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Pormenores de la mañana de un traductor*

Marcelo Cohen

No hay días corrientes. Puede que haya días típicos, pero hoy continúa el cabaret chillón de las elecciones primarias
la rutina, campo de los imprevistos, le da a cada uno su nacionales. En la literatura las cosas pasan muy rápido; en
tonalidad particular. Este empieza a las 7 a.m., cuando los diarios, la tele y los blogs las mismas noticias se
suena el despertador y varios dolores pos-60 me indican arrastran semanas enteras hacia un desvanecimiento
que no estoy muerto. Beso a Graciela, me desperezo y me insípido. Es un mecanismo tradicional para implantarlas, al
levanto. Todavía es de noche. Una vez aliviado y lavado, traductor no le cabe duda, y la realidad del ciudadano
echo un vistazo por la ventana para que el cerebro se abra informado se adapta de arriba abajo al yeso del lenguaje.
de su cine hermético al modo realidad, un gajo de luna El candidato Massa dice: “Si no endurecemos las penas de
sobre techos y ramas desnudas. Como me cuesta la trata, la violación y el abuso, nos encontramos con que
hospedarla, porque la conciencia lanza su horda de queremos seguir demorando el problema”. No, intendente:
memorándums y cargos, saludo al sol y mezclo unas el supuesto deseo de demorar el problema (¿no la
asanas de yoga con grosera calistenia. Después salgo a solución?) no se encuentra; es previo a la decisión de
correr veinte minutos, a ver si las células queman azúcar endurecer o no las penas. Y las penas, si hablamos de ley,
morbogeneradora. No debe hacer más de cinco grados. son a la trata; las penas de la trata son las de las
La rigidez mental se afloja en la calle desarticulada del prostitutas, con las que nunca va a empatizar el que
alba. Paro la oreja al incipiente concierto de ruidos, con un desdeñe las preposiciones. La crónica sobre un accidente
zorzal atroz como primadona, pero de cada cosa que veo empieza con un “Escuché el teléfono”, que electrocuta las
irrumpe una palabra más voluminosa: los muñones de los finas distinciones perceptivas que pueden hacer las redes
plátanos dicen podar, los tajos rojos en el cielo dicen neurales. Un titular de Clarín encuentra los “Primeros
nublado. Vuelvo escabulléndome del atropello de papis de vestigios de una pelea por la candidatura de 2015”;
colegiales. Entonado por las endorfinas, me empapo la vestigios, como si una elección futura fuese una ciudad
cabeza y me siento a meditar, sin gran ortodoxia, rapidito, sepultada. Mucho, me entero, “viene sucediendo desde
como para recordar al menos que la única verdad es lo hace años atrás”; nada, por suerte, desde hace varios
que contiene este momento, de la realidad entera con todo años adelante. Suficiente. Graciela se va a dar una clase.
los que quiero adentro hasta la circulación del aire que Munido de mate y fruta, subo a ejercer de deshollinador de
acalla las ideas. Me inyecto insulina, despierto a Graciela y la lengua; con una escala en el excusado, como Leopold
mientras preparo el desayuno calculo cuánto puedo Bloom.
zamparme sin estropear los cuidados. Con la lectura de los
diarios, papel y pantalla, se cumplen la participación en el
mundo, la presunción de favorecer las causas justas y la
En mi altillo idílico, el papelerío de vario, libros de todo
barbarie de paladear la tostada ante la foto de cincuenta
género y postura, mamotretos de referencia, dosieres,
cadáveres egipcios o el hacha neolítica que han
recortes de prensa, facturas, libretas, es el retrato de un
descubierto en Shangai, porque si algo da a este rito laico
desarreglo mental que el oficio sabe instrumentar para sus
es un gusto amoral de empezar el día con historias. Pero
fines. Lenguas, gramática, hermenéutica, ejecución, orden persona veraz. Qué suerte: es importante que este libro se
de los componentes, argumentación, sucesiones y lea en castellano. Lo único que la certera, libertaria editorial
sincronías, tonos, trayectos, criaturas, culturas, técnicas, española Alpha Decay consiguió del agente es un infecto
lugares: la traducción me ha pautado la vida en una suerte pdf de pruebas sin corregir. Me lo paso detectando títulos
de nomadismo sedentario. Nueve y diez. El original va a inexactos, nombres mal escritos, inconsecuencias
sostenerme mejor que una costumbre. temporales, diferencias de número gramatical; pero Kraus
reparte su abundancia en una prosa fina, desenvuelta,
jovial: un peligro para el traductor. El mero título ya es un
aprieto: aunque quise ponerle Me encanta Dick, ya que Dick
El libro es I Love Dick, una novela de la estadounidense
es no sólo el diminutivo de Richard (origen germánico;
Chris Kraus, cineasta, videasta, performer, profesora de
significado: “rey poderoso”), sino también polla, pija, etc, me
cine en Suiza y de escritura creativa en San Diego, editora
conformaría con Quiero a Dick pero la editora se inclina por
de Semiotext; una vanguardista temeraria que impulsó un
Amo a Dick, que es pertinente pero me incrusta en una
feminismo herético, animó la escena experimental
delicuescencia culebronera que exclama tanto “Te amo”
neoyorquina de los 70 y, en tiempos de Reagan y el
como “Amo el helado”. Igual allá voy, expectante porque,
yuppismo vio morir de amargura, SIDA o suicidio a muchos
como suelo hacer para agregar interés, no leí todo el libro.
