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EQUIPO,
LIDERAZGO Y
NEGOCIACIÓN
INDICE
Resumen Ejecutivo
Actualmente los mercados son cada vez más globalizados y más abiertos, y
esto provoca que los empleados deban ser cada vez más multidisciplinares y flexibles.
Además el valor que aportan los empleados ha pasado de ser individual a ser el valor
que aporta como equipo.
En una negociación están presentes los intereses, los recursos en juego, los
valores con que cada parte enfrenta el proceso y, por esto último, los aspectos éticos y
morales tendrán también su influencia en la misma
2. Que es un equipo
2.1 Definición
Está organizado
Tiene un objetivo común
¿Cómo puede tener éxito un proyecto si cada uno de los miembros del grupo
trabaja por su cuenta? La simple adición de individuos no forma un equipo. Si no
existe una vertebración de sus miembros, nos encontramos ante una reunión de
personas, es decir, un grupo de individuos.
Todos los miembros deben tener muy claro cuál es el objetivo, compartirlo y
sentirse partícipes de todo el proceso que desemboca en su logro.
Éstas serían las dimensiones básicas que componen un equipo de trabajo, y ahora
vamos a tratar de identificarlas.
Los miembros: El equipo está formado por unos miembros con unos perfiles
profesionales que se complementan. De sus aptitudes técnicas, de sus
habilidades interpersonales, de su personalidad, dependerá el tipo de
relaciones que se establezcan y la calidad del trabajo.
Me es imposible trabajar con Phil, es egocéntrico y no respeta mis opiniones. Con Jane formamos un
buen tándem, tenemos un estilo de trabajo parecido, nos gusta planificar previamente las tareas, nos
repartimos equitativamente el trabajo y coincidimos en la manera de abordar los temas. La verdad es
que confiamos profundamente el uno en el otro y esto nos da seguridad.
En esta lección vamos a analizar los pasos para construir un equipo de trabajo.
Ante todo debemos tener muy claro un objetivo de trabajo común que será el que dará
sentido al equipo como tal y guiará todas las funciones y tareas.
La empresa Karch Ltd. quiere realizar un estudio sobre las causas que influyen en las bajas laborales. Dicho
estudio lo encargará a un equipo de trabajo formado por personal interno.
Seleccionar el personal
Empezar a trabajar
Según el tipo de tareas que se van a llevar a cabo, se dará más importancia a
unas que a otras, de aquí el valor de:
¿Por qué equipos con un gran potencial técnico y con recursos más que
suficientes no pasan de ser equipos mediocres? ¿Qué aspectos favorecen que un
equipo se convierta en un gran equipo?
Hacer equipo es comunicar con cada persona. Sólo nos comunicamos con
cada persona cuando nos interesamos por conocerla y compartir información,
esfuerzos, éxitos e ilusiones.
Vamos a ver cómo evaluar las condiciones que deben darse para trabajar en
equipo de una forma adecuada.
Parece que Angel siente que Helen invade algunas tareas que son competencia de él. Las reuniones de trabajo
son especialmente tensas...
Un objetivo común
Las tareas que cada uno de los miembros del equipo desempeña deben estar
claramente definidas. Esto evitará posibles conflictos por invasión de funciones,
duplicación de tareas, tareas que quedan sin cubrir...
En nuestro caso parece que entre Angel y Helen hay un problema de división
de funciones. Rose deberá constatar qué es lo que verdaderamente ocurre y,
posteriormente, dejar muy claro qué tareas son competencia de cada uno de ellos.
Comunicación
¿Existe comunicación entre los miembros del equipo? Es importante que los
individuos expresen sus opiniones, desacuerdos e inquietudes. La comunicación
alimenta la vida de equipo en todos los aspectos.
Motivación
Los miembros de uno y otro se identifican más con la pertenencia a su respectivo departamento que con la
pertenencia a la organización en su conjunto. El equipo de trabajo se empieza a resentir, los conflictos son
frecuentes, no se respetan opiniones.
Ann, la coordinadora, sospecha incluso que algún miembro se está guardando información para obstaculizar
el trabajo de los demás.
Crear un producto adecuado y lanzarlo con éxito al mercado. Pero hay que
asumir que el consecuente éxito o fracaso no deberá recaer sobre el departamento de
marketing o el departamento de investigación, sino sobre la organización en su
conjunto.
¿Confiamos mutuamente?
¿Existe comunicación?
En nuestro caso será relevante que los miembros del grupo asuman esta
actitud desde el primer momento. Este hecho aliviará indudablemente cualquier
tensión.
La manera como el grupo resuelve los posibles conflictos tiene una gran
importancia en el logro de la cohesión del grupo. Sin duda alguna, en el caso de la
empresa BabyLike, este aspecto deberá ser trabajado prematuramente en el equipo.
Recaerá en la figura del coordinador recoger la información necesaria para poder
resolver de forma exitosa el conflicto establecido entre los miembros de ambos grupos.
2. Crecimiento
En esta fase, los miembros del equipo tienen una ubicación clara en el equipo.
Se construyen relaciones más profundas de colaboración, subordinación y liderazgo.
Las normas formales: funcionamiento, responsabilidades concretas, acuerdos
básicos... ya están claramente diferenciadas. Es un momento en el que el grupo
invierte mucha energía en la tarea a llevar a cabo.
3. Maduración
Es importante resaltar que los distintos momentos por los que pasa un equipo
no forman un ciclo ni tienen porqué seguir un orden correlativo, sino que pueden darse
en algún momento determinado de la vida de un equipo. Vamos a ver cómo identificar
en qué momento se encuentra un equipo de trabajo.
Mía y Eric son dos miembros del equipo de producción. Eric es de los trabajadores más antiguos, Mía entró
hace 3 años, cuando el equipo ya estaba plenamente cohesionado.
Equipo estable
En su primer día de trabajo como miembro del equipo de producción, Mía dice:
"Acabo de entrar a formar parte de un equipo donde todos parecen conocerse muy
bien. Parece que todos sean muy conscientes del papel que deben desempeñar". Este
comentario nos revela varios aspectos:
Equipo en expansión
El equipo de producción, ha sido dotado con una gran suma de dinero para
llevar a cabo el nuevo proyecto. Esta frase nos sugiere que:
Equipo en pugna
Equipo en regresión
Por una desestabilización del mercado, las demandas externas han bajado en
picado, el equipo de producción refleja una realidad común a toda la empresa. En
lugar de avanzar en la progresiva complejidad de tareas y proyectos, el equipo
retrocede. Las causas pueden estar:
Las demandas externas, superan el nivel de esfuerzo que se puede dar por
falta de recursos, o a la inversa.
