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La segunda muerte de Josef Mengele,

el sanguinario médico nazi que se


ocultó en Brasil
• Thomas Pappon
• BBC Brasil

2 marzo 2019

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA MAJA HELMER


Pie de foto,
En 1985 científicos alemanes utilizaron una técnica innovadora de
sobreponer imágenes para confirmar que el cráneo exhumado en
Embu era de Josef Mengele.
La noticia, divulgada por todo el mundo, resonó como una
bomba: 40 años después del final de la Segunda Guerra
Mundial, Josef Mengele, el médico de Auschwitz conocido
como el "Ángel de la Muerte" y uno de los criminales de
guerra más buscados del mundo, había muerto.
Por lo menos eso es lo que le confirmó la policía alemana a la
familia del médico en Guenzburg, Baviera, en mayo de 1985.
Como prueba, se presentaron cartas escritas por el médico a
su único hijo, Rolf, y a un encargado de la empresa familiar, la
fabrica de máquinas agrícolas Karl Mengele & Sohne.
La familia de Mengele dijo que se había ahogado en 1979, en
una playa de Bertioga (Sao Paulo), en Brasil, probablemente
a causa de un derrame, y que había sido enterrado en la
ciudad de Embu bajo la identidad falsa que venía usando: la de
un amigo austriaco llamadoWolfgang Gerhardt.

• Josef Mengele, el temible "ángel de la muerte" nazi que


murió en Sudamérica hace 40 años

Pero inmediatamente surgieron teorías de que la muerte


había sido fingida. Sólo la ciencia podría probar que Mengele,
de hecho, había muerto, confirmando que los restos mortales
enterrados en Embu eran suyos.

"Él era el criminal de guerra nazi más buscado del mundo,


luego de que Eichmann (considerado el "arquitecto del
Holocausto") fue arrestado, juzgado en Israel y ejecutado",
cuenta a BBC New Brasil el estadounidense Eric Stover.
Stover fue contratado en esa época por el Centro Simon
Wiesenthal para reunir a un grupo de científicos forenses y
llevarlos a Brasil.
"Muchos sobrevivientes del Holocausto estaban disgustados,
se preguntaban cómo era posible que Mengele hubiera
podido escapar por tantos años... Era importante cerrar ese
capítulo, era importante saber que ese hombre estaba muerto".

El "Ángel de la Muerte"
El capitán de la SS (la Schutzstaffel, fuerza paramilitar del
Partido Nazi) y médico Josef Mengele llegó al campo de
concentración de Auschwitz en mayo de 1943.
Inspirado en teorías raciales nazis, realizó experimentos en
más de 3.000 gemelos que le eran entregados tan pronto
como llegaban al campo.
FUENTE DE LA IMAGEN,KARL HOECKER/MUSEO DEL
HOLOCAUSTO
Pie de foto,
Mengele (segundo desde la izquierda) fue apodado el "Ángel de la
Muerte" por el modo frío e indiferente con que despachaba a los
prisioneros a su muerte.
Mató a cientos y disecó sus cuerpos. Sólo 200 de los llamados
"gemelos de Mengele" sobrevivieron, entre ellos la judía polaca
Jona Laks, deportada del gueto de Lodz a Auschwitz con su
hermana gemela a los 14 años.
En una entrevista del archivo de la BBC, ella contó que
"Mengele realizó experimentos de inusual crueldad, como
cirugías o extirpaciones de órganos sin anestesia".
"Si uno de los gemelos se enfermaba y moría, el otro era
inmediatamente asesinado", recordó.