amigos suyos de talento inoportuno. He mirado fotos en la
web: temibles ojos claros de judía; un menudo volcán de
energía práctica. La novela empieza la noche de 1994 en
que Chris Kraus, cineasta con un proyecto encallado, y su Hoy Chris, después de estrellarse dos años con la mudez
marido el profesor Sylvère Lotringer cenan con el conocido de Dick, y de haber cruzado Estados Unidos en unas
y algo misántropo crítico de arte y teórico cultural Dick y semanas, maneja (conduce) rumbo a una cita crucial que él
toman unas copas en su casa. Chris va a cumplir cuarenta. le ha concedido en su recoleta casa de Antelope Valley,
De vuelta en el hotel, dice que se enamoró de Dick. Para California. Leo: The Story of Route 126 reads like a secret
que prospere un sentimiento que la saca del letargo espíritu- story of Southern California. It runs West into Ventura
sexual decide seducirlo. Sin empacho, le deja llamadas en Country from Valencia, a former Indian burial ground. Uf, ese
el contestador, le envía faxes y lo bombardea con algunas it de la segunda frase designa route, cuando el sujeto de la
de las cartas complejas y descarnadas que escribe, muchas anterior es the story. Voy a infringir la norma castellana;
a medias con Sylvère, que lo toma como un juego de adhiero más a la idea de alterar el idioma de llegada con
solidaridad con ella. Dick jamás contesta. El proceso, con formas ajenas que a la de forzar el original a una naturalidad
incidentes y un par de ambiguos encuentros fugaces de los autóctona; hay que rascar la corteza. Además, quizá sea el
tres, termina cuando ella decide separarse. Fin del cuento el que corre, junto con la carretera. Para más, acá
patetismo. En la segunda parte Chris se obstina sola en decimos ruta, claro; pero traduzco para España. Así que: El
persuadir a Dick de que un tipo inteligente como él no puede cuento de la carretera 126 se lee como una historia secreta
fingir indiferencia ante tan bruto ataque del deseo de otra. A del sur de California. Rumbo al oeste desde Valencia, entra
mí, la veleidad juguetona de esa pareja libresca me en el condado de Ventura, en otros tiempos un cementerio
repugnaba un poco; ahora ya admiro la valentía de Kraus – indio. Doy un paseíto googliano por el condado de Ventura.
