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Del perfodo entre 1860 y 1890 se ha dicho que en aquellos treinta años la

antropología «pasó de la nada a la madurez" (TAx, 1955b, p. 466). Aunque


estemos de acuerdo con el juicio que a Sol Tax le merece la gran influencia
formativa de Tylor, Margan y Spencer y sus contemporáneos de segundo
rango, tenemos que rechazar la generalizada opinión de que antes de 1860
la antropología no era nada. Hemos visto cómo entre los predecesores de
Darwin se mantenían ya ideas evolucionistas y ya estaba en auge el determinismo
racial, y cómo Origin. of species es inseparable de ese contexto
general. El estallido de la actividad en la antropología cultural después
de 1860 no lo desencadenó el libro de Darwin: más bien acompañó
al libro de Darwin como otro producto de las mismas influencias generadoras.
El mismo Tax llama la atención sobre Prichard, Waitz y muchos
otros etnólogos aficionados, remontándose hasta Lafitau, cuya obra puso
los remotos cimientos para el período que Tax estudia. Pero Tax, que en
esto coincide con Lowie, Kroeber y Kluckhohn, subestima el grado de continuidad
entre los padres antropológicos favoritos y los primeros formuladores
de los principios de la evolución sociocultural. La «escuela histórica
evolucionista», que según Tax «recorrió su camino» en treinta años, es par·
te integrante de una tradición que tiene sus rafees plantadas, sólida y profundamente,
en el siglo XVIII. Como hemos visto, la continuidad entre el
evolucionismo biológico y cultural de la década de 1860 y la creencia de
1760 en el progreso y en la perfectibilidad no tiene fisura. Y esta continuidad
resulta todavía más clara si rechazamos los límites que se autoímponen
a la disciplina para poder afirmar la novedad del evolucionismo antropológico
de 1860, dejando fuera, en las décadas de 1820 y de 1830, a SaintSimon,
a Comte y a Hegel. En realidad, 10 que produjo el período que comienza
en 1860 fue simplemente un mayor número de versiones de la «historia
universal de la hurnanldad e al estilo de Turgot, mejor documentadas
y más especializadas.
Los dos primeros productos clásicos de este período, Das Mutterrecht,
de Johan J. Bachofen, y la Ancient law, de Henry Maine, ambos publicados
en 1861, demuestran claramente que no fueron las teorías de Darwin
las que desencadenaron la oleada de publicaciones evolucionistas
que comenzó a producirse inmediatamente después de la aparición de
Origin of specíes. Ninguno de esos dos tratados, que se ocupan de la
evolución de la familia, la organización política y la ley, contiene nada que
sugiera la necesidad de reconocer en ellos la influencia de Darwin. Das Mut·
terrecht, de Bachofen, es la publicación de una serie de conferencias pronunciadas
en Stuttgart en 1856, tres años antes de que se publicara el libro

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