Existe un potencial importante de recursos humanos y poca demanda,
consecuentemente puede caerse en la monotonía y en la desmotivación. Este
sería el factor que ha incidido negativamente en el equipo de trabajo de
City.com
2. Ligadas a emociones:
Al cabo de un mes de trabajar duro, se encuentra con la ingrata sorpresa de que dos de los miembros del
equipo piden la baja laboral por estrés. Argumentan que las demandas que se les hacen son desmesuradas y
que no sienten que su esfuerzo sea reconocido.
En el caso de este laboratorio parece que exista una presión externa intensa.
Debería averiguarse si es cierto y, en tal caso, saber quién la ejerce.
La falta de apoyo puede venir dada por diferentes miembros de una misma
empresa:
Situación personal
Inflexible.
Que atienda a familiares.
Enfermo.
¿Cómo actuar?
Inadaptación de estilo
Tiempo de reflexión
Luego hay que anotar posibles soluciones para prevenir que afecten al rendimiento
del equipo y ponerlas en práctica. Por último hay que tomar conciencia de que la
prevención es la mejor arma para luchar contra los problemas.
Objetivos
He aquí dos tipologías de líder de los que se han destacado aspectos muy
distintos. Se percibe que ambos desempeñan óptimamente el rol de líder en su equipo
de trabajo. Todas las características destacadas en ambos personajes deberían estar
presentes en la figura del líder, sin embargo su gradación puede ser distinta.
Teoría personalista. Es la que defiende que el líder nace. Sólo pueden ser
líderes aquellas personas que tienen una personalidad determinada.
Teoría situacional. Es la situación la que hace que una persona sea líder en un
momento determinado.
Compare los dos casos expuestos al inicio y analice a qué deben su liderazgo.
Tipos de líderes:
Ésta es una posible clasificación del líder según el tipo de rol que ejerce en un
grupo:
Desmitificar un concepto
Mike es una persona reservada. Se relaciona cordialmente con sus compañeros pero guarda las distancias. Es
trabajador, organizado y posee elevados conocimientos técnicos. El director de la empresa le ha pedido que
coordine un proyecto de creación de un nuevo producto electrónico.
Los resultados han sido todo un éxito. El equipo ha trabajado de forma muy
eficaz, cada uno de los miembros tenía muy bien definida cuál era su función. La
cooperación entre ellos se ha hecho efectiva a cada momento, Mike siempre estaba
disponible para solucionar cualquier duda o pequeño conflicto. Vamos a considerar
tres estilos de dirección en función de:
2. Estilo participativo
Las decisiones que afecten a la estrategia del proyecto se consultarán con el equipo,
pero la decisión última recaerá en el director. Su figura debe ser un referente de apoyo
a la tarea y al individuo.
Este estilo podría ser apropiado para dirigir: un equipo de alto nivel profesional.
Un equipo con una organización muy definida. Cuando por el tipo de tarea es
necesaria una descentralización del poder a fin de potenciar la autonomía de los
miembros.
Cada decisión se lleva a cabo por consenso grupal. Este estilo sólo puede
funcionar en organizaciones o empresas en las que:
o Cada miembro sea el único responsable de su trabajo, por ejemplo un
gabinete de psicólogos.
o La especialización del trabajo sea un elemento esencial, por ejemplo un
departamento de investigación. Empresas en las que se potencia por
encima de todo la creatividad de cada uno de sus miembros, por
ejemplo algún tipo de departamento de publicidad.
Antes de tomar cualquier decisión hay que asegurarse de contar con suficiente
información. Las posibilidades de tomar una buena decisión son directamente
proporcionales a la cantidad de información de la que disponemos.
Habilidades interpersonales
Podríamos destacar:
Ella sabe que las competencias se desarrollan, y que ocupar una función
adecuada a nuestro perfil y que nos motive es el mejor instrumento para potenciar
dicho desarrollo.
Dirigir un equipo
¿Qué debe hacer un buen líder? ¿Cómo debe comportarse? ¿Cómo contribuye
su figura a que el personal se comporte como un verdadero equipo y no como un
grupo de individuos? Una formación técnica adecuada, junto con las habilidades
necesarias para gestionar y liderar un grupo son fundamentales para dirigir con éxito
un equipo.
Antes de ponerse a pensar en posibles candidatos, se plantea una pregunta: ¿Qué competencias debe reunir la
persona que se haga responsable de la dirección y gestión de este proyecto?
Quien dirige un equipo debe saber transmitir esta actitud a todos los miembros.
Habilidades personales
Empatía y autoestima
Conocer a los demás nos permite tener una percepción correcta del otro. Esto
será importante tanto desde el punto de vista técnico como personal. Interesarse por
todos los miembros, comprenderlos, preocuparse por ellos, saber cómo responder a
cada persona es importante para conseguir un buen clima de trabajo.
No te preocupes si hoy no acabas tu trabajo. Hace poco que estás en este lugar y aprender lleva su tiempo.
¿No es mejor?
Pedro, necesito que me eches una mano con estos documentos, Maite te sustituirá en lo que estás haciendo.
Las relaciones interpersonales que se crean dentro del equipo de trabajo son
muy importantes.
2. Hoy voy a quedarme a comer en el trabajo. Ana necesita que le eche una mano con el tema de la evaluación
de proyectos.
El primer proyecto está en la cuerda floja debido a una deficiente relación entre
los miembros del equipo.
¿Comunicación o información?
Clarificar el objetivo
La sociedad de la información
En unos cuantos segundos nos podemos comunicar con ese amigo que
tenemos al otro lado del Atlántico...
Asertividad
Defienda sus opiniones, ideas y deseos, pero respetando al mismo tiempo los
de los demás.
Documente siempre las razones que nos llevan a adoptar una determinada
posición. No trate de imponer ni exigir sin argumentar ni escuchar a los demás.
Huya de actitudes pasivas. Un buen líder debe transmitir seguridad y
entusiasmo. Debe ser convincente.
Empatía
La comunicación eficaz
No hay que dejarse llevar por afinidades personales o por las emociones.
Acababa de tener con Raúl una dura discusión por un tema ajeno a la empresa. Más tarde, cuando di mi
opinión en la reunión, pensaba que él no la apoyaría. Sin embargo, me escuchó atentamente, supo apreciar mi
idea y la defendió."
Autoconfianza equilibrada
Raúl es un líder valorado por su equipo. Además, él confía en su propia capacidad, pero a la vez admite los
errores cometidos y se plantea a menudo cómo mejorar su actuación.
