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TESTAMENTO DE MOISES Y vendrá sobre ellos un segundo castigo y una cólera como no les había sucedido desde el

comienzo del mundo hasta aquel momento, en el que se suscitará contra ellos el rey de reyes de
Esta obra, llamada también Asunción de Moisés, contiene una parte que es un apocalipsis. El la tierra y soberano de gran poderío, que crucificará a quienes confiesen su circuncisión. Y a
escrito en su conjunto recoge las palabras de adiós de este personaje, antes de morir, a su quienes la nieguen torturará y entregará para que aherrojados sean conducidos a prisión. Y sus
sucesor Josué, que sirven como su testamento. En esta alocución Moisés predice la historia de mujeres serán ofrecidas a los dioses de los gentiles, y sus hijos pequeños serán operados por
Israel desde la entrada en el país de Canaán hasta el final de los tiempos. El texto se nos ha puericultores para que les rehagan el prepucio. Y otros entre ellos serán castigados con torturas,
transmitido incompleto, y hace una insistencia especial en los hechos que van desde el rey fuego y espada, y eran forzados a llevar en público sus ídolos, impuros como son, al igual que
Herodes el Grande hasta la quema de una parte del Templo de Jerusalén en la primera revuelta quienes los guardan. Y por quienes los torturan serán igualmente forzados a entrar en el lugar
de los judíos (tras la muerte de Herodes en el 4 a. de C.), que acabó trágicamente con la muerte secreto para ellos, y con aguijones serán obligados a blasfemar injuriosamente contra la Palabra
de muchos israelitas a manos de los romanos. Según el autor, tras estos hechos vendrá pronto el y, finalmente, contra las leyes y cuanto tengan sobre su altar.
fin del mundo.
El análisis del contenido de la obra lleva a la conclusión de que su autor pertenecía a un medio El levita Taxo y sus siete hijos
sectario judío con una mentalidad afín a los esenios, aunque no necesariamente vinculada a la Entonces en aquel día habrá un hombre de la tribu de Leví, cuyo nombre será Taxo, quien,
ideología especial de los esenios de Qumrán, que formaron probablemente un grupo aparte teniendo siete hijos, les dirá, exhortándolos:
dentro de la secta. Este autor está convencido de vive al final de los tiempos. -Mirad, hijos míos, he aquí que ha sobrevenido al pueblo una segunda venganza cruel e impura,
La obra se debió componer en Israel poco después de los últimos acontecimientos recogidos por repetición inmisericorde y superior a la primera. Pues ¿Qué nación, qué país, o qué pueblo de
ella –hechos presentados como una profecía, naturalmente-. Por tanto, entre los años 7 y 30 de los impíos respecto al Señor, que cometieron muchas abominaciones, ha sufrido tantos males
nuestra era. como los que nos han alcanzado? Ahora, por tanto, hijos míos, escuchadme; ved, pues, y sabed
Aunque se nos ha conservado solo en latín y en un único manuscrito, el texto es una traducción que ni nuestros padres ni sus antepasados tentaron nunca a Dios de suerte que llegaran a
del griego, el cual, a su vez, se remonta a un material semítico en hebreo o arameo. transgredir sus mandamientos. Sabéis ciertamente que estos constituyen nuestra fuerza. Esto
Lo más original de este “testamento” es que presenta una doctrina escatológica sin mesías. El haremos: ayunemos durante tres días y al cuarto entraremos en una cueva que hay en el campo y
enviado celestial, que introduce los últimos tiempos, es una figura angélica, y el misterioso muramos antes que transgredir los mandamientos del Señor de los Señores, del Dios de nuestros
personaje que con su recto proceder hace que Dios apresure el final del mundo es un levita, padres. Pues si hacemos esto y morimos, nuestra sangre será vengada ante el Señor.
llamado Taxo, que tiene una función mesiánica: es simplemente la figura ideal de un judío
piadoso, que cree que en la retribución final divina y que está dispuesto a sufrir incluso el Intervención celeste y fin del mundo
martirio por ser fiel a la Ley y a la alianza con el Dios de Israel. Entonces se manifestará su reino sobre toda su creación, entonces el diablo tendrá su fin y la
(1) Lamentablemente por el momento me es imposible publicar el texto completo como siempre tristeza se alejará con ella. Entonces será investido el Enviado, que en lo más alto se encuentra
fue mi proceder, pero dado la importancia de esta obra, juzgue conveniente hacerlo así. establecido, y al punto los vengará de sus enemigos. Pues se levantará el Celeste de su trono real
y saldrá de su santa morada, inflamado de cólera a favor de sus hijos. Temblará la tierra, hasta
La guerra anterior al fin de los tiempos. sus confines será sacudida, y las altas montañas serán abatidas […]. El sol no dará luz y en
tinieblas se tornarán los cuernos de la luna, se romperá y se convertirá toda en sangre, y la órbita
Entonces se alzarán contra los justos reyes poderosos que serán llamados sacerdotes del de las estrellas se alterará. El mar hasta el abismo se retirará, las fuentes de las aguas cesarán, y
Altísimo, pero realmente obrarán la impiedad desde el santuario santo. Y les sucederá un rey los ríos quedarán eternamente secos. Pues el Altísimo eterno se alzará solo, aparecerá para
insolente que no será del linaje de los sacerdotes, hombre audaz y descarado que los juzgará tomar venganza de las naciones y destruirá todos sus ídolos.
como se merezcan. A espada eliminará a los principales de entre ellos y en lugares desconocidos
hará desaparecer sus cuerpos, para que nadie sepa dónde están. A ancianos y jóvenes matará sin Entonces, tu, Israel, serás feliz, montarás sobre cuello y alas de águila, y se consumarán tus días.
miramiento. Entonces habrá entre ellos, en el país, un intenso miedo hacia él. Durante treinta y Te exaltará Dios y te establecerá en el cielo de las estrellas, en el lugar de su morada.
cuatro años los sojuzgará como los habían sojuzgado los egipcios y les impondrá penalidades. Y Contemplarás desde lo alto y verás a tus enemigos sobre la tierra; al reconocerlos te alegrarás y,
engendrará hijos que al sucederle dominarán por espacios de tiempos más breves. dándole gracias, confesarás a tu Creador.
A sus regiones llegarán cohortes y un poderoso rey de occidente que los someterá, los llevará Y tú, Josué, hijo de Nave, guarda estas palabras y este libro. Pues desde mi muerte y acogida
cautivos y una parte de su templo a fuego quemará. A algunos crucificará en torno a su colonia. hasta su llegada serán doscientos cincuenta tiempos los que habrán de producirse. Y este es el
curso de los tiempos al que se adaptarán hasta que sean consumados. Yo, por mi parte, iré a
dormir con mis padres. Así pues, tú, Josué, hijo de Nave, cobra ánimo, pues te ha elegido Dios
El final de los tiempos para ser mi sucesor en la misma alianza.
Tras lo cual llegarán a su fin los tiempos. En un momento terminará el segundo curso, las cuatro
horas llegarán […]. Entonces reinarán entre ellos hombres malsanos e impíos, aparentado ser TESTAMENTO DE JOB
justos. Estos excitarán la cólera del corazón divino, pues serán hombres falsos, contentos de sí
mismos, hipócritas en todos sus asuntos y amantes de banquetes a cualquier hora del día, Esta obra, denominada también según los manuscritos Libro de Job, llamado Johab, relata cómo
glotones insaciables. Dicen obrar así por justicia, pero son devoradores de los bienes de los Job, un pagano hijo de Esaú, se convierte a la religión verdadera, la judía, tras una revelación
pobres, que como cazadores reclaman; falaces, que se ocultan para no ser reconocidos; impíos, angélica. Luego narra como actúa Job de acuerdo con su nueva fe y confianza en Dios único, en
llenos de iniquidad desde la aurora hasta la puesta del sol; gentes que dicen: “Tendremos medio de múltiples pruebas y sufrimientos.
festines y abundancia en el comer y beber, nos trataremos como si fuéramos príncipes”. Y El origen de los males de Job es la oposición de Satán, pues al convertirse ordenó Job derribar
aunque sus manos y sus mentes se ocupen de cosas impuras, su boca será grandilocuente, un templo consagrado al Demonio. Este mata a los hijos de Job, le arrebata sus propiedades,
llegando a decir: “No me toques, no sea que me manches en la posición que ocupo”. hostiga contra él a sus conciudadanos y lo deja sumido en la miseria y aquejado de múltiples
enfermedades. A pesar de estas pruebas, Job sigue fiel a Dios. Aparecen en escena más tarde
tres personajes, antiguos amigos de Job, que dialogan con él sobre el origen de estos males.
La persecución final por el rey de reyes terreno Durante la visita de los amigos aparece también Sítidos, mujer de Job, suplicando a los amigos
que le ayuden a rescatar y dar sepultura a los cadáveres de sus hijos. Job lo impide, asegurando
que sus cuerpos han resucitado y se hallan en los cielos. Confortada por esta noticia, muere El mundo entero pasará y su gloria perecerá,
Sítidos. Más tarde, en una aparición divina, Dios justifica a Job, lo declara inocente de toda Y los que dé él se preocupan lo acompañaran en su ruina.
culpa y hace que recobre la salud, otorgándole de nuevo todas sus riquezas. Pero mi trono se halla en la tierra santa,
Antes de morir, Job reparte entre sus hijos todos sus bienes. A sus hijas les entrega solo unos Y su gloria en el mundo inmarcesible.
cinturones maravillosos que las convierten en profetisas y conocedoras de los bienes celestiales,
lo cual vale más que cualquier tesoro terrenal. El libro concluye con la muerte de Job, la Los ríos se secarán,
asunción de su alma al cielo (parte escatológica-apocalíptica aquí reproducida) y la Y el orgullo de sus ondas descenderá a las profundidades del abismo.
proclamación de la grandeza del personaje. Pero lo ríos de mi tierra, donde se encuentra mi trono,
El libro de Job/Johab es una obra plenamente judía, cercana a la piedad de los autores de los No se secarán ni desaparecerán,
manuscritos del Mar Muerto, sin retoques cristianos claros. Fue escrita originalmente en griego, Sino que existirán para siempre.
aunque el autor refleja en su manera de escribir que es un judío de lengua materna hebrea o
Su gloria y su jactancia serán como la imagen de un espejo.
aramea. Fue compuesta entre el siglo I a. de C. y el siglo I d. de C., ya que, por un lado, el autor
conoce obras judías anteriores a esa fecha, como el Testamento de los Doce Patriarcas (también Pero mi reino permanecerá para siempre;
publicado en este Blog), y, por otro lado, la Carta de Santiago, del Nuevo Testamento. Su gloria y su esplendor se hallan en los carros (tronos) de mi Padre.
La intención del desconocido autor es resaltar la fidelidad a Dios por parte del héroe del relato y
exhortar a los lectores a tener confianza en ese Dios a veces incomprensible en sus actuaciones, Muerte de Job y ascensión de su alma al cielo
pero que al final premia siempre al justo. Insiste también en que los bienes espirituales son (Pasado el tiempo) Job se acostó en su cama, pero sin dolores ni molestias, ya que el sufrimiento
superiores a los materiales. La resurrección y el estado paradisiaco de los justos tras la muerte no podía alcanzarlo a causa del cinturón con el que iba ceñido. Tres días después vio a los que
son los que fundamentan la paciencia del justo en esta vida. venían por su alma. Se levanto enseguida, tomó una lira y se la dio a su hija Hermera.
La imagen de Job en este apócrifo, un hombre verdaderamente paciente ante las desdichas, ha A otra hija, Casia; dio un incensario, y a la tercera, Cuerno de Almatea, un tambor para que
influido mas en el imaginario cristiano que la del Job canónico, un personaje mucho mas todos bendijeran a los que venían por su alma.
protestón y casi blasfemo.
Entonces bendijeron y alabaron al Señor, cada una en su lengua (angelical) especial.
(1) Lamentablemente por el momento me es imposible publicar el texto completo como siempre
Tras esto vino El que está sentado en el gran carro y saludó a Job. Las tres hijas y su padre veían
fue mi proceder, pero dado la importancia de esta obra, juzgue conveniente hacerlo así.
la escena, pero los demás no. Tomó Aquel el alma de Job, se marchó volando teniéndola en sus
brazos, la hizo subir a (su) carro y se encaminó hacia el oriente. Pero su cuerpo, envuelto, fue
Tres amigos visitan a Job, enfermo y pobre conducido a la tumba, precedido por sus tres hijas, ceñidas con los cinturones y entonando
Tras recibir información, salieron de la ciudad junto con mis conciudadanos. Estos les mostraron himnos a Dios.
donde estaba yo, Job, pero ellos se empeñaban en afirmar que no era yo (a causa de mi
lastimoso estado). QUMRAN LITERATURA PARA-BIBLICA PARAFRASIS DEL PENTATEUCO
Mientras estaban dudando, se volvió Elifaz y dijo: Texto completo
-¿Eres tú, Job, el que es rey como nosotros? La “Literatura para-bíblica” vuelve a redactar a su manera el texto bíblico, entremezclándolo y
Yo, llorando, eché tierra sobre mi cabeza y, moviéndola, les respondí: ampliándolo con otras tradiciones muy diversas. Cada una de estas composiciones tiene su
-Si, soy yo […] punto de partida en determinados textos de la Ley o de los Profetas, pero, a diferencia de la
Pero ellos se levantaron y dijeron: “No creemos que sea él” […]. literatura exegética, más que interpretar el texto bíblico lo que hace es expandirlo, ampliarlo con
otros materiales.
Tras siete días de deliberaciones, dijo Elihú a los reyes:
El origen de cada obra concreta es difícil de precisar. Ciertas composiciones conservan claras
-Acerquémonos e investiguemos detenidamente si es él o no […]. muestras de su origen qumrámico; de otras puede afirmarse sin ninguna duda que nacieron fuera
Elihú me dijo: de la comunidad qumrámica. De la gran mayoría de obras representadas, sin embargo, es
¿Eres tú aquel cuya gloria era en otro tiempo tan grande? ¿Eres tú aquel que, como el sol imposible precisar el medio ambiente en el que surgieron o el tipo de lectores al que iban
durante el día, brillaba sobre toda la tierra? […]. destinadas.
Ante mi respuesta (positiva), rompió a llorar con grandes gemidos y entonó un lamento real:
-Tú eres el que había apartado siete mil ovejas para el vestido de los pobres, ¿Dónde está ahora PARAFRASIS DEL PENTATEUCO
la gloria de tu trono?[…]. Tu eres el que escarnecía a los injustos y pecadores, y ahora te has Frag. 1-2
convertido en objeto de irrisión, ¿Dónde está ahora la gloria de tu trono?
1[…] por eso […] 2 […] lucharás y […] 3 […] (Gn. 32, 25-30) Y sé que[dó Ja]cob solo allí, y
estuvo lu[chando un hombre con él hasta rayar el alba. Como viese que no le podía, alcanzóle en
Respuesta de Job: El final de las almas justas está en el paraíso junto a Dios la articulación del muslo] 4 [y se dislocó la articulación del muslo de Jacob mientras peleaba
Elihú se extendía tanto en su lamentación, mientras los otros reyes lo acompañaban entonando el con él, y lo agarró. Y le dijo: [Déjame marchar, pues raya el alba. Mas respondió Jacob: No te
estribillo, que se produjo una gran confusión. Cuando se apagó el griterío, les dijo: dejaré marchar] 5 [sin que me hayas bendecido] a mí. El preguntó: ¿Cuál es tu nombre? Y le
-Guardad silencio, que voy a mostraros [declaró: Jacob. Él le dijo: Ya no te llamarás más Jacob, sino Israel, pues has luchado] 6 [con
Dios y con] hombres y has vencido. Y preguntó Jacob y dijo: ¡Declárame, / por favor, / tu
Mi trono y mi gloria esplendorosa, nombre! Y le dijo: ¿Por qué me preguntas] 7 [por mi nombre?] Y lo bendijo allí mismo. Y le
Que se halla entre los santos. dijo: Que YHWH te haga fructificar y te bendiga… Que te colme de] 8 conocimiento e
Mi trono se halla en el reino supraterrestre, inteligencia; que te libre de toda violencia […] 9 hasta este día y por generaciones eternas […]
Y su gloria y su esplendor están a la derecha del Padre de los cielos. 10 Y marchó por su camino después de haberle bendecido allí. [(Gn. 25, 31-33) Jacob denominó
Mi trono es eterno; el lugar Penu´el: Porque he visto a Dios cara a cara, y sin embargo ha quedado a salvo mi vida.
Y le salió] 11 el sol en cuanto pasó Penu´el, [e iba cojeando del muslo…] 12 en ese día. Y le
dijo: No comerás de…] 13 sobre las dos articulaciones del muslo hasta el día [de hoy…] 14 (Ex. su oreja con un punzón [y le servirá por siempre. Cuando un hombre venda a su hija por esclava,
4, 27-28) a Aarón, diciendo: ¡Vete a buscar [a Moisés al desierto! Marchó, pues, y, topándose no saldrá como salen los esclavos. Si ella resulta desagradable a los ojos de su señor que la había
con él en la montaña de Dios, le beso. Moisés refirió a Aarón todas] 15 las palabras de YHWH destinado para sí, permitirá que sea] 14 rescatada; a un pueblo extranjero no podrá venderla,
que le había enviado y todos [los signos que le había ordenado…] 16 YHWH a mí, diciendo: habiendo sido desleal con ella . Si la destina para su hijo, obrará con respecto a ella con arreglo
Cuando hagas salir a […] 17 para ir como esclavos. Y mira, éstos son los treinta…] 18 YHWH al derecho de las hijas. Si otra para sí, su alimento, su vestido] 15 [y su derecho conyugal] no lo
Dios […] [retirará (de la primera) …]

Frag. 3 Frag. 10-12


1 Y Jacob llamó […] 2 en esta tierra […] 3 mis padres para entrar a […] 1 [… (Ex. 21, 32-37) Si el toro cornea a un esclavo o a una sierva, se pagará a su dueño] treinta
siclos de plata y el toro será lapidado.] 2 [Cuando un hombre abriere una cisterna o si alguno
 Frag. 4 excavare una cisterna  y, no cubriéndola, cayese a ella un toro o un asno, el dueño] de la cisterna
lo paga[rá; resarcirá el dinero] 3 [al dueño de aquellos y la res muerta será para él. Cuando el
1 […] os ordena […] 2 el pueblo de Egipto; seriréis…] 3 según el número de las doce tribus de toro de alguien hiera al toro de su prójimo, de suerte que muera, se venderá el toro vivo y se
[Israel…] 4 y ofreció el holocausto sobre el altar [… (Ex. 24, 6) Y tomó Moisés la mitad de la repartirán su precio: y también [se repartirán la res muerta.] 4 Mas si fuese notorio que aquel
sangre y la puso] 5 en los lebrillos, y la (otra) mitad de la sangre la vertió sobre el al[tar ..] 6 toro corne]ba [de antiguo y su dueño no lo custodió, este deberá indemnizar toro por toro, y lo
como mostré a Abrahán y a [Jacob] […] 7 a ellos, para ser Dios para ellos y para su muerto será para él] 5 Si alguno roba un toro o una oveja y lo degüella o lo ven[de, pagará cinco
descendencia […] 8 por siempre […] reses de ganado mayor por el toro y cuatro de ganado menor por la oveja. (Ex. 22, 1-13) Si en la
interrupción fuere sorprendido] 6 [el ladrón] y fuera herido y muriere, no será objeto de
Frag. 6 venganza de sangre. Si el sol luciere, será objeto de venganza de sangre. [El indemnizará, desde
1[(Ex. 20, 19-21 Samaritano) en medio de uno como nosotros. Acércate] tú [y escucha todo lo luego; si nada tiene, será vendido por lo que robó. Si le hallare en su poder] 7 [lo robado, trátese
que te dice YHWH nuestro Dios, y Tú nos transmitirás a nosotros todo lo que te dice YWHW de toro,] asno u oveja vivos pagará el doble Cuando un hombre apaciente en un campo o viñedo,
nuestro Dios,] 2 [y lo oiremos y lo pondremos en práctica. Pero que] no hable con nosotros y deje suelo su ganado para apacentar en el campo de otro] 8 [indemnizará de su propio campo,
Dios, no sea que muramos. Moisés respondió al pueblo: no temáis, pues a fin de probaros] 3 ha según] su producto; si apacentó en todo el campo, con lo mejor de su campo y lo mejor de su
venido Dios, y] para que su temor [esté con vosotros y no pequéis. Y el pueblo se mantuvo lejos, viñedo habrá de indemnizar. Cuando se desencadenare un fuego y, hallando espinos, fuere
mientras Moisés se acercó a la densa bruma en la que estaba] 4 Dios. Y [habló] YWHW a devorado] 9 [un almiar, o las mieses, o el campo,] habrá de indemnizar quien hubiera encendido
Moisés diciendo: He escuchado el son de las palabras de este pueblo, lo que te han dicho; está el incendio. Cuando un hombre hubiere entregado  a [su prójimo dinero u objetos en custodia y
bien todo lo que te han dicho,  ¡Quien les dirá 5 y tuviera en ellos este corazón para temerme [y fueran robados de la casa de esta persona, si se descubre al ladrón, pagará el doble] 10 [si no se
observar mis preceptos todos sus días, para que les fuera bien a ellos y a sus hijos por siempre! hallare al ladrón, se acercará] el dueño de la casa a Dios (para jurar) que no alargó la mano a la
Y Tú, escucha] 6 el sonido de las palabras que les digo: Un profeta [les suscitaré de en medio de propiedad de [su prójimo. Cualquiera que sea el objeto del delito, trátese de un toro, asno,
sus hermanos, como tú y podré mis palabras en su boca, y les dirá todo lo que yo le ordene. Y cordero,] 11 [vestido, o cualquier cosa extraviada,] del que uno diga: /Esto es cierto,/ vendrá a
acaecerá que al hombre 7 que no escuche las palabras que pronunciará en mi nombre, yo le YWHW el asunto de ambas parte: [aquél a quien Dios condene, pagará a su prójimo el doble.]
pediré cuentas. Pero el profete que ose hablar en mi nombre lo que no le he ordenado 8 decir, o 12 [Cuando alguno hubiere dado su prójimo un asno,] o toro, o cordero, o cualquier bestia, en
que hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá. Y si dices en tu corazón: ¿Cómo custodia [y esta muriere o se descalabrare, o fuera robada sin testigo de vista, el juramento de
conoceré la palabra de YWHW no ha hablado?] 9 Si lo que dice el profeta en nombre de YWHW se interpondrá] 13 [entre ambas partes: si no alargó la mano] a la propiedad de su
YWHW no sucede, o no acaece, es palabra que no ha pronunciado YWHW; osadamente la ha prójimo , el dueño de la bestia lo aceptará, y no [pagará. Pero si] hubiese sido robada de junto a
pronunciado el profeta: no tengas miedo de él. él, [indemnizará a su dueño. Si hubiese sido despedazada,] 14 [presentará como testimonio la
bestia despedazada y no pagará.] Cuando alguno tome prestado de un amigo una bestia [y se
descalabra o muere] no estando con él su dueño, [ha de resarcir.]
Frag. 7-8
1 [(Ex. 20, 12-17) a tu padre y a tu madre [para que prolonguen tus días sobre el suelo que
YWHW, tu Dios, te da. No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No depondrás] 2 contra tu Frag. 14
prójimo testimonio falso. No codiciará la mujer de tu prójimo, ni su casa, ni su siervo, ni su 1 […] … 2 [… toda car]ne y todos los espíritus 3 […] para bendición para la tierra 4 […] los
criada, ni su asno, ni nada de lo que a tu prójimo pertenece. 3 Y dijo YWHW a Moisés: (Dt. 5, pueblos […] y en la tierra de Egipto 5 habrá desolación  […] el yugo de la mano de Egipto, y los
30-31) Ve y diles: ¡Volveos a [vuestras tiendas! Tú, empero, quédate aquí conmigo, pues voy a libraré 6 de sus manos y los haré un pueblo para mí por las gene[raciones eternas … ] de Egipto.
exponerte todos los mandamientos, las leyes] 4 y los preceptos, para que se los enseñes y los Y la semilla 7 de tus hijos po[será la tie]rra es seguridad [… Y a Egipto lo arrojaré en] medio
practiquen en la tierra [que les doy para que la posean…] 5 Y se volvió al pueblo, cada hombre del mar, en las profundidades 8 del abismo […] que habitan 9 en ella […] las fronteras (?)
a su tienda. Pero Moisés permaneció en presencia [de YWHW…] 6 (Ex. 20, 22-26) Habéis visto
que desde el cielo os he hablado. ¡No haréis [junto a mi dioses de plata ni dioses de oro, no lo QUMRAN -LITERATURA EXECTICA- 4QCADENAEXEGETICA (4QCatena) -
hagáis! Me fabricarás un altar de tierra y sacrificarás] 7 sobre é sus holocaustos y sus víctimas
La actividad exegética de la comunidad aflora, de una forma o de otra, en todos los escritos
pacíficas, su ganado menor y su ganado mayor. En cualquier lugar donde yo te haga
conservados. La exegesis constituye la base de los textos halákicos; la interpretación de
conmemorar mi nombre, vendré a ti y te bendeciré. Si un altar de piedras] 8 me fábricas, no lo
determinados textos bíblicos puntúa el desarrollo de las Reglas, tanto de las secciones
labres al modo de sillares, pues al pasar [tu escoplo sobre cada una de ellas lo profanarías.
legislativas como de las secciones más teológicas.
Tampoco subirás por gradas a mi altar, a fin de que no reveles tu desnudez] 9 sobre él. Vacat.
(Ex. 21, 1-10)Estos son los preceptos que les propondrás. [Cuando compres un esclavo hebreo, Se han seleccionado una serie de composiciones de carácter muy diverso, pero exponente todas
servirá síes años, más el séptimo saldrá libre] 10 [gratuitamente.] Si ha entrado solo, solo saldrá; ellas del esfuerzo exegético de la comunidad.
si [estaba casado, saldrá su mujer con él. Si su dueño le hubiese sado mujer y ésta le pariere Tal vez los textos más característicos de la exegesis qumrámica sean los pesharim (pesher =
hijos o hijas,] 11 [la mujer y sus hijos serán] para su señor y él [saldrá solo. Pero si el esclavo interpretación).
dijere terminantemente: Amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos; no quiero salir libre,] 12 le La sustancia de esta exegesis consiste en revelar el verdadero significado del texto bíblico,
conducirá su señor ante Dios, le acercará a la puerta  o las jambas, … Le horadará su señor] 13 aplicándolo a la situación presente de la comunidad al final de los tiempos.
nombres, según la exacta lista de sus nombres, hombre a hombre, […] sus años y la época de su
4QCadena Exegética (4Q177 [4QCatenaa]) Texto completo servicio […] sus lenguas 12  […] la descendencia de Judá […] Y ahora, mira, todo ha sido
Col. I (frag. 5+6+8) escrito en las tablas que […] y les enseñó el número de [todas las genera]ciones, y le dio su
heredad 13 […] a él y a su semilla por siempre. Y le alzó de allí para marchar de Aram […] (Os.
1 […] los fanfarrones que [… en la prueba que viene sobre los hombres de la comu[nidad,] 2 5,8) Tocad el cuerno en Gib’ah. El cuerno es el libro 14 [de la Ley… la trompeta de alarma es el
[como está escrito en el libro de Isaías el pro]feta: (Is. 37,30) Este año se comerá el re[nadío, y libro de la Segunda Ley que han despreciado todos los hombres de su consejo y hablaron
al año siguiente el producto espontáneo. Y lo que di]ce: “el renadío”, es 3 […] hasta el tiempo rebelión contra él. Y él envió 15 […] signos […] grandes sobre […] Y Jacob estará sobre el
de la prue[ba que viene sobre…] Después de esto se alzará […] 4 […]pues todos ellos son niños lagar y se alegrará sobre la bajada de 16  […] por la espada […] a los hombres de su consejo.
[…] Dijeron los fanfarrones […] 5 [… como está escrito] sobre ellos en el libro de I[saías el Ellos son la espada. Y lo que dice:
profeta: …] pues la ley de […] 6 […] les llama, como [está escrito sobre ellos en el libro de
Isaías el profeta: (Is. 32,7) El] maquina tramas inicuas para des[truir a los pobres] 7 [con
palabras engañosas … el] Insolente a Israel [… (Sal. 11,1) Para el jefe de coro.] De David. En Col. IV (frag. 19+12+13 I+15)
YWHW [yo confío] 8 [Pues mira, los impíos tienden el arco,] disponen las saetas [en la cuerda, 1 […] … […] 2 […] los que hacen vileza vienen a mi […] 3 […] pasan la noche juntos y […] 4
para apuntar en la oscuridad a los de recto corazón. Su interpretación:] que huirán los hombres […] se revuelcan […] 5 […] reuniré la ira […] 6 […] se convertirán y [… (Jer. 18,18) Pues no
de…] 9 [… y huirán] como un pájaro de su sitio, y será deportado de su tierra. Vacat. Y esto es ha de desaparecer] la Ley del sacerdote, ni del sabio el consejo, ni la palabra] del profeta 7 […]
lo que está escrito sobre ellos en el libro de […] 10 [(Miq. 2,10-11) Por causa de la impureza, se para los días postreros, como dijo David: (Sal. 6,2-3) YHWH, no me reprendas con ira. [Ten
os arruinará con ruina horri]ble. Si un hombre corre tras el viento y miente falsedad: “Yo te piedad de mí, YHWH,] pues desfallezco. 8 […] (Sal. 6,4-5) Mi alma está muy turbada; mas tú,
vaticino licor y vino”, éste sería] un predicador para el pueblo. Este [es…] 11 […] como está YHWH, ¿hasta cuándo? Ten piedad de mí, salva mi vida…] sobre 9 […] Belial, para destruirlo
escrito sobre ellos en el libro de […] los hábiles […] 12 […] […] Vacat. (Sal. 12) Para el jefe de en su ira, pues no habrá más [… no] dará reposo a Belial 10 [… Abrahán, hasta que haya diez
coro. En octava…] pues no tiene conocimiento] 13 […] ellos son la octava división […] justos en la ciudad, pues el espíritu de verdad [… pues no hay 11 […] y sus hermanos por la
misericordia […] 14 [… y no] hay paz. Pues ellos son […] 15 [como está escrito en el libro de maquinación de Belial, y prevalecerá sobre ellos […] …  12 […] el ángel de su verdad rescatará
Isaías, el profeta:] (Is. 22,13) Sacrificio de reses vacunas y degüello de ganado menor, comer a todos los hijos de la luz del poder de Belial […] 13 sus manos […] para dispersarlos en una
carne y beber vino…] 16 […] la Ley, los que forman la comunidad […] tierra árida y desolada. Este es el tiempo de la aflicción […] 14 porque […] continuamente (?)
huirá el justo y la gran mano de Dios estará con ellos para rescatarlos de todos los espíritus [de
Col. II (frag. 11+10+26+9+20+7) Belial…] 15 [… los que te]men a Dios, santificarán su nombre y entrarán en Sión con alegría, y
el Jerusalén […] 16 […] Belial y todos los hombres de su lote se acabarán por siempre, y todos
1 [(Sal. 12,7) Las palabras de YWHW son palabras puras, plata depurada en un crisol de arcilla, los hijos de la luz serán reunidos […]
re]finada siete veces. Como está escrito 2 [en el libro del profeta Zacarías: (Zac. 3,9) Sobre esta
única piedra hay siete ojos; he aquí] su inscripción, está grabada, oráculo de YWHW. Lo que 3
[… co]mo está escrito sobre ellos: “Yo curaré el/la […] 4 [… todos los hombre de Belial y toda Col. V (frag. 13 II)  
la chusma 5 […] ellos, el intérprete de la ley, pues no 6 […] cada uno sobre su muro cuando 1-4 […] 5 Belial […] 6 para los días postreros …] 7 el cuerno […] 8 yo les cubriré […] 9 Días a
están firmes 7 […] los que hacen tropezar a los hijos de la luz 8 [… (Sal. 13,2-3) ¿Hasta cuándo, […] 10 los hombre de […] 12-16 […]
YWHW?] ¿Me vas a olvidar [siempre? ¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro? ¿Hasta cuándo
revolveré 9 [inquietudes en mi alma, cuitas en mi corazón cada día?] ¿Hasta cuándo [se erguirá EL EVANGELIO DE PEDRO - (apócrifo) (Fragm. de Akhmîm)
mi enemigo sobre mí?] La interpretación de la cita se refiere a la purificación del corazón de los
hombres  de 10 [la comunidad…] en los días postreros […] para probarlos y refinarlos 11 […] a
ellos por el espíritu, y los limpios y purificados [… Y lo que] dice: “No diga el enemigo, 12 [le Fue descubierto durante el invierno de 1886-87 en el sepul¬cro de un monje cristiano de
he pedido” Vacat] Esto son la congregación de los Buscadores de Interpretaciones fáciles, que Akhmîm, antigua Panópolis (Alto Egipto). U. Bouriant publicó su editio princeps el año 1892.
[…] que buscan destruir 13 [a los miembros de la comunidad… ] por sus celos y por su Actualmente se encuentra en el museo de Gizeh.
hostilidad […] como está escrito en el libro de Ezequiel, el profeta 14 [… (Ez. 25,8) Casa de Está contenido en un libro pergamináceo (siglos VIII-IX) que comprende 33 folios, de los que
Israel] y de Judá, como todos los pueblos. [La interpretación de la cita se refiere a los días] nuestro fragmento ocupa ocho páginas (2-10). El espacio restante está dedicado a una
postreros, cuando se reúnan contra ellos 15 […] un pueblo justo, pero el impío, el loco y el descripción fragmentaria del cielo y el infierno (Apocalipsis de Pedro) y a algunos trozos del
simple […] los hombres que sirven a Dios 16 [… que] circuncidan el prepucio de su corazón en Libro de Henoc.
la generación postrera … ] y todo lo que les pertenece la declarará impuro y no Aunque está desprovisto de título, pues falta el principio y el fin de la narración, es cierto que el
presente fragmento forma parte del antiguo Evangelio de Pedro, al que hacen referencia los
Col. III (frag. 2+24+14+3+4+1+31) testimonios aducidos más arriba. En el v. 60, en efecto, se presen¬ta a sí mismo el autor
1 [… todas sus palabras […] las alabanzas de su gloria, como dice…] 2 [… (Dt. 7,15) Apartará diciendo: «Yo, Simón Pedro, y Andrés, mi hermano...» Ya en el v. 26 había dicho: «Yo,
YHWH] de ti todas las enfermedades. (Sal. 16,3) Sobre los santos que hay] en la tierra, ellos son juntamente con mis compañeros...» Por otra parte, los rasgos fundamentales con que describe
todos los poderosos en lo que] me complazco […] 3 […] será como él [… (Nah. 2,11)] y Serapión el Evangelio de Pedro al presentárselo a los fieles de Rhossos (Euseb., Hist. Eccl. VI
temblor de rodillas y estremecimiento en todos los lo[mos…] 4 […] (Sal. 17,1) Escucha, 12, 2-6) coinciden perfectamente con los que caracterizan nuestro frag¬mento: sentido ortodoxo
[YHWH, lo justo], atiende mi clamor, da oídos a [mi plegaria…] 5 […] en los días postreros, en en general con ligeros resabios de docetismo (v. 10 y 19).
el tiempo en el que buscará […] el consejo de la comunidad, Él es […] 6 […] La interpretación
de la cita: Que se alzará un hombre  de la casa de …] … […] 7 […] y serán como fuego para CONTENIDO.—Describe las últimas escenas de la pasión y la resurrección de Cristo con las
todo el orbe. Y éstos son sobre los que está escrito para los días postreros […] … […] 8 […] primeras apariciones. Su contacto con la narración canónica es evidente. Las semejanzas que
domina sobre el lote de la luz, que está en duelo durante el dominio de Be[lial, y el que domina ofrece, sobre todo con los evangelios sinópticos, son nume¬rosas y significativas. Unas veces se
sobre el lote de las tinieblas,] que está en duelo […] 9 [..] de él [..] vuelve a los jefes del duelo refieren solamente al pen¬samiento, otras veces también a la expresión. Frecuentemente se
[…] Dios de las misericordias y Dios de Israel […] … 10 […] que se han revuelto contra los extienden a toda una perícopa, implicando identidad en las ideas y aun en la sucesión de los
espíritus  de Belial y les será perdonado por siempre, y les bendecirá […] de nuevo [por mano acontecimientos. No raramente llega a establecerse contacto textual. Todo esto arguye una
de] por siempre, y los bendecirá […] sus periodos 11 […] de sus padres, según el número de sus dependencia clara de las fuentes canónicas ().
Por otra parte, se dan trazos completamente nuevos. El autor usa con gran libertad los materiales pensar que no salió de las fronteras de su patria. Por otra parte, la devoción a San Pedro, el
recogidos; añade, corta, transforma personajes e incidentes... Su amor hacia Pilato le obliga desconocimiento de Palestina y la aversión a los judíos dice bien con un cristiano helenista de
echar sobre Herodes todo el peso de la responsabilidad sobre la muerte de Jesús. Ensalza la los alrededores de Antioquía.
figura de Pedro, dejando en la penumbra la de Juan. Algunos críticos han querido recomponer la parte perdida de nuestro apócrifo con diversos
Estos datos han suscitado diversas opiniones entre los críti¬cos. Y así, mientras Harnack y su escritos de la literatura cristiana: v.gr., Agrapha, fragms. evangélicos de Fayum y de
escuela piensan que nuestro autor bebió «en la corriente de la tradición, que aún discurría Oxyrhynchus, Protoevangelio de Santiago, Ascensión de Isaías, Didascalia, Apocalipsis de
libremente», la mayor parte de los sabios se inclina a creer que el autor no hizo otra cosa que Pedro, Evangelio de la Infancia publicado por M. R. James, etc. Pero todas estas tentativas no
reelaborar el contenido canónico según ciertas tendencias particulares. Esta es la opinión de han venido a ser sino hipótesis lanzadas al aire ().
Robinson, Zahn, Schubert..., etc. La fuente de tal compilación no debió ser una armonía de los Fragmento I (Fragmento de Akhmîm)
evangelios, como la de Taciano, sino más bien la historia evangélica popular ().
Ofrecen interés especial los v. 26-27, que nos dan un paralelo con el final del Evangelio de San EL EVANGELIO SEGÚN PEDRO
Marcos (16,10), y el v. 60, que probablemente es una alusión al último capítulo de San Juan.
I
1. Pero de entre los judíos nadie se lavó las manos: ni Herodes ni ninguno de sus jueces. Y, al no
CARÁCTER.—Las tendencias manifestadas son predominantemente apologéticas. Su quererse ellos lavar, Pilato se levantó.
entusiasmo por engrandecer la figu¬ra de Jesús a los ojos de los paganos en el momento mismo
de su pasión, le inspira expresiones comprometedoras, en las que no es fácil distinguir hasta 2. Entonces el rey Herodes manda que se hagan cargo del Señor, diciéndoles: «Ejecutad cuanto
dónde llega la buena voluntad y dónde empieza el influjo docético. Esto ha dado pie para que os acabo de mandar que hagáis con él».
algunos interpretaran en este sentido algunos pasajes: v.gr., auvto,j toj de. evsiw,pa w`j mhde,n II
po,non e;cwn (v. 10): «Callaba como sino tuviera dolor alguno». Lo mismo ocurre con el v. 19, 3. Se encontraba allí a la sazón José, el amigo de Pilato y del Señor. Y, sabiendo que iban a
en que, después de poner en boca de Jesús las palabras «Fuerza mía, fuerza mía, ¡tú me has crucificarle, se llegó a Pilato en demanda del cuerpo del Señor para su sepultura.
abandonado!», se dice que avnelh,fqh, literalmente: «fue asumido». 4. Pilato a su vez mandó recado a Herodes y le pidió el cuerpo (de Jesús).
Estas tendencias apologéticas atañen también a la persona de Pilato, a quien quiere librar de toda 5. Y Herodes dijo: «Hermano Pilato: aun dado caso que nadie lo hubiera reclamado, nosotros
responsabilidad en la condenación de Jesús, cargándola sobre Herodes y los judíos. Con tal de mismos le hubiéramos dado sepultura, pues está echándose el sábado encima y está escrito en la
conseguir esto, no duda en hacer del procurador romano un simple mandatario del tetrarca judío. ley que el sol no debe ponerse sobre un ajusticiado». Y con esto, se lo entregó al pueblo (de los
Su aversión al pueblo hebreo le impulsa a reemplazar los soldados romanos por esbirros judíos judíos) el día antes de los Ázimos, su fiesta.
en la faena de la crucifixión, haciendo intervenir a aquéllos únicamente en el momento de la III
resurrec¬ción. Se manifiesta también clara su devoción por el Príncipe de los Apóstoles, cuyas
negaciones omite y a quien siempre presenta como jefe de los demás discípulos (v. 26 y 60). 6. Y ellos, tomando al Señor, le daban empellones corriendo, y decían: «Arrastremos al Hijo de
Dios, pues ha venido a caer en nuestras manos».
7. Después le revistieron de púrpura y le hicieron sentar sobre el tribunal, diciendo: «Juzga con
COMPOSICIÓN.— Algunos críticos han querido encontrar rastros de nuestro apócrifo en los equidad, rey de Israel».
escritos extracanónicos más antiguos de la era cristiana, con lo que han pretendido fijar su
composición en las primeras décadas del siglo II. 8. Y uno de ellos trajo una corona de espinas y la colocó sobre la cabeza del Señor.
Se citan como lugares paralelos: San Ignacio, Ad Smyrn. 3,2 y Ev. P. v. 60; Ps. Bernabé, 5,9 y 9. Algunos de los circunstantes le escupían en el rostro, (mientras que) otros le daban bofetadas
Ev. P. v. 59-60; Ps. Bernabé, 5,11 y Ev. P. v. 17; San Policarpo, ad Philipp. 7,1 y Ev. P. v. 41- en las mejillas y otros le herían con una caña. Y había quienes le golpeaban diciendo: «Este es el
42. Todas estas supuestas analogías ofrecen puntos de contacto tan débiles, que no dan derecho homenaje que rendimos al Hijo de Dios».
sino a conclusiones puramente conjeturables. IV
El caso de San Justino merece mayor atención y ha sido más discutido. Se cita el Dial. 106,3. 10. Después llevaron dos ladrones y crucificaron al Señor en medio de ellos. Mas él callaba
Alude este lugar a los avpomnhmoneu, mata auvtou/ (de Pedro), en los que se narra cómo el como si no sintiera dolor alguno.
Señor cambió de nombre a los apóstoles. Pero, con toda probabilidad, estas Memorias de Pedro 11. Y, cuando hubieron enderezado la cruz, escribieron encima: «Este es el rey de Israel».
no designan a nuestro Evangelio de Pedro, sino al Evangelio de San Marcos, ya que este 12. Y, depositadas las vestiduras ante él, las dividieron en lotes y echaron a suerte entre ellos.
evangelista fue con¬siderado por la tradición cristiana como discípulo e intérprete de Pedro ().
13. Mas uno de aquellos malhechores les increpó diciendo: «Nosotros sufrimos así por las
El paralelismo entre Apol. I 35,6 y Ev. P. v. 6-7, si bien es sorprendente, no exige una
iniquidades que hemos hecho; pero éste, que ha venido a ser el Salvador de los hombres, ¿en
dependencia necesaria del primero respecto del segundo, ya que está de por medio el texto de
qué os ha perjudicado?»
Jn. 19,13, en el que cabe una interpretación inexacta. Cf. infra, nota al v. 7.
14. E indignados contra él, mandaron que no se le quebraran las piernas para que muriera entre
No es, pues, fácil por este camino obtener datos seguros sobre la data de nuestro apócrifo.
tormentos.
Sin embargo, la composición de los evangelios canónicos (finales s. I), de los que arguye
V
dependencia manifiesta, y el tes¬timonio de Serapión, obispo de Antioquía (190-211) (), son dos
buenos jalones entre los que hay que situar necesariamente la composición. Estos términos 15. Era a la sazón mediodía, y la oscuridad se posesionó de toda la Judea. Ellos fueron presa de
deben aproximarse teniendo en cuenta que, por una parte, el Evangelio de San Juan necesitó la agitación, temiendo no se les pusiera el sol –pues (Jesús) estaba aún vivo–, ya que les está
algún tiempo para poder llegar a conocimiento de nuestro autor, y por otra parte, Serapión, al prescrito que «el sol no debe ponerse sobre un ajusticiado».
referirse al Evangelio de Pedro, deja entrever que ya circulaba desde algún tiempo este apócrifo 16. Uno de ellos dijo entonces: «Dadle a beber hiel con vinagre». Y, haciendo la mezcla, le
en la pequeña comunidad de Rhossos. dieron el brebaje.
Puede, pues, fijarse su fecha de composición hacia el 150 después de Cristo. 17. Y cumplieron todo, colmando la medida de las iniquidades acumuladas sobre su cabeza.
El lugar de origen debe encontrarse con mayor probabilidad en Siria que en Egipto. Eso parece 18. Y muchos discurrían (por allí) sirviéndose de linternas, pues pensaban que era de noche, y
desprenderse del testimonio de Serapión, si se tiene en cuenta que, fuera de la Didascalia siríaca, venían a dar en tierra.
no poseemos escrito alguno de la antigüedad que acuse influjo de nuestro apócrifo; lo cual hace
19. Y el Señor elevó su voz, diciendo: «¡Fuerza mía, fuerza (mía), tú me has abandonado!» Y, XI
en diciendo esto, fue sublimado (al cielo). 43. Ellos entonces andaban tratando entre sí de marchar y de manifestar esto a Pilato.
20. En aquel momento se rasgó el velo del templo de Jerusalén en dos partes. 44. Y, mientras se encontraban aún cavilando sobre ello, aparecen de nuevo los cielos abiertos y
VI un hombre que baja y entra en el sepulcro.
21. Entonces sacaron los clavos de las manos del Señor y le tendieron en el suelo. Y la tierra 45. Viendo esto los que estaban junto al centurión, se apresuraron a ir a Pilato de noche,
entera se conmovió y sobrevino un pánico enorme. abandonando el sepulcro que custodiaban. Y, llenos de agitación, contaron cuanto habían visto,
22. Luego brilló el sol, y se comprobó que era la hora de nona. diciendo: «Verdaderamente era Hijo de Dios».
23. Se alegraron, pues, los judíos y entregaron su cuerpo a José para que le diera sepultura, 46. Pilato respondió de esta manera: «Yo estoy limpio de la sangre del Hijo de Dios; fuisteis
puesto que (éste) había sido testigo de todo el bien que (Jesús) había hecho. vosotros los que quisisteis así».
24. Y, tomando el cuerpo del Señor, lo lavó, lo envolvió en una sábana y lo introdujo en su 47. Después se acercaron todos y le rogaron encarecidamente que ordenara al centurión y a los
misma sepultura, llamada Jardín de José. soldados guardar secreto sobre lo que habían visto.
VII 48.«Pues es preferible –decían– ser reos del mayor crimen en la presencia de Dios que caer en
25. Entonces los judíos, los ancianos y los sacerdotes se dieron cuenta del mal que se habían manos del pueblo judío y ser apedreados».
acarreado a sí mismos y empezaron a golpear sus pechos, diciendo: «¡Malditas nuestras 49. Ordenó, pues, Pilato al centurión y a los soldados que no dijeran nada.
iniquidades! He aquí que se echa encima el juicio y el fin de Jerusalén». XII
26. Yo, por mi parte, estaba sumido en la aflicción juntamente con mis amigos, y, heridos en lo 50. A la mañana del domingo, María la de Magdala, discípula del Señor –atemorizada a causa
más profundo del alma, nos manteníamos ocultos. Pues éramos hechos objeto de sus pesquisas de los judíos, pues estaban rabiosos de ira, no había hecho en el sepulcro del Señor lo que solían
como malhechores y como (sujetos) que pretendían incendiar el templo. hacer las mujeres por sus muertos queridos–,
27. Por todas estas cosas, nosotros ayunábamos y estábamos sentados, lamentándonos y llorando 51. tomó a sus amigas consigo y vino al sepulcro en que había sido depositado.
noche y día hasta el sábado. 52. Mas temían no fueran a ser vistas por los judíos y decían: «Ya que no nos fue posible llorar
VIII y lamentarnos el día aquel en que fue crucificado, hagámoslo ahora por lo menos (junto a) su
28. Entretanto, reunidos entre sí los escribas, los fariseos y los ancianos, al oír que el pueblo sepulcro.
murmuraba y se golpeaba el pecho diciendo: «Cuando a su muerte han sobrevenido señales tan 53. Pero, ¿quién nos removerá la piedra echada a la puerta del sepulcro, de manera que,
portentosas, ved si debería ser justo», pudiendo entrar, nos sentemos junto a él y hagamos lo que es debido?
29. los ancianos, pues, cogieron miedo y vinieron a presencia de Pilato en plan de súplica, 54. Pues la piedra era muy grande y tenemos miedo no nos vaya a ver alguien. Y si (esto) no nos
diciendo: es posible, echemos al menos en la puerta lo que llevamos en memoria suya; lloremos y
30. «Danos soldados para que custodien su sepulcro durante tres días, no sea que vayan a venir golpeémonos el pecho hasta que volvamos a nuestra casa».
sus discípulos, le substraigan y el pueblo nos haga a nosotros algún mal, creyendo que ha XIII
resucitado de entre los muertos». 55. Fueron, pues, y encontraron abierto el sepulcro. Y en esto ven allí un joven sentado en
31. Pilato, pues, les entregó a Petronio y a un centurión con soldados para que custodiaran el medio de la tumba, hermoso y cubierto de una vestidura blanquísima, el cual les dijo:
sepulcro. Y con ellos vinieron también a la tumba ancianos y escribas. 56. «¿A qué habéis venido? ¿A quién buscáis? ¿Por ventura a aquel que fue crucificado?
32. Y, rodando una gran piedra, todos los que allí se encontraban presentes, juntamente con el Resucitó ya y se marchó. Y si no lo queréis creer, asomaos y ved el lugar donde yacía. No está,
centurión y los soldados, la pusieron a la puerta del sepulcro. pues ha resucitado y ha marchado al lugar aquel de donde fue enviado».
33. Grabaron además siete sellos y, después de plantar una tienda, se pusieron a hacer guardia. 57. Entonces las mujeres, aterrorizadas, huyeron.
IX XIV
34. Y muy de mañana, al amanecer el sábado, vino una gran multitud de Jerusalén y de sus 58. Era a la sazón el último día de los Ázimos y muchos partían de vuelta para sus casas una vez
cercanías para ver el sepulcro sellado. terminada la fiesta.
35. Mas durante la noche que precedía al domingo, mientras estaban los soldados de dos en dos 59. Y nosotros, los doce discípulos del Señor, llorábamos y estábamos sumidos en la aflicción.
haciendo la guardia, se produjo una gran voz en el cielo. Y cada cual, apesadumbrado por lo sucedido, retornó a su casa.
36. Y vieron los cielos abiertos y dos varones que bajaban de allí teniendo un gran resplandor y 60. Yo, Simón Pedro, por mi parte, y Andrés, mi hermano, tomamos nuestras redes y nos
acercándose al sepulcro. dirigimos al mar, yendo en nuestra compañía Leví el de Alfeo, a quien el Señor …
37. Y la piedra aquella que habían echado sobre la puerta, rodando por su propio impulso, se Citas en la literatura cristiana primitiva
retiró a un lado, con lo que el sepulcro quedó abierto y ambos jóvenes entraron.
X Serapión (Obispo de Antioquía 190-211)
38. Al verlo, pues, aquellos soldados, despertaron al centurión y a los ancianos, pues también 1. Nosotros, en efecto, hermanos, recibimos tanto a Pedro como a los demás apóstoles cual si se
éstos se encontraban allí haciendo la guardia. tratara de Cristo mismo, pero rechazamos con conocimiento de causa las obras falsificadas con
39. Y, estando ellos explicando lo que acababan de ver, advierten de nuevo tres hombres sus nombres, sabiendo que semejantes escritos no los hemos recibido por tradición. Yo, cuando
saliendo del sepulcro, dos de los cuales servían de apoyo a un tercero, y una cruz que iba en pos me encontraba en medio de vosotros, suponía que todos estabais adheridos a la verdadera fe, y
de ellos. por no hojear el evangelio atribuido a Pedro, que ellos mismos me presentaban, dije que, si era
40. Y la cabeza de los dos (primeros) llegaba hasta el cielo, mientras que la del que era aquello lo único que les acongojaba, podían leerlo. Mas ahora, al enterarme de que su verdadero
conducido por ellos sobrepasaba los cielos. sentir estaba enmarañado en cierta herejía, a juzgar por lo que se me ha dicho, me apresuré a
41. Y oyeron una voz proveniente de los cielos que decía: «¿Has predicado a los que duermen?» personarme de nuevo entre vosotros. Así, pues, hermanos, esperadme en breve. Por nuestra
parte, hermanos, después de darnos perfecta cuenta de la herejía a que estaba adherido
42. Y se dejó oír desde la cruz una respuesta: «Sí». Marciano, quien llegaba a contradecirse a sí mismo, no entendiendo lo que decía (cosa que
podréis saber por mi carta), nos ha sido, pues, posible por medio de los que manejaron este había demudado mi semblante […] 13 entonces ella reprimió su ira, hablándome y diciéndome:
mismo evangelio; es decir, por los sucesores de los que le entronizaron (a los que llamaremos ¡Oh mi señor y [hermano! Recuerda] 14 mi placer. Yo te juro por el Gran Santo, por el Rey de
docetas, pues la mayor parte de sus doctrinas están impregnadas en las enseñanzas de estos los cielos…] 15 que de ti viene esta semilla, de ti viene este embarazo, de ti viene la siembra de
herejes), hemos podido, digo, por medio de éstos manejar el libro en cuestión, hojearlo y este fruto, 16 y no de ningún extranjero, ni vigilante, ni hijo del cielo. [¿Por qué está la
comprobar que la mayor parte del contenido está conforme con la recta doctrina del Salvador, si expresión] 17 de tu rostro tan alterada y deformada, y tu espíritu tan deprimido? […] 18 Yo te
bien se encuentran algunas recomendaciones nuevas que hemos sometido a vuestra hablo sinceramente. Vacat. […] 19 Entonces yo, Lamec, /corrí/ a Matusalén, mi padre, y le
consideración. Y esto es lo que escribía Serapión. (citado por Eusebio, Hist. Eccl. VI 12,2-6.) [conté] todo, [a fin de que él fuera a preguntar a Henoc,] 20 su padre, y supiera por él todo con
certeza, ya que él [Henoc], es amado y bienquisto [… y con los santos] 21 se encuentra su
Orígenes (+ 253-254) heredad, y ellos le manifiestan todo. Cuando Matusalén oyó [estas cosas] 22 [corrió] a Henoc,
su padre, para saber todo fielmente […] 23 su voluntad. Y partió al nivel superior, a Parvaín, y
2. Algunos, haciendo caso a la tradición contenida en el evangelio titulado según Pedro o en el allí encontró [a Henoc, su padre …]24 Dijo a Henoc, su padre: ¡Oh mi padre y mi señor, a quien
libro de Santiago, dicen que los hermanos de Jesús son hijos de José, habidos de una primera yo […] 25 […] te digo: no estés enojado conmigo, porque he venido aquí, a [ti … ] 26 miedo (?)
mujer que convivió con éste antes que María. (Comm. in Mt. 10,17.) ante ti […]

Col. III
Eusebio de Cesarea (+ 339) 1 Porque en los días de Jared, mi padre […]
3. Y por lo que se refiere a los llamados Hechos suyos [de Pedro], al Evangelio que lleva su Col. V
nombre y a lo que llaman su Predicación y su Apocalipsis, sabemos que no han sido en manera 3 Yo, Henoc […] 4 [no de los hijos del] cielo, sino de Lamec, [tu hijo, …] 9 Ahora yo te digo …
alguna incluidos por la tradición entre los católicos [libros canónicos], pues ningún escritor yo te hago saber […] 10 Ve, di a Lamec, tu hijo […] 24 Cundo oyó Matusalén […] 25 y con
eclesiástico antiguo o contemporáneo se sirvió de testimonios procedentes de tales obras. (Hist. Lamec, su hijo … habló […] 26 Cuando yo, Lamec […] 27 que él hizo salir de mí […]
Eccl. III 3,2.)
Col. VI
4. Por otra parte, el estilo desdice de las maneras apostólicas; además, las sentencias y principios
del contenido, en total desacuerdo con la verdadera ortodoxia, demuestran claramente que se 2 y toda mi vida me conduje honestamente […] 6 […] yo, Noé, un hombre […]
trata, en efecto, de teorías inventadas por herejes. Por que tales obras no deben ser catalogadas Col. VII
siquiera entre las apócrifas, sino rechazadas por absurdas e irreverentes. (Hist. Eccl. III 25,6-7.) 1 [dominarás sobre] la tierra y todo lo que hay en ella, sobre los mares […] 7 […] y me alegré
Teodoreto Cirense (+ h. 460) con las palabras del Señor de los cielos […]
5. Los nazarenos son judíos que veneran a Cristo como hombre justo y que se sirven del Col. X
evangelio llamado según Pedro. (Haeret. fabularum. comp. II 2.) 12 […] el arca se posó [en] uno de los montes de Ararat […] 13 […] yo expié por toda la tierra
entera […] 15 […] quemé incienso sobre el altar […]
QUMRAN LITERATURA PARA-BIBLICA GENESIS APOCRIFO Col. XI
1QGénesis Apócrifo (1QapGn) Texto completo (traducción mejorada y definitiva) 17 […] No comeréis ningún tipo de sangre […]
La “Literatura para-bíblica” vuelve a redactar a su manera el texto bíblico, entremezclándolo y
ampliándolo con otras tradiciones muy diversas. Cada una de estas composiciones tiene su Col. XII
punto de partida en determinados textos de la Ley o de los Profetas, pero, a diferencia de la 10 [y engendró a] Arfaxad, dos años después del Diluvio […] todos los hijos de Sem, todos ellos
literatura exegética, más que interpretar el texto bíblico lo que hace es expandirlo, ampliarlo con […] 11 […] Put y Canaán […] 13 Comencé yo y todos mis hijos a labrar la tierra y planté una
otros materiales. gran viña en el monte Lubar, y a los cuatro años me produjo vino. 14 […] Vacat. Y cuando llegó
El origen de cada obra concreta es difícil de precisar. Ciertas composiciones conservan claras el primer festival, en el primer día del primer festival del mes, 15 […] mi viña; abrí la jarra y
muestras de su origen qumrámico; de otras puede afirmarse sin ninguna duda que nacieron fuera comencé a beberlo en el primer día del quinto año, 16 […] En ese día llamé a mis hijos y a los
de la comunidad qumrámica. De la gran mayoría de obras representadas, sin embargo, es hijos de mis hijos, y a todas nuestras mujeres y  a sus hijas, y nos juntamos y fuimos. 17 […] Y
imposible precisar el medio ambiente en el que surgieron o el tipo de lectores al que iban bendije al Señor de los Cielos, al Dios Altísimo, al Gran Santo, que nos salvó de la destrucción.
destinadas.
Col. XVI
Col. I 11 […] toda la tierra del Norte, hasta que llegó a […] 12 […] esta frontera, las aguas del Gran
1 […] … y con la siembra 2 […] … ni siquiera el misterio del mal que 3[…] … el misterio que Mar […] 16 […] el rio Tina […]

Col. II Col. XVII


1 He aquí que entonces pensé en mi corazón que la concepción era obra de los Vigilantes, y la 8 […] hacia el Oeste, hacia Asur, hasta que llegó al Tigris […] 9 a Aram, la tierra que […] hasta
preñez de los Santos, y pertenecía a los Gigantes,…] 2 y mi corazón se trastornó en mi interior que llegó a la parte superior de […] 10 […] este monte del Toro, y cruzó esta porción hacia el
por causa de este niño. Vacat, […] 3 Entonces yo, Lamec, me asusté y acudí a Bitenós, mi Oeste, hasta que llegó a […] 11 […] y por encima de la parte superior de las tres porciones […]
mujer, [y dije: …] 4 [Júrame] por el Altísimo, por el Gran Señor, por el Rey del Universo, …] 5 A Arfaxad […] 16 […] a Gomer dio la parte Este en el Norte, hasta que llegó al río Tina y su
[…] los hijos del cielo, que de veras me harás saber todo, si […] 6 Me harás saber [de veras] y corona; a Magog […]
sin mentiras si esto [… Júrame] 7 por el Rey de todo el Universo que me estás hablando
sinceramente y sin mentiras […] 8 Entonces Bitenós, mi esposa, me habló muy reciamente, lloró
Col. XIX
…] 9 y dijo: ¡Oh mi hermano y señor! Recuerda mi placer […] 10 […] el tiempo del amor, el
jadear de mi aliento en mi pecho. Yo [te contaré] todo fielmente […] 11 […] y se turbó mucho 7 [… Construí allí un altar, e invoqué] allí [el nombre de Dios y dije: Tú eres 8 para [mí el Dios
entonces mi corazón dentro de mí. Vacat. […] 12 Cuando percibió Bitenós, mi mujer, que se eterno] … Hasta ahora no he alcanzado la montaña santa. Salí, pues, 9 hacia […] y continué
marchando hacia el Sur […] hasta que llegué a Hebrón. [En aquel tiempo] Hebrón había sido mi señor es afligido y castigado son por causa de Sara, la mujer de Abrahán. Que devuelvan,
construida, y yo habité 10 [allí dos] años. Vacat. Pero sobrevino una carestía en todo ese país, Oí pues, te ruego, Sara a Abrahán, su marido 26 y esta plaga y el espíritu de males purulentos
que había grano en Egipto y partí 11 para [entrar] en la tierra de Egipto […] Llegué al río dejarán de afligirte. Me llamó a si [el Faraón] y me dijo: ¿Qué me has hecho, a propósito de
Carmón, uno de los 12 brazos del río […], ahora nosotros […] nuestra tierra. Y yo crucé los Sara? Me dijiste: 27 es mi hermana, cuando es tu mujer; de modo que yo la tomé para mí como
siete brazos de este río que [..] 13 […] Entonces nosotros cruzamos nuestra tierra y entramos en esposa. ¡He ahí tu mujer; llévatela! ¡Vete. Sal de 28 todas las ciudades de Egipto!  Pero ahora
la tierra de los hijos de Ham, en la tierra de Egipto. 14 Vacat. Soñé yo, Abrahán, un sueño, en la reza por mí y por mi casa, para que sea expulsado de nosotros este espíritu maligno. Yo recé por
noche de mi entrada en Egipto. Y en mi sueño un cedro y una palmera. 15 […] Llegaron unos […] 29 e impuse mis manos  sobre su cabeza. La plaga fue removida de él; fue expulsado [de él
hombres intentando cortar y desarraigar el cedro, dejando la palmera sola. 16 Mas la palmera el espíritu] maligno y vivió. Se levantó 30 el rey y me hizo saber […] El rey me aseguró con
gritó y dijo: No taléis el cedro, porque los dos somos de la misma familia. Y el cedro se salvó juramento que no […] Entonces me [trajeron] 31 a Sara. El rey le dio mucho oro y plata] y
gracias a la palmera, 17 y no fue talado. Vacat. Me desperté de mi sopor durante la noche y dije muchos vestidos de fino lino y púrpura […] 32 delante de ella, y también a Hagar. El me la
a Sara mi mujer: He tenido 18 una pesadilla [… y] estoy asustado por ese sueño. Ella me dijo: entregó y designó hombres para escoltarme fuera [de Egipto]. 33 Marché yo, Abrahán, con
Cuéntame tu sueño para que yo lo conozca. Y comencé a contarle el sueño. 19 [Y le hice muchísimos ganados, y también con plata y oro Salí de [Egipto… Lot,] 34 el hijo de mi
conocer la interpretación] del mismo. Dije: […] querrán matarme a mí, y dejarte a ti. Solamente hermano, [estaba] conmigo. También Lot había adquirido muchos rebaños y había tomado para
este favor 20  [tienes que hacer conmigo]: cada vez que [lleguemos a un lugar, di] de mí: él es sí una mujer de entre las hijas [de Egipto. Acampé con él]
mi hermano. Y yo viviré bajo tu protección y mi vida será perdonada por tu causa. 21 […] ellos
intentarán apartarte de mí y matarme. Lloró Sara a causa de mis palabras aquella noche. 22 […] Col. XXI
el Faraón [Zoán … de modo que] Sara [no quería ir hacia Zoán 23 [conmigo, porque temía
mucho] en su interior que cualquiera pudiera verla. Después de estos cinco años 24 [vinieron] 1 en todos los sitios de mis [antiguos] campamentos, hasta que llegué a Betel, al lugar donde
tres hombres de los príncipes de Egipto [… del Faraón Zoán, a propósito de mis [palabras] y de había construido el altar, y lo construí de nuevo. 2 Sobre el ofrecí holocaustos y una ofrenda a
mi esposa. Ellos me dieron 25 [muchos regalos, esperando de mi] Bondad, sabiduría y verdad. Dios Altísimo e invoqué allí el nombre del Señor del Universo; ensalcé el nombre de Dios y
Yo leí delante de ellos el [libro] de las palabras de Henoc, 26 […] acerca del hambre que […] y bendije 3 a Dios. Di gracias allí en presencia de Dios por todos los rebaños y bienes que me
no […] 27 […] con mucho comer y beber [..] vino […] había dado, porque había obrado el bien conmigo, y porque me había devuelto 4 en paz a esta
tierra. Vacat. 5 Después de aquel día se separó Lot de mí por causa de la conducta de nuestros
pastores. Marchó y se instaló en el valle del Jordán [llevando] todos sus rebaños 6 consigo. E
Col. XX incluso yo le añadí mucho a lo suyo. El apacentó sus rebaños y llegó hasta Sodoma, y se compró
1 […]…[…] 2 […]¡Qué resplandeciente y hermosa es la forma de su rostro, y qué […] 3 […] una casa en Sodoma 7 y habitó allí, mientras que yo habitaba en la montaña de Betel. Me dolió
qué suave el cabello de su cabeza! ¡Qué preciosos son sus ojos; cómo es agradable su nariz y que Lot, el hijo de mi hermano, se hubiese apartado de mí. 8 Vacat. Se me apareció Dios en una
toda la lozanía 4 de rostro […] ¡Qué gracioso es su pecho, y qué hermosa es toda su blancura! visión de noche y me dijo: Sube a Ramat Hazor, que está al norte de 9 Betel el lugar en que
¡Cómo son bellos sus brazos! Y sus manos, ¡qué 5 perfectas! ¡Qué atractivo es todo el aspecto habitas; alza tus ojos y mira al Este, al Oeste, al Sur y al Norte. Mira toda 10 esta tierra que yo te
de sus manos! ¡Qué preciosas son las palmas de sus manos, y cómo son largos y sutiles todos los doy a ti y a tus descendientes para siempre. La mañana siguiente subí a Ramat Hazor y miré la
dedos de sus manos! Sus pies, 6 ¡qué hermosos! ¡Qué perfectas sus piernas! Ninguna virgen o tierra desde 11 aquella altura, desde el Rio de Egipto hasta el Líbano y Senir, y desde el Gran
esposa que entra en la cámara nupcial es más bella que ella. Por encima de todas 7 las mujeres Mar hasta Huarán, y toda la tierra de Gebal hasta Cadés, y todo el 12 Gran Desierto que hay al
resalta su belleza; su hermosura está muy por encima de todas ellas. Y con toda su belleza, hay Este de Huarán y Senir, hasta el Éufrates. Y me dijo: Daré a tus descendientes toda esta tierra y
en ella una gran sabiduría. Y todo lo que hace con sus manos 8 es perfecto. Cuando oyó el rey la heredarán para siempre. 13 Multiplicaré tus descendientes como el polvo de la tierra que
las palabras de HRKNWS y las palabras de sus dos compañeros, ya que los tres hablaron al nadie puede contar. De igual modo serán incontables tus descendientes. Álzate, marcha a lo
unísono, la deseó grandemente, y mandó 9 a toda prisa que la trajeran. La vio y se maravilló de largo y a lo ancho 14 y mira qué grande es su longitud y que grande su anchura. Porque te la
toda su belleza y la tomó para sí como mujer. Intentó matarme, pero Sara dijo 10 al rey: Es mi daré, a ti y a tus descendientes después de ti, por todos los siglos. Vacat. 15 Yo, Abrahán, salí a
hermano, para que yo pudiera beneficiarme a cuenta suya. Yo, Abrahán, fui perdonado por su recorrer y ver la tierra. Comencé el recorrido por el río Guijón. Fui por el borde del mar hasta
causa. Lloré yo, 11 Abrahán, amargamente aquella noche, y conmigo Lot mi sobrino, porque que 16 llegué al monte del Toro. Caminé desde [el borde] de este Gran Mar de la Sal, bordeando
Sara me había sido quitada por la fuerza. Vacat. 12 Esa noche recé, supliqué, imploré y dije en hacia el Este el monte del Toro, a lo ancho de la tierra, 17 hasta que llegué al río Éufrates. Seguí
mi aflicción, mientras corrían mis lágrimas: Bendito seas, oh Dios Altísimo, mi Señor, por todo hacia el Este por la ribera de Éufrates, hasta llegar al Mar Rojo. Continué caminando a la orilla
13 el universo. Porque tú eres Señor y Dueño de todo y dominas a todos los reyes de la tierra, 18 del Mar Rojo, hasta alcanzar el brazo del Mar de los Juncos que sale del Mar Rojo, y seguí
para juzgarlos a todos. Ahora 14 yo presento querella ante ti, mi Señor, contra el Faraón Zoán, hacia el Sur hasta llegué al 19 río Guijón. Entonces me volví  y llegué a mi casa en paz, y
rey de Egipto, porque mi mujer me ha sido quitada por la fuerza. Hazme justicia en contra de él encontré a todos bien. Fui y me establecí junto a las encinas de Mamré, en Hebrón, 20 al
y muestra tu brazo poderoso 15 contra él y contra toda su casa. Que no pueda en esta noche Nordeste de Hebrón. Construí allí un altar y ofrecí sobre el un holocausto y una ofrenda al Dios
mancillar a mi mujer, apartada de mí; y te conozcan así. Mi Señor. Porque tú eres el Señor de Altísimo. Y comí y bebí allí, 21 yo y todas las personas de mi casa. Invité a Mamré, Arnem y
todos los reyes 16 de la tierra. Y lloré y callé. Esa noche, le envió Dios Altísimo un espíritu Escol, tres hermanos amoritas, mis amigos, y comieron junto 22 conmigo y bebieron conmigo.
castigador, para afligirlo a él y a todos los miembros de su casa; un espíritu 17 maligno que le Vacat. 23 Antes de aquellos días vino Codorlahomer, rey de Elam, Amrafel, rey de Babilonia,
afligía a él y a todos los miembros de su casa. Y no pudo acercársele, ni menos aún tener Arioc, rey de Capadocia, Tidal, rey de Pueblos, que 24 es Mesopotamia, y declararon la guerra a
relaciones sexuales con ella, a pesar de estar con ella 18 dos años. Al final de dos años se Bera, rey de Sodoma, Birsa, rey de Gomorra, Sinab, rey de Adama, 25 Semiabad, rey de Seboín,
agravaron e intensificaron los castigos y las plagas contra él y contra todos los miembros de su y al rey de Bela. Todos ellos se aliaron para combatir en el valle de Sidín. Pero prevaleció el rey
casa. Y mandó 19 llamar a todos [los sabios] de Egipto, por ver si podían sanarlo de aquella de 26 Elam y los reyes aliados con él sobre el rey de Sodoma y todos sus aliados, y les
plaga, [a él] y a los miembros 20 de su casa. Pero todos los curanderos y magos, y todos los impusieron tributo. Durante doce años siguieron 27 pagando su tributo al rey de Elam, pero al
sabios, no pudieron alzarse a curarlo. Porque el espíritu los atacó a todos 21 y   huyeron. Vacat. decimotercero se rebelaron contra él. En el año decimocuarto el rey de Elam se colocó al frente
Entonces HRKNWS vino a mí y me pidió que fuese y rezase  por 22 el rey, e impusiese mis de todos 28 sus aliados, subieron por el camino del desierto y fueron destruyendo y arrasando
manos sobre él para que viviese Porque [me había visto] en su sueño. Pero Lot le dijo: Abrahán, desde el río Éufrates. Derrotaron a los refaítas de Astarot de 29 Carmín, a los zumzumitas   de
mi tío, no puede rezar por 23 el rey mientras Sara, su mujer, está con él. Ve ahora di al rey que Amón, a los emeos de Sabeha-Keriot, y a los hurritas de los monte de Gebal, hasta que llegaron
reenvíe a su mujer a su propio marido, y él rezará por él y vivirá. 24 Vacat. Cuando oyó a El- 30 Paran, en el desierto. Volvieron […] en Hazazon Tamar. Vacat. 31 El re de Sodoma
HRKNWS las palabras de Lot, fue y dijo al rey: Todas estas plagas y castigos 25 con que el rey salió a su encuentro junto con el rey [de Gomorra], el rey de Adama, el rey de Seboín y el rey de
Bela. [Presentaron] batalla 32 en el valle [de Sidín] contra Codorlahomer [y los aliados] que Mas para persuadirlo en su ánimo y para que los presentes se robustecieran en la fe, 130 miró a
había con él. Pero el rey de Sodoma fue derrotado y huyó; el rey de Gomorra 33 cayó en los su hija y le dijo: —Levántate de ese lugar sin que nadie te ayude salvo Jesús sólo; camina ya
pozos […] El rey de Elam  saqueó todas las posesiones de Sodoma y de 34 [Gomorra…] y se sana, delante de todos éstos y ven hacia mí.
llevaron preso a Lot, el hijo del hermano Ella se levantó y fue hacia él. La muchedumbre se alegró por lo que había ocurrido. Pedro les
dijo: —Ahora vuestro corazón está convencido de que Dios no es impotente respecto a cualquier
Col. XXII cosa que le pidamos.
1 de Abrahán, que habitaba en Sodoma, junto con ellos y todos sus ganados. Uno de los pastores Entonces se alegraron aun más y alabaron a Dios. Pedro dijo así a su hija: —131 Vuelve a tu
del rebaño 2 que Abrahán había dado a Lot, que se había escapado al arresto, vino a Abrahán – sitio, siéntate y quede de nuevo contigo tu enfermedad, pues esto es útil para ti y para mí.
en aquel tiempo Abrahán 3 habitaba en Hebrón- y le informó que había sido capturado Lot, el La joven se volvió, se sentó en su lugar y quedó como antes. Toda la muchedumbre se puso a
hijo de su hermano, y todos sus rebaños, pero que él no había muerto, y que 4 los reyes se llorar y suplicó a Pedro que la (volviera) a curar. Les dijo Pedro: —¡Por la vida del Señor, que
habían ido por el camino del Gran Valle hacia la ciudad, haciendo cautivos, destruyendo, esto es útil para ella y para mí! Pues en el día en el que nació tuve una visión en la que Él me
matando, y marchando 5 hacia la ciudad de Damasco. Lloró Abrahán por Lot, el hijo de su decía: «Pedro, hoy ha nacido para ti una gran 132 tentación. Tu hija causará daño a muchas
hermano. Se animó Abrahán, se alzó, 6 y escogió de entre sus siervos a los más preparados para almas si su cuerpo permanece sano». Mas yo pensaba que la visión se mofaba de mí. Cuando la
la guerra: trescientos dieciocho. Arnem, 7 Escol y Mamré fueron con él. Los fue muchacha tuvo diez años, muchos sufrieron escándalo por su causa. Un gran hacendado,
persiguiendo  hasta que llegó a Dan y los encontró 8 acampados en el valle de Dan. Cayó sobre Ptolomeo de nombre, que la había visto bañarse a la muchacha y a su madre, envió por ella con
ellos de noche, por los cuatro costados. Mató 9 a algunos durante la noche. Los destrozó y los la intención de hacerla su esposa. Pero su madre no quiso. Ptolomeo insistió y no pudo esperar
persiguió, y todos ellos fueron huyendo delante de él 10 hasta que llegaron a Helbón, que está al [...]
Norte de Damasco. Rescató de ellos todo lo que habían capturado, 11 todo lo que habían (Laguna de un folio; pp. 133-134)
saqueado y todos sus propios bienes. También salvó a Lot, el hijo de su hermano, y a todos sus 135 [...] (los siervos) de Ptolomeo trajeron a la muchacha, la dejaron delante de la puerta de la
rebaños 12 e hizo volver a todos los presos que habían capturado. Oyó el rey de Sodoma que casa y se fueron. Cuando caímos en cuenta, su madre y yo bajamos, descubrimos a la muchacha
Abrahán había hecho volver a todos los cautivos 13 y todo el botín, y subió a encontrarlo. Fue a y que todo un costado de su cuerpo, desde los pies a la cabeza, se había quedado paralizado y
Salén que es Jerusalén. Abrahán acampaba en el valle de 14 Save, que es el valle del Rey, el enjuto. La recogimos y alabamos al Señor que había librado a su sierva de esa mancha, de la
valle de Bet-ha-Karen. Melquisedec, rey de Salén, sacó 15 comida y bebida para Abrahán y para vergüenza y de [...]. Éste es el motivo por el que la muchacha (ha quedado) así hasta el día de
todos los hombres que había con él. Él era sacerdote del Dios Altísimo. Bendijo 16 a Abrahán y hoy.
dijo: Bendito sea Abrahán por el Dios Altísimo, Señor del cielo y la tierra, y Bendito sea el Dios
altísimo 17 que ha entregado tus enemigos en tus manos. Y (Abrahán) le dio un diezmo de todos Ahora es conveniente para vosotros que conozcáis el final de Ptolomeo. 136 Se encerró en sí
los ganados del rey de Elam y sus aliados. 18 Vacat. Entonces se acercó el rey de Sodoma y dijo mismo y se lamentaba día y noche por lo que había ocurrido, y a causa de las muchas lágrimas
a Abrahán: Mi Señor Abrahán, 19 dame la gente que es mía, que está cautiva contigo, que tú que derramó quedó ciego. Tomó la decisión de levantarse y ahorcarse, mas he aquí que a la hora
rescataste del rey de Elam. Todos los bienes 20 guárdalos para ti. Vacat. Entonces replicó nona de aquel día, cuando se encontraba solo en su dormitorio, vio una gran luz que iluminaba
Abrahán al rey de Sodoma: 21 Juro en este día por el Dios Altísimo, Señor de cielos y tierra, que toda la casa y oyó una voz que le decía: 137 «Ptolomeo: los vasos de Dios no han sido dados
no aceptaré ni un hilo, ni una correa de sandalia, 22 ni nada de lo que te pertenece, para que no para la ruina y la corrupción. Era necesario que tú, que has creído en mí, no profanaras a mi
digas: De mis bienes (proviene) la riqueza de 23 Abrahán; excepto lo que ya han comido mis doncella, en la que deberías ver una hermana, pues yo soy para vosotros dos un solo Espíritu.
muchachos, que me acompañan, y excepto la parte de los tres hombres que 24 vinieron Levántate, sin embargo, y vete deprisa a casa de Pedro, el apóstol. Allí verás mi gloria, y él te
conmigo; ellos son dueños de su parte para dártela. Devolvió Abrahán todos los bienes y aclarará este asunto».
todos  25 los cautivos y (los) dio al rey de Sodoma. Y a todos los presos que había con él de Ptolomeo no se descuidó un momento, y ordenó a sus hombres que le 138 mostraran el camino
aquella región los libró 26 y los soltó a todos. Vacat. 27 Después de estos sucesos se apareció y que lo llevaran hasta mí. Cuando estuvo en mi presencia contó lo que le había ocurrido por el
Dios a Abrahán en una visión y le dijo: He aquí que han pasado 28 diez años desde el día en que poder de Jesucristo, nuestro Señor. Entonces comenzó a ver con los ojos de su cuerpo y de su
tú saliste de Harán; has pasado dos años aquí, siete en Egipto y uno 29 desde que volviste de alma, y muchos pusieron su esperanza en Cristo. Él les causó un bien procurándoles
Egipto. Ahora examina y cuenta todo lo que tienes, y mira cuantas veces se ha multiplicado graciosamente el don de Dios.
30  todo lo que salió contigo en el día de tu marcha de Harán. Ahora no temas, yo estoy contigo Luego murió Ptolomeo; abandonó la vida y se fue hacia su Señor. 139 Y cuando dispuso su
y seré para ti 31 soporte y fuerza. Yo seré tu escudo y tu broquel contra uno más fuerte que tú. testamento, inscribió en él un lote de tierra a nombre de mi hija, ya que por su medio había
Tu riqueza y tus rebaños 32 se multiplicarán inmensamente. Vacat. Abrahán contestó: Mi Señor creído en Dios y obtenido la curación. Yo, a quien había confiado la administración, ejecuté
Dios, grandes son mis riquezas y mis rebaños, pero ¿de qué me sirve 33 todo eso? Cuando yo todo diligentemente. Vendí el campo [...] y Dios sólo sabe que yo ni mi hija [...]. Vendí el
muera, me iré desnudo y sin hijos. Uno de mis siervos me heredará, 34 Eliezer […] … Pero le campo, y del producto no me he quedado con nada, sino que todo lo he repartido entre los
replicó: No te heredará ése, sino uno salido pobres.
Sábete, pues, ¡oh servidor de Jesucristo!, que Dios 140 gobierna a los suyos y prepara a cada
LA HIJA DE PEDRO (Hecho de Pedro) (Nag Hammadi) uno lo que le es bueno, aunque pensemos que se ha olvidado de nosotros. Ahora, pues,
(Fragmento copto berolinense) hermanos, hagamos penitencia, vigilemos y oremos, y la bondad de Dios dirigirá sus ojos sobre
nosotros, mientras por nuestra parte ponemos en ella nuestra esperanza.
128 El primer día de la semana, el domingo se reunió mucha gente y llevaron a Pedro una gran
multitud de enfermos para que los curara. Pero uno de entre los presentes tuvo el valor de Pedro pronunció estas palabras, y alabando el nombre 141 del Señor Cristo, distribuyó a todos el
decirle: —Pedro: ante nuestros ojos has hecho que muchos ciegos vean, muchos sordos oigan, pan. Cuando lo hubo repartido, se levantó y entró en su casa.
que los lisiados anden, y has ayudado a los débiles otorgándoles fuerza. ¿Por qué motivo no has Nota: la numeración corresponde a las páginas del manuscrito.
socorrido a tu hija, doncella, que se ha hecho una bella mujer y que ha creído en el nombre del
Señor? 129 Uno de sus costados se halla totalmente paralizado y yace tendida en un rincón, LOS HECHOS DE PEDRO Y LOS DOCE APOSTOLES (Nag Hammadi)
impedida. Podemos ver a los que has curado, pero no te has cuidado de tu propia hija.
Introducción
Mas Pedro sonrió y le dijo: —Hijo mío: Dios solamente sabe por qué razón su cuerpo está 1 [...] nos hicimos a la mar. Nos sentíamos unidos en nuestros corazones. Estábamos todos
enfermo. Sábete, pues, que Él no es débil o impotente para otorgar este don a mi hija.
dispuestos a ejecutar el ministerio que el Señor nos había encargado, y llegamos a un acuerdo
entre nosotros. Bajamos al mar en un momento oportuno, dispuesto por el Señor. Encontramos Respondió así (el vendedor de perlas): —Si preguntas por mi nombre, es Litargoel, que significa
un navío fondeado en la costa preparado para partir, y hablamos con los marineros si podríamos «piedra liviana (que brilla como los ojos de) una gacela». Y la vía hacia la ciudad sobre la que
embarcarnos con ellos. Mostraron con nosotros una gran amabilidad, según lo dispuesto por el me has preguntado, te la mostraré (también). Cualquier hombre no puede ir por ese camino,
Señor. Y ocurrió que cuando partimos, navegamos un día y una noche. Luego sopló sobre la salvo el que haya renunciado a todo lo que posee, y ayune diariamente de estación en estación.
nave un viento contrario que nos arrastró hacia una pequeña ciudad (en una isla) situada en Porque son numerosos los ladrones y las fieras salvajes en esa vía. Al que lleva pan consigo para
medio del mar. Yo, Pedro, pregunté el nombre de la ciudad a algunas personas del lugar que se el camino, perros negros lo devoran a causa de ese pan. El que lleva un vestido precioso de este
hallaban en el muelle. mundo lo matan los ladrones 6 [a causa del] vestido. [Al que lleva] agua [lo destrozan] los lobos
2 Nos respondió [un hombre] de aquellos [y nos dijo el nombre] de la ciudad que era [por el agua], ya que tienen sed. [Al que] se preocupa de la [carne] y las verduras, lo desgarran
[«Inhabitación»], es decir, «Fundamento» [...] paciencia. Su alcalde se hallaba [en el muelle, los leo[nes] a causa de la carne. [Si] escapa de los leones, lo cornean los toros a causa de las
portando] una palma (en la mano). Y ocurrió que cuando desembarcamos en tierra [con] el verduras.
equipaje, entré en la ciudad buscando [consejo?] sobre un alojamiento. Cuando terminó de decirme [estas] cosas, suspiré en mi interior diciendo: «¡Qué grandes son las
penalidades del camino! ¡Ojalá nos diera Jesús fuerza para caminar por él!»
Primer encuentro con Litargoel Me miró mientras suspiraba y se entristecía mi rostro. Me dijo: —¿Por qué suspiras si conoces
Salió un hombre que llevaba una vestidura ceñida sobre sus lomos y un cinturón dorado que la ese nombre, «Jesús», y crees en él? Él es el Gran Poder y lo concede. Porque yo también creo en
ajustaba. (Llevaba) un blanco sudario recogido alrededor del pecho, que le llegaba hasta los el Padre que lo envió.
hombros y que cubría su cabeza y sus manos. Yo contemplaba a ese hombre porque era hermoso Volví a preguntarle: —¿Cuál es el nombre del lugar al que te vas, tu ciudad?
en su forma y figura. Cuatro zonas de su cuerpo miraba: las plantas de sus pies, una parte de su Me respondió: —El nombre de mi ciudad es «Nueve Puertas». Alabemos a Dios mientras nos
pecho, las palmas de sus manos y su rostro. Esto es lo que pude ver. Había en su mano izquierda ejercitamos pensando que la décima es la cabeza.
una caja de las que suelen emplearse para libros y un bastón de estoraque [madera de cierto tipo Después de esto me aparté de él en paz para llamar a mis compañeros. (Entonces) vi unas olas, y
de árbol] en su derecha. Su voz resonaba pausadamente mientras gritaba en la ciudad: «Perlas, grandes y elevados muros que rodeaban los límites de la ciudad. Me admiré de las grandezas
perlas». Yo pensé que era un habitante de aquella villa. Le hablé así: —Hermano mío y que vi. Y observé a un anciano que estaba sentado. Le pregunté el nombre de la ciudad, si en
compañero. verdad (su nombre) era 7 «Inhabitación»] [...]. Me dijo: —[Has dicho] verdad, pues [habitamos]
3 Me respondió: —[Bie]n has dicho «[hermano] mío [y c]ompañero». ¿Qué [deseas] de mí? aquí, porque soportamos con paciencia.
Le respondí: —[Busco] un alojamiento para mí [y] para mis hermanos, ya que somos forasteros. [Respondí] así: —Justamente [...] los hombres la han llamado [...] porque las ciudades son
Añadió: —Por eso también yo me he apresurado a decir «hermano mío y compañero», porque habitadas por quienes soportan con paciencia sus tentaciones. Un reino noble saldrá de ellas,
soy un extranjero como tú. pues resisten en medio de las olas y de las angustias de las tormentas. De modo que la ciudad de
Cuando hubo dicho estas palabras, gritó: —Perlas, perlas. aquellos que soportan el peso del yugo de la fe será habitada. Y él, (cada uno de sus habitantes,)
será computado en el reino de los cielos.
Oyeron su voz los ricos de aquella ciudad. (Unos) salieron de sus habitaciones más ocultas;
otros, por el contrario, lo contemplaron desde las habitaciones de sus casas; y otros miraban
desde las ventanas superiores. Pero vieron que no (podían conseguir) nada de él, porque no Transición a la segunda narración
llevaba alforja ninguna sobre sus espaldas, ni envoltorio ninguno entre su vestidura o sudario. A Me marché apresuradamente y llamé a mis compañeros para entrar en la ciudad de la que nos
causa de su desprecio ni siquiera le preguntaron, y él, por su parte, no se reveló a ellos. Los ricos había hablado Litargoel. Ligados por la fe, abandonamos todas las cosas como él nos había
se volvieron a sus aposentos mientras decían: «Éste se burla de nosotros». dicho. Nos libramos de los ladrones, puesto que no encontraron sus vestiduras sobre nosotros.
4 Los pobres [de la ciudad] escucharon [su voz, y salieron hacia] el hombre que [vendía las Nos escapamos de los lobos, porque no hallaron en nosotros el agua de la que estaban sedientos.
perlas. Le dijeron]: —Por favor, [muéstranos una] perla, para que al menos [podamos verla] con Nos libramos de los leones, porque no encontraron en nosotros el deseo de carne. 8 [Nos
nuestros ojos, ya que somos [pobres], y no tenemos el dinero de su precio para entregártelo. escapamos de los perros] y de [los toros, porque no encontraron ni pan] ni verduras. [Sentimos
[Enséñanosla], sin embargo, para que podamos decir a nuestros camaradas que [hemos visto] una] gran alegría, [con] (ausencia) de preocupaciones en la paz de nuestro Señor. Tomamos un
una perla con nuestros propios ojos. poco de descanso ante la puerta y comentamos entre nosotros cosas que no suponían distracción
Les respondió así: —Si os es posible, venid a mi ciudad. No sólo la mostraré ante vuestros ojos, en este mundo, sino una práctica continuada de la fe.
sino que os la daré de balde.
Los pobres de aquella ciudad escucharon sus palabras y replicaron: —Puesto que somos Segundo encuentro con Litargoel
mendigos, sabemos que nadie acostumbra a regalar una perla a los mendigos, quienes suelen Mientras hablábamos de los ladrones del camino, de quienes habíamos escapado, he aquí que
recibir alimentos y calderilla. Ahora bien, lo que deseamos obtener de tu bondad es que nos salió Litargoel. Se había transformado ante nosotros y había tomado la apariencia de un médico.
muestres la perla ante nuestros ojos. Así podremos decir con orgullo a nuestros camaradas: Llevaba bajo su brazo un ungüento de nardo medicinal, y un discípulo le seguía portando una
«Hemos visto una perla con nuestros ojos», ya que (tal cosa) no sucede entre los pobres, cajita llena de medicinas. Nosotros no lo reconocimos. Pedro respondió y le dijo: —Nos gustaría
especialmente mendigos (como nosotros). que nos hicieras un favor, ya que somos extranjeros. Condúcenos a la casa de Litargoel antes de
que se haga tarde.
Viaje de Pedro y sus compañeros a la ciudad de Litargoel Nos respondió: —Os la mostraré con rectitud de corazón. Pero me admira que conozcáis a ese
Les respondió así: —Si os es posible, venid a mi ciudad. No sólo os enseñaré la perla, sino que hombre bueno, pues no se revela a cualquiera, ya que es el hijo de un gran rey. Descansad un
os la daré de balde. poco mientras voy, curo a ese hombre y vengo (de nuevo).
Los pobres y los mendigos se alegraron a causa de 5 el [dadivoso] mercader. [Los hombres] (de Se dio prisa y volvió 9 rápidamente. (El hombre) dijo a Pedro: —Pedro.
la ciudad) [preguntaron a Pedro] sobre las penalidades [del camino]. Pedro respondió Éste se atemorizó (preguntándose) cómo había llegado a saber que su nombre era Pedro. Pedro
contándoles lo que habían oído de las dificultades del camino, puesto que experimentarán esas respondió al Salvador: —¿De dónde me conoces, puesto que has pronunciado mi nombre?
penalidades en su ministerio. (Luego) dijo (Pedro) al hombre que vendía la perla: —Deseo Respondió Litargoel: —Deseo preguntarte quién te ha dado el nombre de Pedro.
conocer tu nombre y las penalidades del camino hasta tu ciudad, porque somos forasteros y Díjole él: —Jesús, el Cristo, el hijo del Dios viviente, Él me dio este nombre.
siervos de Dios, y nos es necesario extender la palabra de Dios en toda ciudad pacíficamente.