porque los tres personajes son reales—, y la vehemencia Me acuerdo que hace muchos años, cuando traducía a
por tocar fondo. ILD es un libro pleno de situaciones máquina con la copia en carbónico que me exigían, corregir
cambiantes, sentimiento terco, síntomas, manía, retratos era tan engorroso que pensaba el párrafo en conjunto, algo
generosos y venganzas, de arte, literatura e imaginación esencial si por ejemplo eran párrafos de Harold Brodkey. Así
analítica, de paisajes, esnobismo y dolor: la experiencia de desarrollé un golpe de vista que ahora, que en la pantalla es
una mujer que destroza de su personalidad, y la expone tan fácil enmendar sobre la marcha, me permite montarme
impúdicamente sin escatimar enfermedades ni sordidez, en la frase como un ciclista con canasta, corrigiendo la
porfiando por rehacerse en una escritura en primera dirección con manubrio, un poco de freno y cambios. Uno
siempre está en medio de una frase; y entre lo que ya adiposo debe de estar allí. El 80% de los coloquialismos son
escribió, y es pasado, y el descubrimiento que vislumbra efímeros. Mi ilusión no es el ya descartado, imposible idioma
cerca del punto está el momento de pugna con las palabras neutro, sino una mezcla de variedades léxicas y
en un umbral: esa duda inexhorable es la fatiga del oficio, entonaciones, si lograse colársela a un editor, porque a fin
pero también la dádiva. El tiempo pasa en períodos de cuentas el contexto aclara sentidos, el oído del
gramaticales de una mente que se ha vuelto transporte. A menguante número de lectores está habituado a argots
la vez, entre cada término y su traducción el referente se surtidos y sobre todo porque, si bien las variedades
desdibuja, o más bien se amplía, y como en las metáforas regionales difieren cada vez más, los vínculos de cada
segrega algo más. Traducir es cometer fatalmente una traducción no son con una identidad cultural basada en
inexactitud fecunda tras otra; pero, entregado como está a localismos sino con la lengua politonal creada por la historia
la sucesión de frases, al rato ya no sabe quién las está y el corpus de las traducciones; y es ahí donde la riqueza de
cometiendo. También compone, visto que el ritmo de una la tradición se deja revolver por las novedades y
prosa está en el orden de los componentes de la frase, y la contravenciones. Las lentas metamorfosis de ese tejido,
el ordenamiento de las frases es distinto y característico en hecho de cuidados, rigor, fracasos, escrutinio, rabia y amor,
cada idioma. A la vez uno escucha una historia y aprende, son la mejor posibilidad de que el español vuelva a ser la
aprende. En realidad es la mezcla de atención, reflexión, lengua franca de desarraigados que fue en origen. También
entretenimiento y abandono al ritmo la que escande, no el de que mantenga la densidad histórica de las palabras, la
tiempo sino la frase que se obtendrá una vez distribuida la sintaxis pragmática y la plasticidad que hoy pierde para
carga. En la desmesurada carta que le escribe a Dick reducción de los límites de nuestro mundo, borrado de los
mientras viaja a la cita, Chris alterna el relato de un viaje a matices de lo real y creciente impotencia imaginativa e
Guatemala, el genocidio y la lucha de una periodista inopia del usuario. No es lo mismo tocó su hombro que le
neoyorquina casada con un dirigente indio –lo asesinaron— tocó el hombro, ni que se tocó el hombro. No es lo mismo
con recuerdos de un programa de arte feminista de 1972. malicia que perversión. Fascismo, nazismo, populismo y
De golpe tropiezo. Artists in the program wanted, according autoritarismo son fenómenos diferentes, como lo son la
to Faith Wilding, to “represent our sexuality in different, more ambición, la pretensión y la codicia, un despistado, un
assertive ways. “Cunt” signified to us an awakened incauto y un pelotudo. Algo mucho más político se juega en
consciousness of the body”. Escribo Según Faith Wilding las estos detalles que en importar un coño. Y, políticamente, en
artistas del programa…, y tardo unos segundos en optar por todo caso, el problema no radica en qué es lo culturalmente
coño. No es que la palabra me arredre, y tampoco que me auténtico y acaso liberador, sino que la corrección venga
apene ceder. He vivido dos décadas en España, cuatro en impuesta por una alianza entre la Real Academia y los
Argentina y he oído centenares de doblajes a muchas grandes grupos editoriales españoles que a través de
variedades del español, así que tan natural me resulta coño instituciones truculentas, como la Fundación del Español
como concha, chocho o mamey. Qué precioso es el idioma. Urgente, quieren dictar las normas que aseguren la
Pero me pesa la sombra de la traición a la localidad, un preponderancia de la industria centralista sobre la bulliciosa
cargo que se ha sumado a la histórica vileza del tradittore. hueste de pequeñas editoriales latinoamericanas.
Cuántas veces oigo a enteraditos rezongar porque leen Aceptaremos todas las contaminaciones si son mutuas;
chaval o gilipollas o cerilla. Ya podrían entender que las pero exigimos que cada país pueda elegir qué libros
diferencias insalvables entre formas locales no son de traduce, obtener los derechos, distribuirlos en toda la
léxico. La concepción de un mundo local está inscrita en la geografía del idioma.
entonación, la prosodia, en los usos de los tiempos verbales
y los pronombres de mostrativo, en el montaje de la frase.