Integridad
Ilusión
Vivir con pasión cada nuevo reto es muy importante y estaría ligado a la
motivación, pero siempre guiado por un componente reflexivo.
No sé qué imagen se habrán hecho de mí, me calificarán de prepotente e insociable, realmente no era yo. Me
he comportado pésimamente, pero es que no me encontraba a gusto en esa reunión.
Todos nosotros hemos sentido en alguna ocasión algo similar por no habernos
comportado coherentemente con nuestra manera de ser, condicionados por una
situación, un contexto determinado.
Imaginemos que el mundo es un gran teatro y que cada uno de nosotros tiene
asignado un papel que le toca representar. Pero ese papel ¿nos ha sido asignado o lo
hemos ido creando nosotros paso a paso? Posiblemente ambas cosas son ciertas.
Definamos cada uno de nosotros qué entendemos por rol y enumeremos los
distintos tipos que pueda tener asignados: estudiante, hijo, padre o madre, amigo,
docente, líder, animador del grupo, etc.
Reflexionemos cómo cada uno de nosotros puede asumir un tipo u otro de rol
en función de una determinada situación o contexto, de un escenario en particular. El
rol establece quién debe hacer cierta cosa, cuándo y dónde. Este concepto implica,
pues:
El rol nos permite clasificar a las personas, nos facilita nuestra percepción del
entorno social y nos la simplifica.
Voy a una entrevista de trabajo. Identifico a la chica vestida de motorista como una mensajera y a la persona
sentada detrás de un mostrador como al administrativo que me podrá indicar dónde debo esperar.
Rol e identidad
El rol guía nuestra actuación. Cuando asumimos un rol, debemos clarificar qué
somos y qué se espera de nosotros; esto es lo que determina nuestra identidad.
Cuando tenemos problemas para realizar este proceso, aparecen los conflictos de rol.
Este papel conciliador que me han asignado a veces me hace sentir incómoda.
Rol y creación
Con el tiempo he aprendido que los individuos rinden más cuando se sienten responsables y partícipes de las
decisiones. Ahora mi talante es mucho más democrático.
El doble rol
En la pasada reunión debía decidirse la idea base para llevar a cabo el proyecto a partir de las aportaciones de
todo el equipo. Todas las miradas estaban puestas en Carlos, el diseñador gráfico, ya que él siempre tiene en
mente nuevas y creativas propuestas. Este hecho hizo relajar al grupo en el momento de aportar esas nuevas
ideas, y provocó que Carlos se mostrara algo molesto.
Además Jorge, que también forma parte del equipo, siempre encuentra muchos inconvenientes en las
propuestas que hace Carlos. María es una persona muy sistemática y organizada en su trabajo y suele apoyar
las propuestas de Carlos, poniendo siempre calma en los momentos de tensión dentro del grupo.
Por otro lado, podemos señalar el rol de elaborador de propuestas. Hay una
expectativa, el equipo espera que Carlos haga propuestas. Este rol viene impuesto por
la percepción que los otros tienen de Carlos. Y es lo que identificaríamos como rol
informal. El rol informal viene determinado por:
- La percepción que el otro tenga de nosotros. No basta con tener o creer que
tenemos una determinada actitud. Es fundamental la manera como los demás
perciben esa actitud.
Carlos participa y los demás perciben que lo que él dice es coherente e interesante.
Mediador: aquel que se caracteriza por ser un buen líder, de discurso tranquilo
y de talante abierto.
¿Sería Jorge un buen ejemplo de ello? ¿O quizá Carmen?
Reconocer roles
Al dirigir un equipo hay que reconocer posibles roles informales que les han
sido asignados. Esto ayuda a prever posibles problemas que pueden surgir e
identificar habilidades que potenciar.
Ese tiempo de reflexión y análisis aporta una información muy valiosa y útil
sobre la dimensión social del equipo.
Todos hemos podido comprobar que, dentro de un grupo, nos sentimos más
llamados a relacionarnos con unos miembros que con otros. En la mayoría de
ocasiones, ese sentimiento es recíproco y es frecuente la utilización de la expresión
¡Conectamos!, ya que sin causas aparentes tendemos hacia un tipo de personas que
nos hacen sentir más cómodas. Veamos qué elementos favorecen la atracción
interpersonal.
Sin embargo, hay ciertas personas del equipo con las que les une una sensación especial. Ha tratado de
analizar a qué es debido. Piensa que este proceso puede ayudarle a conocerse más a fondo, y con ello
optimizar su relación con los demás.
Proximidad
Nos sentimos atraídos hacia personas que coinciden con nosotros en temas
fundamentales de tipo ideológico, valores... Esto otorga coherencia entre nuestro
pensamiento y nuestro comportamiento.
Jorge y yo siempre hemos sido muy afines, coincidimos en nuestra forma de pensar. Por ejemplo, para ambos
es fundamental la política social de la empresa, y esto se nota en el funcionamiento del departamento.
Aceptación
Tendemos a aproximarnos a personas con las que intuimos que nos aceptarán
de forma positiva. De manera recíproca esto también hace que el otro sea apreciado
por nosotros.
Cuando exponía mis ideas, había miembros del grupo que se limitaban a mirarme sin ninguna expresión en el
rostro y de vez en cuando desviaban la mirada hacia la mesa. Helena, sin embargo, me escuchaba con
atención y asentía con convencimiento a mi discurso. Pronto supe que con ella me entendería.
Dar y recibir
Por otro lado, los conocimientos que tengo de la profesión hacen que Jorge esté también interesado en
trabajar conjuntamente.
Si pensamos en personas con las que tenemos mucha relación, podemos analizar lo
siguiente:
Hay unos roles muy marcados, parece que el personal es reacio a cualquier cambio o innovación...
Déficit de información
El primer día de trabajo me encontré sentado en mi despacho con una mesa vacía delante y sin que nadie me
informara de qué se esperaba de mí. Todos daban por hecho que eso es lo que yo debía demostrar.
¿Qué sensación puede tener esta persona? Esta situación ocurre cuando
desconocemos qué resultados se esperan de nuestro trabajo. Podemos tener un cargo
asignado, como director de recursos humanos, pero alguien debe indicarnos al menos
al principio, cómo llevar a cabo esa función dentro de la empresa.
Por ejemplo: ¿qué política sigue la empresa?, ¿se espera que reformemos
algún aspecto?, ¿qué nivel de maniobra tenemos?, ¿con qué recursos contamos? etc.
Falta de soporte
Cité a los distintos cargos directivos para informarles de los resultados que había extraído de mi estudio sobre
las relaciones laborales en la empresa y ver de qué manera podíamos llegar a una solución conjunta.