Respondió (Litargoel) con estas palabras: —Yo soy (ese). Reconóceme, Pedro. 7. Porque sé que esto es para mi salvación eterna, que llegará por las oraciones de ustedes, y por
Desanudó el vestido que le cubría, con el que se había disfrazado ante nosotros, y se nos reveló ayuda del Espíritu Santo, ya sea para vida o para muerte;
en verdad como era él. Nos postramos en tierra y lo adoramos nosotros, los once apóstoles. 8. porque para mí, si vivo es para Cristo, y la muerte es regocijo.
Extendió su mano, nos hizo levantar (y) hablamos con él humildemente. Mientras nuestras 9. Y Él les concederá su misericordia para que ustedes tengan el mismo amor y sean una misma
cabezas estaban inclinadas hacia el suelo con respeto, le dijimos: —¿Qué quieres que hagamos? mente.
Mas otórganos la fuerza para que cumplamos tu voluntad en todo momento. 10. Por lo tanto, amados, mantengan lo que han oído en mi presencia, y trabajen en el temor de
Él (Jesús) les entregó el ungüento de nardo curativo y la cajita que estaba en las manos del Dios, y tendrán vida eterna,
discípulo, y les impartió la orden 10 siguiente: —Volved a la ciudad de la que habéis salido que 11. porque es Dios que opera en ustedes.
es llamada «Inhabitación». Continuad enseñando pacientemente a los que han creído en mi
nombre, puesto que yo he tenido paciencia en los sufrimientos de la fe. Yo os otorgaré vuestra 12. Y hagan todo lo que deban hacer sin retractarse,
recompensa. Dad a los pobres de la ciudad lo que necesiten para que vivan de ello, hasta que yo 13. y en las demás cosas, amados, regocíjense en Cristo, y tengan cuidado con aquellos que
les dé lo que es superior, lo que os dije que os iba a dar de balde. procuran lucros sórdidos.
Pedro respondió con estas palabras: —Señor, Tú nos has enseñado a renunciar al mundo y a lo 14. Hagan abiertamente sus peticiones a Dios, y sean firmes en el sentimiento de Cristo,
que en él hay. Hemos dejado todo por ti. Nos preocupamos (ahora solamente) del alimento de 15. y en lo que es íntegro, verdadero, casto, justo y amable.
cada día. ¿Dónde podremos encontrar las cosas necesarias que nos pides entregar a los pobres? 16. Guarden en sus corazones lo que oyeron y recibieron, y tendrán la paz.
El Señor respondió con estas palabras: —¡Oh Pedro!, era necesario que comprendieras la 17. Saludos a todos los hermanos con un beso santo.
parábola que te he contado. ¿No sabes tú que mi nombre, que tú enseñas, es más valioso que
18. También los santos les envían saludos.
cualquier riqueza y que la sabiduría de Dios es superior al oro, la plata y las piedras preciosas?
19. Que la gracia de Nuestro Señor Jesús esté con el espíritu de ustedes.
20. Procuren que esta epístola sea leída a los Colosenses, y lean ustedes la epístola de los
La misión universal Colosenses.
Les entregó (la cajita con) los remedios medicinales y les dijo (de nuevo): —Curad a todos los
Nota de NA: Si bien esta epístola se encuentra mencionada en la epístola a los Colosenses
enfermos de la ciudad que han creído 11 [en] mi nombre. (Colosenses 4:16 Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en
Pedro tuvo miedo de responderle por segunda vez. Se dirigió al que estaba a su lado, que era la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros). y que el autor,
Juan, (y le dijo): —Habla tú esta vez. indiscutiblemente, es el Apóstol Pablo, hoy está calificada en el "rubro" de textos apócrifos.
Juan respondió con estas palabras: —Señor: tenemos miedo de pronunciar ante ti multitud de
palabras. Pero eres tú el que nos exige que practiquemos esta técnica, aunque nadie nos ha ORACION DE MANASES (ODA XII) - (apócrifo pseudoepigráfico)
instruido para ser médicos. ¿Cómo, pues, sabremos curar los cuerpos, como tú nos has
ordenado? 1 Señor Todopoderoso, Dios de nuestros padres Abrahán, Isaac y Jacob y de su justa
descendencia,
Le respondió (Jesús): —Has hablado bien, Juan, pues yo sé que los médicos de este mundo
acostumbran a curar (las enfermedades) que pertenecen al mundo. (Pero) los médicos del alma 2 que has hecho el cielo y la tierra con todo su universo,
sanan los corazones. Curad, pues, los cuerpos primero, de modo que gracias a la potencia 3 que has encadenado el mar con tu imperiosa palabra, que has cerrado y sellado el abismo con
curativa que hay en vosotros para curación de los cuerpos sin medicinas de este mundo puedan tu temible y glorioso nombre,
creer que os es posible también sanar las enfermedades del corazón. Con los ricos de la ciudad, 4 ante quien todo se estremece y tiembla por tu poderosa presencia,
(sin embargo,) esos que no consideran digno saber de mí, sino que se regocijan en su riqueza y 5 porque insoportable es la majestad de tu gloria e irresistible la cólera de tu amenaza contra los
en su orgullo, con ésos, pues, 12 no comáis en [sus] casas, ni os amiguéis con ellos, no sea que pecadores,
os hagan partícipes de su parcialidad. Pues muchos toman partido por los ricos en las iglesias,
6 pero inmensa e insondable la piedad de tu promesa;
porque son pecadores (también) y proporcionan la ocasión a otros hombres de hacer (lo mismo).
Mas vosotros juzgadlos con sabiduría, de modo que vuestro ministerio sea glorificado, y para 7 porque tú eres Señor Altísimo, compasivo, paciente y rico en misericordia, y te lamentas de las
que Yo y mi nombre sean glorificados también en las iglesias. maldades de los hombres.
Los discípulos respondieron así: —Sí. En verdad esto es lo que conviene hacer. 7b [. . .] Pues, Tú, Señor, conforme a la generosidad de tu bondad has prometido
arrepentimiento y perdón a los que han pecado, y por la abundancia de tu misericordia has fijado
Se postraron en tierra y lo adoraron. (Pero) él los hizo levantar y se apartó de ellos en paz.
penitencia a los pecadores para que se salven;
Amén.
8 Tú, en efecto, Señor Dios de los justos, no estableciste penitencia para los justos, para
Abrahán, Isaac y Jacob, que no pecaron contra Ti, sino que estableciste penitencia para mí, el
EPÍSTOLA A LOS LAODICENSES - (apócrifo) pecador;
1. Pablo, apóstol no de los hombres ni por los hombres, sino por medio de Jesús Cristo, a los 9 porque he cometido pecados más numerosos que las arenas del mar; se han multiplicado mis
hermanos que están en Laodicea. faltas, Señor, se han multiplicado y no soy digno de tender la mirada y ver la altura del cielo a
2. Gracia y paz para ustedes, de Dios Padre y de Nuestro Señor Jesucristo. causa de la multitud de mis faltas.
3. Agradezco a Cristo en todas mis oraciones, porque ustedes permanecen en Él y perseveran en 9b [. . .]Y ahora, Señor, me encuentro justamente castigado y merecidamente afligido, pues
sus obras, aguardando la promesa en el día del juicio. heme aquí cautivo,
4. No se dejen engañar por las palabras vanas de algunos que pervierten la verdad, y que pueden 10 doblegado por cadena de hierro demasiado fuerte para poder erguir la cabeza a causa de mis
alejarlos del verdadero evangelio que les prediqué. pecados, y no hay alivio para mí porque he irritado tu cólera y el mal ante Ti he obrado al haber
5. Permita Dios que mis conversos alcancen un conocimiento perfecto de la verdad del establecido abominaciones y multiplicado ultrajes.
evangelio, sean útiles, y realicen obras de salvación para la vida eterna. 11 Y ahora inclino la rodilla de mi corazón suplicando tu generosidad.
6. Ahora se evidencian mis cadenas, las cuales sufro en Cristo, y en las que me regocijo y 12 He pecado, Señor, he pecado y mis faltas yo conozco,
alegro.
13 pero te pido suplicante: ¡Aparta de mí tu enojo, Señor, aparta de mí tu enojo y no me hagas machos cabríos, ni aun cuando vengáis a ser vistos de mí. Porque ¿quién requirió todo eso de
perecer junto a mis faltas ni, eternamente resentido, me prestes atención a las maldades ni me vuestras manos? No quiero que volváis a pisar mi atrio. Si me trajereis la flor de la harina, es
condenes a los abismos de la tierra! Porque Tú eres, Señor, el Dios de los que se arrepienten, cosa vana; vuestro incienso es para mí abominación; vuestros novilunios y vuestros sábados no
14 y en mí mostrarás tu bondad ya que, aun siendo indigno, me salvarás conforme a tu mucha los soporto.
misericordia,
15 y te alabaré por siempre en los días de mi vida, pues himnos te entona todo el ejército de los La ofrenda cristiana no hecha por mano de hombre
cielos y tuya es la gloria por los siglos. Amén. 6. Ahora bien, todo eso lo invalidó el Señor, a fin de que la nueva ley de nuestro Señor
Jesucristo, que no está sometida al yugo de la necesidad, tenga una ofrenda no hecha por mano
EPÍSTOLA DE BERNABE - (apócrifo) de hombre. 7. Y así dice de nuevo a ellos: ¿Acaso fui yo quien mandé a vuestros padres, cuando
Esta Epístola solamente se encuentra en el Códice Sinaítico, forma parte de la lista de los libros salían de la tierra de Egipto, que me ofrecieran holocaustos y sacrificios? 8. ¿0 no fué más bien
de La Biblia que no están en ella (apuntes 24). Esta Epístola es clasificada como apócrifa esto lo que les mandé, a saber: que ninguno de vosotros guarde en su corazón rencor contra su
hermano y que no amarais el falso juramento?
9. Debemos, por tanto, comprender, no cayendo en la insensatez, la sentencia de la bondad de
EPÍSTOLA DE BERNABE nuestro Padre, porque con nosotros habla, no queriendo que nosotros, andando extraviados al
Saludo modo de aquéllos, busquemos todavía cómo acercarnos a Él. 10. Ahora bien, a nos otros nos
I 1. Salud en la paz, hijos e hijas, en el nombre del Señor que nos ha amado. dice de esta manera: Sacrificio para Dios es un corazón contrito; olor de suavidad al Señor, un
corazón que glorifica al que le ha plasmado.
Motivo y objeto de la carta Debemos, por ende, hermanos, andar con toda diligencia en lo que atañe a nuestra salvación, no
sea que el maligno, logrando infiltrársenos por el error, nos arroje, como la piedra de una honda,
2. Como sean tan grandes y ricas las justificaciones de Dios para con vosotros, yo me regocijo,
sobre toda otra cosa y por todo extremo, en vuestros BienaVenturados y gloriosos espíritus, pues lejos de nuestra vida.
de Él habéis recibido la semilla plantada en vuestras almas, el don de la gracia espiritual.
3. Por lo cual, aun me congratulo más a mi mismo con la esperanza de salvarme, pues El ayuno acepto a Dios
verdaderamente contemplo entre vosotros cómo el Señor, que es rico en caridad, ha derramado III 1. Díceles, pues, otra vez acerca de estas cosas:
su Espíritu sobre vosotros. Hasta tal punto me conmovió, estando entre vosotros, vuestra vista ¿Para qué me ayunáis, de modo que hoy sólo se oyen los gritos de vuestra voz? No es éste el
tan anhelada. ayuno que yo me escogí—dice el Señor—no al hombre que humillo su alma. 2. Ni aun cuando
4. Como quiera, pues, que estoy convencido y siento íntimamente que, habiéndoos muchas dobléis como un aro vuestro cuello y vistáis de saco y os acostéis sobre ceniza, ni aun así lo
veces dirigido mi palabra, sé que anduvo conmigo el Señor en el camino de la justicia, y me veo llaméis ayuno aceptable.
también yo de todo punto forzado a amaros más que a mi propia vida, pues gran. de es la fe y la 3. A nosotros, empero, nos dice: He aquí el ayuno que me elegí—dice el Señor—: No al hombre
caridad que habita en vosotros por la esperanza de su vida; 5. considerando, digo, que de que humilla su alma, sino: Desata toda atadura de iniquidad, rompe las cuerdas de los contratos
tomarme yo algún cuidado sobre vosotros para comunicaros alguna parte de lo mismo que yo he violentos, despacha a los oprimidos en libertad y rasga toda escritura inicua. Rompe tu pan con
recibido, no ha de faltarme la recompensa por el servicio prestado a espiritus como los vuestros, los hambrientos y, si vieres a un desnudo, vístelo; recoge en tu casa a los sin techo; si vieres a un
me he apresurado a escribiros brevemente, a fin de que, juntamente con vuestra fe, tengáis humilde, no le desprecies, ni te apartes de los de tu propia sangre. 4. Entonces tu luz romperá
perfecto conocimiento. matinal, y tus vestidos resplandecerán rápidamente, y la justicia caminará delante de ti, y la
gloria de Dios te cubrirá. 5. Entonces gritarás y Dios te escuchará; cuando aun estés hablando,
Síntesis de la vida cristiana dirá: Heme aquí presente, a condición que quites de ti la atadura y la mano levantada y la
6. Ahora bien, tres son los decretos del Señor: la esperanza de la vida, que es principio y fin de palabra de murmuración y des de corazón tu pan al hambriento y hayas lástima del alma
humillada.
nuestra fe, y la justicia, que es principio y fin del juicio; el amor de la alegría y regocijo, que son
el testimonio de las obras de la justicia. 7. En efecto, el Dueño, por medio de sus profetas, nos 6. En conclusión, hermanos, mirando anticipadamente el Señor longánirne que el pueblo que
dió a conocer lo pasado y lo presente y nos anticipó las primicias del goce de lo por venir. Y preparó en su Amado había de creer con sencillez, anticipadamente nos lo manifestó todo, a fin
pues vemos que una tras otra se cumplen las cosas como Él las dijo, deber nuestro es adelantar, de que no vayamos como prosélitos a estrellarnos en la ley de aquéllos.
con más generoso y levantado espíritu, en su temor. 8. Por lo que a mí toca, no como un
maestro, sino como Uno de entre vosotros, quiero poner a vuestra consideración unos pocos Huyamos de toda maldad, porque se acerca el fin de los tiempos
puntos, por los que os alegraréis en la presente situación. IV 1. Así, pues, es preciso que, escudriñando muy despacio lo presente, inquiramos las cosas
que pueden salvarnos. Huyamos, por ende, de modo absoluto de todas las obras de la iniquidad,
Tiempos difíciles. Contra los sacrificios judíos a fin de que jamás las obras de la iniquidad se apoderen de nosotros y aborrezcamos el extravío
II 1. Como quiera, pues, que los días son malos y el poder está en manos del Activo mismo, del tiempo presente, a fin de ser amados en el por venir. 2. No demos suelta a nuestra propia
deber nuestro es, atendiendo a nosotros mismos, inquirir las justificaciones del Señor. alma, de suerte que tenga poder para correr juntamente con los pecadores y los malvados, no sea
2. Ahora bien, auxiliares de nuestra fe son el temor y la paciencia, y aliados nuestros la largueza que nos asemejemos a ellos. 3. El escándalo consumado está cerca, aquel del que está escrito,
como dice Henoch; pues el Dueño abrevió los tiempos y los días, a fin de que se apresure su
de alma y la continencia.
Amado y venga a su heredad. 4. Además, el profeta dice así: Diez reinos reinarán sobre la tierra
3. Como estas virtudes estén firmes en todo lo atañedero al Señor santamente, regocíjanse con y tras ellos se levantará un rey pequeño que humillará de un golpe a tres reyes. 5. Igualmente,
ellas la sabiduría, la inteligencia, la ciencia y el conocimiento. Daniel dice sobre lo mismo: Y vi la cuarta bestia, mala y fuerte, y más fiera que todas las otras
4. En efecto, el Señor, por medio de todos sus profetas, nos ha manifestado que no tiene bestias de la tierra, y cómo de ella brotaban diez cuernos y de ellos un cuerno pequeño, como un
necesidad ni de sacrificios ni de holocaustos ni de ofrendas, diciendo en una ocasión: retoño, y cómo éste humilló de un golpe a tres de los cuernos mayores. 6. Ahora bien,
5. ¿Qué se me da a mi de la muchedumbre de vuestros sacrificios?—dice el Señor—. Harto obligación nuestra es comprender.
estoy de vuestros holocaustos y no quiero el sebo de vuestros corderos ni la sangre de los toros y
La alianza es nuestra promesa a los padres, y luego, a par que se preparaba Él mismo para si un pueblo nuevo, para
Además, os ruego una cosa, como uno de vosotros que soy y que particularmente os amo a todos demostrar, estando sobre la tierra, que después de hacer Él mismo la resurrección, juzgará. 8.
más que a mi propia alma, y es que atendáis ahora a vosotros mismos y no os asemejéis a ciertas Por fin, predicó, enseñando a Israel y haciendo tan grandes prodigios y señales, con lo que le
gentes, amontonando pecados a pecados, gentes que andan diciendo que la Alianza es de mostró su excesivo amor. 9. Y cuando se escogió a sus propios Apóstoles, los que habian de
aquéllos y nuestra. Nuestra, ciertamente; pero aquéllos la perdieron en absoluto del modo que predicar su Evangelio, hombres ellos injustos respecto a la ley sobre todo pecado—a fin de
diré, después de haberla ya recibido Moisés. 7. Dice, en efecto, la Escritura: Y estaba Moisés en mostrar que no vino a llamar a los justos, sino a los pecadores—, entonces fué cuando puso de
el monte, ayunando por espacio de cuarenta dias y de cuarenta noches, y recibió la Alianza de manifiesto que era Hijo de Dios. 10. Porque de no haber venido en carne, tampoco hubieran los
parte del Señor, las tablas de piedra, escritas por el dedo de la mano del Señor. 8. Mas, corno hombres podido salvarse mirándole a Él, como quiera que mirando al sol, que al cabo está
ellos se volvieron a los ídolos, la destruyeron. Dice, en efecto, el Señor de esta manera: Moisés, destinado a no ser, como obra que es de sus manos, no son capaces de fijar los ojos en sus rayos.
Moisés, baja a toda prisa, pues ha prevaricado tu pueblo, los que sacaste de la tierra de Egipto. Y 11. En conclusión, el Hijo de Dios vino en carne a fin de que llegara a su colmo la consumación
Moisés lo entendió y arrojó de sus manos las dos tablas e hízose pedazos la Alianza de ellos, a de los pecados de quienes persiguieron de muerte a sus profetas. 12. Luego para ese fin sufrió.
fin de que la de su Amado, Jesús, quedara sellada en nuestro corazón en la esperanza de su fe. Dice Dios, en efecto, que la haga de su carne procede de ellos: Cuando hirieren a su propio
pastor, entonces perecerán las ovejas del rebaño.
No basta poseer la Alianza: La reprobación de Israel, aviso para el pueblo cristiano 13. Ahora bien, Él mismo fué quien quiso así padecer, pues era preciso que sufriera sobre el
madero. Dice, en efecto, el que profetiza acerca de Él: Perdona a mi alma de la espada. Y:
9. Muchas cosas quería escribiros, no como maestro, sino como dice con quien gusta no faltar en Traspasa con un clavo mis carnes, porque las juntas de malvados se levantaron contra mí.
lo que tenemos; de ahí que me apresuré a escribiros, aun siendo escoria vuestra. Por lo tanto,
atendamos a los últimos días, pues de nada nos servirá todo el tiempo de nuestra fe, si ahora, en 14. Y otra vez dice: He aquí que puse mi espalda para los azotes y mis mejillas para las
el tiempo inicuo y en los escándalos que están por venir, no resistimos como conviene a hijos de bofetadas; pero mi rostro lo puse como una dura roca.
Dios, a fin de que el Negro no se nos infiltre.
10. Huyamos de toda vanidad; odiemos absolutamente las obras del mal camino. No viváis Preludios de la Pasión del Señor
solitarios, replegados en vosotros mismos, como si ya estuvierais justificados, sino, reuniéndoos VI 1. Ahora bien, ¿qué dice cuando hubo cumplido el mandamiento? ¿Quién es el que me
en un mismo lugar, inquirid juntos lo que a todos en común conviene. juzga? Póngase frente a mí. ¿Quién es el que se justifica en mi presencia? Acérquese al siervo
11. Porque dice la Escritura: ¡Ay de los prudentes para si mismos y de los sabios ante sí mismos. del Señor.
Hagámonos espirituales, hagámonos templo perfecto para Dios. En cuanto esté en nuestra mano, 2. ¡Ay de vosotros, porque todos habéis de envejecer como un vestido y la polilla os consumirá.
meditemos el temor de Dios y luchemos por guardar sus mandamientos, a fin de regocijarnos en Y otra vez dice el profeta, una vez que fué puesto Jesús como roca fuerte para despedazamiento:
sus justificaciones. Mira que voy a echar en los cimientos de Sión una piedra de mucho valor, escogida, angular,
12. El Señor juzgará al mundo sin acepción de personas: Cada uno recibirá conforme obró. Si el preciosa. 3. ¿Qué dice después? Y el que esperare en ella, vivirá para siempre. Luego ¿nuestra
hombre fué bueno, su justicia marchará delante de él; si fuere malvado, la paga de su maldad irá esperanza estriba sobre una piedra? De ninguna manera. Lo que significa es que el Señor puso
también delante de él. 13. Recordémoslo, no sea que, echándonos a descansar como llamados, su carne en fortaleza. Pues dice: Y púsome como una roca dura.
nos durmamos en nuestros pecados, y el príncipe malo, tomando poder sobre nosotros, nos 4. Pero dice de nuevo el profeta: La piedra que desecharon los constructores vino a ser cabeza
empuje lejos del reino del Señor. de ángulo. Y otra vez dice: Este es el día grande y maravilloso que hizo el Señor.
14. Además, hermanos mios, considerad este punto: cuando estáis viendo que, después de tantos 5. Os escribo con demasiada sencillez, a fin de que entendáis, yo, que soy sólo barredura de
signos y prodigios sucedidos en medio de Israel y que, sin embargo, han sido de este modo vuestra caridad. 6. ¿Qué sigue, pues, diciendo el profeta? Me rodeó la junta de los malvados;
abandonados, andemos alerta, no sea que, como está escrito, nos encontremos muchos llamados cercáronme como abejas al panal. Y: Sobre mi vestidura echaron suerte.
y pocos escogidos. 7. Como quiera, pues, que había el Señor de manifestarse y sufrir en la carne, fué de antemano
mostrada su pasión. Dice, en efecto, el profeta contra Israel: ¡Ay del alma de ellos, pues han
La Gracia de la Redención tramado designio malo contra si mismos! Atemos al justo, porque nos es molesto.
V 1. Porque el Señor soportó entregar su carne a la destrucción, a fin de que fuéramos nosotros
purificados por la remisión de nuestros pecados, lo que se nos concede por la aspersión de su Nuestra renovación íntima, fruto de la Pasión del Señor
sangre. 2. Acerca de esto, efectivamente, está escrito, parte que se refiere a Israel, parte a 8. ¿Qué les dice el otro profeta, Moisés?
nosotros, y dice así: Fué herido por nuestras iniquidades y debilitado por nuestros pecados: Con He aquí lo que dice el Señor Dios: Entrad en la tierra buena, que el Señor juró dar a Abraham,
su llaga fuimos nosotros sanados. Fué conducido como oveja al matadero y como cordero Isaac y Jacob, y poseedla en herencia, tierra que mana leche y miel.
estuvo mudo delante del que le trasquila.
9. ¿Qué dice el conocimiento? Aprendedlo: "Esperad —dice—en Jesús, que ha de
3. Por tanto, tenemos deber de dar sobremanera gracias al Señor, porque nos dió a conocer lo manifestárseos en carne. El hombre, en efecto, no es sino un pedazo de tierra que sufre, pues de
pasado, nos instruyó acerca de lo presente y no estamos sin inteligencia para lo por venir. 4. Y la haz de la tierra fué plasmado Adán. 10. Ahora bien, ¿qué quiere decir lo de tierra que mana
así dice la Escritura: No se tienden injustamente las redes a los volátiles. Lo cual quiere decir leche y miel? Bendecido sea el Señor nuestro, hermanos, por haber puesto en nosotros sabiduría
que con razón se perderá el hombre que, teniendo conocimiento del camino de la justicia, se e inteligencia de sus secretos. El profeta, en efecto, nos pone una parábola del Señor. ¿Quién lo
precipita a si mismo por el camino de las tinieblas. entenderá, sino el sabio e inteligente y que ama a su Señor? 11. Ahora bien, ello significa que,
habiéndonos renovado por el perdón de nuestros pecados, hizo de nosotros una forma nueva,
Por qué sufre el Señor en su carne hasta el punto de tener un alma de niños, como que de veras nos ha plasmado Él de nuevo.
5. Consideremos, otro sí, este punto, hermanos míos: Si es cierto que el Señor se dignó padecer 12. Y, en efecto, la Escritura dice de nosotros lo mismo que Dios dijo’a su Hijo: Hagamos al
por nuestra alma, siendo como es Señor de todo el universo, a quien dijo Dios desde la hombre a imagen y semejanza nuestra, y tenga imperio sobre las bestias de la tierra y sobre las
constitución del mundo: Hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestra, ¿cómo, digo, se aves del cielo y sobre los peces del mar. Y dijo después de contemplada la hermosa figura
dignó padecer bajo la mano de los hombres? Aprendedlo. 6. Los profetas, teniendo como tenían nuestra: Creced y multiplicaos y henchid la tierra. Todo eso a su Hijo.
de Él la gracia, con miras a Él profetizaron. Ahora bien, Él, para destruir la muerte y mostrar la 13. Mas también te demostraré cómo nos lo dice a nosotros. La segunda creación la cumplió en
resurrección, toda vez que tenía que manifestarse en carne. 7. Sufrió primero para cumplir la los últimos tiempos, pues dice el Señor: He aquí que hago lo último como lo primero. Luego en
relación con esto predicó el profeta: Entrad en la tierra que mana leche y miel y enseñorearos de VIII 1. ¿Y qué figura pensáis representa el que se mande a Israel ofrecer a los hombres que
ella. tienen peeados consumados una novilla y, después de sacrificada, quemarla completamente y
14. Siguese, por tanto, que nosotros somos los plasmados de nuevo, al modo como, a su vez, lo tomar entonces los siervos la ceniza y depositarla en unos vasos, y poner sobre un madero la
dice en otro profeta: Mira—dice el Señor—que voy a quitar de éstos, es decir, de aquellos que lana purpúrea y el hisopo (ahí tienes otra vez la figura de la cruz y la lana purpúrea), y de esta
antevió el Espíritu del Señor, los corazones de piedra y les meteré dentro corazones de carne. Y manera rocían los siervos uno por uno a todo el pueblo, a fin de purificarse de sus pecados? 2.
es que Él había de manifestarse en carne y habitar en nosotros. Considerad cómo en sencillez nos lo dice a nosotros: El novillo es Jesús; los hombres pecadores
15. Y, en efecto, hermanos míos, templo santo es para el Señor la morada de nuestro corazón. que lo ofrecen son los que le condujeron a la muerte; después ya no son hombres, ya no es la
16. Porque dice otra vez el Señor: ¿Y en qué seré visto por el Señor mi Dios y seré glorificado? gloria de los pecadores. 3. Los siervos que rocían son los que nos trajeron la buena noticia del
Dice: Te confesaré en la reunión de mis hermanos y te cantaré himnos en medio de la perdón de nuestros pecados y la purificación del corazón; aquéllos, digo, a quienes dió el Señor
congregacion de los santos. Luego nosotros somos los que introdujo en la tierra buena. el poder del Evangelio, los cuales eran doce para testimonio de las tribus (pues doce son las
tribus de Israel), para pregonarlo. 4. Mas ¿por qué motivo son tres los siervos que rocían? Para
17. Pues ¿qué quiere decir la leche y la miel? Es que el niño se cría primero con miel y luego atestiguar que Abraham, Isaac y Jacob son grandes delante de Dios. 5. ¿Y qué significa que la
con leche; consiguientemente, de esta manera también nosotros, criados con la fe de la promesa lana se ponga sobre el madero? Que el reino de Jesús está sobre el madero y que los que esperen
y con la palabra divina, viviremos señoreando la tierra. 18. Ya lo dijo más arriba: Y crezcan y en Él vivirán para siempre. 6. Mas ¿por qué se ponen juntos la lana y el hisopo? Porque en su
multipliquense y manden sobre los peces. Ahora bien, ¿quién es ahora capaz de mandar sobre la reino habrá días malos y sucios, en que nosotros nos salvaremos, pues el que padece en su carne
tierra o sobre los peces o sobre las aves del cielo? Porque debemos darnos cuenta que mandar es se cura por el jugo del hisopo. 7. Y por eso, las cosas así practicadas resultan claras para
asunto de potestad que implica dominar con imperio. 19. Ahora bien, si es cierto que ahora no se nosotros; para aquellos, en cambio, siguen oscuras por no haber oído la voz del Señor.
cumple eso, luego a nosotros se nos ha dicho cuándo se cumplirá: cuando también nosotros
alcancemos punto tal de perfección que vengamos a ser herederos de la Alianza del Señor.
La verdadera circuncisión: la de los oídos y la del corazón
El Macho cabrío emisario, símbolo de la Pasión del Señor IX 1. En efecto, dice otra vez sobre los oídos, cómo circuncidó nuestro corazón. Dice el Señor
en el profeta: En oído de oreja me obedecieron. Y otra vez dice: Con oído oirán los que están
VII 1. Asi, pues, considerad, hijos de la alegría, cómo el Señor bueno nos lo ha manifestado lejos, y conocerán lo que yo hice. Y: Circuncidad—dice el Señor—vuestros corazones. 2. Y otra
todo de antemano, para que sepamos a quién debernos alabar con acciones de gracia por todo. 2. vez dice: Escucha, Israel, porque esto dice el Señor Dios tuyo. Y de nuevo el Espíritu del Señor
Ahora bien, si el Hijo de Dios, Señor que es y que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, profetiza: ¿Quién es el que quiere vivir para siempre? Con oído oiga la voz de mi siervo. 3. Y
padeció para que su herida nos vivificara a nosotros, creamos que el Hijo de Dios no podía sufrir otra vez dice: Escucha, cielo, y tú, tierra, presta oídos, porque el Señor ha hablado esto para
sino por causa nuestra. 3. Es más, clavado ya en la cruz, fué abrevado con vinagre y hiel. testimonio. Y dice de nuevo: Oíd la voz del Señor, príncipes de este pueblo. Y dice otra vez:
Escuchad cómo de antemano mostraron este pormenor los sacerdotes del templo. Como está Escuchad, liijos, la voz que grita en el desierto.
escrito el precepto: El que no ayunare el ayuno, sea exterminado con muerte; la razón de
mandarlo el Señor fué porque Él había de ofrecer en sacrificio por nuestros pecados el vaso del 4. En conclusión, circuncidó nuestros oídos, a fin de que, oída la palabra, creamos nosotros. Por
Espíritu y cumplir a la par la figura de Isaac ofrecido sobre el altar. 4. Ahora bien, ¿qué dice en lo demás, la misma circuncisión, en que ponen su confianza, está anulada; porque el Señor habló
el profeta? Y coman del macho cabrío ofrecido durante el ayuno por todos los pecados. de que se practicara una circuncisión, pero no de la carne. Mas ellos transgredieron su
mandamiento, pues un ángel malo los engañó. 5. Díceles a ellos: Esto dice el Señor Dios nuestro
Atended cuidadosamente: Y coman los sacerdotes solos y todos el intestino sin lavar con (aquí hallo yo el mandamiento): No sembréis sobre las espinas; circuncidaos para vuestro Señor.
vinagre. 5. ¿Con qué fin? "Pues vosotros sois los que me habéis de abrevar un día con hiel ¿Y qué quiere decir: Circuncidad la dureza de vuestro corazón y no endurezcáis vuestro cuello?
mezclado de vinagre, a mi, que he de ofrecer mi carne por los pecados de mi pueblo nuevo; Toma ahora, otrosí: He aquí—dice el Señor—que todas las naciones son incircuncisas de
comed vosotros solos, mientras el pueblo ayuna y se golpea el pecho en saco y ceniza." Para prepucio; mas este pueblo es incircunciso de corazón.
demostrar que Él había de sufrir mucho de parte de ellos.
6. Pero diréis: Es que el pueblo se circuncida para sello. Mas también—te contestaré—se
6. Atended a lo que mandó: Tomad dos machos cabrios, hermosos e iguales, y ofrecedlos en circuncidan los sirios y los árabes y todos los sacerdotes de los ídolos; finalmente, también los
sacrificio, y tome al uno el sacerdote en holocausto. 7. ¿Y qué harán del otro? Maldito—dice la egipcios usan la circuncision.
Escritura—es el otro. Atended cómo se manifiesta aquí la figura de Jesús: 8. Y escupidle todos y
pinchadle y poned en torno a su cabeza la lana purpúrea y de este modo sea arrojado al desierto. 7. Así, pues, hijos del amor, aprended Copiosamente acerca de todo esto: Abraham, que fué el
Y cumplido esto, el que lleva el macho cabrío lo conduce al desierto, le quita la lana y la coloca primero en practicar la circuncisión, circuncidó a los de su casa mirando anticipadamente en
sobre un arbusto llamado zarza, cuyos frutos solemos comer cuando los hallamos en el campo. espíritu hacia Jesús, tomando los símbolos de tres letras. 8. Dice, en efecto, la Escritura: Y
De ahí resulta que sólo los frutos de la zarza son dulces. circuncidó Abraham de su casa a trescientos dieciocho hombres. Ahora bien, ¿cuál es el
conocimiento que le fué dado? Atended que pone primero los dieciocho y, hecha una pausa, los
9. Ahora bien, ¿qué quiere decir todo esto? Atended: El uno puesto sobre el altar y el otro trescientos. El dieciocho se compone de la I, que vale diez, y la H, que representa ocho. Ahí
maldecido. Y justamente el maldecido es el coronado; es que entonces, en aquel día, le verán tienes el nombre de IHSOUS. Mas como la cruz había de tener la gracia en la figura de la T,
llevando el manto de púrpura sobre su carne y dirán: "¿No es éste a quien nosotros un día dice también los trescientos. Consiguientemente, en las dos primeras letras significa a Jesús, y
crucificamos, después que le hubimos menospreciado, atravesado y escupido? Verdaderamente, en otra, la cruz. 9. Sábelo Aquel que pone en nosotros la dádiva ingénita de su enseñanza: Nadie
éste era el que entonces decía ser el Hijo de Dios. 10. Porque ¿cómo semejante a aquél? Para aprendió de mí más genuina palabra; pero yo sé que vosotros sois dignos de ello.
esto dijo ser los machos cabrios semejantes, hermosos, iguales, para que, cuando le vean venir
entonces, se espanten de la semejanza del macho cabrio. En conclusión, ahí tienes al macho
cabrio, figura de Jesús, que tenía que sufrir. Los animales impuros y su simbolismo
11. ¿Y por qué motivo pone la lana en medio de las espinas? He ahí otra figura de Jesús puesta X 1. Y lo que Moisés dijo: No comeréis cerdo ni águila, ni gavilán ni cuervo, ni pez alguno que
para la Iglesia; porque el que quiere coger la lana purpúrea, no tiene otro remedio que sufrir no tenga escamas, no es sino que tomó tres símbolos en inteligencia. 2. Por lo demás, díceles en
mucho por lo terrible que son las espinas, y tras la tribulación apoderarse de ella. "Así—dice el el Deuteronomio: Y estableceré con este pueblo mío justificaciones. Luego no está el
Señor—, los que quisieren verme y alcanzar mi reino, han de pasar por tribulaciones y mandamiento del Señor en no comer, sino que Moisés habló en espíritu.
sufrimientos antes de apoderarse de mí." 3. Ahora bien, el cerdo lo dijo por lo siguiente: "No te juntarás—dice—-con hombres tales que
son semejantes a los cerdos; es decir, que cuando lo pasan prósperamente, se olvidan del Señor,
La novilla roja y su simbolismo
y cuando se ven necesitados, reconocen al Señor, al modo que el cerdo, cuando come, no sabe 8. Daos cuenta cómo definió en uno el agua y la cruz. Pues lo que dice es esto: Bienaventurados
de su señor; mas cuando tiene hambre, gruñe y, una vez que toma su comida, vuelve a callar. quienes, habiendo puesto su confianza en la cruz, bajaron al agua; porque su recompensa dice
4. Tampoco comerás el águila, ni el gavilán, ni el milano, ni el cuervo. No te juntarás—dice—ni que será en el tiempo debido. Entonces—dice—daré la paga. Lo que luego añade sobre que las
te asemejarás a hombres tales, que no saben produrarse el alimento por medio del trabajo y del hojas no caerán significa que toda palabra que saliere de vuestra boca en fe y caridad, será para
sudor, sino que arrebatan en su iniquidad lo ajeno, y acechan como si anduvieran en sencillez, y conversión y esperanza de muchos.
miran por todas partes a quién despojar por medio de su avaricia, al modo que estas aves son las 9. Además, otro profeta dice: Y era la tierra de Israel celebrada sobre toda otra tierra. Lo que
únicas que no se procuran a si mismas su alimento, sino que, posadas ociosamente, buscan la quiere decir: El Señor glorifica el vaso de su Espíritu. 10. ¿Qué dice seguidamente? Y el río
manera de devorar las carnes ajenas, siendo perniciosas por su maldad. fluía por la derecha y brotaban de él hermosos árboles; y quien comiere de ellos vivirá para
5. Y no comerás—dice—la morena ni el pólipo ni la sepia. No te asemejarás—díce, juntándote siempre. 11. Esto quiere decir que nosotros bajamos al agua rebosando pecados y suciedad, y
con ellos, a hombres tales, que son impíos hasta el cabo y están ya condenados a muerte, al subimos llevando fruto en nuestro corazón, es decir, con el temor y la esperanza de Jesús en
modo que estos peces, que son los únicos maldecidos, se revuelcan en el fondo del mar y no nuestro espíritu. Y el que comiere de ellos, vivirá para siempre, quiere decir: quien escuchare,
nadan como los otros, sino que habitan en la tierra del fondo. cuando se le hablan estas cosas, y las creyere, vivirá eternamente.
6. Mas tampoco comerás liebre. ¿Por qué? No serás corruptor ni te asemejarás a los tales.
Porque la liebre multiplica cada año su ano, pues cuantos años vive, tantos agujeros tiene. Los símbolos o figuras de la cruz
7. Mas tampoco comerás la hiena. No serás—dice— adúltero ni corruptor, ni te asemejarás a los XII 1. De nuevo igualmente define acerca de la cruz en otro profeta, que dice: ¿Y cuándo se
tales: ¿Por qué? Porque este animal cambia cada año de sexo y una vez se convierte en macho y cumplirán estas cosas? Dice el Señor: Cuando el madero se incline y se levante y cuando del
otra en hembra. madero destilare sangre. Ahí tienes otra vez cómo se habla de la cruz y del que había de ser
8. Mas también tuvo razón de abominar de la ardilla. No serás—dice—tal cuales oímos que son crucificado.
los que cometen, por la impureza, iniquidad en su boca, ni te unirás con las mujeres impuras que 2. Otra vez habla también en Moisés, en ocasión en que Israel era combatido por los extranjeros;
cometen la iniquidad en su boca. Porque este animal concibe por la boca. y para recordarles que eran derrotados porque a causa de sus pecados habían sido entregados a
9. En conclusión, tomando Moisés tres símbolos so bre los ahimentos, así habló en espiritu mas la muerte, el Espíritu inspira en el corazón de Moisés que fabricara una figura de la cruz y del
ellos lo entendieron, conforme al deseo de la carne, como si se tratara de la comida. 10. De esos que había de sufrir en ella; pues si no confiaren—dice—en Él, serán derrotados para siempre.
tres mismos símbolos toma también David conocimiento, y dice igualmente: Bienaventurado el Coloca, pues, Moisés arma sobre arma en medio del campamento y, poniéndose más alto que
varón que no anduvo en consejo de impíos, al modo como peces nadan entre tinieblas en las todos los demás, extendía sus brazos. Y de esta manera vencía de nuevo Israel. Luego, cuando
profundidades del mar; y en el camino de los pecadores no se detuvo, al modo de algunos que los bajaba, otra vez eran pasados a cuchillo. 3. ¿Para qué fin? Para que conocieran que no
aparentan temer al Señor y pecan como el cerdo, y sobre silla de Pestilencia no sesentó, al modo podían salvarse, si no confiaban en Él. 4. Y otra vez dice en otro profeta: Todo el día extendí
de las aves apostatadas para la rapiña. Ahí tenéis perfectamente lo que atañe a la comida. mis manos a un pueblo incrédulo y que contradice mi camino justo.
11. Dice otra vez Moisés: Comerás todo animal de pezuña partida y que rurnia. ¿Qué quiere 5. Y otra vez, en ocasión que Israel también caía, fabrica Moisés una figura de Jesús, figura de
decir? El que toma el alimento, conoce al que le alimenta y, refocilando en él, parece alegrarse. cómo Él tenía que padecer, y Él, otrosí, vivificar, cuando ellos creían que había perecido en el
Bellamente lo dijo con miras al mandamiento. ¿Qué es, pues, lo que dice? Juntaos con los que signo. En efecto, el Señor hizo que les mordieran toda clase de serpientes, y morían de sus
temen al Señor, con los que meditan en su corazón el precepto de la palabra que recibieron, con mordeduras; serpientes, justamente, pues la transgresión en Eva se debió a la serpiente, para
los que hablan y observan las justificaciones del Señor, con los que saben que la meditación es convencerlos de que por su transgresión serían entregados a tribulación de muerte. 6. En
obra de alegría y rumian la palabra del Señor. resolución, Moisés, que había establecido por mandamiento: No tendréis imagen esculpida ni
¿Y qué significa la pezuña partida? Que el justo camina en este mundo y juntamente espera el fundida para Dios vuestro, la fabrica él mismo para mostrar una figura de Jesús. Así, pues,
siglo santo. Mirad cuán hermosamente legisló Moisés. 12. Mas ¿de dónde pudiera venirles a manda hacer Moisés una serpiente de bronce y la levanta gloriosamente y, a voz de pregón,
aquéllos entender y comprender estas cosas? Mas nosotros, entendiendo, como es justo, los convoca al pueblo.
mandamientos, hablamos tal como quiso el Señor; pues para que esto entendamos, circuncidó 7. Reunidos que estuvieron, suplicaban a Moisés que ofreciera oraciones por la curación de
nuestros oídos y corazones. ellos. Y Moisés les respondió: Cuando alguno de vosotros—dice-—fuere mordido, venga a la
serpiente colocada sobre el madero y confíe con viva fe que ella, aun siendo muerta, puede darle
la vida y al punto quedará sano." Ahí tienes otra vez, en estos nuevos símbolos, la gloria de
Los símbolos del bautismo y la cruz Jesús, pues todo está en Él y todo es para Él.
XI 1. Mas inquiramos si tuvo el Señor interés en manifestarnos anticipadamente algo acerca del
agua y de la cruz. Ahora bien, acerca del agua se dice contra Israel cómo no habían de aceptar el
bautismo, que trae la remisión de los pecados, sino que se construirían otros lavatorios para sí Josué, David e Isaías, testigos de Jesús
mismos. 2. Dice, en efecto, el profeta: Pásmate, oh cielo, y ericese aún más sobre esto la tierra: 8. ¿Qué dice, además, Moisés a Josué (o Jesús), hijo de Navé, profeta que era, después de
Dos males ha hecho mi pueblo: A mi me abandonaron, fuente de vida, y para sí se cavaron pozo ponerle este nombre, con el solo fin de que el pueblo oyera que el Padre lo pone todo patente
de muerte. 3. ¿Acaso es una roca desierta mi monte santo de Sinaí? Porque seréis como los acerca de su Hijo Jesús? 9. Dicele, pues, Moisés a Josué, hijo de Navé, después de ponerle este
polluelos de un ave, que se echan a volar cuando se les quita el nido. nombre, cuando lo mandó como explorador de la tierra: Toma un libro en tus manos y escribe lo
4. Y otra vez dice el profeta: Yo mandaré delante de ti, y allanaré las montañas, y haré pedazos que dice el Señor, a saber: que el Hijo de Dios arrancará de raíz, en los últimos días, a toda la
las puertas de bronce y añicos los cerrojos de hierro, y te daré tesoros sombríos, escondidos, casa de Arnalec.
invisibles, para que sepas que yo soy el Señor. Y: Habitará en la cueva elevada de la peña fuerte. 10. He aquí otra vez a Jesús, no como hijo del hombre, sino como hijo de Dios, si bien
5. Y: El agua suya, fiel; veréis al rey con gloria y vuestra alma meditará el temor del Señor. 6. Y manifestado por figura en la carne. Como quiera, pues, que habían de decir que Cristo es hijo de
de nuevo dice en otro profeta: El que esto hiciere, será como árbol plantado a par de la corriente David, el mismo David, temiéndose y comprendiendo el extravío de los pecadores, profetiza y
de las aguas, que dará su fruto a debido tiempo, y su hoja no caerá, y todo cuanto hiciere dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por
prosperará. 7. No así los impíos, no así, sino como el tamo, que esparce el viento de sobre la haz escabel de tus pies. 11. Y a su vez, Isaías dice de esta manera: Dijo el Señor a mi Ungido Señor,
de la tierra. Por lo cual, no se levantarán los impíos en el juicio, ni los pecadores en el consejo a quien yo tomé de la diestra, para que delante de Él obedezcan las naciones, y romperé la
de los justos; porque el Señor conoce el camino de los justos y perecerá el camino de los impíos. fuerza de los reyes. Mira cómo David le llama Señor y no le llama hijo.
El pueblo cristiano, menor y segundogénito, heredero del Testamento XV 1. Pasando a otro punto, también acerca del sábado, se escribe en el decálogo, es decir, en
XIII 1. Mas veamos si es este pueblo o es el primero el que hereda, o si el Testamento nos las diez palabras que habló I)ios en el monte Sinaí a Moises cara a cara: Y santificad el sábado
pertenece a nosotros o a ellos. 2. Escuchad, pues, lo que sobre el pueblo cuenta la Escritura: del Señor con manos limpias y corazón puro. 2. Y en otro lugar dice: Si mis hijos guardaren el
Rogaba Isaac por Rebeca, su mujer, pues era estéril, y concibió. Luego: Salió Rebeca a consultar sábado, entonces pondré sobre ellos mi misericordia. 3. Del sábado habla al principio de la
al Señor, y díjole el Señor: Dos naciones hay en tu vientre y dos pueblos en tu seno, y un pueblo creación: E hizo Dios en seis días las obras de sus manos y acabólas en el día séptimo, y
sobre pujará a otro pueblo y el mayor servirá al menor. 3. Debéis pcrcataros de quién es Isaac y descansó en él y lo santificó.
quién Rebeca y por quiénes da a entender la Escritura que este pueblo es mayor que aquél. 4. Atended, hijos, qué quiere decir lo de: Acabólos en seis días. Esto significa que en seis mil
4. Y más claramente todavía habla Jacob en otra profecía a José, diciéndole: He aquí que no me años consumará todas las cosas el Señor, pues un día es para Él mil años. Lo cual, Él mismo lo
defraudó el Señor de tu vista; tráeme acá tus hijos para bendecirlos. 5. Y llevó José a Efraín y atestigua, diciendo: He aquí que el día del Señor será camo mil años. Por lo tanto, hijos, en seis
Manasés, queriendo que fuera bendecido Manasés, pues era el mayor; y, en efecto, José le puso días, es decir, en los seis mil años, se consumarán todas las cosas.
a la derecha de su padre Jacob. Mas Jacob vió en espíritu la figura del pueblo por venir. ¿Y qué 5. Y descansó en el día séptimo. Esto quiere decir: Cuando venga su hijo y destruya el siglo del
dice la Escritura? Y mudó Jacob de sitio sus manos y puso su derecha sobre la cabeza de Efraín, inicuo y juzgue a los impíos y mudare el sol, la luna y las estrellas, entonces descansará de
el segundo y más joven, y le bendijo, y dijo José a Jacob: Cambia tu diestra sobre la cabeza de verdad en el día séptimo.
Manasés, pues es mi primogénito. Y respondió Jacob a José: Lo sé, hijo, lo sé; mas el mayor 6. Y por contera dice: Lo santificarás con manos limpias y corazón puro. Ahora, pues, si
servirá al menor. Sin embargo, también estotro será bendecido. 6. Mirad por quién puso que este pensamos que pueda nadie santificar, sin ser puro de corazón, el día que santificó Dios mismo,
pueblo es el primero y el heredero de la Alianza. 7. Ahora bien, si, sobre lo dicho, también nos nos equivocamos de todo en todo. 7. consiguientemente, entonces por nuestro descanso lo
lo recordó por medio de Abraham, no tenemos ya más que pedir en orden al acabamiento y santificaremos de verdad, cuando, justificados nosotros mismos y en posesión ya de la promesa,
perfección de nuestro conocimiento. ¿Qué le dice, pues, el Señor a Abraham cuando, habiendo seremos capaces de santificarlo; es decir, cuando ya no exista la iniquidad, sino que nos
sido el único en creer, le fué contado a justicia? Mira que te he puesto a ti, Abraham, por padre hayamos vuelto todos nuevos por el Señor, entonces, si, santificados primero nosotros,
de las naciones que han de creer en Dios por prepucio. podremos santificar el día séptimo.
8. Por último, les dice: Vuestros novilunios y vuestros sábados no los aguanto. Mirad cómo
dice: No me son aceptos vuestros sábados dle ahora, sino el que yo he hecho, aquél en que,
haciendo descansar todas las cosas, haré el principio de un día octavo, es decir, el principio de
La nueva alianza por la redención de Jesús otro mundo. 9. Por eso justamente nosotros celebramos también el día octavo con regocijo, por
ser día en que Jesús resucitó de entre los muertos y, después de manifestado, subió a los cielos.
XIV 1. Muy bien! Mas inquiramos si les dió la Alianza que juró a sus padres daria al pueblo.
Diósela, ciertamente; mas ellos, por sus pecados, no se hicieron dignos de recibirla. 2. Dice,
efectivamente, el profeta: Y estuvo Moisés ayunando en el monte Sinaí durante cuarenta días y El alma del cristiano, verdadero templo de Dios
cuarenta noches para recibir la Alianza del Señor. Y recibió Moisés de parte del Señor las dos XVI 1. Quiero también hablaros acerca del templo, cómo extraviados los miserables confiaron
tablas escritas por el dedo de la mano del Señor en espíritu. Y tomándolas Moisés, estaba para en el edificio y no en su Dios que los creo, como si aquél fuera la casa de Dios. 2. Pues, poco
bajárselas al pueblo. 3. Y dijo el Señor a Moisés: Moisés, Moisés, baja a toda prisa, pues ha más o menos como los gentiles, le consagraron en el templo. Mas ¿cómo habla el Señor
prevaricado tu pueblo, que sacaste de la tierra de Egipto. Y entendió Moisés que se habia otra destruyéndolo? Aprendedlo: ¿Quién midio el cielo con el palmo y la tierra con el pulgar? ¿No
vez fabricado imágenes de fundición y arrojó de sus manos las tablas, y se hicieron pedazos las he sido yo?—dice el Señor? —. El cielo es mi trono y la tierra escabel de mis pies: ¿Qué casa es
tablas del Testamento del Señor. ésa que me vais a edificar o cuál es el lugar de mi descanso? Luego ya os dais cuenta de que su
4. Moisés, pues, recibió la Alianza; mas ellos no se hicieron dignos. Ahora bien ¿cómo la esperanza es vana.
recibimos nosotros? Aprendedlo: Moisés la recibió como siervo que era; mas a nosotros nos la 3. Y por remate, otra vez les dice: He aquí que los que han destruído este templo, ellos mismos
dió el Señor en persona para hacernos, habiendo sufrido por nosotros, pueblo de su herencia. 5. lo edificarán. 4. Así está sucediendo, pues por haberse ellos sublevado, fué derribado el templo
Manifestóse, por una parte, para que aquellos llegasen al colmo de sus pecados, y nosotros, por por sus enemigos, y ahora hasta los mismos siervos de sus enemigos lo van a reconstruir. 5.
otra, recibiéramos la Alianza por medio del Señor Jesús, que la hereda; de Jesús, digo, que fué Además, ya estaba manifiesto cómo la ciudad, el templo y el pueblo de Israel había de ser
aparejado para que, apareciendo Él en persona y redimido que hubiera de las tinieblas nuestros entregado. Dice, en efecto, la Escritura: Y sucederá en los últimos días, y entregará el Señor las
corazones, consumidos que estaban por la muerte y entregados al extravío de la iniquidad, ovejas del rebaño y su majada y su torre a la destrucción. Y conforme habló el Señor, así
estableciera una Alianza entre nosotros por su palabra. sucedió.
6. En efecto, escrito está cómo el Padre le pone mandamiento de que, redimido que nos hubiere 6. Pues inquiramos si existe un templo de Dios: Existe, ciertamente, allí donde Él mismo dice
a nosotros de las tinieblas, se prepare para sí un pueblo santo. 7. Dice, pues, el profeta: Yo, el que lo ha de hacer y perfeccionar. Está, efectivamente, escrito: Y será, cumplida la semana, que
Señor Dios tuyo, te llamé en justicia y te tomaré de tu mano y te fortaleceré; y te di para Alianza se edificará el templo de Dios gloriosamente en el nombre del Señor.
de un linaje y por luz de las naciones, para abrir los ojos de los ciegos y sacar de sus cadenas a 7. Hallo, pues, que existe un templo. ¿Cómo se edificará en el nombre del Señor? Aprendedlo.
los trabados y de la casa de la custodia a los que se sientan entre tinieblas. Conozcamos, pues, de Antes de creer nosotros en Dios, la morada de nuestro corazón era corruptible y flaca, como
dónde fuimos rescatados. templo verdaderamente edificado a mano, pues estaba llena de idolatría y era casa de demonios,
8. Otra vez dice el profeta: Mira que te he puesto por luz de las naciones, para que tú seas porque no hacíamos sino cuanto era contrario a Dios. 8. Mas se edificará en el nombre del
salvación hasta los confines de la tierra. Así dice el Señor, el Dios que te ha rescatado. Señor. Atended a que el templo del Señor se edifique gloriosamente. ¿De qué manera?
9. Y de nuevo dice el profeta: El Espíritu del Señor sobre mí, / por lo cual me ha ungido, / para Aprendedlo. Después de recibido el perdón de los pecados, y por nuestra esperanza en el
llevar a los humildes la buena noticia de la gracia; / me ha enviado a sanar a los triturados fe Nombre, fuimos hechos nuevos, creados otra vez desde el principio. Por lo cual, Dios habita
corazón, / a pregonar a los cautivos la libertad / y a los ciegos la recuperación de la vista, / a verdaderamente en nosotros, en la morada de nuestro corazón. 9. ¿De qué manera? Porque en
proclamar el año del Señor aceptable, / el día fe la recompensa, / a consolar a todos los que están nosotros mora la palabra de su fe, el llamamiento de su promesa, la sabiduría de sus
tristes. justificaciones, los mandamientos de su doctrina; profetizando Él mismo en nosotros, morando
Él en persona dentro de nosotros, abriéndonos la puerta del templo, es decir, nuestra boca;
dándonos penitencia, nos introduce a nosotros, que estábamos esclavizados por la muerte, en el
La verdadera santificación del sábado templo incorruptible. 10. Y es así que quien desea salvarse no mira a un hombre, sino al que
mora y habla dentro de sí, maravillado de no haber oído jamás antes las palabras de la boca de
quien hablaba y no tener él siquiera deseo de escucharle. Este es templo espiritual que se edifica Este es el camino de la luz.
para el Señor. El camino del "Negro"
XX 1. Mas el camino del "Negro" es torcido y lleno de maldición, pues es camino de muerte
Recapitulación eterna con castigo, en que están las cosas que pierden el alma de quienes lo siguen: idolatría,
XVII 1. En cuanto cabía en lo posible y sencillo manifestároslo, mi alma confía que por mi temeridad, altivez de poder, hipocresía, doblez de corazón, adulterio, asesinato, robo, soberbia,
deseo nada he omitido de cuanto atañe a vuestra salvación. 2. En efecto, si os escribo acerca de transgresión, engaño, maldad, arrogancia, hechicería, magia, avaricia, falta de temor de Dios.
lo presente o de lo por venir, me temo no me entendáis, por ser cosas envueltas en parábolas. Y 2. Perseguidores de los buenos, aborrecedores de la verdad, amadores de la mentira,
de esto basta. desconocedores de la recompensa de la justicia, que no se adhieren al bien ni al juicio justo, que
no atienden a la viuda y al huérfano, que valen no para el temor de Dios, si no para el mal, de
Los dos caminos quienes está lejos y remota la mansedumbre y la paciencia, que aman la vanidad, que persiguen
XVIII 1. Pues pasemos también a otro género de conocimiento y doctrina. Dos caminos hay de la recompensa, que no se compadecen del menesteroso, que no sufren con el atribulado, prontos
doctrina y de potestad, el camino de la luz y el camino de las tinieblas. Ahora bien, grande es la a la maledicencia, desconocedores de Aquel que los creó, matadores de sus hijos por el aborto,
diferencia que hay entre los dos caminos. Porque sobre el uno están apostados los ángeles de destructores de la obra de Dios, que echan de sí al necesitado, que sobreatribulan al atribulado,
Dios, portadores de luz; sobre el otro, los ángeles de Satanás. 2. Y el uno es Señor desde los abogados de los ricos, jueces inicuos de los pobres, pecadores en todo.
siglos y hasta los siglos; el otro es el príncipe del presente siglo de la iniquidad.
Exhotación final: proximidad del fin de las cosas
Descripción del camino XXI 1. Bueno es, por ende, que, aprendido que hayamos cuantas justificaciones del Señor
XIX 1. Ahora bien, el camino de la luz es como sigue: Si alguno quiere andar su camino hacia el quedan escritas, caminemos en ellas. Porque quien éstas cumpliere será giorificado en el reino
lugar determinado, apresúrese por medio de sus obras. Ahora bien, el conocimiento que nos ha de Dios; mas quien escogiere lo otro, perecerá con sus obras. De ahí la resurrección, de ahí la
sido dado para caminar en él es el siguiente: 2. Amarás a Aquel que te creó, temerás al que te recompensa. 2. Si tomáis de mí algún consejo de buena sentencia, yo suplico a los preeminentes:
formó, glorificarás al que te redimió de la muerte. Serás sencillo de corazón y rico de espíritu. Tened entre vosotros a quienes hagáis el bien. No lo omitáis. 3. Cerca está el día en que todo
No te juntarás con los que andan por el camino de la muerte, aborrecerás todo lo que no es perecerá juntamente con el maligno. Cerca está el Señor y su galardón.
agradable a Dios, odiarás toda hipocresía, no abandonarás los mandamientos del Señor. 4. Una y otra vez os lo ruego: Sed buenos legisladores de vosotros mismos, sed unos de otros
3. No te exaltarás a ti mismo, sino que serás humilde en todo. No te arrogarás a ti mismo la consejeros fieles, arrancad de entre vosotros toda hipocresía. 5. Y Dios, que señorea todo el
gloria. No tomarás mal consejo contra tu prójimo. No consentirás a tu alma la temeridad. universo, os conceda sabiduría, inteligencia, ciencia, conocimiento de sus justificaciones y
paciencia.
4. No fornicarás, no cometerás adulterio, no corromperas a los jóvenes. Cuando hables la
Palabra de Dios, que no salga de tu boca cón la impureza de algunos. No mirarás la persona para 6. Haceos discípulos de Dios, inquiriendo qué busca el Señor de vosotros, y obrad de manera
reprender a cualquiera de su pecado. Serás manso, serás tranquilo, serás temeroso de las que seáis hallados en el día del juicio. 7. Y si hay algún recuerdo del bien, mientras todo esto
palabras que has oído. No le guardarás rencor a tu hermano. meditáis, acordaos de mí, a fin de que también mi deseo y vigilia termine en algún bien. Os lo
ruego, pidiéndoos gracia.
5. No vacilarás sobre si será o no será. No tomes en vano el nombre de Dios. Amarás a tu
prójimo más que a tu propia vida. No matarás a tu hijo en el seno de la madre ni, una vez 8. Mientras está todavía en vosotros el hermoso vaso, no desfallezcáis para ninguno de entre
nacido, le quitarás la vida. No levantes tu mano de tu hijo o de tu hija, sino que, desde su vosotros, sino inquirid continuamente estas cosas y cumplid todo mandamiento. Porque dignos
juventud, les enseñarás el temor del Señor. son de cumplirse.
6. No serás codicioso de los bienes de tu prójimo, no serás avaro. Tampoco te juntarás de buena 9. Por eso principalmente me apresuré a escribiros sobre lo que yo alcanzaba, a fin de alegraros.
gana con los altivos, sino que tu trato será con los humildes y justos. Los acontecimientos que te Salud, hijos de amor y paz.
sucedieren los aceptarás como bienes, sabiendo que sin la disposición de Dios nada sucede. El Señor de la gloria y de toda gracia sea con vuestros espíritus. Amén.
7. No serás doble ni de intención ni de lengua. Te someterás a tus amos, como a imagen de Dios,
con reverencia y temor. No mandes con acritud a tu esclavo o a tu esclava, que esperan en el EL EVANGELIO DE NICODEMO -Hechos de Pilatos (Acta Pilati)-
mismo Dios que tú, no sea que dejen de temer al que es Dios de unos y otros; porque no vino Él Acusado por los príncipes de los judíos, Jesús comparece ante Pilatos realizado a su
a llamar conforme a la persona, sino aquellos para quienes preparó su espíritu. entrada en el pretorio
8. Comunicarás en todas las cosas con tu prójimo, y no dirás que las cosas son tuyas propias,
pues si en lo imperecedero sois partícipes en común, ¡cuánto más en lo perecedero! No serás
precipitado en el hablar, pues red de muerte es la boca. En cuanto puedas, guardarás la castidad I 1. Yo, Emeo, israelita de nación, doctor de la ley en Palestina, intérprete de las Divinas
de tu alma. Escrituras, lleno de fe en la grandeza de Nuestro Señor Jesucristo, revestido del carácter sagrado
del santo bautismo, e investigador de las cosas que acaecieron, y que hicieron los judíos, bajo la
9. No seas de los que extienden la mano para recibir y la encogen para dar. Amarás como a la gobernación de Cneo Poncio Pilatos, trayendo a la memoria el relato de esos hechos, escrito por
niña de tus ojos a todo el que te habla del Señor. Nicodemo en lengua hebrea, lo traduje en lengua griega, para darlo a conocer a todos los que
10. Te acordarás, de noche y día, del día del juicio, y buscarás cada día las personas de los adoran el nombre del Salvador del mundo. 
santos. Ya en el ministerio de la palabra, y caminando para consolar y meditando para salvar un 2. Y lo he hecho bajo el imperio de Flavio Teodosio, en el año decimoctavo de su reinado y bajo
alma por la palabra, ya ocupado en oficio manual, trabajarás para rescate de tus pecados. Valentiniano. 
11. No vacilarás en dar, ni cuando des murmurarás, sino que conocerás quien es el buen pagador 3. Y os suplico a cuantos leáis tales cosas, en libros griegos o latinos, que oréis por mí, pobre
de tu galardón. Guardarás lo que recibiste, sin añadir ni quitar cosa. Aborrecerás hasta el cabo al pecador, a fin de que Dios me sea favorable y que me perdone todas las culpas que haya
malvado. Juzgarás con justicia. cometido. Con lo cual, y deseando paz a los lectores, y salud a los que entiendan, termino mi
12. No formarás bandos, sino que guardarás la paz, tratando de reconciliar a los que luchan. prefacio. 
Confesarás tus pecados. No te acercarás a la oración con conciencia mala.
4. Lo que voy a contar ocurrió el año decimoctavo del reinado de Tiberio César, emperador de 24. Y el gobernador hizo que se aproximasen los abanderados y les preguntó por qué habían
los romanos, y de Herodes, hijo de Herodes, monarca de Galilea, el año decimoctavo de su hecho aquello. Mas los abanderados respondieron a Pilatos: Somos paganos y esclavos de los
dominación, el ocho de las calendas de abril, que es el día 25 del mes de marzo, bajo el templos. ¿Concibes siquiera que hubiéramos podido adorar a ese judío? Las banderas que
consulado de Rufino y de Rubelión, el año IV de la olimpíada 202, cuando Josefo y Caifás eran empuñábamos se han inclinado por sí mismas, para adorarlo. 
grandes sacerdotes de los judíos. Entonces escribió Nicodemo, en lengua hebrea, todo lo 25. En vista de esta contestación, Pilatos dijo a los jefes de la Sinagoga y a los ancianos del
sucedido en la pasión y en la crucifixión de Jesús.  pueblo: Elegid por vuestra cuenta hombres fuertes y robustos, que empuñen las banderas, y
5. Y fue que varios judíos de calidad, Anás, Caifás, Sommas, Dathan, Gamaliel, Judas, Levi, veremos si ellas se inclinan por sí mismas. 
Nephtalim, Alejandro, Siro y otros príncipes visitaron a Pilatos, y acusaron a Jesús de muchas 26. Y los ancianos de los judíos escogieron doce varones muy fornidos de su raza, en cuyas
cosas malas, diciendo: Nosotros lo conocemos por hijo de José el carpintero y por nacido de manos pusieron las banderas, y los formaron en presencia del gobernador. Y Pilatos dijo al
María. Sin embargo, él pretende que es hijo de Dios y rey de todos los hombres, y no sólo con mensajero: Conduce a Jesús fuera del Pretorio, e introdúcelo en seguida. Y Jesús salió del
palabras, mas con hechos, profana el sábado y viola la ley de nuestros padres.  Pretorio con el mensajero. 
6. Preguntó Pilatos: ¿Qué es lo que dice, y qué es lo que quiere disolver en vuestro pueblo?  27. Y Pilatos, dirigiéndose a los que empuñaban las banderas, los conminó, haciendo juramento
7. Y los judíos contestaron: La ley, confirmada por nuestras costumbres, manda santificar el por la salud del César: Si las banderas se inclinan cuando él entre, os haré cortar la cabeza. 
sábado y prohíbe curar en este día. Mas Jesús, en él, cura ciegos, sordos, cojos, paralíticos, 28. Y el gobernador ordenó que entrase Jesús por segunda vez. Y el mensajero rogó de nuevo a
leprosos, poseídos, sin ver que ejecuta malas acciones.  Jesús que entrase, pasando sobre el manto que había extendido en tierra. Y Jesús lo hizo y,
8. Pilatos repuso: ¿Cómo pueden ser malas acciones ésas?  cuando entró, las banderas se inclinaron y lo adoraron. 
9. Y ellos replicaron: Mago es, puesto que por Beelzebuh, príncipe de los demonios, expulsa los
demonios, y por él también todas las cosas le están sometidas.  Testimonios adversos y favorables a Jesús
10. Dijo Pilatos: No es el espíritu inmundo quien puede expulsar los demonios, sino la virtud de II  1. Viendo esto, Pilatos quedó sobrecogido de espanto y comenzó a agitarse en su asiento. Y,
Dios.  cuando pensaba en levantarse, su mujer, llamada Claudia Prócula, le envió un propio para
11. Pero uno de los judíos respondió por todos: Te rogamos hagas venir a Jesús a tu tribunal, decirle: No hagas nada contra ese justo, porque he sufrido mucho en sueños esta noche a causa
para que lo veas y lo oigas.  de él. 
12. Y Pilatos llamó a un mensajero y le ordenó: Trae a Jesús a mi presencia y trátalo con 2. Pilatos, que tal oyó, dijo a todos los judíos: Bien sabéis que mi esposa es pagana y que, sin
dulzura.  embargo, ha hecho construir para vosotros numerosas sinagogas. Pues bien: acaba de mandarme
13. Y el mensajero salió, y habiendo visto a Jesús, a quien muy bien conocía, tendió su manto a decir que Jesús es un hombre justo y que ha sufrido mucho en sueños esta noche a causa de él. 
ante él y se arrojó a sus pies, diciéndole: Señor, camina sobre este manto de tu siervo, porque el 3. Mas los judíos respondieron a Pilatos: ¿No te habíamos dicho que era un encantador? He aquí
gobernador te llama.  que ha enviado a tu esposa un sueño. 
14. Viendo lo cual, los judíos, llenos de enojo, se dirigieron en son de queja a Pilatos, y le 4. Y Pilatos, llamando a Jesús, le preguntó: ¿No oyes lo que éstos dicen contra ti? ¿Nada
dijeron: Debieras haberlo mandado traer a tu presencia no por un mensajero, sino por la voz de contestas? 
tu heraldo. Porque el mensajero, al verlo, lo adoró, y extendió ante Jesús su manto, rogándole 5. Jesús repuso: Si no tuviesen la facultad de hablar, no hablarían. Empero, cada uno puede a su
que caminase sobre él.  grado abrir la boca y decir cosas buenas o malas. 
15. Y Pilatos llamó al mensajero y le preguntó: ¿Por qué obraste así?  6. Los ancianos de los judíos replicaron a Jesús: ¿Qué es lo que decimos? Primero, que has
16. El mensajero, respondiendo, dijo: Cuando me enviaste a Jerusalén cerca de Alejandro, vi a nacido de la fornicación; segundo, que el lugar de tu nacimiento fue Bethlehem y que, por causa
Jesús caballero sobre un asno y a los niños de los hebreos que, con ramas de árbol en sus manos, tuya, fueron degollados todos los niños de tu edad; y tercero, que tu padre y tu madre huyeron
gritaban: Salve, hijo de David. Y otros, extendiendo sus vestidos por el camino, decían: Salud al contigo a Egipto, porque no tenían confianza en el pueblo. 
que está en los cielos. Bendito el que viene en nombre del Señor.  7. Pero algunos judíos que allí se encontraban, y que eran menos perversos que los otros, decían:
17. Mas los, judíos respondieron al mensajero, exclamando: Aquellos niños de los hebreos se No afirmaremos que procede de la fornicación, porque sabemos que María se casó con José y
expresaban en hebreo. ¿Cómo tú, que eres griego, comprendiste palabras pronunciadas en una que, por ende, Jesús no es hijo ilegítimo. 
lengua que no es la tuya?  8. Y Pilatos dijo a los judíos que mantenían ser Jesús producto de fornicación: Vuestro discurso
18. Y el mensajero contestó: Interrogué a uno de los judíos sobre lo que quería decir lo que es mentiroso, puesto que hubo casamiento, según lo atestiguan personas de vuestra clase. 
pronunciaban en hebreo y él me lo explicó.  9. Empero Anás y Caifás insistieron ante Pilatos, diciendo: Toda la multitud grita que ha nacido
19. Entonces Pilatos intervino, preguntando: ¿Cuál era la exclamación que pronunciaban en de la fornicación y que es un hechicero. Y esos que deponen en contra son sus prosélitos y sus
hebreo? Y los judíos respondieron: Hosanna. Y Pilatos repuso: ¿Cuya es la significación de ese discípulos. 
término? Y los judíos replicaron: ¡Señor, salud! Y Pilatos dijo: Vosotros mismos confirmáis que 10. Preguntó Pilatos: ¿Qué es eso de prosélitos? Y ellos respondieron: Son hijos de paganos, que
los niños se expresaban de ese modo. ¿En qué, pues, es culpable el mensajero?  ahora se han hecho judíos. 
20. Y los judíos se callaron. Mas el gobernador dijo al mensajero: Sal, e introdúcelo.  11. Mas Lázaro, Asterio, Antonio, Jacobo, Zaro, Samuel, Isaac, Fineo, Crispo, Agripa, Amenio
21. Y el mensajero fue hacia Jesús, y le dijo: Señor, entra, porque el gobernador te llama.  y Judas dijeron entonces: No somos prosélitos, sino hijos de judíos, y decimos la verdad, porque
22. Y, al entrar Jesús en el Pretorio, las imágenes que los abanderados llevaban por encima de hemos asistido a las bodas de María. 
sus estandartes se inclinaron por sí mismas y adoraron a aquél. Y los judíos, viendo que las 12. Y Pilatos, dirigiéndose a los doce hombres que así habían hablado, les dijo: Os ordeno, por
imágenes se habían inclinado por sí mismas, para adorar a Jesús, elevaron gran clamoreo contra la salud del César, que declaréis si decís la verdad y si Jesús no ha nacido de la fornicación. 
los abanderados.  13. Y ellos contestaron a Pilatos: Nuestra ley nos prohíbe jurar, porque es un pecado. Ordena a
23. Entonces Pilatos dijo a los judíos: Noto que no rendís homenaje a Jesús, a pesar de que ante ésos que juren, por la salud del César, ser falso lo que nosotros decimos y habremos merecido la
él se han inclinado las imágenes para saludarlo, y, en cambio, despotricáis contra los muerte. 
abanderados, como si ellos mismos hubiesen inclinado sus pendones y adorado a Jesús. Y los
judíos repusieron: Los hemos visto proceder tal como tú indicas. 
14. Anás y Caifás dijeron a Pilatos: ¿Creerás a estos doce hombres, que pretenden que no ha dijo: Eso no es justo. Y, mirando a la asamblea, vio a varios judíos que lloraban, y exclamó: No
nacido de la fornicación y no nos creerás a nosotros, que aseguramos que es un mago, y que se es voluntad de toda la multitud que muera. 
llama a sí mismo hijo de Dios y rey de los hombres?  10. Empero, los ancianos dijeron a Pilatos: Para que muera hemos venido aquí todos. Y Pilatos
15. Entonces Pilatos ordenó que saliese todo el pueblo, y que se pusiese aparte a Jesús y, preguntó a los judíos: ¿Qué ha hecho, para merecer la muerte? Y ellos respondieron: Ha dicho
dirigiéndose a los que habían aseverado que éste no era hijo de la fornicación, les preguntó: ¿Por que era rey e hijo de Dios. 
qué los judíos quieren hacer perecer a Jesús? Y ellos le respondieron: Están irritados contra él,
porque opera curaciones en día de sábado. Pilatos exclamó: ¿Quieren, pues, hacerlo perecer, por Defensa de Jesús por Nicodemo
ejecutar una buena obra? Y ellos confirmaron: Así es, en efecto. 
V 1. Entonces un judío llamado Nicodemo se acercó al gobernador y le dijo: Te ruego me
permitas, en tu misericordia, decir algunas palabras. Y Pilatos le dijo: Habla. 
Diálogo entre Jesús y Pilatos 2. Y Nicodemo dijo: Yo he preguntado a los ancianos, a los sacerdotes, a los levitas, a los
III 1. Lleno de cólera, Pilatos salió del Pretorio, y dijo a los judíos: Pongo al sol por testigo de escribas, a toda la multitud de los judíos, en la Sinagoga: ¿Qué queja o agravio tenéis contra este
que nada he encontrado de reprensible en ese hombre.  hombre? Él hace numerosos y extraordinarios milagros, tales como nadie los ha hecho, ni se
2. Mas los judíos respondieron al gobernador: Si no fuese un brujo, no te lo hubiéramos harán jamás. Dejadlo, y no le causéís mal alguno, porque si esos milagros vienen de Dios, serán
entregado. Pilatos dijo: Tomadlo y juzgadlo según vuestra ley. Mas los judíos repusieron: No estables y, si vienen de los hombres, perecerán. Moisés, a quien Dios envió a Egipto, realizó los
nos está permitido matar a nadie. Y Pilatos redarguyó: Es a vosotros, y no a mí, a quien Dios milagros que el Señor le había ordenado hacer, en presencia del Faraón. Y había allí magos,
preceptuó: No matarás.  Jamnés y Mambrés, a quienes los egipcios miraban como dioses, y que quisieron hacer los
3. Y, vuelto al Pretorio, Pilatos llamó a Jesús a solas, y lo interrogó: ¿Eres tú el rey de los mismos milagros que Moisés, mas no pudieron imitarlos todos. Y, como los milagros que
judíos? Y Jesús respondió: ¿Dices esto de ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?  operaron no provenían de Dios, perecieron, como perecieron también los que en ellos habían
4. Pilatos repuso: ¿Por ventura soy judío yo? Tu nación y los príncipes de los sacerdotes te han creído. Ahora, pues, dejad, repito, a este hombre, porque no merece la muerte. 
entregado a mí. ¿Qué has hecho?  3. Mas los judíos dijeron a Nicodemo: Te has hecho discípulo suyo y por ello levantas tu voz en
5. Contestó Jesús: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuese de este mundo, mis su favor. 
servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi reino no es de 4. Nicodemo replicó: ¿Es que el gobernador, que habla también en su favor, es discípulo suyo?
aquí.  ¿Es que el César no le ha conferido la misión de ser su ejecutor de la justicia? 
6. Pilatos exclamó: ¿Luego rey eres tú? Replicó Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he 5. Mas los judíos, estremecidos de cólera, tremaron los dientes contra Nicodemo, a quien
nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que oye mi palabra dijeron: Crees en él, y compartirás la misma suerte que él. 
la verdad escucha.  6. Y Nicodemo repuso: Así sea. Comparta yo la misma suerte que él, según que vosotros lo
7. Dijo Pilatos: ¿Qué es la verdad? Y Jesús respondió: La verdad viene del cielo. Pilatos le decís. 
preguntó: ¿No hay, pues, verdad sobre esta tierra? Y Jesús dijo: Mira cómo los que manifiestan
la verdad sobre la tierra son juzgados por los que tienen poder sobre la tierra.  Nuevos testimonios favorables a Jesús
VI 1. Y otro de los judíos avanzó, pidiendo al gobernador permiso para hablar. Y Pilatos repuso:
Nuevos cargos de los judíos contra Jesús Lo que quieras decir, dilo. 
IV 1. Dejando a Jesús en el interior del Pretorio, Pilatos salió, y se fue hacia los judíos, a 2. Y el judío habló así: Hacía treinta años que yacía en mi lecho, y era constantemente presa de
quienes dijo: No encuentro en él falta alguna.  grandes sufrimientos, y me hallaba en peligro de perder la vida. Jesús vino, y muchos
2. Mas los judíos repusieron: Él ha dicho que podía destruir el templo, y reedificarlo en tres demoníacos y gentes afligidas de diversas enfermedades fueron curadas por él. Y unos jóvenes
días.  piadosos me llevaron a presencia suya en mi lecho. Y Jesús, al yerme, se compadeció de mí y
3. Pilatos les preguntó: ¿Qué es el templo? Y los judíos contestaron: El que Salomón tardó me dijo: Levántate, toma tu lecho, y marcha. Y, en el acto, quedé completamente curado, tomé
cuarenta y seis años en construir, y él asegura que, en sólo tres días, puede aniquilarlo y volver a mi lecho y marché. 
levantarlo otra vez.  3. Mas los judíos dijeron a Pilatos: Pregúntale en qué día fue curado. Y él respondió: En día de
4. Y Pilatos afirmó de nuevo: Inocente soy de la sangre de este hombre. Ved lo que os toca sábado. Y los judíos exclamaron: ¿No decíamos que en día de sábado curaba las enfermedades y
hacer con él.  expulsaba los demonios? 
5. Y los judíos gritaron: ¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!  4. Y otro judío avanzó y dijo: Yo era un ciego de nacimiento, que oía hablar, pero que a nadie
veía. Y Jesús pasó, y yo me dirigí a él, gritando en alta voz: ¡Jesús, hijo de David, ten piedad de
6. Entonces Pilatos, llamando a los ancianos, a los sacerdotes y a los levitas, les comunicó en mí! Y él tuvo piedad de mí, y puso su mano sobre mis ojos, e inmediatamente recobré la vista. 
secreto: No obréis así, porque nada hallo digno de muerte en lo que le reprocháis de haber
violado el sábado. Mas ellos opusieron: El que ha blasfemado contra el César es digno de 5. Y otro avanzó y dijo: Yo era leproso, y él me curó con una sola palabra. 
muerte. Y él ha hecho más, pues ha blasfemado contra Dios. 
7. Ante esta pertinacia en la acusación, Pilatos mandó a los judíos que saliesen del Pretorio y, Testimonio de la Verónica
llamando a Jesús, le dijo: ¿Qué haré a tu respecto? Jesús dijo: Haz lo que debes. Y Pilatos VII 1. Y una mujer, llamada Verónica, dijo: Doce años venía afligiéndome un flujo de sangre y,
preguntó a los judíos: ¿Cómo debo obrar? Jesús respondió: Moisés y los profetas han predicho con sólo tocar el borde de su vestido, el flujo se detuvo en el mismo momento. 
esta pasión y mi resurrección.  2. Y los judíos exclamaron: Según nuestra ley, una mujer no puede venir a deponer como
8. Al oír esto, los judíos dijeron a Pilatos: ¿Quieres escuchar más tiempo sus blasfemias? testigo. 
Nuestra ley estatuye que, si un hombre peca contra su prójimo, recibirá cuarenta azotes menos
uno, y que el blasfemo será castigado con la muerte.  Testimonio colectivo de la multitud
9. Y Pilatos expuso: Si su discurso es blasfematorio, tomadlo, conducidlo a vuestra Sinagoga, y VIII 1. Y algunos otros de la multitud de los judíos, varones y hembras, se pusieron a gritar:
juzgadlo según vuestra ley. Mas los judíos dijeron: Queremos que sea crucificado. Pilatos les ¡Ese hombre es un profeta, y los demonios le están sometidos! Entonces Pilatos preguntó a los
acusadores de Jesús: ¿Por qué los demonios no están sometidos a vuestros doctores? Y ellos 3. Y el pueblo estaba presente, y los príncipes, los ancianos y los jueces se burlaban de Jesús,
contestaron: No lo sabemos.  diciendo: Puesto que a otros salvó, que se salve a sí mismo. Y si es hijo de Dios, que descienda
2. Y otros dijeron a Pilatos: Ha resucitado a Lázaro, que llevaba cuatro días muerto, y lo ha de la cruz. 
sacado del sepulcro.  4. Y los soldados se mofaban de él, y le ofrecían vinagre mezclado con hiel, exclamando: Si eres
3. Al oír esto, el gobernador quedó aterrado, y dijo a los judíos: ¿De qué nos servirá verter el rey de los judíos, sálvate a ti mismo. 
sangre inocente?  5. Y un soldado, llamado Longinos, tomando una lanza, le perforó el costado, del cual salió
sangre y agua. 
Las turbas prefieren la libertad de Barrabás a la de Jesús. Pilatos se lava las manos 6. Y el gobernador ordenó que, conforme a la acusación de los judíos, se inscribiese sobre un
IX 1. Y Pilatos, llamando a Nicodemo y a los doce hombres que decían que Jesús no había rótulo, en letras hebraicas, griegas y latinas: Éste es el rey de los judíos. 
nacido de la fornicación, les habló así: ¿Qué debo hacer ante la sedición que ha estallado en el 7. Y uno de los ladrones que estaban crucificados, Gestas, dijo a Jesús: Si eres el Cristo, líbrate
pueblo? Respondieron: Lo ignoramos. Véanlo ellos mismos.  y libértanos a nosotros. Mas Dimas lo reprendió, diciéndole: ¿No temes a Dios tú, que eres de
2. Y Pilatos, convocando de nuevo a la muchedumbre, dijo a los judíos: Sabéis que, según aquellos sobre los cuales ha recaído condena? Nosotros recibimos el castigo justo de lo que
costumbre, el día de los Ázimos os concedo la gracia de soltar a un preso. Encarcelado tengo a hemos cometido, pero él no ha hecho ningún mal. Y, una vez hubo censurado a su compañero,
un famoso asesino, que se llama Barrabás, y no encuentro en Jesús nada que merezca la muerte. exclamó, dirigiéndose a Jesús: Acuérdate de mí, señor en tu reino. Y Jesús le respondió: En
¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y todos respondieron a voz en grito: ¡Suéltanos a verdad te digo que hoy serás conmigo en el paraíso. 
Barrabás! 
3. Pilatos repuso: ¿Qué haré, pues, de Jesús, llamado el Cristo? Y exclamaron todos: ¡Sea Muerte de Jesús
crucificado!  XI 1. Era entonces como la hora de sexta del día y grandes tinieblas se esparcieron por toda la
4. Y los judíos dijeron también: Demostrarás no ser amigo del César si pones en libertad al que tierra hasta la hora de nona. El sol se oscureció, y he aquí que el velo del templo se rasgó en dos
se llama a sí mismo rey e hijo de Dios. Y aun quizá deseas que él sea rey en lugar del César.  partes de alto abajo. 
5. Entonces Pilatos montó en cólera y les dijo: Siempre habéis sido una raza sediciosa, y os 2. Y hacia la hora de nona, Jesús clamó a gran voz: Hely, Hely, lama zabathani, lo que significa:
habéis opuesto a los que estaban por vosotros.  Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? 
6. Y los judíos preguntaron: ¿Quiénes son los que estaban por nosotros?  3. Y en seguida murmuró: Padre mío, encomiendo mi espíritu entre tus manos. Y, dicho esto,
7. Y Pilatos respondió: Vuestro Dios, que os libró de la dura servidumbre de los egipcios y que entregó el espíritu. 
os condujo a pie por la mar seca, y que os dio, en el desierto, el maná y la carne de las 4. Y el centurión, al ver lo que había pasado, glorificó a Dios, diciendo: Este hombre era justo.
codornices para vuestra alimentación, y que hizo salir de una roca agua para saciar vuestra sed, Y todos los espectadores, turbados por lo que habían visto, volvieron a sus casas, golpeando sus
y contra el cual, a pesar de tantos favores, no habéis cesado de rebelaros, hasta el punto de que pechos. 
Él quiso haceros perecer. Y Moisés rogó por vosotros, a fin de que no perecieseis. Y ahora decís 5. Y el centurión refirió lo que había ocurrido al gobernador, el cual se llenó de aflicción
que yo odio al rey.  extrema y ni el uno, ni el otro comieron, ni bebieron, aquel día. 
8. Mas los judíos gritaron: Nosotros sabemos que nuestro rey es el César, y no Jesús. Porque los 6. Y Pilatos, convocando a los judíos, les preguntó: ¿Habéis sido testigos de lo que ha sucedido?
magos le ofrecieron presentes como a un rey. Y Herodes, sabedor por los magos de que un rey Y ellos respondieron al gobernador: El sol se ha eclipsado de la manera habitual. 
había nacido, procuró matarlo. Enterado de ello José, su padre, lo tomó junto con su madre, y 7. Y todos los que amaban a Jesús se mantenían a lo lejos, así como las mujeres que lo habían
huyeron los tres a Egipto. Y Herodes mandó dar muerte a los hijos de los judíos, que por aquel seguido desde Galilea. 
entonces habían nacido en Bethlehem.  8. Y he aquí que un hombre llamado José, varón bueno y justo, que no había tomado parte en las
9. Al oír estas palabras, Pilatos se aterrorizó y, cuando se restableció la calma entre el pueblo acusaciones y en las maldades de los judíos, que era de Arimatea, ciudad de Judea, y que
que gritaba, dijo: El que buscaba Herodes ¿es el que está aquí presente? Y le respondieron: El esperaba el reino de Dios, pidió a Pilatos el cuerpo de Jesús. 
mismo es.  9. Y, bajándolo de la cruz, lo envolvió en un lienzo muy blanco, y lo depositó en una tumba
10. Y Pilatos tomó agua y se lavó las manos ante el pueblo, diciendo: Inocente soy de la sangre completamente nueva, que había hecho construir para sí mismo, y en la cual ninguna persona
de este justo. Pensad bien lo que vais a hacer. Y los judíos repitieron: ¡Caiga su sangre sobre había sido sepultada. 
nosotros y sobre nuestros hijos! 
11. Entonces Pilatos ordenó que se trajese a Jesús al tribunal en que estaba sentado, y prosiguió Los judíos amenazan a Nicodemo y encierran en un calabozo a José de Arimatea
en estos términos, al dictar sentencia contra él: Tu raza no te quiere por rey. Ordeno, pues, que
seas azotado, conforme a los estatutos de los antiguos príncipes.  XII 1. Sabedores los judíos de que José había pedido el cuerpo de Jesús, lo buscaron, como
también a los doce hombres que habían declarado que Jesús no naciera de la fornicación, y a
12. Y mandó en seguida que se lo crucificase en el lugar en que había sido detenido, con dos Nicodemo y a los demás que habían comparecido ante Pilatos, y dado testimonio de las buenas
malhechores, cuyos nombres eran Dimas y Gestas.  obras del Salvador. 
2. Todos se ocultaban y únicamente Nicodemo, por ser príncipe de los judíos, se mostró a ellos,
Jesús en el Gólgota y les preguntó: ¿Cómo habéis entrado en la Sinagoga? 
X 1. Y Jesús salió del Pretorio y los dos ladrones con él. Y cuando llegó al lugar que se llama 3. Y ellos le respondieron: Y tú, ¿cómo has entrado en la Sinagoga, cuando eras adepto del
Gólgota, los soldados lo desnudaron de sus vestiduras y le ciñeron un lienzo, y pusieron sobre su Cristo? Ojalá tengas tu parte con él en los siglos futuros. Y Nicodemo contestó: Así sea. 
cabeza una corona de espinas y colocaron una caña en sus manos. Y crucificaron igualmente a 4. Y José se presentó igualmente a ellos y les dijo: ¿Por qué estáis irritados contra mí, a causa de
los dos ladrones a sus lados, Dimas a su derecha y Gestas a su izquierda.  haber yo pedido a Pilatos el cuerpo de Jesús? He aquí que yo lo he depositado en mi propia
2. Y Jesús dijo: Padre, perdónalos, y déjalos libres de castigo, porque no saben lo que hacen. Y tumba, y lo he envuelto en un lienzo muy blanco, y he colocado una gran piedra al lado de la
ellos repartieron entre sí sus vestiduras.  gruta. Habéis obrado mal contra el justo, y lo habéis crucificado, y lo habéis atravesado a
lanzadas. 
5. Al oír esto, los judíos se apoderaron de José y lo encerraron, hasta que pasase el día del vosotros crucificado, lo hemos visto en el Monte los Olivos, sentado entre sus discípulos,
sábado. Y le dijeron: En este momento, por ser tal día, nada podemos hacer contra ti. Pero hablando con ellos y diciéndoles: Id por el mundo, predicad a todas las naciones, y bautizad a
sabemos que no eres digno de sepultura y abandonaremos tu carne a las aves del cielo y a las los gentiles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y el que crea y sea bautizado
bestias de la tierra.  será salvo. Y, no bien hubo dicho estas cosas a sus discípulos, lo vimos subir al cielo. 
6. Y José respondió: Esas vuestras palabras son semejantes a las de Goliath el soberbio, que se 2. Al oír esto, los príncipes de los sacerdotes, los ancianos del pueblo y los levitas dijeron a
levantó contra el Dios vivo, y a quien hirió David. Dios ha dicho por la voz del profeta: Me aquellos tres hombres: Glorificad al Dios de Israel, y tomadlo por testigo de que lo que habéis
reservaré la venganza. Y Pilatos, con el corazón endurecido, lavó sus manos en pleno sol, visto y oído es verdadero. 
exclamando: Inocente soy de la sangre de ese justo. Y vosotros habéis contestado: ¡Caiga su 3. Y ellos respondieron: Por la vida del Señor de nuestros padres, Dios de Abraham, de Isaac y
sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos! Y mucho temo que la cólera de Dios caiga sobre de Jacob, declaramos decir la verdad. Hemos oído a Jesús hablar con sus discípulos y lo hemos
vosotros y sobre vuestros hijos, como habéis proclamado.  visto subir al cielo. Si callásemos ambas cosas, cometeríamos un pecado. 