La diferencia es entre ¿Ha traído usted un mechero, Ailín?,
Suena el teléfono. Es una promoción. Vuelve a sonar y
con inflexión en mechero, y Ailín, ¿usted trajo un
atiende Graciela. Vuelve a sonar. Es la contadora, que me
encendedor?, con acento suspicaz en “trajo”. A lo sumo
pide datos para la recategorización del monotributo. Así no
entre nuestro fluido Luis debe estar ahí y el correcto pero
se puede. Anoto: limpiar los quemadores de la caldera. Ha dejar de escribir sería el lujo máximo, el verdadero triunfo
llegado Nina, que comenta que este año los jazmines van a sobre el tiempo y el yugo de tener que ser alguien.
brotar pronto y me recuerda que cambie el cable de la
plancha.

Chris, que ya en casa de Dick empieza a emborracharse


ante la impavidez de él, comprende que no es muy seductor
Las 11.30. Para Chris, las 8.05 pm ya, y Dick la esperaba a explicarle una idea que tuvo investigando una huelga de
las 8. Cuando al fin deja la carretera 126 en la salida a obreros de la Coca-Cola en Guatemala. Topo con el verbo
Antelope Valley siente unas ganas terribles de orinar (¿o rant on y tengo que buscarlo por milésima vez: es uno de
mear?; ya veré). I didn´t want to have to do it the moment I esos barrancos insondables de la memoria; un lapsus
walked into your house, how gauche, a telltale sign of female repetido. Para abreviar, busco en el Word Reference.
nervousness. Estas frases con sintagmas yuxtapuestos me Mientras leo perorar y valoro si en el contexto no es mejor
huelen mal. Probemos: No quería hacerlo… No: No quería despotricar, desde la banderola de la página me asalta la
tener que hacerlo no bien entrara a tu casa, vaya torpeza foto del candidato a senador Daniel Filmus y en seguida la
(para no repetir que), un signo delator de nerviosismo de la candidata Gabriela Michetti, que desde izquierda y
femenino. Desde la escalera Nina pregunta: ¿Cómo? No, derecha practican por igual la adulación del pueblo
nada, hablaba solo. Es que constantemente digo las frases argentino, o la gente. La discusión de rant on en el foro del
en voz alta, sin percatarme, y me lo apruebo pensando WR contiene mucho entusiasmo afable, sed de contacto,
cuánto de oración tiene este trabajo. Más: la oración, la poco saber y menos puntería. Esto me pasa por no ir
lectura constante en voz alta o en silencio, un uso de las directamente al Oxford. Mi trabajo se ha acanallado (y ahora
horas que no es del mundo pero obedece a una regla, la encima está desprotegido, porque suena el teléfono y es
pertenencia a una especie de cenobio disperso, la atención una encuesta; corto). Cierto que antes (¡antes!) había que
concentrada en cada acción pequeña o grande (“como el repasar 354 páginas para corregir todas las apariciones de
herrero que golpea el metal”, dice Basilio) lo acercan una palabra mal traducida, lo que ahora hace el buscador.
bastante a los “deberes del oficio” del monje. Un ascetismo Había que manipular diccionarios corpulentos y pasar horas
inmerso en la palabra. La fusión de tiempo y vida en operar en la biblioteca confirmando referencias. Internet ahorra
con el lenguaje. Qué fantasía. Porque conviene no olvidar todo eso, y por añadidura posibilita tours de conocimiento
que la espiritualización de la obra de manos, como cuando instantáneo. Después se manda el archivo y listo. Pero en el
se compara traducción o rezo con herrería, sería una mundo on line las editoriales, como casi todo empresario y/o
precursora de la ascesis protestante del trabajo que en consumidor, multiplican el vértigo de la programación, la
versión secular es el capitalismo. Es cierto, Max Weber, no ansiedad y el apremio, y lo que se ahorra en manejo de
puedo esconder que trato de apurarme. Tengo que hacer papeles se pierde en distancia lúcida con el texto. Y no es
no menos de 8 páginas si quiero que la jornada rinda. Hay que ahora gane mejor. Lo que tengo es posibilidades de
que sudar tinta más horas si quiero comprarme tiempo para ubicuidad, una memoria mil veces más poderosa que la mía;
escribir. Trabajaría más cómodo para Argentina (usaría como dice Serres, una imaginación equipada con millones
coger en vez de follar), si pudiera llegar a fin de mes con las de íconos y programas que razonan lo que yo nunca podría.
