Una patología del oído medio se puede ver representada en una otitis media aguda (OMA)

que tiene un inicio abrupto de signos y síntomas vinculados con inflamación y efusión del oído y
suele relacionarse con infección bacteriana o viral. La OMA se da con más frecuencia en niños y
están con más riesgo de padecerla los lactantes en su primer año de vida, se cree que el factor
influyente es por la trompa de Eustaquio, ya que permite el reflujo de líquido y bacterias hacia el
oído medio desde la nasofaringe debido a que en esta edad (lactantes y niños pequeños) la
trompa de Eustaquio es más corta y más horizontal lo que da facilidad a infecciones extenderse a
través de esta y llegar al oído medio. Se caracteriza por 3 principales consecuencias: otalgia, que
refiere al dolor de oído; otorrea, flujo mucoso o purulento que se exterioriza a través del meato
auditivo externo; hipoacusia, que se define como toda disminución de la agudeza auditiva.

El oído medio es una pequeña cavidad revestida de mucosa. Se separa lateralmente del
oído externo por la membrana timpánica y termina medialmente por una pared ósea con dos
aberturas, la ventana oval y la ventana redonda, en donde comienza el oído interno. Por la parte
anterior se conecta a la nasofaringe mediante la trompa de Eustaquio. Tres huesecillos están
suspendidos desde la membrana timpánica hasta la ventana oval, el martillo, yunque y estribo; la
vibración del tímpano seguido de los huesecillos transmitirá las ondas sonoras hacia los receptores
sensitivos en el oído interno. La trompa de Eustaquio desempeña tres funciones básicas: 1)
Ventilación e igualación de presión entre el oído medio y el ambiente. 2) Protección de ondas
sonoras nasofaríngeas no deseadas y secreciones. 3) Drenaje de secreciones del oído medio hacia
la nasofaringe.

La OMA es una patología infecciosa de oído media muy frecuente, con alta tendencia a la
resolución espontánea, pero con complicaciones graves y letales en caso de presentarse es por
esto que representa un serio problema de salud pública. La etiología ha ido variando con los años
y con las inmunizaciones, por lo que se requiere una actualización y vigilancia constante de las
guías de manejo según la incidencia, los patógenos y su resistencia bacteriana.

La Fonoaudiología es una disciplina que, dentro del área salubrista, se encarga de la

evaluación, diagnóstico, rehabilitación, promoción de la salud y prevención de los trastornos
dentro de los cuales destacan los relacionados con la audición, es por esto que como futuros
fonoaudiólogos debemos estar informados de las diversas patologías que existen y como trabajar
con ellas ya que una intervención o derivación oportuna puede hacer la diferencia para una
recuperación exitosa un claro ejemplo es la OMA cuyo proceso dura menos de tres semanas. Es
decir, es de corta duración y normalmente de súbita aparición por lo que requiere una
intervención y diagnóstico rápido ya que esta enfermedad tiene gran incidencia en el área de
pediatría y si bien no tiene grandes repercusiones si no se trata de la mejor manera sus
consecuencias pueden ser terribles. Por último se debe mencionar que Respecto a las actividades
profesionales del fonoaudiólogo, la ASHA refiere que no existe una delimitación rígida de las
mismas, debido al continuo desarrollo de la profesión por lo que los fonoaudiólogos se deben
mantener en constante investigación y adquiriendo nuevos conocimientos para poder ir a la par
con la constante evolución de la profesión todo esto en pos de una mejor calidad de servicio para
los usuarios.