7. Al oír a José expresarse de este modo, los judíos se llenaron de rabia, y, apoderándose de él, 4. Y los príncipes de los sacerdotes, levantándose en seguida, exclamaron: No repitáis a nadie lo
lo encerraron en un calabozo sin reja que dejara penetrar el menor rayo de luz. Y Anás y Caifás que habéis dicho de Jesús. Y les dieron una fuerte suma de dinero. 
colocaron guardias a la puerta y pusieron su sello sobre la llave.  5. Y los hicieron acompañar por tres hombres, para que se restituyesen a su país, y no hiciesen
8. Y tuvieron consejo con los sacerdotes y con los levitas, para que se reuniesen todos después estada alguna en Jerusalén. 
del día del sábado, y deliberasen sobre qué genero de muerte infligirían a José.  6. Y, habiéndose reunido todos los judíos, se entregaron entre sí a grandes meditaciones, y
9. Y cuando estuvieron reunidos, Anás y Caifás ordenaron que se les trajese a José. Y, quitando dijeron: ¿Qué es lo que ha sobrevenido en Israel? 
el sello, abrieron la puerta y no encontraron a José en el calabozo en que lo habían encerrado. Y 7. Y Anás y Caifás, para consolarlos, replicaron: ¿Es que vamos a creer a los soldados, que
toda la asamblea quedó sumida en el mayor estupor, porque habían encontrado sellada la puerta. guardaban el sepulcro de Jesús, y que aseguraron que un ángel abrió su losa? ¿Por ventura no
Y Anás y Caifás se retiraron.  han sido sus discípulos los que les dieron mucho oro para que hablasen así, y los dejasen a ellos
robar el cuerpo de Jesús? Sabed que no cabe conceder fe alguna a las palabras de esos
Los soldados atestiguan la resurrección de Jesús. Temor de los judíos, al saberlo extranjeros, porque, habiendo recibido de nosotros una fuerte suma, hayan por doquiera dicho lo
XIII 1. Y, mientras ellos no salían de su asombro, uno de los soldados a quienes habían que nosotros les encargamos que dijesen. Ellos pueden ser infieles a los discípulos de Jesús lo
encomendado la guardia del sepulcro entró en la Sinagoga y dijo: Cuando vigilábamos la tumba mismo que a nosotros. 
de Jesús, la tierra tembló y hemos visto a un ángel de Dios, que quitó la piedra del sepulcro y
que se sentó sobre ella. Y su semblante brillaba como el relámpago y sus vestidos eran blancos Intervención de Nicodemo en los debates de la Sinagoga. Los judíos mandan llamar a José
como la nieve. Y nosotros quedamos como muertos de espanto. Y oímos al ángel que decía a las de Arimatea y oyen las noticias que éste les da
mujeres que habían ido al sepulcro de Jesús: No temáis. Sé que buscáis a Jesús el crucificado, el XV 1. Y Nicodemo se levantó y dijo: Rectamente habláis, hijos de Israel. Os habéis enterado de
cual resucitó, como lo había predicho. Venid, y ved el lugar en que había sido colocado, y lo que han dicho esos tres hombres, que juraron sobre la ley del Señor haber oído a Jesús hablar
apresuraos a avisar a sus discípulos que ha resurgido de entre los muertos, y que va delante de con sus discípulos en el monte de los Olivos, y haberlo visto subir al cielo. Y la Escritura nos
vosotros a Galilea, donde lo veréis.  enseña que el bienaventurado Elías fue transportado al cielo, y que Eliseo, interrogado por los
2. Y los judíos, convocando a todos los soldados que habían puesto para guardar a Jesús, les hijos de los profetas sobre dónde había ido su hermano Elías, respondió que les había sido
preguntaron: ¿Qué mujeres fueron aquellas a quienes el ángel habló? ¿Por qué no os habéis arrebatado. Y los hijos de los profetas le dijeron: Acaso nos lo ha arrebatado el espíritu, y lo ha
apoderado de ellas?  depositado sobre las montañas de Israel. Pero elijamos hombres que vayan con nosotros, y
3. Replicaron los soldados: No sabemos qué mujeres eran, y quedamos como difuntos, por el recorramos esas montañas, donde quizá lo encontremos. Y suplicaron así a Eliseo, que caminó
mucho temor que nos inspiró el ángel. ¿Cómo, en estas condiciones, habríamos podido con ellos tres días, y no encontraron a Elías. Y ahora, escuchadme, hijos de Israel. Enviemos
apoderarnos de dichas mujeres?  hombres a las montañas, porque acaso el espíritu ha arrebatado a Jesús, y quizá lo encontremos,
4. Los judíos exclamaron: ¡Por la vida del Señor, que no os creemos! Y los soldados y haremos penitencia. 
respondieron a los judíos: Habéis visto a Jesús hacer milagros, y no habéis creído en él. ¿Cómo 2. Y el parecer de Nicodemo fue del gusto de todo el pueblo, y enviaron hombres, que buscaron
creeríais en nuestras palabras? Con razón juráis por la vida del Señor, pues vive el Señor a quien a Jesús, sin encontrarlo, y que, a su vuelta, dijeron: No hemos hallado a Jesús en ninguno de los
encerrasteis en el sepulcro. Hemos sabido que habéis encarcelado en un calabozo, cuya puerta lugares que hemos recorrido, pero hemos hallado a José en la ciudad de Arimatea. 
habéis sellado, a ese José que embalsamó el cuerpo de Jesús, y que, cuando fuisteis a buscarlo, 3. Y, al oír esto, los príncipes y todo el pueblo se regocijaron, y glorificaron al Dios de Israel de
no lo encontrasteis. Devolvednos a José, a quien aprisionasteis, y os devolveremos a Jesús, cuyo que hubiesen encontrado a José, a quien habían encerrado en un calabozo, y a quien no habían
sepulcro hemos guardado.  podido encontrar. 
5. Los judíos dijeron: Devolvednos a Jesús y os devolveremos a José, porque éste se halla en la 4. Y, reuniéndose en una gran asamblea, los príncipes de los sacerdotes se preguntaron entre sí:
ciudad de Arimatea. Mas los soldados contestaron: Si José está en Arimatea, Jesús está en ¿Cómo podremos traer a José entre nosotros, y hacerlo hablar? 
Galilea, puesto que así lo anunció a las mujeres el ángel.  5. Y tomando papel, escribieron a José por este tenor: Sea la paz contigo, y con todos los que
6. Oído lo cual, los judíos se sintieron poseídos de temor y se dijeron entre sí: Cuando el pueblo están contigo. Sabemos que hemos pecado contra Dios y contra ti. Dígnate, pues, venir hacia tus
escuche estos discursos, todos en Jesús creerán.  padres y tus hijos, porque tu marcha del calabozo nos ha llenado de sorpresa. Reconocemos que
7. Y reunieron una gruesa suma de dinero, que entregaron a los soldados, advirtiéndoles: Decid habíamos concebido contra ti un perverso designio, y que el Señor te ha protegido, Iibrándote de
que, mientras dormíais, llegaron los discípulos de Jesús al sepulcro y robaron su cuerpo. Y, si el nuestras malas intenciones. Sea la paz contigo, José, hombre honorable entre todo el pueblo. 
gobernador Pilatos se entera de ello, lo apaciguaremos en vuestro favor y no seréis inquietados.  6. Y eligieron siete hombres, amigos de José, y les dijeron: Cuando lleguéis a casa de José,
8. Y los soldados, tomando el dinero, dijeron lo que los judíos les habían recomendado.  dadle el saludo de paz, y entregadle la carta. 
7. Y los hombres llegaron a casa de José, y lo saludaron, y le entregaron la carta. Y luego que
Intrigas de los judíos para invalidarla resurrección de Jesús José la hubo leído, exclamó: ¡Bendito sea el Señor Dios, que ha preservado a Israel de la efusión
XIV 1. Y un sacerdote llamado Fineo, y el maestro de escuela Addas, y el levita Ageo llegaron de mi sangre! ¡Bendito seas, Dios mío, que me has protegido con tus alas! 
los tres de Galilea a Jerusalén, y dijeron a todos los que estaban en la Sinagoga: A Jesús, por 8. Y José abrazó a los embajadores, y los acogió y regaló en su domicilio. 
9. Y, al día siguiente, montando en un asno, se puso en camino con ellos, y llegaron a Jerusalén. 
10. Y, cuando los judíos se enteraron de su llegada, corrieron todos ante él, gritando y Descenso de Cristo al Infierno (Descensus Christi ad Inferos) 
exclamando: ¡Sea la paz a tu llegada, padre José! Y él repuso: ¡Sea la paz del Señor con todo el Nuevas y sensacionales declaracionesde José de Arimatea
pueblo!  XVII 1. Y José, levantándose, dijo a Anás y a Caifás: Razón tenéis para admiraros, al saber que
11. Y todos lo abrazaron. Y Nicodemo lo recibió en su casa, acogiéndolo con gran honor y con Jesús ha sido visto resucitado y ascendiendo al empíreo. Pero aún os sorprenderéis más de que
gran complacencia.  no sólo haya resucitado, sino de que haya sacado del sepulcro a muchos otros muertos, a quienes
12. Y, al siguiente día, que lo era de la fiesta de Preparación, Anás, Caifás y Nicodemo dijeron a gran número de personas han visto en Jerusalén. 
José: Rinde homenaje al Dios de Israel, y responde a todo lo que te preguntemos. Irritados 2. Y escuchadme ahora, porque todos sabemos que aquel bienaventurado Gran Sacerdote, que se
estábamos contra ti, porque habías sepultado el cuerpo de Jesús, y te encerramos en un calabozo, llamó Simeón, recibió en sus manos, en el templo, a Jesús niño. Y Simeón tuvo dos hijos,
donde no te encontramos, al buscarte, lo que nos mantuvo en plena sorpresa y en pleno espanto, hermanos de padre y de madre, y todos hemos presenciado su fallecimiento y asistido a su
hasta que hemos vuelto a verte. Cuéntanos, pues, en presencia de Dios, lo que te ha ocurrido.  entierro. Pues id a ver sus tumbas, y las hallaréis abiertas, porque los hijos de Simeón se hallan
13. Y José contestó: Cuando me encerrasteis, el día de Pascua, mientras me hallaba en oración a en la villa de Arimatea, viviendo en oración. A veces se oyen sus gritos, mas no hablan a nadie,
medianoche, la casa quedó como suspendida en los aires. Y vi a Jesús, brillante como un y permanecen silenciosos como muertos. Vayamos hacia ellos, y tratémoslos con la mayor
relámpago, y, acometido de terror, caí por tierra. Y Jesús, tomándome por la mano, me elevó por amabilidad. Y, si con suave insistencia los interrogamos, quizá nos hablen del misterio de la
encima del suelo, y un sudor frío cubría mi frente. Y él, secando mi rostro, me dijo: Nada temas, resurrección de Jesús. 
José. Mírame y reconóceme, porque soy yo.  3. A cuyas palabras todos se regocijaron, y Anás, Caifás, Nicodemo, José y Gamaliel, yendo a
14. Y lo miré, y exclamé, lleno de asombro: ¡Oh Señor Elías! Y él me dijo: No soy Elías, sino los sepulcros, no encontraron a los muertos, pero, yendo a Arimatea, los encontraron
Jesús de Nazareth, cuyo cuerpo has sepultado.  arrodillados allí. 
15. Y yo le respondí: Muéstrame la tumba en que te deposité. Y Jesús, tomándome por la mano 4. Y los abrazaron con sumo respeto y en el temor de Dios, y los condujeron a la Sinagoga de
otra vez, me condujo al lugar en que lo había sepultado, y me mostró el sudario y el paño en que Jerusalén. 
había envuelto su cabeza.  5. Y, no bien las puertas se cerraron, tomaron el libro santo, lo pusieron en sus manos, y los
16. Entonces reconocí que era Jesús, y lo adoré, diciendo: ¡Bendito el que viene en nombre del conjuraron por el Dios Adonaí, Señor de Israel, que ha hablado por la Ley y por los profetas,
Señor!  diciendo: Si sabéis quién es el que os ha resucitado de entre los muertos, decidnos cómo habéis
17. Y Jesús, tomándome por la mano de nuevo, me condujo a mi casa de Arimatea, y me dijo: sido resucitados. 
Sea la paz contigo, y, durante cuarenta días, no salgas de tu casa. Yo vuelvo ahora cerca de mis 6. Al oír esta adjuración, Carino y Leucio sintieron estremecerse sus cuerpos, y, temblorosos y
discípulos.  emocionados, gimieron desde el fondo de su corazon. 
7. Y, mirando al cielo, hicieron con su dedo la señal de la cruz sobre su lengua. 
Estupor de los judíos ante las declaraciones de José de Arimatea 8. Y, en seguida, hablaron, diciendo: Dadnos resmas de papel, a fin de que escribamos lo que
XVI 1. Cuando los sacerdotes y los levitas oyeron tales cosas, quedaron estupefactos y como hemos visto y oído. 
muertos. Y, vueltos en sí, exclamaron: ¿Qué maravilla es la que se ha manifestado en Jerusalén? 9. Y, habiéndoselas dado, se sentaron, y cada uno de ellos escribió lo que sigue. 
Porque nosotros conocemos al padre y a la madre de Jesús. 
2. Y cierto levita explicó: Sé que su padre y su madre eran personas temerosas del Altísimo, y Carino y Leucio comienzan su relato
que estaban siempre en el templo, orando, y ofreciendo hostias y holocaustos al Dios de Israel. XVIII 1. Jesucristo, Señor Dios, vida y resurrección de muertos, permítenos enunciar los
Y, cuando Simeón, el Gran Sacerdote, lo recibió, dijo, tomándolo en sus brazos: Ahora, Señor, misterios por la muerte de tu cruz, puesto que hemos sido conjurados por ti. 
envía a tu servidor en paz, según tu palabra, porque mis ojos han visto al Salvador que has
preparado para todos los pueblos, luz que ha de servir para la gloria de tu raza de Israel. Y aquel 2. Tú has ordenado no referir a nadie los secretos de tu majestad divina, tales como los has
mismo Simeón bendijo también a María, madre de Jesús, y le dijo: Te anuncio, respecto a este manifestado en los infiernos. 
niño, que ha nacido para la ruina y para la resurrección de muchos, y como signo de 3. Cuando estábamos con nuestros padres, colocados en el fondo de las tinieblas, un brillo real
contradicción.  nos iluminó de súbito, y nos vimos envueltos por un resplandor dorado como el del sol. 
3. Entonces los judíos propusieron: Mandemos a buscar a los tres hombres que aseguran haberlo 4. Y, al contemplar esto, Adán, el padre de todo el género humano, estalló de gozo, así como
visto con sus discípulos en el monte de los Olivos.  todos los patriarcas y todos los profetas, los cuales clamaron a una: Esta luz es el autor mismo
4. Y, cuando así se hizo, y aquellos tres hombres llegaron, y fueron interrogados, respondieron de la luz, que nos ha prometido transmitirnos una luz que no tendrá ni desmayos ni término. 
con unánime voz: Por la vida del Señor, Dios de Israel, hemos visto manifiestamente a Jesús con
sus discípulos en el monte de las Olivas, y asistido al espectáculo de su subida al cielo.  Isaías confirma uno de sus vaticinios
5. En vista de esta declaración, Anás y Caifás tomaron a cada uno de los testigos aparte, y se XIX 1. Y el profeta Isaías exclamó: Es la luz del Padre, el Hijo de Dios, como yo predije,
informaron de ellos separadamente. Y ellos insistieron sin contradicción en confesar la verdad, y estando en tierras de vivos: en la tierra de Zabulón y en la tierra de Nephtalim. Más allá del
en aseverar que habían visto a Jesús.  Jordán, el pueblo que estaba sentado en las tinieblas, vería una gran luz, y esta luz brillaría sobre
6. Y Anás y Caifás pensaron: Nuestra ley preceptúa que, en la boca de dos o tres testigos, toda los que estaban en la región de la muerte. Y ahora ha llegado, y ha brillado para nosotros, que en
palabra es válida. Pero sabemos que el bienaventurado Enoch, grato a Dios, fue transportado al la muerte estábamos. 
cielo por la palabra de Él, y que la tumba del bienaventurado Moisés no se encontró nunca, y 2. Y, como sintiésemos inmenso júbilo ante la luz que nos había esclarecido, Simeón, nuestro
que la muerte del profeta Elías no es conocida. Jesús, por lo contrario, ha sido entregado a padre, se aproximó a nosotros, y, lleno de alegría, dijo a todos: Glorificad al Señor Jesucristo,
Pilatos, azotado, abofeteado, coronado de espinas, atravesado por una lanza, crucificado, muerto que es el Hijo de Dios, porque yo lo tuve recién nacido en mis manos en el templo e, inspirado
sobre el madero, y sepultado. Y el honorable padre José, que depositó su cadáver en un sepulcro por el Espíritu Santo, lo glorifiqué y dije: Mis ojos han visto ahora la salud que has preparado en
nuevo, atestigua haberlo visto vivo. Y estos tres hombres certifican haberlo encontrado con sus presencia de todos los pueblos, la luz para la revelación de las naciones, y la gloria de tu pueblo
discípulos en el monte de los Olivos, y haber asistido al espectáculo de su subida al cielo.  de Israel. 
3. Al oír tales cosas, toda la multitud de los santos se alborozó en gran manera. 
4. Y, en seguida, sobrevino un hombre, que parecía un ermitaño. Y, como todos le preguntasen ¿quién es ese Jesús que, temiendo la muerte, se opone a ti? Si hasta tal punto es poderoso en su
quién era, respondió: Soy Juan, el oráculo y el profeta del Altísimo, el que precedió a su humanidad, en verdad te digo que es todopoderoso en su divinidad, y que nadie podrá resistir a
advenimiento al mundo, a fin de preparar sus caminos, y de dar la ciencia de la salvación a su su poder. Y, cuando dijo que temía la muerte, quiso engañarte, y constituirá tu desgracia en los
pueblo para la remisión de los pecados. Y, viéndolo llegar hacia mí, me sentí poseído por el siglos eternos. 
Espíritu Santo, y le dije: He aquí el Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo. Y lo 4. Pero Satanás, el príncipe de la muerte, respondió y dijo: ¿Por qué vacilas en aprisionar a ese
bauticé en el río del Jordán, y vi al Espíritu Santo descender sobre él bajo la figura de una Jesús, adversario de ti tanto como de mí? Porque yo lo he tentado, y he excitado contra él a mi
paloma. Y oí una voz de los cielos, que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo todas mis antiguo pueblo judío, excitando el odio y la cólera de éste. Y he aguzado la lanza de la
complacencias, y a quien debéis escuchar. Y ahora, después de haber precedido a su persecución. Y he hecho preparar madera para crucificarlo, y clavos para atravesar sus manos y
advenimiento, he descendido hasta vosotros, para anunciaros que, dentro de poco, el mismo Hijo sus pies. Y le he dado a beber hiel mezclada con vinagre. Y su muerte está próxima, y te lo
de Dios, levantándose de lo alto, vendrá a visitarnos, a nosotros, que estamos sentados en las traeré sujeto a ti y a mi. 
tinieblas y en las sombras de la muerte.  5. Y la Furia respondió, y dijo: Me has informado de que él es quien me ha arrancado los
muertos. Muchos están aquí, que retengo, y, sin embargo, mientras vivían sobre la tierra,
La profecía hecha por el arcángel Miguel a Seth muchos me han arrebatado muertos, no por su propio poder, sino por las plegarias que dirigieron
XX 1. Y, cuando el padre Adán, el primer formado, oyó lo que Juan dijo de haber sido Jesús a su Dios todopoderoso, que fue quien verdaderamente me los llevó. ¿Quién es, pues, ese Jesús,
bautizado en el Jordán, exclamó, hablando a su hijo Seth: Cuenta a tus hijos, los patriarcas y los que por su palabra, me ha arrancado muertos? ¿Es quizá el que ha vuelto a la vida, por su
profetas, todo lo que oíste del arcángel Miguel, cuando, estando yo enfermo, te envié a las palabra imperiosa, a Lázaro, fallecido hacía cuatro días, lleno de podredumbre y en disolución, y
puertas del Paraíso, para que el Señor permitiese que su ángel diera aceite del árbol de la a quien yo retenía como difunto? 
misericordia, que ungiese mi cuerpo.  6. Y Satanás, el príncipe de la muerte, respondió y dijo: Ese mismo Jesús es. 
2. Entonces Seth, aproximándose a los patriarcas y a los profetas, expuso: Me hallaba yo, Seth, 7. Y, al oírlo, la Furia repuso: Yo te conjuro, por tu poder y por el mío, que no lo traigas hacia
en oración delante del Señor, a las puertas del Paraíso, y he aquí que Miguel, el numen de Dios, mí. Porque, cuando me enteré de la fuerza de su palabra, temblé, me espanté y, al mismo
me apareció, y me dijo: He sido enviado a ti por el Señor, y presido sobre el cuerpo humano. Y tiempo, todos mis ministros impíos quedaron tan turbados como yo. No pudimos retener a
te declaro, Seth, que es inútil pidas y ruegues con lágrimas el aceite del árbol de la misericordia, Lázaro, el cual, con toda la agilidad y con toda la velocidad del águila, salió de entre nosotros, y
para ungir a tu padre Adán, y para que cesen los sufrimientos de su cuerpo. Porque de ningún esta misma tierra que retenía su cuerpo privado de vida se la devolvió. Por donde ahora sé que
modo podrás recibir ese aceite hasta los días postrimeros, cuando se hayan cumplido cinco mil ese hombre, que ha podido cumplir cosas tales, es el Dios fuerte en su imperio, y poderoso en la
años. Entonces, el Hijo de Dios, lleno de amor, vendrá a la tierra, y resucitará el cuerpo de humanidad, y Salvador de ésta, y, si le traes hacia mí, libertará a todos los que aquí retengo en el
Adán, y al mismo tiempo resucitará los cuerpos de los muertos. Y, a su venida, será bautizado rigor de la prisión, y encadenados por los lazos no rotos de sus pecados y, por virtud de su
en el Jordán, y, una vez haya salido del agua, ungirá con el aceite de su misericordia a todos los divinidad, los conducirá a la vida que debe durar tanto como la eternidad. 
que crean en él, y el aceite de su misericordia será para los que deban nacer del agua y del
Espíritu Santo para la vida eterna. Entonces Jesucristo, el Hijo de Dios, lleno de amor, y Entrada triunfal de Jesús en los infiernos
descendido a la tierra, introducirá a tu padre Adán en el Paraíso y lo pondrá junto al árbol de la
misericordia.  XXII 1. Y, mientras Satanás y la Furia así hablaban, se oyó una voz como un trueno, que decía:
Abrid vuestras puertas, vosotros, príncipes. Abríos, puertas eternas, que el Rey de la Gloria
3. Y, al oír lo que decía Seth, todos los patriarcas y todos los profetas se henchieron de dicha.  quiere entrar. 
2. Y la Furia, oyendo la voz, dijo a Satanás: Anda, sal, y pelea contra él. Y Satanás salió. 
Discusión entre Satanás y la Furia en los infiernos 3. Entonces la Furia dijo a sus demonios: Cerrad las grandes puertas de bronce, cerrad los
XXI 1. Y, mientras todos los padres antiguos se regocijaban, he aquí que Satanás, príncipe y grandes cerrojos de hierro, cerrad con llave las grandes cerraduras, y poneos todos de centinela,
jefe de la muerte, dijo a la Furia: prepárate a recibir a Jesús, que se vanagloria de ser el Cristo y porque, si este hombre entra, estamos todos perdidos. 
el Hijo de Dios, y que es un hombre temerosísimo de la muerte, puesto que yo mismo lo he oído 4. Y, oyendo estas grandes voces, los santos antiguos exclamaron: Devoradora e insaciable
decir: Mi alma está triste hasta la muerte. Y entonces comprendí que tenía miedo de la cruz.  Furia, abre al Rey de la Gloria, al hijo de David, al profetizado por Moisés y por Isaías. 
2. Y añadió: Hermano, aprestémonos, tanto tú como yo, para el mal día. Fortifiquemos este 5. Y otra vez se oyó la voz de trueno que decía: Abrid vuestras puertas eternas, que el Rey de la
lugar, para poder retener aquí prisionero al llamado Jesús que, al decir de Juan y de los profetas, Gloria quiere entrar. 
debe venir a expulsarnos de aquí. Porque ese hombre me ha causado muchos males en la tierra,
oponiéndose a mí en muchas cosas, y despojándome de multitud de recursos. A los que yo había 6. Y la Furia gritó, rabiosa: ¿Quién es el Rey de la Gloria? Y los ángeles de Dios contestaron: El
matado, él les devolvió la vida. Aquellos a quienes yo había desarticulado los miembros, él los Señor poderoso y vencedor. 
enderezó por su sola palabra, y les ordenó que llevasen su lecho sobre los hombros. Hubo otros 7. Y, en el acto, las grandes puertas de bronce volaron en mil pedazos, y los que la muerte había
que yo había visto ciegos y privados de la luz, y por cuya cuenta me regocijaba, al verlos tenido encadenados se levantaron. 
quebrarse la cabeza contra los muros, y arrojarse al agua, y caer, al tropezar en los atascaderos, y 8. Y el Rey de la Gloria entró en figura de hombre, y todas las cuevas de la Furia quedaron
he aquí que este hombre, venido de no sé dónde, y, haciendo todo lo contrario de lo que yo iluminadas. 
hacía, les devolvía la vista por sus palabras. Ordenó a un ciego de nacimiento que lavase sus 9. Y rompió los lazos, que hasta entonces no habían sido quebrantados, y el socorro de una
ojos con agua y con barro en la fuente de Siloé, y aquel ciego recobró la vista. Y, no sabiendo a virtud invencible nos visitó, a nosotros, que estábamos sentados en las profundidades de las
qué otro lugar retirarme, tomé conmigo a mis servidores, y me alejé de Jesús. Y, habiendo tinieblas de nuestras faltas y en la sombra de la muerte de nuestros pecados. 
encontrado a un joven, entré en él, y moré en su cuerpo. Ignoro cómo Jesús lo supo, pero es lo
cierto que llegó adonde yo estaba, y me intimó la orden de salir. Y, habiendo salido, y no
sabiendo dónde entrar, le pedí permiso para meterme en unos puercos, lo que hice, y los Espanto de las potestades infernales ante la presencia de Jesús
estrangulé.  XXIII 1. Al ver aquello, los dos príncipes de la muerte y del infierno, sus impíos oficiales y sus
3. Y la Furia, respondiendo a Satanás, dijo: ¿Quién es ese príncipe tan poderoso y que, sin crueles ministros quedaron sobrecogidos de espanto en sus propios reinos, cual si no pudiesen
embargo, teme la muerte? Porque todos los poderosos de la tierra quedan sujetos a mi poder resistir la deslumbradora claridad de tan viva luz, y la presencia del Cristo, establecido de súbito
desde el momento en que tú me los traes sometidos por el tuyo. Si, pues, tú eres tan poderoso, en sus moradas. 
2. Y exclamaron con rabia impotente: Nos has vencido. ¿Quién eres tú, a quien el Señor envía 3. Y Adán, vertiendo lágrimas, se prosternó a los pies del Señor, y dijo en voz alta: Señor, te
para nuestra confusión? ¿Quién eres tú, tan pequeño y tan grande, tan humilde y tan elevado, glorificaré, porque me has acogido, y no has permitido que mis enemigos triunfasen sobre mí
soldado y general, combatiente admirable bajo la forma de un esclavo, Rey de la Gloria muerto para siempre. Hacia ti clamé, y me has curado, Señor. Has sacado mi alma de los infiernos, y me
en una cruz y vivo, puesto que desde tu sepulcro has descendido hasta nosotros? ¿Quién eres tú, has salvado, no dejándome con los que descienden al abismo. Cantad las alabanzas del Señor,
en cuya muerte ha temblado toda criatura, y han sido conmovidos todos los astros, y que ahora todos los que sois santos, y confesad su santidad. Porque la cólera está en su indignación, y en
permaneces libre entre los muertos, y turbas a nuestras legiones? ¿Quién eres tú, que redimes a su voluntad está la vida. 
los cautivos, y que inundas de luz brillante a los que están ciegos por las tinieblas de sus 4. Y asimismo todos los santos de Dios se prosternaron a los pies del Señor, y dijeron con voz
pecados?  unánime: Has llegado, al fin, Redentor del mundo, y has cumplido lo que habías predicho por la
3. Y todas las legiones de los demonios, sobrecogidos por igual terror, gritaban en el mismo ley y por tus profetas. Has rescatado a los vivos por tu cruz, y, por la muerte en la cruz, has
tono, con sumisión temerosa y con voz unánime, diciendo: ¿De dónde eres, Jesús, hombre tan descendido hasta nosotros, para arrancarnos del infierno y de la muerte, por tu majestad. Y, así
potente, tan luminoso, de majestad tan alta, libre de tacha y puro de crimen? Porque este mundo como has colocado el título de tu gloria en el cielo, y has elevado el signo de la redención, tu
terrestre que hasta el día nos ha estado siempre sometido, y que nos pagaba tributos por nuestros cruz, sobre la tierra, de igual modo, Señor, coloca en el infierno el signo de la victoria de tu
usos abominables, jamás nos ha enviado un muerto tal como tú, ni destinado semejantes cruz, a fin de que la muerte no domine más. 
presentes a los infiernos. ¿Quién, pues, eres tú, que has franqueado sin temor las fronteras de 5. Y el Señor, extendiendo su mano, hizo la señal de la cruz sobre Adán y sobre todos sus
nuestros dominios, y que no solamente no temes nuestros suplicios infernales, sino que santos. Y, tomando la mano derecha de Adán, se levantó de los infiernos, y todos los santos lo
pretendes librar a los que retenemos en nuestras cadenas? Quizá eres ese Jesús, de quien siguieron. 
Satanás, nuestro príncipe, decía que, por su suplicio en la cruz, recibiría un poder sin límites 6. Entonces el profeta David exclamó con enérgico tono: Cantad al Señor un cántico nuevo,
sobre el mundo entero.  porque ha hecho cosas admirables. Su mano derecha y su brazo nos han salvado. El Señor ha
4. Entonces el Rey de la Gloria, aplastando en su majestad a la muerte bajo sus pies, y tomando hecho conocer su salud, y ha revelado su justicia en presencia de todas las naciones. 
a nuestro primer padre, privó a la Furia de todo su poder y atrajo a Adán a la claridad de su luz.  7. Y toda la multitud de los santos respondió, diciendo: Esta gloria es para todos los santos. Así
sea. Alabad a Dios. 
Imprecaciones acusadoras de la Furiacontra Satanás 8. Y entonces el profeta Habacuc exclamó, diciendo: Has venido para la salvación de tu pueblo,
XXIV 1. Y la Furia, bramando, aullando y abrumando a Satanás con violentos reproches, le y para la liberación de tus elegidos. 
dijo: Belzebú, príncipe de condenación, jefe de destrucción, irrisión de los ángeles de Dios, ¿qué 9. Y todos los santos respondieron, diciendo: Bendito el que viene en nombre del Señor, y nos
has querido hacer? ¿Has querido crucificar al Rey de la Gloria, sobre cuya ruina y sobre cuya ilumina. 
muerte nos habías prometido tan grandes despojos? ¿Ignoras cuán locamente has obrado? 10. Igualmente el profeta Miqueas exclamé, diciendo: ¿Qué Dios hay como tú, Señor, que
Porque he aquí que este Jesús disipa, por el resplandor de su divinidad, todas las tinieblas de la desvaneces las iniquidades, y que borras los pecados? Y ahora contienes el testimonio de tu
muerte. Ha atravesado las profundidades de las más sólidas prisiones, libertando a los cautivos, cólera. Y te inclinas más a la misericordia. Has tenido piedad de nosotros, y nos has absuelto de
y rompiendo los hierros de los encadenados. Y he aquí que todos los que gemían bajo nuestros nuestros pecados, y has sumido todas nuestras iniquidades en el abismo de la muerte, según que
tormentos nos insultan, y nos acribillan con sus imprecaciones. Nuestros imperios y nuestros habías jurado a nuestros padres en los días antiguos. 
reinos han quedado vencidos, y no sólo no inspiramos ya terror a la raza humana, sino que, al
contrario, nos amenazan y nos injurian aquellos que, muertos, jamás habían podido mostrar 11. Y todos los santos respondieron, diciendo: Es nuestro Dios para siempre, por los siglos de
soberbia ante nosotros, ni jamás habían podido experimentar un momento de alegría durante su los siglos, y durante todos ellos nos regirá. Así sea. Alabad a Dios. 
cautividad. Príncipe de todos los males y padre de los rebeldes e impíos, ¿qué has querido 12. Y los demás profetas recitaron también pasajes de sus viejos cánticos, consagrados a alabar a
hacer? Los que, desde el comienzo del mundo hasta el presente, habían desesperado de su vida y Dios. Y todos los santos hicieron lo mismo. 
de su salvación no dejan oír ya sus gemidos. No resuena ninguna de sus quejas clamorosas, ni se
advierte el menor vestigio de lágrimas sobre la faz de ninguno de ellos. Rey inmundo, poseedor Llegada de los santos antiguos al Paraíso y su encuentro con Enoch y con Elías
de las llaves de los infiernos, has perdido por la cruz las riquezas que habías adquirido por la XXVI 1. Y el Señor, tomando a Adán por la mano, lo puso en las del arcángel Miguel, al cual
prevaricación y por la pérdida del Paraíso. Toda tu dicha se ha disipado y, al poner en la cruz a
siguieron asimismo todos los santos. 
ese Cristo, Jesús, Rey de la Gloria, has obrado contra ti y contra mí. Sabe para en adelante
cuántos tormentos eternos y cuántos suplicios infinitos te están reservados bajo mi guarda, que 2. Y los introdujo a todos en la gracia gloriosa del Paraíso, y dos hombres, en gran manera
no conoce término. Luzbel, monarca de todos los perversos, autor de la muerte y fuente del ancianos, se presentaron ante ellos. 
orgullo, antes que nada hubieras debido buscar un reproche justiciero que dirigir a Jesús. Y, si 3. Y los santos los interrogaron, diciendo: ¿Quiénes sois vosotros, que no habéis estado en los
no encontrabas en él falta alguna, ¿por qué, sin razón, has osado crucificarlo injustamente, y infiernos con nosotros, y que habéis sido traídos corporalmente al Paraíso? 
traer a nuestra región al inocente y al justo, tú, que has perdido a los malos, a los impíos y a los 4. Y uno de ellos repuso: Yo soy Enoch, que he sido transportado aquí por orden del Señor. Y el
injustos del mundo entero?  que está conmigo es Elías, el Tesbita, que fue arrebatado por un carro de fuego. Hasta hoy no
2. Y, cuando la Furia acabó de hablar así a Satanás, el Rey de la Gloria dijo a la primera: El hemos gustado la muerte, pero estamos reservados para el advenimiento del Anticristo, armados
príncipe Satanás quedará bajo tu potestad por los siglos de los siglos, en lugar de Adán y de sus con enseñas divinas, y pródigamente preparados para combatir contra él, para darle muerte en
hijos, que me son justos.  Jerusalén, y para, al cabo de tres días y medio, ser de nuevo elevados vivos en las nubes. 

Jesús toma a Adán bajo su protección y los antiguos profetas cantan su triunfo Llegada del buen ladrón al Paraíso
XXV 1. Y el Señor extendió su mano, y dijo: Venid a mí, todos mis santos, hechos a mi imagen XXVII 1. Y mientras Enoch y Elías así hablaban, he aquí que sobrevino un hombre muy
y a mi semejanza. Vosotros, que habéis sido condenados por el madero, por el diablo y por la miserable, que llevaba sobre sus espaldas el signo de la cruz. 
muerte, veréis a la muerte y al diablo condenados por el madero.  2. Y, al verlo, todos los santos le preguntaron: ¿Quién eres? Tu aspecto es el de un ladrón. ¿De
2. Y, en seguida, todos los santos se reunieron bajo la mano del Señor. Y el Señor, tomando la dónde vienes, que llevas el signo de la cruz sobre tus espaldas? 
de Adán, le dijo: Paz a ti y a todos tus hijos, mis justos.  3. Y él, respondiéndoles, dijo: Con verdad habláis, porque yo he sido un ladrón, y he cometido
crímenes en la tierra. Y los judíos me crucificaron con Jesús, y vi las maravillas que se
realizaron por la cruz de mi compañero, y creí que es el Creador de todas las criaturas, y el rey 3. Y, cuando cuatro de los ministros del templo hubieron aportado aquellos libros adornados con
todopoderoso, y le rogué, exclamando: Señor, acuérdate de mí, cuando estés en tu reino. Y, acto oro y con piedras preciosas, Pilatos dijo a todos: Por el Dios vuestro Padre, que ha hecho y
seguido, accediendo a mi súplica, contestó: En verdad te digo que hoy serás conmigo en el ordenado que este templo fuera construido, os conjuro a que no me ocultéis la verdad. Sabéis
Paraíso. Y me dio este signo de la cruz, advirtiéndome: Entra en el Paraíso llevando esto, y, si su todos vosotros lo que en estos libros está escrito. Pues ahora manifestadme si encontráis en las
ángel guardián no quiere dejarte entrar, muéstrale el signo de la cruz, y dile: Es Jesucristo, el Escrituras que ese Jesús, a quien habéis crucificado, es el Hijo de Dios, que debía venir para la
hijo de Dios, que está crucificado ahora, quien me ha enviado a ti. Y repetí estas cosas al ángel salvación del género humano, y explicadme cuántos años debían transcurrir hasta su venida. 
guardián, que, al oírmelas, me abrió presto, me hizo entrar, y me colocó a la derecha del Paraíso, 4. Así apretados por el gobernador, Anás y Caifás hicieron salir de allí a los demás, que estaban
diciendo: Espera un poco, que pronto Adán, el padre de todo el género humano, entrará con con ellos, y ellos mismos cerraron todas las puertas del templo y del santuario, y dijeron a
todos sus hijos, los santos y los justos del Cristo, el Señor crucificado.  Pilatos: Nos pides, invocando la edificación del templo, que te manifestemos la verdad, y que te
4. Y, cuando hubieron escuchado estas palabras del ladrón, todos los patriarcas, con voz demos razón de los misterios. Ahora bien: luego que hubimos crucificado a Jesús, ignorando
unánime, clamaron: Bendito sea el Señor todopoderoso, padre de las misericordias y de los que era el Hijo de Dios, y pensando que hacía milagros por arte de encantamiento, celebramos
bienes eternos, que ha concedido tal gracia a los pecadores, y que los ha introducido en la gloria una gran asamblea en este mismo lugar. Y, consultando entre nosotros sobre las maravillas que
del Paraíso, y en los campos fértiles en que reside la verdadera vida espiritual. Así sea.  había realizado Jesús, hemos encontrado muchos testigos de nuestra raza, que nos han asegurado
haberlo visto vivo después de la pasión de su muerte. Hasta hemos hallado dos testigos de que
Carino y Leucio concluyen su relato Jesús había resucitado cuerpos de muertos. Y hemos tenido en nuestras manos el relato por
escrito de los grandes prodigios cumplidos por Jesús entre esos difuntos. Y es nuestra costumbre
XXVIII 1. Tales son los misterios divinos y sagrados que oímos y vivimos, nosotros, Carino y que cada año, al abrir los libros sagrados ante nuestra Sinagoga, busquemos el testimonio de
Leucio.  Dios. Y, en el primer libro de los Setenta, donde el arcángel Miguel habla al tercer hijo de Adán,
2. Mas no nos está permitido proseguir, y contar los demás misterios de Dios, como el arcángel encontramos mención de los cinco mil años que debían transcurrir hasta que descendiese del
Miguel los declaró altamente, diciéndonos: Id con vuestros hermanos a Jerusalén, y permaneced cielo el Cristo, el Hijo bien amado de Dios, y consideramos que el Señor de Israel dijo a Moisés:
en oración, bendiciendo y glorificando la resurrección del Señor Jesucristo, vosotros a quienes él Haz un arca de alianza de dos codos y medio de largo, de codo y medio de alto, y de codo y
ha resucitado de entre los muertos. No habléis con ningún nacido, y permaneced como mudos, medio de ancho. En estos cinco codos y medio hemos comprendido y adivinado el simbolismo
hasta que llegue la hora en que el Señor os permita referir los misterios de su divinidad.  de la fábrica del arca del Antiguo Testamento, simbolismo significativo de que, al cabo de cinco
3. Y el arcángel Miguel nos ordenó ir más allá del Jordán, donde están varios, que han millares y medio de años, Jesucristo debía venir al mundo en el arca de su cuerpo, y de que,
resucitado con nosotros en testimonio de la resurrección del Cristo. Porque hace tres días conforme al testimonio de nuestras Escrituras, es el Hijo de Dios y el Señor de Israel. Porque,
solamente que se nos permite, a los que hemos resucitado de entre los muertos, celebrar en después de su pasión, nosotros, príncipes de los sacerdotes, presa de asombro ante los milagros
Jerusalén la Pascua del Señor con nuestros parientes, en testimonio de la resurrección del Cristo, que se operaron a causa de él, hemos abierto estos libros, y examinado todas las generaciones
y hemos sido bautizados en el santo río del Jordán, recibiendo todos ropas blancas.  hasta la generación de José y de María, madre de Jesús. Y, pensando que era de la raza de
4. Y, después de los tres días de la celebración de la Pascua, todos los que habían resucitado con David, hemos encontrado lo que ha cumplido el Señor. Y, desde que creó el cielo, la tierra y el
nosotros fueron arrebatados por nubes. Y, conducidos más allá del Jordán, no han sido vistos hombre, hasta el diluvio, transcurrieron dos mil doscientos doce años. Y, desde el diluvio hasta
por nadie.  Abraham, novecientos doce años. Y, desde Abraham hasta Moisés, cuatrocientos treinta años.
5. Estas son las cosas que el Señor nos ha ordenado referiros. Alabadlo, confesadlo y haced Y, desde Moisés hasta David, quinientos diez años. Y, desde David hasta la cautividad de
Babilonia, quinientos años. Y, desde la cautividad de Babilonia hasta la encarnación de
penitencia, a fin de que os trate con piedad. Paz a vosotros en el Señor Dios Jesucristo, Salvador
de todos los hombres. Amén.  Jesucristo, cuatrocientos años. Los cuales forman en conjunto cinco millares y medio de años. Y
así resulta que Jesús, a quien hemos crucificado, es el verdadero Cristo, hijo del Dios
6. Y, no bien hubieron terminado de escribir todas estas cosas sobre resmas separadas de papel, omnipotente. 
se levantaron. Y Carino puso lo que había escrito en manos de Anás, de Caifás y de Gamaliel. E
igualmente Leucio dio su manuscrito a José y a Nicodemo. 
7. Y, de súbito, quedaron transfigurados, y aparecieron cubiertos de vestidos de una blancura Primera carta de Pilatos a Tiberio. Carta de Pilatos al emperador
deslumbradora, y no se los vio más.  XXX 1. Poncio Pilatos a Claudio Tiberio César, salud. 
8. Y se encontró ser sus escritos exactamente iguales en extensión y en dicción, sin que hubiese 2. Por este escrito mío sabrás que sobre Jerusalén han recaído maravillas tales como jamás se
entre ellos una letra de diferencia.  vieran. 
9. Y toda la Sinagoga quedó en extremo sorprendida, al ter aquellos discursos admirables de 3. Los judíos, por envidia a un profeta suyo, llamado Jesús, lo han condenado y castigado
Carino y de Leucio. Y los judíos se decían los unos a los otros: Verdaderamente es Dios quien cruelísimamente, a pesar de ser un varón piadoso y sincero, a quien sus discípulos tenían por
ha hecho todas estas cosas, y bendito sea el Señor Jesús por los siglos de los siglos. Amén.  Dios. 
10. Y salieron todos de la Sinagoga con gran inquietud, temor y temblor, dándose golpes de 4. Lo había dado a luz una virgen, y las tradiciones judías habían vaticinado que sería rey de su
pecho, y cada cual se retiró a su casa.  pueblo. 
11. Y José y Nicodemo contaron todo lo ocurrido al gobernador, y Pilato escribió cuanto los 5. Devolvía la vista a los ciegos, limpiaba a los leprosos, hacía andar a los paralíticos, expulsaba
judíos habían dicho tocante a Jesús, y puso todas aquellas palabras en los registros públicos de a los demonios del interior de los posesos, resucitaba a los muertos, imperaba sobre los vientos y
su Pretorio.  sobre las tempestades, caminaba por encima de las ondas del mar, y realizaba tantas y tales
maravillas que, aunque el pueblo lo llamaba Hijo de Dios, los príncipes de los judíos, envidiosos
de su poder, lo prendieron, me lo entregaron, y, para perderlo, mintieron ante mí, diciéndome
Pilatos en el templo que era un mago, que violaba el sábado, y que obraba contra su ley. 
XXIX 1. Después de esto, Pilatos, habiendo entrado en el templo de los judíos, congregó a todos 6. Y yo, mal informado y peor aconsejado, les creí, hice azotar a Jesús y lo dejé a su discreción. 
los príncipes de los sacerdotes, a los escribas y a los doctores de la ley. 
7. Y ellos lo crucificaron, lo sepultaron, y pusieron en su tumba, para custodiarlo, soldados que
2. Y penetró con ellos en el santuario, y ordenó que se cerrasen todas las puertas, y les dijo: He me pidieron. 
sabido que poseéis en este templo una gran colección de libros, y os mando que me los
mostréis.  8. Empero, al tercer día resucitó, escapando a la muerte. 
9. Y, al conocer prodigio tamaño, los príncipes de los judíos dieron dinero a los guardias, 23 Por todo este comportamiento de Josías ocurrió que el faraón, rey de Egipto, vino a entablar
advirtiéndole: Decid que sus discípulos vinieron al sepulcro, y robaron su cuerpo.  batalla en Carquemis junto al Eufrates, y Josías salió a su encuentro.
10. Mas, no bien hubieron recibido el dinero, los guardias no pudieron ocultar mucho tiempo la 24 El rey de Egipto le despachó un mensaje que decía: «Qué se te ha perdido aquí, rey de Judea?
verdad, y me la revelaron.  ¿Acaso no me ha enviado contra ti el Señor Dios? Porque junto al Eufrates la batalla es mía. En
11. Y yo te la transmito, para que abiertamente la conozcas, y para que no ignores que los efecto, el Señor está conmigo, está conmigo y me insta. Aléjate y no te opongas al Señor».
príncipes de los judíos han mentido. 26 Pero Josías no se retiró a su carro, sino que se disponía a pelear sin hacer caso de las palabras
de Jeremías el profeta, palabras que procedían de la boca del Señor.
I ESDRAS - (apócrifo pseudoepigráfico) (apócrifo pseudoepigráfico) 27 Así que bajaron los comandantes contra el rey Josías y presentaron batalla contra él en la
1 1 Celebró Josías la Pascua en Jerusalén para su Señor, sacrificó la Pascua el día catorce del llanura de Megiddo.
primer mes 28 El rey dijo a sus escuderos: «Alejadme de la pelea, que me he puesto muy enfermo». Sus
2 y puso a los sacerdotes en el templo del Señor, revestidos y por turno diario. escuderos le alejaron inmediatamente de la refriega
3 Ordenó a los levitas, servidores del templo de Israel, que se santificaran para el Señor en el 29 y subió a su carro de reserva. Retornó a Jerusalén, murió y fue enterrado en el mausoleo
momento de colocar el Arca santa del Señor en la casa que edificó Salomón, el hijo del rey familiar.
David. «No debéis llevarla sobre los hombros —decía—. 30 En toda Judea hicieron duelo por Josías, y el profeta Jeremías compuso un treno [lamento
4 Así que servid al Señor, vuestro Dios, honrad a su pueblo Israel y preparaos por familias y fúnebre] a Josías. Los principales, con sus mujeres, lo han llorado hasta este día, pues se había
tribus según las instrucciones de David, rey de Israel, y conforme a la grandeza de Salomón, su ordenado que así lo hiciera siempre todo el pueblo de Israel.
hijo; 31 Estas gestas están escritas en el libro de las historias de los reyes de Judea. Y el resumen de
5 colocados en el templo, según la agrupación oficial de vuestra ascendencia de levitas que la actuación de Josías, de su gloria y de su comprensión de la ley del Señor, sus hechos pasados
ministráis ante vuestros hermanos los hijos de Israel; y presentes están narrados en el libro de los reyes de Israel y de Judá.
6 sacrificad ordenadamente la Pascua, preparad los sacrificios para vuestros hermanos y 32 Los hombres de la nación tomaron a Jeconías, hijo de Josías, de veintitrés años y lo
celebrad la Pascua conforme al mandato que dio el Señor a Moisés». proclamaron rey en lugar de su padre Josías.
7 Josías entregó al pueblo, que estaba presente, treinta mil corderos y cabritos y tres mil 33 Reinó tres meses en Juda y Jerusalén; lo destituyó el rey de Egipto para que no reinase en
terneros; se lo dio al pueblo, a los sacerdotes y a los levitas de los fondos reales conforme a la Jerusalén,
promesa dada. 34 e impuso a la nación el tributo de cien talentos de plata y un talento de oro.
8 Quelcías, Zacarías y Esiel, que estaban al frente del templo, entregaron a los sacerdotes para la 35 El rey de Egipto proclamó rey de Judea y Jerusalén a su hermano Joaquín [Joacim].
Pascua dos mil seiscientas ovejas y trescientos terneros. 36 Éste metió en prisión a los nobles, pero a su hermano Zarión lo hizo venir de Egipto.
9 Jeconías, Samaías y su hermano Natanael, Hasabías, Oquiel y Jorán, todos ellos comandantes, 37 Tenía Joaquín veinte años cuando comenzó a reinar sobre Judea y Jerusalén, e hizo el mal
dieron a los levitas para la Pascua cinco mil ovejas y setecientos terneros. ante el Señor.
10 Una vez cumplido todo ello como convenía, comparecieron los sacerdotes y los levitas 38 Pero subió contra él Nabucodonosor, rey de Babilonia, lo prendió con una cadena de bronce
11 con los ázimos, por tribus y lo deportó a Babilonia.
12 y según los oficios de los padres delante del pueblo, para ofrecer al Señor con 39 Nabucodonosor cogió también algunos de los vasos sagrados del Señor, se los llevó y los
escrupulosidad, conforme estaba escrito en el libro de Moisés el sacrificio matutino. colocó en su templo de Babilonia
13 Asaron a la brasa los corderos pascuales como procedía, hicieron hervir los sacrificios en las 40 En el libro de las Crónicas de los reyes están escritos los desafueros que se cuentan de su
marmitas y calderas con un aroma agradable y lo hicieron llegar a toda la gente. impureza e impiedad.
14 A continuación hicieron los preparativos para sí y para sus hermanos los sacerdotes, los hijos 41 En su lugar reinó su hijo Joaquín. Cuando fue proclamado rey tenía dieciocho años.
de Aarón, puesto que los sacerdotes ofrecían los animales grasos hasta el anochecer, de forma 42 Y reinó tres meses y diez días en Jerusalén e hizo el mal ante el Señor.
que los levitas hacían los preparativos para sí y para sus hermanos los sacerdotes, hijos de 43 Un año después, Nabucodonosor envió una expedición y lo trajo a Babilonia, junto con los
Aarón. vasos sagrados del Señor.
15 Los cantores del templo, hijos de Asaf, estaban en sus puestos según el orden que les había 44 Y proclamó rey de Judea y Jerusalén a Sedecías, de veintiún años de edad; éste reinó once
asignado David, y lo mismo Asaf, Zacarías y Edino, representantes del rey, y los porteros cada años.
uno en su portón —ninguno tiene necesidad de abandonar su servicio diario, puesto que sus
hermanos los levitas les han preparado la Pascua—. 45 Hizo el mal ante el Señor y no se amilanó frente a las palabras que pronunció Jeremías, el
profeta, de parte del Señor.
16 Aquel día se consumó la prescripción del sacrificio del Señor: celebrar la Pascua y ofrecer
los sacrificios sobre el altar del Señor conforme al precepto del rey Josías. 46 El rey Nabucodonosor le obligó a jurar en nombre del Señor, pero rompió el juramento y se
rebeló, endureció su cerviz y su corazón y traspasó las leyes del Señor Dios de Israel.
17 Los israelitas que estaban presentes en aquel momento celebraron la Pascua y la fiesta de los
ázimos durante siete días. 47 También los jefes del pueblo y de los sacerdotes cometieron más impiedades e injusticias que
todas las impurezas de todos los pueblos, y mancillaron el santuario del Señor, santificado en
18 No se había celebrado Pascua semejante en Israel desde los tiempos del profeta Samuel, Jerusalén.
19 ni ningún rey celebró una Pascua como la que celebró Josías junto con los sacerdotes, los 48 Y el Dios de sus padres les hizo llegar un mensaje por medio de su mensajero para
levitas, los judíos y todos los israelitas que tenían su residencia en Jerusalén. amonestarles, puesto que les había perdonado a ellos y a su tienda.
20 Esta Pascua se celebró el año dieciocho del reinado de Josías. 49 Pero ellos hicieron burla de sus mensajeros y siempre que hablaba el Señor se mofaban de los
21 Los hechos de Josías fueron rectos a los ojos de su Señor porque era de corazón piadoso. profetas que enviaba, hasta el punto de que, irritado contra su pueblo a causa de las impiedades
22 Los acontecimientos de su reinado estén registrados en el pasado, en torno a los que pecaron de éste, mandó subir contra ellos a los reyes de los caldeos.
y fueron más impíos para con el Señor que cualquier otro pueblo y reino, cómo le entristecieron 50 Estos pasaron por la espada a sus jóvenes alrededor de su templo santo y no perdonaron ni a
sensiblemente, hasta el punto de que las palabras del Señor se alzaron contra Israel. virgen, ni a muchacho, ni a viejo, ni a joven; a todos los entregó en sus manos.
51 Cogieron todos los vasos sagrados del Señor, grandes y pequeños, las arcas del Señor y los 19 Entonces el rey, por su parte, respondió con el siguiente escrito: «A Raumo, el cronista de los
depósitos reales y se los llevaron a Babilonia. sucesos, Beeltemo y al escriba Samseo, y a los restantes que se les asociaron y habitan en
52 Prendieron fuego a la casa del Señor, echaron abajo los muros de Jerusalén y pusieron fuego Samaria, Siria y Fenicia, lo suscrito a continuación:
en sus torres. 20 Leí la carta que me habéis enviado.
53 Destrozaron por completo todos sus objetos de mayor valor, y a los supervivientes los 21 He ordenado que se hicieran las oportunas investigaciones y se ha comprobado que aquella
deportó a Babilonia a golpe de espada. ciudad, desde tiempo inmemorial, urde hostilidades a los reyes, que sus hombres llevan a cabo
54 Fueron esclavos suyos y de sus hijos mientras reinaron los persas, para que se cumpliera la sediciones y guerra dentro de ella
palabra del Señor por boca de Jeremías: 22 y que en Jerusalén dominaron reyes poderosos y obstinados que obligaron a pagar tributo a
55 «Guardará el sábado durante todo el tiempo que esté devastada hasta que se cumplan los Celesiria y Fenicia.
setenta años, hasta que la tierra esté satisfecha con sus sábados». 23 Así que di órdenes de impedir que esos hombres construyan la ciudad
24 y que se ande con cuidado para que no se dé un paso más ni vayan adelante esas obras
2 perversas que intentan perturbar a los reyes».
1 El año primero del reinado de Ciro el de los persas, para que se cumpliera la palabra del Señor 25 En cuanto se leyeron los escritos de parte del rey Artajerjes, Raumo, el escriba Samseo y sus
por boca de Jeremías, suscitó el Señor al espíritu de Ciro, rey de los persas. Y en todo su reino aliados se trasladaron a toda prisa a Jerusalén con escuadrones a caballo y un gran ejército y
hizo sonar la siguiente proclama acompañada de rescriptos: comenzaron a poner obstáculos a los constructores.
2 «Esto dice el rey de los persas Ciro: El Señor de Israel, el Señor altísimo, me ha proclamado 26 La edificación del templo de Jerusalén se paralizó hasta el año segundo del reinado de Darío,
rey de la tierra habitada, y me indicó que le construyera una casa en Jerusalén de Judea. rey de los persas.
3 Así que si hay alguno de entre vosotros que sea de su nación, que su Señor esté con él, que
suba a Jerusalén de Judea y construya la casa del Señor de Israel. Es el Señor que habita en 3
Jerusalén. 1 El rey Darío dio una gran recepción a todos los que tenía a su cargo, a todos los familiares, a
4 De modo que, dondequiera que habite cada uno, le ayuden los de su comarca con oro, plata y todos los magnates de Media y Persia,
prestaciones; con caballos, ganado y con las otras ofrendas votivas para el templo del Señor en 2 a todos los gobernadores generales, a todos los gobernadores locales dependientes de él desde
Jerusalén» la India hasta Etiopía en las ciento veintisiete satrapías.
5 Los cabezas de familia de las tribus de Judá y Benjamín, los sacerdotes, los levitas y todos 3 Comieron, bebieron y cuando se hartaron se retiraron; el rey Darío, por su parte, se fue a su
aquellos cuyo espíritu suscitó el Señor se dispusieron a subir para construirle la casa de dormitorio, se durmió y se despertó.
Jerusalén. 4 Entonces los tres jóvenes guardaespaldas que cuidaban de la persona del rey se dijeron:
6 Sus vecinos ayudaron con toda clase de prestaciones, con plata y oro, caballos, ganado y gran 5 «Que cada uno de nosotros formule qué es lo más fuerte de todo, y a aquel cuya formulación
número de ofrendas de muchos cuyo espíritu había sido movido. parezca más acertada le dará el rey Darío grandes regalos y grandes honores triunfales:
7 El rey Ciro sacó los vasos sagrados del Señor que había trasladado Nabucodonosor desde 6 vestirse de púrpura, beber en vasos de oro, dormir sobre lecho de oro, un carro con riendas de
Jerusalén y colocado en su propio santuario idolátrico. oro, turbante de lino y un collar alrededor del cuello.
8 Ciro, el rey de los persas, los había vuelto a sacar y se los había dado a Mitrídates su tesorero, 7 Y el segundo en sabiduría se sentará junto a Darío y será llamado ‘familar’ de Darío».
y por medio de éste fueron entregados a Sanabasar, gobernador de Judea.
8 Inmediatamente escribió cada uno su propuesta, las sellaron y colocaron bajo la almohada del
9 Su inventario era: mil copas de libación de oro, veintinueve braseros de plata, rey Darío y añadieron:
10 sartenes de oro, dos mil trescientos veinte de plata y otros mil enseres, 9 «Cuando despierte el rey, que le den la nota escrita, y al que el rey y sus tres magnates juzguen
11 El total de los enseres de oro y plata que fueron trasladados: cinco mil trescientos setenta y que tiene la respuesta más certera se le proclamará vencedor conforme a lo escrito».
nueve. Sanabasar los traslado a Jerusalén junto con los exiliados de Babilonia. 10 El primero escribió: «Lo más fuerte es el vino»;
12 En tiempos de Artajerjes, rey de los persas, Béslemo, Mitrídates, Tabelio, Raumo, Beeltemo 11 el segundo escribió: «lo más fuerte es el rey»;
y Samseo el escriba, junto con el resto de sus aliados que habitan en Samaria y otras zonas,
firmaron la siguiente carta contra los que habitaban en Judea y Jerusalén: 12 el tercero escribió: «lo más fuerte son las mujeres, pero por encima de todo triunfa la
verdad».
13 «Al señor rey Artajerjes, tus siervos Raumo, el cronista de los sucesos, y Samseo, el escriba,
el resto de su consejo y los jueces de Celesiria y Fenicia: 13 Cuando se despertó el rey tomaron la nota escrita, se la dieron y la leyó.
14 que sea consciente el señor rey de que judíos que han subido de vosotros a nosotros, en 14 Envió mensajeros para que convocaran a todos los magnates de Persia y Media, a los
cuanto llegaron a Jerusalén, están construyendo la ciudad rebelde y perversa, restauran sus sátrapas, generales, gobernadores locales y prefectos; tomó asiento en su sede judicial y leyó
plazas y muros y echan los cimientos del templo. delante de ellos la nota escrita.
15 Si esta ciudad se construye y se rematan sus muros no soportarán sus habitantes la paga del 15 Y añadió: «Llamad a los muchachos y que hablen públicamente». Se les llamó y entraron.
tributo, sino que se enfrentarán, incluso, a reyes. 16 Y les dijeron: «Descubridnos la nota escrita».
16 Puesto que se pone en marcha la reconstrucción del templo, pensamos que no está bien pasar 17 Comenzó el primero, que había hablado de la fuerza del vino, y dijo:
por alto semejante cosa, sino que debemos dirigirnos al señor rey para que, si te parece, se 18 «Caballeros, ¿de qué manera es el vino lo más fuerte? Hace perder la cabeza de todos los que
investigue en los libros de tus antepasados. lo beben.
17 En los anales encontrarás lo escrito acerca de estos acontecimientos y sabrás que se trata de 19 Iguala la mente del rey con la del huérfano, la del siervo con la del libre, la del pobre con la
aquella ciudad rebelde que perturba a reyes y a ciudades. Y los rebeldes judíos, ya desde del rico.
siempre, organizaron resistencia en ella; por ello hasta la ciudad misma fue asolada. 20 Todo lo convierte en buen humor y en pozo, no se acuerda de ninguna pena ni de ninguna
18 Así que ahora te hacemos saber, señor rey, que si esta ciudad se construye y se restauran sus deuda.
muros ya no tendrás acceso hacia Celesiria y Fenicia». 21 Hace ricas a las personas, se olvida del rey y del sátrapa, se expresa por millones.
22 Cuando beben los hombres no se acuerdan de ser amables con los amigos y hermanos, en un 28 Pues bien, ¿no os fiáis de mí?, ¿no es grande el rey con su poder?, ¿no se cuidan todas las
santiamén desenvainan los puñales; tierras de no tocarle?
23 y cuando se reponen del vino no recuerdan lo que han hecho. 29 Pues le han visto con Apame, su concubina, la hija del admirable Bartaco, sentada a su
24 Caballeros, ¿no es verdad que el vino es lo más fuerte, puesto que obliga a actuar de ese derecha,
modo?» Con estas palabras se calló. 30 quitándole la diadema de su cabeza y poniéndosela a sí misma, mientras que con la mano
izquierda le hacía caricias al rey.
4 31 A todo esto, el rey con la boca abierta la contemplaba y, si le sonreía, sonreía; si se irritaba
1 Rompió a hablar el segundo, el que había aludido a la fuerza del rey: contra él, la adulaba para que ella a su vez le adulase.
2 «Caballeros, ¿no es verdad que los más fuertes son los hombres que someten la tierra y el mar 32 Caballeros, ¿cómo no van a ser fuertes las mujeres, puesto que actúan de esa forma?»
y todo cuanto contienen? 33 El rey y sus magnates se miraron unos a otros.
3 Pues bien, el rey domina sobre todas las cosas, las tiraniza y le obedecen en todo lo que les 34 Y se puso a hablar de la verdad: «Caballeros, ¿no son fuertes las mujeres? Grande es la tierra
diga. y elevado el cielo y rápido el sol en su carrera, puesto que gira en el círculo del cielo y vuelve de
4 Si les ordena hacer la guerra el uno al otro la hacen; si les envía contra los enemigos marchan nuevo a su lugar en un solo día.
y ocupan las montañas, muros y torres. 35 ¿No es grande el que hace estas cosas? Pues bien, la verdad es más grande y más fuerte que
5 Asesinan y son asesinados, pero no quebrantan la palabra del rey; y si salen vencedores todo todas ellas.
lo acarrean y entregan al rey, el botín junto con las demás conquistas. 36 Toda la tierra invoca la verdad y el cielo la bendice; todas las obras se conmueven y tiemblan
6 Y los que no hacen el servicio militar ni van a la guerra, sino que labran la tierra, cada vez que y con él nada hay injusto.
siembran y hacen la recolección ofrendan parte de ella al rey. Se obligan unos a otros a pagar los 37 Injusto es el vino, injusto el rey, injustas las mujeres, injustos todos los hombres e injustas
tributos al rey, todas sus obras y todas las cosas por el estilo; no tienen verdad y perecen en su injusticia.
7 y eso que es uno solo. Si les manda matar, matan; si les manda soltar, sueltan; 38 Mas la verdad permanece, siempre es fuerte y vive y domina eternamente.
8 si les manda golpear, golpean; si manda devastar, devastan; si manda edificar, edifican; 39 Junto a ella no es posible hacer acepción de personas o admitir privilegios, sino que hace lo
9 si manda arrancar, arrancan; si manda plantar, plantan. que es justo en lugar de todos los males e injusticias. Todos se complacen en sus obras, y en su
juicio no hay nada injusto.
10 Todo su pueblo y sus ejércitos le obedecen.
40 A ella pertenece la fuerza, el reino, el poder y la grandeza de todos los siglos. Bendito sea el
11 Y mientras tanto él está descansando, come, bebe y duerme. Ellos, por el contrario, lo Dios de la verdad».
custodian formando un círculo en torno a él y nadie puede alejarse ni hacer sus cosas. Y a pesar
de eso no le desobedecen. 41 Y dejó de hablar. El pueblo entero levantó la voz y dijo: «Grande es la verdad y lo más fuerte
de todo».
12 Caballeros, ¿cómo no va a ser el rey lo más fuerte de todo, puesto que de tal forma es
obedecido?» Y se calló. 42 El rey, por su parte, le indicó: «Pide lo que quieras, incluso por encima de lo que está
anotado, y te lo daremos, porque se ha comprobado que eres el más sabio. Te sentarás a mi lado
13 El tercero que había aludido a las mujeres y a la verdad, es decir, Zorobabel, inició su y se te llamará ‘familiar’ mío».
discurso:
43 Y contestó al rey: «Acuérdate de la plegaria que hiciste de edificar Jerusalén el día en que
14 «Caballeros, ¿no es verdad que es grande el rey, muchos los hombres y que es fuerte el vino? recibiste tu reino,
¿Quién será el que los tiraniza o quién el que los domina? ¿Acaso no son las mujeres?
44 de devolver todos los enseres tomados de Jerusalén, los que puso aparte Ciro cuando hizo
15 Las mujeres paren al rey y a todo el pueblo que domina el mar y la tierra; voto de destruir Babilonia y prometió restituirlos allí.
16 de ellas nacen, ellas crían a los que plantan las viñas de las que sale el vino. 45 Y tú hiciste voto de edificar el templo que habían incendiado los idumeos cuando Judea fue
17 Ellas hacen los vestidos de los hombres y les dan gloria, y éstos no pueden existir sin las arrasada por los caldeos.
mujeres. 46 Pues bien, esto es lo que te pido y lo que deseo de ti, señor rey, y esto es lo que corresponde a
18 Pues por mucho oro y plata y cualquier otro objeto apetecible que reúnan, si ven una sola tu grandeza: te suplico que cumplas el voto que por tu boca prometiste hacer al Rey del cielo».
mujer esbelta y guapa, 47 El rey Darío se levantó, le besó e hizo que le escribieran las cartas a todos los
19 o dejan todo y se quedan con la boca abierta por ella. Abren la boca y la contemplan y todos administradores, gobernadores locales, generales y sátrapas con el fin de que le escoltasen a él y
la prefieren al oro, la plata y cualquier objeto apetecible. a todos cuantos iban a subir con él para edificar Jerusalén.
20 Abandona el hombre a su propio padre que lo crió, a su propia tierra y se junta a su mujer; 48 Y escribió cartas a todos los gobernadores locales en Celesiria y Fenicia y a los del Líbano
21 con su mujer exhala el último aliento sin acordarse de su padre, ni de su madre, ni de su para que enviasen maderas de cedro desde el Líbano a Jerusalén y edificaran la ciudad junto con
tierra. él.
22 Por eso conviene que sepáis que las mujeres os dominan. ¿No os agotáis y cargáis de trabajos 49 También escribió a todos los judíos que iban a subir desde su reino a Judea para recuperar su
para traer y darlo todo a las mujeres? libertad, a todo potentado, sátrapa, gobernador local y administrador con el fin de que no
23 Empuña el hombre su espada y sale a viajar, a piratear y a robar, a navegar por el mar y los irrumpieran contra sus puertas;
ríos; 50 y que cualquier comarca que ocuparan no le impusieran tributo y que los idumeos cediesen
24 contempla a los leones, camina por la oscuridad y, cuando roba se da a la rapiña, y el despojo las aldeas de los judíos que controlaban;
lo lleva a su amada. 51 que entregaran para la construcción del santuario veinte talentos por año hasta que se
25 Ama el hombre más a su mujer que a su padre y a su madre. edificase,
26 Muchos se trastornaron per las mujeres y por ellas se convirtieron en esclavos. 52 y que se ofrecieran cada día holocaustos sobre el altar, más otros diez talentos por año según
el mandato de ofrecer diecisiete.
27 Y muchos perecieron, tropezaron y llegaron a pecar por las mujeres.
53 Y que todos los que venían desde Babilonia a fundar la ciudad tuvieran libertad, junto con 20 los cadiaseos y amideos, cuatrocientos veintidós; los de Cirama y Gabe, seiscientos
sus hijos y todos los sacerdotes que volviesen. veintiuno;
54 Puso también por escrito lo del servicio litúrgico y la vestidura sacerdotal con la que celebran 21 los de Macalón, ciento veintidós; los de Betolión, cincuenta y dos; los hijos de Nifil, ciento
el culto. cincuenta y seis;
55 Escribió que los levitas realizaran el servicio litúrgico hasta el día en que se terminase la casa 22 hijos de otro Calamo y Onos, setecientos veinticinco; hijos de Jereco, trescientos cuarenta y
y se edificara Jerusalén. cinco;
56 Y escribió que se repartieran lotes de tierra y salarios a todos los que guardaban la ciudad. 23 hijos de Sanaás, tres mil trescientos treinta.
57 Envió desde Babilonia todos los enseres que Ciro había puesto aparte; y todo lo que Ciro 24 Los sacerdotes: hijos de Jedo el de Josué, de los hijos de Anasib, novecientos setenta y dos;
había mandado hacer también él ordenó que lo hicieran y que se enviara a Jerusalén. hijos de Emmero, mil cincuenta y dos;
58 En cuanto salió el muchacho levantó la cabeza hacia el cielo de cara a Jerusalén y bendijo al 25 hijos de Fasuro, mil doscientos cuarenta y siete; hijos de Carme, mil diecisiete.
Rey del cielo diciendo: 26 Los levitas: hijos de Josué y de Cadmielo Banno y Udío, setenta y cuatro.
59 «De ti viene la victoria, de ti la sabiduría, tuya es la gloria y yo soy tu siervo. 27 Los cantores del templo: hijos de Asaf, ciento cuarenta y ocho.
60 Bendito eres porque me diste sabiduría, y a ti confieso, Señor de los padres». 28 Los porteros: hijos de de Salún, hijos de Atar, hijos de Tolmán, hijos de Acub, hijos de Atetá,
61 Cogió las cartas, salió, llegó a Babilonia y lo anunció a todos sus hermanos. hijos de Sobí, en total ciento treinta y nueve.
62 Ellos bendijeron al Dios de sus padres porque les había dado licencia y permiso 29 Los servidores del templo: hijos de Esaú, hijos de Asefá, hijos de Tabaot, hijos de Ceras,
63 para subir y construir Jerusalén y el templo, que es nombrado por su nombre. Y se pusieron a hijos de Suá, hijos de Fadeo, hijos de Labaná, hijos de Agabá,
celebrarlo con músicas y alegría durante siete días. 30 hijos de Acud, hijos de Utá, hijos de Cetab, hijos de Agabá, hijos de Subai, hijos de Anán,
hijos de Catuá, hijos de Guedur;
5 31 hijos de Jairo, hijos de Desán, hijos de Noebá, hijos de Casebá, hijos de Gacerá, hijos de
1 A continuación fueron escogidos para retornar los jefes de familia por tribus con sus mujeres, Ocías, hijos de Finoe, hijos de Asará, hijos de Baste, hijos de Asaná, hijos de Maaní, hijos de
hijos e hijas, esclavos, esclavas y ganados. Nafisí, hijos de Acuf, hijos de Acibá, hijos de Asur, hijos de Faracín, hijos de Basalot;
2 Darío envió junto con ellos a mil jinetes hasta devolverlos sanos y salvos a Jerusalén entre 32 hijos de Meedá, hijos de Cutá, hijos de Careá, hijos de Bareos, hijos de Serar, hijos de
músicas, tímpanos y flautas. Tomoi, hijos de Nasie, hijos de Atifá.
3 Todos sus hermanos bromeaban e hizo que subieran junto con aquéllos. 33 Hijos de los siervos de Salomón: hijos de Asafiot, hijos de Faridá, hijos de Jeelí, hijos de
Lozón, hijos de Guedel, hijos de Safutí;
4 Y éstos son los nombres de los varones que subieron por familias según su distribución por
tribus: 34 hijos de Atil, hijos de Facaret Sabie, hijos de Sarotié, hijos de Masía, hijos de Ga, hijos de
Ados, hijos de Subá, hijos de Aferá, hijos de Barodís, hijos de Safat, hijos de Amón.
5 los sacerdotes, hijos de Fineés, hijo de Aarón: Josué, hijo de Josedec el de Sareo, y Joaquín,
hijo de Zorobabel el de Salatiel de la casa de David, de la familia de Fares y de la tribu de Judá, 35 El total de los servidores del templo y los hijos de los siervos de Salomón, trescientos setenta
y dos.
6 el que habló sabiamente bajo Darío, el rey de los persas, el año segundo de su reinado, el
primero del mes de Nisán. 36 Estos fueron los que subieron de Termelés y Telersá con sus jefes Caraat, Adán y Amar.
7 Estos son los judíos que regresaron de la deportación y el exilio, los que había deportado a 37 Y no fueron capaces de mostrar cómo procedían de Israel sus tribus y sus familias: hijos de
Babilonia el rey de Babilonia Nabucodonosor Dalán el hijo de Tubán, hijos de Necodán, seiscientos cincuenta y dos.
8 y había hecho volver a Jerusalén y al resto de Judea, cada uno a su propia ciudad. Volvieron 38 Y los sacerdotes que reclamaban el sacerdocio y que no estaban registrados: hijos de Obías,
con Zorobabel y Josué, Nehemías, Zareo, Reseo, Enenio, Mardoqueo, Beelsaro, Asfasaro, hijos de Acós, hijos de Jodós, el que se casó con Auguía de las hijas de Farceleo y que se la
Borolías, Raino y Baanas, sus jefes. llamaba con el nombre de él.
9 Inventario de los hombres de la nación y sus jefes: de los hijos de Foros, dos mil ciento setenta 39 Una vez que se buscó la genealogía familiar en el registro y no se encontró, fueron excluidos
y dos; de ejercer como sacerdotes.
10 de los hijos de Safat, trescientos setenta y dos; de los hijos de Aree, setecientos cincuenta y 40 Nehemías y Atarías les dijeron que no participaran de las cosas santas hasta que el sumo
seis; sacerdote apareciera revestido con la manifestación y la verdad.
11 hijos de Faatmoab, de los hijos de Josué y Joab, dos mil ochocientos doce; 41 El total de Israel, desde los doce años, sin contar esclavos y esclavas, ascendía a cuarenta y
dos mil trescientos sesenta, y los esclavos y esclavas, siete mil trescientos treinta y siete; los
12 hijos de Olamo, mil doscientos cincuenta y cuatro; hijos de Zato, novecientos cuarenta y arpistas y salmistas, doscientos cuarenta y cinco;
cinco; hijos de Corbe, setecientos cinco; hijos de Bani, seiscientos cuarenta y ocho;
42 camellos, cuatrocientos treinta y cinco; caballos, siete mil treinta y seis; mulos, doscientos
13 hijos de Bebe, seiscientos veintitrés; hijos de Asgad, trescientos treinta y dos; cuarenta y cinco; asnos, cinco mil quinientos veinticinco.
14 hijos de Adonicam, seiscientos sesenta y siete; hijos de Bagoi, dos mil sesenta y siete; hijos 43 Y algunos de los cabezas de familia, al presentarse en el templo del Dios de Jerusalén,
de Adino, cuatrocientos cincuenta y cuatro; rogaron que se levantara la casa sobre el mismo lugar en la medida de las posibilidades,
15 hijos de Ater, de Ezequías, noventa y dos; hijos de Cilán y Acetas, sesenta y siete; hijos de 44 y que se entregara al tesoro sacro de las obras mil minas de oro, cinco mil de plata y cien
Azuro, cuatrocientos treinta y dos; vestiduras sacerdotales.
16 hijos de Anías, ciento uno; hijos de Arom, hijos de Base, trescientos veintitrés; hijos de 45 Se instalaron los sacerdotes, los levitas y algunos del pueblo en Jerusalén y la región; pero
Arifo, ciento doce; los cantores del templo, los porteros y todo Israel, en sus aldeas.
17 hijos de Beteros, tres mil cinco; hijos de Betlomón, ciento veintitrés; 46 Mas al comenzar el mes séptimo, cuando los hijos de Israel estaban en sus casas, todos a una
18 los de Nebetas, cincuenta y cinco; los de Enatas, ciento cincuenta y ocho; los de Betasmón, se concentraron en el ensanche de la primera puerta que mira al Oriente.
cuarenta y dos; 47 Ocuparon sus puestos Josué el de Josedec y sus hermanos los sacerdotes y Zorobabel el de
19 los de Cariatiario, veinticinco; los de Capira y Berot, setecientos cuarenta y tres; Salatiel y sus hermanos y prepararon el altar del Dios de Israel
48 para ofrecer sobre él holocaustos, tal como se indica en el libro de Moisés, el hombre de 1 En el año segundo del reinado de Darío profetizaron los profetas Ageo y Zacarías, el de Idó, a
Dios. los judíos de Judea y Jerusalén en el nombre del Señor Dios de Israel.
49 Se les unieron algunos de los otros pueblos de la tierra y erigieron el altar en su propio lugar, 2 Surgieron por entonces Zorobabel el de Salatiel y Josué el de Josedec y comenzaron a
porque les eran hostiles y les habían dominado todos los pueblos de la tierra. Solían ofrecer construir la casa del Señor en Jerusalén, mientras los profetas del Señor les ayudaban.
sacrificios a su tiempo y los holocaustos matutinos y vespertinos al Señor. 3 Por aquel mismo tiempo se les presentó Sisine el gobernador de Siria y Fenicia, Satrabuzane y
50 Celebraron la fiesta de los Tabernáculos como está ordenado en la ley y sacrificios, a diario, sus aliados y les dijeron:
como convenía. 4 «¿Quién os mandó construir esta casa, este techo y llevar a cabo todo lo demás?, ¿quiénes son
51 Además de esto, hacían constantes ofrendas y los sacrificios de los sábados, lunas nuevas y los arquitectos que lo hacen?»
todas las fiestas santificadas. 5 Los ancianos de los judíos fueron tratados con benevolencia, pues hubo visitación de parte del
52 Todos los que habían hecho una súplica a Dios, a partir de la luna nueva del séptimo mes Señor a los exiliados
comenzaron a ofrecer sacrificios a Dios, aunque el templo de Dios aún no había sido construido. 6 y no se les impidió la construcción hasta que consiguieran dirigirse a Darío e informarle de
53 Entregaron plata a los canteros y arquitectos, comidas, bebidas y carros a los sidonios y tirios todo.
para que trajeran desde el Líbano maderas de cedro y pusieran barcos hasta el puerto de Jope, 7 Copia de la carta que escribió y envió a Darío Sisine el eparca de Siria y Fenicia, Satrabuzane
conforme a la orden que les escribió Ciro, el rey de los persas. y sus aliados jefes en Siria y Fenicia:
54 En el año segundo, en el segundo mes, se presentaron en el templo de Dios, en Jerusalén, 8 «Al Rey Darío. ¡Alégrate! Que el señor y rey nuestro lo sepa todo: al presentarnos en la región
Zorobabel el de Salatiel y Josué el de Josedec, sus hermanos los sacerdotes, los levitas y todos de Judea y llegar a la ciudad de Jerusalén sorprendimos a los ancianos judíos de la deportación
los que habían regresado desde el exilio a Jerusalén. construyendo, en la ciudad de Jerusalén, una casa grande y nueva para el Señor con piedras
55 Pusieron los cimientos del templo de Dios en la luna nueva del segundo mes del año segundo talladas y maderas preciosas colocadas en los muros.
de su regreso a Judea y Jerusalén. 9 Aquellas obras se hacían a toda prisa, la tarea iba bien encaminada en sus manos y se estaba
56 Encargaron a los levitas, a partir de los veinte años, de las obras del Señor, y Josué, sus hijos, terminando con todo decoro y cuidado.
sus hermanos, y Cadmiel, su hermano, y los hijos de Josué Emadabún y los hijos de Judá el de 10 Entonces preguntamos a estos ancianos: ¿Quién os mandó construir esta casa y echar los
Iliadún, junto con sus hijos y hermanos y todos los levitas, como un solo hombre, pusieron cimientos de estas obras?»
manos a la obra hasta rematar las obras en la casa del Señor. 11 Así que les interrogamos para hacerte saber por escrito quiénes eran los líderes y les pedimos
57 Los arquitectos construyeron el templo del Señor. Los sacerdotes se pusieron de pie la lista de los nombres de sus jefes.
revestidos entre músicas y trompetas de guerra; los levitas hijos de Asaf cantaban himnos al 12 Ellos nos respondieron: Nosotros somos siervos del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Señor con los címbalos y los bendecían de acuerdo con las prescripciones de David, rey de
Israel. 13 La casa fue construida y rematada muchos años antes por medio del rey de Israel grande y
fuerte.
58 Entonaban himnos de reconocimiento al Señor porque su bondad y su gloria permanecen en
todo Israel por los siglos. 14 Cuando nuestros padres se rebelaron y pecaron contra el rey de Israel, el celeste, los entregó
en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de los caldeos;
59 Todo el pueblo tocaba la trompeta y gritaba con gran vocerío alabando al Señor por la
erección de la casa del Señor. 15 prendieron fuego a la casa destruyéndola y deportaron al pueblo a Babilonia.
60 Y se acercaron con enorme griterío y llanto a la construcción los más viejos de los 16 Pero en el año primero del reinado de Ciro sobre el país de Babilonia escribió el rey Ciro que
sacerdotes, levitas y de los cabezas de familia, los que habían contemplado la casa anterior. construyeran esta casa.
61 Y muchos venían con las trompetas y una gran algarabía, 17 El rey Ciro volvió a sacar del templo de Babilonia los vasos sagrados de oro y plata que
había sacado Nabucodonosor de la casa de Jerusalén y colocado en su propio templo. Se los
62 de forma que el pueblo no podía oír las trompetas por culpa del llanto de la gente, pues el entregó a Zorobabel y a Sanabasar el gobernador.
gentío hacía sonar tan fuerte las trompetas que se oía desde muy lejos.
18 Y cuando trasladaba todos estos vasos para colocarlos en el templo de Jerusalén, le ordenó
63 En cuanto lo oyeron los enemigos de la tribu de Judá y Benjamín, acudieron a conocer a qué que fuera construido también este templo del Señor sobre el lugar.
se debía el toque de las trompetas.
19 Entonces aquel Sanabasar se apersonó y echó los cimientos de la casa del Señor en Jerusalén
64 Y se percataron de que los exiliados estaban construyendo el templo al Señor Dios de Israel; y, aunque desde entonces hasta ahora ha estado en proceso de construcción, no ha sido acabado.
65 se acercaron a Zorobabel, Josué y los cabezas de familia y les dijeron: «Construiremos a una 20 De modo que si te parece, rey, permite que se investigue en los archivos reales del señor rey
con vosotros, que están en Babilonia.
66 porque hemos escuchado las mismas cosas que vosotros de vuestro Señor y le hacemos 21 Si se averigua que la construcción de la casa del Señor en Jerusalén se hizo con aprobación
sacrificios desde los días de Asbasaret, rey de los asirios, que nos deportó aquí». del rey Ciro y parece bien al señor rey nuestro, sírvase informarnos de ello».
67 Zorobabel, Josué y los cabezas de familia de Israel les contestaron: «No está bien que 22 El rey Darío ordenó investigar en los archivos reales que se hallan en Babilonia. Y se
edifiquemos vosotros y nosotros la casa al Señor Dios nuestro; descubrió en Ecbátana, la fortaleza que se halla en el país de Media, un rollo en el que estaba
68 nosotros solos la construiremos para el Señor de Israel conforme a lo que nos ordenó Ciro, el registrado lo siguiente:
rey de los persas». 23 «Año primero del reinado de Ciro: el rey Ciro ordenó construir la casa del Señor en
69 Pero los pueblos de la tierra presionaron contra los de Judea y, asediándoles, les impedían la Jerusalén, en donde hacen sacrificios mediante un fuego permanente.
construcción. 24 Que su altura sea de sesenta codos, su anchura de sesenta codos, con tres hileras de piedras
70 Mediante asechanzas, procedimientos demagógicos y conspiraciones, obstaculizaron el talladas y una hilera nueva de madera de la región y que el gasto se suministre del tesoro de Ciro
remate de la construcción durante toda la vida del rey Ciro. el rey.
71 Y se interrumpió la construcción durante dos años, hasta el reinado de Darío. 25 Y que se restituyan a la casa de Jerusalén y depositen, allí donde estaban puestos, los vasos
sagrados de la casa del Señor de oro y plata que había sacado Nabucodonosor de la casa de
6 Jerusalén y trasladado a Babilonia.
26 Y ordenó que se cuidaran de que Sisine el gobernador de Siria y Fenicia, Satrabuzane y sus 3 Este Esdras subió de Babilonia como escriba que estaba bien formado en la ley de Moisés
aliados y los jefes locales con cargo en Siria y Fenicia abandonen el lugar y permitan al siervo dada por el Dios de Israel.
del Señor, Zorobabel, gobernador de Judea y a los ancianos judíos, edificar aquella casa del 4 El rey le dio gloria y encontró gracia ante él para todos sus honores.
Señor en su propio lugar. 5 Subieron con él a Jerusalén algunos de los hijos de Israel, sacerdotes, levitas, cantores del
27 Y por mi parte he ordenado que la construyan por completo y pongan el máximo empeño en templo, porteros y servidores del templo el año séptimo del reinado de Artajerjes en el quinto
edificarla, junto con los exiliados de Judea, hasta rematar la casa del Señor. mes —era éste el año séptimo del rey—.
28 Y que cuiden de entregar a estos hombres, así como al gobernader Zorobabel, una asignación 6 Así que salieron de Babilonia en la luna nueva del primer mes y llegaron a Jerusalén en la luna
del tributo de Celesiria y Fenicia en toros, carneros y corderos para sacrificios del Señor nueva del quinto mes, por el buen camino que les dio el Señor.
29 y asimismo fuego, sal, vino y aceite regularmente cada año, sin discusión, como pueden 7 Esdras estaba muy impuesto en ciencia para no pasar por alto nada de lo concerniente a la ley
dictar que se consuma a diario los sacerdotes de Jerusalén, del Señor y los mandamientos y para enseñar a Israel entero todas las acciones justas y los
30 con el fin de que ofrezcan libaciones al Dios altísimo en favor del rey y de sus siervos y juicios.
supliquen por sus vidas. 8 Y llegó la orden escrita por el rey Artajerjes a Esdras, sacerdote y lector de la ley del Señor; a
31 Ordeno también que, a cuantos quebranten algo de lo antes dicho y escrito o lo invaliden, continuación damos una copia de ella:
cojan un madero de la propiedad del rey y lo cuelguen de él y que sus bienes pasen a la corona. 9 «El rey Artajerjes a Esdras, sacerdote y lector de la ley del Señor: ¡Alégrate!
32 En consecuencia, que el Señor cuyo nombre se invoca allí destruya a cualquier rey y pueblo 10 Con sentimientos de filantropía ordené que aquellos que prefieran marchar contigo a
que extienda su mano para impedir o hacer mal a aquella casa del Señor en Jerusalén. Jerusalén de entre el pueblo de los judíos, sacerdotes, levitas y los que están en nuestro reino;
33 Yo, el rey Darío, he decretado con todo escrúpulo que así suceda». 11 cuantos tienen esa disposición que partan juntos, conforme hemos decidido mis siete amigos
consejeros y yo,
7 12 para inspeccionar la región de Judea y Jerusalén, de acuerdo con lo que se halla en la ley del
1 Entonces Sisine el gobernador de Celesiria y Penicia, Satrabuzane y sus aliados, siguiendo las Señor,
órdenes dadas por el rey Darío, se encargaron con sumo cuidado de las obras sagradas y 13 y ofrecer dones al Señor de Israel, cosas que pedimos mis amigos y yo para Jerusalén, y
colaboraron con los ancianos de los judíos y los principales oficiales del templo. recoger para el Señor en Jerusalén todo el oro y la plata que se encuentre en el país de Babilonia,
3 Fueron rematadas las sagradas obras mientras profetizaban los profetas Ageo y Zacarías, junto con lo donado por el pueblo para el santuario de su Señor en Jerusalén.
4 y las acabaron por mandato del Señor Dios de Israel 14 Que reúnan el oro y la plata para los toros, cabritos y corderos y todo lo relacionado con
5 y con la aprobación de Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de los persas [, durante sus reinados, ellos,
hasta el año sexto de Darío, rey de los persas]. Fue terminada la casa santa el veintitrés del mes 15 de manera que se ofrezcan sacrificios al Señor, sobre el altar de su Señor, en Jerusalén.
de Adar del año sexto del rey Darío. 16 Y realiza todo lo que quieras hacer con tus hermanos, a base de oro y plata, conforme a la
6 Los hijos de Israel, los sacerdotes, los levitas y el resto de los deportados que se les sumaron voluntad de tu Dios.
obraron de acuerdo con lo prescrito en el libro de Moisés. 17 Colocarás delante de tu Dios en Jerusalén los vasos sagrados del Señor que se te han
7 Ofrecieron para la celebración del santuario del Señor cien toros, doscientos carneros, entregado para su utilización en el santuario de tu Dios en Jerusalén.
cuatrocientos corderos, 18 Y las restantes cosas que se te ocurran que son necesarias para el uso del santuario de tu Dios
8 doce chivos por el pecado de todo el pueblo, según el número de los jefes de las doce tribus de las suministrarás del tesoro real.
Israel. 19 Yo, el rey Artajerjes, di instrucciones a los tesoreros de Siria y Fenicia para que todo lo que
9 Los sacerdotes y los levitas estaban de pie, revestidos por tribus, encargados de las obras del envíe a buscar Esdras, el sacerdote y lector de la ley del Dios altísimo, se preocupen de dárselo
Señor Dios de Israel de acuerdo con el libro de Moisés. Y los porteros estaban cada uno en su hasta la suma de cien talentos de plata;
puerta. 20 y hasta cien coros de trigo y cien metretas de vino y sal en abundancia.
10 Celebraron la Pascua los israelitas procedentes del exilio el día catorce del primer mes, 21 Que todo lo concerniente a la ley de Dios se cumpla escrupulosamente para que el Dios
cuando fueron consagrados a una los sacerdotes y los levitas. altísimo no se irrite con el reino del rey y de sus hijos.
11 No fueron consagrados todos los exiliados porque fueron santificados los levitas todos juntos 22 Mas a vosotros se os comunica con el fin de que no haya ningún tributo, ni ningún otro
12 y sacrificaron la Pascua para todos los deportados, para sus hermanos los sacerdotes y para sí impuesto sobre ninguno de los sacerdotes, ni de los levitas, ni de los cantores del templo,
mismos. porteros, servidores o empleados de este templo, y para que nadie tenga potestad para imponer
13 Comieron los hijos de Israel, todos los exiliados que se habían separado de las ninguna carga a éstos.
abominaciones de los pueblos de la tierra en busca del Señor. 23 Y tú, Esdras, según la sabiduría de Dios, designa jueces y magistrados para que juzguen en
14 Celebraron la fiesta de los ázimos con gran alegría durante siete días delante del Señor, Siria y Fenicia enteras a todos los que conocen la ley de tu Dios; y a los que no la conocen, se la
enseñarás.
15 porque había cambiado la decisión del rey de los asirios sobre ellos para fortalecer sus manos
en el culto del Señor Dios de Israel. 24 El que quebrante la ley de tu Dios y la del rey sea castigado estrictamente, bien sea con la
muerte, con una pena, con una multa o con el destierro».
25 Bendito sea sólo el Señor que puso estos sentimientos en el corazón del rey para glorificar su
8 casa en Jerusalén,
1 Después de estos sucesos, cuando reinaba Artajerjes, rey de los persas, vino Esdras, hijo de 26 y me honró ante el rey, sus consejeros y todos sus amigos y magnates.