infamantes tarifas argentinas. ¿Tendré que admitir que todo Tengo una cabeza objetiva en las manos, en el teclado de
se reduce al dinero? Bueno, si bien el trabajo del traductor la computadora, en el celular, y puedo desalojar información
transcurre en un tiempo reglado, homogéneo, una vida no de mi cabeza, lo que por otra parte podría favorecer la vía
es una sucesión de unidades discretas: uno muere y renace, zen hacia la comprensión de que la realidad es el vacío y el
mueren y nacen otros, hay accidentes, hallazgos y fiesta. vacío es eternamente generador. De hecho ya soy otro; una
Hay una economía no restringida dentro de la cual escribir simbiosis cerebro-máquina con la mente fuera de mí; una
es un lujo gratuito, ¿no lo dijo Bataille? Cierto también que inferfaz. Si se corta la luz me vuelvo un discapacitado. Los
libros habrían debido convencerme de que una cabeza bien
hecha es preferible a un saber acumulado. Pero traducir hirientes de Hannah Wilke, los usos del maquillaje y los
alienta la curiosidad, y todos los días corroboro que la buena puntos suspensivos de la prosa de Céline. Me obligo a hacer
condición de una cabeza depende de lo que aporte el una pausa. Hay libros que concentran y libros en expansión
lenguaje. Mientras, la civilización, digital o analógica, sigue incesante. Parado ante la ventana, veo que la aguja de la
atada al formato página. En mi economía, cada página es iglesia de San Patricio, reminiscencia de Irlanda y de curas
una cifra. argentinos desaparecidos, pica el cielo helado, lo astilla y
que en cada cristal pululan miríadas de asociaciones que
disparó la cabeza abarrotada de Kraus hasta que el
conjunto echa a rotar, estremece un ciprés y a medida que
A las 12.40 estoy bien sumido en la novela. Ya unas páginas
el movimiento se realimenta me abduce a un ámbito
después, Chris le cuenta a Dick que abandonó a su marido.
sintético donde las botas que dentro de una página Dick le
Hmm, dice él; me lo esperaba. Para llenar la vaguedad, ella
sacará a la hirviente Chris y el mate que tengo en la mano
vuelve a parlotear sobre la emergencia del terror en
son signos de una mnemotecnia que representa el universo
situaciones de conflicto; pincha a Dick con la superioridad
entero. Ah, Giordano Bruno, traducir es la entrada al infinito
de los estudios de casos sobre las generalizaciones
múltiple y uno. Pero suena el timbre. Bajo a abrir. Es el
teóricas. Agotados los temas, él la mira fijo. -¿Qué quieres?
medidor del gas. En cuanto cierro la puerta vuelven a tocar.
–Una pregunta directa teñida de ironía. En esto una
Traen libros. Una vez arriba de nuevo, leo que Chris
languidez ansiosa en el diafragma me susurra a mí que me
reflexiona: qué autorreferencial es el delirio. Y a poco de
está bajando el azúcar. Arranca la taquicardia. El sudor frío.
seguir me encuentro con steep y disgustado con mi
Me levanto temblando, agarro el tazón de fruta y la devoro,
memoria voy al diccionario para encontrar: abrupto,
sentado de nuevo, obcecado en avanzar una línea más, a
escabroso, ¡escarpado! Cuántas palabras preciosas se
los tumbos entre adjetivos y desconsolado de que Chris diga
desvanecen hasta perderse. Nunca indagué francamente
I want to sleep with you. I want us to have sex together. Es
en el significado psicológico de estos innúmeros resbalones
que “tener sexo” es una expresión absurda y rústica, que
en mismas piedras. En cambio conservo desde hace treinta
empapó toda la lengua desde el reino del spanglish y cuya
años es un cuadernito donde fui y sigo haciendo antojadizas
sola virtud, pienso, es haber señalado cuán mojigato es
selecciones de lunfardo, españolismos, americanismos, y
“acostarse”, no digamos ya “hacer el amor” en una situación
de tecnicismos, de la pesca a la astronomía, y de giros oídos
como la de este libro. Querría inventar un giro a la vez
a mis tías o a los borrachos del barrio del Raval, y de
lúbrico y moderado, lograr que se naturalizara como el
hallazgos del venero de la literatura, todo cada vez más
inglés have sex. “Hacer sexo”, tal vez, pero no va a colar.