Cuando se percibe que el rol que ocupamos es poco valorado por los demás, la sensación de inseguridad
puede abrumarnos: "¡Hago un trabajo inútil! ¡No sirvo para esto!"
Invasión de rol
Ocurre cuando existe una mala división de funciones entre los miembros de un grupo
o equipo de trabajo. Ésta puede estar originada por:
Una comunicación fluida entre los miembros del equipo puede resolver estos conflictos
de invasión de rol.
Distancia de rol
Me quedé ingratamente sorprendido cuando me dijeron que el tema de selección de personal lo llevaba
exclusivamente el gerente de la empresa, y que mi función consistía simplemente en pasar los test
psicológicos e interpretar los resultados.
Este problema se origina cuando el rol se contradice con el concepto que nosotros
tenemos.
Tensión de rol
Ocurre cuando existe contradicción entre nuestros valores y la función que nos toca
ejercer.
Me recomendaron no seleccionar currículos de personas jóvenes para este puesto de trabajo.
Vamos a revisar qué elementos influyen en la atribución social que hacemos de las
personas, con el objetivo de tomar conciencia de ellos.
Lo hacía en un tono que me pareció altivo y no miraba a los ojos, como si se creyera superior...
Al principio me costó pero a medida que fuimos conociéndonos, la impresión que tuve el primer día fue
cambiando para mejor.
Categorización
La primera impresión
La motivación
El contexto
La imagen que tenemos del otro está influida por el contexto en el que nos
encontramos. Para conocer de una forma objetiva a alguien deberíamos verle actuar
en distintos contextos (dentro y fuera del trabajo). La situación marca el tipo de rol que
asumimos en un lugar o en otro.
Cuando mi amigo Luis me dijo que conocía a Jane por su implicación en la ONG en la que él colaboraba, no me
lo podía creer. No me imaginaba a Jane colaborando en tareas de cooperación y ayuda.
El efecto de halo
6. Motivación
Veremos cuáles son los distintos factores que mueven al individuo a actuar y
de aquellos aspectos y habilidades que pueden favorecer la motivación dentro de un
equipo.
¿Qué es la motivación?
¿Qué impulsa a una persona a beber agua de esa fuente? Posiblemente una
necesidad de calmar su sed. Aplicándolo a un entorno laboral, un individuo se sentirá
motivado por su trabajo si el cumplimiento de la tarea que realiza se identifica con la
satisfacción de sus necesidades.
Nuestra actuación
Un caso extremo sería el de personas que dejan de comer porque han caído
en una depresión. Hay una necesidad, la perciben, pero no se sienten motivadas a
actuar para cubrirla. Actuamos cuando estamos motivados para hacerlo.
Hacia un objetivo
Veamos qué tipos de factores nos influyen a la hora de sentirnos motivados por
una tarea y la importancia que pueden tener estos factores para alcanzar la
satisfacción.
Susana se siente cómoda en su lugar de trabajo, el ambiente es muy agradable; sin embargo, se da cuenta de
que ha caído en una cierta monotonía, y a veces le asalta la tentación de buscar un nuevo trabajo, pero cuando
lo piensa fríamente, se pregunta: ¿dónde voy a estar mejor que aquí?
Factores motivadores
¿Cómo favorecerlo?
Necesidades divergentes
Para motivar a una persona hacia un trabajo, es necesario que la tarea que
realice satisfaga sus necesidades. Pero, ¿cuáles son esas necesidades? Las
necesidades están ordenadas partiendo desde las primarias hasta llegar a las de
autorrealización.
Necesidades básicas
Necesidades de seguridad
Protección ante el peligro, las amenazas, las privaciones. Toda acción que
origine incertidumbre hacia la continuidad del empleo o que refleje favoritismos puede
activar la necesidad de seguridad en la persona.
Para Pedro la máxima motivación hacia este puesto de trabajo estriba en que puede dar cobertura a este tipo
de necesidad.
Necesidades sociales
Necesidades del yo
Necesidades de autorrealización
Julián ha sabido cómo hacer que este equipo perciba su trabajo como algo estimulante, desafiante e
importante.
Saber comunicar
Saber elogiar
Los elogios son muy útiles a la hora de motivar. Es importante hacerlos cuando
una persona ha realizado un esfuerzo. No presuponga que el trabajo bien hecho es un
deber y que para eso se paga.
No elogie con un simple bien hecho, haga explícito cómo el trabajo de esa
persona ha contribuido al éxito del proyecto.
Me parece magnífico cómo has enfocado el tema, sé que has trabajado duro, pero ha merecido la pena.
Saber ilusionar
Los miembros del equipo deben tener la confianza de que su líder les apoyará
incluso en momentos delicados y de que se responsabilizará de las acciones del
equipo
La tarea
La participación
Una plantilla bien pagada no basta. El trabajador debe sentir que forma parte
del proyecto general, es importante que se sienta copartícipe de los posibles éxitos o
fracasos. El trabajador debe percibir que no trabaja para un jefe, sino que lo hace para
un proyecto del que es parte activa.
Irene tiene muy claro que debe concienciar a cada miembro del sentimiento de pertenencia a un equipo que
trabaja para un proyecto común.
La responsabilidad
La información
La información debe fluir libremente entre todos los componentes del equipo de
trabajo.
Irene va a cuidar mucho el flujo de información dentro su departamento, asegurándose de que a todos les
llegue de forma equitativa la información, evitando la existencia de individuos que actúen como mediadores ya
que esto les otorgaría un rango superior de jerarquía con respecto a sus compañeros.
6.6 La automotivación
¿Por qué hay personas que ante estas perspectivas dudan en aceptar y otras lo hacen sin pestañear? Descarte
circunstancias de índole personal, incompatibilidad con otras tareas, por ejemplo, o posibles conflictos.
Hay personas que con idéntica preparación técnica que otras no se sienten
motivadas porque piensan que van a fracasar en el intento, creen que no están a la
altura. Sin duda, este tipo de reacciones viene condicionado por experiencias
negativas anteriores. Reflejo de esto es la justificación que ellas mismas aportan para
explicar la razón del fracaso de su comportamiento.
Imagina que vas a una prueba de selección para un puesto que parece
diseñado para ti. Finalmente, no eres la persona seleccionada.
¿Qué explicación das a este hecho? Nos podemos encontrar con personas que
dirán: "el candidato escogido cayó mejor a la persona encargada de la selección" o
"seguro que el escogido ha entrado por enchufe, y las pruebas han sido un montaje".