Sareo, hijo de Ezerías, hijo de Quelcías, hijo de Salemo,
27 Con la ayuda del Señor mi Dios me animé y reuní hombres de Israel para que subieran
2 hijo de Saduco, hijo de Aquitob, hijo de Amarías, hijo de Ecías, hijo de Marerot, hijo de conmigo.
Zarías, hijo de Sabías, hijo de Boca, hijo de Abisúe, hijo de Fineés, hijo de Eleazar, hijo de
Aarón, el primer sacerdote. 28 Estos son los principales, por familias y agrupaciones, que subieron conmigo de Babilonia en
el reinado del rey Artajerjes:
29 Gársomo, de los hijos de Fineés; Gámelo, de los hijos de Jetamaro; de los hijos de David, 61 Al tercer día de haber llegado allí, pesados la plata y el oro se le entregó al sacerdote
Atos el de Sequemías; Marmoti el de Uría en la casa del Señor
30 de los hijos de Foro, Zacarías, y con él ciento cincuenta hombres de la lista; 62 —y a continuación de él, a Eleazar el de Fineés, y con ellos estaban los levitas Josabdo el de
31 de los hijos de Faatmoab, Eliaonías el de Zareo, y con él doscientos hombres; Jesús y Moet el de Sabano—; todo contado y pesado, y todo el peso se anotó en aquel mismo
32 de los hijos de Zatos, Sequemías el de Jecelo, y con él trescientos hombres; de los hijos de momento.
Adino, Ben el de Jonatás, y con el doscientos cincuenta hombres; 63 Los que habían vuelto del exilio ofrecieron sacrificios al Señor Dios de Israel: doce toros por
33 de los hijos de Elam, Jesías el de Gotolías, y con él setenta hombres; Israel entero, noventa y seis cabritos, setenta y dos corderos, doce machos cabríos por la
salvación; todo en sacrificio al Señor.
34 de los hijos de Safatías, Zareas el de Micaelo, y con él setenta hombres;
64 Transmitieron las reales órdenes a los administradores del rey y a los gobernadores de
35 de los hijos de Joab, Abdías el de Jecelo, y con él doscientos doce hombres; Celesiria y Fenicia y glorificaron al pueblo y al santuario del Señor.
36 de los hijos de Banías, Salimot el de Josafío, y con él ciento sesenta hombres; 65 Concluidos estos asuntos se me acercaron los representantes del pueblo y me dijeron:
37 de los hijos de Babí, Zacarías el de Bebé, y con él ciento ocho hombres; 66 «El pueblo de Israel, sus jefes, los sacerdotes y los levitas no apartaron de sí a los demás
38 de los hijos de Asgad, Juan el de Acatán, y con él ciento diez hombres, pueblos extranjeros ni sus impurezas, las de los cananeos, queteos, fereceos, jebuseos, moabitas,
39 y los últimos, de los hijos de Adonican, cuyos nombres son: Elifalato, Jenel y Sameas, y con egipcios e idumeos.
ellos setenta hombres; 67 Pues tanto ellos como sus hijos se casaron con sus hijas y su semilla santa se mezcló con la
40 de los hijos de Bago, Uti el de Istalcuro y con él setenta hombres. de los pueblos extranjeros; sus jefes y magnates participaron de esta conducta sin ley desde el
41 Los congregué junto al llamado río Tera, acampamos allí tres días y les pasé revista. comienzo del asunto».
42 No encontré entre ellos a ninguno de los hijos de los sacerdotes y de los levitas. 68 Y sucedió que, al oír estas cosas, rasgué mis vestidos y la vestidura sagrada, me arranqué
pelos de la cabeza y de la barba y me senté pensativo y contristado.
43 Envié una misiva a Eleazar, Iduelo, Maasmán, Eluatán, Sameán, Joribón, Natán, Enatán,
Zacarías y Mosolamo, jefes de ellos y personas competentes; 69 Junto a mí se congregaron cuantos por entonces se movían por la palabra del Señor de Israel,
mientras yo me dolía por la falta de normas y permanecía sentado apesadumbrado hasta el
44 y les dije que se acercasen a Adeo, el jefe del lugar del tesoro.
sacrificio vespertino.
45 Les ordené que conversaran con Adeo, con sus hermanos y con los tesoreros para que nos
70 Me levanté del ayuno con mis vestidos y la vestidura sagrada rasgados, doblé las rodillas,
enviasen a los que iban a ejercer de sacerdotes en la casa de nuestro Señor.
extendí las manos hacia el Señor y dije:
46 Nos trajeron, mediante la mano poderosa de nuestro Señor, a hombres competentes de los
71 «Señor, estoy avergonzado, estoy abochornado delante de ti,
hijos de Moolí, hijo de Leví, hijo de Israel: Asebebías, sus hijos y sus hermanos, que eran
dieciocho; 72 pues nuestros pecados crecieron por encima de nuestras cabezas y nuestros errores
alcanzaron hasta el cielo,
47 Asebías, Anuno y su hermano Oseas, de los hijos de Canuneo, y sus hijos, veinte hombres;
48 de los servidores del templo que puso David y de los que estaban al frente de la función de 73 incluso desde los tiempos de nuestros padres, y estamos metidos en un gran pecado hasta este
día.
los levitas, doscientos veinte esclavos del templo. Y se anotaron los nombres de todos.
49 Allí mismo pedí un ayuno para los jóvenes delante de nuestro Señor 74 Por nuestros pecados y los de nuestros padres fuimos entregados a los reyes de la tierra, a la
espada, al exilio y a la rapiña y llenos de vergüenza hasta el día de hoy junto con nuestros
50 con el fin de obtener de él éxito para nosotros, para nuestros hijos que están con nosotros y hermanos, con nuestros reyes, con nuestros sacerdotes.
para el ganado.
75 Y ahora, en cierta medida, nos has hecho el favor, Señor, de dejarnos una raíz y un nombre
51 Pues me daba vergüenza pedir al rey infantes, caballeros y escolta para asegurarnos contra en tu lugar santo
los que se nos oponen,
76 y de descubrirnos una luz en la casa del Señor nuestro y darnos alimento en el momento de
52 porque dije al rey: «La fuerza de nuestro Señor estará con los que le buscan para toda clase nuestra esclavitud.
de mejora».
77 Y mientras estuvimos esclavizados no nos abandonó nuestro Señor, sino que nos puso en
53 De nuevo supliqué a nuestro Señor y obtuve todas estas cosas de él, el más benigno. situación de favor ante los reyes persas,
54 Separé a doce hombres de entre los sacerdotes, jefes de tribus, a Serebías, Asamías y, con 78 nos dio alimento, glorificó nuestro santuario y levantó a Sión, que estaba desolada, nos dio
ellos, diez hombres de sus hermanos. firmeza en Judea y Jerusalén.
55 Les pesé la plata, el oro y los vasos sagrados de la casa de nuestro Señor que habían donado 79 Pues bien, ¿qué vamos a decir ahora, Señor, tal como están las cosas? Porque hemos
el rey en persona, sus consejeros, sus magnates y todo Israel. transgredido tus mandatos que diste por medio de tus siervos los profetas diciendo:
56 Lo pesé y se lo entregué, seiscientos cincuenta talentos de plata y vasos de plata por valor de 80 La tierra que pisasteis para heredarla es una tierra manchada con la mancha de pueblos
cien talentos, cien talentos de oro, veinte bandejas de oro y doce vasos de bronce, de buen extranjeros que la llenaron de su impureza.
bronce, que resplandecían como el oro.
81 Así que no hagáis cohabitar a sus hijas con vuestros hijos, ni deis vuestras hijas a sus hijos;
57 Y les dije: «Vosotros sois santos para el Señor; los vasos santos, la plata y el oro son una
plegaria al Señor, Señor de nuestros padres; 82 ni busquéis durante todo el tiempo hacer la paz con ellos para que, siendo fuertes, comáis los
bienes de la tierra y los heredéis para vuestros hijos hasta siempre.
58 vigilad y poned cuidado hasta que se los entreguéis a los jefes de tribu de los sacerdotes y los
levitas y a los jefes de las familias de Israel en Jerusalén, en las cámaras sacerdotales de la casa 83 Todo lo que nos está pasando sucede por nuestras malas obras y nuestros grandes pecados.
de nuestro Señor». 84 Porque tú, Señor, hiciste ligeros nuestros pecados, y nos diste una raíz como ésta. De nuevo
59 Los sacerdotes y levitas que recibieron la plata, el oro y los vasos de Jerusalén los volvimos a transgredir tu ley al mezclarnos con la impureza de los pueblos de la tierra.
introdujeron en el santuario del Señor. 85 ¿No te enfureciste con nosotros para destruirnos hasta no dejar raíz, ni semilla, ni nombre
60 Levantamos el campamento de orillas del río Tera el día doce del primer mes; hasta que nuestro?
llegamos a Jerusalén por la mano poderosa de nuestro Señor sobre nosotros. Por el camino, el 86 Señor de Israel, eres veraz, pues en el día de hoy hemos quedado una raíz.
Señor nos arrancó de todo enemigo y llegamos a Jerusalén.
87 Mira, ahora estamos ante ti con nuestras iniquidades, pues ya no es posible mantenerse por 22 de los hijos de Fesur: Elionais, Maesías, Ismaelo, Natanaelo, Ocidelo y Saltas.
más tiempo ante ti por estos descalabros. 23 De los levitas: Jozabdo, Semeis y Colio —es decir, Calitas—, Pateo, Onda y Joanás.
88 Mientras suplicaba Esdras, asentía llorando públicamente postrado en tierra delante del 24 De los cantores del templo: Eliasibo y Bacuro.
santuario. Se congregó junto a él una ingente multitud de Jerusalén, hombres, mujeres y jóvenes; 25 De los porteros, Sálumo y Talbanes.
todo era llanto en la muchedumbre.
26 De Israel: de los hijos de Foros, Jermás, Jezías, Melquías y Miámino, Eleázaro, Asibías y
89 Tomó la palabra Jeconías, el de Jeelo, de los hijos de Israel, y dijo a Esdras: «Nosotros Baneas.
hemos pecado contra el Señor y nos hemos casado con mujeres extranjeras de los otros pueblos
de la tierra. Pero ahora hay esperanza para Israel. 27 De los hijos de Elam: Matanías, Zacarías, Jezrielo, Obadio, Jeremot y Elías.
90 Hagamos un juramento al Señor, a este respecto, de expulsar a todas nuestras mujeres 28 De los hijos de Zamot: Eliadas, Eliásimo, Otonías, Jarimot, Sabato y Cerdeas.
extranjeras junto con sus hijos según te pareció a ti y a cuantos obedecen la ley del Señor. 29 De los hijos de Bebé: Juan, Ananías, Zabdo y Ematís.
91 Levántate y llévalo a cabo, pues a ti te compete este asunto y nosotros estamos contigo para 30 De los hijos de Maní: Olamo, Maluco, Jedeo, Jásubo, Asaelo y Jeremot.
tomar medidas más fuertes». 31 De los hijos de Adí: Náato, Moosías, Lacuno, Nedo, Matanías, Sestel, Balnuo y Manaseas.
92 Esdras se levantó e hizo jurar a los jefes de los sacerdotes y de los levitas de todo Israel el 32 De los hijos de Anán: Elionás, Aseas, Melquías, Sabeas y Simón Cosameo.
cumplirlo. Y juraron. 33 De los hijos de Asón: Maltaneo, Matatías, Sabadeus, Elifalat, Manasés y Semeí.
34 De los hijos de Baaní: Jeremías, Moadio, Máero, Juel, Mandé, Pedías, Anos, Carabasión,
9 Eliásibo, Manitánemo, Eliasís, Banús, Elialís, Someís, Selemías, Natanías, y de los hijos de
1 Se levantó Esdras y se trasladó del patio del santuario a la cámara sacerdotal de Jonatán el de Ezorá: Sesís, Ezril, Asáelo, Sámato, Zambrís, Jósepo.
Eliasibo. 35 De los hijos de Noomá: Macitías, Zabadeas, Edaís, Juel y Baneas.
2 Pasó la noche allí, sin probar pan ni beber agua, doliéndose por las grandes iniquidades del 36 Todos estos cohabitaron con mujeres extranjeras. Y las despidieron junto con sus hijos.
pueblo. 37 Los sacerdotes, los levitas y el pueblo de Israel se instalaron en Jerusalén y en la región. En
3 Hubo una proclama en toda Judea y Jerusalén de que todos los deportados se congregasen en la luna nueva del séptimo mes —cuando los hijos de Israel estaban en sus domicilios—,
Jerusalén, 38 toda la muchedumbre se congregó como un solo hombre en el descampado de la puerta
4 y que a todos los que no comparecieran en dos o tres días, conforme al decreto de los jefes de oriental del santuario.
los ancianos, se les requisaran sus ganados para los sacrificios y los incautados fueran 39 Y dijeron al sumo sacerdote y lector Esdras que trajera la ley de Moisés que le había
expulsados de la comunidad de los exiliados. entregado el Señor Dios de Israel.
5 Se reunieron los componentes de la tribu de Judá y Benjamín en tres días en Jerusalén, el día 40 Esdras, el sumo sacerdote, trajo la ley a toda la gente, hombres, mujeres y a todos los
veinte del mes noveno. sacerdotes para que escuchasen la ley, en la luna nueva del séptimo mes.
6 Toda la gente se sentó en el espacio abierto del santuario, tiritando por el mal tiempo que 41 La leyó en el descampado de delante de la puerta del santuario, desde el amanecer hasta el
hacía. mediodía, en presencia de los hombres y las mujeres. Todo el pueblo prestó atención a la ley.
7 Esdras se levantó y les dijo: «Vosotros habéis practicado la iniquidad y os habéis casado con 42 Esdras, sacerdote y lector de la ley, estaba en pie sobre la tribuna de madera que había sido
mujeres extranjeras para aumentar los pecados de Israel. preparada.
8 Pero ahora reconoced y dad gloria al Señor, Dios de nuestros padres; 43 Y junto a él estaban Matatías, Samus, Ananías, Azarías, Urías, Ezequías y Baálsamo por la
9 haced su voluntad y apartaos de los pueblos de la tierra y de las mujeres extranjeras». derecha,
10 Toda la gente se manifestó y dijo en alta voz: «Haremos tal como has dicho. 44 y por la izquierda, Fadeo, Misael, Melquías, Lotasubo, Nabarías y Zacarías.
11 Pero el número de gente es grande, y el tiempo, invernal; no podemos permanecer al sereno 45 Tomó Esdras el libro de la ley en presencia del pueblo —pues estaba presidiendo delante de
mientras hayamos encontrado solución, y la tarea no es de un día ni de dos, puesto que hemos todos lleno de gloria—
pecado mucho en esta materia. 46 y, mientras desataba el rollo de la ley, todos estaban de pie. Y bendijo Esdras al Señor Dios
12 Que se queden los jefes del pueblo y que todos los que, de nuestros domicilios, tienen altísimo, Dios Sabaot, el Todopoderoso.
mujeres extranjeras se presenten a un tiempo convenido 47 Y toda la gente contestó: «Amén». Levantaron sus manos hacia arriba y, postrándose en
13 con los ancianos de cada lugar y los jueces hasta que quiten de nosotros la cólera del Señor tierra, adoraron a Dios.
por este asunto». 48 Los levitas Jesús, Anius, Sarabias, Jodino, Jacubo, Sabateo, Anteas, Meanas y Calitas,
14 Jonatás, el de Azael, y Jecías, el de Tocano, recibieron la orden en estos términos, y Azarías y Jozabdo, Ananías y Falías enseñaban la ley del Señor y leían la ley del Señor al
Mesolamo, Leví y Sabateo les asesoraron. pueblo dándole vida a la vez que la leían.
15 Los exiliados actuaron conforme a todo lo prescrito. 49 Y dijo Atarates a Esdras, sumo sacerdote y lector, a los levitas que enseñaban al pueblo y a
16 Esdras el sacerdote escogió a los cabezas de familia por su nombre y todos se sentaron a todos:
examinar el asunto en la luna nueva del décimo mes. 50 «Este día es santo para el Señor —todos lloraban al escuchar la ley—.
17 Y terminaron de resolver el problema de los hombres que habían tomado mujeres extranjeras 51 Id, pues, y comed el sustento, bebed bebidas dulces y enviad raciones a los que no tienen,
en la luna nueva del primer mes. 52 pues el día es santo para el Señor. No estéis tristes, pues el Señor os glorificará».
18 Y se constató que habían tomado mujeres extranjeras los sacerdotes siguientes: 53 Y los levitas daban instrucciones a todo el pueblo diciendo: «Este día es santo, no estéis
19 de los hijos de Jesús, el de Josedec y sus hermanos Maseas, Eleazaro, Joribo y Jodano. tristes».
20 Se dispusieron a expulsar a sus mujeres y a entregar machos cabríos en expiación por sus 54 Y todos iban a comer, beber y disfrutar, a dar raciones a los que no tenían y a celebrarlo,
errores. 55 porque habían sido vivificados con las palabras que les habían enseñado. Y se congregaron.
21 De los hijos de Emer: Ananías, Zabdeo, Manes y Sameo, Jereel y Azarías;
PARALIPOMENOS DE JEREMIAS - apócrifo levantaos e id a los muros de la ciudad, y os mostraré que si yo no aniquilo primero la ciudad no
El AUTOR podrán entrar en ella». 12 Una vez que hubo dicho esto, el Señor se apartó de Jeremías.
El autor de ParJr --dejando aparte la historia de la visión mesiánica de Jeremías y su lapidación
(9,l1ss), obra de un cristiano es un judío palestinense (G. Delling, J. Licht). J. R. Harris precisa Jeremías informa a Baruc
más, indicando que era de Jerusalén, pues conoce muy bien la topografía de la ciudad (pp. 12s). 2 1 Entonces Jeremías corrió a anunciar esto a Baruc, y, una vez llegados al templo de Dios,
Su judaísmo se manifiesta, por ejemplo, en la prohibición de matrimonios con mujeres rasgó Jeremías sus vestiduras, puso polvo sobre su cabeza y entró en el santuario de Dios. 2 Al
extranjeras (cap. 8). Existen, sin embargo, interpolaciones cristianas, debido a que el escrito verlo Baruc con polvo esparcido sobre su cabeza y sus vestiduras rasgadas, gritó en alta voz
original judío fue apropiado y reelaborado por un redactor cristiano con la intención de ocultar diciendo: «Padre Jeremías, ¿qué te pasa, o qué pecado ha cometido el pueblo?». 3 (Porque
su carácter judío (K. Koh1er, pp. 407s y 413s). Pese a ello, la utilización de leyendas siempre que el pueblo pecaba Jeremías esparcía polvo sobre su cabeza y rezaba por el pueblo
haggádicas, así como la esperanza mesiánica judía y la animadversión contra los samaritanos le hasta que le fuera perdonado el pecado). 4 Por eso le preguntó Baruc diciendo: «Padre, ¿qué es
confieren un espíritu nacionalista inequívocamente judío (ibíd.). esto?». 5 Jeremías le respondió: «¡Guárdate de rasgar tus vestiduras! Por el contrario, rasguemos
No coinciden con este punto de vista ni G. Delling (p. 72), que ignora la existencia de más bien nuestros corazones. Y no saquemos agua para echarla en los abrevaderos, sino
interpolaciones y considera que ParJr, hasta lloremos y llenémoslos de lágrimas, porque el Señor no va a tener compasión de este pueblo».
9,10, es obra de un único redactor judío, ni J. R. Harris (p. 12), que confiere a la redacción 6 Y dijo Baruc: «Padre Jeremías, ¿qué ha sucedido?». 7 Respondió Jeremías: «Dios entrega la
original del libro un carácter cristiano: el autor, según él, era un judeocristiano residente en ciudad a manos del rey de los caldeas para que lleve al pueblo cautivo a Babilonia». 8 Al oír
Jerusalén. esto Baruc, rasgó también él sus vestiduras y preguntó: «Padre Jeremías, ¿quién te ha dado a
La opinión más segura parece ser la intermedia entre estos dos extremos: obra originalmente conocer esto?». 9 Y Jeremías le dijo: «Espera un rato conmigo, hasta la hora sexta de la noche,
judía hecha suya por los cristianos, quienes reelaboraron, en mayor o menor grado, el material a para que sepas que esta palabra es verdadera».
su disposición y añadieron el episodio final (9,11-32). 1O Así, pues, permanecieron ambos en el santuario llorando; y sus vestiduras estaban rasgadas.

FECHA DE COMPOSICION Instrucciones de Dios a Jeremías. Súplica por Abimelec


Como fecha de composición se ha llegado a proponer, el s. III – IV después de Cristo pero las 3 1Y cuando llegó la hora de la noche, fueron juntos hasta los muros de la ciudad Jeremías y
alusiones a la Caída de Jerusalén sugieren una época comprendida entre el año 70 d. C. y los Baruc, como había dicho el Señor a Jeremías.
aledaños de la segunda guerra judía (así, A. M. Denis, p. 74). . 2 Y he aquí que se produjo un sonido de trompetas; salieron ángeles del clelo empuñando
La fecha propuesta por J. R. Harris (año 136 d. C., es decir año 70 más los sesenta y seis años antorchas en sus manos y se situaron sobre los muros de la ciudad. 3 Jeremías y Baruc, al verlos,
del sueño de Abemelec) es demasiado precisa y depende de su hipótesis sobre la composición de rompieron a llorar diciendo: «¡Ahora sabemos que es verdadera la palabra!». 4 Jeremías
la obra, nacida, según él, a raíz del edicto de Adriano contra los rebeldes judíos y redactada por entonces suplicó a los ángeles diciendo: «Os suplico que la ciudad no sea todavía destruida,
un judeocristiano. Sin embargo, la ausencia de alusión a las persecuciones no se explica en un hasta que yo diga algo al Señor». s Habló el Señor a los ángeles diciendo: «No destruyáis la
cristiano, a la vez que un Judío habría hablado de la rebelión de Bar Kokba. Añadiendo a estos ciudad hasta que hable a mi elegido Jeremías». 6 Entonces Jeremías habló, diciendo: «Te lo
argumentos el hecho de que no hay ejemplo de libro judío. que .haya pasado a la cristiandad ruego, Señor, permíteme hablar en tu presencia». 7 Repuso el Señor: «Habla, mi elegido
después del año 132 d. C., G. D. Kl1patrlck (p. 141) establece este año como terminus ad quem, Jeremías». 8 Y Jeremías dijo: «He aquí que ahora, Señor, sabemos que vas a entregar la ciudad
El libro, según él, habría sido compuesto en hebreo (cf § IlI) entre los años 70 y 130 d. C., en manos de sus enemigos y van a llevarse al pueblo a Babilonia. 9 ¿Qué quieres que haga con
traducido posteriormente al griego y apropiado por la cristiandad antes del año 132 d. C. los santos utensilios litúrgicos?». lO El Señor le dijo: «Cógelos y confíalos a la tierra, diciendo:
Basándose en ParJr 3,14, K. Kohler (p. 409) indica que la designación anacrónica de «viña de 'Escucha, tierra, la voz de tu creador, que te formó en la abundancia de las aguas, que te selló
Agripa» es la clave para asegurar la fecha del autor: no puede haber vivido mucho después de la con siete sellos por siete épocas, para después recibir la lozanía de tu juventud.
destrucción del segundo templo, cuando el lugar llevaba todavía el nombre de este rey, con toda 11 Guarda los utensilios litúrgicos hasta la llegada del Amado'».
probabilidad Agripa 1 . Para G. Delling, finalmente, la composición puede fijarse hacia el 12 Habló entonces Jeremías: «Por favor, Señor, muéstrame qué puedo hacer por Abimelec el
primer tercio del s. II d. C. etíope, que practicó muchas obras buenas con
tu siervo Jeremías; 13 pues él me sacó de la cisterna de lodo y no deseo que vea la destrucción y
TEXTO DE PARALIPOMENOS DE JEREMIAS desolación de esta ciudad, sino que tengas compasión de él y no se vea afligido». 14 Y dijo el
Dios anuncia a Jeremías la destrucción de Jerusalén Señor a Jeremías: «Envíalo a la viña de Agripa, y a la sombra del monte yo le protegeré hasta
1 1 Cuando los hijos de Israel fueron llevados en cautiverio por el rey de los caldeos, sucedió que yo haga que el pueblo retorne a la ciudad. 15 En cuanto a ti, Jeremías, parte con tu pueblo
que habló Dios a Jeremías: «Jeremías, mi elegido, levántate y sal de esta ciudad, tú y Baruc; hacia Babilonia y permanece con ellos anunciándoles buenas nuevas hasta que yo los haga
pues voy a destruir1a a causa de la multitud de los pecados de quienes habitan en ella. 2 volver a la ciudad. 16 Pero deja a Baruc aquí hasta que hable con él». 17 Tras haber dicho esto,
Vuestras oraciones, ciertamente, son como pilar bien asentado en medio de ella y como muro el Señor se apartó de Jeremías y subió al cielo.
indestructible en torno suyo. 3 Ahora, pues, levantaos' y salid antes de que el ejército de los 18 Entonces Jeremías y Baruc entraron en el santuario y, tomando los utensilios litúrgicos, los
caldeos la rodee» .... ‘Jeremías respondió diciendo: «Te suplico, Señor, me concedas a mí, tu confiaron a la tierra, conforme les había dicho el Señor. 19 Y al punto los devoró la tierra. :20
siervo, hablar en tu presencia». 5 Respondióle el Señor: «Habla, mi elegido Jeremías». 6 Habló Ambos se sentaron y echáronse a llorar. 21 Llegado el amanecer, Jeremías envió a Abimelec
Jeremías: «Señor Todopoderoso, ¿vas a entregar la ciudad elegida en manos de los caldeos para diciendo: «Coge la cesta, parte hacia la finca de Agripa por el camino de la montaña, trae unos
que se vanaglorie el rey con la multitud de su pueblo y diga: 'He prevalecido sobre la sagrada pocos higos y entrégalos a los enfermos del pueblo, pues el favor del Señor está sobre ti y su
ciudad de Dios'? 7 jNo, mi Señor! Pero si es voluntad tuya, sea aniquilada por tus manos». 8 Y gloria sobre tu cabeza». 22 Tras decir esto, Jeremías le despidió; y Abimelec marchó según le
dijo el Señor a Jeremías: «Puesto que tú eres mi elegido, levántate y sal de esta ciudad, tú y había dicho.
Baruc, ya que voy a destruirla por la multitud de los pecados de quienes habitan en ella. 9 Pues
ni el rey ni su ejército podrán entrar en ella si yo no abro primero sus puertas. 10 Así, pues, Toma de Jerusalén por los caldeos
levántate, ve hacia Baruc y dale a conocer estas palabras. 11 Y a la hora sexta de la noche 4 1 Y he aquí que, llegado el amanecer, el ejército de los caldeas rodeó la ciudad. 2 Y el gran
ángel hizo sonar la trompeta, diciendo:
«¡Entrad en la ciudad, ejército de los caldeas, pues he aquí que os ha sido abierta la puerta! 3 senté a descansar un poco, recliné mi cabeza sobre la cesta y me quedé dormido. 24 Al
¡Entre, pues, el rey con su multitud y tome cautivo a todo el pueblo!». 4 Jeremías, entonces, despertarme destapé la cesta de los higos, pensando que se me había hecho tarde, pero encontré
tomó las llaves del templo, salió fuera de la ciudad y las arrojó ante el sol, diciendo: «A ti te los higos destilando leche, lo mismo que cuando los cogí. 25 Tú, en cambio, dices que el pueblo
hablo, sol, toma las llaves del templo de Dios y guárdalas hasta el día en que te pregunte el ha sido llevado cautivo a Babilonia. 26 Pero, para que te des cuenta, ¡toma, mira los higos». Zl
Señor por ellas. 5 Pues nosotros no hemos sido hallados dignos de guardarlas, ya que hemos Destapó la cesta de los higos al viejo y los vio destilando leche. 28 Al verlos, el anciano dijo:
resultado guardianes infieles». 6 Estaba aún llorando Jeremías por el pueblo cuando lo sacaron «Hijo mío, hombre justo eres tú y no quiso Dios que vieras la desolación de la ciudad; por eso
junto con el pueblo y los arrastraron hacia Babilonia. trajo este éxtasis sobre ti. 29 Pues he aquí que hoy hace sesenta y seis años que fue llevado
7 Entonces Baruc puso polvo sobre su cabeza, se sentó y entonó llorando a siguiente cautivo el pueblo de Babilonia. 30 Y para que sepas, hijo, que es cierto cuanto te digo, alza los
lamentación: «¿Por qué ha sido desolada Jerusalén? iPor los pecados del pueblo amado ha sido ojos hacia el campo y observa que no ha aparecido el crecimiento de las cosechas. 31 Mira
entregada a manos de enemigos, por los pecados nuestros y del pueblo! 8 Pero no se engrían los también los higos, que no es su tiempo, y date cuenta».
que no tienen ley y se pongan a decir: 'Hemos sido capaces de tomar la ciudad de Dios con 3.2 Entonces gritó a grandes voces Abimelec, diciendo: «¡He de bendecirte, Dios del cielo y de
nuestras propias fuerzas'. Al contrario, por nuestros pecados os ha sido entregada. 9 Pero nuestro la tierra, reposo de las almas de los justos en todo lugar!». 33 Dice entonces al hombre anciano:
Dios tendrá compasión de nosotros y nos hará volver a nuestra ciudad, mientras que vosotros no «¿Qué mes es éste?». 34 Respondió él: «Nisán (que es Abib)>>. 35 Y tomando algunos de los
sobreviviréis. 10 Bienaventurados son nuestros padres Abrahán, Isaac y Jacob, pues salieron de higos, los entregó al anciano, diciéndole: «¡Dios ilumine tu camino hasta la ciudad de arriba,
este mundo sin haber visto el aniquilamiento de esta ciudad». Jerusalén!».
11 Tras haber dicho esto, salió Baruc fuera de la ciudad llorando y diciendo: «Afligido por ti,
Jerusalén, he salido de ti». 12 Y permaneció sentado en una tumba, mientras los ángeles venían Baruc invoca a Dios. Carta de Jeremías
hacia él y le explicaban todas las cosas que el Señor dispuso revelarle por medio de ellos. 6 1 Después de esto salió Abimelec fuera de la ciudad y oró al Señor.
2 Y he aquí que vino un ángel del Señor que, tomándole de la mano derecha, le hizo volver al
Sueño de Abimelec y milagro de la cesta de higos lugar donde estaba Baruc sentado, y lo encontró en una tumba. 3 Al verse mutuamente, lloraron
5 1 Abimelec, por su parte, llevó los higos bajo un sol ardiente, por lo que al encontrarse un ambos y se besaron uno al otro. 4 Alzó la vista Baruc y vio con sus propios ojos los higos que
árbol se sentó bajo su sombra para descansar estaban resguardados en la cesta de Abimelec. 5 Y elevandolos ojos al cielo oró, diciendo: 6
un poco. 2 Y al reclinar su cabeza sobre la cesta de los higos se durmió, quedando dormido «Tú eres el Dios que concede recompensa a los que te aman. Disponte a ti mismo, corazón mío,
durante sesenta y seis años sin despertarse de su sueño. 3 Y después, al levantarse de su sueño, regocíjate y exulta en tu tabernáculo, diciendo a tu morada carnal: '¡Tu duelo se ha trocado en
dijo: «He dormido a gusto un rato, pero mi cabeza está pesada porque no he quedado saciado alegría!'; pues está a punto de llegar el Suficiente y te alzará en tu tabernáculo, ya que no se ha
con mi sueño». 4 Entonces, al destapar la cesta de los higos, los encontró destilando leche. 5 Y producido en ti pecado. 7 Reanímate en tu tabernáculo, en tu fe virginal, y cree que vivirás. 8
dijo: «Querría dormir todavía un poco, porque mi cabeza está pesada; pero tengo miedo, no sea Dirige tu mirada sobre esta cesta de higos, pues he aquí que han cumplido sesenta y seis años y
que me duerma, tarde en despertarme y mi padre Jeremías me menosprecie, pues si no tuviera no se han corrompido ni exhalado mal olor, sino que están rezumantes de leche. 9 Así te
prisa no me habría enviado hoy de madrugada. 6 Así, pues, me pondré en pie y caminaré bajo el sucederá, carne mía, si haces lo que se te ha ordenado por el ángel justo. 10 El que preservó la
ardiente sol, pues ¿no hay ardiente sol, no hay fatiga todos los días?». 7 Levantóse, por tanto, cesta de los higos, él mismo te preservará a su vez con su poder». 11 Tras haber dicho esto,
tomó la cesta de los higos, se la echó a los hombros y marchó hacia Jerusalén, pero no la exhorta a Abimelec: «Levántate y recemos para que el Señor nos dé a conocer cómo podremos
reconoció -ni su casa, ni su propio lugar-, ni encontró a su propia familia ni a ninguno de sus enviarle hasta Babilonia a Jeremías el relato acerca de la protección que te ha sido procurada en
conocidos. 8 Y dijo: «¡Bendito sea el Señor, porque un gran éxtasis me ha sobrevenido hoy! 9 el camino». 12 Y oró Baruc, diciendo: «Nuestra fuerza, oh Señor Dios, es la luz elegida que sale
Esta no es la ciudad de Jerusalén: he errado el camino porque fui por la senda del monte cuando de tu boca. 13 Suplicamos y pedimos de tu bondad, oh gran nombre que nadie puede conocer,
me levanté de mi sueño; y como mi cabeza estaba pesada por no haber quedado saciado con mi que oigas la voz de tus siervos y surja conocimiento en nuestro corazón. 14 ¿Qué hemos de
sueño, he errado el camino. 10 ¡Le parecerá sorprendente a Jeremías cuando le diga que he hacer y cómo enviaremos este relato a Jeremías hasta Babilonia?».
errado el camino!». 15 Estaba aún orando Baruc cuando he aquí que vino un ángel del Señor y dijo a Baruc todas
11 Entonces salió de la ciudad; y al fijarse bien vio los mojones de la ciudad y dijo: «Esta es estas palabras: «¡Oh consejero de la luz, no te preocupes de cómo podrás enviar recado a
ciertamente la ciudad; sin embargo, he errado el camino». 12 Retornó de nuevo a la ciudad y se Jeremías! Pues mañana al amanecer va a venir a ti un águila, que tú enviarás a visitar a Jeremías.
puso a buscar, pero no encontró a ninguno de los suyos. Dijo entonces: «Bendito sea el Señor, 16 Así, pues, escribe en la carta: 'Habla a los hijos de Israel: El que sea extranjero entre
porque un gran éxtasis me ha sobrevenido!». 13 Salió nuevamente fuera de la ciudad y se quedó vosotros, sea separado y pasen quince días; después de esto os conduciré a vuestra ciudad, dice
afligido, sin saber adónde ir. 14 Y se quitó de encima la cesta, diciendo: «Voy a quedarme aquí el Señor. 17 El que no esté separado de Babilonia, de ninguna forma entrará en la ciudad; y les
sentado hasta que el Señor aparte de mí este éxtasis». impondré el castigo de que a su regreso no sean aceptados por los babilonios, dice el Señor'». 18
15 Mientras estaba él sentado, vio a cierto anciano que venía del campo; Abimelec le dice: «A ti Después de decir esto, el ángel se apartó de Baruc.
te hablo, anciano, ¿qué ciudad es ésta?». 16 Le respondió: «Es Jerusalén». 17 Abimelec le 19 Entonces Baruc envió al mercado de los gentiles a por papel y tinta, con los que escribió una
pregunta: «¿Dónde está Jeremías el sacerdote, Baruc el secretario y todo el pueblo de esta carta del siguiente contenido: «Baruc, el siervo de Dios, escribe a Jeremías en la cautividad de
ciudad, que no los he encontrado?». 18 Repuso el anciano: «¿No eres de esta ciudad tú, que has Babilonia. 20 ¡Alégrate y regocíjate, porque Dios no ha permitido que salgamos de este cuerpo
recordado hoya Jeremías, ya que preguntas por él tras tanto tiempo? 19 Pues Jeremías está en afligidos a causa de la ciudad devastada y ultrajada 21 Por eso se ha compadecido el Señor de
Babilonia con el pueblo; fueron, en efecto, llevados cautivos por el rey Nabucodonosor, y con nuestras lágrimas y se ha acordado de la alianza que estableció con nuestros padres Abrahán,
ellos está Jeremías para anunciarles buenas nuevas e instruirles en la palabra». 20 Tan pronto Isaac y Jacob.
como oyó esto Abimelec de aquel hombre anciano, dijo: «Si no fueras anciano, y como no le es 22 Envió hacia mí su ángel y me dijo estas palabras que te mando. 23 Estas, pues, son las
lícito a un hombre encolerizarse con quien es mayor que él, me reiría de ti y diría que estás loco, palabras que ha pronunciado el Señor, el Dios de Israel, que nos sacó del país de Egipto, del
pues has dicho: 'El pueblo ha sido llevado cautivo a Babilonia'. gran horno: 'Porque no habéis guardado mis preceptos, sino que se ensoberbeció vuestro
21 ¡Aunque hubieran bajado sobre ellos los torrentes del cielo, no ha habido todavía tiempo corazón y fuisteis altivos ante mí, con ira y cólera os he entregado al horno de Babilonia. 24 Por
suficiente para que hayan partido hacia Babilonia! 22 Pues, ¿cuánto tiempo ha pasado desde que tanto, dice el Señor, si escucháis mi voz, que sale de la boca de mi siervo Jeremías, haré retornar
mi padre Jeremías me envió al campo de Agripa a traer unos pocos higos para que los diésemos de Babilonia al que haga caso; pero el que no haga caso, extranjero será de Jerusalén y de
a los enfermos del pueblo? 23 Fui, los traje y al llegar hasta cierto árbol, bajo un sol ardiente, me
Babilonia. 2S y los pondrás a prueba con el agua del Jordán: el que no haga caso quedará al 33 Pues te digo que todo el tiempo que hemos pasado aquí nos tenian sometidos diciendo:
descubierto, ésta es la señal del gran sello'». 'Recitadnos un cántico de los cánticos de Sión, el cántico de vuestro Dios'. 34 Y les replicamos:
'¿Cómo vamos a cantaros, si estamos en tierra extranjera?'».
El águila, emisaria entre Baruc y Jeremías 35 Y tras esto, Jeremías ató la carta al cuello del águila, diciendo: «Parte en paz y que el Señor
7 1Y Baruc se levantó, salió de la tumba y encontró al águila posada fuera de la tumba. 2 Tomó vele por nosotros dos». 36 El águila desplegó sus alas, fue a Jerusalén y entregó la carta a Baruc,
la palabra el águila y le dijo con voz humana: «¡Salud, Baruc, administrador fiel!». 3 Baruc le quíen tras abrirla la leyó y la besó, y se echó a llorar cuando hubo oído las penas y calamidades
respondió: «Tú que hablas, elegida eres entre todas las aves del cielo, el brillo de tus ojos lo del pueblo. 37 Jeremías, por su parte, tomó los higos, los repartió entre los enfermos del pueblo
demuestra. Indícame, pues, qué haces aquí». 4 Le dijo el águila: «He sido aquí enviada para que y permaneció enseñándoles a abstenerse de los alimentos contaminados de los gentiles de
a través de mí mandes cualquier mensaje que quieras». 5 Baruc le preguntó: «¿Puedes tú llevar Babilonia.
este mensaje a Jeremías hasta Babilonia?». 6 Y el águila le respondió: «¡Claro, para esto
precisamente he sido enviada!». 7 Entonces Baruc tomó la carta. y quince higos de la cesta de La vuelta del cautiverio. Escisión samaritana
Abimelec, los ató al cuello del águila y le 8 1 Y llegó el día en que el Señor iba a sacar al pueblo de .Babilonia.
dijo: «A ti te hablo, reina de las aves, parte en paz y con salud y llevame el mensaje. 8 No te 2 Dijo el Señor a Jeremías: «Levántate, tú y el pueblo, y venid hasta el Jordán; entonces dirás al
parezcas al cuervo que envio Noe y ya no regresó hacia él al arca; al contrario, parécete a la pueblo: El que quiera al Señor abandone las obras de Babilonia'. 3 Respecto a los hombres que
paloma, que a la tercera trajo un mensaje al justo. 9 De igual modo lleva tú también este hayan tomado de ellos mujeres y las mujeres que hayan tomado de ellos hombres, que crucen
favorable mensaje a Jeremías y a los que están cautivos con él; ¡que te vaya bien, lleva esta carta los que te hagan caso y llévalas a Jerusalén; pero a los que no te obedezcan no los conduzcas
al pueblo y al elegido de Dios! 10 Aunque llegaran a rodearte todas las aves del cielo con ánimo allí». 4 Jeremías comunicó al pueblo estas palabras.
de pelear contigo, lucha: ¡el Señor te dé fuerza! 11 Y no te desvíes a la derecha ni a la izquierda, Entonces se levantaron y fueron hasta el Jordán para cruzarlo. 5 y al decirles las palabras que el
sino avanza recto cual dardo, parte con la fuerza de Dios, y la gloria del Señor estará contigo Señor le había dirigido, la mitad de los que habían tomado de ellos esposas no quisieron hacer
durante todo el camino que hayas de recorrer» . caso a Jeremías sino que le contestaron: «¡Nunca abandonaremos a nuestras mujeres, sino que
12 Entonces el águila desplegó sus alas, con la carta en su cuello, y partió hacia Babilonia; las haremos volver con nosotros a nuestra ciudad!». 6 'Así, pues, cruzaron el Jordán. y fueron a
cuando hubo llegado, se posó sobre cierto árbol fuera de la ciudad, en lugar desierto. 13 Y Jerusalén.,7 Entonces Jeremías
guardó silencio hasta que llegó Jeremías, pues se daba el caso de que Jeremías y algunos otros Baruc y Abimelec se detuvieron, diciendo: «Ningún hombre que tenga relaciones con mujeres
del pueblo salían a enterrar un muerto fuera de la ciudad. 14 (Jeremías, en efecto, había hecho babilónicas podrá entrar en esta ciudad».
una petición al rey Nabucodonosor diciendo: «Concédeme un lugar donde pueda enterrar a los
muertos de mi pueblo», y el rey se lo había concedido). 15 Y cuando estaban saliendo, entre 8 y se dijeron unos a otros: «Dispongámonos a regresar a Babilonia, a nuestro lugar». Y se
lágrimas, con el muerto, llegaron frente al águila. 16 Gritó ésta con voz potente, diciendo: «A ti marcharon. 9 Pero, una vez llegados a Babilonia, salieron a su encuentro los babilonios,
te hablo, Jeremías, el elegido de Dios; marcha, reúne al pueblo y ven aquí, para que escuchen diciendo: «¡De ninguna manera habéis de entrar en nuestra ciudad, pues nos habéis despreciado
una carta que te he traído de parte de Baruc y Abimelec». 17 Al oír esto, Jeremías glorificó a y a ocultas salisteis de nosotros; por eso no entrareis entre nosotros! 10 Pues con juramento nos
Dios; y fue, congregó al pueblo, incluidos mujeres y niños, y marchó adonde estaba el águila. 18 hemos jurado unos a otros, en el nombre de nuestro dios, no aceptaros ni a vosotros ni a vuestros
Y bajó el águila sobre el cadáver, y revivió. 19 (Esto sucedió para que creyeran). hijos, ya que a escondidas salisteis de nosotros». .
20 Quedó entonces maravillado todo el pueblo por lo acontecido, y decían: «¿Será éste el Dios 11 Percatados de la situación, regresaron y fueron a un lugar desierto a cierta distancia de
que se apareció a nuestros padres en el desierto por medio de Moisés y ahora se nos manifiesta Jerusalén, y se construyeron una ciudad, a la que pusieron por nombre Samaría. 12 Entonces
por medio de este águila?». 21 Dijo el águila: «A ti te hablo, Jeremías: ven aquí, abre esta carta envió recado hacia ellos Jeremías, diciendo: «Arrepentíos, pues viene el ángel Justo para
y léela al pueblo». Abrió, pues, la carta y la leyó al pueblo. 22 Al oírla el pueblo, rompieron a conduciros a vuestro lugar elevado».
llorar y echaron polvo sobre sus cabezas, mientras decían a Jeremías: «Sálvanos y danos a
conocer qué hemos de hacer para que de nuevo podamos entrar en nuestra ciudad». 23 Jeremías Anuncio mesiánico y lapidación de Jeremías
respondió diciéndoles: «Cumplid todo cuanto de la carta habéis escuchado y el Señor nos 9 1 Los que estaban con Jeremías, entretanto, habían permanecido jubilosos y ofreciendo
conducirá a nuestra ciudad». sacrificios por el pueblo durante nueve días. 2 Pero al décimo ofreció sacrificio Jeremías solo. 3
24 Jeremías, por su parte, escribió también a Baruc una carta, que decía así: «Mi querido hijo, Y rezó una oración, diciendo:
no descuides en tus plegarias pedir a Dios por nosotros, de suerte que dirija nuestro camino «Santo, santo, santo, fragancia de los árboles vivos, luz verdadera que me ilumina hasta que sea
hasta que salgamos de los dominios de este rey inicuo. 25 Pues has sido hallado justo ante elevado hacia ti.
Dios y no permitió que vinieras aquí para que no vieras la aflicción sobrevenida al pueblo a 4 Por tu misericordia imploro, por la dulce voz de los dos serafines imploro, por otro fragante
manos de los babilonios. 26 Pues es como un padre que tiene un único hijo y éste es entregado aroma.
al castigo. Los que ven a su padre y le consuelan, le cubren la cara para que no vea cómo está
5 Tengo puesta mi atención en Miguel, el arcángel justo, el que abre las puertas a los justos,
siendo castigado su propio hijo y quede aún más destrozado de pena. 27 Del mismo modo tuvo hasta que los haga entrar.
Dios piedad de ti y no permitió que vinieras a Babilonia para que no vieras la aflicción del
pueblo. 2S Ciertamente, desde que entramos aquí, hoy hace sesenta y seis años, la tristeza no se 6 Yo te imploro, Señor todopoderoso de toda la creación, no engendrado e incomprensible, en
ha apartado de nosotros. ?i Pues muchas veces, al salir, encontraba a algunos del pueblo quien está oculto todo juicio antes de que estas cosas llegaran a existir».
colgados por el rey Nabucodonosor, que lloraban y decían: '¡Ten piedad de nosotros, dios Zar!'. 7 Mientras Jeremías decía esto, de pie, junto al altar, en compañía de Baruc y Abimelec,
30 Al oír esto me apenaba y lloraba con doble lamento, no sólo porque estaban colgados, sino quedóse como quien entrega su espíritu. 8 Baruc y Abimelec se quedaron entonces llorando y
porque invocaban a un dios extranjero, diciendo: '¡Ten piedad de nosotros!'. 31 Me acordaba gritando a voces: «¡Ay de nosotros, pues nuestro padre Jeremías nos ha dejado, el sacerdote de
entonces de los días de fiesta que celebrábamos en Jerusalén antes de ser deportados. Y al Dios ha partido!». 9 Oyó todo el pueblo su llanto, corrieron todos hacia ellos y vieron a Jeremías
acordarme gemía, y regresaba a mi casa lleno de dolor y llorando. 32 Ahora, pues, pide en el yaciendo en el suelo como muerto. 10 Rasgaron entonces sus vestiduras, echaron polvo sobre
lugar en donde estás, tú y Abimelec, por este pueblo, para que atiendan a mi voz y a los decretos sus cabezas y prorrumpieron en llanto amargo, 11 tras lo cual se dispusieron a enterrarlo. 12
de mi boca y podamos salir de aquí. Pero he aquí que llegó una voz que decía: «No enterréis a quien todavía vive, pues su alma va a
entrar de nuevo en su cuerpo». 13 Y una vez oída la voz, no lo enterraron, sino que
permanecieron en torno a su tabernáculo tres días, preguntándose en qué momento iba a las iniquidades de las naciones, sus abominaciones y sus infamias, [y servirán] a 8 sus dioses
levantarse. 14 Y al cabo de tres días entró su alma en su cuerpo. Alzó su voz en medio de todos que serán para ellos una trampa y un lazo. Transgredirán todas las asambleas santas, el sábado
y dijo: «¡Glorificad a Dios con voz unánime, glorificad todos a Dios y al hijo de Dios que nos de la alianza, [los festivales] que 9 yo te ordené hoy [observar. Por eso] les golpearé con un gran
despierta, Jesucristo, la luz de todos los siglos, la lámpara inextinguible, la vida de la fe! 15 Pero [golpe] en medio de la tierra por cuya 10 conquista van a atravesar ahí el Jordán Y cuando
tras el momento presente han de pasar otros cuatrocientos setenta y siete años: entonces vendrá a vengan sobre ellos todas las maldiciones y les golpeen hasta que perezcan y hasta que 11 sean
la tierra, 16 y el árbol de la vida plantado en medio del paraíso hará que todos los árboles destruidos, entonces sabrán que la verdad se ha cumplido con ellos. Vacat. Y Moisés se dirigió a
estériles produzcan fruto, crezcan y echen brotes. 17 Y los árboles que tienen echados brotes y Eleazar, hijo de 12 [Aarón] y a Josué, [hijo de Nun, diciendoles: Decid [todas las palabras de la
se jactan por ello, diciendo: ´Hemos entregado nuestro vigor al aire', hará que se sequen con su Ley, sin omitir ninguna. ¡Cállate,]
elevado ramaje y hará que sean condenados -¡el árbol firmemente enraizado!-. 18 Y lo que es
rojo se hará blanco como lana, la nieve se ennegrecerá, las aguas dulces se tornarán saladas, y Col. II
las saladas dulces, por la intensa luz de la alegría de Dios. 19 Y bendecirá a las islas para que
produzcan fruto por la palabra de la boca de su ungido. 20 Pues él vendrá, saldrá y elegirá para 1 Israel, y escucha! En este día [te vas a convertir en pueblo de Dios tu Dios. Observa [mis
sí doce apóstoles a fin de que proclamen la buena nueva entre los gentiles; él, a quien yo he preceptos,] mis testimonios, mis mandamientos que 2 [yo] te ordeno hoy [cumplir. Y cuando tu
visto preparado por su Padre y a punto de venir al mundo sobre el monte de los Olivos para cruces el [Jordán] para que te dé ciudades grandes 3 [y buenas,] casas llenas de toda [riqueza,
saciar las almas hambrientas». viñas y olivares] que tú no [has plantado, cisternas excavadas, que tú no 4 has excavado, y
comas y te sacies, [guárdate de alzar tu corazón y de olvidar lo] que yo te ordeno hoy; 5 [pues]
21 Al decir esto Jeremías acerca del hijo de Dios -que iba a venir al mundo--, se encolerizó el es tu vida y tu longevidad. Vacat. [Y se dirigió] Moisés y [dijo a los hijos de Israel: Han pasado
pueblo y exclamó: «Estas son otra vez las palabras pronunciadas por Isaías, hijo de Amós, cuarenta 6 [años desde el] día de nuestra salida de la tierra [de Egipto, y] hoy Dios, nuestro
cuando dice: 'He visto a Dios y al hijo de Dios'. 22 Venga, pues, matémosle, pero no con el Dios, ha hecho salir estas palabras de su boca, 7 [todos sus pre]ceptos] ¿Cómo [llevaré yo solo]
mismo tipo de muerte que aquél, sino lapidémosle con piedras». vuestra carga, [vuestro peso, vuestras disputas? 8 [Cuando haya establecido la alianza y
23 Baruc y Abimelec se apenaron entonces mucho, pues deseaban oír plenamente los misterios prescripto el camino [en el que deberéis] marchar, [escoged para vosotros sabios que] os
que había visto. 24 Pero les dice Jeremías: expliquen 9 [a vosotros y a vuestros hijos todas las palabras de esta Ley. [Guardaos] mucho, por
«Callad y no sigáis llorando, pues ciertamente no van a matarme sin que antes os relate todo vuestra vidas, [de observarlas, para que no] se encienda y os alcance la ira 10 [de vuestro Dios]
cuanto he visto». 25 Entonces les dijo: «Traedme aquí una piedra». 26 Y tras ponerla en pie contra vosotros, cierre los cielos de arriba que hacen caer la lluvia sobre vosotros y [las aguas]
exclamó: «¡Oh luz de los siglos, haz que esta piedra tome mi apariencia hasta que relate a Baruc de debajo de la tierra que] os dan 11 la cosecha. Vacat. Y [continuó hablando] Moisés a los
y Abime1ec todo cuanto he visto!». 27 La piedra entonces por mandato de Dios, tomó la hidos de Israel: Estos son los mandamientos [que Dios] os ordena practicar 12 […]
apariencia de Jeremías; 28 jy ellos lapidaban la piedra, pensando que era Jeremías! 29 Jeremías,
entre tanto, transmitió a Baruc y Abimelec todos los misterios que había visto, después de lo Col. III
cual se situó en medio del pueblo, resuelto a llevar a cabo su ministerio. 30 Enton ces gritó la
piedra, diciendo: «¡Oh estúpidos hijos de Israel, ¿por que me apedreaís, pensando que yo soy 1[Cada siete años dejarás la tierra] en reposo, y el producto del reposo de la tierra te servirá] de
Jeremías? He aquí que Jeremías se encuentra en medio de vosotros!». 31 Y cuando le vieron alimento, a ti, [a tus animales] y a las bestias del] campo. 2 [… Y lo que] quede será para los
corrieron inmediatamente hacia él con muchas piedras, y se completó su ministerio. 32 Baruc y pobres de entre tus hermanos que se encuentran en la tierra. Nadie sembrará su campo], ni
Abimelec fueron y lo enterraron; y tomando la piedra, la colocaron sobre la tumba, tras haber podará [su viña.] 3 [Nadie cosechará su cosecha, ni] recogerá [nada. Guarda] todas las palabras
inscrito en ella lo siguiente: de] esta alianza 4 [practicándolas,] pues […] para hacer […] Y harás la remisión en ese año. 5
[todo acreedor] que [ha prestado algo a] alguien, o [que posee algo de su hermano,] hará la
«Esta es la piedra que vino en auxilio de Jeremías». remisión a su prójimo, pues 6  [Dios,] vuestro [Dios, ha proclamado la remisión. Exigirás
restitución] del extranjero, pero de tu hermano no exigirás restitución, porque en este año 7 [os
QUMRAN - LITERATURA PARA BIBLICA- DICHOS DE MOISES (1Q22) bendecirá Dios, perdonándoos vuestros pecados…] 8 […] en el año […] del mes de 9 […] en
La “Literatura para-bíblica” vuelve a redactar a su manera el texto bíblico, entremezclándolo y ese día  [… Porque] erraron 10 [en el desierto vuestros padres hasta el día decimo del mes [el…
ampliándolo con otras tradiciones muy diversas. Cada una de estas composiciones tiene su en el día décimo del mes] 11 Te abstendrás de todo trabajo.] Y en el día décimo del mes,
punto de partida en determinados textos de la Ley o de los Profetas, pero, a diferencia de la expiarás […] del mes 12 […] tomarán […]
literatura exegética, más que interpretar el texto bíblico lo que hace es expandirlo, ampliarlo con
otros materiales. Col. IV
El origen de cada obra concreta es difícil de precisar. Ciertas composiciones conservan claras 1 en la congregación de los dioses [y en el consejo de los san]tos, y en [… en favor de los hijos
muestras de su origen qumrámico; de otras puede afirmarse sin ninguna duda que nacieron fuera de Is]rael y en favor de la tie[rra] 2  [Y to]marás [la sangre, y la] derramarás en la tierra […] 3
de la comunidad qumrámica. De la gran mayoría de obras representadas, sin embargo, es […] y será perdonado por ellos [… Y habló] Moisés, [diciendo:] Haced […] 4 […] preceptos
imposible precisar el medio ambiente en el que surgieron o el tipo de lectores al que iban eternos para vuestra generaciones […] Y en el día […] 5 […} tomará […] los hijos de Israel
destinadas. […] 6 […] todo lo que […] por todo 7 […] del año […] la persona que […] 8 […] sobre el libro
[…] el sacerdote […] 9 […] impondrá sus ma[nos …] todo esto 10 […] en el año […] estos 11
Dichos de Moisésn1QDichos de Moisés (1Q22) Texto completo […] de los dos … […]
Col. I
1 [Y Dios de dirigió] a Moisés en el año cuarenta de la salida de los hijos de Israel de [la tierra DECLARACION DE JOSE DE ARIMATEA - (apócrifo)
de] Egipto, en el undécimo mes, 2 el día primero del mes, diciendo: [Convoca] a toda la Declaración de José de Arimatea, el que demandó el cuerpo del Señor, que contiene las causas
congregación, sube al [Monte Nebo] y permanece allí, tu 3 y Eleazar, hijo de Aarón. Vacat. de los dos ladrones.
Interpreta [para los jefes de las] familias de los levitas y para todos los sacerdotes, y prescribe a
los hijos de 4 Israel las palabras de la ley que yo [te] ordené en el Monte Sinaí que les I 1.Yo soy José de Arimatea, el que pidió a Pilato el cuerpo del Señor Jesús para sepultarlo, y
prescribieras. [Proclama] en sus oídos todo 5 exactamente, pues lo exigiré de ellos. Toma como que por este motivo se encuentra ahora encadenado y oprimido por los judíos, asesinos y
testigos los cielos y la tierra, pues no amarán 6 lo que yo les he ordenado, a ellos y a sus hijos, refractarios de Dios, quienes, además, teniendo en su poder la ley, fueron causa de tribulación
todos los días que [vivan sobre la tierra. [Pero] yo anuncio 7 que me abandonarán y escogerán
para el mismo Moisés y, después de encolerizar al legislador y de no haber reconocido a Dios, espadas y palos y yo lo pondré en vuestras manos». Y le dieron fuerza para prenderle. Y
crucificaron al Hijo de Dios, cosa que quedó bien de manifiesto a los que conocían la condición mientras iban caminando, díjoles Judas: «Echad mano a aquel a quien yo besare, pues Él es
del Crucificado. Siete días antes de la pasión de Cristo fueron remitidos al gobernador Pilato quien ha robado la Ley y los Profetas». Después se acercó a Jesús y le besó, diciendo: «Salve,
desde Jericó dos ladrones, cuyos cargos eran éstos: Maestro». Era a la sazón la tarde del jueves. Y, una vez preso, lo pusieron en manos de Caifás y
2. El primero, llamado Gestas, solía dar muerte de espada a algunos viandantes, mientras que a de los pontífices, diciéndoles Judas: «Éste es el que ha hurtado la Ley y los Profetas». Y los
otros les dejaba desnudos y colgaba a las mujeres de los tobillos cabeza abajo para cortarles judíos sometieron a Jesús a un injusto interrogatorio, diciendo: «¿Por qué has hecho esto?» Mas
después los pechos; tenía predilección por beber la sangre de los miembros infantiles; nunca Él nada respondió.
conoció a Dios; no obedecía a las leyes y venía ejecutando tales acciones, violento como era, Entonces Nicodemo y yo, José, viendo la cátedra de la pestilencia, nos separamos de ellos, no
desde el principio de su vida. estando dispuestos a perecer juntamente con el consejo de los impíos.
El segundo, por su parte, estaba encartado de la siguiente forma. Se llamaba Dimas; era de III 1.Y, después que aquella noche hicieron otras cosas terribles contra Jesús, la madrugada del
origen galileo y poseía una posada. Atracaba a los ricos, pero a los pobres les favorecía. Aun viernes fueron a entregárselo al gobernador Pilato para crucificarle; y con este fin acudieron
siendo ladrón, se parecía a Tobit [Tobías], pues solía dar sepultura a los muertos. Se dedicaba a todos. Y el gobernador Pilato, después de interrogarle, mandó que fuera crucificado en
saquear a la turba de los judíos; robó los libros de la ley en Jerusalén, dejó desnuda a la hija de compañía de dos ladrones. Y fueron crucificados juntamente con Jesús, a la izquierda Gestas y a
Caifás, que era a la sazón sacerdotisa del santuario, y substrajo incluso el depósito secreto la derecha Dimas.
colocado por Salomón. Tales eran sus fechorías. 2. Y empezó a gritar el de la izquierda, diciendo a Jesús: «Mira cuántas cosas malas he hecho
3. Fue detenido asimismo Jesús la tarde del día 4 antes de la Pascua. Y no había fiesta para sobre la tierra, hasta el punto incluso de que, si yo hubiera sabido que tú eras rey, aun contigo
Caifás ni para la turba de los judíos, sino enorme aflicción, a causa del robo que había efectuado hubiera acabado. ¿Por qué te llamas a ti mismo Hijo de Dios, si no puedes socorrerte en caso de
el ladrón en el santuario. Y, llamando a Judas Iscariote, se pusieron al habla con él. Es de saber necesidad? ¿Cómo, pues, vas a prestar auxilio a otro que te lo pida? Si tú eres el Cristo, baja de
que éste era sobrino de Caifás. No era discípulo sincero de Jesús, sino que había sido la cruz para que pueda creer en ti. Pero, por de pronto, no te considero como hombre, sino como
dolosamente instigado por toda la turba de los judíos para que le siguiera; y esto, no con el fin bestia salvaje que está pereciendo juntamente conmigo». Y comenzó a decir muchas otras cosas
de que se dejara convencer por los portentos que Él obraba, ni para que le reconociese, sino para contra Jesús mientras blasfemaba y hacía rechinar sus dientes contra Él, pues había caído preso
que se lo entregase, con la idea de cogerle alguna mentira. Y por esta gloriosa empresa le daban el ladrón en el lazo del diablo.
regalos y un didracma de oro cada día. Y a la sazón hacía ya dos años que se encontraba en 3. Mas el de la derecha, cuyo nombre era Dimas, viendo la gracia divina de Jesús, gritaba de
compañía de Jesús, como dice uno de los discípulos llamado Juan. este modo: «Te conozco, ¡oh Jesucristo!, y sé que eres Hijo de Dios; te estoy viendo como
4. Y tres días antes de que fuera detenido Jesús, dijo Judas a los judíos: «¡Ea!, pongamos el Cristo adorado por miríadas de ángeles. Perdóname los pecados que he cometido; no hagas venir
pretexto de que no fue el ladrón quien sustrajo los libros de la ley, sino Jesús en persona; yo contra mí los astros en el momento de mi juicio, o la luna cuando vayas a juzgar toda la tierra,
mismo me comprometo a hacer de acusador». Mientras esto se decía, entró en nuestra compañía puesto que de noche realicé mis malos propósitos; no muevas el sol, que ahora se está
Nicodemo, el que tenía a su cargo las llaves del santuario, y se dirigió a todos, diciendo: «No oscureciendo por ti, para que pueda manifestar las maldades de mi corazón; ya sabes que no
llevéis a efecto tal cosa». Es de saber que Nicodemo era más sincero que todos los judíos juntos. puedo ofrecerte presente alguno por la remisión de mis pecados. Ya se me echa encima la
Mas la hija de Caifás, llamada Sara, dijo a voz en grito: «Pues Él ha dicho delante de todos muerte a causa de mis maldades, pero tú tienes poder para expiarlas; líbrame, Señor universal,
contra este lugar santo: Soy capaz de destruir este templo y de levantarlo en tres días». A lo que de tu terrible juicio; no concedas al enemigo poder para engullirme y hacerse heredero de mi
respondieron los judíos: «Te damos todos nuestro voto de confianza», pues la tenían como alma, como lo es de la de ese que está colgado a la izquierda; pues estoy viendo cómo el diablo
profetisa. Y, una vez celebrado el consejo, fue detenido Jesús. recoge su alma, mientras sus carnes desaparecen. No me ordenes tampoco pasar a la porción de
los judíos, pues estoy viendo sumidos en un gran llanto a Moisés y a los profetas, mientras el
II 1.Y al día siguiente, que era miércoles, le llevaron a la hora nona al palacio de Caifás. Y Anás diablo se ríe a costa suya. Antes, pues, ¡oh Señor!, de que mi alma salga, manda que sean
y Caifás le dijeron: «Oye, ¿por qué has robado nuestra Ley y has puesto a pública subasta las borrados mis pecados, y acuérdate de mí, pecador, en tu reino, cuando vayas a juzgar a las doce
promesas de Moisés y de los profetas?» Mas Jesús nada respondió. Y, ante toda la asamblea tribus sobre el trono grande y alto, pues gran tormento has preparado a tu mundo por tu propia
reunida, le dijeron: «¿Por qué pretendes deshacer en un solo momento el santuario que Salomón causa».
levantó en cuarenta y seis años?» Y Jesús no respondió nada a esto. Es de saber que el santuario 4. Y, cuando el ladrón terminó de decir esto, respondióle Jesús: «En verdad, en verdad te digo,
de la sinagoga había sido saqueado por el ladrón. Dimas, que hoy mismo vas a estar conmigo en el paraíso. Mas los hijos del reino, los
2. Mas el miércoles, a la caída de la tarde, la turba se disponía a quemar a la hija de Caifás por descendientes de Abrahán, de Isaac, de Jacob y de Moisés, serán arrojados fuera a las tinieblas
haberse perdido los libros de la Ley, pues no sabían cómo celebrar la Pascua. Pero ella les dijo: exteriores; allí habrá llanto y crujir de dientes. Mas tú serás el único que habites en el paraíso
«Esperad, hijos, que daremos muerte a este Jesús y encontraremos la Ley y la santa fiesta se hasta mi segunda venida, cuando vaya a juzgar a los que no han confesado mi nombre». Y
celebrará con toda solemnidad». Entonces Anás y Caifás dieron ocultamente a Judas Iscariote añadió: «Márchate ahora y di a los querubines y a las potestades, que están blandiendo la espada
una buena cantidad de oro con este encargo: «Di, según nos anunciaste: Yo sé que la Ley ha de fuego y guardan el paraíso del que Adán, el primero de los creados, fue arrojado, después de
sido sustraída por Jesús, para que el delito recaiga sobre él y no sobre esta irreprochable haber vivido allí, por haber prevaricado y no haber guardado mis mandamientos: Ninguno de los
doncella». Y cuando se hubieron puesto de acuerdo sobre el particular, Judas les dijo: «Que no primeros verá el paraíso hasta que venga de nuevo a juzgar a vivos y muertos. Habiéndolo
sepa el pueblo que vosotros me habéis dado instrucciones para hacer esto contra Jesús; soltadle escrito así Jesucristo, el Hijo de Dios, el que descendió de las alturas de los cielos, el que salió
más bien a éste, y yo me encargo de convencer al pueblo de que la cosa es así». Y astutamente inseparablemente del seno del Padre invisible y bajó al mundo para encarnarse y ser crucificado
pusieron en libertad a Jesús. para salvar a Adán, a quien formó, para conocimiento de los escuadrones de arcángeles,
guardianes del paraíso y ministros de mi Padre. Quiero y mando que penetre dentro el que está
3. Así, pues, el jueves al amanecer entró Judas en el santuario y dijo a todo el pueblo: «¿Qué siendo crucificado conmigo, y que reciba por mí la remisión de sus pecados, y que entre en el
queréis darme y yo os entregaré al que hizo desaparecer la Ley y robó los Profetas?» paraíso con cuerpo incorruptible y engalanado, y que habite allí donde nadie jamás puede
Respondieron los judíos: «Si nos lo entregas, te daremos treinta monedas de oro». Mas el pueblo habitar».
no sabía que Judas se refería a Jesús, pues bastantes confesaban que era Hijo de Dios. Judas,
pues, se quedó con las treinta monedas de oro. Y he aquí que, cuando hubo dicho esto, Jesús entregó su espíritu. Tenía esto lugar el viernes a la
hora de nona. Mientras tanto, las tinieblas cubrían la tierra entera y, habiendo sobrevenido un
4. Y, habiendo salido a la hora cuarta y a la hora quinta, encontró a Jesús paseando en el atrio. gran terremoto, se derrumbó el santuario y el pináculo del templo.
Y, echándose ya encima la tarde, dijo a los judíos: «Dadme una escolta de soldados armados de
IV 1.Entonces yo, José, demandé el cuerpo de Jesús y lo puse en un sepulcro nuevo, sin La actividad exegética de la comunidad aflora, de una forma o de otra, en todos los escritos
estrenar. Mas el cadáver del que estaba a la derecha no pudo ser hallado, mientras que el de la conservados. La exegesis constituye la base de los textos halákicos; la interpretación de
izquierda tenía un aspecto parecido al de un dragón. determinados textos bíblicos puntúa el desarrollo de las Reglas, tanto de las secciones
Y, por el hecho de haber pedido el cuerpo de Jesús para darle sepultura, los judíos, dejándose legislativas como de las secciones más teológicas.
llevar de un arranque de cólera, me metieron en la cárcel donde solía retenerse a los Se han seleccionado una serie de composiciones de carácter muy diverso, pero exponente todas
malhechores. Me ocurría esto a mí la tarde del sábado en que nuestra nación estaba ellas del esfuerzo exegético de la comunidad.
prevaricando. Y mira por cuánto esta misma nación sufrió el sábado tribulaciones terribles. Tal vez los textos más característicos de la exegesis qumrámica sean los pesharim (pesher =
2. Y precisamente la tarde del primer día de la semana, a la hora quinta, cuando yo me interpretación).
encontraba en la cárcel, vino hacia mí Jesús acompañado del que había sido crucificado a su La sustancia de esta exegesis consiste en revelar el verdadero significado del texto bíblico,
derecha, a quien había enviado al paraíso. Y había una gran luz en el recinto. De pronto la casa aplicándolo a la situación presente de la comunidad al final de los tiempos.
quedó suspensa de sus cuatro ángulos, el espacio interior quedó libre y yo pude salir. Entonces
reconocí a Jesús en primer lugar y luego al ladrón, que traía una carta para Jesús. Y, mientras
íbamos camino de Galilea, brilló una luz tal, que no podía soportarla la creación; el ladrón, a su CONSOLACIONES
vez, exhalaba un gran perfume procedente del paraíso. Frag. 1-2 col. I
3. Luego sentóse Jesús en un lugar y leyó así: «Los querubines y los exaptérigos, que recibimos 1 Obra tu maravilla, haz justicia con tu pueblo y … […] 2 tu templo. Disputa con los reinos
de tu divinidad la orden de guardar el jardin del paraíso, hacemos saber esto por medio del sobre la sangre de […] 3 Jerusalén. Mira los cadáveres de tus sacerdotes […] 4 no hay quien los
ladrón que fue crucificado juntamente contigo por disposición tuya: Al ver en éste la señal de entierre. Y del libro de Isaías: Palabras de consuelo. [(Is. 40,1-5) ¡Consolad, consolad a mi
los clavos y el resplandor de las letras de tu divinidad, el fuego se extinguió, no pudiendo pueblo,] 5 dice vuestro Dios; hablad al corazón de Jerusalén y gri[tadle que su servicio queda
aguantar la flamígera señal, y nosotros, sobrecogidos por un gran temor, quedamos cumplido,] que 6 está perdonada su culpa, que ha recibido de la mano de **** el doble por
amedrentados; pues oímos al autor del cielo y de la tierra y de la creación entera que bajaba todos sus pecados. Una voz clama: 7 en el desierto despejad el camino de **** , enderezad en la
desde la altura hasta las partes más bajas de la tierra a causa del primero de los creados, Adán. estepa una calzada para nuestro Dios. Todo valle sea alzado, 8 y toda montaña y colina sean
Pues, al ver la cruz inmaculada que fulguraba por medio del ladrón y que hacía reverberar un rebajadas; que lo quebrado se convierta en llano y los cerros envega. 9 Y se revelará la] gloria
resplandor siete veces mayor que el del sol, se apoderó de nosotros, presa de la agitación de los de **** . (Is. 48,1-9) Pero tú Israel, eres mi siervo, Jacob, a quien elegí, 10 semilla de Abrahán,
infiernos, un gran temblor. Y, haciendo coro con nosotros los ministros del infierno, dijimos a mi amado, a quien tomé [de los confines de la tierra, y a quien llamé de remotas regiones; 11 y
grandes voces: Santo, Santo, Santo es el que impera en las alturas. Y las potestades dejaban te [dije:] ¡Tú eres mi servo, te elegí y no te he rechazado!
escapar este grito: Señor, te has manifestado en el cielo y sobre la tierra, dando la alegría de los
siglos, después de haber salvado de la muerte a la misma criatura». Frag. 1-2 Col. II
1 [**** que es] fiel, el santo de Israel, y te ha escogido. (Is. 49,13-17) ¡Escuchad, cielos,
V 1.Mientras iba yo contemplando esto, camino de Galilea, en compañía de Jesús y del ladrón, regocíjate, tierra;] 2 romped en aclamaciones, montañas! Porque ha consolado Dios [a su
Aquél se transfiguró, y no era lo mismo que al principio, antes de ser crucificado, sino que era pueblo, y tiene misericordia de sus pobres. Pero Sión ha dicho:] 3 Me ha abandonado **** [y mi
luz por completo. Y los ángeles le servían continuamente, y Jesús mantenía conversación con Señor me ha olvidado. ¿Se olvida acaso una mujer de su niño de pecho, deja de compadecerse
ellos. Y pasé tres días a su lado, sin que ninguno de sus discípulos le acompañara, sino sólo el del fruto de su vientre?] 4 ¡Aunque ella se olvidara, [yo no te olvidaré! Mira, te he grabado en
ladrón. las palmas de la mano,] 5 tus murallas [están siembre ante mí. Se apresuran tus reconstructores,
2. Mediada la fiesta de los Ázimos, vino su discípulo Juan, y todavía no habíamos visto al tus demoledores y tus devastadores] 6 se alejan de ti. […]
ladrón ni sabíamos qué había sido de él. Juan entonces preguntó a Jesús: «¿Quién es éste, pues
no me has permitido ser visto por él?». Mas Jesús no le respondió nada. Entonces él se echó a Frag. 9-11
sus pies y le dijo: «Señor, sé que desde el principio me amaste; ¿por qué no me haces ver a aquel
1 … […] … Vacat. 2 [(Is. 52,1-3) ¡Despierta, despierta, vístete de tu fuerza,] Sión; vístete tus
hombre?» Díjole Jesús: «¿Por qué vas en busca de lo arcano? ¿eres obtuso de inteligencia? ¿No vestidos de gala, Jerusalén, ciudad santa, pues 3 [no volverá más a entrar a ti incircunciso ni
percibes el perfume del paraíso que ha inundado el lugar? ¿No te das cuenta de quién era? El
impuro! ¡Sacúdete el polvo, alza]te, siéntate, Jerusalén, desata 4 [las ataduras de tu cuello,]
ladrón colgado de la cruz ha venido a ser heredero del paraíso; en verdad, en verdad te digo que cautiva, [hija de Sión! Pues así] dice [**** : Por nada habéis sido vendidos, y sin] dinero seréis
de él sólo es hasta que llegue el gran día». Y Juan dijo: «Hazme digno de verle».
rescatados. 5 [Vacat?] (Is. 54,4-10) No temas, [pues] no [] serás avergonzada, no te sonrojes,
3. Y, mientras Juan estaba aún hablando, apareció de repente el ladrón. Aquél entonces, atónito, pues] n serás deshonrada. Porque el oprobio de 6 [tu soltería lo olvidarás, y la afrenta de tu
cayó al suelo. El ladrón no conservaba la misma figura que tenía antes de venir Juan, sino que viudez no [la recordarás más. Pues tu marido será tu hacedor, **** 7 [Seba´or] es su nombre, tu
era como un rey majestuoso en extremo, engalanado como estaba con la cruz. Y se dejó oír una redentor será el santo de Is[rael, el que] es llamado [Dios de toda la tie]rra. Porque como mujer
voz, emitida por una gran muchedumbre, que decía así: «Has llegado al lugar del paraíso que te abandonada 8 [y afligida de] espíritu te ha llamado **** ; y la esposa de la juventud, ¿puede ser
estaba preparado; nosotros hemos sido designados por el que te envió para servirte hasta que repudiada?, dice **** tu Dios. 9 [Un momento] pequeño te abandoné, pero con gran
venga el gran día». Y, al producirse esta voz, quedamos invisibles el ladrón y yo. Yo entonces misericordia te recogeré. En un rapto de cólera [oculté mi rostro] 10 [un momento] de ti, pero
me encontré en mi propia casa y ya no vi a Jesús. con piedad eterna me compadeceré de ti, dice tu redentor **** . Como en días de Noé será esto
4. Y habiendo sido testigo ocular de estas cosas, las he dejado escritas para que todos crean en para mí; como 11 [juré] que las aguas de Noé no inundarán la tierra, así he jurado no airarme
Jesucristo crucificado, nuestro Señor, y no sirvan ya a la ley de Moisés, sino que den crédito a contra ti de nuevo ni amenazarte. 12 [Aunque las montañas se muevan y las colinas vacilen, mi
los prodigios y portentos obrados por Él, de manera que, creyendo, sean herederos de la vida piedad no se moverá de ti […] 13 […] Vacat. Desespera (?) hasta las palabras de consuelo y de
eterna y podamos encontrarnos todos en el reino de los cielos; porque a Él le conviene gloria, gran gloria. Está escrito en […] 14 […] entre los que aman […] no más desde el tiempo de […]
fuerza, alabanza y majestad por los siglos de los siglos. Amén. Vacat. 15 [Belial para oprimir a sus siervos con […] 16 […] se alegrará […] alzaré a la que yace
[…] 17 […] … […]
QUMRAN  LITERATURA EXEGETICA
Consolaciones Frag. 16+17+18+22+23+53
1 y […] Vacat. Y cuánto más en el templo […] la propiedad de su mano, pues no justifica [el 23. no lancé el fuego contra vosotros a cambio de vuestras blasfemias, sino, enviando madera en
hombre] 2 ante [él.] Porque él creó todo [espíritu de las generaciones eternas, [y estableció con] el agua, he hecho con ella un río de agua dulce(14).
su precepto todos los caminos. La tierra 3 la creó [con su diestra antes de que fuera, y 24. ¿Qué te haré, Jacob? ¡No has querido obedecerme, Judá! Me dirigiré a otras naciones, les
continuamente gobier]na sobre todo lo que [hay en ella. Y en su] misterio hace caer el lote al daré mi nombre para que guarden mis leyes.
hombre para dar […] 4 […] con el ángel de […] santo, y para dar la recompensa del hombre 25. Ya que me habéis abandonado, os abandonaré; cuando me pidáis misericordia, no tendré
ante 5 […] ocho […] sobre los que le aman y sobre los que observan sus preceptos.] 6 […] se piedad de vosotros.
nos manifestó desde … […] olvida su alianza. Vacat. Y a […] 7 […] la Ley […] cambia para
ser […] 8 […] la Ley […] completándolos. […] 26. Cuando me invoquéis, no os concederé(15), habéis manchado con sangre vuestras manos, y
vuestros pies no han sido lentos mientras corrían a cometer asesinatos(16).
27. No me habéis abandonado a mí sino a vosotros (mismos), dijo el Señor.
IV ESDRAS - APOCALIPSIS DE ESDRAS - (apócrifo pseudoepigráfico)
28. Palabras del Todopoderoso: ¿No os he rogado, como un padre a sus hijos, una madre a su
Apocalipsis de Esdras (IV Esdras) hija, una nodriza a sus niños de pecho,
29. que seáis mi pueblo, mientras que yo sería vuestro padre?
CAPÍTULO I 30. Os he reunido como una gallina reúne a sus polluelos bajo sus alas(17). ¿Qué os haré ahora?
1. Segundo libro del profeta Esdras, hijo de Sario(1), de Azareo, hijo de Elquías, hijo de Salamo, Os echaré de mi faz.
hijo de Sador, hijo de Acitob. 31. Cuando me presentéis ofrendas, desviaré mi faz de vosotros, rechazaré vuestros días de
2. Hijo de Aquías, hijo de Fineo, hijo de Helí, hijo de Amerás, hijo de Azicus, hijo de Marimot, fiesta, neomenias y circuncisiones carnales(18).
hijo de Arna, hijo de Ozías, hijo de Borit, hijo de Abiseo, hijo de Fineo, hijo de Eleazar. 32. Os he enviado a mis servidores, los profetas; los habéis cogido, los habéis estrangulado,
3. Hijo de Arón, de la tribu de Leví, que estuvo cautivo en el país de los Medos, bajo el reinado habéis destrozado sus cuerpos, os reclamaré su sangre, dijo el Señor(19).
de Artajerjes, rey de los Persas. 33. Palabras del Todopoderoso: Vuestra morada está desierta. Os empujaré como el viento
4. El Señor me dirigió la palabra con estos términos. empuja a la paja.
5. Ve y anuncia a mi pueblo sus fechorías, las faltas que ha cometido contra mí, para que las 34. Vuestros hijos no engendrarán, porque han desatendido con vosotros mis mandamientos y
anuncien a los hijos de sus hijos. han hecho el mal delante de mí.
6. Los pecados de sus padres se han acrecentado en ellos; me han olvidado y han sacrificado a 35. Entregaré vuestras moradas a un pueblo extranjero que cree en mí sin haberme oído, al que
dioses extranjeros. no he mostrado estos signos y que hará lo que le prescribo.
7. ¿No los saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud? Pero ellos mismos me han 36. No habrá visto a los Profetas, pero se acordará de su antigüedad.
irritado y han despreciado mis avisos. 37. Doy testimonio de la gracia de este pueblo extranjero cuyos nietos se llenarán de alegría; sin
8. Arranca los cabellos(2) de tu cabeza, arrójales todos los males a ellos; porque no me han haberme visto con los ojos de la carne, creerán en espíritu lo que yo he dicho.
escuchado: es un pueblo rebelde. 38. Ahora, padre, mira con gloria y contempla a este pueblo que viene de Oriente(20).
9. ¿Hasta cuándo los sostendré, yo que les he colmado con tantos beneficios? 39. Le daré a Abraham como jefe, a Isaac, Jacob, Oseas, Amós, Miqueas, Joel, Abdías, Jonás,
10. Por su causa he derribado a muchos reyes; he golpeado a Faraón con sus servidores y todo 40. Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías, Malaquías, llamado también el ángel del Señor.
su ejército(3).
11. He destruido todas las naciones(4) ante su faz; en Oriente he dispersado el pueblo de dos
provincias, Tiro y Sidón, y he exterminado a todos sus adversarios. Notas
12. Háblales y diles: He aquí lo que dice el Señor. (1)Esta genealogía coincide, a grandes rasgos, con la que aparece en I Esdras VII: 1 a 5.
13. Os he hecho atravesar el mar(5); os he mostrado fortalezas; os he dado por jefe a Moisés y (2)Arrancarse los cabellos era una antigua costumbre judía para manifestar dolor y rabia. Ver I
por sacerdote a Arón. Esdras IX: 3 y III Esdras VII: 72.
14. Os he proporcionado luz con una columna de fuego(6); he hecho grandes milagros en (3)Ver Éxodo XIV: 17 a 31.
vosotros: me habéis olvidado, dijo el Señor. (4)Ver Éxodo XVII: 8 a 13, Números XXI: 3 y XXI: 7 y ss., y Deuteronomio III: 6 y ss.
15. Palabras del Todopoderoso: La codorniz ha sido un signo para vosotros; os he dado campos (5)Ver Éxodo XIV: 21.
para protegeros(7), y allí habéis murmurado. (6)Ver Éxodo XIV: 19 y 20 y Éxodo XV: 29 y ss.
16. No es en mi nombre que habéis triunfado en la pérdida de vuestros enemigos, pero entonces (7)Ver Éxodo XVI: 13.
habéis murmurado. (8)Ver Éxodo XVI: 3 y ss.
17. ¿Dónde están los beneficios que de mí habéis recibido? ¿Acaso no gritabais hacia mí cuando (9)Ver Éxodo XVI: 13 y ss.
teníais hambre y sed en el desierto, diciendo: (10)Encontramos también esta curiosa expresión en el Salmo LXXVIII: 25 y en el Libro de la
18. ¿Por qué nos has traído a este desierto(8) para hacernos perecer? Más nos habría valido ser Sabiduría XVI: 20. Se trataba de un alimento que adquiría el sabor que deseaba darle aquél que
esclavos de los egipcios que morir en esta soledad. lo comía.
19. Tuve piedad de vuestros gemidos; os di maná(9) como alimento: habéis comido el pan de los (11)Ver Éxodo VII: 5 y 6; Números XX: 8 a 11; Salmo LXXVIII: 15; Sabiduría XI: 4 y I
ángeles(10). Corintios X: 4.
20. Cuando teníais sed, ¿acaso no he hendido la piedra? ¿No han manado las aguas hasta la (12)Aunque estos pueblos no fueran totalmente vencidos, su territorio fue repartido entre los
saciedad(11)? Os he protegido con hojas de los árboles contra el calor. israelitas. Ver Josué XIII: 2.
21. Os he repartido tierras fértiles, ante vuestra faz he abatido a los cananeos, los fereteos y los (13)Ver Isaías V: 4.
filisteos(12). ¿Qué haré aún por vosotros(13) ? dijo el Señor. (14)Ver Éxodo XV: 25.
22. Palabras del Todopoderoso: Cuando estabais en el desierto, cerca del río de la amargura,
(15)Ver Isaías I: 15.
alternados y maldiciendo mi nombre,
(16)Ver Salmos XIV: 3. 26. Ninguno de los servidores que te he dado perecerá(7) : los buscaré entre los tuyos.
(17)Este pasaje, seguramente copiado de Mateo XXIII: 37, fue utilizado por algunos estudiosos 27. No te dejes abatir; cuando llegue el día de la opresión y de la angustia, los otros llorarán y
para argumentar que el autor del IV Esdras era cristiano, argumento fácilmente rebatible pues se estarán tristes; tú, estarás alegre y en la abundancia.
basa únicamente en una de las versiones existentes de este apócrifo. 28. Las naciones estarán celosas y nada podrán contra ti, dijo el Señor.
(18)Ver Isaías I: 11. 29. Mis manos te protegerán no sea que tus hijos vean la gehena.
(19)Ver Mateo XXIII: 37 y ss. y Lucas XIII: 34 y 35. 30. Distráete con tus hijos, madre, pues te liberaré, dijo el Señor.
(20)Ver Mateo VIII: 11. 31. Acuérdate de tus hijos dormidos, pues los sacaré de los escondites de la tierra; les haré
misericordia pues soy clemente, dijo el Señor todopoderoso.
CAPÍTULO II 32. Abraza a tus hijos hasta que llegue; anúnciales mi misericordia.
1. He aquí lo que dice el Señor: He sacado a este pueblo de la servidumbre; le he enviado mis 33. Yo, Esdras, he recibido de mi Señor en el monte Choreb(8) la orden de ir hacia estos
mandamientos a través de mis servidores, los profetas; no ha querido escucharlos, ha vuelto israelitas: cuando fui a ellos, me han rechazado y han rechazado lo que el Señor les enviaba.
inútiles mis proyectos. 34. Por esto os lo digo, naciones que oís y que comprendéis; esperad a vuestro pastor; os dará el
2. La madre que los ha engendrado les ha dicho: Id, hijos míos, pues soy viuda y estoy reposo eterno; aquel que tiene que venir al final del siglo está próximo.
abandonada(1). 35. Estad preparados para recibir la recompensa de su reino, pues una luz perpetua brillará para
3. Os he educado con alegría y os he perdido con tristeza y aflicción, pues habéis pecado ante el vosotros en la eternidad de los tiempos(9).
Señor Dios y habéis hecho el mal delante de mí. 36. Huid de la sombra de este siglo, recibid la alegría de vuestra gloria(10); doy testimonio
4. ¿Qué haré ahora por vosotros? Soy viuda y estoy abandonada; id, hijos míos, y pedidle al abiertamente de mi Salvador.
Señor su misericordia. 37. Recibid el don del Señor y alegraos dando gracias a aquel que os ha llamado a un reino
5. Y tú, oh Padre, te invoco como testigo contra la madre de los hijos que no han querido celeste.
conservar mi alianza. 38. Levantaos, erguíos y ved el número de aquellos que están marcados para el banquete del
6. Para que sean entregados a la confusión, su madre sea raptada y no tengan posteridad. Señor(11).
7. Que sean dispersados entre las naciones, que su nombre sea borrado de la faz de la tierra, ya 39. Aquellos que se han salido de la sombra de los siglos, recibirán del Señor espléndidas
que han despreciado mi alianza. túnicas(12).
8. ¡Ay de ti, Asur, que escondes en tu casa a los malvados, raza mala, recuerda lo que hice a 40. Sión, recibe todos tus bienes, encierra a tus hijos vestidos de blanco que ha cumplido la ley
Sodoma y Gomorra(2)! del Señor.
9. Su país yace bajo pedazos de pez y montones de cenizas; he aquí como trataré a aquellos que 41. El número de tus hijos que deseabas está completo; ruega al Señor que santifique a tu pueblo
no me han escuchado, dijo el Señor todopoderoso. que ha sido llamado desde el origen.
10. He aquí lo que el Señor dijo a Esdras: Anuncia a mi pueblo que le concederé el reino de 42. Yo, Esdras, vi en la montaña de Sión una gran muchedumbre que no pude contar, y todos
Jerusalén que tenía que dar a Israel. alababan al Señor con sus cánticos(13).
11. Tomo sobre mí su gloria, y les daré las tiendas eternas que para ellos había preparado(3). 43. En medio de ellos había un joven de gran estatura, mayor que todos, que colocaba
12. El árbol de la vida(4) les dará su perfume; no experimentarán ni fatigas ni penalidades. coronas(14) en las cabezas de cada uno de ellos y se elevaba aún más; yo estaba sobrecogido por
13. Pedid y se os dará(5); rogad que se disminuya el número de días; el reino ya está preparado esta maravilla
para vosotros que veláis. 44. Entonces interrogué al ángel y le dije: ¿Quiénes son éstos, Señor?
14. Atestigua, atestigua el cielo y la tierra, he dejado todo el mal y he creado el bien, pues soy el 45. Este me respondió: Son aquellos que han depositado las vestiduras mortales y que han
Viviente, dijo el Señor. recibido las vestiduras inmortales: que han confesado el nombre de Dios; ahora, están coronados
15. Madre, abraza a tus hijos: edúcalos con alegría como las palomas, haz firmes sus pies, pues y reciben palmas(15).
yo te he elegido, dijo el Señor. 46. Proseguí: ¿Quién es este hombre que los corona y les da palmas en sus manos?
16. Resucitaré a los muertos de donde están; los haré salir de sus monumentos, pues he 47. Él (ángel) me respondió: Es el hijo de Dios al que han confesado en el siglo. Entonces
reconocido mi nombre en ellos. comencé a glorificar a aquellos que habían aguantado animosamente por el nombre del Señor.
17. No temas, madre de los hijos, pues yo te he elegido, dijo el Señor. 48. Entonces el ángel me dijo: Ve, anuncia a mi pueblo las grandes maravillas del Señor Dios
18. Enviaré a mis servidores Isaías y Jeremías para que te ayuden, bajo cuyo consejo he que has visto.
santificado y preparado para ti doce árboles cargados de frutos diversos.
19. E igual número de fuentes que dejan manar agua y miel, y siete montañas inmensas, Notas
cubiertas de rosas y de lirios, donde llenaré de alegría a tus hijos. (1)Una de las interpretaciones que se han dado a este versículo es que la viuda es  la
20. Rinde justicia a la viuda: juzga al pupilo, da al pobre, protege al huérfano, viste a aquel que Sinagoga abandonada por Dios.
está desnudo. (2)Ver Génesis, XIX: 24 y ss.
21. Cura a aquel que está roto y débil: no te rías del cojo, protege al manco y guía al ciego hacia (3)Ver II Corintios, cap. 15.
la visión de mi luz. (4)El árbol de la vida como premio para los justos es una constante en toda la literatura
22. Protege en tus muros al anciano y al joven. apocalíptica. Ver Apocalipsis II: 7 y Libro de Henoc XXV: 4 y ss.
23. Cuando encuentres muertos, confíalos al sepulcro sellándolo y te daré el primer lugar en mi (5)Ver Juan XVI: 24 y Mateo VII: 7 y ss.
resurrección (6). (6)Era habitual, entre los judíos, sellar y hacer un muro delante de las cavernas donde enterraban
24. Estate calmado y tranquilo, pueblo mío, pues tu reposo vendrá. a sus muertos, para que estos no estuvieran expuestos a la profanación.
25. Buena nodriza, alimenta a tus hijos, has firmes sus pies. (7)Ver Juan XVII: 12.
(8)Se trata, sin dudad, del monte Horeb, confundiéndose aquí Esdras con Moisés. En el capítulo 23. Los días pasaron, los años se consumaron y suscitaste para ti un servidor llamado David
XIV se vuelve a ver que Esdras cumple un papel parecido al de Moisés. (Dâouit)(12).