• El fascinante misterio del pueblo con más gemelos del


mundo

Según el Museo del Holocausto, en Estados Unidos, a


diferencia de lo que muchos suponen, Mengele no era el
médico jefe del complejo de Auschwitz. "Esa 'distinción'", dice
el sitio del museo, "pertenecía al capitán de la SS, el doctor
Eduard Wirths".
Pero a partir de noviembre de 1943 Mengele dirigió el cuerpo
médico del campo de Birkenau, el mayor de los 40 campos
de Auschwitz.
Cerca de 30 médicos trabajaban en Birkenau. Parte de su
trabajo era "seleccionar" a los prisioneros que llegaban al
campo, decidiendo entre quienes servirían para realizar trabajo
forzado y los que irían inmediatamente a las cámaras de gas.
Por el modo frío e indiferente con que despachaba a los
prisioneros a su muerte, con un gesto de la mano derecha, y
porque -según relatos de sobrevivientes- estaba en la rampa
donde se realizaba la selección incluso en sus momentos de
descanso, Mengele recibió el apodo de "Ángel de la muerte".

FUENTE DE LA IMAGEN,ARCHIVO ESTATAL


BIELORRUSIA/MUSEO DEL HOLOCAUSTO
Pie de foto,
Niños sobrevivientes de Auschwitz.
Hoy se sabe que después de la guerra pasó un tiempo
escondido en una granja en Baviera. En 1949, huyó a Génova,
Italia, desde donde embarcó a Argentina con un pasaporte
emitido por la Cruz Roja. Vivió en Argentina vendiendo
máquinas agrícolas de la fábrica de su familia.
A finales de los años '50, cuando se vio amenazado de
extradición,huyó a Paraguay. Poco después, huyó de nuevo,
hacia Brasil.
En los últimos años vivió en granjas y casas en Nueva Europa,
Serra Negra, Caieiras y Diadema, en el estado de Sao Paulo,
antes de mudarse a la capital paulista a mediados de los '70,
donde adoptó la identidad de un amigo, Wolfgang Gerhardt,
quien, antes de regresar a su país natal, le había pasado sus
documentos.
Investigación forense pre-ADN
Los restos de Wolfgang Gerhardt/Josef Mengele,exhumados
por la Policía Federal (PF) en el cementerio de Embu en junio
de 1985, fueron examinados en el Instituto Médico Legal de
Sao Paulo por especialistas brasileños, pero también algunos
de los científicos forenses más respetados del mundo.
Había dos equipos de EE.UU.: el del Centro Simon Wisenthal y
otro del Departamento de Justicia, además de un tercero de
Alemania Occidental.
En medio de lo que Stover -quien en la época era director del
programa de Ciencia y Derechos Humanos de la Asociación
Americana para el Avance de la Ciencia y contaba con la
experiencia de organizar equipos de identificación de restos en
Argentina- llamó "un gran circo mediático", los científicos
reunidos en Sao Paulo tuvieron que evaluar si los restos
exhumados eran de un hombre sobre el que no se sabía casi
nada desde 1945.
Las técnicas de identificación por ADN aún no habían sido
desarrolladas y recién se usarían años más tarde.
Expertos brasileños, estadounidenses, alemanes e israelíes
participaron de la investigación.
"Las evidencias físicas ante mortem eran mínimas", cuenta
Stover. "De los registros de la SS teníamos sólo la altura y la
circunferencia de la cabeza. Cuando empezó la investigación,
descubrimos que la altura era consistente, que era del sexo
masculino, caucásico".
"Uno de los antropólogos forenses, Ellis Kerley, había
desarrollado una técnica de conteo de osteones en huesos. A
medida que envejecemos, nuestros huesos se vuelven más
frágiles. Si usted hace un corte transversal en el fémur, puede
contar los osteones para identificar la edad de un esqueleto".
"Kerley estimó la edad del esqueleto como la de alguien en la
franja de los 60 años (Mengele tenía 67 en 1979)".
Los expertos también encontraron evidencias de una fractura
en la cadera que pudo haber resultado de un accidente de
motocicleta que Mengele habría sufrido en Auschwitz.
También se encontraron rastros de fracturas curadas en el
hombro, en la clavícula y en el pulgar derecho; y una depresión
en el hueso maxilar izquierdo, posible consecuencia de una
sinusitis crónica.
"El cráneo también exhibía un diastema, una separación entre
los dientes frontales, presente en cerca del 11% de la
población. Las indicaciones eran, en fin, consistentes con las
evidencias, pero lo que faltaba era una radiografía, lo que (en
la época) era como una huella digital", recuerda Stover.
El informe final
Al final de los exámenes, los expertos estadounidenses se
reunieron en el hotel donde estaban alojados para preparar su
informe. La redacción quedó a cargo de Stover.
"La preponderancia de elementos sugería que se trataba de
Mengele, pero en la reunión hubo un gran debate sobre si decir
que eso era 'altamente probable' o 'con razonable certeza
científica', debido a la gran presión sobre el equipo".
"La carrera de los científicos forenses estaba en juego. El clima
era bastante tenso".