Perfiles humanos
Una misma persona puede utilizar distintos perfiles según sea la situación, la
cual vendrá marcada por experiencias de éxitos y fracasos anteriores.
El éxito se atribuye a causas externas: "la prueba era muy fácil, era mi día de
suerte". El fracaso se explica por factores internos no controlables: "no sirvo,
tengo problemas de relación, soy un zoquete".
"Me han escogido porque le caí bien a la persona que seleccionaba, si me llega
a tocar la otra, quizá no me hubiesen seleccionado".
Por la mañana lo primero que debe pensar al llegar al trabajo es: "hoy
terminaré todo lo que tengo pendiente", "hoy va a ser un día muy productivo".
Cada vez que se le encargue una nueva tarea. Repítase: "puedo hacer todo lo
que hace falta para terminar este encargo" o "no lo abandonaré hasta
terminarlo con éxito".
Anote sus reafirmaciones motivadoras en carteles y dispóngalos de forma
visible: "sé lo que tengo que hacer para empezar y terminar con éxito este
trabajo" o "adelante, puedo hacerlo". Lea las frases cada vez que sienta que su
motivación flaquea.
7. Dirección de Reuniones
Objetivo
Participantes
1. Fase de apertura
Aproximar posiciones para llegar a un acuerdo común, animando al grupo hacia este
objetivo. El eje principal parece que ha sido un mal repartimiento de las funciones que
cada uno de vosotros debía realizar. Parece que la propuesta general pasaría por
intentar que cada uno haga un listado de papeles que puede y que no puede asumir.
¿Estáis de acuerdo, Juan y María? ¿No creéis que de esta manera también se responde a vuestra demanda?
4. Fase de cierre
1. Antes de empezar
2. Durante la reunión:
4. Al terminar
Los temas estaban bien delimitados, citó a todos los participantes con 10 días de antelación y buscó una sala
donde pudieran estar cómodos y aislados.
Sin embargo, la reunión duró más de la cuenta y Ed acabó la reunión muy estresado. Tuvo que poner a prueba
todas sus habilidades interpersonales para conducir a los participantes a los objetivos de la reunión.
Por desmotivación
Por cohibición
El contralíder
Raúl intentaba ejercer el rol de coordinador. Al principio pensé que quería echarme una mano, pero pronto vi
que su intención era liderar la reunión. Con buenas palabras le recordé que ésa era mi función.
Debemos mostrar interés por las propuestas u opiniones de uno y otro bando.
Debemos analizar a fondo la causa del conflicto y asegurarnos de que se trata de
causas objetivas que deben tratarse en la reunión. Si no es así, conviene emplazar el
tema a otro día para ser tratado en otro escenario.
Descubrí que en el fondo había un tema de rencillas personales y creí oportuno aplazar el tema para otro lugar
y momento más adecuados. Debo convocar una reunión privada entre los tres.
8. Gestión de Proyectos
Todo proyecto es, por encima de todo, el equipo humano que lo sustenta; la
cohesión y la aportación al objetivo común de cada uno de sus miembros son
elementos básicos para alcanzar con éxito las metas trazadas. Las empresas que
triunfan no son las que disponen de más recursos económicos e infraestructura, sino
las que han sabido valorar la riqueza de su capital humano.
Características de un proyecto:
Imaginemos un proyecto editorial; es posible que deba contratarse personal externo (expertos en temáticas
concretas, ilustradores, etc.) al que habrá que coordinar. La complejidad de algunos proyectos puede verse
aumentada por la separación geográfica existente entre las empresas que intervienen.
¿Cuántos proyectos han fracasado por una mala gestión de recursos o por una
mala definición de competencias?
Vamos a identificar cuáles son los componentes básicos sobre los que debe
descansar cualquier tipo de proyecto.
Componente técnico
Gestión de personas
Es necesario tener claras las competencias que precisamos para tener éxito en
el proyecto. La premisa que se ha de recordar es:
EL PROCESO DE GESTIÓN
Vamos a ver cuáles son las principales fases que componen el proceso de
gestión de un proyecto y su aplicación práctica.
2. Planificación
¿Qué incluir?
¿Qué se pretende?
3. Implantación
4. Seguimiento y control
Vamos a aportar una serie de pautas que nos permitan evaluar la viabilidad y el
interés de un proyecto.
Desde el departamento comercial les ha llegado la demanda de una empresa que precisa un sistema de
refrigeración especial compuesto por un material nuevo y un sistema de fabricación innovador sobre el que no
tienen experiencia.
Estimación de recursos.
Estimación de costes directos e indirectos; ¿es rentable?
Estimación de plazos; ¿qué plazo de entrega tenemos?, ¿es viable?
Análisis de riesgos
Propuesta
Deben intervenir especialistas de todas las áreas, ellos son los que tienen
conocimientos específicos de su campo de actuación. El objetivo es dar una respuesta
coherente y viable a una demanda o necesidad, por tanto tras su lectura debemos
valorar que así sea.
Es preciso una preparación adecuada de esta fase: Tener muy claros los temas
de la negociación. Es posible que el cliente pretenda recortar plazos de entrega y
precios, que nos pida especificaciones más concretas de la propuesta...
Mónica convoca una reunión de trabajo a la que acude con un esquema con todos los pasos previos a la
planificación, sabe que lo primero que deben realizar es el diseño de objetivos.
La necesidad de diseñar objetivos Carlos, un miembro del equipo, opina que pueden dividirse las tareas y
prescindir de este diseño previo de objetivos dado que ya todos lo tienen en la cabeza. Mónica le argumenta el
porqué de la importancia de marcar objetivos.
La participación en el diseño
Ester dice que ha estado agradablemente sorprendida de que todo el equipo haya participado en el diseño de
objetivos; en otros proyectos ella ya se los encontraba hechos.
Es necesario fijar los objetivos por escrito y asignar metas específicas a cada
individuo.
Hay que asegurarse de que las personas sepan qué está tratando lograr la
empresa y qué papel han de desempeñar para satisfacer esos objetivos.
Específicos; identificar claramente lo que se tiene que lograr, sin margen para
la ambigüedad. Adaptar cada entrada a un texto de entre 200 y 300 palabras,
con al menos un link.
Cuantificables; que puedan medirse objetivamente, que permitan su control.
Transformar 200.000 entradas en papel a un formato apto on-line.
Pactados; todos deben estar de acuerdo con ellos y ser capaces de cumplirlos.
Realistas; han de poderse llevar a cabo con los recursos de que se disponga
en ese momento, tanto en lo relativo al tiempo como a la capacidad.
Ambiciosos pero no condenados al fracaso... duplicar el número de
suscriptores en seis meses.