(9)Ver Mateo IV: 6. 24. Le dijiste que construyera una ciudad en tu nombre y que ofreciera sacrificios en ella.
(10)El Introito de la misa del martes de Pentecostés está compuesto de estas palabras y de las del 25. Pasaron muchos días y muchos años; aquellos que habitaban en este país hicieron el mal.
versículo siguiente. 26. Del mismo modo que había actuado Adán y sus descendientes, no había nadie que practicase
(11)Ver Apocalipsis VII: 4 y ss. el bien, pues poseían un corazón malo.
(12)Ver Apocalipsis VII: 9. 27. Entregaste la ciudad en manos de tus enemigos.
(13)Ver Apocalipsis VII: 9 a 11. 28. En aquel día, me dije a mí mismo: ¿Acaso aquellos que viven en Babilonia obran mejor,
(14)Ver Apocalipsis IV: 4 y VII: 13. para apoderarse de la ciudad de Sión?(j)
(15)Ver Apocalipsis VII: 9, 13 y 14. 29. Luego, cuando vine aquí, vi pecados innumerables; mi alma ha visto muchos impíos desde
hace treinta años, y mi espíritu lo ha encontrado sorprendente.
CAPÍTULO III(a) 30. Que soportes ante mí a los pecadores, que evites a los malvados, después de haber rechazado
a tu pueblo y protegido a tus enemigos.
1. El trigésimo año después de la caída de nuestra ciudad, me encontraba en Babilonia
(Bâbilon), yo, Soutâèl, llamado Esdras (Ezrâ), y fui conmovido(b). Estaba sobre mi lecho, con 31. No has indicado a nadie cómo acabaría esta conducta. ¿Acaso Babilonia ha obrado mejor
la cara descubierta (c), y los pensamientos venían a mi espíritu(1). que Sión?
2. Pues había visto la ruina de Sion(2) (Sëyon) y la alegría de los habitantes de Babilonia. 32. ¿O te ha conocido otro pueblo además de Israel? ¿Qué pueblo ha creído en tu ley como
Jacob?
3. Mi espíritu fue fuertemente conmovido y comencé a dirigir al Altísimo terribles palabras.
33. Su recompensa no ha aparecido; su pena no ha tenido frutos. He recorrido las naciones y las
4. Señor mío, Dios mío, le dije: ¿Acaso no hablaste antaño, cuando creaste la tierra, tú solo, he encontrado en la alegría, no mencionando ni tu ley(k) ni tus mandamientos.
cuando diste órdenes a la arcilla?
34. Pesa hoy en la balanza nuestros pecados y los de los habitantes del mundo, de modo de
5. Y ésta produjo a Adán(3) en un cuerpo mortal(d); era aún la obra de tus manos; cuando encontrar la más pequeña cantidad que haga mover la cruz de la balanza.
insuflaste sobre él el soplo vital, y que estuvo vivo ante ti.
35. ¿Cuándo no han pecado contra ti aquellos que viven en el mundo? ¿Qué pueblo ha guardado
6. Lo introdujiste en el jardín que tu mano había plantado antes de que la tierra subsistiera. así tus mandamientos(13)?
7. Le diste una orden justa(e) a la que desobedeció(4). Entonces creaste la muerte contra él y sus 36. [Encontrarás, entre los nombres, hombres que han observado tus prescripciones](l), pero no
descendientes. De él salieron pueblos, tribus, familias y naciones innumerables(5). encontrarás pueblos.
8. Todos estos pueblos caminaron cada uno según su voluntad; pecaron ante ti(f) sin que tú se lo
impidieras.
9. Luego, en el tiempo fijado, enviaste el diluvio contra la tierra y contra los habitantes del
mundo, y los aniquilaste. Notas
10. El castigo fue el mismo para todos; del mismo modo que habías enviado la muerte contra (1)La cara descubierta podría simbolizar el espeso velo de la ignorancia que recubre al hombre
Adán, así enviaste el diluvio contra éstos(6). después de la caída; el hecho de que Esdras esté aquí “con la cara descubierta” indica que el
velo ha sido rasgado y, por lo tanto, puede entrar en contacto con el Señor. Ver II Corintios III:
11. Dejaste vivir a uno de ellos llamado Noé(7) (Nokh) con su familia, y de él vienen todos los 14 al 18 y, sobre todo I Corintios XI: 7: “El varón no debe cubrirse la cabeza, porque es imagen
justos. y gloria de Dios.”
12. Cuando aquellos que vivían sobre la tierra hubieron empezado a crecer y a multiplicarse, (2)Ver II Samuel V: 7.
cuando su posteridad se hizo numerosa, cuando pueblos y naciones salieron de ellos, empezaron
a pecar de nuevo, más que sus predecesores. (3)Ver Génesis II: 7.
13. Como cometían el mal ante ti, escogiste a uno de ellos llamado Abraham (Abrëham)(8). (4)Ver Génesis III: 5.
14. Le amaste y le hiciste ver a él solo el final de los tiempos cuando juntos estabais solos en la (5)Ver Génesis V: 1 a 32.
noche(9). (6)Ver Génesis VII: 17.
15. Concluiste con él una alianza eterna (prometiendo) que nunca abandonarías a su posteridad: (7)Ver Génesis VI: 9-10 y Génesis VIII: 1 y ss.
[le diste a Isaac, y diste a Isaac, Jacob y Esaú. (8)Ver Génesis XII: 1 y ss.
16. Escogiste a Jacob; apartaste a Esaú; Jacob fue padre de una gran multitud (10). (9)Ver Génesis XV: 17.
17. Llevaste](g) a aquellos que salieron de Egipto (Gëbs) y los condujiste al monte Sinaí (Sinä) (10)Ver Génesis XXVII: 27 y ss., y Génesis XXIX: 32 y ss.
(11). (11)Ver Éxodo XII: 37 y ss.
18. Abajaste los cielos, sacudiste la tierra, conmoviste al mundo, hiciste temblar al abismo, (12)Ver II Samuel III: 18 y Salmo LXXVII: 30.
levantaste el mar(h). (13)Ver II Reyes XV: 17 a 19.
19. Tu gloria pasó por cuatros puertas(i): la del fuego, la de los terremotos; la del viento, la del (a)Esta edición incluye la traducción de los capítulos 1 y 2 añadidos en la versión latina.
granizo, cuando diste la ley a los hijos de Jacob y las prescripciones al pueblo de Israel.
(b)Versión árabe-1: “Azra, llamado Châlâthyâl”. Versión árabe-2: “El 30º año de la
20. No les quitaste el corazón malo, a fin de que la ley trajera frutos en ellos. construcción de la ciudad de Babel, yo, El Azir, hijo de Sâlâtyal, estaba recostado en mi lecho .”
21. Pues el primer Adán poseía un corazón malo y fue vencido; no sólo él, sino también por Versión siríaca: “Yo Salathiel, que soy Esdras.” Versión latina: “Yo Salathiel, el mismo que
todos aquellos que nacieron de él. Esdras.”
22. Entonces esta debilidad permaneció, así como tu ley, en el corazón de los pueblos junto a la (c)Esta frase falta en otras versiones, excepto en la árabe-1.
mala raíz; el bien desapareció y el mal permaneció.
(d)Versión árabe-1: “Tomaste de la tierra un cuerpo sin movimiento.” Versión árabe-2: 23. No he querido interrogarte sobre las vías superiores sino sobre lo que nos ocurre cada día,
“Creaste a Adán con tus manos sagradas como un cuerpo muerto.” pues Israel ha sido entregado en oprobio a las naciones, y el pueblo al que amas, a los pueblos
(e)El adjetivo justa falta en las versiones latina, siríaca y árabe. de pecadores; la ley de nuestros padres ha sido rechazada y ya no existe alianza escrita.
(f)Versión latina: “Despreciaban tus recomendaciones”. 24. Pasamos por este mundo como saltamontes(3); nuestra vida es semejante al humo(4) y no
(g)El pasaje que está entre corchetes falta en la versión etíope, pero aparece en todas la otras. merecemos que se tenga piedad por nosotros.
(h)Versiones latina, siríaca y árabe-1: “(Tú) alteraste el siglo.” 25. ¿Pero qué hará por su santo(k) nombre que está invocado sobre nosotros? Es a propósito de
esto que te he interrogado.
(i)Versión árabe-2: “Cuatro animales”. Se trata muy probablemente de una confusión del
traductor o de algún copista. 26. Me respondió: Si existe, verás; si vives, sabrás(l); cada cosa en su debido tiempo(ll)(5)  , pues
el siglo se apresura en pasar.
(j)Versión latina: “Y a causa de esto, se ha apoderado de Sión”. Versión siríaca: “y por ello has
abandonado a Sión”. Versión árabe-1: “(Él) ha abandonado a Sión”. 27. En efecto, no puede traer la esperanza de los justos, pues este siglo está lleno de dolor y de
debilidad.
(k) Estas palabras faltan en todas las otras versiones.
28. El mal sobre el que me has interrogado ha sido sembrado, pero la cosecha no ha venido aún.
(l)El pasaje que está entre corchetes falta en la versión etíope, pero aparece en todas las otras.
29. Mientras que aquello que ha sido sembrado no haya sido cosechado, mientras que el lugar
que ha recibido la simiente del mal no haya desaparecido, [el campo donde el bien está
CAPÍTULO IV sembrado no aparecerá](m).
1. El ángel que había sido enviado hacia mí y que se llamaba Uriel (1) ( Ourëel)(a) me 30. Pues el grano de la simiente del mal fue sembrado en el principio en el corazón de Adán; el
respondió: fruto del pecado ha sido producido hasta que llegue el momento de su cosecha.
2. ¿No estaría extrañado tu espíritu de poseer el designio de la majestad del Altísimo(b)? 31. Piensa, tú mismo, si un grano de la simiente del mal ha producido tanto fruto del pecado.
3. Seguramente, Señor, le dije. Prosiguió: He sido enviado para mostrarte tres caminos y 32. ¡Cuántos frutos innumerables habría producido una simiente del bien si hubiera sido
proponerte tres parábolas. sembrada(6)!
4. Si me explicas una de ellas, te revelaré la vía que deseas conocer, y te enseñaré por qué este 33. Tomé la palabra y le dije: ¿Cuándo, pues, en qué época llegará esto?, pues nuestros días son
corazón es malo. pocos numerosos y malos.
5. Habla, Señor –le dije. Él respondió: Ve a pesar el fuego con una balanza; a medir el viento 34. Me respondió: No te corresponde a ti apresurarte más que el Altísimo: te precipitas a causa
con una medida, o si no, vuelve a llamar hacia mí el día que ya ha pasado. de él; el Altísimo se precipita a causa de un gran número.
6. Le repliqué: ¿Quién, entre aquellos que han nacido, podría hacerlo, para que me interrogues a 35. Las almas de los justos en sus moradas han preguntado a propósito de esto y han dicho:
propósito de ello? ¿Hasta cuándo estaremos aquí? ¿Cuándo vendrá la cosecha de nuestras recompensas?
7. Me dijo: Si te preguntara, ¿cuántas moradas(c) hay? ¿Cuántos manantiales(d) en la superficie 36. El ángel Iyârumial (n) (Jeremiel) les respondió: Cuando el número de aquellos que son como
del abismo? o ¿cuántas carreteras encima del cielo? o ¿cuál es el camino del infierno (siol) o el vosotros esté completo.
del paraíso? 37. Pues el siglo será pesado en la balanza; ha medido el mar(ñ) con una medida; no se
8. Tú me responderías: No he descendido al abismo; nunca descendí al infierno; nunca subí al callará(o) y no despertará hasta que la medida que le ha sido acordada sea llenada.
cielo. 38. Proseguí: Señor mío, he aquí que todos estamos llenos de pecados.
9. Pero he aquí que solamente te he interrogado a propósito del fuego, el viento y el día pasado, 39. ¿Acaso la cosecha de los justos no se haría imposible por culpa nuestra, a causa de los
y he aquí que no puedes cogerlo(e) ; no has podido responderme a propósito de ello. pecados de aquellos que están sobre la tierra?
10. Añadió: Ya que eres incapaz de conocer lo que está a tu alcance, 40. Ve, me dijo, pregúntale a la mujer encinta si, cuando han transcurrido los nueve meses
11. ¿Cómo podrías conocer la línea de conducta del Altísimo? Pues la vía del Altísimo está en el puede retener lo que ha sido formado en ella.
infinito, y tú que eres corruptible, no puedes conocer la vía de aquel que escapa a la corrupción. 41. Le respondí: Señor mío, es imposible. Entonces añadió: El infierno y las moradas de las
12. Cuando oí estas palabras, caí la faz contra el suelo y dije: Habría sido mejor para nosotros no edades de los justos son como la matriz.
haber sido creados, más que serlo, vivir en el pecado y sufrir sin conocer su causa. 42. Del mismo modo que la matriz se apresura para dar a luz en el dolor(p) ), del mismo modo
13. El ángel me respondió: Los árboles del bosque(f) fueron a celebrar un consejo. la tierra se dará prisa para devolver a aquellos que le han sido confiados desde el comienzo del
14. Y dijeron: Vamos, marchémonos y libremos batalla al mar para rechazarlo ante nosotros y mundo.
hacernos otro emplazamiento de bosque. 43. En aquel día te explicarán lo que quieres saber.
15. Del mismo modo las olas del mar celebraron un consejo y dijeron: Vamos, subamos y 44. Si he encontrado gracia ante tus ojos, le dije, y si piensas que ello es posible,
hagámosle la guerra al bosque que está en la llanura para hacer otro mar. 45. explícame si han de transcurrir tantos días como han transcurrido o bien más.
16. El proyecto del bosque fracasó pues el fuego vino a devorarlo. 46. Pues sé lo que ha pasado, pero ignoro lo que ha de venir.
17. Del mismo modo el proyecto de las olas (fracasó), pues la arena las inmovilizó(g). 47. Me dijo: Mantente a una cierta distancia y te haré ver la explicación con una similitud.
18. Si conoces la justicia(h), ¿a quién de ellos darías la razón o a quién reprenderías? 48. Me levanté, miré, y he aquí que una hoguera ardiente pasó delante de mí. Cuando la llama
19. Le respondí: Uno y otro eran vanos, pues la tierra ha sido dada al bosque y el mar debe hubo pasado, el humo permaneció.
llevar sus olas. 49. Entonces pasó ante mí una nube llena de agua, haciendo caer una lluvia abundante: cuando
20. Has juzgado bien, me dijo. ¿Por qué no juzgas así cuando se trata de ti? esta gran lluvia hubo pasado, quedó un aguacero.
21. Del mismo modo que la tierra ha sido dada al bosque y el mar a las aguas, así aquellos que 50. Me dijo: Reflexiona en ello: del mismo modo que la lluvia puede al aguacero, y el fuego al
habitan la tierra pueden comprender solamente las cosas terrestres, pero no las cosas celestes y humo, del mismo modo que lo que ha pasado es lo más considerable; no queda más que el
supracelestes(i)(2)). aguacero y el humo.
22. Entonces le dirigí la palabra y le dije: Señor, te preguntaré por qué nos ha sido dada la 51. Le imploré y le dije: ¿Viviré en esos días?(q) ¿Qué ocurrirá en estos tiempos?
inteligencia con la que pensamos(j).
52. Él me respondió: Puedo exponerte una parte de los signos a propósito de los que me 6. Entonces reinará aquel al que no se esperaba(4)  (sobre aquellos que habitan sobre la tierra; los
interrogas: en cuanto a tu vida, no he sido enviado para hablarte de ella, y lo ignoro(r). pájaros emigrarán).
7. [El mar de Sodoma(5) rechazará los peces, y la noche dejará oír un ruido desconocido(d)] a
Notas muchos; todos oirán su voz.
(1)Uriel: en hebreo, “Dios es mi luz”. Ver la 2da. parte del Libro de Henoc. 8. Habrá tumulto en muchos países: un fuego aparecerá con frecuencia; los animales del de-
(2)Ver Juan III: 12. sierto abandonarán sus regiones; nacerán monstruos de mujeres (que tienen sus reglas(e)).
(3)Ver Isaías XL: 22. 9. El agua dulce se volverá amarga; los ejércitos combatirán a los ejércitos (6); en este día la
sabiduría será ocultada; la prudencia regresará a su morada.
(4)Ver Salmos CII: 4.
10. Se la buscará entre muchos, y no se la encontrará(f); la injusticia y la locura se multiplicarán
(5)Ver Eclesiastés III: 1. sobre la tierra.
(6)Respecto a la simiente del bien, dirigirse a Lucas VII: 11: “La semilla es la palabra de Dios”, 11. Una ciudad preguntará a su vecina: ¿La justicia o aquel que practica la justicia, han pasado
estudiando este versículo a la luz de I Pedro I: 23. por tu casa? No, responderá.
(a)Versión árabe-1: “Ouryâl”. Versión árabe-2: “Oryâl” o “Souryâl”. 12. En esos días los hombres esperarán y no obtendrán; se casarán y no se alegrarán(g);
(b) Versión siríaca: “Tu corazón ha sido conmovido en este siglo, y has querido conocer la vía trabajarán y se pondrán manos a la obra, pero sus proyectos no tendrán éxito.
del Altísimo.” La versión árabe-1 da el mismo sentido, pero más desarrollado. La versión árabe- 13. Tales son los signos que me han sido enviados para anunciártelos. Si rezas y si lloras aún
2 lo resume. como ahora, y si ayunas de nuevo siete días, oirás aún grandes cosas.
(c) Versión árabe-2: “Cuantos tesoros”. 14. Luego me levanté, mi cuerpo tembló de frío y mi alma estuvo afligida hasta el punto que las
(d) Versión árabe-2: “Cuantas salidas”. fuerzas le faltaban.
(e) Versión latina y árabe-2: “Sin los cuales no puedes existir”. Versión siríaca: “Y de los que no 15. Este ángel que había venido me cogió, me habló, me levantó sobre mis pies y me devolvió
puedes separarte”. mis fuerzas(h).
(f) Versión latina: “He ido hacia los árboles del bosque”. 16. Luego, la noche siguiente, Felt'yâl(i) el jefe de los príncipes del pueblo(7) vino a decirme:
(g) Versiones latina, siríaca y árabe-1: “Se levantó”. ¿De dónde llegas? Y ¿por qué está tan triste tu cara?
(h) Versiones siríaca y árabe-2: “Si tuvieras que juzgarle”. 17. ¿No sabes que Israel te ha sido confiado en el país donde ha emigrado?
(i) Versiones latina, siríaca, árabe-1 y árabe-2: “Aquel que está en los cielos (puede 18. Levántate, pues; toma algún alimento para no abandonarnos como el pastor (8) que
comprender) las cosas que están por encima de los cielos”. abandona a su rebaño en poder de los crueles lobos.
(j) A partir del versículo 23 hasta el versículo 46, el texto de la versión árabe-2 de la edición de 19. Yo le dije: Vete de mi lado; no vengas a mi encuentro antes de siete días; entonces vendrás a
Ewald presenta una laguna que es colmada hasta el versículo 33 por la edición de Gildemeister, mí y te hablaré. Me dejó.
págs. 6-8, nota. 20. Ayuné durante siete días, afligido y llorando, como lo había prescrito el ángel Uriel(j).
(k) Este adjetivo falta en la versión latina y la versión árabe-2. El final del versículo está 21. De nuevo, después de siete días, los pensamientos de mi corazón me apenaron mucho.
suprimido en las versiones árabe-1 y árabe-2. 22. El espíritu de la sabiduría se apoderó de mi alma y me puse a hablar ante el Altísimo.
(l) Versión siríaca: “Te extrañarás”. 23. Señor, Dios mío, le dije, te has escogido una viña única entre todos los bosques y todos los
(ll) Esta frase falta en las versiones siríaca, árabe-1 y árabe-2. árboles de la tierra(9).
(m) El pasaje que está entre corchetes es una laguna del texto etíope colmada por el latino, el 24. Entre todos los países del mundo, te has escogido una sola tierra; entre todas las flores del
siríaco y el árabe-2. La versión árabe-1 está alterada. mundo te has escogido un lirio(k)(10).
(n) Versión siríaca: “Ramiel”. Versión árabe-2: “Aramil”. 25. De todos los abismos del mar, te has llenado un río; de todas las ciudades que han sido cons -
(ñ) Versión latina: “Los tiempos”. truidas, has santificado para ti a Sión.
(o) Versión latina: “no conmoverá”. El final del versículo aparece alterado en la versión árabe-2. 26. De todos los pájaros que han sido creados, te has consagrado una paloma (11); de todos los
(p) Versiones latina, siríaca y árabe-2: “Del mismo modo que aquella que da a luz se apresura rebaños que han sido creados, has santificado una oveja para ti(12).
en sustraerse a la necesidad del parto”. 27. Entre todos los pueblos numerosos, te has escogido uno: has hecho la prueba de una ley
(q) Esta frase falta en la versión árabe-2. entre todas y la has dado a la nación a la que amas entre todas(l).
(r) Estas últimas palabras faltan en la versión árabe-2. 28. Y ahora, Señor, ¿por qué has entregado este pueblo único a las multitudes? ¿Por qué has
deshonrado esta raíz entre las otras? ¿Por qué has prodigado tu único bien a muchos?
29. Aquellos que creían en tu ley han sido pisoteados por los enemigos de tu alianza.
CAPÍTULO V
1. He aquí cuáles serán los signos(1): Vendrán días en los que un gran terror alcanzará a 30. Si has odiado a tu pueblo, más te hubiera valido castigarlo con tu mano(ll).
aquellos que habitan sobre la tierra: el dominio(a) de la verdad será ocultado y la tierra de la fe 31. Cuando hube pronunciado estas palabras, el mismo ángel que había venido a mí la noche
será estéril. precedente, fue enviado hacia mí.
2. La injusticia se multiplicará más de lo que has visto y oído. 32. Me dijo: Escúchame, te hablaré: aplica el oído y repetiré mis palabras ante ti.
3. Un país que ahora ves desolado y devastado, reinará; y la tierra será un desierto(b). 33. Habla, le dije, Señor mío. Prosiguió: ¿Es esto extraño para Israel o bien lo amas más que a
aquel que lo ha creado?
4. Si el Altísimo te da la vida, verás la tierra estremecida después de tres meses(2); el sol brillará
súbitamente durante la noche y la luna durante el día. 34. No, Señor, respondí: pero he hablado a causa de lo que me afligía; estoy continuamente ator -
mentado mientras intento encontrar la vía del Altísimo y conocer el camino de su juicio.
5 (3). La sangre manará de la madera; la piedra hablará; los pueblos estarán turbados y las
estrellas caerán(c) .
35. Esto no te es posible. ¿Por qué? Señor, le pregunté. ¿Por que he sido engendrado? ¿Porque (5)Este mar recibe también el nombre de Mar Muerto, porque sus aguas no producen pez alguno
no ha sido mi tumba el seno de mi madre, de manera que yo no hubiera visto el dolor de Ja - y aquellos que llegan a él mueren al poco tiempo. Pero podría verse en este versículo un sentido
cob (Yâ'eqobe)  y las penas de la raza de Israel?(13) más profundo, ya que para los cabalistas el pez era el símbolo de la Palabra Profética; rechazarla
36. Me dijo(m): Cuenta los días que no han llegado aún(n); reúneme las flores(ñ) que están equivale a condenarse.
dispersas y reanímame las hierbas que se han desecado. (6)Ver Mateo XXIV: 7 y Apoc. de Esdras IV: 24.
37. Ábreme las moradas cerradas; muéstrame las caras de aquellos a los que nunca has visto y (7)Este es el único pasaje en el que Salatiel o Felt'yâl recibe la denominación de "conductor del
hazme oír sus voces; entonces te hablaré de los sufrimientos que ellos (los Judíos) han padeci do pueblo". Esta le convendría más a su padre Zorobabel. Ver Hageo I: 1.
justamente (o). (8)Es tradicional la comparación del Profeta con el pastor; la volvemos a encontrar en el
38. Señor, dueño mío, le dije, ¿Quién podría saberlo sino es aquel que no habita con los hombres Evangelio con el personaje de Jesucristo, y en la Tradición Hermética con el Poimandrés.
(p)? (9)La comparación del Pueblo Elegido a una viña se repite a menudo en la Biblia (Ver Jeremías
39. Soy vil e ignorante; ¿cómo podría responder a tus preguntas? II: 21), pero el símbolo de la viña podría verse desde otro punto de vista, ya que se trata, en el
40. Prosiguió: Del mismo modo que no puedes hacer una sola cosa de las que te digo, así no fondo, de lo mismo que el jardín, por oposición al desierto o al árido, que recibe  la Palabra
puedes penetrar ni en mi juicio, ni el final de mi amor que espero con paciencia(q) a causa de Profética y, gracias a ella, da fruto.
mi pueblo (r). (10)Ver Cantar de los Cantares II: 2.
41. Señor, Dios mío, le dije: Has tenido paciencia a causa de ellos (s) , pero ¿qué harán aquellos (11)Ver Mateo III: 16.
que nos han precedido?... ¿Qué haremos? ¿Qué harán aquellos que vendrán después de (12)Ver Juan I: 29. Tanto la paloma como la oveja o el cordero resaltan por su color blanco,
nosotros? símbolo de la pureza. La paloma es el "Espíritu de Dios", como apunta el Evangelio de San
42. Me respondió: He establecido mi juicio como un círculo, de manera que aquellos que sean Mateo, y simbolizó durante la Edad Media al Espíritu Santo. Algunos copones medievales
los últimos no lleguen tarde, y aquellos que sean los primeros no lleguen antes(14). tenían la forma de una paloma de plata o de oro, para dar a entender que el Espíritu Santo bajaba
43. Le pregunté: ¿No te era posible crearlos a todos juntos, aquellos que nos han precedido, a las Hostias que contenían, transformándolas en el cuerpo material de Cristo. En algunos iconos
aquellos que nos seguirán, aquellos que son ahora de manera que manifiestes antes tu justicia? del siglo XV aparecía una paloma con cabeza humana, ligeramente aureolada, para expresar que
44. Que la criatura no se apresure más que el Creador, me dijo: pues el mundo no podría llevar a el Espíritu Santo acepta encarnarse aquí abajo. El cordero o la oveja son el símbolo de Cristo,
aquellos que han sido creados en él (t). encarnación de la Palabra o el Espíritu de Dios que representaba la paloma.
45. Señor, ¿por qué dices a tu servidor que resucitarás en una vez a aquellos que has creado?; si (13)Ver Job (X: I8). San Clemente de Alejandría cita este versículo en sus Stromatas (X: 16).
los devuelves así a la vida, el mundo será demasiado estrecho. Si no, ¿no habrías podido traerlos (14)San Ambrosio cita este versículo en su De Bono Mortis, Cap. X.
al mismo tiempo que los que existen? (15)San Ambrosio cita este versículo en su De Bono Mortis, Cap. X.
46. Ve pues a decir al seno de la mujer: Ya que das a luz a diez niños, ¿por qué los das a luz año (16)San Ambrosio cita este versículo en su De Bono Mortis, Cap. X.
tras año? Pídele que los traiga al mundo a los diez a la vez. (a) Versión latina y versión árabe-1: "La voz". Versión siríaca: "Una parte".
47. Sólo puedes hacerlo año tras año(u). (b) Versiones latina y siríaca: "El país que ahora ves reinar, será devastado y arruinado y se
48. Me dijo: He dado la matriz de la tierra para aquellos que han sido sembrados por intervalos verá desierto.” Este versículo está abreviado en la versión árabe-1 y alterado en la árabe-2.
(v). (c) Versión latina: "Los pasos serán cambiados". Versiones siríaca, árabe-1 y árabe-2: "Y el
49. Del mismo modo que un niño no puede (dar a luz) así como la mujer que ha envejecido, así aire será alterado".
he constituido, según épocas diferentes, el mundo que he creado. (d) El pasaje que está entre corchetes, que falta en la versión etíope, nos es dado por la latina, la
50. Le interrogué con estos términos: Ya que me has dado el medio de hablarte, he aquí que en siríaca y la árabe-1.
verdad me has dicho: Vuestra madre es joven y su vejez está consumada. (e) El pasaje que está entre corchetes falta en las versiones siríaca, árabe-1 árabe-2.
51. Me respondió: Pregúntale a aquella que ha dado a luz; ella te hablará(15). (f) Versión árabe-2: "Los hombres desearán tener muchos hijos y no los tendrán".
52. Dile: ¿Por qué aquellos que has dado a luz hasta ahora no son como aquellos que les han (g) Este pasaje falta en las versiones latina, siríaca, árabe-1 y árabe-2.
precedido, sino son menos fuertes (w)(16)? (h) Este versículo y el siguiente aparecen abreviados en la versión árabe-2.
53. Ella te responderá: Otro es aquel que ha sido dado a luz en la fuerza de la juventud; otro es (i) Versión siríaca: "Psaltiel". Versión árabe-1:  "Faladyal, la segunda noche".  Versión árabe-
aquel que ha sido dado a luz en una vieja matriz. 2: "Ayatoul, la tercera noche".
54. En cuanto a ti, sé que sois inferiores en fuerza a aquellos que os han precedido. (j) Versión siríaca: "Ramiel".
55. Y aquellos que vendrán después de vosotros os serán inferiores; lo mismo ocurre con lo que (k) Este fragmento falta en la versión árabe-1.
ha sido creado y con lo que ha existido, desde que ha perdido la fuerza de su juventud.
(l) Este fragmento aparece alterado en la versión árabe-2.
56. Proseguí: Señor, concédeme este favor: si he hallado gracia ante tus ojos, di a tu servidor por
quien visitarás el mundo. (ll) Versión árabe-2: "Más habría valido odiar a tus enemigos y a aquellos que desprecian tus
mandamientos y que son dignos de castigo".
(m) La versión árabe-1 añade: "Si quieres conocer los decretos del Altísimo, dame la
Notas explicación del misterio que voy a decirte".
(1)Ver Apoc. de Esdras, cap. IV: 20. (n) Versión árabe-2: "Bienaventurados aquellos que no han nacido".
(2)En la versión latina dada por Migne, este versículo aparece ampliado: "Si el Señor prolonga (ñ) Versiones latina, siríaca y árabe-2: "Las gotas". Versión árabe-1: "Reúneme los granos que
tus días hasta este tiempo, oirás el sonido de la tercera trompeta... y la luna aparecerá tres veces no habéis sembrado".
en un mismo día." Se trata probablemente de un añadido posterior, inspirado en el Apocalipsis
de San Juan VIII: 10, 12. (o) Versiones siríaca y árabe-2: "Te enseñaré la pena y el tiempo que has querido ver".
(3)Este versículo y el siguiente se refieren al Mesías. (p) Versión árabe-1: "Sino el Dios que habita con los hombres". Versión árabe-2: "Quien podrá
instruirte sobre todo lo que has mencionado anteriormente".
(4)Ver los Capítulos IV: 25 y VI: 28 de este mismo libro.
(q)  Versiones latina y siríaca: "Que he prometido".  Versión árabe-1: "Que traigo". 25. Aquel que sobreviva a todo lo que te he dicho, éste vivirá y verá mi salvación (6) y el fin de
(r) Versión árabe-2: "Ni saber donde acabará el pueblo". mi mundo.
(s) Versión siríaca; "Has prometido". Versión latina; "Mandas a aquellos que están en esta 26. En aquel día, se verá a aquellos hombres que han subido (al cielo) y(7) que no han probado
extremidad". Las dos versiones árabes están alteradas. la muerte después de su nacimiento. Los nombres de aquellos que habitarán el mundo serán
(t) La versión árabe-2 está alterada. cambiados (8) y recibirán otro corazón.
(u) Versiones latina, siríaca, árabe-1 y árabe-2: "le dijo: No podrá, más que a intervalos". 27. Pues el mal será destruido y el fraude aniquilado.
(v) Este versículo que falta en la versión etíope, nos es dado por todas las otras versiones. 28. La fe crecerá; lo que es mortal será vencido; la verdad, que tan fecunda ha quedado durante
aquellos días, aparecerá.
(w) Versión siríaca: "Semejantes a los primeros, pero inferiores en talla."
29. Mientras me hablaba, poco a poco, el lugar donde yo me hallaba se puso a temblar.
30. Y me dijo: He venido a hablarte como la noche anterior (l).
CAPÍTULO VI
31. Si rezas de nuevo y ayunas aún durante siete días, te revelaré cosas más graves.
1. Él me dijo: Primeramente por el Hijo del Hombre, luego por mí mismo(a), pues, antes de la
creación de la tierra y de los países, antes de la consolidación de las partes del mundo, antes del 32. Pues tu voz ha sido oída ante el Altísimo (ll), y Él ha visto la energía de tu justicia desde tu
soplo de los vientos, juventud.
2. antes de que sonara el ruido del trueno(b), antes de que brillara la luz del rayo, antes de que la 33. Por ello me ha enviado para que te revele todo esto. Añadió: Ten confianza, no temas (9);
tierra del paraíso fuese consolidada, 34. No te apresures en pensar mal del comienzo, y no te precipites en los últimos tiempos.
3. antes de que apareciera la belleza de las flores, antes de que la fuerza de los terremotos fuera 35. Después de esto lloré de nuevo durante siete días y ayuné (m) para completar las tres sema -
poderosa, antes de que el ejército(1) fuese enumerado, nas que me había dicho.
4. antes de que se viera la elevación del éter, antes de que la medida de los cielos fuera 36. Aquella noche, mi corazón estuvo agitado de nuevo y me puse a hablar ante el Altísimo.
nombrada [antes de que el asiento de Sión fuera sólido](c), 37. Pues mi espíritu estaba inflamado y mi alma atormentada.
5. Antes de que se conociera indicio del mundo futuro(d);  antes de que fueran marcados con un 38. Señor mío, mi dueño, dije, el primer día, en el comienzo de tus decretos, dijiste: Que el cielo
sello aquellos que atesoran la fe. y la tierra sean; tu Verbo ejecutaba (n).
6. En aquel día, pensé que yo era por mí mismo y que no había otro(e). 39. Tu espíritu cubría (al caos) (10); las tinieblas espesas se callaban, pues no había aún ruido; el
7. Yo le respondí: ¿Cuál será la señal de la duración que le está asignada? ¿Cuándo llegará el fin sonido de la palabra humana no existía todavía.
del primer mundo? ¿Cuándo el comienzo del siguiente? 40. Ahora dices a la luz que salga de su retiro y a tu obra que aparezca.
8. Él me dijo: De Abrahán a Isaac, pues es de él que nacieron Jacob y Esaú (Esâou) (2). 41.(11). Al día siguiente (12), creaste el espíritu de los cielos y le ordenaste que pusiera una
9. El comienzo del otro mundo es Jacob. separación entre las aguas, de manera que una parte se retirara arriba y que la otra permaneciera
10. La extremidad del hombre es su talón y su comienzo es su mano. Pero no preguntes más, abajo (ñ).
Esdras. 42. Al tercer día(13), ordenaste a las aguas que se reunieran en la séptima parte de la tierra y que
11. Señor mío, mi dueño, proseguí, si he hallado gracia ante tus ojos. dejaran secas las otras seis partes de manera que se pudieran labrar, que se sembrara y que se vi -
viera ante ti.
12. Revela a tu servidor el fin de los signos (f) que le has indicado anteriormente, en parte la
pasada noche (3). 43. Tan pronto como tu voz se elevaba, tu obra estaba realizada (14).
13. Levántate, me dijo: enderézate sobre tus pies y te haré oír una palabra resonante (g) 44. En aquel día crecieron frutos innumerables, y esto tuvo lugar al tercer día; cada uno tuvo un
gusto diferente; cada flor un color diferente; el aspecto de cada árbol fue distinto; cada uno tuvo
14. Y si un terremoto sacude el lugar donde te encuentras, su perfume particular.
15. no temas, cuando te hable, pues se tratará del final, y los cimientos de la tierra comprenderán 45. El cuarto día (15), ordenaste que la luz del sol y de la luna apareciera para brillar, y que las
la palabra. estrellas fueran colocadas en orden.
16. En efecto, se tratará de ellos; temblarán y serán sacudidos; por ahí serán llevados hacia su 46. Les ordenaste que sirvieran al hombre que iba a ser creado (16).
fin.
47. El quinto día (17), diste a esta quinta parte donde el agua estaba reunida (la capacidad) de
17. Cuando lo hube oído, me levanté, me enderecé sobre mis pies y he aquí que una voz, cuyo producir pájaros vivos y los peces (o).
ruido era semejante al estrépito de una masa de agua, se hizo oír.
48. Y esta agua muda e inanimada produjo seres vivos a fin de hacer proclamar tu gloria a las
18. Decía: He aquí que vendrán días en los que el momento de visitar a todos los habitantes de generaciones.
la tierra estará cerca;
49. Conservaste en aquel día dos animales que habías creado; los llamaste a uno Behemot (18) y
19. en los que buscaré las iniquidades de aquellos que han cometido injusticias, cuando (la al otro Leviatán(19) (Bëhémot y Leouiyâtân)(p).
humillación) de Sión estará cumplida.
50. Los separaste al uno del otro (q), pues esta séptima parte donde el agua estaba reunida no los
20. Cuando el mundo que viene estará marcado con un sello, he aquí el signo que haré. El libro podía llevar.
estará abierto en la faz del cielo y todos se verán (h).
51. Diste a Behemot una parte de la tierra que se había desecado el tercer día para habitarla, allí
21. Los niños del año hablarán y conversarán; las mujeres encintas traerán al mundo niños de donde están cuatro  montañas (r).
tres y cuatro meses; vivirán y se mantendrán derechos.
52. Diste a Leviatán la séptima parte húmeda, y los guardaste allí para hacerles destruir(s)) lo
22. La tierra invisible aparecerá sembrada(i),  y se encontrarán vacías las moradas llenas(j). que quisieras.
23. La trompeta sonará y cualquiera que la oiga temblará(4). 53. El sexto día(20) ordenaste a la tierra que produjera ante ti animales, bestias salvajes y
24. En aquellos días, los amigos combatirán contra sus amigos como si fueran enemigos (5); la pájaros (t).
tierra aterrorizará (k) a aquellos que la habitan; las fuentes se detendrán y dejará de manar agua
hasta las tres (horas).
54. Encima de ellos estableciste a Adán como príncipe de todo lo que habías creado (21)Ver Génesis I: 26 a 31 y Génesis II: 7.
anteriormente(21), y es por culpa suya que nosotros, el pueblo que has escogido, hemos caído en (22)Ver Éxodo IV: 22.
el infortunio (u). (a) El comienzo del versículo falta en la versión latina.
55. Digo todo esto ante ti, Señor, porque has dicho: "es a causa de vosotros que he creado el (b) Versión árabe-1: "Antes de que los Querubines hicieran oír sus voces".
mundo."
(c) Este pasaje que falta en el texto etíope, nos es dado por todas las otras versiones.
56. Las otras naciones que descienden de Adán son como la nada; se asemejan a la saliva, o a las
gotas de agua de un cubo, ellas y sus alegrías. (d) Versiones latina, siríaca, árabe-1 y árabe-2: "Antes de que los años presentes fueran objeto
de búsquedas".  Las versiones siríaca y  árabe-1 añaden también: "antes de que la necedad de
57. Y ahora, he aquí que estas mismas naciones que son como la nada nos dominan y nos piso - aquellos que pecan fuese imaginada".  La versión árabe-l da también una variante.
tean.
(e) Versiones latina, siríaca, árabe-1 y árabe-2: "He pensado, y todo esto fue hecho por mí y no
58. Y nosotros, tu pueblo al que decías: "Sois mi primogénito(22), mi hijo único al que amo", por otro, del mismo modo que el final tendrá lugar por mí y no por otro".
estamos en sus manos.
(f) Versión árabe-1: "La plenitud de los días pasados".
59. Si has creado el mundo para nosotros, ¿por qué no lo poseemos como herencia?
(g) Versión árabe-2: "Suave y ligera".
(h) Versión árabe-2: "Aparecerán de una vez".
Notas
(i) Versión latina: "Los lugares sembrados parecerán no haberlo estado". Versiones siríaca
(1)La versión latina de Migne habla de "ejércitos de espíritus celestes"; el texto parece referirse y árabe-1: "Los lugares que no se siembra".
a los ángeles.
(j) Versión árabe-1: "Las tiendas y los graneros estarán llenos".
(2)Ver Génesis XXV: 25. Caín y Abel, Esaú y Jacob, se trata siempre de lo mismo. Los dos son
hermanos, para indicar que se trata de la misma persona, o, mejor di cho, de dos aspectos de la (k) Versión árabe-1, árabe-2 y siríaca: "Se aterrorizará con aquellos".
misma persona. Las doctrinas cabalísticas nos explican que Caín y Esaú se refieren al hombre (l) Versión siríaca: "Esta noche".
caído, al hombre terrestre, peludo, mientras que Abel y Jacob simbolizan al hombre regenerado, (ll) Versión siríaca: "El Altísimo ha visto tu pureza".
celeste o espiritual. Esaú es el hombre de este mundo, y Jacob es el del mundo venidero. En el (m) La frase que sigue falta en la versión árabe-2.
contexto bíblico aparece claramente el desprecio y la indiferencia del hombre de este mundo (n) Versión árabe-2: "Pues lo habías preparado todo".
hacia su legítimo derecho al venidero, al preferir un plato de lentejas. No es casual
que "adasah", lenteja, proceda del verbo hebreo "adas",  ser indiferente. (ñ) Este versículo falta en la versión árabe-1.
(3)Ver Apoc. de Esdras III: 53. (o) Versiones latina y siríaca: "Los seres animados, pájaros y peces".
(4)Ver I Cor. XV: 52. (p) Los versículos 49 a 52 faltan en la versión árabe-1.
(5)Ver Apoc. de Esdras III: 9. (q) El final de este versículo falta en la versión árabe-2.
(6)Ver Apoc. de Esdras V: 28. (r) Las versiones siríaca y latina traen mil montañas, en conformidad con la tradición rabínica
que explica de este modo un pasaje de Salmos IV: 10. Versión árabe-2: "Las montañas".
(7)Este versículo parece referirse a Elías, Henoc y quizás a Cristo.
(s) Versiones latina, siríaca y árabe-2: "Para servirle de alimento a lo que quisieras".
(8)Observemos que en casi todas las antiguas iniciaciones se hacía un cambio de nombre al
iniciado. El corazón, que antiguamente designaba a la residencia del alma y de la inteligencia, le (t) Versiones latina y siríaca: "los reptiles". Versión árabe-2: "Las bestias". Esta palabra falta en
es cambiado, porque el iniciado goza de una nueva inteligencia. la versión árabe-1.
(9)Ver Lucas I: 30. (u) Versión árabe-2: "Adán nos engendró según tu voluntad".  Esta frase falta en la versión
siríaca así como en la árabe-1.
(10)Ver Génesis I: 2.
(11)San Ambrosio cita este versículo en su De Spiritu Sancto,  II: 6.
CAPÍTULO VII
(12)Ver Génesis I: 6, 8.
1. Cuando acabé de pronunciar estas palabras, el ángel que anteriormente había venido a mi
(13)Ver Génesis I: 9 a 13.
encuentro, la pasada noche(a), fue enviado hacia mí.
(14)Ver Salmo XXXIII: 9. 2. Me dijo: Levántate, Esdras, escucha lo que he venido a decirte.
(15)Ver Génesis I: 14 a 19.
3. Habla, Señor mío, le dije. Prosiguió: Imagínate un mar que, en un vasto lugar, es ancho y
(16)Ver Korán XVII: 61. Existe una clara correspondencia entre los ángeles y las estrellas. Ver extenso;
también el Libro de Henoc XXI: 3.
4. Pero el pasaje de su entrada es estrecho y semejante a un río;
(17)Ver Génesis I: 20 a 23. 5. Si alguien quisiera penetrar en este mar(b), que mire y que encuentre si, a menos que tome
(18)Behemot  es el plural hebreo de Behemah, bestia. Este plural se emplea a menudo en la este pasaje estrecho, puede llegar al lugar ancho.
Biblia para designar a toda clase de cuadrúpedos, pero en el Libro de Job (XL:  15 a 24) se 6. O bien, imagínate una ciudad construida en el desierto y abundante en bienes.
refiere al animal extraordinario que describe este poeta. Para algunos autores, entre ellos Santo
Tomas (Expositio in Job XL, 15)  se trataría del elefante; para otros, del hipopótamo, ya 7. Pero cuyo acceso es estrecho y abrupto: hay a la derecha un fuego y a la izquierda un abismo;
que "Pehemá" en copto significa "vaca de agua", y designa a este animal. 8. Existe un camino entre el fuego y el abismo cuyo ancho es justo el del paso de un hombre.
(19)Leviatán  designa en el Antiguo Testamento a los animales. Algunos autores creen que esta 9. Si se da esta ciudad en herencia a un hombre, ¿cómo podrá tomar posesión de su bien si no
palabra deriva de Liviah y Tan (monstruo tortuoso). En el Libro de Job (XL: 20 a 25) designa al pasa por este lugar peligroso?
cocodrilo. En otros pasajes, es un cetáceo, símbolo del rey de Babilonia. Para los egipcios, el 10. Le dije: Así es, Señor. Prosiguió: Lo mismo ocurre con la tierra de los Israelitas y con su
cocodrilo era uno de los símbolos de Tifón, el genio del mal. En algunos rituales funerarios el parte (c).
difunto ha de combatir con un cocodrilo. Ver también El libro de Henoc LI: 1. 11. Pues he creado el mundo(1) a causa de ellos, y cuando Adán desobedeció mis órdenes(d).
(20)Ver Génesis I: 24 a 31.
12. Los caminos de este mundo fueron ásperos, estrechos, poco numerosos, malos, peligrosos y (4)Ver Juan V: 14.
llenos de dificultades y de penas(e). (5)Ver Apoc. de Esdras III: 1.
13. Los caminos del mundo (que viene)(f) son grandes, anchos, brillantes y producen frutos (6)Para Migne, este versículo es así: "La esposa aparecerá, y aquella que ahora está escondida
cuya vida es eterna(2). en el seno de la tierra, saldrá resplandeciente". Podríamos establecer un paralelismo con Mateo
14. Si vosotros, vivos, no franqueáis estas dificultades y este pecado, no podréis obtener lo que XXV: 1. Ver nota 1 al Cap. VI.
os está reservado. (7)San Ambrosio cita este versículo y el siguiente en el capítulo X de su De Bono Mortis.
15. Entonces, ¿por qué turbarte (tú que no eres más que) polvo? ¿Por qué atormentarte, mortal? (8)Ver Apoc. de Esdras II: 35 y Libro de Henoc LI: 1.
(g). (a) Versiones siríaca y árabe-2: "Las pasadas noches".  Estas palabras faltan en la versión árabe-
16. ¿Por qué no pensar en tu espíritu en el porvenir, y no en el presente?(h). 1.
17. Le respondí: Señor, has dicho en tu ley que los justos heredarán todo esto y que los (b) La versión siríaca añade: "y dominarlo". La versión árabe-2 abrevia este versículo.
pecadores perecerán. (c) Versión árabe-2: "Lo mismo ocurre con el paraíso lleno de bienes y de ventajas duraderos".
18. Pues los justos soportarán no pocas dificultades, en la esperanza del espacio ancho; los peca- (d) La primera parte de este versículo falta en la versión árabe-2. Las otras versiones consultadas
dores se fiarán en los lugares ásperos y no verán la vasta extensión. añaden: "Lo que había sido hecho ha sido condenado".
19. Me dijo: No puedes juzgar mejor que el Único: No eres más sabio que el Altísimo(3). (e) Este versículo y los dos siguientes están completamente modificados en la versión árabe-2.
20. ¡Que perezca esta multitud que desprecia la ley que el Señor ha establecido!(i) (4). (f) Versión latina; "Del mundo más grande".
21. Pues el Señor ha prescrito a aquellos que existen lo que deben hacer para vivir, lo que deben (g) Versión árabe-2: "No te turbes".
observar para no ser castigados(j).
(h) Este versículo aparece alterado en la versión árabe-2.
22. Pero lo han rechazado y abandonado: han establecido para sí mismos una doctrina mala.
(i) Este versículo falta en la versión árabe-1. En las versiones siríaca y árabe-2, la frase es
23. El fraude y la injusticia se han convertido en una regla; con todo esto, han dicho: No hay afirmativa, no optativa.
Dios; y han abandonado su vía (k).
(j) Este versículo falta en la versión árabe-2.
24. Han transgredido su ley; han despreciado su alianza; no han creído en sus prescripciones y
han desdeñado su obra. (k) Este versículo falta en la versión árabe-2.
25. Del mismo modo que lo que está vacío es para los que están vacíos, lo que está lleno es para (l) Versiones latina y siríaca: "En los que la esposa, apareciendo como una ciudad, se
los que están llenos. levantará".
26. Pues he aquí en que vendrá el día en el que aparecerán los signos que te he dicho(5), en el (ll) Versión latina: "Mi hijo Jesús".
que la región que ahora es visible desaparecerá, y en el que(l) la tierra que está escondida apare- (m) La versión siríaca añade: "Durante 30 años".  Y la versión árabe-1: "Durante 400 años".
cerá(6). (n) Versión latina: "Cristo mi hijo". Este versículo falta en la versión árabe-2.
27. Cualquiera que esté exento del mal que te he dicho, verá mi gloria.
28. Pues mi Mesías(ll) aparecerá con aquellos que le acompañan y alegrará(m) a aquellos que CAPÍTULO VII (Continuación – A)
resucitarán. 36. El pozo del juicio(1) será descubierto ante el lugar del reposo y la fosa del infierno aparecerá
29. Y después de esto, servidor mío, mi Mesías(n) acabará, así como todos los hombres que enfrente del paraíso de delicias.
respiran. 37. En ese día, el Altísimo dirá ante el pueblo que se habrá desperta do(a): Ved y sabed cuál es
30. El mundo volverá a su estado primitivo, y permanecerá mudo durante siete días; como fue Aquel a quien habéis desobedecido, a quien no habéis servido, cuyas órdenes habéis
anteriormente, nadie sobrevivirá. despreciado.
31. Después de siete días, el mundo, que aún no estará despierto, se despertará y el mundo mor- 38. Considerad ante nosotros, por una parte la alegría y el reposo; por la otra, el juicio y el
tal será aniquilado. fuego. Así les hablará en el día del juicio(b).
32(7). La tierra devolverá a aquellos que se hayan acostado en ella, el polvo restituirá a aquellos 39. El día del juicio, he aquí lo que ocurrirá: no habrá ni sol, ni luna ni estrellas(2).
que se han dormido en él y luego las moradas devolverán las almas que fueron colocadas en 40. Ni nube, ni rayo, ni truenos(c),
ellas(8).
41. ni viento, ni agua, ni cielo, ni tinieblas, ni noche, ni día, ni invierno, ni primavera, ni verano,
33. En aquel día, el Altísimo aparecerá sobre su trono, que ha creado; su misericordia vendrá; su ni frío, ni calor, ni vapor, ni granizo, ni hielo, ni nieve, ni lluvia, ni rocío.
dulzura se retirará, su paciencia cesará.
42. Ni tarde, ni mañana, ni luz, ni esplendor, ni fulgor, ni antorcha, pero sólo el brillo de la
34. Sólo quedará el juicio; su justicia se alzará, su fe crecerá. majestad del Señor para que todos aquellos que le esperan vean todo esto en él.
35. Su obra seguirá, su remuneración aparecerá, su justicia se despertará y la injusticia no 43. La duración de ese día será igual a siete años)d).
dormirá. 44. Tal será su juicio, tal su decreto. Te he hablado sólo para ti (e).
45. Le respondí: Señor, ahora digo: ¡Felices aquellos que existen y que guardan tus mandamien-
Notas tos!
(1)Ver Apoc. de Esdras IV: 50 a 59. 46. Pero a propósito de lo que te he preguntado: ¿Cuál es aquel de los vivos que no peca? ¿Cuál
(2)Ver Mateo VII: 13 y 14. El tema de los dos caminos o las dos sendas se repite en todo el es aquel que ha dado a luz y que no ha abandonado tu ley?
cristianismo primitivo, en especial en la Didaché. Nos hemos referido a este texto en nuestra 47. Ahora veo cuán raros son aquellos que harás regocijar en el mundo futuro, y qué numerosos
introducción. aquellos que serán condenados.
(3)En la versión latina dada por Migne, que Basset parece no haber consultado, el sentido de 48. Pues un corazón malo ha crecido en nosotros; nos ha hecho errar: nos ha conducido a la im-
este versículo es algo diferente: "No hay juez más justo que Dios, y nadie penetra en los piedad; nos ha llevado al camino de la muerte, al camino de la corrupción; ha alejado la vida de
corazones como el Altísimo".
nosotros; no es lo que ocurre con un pequeño número, sino con todos los que han sido en- 78. En lo que se refiere a la muerte (tiene lugar) a partir del momento en que sale la orden del
gendrados. Altísimo: Que alguien muera. Su alma abandona el cuerpo para ir hacia Aquel que (se) la ha da-
49. Escucha, me dijo, te hablaré y te instruiré de nuevo. do(5), y comienza prosternándose ante la gloria del Altísimo.
50. Por esto el Altísimo no ha hecho un mundo sino dos. 79. Si se trata de impíos que no han guardado los caminos del Altísimo, que han despreciado su
51. Tú, cuando dices: Los justos son raros y poco numerosos [mientras que los malvados se han ley, que han olvidado su temor,
multiplicado, escucha, al contrario. Si sólo tienes pocas piedras preciosas, ¿tomarías a cambio, a 80 (6). estas almas no entrarán en la morada (eterna), pero errarán, luego serán castigadas,
causa de su cantidad, plomo y arcilla?](f). atormentadas y afligidas y se les enseñarán siete cosas(j).
53. Le respondí: ¿Cómo podría ocurrir esto, Señor? 81. La primera, es que han sido infieles al camino del Altísimo(7).
54. Me dijo: Esto no se puede solo, pero interroga a la tierra: te hablará; háblale, te instruirá. 82. La segunda: que no han podido volver para vivir.
55. Dile: He aquí que produces el oro, la plata, el estaño, el hierro, el plomo y la arcilla. 83. La tercera: que vean las recompensas destinadas a aquellos que han creído en la ley del Al-
56. La plata es más abundante que el oro, el estaño que la plata, el hierro que el estaño, el plomo tísimo.
que el hierro, la arcilla que el plomo. 84. La cuarta: que vean los castigos que les esperan en los días supremos (k).
57. Reconoce pues qué es lo más precioso y lo más deseable: aquello que abunda o aquello que 85. La quinta es que vean las almas de los justos guardadas por los ángeles en sus moradas, en
es raro. gran reposo (l).
58. Señor, le dije, lo que es más precioso, es lo que es raro; lo que tiene menos valor es lo que es 86. La sexta es que se les fuerza a errar y que se les enseñan los castigos que recibirán a partir de
más abundante. este tiempo.
59. Prosiguió: Examina por ti mismo lo que has pensado: se disfruta más de lo que es más raro 87. La séptima y la mayor de todas aquellas que he dicho, es que se funden de vergüenza y que
que de lo que es más abundante. están cubiertas de ignominia, desecadas por el temor, cuando ven ante ellas la gloria del Altísi-
60. Del mismo modo es la esperanza de los justos que viene de mí; me alegraré por el pequeño mo contra el que, durante su vida, han pecado y ante el que van a ser juzgadas.
número de aquellos que vivirán, pues obtendrán mi gloria(g), en efecto mi nombre ha sido 88. (He aquí) la situación de aquellos que han guardado los mandamientos del Altísimo, cuando
glorificado en ellos. salen de sus cuerpos mortales.
61. Mi corazón no se entristecerá a causa del gran número de aquellos que perecerán, pues se 89. Pues, durante todos los días que han pasado en ellos, han servido al Altísimo en continua
han encontrado semejantes al fuego; han sido como la llama; se han consumido como el humo; aflicción, soportando sus penas a fin de cumplir la ley de Aquel que las ha instruido.
han quemado y han desaparecido. 90 (8). He aquí lo que les concierne.
62. Como respuesta le dije: Oh tierra, ¿por qué tiene lugar una nueva creación de tu polvo, que 91. Primeramente verán con gran alegría la gloria de Aquel que las acoge y las favorecerá de
se te asemeja? (h) siete maneras (ll):
63. Pero más habría valido que no se hubiera creado espíritu en nosotros, que haberlo creado. 92. La primera, de haber luchado con mucho esfuerzo para vencer al mal pensamiento que les
64. Crece con nosotros y seremos castigados por su culpa, pues sabemos que pereceremos. venía, para no ser extraviados por él ni en la muerte ni en su actual existencia.
65. ¡Que la raza humana se lamente y que los animales salvajes se alegren! ¡Que todos aquellos 93. La segunda es de haber visto errar las almas de los pecadores y la condena que les espera.
que han nacido (de mujer) lloren y que los rebaños de bestias estén en la alegría! 94. La tercera, es que Aquel que los ha creado, los favorecerá con el testimonio de que han guar -
66. Nos aventajan, pues no les espera ningún juicio; no conocen juicio alguno y no esperan vivir dado durante su vida la ley que les ha sido dada.
después de la muerte. 95. La cuarta es que verán el reposo del que gozarán a partir de este momento en sus moradas,
67. ¿De qué nos sirve vivir? con gran alegría, bajo la guardia de los ángeles, y la gloria que les está reservada (m)
68. Todos nosotros, que hemos nacido, estamos hundidos en nuestros pecados; estamos llenos 96. La quinta es que se alegrarán tanto más que han escapado a la muerte natural y han recogi do
de iniquidad y nuestras faltas son pesadas. la herencia que han recibido (n): luego verán que han soportado un lugar estrecho, lleno de
69. Más nos habría valido no pasar por juicio después de nuestra muerte. tormentos, y que han encontrado el ancho espacio donde se regocijan resguardados de la muerte.
70. Me respondió: Cuando el Altísimo creó el mundo, a Adán y sus descendientes, creó primero 97. La sexta es que se les dejará ver que sus caras resplandecen como el sol o brillan como la luz
el juicio y el castigo. de las estrellas, pues no morirán nunca (9).
71. Y ahora, reflexiona en tus palabras. Dices: Nuestro corazón crece con nosotros. 98. La séptima y la mayor de todas, es que se regocijarán abiertamente sin tener vergüenza; ase-
gurados en su alegría (ñ), pues se apresurarán para ver la faz de aquel a quien han servido duran-
72. Es por su culpa que serán castigados aquellos que estarán sobre la tierra; pues aquellos que te sus vidas, cerca de quien serán honrados y recompensados.
tenían inteligencia han pecado; aunque hayan recibido la ley en su corazón, no han guardado sus
mandamientos(3); conociendo su ley, han abandonado las prescripciones que habían recibido. 99. He aquí las condiciones que, desde entonces, hallarán las almas de los justos; he aquí las si-
tuaciones y los castigos de los que se afligirán los impíos(o).
73. ¿Qué dirán cuando sean juzgados? ¿Cómo hablarán en los días supremos?
100.  Le respondí: Cuando el alma haya salido de su cuerpo, ¿le serán dados días para ver lo que
74. ¡Cuánto tiempo ha tratado con miramientos el Altísimo a aquellos que están sobre la tierra! me has expuesto?
No es por ellos (que lo ha hecho), pero a causa de la época que había fijado.
101. Habrán, me dijo, siete días libres para ver lo que te he explicado; luego se irán a sus
75. Si he hallado gracia ante ti, le dije, explica esto a tu servidor: Cuando muramos y que el moradas (p)
alma salga de cada uno de nosotros, ¿estaremos en el reposo hasta que llegue el tiempo fijado
por él (Dios) para tener su juicio? (i) ¿O a partir de cuándo seremos juzgados? 102. Proseguí: Señor, si he encontrado gracia ante tus ojos, di a tu servidor: En el día del juicio,
¿podrán los justos interceder por los pecadores ante el Altísimo?
76. Me respondió: Te lo diré, pero no te abras paso entre los infieles, no estés entre el número de
aquellos que serán juzgados. 103. (¿Podrán interceder) los padres por los hijos, los hijos por sus padres, [los hermanos por los
hermanos, los parientes por los parientes, los amigos por sus amigos] (q).
77. Pues has adquirido ante el Altísimo un tesoro que te está reservado(4), pero que sólo te
aparecerá en los días supremos. 104. Me respondió: Ya que has hallado gracia ante mis ojos, te lo diré: El día del juicio será
súbito y se enseñará a cada una(r) de nuestras órdenes el sello de la verdad(10). Del mismo
modo que ahora el padre no envía al hijo en su lugar, ni el hijo al padre, ni el amo a su sirviente, (ñ) La primera parte del versículo falta en la versión árabe-2.
ni el amigo a su amigo para estar enfermo, acostarse, comer o ser curado en su lugar (s). (o) La versión siríaca añade: "Estas almas no entrarán en sus retiros, mas serán atormentadas
105. Del mismo modo, será absolutamente imposible que alguien interceda por otro; nadie echa- desde ahora; gimen y se lamentan en las siete vías".
rá su fardo sobre otro pues cada uno padecerá lo que merece y será responsable de sus actos. (p) La versión árabe-2 añade: "Donde permanecerán hasta el final de los tiempos presentes".
Notas (q) El pasaje entre corchetes que falta en la versión etíope, nos es dado por las otras versiones
(1)En hebreo, el pozo tiene un sentido femenino, de mujer, de esposa. Ver nota (6) al capítulo consultadas.
anterior. Podríase decir que, a pesar de ser un lugar oscuro, es la casa de la luz, si leemos Beit (r) Versiones latina y siríaca: "Se enseñará a todos".
Or en vez de Beor, palabra que en hebreo designa al pozo. En varios pasajes bíblicos los (s) Este versículo aparece abreviado en la versión árabe-2.
patriarcas encuentran a su mujer al lado de un pozo (Ver Génesis XXIX) y es curioso que el
encuentro entre Jesús y la samaritana tenga también lugar junto a un pozo. Probablemente venga
de aquí el dicho popular: "Todo mi gozo en un pozo", si se interpreta que todo el gozo se CAPÍTULO VII (Continuación – B) (1)
encuentra escondido en un pozo. El sentido apocalíptico de este versículo puede aclararse 36. Le repliqué: ¿Cómo es que vemos que Abraham intercedió antaño por Sodoma (2)y Moisés
releyendo el Apocalipsis de San Juan IX: 1 y el Libro de Henoc, Cap. LIII. El Evangelio según por nuestros padres, cuando pecaron en el desierto(3)?
Tomás apunta en el logion 74: "Hay muchos (que están) alrededor del pozo, pero no hay nadie 37. Y Josué (Yosé)  por Israel (Esrâél)  en tiempos de Akân (4)(a)
(que esté) dentro del pozo".
38. Y Samuel (Sâmouèl) en tiempos de Saul (Saol) (5). Y David, a propósito de la peste (6) y
(2)San Ambrosio cita los versículos 4, 5 y 6 en el capítulo XII de su De Bono Mortis. Salomón por el templo(7);
(3)Para los hebreos era importantísimo guardar los mandamientos y no olvidarlos, siendo el 39. Elías (Elyâs)  por la lluvia(8) y para resucitar a un muerto(b)(9).
estudio de la ley una de sus actividades principales. Por esta razón, los Sal mos cantan: "De 40. Ezequías (H’ëzqyâs)  por el templo en tiempos de Sennaquerib (Samâkrèm)(10) y muchos
noche me acuerdo de tu nombre, oh YHWH, y guardo tu ley. Esta ha sido mi suerte, guardar tus
por muchos.
preceptos. Mi porción es YHWH, he resuelto guardar tu palabra" (Salmos CXIX:  55 a 57). Los
Evangelios son quizás más claros: "Si alguno guardare mi palabra, jamás verá la muerte" (Juan 41. Si en la época en la que la corrupción crecía, en la que la injusticia se multiplicaba, los justos
VIII: 51). "Aquel que encuentre la interpretación de estas palabras, no probará la muerte" (Ev. intercedieron por los pecadores, ¿por qué en ese día no ocurriría lo mismo?
según Tomás). A propósito del misterio de la palabra, el lector se dirigirá al apócrifo etíope 42. Me respondió: Porque entonces no era aún el final actual de este mundo, y la gloria del Se -
titulado "Las Enseñanzas de Jesucristo a sus discípulos", publicado en esta misma colección. ñor, que ha de ser eterna, no era aún manifiesta(c); a causa de ello, los fuertes han podido in-
(4)Ver Deuteronomio XXVIII: 12 y Mateo VI: 20: "Atesorad tesoros en el cielo..." terceder por los débiles (d)
(5)Ver Eclesiastés XII: 7. 43. Pero el día del juicio, será el fin de este mundo y el comienzo del mundo futuro, en el que la
muerte cesará, en el que la inmortalidad se levantará.
(6)San Ambrosio, en el capítulo X de su De Bono Mortis resume este versículo y los siete
siguientes. 44. Entonces la debilidad será apartada, la discordia cesará, la justicia crecerá y la equidad será
fuerte (e).
(7)Ver el Libro de Henoc Cap. XLV: 2.
45. En aquel día, nadie podrá tener piedad de aquel que sucumbirá en el juicio; nadie podrá
(8)Este versículo y los siguientes, hasta el 66 aparecen resumidos en la obra De Bono Mortis de perjudicar a aquel que haya vencido.
San Ambrosio.
46. Le repliqué: Es como había dicho al principio; y ahora, ¿no hubiera sido mejor que la tierra
(9)Ver el Libro de Henoc LVIII: 3 y LVIII: 12 y ss. no hubiera producido a Adán(11), que producirlo (f) e instruirlo para que pecara?
(10)Estos tres últimos versículos fueron los más polémicos y criticados de todo el apócrifo, pues
47. ¿De qué nos sirve vivir en la tristeza(g) mientras nos espera un juicio después de nuestra
son contrarios al dogma de la Iglesia [romana] de la oración por los muertos. muerte?
(a) Versión árabe-2: "Que no haya pecado".
48. ¡Oh, Adán, qué has hecho! Si no hubieras pecado, este mal no habría ocurrido.
(b) Esta frase falta en la versión árabe-2. 49. ¿De qué sirve habernos prometido un mundo inmortal, si hacemos obra de muerte?
(c) La versión latina añade: "Mi esplendor".
50. ¿De qué sirve habernos hablado de la buena esperanza, ya que perseguimos el mal?(h).
(d) Versión árabe-1: "Dos semanas de años".  Versión árabe-2: "70 años". 51. ¿De qué sirve reservarnos moradas en las que no habrá ni enfermedad ni pena, si cometemos
(e) Este versículo falta en la versión árabe-2. pecados?
(f) El pasaje que está entre corchetes falta en la versión etíope, que no ha conservado más que 52. ¿De qué sirve que la gloria del Altísimo esté entre aquellos que sufren para fortificarnos, si
este trozo: "Hazte un vaso de plomo con arcilla". seguimos en nuestra falta?
(g) Versiones latina y árabe-1: "Son aquellos que han hecho ahora más poderosa mi gloria". 53. ¿De qué sirve que aparezca un jardín cuyos frutos no se secarán, donde estarán la alegría y la
(h) Versión siríaca: "¡Oh tierra! ¿Qué has hecho?, es de ti que éstos han nacido y van a su vida, ya que no entraremos en él,
pérdida". Versión árabe-2: "¡Oh tierra!, ¿por qué has dado a luz la pena?" 54. pues hemos cometido actos reprochables? (i).
(i) Versión latina: "En el que empezarás a renovar la creación". 55. ¿De qué sirve que la faz de aquellos que han manifestado una fuerte paciencia brille(j),
(j) Versiones siríaca y árabe-1: "Serán atormentadas de 7 maneras". mientras que las nuestras serán oscurecidas por las tinieblas?
(k) La versión siríaca añade: "Suplicio que alcanzará a las almas de los impíos que, aunque 56. He aquí que vivimos sin saber qué nos ocurrirá después de nuestra muerte (k).
tenían tiempo de actuar, no se han sometido a los preceptos del Altísimo". 57. Él me respondió: Tal es el pensamiento de este mundo; que el hombre nacido en esta tierra
(l) Versión latina: "En gran silencio". luche y libre un combate.
(ll) Versión siríaca: ''Se reposan y caminan en 7 vías". Versión latina: "Recibirán su 58. De manera que si es vencido, hallará lo que dices; si es vencedor, hallará lo que digo.
recompensa que será de 7 maneras".  Versión árabe-2: "Estas almas avanzarán por 7 caminos 59. Esta es la vía que Moisés indicó al pueblo(12): Escoged la vida para vosotros, de manera a
preparados para ellas". que viváis(l)(13).
(m) Versión árabe-2: "Es que verán los grados de beatitud de los ángeles". 60. Pero no le creyeron, como tampoco a los profetas que vinieron detrás de él. Como tampoco
(n) El resto del versículo falta en la versión árabe-2. a mí que les hablaba.
61. No habrá tristeza alguna en lo que se refiere a su pérdida... (ll) para la vida de aquellos que (ll) La laguna que aparece en el texto etíope podría colmarse gracias a las versiones siríaca y
creen. latina: "Del mismo modo que habrá alegría por la salvación de aquellos que han obedecido" .
62. Señor, le dije, ahora sé que el Altísimo es llamado el Clemente porque ha tenido piedad de Versión árabe-1: "Además, no estoy triste y no contradigo su perdición, sino que me alegro,
aquellos que son siempre como si no fueran nada; pues sus corazones no están sometidos a lo que es bueno". Este pasaje está alterado en la
63. El Compasivo, porque tiene piedad de aquellos que se vuelven hacia su ley(m). versión árabe-2.
64. El Paciente porque ha manifestado la misma paciencia hacia aquellos que pecaban que hacia (m) Este versículo falta en la versión árabe-2.
sus hijos(n). (n) Versión latina: "Hacia sus obras" (De él).  Versión árabe-1: "Hacia sus obras "  (De ellos).
65. El Generoso, porque ha dado a aquellos que te he dicho según lo que por sus acciones (ñ) Versiones latina y siríaca: "Porque quiere dar en vez de reclamar".  Este versículo falta en la
merecían (ñ). versión árabe-2.
66. Muy Misericordioso, porque prodiga su misericordia a aquellos que existen(o),  tanto a aque- (o) Versiones latina, siríaca y árabe-2: "A aquellos que han vivido, como a aquellos que
llos que desobedecen como a aquellos que son dignos de elogio. vivirán".
67. Pues si no prodigara su misericordia, el mundo no podría subsistir, como tampoco aquellos (p) Este versículo falta en la versión árabe-2.
que lo habitan.
68. Es generoso, pues si no acordara por su bondad que los pecadores fueran aligerados de sus CAPÍTULO VIII
faltas, el género humano no viviría (p). 1. Me respondió: El Altísimo ha hecho este mundo para muchos, y el mundo que viene para
69. Es el juez, pues si no conservara la obra que ha hecho, destruiría a la multitud de los impíos, pocos(1).
70. y de la masa que ha creado no quedaría más que un pequeño número (de hombres). 2. Voy a explicar esta figura ante ti, Esdras. Interroga a la tierra y ésta te dirá que ella da el
polvo del que se hacen las vasijas, y el polvo del oro; el primero es mucho más abundante que el
Notas segundo (2).
(1)Este capítulo corresponde a los versículos 36 a 69 del capítulo VII de la edición latina de 3. Muchos han sido creados (en la tierra), pero pocos vivirán.
Migne. Los 35 versículos anteriores formaban el capítulo V de la versión etíope. 4. Proseguí: Que el alma se alegre a causa de la inteligencia y que la oreja beba la sabiduría(a).
(2)Ver Génesis XVIII: 23. 5. Pues la oreja ha venido para oír y se va, a pesar de que sólo le haya dado poca vida (b).
(3)Ver Éxodo XXXII: 11. 6. Señor, si le permites a tu servidor, cuando nos diste el corazón y el pensamiento para sembrar
(4)Ver Josué VII: 6 a 9. allí donde cultivamos, sembrábamos para cosechar frutos y para que pudieran vivir, (pero) ahora
todos (han) muerto mientras el mundo traía al género humano(c).
(5) Ver I Reyes XII: 8 y 9, y 18, 19 y 23.
7. Pues todos somos iguales; somos, como has dicho, la obra de tus manos.
(6) Ver II Reyes XXIV: 10.
8. Ahora creas (al hombre) en la matriz, le haces un cuerpo y miembros, le das un corazón, lo
(7) Ver III Reyes XVII: 15 a 61. conservas en el fuego y en el agua. Durante nueve meses ella lleva lo que has creado, y es
(8) Ver III Reyes XVIII: 42. guardado por tu palabra.
(9) Ver III Reyes XVII: 20 y 21. 9. Luego, después de traerlo su madre al mundo, después de su nacimiento y su creación,
(10) Ver IV Reyes XIX: 15 a 19. 10. Ordenas que la leche mane de todos sus miembros hacia sus pechos, fruto del seno,
(11)Ver Apoc. de Esdras II: 12. 11. Para amamantar durante un cierto tiempo a aquel que has creado; lo haces crecer por tu mi -
(12)Ver Deuteronomio XXX: 19. sericordia.
(13)Ver también Amós V: 4: "¡Buscadme y viviréis!". 12. Lo alimentas con tu justicia; le instruyes en tu ley y le reprendes con tu sabiduría(d).
(a) Versión latina: "Achar". Versión árabe-1: "Akhár"; "En tiempos de Akán"  falta en la versión 13. ¡Luego haces perecer a aquel que has creado y animado, a tu servidor!
árabe-2. 14. Pero si destruyes a aquel que has creado y formado desde tantos días, ¿por qué lo has crea-
(b) Versión árabe-2: "Que Eliseo volvió a llamar a la vida resucitándolo de entre los muertos". do?
(c) Versión siríaca: "El siglo tiene un final y la gloria de Dios no permanece en él 15. Ahora, he hablado con certeza; y tú, todo lo sabes, pero yo, estoy inquieto a causa de tu
constantemente". Versión árabe-2: "La  naturaleza de este mundo no perdura". pueblo.
(d) Versión árabe-2: "Porque se retiraban de este mundo al cabo de pocos días". 16. Y de tu herencia: esto es lo que me aflige (e).
(e) Versión siríaca: "La sinceridad aparecerá". 17. Por ello he empezado a implorarte, a causa de mí y a causa de ellos, pues preveo nuestra caí -
(f) Versiones siríaca y latina: "O habiéndolo producido le impidiera pecar". El final de este da, de los que habitamos en este mundo.
versículo está alterado en la versión árabe-l y falta en la versión árabe-2. 18. Y oigo la ley del mundo futuro.
(g) Versión árabe-2: "¿De qué les sirve a los hombres ser píos o malvados?" Comienzo de la oración pronunciada por Esdras antes de ser raptado(f)
(h) Versión árabe-2: "Ya que después de haber visto la esperanza inmortal, nos hemos 19. Escucha también mi voz, oye mi ruego y hablaré ante ti.
entregado al suplicio". 20. Señor, que vives en la eternidad (f bis), que ves en el elevado éter; Altísimo que resides en el
(i) El final de este versículo falta en la versión árabe-2. cielo,
(j) Versión árabe-1: "Como las lámparas del cielo". Versiones latina, siríaca y árabe-2: "Encima 21. Cuyo trono es invencible; cuyos ángeles están en pie con temor.
de las estrellas". 22. Por cuya orden existen el viento y el fuego, cuya palabra es firme, cuyo lenguaje es
(k)  Versiones latina, siríaca y árabe-1: "Cuando, durante nuestras vidas, hacemos el mal, no duradero,
pensamos en que lo empezaremos a sufrir después de la muerte". 23. Cuya ley es fuerte, cuyas órdenes son terribles; tus decisiones desecan los abismos, tu cólera
(l) Versión árabe-2: "Para vosotros, la vida es mejor que la muerte: no muráis". hace que se fundan en agua las montañas, y la justicia es tu testimonio (3).
24. Escucha la palabra de tu servidor, atiende a los ruegos de tu criatura, escucha mi lenguaje.
25. Mientras esté en vida, te hablaré; mientras mi corazón exista, te responderé. 56. Ya que, habiendo recibido la libertad, han despreciado al Altísimo, han desdeñado su ley,
26. No consideres las faltas de tu pueblo, sino la justicia de aquellos que te han servido. abandonado su vía.
27. No mires la obra de los pecadores (g), sino los dolores de aquellos que han observado tus 57. Después de haber pisoteado a los justos,
mandamientos. 58. se han dicho a sí mismos: "No queremos ningún Dios", sabiendo que morirían.
28. No te irrites a causa de aquellos que han hecho el mal ante ti, pero acuérdate de aquellos que 59. Así, del mismo modo que este bien os está reservado, así les está destinado el perder. [El
en sus corazones han creído en tu ley(h). Altísimo no quiere que todos los hombres perezcan] (s).
29. No quieras hacer perecer a aquellos que se han comportado como animales, pero acuérdate y 60. Pero después de haber sido creados, han profanado el nombre de su creador; no han dado
considera a aquellos que han abrazado tu ley con el corazón sereno (i) gracias a aquel que los había formado.
30. No le irrites contra aquellos que son peores que las bestias (j), pero ama a aquellos que 61. Ahora, su castigo está cerca;
siempre han tenido confianza en tu gloria. 62. no he dicho esto a muchos, sino a ti y al pequeño número de aquellos que son como tú.
31. Pero nosotros y aquellos que nos han precedido, hemos cometido faltas mortales; sé miseri- 63. Le dije: Señor, acabas de indicarme la multitud de signos que harás en los días supremos,
cordioso para con nosotros y para con aquellos que nos han precedido. pero no me has indicado en qué momento tendrán lugar.
32. Pues si tienes piedad de nosotros que no tenemos buenas acciones, serás llamado en aquel
día el misericordioso. Notas
33. Para los justos que tienen reservadas cerca de ti buenas acciones, tendrás piedad de ellos a (1)Se trata de la misma enseñanza que Mateo XXII: 14: "Muchos son los llamados y pocos los
causa de sus obras. elegidos". Ver también Apoc. de Esdras VI: 20, VIII: 3 y IX: 15.
34. ¿Qué es el hombre para que te irrites contra él? ¿Qué es la raza mortal para excitar tu ira? (2)Ver Romanos IX: 21.
(k).
(3)Este versículo es citado en las Constituciones Apostólicas  VIII: 7.
35. En verdad te lo digo: No hay entre aquellos que han sido engendrados ninguno que no haya
pecado (l). (4)Ver Mateo III: 10.
36. Así se conocerá bien tu bondad, si tienes piedad de aquellos que no tienen buenas acciones. (5)Ver Apoc. de Esdras I: 5 y II: 30.
37. Me respondió: En verdad, has hablado según la justicia; así es. (6)Ver Apoc. de Esdras IV: 58 y 59.
38. En verdad, no les deseo la muerte a aquellos que han pecado, ni el juicio, ni la destrucción: (a) Versión latina: "Traga el sentido, alma mía; que devore lo que es sabio". Versión
siríaca: "Absorbe el sentido, alma mía; ¡Oh corazón mío, bebe la inteligencia!" Versión árabe-
39. Mas me alegro por los justos (ll), pues ellos son quienes vivirán y quienes hallarán su 2: "Entonces dije a mi alma: Vive pues en penitencia, a fin de comprender bien".
recompensa.
(b) Versión árabe-2: "Pues poco numerosos son aquellos que se evitan la muerte".
40. Es como tú has dicho.
(c) Versiones siríaca y árabe-1: "Para que todo lo que es corruptible, creyendo revestirse de la
41. Del mismo modo que el labrador (m) siembra muchas semillas y hace muchas plantaciones, forma humana, pueda vivir". Este versículo aparece alterado en la versión árabe-2.
si es tiempo(n) de ello. Toda semilla no vivirá; todas las plantas no echarán raíz; del mismo mo-
do, todos los que están en el mundo no vivirán (4). (d) Versiones siríaca y árabe-1: "La instruyes en tu inteligencia". Versión árabe-2: "Le
conduces en tu justicia".
42. Le respondí: Si he hallado gracia ante ti, (permíteme) que hable.
(e) Las otras versiones consultadas añaden: "Y de Israel, por esto estás triste, y de Jacob, y por
43. Si la simiente del labrador no crece, se dice: Quizás no ha recibido lluvia, por ello ha esto estoy turbado".
perecido (ñ)).
(f) Esta frase falta en la versión árabe-1.
44. Pero el hombre que has hecho con tus manos, que has formado a semejanza tuya, si es tu
imagen y lo has creado todo a causa de él, ¿por qué lo comparas y haces que se parezca a la si- (f bis) Versión árabe-2: "Me eres más elevado que el éter". El resto del versículo falta en esta
miente del labrador?(5). versión.
45. Ello está lejos de ti, Señor, pero perdona a tu pueblo; sé clemente para con tu herencia (6), (g)  La primera parte de este versículo falta en la versión árabe-2.
pues tendrás piedad de tus criaturas. (h)  Este versículo falta en la versión árabe-2.
46. Prosiguió: Lo que hay en este mundo, es la imagen de aquellos que en él habitan; lo que hay (i) La segunda parte de este versículo falta en la versión árabe-2.
en este mundo, es la imagen de aquellos que se encuentran en él (o). (j) Versión árabe-2: "No castigues a los animales por culpa de las faltas de los hombres".
47. Pero eres incapaz de amar más que yo a mis criaturas, y eres, la mayor parte del tiempo, (k) El final de este versículo falta en la versión árabe-1.
comparable a los pecadores, aunque no seas uno de ellos, (l) La versión latina añade: "Entre aquellos que confiesan ninguno que no haya cometido
48-49. Porque te has humillado, como te convenía, y no te has considerado como los justos para faltas".  Las otras versiones consultadas traen: "Entre aquellos que han sido, ninguno que no
ser alabado aún más. haya cometido faltas".
50. Los culpables que habitarán en el mundo en los días supremos, sufrirán mucho porque avan - (ll) El final de este versículo falta en la versión árabe-2.
zan con mucho orgullo (p). (m) La versión árabe-2 añade: "Que abona su campo".
51. Tú, comprende para ti, y busca la gloria de aquellos que son como tú. (n) Versión siríaca: "En todo momento"  (tiempo).
52 (q). Pues para vosotros está abierto el paraíso, plantado el árbol de la vida, preparado el mun- (ñ) Versiones latina, siríaca y árabe-1: "Si la semilla del labrador no ha recibido la lluvia en su
do futuro, la alegría ordenada y establecida; la bendición se ha levantado(r), así como la bon dad, momento, ¿cómo será salvada? Perece incluso por demasiada lluvia".
y la raíz de la sabiduría ha sido recogida para nosotros.
(o) Versión árabe-2: "Las semillas y las plantas que nacen, se parecen a aquellos que cumplen
53. La enfermedad ha sido marcada con un sello, la muerte ha sido abolida, el infierno ha sido con sus deberes; aquellas que perecen a aquellos que carecen de fuerza".
escondido, la corrupción ha sido destruida.
(p) Este versículo falta en la versión árabe-2. El final del capítulo, a partir de este versículo falta
54. El dolor ha sido olvidado, ha aparecido el tesoro de la vida. en la versión árabe-1.
55. No vuelvas a preguntarte más acerca de la multitud de aquellos que perecerán. (q) El final del capítulo, a partir de este versículo falta en la versión árabe-2.
(r) Versión siríaca: "La ciudad se ha construido". 29. Señor, Dios mío, les apareciste a nuestros padres en la soledad, en la tierra desierta donde no
(s) El pasaje que está entre corchetes y que falta en la versión etíope, nos es dado por las había ni bosque ni hierba.
versiones latina y siríaca. 30. Y dijiste: Israel, escúchame, [tú, simiente de Jacob](ll) atiende a mi voz.
31. Sembraré mi ley entre vosotros; traerá frutos en vosotros y por ella seréis ilustres en este
CAPÍTULO IX mundo.
1. Me respondió: Calcula (1) tú mismo, y cuando hayas visto la realización de una parte de los 32. Pero habiendo recibido la ley, nuestros padres no la guardaron; no quedaron en tu partido
signos que te he indicado(a), (m). Entonces el fruto de la ley no fue perdido, pues no era posible que se perdiera, ya que viene
2. Has de saber entonces que ha llegado el momento fijado, en el que el Altísimo ha de examinar de ti.
al mundo que ha creado. 33. Aquellos que lo habían recibido perecieron por no haber guardado lo que tú habías sembrado
3. Cuando aparezcan en cada país los terremotos; cuando los pueblos estarán alterados, las entre ellos.
naciones mezcladas; cuando los reyes se combatan, cuando los príncipes estén asustados (2), 34. Pues es tu ley; (del mismo modo que) la tierra después de haber recibido la simiente; el mar
4. Entonces has de saber que el Altísimo ha hablado de todo ello antes de ese momento (b). después de haber sido surcado por el navío; el cuenco, después de haber colocado el alimento en
él.
5. Del mismo modo que todo lo que existe en el mundo tiene su principio en la palabra (3) y su
final en la manifestación(c), 35. Cuando llega el momento de perecer, ya sea para esta simiente, ya para aquellos que han
sido colocado (en el cuenco), todo esto es destruido, aunque aquel que lo ha recibido subsiste;
6. Así el mundo del Altísimo tiene su principio en el discurso, los signos y el poder, y su final en pero con nosotros no ocurre lo mismo.
la obra y en el milagro.
36. Los que hemos recibido tu ley y hemos pecado, perecemos con nuestro corazón que la ha
7. Aquel que se salve y pueda escapar gracias a sus actos y a la fe en la que cree (d), recibido.
8. Aquel evitará los tormentos que te he dicho, verá la vida sobre la tierra y en los límites que 37. Tu ley no perece, mas subsiste en toda su gloria (n).
me he consagrado fuera de este mundo (e).
38. Miré entonces con mis ojos y vi a mi derecha a una mujer que gritaba y lloraba; su alma
9. Entonces, viendo esto, aquellos que despreciaron mis preceptos, se afligirán; aquellos que estaba muy afligida; sus vestiduras estaban rasgadas y su cabeza cubierta de ceniza.
rechazaron mi partido y que me han despreciado, serán atormentados por el juicio.
39. Los pensamientos que me agitaban me abandonaron; me giré hacia ella y le dije:
10. Entonces, todos aquellos que me han ignorado durante sus vidas, mientras yo les protegía,
40. ¿Por qué lloras? ¿Por qué está afligida tu alma?
11. Todos aquellos que se enorgullecían contra mí, mientras eran libres,
41. Me dijo: Déjame, Señor mío, déjame llorar sobre mí misma y aumentar mi dolor; pues estoy
12. Y que era paciente con ellos, aquellos que no me han conocido, pero que me han rechazado, muy triste y mi alma está afligida.
tendrán que conocerme después de su muerte(4).
42. Proseguí: Dime, ¿quién eres?
13. En lo que a ti se refiere, no busques de qué modo serán juzgados los pecadores, mas busca
cómo vivirán los justos en su mundo, pues éste existe a causa de ellos. 43. Me respondió: Antes yo era estéril, permanecí durante treinta años con mi marido.
14. Le respondí con estos términos: 44. Continuamente, durante estos treinta años, rezaba al Señor día y noche.
15. Lo dije antes y lo sigo diciendo: Aquellos que perecerán serán más numerosos que aquellos 45. Después de estos treinta años, el Señor escuchó a su sirviente, vio mi tristeza y consideró mi
que vivirán, tormento y mi dolor; me dio un hijo del que me alegré mucho así como mi marido y todas las
gentes de mi ciudad y alabé al Señor.
16. Del mismo modo que la ola es mayor que la gota.
46. Alimenté a mi hijo con muchos esfuerzos.
17. Tal suelo, tal simiente (f), me dijo; tales actos, tal sentencia; el campo depende del cálculo
del labrador; según sus días era el mundo. 47. Cuando creció lo casé e hice un festín.
18. Que yo había preparado antes de que existiera el de ellos, aquel en el que viven; entonces no
había nadie que me contradijera; pues no existía nadie, absolutamente nadie (g). Notas
19. Después de haber sido creados en un mundo preparado y ante una mesa perpetua, según una (1)Literalmente: "Mide midiendo o calcula calculando" se trata de un hebraísmo que indica que
ley donde no había señales de la muerte por sus acciones(h), se ha de calcular con cuidado y exactitud.
20. Cuando vi el mundo, había perecido; entonces estaban atormentados a causa de los actos que (2)Ver Mateo XXIV: 7.
habían sembrado en la tierra(i)(5). (3)Ver Hebreos XI: 3.
21. Vine y tuve piedad de bien pocos; he ahorrado para mí un grano de la viña y un tallo del (4)Ver el Libro de la Sabiduría V: 3 y ss.
bosque espeso (j). (5)Ver el Logion 28 del Evangelio según Tomás: "Me he mantenido en medio del mundo y me
22. Que perezca esta multitud de seres creados inútilmente y pueda conservarse (k) mi grano, un he revelado a ellos en la carne. Los he encontrado a todos ebrios y no he encontrado a nadie
tallo que se ha fortificado con mucho trabajo. entre ellos que tuviera sed, y mi alma ha sentido pena por los hijos de los hombres pues están
23. En cuanto a ti, si ayunas y rezas de nuevo durante siete días, ciegos en su corazón y no ven que han venido al mundo estando vacíos; buscan también salir del
24. Si vas al desierto donde no hay construida ninguna morada; si sólo comes frutos salvajes; si mundo estando vacíos. Pero ahora están ebrios. Cuando hayan expulsado su vino, entonces se
no te alimentas de carne, si no bebes vino, (no teniendo por alimento más que) los frutos de los arrepentirán."
árboles, (a) La versión árabe-1 no nos da el final de este capítulo.
25. Reza continuamente hacia el Altísimo; vendré a ti y te hablaré. (b) La versión árabe-2 añade: "Pues yo, el Señor, he hablado desde el principio del mundo para
26. Entonces fui al desierto cuyo nombre es Arfad(l) como me había ordenado; permanecí en un que conozcas lo que ha pasado y lo que ha seguido".
prado; me alimenté de frutos salvajes y lo que comía me saciaba. (c) En la versión árabe-2 este versículo aparece unido al siguiente y está algo alterado: "Los
27. Después de siete días, estaba acostado en la hierba y sentía mi corazón alterado como antes. tiempos que he anunciado, serán conocidos en el momento de su desaparición".
28. Abrí la boca; comencé a hablar ante el Altísimo y le dije: (d) La primera parte de este versículo falta en la versión árabe-2.
(e) El final de este versículo y del siguiente falta en la versión árabe-2.
(f) Las versiones latina y siríaca añaden: "Tales flores, tales colores, tal obrero, tal 21. ¿Acaso no ves cómo ha sido destruido nuestro santuario, derrumbados nuestros altares,
perfume". Este versículo y el siguiente aparecen alterados en la versión árabe-2. derribado nuestro templo?(g).
(g) Versión árabe-2: "Del mismo modo que el labrador reúne en su era, la cosecha de la tierra, 22. ¿Cómo han cesado nuestros salmos, se han callado nuestras alabanzas, ha caído nuestra
así reuniré a todas mis criaturas en el mundo futuro que he creado e instituido". gloria, se han apagado nuestras antorchas y nuestras luces, ha sido arrebatada el arca de nuestra
(h) Versiones latina, siríaca y árabe-l: "Por sus acciones se han vuelto perecederos". Versión ley(1) mancillados nuestros objetos sagrados, deshonrado nuestro nombre(2), humillados
árabe-2: "Del mismo modo que, para el labrador hay un momento para sembrar y (otro) para nuestros hombres libres, quemados nuestros sacerdotes, llevados al cautiverio nuestros levitas,
cosechar, así he preparado este mundo para la fatiga y el trabajo, y reúno a mis criaturas para reducidos a la esclavitud nuestros jóvenes, raptados nuestros niños, privados de su fuerza
el destino que he querido asignarles". nuestros héroes?
(i) Este versículo está completamente modificado en la versión árabe-2. 23. Y lo que es aún peor, Sión ha sido marcada con el sello; su gloria la ha abandonado y hemos
(j) Esta frase falta en la versión árabe-2. pasado a estar dominados por nuestros enemigos.
(k) Versión árabe-l: "Hice perecer... y conservé". Versión árabe-2: "Mientras que el resto de los 24. Aleja de ti tu excesiva aflicción, aparta de ti este gran dolor a fin que el Altísimo, el Fuerte,
hombres fue sacado y suprimido de la faz de la tierra". te perdone y te alivie de tu pena.