FUENTE DE MAJA HELMER


La investigación de 1985 concluyó que se trataba de Mengele, pero
dejó lugar a muchas dudas. (Aquí la noticia en "Folha da Tarde" del
22 de junio de 1985).
El informe de los estadounidenses concluyó "con razonable
certeza científica" que el cuerpo era de Mengele.
El equipo alemán también llegó a la misma conclusión por el
análisis que hizo del cráneo, usando una técnica de
superposición de imágenes desarrollada por el antropólogo
Richard Helmer.
Helmer superpuso fotos del criminal nazi sobre imágenes del
cráneo y constató consistencias en áreas clave como ojos,
boca, nariz y barbilla.
En una presentación ante la prensa, el 21 de junio, el jefe de la
PF brasileña, Romeu Tuma, confirmó la identificación y la
muerte de Josef Mengele y representantes de los tres países
explicaron sus hallazgos.
Los científicos resaltaron que su veredicto no estaba basado en
un examen conclusivo, sino en las varias evidencias que daban
consistencia a la tesis de que era Mengele.
El dentista de Santo Amaro
Recién en marzo de 1986, varios meses después, vendría la
confirmación, gracias a lo que Stover compara con una "huella
digital": la comparación del esqueletocon una radiografía.
Y solo fue cuando Tuma anunció el descubrimiento de una
radiografía de Mengele, y que expertos estadounidenses y
brasileños confirmaron que la misma era del cráneo exhumado
en Embu, que Tuma consideró el caso oficialmente cerrado.

La investigación de 1985 concluyó que se trataba de Mengele, pero


dejó lugar a muchas dudas.
El descubrimiento de la radiografía se debió al trabajo de
"detective" del entonces cónsul estadounidense en Sao Paulo,
Stephen F. Dachi, descrita en periódicos estadounidenses y
narrada por el propio Dachi más tarde para la Asociación para
Estudios y Entrenamiento Diplomático en EE.UU.
Entre el material hallado por la policía en las casas en las que
Mengele vivió en Sao Paulo y sus alrededores, había una
agenda, cuya autenticidad fue comprobada por especialistas
en caligrafía del Departamento de Justicia estadounidense.
Y estos expertos le informaron al cónsul que en la agenda
Mengele mencionaba haberse realizado un tratamiento
dental.
La agenda hacía una sola mención a dos consultas, realizadas
en diciembre de 1978, con el "Dr. Gama en Sama".
"Tan pronto como volví a Sao Paulo le di la información a la
PF", dijo Dachi. "Después de dos o tres semanas regresaron y
me dijeron: 'No hemos podido encontrarlo (el dentista)'".
La preponderancia de elementos sugería que se trataba de
Mengele, pero en la reunión hubo un gran debate".
Eric Stover