Acotados; debe explicitarse en cuanto tiempo se pretenden conseguir.
Incrementar un veinte por ciento la facturación en el primer año.
Hay que priorizar por importancia, no por urgencia; con frecuencia percibimos
como urgentes elementos que no son realmente importantes. También hay que evitar
la dispersión sin querer abarcar muchos objetivos a la vez.
Vamos a analizar los elementos que se deben tener en cuenta para preparar
adecuadamente la planificación de un proyecto.
El cómic irá dirigido a niños de entre 8 y 12 años; se comercializará en la mayoría de escuelas públicas
sirviendo de apoyo a las clases de la asignatura de historia.
Jane, la directora del proyecto, junto con el equipo de producción se dispone a planificar el proyecto.
Nos permite comunicar a todos los participantes cómo se van a desarrollar las
actividades previstas en el proyecto.
Una buena planificación debe ser flexible, se deben llevar a cabo revisiones y
adaptaciones son condiciones "sine qua non" de la planificación. Se deben desglosar
los objetivos generales en metas concretas asignadas a individuos. Deben expresar
qué se espera de cada fase y cómo se medirán los progresos.
¿Cómo planificar?
Hay que tener en cuenta que los recursos son limitados y deben optimizarse.
También hay que asegurarse de asignar las tareas, los recursos y la responsabilidad a
los miembros en función de sus competencias.
Diagrama de Gantt
Sirve para planificar los programas, controlar los progresos y prever los
períodos conflictivos, o para permitir un cierto margen para las tareas que se deben
cumplir o para retrasarlas.
Nos muestra el principio y fin de cada actividad, y las actividades que pueden
realizarse simultáneamente.
También veremos cuál debe ser la conducta del buen negociador destacando
los aspectos que contribuyen a garantizar un buen proceso de negociación como
pueden ser la escucha activa, la propuesta de alternativas o las preguntas.
De cara a obtener los mejores resultados hay que saber fijar los límites,
planificar las secuencias posibles y definir el objetivo principal de la negociación. Qué
elementos se pueden modificar durante la negociación y cuál es el punto de ruptura
para no modificarlos durante la negociación.
Por último haremos hincapié en que saber escuchar forma parte de todo
proceso comunicativo y a la hora de negociar se convierte en parte esencial del
proceso.
La persona que se sienta incómoda con este tipo de juego debe evitarlo y no
negociar. Se entiende por negociación el proceso en el que dos o más partes, con
cierto grado de poder, con intereses comunes y en conflicto, se reúnen para proponer
y discutir propuestas explícitas con el objetivo de llegar a un acuerdo. Vamos a
analizar con más detalle esta definición, sin embargo es importante señalar dos
cuestiones básicas:
Conocer lo que significa el poder puede ser útil aunque, sin duda, será más útil
saber cómo se consigue el poder. Tradicionalmente se ha propuesto la existencia de
siete bases de poder como vías en las que se sustentan las relaciones de poder:
Por otro lado, todas las partes en conflicto de una negociación no tienen
necesidades obligatoriamente, aunque siempre encontraremos deseos. Los deseos
son aquellas fantasías sobre acuerdos esperados que cubrirían ampliamente nuestras
expectativas.
Finalmente, señalar que los objetivos son los acuerdos que razonablemente
consideramos que serían aceptables. Son las posiciones explícitas sobre las que se
negociará, son la plasmación concretada en demandas de nuestras necesidades y
deseos, es, en definitiva, la punta del iceberg descrito anteriormente.
Tal como señalan Fisher y Ury (1991 pág. 26), discutir sobre posiciones no produce acuerdos inteligentes, ya
que cuando las partes negocian sobre posiciones tienden a encerrarse en ellas, olvidando que esos objetivos
no son más que una plasmación de unas necesidades y deseos que, posiblemente, podrían ser cubiertos de
otras maneras.
Ante todo afecta un factor clave: nuestra relación con la otra parte. La
desconfianza mutua, el temor a ser engañado y sobre todo el sentimiento de desear
ganar la batalla.
Un turista de viaje por un país del Magreb, había comprado unos espejos de
artesanía regateando con éxito con el vendedor. Consiguió una rebaja del 40% del
precio inicial, aunque al cambio sólo representaban unas 100 ptas. De regreso al hotel
encontró a otro compañero de viaje con los mismos espejos comprados unas 20 ptas
más baratos que él. El comprador se enfureció. ¿Antes estaba contento por haber
conseguido una rebaja de 100 ptas o porque tenía la sensación de haber ganado? y
por contra ¿le disgustaba haber pagado 20 ptas más que su amigo o sentirse vencido
por el vendedor?
Parece absurdo plantear una regla del juego como ésta, sin embargo, muchas
veces se olvida que para conseguir que el otro nos conceda algo (en
negociación se hacen concesiones, no cesiones) debemos concederle alguna
cosa a cambio o ha de tener poderosas razones para actuar así. Si queremos
conseguir que la otra parte nos conceda aquello que nos conviene debemos
facilitarle las razones para hacerlo. Dicho de otro modo, todo el mérito de lo
que ganemos en una negociación es de la otra parte y viceversa.
Ganar Perder
Las posiciones que nos quedan para negociar son las de:
Ganar/Ganar
Ganar/Perder
Lo más normal es una situación en la que las dos partes están dispuestas a
luchar para conseguir sus ganancias a costa de las pérdidas del otro, por lo que lo
más probable es que se entre en una dinámica de Perder/Perder que acabe
rompiendo la negociación bajo acusaciones mutuas de falta de interés por llegar a
acuerdos y excesiva rigidez en las posiciones propias. Desgraciadamente esto ocurre
demasiadas veces.
Pero ¿cómo podemos conseguir un acuerdo beneficioso para todas las partes?
Primero evitando negociar únicamente una variable, ya que si negociamos sobre un
sólo parámetro cualquier ganancia estará provocada por la pérdida directa del otro.
Por ejemplo, si negocia con una imprenta y lo único que está en juego es el
precio, por cada peseta que consiga rebajar se producirá una pérdida del mismo valor
para el impresor.
Una vez descritas todas las variables que son susceptibles de ser
intercambiadas (considerando tanto los valores tangibles como los intangibles),
debemos analizar cada variable en función de su coste y de su valor.
Hay concesiones de gran valor para la otra parte y escaso coste para quien las
realiza, por ejemplo redactar una carta de recomendación para un colaborador o para
un proveedor, mientras que en otras concesiones ocurre lo contrario.