(l) Versión siríaca: "Ardat". Versión árabe-l: "Araab". Versión árabe-2: "El Mouchir". 25. Mientras le hablaba, súbitamente, su cara se iluminó y su aspecto fue como el de un
relámpago: tuve miedo de estar cerca de ella y mi alma se aterrorizó. ¿Qué es esto?, me dije.
(ll) El pasaje que está entre corchetes y que falta en la versión etíope, nos es dado por las otras
versiones consultadas. 26. De pronto lanzó un gran grito que resonó de un modo tan fuerte y espantoso que la tierra
tembló a su voz.
(m) El final del versículo falta en la Versión árabe-2.
27. Cuando la miré, la mujer no estaba ya allí; había una ciudad construida, vi el inmenso
(n) El pasaje que está entre corchetes y que falta en la versión etíope, nos es dado por las otras emplazamiento de sus fundaciones; sentí miedo y grité,
versiones consultadas.
28. diciendo: ¿Dónde está el ángel Uriel (Ourâèl)  que vino antes hacia mí? ¿Por qué me ha
hecho buscar todo esto, para que el final de mi vida sea presa de las penas y mi oración del
CAPÍTULO X oprobio?
1. Luego, cuando entró en la habitación, cayó y murió. 29. Mientras le hablaba así, este ángel que antes vino hacia mí, se me acercó.
2. Entonces apagamos nuestras luces y nos pusimos a llorar. Todas las gentes de mi ciudad 30. Me encontró estirado como un cadáver privado de sentimiento; me tomó la mano derecha,
vinieron a hablarme y me mantuve en silencio hasta el día siguiente. me dio fuerzas, me puso derecho sobre mis pies.
3. Cuando se hubieron callado y cesaron de exhortarme (a), me levanté por la noche, y me 31. Me interpeló: ¿Qué te ha ocurrido? ¿Qué te ha alterado? ¿Por qué has perdido el
escapé (tal como me ves) (b) y vine a este desierto. conocimiento?
4. He decidido no entrar más en una ciudad, permanecer aquí sin comer ni beber, ayunar 32. Es porque me has dejado y abandonado; he salido al desierto como me habías dicho y he
continuamente y no lamentarme hasta que me muera. visto cosas incomprensibles.
5. Los pensamientos que me agitaban me abandonaron y le respondí (con enojo) (c). 33. Levántate, me dijo y te hablaré como a un hombre (h).
6. Oh, insensata entre todas las mujeres, ¿Acaso no ves nuestro dolor y todo lo que nos ha 34. Le respondí: Habla, Señor mío, pero no me abandones, no sea que muera súbitamente.
ocurrido 35. Pues he visto lo que nunca había visto; he oído lo que no entendía(3).
7. a causa de Sión? Pues estamos todos disgustados y sentimos una fuerte aflicción. 36. ¿Acaso ha delirado mi espíritu?(i)) ¿Quizás ha soñado mi alma?
8. ¿Es justo que ahora te aflijas y te lamentes? ¡Estamos todos afligidos y lloras por un solo 37. Ahora te lo ruego, Señor mío, exponle a tu servidor la explicación de todo ello.
hijo!.
38. Me respondió: Escúchame y te instruiré sobre lo que temes, pues el Señor Altísimo te ha
9. Pregúntale a la tierra y te dirá: En verdad, ¡sería conveniente que se afligiera por todos revelado lo que es un misterio escondido,
aquellos que fueron engendrados antes que ella,
39. viendo tu justicia, pues te afliges mucho por tu pueblo; te entristeces mucho por Sión.
10. todos aquellos que fueron creados en otro tiempo en ella! He aquí que otros vinieron, y todos
encontraron completamente la pérdida y la aniquilación. 40. He aquí lo que ocurre: Esta mujer que has visto, tan afligida
11. ¿Quién tiene que afligirse más? ¿Aquellos que han sufrido grandes pérdidas o tú, que te 41. al principio y que has empezado a consolar,
lamentas por uno solo?(d). 42. luego, esta mujer ha desaparecido mientras la mirabas, y que ha sido reemplazada por una
12. Me dirás: Mi pena no es como la de la tierra, pues yo he perdido al fruto de mis entrañas que fortaleza,
he engendrado en el sufrimiento y en el dolor. 43. cuando te hablaba de su pena a causa de su hijo,
13. Del mismo modo que muchos vienen a la tierra, muchos se van de ella. 44. esta mujer que has visto, es Sión, que ahora se te aparece como una fortaleza.
14. Pero yo te digo: Del mismo modo que has engendrado en el dolor, del mismo modo la tierra, 45. Lo que te ha dicho: He sido estéril durante 30 años, significa que el mundo ha durado 3.000
en su origen, dio sus frutos al hombre (e), según lo que había recibido de su Creador. años durante los cuales no se ofrecían sacrificios.
15. Aparta de ti tu tristeza y soporta con paciencia lo que te pasa, tu tormento y tu pena. 46. Después de 3.000 años, Salomón edificó una ciudad e instituyó el sacrificio. Este es el
16. Ya que si reconoces que el Señor que te mira es justo(f), reencontrarás a tu hijo en su significado del hijo dado a luz por la mujer estéril.
momento y se te nombrará entre las mujeres fieles. 47. Estas palabras: Lo he alimentado con mucho esfuerzo, designan el estado en el que ha
17. Ve, pues, a la ciudad a encontrar a tu marido. permanecido Jerusalén.
18. No obraré así, me dijo ella; no iré a la ciudad sino que moriré aquí. 48. Lo que te ha dicho: El día en que mi hijo entró en la cámara nupcial, murió y este dolor me
ha alcanzado, significa la ruina de Jerusalén.
19. Me puse de nuevo a hablarle.
49. Cuando has visto lo que ocurría con ella y cómo lloraba a su hijo, has empezado a consolarla
20. No hagas esto, mas escúchame; compárate al juicio de Sión, consuélate en presencia de (lo de su dolor.
que le ha ocurrido) a Jerusalén.
50. El Señor Altísimo, viendo que te afligías con toda su alma por culpa de ella, te ha mostrado 7. Esta águila se levantó, se irguió sobre sus garras, pegó un gran grito y dijo a sus alas:
el brillo de su gloria y el esplendor de su belleza. 8. No veléis todas juntas; dormid y velad cada una por turnos.
51 (j). Por eso te he dicho: Permanece en el desierto donde no hay ninguna casa construida. 9. Su última cabeza era la mayor (b).
52. Pues sabía todo lo que te iba a mostrar el Señor. 10. Mientras yo miraba, su voz no salía de su cabeza, sino del medio de su cuerpo.
53. Por eso te dije: Ve allí donde no hay fundamentos de murallas. 11. Se contaban ocho cabezas (c) como ésta.
54. Pues no podía haber habido fundación alguna de obra humana allí donde el Señor te 12. Entonces salió un ala del lado derecho y reinó sobre toda la tierra.
mostraría alguna cosa (k). 13. Cuando llegó el tiempo fijado para su fin, desapareció, de modo que ya no se vio su sitio;
55. Así pues, no temas; que tu corazón no esté asustado; ve, contempla su luz y la fuerza de sus salió otra, reinó durante largo tiempo y se consolidó.
fundaciones [en la medida en que tus ojos son capaces de verlo] (l). 14. Luego, cuando llegó su tiempo, desapareció como la primera.
56. Y escucha con tus oídos tanto como puedas, 15. Una voz vino a ella y le dijo:
57. Pues eres más feliz que muchos, y has sido nombrado(ll) ante el Señor como pocos lo 16. Escucha, ¡Cuánto tiempo has ocupado la tierra! (d). Te anuncio esto antes de que perezcas:
fueron(m).
17. Nadie, después de ti, será fuerte como tú, ni siquiera la mitad del tiempo que tú has durado.
58. Pasa aquí la noche de mañana.
18. Una tercera salió, se consolidó, reinó como la primera, y luego desapareció.
59. El Señor Altísimo te hará ver en sueños lo que hará según las épocas determinadas a
aquellos que viven en el mundo. 19. Del mismo modo, todas sus alas salieron, reinaron cada una y desaparecieron.
60. Pasé aquella noche y el día siguiente como me había ordenado. 20. Todas sus alas se levantaron del lado derecho, cada una a su debido tiempo, para fortificarse
y reinar; luego desaparecieron.
21. Entre ellas hubo algunas que se levantaron, pero sin reinar.
Notas
22. Después de esto, las doce alas desaparecieron (e) así como sus dos cabezas.
(1)Ver I Samuel V: l.
23. En el cuerpo de esta águila no quedaron más que tres cabezas que dormían y seis cabezas(f).
(2)Ver EzequieI XXVI: 20.
24. Luego, dos de estas últimas se separaron, se mantuvieron en aquella que estaba en el lado
(3)Ver I Corintios II: 9 y 10. derecho y cuatro se quedaron en su sitio.
(a) Las versiones siríaca y árabe-2 añaden: "Y creyeron que me había dormido". 25. Estas cuatro tomaron la resolución de levantarse y de reinar.
(b) El pasaje que está entre corchetes y que falta en el texto etíope, nos es dado por las otras 26 (g). Una se levantó, se irguió y desapareció rápidamente.
versiones consultadas.
27. Ocurrió lo mismo con la segunda, y pasó más rápidamente que la primera.
(c) Estas palabras, que faltan en el texto etíope, nos son dadas por las versiones latina, siríaca y
árabe-l. 28. Entonces las dos que quedaban tomaron la resolución de levantarse y de reinar.
(d) Versión árabe-2: "No te conviene llorar por uno solo". 29. Mientras deliberaban, he aquí que se despertó una de las tres cabezas que dormían: era la del
medio, la mayor de todas.
(e) El final del versículo falta en la versión árabe-2.
30. Entonces tomó con ella a estas dos cabezas (h).
(f) Versión árabe-2: "Pues has resistido a Dios".
31. Se avanzó con sus compañeras y devoró estas dos cabezas(i) que habían deliberado para
(g) El pasaje que está entre corchetes y que falta en el texto etíope, nos es dado por las otras reinar.
versiones consultadas.
32. Esta cabeza ocupó toda la tierra, hizo padecer toda clase de tormentos a aquellos que la
(h) Versión árabe-l: "Explícate pues". habitaban y oprimió al mundo mucho más que las alas que se habían levantado.
(i) El final de este versículo falta en la versión árabe-2. 33. Después de esto, esta cabeza del medio desapareció como las otras.
(j) Los versículos 51 y 52 así como el comienzo del 53 faltan en la versión árabe-2. 34. Las dos quedaron, y, como ella, reinaron sobre la tierra y sobre sus habitantes.
(k) El versículo 54 falta en la versión árabe-2. 35. Luego, la cabeza del lado derecho devoró a la del lado izquierdo.
(l) El pasaje que está entre corchetes y que falta en el texto etíope, nos es dado por las otras 36. Oí una voz que me decía: Mira delante de ti y comprende lo que ves.
versiones consultadas.
37. Mirando, vi un león que vino del desierto rugiendo, y le oí hablar, como con voz humana y
(ll) Versión árabe-2: "Has sido llamado Esdras y has oído hablar al Altísimo". decirle a esta águila:
(m) Versiones siríaca y árabe-1: "Al final de los tiempos". Versión árabe-2: "En el futuro". 38. ¡Escucha, tú, te hablaré!: He aquí lo que dice el Altísimo.
39. ¿No eres tú el que queda de estos tres animales que he hecho reinar sobre el mundo(1) para
CAPÍTULO XI que el fin de los tiempos llegue por ellos?
1. Durante la noche del día siguiente, vi, en sueños, un águila que subía del mar; tenía doce alas 40. Habiendo llegado el cuarto a vencer a todos estos animales que han hecho sufrir al mundo
y tres cabezas. toda clase de tormentos y sufrimientos, todo el tiempo que ha vivido en el mundo, ha habitado
2. Volaba con sus alas sobre toda la tierra; todos los santos del cielo soplaban sobre ella y las con la justicia.
nubes se reunían alrededor de ella. 41. No ha juzgado al mundo con equidad.
3. De sus alas nacían cabezas; y estas cabezas eran pequeñas y delgadas(a). 42. Ha perseguido a los justos, oprimido a los inocentes, odiado a los hombres virtuosos. Has
4. Estas cabezas estaban en reposo; la del medio era mayor que las otras, pero estaba tranquila destruido los refugios de los justos; has hecho desaparecer los amparos de aquellos que no
con ellas. habían pecado contra ti.
5. Esta águila volaba con sus alas para reinar sobre la tierra y sobre sus habitantes. 43. Tu pecado se ha alzado hacia el Altísimo; tu orgullo hacia el Poderoso.
6. De modo que todo lo que hay bajo los cielos le estaba sometido; no había nadie para oponerse 44. El Señor Altísimo ha mirado a sus hombres (j), y he aquí que el mundo ha llegado a su
a ella, nadie entre todo lo que ha sido creado sobre la tierra. término y ha acabado.
45. Por eso desaparecerás (k), águila, así como tus alas pecadoras, tus cabezas culpables, tus 20. He aquí su explicación: Se levantarán ocho reyes cuyos años serán malos y cuya duración
garras malas y tu cuerpo perverso, será corta; dos de entre ellos perecerán rápidamente en el tiempo fijado.
46. A fin de que la tierra esté en reposo y liberada de todos sus tormentos, respirando lejos de ti, 21. Cuatro serán conservados hasta el momento en el que llegará el tiempo de su fin.
que espere en la justicia y la clemencia de su Creador. 22. Las tres cabezas dormidas que has visto,
23. Significan esto: Al final de sus días, el Altísimo suscitará tres reyes; harán muchas
Notas innovaciones, y harán sufrir a la tierra.
(1)Ver Daniel VII: 4. 24. Y a aquellos que viven en un gran terror, aún más que a sus predecesores; por eso se les ha
(a) Versiones árabe-l y árabe-2: "Salían de los alerones". llamado cabezas del águila.
(b) Versiones siríaca y árabe-l: "Que las cabezas sean conservadas hasta el final". 25. Pues estas cabezas de reino serán el final.
(c) Versiones siríaca, árabe-l y árabe-l: "Estas alas".  Versión latina: "Estas plumas opuestas". 26. Referente a la gran cabeza que desaparece que has visto, significa que uno de ellos dos
(d) El final de este versículo falta en la versión árabe-2. morirá en su lecho, pero atormentado.
(e) El final de este versículo falta en la versión árabe-2. 27. Los dos que quedan, morirán por la espada.
(f) Versiones latina, siríaca y árabe-l: "Sus seis alerones".  Versión árabe-2: "No le quedaron 28. Y el último perecerá por la espada (g).
más que dos alas, además del ala, de modo que el cuerpo del águila no tenía más que cabezas 29. Las dos cabezas(h) que has visto retirarse cerca de las de la derecha,
mudas". 30. He aquí su sentido: Son aquellos que el Altísimo guarda para los últimos días, en los que
(g) Los versículos 26  y 27 faltan en la versión árabe-2. acaecerá el principio del final; habrá, como has visto, un gran alboroto.
(h) El versículo 30 falta en la versión árabe-2. 31. Este león que has visto salir rugiendo del desierto, hablándole a esta águila y reprochándole
(i) Todas las otras versiones: "Alerones". sus faltas, todo lo que has oído,
(j) Versiones latina y siríaca: "Sus tiempos".  Versión árabe-2: "El tiempo que había fijado". 32. Es aquel (i) que el Altísimo ha conservado de la simiente de David para los últimos días; es
él el que saldrá, vendrá, hablará (a los hombres) de sus pecados, que les reprochará sus faltas, y
(k) Versión árabe-2: "No verás lo que gustas, águila". que amontonará ante ellos su retribución,
33. Que al principio les hará comparecer vivos al juicio, y después de haberles hecho estos
CAPÍTULO XII reproches, los perderá.
1. Después de haber dicho estas palabras con compasión(a) a esta águila, 34. Respecto al resto del pueblo, él (el Mesías) redimirá misericordiosamente a aquellos que
2. La cabeza que había quedado desapareció y las alas que se habían retirado hacia ella se serán salvados en mi reino(j); los mantendrá en alegría hasta que llegue el día del juicio del que
enderezaron y se levantaron para reinar y sus garras se agitaron(b). ya te he hablado antes.
3. Luego, éstas desaparecieron; su cuerpo fue consumido; la tierra sufrió una violenta sacudida, 35. Tal es el sueño que has visto, tal es su explicación.
yo mismo me aterroricé de la grandeza de mi búsqueda y me desperté con gran terror. 36. Sólo a ti te ha juzgado digno el Altísimo de conocer el misterio,
4. Dije a mi alma: Eres tú quien me ha atraído todo esto, examinando las vías del Altísimo. 37. Escribe en un libro todo lo que has visto y colócalo en un lugar escondido.
5. Mi alma se ha vuelto débil, mi espíritu muy atormentado; no tengo ninguna fuerza en el 38. Instruye a los sabios de tu pueblo que crees capaces de guardar este misterio en sus
exceso de pavor que siento esta noche. corazones.
6. Rogaré al Altísimo que me fortifique hasta el final. 39. Tú, quédate aún aquí durante siete días para ver lo que el Altísimo querrá mostrarte.
7. Señor, le dije, Señor mío, si he hallado gracia ante tus ojos, si soy feliz en tu presencia, si mi 40. Entonces se fue. Cuando el pueblo entero hubo sabido que habían pasado siete días y que yo
plegaria ha subido ante tu faz, no había vuelto a la ciudad, todos, grandes y pequeños, se reunieron, vinieron a mi encuentro y
8. Sálvame, fortifícame, explica a tu servidor el significado de esta visión terrible a fin de que me dijeron:
mi alma se regocije plenamente. 41. ¿Qué falta hemos cometido hacia ti, en qué hemos pecado en contra de ti para que nos dejes
9. Pues me has hecho feliz mostrándome los últimos tiempos y lo que acaecerá en el fin del y vivas en este lugar?
mundo. 42. Pues para nosotros sólo quedas tú de todos los profetas, como el único racimo de todos los
10. Me habló de este modo(c): He aquí la interpretación del sueño que has visto. que han sido recogidos, como una lámpara en un lugar de tinieblas, como un puerto de navíos en
11. El águila que sube del mar es el cuarto reino que le apareció a Daniel  (Danëèl)  tu hermano, el abismo (k);
en sueños (1). 43. ¿Acaso los males que hemos padecido no han sido suficientes?
12. Pero no se lo expliqué (2) como voy a hacerlo para ti (d) 44. Si nos abandonas, más nos habría valido quedamos en el incendio de Sión.
13. Vendrán días en los que se elevará sobre la tierra un reino más terrible que aquellos que lo 45. Pues no somos mejores que aquellos que murieron allí. Y lloraron con grandes gritos.
han precedido. 46. Les respondí: Tranquilizaos, no os aflijáis, casa de Jacob.
14. Doce reyes reinarán en él. 47. Pues nuestra memoria está ante el Altísimo, y aquel que no nos ha olvidado es fuerte.
15. Aquel que reinará en segundo lugar, reinará más tiempo que los otros. 48. No os abandonaré, no me alejaré de vosotros, pero he venido a este lugar para rezar a
16. He aquí la explicación de las doce cabezas (e) que has visto. propósito de la desolación de Sión y buscar clemencia en la aflicción de nuestras alegrías(i).
17. En cuanto a lo que has visto hablar, y la voz no salía de su cabeza, sino del medio de su 49. Id, pues, a vuestras moradas e iré hacia vosotros después de estos días.
cuerpo: 50. La gente se fue a sus moradas como les había dicho.
18. He aquí lo que es: En el seno de este reino surgirán numerosas luchas; será conmovido hasta 51. Permanecí en el desierto durante siete días según me había ordenado, alimentándome
el punto de caer; no caerá en este momento, más permanecerá en su poderío. únicamente de frutos salvajes, comiendo hierbas salvajes durante todo este tiempo.
19. En cuanto a las cabezas (f) que has visto salir de sus alas.
Notas 20. Pero más vale sufrir y llegar a esto que pasar por este mundo como las nubes y no saber que
(1)Ver Daniel VII: 23 y ss. acaecerá al final.
(2)Ver Daniel VIII: 20. 21. Me respondió: Te explicaré el significado de tu sueño; te explicaré lo que me has dicho.
(a) Estas dos palabras faltan en todas las otras versiones. 22. En lo que se refiere a aquellos que quedarán y que subsistirán (e), he aquí la explicación.
(b) El final de este versículo está alterado en la versión siríaca. 23. Los que verán esta aflicción en aquellos días, los guardará (como) a aquellos que haya
(c) El final de este versículo falta en la versión árabe-2. alcanzado esta aflicción, que tendrán buenas obras y fe en el Altísimo y el Poderosísimo.
(d) La versión árabe-2 dice, por error: "Se lo he explicado como te lo expliqué la primera vez". 24. Has de saber que estos vivos serán mucho más felices que los muertos,
(e) Versiones latina, siríaca y árabe-2: "Alas". 25. He aquí la explicación de tu sueño(f): El hombre que has visto salir del mar,
(f) Versiones latina y siríaca: "A los alones de sus alas". 26. Es aquel que el Altísimo ha guardado durante mucho tiempo, a fin de liberar por él al
mundo; es él quien dará la ley a los supervivientes.
(g) Versiones latina y siríaca: "La espada de uno devorará a su compañero, pero él mismo
perecerá por la espada". 27. El fuego, las llamas, los carbones que has visto salir de su boca como un torbellino;
(h) Versiones latina, siríaca y árabe-l: "Alerones". 28. Aquel que sin levantar la espada, ni ninguna otra arma, ha exterminado a la masa de aquellos
que le atacaban y venían para matarle, he aquí su explicación:
(i) Versión latina: "El Ungido". Versión siríaca: "El Mesías". Versión árabe-2: "El Rey".
29. Vendrán días en los que el Altísimo liberará a aquellos que están sobre la tierra.
(j) Versión árabe-2: "Aquellos que han conocido mis milagros".
30. [Los habitantes de la tierra tendrán un gran pavor] (g); entonces decidirán
(k) Versiones latina y siríaca: "Contra la tempestad".
3 l. Hacerse la guerra los unos a los otros, ciudad contra ciudad, país contra país, pueblo contra
(1) Versiones latina y siríaca: "Pedir gracia por la humillación de nuestro santuario”. pueblo, reino contra reino (5).
32. Cuando esto tenga lugar y lleguen los signos que te he mostrado antes, en ese momento,
CAPÍTULO XIII aparecerá este hombre(h)
1. Después de siete días, durante la noche, tuve un sueño. 33. Cuando todos los pueblos oigan su voz, cada uno de ellos abandonará su país y las guerras
2. Vi un gran viento que salía del mar, cuyas olas fueron agitadas. en las que están.
3. Vi que este viento salía del mar bajo la apariencia de un hombre(1)(a): este hombre se puso a 34. Se reunirán en una masa innumerable y, como has visto, querrán combatirle.
volar con las nubes de los cielos; por todas partes hacia donde dirigía su cara y miraba, todo lo 35. Él se mantendrá en la cima de la montaña de Sión (i).
que estaba ante él, se iba(b). 36. Sión vendrá y aparecerá, preparada y fortificada como has visto esta montaña.
4. Todos aquellos contra los cuales salía su voz, se fundían al oírle, como se funde la cera 37. Es el Hijo (j) que le reprochará al pueblo los pecados de aquellos que eran como un
cuando se la acerca al fuego. torbellino; amontonará ante ellos sus malas acciones y el grave castigo que infligirá.
5. Luego vi una masa innumerable de hombres que se reunían a los cuatro vientos del cielo para 38. A aquellos que eran como la llama; hará desaparecer con sus pecados a aquellos que eran
combatir al hombre que había salido del mar. como carbones ardientes (k).
6. Entonces se construyó una gran montaña sobre la que voló. 39. En cuanto a la masa pacífica que has visto reunirse en torno a él,
7. Intenté averiguar de dónde había construido esta montaña, pero no pude. 40. Son las nueve tribus que fueron llevadas cautivas de sus países en tiempos de
8. Entonces, todos aquellos que estaban reunidos para hacerle la guerra sintieron un gran miedo, Salmanasar (Salmënäsor),  rey de Persia (l), quien las conducía prisioneras a su reino.
pero osaron combatir contra él. 41. Estos mismos concibieron el proyecto de abandonar la raza de su pueblo e ir a una tierra que
9. Luego, cuando le atacaron y marcharon contra él, no levantó la mano en contra de ellos, ni la no habitaba ningún hombre;
espada, ni ninguna arma. 42. A fin de guardar su ley, que no habían guardado en su país.
10. Pero de su boca salió una ola de fuego(2), de sus labios una llama y de su lengua(3) 43. Penetraron por el estrecho pasaje del Eufrates (Efrat’is).
ardientes carbones como un torbellino; todo se mezcló: estas olas de fuego, estos carbones
ardientes y fue como una tempestad. 44. Entonces el Altísimo hizo un milagro para ellos; detuvo las fuentes del río hasta que
hubieron pasado (ll).
11. Descendió contra la multitud de aquellos que le habían atacado para matarle, y los consumió
a todos, de modo que nada quedó de ellos, excepto el polvo de sus cenizas y el humo de su 45. Su país está a una distancia de un año y medio y su nombre es Azaf(m).
incendio. Entonces me fijé. 46. Permanecieron allí hasta los últimos días.
12. Después de esto, vi a un hombre bajar de esta montaña y llamar a él a muchos hombres 47. Luego, cuando estén de vuelta,
pacíficos (4). 48. El Altísimo detendrá de nuevo las fuentes del río para que puedan pasar.
13. Muchos vinieron a él, entre los que había felices, otros, encadenados. Como estaba muy 49. Cuando haya aniquilado a estos numerosos pueblos que se han agrupado contra él, entonces
alterado, me desperté y recé al Altísimo en estos términos: consolidará a aquellos que han quedado;
14. Antes mostraste tu gloria a tu servidor(c) y me recordaste el escuchar mi plegaria. 50. Entonces les hará ver sus signos:
15. Explícame ahora el significado de este sueño. 51. Le dije: Señor, explícame esto: ¿Por qué este hombre que he visto salir del mar?
16. Pues, según pienso, ¡ay de aquellos que existen en estos días y más aún de aquellos que no 52. Me respondió: Del mismo modo que nadie puede conocer lo que está en el abismo del mar,
existen! (d) del mismo modo, ninguno de los que están sobre la tierra puede conocer al Hijo (n), más que
17. Están tristes, ignorando lo que les está reservado para los últimos días, lo que aún no les ha cuando su tiempo y su día hayan llegado.
ocurrido. 53. Tal es la explicación del sueño que has visto; por ello te lo he enseñado a ti solo,
18. Y ¡(Ay) de aquellos que existen, pues ya lo saben! 54. Pues has abandonado tus asuntos para seguir los míos y buscar mi ley.
19. Por culpa de esto, ¡Ay de ellos!, pues padecerán grandes dolores y grandes tormentos, según 55. Has dispuesto tu vida para conocerla y has considerado a la sabiduría como a tu madre.
lo que he visto en este sueño.
56. Por eso te he enseñado esto recompensándote después de pocos días, pues tengo todavía 10. Pues la juventud de este mundo ha pasado y sus faces han envejecido.
alguna cosa que decirte, y te explicaré maravillas. 11 (d). En efecto, el mundo está dividido en diez partes (e) y ha llegado a la décima.
57. Me fui y dejé este desierto alabando al Señor a causa de la gloria que hace brillar a diario. 12. Se ha quedado a la mitad (f).
58. Y porque regula los años y lo que llega a sus años(ñ). Permanecí allí durante tres días. 13. Por eso, dispón tu casa, alegra a sus afligidos, instruye a sus sabios, y despójate de esta vida
perecedera;
Notas 14. Abandona los pensamientos mortales; expulsa fuera de ti el fardo humano, reviste la
(1)Ver Daniel VII: 13. inmortalidad(g), abandona las ideas de tristeza y apresúrate para partir de este mundo.
(2)Ver Apoc. XI: 5. 15. Pues el mal que has visto empeorará aún.
(3)Ver Mateo XXV: 41. 16. En efecto, a medida que envejezca el mundo y se debilite, los males de sus habitantes se
(4)Ver Mateo XXV: 34. multiplicarán.
(5)Ver Mateo XXIV: 7. 17. La justicia desaparecerá, la mentira se alzará; el águila que has visto se apresura en llegar.
(a) Versiones siríaca y árabe-l: "Hacer salir del mar algo con apariencia de hombre". 18. Le respondí: Hablaré ante ti.
(b) Versiones latina, siríaca y árabe-l: "Temblaba". 19. Señor, iré, como me has recomendado, a enseñar al pueblo lo que ocurre ahora, pero, ¿quién
instruirá a los que nacerán luego?
(c) La versión siríaca añade: "A pesar de mi indignidad".
20. Pues el mundo está en tinieblas, y no hay luz para aquellos que lo habitan.
(d) Este pasaje, hasta el versículo 20, está truncado en la versión árabe-2.
21. Pues tu ley ha sido quemada; no hay nadie que sepa lo que has hecho, y lo que has de hacer.
(e) Versión latina: "Que han sido abandonados". Versión siríaca: "Que no serán dejados".
22 (h). Si he hallado gracia ante ti, envía sobre mí al Espíritu Santo y escribiré todo lo que ha
(f) La primera parte de este versículo falta en la versión árabe-2. ocurrido en el mundo desde el comienzo y todo lo que estaba escrito en la ley(4), a fin de que
(g) El pasaje entre corchetes, que falta en el texto etíope, nos es dado por las versiones latina, todos los que quieran vivir puedan encontrar el camino de la vida.
siríaca y árabe-l. 23. La voz me respondió: Ve, reúne a tu pueblo y dile que no te busque antes de cuarenta días.
(h) Versiones latina y siríaca: "Mi hijo a quien has visto como un hombre saliendo del 24. Prepárate muchas tablas; toma contigo a Soryä, DabrYä, Salämä, Eqänän, Asalh’ë (i), estos
mar".  Versión árabe-2: "Mi servidor". cinco hombres hábiles en la escritura.
(i) Versión árabe-2: "En la cima del Gólgota, que es Sión”. 25. Vendrás aquí y encenderé en tu corazón la lámpara de la sabiduría y no se apagará hasta que
(j) Versiones latina y siríaca: "Mi hijo". Versión árabe-2: "Mi servidor". hayas acabado todo lo que tienes que escribir.
(k) Versión siríaca: "Aquel que se parece a la llama los perderá fácilmente por esta ley, 26. Cuando hayas acabado, hay cosas que revelarás y otras que esconderás y darás a los sabios;
comparable a la llama".  Versión latina: "Los perderá así como la ley". Este versículo está mañana por la mañana, empezarás a escribir.
alterado en la versión árabe-2. 27. Como había recibido la orden de irme, me fui y reuní a todo el pueblo.
(l) Versiones latina, siríaca y árabe-2: "En tiempos del rey Josías, y de Salbanasar, rey de 28. Y les dije: Israelitas, escuchad estas palabras.
Asiria". Versión árabe-l: "En tiempos del rey Sisârâm, aquellos que tomó Salmanasar,
Asmonanasar, rey de Siria, a quien otros llaman rey de Mossul". 29. Vuestros padres permanecieron antaño en la tierra de Egipto(5) y él (Dios) los liberó.
(ll) Versión árabe-l: "Les hizo manar manantiales del río (o del mar) y el agua corrió hasta el 30. Recibieron la ley de vida y no la guardaron, y vosotros, sus sucesores, les habéis
país hacia el que se dirigían". desobedecido.
(m) Versiones siríaca y árabe-2: "Arzal".  Versión latina: "Arzareth". Versión árabe- 31. Nos ha dado la tierra, nos ha hecho heredar el país de Sión; vosotros y vuestros padres,
l: "Aksarârâ Kazarawin". habéis hecho el mal y no habéis seguido las vías que el Altísimo(j) os había prescrito.
(n) Versiones latina y siríaca: “Mi Hijo". 32. Como es un juez equitativo(k), os ha quitado lo que en su tiempo os dio.
(ñ) La primera parte del versículo falta en la versión árabe-2. 33. Ahora estáis aquí, y vuestros hermanos están entre vosotros(l).
34. Si os sometéis en vuestros corazones, si corregís vuestros espíritus, si guardáis vuestras
vidas, no moriréis.
CAPÍTULO XIV
35. Pues el juicio vendrá después de la muerte y no os hará vivir. Entonces aparecerán los
1. Al tercer día(a), mientras estaba bajo un árbol, nombres de los justos; las acciones de los pecadores se descubrirán.
2. Una voz que venía del lado de este árbol llegó a mí, diciéndome: ¡Esdras, Esdras! Le 36. Que ninguno de vosotros venga hacia mí; no me busquéis antes de cuarenta días.
respondí: ¡Heme aquí! Me levanté y me enderecé.
37. Tomé a los cinco hombres que se me había ordenado; fuimos al desierto y permanecimos
3. La voz prosiguió: Me aparecí a Moisés y le hablé desde el espino(1), cuando mi pueblo era allí.
esclavo en Egipto (Gëbs).
38. Al día siguiente, la voz llegó y me llamó: Esdras, abre tu boca y bebe lo que te haré beber.
4. Lo envié como mensajero; hice que mi pueblo saliera de Egipto(2), lo conduje al monte
Sinaí(3) (Sinä) y lo establecí cerca de mí (b) durante mucho tiempo, 39. Abrí la boca: Me tendió una copa llena de agua cuyo color parecía de fuego.
5. Le conté muchas maravillas, le expliqué el misterio de los días, le hice conocer los últimos 40. La cogí y la bebí: mi corazón se llenó de sabiduría; la inteligencia pesó en mi pecho; mi
tiempos, espíritu conservó el recuerdo y se acordó.
6. Le di esta orden: Explica esto, esconde esto otro. 41. Mi boca se abrió(ll) y ya no se cerró.
7. Y ahora te digo: 42. El Altísimo dio la ciencia a estos cinco hombres y escribieron todos estos signos que no
conocían, cada uno en orden. Permanecieron aquí(m) 40 días, escribiendo durante el día.
8. Los signos que te he indicado, el sueño que has visto, la explicación que has oído, guárdalos
en tu corazón, 43. Por la noche, tomaban alimentos. Durante el día, yo hablaba, pero durante la noche no me
callaba.
9. Pues se te raptará de en medio de los hombres, y permanecerás junto a mi Hijo(c).
44 (n). Durante estos cuarenta días, 94 libros (ñ) fueron escritos.
45. Cuando transcurrieron estos cuarenta días, el Altísimo me habló de este modo: Lo que 5. He aquí, dijo el Señor, que traigo al globo males, la espada, la muerte, el hambre, la
habéis escrito(o), dadlo a conocer primero a aquel que es digno de ello y también a aquel que no perdición(1).
lo es. 6. Porque la injusticia ha establecido su dominio sobre la tierra y ha realizado en ella obras
46. Esto, guárdalo para dado a los sabios del pueblo. malas.
47. En ello se encuentra la lámpara de la luz, la fuente de la sabiduría y una ciencia como un 7. Por ello, dijo el Señor,
río(p) (6). 8. No callaré sobre la impiedad de aquellos que actúan sin religión y no soportaré las injusticias
48 (q). Obré así durante el cuarto año de las semanas de años (r), 4000 años después del juicio, que practican. He aquí que la sangre inocente y justa grita hacia mí(2), que las almas de los
el 10° día de las tinieblas, el tercer mes en 92 días. Entonces Esdras fue arrebatado y colocado justos gritan continuamente.
en el país de aquellos que se parecen a él, cuando hubo escrito todo esto. Fue llamado el 9. Me vengaré, dijo el Señor, y les pediré cuentas por toda la sangre inocente.
escribiente de la sabiduría del Altísimo por los siglos de los siglos. Amén. 10. He aquí que mi pueblo se conduce como un rebaño que va a la muerte; ya no sufriré que
viva en la tierra de Egipto.
Notas 11. Lo retiraré de allí con una mano poderosa y con un brazo alzado, como antaño, enviaré
(1)Ver Éxodo III: 2 y ss. plagas sobre Egipto (3) y devastaré su tierra.
(2)Ver Éxodo XII: 50. 12. Que llore, ella y sus fundamentos, bajo los golpes de castigo con los que la azota el Señor.
(3)Ver Éxodo XIX: 1. 13. ¡Que lloren aquellos que cultivan la tierra, pues les faltarán las semillas y su madera será
(4)En la Torah, o sea en el Pentateuco. destrozada por el añublo, el pedrisco y un astro terrible!
(5)Ver Éxodo I. 14. ¡Ay de este siglo y de aquellos que en él habitan!
(6)Según el testimonio de los cabalistas cristianos, esta "ciencia como un río" es la cábala. 15. Porque la espada y su aplastamiento están cerca; las naciones se alzarán unas contra otras
(a) Versión árabe-l: "El cuarto día". La versión siríaca no da ninguna fecha. para el combate, con el hierro en las manos.
(b) Versión árabe-2: "Lo tuve cerca de mí 40 días y 40 noches". 16. Los hombres serán víctimas de la confusión; luchando unos contra otros, no se inquietarán
ya por su rey, ni por los jefes de los grandes en su poder.
(c) Versión árabe-2: "Mi servidor, que es parecido a ti".
17. El hombre deseará ir a la ciudad y no podrá.
(d) Los versículos 11 y 12 faltan en la versión siríaca. En la versión árabe-1 están reemplazados
por: "La mayor parte de su duración ha pasado ya; queda poco". 18. Las ciudades estarán alteradas a causa de su orgullo; las casas serán destruidas; los hombres
temerán.
(e) Versión latina: "Doce partes".
19. El hombre no tendrá piedad de su prójimo e invadirá las moradas de los demás, espada en
(f) Este versículo falta en la versión árabe-2. mano, para robar sus alimentos, a causa del hambre y de la gran desolación.
(g) Esta frase falta en todas las otras versiones consultadas. 20. He aquí, dijo Dios, que reúno a todos mis reyes en la tierra de Oriente, del Sur, del Sudeste y
(h) Hay una laguna en la versión árabe-2 a partir del versículo 22 hasta el final del 26. del Sudoeste para aterrorizados, para tener represalias en contra de ellos.
(i) Versión siríaca: “Saria, Daria, Salamia, Helqana, Skiel".  Versión latina: "Sarea, Dabria, 21. Lo que hasta el día de hoy han hecho a mis elegidos, eso les haré y les devolveré.
Selemia, Ethamus y Asihel". Versión árabe-l: "Sarân, Dabrian, Lmyan, Qarân, Asâl". 22. He aquí lo que dijo el Señor: Mi mano no perdonará a los pecadores; el hierro no cesará de
(j) Versión siríaca: "Que Moisés, servidor del Altísimo". golpear a aquellos que han derramado sangre inocente sobre la tierra.
(k) Esta frase falta en la versión árabe-2. 23. El fuego de la cólera salió y devoró los fundamentos de la tierra y los pecadores como paja
(l) Versión árabe-2: "Nos ha relegado aquí y ha expulsado a vuestros hermanos a Extremo- encendida.
Oriente". 24. ¡Ay de aquellos que pecan y que no observan mis prescripciones!, dijo el Señor.
(ll) El final del versículo falta en las dos versiones árabes. 25. No los perdonaré. ¡Retiraos, hijos ingratos y no ensuciéis mi santidad!
(m) Versión siríaca: "Me quedé". 26. Pues el Señor ha conocido a todos aquellos que le abandonan; por eso los ha entregado a la
(n) El resto del capítulo falta en la versión árabe-2. muerte y al final.
(ñ) Versión latina: "904". 27. Ya han venido los males al globo; permanecéis en ellos, pues Dios no os liberará, pues
(o) Versión siríaca: "Estos 24 libros que habéis escrito". habéis pecado contra él. .
(p) Versiones árabes y San Ambrosio: "Como una luz". 28. He aquí una horrible visión cuya faz viene de Oriente.
(q) El resto del capítulo, a partir del versículo 48, falta en la versión latina. 29. Las naciones de los dragones de los Árabes aparecerán en masa en sus carros; sus gritos se
(r) Versión siríaca: "El  7° año de la 6a semana, 5000 años,  3 meses y  12 días, después de la prolongarán por la tierra desde el día de su salida para asustar y purificar a todos aquellos que
los oirán.
creación". Versión árabe-2: "El 7° año de la 6a  semana, 5000 años, 3 meses y  22 días".
Versión árabe-l: "Viví 70 años, 5025 después de la creación el  12 del tercer mes". 30. En su furor ciego, los Carmonios saldrán del bosque como jabalíes, llegarán con gran fuerza
les librarán batalla y, con sus dientes, devastarán una parte de la tierra de los Asirios.
CAPÍTULO XV 31. Después de esto, acordándose estos dragones de su nacimiento, ganarán y se reunirán para
perseguirlos.
1. Repite a los oídos de mi pueblo las palabras de profecía que pondré en boca tuya, dijo el
Señor. 32. Estos estarán desconcertados y se callarán ante su poder, se dirigirán hacia el bosque.
33. Entonces un espía, llegado del país de Asiria, los bloqueará, destruirá a uno de ellos y el
2. Hazlas escribir sobre papel, pues son fieles y verdaderas.
miedo y el terror se propagará en su ejército, y la incertidumbre entre sus jefes.
3. No temas los malos designios contra ti; que la incredulidad de tus contradictores no te altere,
34. He aquí una nube, que viene de Oriente y del Norte, hasta el Sur; su espíritu es horroroso,
4. Pues todo incrédulo morirá en su incredulidad. lleno de cólera y de tempestad.
35. Las nubes chocarán entre sí y derramarán sobre la tierra una masa de estrellas e incluso su (3)Ver Génesis XII: 17.
estrella; la sangre derramada por la espada subirá hasta el vientre del caballo.
36. Hasta la cadera del hombre y el cincho de los camellos; sobre la tierra reinará un gran miedo
y un gran terror.
37. Aquellos que verán esta cólera estarán horrorizados y sobrecogidos de espanto. Después de
esto, muchas nubes
CAPÍTULO XVI
38. Se pondrán en movimiento hacia el Sur y el Norte, y otras del lado de Occidente.
1. ¡Ay de ti, Babilonia y Asia! ¡Ay de ti, Egipto y Asiria!
39. Pero los vientos venidos de Oriente vencerán, lo rechazarán, a él y a la nube que en su furor
había suscitado, y el astro que anunciaba la destrucción hacia Oriente y Occidente será 2. Cubríos de sacos y de cilicios y llorad por vuestros hijos; llorad por ellos, pues vuestra ruina
oscurecido. se acerca.
40. Nubes grandes y poderosas, llenas de cólera, se alzarán, así como un astro para saquear la 3. Ha sido sacada la espada contra vosotros, ¿quién podría desviarla?
tierra y aquellos que en ella habitan y derramarán sobre todo lo que está arriba y elevado una 4. Ha sido encendido el fuego contra vosotros, ¿quién podría rechazarlo?
terrible influencia sideral, 6. ¿Podría alguien rechazar al león hambriento, en el bosque, o apagar el fuego en la paja que
41. fuego, granizo, espadas voladoras y masas de agua, de modo que llene todos los valles y comienza a quemar?
todos los ríos con su diluvio. 7. ¿Podría alguien esquivar la flecha lanzada por un fuerte arquero?
42. Derribarán las ciudades, los muros, las montañas, las colinas, los bosques, las hierbas de los 8. El Señor envía los males, ¿Quién podría rechazarlos?
prados y las cosechas. 9. El fuego saldrá de su cólera, ¿Quién podría apagarlo?
43. Llegarán, sin descansar, hasta Babilonia y la destruirán. 10. Brillará, ¿Quién no le temerá? Tronará, ¿Quién no se sobrecogerá de terror?
44. Se reunirán alrededor de ella, derramarán sobre ella la influencia sideral y su furor; el polvo 11. El Señor amenazará, ¿Quién no será triturado completamente?
y el humo subirán hasta el cielo y en los alrededores todos la llorarán. 12. La tierra y sus fundamentos han temblado; el mar ha desbordado fuera del abismo, sus olas y
45. Y los supervivientes servirán a sus destructores. sus peces serán turbados por la faz del Señor y la gloria de su poder.
46. Y tú, Asia, asociada al esplendor y a la gloria de Babilonia, 13. Pues su mano que tiende el arco es fuerte; las flechas que lanza son agudas, no yerran su
47. ¡Ay de ti, miserable, porque te has parecido a ella, porque has engalanado a tus hijas para blanco, incluso lanzadas en las extremidades de la tierra.
que gustaran en la fornicación y te glorificaran ante sus amantes que siempre te han deseado! 14. He aquí que los males han sido enviados; no se volverán atrás antes de haber ido sobre la
48. Has imitado en todas sus obras y en todos sus inventos a esta odiosa prostituta. tierra.
49. Te enviaré males, viudez, pobreza, hambre, la espada y la peste para saquear tus moradas y 15. El fuego está encendido y no se apagará hasta que no haya consumido los fundamentos de la
hacerte sufrir la violencia y la muerte. tierra.
50. La gloria de tu fuerza será desecada como la flor, cuando aparezca el ardor enviado contra ti. 16. Del mismo modo que la flecha lanzada por un fuerte arquero no vuelve atrás, así los males
51. Será debilitada y empobrecida por plagas, cubierta de heridas de modo que ya no podrás que han sido enviados sobre la tierra no volverán.
recibir a los poderosos y a los amantes. 17. ¡Ay de mí! ¡Ay de mí! ¿Quién me liberará en esos días?
52. ¿Me habría encarnizado de este modo contigo, dijo el Señor, 18. Comienzo de los dolores(1) y de muchos gemidos. Comienzo del hambre y muchos
53. si no hubieras ahogado siempre a mis elegidos, glorificándote aplaudiendo y reclamando su perecerán; comienzo de las guerras y las potencias temerán; comienzo de los males y todos
muerte cuando estabas ebria? temblarán.
54. Adorna tu cara: 19. ¿Qué se hará cuando vengan estos males?
55. La recompensa de tu fornicación está en tu seno, por eso recibirás tu remuneración. 20. He aquí que el hambre, el azote y la angustia han sido enviados como el látigo para corregir.
56. Del mismo modo que has tratado a mis elegidos, dijo el Señor, así te tratará Dios; te 21. Pero en medio de todo esto, no se apartarán de sus iniquidades y no se acordarán siempre de
entregará a los males. los látigos.
57. Tus hijos morirán de hambre, y caerás bajo el hierro; tus ciudades serán aplastadas, todos los 22. El bajón del precio será tal sobre la tierra que se imaginarán que la paz les es concedida, y
tuyos, que están en el llano, serán pasados a cuchillo. entonces la tierra verá que aparecen males, la espada, el hambre y grandes disturbios.
58. Aquellos que están en las montañas, morirán de hambre; hambrientos de pan y sedientos de 23. La mayor parte de los que vivan en la tierra morirá de hambre; la espada destruirá a los que
agua, comerán su propia carne y beberán su propia sangre. sobrevivirán.
59. ¡Desgraciada! Vendrás en primer lugar y experimentarás nuevos males. 24. Se tirarán a los muertos como abono y no habrá nadie para consolarlos: la tierra desierta será
60. Regresando, después de destruir Babilonia, tus enemigos, a su paso, arrasarán esta ciudad abandonada y sus ciudades destruidas.
ociosa y destruirán una parte de tu gloria. 25. No quedará nadie para sembrar la tierra y cultivarla.
61. Destruida, serás como paja para ellos, y ellos serán para ti como fuego. 26. Los árboles darán fruto, y ¿Quién lo recogerá?
62. Te devorarán a ti, a tus ciudades, a tu tierra, a tus montañas; quemarán tus bosques y tus 27. Las uvas madurarán, y ¿Quién las aplastará?, pues los lugares serán abandonados.
árboles frutales. 28. El hombre deseará ver al hombre u oír su voz.
63. Se llevarán a tus hijos al cautiverio; cogerán tu fortuna como botín y destruirán la gloria de 29. Quedarán diez de una ciudad; dos de un campo; estarán escondidos en la espesura de los
tu faz. bosques y en los agujeros de las rocas.
30. Del mismo modo que de cada plantación de olivos quedan tres o cuatro olivas en cada árbol.
Notas 31. Del mismo modo que, en una viña en la que se ha hecho la vendimia, aquellos que la han
(1)Ver Mateo X: 34 y Lucas XII: 51. examinado cuidadosamente dejan algunas grapas;
(2)Ver Génesis IV: 10.
32. Del mismo modo, en estos días, tres o cuatro escaparán a aquellos que habrán entrado en sus 63. Y el soplo de Dios Todopoderoso que lo ha hecho todo y que sondea las cosas escondidas en
casas con el hierro. los misterios.
33. La tierra estará abandonada y desierta; los campos estarán cubiertos de zarzas; las espinas 64. Ciertamente, conoce vuestro pensamiento, y lo que meditáis en vuestros corazones. ¡Ay de
crecerán en los caminos y los senderos, porque no se pasará por ellos. los pecadores y de aquellos que quieren esconder sus pecados!
34. Las vírgenes llorarán porque no tendrán novios; las mujeres llorarán porque no tendrán 65. Pues el Señor examinará todas sus obras y los desvelará a todos.
esposos; incluso las niñas llorarán porque no tendrán apoyo. 66. Estaréis llenos de confusión, cuando vuestros pecados sean producidos ante los hombres y
35. Sus novios serán aniquilados en la guerra y sus maridos destruidos por el hambre. vuestras faltas sean acusadoras que aparezcan en aquel día.
36. Escuchad estas cosas, conocedla, servidores del Señor. 67. ¿Qué haréis? ¿Cómo esconderéis vuestros pecados ante Dios y sus ángeles?
37. He aquí la palabra del Señor, recogedla; no toméis como si fueran mentiras lo que os dice el 68. He aquí a Dios como juez; temedle; dejad de pecar, renunciad a cometer injusticias y Dios
Señor. os elevará y os liberará de toda aflicción,
38. He aquí que se acercan los males y que no tardan. 69. He aquí que se ha encendido un incendio sobre vosotros; numerosas hordas de hombres
39. Del mismo modo que en el noveno mes, cuando llega la hora del parto, la mujer encinta de raptarán a algunos de vosotros y los alimentarán con las víctimas inmoladas a sus ídolos.
un hijo siente dos o tres horas antes, terribles dolores en su vientre y cuando el niño sale sus 70. Aquellos que acepten, serán objeto de burlas, de desprecio y de malos tratos.
sufrimientos no duran más que un instante, 71. En todas partes, en las ciudades vecinas, habrá un gran alzamiento contra aquellos que
40. Del mismo modo los males no tardarán en propagarse sobre la tierra; el siglo gemirá y los temen al Señor.
dolores lo asediarán. 72. Furiosos, no evitarán a nadie para saquear y atormentar a aquellos que aún aman al Señor.
41. Escuchad esta palabra, oh pueblo mío, preparaos para el combate y, en los males, sed como 73. Pues les combatirán, saquearán sus víveres y los expulsarán de sus moradas.
extranjeros sobre la tierra. 74. Será entonces la prueba de mis elegidos, como el oro es probado con el fuego.
42. Que el vendedor obre como si huyera, que el comprador se parezca a alguien que va a 75. Escuchad, elegidos míos, dijo el Señor, he aquí que llegarán días de aflicción y os liberaré de
perder. ellos.
43. Que aquel que trafica lo haga como si no tuviera que sacar provecho alguno; que aquel que 76. No temáis, no dudéis, pues Dios es vuestro guía.
construye lo haga como si no tuviera que habitar.
77. Y vosotros que guardáis mis mandamientos y mis preceptos, dijo el Señor, que vuestros
44. Que aquel que siembre lo haga como si no tuviera que cosechar; que aquel que trabaje en su pecados no os pesen con su peso, que vuestras iniquidades no venzan.
viña lo haga como si no tuviera que hacer la vendimia.
78. ¡Ay de aquéllos que están atados por sus pecados, que están cubiertos por sus faltas! Del
45. Que aquellos que se casen lo hagan como si no tuvieran que engendrar hijos; que aquellos mismo modo que el campo está embarazado por el bosque y sus caminos cubiertos por los
que no se casen sean como viudos. espinos, el hombre no puede pasar por ahí, es rechazado y entregado a las llamas.
46. Porque aquellos que trabajan, trabajan sin objetivo.
47. Los extranjeros cosecharán sus frutos, les robarán su sustento, destruirán sus casas, llevarán TESTAMENTO DE LOS DOCE PATRIARCAS, HIJOS DE JACOB - (apócrifo
a sus hijos al cautiverio, pues engendran en el hambre y en la esclavitud. pseudoepgráfico)
48. Y aquellos que trafican y roban tanto que adornan sus ciudades, sus moradas, sus posesiones
y sus personas,
TESTAMENTO DE RUBÉN
49. Me encarnizaré contra sus pecados, dijo el Señor.
Sobre los pensamientos
50. Del mismo modo que la mujer capaz y buena detesta a la cortesana.
1- 1Copia del testamento de Rubén y de las recomendaciones a sus hijos, antes de morir a los
51. Así es irritada la justicia contra la injusticia cuando ésta se adorna, y la acusa cara a cara ciento veinticinco años de edad. 2Dos años después de la muerte de José, estando enfermo
cuando viene aquel que proscribe todo pecado sobre la tierra. Rubén, se reunieron sus hijos y nietos para visitarle.
52. Por eso, no os parezcáis a ella en sus obras. 3Les habló así:
53. Esperad aún un poco y la injusticia será quitada de la tierra, y la justicia reinará sobre —Hijos míos, me estoy muriendo y voy a seguir el camino de mis padres.
nosotros.
4Viendo entonces a Judá, Gad y Aser, sus hermanos, les suplicó;
54. Que el pecador no diga que no ha pecado, pues la cabeza de aquel que diga: "No he pecado
ante el Señor o ante su Gloria" será quemada por carbones ardientes. —Incorporadme, hermanos, para que os descubra a vosotros, hermanos e hijos míos, todo lo que
guardo oculto en mi corazón, ya que me están fallando las fuerzas.
55. El Señor conoce todas las obras de los hombres, sus inventos, sus pensamientos y sus
corazones. 5Incorporándose, los besó afectuosamente y prorrumpió en lágrimas. Les dijo:
56. Fue él quien dijo: "Que la tierra sea" y fue. "Que el cielo sea" y fue. —Escuchad, hermanos míos; prestad oídos a Rubén, vuestro padre, y a lo que os ordeno. 6Os
conjuro hoy por el Dios del cielo: no os dejéis llevar por la ignorancia juvenil ni por la lujuria.
57. Las estrellas se han consolidado con su voz, y él conoce su número. Por ella me dejé arrastrar yo y profané el lecho de mi padre Jacob. 7Os aseguro que (Dios) me
58. Él sondea el abismo y sus tesoros, él ha medido el mar y lo que éste abarca. infligió un gran castigo en mis flancos durante siete meses, y si mi padre Jacob no hubiera
59. Es él quien, por su palabra, ha encerrado el mar en medio de las aguas y ha suspendido la rogado por mí al Señor... ¡porque él quería aniquilarme gustoso! 8Tenía entonces treinta años
tierra sobre el mar. cuando hice el mal ante el Señor, y estuve enfermo de muerte durante siete meses. 9Luego, por
60. Ha extendido el cielo como una bóveda, y lo ha hecho firme por encima de las aguas. propia decisión, hice penitencia ante el Señor durante siete años. 10No bebí vino ni licor; la
61. Ha colocado manantiales de agua en el desierto y lagos en las cimas de las montañas para carne no entró a mi boca ni gusté ningún alimento apetitoso mientras guardaba duelo por mi
dejar manar estos ríos desde las alturas a fin de abrevar la tierra, pecado, ¡tan grande era él! ¡Que nunca se cometa tal cosa en Israel!
62. Él ha modelado al hombre, ha puesto un corazón en medio de su cuerpo y le ha enviado el 2 -1Escuchad ahora, hijos míos, lo que vi sobre los siete engañosos espíritus durante mi tiempo
aliento, la vida y la inteligencia, de penitencia. 2Siete espíritus ha dispuesto Beliar contra el hombre; ellos son los causantes de
las acciones de la juventud. 3Otros siete ha dado Dios al hombre desde la creación, para que por
ellos puedan realizarse las obras humanas. 4El primero, el espíritu de vida, gracias al cual se eterno. 6De este modo sedujeron a los Vigilantes antes del diluvio. Como las estaban viendo tan
constituye el conjunto humano; segundo, el espíritu de la visión, gracias a la cual se genera el continuamente, se encendieron en deseos por ellas y concibieron el acto ya en sus mentes. Se
deseo; 5tercero, el espíritu del oído, por el que se transmite la enseñanza; cuarto, el espíritu del metamorfosearon en hombres y se aparecieron a ellas cuando estaban con sus maridos. 7Las
olfato, gracias al cual existe la sensibilidad para atraer el aire y el aliento; 6quinto, el espíritu del mujeres sintieron interiormente atracción hacia tales imágenes y engendraron gigantes. Los
habla, por el que se genera el conocimiento; 7sexto, el espíritu del gusto, gracias al cual tiene Vigilantes, en efecto, se les aparecieron con un tamaño que llegaba hasta el cielo.
lugar la ingestión de alimentos y bebidas, [y por ellos se crea la fuerza, pues en los alimentos 6 -1 Guardaos de la fornicación y, si deseáis mantener limpia vuestra mente, guardad vuestros
reside su fundamento]; 8séptimo, el espíritu del semen y la cópula, por el cual se introduce el sentidos apartándolos de las mujeres. 2Ordenadles igualmente que no frecuenten la compañía de
pecado a través del ansia de placer. 9Por esta razón es éste el último espíritu de la creación y el los hombres para mantener también su mente pura. 3Los abundantes encuentros aunque en ellos
primero de la juventud, porque está llena de estupidez y conduce al joven, como un ciego, hacia no se cometan impiedades, son para las mujeres una enfermedad incurable y para nosotros
la fosa o, como una bestia de carga, hacia el precipicio. mancilla perpetua ante Beliar. 4La lujuria no posee ni sabiduría ni piedad y la envidia habita en
3 -1Además de todos éstos existe un octavo espíritu, el del sueño, gracias al cual fueron creados su deseo.
el éxtasis de la naturaleza y la imagen de la muerte. 2A estos espíritus se mezcla el del error. 3El 5Por ello envidiaréis a los hijos de Leví e intentaréis elevaros por encima de ellos, pero no
primero, el espíritu de la fornicación, tiene su asiento en la naturaleza y en los sentidos; el podréis. 6Dios se ocupará de su venganza y moriréis malamente. 7A Leví y a Judá dio el Señor
segundo, el espíritu de la insaciabilidad, en el vientre; 4el tercero, el espíritu de la guerra, en el el mando, y con ellos también a mí, a Dan y a José, para que seamos los jefes. 8Por ello os
hígado y la bilis; el cuarto, el espíritu del agrado y del encanto, para parecer hermosos por medio ordeno que prestéis oídos a Leví, porque él conoce la ley del Señor. Él formulará las
de lo inútil; 5el quinto, el espíritu del orgullo, para jactarse y vanagloriarse; el sexto, el espíritu instrucciones precisas para los juicios y sacrificios por todo Israel hasta la consumación de los
del engaño, de perdición y envidia, para fingir palabras y hacerlas pasar desapercibidas ante tiempos, pues él es el sumo sacerdote ungido de que habló el Señor. 9Os conjuro por el Dios del
parientes y vecinos; 6el séptimo, el espíritu de injusticia, gracias al cual se producen los robos y cielo que cada uno diga la verdad a su prójimo y tenga amor a su hermano. 10Acercaos a Leví
atracos, para ejecutar los deseos del propio corazón. La injusticia, en efecto, colabora con los con humildad de corazón, para que recibáis la bendición de sus labios. 11Él bendecirá a Israel y
otros espíritus gracias al cohecho. 7 A ellos se añade el espíritu del sueño, el octavo, unido a a Judá, porque el Señor ha decidido reinar por él sobre todos los pueblos. 12Inclinaos ante su
engaños y fantasías.] 8De este modo se corrompen los jóvenes, entenebreciendo su mente lejos descendencia, porque morirá por vosotros en batallas visibles e invisibles y será vuestro rey para
de la verdad, no sintiendo según la ley de Dios ni obedeciendo a las amonestaciones de sus siempre.
padres, tal como me ocurrió a mí en mi juventud. 7 -1Murió Rubén tras haber formulado estas recomendaciones a sus hijos. 2Lo colocaron en una
9 Mas ahora, hijos míos, amad la verdad, y ella os guardará. Ésta es mi enseñanza, escuchad a urna hasta que, sacándolo de Egipto, lo enterraron en Hebrón, en la cueva doble, donde
Rubén vuestro padre. 10No concedáis importancia al aspecto exterior de la mujer; no descansaban sus padres.
permanezcáis solos con mujer casada ni perdáis el tiempo en asuntos de mujeres. 11Si yo no
hubiera visto a Bala bañándose en un lugar apartado, no habría caído en tan gran impiedad.
12Desde que mi mente concibió la desnudez femenina, no me permitió conciliar el sueño hasta TESTAMENTO DE SIMEÓN
que cometí la abominación. 13Mientras mi padre Jacob estaba ausente en casa de Isaac, su Sobre la envidia
padre, y nosotros, en Gader, cerca de Efratá, en la región de Belén, Bala, ebria, yacía durmiendo 1 -1Copia de las palabras de Simeón, tal como habló a sus hijos antes de morir, tras cumplir
desnuda en la alcoba. 14Yo entré, vi su desnudez, cometí la impiedad y, dejándola dormida, salí ciento veinte años, época en la que murió José. 2Sus hijos fueron a visitarle durante su
fuera. 15Inmediatamente un ángel del Señor reveló a mi padre Jacob mi impiedad. Volviendo a enfermedad. Haciendo acopio de fuerzas, se incorporó, los besó y les habló así:
casa, comenzó a llorar mi pecado y no la tocó más. 2 -1Escuchad, hijos, a Simeón vuestro padre, oíd cuanto encierra mi corazón.
4 -1No prestéis atención a la hermosura de las mujeres ni os detengáis a pensar en sus cosas. 2Yo fui el segundo hijo de Jacob; mi madre, Lía, me llamó Simeón porque el Señor escuchó su
Caminad, por el contrario, con sencillez de corazón, con temor del Señor, ocupados en trabajos, plegaria.
dando vueltas por vuestros libros y rebaños hasta que el Señor os dé la compañera que él quiera, 3Me crié fuerte en extremo, no me retraje ante ninguna acción, ni sentí temor ante ningún
para que no os pase como a mí. 2Hasta la muerte de nuestro padre no me atreví a mirar el rostro
trabajo.
de Jacob o dirigir la palabra a alguno de mis hermanos por temor a sus reproches, 3y hasta ahora
mi conciencia me tortura por mi pecado. 4Sin embargo, mi padre me consoló, ya que rogó a 4Mi corazón era duro, mi pecho indomable y mis entrañas sin piedad.
Dios para que se apartara de mí su ira, como me lo indicó el Señor. Desde entonces, arrepentido, [5Porque el Altísimo otorga la valentía tanto a las almas como a los cuerpos de los hombres.]
me mantuve vigilante y no pequé. 5Por ello, hijos míos, observad todo lo que os prescribo y no 6Por aquel entonces tenía yo celos de José porque nuestro padre lo amaba, 7y mi cólera se
pecaréis jamás. 6Ruina del alma es la lujuria; aparta de Dios y acerca a los ídolos, engaña afianzaba en la idea de aniquilarlo. El príncipe del error, enviándome el espíritu de la envidia,
continuamente la mente y el juicio, y precipita a los jóvenes en el Hades antes de tiempo. 7A había obcecado mi mente, dispuesta a no considerarle como hermano ni a tener piedad de Jacob,
muchos ha perdido la lujuria. Aunque sea anciano o de noble cuna, lo hace ridículo e irrisorio mi padre. 8Pero su Dios y de sus padres envió a su ángel y lo salvó de mis manos. 9Cuando yo
ante Beliar y los humanos. 8José halló gracia ante el Señor y los hombres porque se guardó de me dirigía a Siquén, a llevar un ungüento para los rebaños, y Rubén a Dotaín —donde se
las mujeres y mantuvo limpia su mente de toda fornicación. 9Aunque la egipcia lo intentó encontraba nuestro depósito de útiles y vituallas—, Judá mi hermano vendió a José a los
muchas veces con él, convocó a los magos y le ofreció filtros de amor, su buen juicio no admitió ismaelitas. 10Llegó Rubén y se entristeció, pues pretendía salvarlo para conducirlo a su padre.
ningún mal deseo. 10Por ello el Dios de mis padres le salvó de peligros de muerte ocultos y 11Yo, en cambio, me irrité contra Judá por haberle dejado vivo y pasé cinco meses enfadado
manifiestos. 11Si la lujuria no se apodera de vuestra mente, ni siquiera Beliar os vencerá. con él por este motivo. 12Pero el Señor me frenó y me impidió el uso de mis manos: mi diestra
5 -1Perversas son las mujeres, hijos míos: como no tienen poder o fuerza sobre el hombre, lo estuvo casi seca durante siete días. 13Supe entonces, hijos míos, que me había ocurrido esto por
engañan con el artificio de su belleza para arrastrarlo hacia ellos. 2Al que no pueden seducir con José. Arrepentido, prorrumpí en lágrimas y rogué al Señor que me restituyera mi mano y me
su apariencia lo subyugan por el engaño. 3Sobre ellas me habló también el ángel del Señor y me viera libre de toda impureza, envidia e insensatez. 14Supe, pues, que por envidia había intentado
enseñó que las mujeres son vencidas por el espíritu de la lujuria más que el hombre. Contra él cometer una mala acción a los ojos del Señor y de mi padre, Jacob, contra José, mi hermano.
urden maquinaciones en su corazón, y con los adornos lo extravían comenzando por sus mentes. 3 -1Hijos míos, guardaos de los espíritus del error y de la envidia. 2Ésta se adueña del
Con la mirada siembran el veneno y luego lo esclavizan con la acción. 4Una mujer no puede pensamiento entero de los hombres y no les permite comer, beber ni practicar obra buena. 3La
vencer por la fuerza a un hombre, sino que lo engaña con artes de meretriz. 5Huid, pues, de la envidia sugiere en todo momento la destrucción del objeto envidiado. Éste florece por doquier,
fornicación, hijos míos, y ordenad a vuestras mujeres e hijas que no adornen sus cabezas y pero el envidioso se marchita. 4Durante dos años afligí mi alma con ayunos por temor al Señor:
rostros, porque a toda mujer que usa de engaños de esta índole le está reservado un castigo comprendí que la liberación de la envidia sólo se procura por el temor de Dios. 5Si alguien se
refugia en el Señor, huye de él el mal espíritu y su mente se torna más ágil. 6Desde ese ocultamente. 3Pero los egipcios custodiaban los huesos de José en las cámaras de los reyes,
momento simpatiza con el envidiado, no condena a los que le quieren bien y se ve así libre de la 4pues los magos les habían dicho que, cuando salieran sus huesos, habría en Egipto oscuridad y
envidia. tinieblas —un gran castigo para los egipcios—, tanto que ni aun con una antorcha podría cada
4 -1Mí padre preguntaba continuamente por mí, porque me veía con un rostro entristecido, a lo uno reconocer a su hermano.
que yo respondía: 9 -1Los hijos de Simeón lloraron a su padre conforme a las leyes del duelo y permanecieron en
—Me duele el hígado. Egipto hasta el día de su salida por mano de Moisés.
2Yo tenía más pena que nadie porque era el causante de la venta de José. 3Cuando bajamos a
Egipto y él me mandó prender como espía, pensé que sufría justamente y no me apesadumbré. Apéndice
4Pero José era hombre bueno y tenía el espíritu de Dios consigo. Era compasivo y Expansión del texto eslavo (S1.2) tras TestSim 8,3 (texto de N. Tichonravov).
misericordioso, por lo que no me guardaba rencor, sino que me mostró su afecto como al resto Escucha, pues, judío, lo que dice Simeón. He visto en los Libros de Henoc que vosotros y
de mis hermanos. 5Guardaos, pues, hijos míos, de toda clase de celos y envidias. Caminad con vuestros hijos os corromperéis por la fornicación. Es decir, que sin conocer al Hijo de Dios y
sencillez de espíritu, para que Dios derrame sobre vuestras cabezas gracia, gloria y bendición, dispersos entre las gentes pecarán contra Leví. Esto significa que a Jesucristo, sumo sacerdote
como habéis visto en José. 6Nunca en su vida nos reprochó esta acción, sino que nos amó como según el orden de Leví, los judíos lo atravesaron con una lanza. Pero no podían contra Leví, ya
a sí mismo, nos honró más que a sus propios hijos y nos concedió riquezas, rebaños y frutos de que éste hace la guerra del Señor.
la tierra. 7 Hijos míos queridísimos, amad cada uno a vuestro hermano con corazón bondadoso y
apartad de vosotros al espíritu de la envidia. 8Éste hace al alma salvaje, destroza el cuerpo, Confiesa, judío, considera la lucha del Señor, en cuanto que a él os habéis enfrentado. Obrando
infunde en la mente ira y ardor guerrero, la exacerba hasta derramar sangre, pone al pensamiento así habéis atado sobre la cruz a quien padecía por su propia voluntad, y lo colocasteis en la
fuera de sí y no permite que la sabiduría actúe en los hombres. Ahuyenta el sueño, agita al alma tumba, sellándola. Pero resucitó sin romper el sello y sin ningún tipo de corrupción, pues no
y hace temblar al cuerpo. 9Incluso durante el sueño, cierto deseo del mal le corroe con sus pudo la tumba sellada retener a la divinidad, sino que, como dijo en su bendición nuestro padre
fantasías, perturba el alma con malos espíritus y estremece al cuerpo. El alma se despierta del Jacob profetizando, no les era posible (¿impedir?) que bendijera a los pueblos.
sueño agitada y aparece así ante los hombres como poseedora de un espíritu malvado y Continuó Simeón hablando a sus hijos, es decir, para liberar del pecado vuestras almas. Simeón,
ponzoñoso. pues, profetiza y pone de manifiesto la llegada de Cristo. Con ello purifica su alma de todo tipo
5 -1Como no habitaba en él ningún mal, era José de hermosa figura y bello de aspecto, pues el de mala acción de la estirpe de los hebreos . . . (es decir) si os apartáis de la envidia y del
rostro traiciona la inquietud del espíritu. orgullo. Y luchó Simeón con sus hijos para alejarlos de la envidia y del orgullo, pero no pudo
impedírselo, pues los judíos se llenaron de envidia y orgullo. Atando a Jesús, lo condujeron ante
2Hijos míos, haced virtuosos vuestros corazones ante el Señor, enderezad vuestros caminos ante Pilato para ser juzgado. Pilato dijo: ―No hallo en él ninguna culpa.
los seres humanos y hallareis gracia ante Dios y los hombres.
Simeón dijo:
3Guardaos de la fornicación, pues es ella la madre de todos los males, aparta de Dios y acerca a
Beliar. ―Si os apartáis de la envidia y el orgullo, mis huesos florecerán como rosas, y como un lirio mi
carne en Jacob; mi olor será un aroma maravilloso y se acrecentará como un cedro sagrado.
4He leído en el Libro de Henoc que vosotros y vuestros hijos pereceréis por la fornicación y que Pues, ¿por qué se llama sagrado al cedro o por qué se santifica? Con los ojos de la sabiduría
ellos intentarán hacer el mal a Leví con la espada. 5Pero no podrán nada contra él, pues peleará vieron los grandes patriarcas cómo Jesús era hijo de Dios y fue crucificado en ciprés, pino y
la batalla de Dios y vencerá a todos vuestros ejércitos. 6Subsistirán sólo unos pocos divididos cedro. Por esta razón recibió el cedro el nombre de santo. Mi palabra (permanece) por siempre,
entre Leví y Judá, y ninguno de vosotros logrará el mando, como lo profetizó mi padre Jacob en es decir, la profecía sobre Cristo, hasta el momento final de sus ramas, cuando se hagan grandes.
sus bendiciones. Esto quiere decir que el nombre de Cristo se extenderá hasta los gentiles. Entonces habrá un
6 - 1Ved que os lo he anunciado todo de antemano para quedar exonerado de vuestros pecados. signo glorioso, cuando el Señor, Dios grande, se manifieste sobre la tierra como un hombre
2Pero si erradicáis de vosotros la envidia y la dureza de corazón, florecerán como una rosa mis salvando a Adán. Considera cómo salvará a Adán por sí mismo, porque Adán era el primer
huesos en Israel, y mi carne como un lirio en Jacob; mi aroma será como el del Líbano; y los hombre y había caído transgrediendo el mandamiento divino. Por ello Dios se hizo hombre,
santos que de mí salgan se multiplicarán para siempre como cedros, y sus ramas se extenderán a tomando su carne de una virgen, salvando por sí mismo la naturaleza y al hombre. Levantó a
gran distancia. Adán. Entonces dijo:
3Entonces perecerá el linaje de Canaán, y a Amalec no le quedará ningún resto; perecerán todos ―Se le darán todos los espíritus del error para su tentación, mas los hombres se enseñorearán de
los capadocios, y todos los heteos serán aniquilados. los malos espíritus.
4 Desfallecerá la tierra de Cam, y todo ese pueblo perecerá. Y, cuando la ascensión del Señor, envió su Santo Espíritu sobre los santos ángeles y les
Entonces descansará la tierra de turbación, y de guerra todo lo que hay bajo el cielo. concedió poder y fuerza, y por las palabras del Señor expulsarán a los espíritus del error. Por
5Entonces Sem será cubierto de gloria, porque el Señor Dios, el grande de Israel, aparecerá esto nosotros hasta hoy mantenemos en (nuestras) manos los huesos sagrados. Por obra del
sobre la tierra [como un hombre] salvando por sí mismo a Adán. Espíritu Santo las almas impuras (es decir, los espíritus impuros) se disipan como el homo.
Entonces dijo:
6Todos los espíritus del error serán pisoteados, y los seres humanos reinarán sobre los malos
espíritus. ―Entonces yo resucitaré con alegría y bendeciré al Altísimo por sus maravillas. Considerad el
estruendo de la fuerza, cuando tembló la tierra al ser crucificado el Señor. Las tumbas se
7Entonces resucitaré con alegría y alabaré al Altísimo por sus maravillas, porque Dios, tomando abrieron; los muertos resucitaron y bendecían todos al Altísimo por sus maravillas, tal como dijo
un cuerpo humano y comiendo con los hombres, los ha salvado]. el Señor, que se encarna, como con los hombres y los salva.
7 -1Ahora, hijos míos, obedeced a Leví y a Judá. No os levantéis contra estas dos tribus, porque Entonces dijo (Simeón):
de ellas surgirá la salvación de Dios. 2Porque el Señor suscitará de Leví como un sumo
sacerdote, y de Judá un rey, [Dios y hombre]. Éste salvará [a todas las naciones y] al pueblo de ―Obedeced a Leví; en Judá seréis redimidos. No os levantéis contra estas dos tribus, porque de
Israel. 3Por ello os prescribo todas estas cosas, para que vosotros las transmitáis a vuestros hijos ellas surgirá para vosotros la salvación de Dios. Dios suscitará de Leví como un sumo sacerdote,
a fin de que las guarden por siempre. y de Judá, un rey y hombre. Éste salvará a las tribus de Israel y a todos los hombres. Considera,
desgraciado, que el Señor os suscitará un sumo sacerdote de Leví. El Señor ha dicho uno como
8 -1Acabó Simeón de impartir estas recomendaciones a sus hijos y se durmió con sus padres a la sumo sacerdote, porque lo revistió con la carne, y era como sacerdote según (el orden) de Leví.
edad de ciento veinte años. 2Sus hijos lo depositaron en un ataúd de madera incorruptible para Así pues, (lo) dijo a todos los pueblos y a las tribus de Israel. Entonces muchos israelitas se
transportar luego sus huesos a Hebrón y, durante la guerra de Egipto, los llevaron allí
salvaron de entre ellos. De los más altos apóstoles había doce. . . y nueve de los discípulos. . . y 2El Altísimo ha oído tu plegaria para apartarte de la maldad, para que seas su hijo, siervo y
otros muchos, sin número, quedaron santificados al creer en Dios. Vosotros (por el contrario), ministro ante él.
desgraciados, seréis dispersados entre todas las gentes con insultos, malos tratos y oprobio. 3Tú harás brillar en Jacob la luz resplandeciente de la sabiduría, y serás como el sol para toda la
―Por ello –dijo– os ordeno esto a vosotros, hijos, para que transmitáis a vuestros hijos (todo) lo descendencia de Israel.
que os he mostrado, a fin de que lo guardéis por (todas) vuestras generaciones. Así dije. 4Dios te dará su bendición, a ti y a tu descendencia, hasta que el Señor visite a todas las
naciones por medio de las entrañas de misericordia de su hijo para siempre.
TESTAMENTO DE LEVÍ [Pero tus hijos pondrán sus manos sobre él y lo empalarán.
Sobre el sacerdocio y el orgullo 5Por esto te ha sido dada voluntad e inteligencia, para que sobre ello puedas instruir a tus hijos,
1 -1Copia de las palabras de Leví, de cuanto ordenó a sus hijos antes de su muerte, de todo lo 6porque el que lo bendiga bendito será, y los que lo maldigan perecerán.
que habían de hacer y cuanto les acontecería hasta el día del juicio. 2Gozaba aún de buena salud 5 -1El ángel me abrió entonces las puertas del cielo y vi el templo santo y al Altísimo sobre un
cuando los convocó a su presencia, pues le había sido revelado que iba a morir. Cuando se trono de gloria. 2Me dijo entonces:
congregaron les habló así: —Leví, a ti te he entregado las bendiciones del sacerdocio hasta que venga yo para habitar en
2 -1—Yo, Leví, fui concebido en Hanán y nací allí mismo; después vine con mi padre a Siquén. medio de Israel.
2Era joven, como de unos veinte años, cuando Simeón y yo tomamos venganza de Emmor por 3Entonces el ángel me condujo a tierra, me dio un escudo y una espada y me dijo:
nuestra hermana Dina. 3Cuando pastoreábamos nuestros rebaños en Abelmaul, vino sobre mí el
espíritu de la sabiduría del Señor y contemplé cómo todos los hombres habían corrompido su —Toma venganza de Siquén por lo de Dina; yo estaré contigo, por¬que el Señor me ha enviado.
camino y cómo la maldad se había construido entre ellos sus baluartes y la impiedad tenía su 4Acabé entonces con los hijos de Emmor tal como está escrito en las tablas celestiales. 5Le
asiento en sus torres. 4Sentí tristeza por el género humano y rogué al Señor (que me indicara) pregunté:
cómo podría salvarme. 5Cayó entonces sobre mí un sueño y contemplé una montaña elevada. —Por favor, señor, dime tu nombre, para que pueda invocarte en tiempos de tribulación.
[Era ésta el Monte del Escudo en Abelmaul]. 6Se abrieron entonces los cielos, y un ángel de 6Me respondió:
Dios me dijo: —Yo soy el ángel que intercede por el pueblo de Israel para que no acaben con él, ya que todos
—Leví, entra. los espíritus malvados se lanzan contra él.
7Subí desde el primer cielo al segundo y vi una masa de agua colgante entre éste y aquél. 8Vi 7Luego me desperté y alabé al Altísimo con el ángel que intercede por el pueblo de Israel y por
luego el tercer cielo, mucho más iluminado y brillante que los otros dos, pues había en él una luz todos los justos.
ilimitada. 9Pregunté al ángel. 6 -1Cuando me dirigía a casa de mi padre encontré un escudo broncíneo. De aquí le viene el
—¿Por qué es esto así? nombre de «Escudo» a esa montaña que está cerca de Gebal, a la derecha de Abilá. 2Yo
Me respondió: guardaba todas estas cosas en mi corazón. 3Tomamos la determinación mi padre, mi hermano
—No te admires de ello: cuando hayas subido más, verás otros cua¬tro cielos más brillantes y Rubén y yo de que éste dijera a los hijos de Emmor que se circuncidaran, pues ardía en celo
puros (que éstos). sagrado a causa de la impiedad que habían cometido con Israel. 4Maté primero a Siquén, y
10Estarás cerca del Señor, serás su servidor, anunciarás sus misterios a los hombres y Simeón, a Emmor. 5Luego vinieron mis hermanos y pasaron la ciudad a filo de espada.
proclamarás la redención futura de Israel. 6Mi padre oyó lo ocurrido, se irritó y se entristeció, puesto que habían recibido la circuncisión
[11A través de ti y de Judá aparecerá el Señor entre los hombres, salvando a todo el género para morir luego. (Por eso) procedió de otra manera en sus bendiciones. 7Pecamos, pues
humano.] obramos contra su voluntad. En aquel día me puse enfermo. 8Pero yo había visto que había una
sentencia condenatoria de Dios contra Siquén, ya que pretendían hacer con Sara lo mismo que
12Tu subsistencia provendrá de la porción del Señor; él será para ti campo, viña, frutos, oro y con Dina, nuestra hermana. Pero el Señor se lo impidió. 9Del mismo modo habían perseguido a
plata. Abrahán nuestro padre, cuando residía entre ellos como forastero, e hicieron daño a sus ovejas
3 -1Oye ahora (lo que voy a decirte) sobre los siete cielos. El más bajo es el más triste, ya que cuando estaban preñadas, y a Jeblé, el siervo nacido en casa, lo maltrataron terriblemente. 10Así
contempla todas las injusticias de los hombres. 2El segundo contiene fuego, nieve y hielo, obraban con todos los extranjeros, apoderándose por la fuerza de sus mujeres y expulsándolos
preparados para el día en que el Señor dé la orden, en el curso del justo juicio de Dios. En él se del país. 11Pero la ira de Dios cayó sobre ellos con todas sus consecuencias.
hallan todos los espíritus que conducen a los impíos a su castigo. 3En el tercero se encuentran 7 -1Hablé así a mi padre:
las fuerzas de los ejércitos, dispuestas en el día del juicio a tomar venganza de los espíritus del
error y de Beliar. Los que están en el cuarto cielo, sobre éstos, son santos. 4En el más alto de —No te irrites, señor, porque el Señor aniquilará por tu mano a los cananeos y te dará su tierra,
todos habita la Gran Gloria, en el Santo de los Santos superior a toda Santidad. 5En el siguiente a ti y a tu descendencia. 2Desde hoy Siquén se llamará la ciudad de los necios, porque como uno
cielo se hallan los ángeles de la presencia del Señor, sus servidores, que interceden ante el Señor se burla de un tonto, así nos burlamos de ellos, 3ya que habían cometido una locura con Israel:
por todos los pecados de los justos cometidos inadvertidamente. 6Ofrecen al Señor un sacrificio profanar a nuestra hermana.
de suave olor, una ofrenda razonable y sin sangre. 7En el de más abajo se encuentran los ángeles 4Tomamos a nuestra hermana, levantamos nuestras tiendas y fuimos a Betel.
que llevan las respuestas a sus compañeros de la presencia de Dios. 8En el siguiente se hallan 8 -1Cuando pasaron setenta días tuve allí una visión como antes. 2Vi a siete hombres, vestidos
los tronos y dominaciones, y se entonan himnos a Dios continuamente, 9pues cuando el Señor de blanco, que me decían:
dirige su mirada hacia nosotros, todos nos conmocionamos. También los cielos, la tierra y los —Levántate; cúbrete con la vestidura sacerdotal, la corona de la justicia, el pectoral de la
abismos tiemblan en presencia de su grandeza. 10En cambio, los hijos de los hombres sabiduría, el manto de la verdad, la diadema de la fe, la mitra del signo y el efod de la profecía.
insensibles a todo esto no perciben esa realidad, pecan e irritan al Altísimo. 3Cada uno de ellos llevaba un objeto, me lo colocaron y me dijeron:
4 -1Sábete, pues, que el Señor juzgará a los humanos porque, aunque se hiendan las piedras, se —Desde ahora eres sacerdote del Señor, tú y tu descendencia para siempre.
torne el sol en tinieblas, se sequen las aguas, se enfríe el fuego, se turbe toda la creación.
Queden aniquilados los espíritus inmortales [y el Hades sea despojado por los padecimientos del 4El primero me ungió con óleo sagrado y me dio el cetro del juicio. 5 El segundo me lavó con
Altísimo], los seres humanos, desobedientes, continuarán en su maldad. agua pura, me alimentó con pan y vino sacratísimos y me cubrió con un vestido santo y glorioso.
6El tercero me tocó con un paño de lino parecido a un efod. 7El cuarto me ciñó con un cinturón
Por ello serán castigados en el juicio. de color semejante a la púrpura. 8El quinto me dio una rama de fecundo olivo. 9El sexto me
rodeó la cabeza con una corona. 10El séptimo me ciñó la diadema sacerdotal; me llenó, además, 3Porque todo aquel que conoce la ley del Señor, tendrá honra; no será un extraño allá donde
las manos de incienso para oficiar ante el Señor. vaya.
11Me dijeron todos: 4Conseguirá en verdad muchos amigos, más que sus padres. Muchos hombres anhelarán ser su
—Leví: tu descendencia será dividida en tres funciones, como signo de la gloria del Señor que servidor y escuchar la ley de sus labios.
ha de venir. 12La primera será una porción grande: más que ella no habrá ninguna. 13La 5Obrad la justicia, hijos míos, sobre la tierra, y la hallaréis en los cielos.
segunda será el sacerdocio. 14La tercera recibirá un nombre nuevo, porque surgirá de Judá 6Sembrad el bien en vuestras almas, para que lo encontréis en vuestras vidas.
como rey [que creará un nuevo sacerdocio según el estilo de los pueblos para todas las gentes. Pues, si sembráis el mal, cosecharéis inquietud y tribulación.
15Su venida es impredecible, como propia de un profeta del Altísimo], venido de la estirpe de
Abrahán, nuestro padre. 16Todo lo apetecible que hay en Israel será para ti y tu descendencia; 7Adquirid diligentemente la sabiduría con el temor de Dios. Porque, aunque os conduzcan a la
comerás todo lo hermoso de aspecto, y tu descendencia se repartirá la mesa del Señor. 17De ella esclavitud, destruyan las ciudades y sus tierras, perezcan el oro, la plata y todas las riquezas,
saldrán sumos sacerdotes, jueces y escribas; con su boca custodiarán el santuario. nadie podrá arrebatar al sabio la sabiduría, salvo la ceguera de la impiedad y la obstinación
pecaminosa.
18Me desperté y comprendí que esta visión era semejante a la anterior. 19Guardé todo ello en
mi corazón y no se lo comuniqué a ningún ser humano sobre la tierra. 8La sabiduría será para él luz entre los enemigos, patria en tierra extraña y amiga en medio de
los adversarios.
9 -1Dos días después subimos Judá y yo con nuestro padre a visitar a Isaac. 2Mi abuelo me
bendijo según lo que se me había prometido en las visiones, pero no quiso venir con nosotros a 9Si enseñas esto y lo pones en práctica, te sentarás en el trono con los reyes, como José nuestro
Betel. 3Cuando llegamos allí, mi padre Jacob tuvo una visión sobre mí: que yo sería su hermano.
sacerdote ante Dios. 4Levantándose de mañana, ofrendó al Señor por mi medio el diezmo de 14 -1Hijos, sé por el libro de Henoc que al final pecaréis contra el Señor, lanzando vuestras
todo. 5Llegamos a Hebrón para morar allí: 6Isaac me exhortaba continuamente a tener siempre manos a toda clase de maldad. Pero vuestros hermanos se avergonzarán de vosotros y os
presente la ley del Señor, tal como me indicó el ángel del Señor. 7Él me enseñó también las convertiréis en oprobio a los ojos de los gentiles. [2Vuestro padre Israel estará limpio de las
disposiciones del sacerdocio, de los sacrificios, holocaustos, primicias, sacrificios voluntarios y impiedades de los sumos sacerdotes, quienes pondrán sus manos sobre el salvador del mundo].
pacíficos. 8Me instruía cada día continuamente y andaba ocupado ante el Señor por mi causa. 3El cielo es más puro que la tierra; y vosotros, las lu¬minarias de Israel, sois como el sol y la
9Me decía: luna. 4¡Qué no harán los gentiles si la impiedad os convierte en tinieblas y atraéis la maldición
—Guárdate, hijo, del espíritu de la fornicación, pues es perseverante y va a profanar el santuario sobre vuestra raza... sobre la que brilla la luz de la ley, otorgada a vosotros para iluminación de
por medio de tu descendencia. 10Toma mujer en tu juventud, irreprochable y sin mancilla, y que todos los mortales! ¡Ésta es la que pretendéis aniquilar enseñando mandamientos contrarios a los
no proceda de estirpes extranjeras. 11Báñate antes de entrar en el santuario, y al momento de preceptos de Dios! 5Saquearéis las ofrendas del Señor, robaréis de sus porciones, os apropiaréis
sacrificar, lávate, y cuando de nuevo profanes la ofrenda, lávate otra vez. 12Ofrece al Señor (la de lo más selecto antes del sacrificio, devorándolo luego con prostitutas, llenos de desprecio
leña de) doce árboles de hoja perenne, como me enseñó Abrahán a mí. 13Ofrece sacrificios al (por la ley divina). 6Enseñaréis por avaricia los mandamientos del Señor, profanaréis a las
Señor de todo animal y volátil puro. 14Ofrece las primicias de todo primogénito y del vino. mujeres casadas, mancharéis a las vírgenes de Jerusalén y os uniréis a prostitutas y adúlteras.
Sazonarás todos los sacrificios con sal. Tomaréis como mujeres a las hijas de los gentiles, purificándolas con una purificación ilegal, y
vuestra unión será como las de Sodoma y Gomorra, por la impiedad. 7Os hincharéis de orgullo
10 -1Guardad, pues, hijos, todo cuanto os ordeno, porque os he comunicado lo que he oído de por vuestro sacerdocio, insolentándoos contra los hombres. Y no sólo eso, sino incluso contra
mis padres. 2Inocente soy de vuestras impiedades y prevaricaciones que cometeréis al final de los mandamientos de Dios; 8llenos de orgullo, os burlaréis de lo santo entre risas y desprecio.
los tiempos [contra el Salvador del mundo], actuando impíamente, haciendo errar a Israel y
acarreándole grandes males de parte del Señor. 3Actuaréis tan malvada¬mente en Israel, que 15 -1Por todo ello, el templo que se elegirá el Señor quedará desierto y profanado; vosotros
Jerusalén no podrá resistir ante vuestra maldad, [se rasgará en dos la cortina del templo con tal seréis conducidos a la esclavitud entre las naciones. 2Seréis para ellos abominación, y el justo
de no cubrir vuestra desvergüenza], 4seréis desperdigados como cautivos entre los gentiles y juicio de Dios os condenará a oprobio y vergüenza eternos 3y todos los que os vean huirán de
serviréis de oprobio, maldición y desprecio. 5La casa que se elegirá el Señor ha de llamarse vosotros. 4Si no fuera por Abrahán, Isaac y Jacob, nuestros antepasados, ni uno sólo de mi
Jerusalén, como se halla escrito en el libro de Henoc, el justo. descendencia quedaría sobre la tierra.
11 -1Tomé mujer cuando tenía veintiocho años; su nombre era Melca. 2Concibió, parió un hijo 16 -1He leído en el libro de Henoc que andaréis errantes durante setenta semanas y que
y le puso por nombre Gersán; porque éramos extranjeros en nuestra propia tierra. 3Vi en visión mancharéis el sacerdocio y profanaréis los sacrificios. 2Alteraréis la ley y despreciaréis las
sobre él que no habría de estar entre los primeros. 4Kaat nació cuando tenía yo treinta y cinco palabras de los profetas. Por vuestra mala conducta perseguiréis a los justos y odiaréis a los
años, hacia la puesta del sol. 5Vi de él en visión que estaba en lo alto, en medio de toda la piadosos, abominando las palabras de quienes profieren la verdad. 3[Al hombre que renovará la
asamblea. 6Por ello le llame Kaat [que significa comienzo de la grandeza y del avance]. 7Melca ley por la potencia del Altísimo lo tacharéis de impostor y al final —tal como lo pensasteis— lo
me parió un tercer hijo, Merarí, en el año cuadragésimo de mi vida. Como su madre tuvo mataréis sin llegar a conocer su dignidad, permitiendo, por vuestra maldad, que se derrame
dificultades en el alumbramiento, le llamó Merarí, que significa «mi amargura»; [él, sangre inocente sobre vuestras cabezas]. 4Por su causa quedará desierto vuestro santuario,
ciertamente, murió]. 8Jokábed nació en Egipto en el año sexagésimo cuarto de mi vida, pues impuro hasta el suelo. 5No habrá lugar vuestro que sea puro. Diseminados entre los gentiles,
gozaba de renombre entonces entre mis hermanos. seréis para ellos una maldición hasta que él os visite de nuevo y, lleno de compasión, os reciba
[en la fe y en el agua].