A pedido del Departamento de Justicia, Dachi continuó la


investigación por su cuenta, ya que, según él, "la Policía
Federal brasileña no era capaz o no quería hacerlo".
Dachi le contó al diario estadounidense The New York Times
que había notado en la agenda que a Mengele le gustaba
abreviar nombres, y se dio cuenta de que "Sama" podría ser
"Santo Amaro".
Con la ayuda del vice-cónsul, Fred Kaplan, consultó ediciones
antiguas de las Páginas Amarillas y llegó al nombre del doctor
Hercy Gonzaga Gama Angelo, en Santo Amaro.
Acompañado por un agente de la PF, Dachi visitó al dentista,
quien confirmó haberle realizado un tratamiento en las fechas
mencionadas por Mengele al pacientePedro Hochbichler, el
primer nombre falso que usó Mengele en Brasil.
Gama no tenía una máquina de Rayos X pero recordaba al
dentista al que había referido al paciente para su tratamiento: el
doctor Kasumasa Tutiya, cuyo consultorio quedaba a sólo unas
cuadras de allí.
El antropólogo alemán Richard Helmer concentró su investigación en
el cráneo, pero la evidencia clave fueron las radiografías dentales
halladas luego.
Recordando la visita a Tutiya, Dachi dice que le preguntó "de
forma casual" al dentista si él tenía "alguna radiografía" de
Hochbichler. "Y él dijo, 'espere un minuto', y volvió 30 segundos
después con ocho placas dentales".
Consultado por BBC News Brasil, Tutiya no quiso hablar sobre
el caso, que considera "un episodio cerrado en mi vida ".
Finalmente, el ADN
Incluso con la radiografía reforzando aún más la conclusión de
los científicos, todavía había un actor importante que no estaba
convencido: Israel.
Stover contó que "alguien de la Inteligencia de
Israel" acompañó el trabajo del equipo internacional en 1985,
sin dar más detalles.
"Los israelíes no aceptaron el informe forense de 1985. Ellos
esperaron el análisis de ADN. El hijo de Mengele, Rolf, y su
mujer, Irene, se resistieron, pero acabaron cediendo muestras
a principios de los años 1990".
Un análisis de ADN en 1992 fue la prueba final de que se trataba de
Mengele. Aunque Israel aceptó la evidencia, aún hoy persiste el mito
de que la muerte fue ficticia.
La prueba de ADN, la conclusión final de que Mengele
estaba muerto, fue realizada en 1992 por el británico Alec
Jeffrey, uno de los pioneros de la identificación genética en el
mundo, e Israel aceptó el resultado.
¿Por qué no fue atrapado Mengele?
Buscado por crímenes de guerra y otras atrocidades, Mengele
escapó de la Justicia por más de 30 años y murió dándose un
baño en una playa. Hasta hoy muchos se preguntan por qué
nunca fue atrapado por las autoridades.
Para Stover, quien luego participó en investigaciones
internacionales de fosas comunes en la antigua Yugoslavia y
en Ruanda y hoy dirige el Centro de Derechos Humanos de la
Universidad de California, en Berkeley, Mengele se benefició
indirectamente de la creciente tensión entre árabes e
israelíes en Medio Oriente.
"El Mossad (servicio de inteligencia de Israel) estuvo en Brasil y
se cree que en una ocasión llegó a hablar con Mengele, pero
nunca lo detuvieron porque a principios de los años '60 el foco
de la inteligencia israelí se distanció de la caza de nazis y se
volvió hacia los vecinos, en particular Egipto, que estaba
desarrollando un programa de misiles", dice.
Francamente, creo que nadie lo estaba
buscando".
Norman Stone

El historiador británico Norman Stone, que hablaba alemán y


participó en un panel de expertos que autenticó las cartas de
Mengele presentadas por la familia en Guenzburg, le dijo a la
BBC en 1985 que Mengele nunca fue atrapado porque
"francamente, creo que nadie lo estaba buscando".
"Él se estaba escondiendo en los lugares más obvios, creo que
Israel se llevó tantas críticas por la captura de Eichmann que
decidió no realizar otros secuestros de ese tipo".
"Creo que los alemanes occidentales también debían tener
sus razones para no empeñarse".
"Mengele se escondía en lugares obvios, se correspondía de
manera obvia con personas obvias y era ayudado por personas
obvias. Para mí, el fracaso en detenerlo es casi
incomprensible".

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