Al realizar este tipo de análisis hay que tener en cuenta que las estimaciones
que hagamos sobre las necesidades y recursos de la otra parte pueden ser, en
muchas ocasiones, sólo unas conjeturas, con el consiguiente margen de error que
esto puede producir. Será necesario modificarlas en la medida que vayamos
descubriendo sus errores durante el proceso de negociación.
Tal como señala Samfrits Le Poole (1989, pág. 21), el deseo de definir al
negociador ideal viene de antiguo. Callières, en un ensayo publicado en 1716 y
titulado Sobre el modo de negociar con los príncipes; sobre los usos de la diplomacia,
la elección de ministros y enviados y las cualidades personales necesarias para
triunfar en las misiones extranjeras, da la siguiente descripción:
«El negociador ideal tiene una mente rápida, pero una paciencia sin límites; sabe cómo ser modesto y sin
embargo firme, cómo despistar sin ser mentiroso, cómo inspirar confianza sin confiar él mismo en los demás,
cómo encantar a los demás sin sucumbir a sus encantos, y tiene mucho dinero y una bella esposa para que
pueda permanecer indiferente a todas las tentaciones de la riqueza y las mujeres».
Sin duda, una persona que cumpla todas estas características será un buen
negociador, pero ¿quién se atreve a definirse con todos estos atributos? Es más, si
cada uno de nosotros no reconoce como nuestras virtudes lo que acabamos de ver
¿significa que estamos condenados a ser malos negociadores? Nada más lejos de la
realidad, cualquier persona puede mejorar su habilidad como negociador.
Por contra hay una serie de conductas a las que hay que renunciar cuando
se está negociando. Procure evitar los siguientes comportamientos:
Mentir. Tal como indica Callières en su ensayo, «el negociador ideal sabe
cómo despistar sin ser mentiroso». Hay que evitar en todo momento mentir
sobre datos o cosas, es innecesario y se puede volver fácilmente en contra. Si
la otra parte negociadora averigua que en algún momento que hemos mentido
habremos perdido todas nuestras armas. Por contra, podemos confundir a
través de opiniones, intereses y sentimientos. Son pensamientos personales
que siempre podemos modificar sin que por ello quede perjudicada nuestra
imagen.
Agradar. No se trata de evitar agradar a la otra parte, sino que hay que evitar
el ansia de agradar, de ser apreciado por los demás. En una negociación
puede verse obligado a contrariar a otras personas y si buscamos en exceso
que nos valoren y aprecien podemos sentirnos confundidos.
Rigidez. Durante una negociación es necesario modificar las posiciones,
comprender las razones que llevan al otro a actuar como lo hace, buscar
creativamente nuevas vías de solución a las situaciones conflictivas, etc. Si nos
mostramos excesivamente rígidos provocaremos que muchas puertas se
cierren y será más difícil llegar a acuerdos.
Emociones. Si en las negociaciones sentimos presión hacia nuestra persona y
no a lo que representamos y si vemos que la tensión nos puede hacer decir
cosas de las que después nos vamos a arrepentir o que los acuerdos a los que
llegamos son más fruto de la presión que de nuestra propia voluntad, no hay
que negociar. No hay que dejar que las emociones condicionen nuestro
comportamiento negociador, para evitarlo, el mejor sistema es planificar a
fondo las negociaciones.
Un dicho popular dice que "Dios nos hizo con dos orejas y una boca para
escuchar el doble de lo que hablamos". Parece sencillo, pero probemos a hacerlo... en
una negociación.
La persona que escucha acepta a la persona que habla tal como es, sin emitir
juicios morales, de bien y de mal, sin tacharla de lógica o ilógica. Cuando escuchamos
se activan dos tipos de mecanismos de relación:
Estar de acuerdo con el otro o no, es decir, ¿opino lo mismo que el otro?, en
esencia: ¿pienso que su manera de entender el problema es correcto? ¿Yo
haría o pensaría lo mismo?
Ponerse en el lugar del otro: ¿entiendo cuál es la posición del otro? ¿Soy
capaz de pensar qué haría yo en su lugar, cómo se siente, qué desea?
Estar de No estar de
acuerdo con acuerdo con
el otro el otro
Ponerse en el lugar
SIMPATÍA EMPATÍA
del otro
No ser capaz de
ponerse en el lugar EGOPATÍA ANTIPATÍA
del otro
Para ello es necesario ir un poco más allá del contenido de lo que el otro está
diciendo, e indicar a la persona que habla que se cae en la cuenta de la dirección a
que apunta el contenido. Puede tomar la forma de una ampliación o explicación de las
ideas de la persona que habla, utilizando frases como:
Esta técnica va todavía más allá del contenido manifiesto de lo que se está
diciendo, y saca a la luz algunos sentimientos, actitudes, creencias o valores que
quizás están influyendo a la persona que habla para hablar de la manera que lo hace.
Se pretende empatizar, ponerse en el lugar de la persona que habla, experimentar lo
que debe sentirse en su situación. Entonces el que escucha expresa de manera
tentativa los sentimientos, utilizando frases como:
En este contexto las peticiones abiertas de que el otro siga hablando son
preferibles a las preguntas precisas. Las preguntas exigentes pueden conducir a que
el que habla haya de exponerse cada vez más, sin que pueda conocer la manera en
que el que escucha recibe y evalúa la comunicación.
Con frecuencia la escucha activa se comunica tanto por las posturas y los
movimientos no verbales como por lo que se dice. Respuestas como las siguientes
comunican interés y comprensión.
Una vez se hayan definido los límites de la negociación de cada una de las
variables no se deben modificar. En el calor de la negociación, las presiones y el
deseo de llegar con prontitud a un acuerdo pueden tentarnos a aceptar acuerdos por
debajo del su límite de ruptura. Antes de hacer esto es mejor pedir un aplazamiento y
volver a analizar fríamente fuera del marco negociador.
Zona Límite de
objetivo salida
Campo
de
Límite de acuerdo
salida
Zona
objetivo
Punto de
ruptura
Aparentemente será fácil llegar a un acuerdo entre 125 y 150. Sin embargo,
cuando el proveedor nos plantea una oferta que supera en más del doble su posición
inicial es fácil pensar que nos desanimemos y pensemos que muy difícilmente
lleguemos a un acuerdo y renunciamos a seguir negociando.
Zona objetivo
Límite de salida
Campo de desacuerdo
Límite de
salida
Zona objetivo
Punto de ruptura
Zona objetivo
Zona objetivo
Punto de ruptura
Negociar en terreno del otro no nos permite controlar tan bien la situación
pero nos ofrecerá una valiosa información que de otro modo sería imposible obtener.