confundido. Palabras precisas de una falsa opacidad,
No. Ya que Chris ama a Dick, como obliga el título, negocio
grimorio, arúspice, afelpado, palabras del álbum de la
falazmente un Quiero que hagamos el amor.
melancolía, canillita, cachada, cenizo, palabras que la
comunicación servil me sepultó en el sistema implícito de la
memoria: como escarpado. Así el tiempo segmentado se
Suena el teléfono. Hablo cinco minutos con un amigo. Hablo disuelve en la realidad de la duración continua. Pero ya las
otros cinco minutos con Mariana. Algo me zumba en la diligentes funciones del cerebro pasan de los ganglios
cabeza y antes de seguir reviso unas cinco páginas. Cambio basales a la corteza temporal media e invierten su esfuerzo
carreras de coches preparados por carreras de coches en dos páginas más. Dick le vuelve a preguntar a Chris qué
trucados, orgulloso de mi memoria bidialectal. Repongo una quiere. Ella dice que acostarse con él. Dick le demuele la
línea que me salté. Atravieso la plétora de realidad que visión de placer preguntándole: Why? Es una pregunta no
Kraus abarca en el relato: detalles de cuadros de Kitaj, ilógica pero ruin. Chris recuerda haber leído un manual de
efectos colaterales de antidepresivos, cómo meter el etiología de la esquizofrenia que enumera seis formas de
contenido de una casa en un guardamuebles, un extravío volver loca a otra persona. Apocada, contesta que pensó
en un bosque, escenas de infancia en Nueva Zelanda y de que lo podrían pasar bien. Él asiente y le pregunta si trajo
acoso humillante por un profesor de antropología, las fotos alguna droga. Y entonces: I was prepared for this. I was
carrying a vial of liquid opium, two hits of acid, 30 Percocet palabra por su cuenta. El traductor tiene el privilegio de un
and a lid of killer pot. Aprendo en la web que el Percocet es uso público de la palabra. Doble responsabilidad. Por eso
un analgésico narcótico muy adictivo compuesto de duda.
oxicodona y acetominofén. ¿Pero tendré que poner ampolla
o frasquito? ¿Y una yerba, una hierba o una maría (letal, o
matadora)? Ya no debería seguir ocultándome que quizás
En el almuerzo, la charla matrimonial de cuentas y tareas
no tengo gran fe en la eficacia o la factibilidad de la
comunes y obligaciones y chismes recae en la palabra
traducción. Lo hago porque me sale con cierta facilidad,
común. “El argumento de Crespo adolece de un dato
porque me sienta al carácter más que el periodismo o la
sustancial”: ese periodista no sabe que adolecer no es
enseñanza, porque no tuve la paciencia de estudiar
carecer sino padecer. La presidente se obstina en malograr
bioquímica y por tozudez. Finalmente: Sex with you is so
sus grandes condiciones de estadista tuiteando en voseo,
phenomenally… sexual, and I haven’t had sex with anyone
que “se quieren llevar puesto el país”. ¿No se da cuenta que
for about two years. Lo que, sin pensar, como un copista,
esa lengua simpaticona, nociva y pasional obedece al
altero levemente: El sexo contigo es fenomenalmente
mismo régimen que la de los que se mueren por
sexual; y yo que hace como dos años que no me acuesto
defenestrarla? Y con ella a nosotros, que tuvimos la
con nadie. Bastante fiel a la idiosincrasia del estilo Kraus.
impudicia de apoyar sus reformas. Así la historia nos derrota
¿Pasable? Vaya a saberse. Algo de lo mejor de traducir es
cíclicamente sin que el oído tome gran conciencia. La crítica
que uno se carnavaliza.