12 -1Gersán tomó mujer, que le parió a Lomrí y a Semeí. 2Los hijos de Kaat fueron: Ambrán,
Isaar, Hebrón y Oziel. 3Los de Merarí se llamaron Moolí y Omusí. 4En el año nonagésimo 17 -1Ya que habéis oído lo de las setenta semanas, escuchad ahora lo del sacerdocio. 2En cada
cuarto de mi vida tomó Ambrán a Jokábed, mi hija, como mujer (en el mismo día habían nacido jubileo habrá un sacerdocio. En el primero, el primer ungido para el sacerdocio será grande y
él y mi hija). 5Ocho años tenía cuando entré en tierra de Canaán; dieciocho cuando maté a hablará con Dios como con un padre, y su sacerdocio será perfecto con el Señor. [Y en el día de
Siquén, diecinueve cuando fui consagrado sacerdote, y veintiocho cuando tomé mujer; con su alegría resucitará para salvación del mundo.] 3En el segundo jubi¬leo, el ungido será presa
cuarenta años entré en Egipto. 6Vosotros sois, hijos míos, la tercera generación. 7Cuando yo del dolor por los amados, pero su sacerdocio será honorable, y todos le honrarán. 4El tercer
tenía ciento dieciocho años, murió José. sacerdote será recibido con tristeza. 5El cuarto vivirá entre dolores, porque la maldad se
amontonará sin límites contra él, pues todos los habitantes de Israel odiarán a su prójimo. 6El
13 -1Hijos míos, esto os mando ahora: temed a nuestro Señor con todo el corazón; caminad con quinto será recibido en momento de tinieblas; 7de igual modo, el sexto y el séptimo. 8Durante
sencillez de acuerdo con su ley. su época habrá tal profana¬ción, que no puedo hablar de ella ante Dios ni ante los hombres:
2Enseñad a leer a vuestros hijos, para que tengan sabiduría durante toda su vida, leyendo sin ellos, que la cometen, lo sabrán. 9 Por esto se verán sometidos a la esclavitud y al pillaje; su
descanso la ley de Dios. tierra y su hacienda desaparecerán. 10Pero en la quinta semana volverán a su tierra desolada y
reedificarán la casa del Señor. 11En el séptimo vendrán sacerdotes idólatras, pendencieros, 1-7 (vacat)
codiciosos, soberbios, impíos, licenciosos y corrompedores de muchachos y animales. 8 . . . . alcé al cielo
18 -1Después que el Señor haya tomado venganza de ellos se interrumpirá el sacerdocio. 9 . . . . los dedos de mis manos y mis brazos
2Entonces suscitará el Señor un sacerdote nuevo, a quien serán reveladas todas las palabras del 10 . . . hablé (así) Señor, tú
Señor. 11 . . . tú sólo sabes
Él juzgará rectamente en la tierra durante muchos días. 12 . . . camino de la verdad. Aparta
[3Su estrella se levantará en el cielo como un rey, brillando como luz del conocimiento al igual 13 . . . maldad; fornicación . . .
que el sol durante el día, y será ensalzado en el mundo hasta su recepción.]
14 . . . sabiduría, inteligencia y fortaleza
4Brillará como el sol en la tierra, eliminará todas las tinieblas bajo el cielo, y habrá paz en todo
el mundo. 15 . . . (para) hallar gracia ante ti
5Los cielos se regocijarán en sus días, y la tierra se alegrará. Las nubes exultarán; el 16 . . . lo que es bueno y hermoso ante ti
conocimiento del Señor se verterá sobre la tierra como agua de los mares; y los ángeles de la 17 . . . no permita que domine sobre mí mi enemigo (¿Satán?)
gloria [de la faz del Señor] se alegrarán en él. 18 . . . Acércame, Señor, a ti . . .
[6Los cielos se abrirán] y desde el templo glorioso bajará sobre él la santificación con la voz del Columna segunda:
Padre, como la de Abrahán a Isaac. 1-7 (vacat)
7Le será concedida la gloria del Altísimo, y el espíritu de sabiduría y santidad reposará sobre él 8 la plegaria de tu siervo . . .
[en agua].
9 juicio verdadero . . .
8Él transmitirá a sus verdaderos hijos la grandeza del Señor por siempre, y no tendrá otro 10 el hijo de tu siervo . . .
sucesor de generación en generación eternamente.
11 partí hacia . . .
9Durante su sacerdocio, los pueblos gentiles de la tierra abundarán en conocimiento y se verán
iluminados por la gracia del Señor. 12 mi padre Jacob y . . .
[Pero Israel disminuirá por la ignorancia y se llenará de tinieblas en su duelo.] 13 de Abelmain (= Abelmaul). Luego . . .
Durante su sacerdocio se eliminará el pecado, y los impíos cesarán de obrar el mal. 14 descansé sentándome . . .
[Pero los justos encontrarán descanso en él.] 15 vi entonces una visión . . .
10Él abrirá ciertamente las puertas del paraíso y apartará de Adán la espada amenazante. 16 al verla. Contemplé el cielo . . .
11A los santos dará a comer del árbol de la vida, y el espíritu de la santificación estará sobre 17 . . . (Un monte = TestLev 2,5) se levantaba hasta que tocó el cielo . . .
ellos. 18 las puertas del cielo. Y un ángel . . .
12Él atará a Beliar II
y dará poder a sus hijos para pisotear a los malos espíritus. A continuación ofrecemos dos adiciones del ms. e a TestLev 2,3 y 18,2. En este último damos
13El Señor se regocijará en sus hijos prioridad al texto griego y sólo imprimimos los correspondientes fragmentos arameos (y siríaco)
cuando aparecen sin paralelo griego. Ambas tradiciones proceden probablemente de un original
y pondrá sus complacencias en sus amados para siempre.
perdido, quizá hebreo, pues dan la impresión de ser independientes entre sí, como prueban sus
14Entonces exultarán Abrahán, Isaac y Jacob. Yo me alegraré también y todos los santos se diversas corrupciones internas. La versión aramea es normalmente más insegura desde el punto
revestirán de alegría. de vista crítico. Como textos base utilizamos los impresos en los apéndices III y siguientes de la
19 -1Ahora, hijos míos, escuchad esto: escoged vosotros mismos entre la oscuridad y la luz; edición crítica de Charles (1908), junto con el de De Jonge.
entre la ley del Señor y las obras de Beliar. 1. Expansión del ms. e a TestLev 2,3
2Respondimos todos a nuestro padre: 1Lavé entonces mis vestidos, los purifiqué en agua limpia, 2me lavé todo entero en agua viva e
—Caminaremos delante del Señor, según su ley. hice que mi comportamiento fuera totalmente recto. 3Levanté entonces mis ojos y mi rostro
3Añadió nuestro padre: hacia el cielo, abrí mi boca y pronuncié unas palabras. 4Extendí mis brazos y mis dedos hacia la
—Testigos son el Señor y sus ángeles; testigo yo y todos vosotros de las palabras de mi boca. verdad, formulé una plegaria y dije ante los santos:
Respondimos: 5—Señor, conoces todos los corazones y tú sólo percibes los pensamientos de la mente. 6Mis
hijos están ahora conmigo: concédeme los caminos de la verdad. 7Aleja de mí, Señor, el espíritu
—Testigos somos. injusto y el pensamiento malvado y aparta de mí la fornicación y la ira. 8Muéstrame, Señor, el
4Y así acabó nuestro padre de dar órdenes y recomendaciones a sus hijos; extendió sus pies y se Espíritu Santo y otórgame buen consejo, sabiduría y conocimiento 9para obrar lo que te agrada,
unió a sus padres tras haber vivido ciento treinta y siete años. 5Le colocaron en un ataúd, y hallar gracia ante ti y alabar las palabras que tú me dirijas. 10Que Satanás no tenga fuerzas para
posteriormente lo enterraron en Hebrón al lado de Abrahán, Isaac y Jacob. apartarme de tu camino. 11Apiádate de mí y acércame a ti para que sea tu siervo y te sirva
Apéndices fielmente. 12Rodéeme la muralla de tu paz y protéjame todo mal el refugio de tu poder.
I 13Otórgamelo (?) . . . y borra la impiedad bajo el cielo y acaba con ella en la faz de la tierra.
4Q 213 TestLeva 14Limpia mi corazón, Señor, de toda impureza y me elevaré hacia ti (?). 15No apartes tu rostro
del hijo de tu siervo Jacob. Tú, Señor, bendijiste a Abrahán, mi padre, y a Sara, mi madre. 16Tú
Es éste un fragmento arameo, hallado en Qumrán, que muestra un doble paralelo. Por un lado, la prometiste darles una descendencia justa y bendita por siempre. 17Oye la voz de tu siervo Leví,
plegaria de Leví (primera columna) es semejante a la expansión del ms. e a TestLev 2,3; por que quiere estar cerca de ti. 18Haz partícipes de tus palabras a mí y a mis hijos eternamente,
otro lado, la segunda columna tiene notables puntos de contacto con la tradición de TestLev 2,3- para que juzguemos con rectitud por siempre, y no apartes nunca de tu rostro al hijo de tu siervo.
6. El texto ha sido editado por J. T. Milik, Le Testament de Lévi en araméen
Guardé silencio mientras continuaba (interiormente) mi súplica.
Columna primera:
2. Fragmentos arameos de la “Genizah” de El Cairo (TestLev 18,2)
4. . Paz, y todo lo más deseable de las primicias de la tierra (sirva para ti como) alimento. Mas al generosidad. 45Para el toro toma seis siclos de incienso; la mitad para el carnero, y para el
reino de la espada (pertenecen) pelea, guerra, batalla, desastre, rabia, matanza y hambre. 5Unas cabrito, un tercio. Que toda la harina sea amasada. 46Si la ofreces sola, no sobre la grasa, la
veces podrás comer, y otras pasarás hambre. En unos momentos trabajarás, y en otros acompañarás con dos siclos de incienso. Un tercio de medida es un tercio del efá. 47Dos tercios
descansarás. Unas veces dormirás, y otras huirá el sueño de tus ojos. 6Considera ahora cómo te de bato y una mina de peso son cincuenta siclos. La cuarta parte de un siclo es cuatro termas de
ha hecho mayor que todos y cómo te otorgamos la grandeza de la paz eterna. 7Pasaron dos peso. El siclo es como dieciséis termas y una medida de peso.
semanas cuando desperté de mi sueño. Entonces dije: “Una visión es igual a la otra”. Y me 48—Ahora, hijo mío, escucha mis palabras y presta oído a mis recomendaciones. Que no se
admiré que toda la visión se refiriera a mí. aparten mis palabras de tu corazón durante toda tu vida, pues eres sacerdote santo del Señor, 49y
Entonces oculté todo en mi corazón y no se lo revelé a nadie. 8Subimos a casa de mi padre sacerdotes serán tus descendientes. Ordena a tus hijos que obren conforme a las normas que hoy
Isaac, y también él me bendijo del mismo modo. 9Entonces cuando vio Jacob. . . ofreció el te he señalado. 50Así me ordenó hacer mi padre Abrahán y transmitirlo a mis hijos. 51Ahora,
diezmo de todo cuanto poseía según el rito (que había formulado) . . . así fui el primero al frente hijo mío, me alegro que hayas sido escogido para el sacerdocio santo y para ofrecer sacrificios al
del sacerdocio, (por lo que) a mí (como único) entre todos mis hermanos me entregó una Señor Altísimo, tal como conviene según lo ordenado. 52Cuando recibas un presente (de
ofrenda . . . para Dios. Me revistió con las vestiduras sacerdotales y colmó mis manos (de cualquier tipo de carne para ofrendarlo en sacrificio al Señor), acepta la leña según el orden que
dones). Fui constituido sacerdote del Dios eterno (?). Ofrecí todos mis sacrificios y bendije a mi te he prescrito, e igualmente recibe de las manos de aquéllos la sal, harina, vino e incienso para
padre con todas mis fuerzas, y también a mis hermanos. 10Entonces todos ellos me bendijeron a las víctimas. 53En todo momento, cuando te acerques al altar, lava tus manos y tus pies; cuando
mí. También (nuestro) padre me bendijo, y terminé de ofrecer mis ofrendas en Betel. salgas del santuario, no dejes que queden rastros de sangre sobre tus vestiduras. No enciendas
3. Expansión del ms. e (griego) a TestLev 18,2 fuego en el mismo día (?). 54Limpia continuamente tus manos y pies de (cualquier resto) de
11Subimos desde Betel y nos alojamos en la hacienda de Abrahán, nuestro abuelo, junto a Isaac, carne. 55Que no se vean sobre ti restos de sangre y vida (?), pues la sangre es la vida de la
nuestro padre. 12Éste nos vio a todos y nos bendijo con alegría. 13Cuando supo que yo oficiaba carne. 56Cuando te dispongas en tu casa a comer algo de carne, oculta su sangre en la tierra
como sacerdote del Señor, dueño del cielo, comenzó a enseñarme las leyes del sacerdocio. Me antes de ingerirla: así no comerás nunca sangre. 57De este modo me lo ordenó mi padre
habló así: Abrahán, y así lo he encontrado, sobre la sangre, en las escrituras de Noé. 58Hijo mío querido,
te aseguro que tu padre te ama especialmente y que eres santo del Señor Altísimo. Serás más
14—Hijo Leví, guárdate de toda impureza. Tus derechos son superiores a los de todo ser amado que todos tus hermanos. 59Por tu descendencia se recibirán bendiciones en la tierra, y tu
humano. 15Te anuncio ahora la norma verdadera y no te ocultaré absolutamente nada, sino que linaje será inscrito por siempre en el memorial del libro de la vida. 60Tu nombre y el de tu linaje
te instruiré. 16Guárdate de todo contacto carnal, de toda impureza y fornicación. 17Toma para ti no será borrado de él jamás. 61Hijo mío, Leví, tu linaje será bendito sobre la tierra por todas las
una mujer de mi estirpe y no profanes tu linaje con prostitutas. Pues tú procedes de linaje santo. . generaciones.
. santifica tu linaje . . . tú serás sacerdote santo para el linaje de Abrahán. 18Estás cerca del
Señor y de su santuario; mantente limpio en tu cuerpo de toda impureza humana. 19Cuando 62Al cumplirse en mi vida cuatro semanas de años, cuando tenía, pues, veintiocho, tomé mujer
penetres en el santuario, báñate primero con agua y cúbrete luego con la vestidura sacerdotal. del linaje de Abrahán, mi padre. Su nombre era Melca, hija de Batuel, el hijo de Labán, hermano
20Cuando te hayas revestido, lávate de nuevo las manos y los pies antes de acercarte al altar con de mi madre. 63Concibió de mí, parió un primer hijo, y le puse por nombre Gersán, pues me
las ofrendas. 21Cuando vayas a ofrecer los dones que conviene presentar sobre el altar, lávate de dije: Forastero será mi linaje en la tierra donde nací. 64En una visión vi que el niño y su linaje
nuevo las manos y los pies. 22Ofrece en primer lugar la leña partida, observando de antemano serían apartados del sacerdocio. 65Treinta años tenía yo cuando nació él, en el mes décimo,
que se halle limpia de impureza. hacia la puesta del sol. 66Concibió de nuevo Melca y, tras el tiempo oportuno de gestación,
parió un hijo, a quien puse por nombre Kaat. 67Cuando nació, vi que en él habrían de
23Me indicó doce clases de madera, para ofrecerlas sobre el altar, que producen humo de suave congregarse todos los pueblos, que poseería el sumo sacerdocio y que él y su linaje tendrían el
fragancia. 24Éstos son sus nombres: cedro, lauro (?), lentisco, abeto, pino, fresno (?), sabina (?), señorío sobre reyes y el sacerdocio en Israel. 68Kaat nació cuando yo tenía treinta y cuatro años,
higuera, ciprés, laurel y bálsamo. 25Estas especies nombró, porque son las que deben colocarse en el primer mes, el día primero, a la salida del sol. 69Me uní de nuevo con Melca, que concibió
bajo el holocausto sobre el altar. Cuando el fuego comience a prender en ellas, vierte la sangre y me parió un tercer hijo, a quien llamé Merarí, pues sufrí por él.
sobre los costados del altar. 26Lávate otra vez, eliminando la sangre de tus manos y pies. Luego
comienza a ofrecer los miembros salados. 27Presenta primero la cabeza y cúbrela con grasa, de 70 (Arameo sólo). En el año cuadragésimo de mi vida dio a luz, en el tercer mes. 71Me uní a
modo que no se vea sangre sobre ella. 28Después, el cuello; luego, las paletillas, y ella otra vez, concibió y me parió una hija, y le puse por nombre Jokébed. (Me) dije: “Me ha
posteriormente, el pecho con los costados. Más tarde, la cadera con el espaldar. Finalmente, las parido (esta hija) para mi honra, pero también me la ha alumbrado para gloria de Israel”. 72En el
pezuñas bien limpias, con las entrañas. 29Todo bien salado, abundantemente, como conviene a año sexagésimo cuarto de mi vida (la) alumbró, en el primer día del mes séptimo después de
cada una. 30Posteriormente ofrece harina mezclada con aceite; vierte vino y haz humear encima nuestra subida a Egipto. 73En el año decimosexto entramos a la tierra de Egipto. A mis hijos les
el incienso. Ejecuta tu tarea ordenadamente, y sea tu ofrenda aceptable y de buen aroma ante el fueron entregadas como esposas las hijas de mis hermanos, quienes, en su momento, les
Señor Altísimo. 31Cuanto hagas, ejecútalo con orden, según peso y medida. No añadas lo que parieron hijos. 74Los nombres de los hijos de Gersán son: Libní y Simeí; y los de los hijos de
no convenga. . . así es como conviene ofrecer la leña sobre el altar. 32Para un toro de buen Kaat son: Amram, Jizhar, Hebrón y Uziel. Los nombres de los hijos de Merarí son: Mahlí y
tamaño es necesario un talento de leña; mas cuando se ofrece sólo grasa, seis minas. Para el Musaí. 75Amram tomó para sí como mujer a Jokébed, mi hija, cuando todavía vivía yo, en el
segundo toro, cincuenta minas; pero si se trata sólo de su grasa, cinco. 33Para un ternero de año nonagésimo cuarto de mi vida. 76Y cuando nació Amram, lo llamé así, pues a la hora de su
buen tamaño, cuarenta minas. 34Si se trata de un carnero o de un macho cabrío, treinta minas, y nacimiento me dije: Este niño [Amram] sacará al pueblo de la tierra de Egipto. Por eso le puse
para la grasa, tres. 35Si es un cordero o cabrito, veinte minas, y para su grasa, dos. 36Para un por nombre “pueblo exaltado”. 77En un (mismo) día nacieron él y Jokébed, mi hija.
cordero o cabrito añales, de buen tamaño, quince minas, y para su grasa, mina y media. 37El
toro grande ha de recibir suficiente sal como para que resulte bien sazonada su carne. Luego (Arameo) 78Tenía dieciocho años cuando subí a la tierra de Canaán. Y contaba dieciocho
ofrécelo sobre el altar. Una medida basta para un toro. Lo que sobre aprovéchalo para salar la cuando maté a Siquén y terminé con los obradores de iniquidad. 79Cuando tuve diecinueve años
piel. 38Para el segundo toro toma cinco sextas partes de la medida, y para el novillo, la mitad. fui consagrado sacerdote, y a los veintiocho tomé mujer. 80Tenía cincuenta y ocho cuando
39Para el carnero y macho cabrío, también la mitad. 40Para el cordero y cabrito, un tercio junto subimos a la tierra de Egipto. Viví allí ochenta y nueve años. 81Todos los días de mi vida fueron
con la harina correspondiente. 41Para el toro grande y para el segundo, junto con el novillo, ciento treinta y siete años.
toma una medida de harina. 42Para el carnero y macho cabrío, dos partes, y para el cordero y (Siríaco) De nuevo (preguntamos): ¿cuánto vivió Leví? Lo que manifiesta en su testamento.
cabrito, un tercio de la medida. El aceite: 43un tercio de medida para el toro, mezclado con la Dice Leví en su testamento: 78Tenía ocho años cuando subí a la tierra de Canaán. Y contaba
harina. 44Para el carnero, una sexta parte, y para el cordero y oveja, una octava. El vino para el dieciocho cuando maté a Siquén y aniquilé a todos los obradores de iniquidad. 79Cuando tuve
toro y el carnero se expenderá conforme a la cantidad del aceite; para el cabrito líbalo con diecinueve años fui consagrado sacerdote, y a los veintiocho tomé mujer. 80Tenía cuarenta años
cuando subí a Egipto. Viví allí noventa años. 81Todos los años de mi vida fueron ciento treinta género humano. Pero los hombres ignorantes permanecen sin justicia. ¿Quién, pues, carente de
y siete. entendimiento, se opuso? ¡Vosotros, infelices! Vosotros, pues, habéis permanecido en la
(Arameo) Y (pude) ver a mis descendientes de la tercera generación antes de morir. 82En el año injusticia. Por este motivo seréis condenados a torturas. Oyó —dijo— el Altísimo la plegaria.
centésimo decimoctavo de mi vida, cuando murió José mi hermano, convoqué a mis hijos y Apártate de la injusticia y conviértete en su hijo y servidor. Considera, pues, cómo
nietos y comencé a explicarles todo lo que llevaba en mi corazón. 83Dije así a mis hijos: anteriormente existía el Hijo de Dios y servía ante él —dijo.
—Oíd las palabras de Leví vuestro padre y escuchad los preceptos del amado de Dios. Te dará la bendición, a ti y a todo tu linaje, hasta que el Señor visite a todas las naciones,
84A vosotros, hijos míos, os doy órdenes, y la verdad a vosotros os muestro, amados míos. (enviando) lleno de piedad a su Hijo para siempre. Sobre él pusieron sus manos vuestros hijos y
lo maltrataron. Considera cómo nos envió el Dios misericordiosos a su Hijo para siempre y
85Que el conjunto de vuestras obras sea la verdad, y por siempre permanezca entre vosotros la cómo vosotros, desgraciados, pusisteis sobre él vuestras manos y maltratasteis al Hijo de Dios.
justicia. Por esta razón —dijo— se os dará inteligencia para que instruyáis a vuestros hijos sobre ello.
86Que la verdad. . . y sea su cosecha bendita. Así, el que lo bendiga será bendito, y el que lo maldiga quedará aniquilado. Haced memoria:
87El que siembre el bien, bien cosecha, y el que siembra el mal, sobre él se vuelve su semilla. ¿quién es el que bendice al Hijo de Dios y quiénes los que creen en él en verdad? Nosotros, los
88Mas ahora, hijos míos, instruid a vuestros hijos en el libro de instrucción y sabiduría, y goce cristianos, le adoramos, mientras que vosotros lo crucificasteis. Por ello habéis atraído en verdad
la sabiduría entre vosotros de honra perpetua. sobre vosotros mismos la perdición. Pereceréis, y una pequeña parte vuestra será dispersada en
el mundo. Esta porción recibirá cargas, tristeza y daño no pequeños. Considerad, pues, lo que
89El que enseña la sabiduría tendrá gloria en ella, y el que la desprecia será entregado al
oprobio. fue dicho a Leví desde el cielo: “A ti te he dado la bendición de la pureza hasta que yo venga y
habite en Israel”.
90Mirad, hijos míos, a José mi hermano, que instruye (con) la Escritura y (enseña) disciplina y
sabiduría. Pero vosotros, infelices, no comprendéis que vendrá el Señor con el deseo de salvar a Israel.
Vosotros blasfemasteis continuamente contra el Señor, a fin de que nosotros por ello, estando en
91 . . . no es un extraño en ella y no se asemeja a un forastero . . . otro lugar (?), recibamos su divina ley. Mas vosotros, desgraciados, hechos semejantes al
Pues todos le otorgan gloria por ella, ya que anhelan aprender de su sabiduría Satanás antiguo por vuestro orgullo, caeréis en la perdición.
92Numerosos son sus amigos, y abundantes los que le saludan.
93Sobre un trono glorioso lo hacen sentar para oír sus sabias palabras. TESTAMENTO DE JUDÁ
94Gran tesoro de gloria es la sabiduría y enorme riqueza para todos los que la consiguen. Sobre la valentía, la avaricia y la fornicación
95Aunque se acerquen reyes poderosos y numeroso pueblo, un ejército (de) caballeros y 1 -1Copia de las palabras de Judá dirigidas a sus hijos antes de su muerte. 2Se congregaron
numerosos carros, conquisten . . . la tierra y la ciudad y apresen cuanto en ella hay, no podrán todos y fueron a verle. Entonces les dijo:
robar el tesoro de la sabiduría ni lograrán encontrar sus secretos. 3—Yo fui el cuarto hijo de mi padre. Mi madre me llamó Judá, pues a sí misma se decía: «Doy
4. Expansión del texto eslavo a TestLev 7,4 gracias al Señor porque me ha dado un cuarto hijo». 4Yo era rápido y diligente en mi juventud y
(Traducción sobre la edición de N. Tichonravov) obedecía a mi padre en todo, 5respetando a mi madre y a su hermana. 6Cuando me hice hombre,
Considera tú, judío, este pensamiento, y acércate a la visión de Leví —a lo que éste puso de mi padre me bendijo así: «Serás rey y tendrás éxito en todas tus cosas».
manifiesto— como a un ángel maravilloso descendido del cielo. El ángel dijo a Leví: 2 -1El Señor me concedió gracia en todas mis obras, en el campo y en la casa. 2Cuando me di
—Tú estarás cerca del Señor y serás su servidor; revelarás sus misterios a los hombres y cuenta de que podía competir con las ciervas en velocidad, cacé una y la preparé como comida
anunciarás al que quiere salvar a Israel. No conoces, judío, al ángel del Señor que anuncia a para mi padre. 3Vencía a las gacelas en la carrera y apresaba todo lo que había en la llanura. Me
vuestros antepasados la salvación de Israel, pues no se te ha manifestado la palabra, a saber: que apoderé de una yegua salvaje y la domé. 4Maté a un león y arranqué a un cabrito de su boca.
el Señor (por la descendencia) de Judá salva a todo el género humano. Considera, pues, Arrastrando a un oso por las patas, lo lancé por un precipicio. A cualquier animal salvaje que se
desgraciado, que no es un ángel ni un ser humano, ni (otro) mediador, sino el Señor mismo me enfrentaba lo desgarraba como si fuera un perro. 5Competí con un jabalí, le gané a la carrera
quien nos salva. Esto es, pues, lo que al principio te hemos manifestado: que el Señor será y lo destrocé. 6En Hebrón, un leopardo cayó sobre un perro; lo agarré por la cola, lo lancé como
engendrado de la tribu de Judá, de María virgen. Pues el mismo Leví era (del orden) levítico (!); si fuera un venablo y se reventó en dos. 7A un toro salvaje que pastaba en la región lo agarré por
era, por tanto, sacerdote del pueblo. Por este motivo era sacerdote el Señor, pues el ángel dijo a los cuernos, le di vueltas en círculo, lo cegué y lo aniquilé derribándolo en tierra.
Leví: 3 -1Cuando avanzaron contra mis rebaños los dos reyes de los cananeos, cubiertos con corazas y
—De ti y de Judá se mostrará el Señor a los hombres salvando por sí mismo a todo el género con mucha gente a su alrededor, corrí en solitario contra el rey Asur, lo agarré, le golpeé en sus
humano sin sangre. grebas, lo tiré al suelo y acabé así con él. 2También eliminé al otro rey, Tafué, que se mantenía a
lomos de su caballo; así dispersé a todo el ejército. 3Contra el rey Acor, un gigante que lanzaba
Considera cómo los ángeles de Dios no ofrecen en sacrificio al Señor la sangre de los novillos ni
sus dardos a caballo por delante y por detrás, levanté una piedra de sesenta libras, la lancé,
la de los machos cabríos, sino que dan gracias al Señor con un sacrificio puro. Del mismo modo,
golpeé a su caballo y lo maté. 4Luché luego contra Acor durante dos horas y lo maté también:
también nosotros los cristianos ofrecemos al Señor el cuerpo y la sangre (como) ofrenda pura
dividí en dos partes su escudo y le corté los pies. 5Cuando estaba despojándole de su coraza,
según el orden de Melquisedec. Considera, pues, también esto otro y convéncete de que el Señor
ocho compañeros suyos se dispusieron a luchar contra mí. 6Enrollé mi capa en mi brazo, lancé
juzga a los hijos de los hombres. No por vosotros (solamente), desgraciados, ejecuta el Señor su
contra ellos piedras con mi honda; maté a cuatro, y el resto huyó. 7Jacob, mi padre, acabó con
sentencia con el fuego inextinguible, con el gusano incansable y disponiéndoos (?) piedras de
Beelisa, el jefe de todos los reyes, un gigante forzudo de doce codos de estatura. 8Les invadió el
escándalo (?). Porque vosotros clavasteis en la cruz al Señor. Y el sol —dijo— se oscureció.
terror y dejaron de hacernos la guerra. 9Por esta razón no se angustiaba mi padre con las
¿Acaso no se oscureció el sol cuando crucificasteis al Señor como dice el santo evangelio?
guerras, ya que yo estaba entre mis hermanos; 10pues había tenido una visión sobre mí: que un
Entonces hubo tinieblas sobre toda la tierra desde la hora tercia hasta la nona, secándose las
ángel poderoso me seguía en todas mis acciones, de modo que no podía ser vencido.
aguas y quedando prisionero el Hades.
4 -1En el sur tuvimos una guerra más encarnizada que en Siquén. Me dispuse en orden de
Indícame, pues, tú. Cuando quedó el Hades prisionero, ¿qué clase de enemigos armados
batalla con mis hermanos, perseguí a mil hombres y maté a doscientos de ellos y a cuatro reyes.
entraron en el Hades? (No fue así,) sino que el mismo Señor, después de haber yacido en la
2Me lancé contra ellos sobre la muralla y abatí a otros dos reyes. 3Así liberamos Hebrón y
tumba, penetró en el Hades, liberando a Adán, el primer llamado de aquella prisión subterránea.
recuperamos a todos los prisioneros de esos reyes.
Pues él era el Señor de cielos y tierra; por eso vino, para apoderarse del Hades. Mas aunque
padeció, su naturaleza era impasible, pues con su padecimiento concedió la impasibilidad al
5 -1Al día siguiente nos fuimos a Areta, ciudad fuerte, amurallada e inaccesible, que nos ausente, se fue y tomó para Selón mujer entre las hijas de Canaán. 4Cuando supo lo que había
amenazaba de muerte. 2Gad y yo nos acercamos a la ciudad por el este, y Rubén y Leví, por el hecho, la maldije en medio del dolor de mi alma. 5Ciertamente, ella murió también por la
occidente y el sur. 3Los de la muralla pensaron que estábamos solos y se lanzaron hacia abajo maldad de sus hijos.
contra nosotros. 4Entonces, secretamente, mis hermanos escalaron la muralla ayudándose de 12 -1Tras estos hechos, dos años después, siendo ya viuda, oyó Tamar que yo subía a esquilar
clavijas y entraron a la ciudad sin que los enemigos se enteraran. 5Tomamos la ciudad a punta las ovejas. Se engalanó de novia y se sentó delante de la puerta, en la ciudad de Enán, 2pues
de espada. Otros habían huido a la torre, pero le prendimos fuego y así nos apoderamos de todo. existe la costumbre entre los amorreos de que la prometida en matrimonio se siente como
6Cuando nos retirábamos, los hombres de Tafué cayeron sobre nuestro botín de prisioneros. Se ramera durante siete días a la puerta de la ciudad. 3Yo me había embriagado y no la conocí por
lo dejamos a nuestros hijos y luchamos contra ellos hasta Tafué misma. 7Los matamos, los efectos del vino. Su belleza me sedujo gracias a la forma de sus adornos. 4Me incliné ante
incendiamos su ciudad y pillamos todo lo que en ella había. ella y le dije:
6 -1Cuando estábamos cerca de las aguas de Cozebá, los hombres de Jobel vinieron contra —Voy a tu casa.
nosotros en son de guerra. 2Peleamos contra ellos y matamos a sus aliados, los de Silón, sin Me respondió:
darles la oportunidad de salir contra nosotros. 3Los de Maquir se nos enfrentaron al quinto día
para apoderarse de nuestro botín. Nos lanzamos contra ellos y los vencimos en una ruda batalla, —¿Qué me das?
puesto que había entre ellos gran cantidad de valientes. Los matamos antes de que Yo le entregué mi bastón, mi cinturón y la diadema real. Me uní a ella, y quedó encinta. 5Sin
completáramos la subida. 4Cuando nos acercamos a su ciudad, sus mujeres hacían rodar piedras saber lo que ella había hecho, quise matarla. Pero ella me envió secretamente las prendas y me
contra nosotros desde lo alto del monte en que estaba emplazada la villa. 5Ocultándonos Simeón hizo avergonzarme. 6La llamé y escuché las palabras secretas que, durmiendo con ella, había
y yo por detrás, nos apoderamos de las alturas y aniquilamos toda la ciudad. pronunciado en mi embriaguez. No pude matarla porque la cosa venía de Dios. 7Yo me decía:
7 - 1 al día siguiente nos comunicaron que el rey de la ciudad de Gaas venía contra nosotros con ¿acaso ha actuado con engaño tras recibir de otra las prendas? 8Pero no me acerqué a ella hasta
una muchedumbre fuertemente armada. 2Dan y yo, fingiéndonos amorreos, entramos como los días de mi muerte, ya que había cometido esta impiedad en todo Israel. 9Los vecinos de la
aliados en su ciudad. 3En medio de la oscuridad nocturna vinieron nuestros hermanos, les ciudad decían, además, que en la puerta no había ninguna prostituta; que había venido de otra
abrimos las puertas y los aniquilamos a ellos y a sus propiedades. Nos repartimos todas sus región y que se había sentado allí durante poco tiempo. 10Pensé que nadie se había enterado de
riquezas y abatimos sus tres murallas. 4Nos acercamos a Tamná, donde se habían concentrado que yo había ido a su casa. 11Después de estos sucesos fuimos a Egipto, junto a José, a causa
en su huida las huestes de los reyes enemigos. 5Me insultaron y me irrité. Me lancé hacia la del hambre. 12Cuarenta y seis años tenía entonces, y viví allí setenta y tres.
cima contra ellos, mientras me arrojaban flechas y piedras con sus hondas. 6Si Dan, mi 13 -1Hijos míos, oíd lo que os ordena vuestro padre; guardad todas mis palabras, para que
hermano, no hubiera luchado conmigo, habrían podido matarme. 7Pero nos lanzamos contra cumpláis los preceptos del Señor y obedezcáis los mandamientos del Señor Dios. 2No caminéis
ellos con gran ira, y huyeron todos. Yendo por otro camino, suplicaron a mi padre, quien firmó tras vuestros deseos ni según los pensamientos de vuestras mentes con el orgullo de vuestros
con ellos la paz. 8No les hicimos ningún daño, sino que concluimos un tratado y les devolvimos corazones. No os vanagloriéis con la fortaleza de vuestra juventud, porque también eso es malo
todo nuestro botín. 9Yo edifiqué Tamná, y mi padre, Rambael. 10Tenía yo veinte años cuando ante los ojos del Señor. 3Yo me había gloriado de que, durante mis guerras, no me había
tuvo lugar esta guerra. 11Los cananeos nos tenían miedo, a mí y a mis hermanos. engañado ningún rostro de mujer hermosa y había colmado de oprobios a Rubén, a causa de
8 -1Poseía yo muchos rebaños y, como mayoral, a Irán el odolamita. 2Cuando yo me dirigía Bala, la mujer de mi padre. Pero los espíritus de la envidia y la fornicación se dispusieron contra
hacia él, vi a Barsán, rey de Odolán, que preparó para nosotros un banquete. Me exhortó a que mí hasta que caí ante Besué, la cananea, y ante Tamar, la esposa de mis hijos. 4Decía yo a mi
aceptara a su hija Besué como mujer. 3Ella me parió a Er, Onán y Selón. A dos de ellos los hizo suegro: «Deliberaré con mi padre y así aceptaré a tu hija». Pero él no quiso y me mostró una
morir el Señor sin hijos. Pero Selón vivió, y vosotros sois sus hijos. cantidad inmensa de oro a disposición de su hija, ya que era rey. 5La adornó con oro y perlas e
hizo que ella, luciendo toda su belleza, nos escanciara en el banquete. 6El vino desvarió mis
9 -1Durante dieciocho años, desde que llegamos de Mesopotamia de casa de Labán, ojos, y el placer cegó mi corazón. 7Enamorado de ella, caí y transgredí el mandamiento del
mantuvimos la paz, mi padre y nosotros, con Esaú, su hermano, e igualmente con los hijos de Señor y de mis padres tomándola como mujer. 8Pero el Señor me pagó de acuerdo con los
éste. 2Cuando pasaron estos años, teniendo yo cuarenta, vino contra nosotros Esaú, el hermano designios de mi corazón, puesto que no sentí alegría con sus hijos.
de mi padre, con multitud de gentes valerosas y fuertemente armados. 3Esaú cayó bajo el arco
de Jacob, fue llevado (casi) muerto al monte Seír y murió cuando se dirigía a Eirramna. 14 - 1Hijos míos, no os embriaguéis de vino, porque éste aparta la mente de la verdad, la
4Nosotros perseguimos a los hijos de Esaú. Tenían éstos una ciudad con muros de hierro y impulsa al ímpetu del deseo y conduce los ojos hacia la perdición. 2Pues el espíritu de la
puertas de bronce. No pudimos entrar en ella, sino que asentamos nuestro campamento y los fornicación utiliza al vino como servidor para proporcionar placer a los sentidos; ambos roban
sometimos a asedio. 5Como no abrían las puertas después de veinte días, ante sus mismos ojos también la fuerza del hombre. 3Si alguno bebe vino hasta embriagarse, éste excita su mente
acerqué una escalera y puse el escudo sobre mi cabeza. Subí entonces, recibiendo una lluvia de hacia la fornicación por medio de sucios pensamientos y caldea su cuerpo para la unión carnal, y
piedras de hasta tres talentos de peso. Pero subí y maté a cuatro de los más aguerridos entre si se halla presente la causa del deseo, comete el pecado sin el menor pudor. 4Así es el vino,
ellos. 6Al día siguiente ascendieron Rubén y Gad y mataron a otros seis. 7Entonces nos pidieron hijos míos, porque el borracho no se avergüenza ante nadie. 5A mí, pues, me extravió también él
la paz. Nos avenimos al consejo de nuestro padre y los aceptamos como tributarios. 8Nos para que no sintiera vergüenza ante la muchedumbre de los ciudadanos: a los ojos de todos me
proporcionaban doscientas medidas de trigo, quinientas de aceite y mil quinientas de vino hasta incliné ante Tamar. Cometí un gran pecado y levanté el velo de la impureza de mis hijos. 6Por
que bajamos a Egipto. culpa del vino no sentí respeto del mandamiento de Dios y tomé como mujer a una cananea.
7Por ello, el que bebe vino necesita inteligencia, hijos míos. Y ésta es la sensatez en la bebida:
10 -1Después de estos acontecimientos, mi hijo Er trajo a Tamar, hija de Arán, desde beber sólo mientras se mantiene la decencia. 8Pero si se pasa esta frontera, (el vino) irrumpe en
Mesopotamia y la tomó como mujer. 2Pero Er era malvado y tenía dudas de Tamar porque no la mente y suscita al espíritu del error y hace al ebrio hablar lo indecoroso, transgredir la ley sin
era de la tierra de Canaán. Un ángel del Señor lo mató durante la noche del tercer día. 3Él no sentir vergüenza, llegando incluso a gloriarse en el deshonor juzgándolo algo hermoso.
llegó a conocerla, siguiendo las malas artes de su madre, pues no quería tener hijos de ella. 4En
los días mismos de la fiesta de bodas se la di por esposa a Onán. Pero éste, por su maldad, no la 15 -1El fornicario no siente que sufre daño ni se avergüenza cuando pierde la honra. 2Uno que
conoció, aunque vivió con ella un año. 5Cuando lo amenacé, se acostó ciertamente con ella, fornica, aunque sea rey, queda desposeído de la realeza, pues resulta esclavo de la fornicación,
pero dejaba perecer su esperma sobre la tierra, según la orden de su madre. También él murió tal como me ocurrió a mí. 3Entregué mi báculo, es decir, el apoyo de mi tribu; mi cinturón, es
por su maldad. 6Quise luego dársela por esposa a Selón, pero mi mujer Besué no lo permitió. decir, mi poderío, y la diadema o, lo que es lo mismo, la honra de mi reino. 4Luego, arrepentido
Quería mal a Tamar porque no era de las hijas de Canaán, como ella. de ello, ni gusté del vino ni de la carne hasta mi senectud, ni gocé de ningún tipo de alegría. 5El
ángel del Señor me indicó que las mujeres dominan siempre tanto al rey como al mendigo. 6Al
11 -1Yo sabía que era malo el linaje de Canaán, pero el impulso de la juventud cegó mi corazón.
2La vi cuando escanciaba vino; la embriaguez me sedujo y caí a sus pies. 3Ella, estando yo
rey le despojan de su honor, al valiente de su energía y al menesteroso hasta del más pequeño Esclavizarán a los libres, hombres y mujeres, y expoliarán casas, campos, rebaños y riquezas.
sustento de su pobreza. 8Llenarán impíamente los buches de cuervos e ibis con las carnes de muchos. Adelantarán en la
16 -1Guardad, pues, hijos míos, el límite del vino, pues hay en él cuatro espíritus malvados: del maldad, enorgulleciéndose en su avaricia.
deseo, del ardor, del libertinaje y del lucro infame. 2Si bebéis vino en momentos de alegría, 9Serán falsos profetas, como huracanes, y perseguirán a todos los justos.
hacedlo con temor de Dios y guardando la compostura. Si no bebéis con esta disposición y se 22 -1El Señor atraerá sobre ellos divisiones de unos con otros, y habrá continuas luchas en
aparta de vosotros el temor de Dios, vendrá luego la embriaguez, y con ella se introducirá la Israel. 2Mi reino acabará entre gentes extrañas, hasta que venga la salvación de Israel, [hasta la
desvergüenza. 3Si no (guardáis la compostura), no bebáis en absoluto, para que no pequéis con venida del Dios justo], para que Jacob [y todos los pueblos] puedan descansar en paz. 3Él
palabras ultrajantes, en peleas, calumnias y transgresiones de los mandamientos de Dios, guardará la fortaleza de mi reino para siempre, pues el Señor me juró solemnemente que
pereciendo antes de hora. 4El vino descubre a los extraños los secretos de Dios y de los permanecería la realeza de mi descendencia en todo momento, por siempre.
hombres, al igual que yo revelé los mandatos de Dios y los secretos de mi padre Jacob a Besué,
la cananea, a quien Dios ordenó no desvelárselos. El vino es causa de disputa e intranquilidad. 23 -1Siento mucha pena, hijos míos, por las inmoralidades, magias y actos idolátricos que
ejecutaréis contra el reino, siguiendo los pasos de adivinos, démones y erróneos augurios.
17 -1Os ordeno, pues, hijos míos, que no pongáis vuestro amor en el dinero ni dirijáis vuestra 2Haréis de vuestras hijas bailarinas y cortesanas y os mezclaréis con las abominaciones de los
mirada a la belleza de las mujeres, porque por el dinero y la hermosura me extravié con Besué, gentiles. 3Por ello atraerá el Señor sobre vosotros hambre y peste, muerte y espada vengadora,
la cananea. 2Yo sé que, por culpa de esas dos cosas, vosotros, mi raza, caeréis en el mal. 3Sé asedio de ciudades, perros que desgarran las carnes de sus enemigos, insultos de los amigos,
también que esas dos cosas echarán a perder a los sabios de entre mis hijos y harán que mengüe perdición e inflamación de ojos, aniquilación de los hijos, rapto de las esposas, rapiña de
el reino de Judá, que me otorgó el Señor por la obediencia a mi padre. 4Pues nunca entristecí a vuestros bienes, incendio del templo de Dios, desolación de vuestra tierra y cautividad entre los
Jacob, mi padre, ya que ejecuté todo lo que me ordenó. 5Abrahán, el padre de mi padre, me gentiles. 4De entre vosotros castrarán los eunucos para sus mujeres. 5Pero cuando os volváis al
prometió en su bendición que había de reinar en Israel, y del mismo modo me bendijo Isaac. Señor con un corazón perfecto, arrepentidos y caminando según todos los mandamientos de
6Yo sé que de mí se establecerá la realeza. Dios, os visitará el Señor con misericordia y os sacará de la esclavitud de vuestros enemigos.
18 -1También he leído en los libros de Henoc el justo las maldades que comentaréis 24 -1Después de esto se levantará en paz un astro de la estirpe de Jacob [y surgirá un hombre de
(cometeréis?) en los días postreros. mi semilla como sol justo, caminando junto con los hijos de los hombres en humildad y justicia,
2Guardaos, pues, hijos míos de la fornicación y del amor al dinero; escuchad a Jacob, vuestro y no se hallará en él ningún pecado. 2Los cielos se abrirán sobre él para verter las bendiciones
padre, del Espíritu del Padre Santo. Él mismo derramará también el espíritu de gracia sobre vosotros.
3porque tales cosas os apartan de la ley de Dios y ciegan las deliberaciones de la mente. 3Seréis sus hijos en la verdad y cami¬naréis por el sendero de sus preceptos, los primeros y los
Inculcan el orgullo, y no permiten al hombre apiadarse de su prójimo. últimos. 4Éste es el retoño del Dios Altísimo y la fuente misma para vida de todo ser humano].
4Privan al alma de toda bondad y lo constriñen a trabajos y labores; le roban el sueño, y le 5Brillará entonces el cetro de mi reino, y de vuestra raíz nacerá un tallo. 6En él surgirá un
consumen las carnes. báculo justo para los gentiles, para hacer justicia y salvar a cuantos invoquen al Señor.
5Ponen trabas a los sacrificios a Dios, no se acuerdan de su alabanza, no obedecen las palabras 25 -1Luego, volverán a la vida Abrahán, Isaac y Jacob; y mis hermanos y yo seremos jefes de
de los profetas y odian los discursos piadosos. nuestras tribus en Israel: Leví, el primero; yo, el segundo; el tercero, José; el cuarto, Benjamín;
6Sirviendo a dos pasiones contrarias a los mandatos de Dios, el hombre no puede obedecer a la el quinto, Simeón; el sexto, Isacar, y así, sucesivamente, todos. 2El Señor bendecirá a Leví; el
divinidad; aquéllas ciegan su alma y camina durante el día como si fuera de noche. ángel de la faz, a mí; las potestades gloriosas, a Simeón; el cielo, a Rubén; a Isacar, la tierra; el
mar, a Zabulón; las montañas, a José; la tienda, a Benjamín; las luminarias del cielo, a Dan; las
19 -1Hijos míos, el amor al dinero conduce a los ídolos: (los hombres,) engañados por él, creen delicias, a Neftalí; el sol, a Gad; los olivos, a Aser.
en dioses que no son. La avaricia hace caer en el desvarío al que la posee. 2Por el dinero perdí
yo a mis hijos, y habría muerto sin ninguno a no ser por la penitencia de mi carne, la humildad 3Habrá un solo pueblo del Señor y una lengua; no existirá ya el espíritu engañoso de Beliar,
de mi alma y las plegarias de Jacob, mi padre. 3Pero el Dios de mis padres, compasivo y porque será arrojado al fuego para siempre jamás.
misericordioso, me perdonó porque obré por ignorancia. 4El príncipe del error me cegó, y no 4Los que hayan muerto en la tristeza resucitarán en gozo, y los que hayan vivido en pobreza por
tuve en cuenta cómo el hombre y la carne están corrompidos por el pecado. Pero aprendí mi el Señor se enriquecerán; los necesitados se hartarán; se fortalecerán los débiles, y los muertos
debilidad cuando pensaba que era invencible. por el Señor se despertarán para la vida.
20 -1Sabed, pues, hijos míos, que dos espíritus tienen su asiento en el hombre: el de la verdad y 5Los ciervos de Jacob correrán con gozo, y las águilas de Israel volarán con alegría;
el del error. 2En medio de ellos se halla el espíritu intelectivo de la mente y se inclina adonde [los impíos se lamentarán; gemirán los pecadores], y todos los pueblos alabarán al Señor por
quiere. 3Las obras de la verdad y las del error están escritas sobre el pecho del hombre, y el siempre.
Señor conoce cada una de ellas. 4No hay momento en el que puedan pasar inadvertidas las obras 26 -1Guardad, pues, hijos míos, toda la ley del Señor, porque hay una esperanza para todos los
humanas porque están grabadas ante el Señor sobre el pecho, en sus huesos. 5El espíritu de la que hacen rectos sus caminos. 2Les dijo:
verdad da testimonio de todo lo bueno y acusa de lo malo. El pecador queda envuelto por el —Hoy muero ante vuestros ojos con ciento diecinueve años. 3No me enterréis con un vestido
fuego de su propio corazón y no puede levantar su rostro hacia el Juez. lujoso ni me abráis el vientre —porque tales cosas hacen los reyes—, sino conducidme a Hebrón
21 -1Ahora, hijos míos, amad a Leví, para que permanezcáis en pie; no os levantéis contra él, con vosotros.
para que no perezcáis. 2A mí me otorgó el Señor el reino, pero a él el sacerdocio, subordinando 4Tras haber dicho estas palabras, se durmió Judá. Sus hijos hicieron según lo que les había
el primero al segundo. 3A mí me dio lo terrenal; a él, lo celestial. 4Como supera el cielo a la ordenado y lo enterraron en Hebrón con sus padres.
tierra, así aventaja el sacerdocio de Dios a la realeza terrena, si el primero no se aparta del Señor
por el pecado ni se ve dominado por la realeza terrestre. 5A él y no a ti ha elegido el Señor para
acercarse a Él, para comer de su mesa y de sus primicias, las delicias de los hijos de Israel. 6Tú Apéndice
reinarás en Jacob y serás para ellos como el mar. Como en el piélago los justos y los injustos son Midrás Wayyisau
llevados de un lado a otro, los unos como cautivos y los otros enriqueciéndose, así habrá en ti Sobre este midrás, se edita la parte que corresponde a Jub 37,14.17; 38,2-3.5-10.12-15. Aquí
toda clase de hombres: unos sufrirán peligros y caerán prisioneros; otros se enriquecerán por la traducimos del hebreo el fragmento de esta composición en que se parafrasea el TestJud. El
rapiña. texto base es el de R. H. Charles , más elaborado que el presentado por Jellinek en su Beth-ha-
7Los reyes serán como grandes cetáceos, tragándose a los hombres como peces. Midrash III, 1-3. los números entre paréntesis, los pasajes correspondientes del TestJud.
«Partieron, y cayó el terror de Dios . . . » (Gén 35,5). Dijeron: Dos hijos de Jacob llevaron a se retiraron tras ellos marchando a Tappuah. Cuando salieron los de Tappuah a librar a los
cabo esta acción tan grande . . . si se reunieran todos podrían destruir el mundo. Cayó el temor prisioneros de sus manos ―a los que habían cogido en la llanura de la ciudad―, se fueron hacia
de Dios (Santo, bendito sea) sobre ellos, por eso no persiguieron a los hijos de Jacob. Nuestros Arbael y mataron a los hombres que había salido a librar a los prisioneros (5,6-7).
maestros dijeron: Aunque no fueron tras ellos esta vez, poco después dos de aquéllos les Al tercer día fueron a Tappuah por la mañana y, cuando reunían a los prisioneros, vinieron los
persiguieron. Se pusieron de acuerdo los reyes de los amorreos contra los hijos de Jacob y habitantes de Silo para entablar combate. Se revistieron entonces de sus armas y salieron tras
trataron de acabar con ellos en el valle de Siquén. ellos, matándoles a todos antes de mediodía, entrando después de las mujeres en Silo, sin darles
Después de estos sucesos volvieron Jacob y sus hijos a Siquén y se quedaron allí a vivir. Dijeron ocasión de resistir. Aquel día se apoderaron de la ciudad y sacaron a los prisioneros. Vino el
algunos: No fue suficiente el que mataran a todos los hombres de Siquén, sino que se bloque de sus aliados que habían dejado en Tappuah, y junto con ellos saquearon la ciudad (6,1-
apoderaron también de su país. 3).
Se juntaron todos y vinieron contra ellos para matarlos. Cuando lo vio Judá, se puso de su salto El día cuarto cruzaban ante los campamentos de Šebir. Salieron entonces a librar a los
en medio de las escuadras de los adversarios y mató, en primer lugar, a Yasub, rey de Tappuah, prisioneros y bajaron al medio del valle. Se prepararon (los hijos de Jacob), subieron tras ellos y
que iba cubierto de la cabeza a los pies, de hierro y cobre, cabalgando sobre un caballo, y los mataron antes de que alcanzaran la altura. Ese día salieron los hombres del campamento de
arrojaba desde él por delante y por detrás venablos con las dos manos. No erraba en ningún Šebir ante ellos y les arrojaban piedras. Durante el día, los hijos de Jacob capturaron y dieron
lugar donde los lanzaba, pues era un guerrero valeroso lanzando con las dos manos (3,2-3). muerte a todos los guerreros. Libraron a todos los prisioneros y los juntaron a los que ya tenían
Cuando lo vio Judá, no se atemorizó de él ni de su arrogancia. Dio un salto y corrió a su con ellos (6,3-5).
encuentro. Tomó una piedra del suelo de sesenta «sela‘im» de peso y la lanzó contra él cuando El día quinto fueron a Go‘aš, porque oyeron que estaban allí reunidos gran multitud de amorreos
se hallaba a una distancia de dos terceras partes de un estado, lo que hace 173 codos. Él venía al y decían que venían contra ellos. Pero Go‘aš era una ciudad fortificada, una de las ciudades de
encuentro de Judá adornado con todos los arreos de hierro y arrojando venablos. Judá le golpeó los reyes de los amorreos. Fueron allí y entablaron combate con la ciudad hasta el mediodía y no
con la piedra sobre el escudo y lo derribó del caballo. Quiso incorporarse al punto, pero Judá pudieron capturarla porque tenía tres murallas, una detrás de otra. Se prepararon para el asedio,
corrió e intentó matarlo antes de que se levantase de tierra. Mas él, rápidamente, se incorporó mientras les insultaban. En aquel momento desbordó la cólera de Judá, y un espíritu de
ante Judá y se dispuso a luchar contra él, escudo contra escudo; enarboló su espada y trató de venganza entró en él y le sacudió con todo su poder. Subió el primero a la muralla y estuvo a
cortar la cabeza de Judá. Éste levantó su escudo ante la espada y paró el golpe con él, que se punto de morir Judá. Si no hubiera estado su padre Jacob, habría muerto allí, de no haber
dividió en dos (3,4). disparado su arco y matado a diestra y siniestra (7,1-3).
¿Qué hizo Judá? Se dio media vuelta y le golpeó con su espada cortando sus pies por encima de A su derecha estaban unos que arrojaban piedras contra él, y a su izquierda y por delante, otros
los tobillos. Entonces cayó a tierra, e igualmente la espada de su mano. Judá saltó hacia él y le dispuestos a la batalla; todos ellos trataban de abatirlo de la muralla, cuando subió Dan, su
cortó la cabeza. Pero mientras le despojaba de su armadura, vinieron contra él nueve de sus hermano, y los hizo retroceder. Neftalí iba el tercero detrás de ellos, y Simeón y Leví
compañeros. Al primero que se acercó le tiró Judá una piedra, le dio en la cabeza y cayó su apremiaron y subieron por la tarde. Los cinco se opusieron y no les dieron ocasión de resistir,
escudo de la mano. Lo cogió Judá y continuó haciendo frente a los otros ocho (3,5). matando una gran mayoría de ellos, y así continuaron hasta que se formó un río de sangre.
Leví, su hermano, se acercó y permaneció junto a él; disparó sus flechas y mató a ’Ailón rey de Aquel día capturaron la ciudad al caer el sol y mataron a todos los guerreros. Hicieron salir a los
Ga‘iš (Gén 26,34; Jos 24,30). Judá mató a los ocho restantes. Jacob, su padre, se acercó y mató a prisioneros y marcharon a reposar fuera de la ciudad porque estaban fatigados (7,4-7).
Zeruré, rey de Silo, mas ninguno de ellos se levantó contra los hijos de Jacob, pues no tenían El día sexto se reunieron todos los amorreos y vinieron por sí mismos sin arreos de guerra, se
corazón para resistir, sino para huir. postraron ante ellos y solicitaron que se les otorgara la paz. Así lo hicieron, y les devolvieron
Los hijos de Jacob los persiguieron, y Judá mató aquel día a mil antes de que se pusiera el sol. Timná y toda la tierra de su contorno. Entonces Jacob hizo la paz con ellos, y ellos restituyeron
El resto de los hijos de Jacob partió de Tel Siquén, del lugar en que habían estado resistiendo, y a los hijos de Jacob todo el ganado del que se había apoderado, dos por uno: les impusieron un
los persiguieron a toda prisa hasta que salieron a la explanada de la ciudad. Y allí mismo tributo y les devolvieron los prisioneros. Se retiró Jacob a Timná (léase: ‘y construyó Jacob
trabaron una batalla más encarnizada que las que habían entablado en el valle de Siquén (4,1). Timná, con CrYer y TestJud) y Judá a Arbael. Desde entonces en adelante, permanecieron en
Disparó Jacob sus flechas y mató a Far‘aton, rey de Hazor; a Pesusé, rey de Sartán (1 Mac 9,50); paz con los amorreos (7,8-11).
a Labán rey de Aram, y a Šebir, rey de Mahanaim.
Judá fue el primero en subir a la muralla de Hazor. Cuatro guerreros se dispusieron a luchar TESTAMENTO DE ISACAR
contra él antes de que se acercara Neftalí, que subía detrás. Aún no había ascendido y ya Judá Sobre la sencillez
había matado a aquellos cuatro guerreros, y Neftalí se aprestó y subió tras él. Se colocó Judá a la 1 -1Copia de las palabras de Isacar. Convocó a sus hijos y les habló así:
derecha de la muralla y Neftalí a la izquierda, y (pronto) se vieron rodeados por enemigos que
pretendían darles muerte. El resto de los hijos de Jacob se puso en movimiento y subieron detrás —Escuchad, hijos, a Isacar, vuestro padre; prestad oído a las palabras del amado del Señor.
de ellos, rompieron su resistencia y conquistaron aquel día Hazor. Mataron a todos los guerreros 2Nací como quinto hijo de Jacob, como premio por las mandrágoras. 3Rubén trajo mandrágoras
sin excepción e hicieron prisioneros al resto (4,2). del campo; Raquel le salió al encuentro y se las quitó. 4Lloraba Rubén por ello, y a sus gritos
salió Lía, mi madre. 5Estas mandrágoras eran manzanas de excelente aroma, producidas por la
El segundo día fueron contra Sartán y también allí entablaron combate, pues era una ciudad tierra de Arán, en las alturas, bajo una catarata escarpada.
amurallada y segura de su fortaleza, que atacaba a todo el que se aproximaba a ella. No había
espacio para acercarse a la muralla porque era resistente y muy elevada y no había lugar para 6Dijo Raquel:
conquistarla (5,1). —No te las devolveré; serán mías en vez de hijos.
Aquel día se apoderaron de aquella ciudad. Subieron a la muralla; Judá, el primero, desde 7Eran dos manzanas. Replicó Lía:
oriente; Gad, desde poniente; Simeón y Leví, desde el norte, y Rubén y Dan, desde el sur. Se —Debiera bastarte el haberme arrebatado al varón de mi doncellez. ¿Vas a llevarte también
acercaron Isacar y Neftalí e incendiaron los espigones de las puertas de la ciudad. Se luchaba éstas?
con dureza sobre la muralla hasta que subieron allí las tropas de sus aliados. Resistieron contra 8Respondió:
ellos en la torre hasta que Judá la conquistó. Después subió a lo alto de la torre y mató a
—Que Jacob pase contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo.
doscientos hombres sobre su techo antes de bajar de ella (5,2-5).
9Díjole Lía:
Todos los de la ciudad se aunaron y mataron a los extranjeros. No dejaron vivo a ninguno de
ellos, porque eran hombres fuertes y valientes para la guerra. Sacaron a los prisioneros de allí y —No seas jactanciosa ni te gloríes: Jacob es mío; yo soy la mujer de su juventud.
10Raquel replicó: sus enemigos. 3Decid estas cosas a vuestros hijos para que, si pecaren, se vuelvan rápidamente
—¿Cómo? Él fue primero mi prometido y por mí sirvió a mi padre catorce años. 11¿Qué voy a hacia el Señor. 4Porque él es misericordioso y se apiadará de ellos para hacerlos volver hacia su
hacer contigo, ya que han crecido los engaños y las maquinaciones de los hombres y el dolor patria.
avanza sobre la tierra? De lo contrario no habrías visto el rostro de Jacob. 12Pues tú no eres su 7 -1Tengo ahora ciento veintidós años y no tengo conciencia de que haya habido en mí pecado
mujer, sino que con engaño te introdujeron en vez de mí. 13Mi padre me engañó y me hizo ir mortal.
aquella noche a otro sitio, no permitiéndome ver nada. Si yo hubiera estado allí, no hubiera 2No he conocido a ninguna mujer, salvo la mía, ni forniqué alzando mis ojos.
sucedido esto. 3No he bebido vino hasta el desvarío, ni deseé los bienes apetecibles de mi prójimo.
14Añadió Raquel: 4El engaño no se asentó en mi corazón, ni la mentira subió a mis labios.
—Toma una mandrágora, y por la otra te dejo a Jacob durante una noche. 5Uní mis gemidos a los de los hombres doloridos, y di parte de mi pan a los pobres.
15Jacob conoció a Lía, la cual quedó embarazada y me dio a luz. A causa de este salario fui No comía solo; no removí los mojones. Durante toda mi vida fui piadoso y dije verdad.
llamado Isacar.
6Amé al Señor con todas mis fuerzas, e igualmente a los hombres como a mis hijos.
2 -1Se le apareció entonces a Jacob un ángel del Señor y le dijo:
7Haced lo mismo, hijos míos, y el espíritu de Beliar huirá de vosotros, y ninguna obra malvada
—Raquel parirá dos hijos, porque despreció la unión con varón y escogió la continencia. se enseñoreará de vosotros. Dominaréis a las fieras salvajes, teniendo con vosotros al Dios del
2Si Lía, mi madre, no hubiera cambiado las dos manzanas por la unión con Jacob, habría parido cielo [que camina con los hombres de sencillo corazón].
ocho hijos. Pero alumbró a seis, y Raquel los otros dos. El Señor la visitó por las mandrágoras, 8Les ordenó que le subieran a Hebrón y lo enterraran allí, en la cueva, con sus padres.
3pues vio que desea¬ba unirse a Jacob por los hijos, no por deseo de placer. 4Al día siguiente 9Extendió sus pies y murió, el quinto (de los hijos de Jacob), en una hermosa vejez pleno de
volvió a ceder a Jacob para recibir la otra mandrágora. Así, por las mandrágoras hizo Dios vigor y con todos los miembros sanos. Y se durmió el sueño eterno.
concebir a Raquel. 5Porque, apeteciéndolas, no las comió, sino que las ofreció al Señor en su
templo, presentándoselas al sacerdote del Altísimo que oficiaba en aquel momento.
3 -1Cuando crecí, caminé con rectitud de corazón. Me hice labrador de las tierras de mis padres TESTAMENTO DE ZABULÓN
y hermanos y les llevaba los frutos de los campos en cada estación. 2Mi padre me bendijo, pues Sobre la compasión y misericordia
vio que procedía con sencillez. 3No era entrometido, ni malvado, ni malicioso con mi prójimo. 1 -1Copia (de las palabras) de Zabulón, del testamento que dio a sus hijos a la edad de ciento
4No hablaba mal de ninguno ni criticaba la vida de nadie, procediendo con ojos sencillos. 5Por catorce años, dos después de la muerte de José. 2Les dijo:
esta razón tomé mujer a los treinta años, porque la tarea devoraba mi energía. No tenía la mente —Oídme, hijos de Zabulón; prestad atención a la palabra de vuestro padre. 3Yo soy Zabulón, un
puesta en el placer que las mujeres proporcionan, sino que por el trabajo el sueño me vencía. buen regalo para mis padres. Al nacer yo, se enriqueció muchísimo nuestro padre en rebaños de
6Mi padre se alegraba siempre por mi sencillez. Si conseguía algo con mi trabajo, ofrecía en ovejas y bueyes, ya que consiguió su lote por los bastones de dos colores. 4No tengo conciencia,
primer lugar al Señor, por medio del sacerdote, los frutos y las primicias; luego, a mi padre, y en hijos míos, de ningún pecado durante mi vida, salvo de pensa¬miento. 5No me acuerdo de
tercer lugar venía yo. 7El Señor duplicaba los bienes por mis manos, y Jacob sabía que Dios ninguna transgresión de la ley, salvo el pecado de ignorancia cometido contra José, porque
cooperaba con mi sencillez. 8A los pobres y afligidos les proporcionaba los bienes de la tierra determiné con mis hermanos no decir nada a mi padre de lo sucedido. 6Mucho lloré en secreto,
con sencillez de corazón. pues temía a mis hermanos, ya que habían convenido todos que, si alguien desvelaba el secreto,
4 - 1Oídme ahora, hijos míos, y proceded con sencillez de corazón, porque sé que en ella reside sería pasado por la espada. 7Pero cuando querían acabar con José, les exhorté con muchísimas
toda la complacencia del Señor. lágrimas a que no cometieran tal impiedad.
2El sencillo no ansía el oro, no abusa de su prójimo, no anhela los variados manjares, no gusta 2 -1Habían llegado Simeón y Gad, airados contra José, dispuestos a aniquilarle. Cayendo de
de vestimentas especiales, hinojos, éste les decía:
3ni se desea a sí mismo una vida larga en años, sino que espera sólo la voluntad de Dios. 2—Apiadaos de mí, hermanos míos; tened compasión de las entrañas de Jacob, nuestro padre.
4Los espíritus del error nada pueden contra él, pues no pretende complacerse en la belleza No pongáis vuestras manos sobre mí para verter sangre inocente, ya que no he faltado contra
mujeril para no manchar su mente con desvaríos. vosotros. 3Y si lo hubiera hecho, aplicadme un correctivo, pero no levantéis vuestras manos, a
5La envidia no se introduce en sus deliberaciones, ni la malicia se apodera de su alma, causa de Jacob, nuestro padre.
ni piensa continuamente en la abundancia con insaciable deseo. 4Después que, afligido, pronunció estas palabras, me sentí movido a compasión y comencé a
llorar. Mi corazón se derritió en mi interior, y toda la masa de mis entrañas se reblandeció en mí.
6Procede con rectitud de alma, y todo lo contempla con sencillez de corazón, no aceptando en 5Lloraba José, y yo con él; mi corazón palpitaba con fuerza, las articulaciones de mi cuerpo se
sus ojos las maldades del error mundano para no ver torcidamente los mandamientos del Señor. descoyuntaron y no podía tenerme en pie. 6Viendo José que lloraba yo con él y que los demás se
5 -1Guardad la ley de Dios, hijos míos, y conseguid la sencillez; caminad sin malicia, no lanzaban a matarle, se escondió detrás de mí suplicándoles. 7Rubén intervino así:
indagando indiscretamente en los mandamientos de Dios ni en las acciones del prójimo. 2Amad, —Hermanos, no lo matemos, sino arrojémosle a una de esas cisternas secas que cavaron
por el contrario, al Señor y al prójimo y tened compasión del pobre y del débil. 3Ofreced nuestros padres y en las que no hallaron agua. 8Pues por esta razón había impedido el Señor que
vuestras espaldas a la agricultura y afanaos en las labores de la tierra, en toda clase de labranza, subiera agua por ellas, para que José pudiera salvarse. 9Así lo hizo el Señor hasta que vendieron
presentando al Señor con alegría los dones. 4Porque el Señor te ha bendecido con las primicias a José a los ismaelitas.
de la tierra, tal como bendijo a todos los santos desde Abel hasta ahora. 5 Pues no se te ha dado
otra herencia que la grosura de la tierra, cuyos frutos nacen con trabajo. 6Mi padre Jacob me 3 -1Hijos míos: yo no tuve parte en el precio de venta de José. 2Pero Simeón, Gad y los otros
bendijo con la bendición de la tierra y con las primicias de los frutos. 7Leví y Judá han recibido seis de nuestros hermanos tomaron el dinero de la venta de José y se compraron sandalias para
la gloria del Señor entre los hijos de Jacob, pues él ha repartido su herencia: a uno, el ellos, sus mujeres e hijos. Dijeron así:
sacerdocio; al otro, la realeza. 8Obedecedles, pues, y proceded con la sencillez de vuestro 3—No compraremos con él alimentos, ya que es el precio de la sangre de nuestro hermano, sino
padre... porque a Gad le ha sido concedido aniquilar las hordas piráticas que acosan a Israel]. que lo pisotearemos con nuestros pies, pues dijo que iba a reinar sobre nosotros. Así veremos en
6 -1Yo sé, hijos míos, que en los últimos tiempos dejarán vuestros hijos la sencillez y se unirán qué paran sus ensueños.
a deseos insaciables. Abandonando la inocencia se acercarán a la malicia, y olvidando los 4Por esta razón se halla escrito en el libro de la Ley de Moisés: «Al que no quiera suscitar
preceptos del Señor se harán discípulos de Beliar. 2Dejando a un lado la agricultura, seguirán las descendencia a su hermano, desátenle las sandalias y escúpanle a la cara». 5Los hermanos de
malvadas intenciones de sus pensamientos. Se verán dispersados entre los pueblos y servirán a José no querían que éste viviera, por eso el Señor les desató la sandalia que se habían calzado
contra José, su hermano. 6Pues, llegados a Egipto, fueron los siervos de José quienes les examinando la maldad de vuestro hermano. 6Eso rompe la unidad y desbarata todo sentimiento
desataron las sandalias ante la puerta de la ciudad, y así se arrodillaron ante su hermano, como de familia, intranquiliza el alma y aniquila la existencia, pues el resentido no alberga en sí
ante el faraón. 7No sólo se arrodillaron, sino que fueron cubiertos de esputos inmediatamente, entrañas de misericordia.
aún de hinojos ante él. Y así quedaron confundidos ante los egipcios, 8pues éstos escucharon 9 -1Considerad las aguas: cuando marchan por un mismo cauce, arrastran piedras, leños, tierra y
luego todas las maldades que habían hecho a José. arena. 2Pero si se divide en múltiples flujos, la tierra la absorbe y no pasa nada. 3Si os separáis,
4 -1Después de arrojarle a la cisterna se pusieron a comer. 2Yo no probé bocado durante dos os ocurrirá lo mismo. 4No os dividáis en dos cabezas, porque todo lo que hizo el Señor tiene una
días con sus noches, lleno de pena por José. Tampoco Judá comió con ellos, sino que estaba sola [cabeza]. Él nos dio dos hombros, dos manos, dos pies, pero todos los miembros obedecen
vigilando el pozo, temeroso de que Simeón y Gad fueran y lo mataran. 3Viendo que yo no a una sola cabeza. 5He leído en las escrituras de mis padres que en los últimos días os apartaréis
comía, dispusieron que lo vigilase hasta su venta. 4Pasó José en la cisterna tres días con sus del Señor, habrá divisiones en Israel, seguiréis a dos reyes diferentes, cometeréis toda clase de
noches, y lo vendieron así, hambriento. 5Se enteró Rubén de que José había sido vendido en su abominaciones y adoraréis toda suerte de ídolos. 6Vuestros enemigos os esclavizarán y viviréis
ausencia, rasgó sus vestiduras y se lamentó con estas palabras: entre los gentiles con toda clase de enfermedades, tribulaciones y dolores del alma. 7Pero
—¿Cómo podré mirar al rostro de Jacob, mi padre? después os acordaréis del Señor, os arrepentiréis, y él os volverá a vuestra tierra, porque es
6Tomó el dinero y corrió tras los mercaderes, pero no halló a nin¬guno, ya que, dejando el misericordioso y lleno de piedad; no tiene en cuenta la maldad de los humanos, ya que son
camino principal, habían tomado un atajo a través del país de los trogloditas. 7Rubén no comió carne, y el espíritu del error los engaña en todas sus acciones. 8Después el Señor en persona se
durante ese día. Se acercó entonces Dan y le dijo: levantará sobre vosotros como la luz de la justicia, que lleva en sus alas curación y misericordia.
Él rescatará a los hijos de los hombres de la cautividad de Beliar, y todos los espíritus del error
8—No llores ni te lamentes, pues se me ha ocurrido lo que vamos a decirle a nuestro padre. serán hollados (por sus pies). Hará tornar a todos los pueblos al celo por su causa y veréis a Dios
9Sacrifiquemos un cabrito, impregnemos con su sangre el manto de José y digamos: «Mira si es [en figura de hombre] (en el templo) que escogerá el Señor: Jerusalén es su nombre. 9Volveréis
éste el manto de tu hijo». a irritarlo con vuestras malvadas acciones y seréis rechazados hasta el momento de la
Y así lo hicieron, 10pues cuando iban a vender a José le despojaron del manto de nuestro padre consumación.
y lo cubrieron con uno viejo, de un esclavo. 11Simeón tenía el manto y no quería entregárnoslo, 10 -1Ahora, hijos míos no os entristezcáis por mi muerte ni quedéis postrados con mi marcha,
pues deseaba rasgarlo con su espada, airado porque José, a quien no había podido matar, aún 2pues resurgiré entre vosotros como un guía en medio de vuestros hijos. Me alegraré entre los
vivía. 12Nos levantamos todos contra él y le dijimos: de mi tribu, entre cuantos guardaron la ley del Señor y los preceptos de Zabulón, su padre. 3Pero
—Si no nos lo das, diremos que tú solo has cometido esta maldad en Israel. sobre los impíos hará caer Dios un fuego eterno y los hará perecer para siempre. 4Ahora corro
13Él lo entregó, y obraron tal como había dicho Dan. hacia mi descanso, como mis padres. 5Temed al Señor, vuestro Dios, con toda energía durante
5 -1 Ahora, hijos míos, os conmino a que guardéis los mandamientos del Señor, seáis todos los días de vuestra vida.
misericordiosos con el prójimo y mostréis entrañas de misericordia hacia todos, no sólo hacia 6Tras haber pronunciado estas palabras, se durmió con un sueño dulce, y sus hijos lo
los seres humanos, sino también hacia los irracionales. 2Por esta razón me ha bendecido el depositaron en un féretro. 7Luego, subiéndole a Hebrón, lo enterraron con sus padres.
Señor, y mientras todos mis hermanos han sufrido enfermedades, yo he pasado la vida sin ellas,
pues el Señor conoce el propósito de cada uno. 3Tened entrañas de misericordia, hijos míos, TESTAMENTO DE DAN
porque tal como obréis con vuestro prójimo así actuará el Señor con vosotros. 4Por ello los hijos
de mis hermanos enfermaban y morían a causa de José, ya que no habían tenido misericordia en Sobre la ira y la mentira
sus corazones. Mis hijos, por el contrario, se mantuvieron sin enfermedades, como sabéis. 1 -1Copia de las palabras que Dan pronunció ante sus hijos en los últimos días, cuando tenía
5Cuando estaba en Canaán, en la costa, me dedicaba a pescar para mi padre Jacob. Muchos se ciento veinticinco años. 2Convocó a su familia y les dijo:
ahogaron en el mar, pero yo no sufrí daño alguno. —Oíd, hijos de Dan, mi discurso; atended a las palabras de la boca de vuestro padre. 3Tengo la
6 -1Fui yo el primero que construyó un bote para navegar en el mar, porque el Señor me dio prueba, en mi corazón y en mi vida, de que es hermosa y agradable a Dios la verdad unida al
inteligencia y sabiduría para ello. 2Puse un madero en la popa e icé una vela en un tronco recto bien obrar y son malas la mentira y la ira, porque enseñan al hombre toda clase de maldad. 4Os
en medio del bote. 3Navegando en él por la costa, me dedicaba a pescar para la casa de mi padre confieso hoy, hijos míos, que me alegré en mi corazón de la muerte de José, hombre bueno y
hasta que llegamos a Egipto. 4Lleno de conmiseración, hacía partícipes de mi pesca a todos los verdadero. 5Me alegré con la venta de José, ya que mi padre lo amaba más que a nosotros. 6El
forasteros. 5Si encontraba alguno o un enfermo o anciano, cocía los peces, los preparaba bien y espíritu de la envidia y del orgullo me decía: «Tú también eres su hijo». 7Uno de los espíritus de
le daba a cada uno según su necesidad, reuniéndolos y compartiendo sus preocupaciones. 6Por Beliar colaboraba conmigo y me decía: «Toma esta espada y mata con ella a José: tu padre te
esta razón, el Señor me otorgaba una pesca abundante, pues el que comparte con el prójimo amará una vez muerto él». 8Éste era el espíritu de la ira que me intentaba persuadir para que
recibe muchísimo más del Señor. 7Fui pescador durante cinco años, haciendo partícipe de lo destrozara a José como una pantera devora a un cervatillo. 9Pero el Dios de Jacob nuestro padre
mío a todo ser humano y subviniendo a todas las necesidades de la casa de mi padre. 8Durante no lo puso en mis manos cuando se encontraba solo ni me permitió cometer la impiedad de
el verano pescaba, y en el invierno guardaba los rebaños con mis hermanos. aniquilar dos tribus en Israel.
7 -1Ahora os voy a contar lo que hice. Vi a un hombre sufriendo por su desnudez en invierno. 2 -1Ahora, hijos míos, me estoy muriendo. Os digo en verdad que, si no os guardáis de los
Apiadado de él, sustraje un manto de mi casa y se lo di ocultamente al que padecía frío. 2Hijos espíritus del engaño y de la ira, si no amáis la verdad y la magnanimidad, pereceréis. 2La
míos, de lo que el Señor os proporcione, apiadaos de todos, usando misericordia sin distinción y ceguera habita en la ira, hijos míos, y no hay quien pueda ver a otra persona con verdad.
socorred la necesidad de todo ser humano, con bondad de corazón. 3Y si en cualquier momento 3Aunque sean el padre o la madre, los considera como enemigos y, aunque sea un hermano, no
no podéis dar a quien lo necesita, compadeceos de él con entrañas de misericordia. 4Si mi mano lo tiene en cuenta. Si es un profeta del Señor, no lo escucha. Si es un justo, no lo mira, y si es un
no encontraba en algún momento qué dar al necesitado, le acompañaba durante siete estadios amigo, no lo reconoce. 4El espíritu de la ira lo envuelve con las redes del engaño, ciega sus ojos,
llorando con él, y mis entrañas se volvían hacia él compasivamente. llena su mente de tinieblas con la mentira y le presenta su propia visión. ¿Con qué rodea sus
8 -1Hijos míos, tened compasión con todo ser humano en misericordia, para que el Señor, ojos? Con el odio del corazón, por lo que adopta contra su hermano una postura envidiosa.
movido también a compasión, se apiade de vosotros. 2Porque, en los últimos días, el Señor 3 -1Malvada es la ira, hijos míos: es como un alma en el alma misma. 2Se apodera del cuerpo
enviará su piedad sobre la tierra y habitará donde encuentre entrañas de misericordia. 3En tanto del iracundo, se enseñorea de su alma y proporciona al cuerpo una energía peculiar para cometer
el ser humano tenga compasión de su prójimo, así la tendrá el Señor. 4Pues cuando bajamos a toda clase de impiedades. 3Y cuando el alma ha obrado, justifica lo realizado, puesto que ya no
Egipto, José no nos hizo daño alguno, sino que sintió compasión al verme. 5Acordándoos de su ve. 4Por esta razón, el iracundo, si es hombre fuerte, posee una triple energía gracias a la ira: la
comportamiento, no seáis resentidos, hijos míos, sino amaos unos a otros y no andéis primera, gracias a la fuerza y colaboración de sus subordinados; la segunda, por la riqueza, pues
ejerce la persuasión a la fuerza, con lo que vence injustamente; la tercera, por la energía natural 7 -1Tras haber pronunciado estas palabras, los besó y concilió el sueño eterno. 2Sus hijos lo
del cuerpo, gracias a la cual obra el mal. 5Pero si es débil el iracundo, posee una fuerza doble de enterraron, pero luego llevaron sus huesos al lado de los de Abrahán, Isaac y Jacob. 3[Y tal
la natural, ya que la ira le ayuda en todas sus iniquidades. 6Este espíritu, junto con el de la como lo profetizó Dan —que habían de olvidarse de la ley de su Dios, que verían alejados de la
mentira, camina siempre a la diestra de Satanás, y sus acciones se realizan con crueldad y tierra de su heredad, del linaje de Israel, de su familia y descendencia—, así ocurrió].
engaño.
4 -1Caed en la cuenta, pues, cómo la fuerza de la ira es cosa vana. 2Primero excita con las TESTAMENTO DE NEFTALÍ
palabras; luego fortalece al airado con sus obras y turba su mente con amargas pérdidas, y así Sobre la bondad natural
excita al alma con gran rabia. 3Cuando alguien hable contra vosotros, no os mováis a ira, y si
alguien os alaba como bueno, no os ensoberbezcáis ni mudéis vuestro ánimo hacia el gusto o el 1 -1Copia del testamento de Neftalí, de lo que dispuso en el momento de su muerte, cuando
disgusto. 4En primer lugar, la ira halaga el oído, y así espolea la mente a considerar el objeto tenía ciento treinta y dos años. 2Se reunieron sus hijos en el mes séptimo, el cuarto día, cuando
que la excita. Luego, ya airado, piensa que se ha encolerizado con razón. 5Si sufrís algún daño o aún gozaba de salud, y preparó para ellos un blanquete con abundancia de bebida. 3Al
pérdida, hijos míos, no os conturbéis, porque este mismo espíritu hace apetecer lo perdido para despertarse por la mañana, les dijo:
encolerizarlo por el deseo. 6Si sufrís un daño voluntaria o involuntariamente, no os entristezcáis, —Me estoy muriendo.
pues de la tristeza se suscita la cólera junto con la mentira. 7La ira y el engaño son un mal doble, Pero no le creían. 4Alabó al Señor y les confirmó que tras el banquete, ya celebrado el día
y ambos cooperan para conturbar la razón. Y cuando el alma se halla turbada continuamente, el anterior, habría de morir. 5Comenzó, pues, a decir a sus hijos:
Señor se aparta de ella y es dominada por Beliar. —Escuchad, hijos míos, descendientes de Neftalí; escuchad las pa¬labras de vuestro padre. 6Yo
5 -1Guardad, pues, hijos míos, los mandamientos del Señor y observad su ley. Apartaos de la nací de Bala. Pero ya que Raquel había actuado astutamente y había dado Bala a Jacob en vez de
cólera y odiad la mentira, para que el Señor habite en vosotros y huya Beliar. ella misma, y porque mi madre me alumbró sobre las rodillas de Raquel... por todo ello fui
2Que cada uno hable verdad a su prójimo; así no caeréis en ira y confusión, sino que llamado Neftalí. 7Raquel me amó porque había nacido sobre sus rodillas. Cuando yo era aún un
permaneceréis en paz en posesión del Señor de la paz y no se apoderarán de vosotros los muchacho tierno, me besaba y decía: «¡Ojalá pueda ver yo un hermano tuyo parecido a ti nacido
conflictos. de mi vientre!».
3Amad al Señor durante toda vuestra vida, y unos a otros con un corazón verdadero. 8Por eso José era semejante a mí en todo por las plegarias de Raquel. 9Pero mi madre es Bala
4Sé que en los días postreros os apartaréis del Señor, que irritaréis a Leví y os opondréis a Judá, —hija de Roteo, hermano de Débora, la nodriza de Rebeca—, que nació el mismo día que
pero no podréis contra ellos, pues el ángel del Señor los guiará, ya que en ellos subsistirá Israel. Raquel. 10Roteo era del linaje de Abrahán, caldeo, temeroso de Dios, libre y noble. 11Hecho
prisionero, fue comprado por Labán, quien le dio como mujer a Ena, su sierva. Ésta le parió una
5Cuando os apartéis del Señor, cometeréis toda clase de maldad, perpetrando las impiedades de hija a la que llamó Zelfa, según el nombre del lugar en que había sido hecho prisionero.
los gentiles, fornicando con las mujeres de los impíos con toda clase de perversiones, 12Luego dio a luz a Bala y dijo:
impulsados en vuestro interior por los espíritus del error. 6He leído en el libro de Henoc el justo
que vuestro jefe es Satanás y que todos los espíritus de la fornicación y del orgullo se levantarán —Mi hija es mujer ansiosa de novedades, pues nada más nacer ya se apresura a mamar.
contra Leví para tender asechanzas a sus hijos y hacerlos pecar ante el Señor. 7Mis hijos se irán 2 -1Puesto que yo era ligero de pies como un ciervo, mi padre Jacob me utilizaba como portador
acercando a Leví para pecar con ellos en todo. Los hijos de Judá serán avariciosos, arrebatando de noticias y mensajes. También me bendijo como a un ciervo.
lo ajeno como leones. 8Por esta razón seréis conducidos con ellos a la cautividad, y allí os 2El ceramista conoce su vasija —qué capacidad ha de tener— y emplea para ello el barro
sobrevendrán todas las plagas de Egipto y los males todos de los gentiles. 9Pero así os apropiado: así el Señor fabrica el cuerpo a semejanza del espíritu y dispone éste según la fuerza
convertiréis al Señor y obtendréis misericordia; él os conducirá hacia su santuario invocando la de aquél. 3No hay des¬armonía de uno respecto al otro ni en un pelo, pues toda creación del
paz sobre vosotros. 10Os suscitará de las tribus de Judá y Leví la salvación del Señor. Altísimo está hecha según peso, medida y regla. 4El ceramista conoce el empleo de cada una de
Hará la guerra a Beliar y otorgará una venganza victoriosa de nuestros enemigos. sus vasijas, para qué es apropiada; así el Señor conoce el cuerpo, hasta dónde se extenderá en lo
11Arrebatará los cautivos —las almas de los santos— a Beliar, hará volver hacia el Señor los bueno y hasta dónde llegará en lo malo. 5Pues no hay forma alguna ni pensamiento que no
corazones desobedientes y concederá a los que le invoquen paz eterna. conozca el Señor: él ha creado a todo ser humano según su semejanza. 6Según su fuerza, así es
su acción; según su mente, así sus realizaciones. Según su propósito, así su actuación. Como es
12Descansarán en el Edén los santos, y los justos se alegrarán por la nueva Jerusalén, que su corazón, así también su boca. Como es su ojo, así su sueño, y como es su alma, así su
subsistirá para gloria de Dios por siempre. palabra, según la ley del Señor o según la de Beliar. 7Como hay una división entre luz y
13Nunca más permanecerá desierta Jerusalén, ni Israel será sujeto a esclavitud, porque el Señor tinieblas y entre la vista y el oído, así la hay entre un hombre y otro, entre una mujer y otra: no
estará en medio de ella, [conviviendo con los hombres,] el Santo de Israel reinando sobre ellos puede decirse que alguno sea igual a otro en apariencia y entendimiento. 8Dios ha hecho todas
[en humildad y pobreza; el que crea en él reinará en verdad en los cielos]. las cosas hermosas según un orden: cinco sentidos en la cabeza; a ésta va unido el cuello y el
6 -1Hijos míos, temed al Señor y protegeos de Satanás y sus espíritus. 2Acercaos a Dios y al cabello como adorno; luego, el corazón para el entendimiento, el vientre para excreción del
ángel que intercede por vosotros, porque él es el mediador entre Dios y los hombres para la paz estómago, la tráquea para la salud, el hígado para la ira, la bilis para la amargura, el bazo para la
de Israel y se opondrá al reino del enemigo. 3Por ello se apresurará el adversario a hacer caer a risa, los riñones para la astucia, los lomos para la fuerza, las costillas para servir de recipiente (a
todos cuantos invocan al Señor. 4Pues sabe que, en el día en que crea Israel, se acabará el reino los pulmones), la cadera para la potencia y así sucesivamente. 9Así pues, hijos míos, que todas
del enemigo. 5El ángel de la paz fortalecerá a Israel para que no se precipite en el colmo de los vuestras obras se realicen para el bien dentro de un orden, por lo que no hagáis nada
males. 6[En la época de la impiedad de Israel, el Señor se apartará de él y se dirigirá hacia los desordenado por desprecio ni fuera de su momento oportuno. 10Si ordenaras a tu ojo oír, no
gentiles que cumplan su voluntad,] pues ninguno de los ángeles es semejante a él. 7Su nombre podría; así tampoco podréis hacer las obras de la luz en las tinieblas.
se hallará en todo lugar de Israel [y entre los gentiles] como salvador. 8Guardaos, pues, hijos 3 -1No os apresuréis a desvirtuar vuestras acciones por la avaricia ni a engañar vuestras almas
míos, de toda obra malvada, arrojad de vosotros toda cólera y mentira; amad, por el contrario, la con vanas palabras, porque guardando silencio con pureza de corazón aprenderéis a manteneros
verdad y la magnanimidad. 9Las palabras que habéis oído de boca de vuestro padre firmes en la voluntad de Dios y arrojar fuera la del diablo. 2El sol, la luna y las estrellas no
transmitidlas a vuestros hijos [para que os reciba el Salvador de los gentiles. Él es amigo de la cambian su orden: no trastoquéis tampoco vosotros la ley de Dios por el desorden de vuestras
verdad y magnánimo, manso y humilde, y enseña con sus obras la ley de Dios]. 10Apartaos, acciones. 3Los gentiles, equivocados y apartados del Señor, cambiaron su orden: fueron tras
pues, de toda maldad y apegaos a la justicia de la ley del Señor: entonces mi linaje será salvo piedras y leños siguiendo a los espíritus del error. 4No seáis así vosotros, hijos míos, sino
por siempre. 11Enterradme cerca de mis padres. reconoced en el firmamento, en la tierra y el mar y en todas sus obras al Señor que todo lo creó,
para que no seáis como Sodoma, que trastocó el orden de su naturaleza. 5Igualmente cambiaron
el orden de su naturaleza los Vi¬gilantes, a quienes condenó el Señor a la maldición del diluvio, 6Pero al que no obre el bien lo maldecirán los ángeles y los hombres;
por cuya culpa dejó la tierra desierta, sin frutos ni asentamientos humanos. Dios se verá privado de gloria entre los gentiles por su causa, y el diablo habitará en él como en
4 -1Os digo esto, hijos míos, porque he leído en el sagrado libro de Henoc que también vosotros propio receptáculo. Las fieras le dominarán, y el Señor lo odiará.
os apartaréis del Señor, caminando por las maldades de los gentiles y cometiendo todas las 7Pues los mandamientos de la ley son dobles, y hay que cumplirlos con prudencia.
impiedades de Sodoma. 2El Señor traerá sobre vosotros la esclavitud y serviréis allí a vuestros 8Pues hay un momento para la unión con la propia mujer y otro de abstenerse para la oración.
enemigos; os veréis abrumados por toda clase de daños y tribulaciones hasta que el Señor os
aniquile a todos. 3Pero después que os haya disminuido y reducido a la insignificancia, os 9Las dos cosas son mandamiento y, si no ocurren en su orden, hacen al hombre cometer pecado.
convertiréis y reconoceréis al Señor vuestro Dios. Él os hará volver a vuestra tierra según la Y lo mismo ocurre con el resto de los preceptos. 10Sed, pues, sabios en Dios y prudentes, y
abundancia de su misericordia. 4Pero ocurrirá que, cuando tornen a la tierra de sus padres, reconoced el orden de sus mandamientos y las leyes de cada asunto, de modo que el Señor os
volverán a olvidarse del Señor y actuarán impíamente. 5El Señor los dispersará sobre la faz de la ame.
tierra hasta que venga su misericordia [un hombre que obra justamente y es misericordioso con 9 -1Ordenándoles muchas cosas por el estilo, les pidió que transportaran sus huesos a Hebrón y
todos, con los lejanos y los cercanos]. que lo enterraran con sus padres. 2Comió y bebió con alegría. Luego cubrió su rostro y murió.