Pisar la empresa de nuestros proveedores o clientes, conocer sus sistemas internos
de relación, observar los indicadores de estatus de la otra parte y captar el estilo y los
signos externos de los demás proporciona una gran cantidad de información indirecta
que puede ayudar a entender los intereses y deseos del otro negociador.
Existe la creencia extendida de que es mejor esperar a que la otra parte realice
su oferta inicial, ya que de esta manera conoceremos sus intenciones y podremos
condicionar nuestra táctica a la suya. De hecho, esta creencia intenta evitar el tercer
supuesto descrito en las relaciones en los límites de negociación, en el que uno de los
rangos de negociación está incluido en el del otro negociador.
Esta táctica es, sin duda, aconsejable cuando tengamos que negociar y
desconozcamos los parámetros en los que nos hemos de mover, aunque en estos
casos deberíamos informarnos antes de negociar.
Por contra, lo más habitual es que tengamos bien definidos nuestro límites de
negociación y nuestros objetivos. En este caso lo más aconsejable es que seamos
nosotros quienes realicemos la primera oferta, de esta manera, si conseguimos que la
negociación se inicie y tenga como punto de referencia nuestra oferta inicial
obligaremos a la otra parte a pedirle que le haga concesiones y que modifiquemos
nuestra postura, mientras que él no podrá ofrecernos nada a cambio.
De la misma manera que la de fuerza que hay que utilizar para evitar moverse
al ser empujado es menor que la que utiliza quien empuja, el negociador que consigue
convertir su posición en el punto central de negociación tendrá un desgaste menor.
A pesar de todo, si el otro negociador nos plantea su oferta antes que nosotros,
no pasa nada, nos limitaremos a plantear nuestro límite de salida sin modificar lo que
teníamos pensado hacer antes de empezar a negociar.
No empezar.
Lo toma o lo deja (marcar una única opción posible y/o negociar).
Regateo (discutir según una única opción en juego).
Negociación (buscar el máximo beneficio mutuo).
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• •
El salami. Las concesiones hay que darlas de la misma forma en que se sirve
este embutido, a lonchas bien finas. ¿Qué concesiones realizaría en nuestro
caso?, ¿Cómo las dosificaría?
o Aconsejarles que las acepten (es un alto riesgo pero le permitirá ver si
es un engaño).
o Pedirles que las muestren.
o Entonces mi oferta está bien, lo único que quiere es que justifique el
precio.
El atractivo que se desvanece. Una oferta que a primera vista parecía
maravillosa suscitó nuestro interés, pero, posteriormente, va resultando menos
y menos atrayente.
El bueno y el malo. En negociaciones en las que interviene más de un
negociador por banda, en un equipo observa que una de las personas es
terriblemente dura, rígida y obstinada mientras que la otra se muestra abierta y
razonable, aunque incapaz de convencer a su compañero. Esta táctica, de las
más usadas, tiene versiones más complejas cuando los negociadores van
alternando en sus papeles o cuando se deja el papel del malo a «las
circunstancias, el sistema o las normas internas de funcionamiento».
Facultades limitadas. Una vez llegado a un acuerdo, una de las partes se
declara incompetente para firmar él mismo el acuerdo y lo condiciona a la
aprobación de su superior.
La posición cerrada. Una de las partes hace que le resulte imposible ceder,
aunque entienda que su posición es negativa, sus actuaciones previas le
impiden modificar su posición.
o Por ejemplo, antes de negociar ha declarado públicamente que no
cederán ni un milímetro en sus posiciones. Si lo quiere lo coge y si no
ya lo sabe.
La información caída del cielo. Al término de la ronda de negociadores
nuestro oponente se olvida «por error», aunque a propósito, notas y
documentos en los que hay información clave. Caemos en la tentación de
leerlos y quedando condicionado por una información falsa.
Fuera de los límites. «Vamos a ponernos de acuerdo sobre algunos temas
que no discutiremos». Esto permite reducir el campo de negociación y
conseguir algunas ventajas antes de empezar.
Hay que tener en cuenta que la urgencia por el acuerdo es sólo conocida por
usted y que debe evitar que la otra parte la perciba. De todas maneras, incluso una
norma tan clara como "no negociarás de forma apresurada" tiene sus excepciones.
¿Qué ocurre cuando tenemos que ceñirnos a una fecha límite para cerrar unas
negociaciones?
En primer lugar es bueno recordar que las fechas límite tienden a ser
autoimpuestas, quizás es que empezamos demasiado tarde a negociar.
En segundo lugar tenemos que establecer la diferencia entre las fechas límite
objetivo y las arbitrarias. Las fechas límite objetivas vienen determinadas por las
circunstancias, como por ejemplo la finalización de un contrato, una citación judicial, la
caducidad de una garantía, etc.
Las fechas límite determinadas arbitrariamente por una de las partes entran
dentro de una categoría diferente y tienen distintas implicaciones. Si nuestro oponente
dice que las negociaciones quedan rotas a no ser que aceptemos sus condiciones
antes de determinada fecha, estamos ante una fecha límite que es negociable.
En estos casos no hay que alarmarse. Los límites arbitrarios vienen y se van si
se tratan con cuidado, sin presionar a la otra parte e intentando averiguar, mediante
preguntas y técnicas de la escucha activa, la veracidad de la presión.
Toda negociación tiene unas fases que se repiten siempre. Vamos a analizar
brevemente cada una de ellas, haciendo especial énfasis en la primera, ya que las
otras se extraen de lo que hemos analizado hasta el momento.
Ya hemos visto que es posible negociar tanto en su casa como en casa del otro
o en un terreno neutral. En todos los casos tendrá ventajas e inconvenientes. De todas
maneras, es importante considerar los siguientes aspectos, que nos pueden ayudar en
la consecución de un clima de trabajo agradable y de confianza.
En esta fase hay que ir dando pasos concretos hacia el acuerdo, hay que hacer
concesiones que permitan al otro hacerlas también; pero, sobre todo, hay que explorar
las necesidades que están detrás del posicionamiento de cada uno. Preguntas del tipo
¿qué hará él con lo que yo le dé? o ¿con quién hablará del acuerdo al que lleguemos?
Le pueden orientar sobre las necesidades ocultas que, a lo mejor sin ser
primordiales, pueden estar condicionando el acuerdo. En este punto es bueno recordar
la frase de Callières: citada en el inicio del capítulo 2.
Tener una mente rápida pero una paciencia sin límite, ser modesto y sin
embargo firme, favorecer que el otro confíe en nosotros, mostrarse encantador y, no lo
olvide jamás, nunca mienta.