de arte PQ sostiene que una ansiedad reverbera en nuestro
corazón cuando el atisbo de una revelación asoma el
hocico”. Ah, la refinada creatividad argentina. Todo está mal
En estos momentos de tribulación se aconseja parar. Nina ahí: el verbo reverberar, que un atisbo asome, la rima
se ha despedido hasta dentro de unos días. Son las 14.35. interna. La traducción de una novela alemana ignora que si
Graciela ya volvió. Hay que comer. Como todo empleado de el pasado de un pasado no se expresa en pluscuamperfecto
la industria, por especializado que sea. la historia se esclerosa. Como leen demasiadas
traducciones estándar, muchos escritores tampoco lo
saben. De golpe me veo embutido en el escuálido repertorio
público del insulto: qué manga de ñoquis, qué ladrones. Me
Me acuerdo, sin embargo, de que a los diecinueve años,
siento desnucado por el garrote vil del idioma 2013. No se
con un inglés esencial y mucho diccionario, traduje durante
nos ocurra levantar el dedito, dice Graciela. Sí, cuidado con
días un poema de Dylan Thomas porque la música me había
envararse. Pero mientras tanto la traducción es un amparo
embobado, porque Thomas animaba al padre agonizante a
para lo único que cualquiera puede lesionar impunemente,
luchar contra la muerte de la luz, por necesidad de
¿no? ¿Y qué decir de la importancia de transmitir el
apoderarme del alma de los versos; por ver si podía
exuberante archivo de la cultura, de saber o saber corrobar
musicalizarlos en mi idioma. Así que en el comienzo la
cuál es la versión más citada de las Eneadas de Plotino, qué
literatura surgía en mí indivisa, indiscriminada. El mismo
es el Libro de Kells, quiénes son los “Hombres Huecos”, qué
egocéntrico que se apropiaba de ese poema quería poner
es un quásar y qué un loncomeo, de saber que Raymond
en el mundo un pedazo de su jactanciosa visión. También
Roussel no es “Reimon Russel” (lo he oído en eventos
compartirla, es verdad. Muy pronto el afán de distinción y la
públicos)? Si una gran tarea política del presente es razonar
imaginación, que es tan independiente, dividirían las tareas,
con calma cuánta gramática necesitamos para pensar y
y la identidad se inclinaría por el lado presuntamente más
sentir de veras, hacernos una idea de qué es imperativo
aventurado. Sí, pero, ¿no es también más amable,
eliminar de la lengua, qué destruir, qué guardar y poner a
enriquecedor y hasta generoso traducir un texto ya
disposición, el traductor puede cooperar como pocos
organizado que traducir el desgobierno de la propia y
porque está acostumbrado a dudar entre palabra y palabra.
promiscua cabeza? No sé. El traductor profesional escribe
Hay que ver cómo me doy cuerda. El problema no es que la
con la seguridad de que van a publicarlo. El escritor toma la
escoliosis sintáctica, la falta de curiosidad y el vocabulario
mísero y errado nos impidan entendernos. El lenguaje todo
es el elemento del malentendido. El problema es que
creemos entendernos, y que algunos suponen que hablan
claro y otros fingen que es posible. “La duda, en tanto que
gran don moral que el hombre podría agradecer al lenguaje
y ha despreciado, sería la inhibición salvadora en un
progreso que conduce al final de la civilización a la que cree
servir.” Esto avisó Karl Kraus en 1932, y poco después se
soltó Hitler. Dentro de un rato, bajo la ducha, voy a rectificar
todo lo que me dé cuenta de que hice mal. Como confundir
propano por butano, que desde luego no son el mismo gas.
Si hoy o mañana vamos al cine, examinaré los subtítulos
como un forense o encontraré un giro astuto que me venga
de perillas. Mientras, acá se ha largado a llover. Antes de
retomar el trabajo, un cigarrillo que ayude a cambiar de
tema. Para esto la traducción es utilísima. A su entrópico
modo. ¿Vos sabías qué es el Percocet?, le pregunto a
Graciela.

N.B.

La influencia preponderante de las traducciones en muchos


momentos de la literatura no se detiene. Basta atender a la
cantidad de novelas español de las tres últimas décadas
modeladas por el Bernhardt de Miguel Sáenz. La mitad de
la poesía argentina actual está impregnada por los poetas
anglosajones que Mirta Rosenberg y Daniel Samoilovich han
traducido para “Diario de Poesía”. Y me consta que ninguna
obra de los muchos narradores que leyeron El curso del
corazón, de M. John Harrison (Minotauro), dejó de acusar
el efecto de bruma y desasosiego psicofísico que emana de
la traducción de Andrés Ehrenhaus. Hay más ejemplos de
sobra.

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