por saber si daba resultado”.