5 -1Cuando tenía yo cuarenta años, vi en una visión, en el Monte de los Olivos, al este de 3Sus hijos hicieron todo lo que les ordenó Neftalí, su padre.
Jerusalén, que el sol y la luna se habían quedado inmóviles. 2Entonces Isaac, nuestro abuelo,
nos dijo: TESTAMENTO HEBREO DE NEFTALÍ
—Corred y coja cada uno según su fuerza: el sol y la luna serán de quien los tome. Éste es el Testamento de Neftalí, hijo de Jacob.
3Todos corrimos a la vez. Leví se apoderó del sol, y Judá, adelantándose, de la luna, y ambos 1 -1Testamento de Neftalí. Neftalí hijo de Jacob, a quien dio a luz Bala, sierva de Raquel.
fueron elevados a lo alto con los astros. 4Cuando Leví era ya como el sol, un joven le entregó Luchas de Dios.
doce ramos de palmera. Judá resplandecía como la luna, y bajo sus pies había doce rayos. 5Leví
Cuando Neftalí se hizo viejo y había alcanzado una buena vejez, tras llegar al final en plenitud
y Judá corrieron y se apoderaron de ellos. 6Sobre la tierra había un toro que tenía dos cuernos de fuerzas y cumplir los deberes de un ser humano que anda ya curvado, comenzó a dar órdenes
grandes y alas de águila sobre su lomo. Quisimos cogerlo, pero no pudimos. 7José se adelantó y
a sus hijos. Les dijo así:
lo cogió, subiendo con él a lo alto. 8Vi que estábamos en un jardín y que una escritura santa se
nos aparecía y nos decía: Los asirios, medos, persas, elamitas, [gelaqueos,] caldeos y sirios ―Hijos míos: venid, acercaos y recibid los mandatos de vuestro padre.
recibirán como herencia las doce tribus cautivas de Israel. 2Respondieron:
6 -1Otra vez, siete meses después, vi a mi padre Jacob de pie en el mar de Yamnia, y nosotros ―Aquí estamos para oír y poner en práctica todo lo que nos ordenes.
sus hijos estábamos con él. 2Y he aquí que arribaba un navío lleno de salazones, pero sin 3Añadió Neftalí:
marineros ni patrón, que tenía grabado el nombre de «Barco de Jacob». 3Nos dijo nuestro padre: ―No tengo ninguna orden para vosotros respecto a mi plata y oro, ni tampoco sobre las riquezas
—Embarquémonos en nuestra nave. 4Así lo hicimos, y se desencadenó una fuerte tormenta y un que os dejo bajo (la luz) del sol. No voy a ordenaros acciones difíciles que podáis ejecutar, sino
terrible vendaval. Nuestro padre, que iba al timón, fue arrebatado de nuestro lado. 5Nosotros, que os hablo de algo fácil que podréis cumplir.
empujados por la tormenta, éramos llevados por el mar. La nave se llenó de agua y se veía 4Respondieron por segunda vez sus hijos:
agitada por tremendas olas hasta que zozobró. 6José huyó sobre un esquife, y nosotros nos
―Háblanos, padre; nosotros te oímos.
repartimos sobre diez tablas, pues Leví y Judá iban sobre la misma. 7Nos dispersamos todos
hasta los últimos confines (del mar). 8Pero Leví se cubrió de saco y rogó por todos nosotros al 5Continuó Neftalí:
Señor. 9Cuando cesó la tormenta, el barco se aproximó a tierra, como (se hace cuando hay) ―No os doy otro mandamiento que el del temor de Dios. A él serviréis, manteniéndoos
calma. 10Y he aquí que en él llegó nuestro padre Jacob y todos nos alegramos con un solo apegados a él.
corazón. 6Replicaron:
7 -1Conté los dos sueños a mi padre, quien me dijo: ―¿Qué necesita él de nuestros servicios?
—Es necesario que se cumplan estas cosas en su momento oportuno, después que Israel haya Les dijo:
sufrido mucho. ―No necesita de ningún ser creado, sino que todas las criaturas del mundo le necesitan a él. No
2Luego añadió mi padre: ha creado Dios el mundo en vano, sino para que le teman sus criaturas y nadie haga con el
—Tengo confianza en Dios de que José vive; continuamente y por todas partes el Señor lo sigue prójimo lo que no desea que hagan con él.
contando como uno de nosotros. 7Dijeron así:
3Y, llorando, prosiguió: ―Padre nuestro, ¿acaso has visto que nos hayamos apartado a izquierda o derecha de tus
—Vives, José, hijo mío, pero no te veo; y tú tampoco ves a Jacob, el que te engendró. caminos o del de nuestros padres?
4Estas palabras suyas nos hicieron llorar también a nosotros. Mis entrañas ardían en deseos de 8Les respondió:
decirle que José había sido vendido, pero sentí temor de mis hermanos. ―Testigo es Yahvé y lo soy yo mismo de que así es, como habéis hablado. Mas temo los
8 -1Ved, hijos míos, cómo os he mostrado los últimos tiempos, ya que todo sucederá así en tiempos venideros: que erréis tras los dioses de los extranjeros, caminéis según los preceptos de
Israel. 2Ordenad, pues, a vuestros hijos que sean uno con Leví y Judá, pues por éste surgirá la los pueblos de la tierra y os juntéis con los hijos de José en vez de con los de Leví y Judá.
salvación para Israel, y en él será bendito Jacob. 9Le preguntaron:
3Por medio de su tribu se revelará Dios [habitando entre los hombres] sobre la tierra para salvar ―¿Qué ves como para darnos tales órdenes?
al pueblo de Israel y congregará a los justos de entre los gentiles. 10Respondió Neftalí:
4Si obráis el bien, hijos míos, nos bendecirán los hombres y los ángeles, y Dios será glorificado ―Porque sé que los hijos de José van a apartarse de Yahvé, el Dios de nuestros padres, harán
entre los gentiles por vuestro medio. El diablo huirá de vosotros y las fieras os temerán. pecar a los hijos de Israel y habrán de sufrir cautividad, (saliendo) de una tierra buena a otra
5[Si uno educa a su hijo convenientemente, deja un buen recuerdo de sí; igualmente, la obra extraña, tal como nos ocurrió a nosotros por su causa para servir como esclavos en Egipto.
buena tiene ante Dios un buen recuerdo.]
2 -1Además quiero contaros la visión que contemplé cuando estaba apacentando el ganado. ―Mirad, por favor, en el mástil: a ver qué está escrito en él. No hay barco que no tenga escrito
2Resultó que vi a mis doce hermanos guardando los rebaños conmigo en el campo. Entonces el nombre del dueño sobre el mástil.
vino nuestro padre y nos dijo: 8Miraron con detenimiento Leví y Judá y vieron la siguiente inscripción: «Este navío pertenece
―Hijos míos: corred, y que cada uno coja, según sus fuerzas, la porción que le corresponda. al hijo de Beraquiel, junto con todos los bienes que hay en él». 9Cuando lo oyó Jacob, nuestro
3Le respondimos: padre, se alegró, se arrodilló, pronunció una alabanza a Yahvé, ¡bendito sea!, y exclamó:
―¿Qué tomamos? No vemos más que el sol, la luna y las estrellas. ―No sólo me ha bendecido en la tierra, sino también en el mar.
Él respondió: 10Luego, nos dijo:
―Cogedlas. ―Hijos míos: comportaos como valientes, y lo que cada uno coja será su porción.
4Cuando Leví lo oyó, tomó un bastón en su mano, saltó hacia el sol, se sentó y cabalgó sobre él. 11Al momento saltó Leví sobre el palo mayor que había en el navío y se asentó sobre él. 12En
5Cuando lo vio Judá, hizo lo mismo: tomó otro bastón, saltó hacia la luna y cabalgó sobre ella. segundo lugar saltó Judá sobre el palo de mesana, cercano al de Leví, y se asentó también sobre
6Igualmente hicieron las otras tribus. Cada uno de ellos se puso a cabalgar sobre su estrella y él. 13El resto de mis hermanos cogió cada uno su remo. Jacob, nuestro padre, tomó los dos
planeta en el cielo. Únicamente José quedó solo en tierra. 7Le dijo entonces Jacob, nuestro gobernalles con los que dirigir el barco. 14Únicamente José permaneció aislado. Le dijo nuestro
padre: padre:
―Hijo mío: ¿por qué no has obrado tú como tus hermanos? ―José, hijo mío, coge tú también el remo.
Respondió: Pero José no quiso. 15Cuando vio nuestro padre que José se había negado a coger el remo, le
―Padre mío: ¿qué les interesa a los nacidos de mujer el cielo? Al final tendrán que quedarse en dijo:
la tierra. ―Acércate, hijo mío, y hazte cargo de uno de los gobernalles y dirige tú el barco. Tus hermanos
3 -1Cuando (terminó) José de hablar, apareció junto a él un toro corpulento. Tenía grandes alas, remarán hasta que nos acerquemos a tierra.
como las de una cigüeña, y sus cuernos eran tan recios como los de un búfalo. 2Jacob le dijo: 16Entonces nos instruyó a cada uno y añadió:
―José, hijo mío, sube y cabalgo sobre él. ―Así debéis gobernar el navío. No tengáis miedo de las olas del mar y del viento tempestuoso
3Subió José y cabalgó sobre el toro. Entonces Jacob, nuestro padre, se marchó de nuestro lado. cuando sople contra vosotros.
4Durante cuatro horas estuvo José gloriándose a lomos del toro. Durante un rato anduvo 5 -1Ocurrió que, cuando acabó sus instrucciones, se marchó de nuestro lado. 2Tomó entonces
paseando y corriendo y, durante otro, volando hasta que se acercó a Judá. Hizo tremolar José los dos timones, uno con su derecha y el otro con la izquierda, y el resto de mis hermanos
entonces un estandarte que tenía en su mano y comenzó a golpear a Judá, su hermano. 5Le dijo continuó remando. Navegaba el barco y se deslizaba sobre la superficie del mar. 3Leví y Judá
Judá: seguían sentados sobre ambos mástiles para ver qué rumbo seguía el navío. 4Durante el tiempo
―Hermano mío: ¿por qué me golpeas? en que estuvieron de acuerdo José y Judá, impartiendo éste instrucciones a José sobre el rumbo
correcto y gobernando así la embarcación, navegaba ésta en paz y sin contratiempos. 5Pero, al
6Respondió José: cabo de un rato, se produjo una disputa entre José y Judá, por lo que aquél no orientaba el navío
―Porque tienes en tus manos doce bastones y yo sólo uno. Dame diez y habrá paz. conforme a las palabras de nuestro padre y las instrucciones de Judá. El barco tomó entonces un
7Pero Judá rehusó dárselos. Entonces le golpeó José hasta que le quitó los diez en contra de su rumbo equivocado, y las olas del mar lo golpearon contra las rocas hasta que zozobró.
voluntad, de modo que no quedaron en las manos de Judá más que dos. 8José dijo a sus diez 6 -1Entonces descendieron Leví y Judá de los mástiles para ponerse a salvo. También el resto de
hermanos: mis hermanos ―cada uno de nosotros― puso a salvo su vida dirigiéndose hacia tierra. 2Vino
―¿Qué interés tenéis en correr detrás de Judá y Leví? Dejadles y venid detrás de mí. Jacob, nuestro padre, y nos encontró dispersos, cada uno por su lado. 3Nos habló así:
9Cuando oyeron los hermanos estas palabras de boca de José, dejaron ―como un solo ―¿Qué os pasa, hijos míos? Quizá no hayáis gobernado la nave como se debía, según os
hombre― a Leví y a Judá para caminar en pos de él. No permanecieron con Judá más que ordené.
Benjamín y Leví. 10Cuando éste lo vio, descendió del sol con el espíritu conturbado. 11Habló 4Le respondimos:
entonces José a Benjamín, su hermano: ―¡Por la vida de tus siervos! No nos hemos apartado de lo que nos ordenaste. Pero José ha
―Benjamín, hermano mío, ¿acaso no eres tú hermano? Ven tú también conmigo. transgredido tu palabra, ya que no ha gobernado el barco según tus órdenes y lo que le indicaron
Pero Benjamín rehusó ir con José, su hermano. 12Cuando llegaba a su fin el día, se produjo un Judá y Leví, por envidia hacia ellos.
viento tempestuoso que separó a José de sus hermanos, de tal modo que no permanecieron 5Añadió Jacob:
juntos ni dos siquiera. ―Indicadme dónde está (el barco).
13Cuando (terminé) de ver esta visión, se la conté a Jacob, mi padre. Me dijo: Miró y vio que las puntas de los mástiles eran visibles y que (de hecho el barco) flotaba sobre la
―Hijo mío, ese sueño no se cumplirá, porque no se ha repetido dos veces. superficie de las aguas. 6Nuestro padre lanzó un silbido, y nos congregamos junto a él todos.
4 -1No pasó mucho tiempo hasta que contemplé una segunda visión. Estábamos todos con 7Se arrojó al mar como anteriormente y reparó el barco. 8Luego, reprendió a José:
nuestro Jacob a la orilla del Mar Grande. 2Entonces vi un navío que navegaba por el mar sin ―No continúes, hijo mío, con tus engaños y celos respecto a tus hermanos, pues poco ha faltado
marinos ni pasajeros. 3Nos habló así nuestro padre: para que perecieran todos ellos por tu causa.
―¿Veis vosotros lo que yo estoy viendo? 7 -1Cuando le conté esta visión, mi padre batió las palmas de sus manos, suspiró y se escaparon
Le respondimos: unas lágrimas de sus ojos. 2Me mantuve a la espera avergonzado, pero no me dijo ni una
―Lo vemos también. palabra. 3Tomé su mano, apretándola y besándola, y le dije:
4Añadió él: ―¡Ay! siervo de Yahvé, ¿por qué vierten lágrimas (tus ojos)?
―Miradme y haced lo mismo. 4Me respondió:
Se despojó Jacob de sus vestiduras y se lanzó al mar. Nosotros obramos igual. 5Los primeros ―Hijo mío: al repetirse tu visión, se ha hundido mi corazón y mi cuerpo está abatido a causa de
fueron Leví y Judá: saltaron dentro (del barco) y con ellos Jacob. 6En el navío había de todos los José, mi hijo, pues yo le quise a él más que a todos vosotros. Pero, por la maldad de José, seréis
bienes del mundo. 7Les dijo Jacob, nuestro padre: conducidos a la esclavitud y quedaréis dispersos entre los pueblos. 5Tu primera visión y la
segunda son como una sola. Por ello, hijos míos, os ordeno que no os juntéis con los hijos de 1 -1Copia del testamento de Gad, de las palabras que dirigió a sus hijos cuando tenía ciento
José, sino con los de Leví y Judá. veinticinco años. Les dijo:
8 -1Os anuncio, además, que mi lote estará en lo mejor del centro del país: comeréis y os 2—Yo fui el noveno hijo de Jacob y era un valiente guardando los rebaños. 3Vigilaba de noche
saciaréis con lo más delicado. 2Pero —os aviso— no andéis coceando, cuando os encontréis el rebaño, y cuando se acercaba un león, lobo, pantera, oso u otra fiera al aprisco, la perseguía,
entre vuestras delicias, ni seáis revoltosos oponiéndoos al mandato de Yahvé, que os sacia con la cogía con mi mano por una pata y, haciéndola girar, la dejaba aturdida, la perseguía luego a
lo mejor de la tierra. 3No olvidéis a Yahvé, nuestro Dios y el de vuestros antepasados, que lanzazos durante dos estadios y así acababa con ella. 4José per¬maneció con nosotros durante
escogió a nuestro padre Abrahán cuando se separaron las diversas estirpes en tiempos de Peleg. treinta días guardando los rebaños, pero como era delicado, enfermó por el calor. 5Se volvió
4Pues entonces descendió el Santo desde el alto cielo e hizo bajar también a sesenta ángeles entonces a Hebrón, junto a su padre. Éste hizo que se recostara junto a él porque le amaba. 6Dijo
servidores con Miguel a la cabeza. 5Mandó a cada uno de ellos que enseñaran a las setenta José a nuestro padre:
familias, salidas de los lomos de Noé, las setenta lenguas. 6Al instante descendieron los ángeles —Los hijos de Zelfa y de Bala sacrifican lo mejor del ganado y se lo comen, contra la opinión
y obraron como les había ordenado el Creador. Pero la lengua santa, la hebrea, sólo quedó en las de Judá y Rubén.
casas de Sem y Eber y en la de Abrahán, nuestro padre, que fue uno de sus descendientes. 7Él había visto que yo había arrancado un cordero de la boca de un oso, que había matado a
9 -1Aquel día trajo Miguel un mensaje del Santo, ¡bendito sea!, y habló así a cada uno de los éste, sacrificado al cordero —con gran tristeza, ya que no podía vivir más— y que nos lo
setenta pueblos por separado: habíamos comido. Y José se lo había dicho a nuestro padre. 8Yo estaba irritado contra él por
2—Conocéis la rebelión que perpetrasteis y la confabulación que tramasteis contra el Señor de esta acción hasta el día de su venta a Egipto. 9El espíritu del odio residía en mí y no deseaba ni
cielos y tierra. Pero elegid ahora, hoy mismo a quién vais a servir y quién será vuestro intercesor ver ni oír hablar de José. Incluso nos reprendía porque habíamos comido las crías sin Judá. Y en
en lo alto. todo lo que hablaba a nuestro padre lo convencía.
3Respondió así el malvado Nemrod: 2 -1Confieso ahora mi pecado, hijos míos, porque quise muchas veces acabar con él; le odiaba
—Para mí no hay nadie mayor que el que nos enseñó, a mí y a mi pueblo, en una hora el con toda mi alma, y en mis entrañas no había hacia él ningún sentimiento de compasión. 2Mi
lenguaje de Kus. odio aumentaba también por sus ensueños y deseaba borrarle de la tierra de los vivos como un
4Respondieron también Put, Mizraím, Tubal, Javán, Musek y Tirás, e igualmente cada pueblo ternero arranca la hierba del suelo. 3Por esta razón, Judá y yo lo vendimos a los ismaelitas por
escogió su ángel, pero ninguna nación recordó el nombre del Santo, ¡bendito sea! treinta monedas de oro. Ocultamos diez y mostramos a nuestros hermanos las veinte restantes.
4Así, por avaricia, di cumplimiento a la idea de aniquilarle. 5Pero el Dios de mis padres lo salvó
5Dijo Miguel a Abrahán nuestro padre: de mis manos para que no llegara a cometer una impiedad en Israel.
— ¿A quién vas a escoger tú y a quién servirás? 3 -1Prestad oídos, hijos míos, a mis rectas palabras, para que practiquéis la justicia, cumpláis
Respondió Abrahán: toda la ley del Altísimo y no os dejéis engañar por el espíritu del odio, porque es éste un mal que
—Yo elijo y escojo solamente a aquel que pronunció una palabra y existió el mundo, a aquel invade todas las acciones de los hombres. 2Todo lo que se haga es malo a los ojos de quien está
que me formó en el seno de mi madre, como un cuerpo dentro de otro cuerpo, y que dispuso en lleno de odio. Si alguien cumple la ley del Señor, no lo alaba; si otro teme al Señor y desea lo
mí espíritu y alma. A él escogeré y a él me uniré, yo y mi descendencia, por siempre. justo, no le gusta. 3Vitupera la verdad, envidia a quien prospera, saluda a la calumnia y ama el
10 -1Entonces dispersó el Altísimo a todas las naciones y repartió a cada una de ellas su suerte y orgullo. El odio ciega su alma; de esta manera veía yo a José.
porción. 2Y desde ese momento todos los pueblos de la tierra se separaron del Santo, salvo la 4 -1Guardaos, pues, hijos míos, del odio, porque comete impiedades, incluso contra el Señor.
casa de Abrahán, que fue la única en permanecer junto a su Creador para servirle; y tras 2No quiere prestar oídos a las palabras de sus preceptos sobre el amor al prójimo y peca contra
Abrahán fueron Isaac y Jacob. 3Por ello, hijos míos, os conjuro que no os apartéis de él y no Dios. 3Si un hermano da un mal paso, desea enseguida anunciárselo a todos y se apresura para
sirváis a ningún otro Dios salvo aquel que escogieron vuestros padres. 4Pues sabéis muy bien que sea juzgado y muera por ello castigado. 4Si se trata de un siervo, lo arroja ante su señor y
que no hay como él, ninguno que pueda actuar como él en sus obras de cielos y tierra, y no hay maquina con toda clase de presiones a ver si puede matarlo. 5El odio colabora con la envidia
nadie que pueda obrar maravillas como sus proezas. 5Podéis comprender una parte de su fuerza contra los que tienen éxito; oyendo y contemplando sus progresos, se siente enfermo. 6El amor
por la creación del hombre, ¡cuántas maravillas hay en él! 6Él lo creó desde la cabeza hasta los quiere incluso resucitar a los muertos y anhela retener en la vida a los que se hallan en trance de
pies, con sus oídos para oír, sus ojos para ver, su mente para comprender y su nariz para oler. perecer; el odio, por el contrario, desea matar a los que viven y no quiere dejar vivir a los que
Con la tráquea emite su voz; en su esófago introduce comida y bebida; con su lengua habla; con han errado mínimamente. 7El espíritu del odio, con su estrechez de miras, colabora con Satanás
su boca completa (¿la enseñanza?); con sus manos hace su trabajo; con su corazón forma planes; en todo para procurar la muerte a los hombres. El espíritu del amor, por el contrario, con su
con su bazo se ríe, y con su hígado se irrita; con su estómago digiere; con sus pies camina; sus amplitud de corazón, colabora con la ley de Dios para la salvación de los hombres.
pulmones (sirven) para respirar, y con sus riñones recibe consejo. 5 -1Malo es el odio porque se une continuamente con la mentira, habla contra la verdad, hace
7Ninguno de sus miembros cambia de función, sino que cada uno de ellos permanece en su grande lo pequeño, presenta la oscuridad como luz, afirma que lo dulce es amargo, enseña la
ámbito. 8Por ello conviene al ser humano dejar bien asentado en su corazón todas estas cosas: calumnia, ira, hostilidad, violencia y todo cúmulo de males, y llena el corazón de diabólico
quién ha sido su Creador; quién le ha formado a partir de una gotita maloliente en las entrañas veneno. 2Todo esto os lo digo, hijos míos, por propia experiencia, para que os apartéis del odio
de la mujer; quién le ha sacado a la luz del mundo y le ha otorgado la luz de los ojos, la marcha y os apeguéis al amor del Señor. 3La justicia expulsa al odio y la humildad lo aniquila. El justo
de los pies; quién le hace estar de pie y lo sitúa sobre su fundamento y lugar; quién le ha y el humilde se avergüenzan de cometer injusticia, no porque alguien lo acuse, sino por su
preparado buenas recompensas en la sede de su entendimiento; (quién) ha vertido sobre él hálito propio corazón, porque el Señor custodia su mente. 4No calumnia a ningún hombre, porque el
de vida y espíritu puro que de él viene. 9Feliz el hombre que no mancha el espíritu santo y temor del Señor vence al odio. 5Por miedo a ofender a Dios, no desea en absoluto hacer
divino que ha sido colocado y respira en su interior. Feliz él si lo devuelve tan puro al Creador injusticia a ningún hombre, ni aun con el pensamiento. 6De todo esto me di cuenta al final,
como en el día en que le fue entregado. después de arrepentirme de lo de José. 7El verdadero arrepentimiento según Dios destruye la
10Hasta aquí las palabras de Neftalí, hijo de Israel, con las que exhortó a sus hijos con palabras ignorancia, pone en fuga las tinieblas, ilumina los ojos, proporciona conocimiento al alma y
que son más dulces que la miel. conduce la mente hacia la salvación, 8pues lo que no aprende de los hombres lo conoce por el
Final del Testamento de Neftalí, hijo de Jacob. arrepentimiento. 9El Señor me atribuló con una dolencia hepática. Y poco habría faltado para
que mi espíritu se apartara de mí de no mediar las plegarias de Jacob, mi padre. 10Pues en lo
que el hombre peca, ahí recibe su castigo.
TESTAMENTO DE GAD
Sobre el odio
11Como mi interior se comportaba sin piedad para con José, fui condenado a sufrir sin piedad se apiada de los pobres. También esto tiene dos caras, pero el conjunto es malo. 6Defraudando a
en mis entrañas durante once meses, el mismo tiempo que mantuve mi postura con José hasta su prójimo irrita a Dios y jura en falso por el Altísimo, pero (a la vez) se apiada del pobre.
que fue vendido. Desprecia al Señor, que promulga la ley y lo llena de irritación, pero a la vez ofrece refrigerio al
6 -1Ahora, hijos míos, que cada uno ame a su hermano; arrancad, el odio de vuestros corazones desvalido. 7Mancha el alma, pero embellece el cuerpo; aniquila a muchos y se apiada de unos
amándoos unos a otros con obras, palabras y pensamientos. 2Porque yo, en presencia de mi pocos. También esto tiene dos caras, pero el conjunto es malo. 8Otro adultera y fornica, mas se
padre, hablaba palabras de paz a José. Pero, cuando salía, el espíritu del odio entenebrecía mi abstiene de alimentos. Obra el mal mientras ayuna, y con su poderío y riqueza desuella a
mente y turbaba mi alma con el deseo de aniquilarlo. 3Amaos, pues, de corazón unos a otros, y muchos, pero por su mismísima maldad cumple los mandamientos. También esto tiene dos
si alguno comete una falta contra ti, díselo con paz, apartando el veneno del odio sin mantener el caras, pero el conjunto es malo. 9Los tales son como cerdos o liebres, que son puros a la mitad,
engaño en tu alma. Y si tras confesar su culpa se arrepintiere, perdónale. 4Si la niega, no entres pero que, en realidad, son impuros. 10Porque Dios así lo ha declarado en las tablas celestiales.
con él en disputa, no sea que se empecine entre juramentos y cometas tú una doble falta. 3 - 1Vosotros, pues, hijos míos, no seáis de doble faz como ellos, buenos y malos. Apegaos sólo
5[Durante una disputa no permitáis que un extraño escuche un secreto vuestro, para que no se a la bondad, porque Dios descansa en ella y los hombres la desean. 2Huid de la maldad,
haga vuestro enemigo por odio y cometa una gran falta contra ti. Porque muchas veces te aniquilando al diablo con vuestras buenas acciones. Porque los de doble faz no sirven a Dios,
hablará con engaño o se ocupará de tus cosas con mala intención, tomando de ti mismo el sino a sus concupiscencias para agradar a Beliar y a los hombres que se les parecen.
veneno.] 6Pero si lo niega y se avergüenza de sentirse reprobado, quédate tranquilo y no 4 -1Los hombres buenos y de una sola faz, aunque parezca que yerran a los ojos de los dobles,
continúes arguyéndole, pues el que niega, da muestras de arrepentimiento. No te ofenderá más, son justos ante Dios. 2Muchos que matan a los malos ejecutan dos obras, una buena a través de
sino que te honrará, te temerá y mantendrá la paz contigo. 7Pero si es un desvergonzado y otra mala, pero el conjunto es bueno porque erradican lo malo y lo hacen perecer. 3Hay quien
persiste en la maldad, perdónale de corazón y deja a Dios la venganza. odia al misericordioso pero injusto, al adúltero y que a la vez ayuna. También esto tiene una
7 -1Si alguno prospera más que vosotros, no os entristezcáis, sino rogad por él para que progrese doble faz, pero toda la obra es buena porque imita al Señor, no admitiendo lo que parece bueno
hasta el final: quizá os convenga así a vosotros. 2Si es ensalzado sobremanera, no sintáis en vez de lo que lo es de verdad. 4Otro no desea ni ver un día bueno en compañía de disolutos
envidia, recordando que todo hombre ha de morir. Entonad, por el contrario, un himno al Señor, para no contaminar su boca ni manchar su alma. También esto tiene una doble cara, pero el
que concede cosas buenas y convenientes a todos los hombres. 3Investiga los juicios del Señor, conjunto es bueno. 5Esos tales son semejantes a las gacelas y cervatillos: porque por su
y él no te abandonará y proporcionará paz a tu mente. 4Si alguno se enriquece gracias a sus condición agreste parecen animales impuros, pero en realidad son totalmente puros. Esos tales
malvadas acciones, como Esaú mi tío, no le tengáis envidia: esperad a que el Señor le ponga obran con celo divino alejándose de aquellas cosas que Dios odia y prohíbe por sus
coto, 5pues le arrebata su hacienda entre males, o le concede su perdón si se arrepiente, o le mandamientos, apartando lo malo de lo bueno.
reserva para un castigo eterno. 6El pobre y carente de envidia, que da gracias al Señor por todo, 5 -1Ved, pues, hijos míos, cómo hay dos aspectos en todas las cosas, uno frente al otro y uno
es más rico que los demás, porque carece de las perversas preocupaciones de los hombres. oculto por el otro. En la riqueza (está oculta) la avaricia; en la alegría, la embriaguez; en la risa,
7Arrancad, pues, el odio de vuestras almas y amaos unos a otros con rectitud de corazón. las lamentaciones; en el matrimonio, la lujuria. 2A la vida sucede la muerte; al honor, la
8 -1Transmitid también estas cosas a vuestros hijos, para que honren e Judá y a Leví, porque de deshonra; al día, la noche, y a la luz, las tinieblas. Todas las cosas están bajo el día, y las justas
ellos hará surgir el Señor al Salvador de Israel. 2Sé que al final se apartarán de ellos vuestros bajo la vida. Por ello a la muerte le aguarda la vida eterna. 3No es posible afirmar que la verdad
hijos y vivirán ante el Señor en toda clase de maldad, perversión y corrupción. es mentira ni lo justo injusto, porque toda verdad está bajo la luz al igual que todo bajo la
3Tras reposar un momento, volvió a hablarles: divinidad. 4He sometido a prueba todas estas cosas durante mi vida y no me dejé apartar de la
—Hijos míos, obedeced a vuestro padre: enterradme cerca de mis progenitores. verdad del Señor; investigué los mandamientos del Altísimo con todas mis fuerzas, caminando
hacia lo bueno con una sola faz.
4Encogió sus pies y se durmió en paz. 5Cinco años después, lo subieron y lo sepultaron en
Hebrón, junto a sus padres. 6 -1Atended también vosotros, hijos míos, a los mandamientos del Señor, siguiendo a la verdad
con una sola faz. 2Los que tienen dos caras serán castigados doblemente, porque obran el mal y
confraternizan con quienes lo hacen. Odiad a los espíritus del error, que luchan contra los
TESTAMENTO DE ASER hombres. 3Guardad la ley del Señor y no prestéis vuestra atención a lo malo como si de algo
Sobre las dos caras de la maldad y la virtud bueno se tratara. Considerad lo que es realmente bueno y conservadlo gracias a los
1 -1Copia del testamento de Aser, de las palabras que habló a sus hijos cuando tenía ciento mandamientos del Señor, volviéndoos hacia ello y fundando así vuestro descanso. 4Porque el
veinticinco años. 2Gozaba aún de buena salud cuando les dijo: final de los hombres muestra su justicia, siendo conocidos por los ángeles del Señor y de Beliar.
5Pero si el alma se marcha turbada, es atormentada por el mal espíritu a quien sirvió con sus
—Oíd, hijos de Aser, a vuestro padre y os mostraré todo lo que es recto ante Dios. 3Dos
caminos dio él a los hombres, dos mentes, dos acciones, dos maneras (de vida) y dos fines. 4Por concupiscencias y malvadas obras. 6Pero si lo hace tranquilamente y con alegría, llega a
conocer al ángel de la paz, quien la conduce a la vida eterna.
esta razón, todas las cosas existen por pares, una enfrente de otra. 5Hay dos caminos, del bien y
del mal, y para ellos hay en nuestro pecho dos facultades que los juzgan. 6Si el alma pretende 7 -1Hijos míos, no seáis como Sodoma, que no conoció a los ángeles del Señor y pereció para
estar en el buen camino, todas sus acciones se ejecutan en la justicia, y si peca alguna vez, siempre. 2Yo sé que pecaréis, que seréis entregados en manos de vuestros enemigos y nuestra
enseguida se arrepiente. 7Pues, pensando rectamente y arrojando de sí la perversión, el alma tierra será desolada. Vuestro santuario será derruido y sufriréis la dispersión por los cuatro
derroca rápidamente a la maldad y erradica el pecado. 8Pero si la mente se inclina hacia lo malo, confines de la tierra; permaneceréis en la diáspora, despreciados como agua inutilizable hasta
todas sus acciones se ejecutarán en la maldad. Al rechazar lo bueno y abrazar lo malo, es que el Altísimo visite la tierra.
dominado por Beliar y, aunque obre algo bueno, se le trocará en malo. 9Aunque comience como 3[Viniendo como hombre, comiendo y bebiendo con ellos] y aplastando sin peligro la cabeza
haciendo algo bueno, la finalidad de su acción le impulsará a obrar el mal, puesto que el tesoro del dragón en medio del agua: así salvará a Israel y a todas las naciones [Dios hablando en
de la mente se encuentra lleno del veneno del mal espíritu. forma humana]. 4Decid, pues, estas cosas a vuestros hijos, para que no desobedezcan. 5He leído
2 -1Hay almas que afirman de palabra la preponderancia del bien sobre el mal, pero la finalidad en las tablas celestiales que le desobedeceréis totalmente y que comete¬réis terribles impiedades
de su acción las lleva hacia este último. 2Hay hombres... que no sienten compasión por aquel contra él, no atendiendo a la ley de Dios, sino a preceptos de hombres. 6Por ello sufriréis la
que les ayuda en el mal: también esto tiene dos caras, pero el conjunto es malo. 3También hay dispersión, como Gad y Dan, mis hermanos, que no conocerán sus tierras, su tribu y su lengua.
hombres que aman a quien obra el mal y se hallan tan inmersos en la maldad que, por causa del 7Pero el Señor os congregará fielmente por medio de la esperanza en su misericordia, a causa de
malvado, escogen morir en ella. Es claro que esto tiene dos caras, pero el conjunto es malo. Abrahán, Isaac y Jacob.
4Aunque haya amor, es algo malo, pues oculta en sí mismo la maldad. Lo que es bueno de 8 -1Tras haber pronunciado estas palabras, les dijo:
palabra se hace malo al final de la acción. 5Otro roba, comete injusticia, saquea, defrauda, pero
—Enterradme en Hebrón. 3Mientras esto ocurría, yo dormía en el suelo, vestido de saco, y suplicaba a Dios que me librara
Murió después durmiéndose con un sueño apacible. 2Sus hijos cumplieron luego lo que les de la egipcia. 4Como no conseguía nada, volvió a frecuentarme con la disculpa de la
había ordenado y, trasladándole, lo enterraron con sus padres. instrucción, para escuchar la palabra del Señor. 5Me decía:
—Si quieres que abandone los ídolos, únete conmigo, y yo persuadiré al egipcio para que deje
TESTAMENTO DE JOSÉ los ídolos, caminando ambos en la ley del Señor.
Sobre la continencia 6Yo le respondía:
1 -1Copia del testamento de José. Cuando iba a morir, convocó a sus hijos y hermanos y les —Dios no desea que sus adoradores vivan en la impureza ni se complace en los adúlteros.
dijo: 7Pero ella guardaba silencio, anhelando satisfacer su deseo.
2—Hijos y hermanos míos: escuchad a José, el amado de Israel; prestad oídos, hijos, a vuestro 8Yo, por mi parte, añadía ayunos sobre plegarias para que el Señor me librara de ella.
padre. 5 -1Otra vez me habló así:
3Yo vi en mi vida la envidia y la muerte, pero no me desvié por la fidelidad del Señor. —Si no quieres cometer adulterio, yo mataré al egipcio y así te to¬maré legalmente como
4Mis hermanos me odiaron, pero el Señor me amó; ellos quisieron matarme, pero el Dios de marido.
mis padres me guardó. A una cisterna me bajaron, pero el Altísimo me sacó. 2Cuando oí sus palabras, desgarré mis vestiduras y respondí:
5Fui vendido como esclavo, pero el Señor me liberó. Fui llevado a la cautividad, pero su mano —Mujer, teme al Señor y no pongas por obra esa malvada acción, no sea que perezcas. Mira que
poderosa me ayudó. Me sentí agobiado por el hambre, pero el Señor me alimentó. voy a descubrir a todos tu impío propósito.
6Estuve solo, pero Dios me consoló; estaba enfermo, pero el Altísimo me visitó. 3Llena de temor, me pidió que no contara a nadie su maldad.
Yacía encarcelado, pero el Salvador se apiadó de mí. Entre grilletes estaba, pero él me desató. 4Se marchó de allí, y procuraba regalarme con dones, obsequiándome con toda clase de
7Me vi rodeado de calumnias, pero él me defendió; entre terribles palabras de los egipcios, pero delicadezas.
él me salvó; entre las envidias de mis consiervos, pero él me exaltó. 6 -1Me envió alimentos mezclados con pócimas mágicas. 2Pero cuando entró el eunuco que las
2 -1El chambelán del faraón me confió la administración de su casa. 2Luché contra una mujer portaba, levanté mis ojos y contemplé a un hombre terrible que me ofrecía una espada junto con
desvergonzada que me impulsaba a pecar con ella. Pero el Dios de Israel, mi padre, me guardó la bandeja. Comprendí entonces que sus cuidados pretendían seducir mi alma. 3Saliendo fuera,
de la ardiente llama. 3Sufrí prisión, golpes e improperios, pero el Señor me hizo hallar rompí en llanto, sin gustar ni aquel ni ningún otro de sus alimen¬tos. 4Al día siguiente vino ella,
misericordia ante los carceleros. vio la comida y me dijo:
4Pues no abandona –a quienes le temen– en tinieblas, cadenas, angustias o necesidades. —¿Por qué no comes esos alimentos?
5Pues Dios no siente vergüenza como un hombre, ni se aterroriza como un ser humano, ni, Le respondí:
como un terrestre, siente debilidad o es rechazado, 5—Porque los has llenado de muerte. ¿Cómo has podido decir: Ya no me acerco a los ídolos,
6sino que está presente en todas partes, de diversas maneras ofrece su consuelo. sino sólo al Señor? 6Sábete que el Dios de mis padres me ha revelado por un ángel tu maldad.
Se aparta brevemente para probar los propósitos del alma. He guardado la comida para que te convenzas, por si viéndola te arrepientes, 7y para que
aprendas que la maldad de los impíos nada puede contra los que adoran a Dios en castidad...
7En diez pruebas me halló fiel, en medio de todas ellas conservé mi buen ánimo.
Tomé la comida delante de ella, comí y añadí:
Porque gran remedio es la perseverancia, y muchos bienes proporciona la paciencia.
—El Dios de mis padres y el ángel de Abrahán estarán conmigo.
3 -1¡Cuántas veces me amenazó la egipcia con la muerte! ¡Cuántas veces, tras haberme
castigado, me llamó a su lado y me cubrió de amenazas porque no quería yacer con ella! Me 8Cayó ella sobre su rostro a mis pies y comenzó a llorar. La levanté y la reprendí. 9Ella me
decía: prometió no cometer más esa impiedad.
2—Serás el dueño de mi persona y de todas mis cosas si te entregas a mí. Tú serás como nuestro 7 -1Pero como su corazón continuaba prendado del mío con ánimo impuro, quedó postrada
señor. gimiendo continuamente. 2Viéndola el egipcio, le dijo:
3Pero yo me acordaba de las palabras de mi padre Jacob y, encerrado en mi cámara, elevaba mis —¿Por qué tienes un rostro tan decaído?
plegarias al Señor. 4Ayuné durante aquellos siete años, aunque aparecía ante los egipcios como Le respondió:
quien vive entre delicias, porque los que ayunan por el Señor reciben una faz agraciada. 5Si mi —Tengo una pena en el corazón y los gemidos de mi espíritu me angustian.
señor salía de casa, no bebía vino. Durante tres días no tomaba ali¬mento, sino que lo repartía Él procuraba aliviarla, aunque (en realidad) no estaba enferma. 3Una vez saltó hacia mí, cuando
entre los pobres y enfermos. 6Madrugaba para rogar al Señor y derramaba lágrimas por la su marido estaba fuera, y me dijo:
egipcia, la menfita, que continuaba molestándome. Incluso por la noche entraba en mi casa con —Me ahorcaré, me arrojaré a un pozo o a un precipicio si no te unes a mí.
la disculpa de visitarme. 7Al principio, puesto que no tenía ningún descendiente varón, fingía
considerarme como hijo. Pero yo rogué al Señor, y dio a luz un varón. 8Durante el tiempo en 4Dándome cuenta que el espíritu de Beliar la molestaba, elevé una súplica al Señor y le dije:
que me abrazaba como un hijo, no percibí sus intenciones. Pero, finalmente, quiso arrastrarme a 5—¿Para qué te turbas y alborotas cegada por el pecado? Recuerda que, si te matas, Setó, la
la fornicación. 9Cuando caí en la cuenta, me entristecí hasta la muerte. Cuando no estaba ella concubina de tu marido, tu rival, golpeará a tus hijos y hará perecer tu memoria sobre la tierra.
presente, me recogía interiormente y hacía duelo por ella durante muchos días, puesto que había 6Me respondió:
percibido sus intencio-nes engañosas y su error. 10Le hablaba con palabras del Altísimo por ver —¡Ea, ámame! Me basta que te preocupes de mí y de mis hijos; tengo la esperanza de gozar de
si se convertía de su mal deseo. mi deseo.
4 -1¡Cuántas veces me aduló con sus palabras tratándome como varón santo, alabando con 7Pero ella no sabía que yo había hablado así por Dios, no por ella. 8Pues si un hombre cede a la
engañosas palabras mi castidad ante su marido, pero deseando, cuando estaba sola, seducirme! pasión de un malvado deseo y queda esclavizado como aquélla, aunque oiga alguna cosa buena,
2Me alababa pública¬mente como casto varón, pero en privado me decía: lo toma como dicho en pro de la pasión y el mal deseo que le subyuga.
—No temas a mi marido: está convencido de tu castidad. Si alguien le habla sobre nosotros, no 8 -1Os aseguro, hijos míos, que eran aproximadamente las tres de la tarde cuando ella salió de
lo creerá. mi presencia. Entonces doblé mis rodillas ante el Señor toda aquella tarde y continué durante la
noche. Me levanté por la mañana derramando lágrimas y suplicando mi liberación de la egipcia.
2Pero, al final, ella me tomó por mis vestidos y me arrastró por la fuerza al lecho. 3Cuando vi —¡Que traigan al joven!
que en su locura agarraba con fuerza mis vestidos, huí desnudo. 5Cuando me trajeron me hinqué de rodillas ante el jefe de los eunucos, pues éste era el tercero
4Ella me calumnió y el egipcio me envió al calabozo en su propia casa. Al día siguiente ordenó en dignidad después del faraón; mandaba sobre los eunucos y tenía mujer, hijos y concubinas.
flagelarme y me envió a la cárcel del faraón. 5Cuando estaba entre grilletes, la egipcia 6Separándome del mercader, me preguntó:
enfermaba de pena y escuchaba cómo entonaba yo himnos al Señor en aquella casa tenebrosa y —¿Eres esclavo o libre?
cómo con alegre voz alababa gozosamente a mi Dios, aunque sólo fuera porque con aquel Respondí: —Esclavo.
pretexto me había visto libre de la egipcia.
7Añadió: —¿De quién eres esclavo?
9 -1Muchas veces me envió un mensajero con estas palabras:
Respondí a mi vez: —De los ismaelitas.
—Ten a bien cumplir mi deseo y te libraré de tus ligaduras y te sacaré de esas tinieblas.
8De nuevo me dijo: —¿Cómo fuiste hecho esclavo?
2Mas ni siquiera con el pensamiento cedí ante ella, pues Dios prefiere a un varón continente que
ayuna en una lóbrega mazmorra a otro que vive disolutamente entre delicias en las cámaras Respondí:
reales. 3El que pasa su vida castamente desea también la gloria correspondiente, y si el Altísimo —Me compraron en la tierra de Canaán.
piensa que le conviene, se la concede como a mí. 4¡Cuántas veces, incluso enferma [la egipcia], 9No me creyó, afirmando que mentía. Y ordenó que me desnudasen y flagelasen.
bajaba a mi prisión a tempranas horas y escuchaba mi voz entonando plegarias! Pero yo, 14 -1La menfita, por su parte, contemplaba desde una ventana cómo me golpeaban. Envió
sintiendo sus gemidos, mantenía silencio. 5Cuando yo estaba en su casa, ella descubría sus entonces un mensajero a su marido con estas palabras:
brazos, su pecho y las piernas para que yaciera con ella. Era muy hermosa y se adornaba con —Tu sentencia es injusta, porque a un libre robado lo estás castigando como si hubiera
esmero para seducirme, pero el Señor me protegía de sus intentos.
delinquido.
10 -1Ved ahora, hijos míos, qué cosas obran la paciencia y la plegaria unidas al ayuno. 2Si os 2Como yo no cambiaba mi declaración a pesar de los golpes, ordenó que me encarcelaran hasta
esforzáis en ser castos y puros con paciencia y humildad de corazón, el Señor habitará en
que vinieran, dijo, los dueños del esclavo. 3Su mujer le habló así:
vosotros, ya que ama la castidad. 3Donde el Señor está presente... aunque alguien caiga en
envidia, esclavitud, calumnia o cárcel, el Señor que habita en él por la castidad no sólo le salvará —¿Por qué mantienes como prisionero a ese joven de noble cuna, que debería más bien estar
de los males, sino que lo exaltará y lo honrará como hizo conmigo, 4pues (tales vicisitudes) libre y servirte?
oprimen al hombre en obras, palabras o en el pensamiento. 5Mis hermanos saben cómo me 4Ella deseaba verme a causa de su pecaminoso deseo. 5Pentefrés dijo a la menfita:
amaba mi padre y cómo no me ensoberbecí en mi corazón. Aunque era joven, mantenía el temor —No es lícito entre los egipcios apoderarse de lo ajeno antes de pre¬sentarse las pruebas.
de Dios en mi mente, pues sabía que todo pasa. 6Me comportaba mesuradamente y honraba a 6Esto lo dijo por el mercader. En cuanto a mí, estimó necesario que permaneciera en la cárcel.
mis hermanos. Por temor a ellos guardaba silencio mientras era vendido y no descubrí a los
15 -1Veinticuatro días después llegaron los ismaelitas. Habían oído que Jacob, mi padre, hacía
ismaelitas mi linaje, que era hijo de Jacob, un hombre grande y poderoso.
luto por mí. Me dijeron:
11 -1Mantened, pues, ante vuestros ojos en todas las acciones el temor de Dios y honrad a
2—¿Por qué afirmaste que eras esclavo? Resulta que hemos sabido que eres hijo de un hombre
vuestros hermanos, pues todo aquel que cumple la ley del Señor será amado por él. 2Cuando
importante de la tierra de Canaán. Tu padre hace luto por ti cubierto de saco.
llegué con los ismaelitas a tierra de indocolpitas, me preguntaban:
3Deseé entonces echarme a llorar, pero me contuve para no avergon¬zar a mis hermanos. Dije:
—¿Eres esclavo?
—No sé nada. Soy esclavo.
Respondía:
4Tomaron entonces la determinación de venderme para que no fuera hallado en sus manos.
—Soy un siervo nacido en casa de mis dueños.
5Temían que Jacob tomara de ellos terrible venganza, ya que habían oído que era grande ante el
De este modo no dejaba en vergüenza a mis hermanos. 3Pero el mayor de entre ellos me replicó: Señor y los hombres. 6Les dijo entonces el mercader:
—Tú no eres siervo, porque tu apariencia te delata. Y me amenazó hasta con darme muerte. —Libradme del juicio de Pentefrés.
Pero yo insistía en que era esclavo. 4Cuando llegamos a Egipto, disputaban entre sí quién iba a
7Se acercaron y me rogaron que dijera: «Fue vendido a nosotros por una cierta suma»; así
dar el dinero y llevarme. 5Por ello les pareció a todos bien que permaneciera yo en Egipto con el
Pentefrés nos dejará libres.
tratante de sus géneros hasta que ellos volvieran trayendo más mercancía. 6Pero el Señor me
hizo hallar gracias a los ojos del mercader, quien me confió la administración de su casa, 7y el 16 -1La menfita indicó a su marido que me comprara. Le dijo:
Señor lo bendijo por mi mano y lo colmó de plata y oro. 8Permanecí con él tres meses y cinco —Tengo oído que lo venden.
días. 2Envió un eunuco a los ismaelitas, pidiendo que me pusieran en venta. [Así, pues, el chambelán
12 -1Por aquel tiempo pasó por allí, en carroza con gran boato, la menfita, la mujer de Pentefrés, llamó a los ismaelitas y les pidió que me vendieran. 3Pero como no quería tratar con ellos, se
y puso sus ojos en mí, ya que sus eunucos le habían hablado de mí. 2Ella habló a su marido retiró.] El eunuco les consultó e indicó a la dueña:
acerca del mercader, cómo se había enriquecido por obra de un joven hebreo y cómo se decía —Piden un precio muy elevado por el esclavo.
que había sido robado furtivamente de la tierra de Canaán. (Añadió): 4La menfita envió a un segundo eunuco con estas instrucciones:
3—Pero ahora hazle justicia; toma al joven y llévalo a tu casa. El Dios de los hebreos te —Aunque pidan por él dos minas de oro, no trates de ahorrar dinero; compra al esclavo y
bendecirá, porque la gracia del cielo está sobre él. tráemelo. 5El eunuco les dio por mí ochenta mo¬nedas de oro, aunque dijo a la egipcia que les
13 -1Pentefrés, persuadido por estas palabras, mandó traer al mercader y le dijo: había entregado cien. 6Yo lo vi, pero guardé silencio, para que no castigaran al eunuco.
—¿Qué es eso que oigo: que robas gente de la tierra de los hebreos para venderla como esclava? 17 -1Ved, hijos míos, cuánto soporté para no cubrir de vergüenza a mis hermanos. 2Vosotros,
2Cayó el mercader de hinojos y le suplicaba con estas palabras: pues, amaos unos a otros y ocultad mutuamente vuestras debilidades con magnanimidad. 3Pues
—Te lo ruego, señor; no sé lo que estás diciendo. Dios se complace en la buena armonía entre los hermanos y en el propósito del corazón que
encuentra su agrado en el amor. 4Cuando llegaron mis hermanos a Egipto, supieren que yo les
3Él respondió: —¿De dónde has sacado, pues, el esclavo hebreo?
había devuelto su dinero y que no los había cubierto de insultos, sino que los había consolado.
Replicó el otro: —Los ismaelitas me lo dejaron aquí hasta su vuelta. 5Tras la muerte de Jacob, los amé más intensamente e hice aún más de lo que él había ordenado,
4Pero Pentefrés no le creyó, sino que ordenó que lo desnudaran y lo flagelasen. Pero, como y se llenaron de admiración. 6No permití que se sintieran molestos ni por la más pequeña cosa y
aquél persistiera en sus palabras, dijo Pentefrés: les di todo lo que estaba en mi mano. 7Sus hijos eran los míos, y mis hijos, como siervos suyos.
Su alma era la mía, y cualquier dolor suyo, como si fuera mío; toda debilidad de su parte era el año noveno y se alegraron por él en los últimos días. De él es el principio y el fin. Éste, en
como enfermedad mía. Mi tierra era la de ellos, y mis propósitos, los suyos. No me ensoberbecí primer lugar, pasó del no ser al ser, y sobre ello hablaron los profetas. Y nosotros nos
orgullosamente entre ellos por mi gloria mundana, sino que fui entre ellos como uno de los más alegraremos en él hasta los días postreros.
pequeños. Vosotros, pues, hijos míos —dijo—, guardad los mandamientos del Señor y honrad a Judá y a
18 -1 Si procedéis, pues, según los mandamientos del Señor, hijos míos, él os exaltará aquí en la Leví, porque de éstos saldrá para vosotros el cordero divino, es decir, de la tribu de Judá y según
tierra y os bendecirá con bienes para siempre. 2Si alguno quiere haceros daño, rogad por él con el orden levítico. Recibirá la hegemonía y salvará por su gracia a todos los pueblos y a Israel.
afán de hacer el bien, y el Señor os librará de todo mal. 3Ved, pues, que por mi magnanimidad Considéralo tú, Israel, pues no sólo para ti es la salvación, sino para todos los pueblos, hasta los
tomé como esposa a la hija de mis señores, y me la dotaron con cien talentos de oro, ya que el extremos que no nació sólo para salvar a Israel. Nació de una santa virgen y condujo a todos los
Señor los hizo siervos míos. 4El mismo Señor me dio hermosura, como una flor, superior a la de pueblos a la salvación. Su reino es eterno. Considera que la virgen no anuncia a otro cordero y
los más hermosos de Israel. Él me guardó hasta la vejez con fuerza y belleza, porque yo soy en que su reino no pasará nunca.
todo semejante a Jacob.
19 -1Oíd también, hijos míos, los sueños que he tenido. 2Doce ciervos estaban pastando: nueve TESTAMENTO DE BENJAMÍN
estaban divididos y dispersos por la tierra e igualmente también los otros tres... 8 [Vi que de Sobre la limpieza de pensamiento
Judá nacía una doncella adornada con un vestido de lino.] De ella procedía un cordero [sin
mácula], que a su izquierda tenía algo como un león. Todas las fieras se lanzaron contra él, pero 1 -1Copia de las palabras de Benjamín, de lo que dispuso a sus hijos tras haber vivido ciento
el cordero las venció y las aniquiló bajo sus pies. 9Se alegraron en él los ángeles, los hombres y veinticinco años. 2Los besó y les habló así:
toda la tierra. 10Todo ello ocurrirá a su debido tiempo, en los últimos días. 11Hijos míos, —A Abrahán le nació Isaac cuando tenía cien años; a la misma edad le nací yo a Jacob. 3Como
guardad los mandamientos del Señor y honrad a Judá y a Leví, porque de ellos surgirá para Raquel murió al darme a luz, no tenía leche, pero me amamantó Bala, su sirvienta. 4Raquel, tras
vosotros el cordero [de Dios], que salvará [con su gracia a todos los gentiles y] a Israel. 12Pues parir a José, permaneció estéril doce años. Pero imploró al Señor con ayunos durante doce días,
su reino es eterno, nunca pasará; pero mi reino entre vosotros llegará a su fin como cobertizo concibió y me parió a mí. 5Nuestro padre amaba a Raquel muchísimo y rogaba a Dios que le
durante la cosecha, que no subsiste después del verano. concediera ver a dos hijos nacidos de ella. 6Por esta razón me llamaron Benjamín, es decir,
20 -1Sé que tras mi muerte los egipcios os afligirán. Pero el Señor será vuestro vengador y os «hijo de días».
conducirá a la tierra prometida a vuestros padres. 2Llevad también mis huesos con vosotros, 2 - 1Cuando llegué a Egipto y me reconoció mi hermano José, me preguntó:
porque durante su transporte el Señor estará con vosotros con una luz, mientras que Beliar —¿Qué dijeron a mi padre cuando me vendieron?
permanecerá con los egipcios en tinieblas. 3Subid también a Zelfa, vuestra madre, y colocadla 2Le respondí:
cerca de Bala, junto a Raquel, en el hipódromo. 4Tras haber dicho todo esto, estiró sus pies y —Impregnaron de sangre tu túnica y se la enviaron con estas palabras: «Mira si es ésta la túnica
durmió el sueño eterno. 5Hicieron gran duelo por él Israel y Egipto, 6pues también se
de tu hijo».
compadeció e hizo beneficios a los egipcios como a miembros suyos, ayudán¬doles con toda
clase de obras, consejos y acciones. 3Añadió José:
—Sí, hermano; cuando me cogieron los ismaelitas, uno de ellos me despojó de la túnica, me dio
algo con qué taparme y, tras propinarme unos latigazos, me ordenó caminar. 4Pero, cuando iba a
Expansión del texto eslavo a TestJos 19,12 (texto de N. Tichonravov)
esconder mi túnica, le salió al encuentro un león y lo mató. 5Así, sus camaradas, llenos de
Oíd, pues, judíos, qué es lo que significa el sueño de José. Vi doce ciervos pastando. Tales temor, me vendieron a otros compañeros.
ciervos son los doce apóstoles, que anuncian maravillas en el mundo. Nueve de ellos ―dijo― 3 -1Vosotros, pues, hijos míos, amad al Señor, Dios del cielo, y guardad sus mandamientos
se diseminaron por toda la tierra, enseñando y bautizando en el nombre del Padre, del Hijo y del imitando a José, varón bueno y santo. 2Ocúpese vuestra mente de lo bueno, como sabéis que
Espíritu Santo. Del mismo modo, también los (otros) tres evangelizaron y murieron sin salir de hago yo. El que tiene una mente sana todo lo mira rectamente. 3Temed al Señor y amad al
Jerusalén. prójimo. Aunque los espíritus de Beliar soliciten abrumaros con toda clase de maldad y
Como dice la Escritura, Santiago, hermano de Juan, fue asesinado a filo de espada por Herodes angustia, no se enseñorearán de vosotros, como tampoco de José, mi hermano. 4¡Cuántos
el impío. Igualmente Esteban, el llamado primer mártir, que murió apedreado por los judíos. hombres quisieron matarle!, pero el Señor le protegió. Pues el que teme a Dios y ama al prójimo
Éste gritó así: no puede ser golpeado por el espíritu etéreo de Beliar, protegido como está por el temor de Dios.
—Señor, no les tengas en cuenta este pecado, pues no saben lo que hacen. 5No podrán enseñorearse de él las insidias de los hombres o las bestias salvajes, porque le ayuda
Veo —dijo— que ha salido una virgen de Judá, es decir, la santa de la tribu de Judá, la hija de el amor de Dios, el mismo que él tiene a su prójimo. 6José suplicó a nuestro padre que rogara
Joaquín, portando un vestido de púrpura: pura y sin error, santa y más que santa. De ella procede por sus hijos para que el Señor no les tuviera en cuenta lo malo que contra él habían tramado.
—dijo— el cordero inmaculado, es decir, el Hijo de Dios, mando humilde, sin maldad ni malicia 7Exclamó así Jacob:
y que no conoce el pecado. Y a su izquierda (hay) como un león. Ésta es la Palabra [Verbo] de —¡Hijo mío, José!, ¡hijo excelente!, tú has conmovido las entrañas de tu padre Jacob.
su divinidad, grande, terrible y (bien) señalada, contra la que se lanzan todas las fieras, es decir, Y, rodeándole con sus brazos, le estuvo besando durante dos horas con estas palabras:
vosotros, infelices judíos, que habéis visto al Hijo de Dios que toma un aspecto humilde. Mas 8—En ti se cumplirá la profecía del cielo [sobre el cordero de Dios y salvador del mundo: él, sin
todos como fieras salvajes se lanzaron contra él diciendo: mácula, será entregado por los infieles; el inocente morirá por los impíos en la sangre de la
—Cogedle, cogedle, crucificadle. alianza], para la salvación [de las naciones y] de Israel, con lo que destruirá a Beliar y a sus
¡Sea su sangre sobre vosotros y vuestros hijos! servidores.
—El cordero los venció —dijo—. Es decir, el Hijo de Dios resucitó de entre los muertos, (ese) 4 -1Ved, hijos míos, el final del varón bueno. Imitad con bondad de pensamiento sus entrañas de
de quien vosotros os acordasteis sólo para hacer el mal. misericordia, para que vosotros portéis también las coronas de gloria. 2El hombre bueno no
Pero él los hizo perecer, pisoteándolos (traducción conjetural). Es decir, os repartirá como tiene ojos tenebrosos, pues siente misericordia de todos, aunque sean pecadores. 3Aunque
siervos entre las gentes y seréis pisoteados hasta ahora en vuestra tierra. De ello —dijo— se tramen algo malo contra él, vence al mal obrando el bien, protegido por la bondad; y a los justos
alegraron los ángeles, los hombres y toda la tierra. El Señor, Dios vuestro, rey de cielos y tierra, ama como a sí mismo. 4Si alguien recibe alabanzas, no siente envidia. Si alguno se enriquece,
reúne lo superior e inferior en una misma y feliz bendición. Todo esto —dijo— se cumplirá en no siente celos. Si alguno es valiente, lo alaba; cree y ensalza al prudente, tiene misericordia del
su momento oportuno. Jacob tenía, pues, setenta y tres años; y el hijo de Dios (¿José?) nació en pobre, se compadece del enfermo, entona himnos a Dios. 5Protege a quien tiene temor de Dios,
colabora con el que lo ama, convierte con sus reprimendas a quien niega al Altísimo, y a quien resucitados, a la derecha, llenos de júbilo. 7Entonces resucitaremos también nosotros, cada uno
tiene la gracia del espíritu bueno lo ama con toda su alma. en su tribu [y adoraremos al Rey de los cielos, que aparecerá sobre la tierra en la humilde forma
5 -1Si poseéis una mente recta, hijos, incluso los hombres malvados tendrán paz con vosotros, y de un ser humano. Cuantos en la tierra hayan creído en su persona se alegrarán con él].
los disolutos, por respeto a vosotros, se tornarán hacia el bien; los avaros no sólo se apartarán de 8Entonces resucitarán todos, unos para la gloria, otros para la deshonra. Juzgará el Señor, en
su pasión, sino que darán del producto de su avaricia a los afligidos. 2Si obráis el bien, incluso primer lugar, a Israel por las impiedades contra él cometidas, [ya que no creyeron en Dios, que
los espíritus inmundos se apartarán de vosotros y las fieras mismas os temerán. 3Pues donde se había mostrado en carne como Salvador]. 9Entonces juzgará también a las gentes, [a cuantas
existe luz en la mente (que se traduce) en obras buenas, huyen las tinieblas. 4Si alguien hace no creyeron en él aparecido sobre la tierra]. 10Por medio de los gentiles elegidos reprobará a
daño a un varón pío, (en ellos) lleva la penitencia, pues el Santo siente misericordia del Israel, como le ocurrió a Esaú por los madianitas, quie¬nes permitieron que se convirtieran en
insultador y guarda silencio. 5Si alguien traiciona a un alma justa, ésta se tornará a la plegaria; hermanos suyos por su fornicación e idolatría. Por ello se apartó de Dios. Así, pues, hijos míos,
se verá humillada por poco tiempo, pero no mucho después aparecerá con mayor brillantez, tal formad parte de los que temen al Señor. 11Pero vosotros, si procedéis con santidad ante el
como le ocurrió a José, mi hermano. Señor, volveréis a habitar conmigo en esperanza, y todo Israel se congregará ante el Señor.
6 - 1La mente del hombre bueno no está en poder de Beliar, espíritu del error, pues el ángel de 11 -1Ya no me llamarán lobo rapaz por vuestras rapiñas, sino operario del Señor que reparte el
la paz guía su alma. 2(El hombre bueno) no contempla con pasión lo perecedero ni acumula alimento a los que obran el bien. 2En los últimos días surgirá de mi linaje el amado del Señor,
riquezas por amor al placer. 3No se complace en la voluptuosidad; no causa tristeza al prójimo, que escucha sobre la tierra su voz y pone por obra el beneplácito de su voluntad. [Ilumina a
no se satura con platos exquisitos, no se deja seducir con lo que contemplan sus ojos, pues su todas las naciones con un conocimiento nuevo, caminando por Israel para su salvación como luz
heredad es el Señor. 4La mente buena no admite la honra o la deshonra de los hombres; no del conocimiento y, como un lobo, robando (gente) de entre ellos y traspasándola a la
conoce en absoluto el dolor y el engaño ni la disputa y el insulto, pues (el Señor) habita en él, congregación de los gentiles. 3Hasta la consumación de los siglos estarán en las reuniones y
ilumina su alma y es objeto de alegría para todos los hombres en todo momento. 5La mente entre los jefes de los gentiles como una melodía en la boca de todos. 4Se verán escritas en libros
recta no tiene dos lenguas, una para la bendición y otra para la maldición, para el insulto y la santos su obra y su palabra], y será el Elegido de Dios para siempre. 5Sobre él me instruyó mi
honra, para tristeza y alegría, para tranquilidad y turbación, hipocresía y verdad [pobreza y padre Jacob así: «Él suplirá las deficiencias de tu tribu».
riqueza], sino que mantiene respecto a todos una única disposición, sencilla y pura. 6Tampoco 12 -1Cuando Benjamín hubo concluido estas palabras, les dijo:
tiene una visión o audición doble, pues sabe que en todo lo que obra, habla o mira, el Señor —Os ordeno, hijos míos, que saquéis mis huesos de Egipto y me enterréis en Hebrón, cerca de
vigila su alma. 7Mantiene pura su mente para no ser condenado por Dios o los hombres. Pero mis padres. 2Murió Benjamín a los ciento veinticinco años en una plácida vejez, y lo colocaron
todas las obras de Beliar son dobles y no [él] conoce la sencillez. en un ataúd. 3En el año nonagésimo primero de la entrada de los hijos de Israel en Egipto, ellos
7 -1Por ello, hijos míos, huid de la maldad de Beliar, pues proporciona una espada a quienes le y sus hermanos sacaron los huesos de sus padres ocultamente, durante la guerra con Canaán, y
obedecen. 2Esta espada es la madre de siete males. [En primer lugar, la mente concibe por los enterraron en Hebrón a los pies de sus antepasados. 4Regresaron luego de la tierra de Canaán
influjo de Beliar.] Primero, la envidia; segundo, la destrucción; tercero, la angustia; cuarto, la y habitaron en Egipto hasta el día de su salida de aquella tierra.
cautividad; quinto, la necesidad; sexto, la turbación; séptimo, la desolación. 3Por ello, Caín fue
entregado por Dios a siete castigos: cada cien años hacía caer el Señor sobre él una plaga. DOCUMENTO DE DAMASCO - (Qumrán)
4Cuando tuvo doscientos años, comenzó a padecer, y a los novecientos quedó privado (de la
vida) durante el diluvio a causa de Abel, su justo hermano. Caín fue condenado a siete males, COL. I
pero Lamec a setenta y siete. 5Serán castigados para siempre con el mismo castigo de Caín los 1 Oíd ahora todos los que conocéis la justicia y comprendéis las obras 2 de Dios. Él abre
que se asemejaren a éste en el odio envidioso a su hermano. proceso contra toda carne y fulmina su condenación contra todos los que lo desprecian. 3 A
8 -1Vosotros, pues, hijos míos, huid de la maldad, de la envidia y del odio fraterno, y apegaos a causa de la infidelidad que habían cometido al abandonarlo, 4 él los entregó a la muerte por el
la bondad y al amor. 2El que tiene una mente pura en el amor no mira a una mujer para fornicar, filo de la espada; pero acordándose del pacto que había hecho con los antiguos, 5 preservó un
pues no reside la inmundicia en su corazón, ya que en él habita el espíritu de Dios. 3El sol no se resto para Israel y no lo entregó a la destrucción.
mancha cuando brilla sobre el estiércol y el fango, sino que reseca a ambos y aleja el mal olor. 6 Durante el período de cólera, trescientos noventa años después de haberlos entregado a
Del mismo modo, la mente pura, constreñida a vivir entre los miasmas de la tierra, se edifica Nabucodonosor, rey de Babilonia, 7 él los visitó e hizo surgir de Israel y de Aarón la raíz de una
(espiritualmente), pero no se mancha. planta que heredase 8 su tierra y disfrutase de los productos de su suelo. 9 Ellos reconocieron
9 -1Deduzco de las Palabras de Henoc el justo que se darán entre vosotros acciones no buenas. sus faltas y admitieron que eran culpables y semejantes a los ciegos que caminaron 10 a tientas
Fornicaréis al estilo de Sodoma y pereceréis salvo unos pocos. Haréis revivir la pasión durante veinte años.
voluptuosa por las mujeres, y el reino de Dios no estará entre vosotros, porque él mismo lo
apartará. 2Sin embargo, el templo de Dios se ubicará en vuestra heredad [y este último será más EL MAESTRO DE JUSTICIA
glorioso que el primero]; allí se congregarán las doce tribus y todos los pueblos, [hasta que el Dios consideró sus obras, y como ellos lo buscaban con corazón sincero, 11 entonces Dios
Altísimo envíe su salvación por medio de la visita del profeta unigénito]. suscitó entre ellos al Maestro de Justicia para que los condujese por el camino recto, según su
[3 Entrará en el primer templo; allí será injuriado, despreciado y exaltado sobre un madero. 4El corazón.
velo del templo se rasgará y el Espíritu de Dios se pasará a las naciones, como fuego que se 12 Hizo conocer a las generaciones nuevas lo que había hecho con la generación anterior, con la
expande. 5Y, tras subir del Hades, ascenderá de la tierra al cielo. Yo he visto cuán humilde será asamblea de los traidores, con aquellos que 13 se habían desviado. Este fue el tiempo del cual se
sobre la tierra y cuán glorioso en el cielo]. había escrito antes: «como una vaca rebelde, 14 así se descaminó Israel» (Oseas 4, 16).
10 -1Cuando José estaba en Egipto, deseaba ver su rostro y todo su porte y figura. Gracias a las También entonces se levantó el hombre de mentira. Él derramó sobre Israel 15 las aguas del
plegarias de mi padre Jacob lo vi, despierto durante el día, según era él totalmente. engaño y los extravió por un laberinto sin salida.
2Sabed, hijos míos, que me estoy muriendo. 3Que cada uno trate con verdad y justicia a su 16 Abajaron las alturas eternas, se alejaron de los caminos de la justicia, rompieron los límites
prójimo. Obrad fielmente y guardad la ley del Señor y sus mandamientos. 4En vez de herencia, que los antiguos habían fijado en su heredad. 17 De esta suerte atrajeron sobre sí las maldiciones
os lego estas enseñanzas. Transmitidlas a vuestros hijos para que las mantengan por siempre, de la Alianza. Dios los entregó a la espada que venga 18 el pacto.
pues esto hicieron también Abrahán, Isaac y Jacob. 5Todas estas cosas fueron las que ellos nos
Buscaron engaños. Escogieron imposturas. Rompieron brechas. 19 Se mostraron insolentes.
dieron en herencia, ordenándonos así: guardad los mandamientos del Señor hasta que él revele Absolvieron al impío y condenaron al justo. Rompieron la Alianza. Transgredieron el precepto.
su salvación a todas las naciones. 6Entonces veréis a Henoc, Noé, Sem, Abrahán, Isaac y Jacob
20 Atentaron contra la vida del justo. Abominaron a todos los que caminan por la senda de la
integridad. 21 Espada en mano los persiguieron y se deleitaron en armar desórdenes entre el gloriosas, sus testimonios justos y sus 16 caminos verdaderos. Les mostró los deseos de su
pueblo. voluntad y cómo, si los cumplían, habrían de vivir.
17 Ellos excavaron una fuente de aguas abundantes, y todo aquel que la desprecie no vivirá.
COL. II
1 Entonces se encendió la cólera de Dios en contra de su asamblea. Exterminó a toda su gente INFIDELIDAD DE LOS ELEGIDOS
porque sus obras eran impuras en su presencia. Pero algunos se dejaron arrastrar por la debilidad humana, por caminos de impureza. 18 Dijeron:
2 Oídme ahora todos los que entrasteis en la Alianza; yo abriré vuestros oídos para que sepáis Somos libres.
conocer la conducta 3 de los impíos. Dios ama la ciencia y dispone delante de sí la sabiduría y la A pesar de esto, Dios, en sus maravillosos designios, les concedió la expiación de sus faltas y el
prudencia. 4 La inteligencia y el saber están a su servicio. Él posee la longanimidad, abundante perdón de sus pecados.
misericordia 5 para perdonar a todos los que se arrepienten de su pecado.
Tiene fuerza, poder, ira terrible, 6 llamas de fuego, esto es: ángeles de destrucción para castigar LOS SADOQUITAS
a los que se alejan del camino y a los que odian el mandamiento justo.
19 Edificó para ellos una casa sólida en Israel, como no hubo igual ni antes ni hasta ahora. 20
7 No quedará nadie, ni un resto, ni un fugitivo, porque desde el origen del mundo Dios no los Los que permanezcan ligados a ella alcanzarán la vida eterna y les pertenecerá toda gloria
escogió. Antes mismo de que fueran creados, 8 él ya conocía sus obras. Desde siempre abomina humana. 21 Así lo estableció Dios cuando dijo por el profeta Ezequiel:
las generaciones sanguinarias, por eso 9 ocultará su rostro a la tierra hasta que sean
exterminadas estas gentes. Él conocía los años de sus existencias y la medida de sus tiempos.
10 Conoce lo concerniente a todos los seres en todos los tiempos, todo lo que habrá de pasar COL. IV
durante todos los años del mundo. 1 «Los sacerdotes y los levitas que observen las ceremonias de mi santuario cuando los hijos de
11 Pero en todo tiempo escogió hombres, marcados por el «nombre», a fin de dejar para sí 12 un Israel se extravíen, ellos se aproximarán a mí para servirme como ministros. Estarán en mi
grupo de escogidos y repoblar la superficie de la tierra con su posteridad. Por medio de su presencia para ofrecerme la grasa y la sangre».
ungido les hace conocer el espíritu santo. 13 Él es la verdad y en su nombre son salvados todos 2 Los sacerdotes son los penitentes de Israel, todos aquellos hombres que abandonaron el país
ellos. de Judá. 3 Los levitas son los que vinieron con ellos. Los hijos de Sadoc son los elegidos de
Por el contrario, abandona al error a aquellos que abomina. Israel, 4 los que fueron convocados por su nombre y desempeñarán sus funciones hasta el final
de los tiempos.
14 Ahora, hijos míos, oídme: Yo abriré vuestros ojos para que veáis y comprendáis las obras 15
de Dios; para que escojáis lo que es de su agrado y detestéis lo que él odia. 5 Sus nombres fueron especificados, sus lugares fijados para el tiempo de su servicio; el número
de sus tribulaciones 6 y los años de su exilio estuvieron bien limitados. Sus obras eran bien
16 Yo os haré caminar por todos sus caminos, para no errar siguiendo los deseos de la conocidas. Los primeros justos 7 que Dios perdonó llamaron justo al justo e impío al impío.
inclinación malvada y los atractivos de la lujuria, 17 pues por ese camino cayeron muchos, aun Todos aquellos que lo siguieron 8 se condujeron conforme al mandato de la ley, en la cual
de entre los más fuertes. Por ahí muchos se perdieron y así sigue siendo hasta hoy. 18 Los vigías fueron formados los primeros.
celestes cayeron, fueron presa de la fornicación por no haberse mantenido firmes en los
preceptos de Dios. De esta manera se procederá 9 hasta que se haya completado el tiempo prefijado. Les será
confirmado el puesto en la Alianza hecha por Dios con los primeros. 10 Dios les perdonará sus
19 Sus hijos, que eran elevados como cedros, altos como montañas, también cayeron. 20 Toda faltas. Les concederá la expiación. Cuando acabe este período y el número de sus años, 11 nadie
carne que estaba sobre la tierra árida pereció. Vinieron a ser como si nunca hubieran existido. necesitará más aliarse a la casa de Judá; antes al contrario, 12 cada uno deberá permanecer en su
21 Porque obraron como bien les pareció, no guardaron las leyes de su creador, y así propia fortaleza. Para esto fue reconstruida la muralla de protección y fue agrandado el muro.
continuaron hasta que su cólera se inflamó contra ellos.
COL. III APOSTASÍA DE ISRAEL
1 Así se extraviaron los hijos de Noé y sus familias. Por esa causa fueron aniquilados. 2 En 13 Durante todo este tiempo Belial andaba suelto en Israel, como Dios lo había anunciado por el
cambio Abrahán no se condujo de esta manera y por eso fue elevado a la dignidad de amigo. 3 profeta Isaías, hijo de Amós:
Él observó las prescripciones y no se dejó llevar por una voluntad caprichosa. 4 Él transmitió
este ejemplo a Isaac y a Jacob, por él se guiaron y por eso merecieron también ser llamados 14 «Terror, fosa, red sobre ti, oh habitante del país» (Isaías 24, 17).
amigos de Dios y poseedores de la Alianza por toda la eternidad. 15 La interpretación de esto se refiere a los tres lazos de Belial, de los cuales habló «Leví, el hijo
5 Los hijos de Jacob se extraviaron y fueron castigados por sus errores. Los hijos de sus hijos de Jacob». 16 Con ellos Belial capturó a los hijos de Israel presentándoles 17 tres atractivos. El
marcharon en la obstinación de su corazón, 6 tomando partido contra los deseos de Dios, primero es la lujuria, el segundo el licor, 18 el tercero la profanación del santuario. El que
obrando como bien les parecía; comieron sangre. 7 Dios diezmó sus hombres en el desierto, escapa del primero caerá en el segundo, 19 el que escapa del segundo caerá en el tercero.
cuando dijo en Cades: «Subid y tomad posesión del país» (Deuteronomio 9, 23). Pero ellos no 20 Los que corren detrás de charlatanes (del charlatán se dijo: «Nunca deja de hablar») cayeron
escucharon la voz de su creador, 8 las instrucciones de su guía. Murmuraron en sus tiendas y la presos en los lazos de la lujuria, 21 pues desposaron dos mujeres estando las dos vivas, siendo
cólera de Dios se inflamó contra 9 su bando; por eso sus hijos perecieron y sus reyes fueron que el principio de la creación es: «Hombre y mujer los creaste».
aniquilados.
10 Por eso sucumbieron sus valientes y su país fue devastado. Así los primeros miembros de la COL. V
Alianza se hicieron culpables. 11 Fueron entregados a la espada por haber abandonado la 1 Los que entraron en el arca entraron por parejas, de dos en dos. Del príncipe está escrito: 2
Alianza de Dios. «No tendrá varias mujeres». David no pudo haber leído el libro de la ley porque entonces estaba
Prefirieron hacer su propia voluntad. 12 Anduvieron errantes en la obstinación de su corazón, todavía sellado 3 y guardado dentro del arca de la Alianza. Porque no había sido 4 abierto para
siguiendo sus caprichos. Sólo algunos permanecieron fieles a las prescripciones, persistiendo en Israel después de la muerte de Eleazar y de Josué. Este fue el motivo por el que 5 los antiguos
observarlas 13 porque sabían que Dios había hecho un pacto con Israel para siempre. A éstos 14 sirvieron a Astarté. [El libro] fue conservado oculto hasta que se levantó Sadoc. Por eso se
Dios les reveló las cosas escondidas, todo lo que se refería a la suerte futura de Israel. Les alaban las obras de David. 6 Menos aquello de la sangre de Urías, aun cuando Dios lo haya
mostró en qué se habían equivocado, 15 pues les enseñó sus sábados sagrados, sus fiestas perdonado.
15 Que se separen de los hombres de perdición. Que se abstengan de las riquezas de iniquidad y
LA PROFANACIÓN de los bienes provenientes de los votos de Corbán 16 y de los anatemas. Que se guarden de
Ellos profanaron también el santuario, pues no guardaron 7 la separación prescrita por la ley. defraudar a los pobres de su pueblo. 17 Que no se apropien de los bienes de las viudas ni
Tienen comercio con aquella que ve correr su sangre. 8 Contraen matrimonio con la hija de su exploten la fortuna de los huérfanos. 18 Que distingan lo impuro de lo puro, lo sagrado de lo
hermano y con la hija de su hermana. Sin embargo, 9 Moisés dijo: «No te aproximarás a la profano. Que observen el día del sábado conforme a la verdadera interpretación; 19 las
hermana de tu madre, porque es carne de tu carne» (Levítico18, 13). festividades y los días de ayuno, según el cómputo de los miembros de la nueva Alianza,
pactada en el país de Damasco.
10 La ley relativa a la impureza escrita para los hombres vale también para las mujeres. Por eso,
si la hija del hermano 11 descubre la desnudez del hermano de su padre, hace cosa prohibida. 12 20 Que participen de las cosas santas, siempre y cuando guarden las condiciones requeridas. 21
Mancharon el espíritu santo que está en ellos. Hablarán con lengua burlona de los preceptos de Que cada cual ame a su hermano como a sí mismo y que ayude al pobre y sustente al mendigo y
la Alianza de Dios diciendo: «No son verdaderos». al extranjero.

PERORACIÓN COL. VII


13 Todos ellos no hacen otra cosa que encender el fuego y preparar sus flechas, 14 su veneno. 1 Que procure cada uno estar en paz con su hermano. Que no se vuelva culpable por uniones
Sus telas son telas de araña; su semilla, huevos de serpiente. 15 El que se acerca a ellos no impuras. 2 Que se abstengan de la fornicación, según la ley. Que se corrijan uno a otro como
quedará impune, ni tampoco su posteridad. Será destruido, ciertamente será aniquilado. está mandado. Que no se guarden rencor entre sí. 3 Que se alejen de toda impureza conforme a
las leyes. 4 Que no profanen el espíritu santo que está en ellos, puesto que Dios los ha colocado
16 Porque Dios ya examinó sus obras y su cólera se inflama contra sus acciones. Así está aparte de los demás.
escrito: 17 «No es un pueblo inteligente, no hay Dios en ellos» (Isaías 27, 2), y, «Es una nación
desprovista de ideas, sin inteligencia» (Deuteronomio 3, 25). 5 Todos los que se conduzcan de esta manera, según la perfección santa, siguiendo todas las
instrucciones de la alianza 6 establecida para ellos, tendrán la garantía de vivir mil generaciones.
Porque antes mismo de que 18 Moisés y Aarón hubiesen recibido sus funciones de príncipes de
la luz, Belial suscitó a Janés 19 y a su hermano, llenándolos de malicia, cuando Israel se salvó la
primera vez. DERECHO FAMILIAR
Documento «A»
Si viven en el campo, conforme a la regla del país. 7 Si contraen matrimonio y tienen hijos, que
CAUSAS QUE OCASIONARON LA SECTA se comporten según la ley y sus disposiciones.
20 Cuando llegó el tiempo en que el país fue entregado a la destrucción se levantaron unos 8 Según las instrucciones de las reglas de la ley, como fue dicho: «Entre un marido y su mujer, 9
hombres que cambiaron los límites 21 y que se habían propuesto extraviar a Israel. Devastaron entre el padre y su hijo» (Números 30, 17).
el país porque incitaban a la revolución contra las órdenes de Dios, promulgadas por Moisés Cuando Dios visite el país dará a los impíos 10 la retribución que merecen, a todos los que
desprecian estos mandamientos. Entonces se cumplirá 11 la profecía de Isaías, hijo de Amós:
«Vendrán para ti y para tu pueblo días 12 que nunca había habido desde que Efraín se separó de
COL. VI Judá» (Isaías 7, 17).
1 y por su santo Ungido. Cuando las dos casas de Israel 13 se separaron, cuando Efraín se separó de Judá, todos los que
2 Anunciaban la mentira para desviar a Israel de Dios. Dios se acordó de la alianza concluida no guardaron la ley fueron entregados a la espada.
con los antiguos y suscitó de Aarón un grupo de inteligentes y de Israel un grupo de sabios. Los 14 Todos los fieles se refugiaron en la región Norte. Así lo había dicho Dios:
hizo dóciles a su voz: «Ellos excavaron un pozo. Los dignatarios del pueblo lo abrieron»
(Números 21, 18). 15 «Transportaré las tiendas de vuestro rey y de Kiyyum, vuestro ídolo, al otro lado de las
tiendas de Damasco» (Amós 5, 21).
4 Fueron los jefes del pueblo los que lo abrieron bajo la dirección del Conductor.
16 Los libros de la ley son la tienda del rey. Así él mismo lo dijo: «Yo restableceré las tiendas
5 Es la fuente de la ley. Los que la abrieron son los penitentes de Israel que salieron de Judá y de David que se habían caído» (Amós 11, 11).
emigraron 6 a Damasco. A todos ellos Dios los llamó príncipes por haberse mantenido fieles en
su seguimiento.7 Jamás su nombre (de Dios) se alejó de la boca de alguno de ellos. 8 El 17 El rey es la comunidad, los Kiyyum o ídolos son los libros de los profetas, 18 cuyas palabras
Conductor es aquel que escruta la ley. De él es de quien Isaías dijo: « Él prepara el instrumento despreció Israel.
para su obra». La estrella es el escrutador de la ley 19 que vino al país de Damasco, como estaba escrito: «Una
9 Los jefes del pueblo son aquellos que vinieron para trabajar en la excavación de la fuente, 10 estrella se levantó de Jacob 20 y un cetro se levantó de Israel» (Números 24, 17).
según las órdenes que les fueron comunicadas por el Conductor. El cetro es el príncipe de toda la asamblea, el cual cuando venga destruirá a todos los rebeldes.
A ellas se deben atener durante todo el tiempo de impiedad. 11 Sin eso jamás llegarán [a
perseverar]. Hasta el día aquel en que se mostrará la oportunidad de la justicia al final de los Documento «B»
tiempos. 1… establecido para ellos, tendrán la garantía de vivir mil generaciones. Así está escrito:
2 «Él guarda su alianza y su misericordia con los que observan sus mandamientos, hasta mil
PRESCRIPCIÓN DEL CULTO LEGÍTIMO generaciones» (Números 30, 7).
12 Todos los que han venido a formar parte de esta Alianza jamás deben volver a entrar al Si habitan en el campo, conforme 3 a la regla del país, que existe desde el tiempo antiguo, que
santuario para encender fuego en el altar; 13 esto sería cosa vana. Antes al contrario, que cierren tome mujer conforme 4 a la ley y engendren sus hijos.
la puerta. Así lo dijo Dios: «¿Quién de entre ustedes cerrará su puerta y no encenderá más en Que se conduzcan según las palabras de la ley y según las instrucciones de las reglas de la ley. 5
vano el fuego en mi altar?» (Malaquías 1, 10). Así fue que él dijo: «Entre el marido y su mujer, entre el padre y el hijo» (Números 30, 17). 6
14 De este modo se mantendrán sujetos a la verdadera interpretación de la ley, la que es válida Cuando Dios visite el país dará su merecido a los que desprecian estos mandamientos, y a todos
para el tiempo de la impiedad. Esto es: los impíos.
7 Entonces se cumplirá la profecía escrita por la mano de Zacarías, 8 profeta: «¡Espada, 12 A pesar de este castigo, los que construyen la muralla y la fortifican con la argamasa no
despierta contra mi pastor, contra el hombre que es mi amigo! Hiere al pastor y se dispersarán comprendieron, 13 porque aquel que da fuerza a los vientos y descubre la mentira los sedujo de
las ovejas. 9 Yo extenderé mi mano sobre los pequeños». nuevo, de modo que la ira de Dios se encendió contra toda la asamblea.
14 Esto es lo que Dios había dicho:
Documento «A» «No es por causa de toda justicia ni por tener el corazón justo por lo que tomaste posesión 15 de
COL. VIII estas naciones, sino por causa del amor que Yahvé tiene a tus padres y por la fidelidad de él a su
1 Los que se habían librado al tiempo de la primera visita serán pasados al filo de la espada. juramento» (Deuteronomio 9, 9).
Igual suerte 16 Dijo a los penitentes de Israel que se alejaran del camino de la plebe.
2 tendrán todos los que habiendo entrado en la Alianza no perseveraron en sus preceptos. 17 El mismo amor que Dios mostró por los antiguos, mostró ahora por los que llamó a seguirlo
3 Serán visitados para ser destruidos por la mano de Belial. [Como está escrito:] en su pueblo, 18 porque es a éstos a quienes pertenece la Alianza de los padres.
«Sobre los príncipes de Judá se derramará mi cólera». Como Dios odia a los «constructores de murallas», su cólera se encendió [contra ellos].
4 Ellos estaban demasiado podridos para poder ser salvados. Excedían a los más rebeldes.
5 Lejos de apartarse del camino de los traidores, se dejaron rodar cuesta abajo por los declives Documento «B»
de la lujuria. Se permitieron el lucro indebido. Aceptaron la venganza. 25 A pesar de este castigo, los que construyen la muralla y la enderezan con argamasa no
6 Se alimentaron con el rencor. Esto hicieron para con su hermano y para con su prójimo. 7 comprendieron, porque aquel que impulsa los vientos y prepara las tempestades infunde en los
Contrajeron matrimonios prohibidos. Juntáronse en acciones infames. Se enorgullecieron del hombres la mentira. 26 De modo que la cólera de Dios […]
lucro y de sus ganancias. Realizaron sus caprichos. Pero lo que Moisés dijo a Israel:
8 Se comportaron como les dictaba su corazón endurecido. No se separaron del pueblo. De 27 «No es a causa de tu justicia ni por la rectitud de tu corazón por lo que 28 heredaste estas
modo insolente se marcharon por el camino de los impíos. naciones, sino por causa del amor de Yahvé a tus padres y por la fidelidad a su juramento»
9 Se empeñaron en andar por aquellos caminos de los cuales dijo Dios: «Su vino es veneno 10 (Deuteronomio 9, 9).
de dragón, veneno mortal de áspides» (Deuteronomio 32, 33). 29 Esto es lo que servirá de regla para los penitentes de Israel, que se deben separar de la plebe.
Los dragones son los reyes de los goim. Su «vino» son 11 sus caminos. El mismo amor que Dios mostró a los antiguos 30 que habían convocado al pueblo para que les
El veneno de áspides es el jefe de los reyes de Javán, que vino para ejercer venganza contra siguiese, muestra ahora a estos que vienen después, 31 porque es a ellos a quienes pertenece la
ellos. Alianza de los padres.
Pero su odio (de Dios) contra los «constructores de murallas» se inflamó y
Documento «B» 32 su cólera contra todos los que los siguen.
COL. VIII
10 Estos son los que quedaron al tiempo de la primera visita y que serán entregados a la espada CONMINACIÓN GENERAL
cuando llegue la visita del 11 Mesías, que saldrá de Aarón y de Israel. Así hablará desde la Documento «A»
primera vez 12 como fue dicho por Ezequiel: «Que se imprima una señal en la frente de los que 19 Esta regla vale para todo aquel que rechaza los preceptos de Dios y los abandona para
gimen y de los que sufren» (Ezequiel 9, 4). caminar en la terquedad de su corazón.
13 Los que quedaran sin señal fueran entregados a la espada vengadora de la Alianza. 20 Esta fue la palabra que Jeremías dijo a Baruc, hijo de Nerías, y a Eliseo, y a Guejazí, su
Pero igual será la suerte 14 de los que entraron en la Alianza y no perseveraron en sus preceptos. siervo.
Serán visitados para ser destruidos por la mano de Belial.
15 Este será el día en que Dios haga su visita. Así está dicho: «Los príncipes de Judá son como Documento «B»
los que alejan los límites. Sobre ellos se derramará mi ira como si fuese agua» (Oseas 5, 10). Esta regla vale también para todos los que desprecian a los sacerdotes 33 de Dios y para los que
16 En efecto, sé muy bien que si hubiesen entrado de veras 17 en la Alianza de penitencia no se los abandonan para caminar según la dureza de su corazón.
habrían apartado entrando en la fornicación.
Pero lo que sucedió fue que persistieron en la riqueza mal habida, en el rencor, 18 en el odio de NUEVAS CONSTITUCIONES EMANADAS DESPUÉS DE LA MUERTE DEL
cada uno para con su prójimo. MAESTRO DE JUSTICIA
19 Se entrelazaron en matrimonios ilícitos, se unieron en acciones infames, se enorgullecieron Documento «A»
del lucro y de sus ganancias. Hicieron su capricho. 20 Se comportaron como les dictaba su 21 Todos los hombres que entraron en la Alianza en la tierra de Damasco [. . .] y se continuará
interesado corazón. procediendo hasta la venida del Mesías, salido de Aarón y de Israel.
21 No se separaron del pueblo. De modo insolente se permitieron ir siguiendo las maldades de
los impíos. Documento «B»
22 De ellos dijo Dios: «Su vino es veneno de dragón, veneno mortal de áspides» (Deuteronomio Lo mismo sucederá con todos los hombres que entraron en la Alianza en el país de Damasco y
32, 33). se separaron.
23 Los dragones son los reyes de los goim. Su «vino» son sus caminos. Son los traidores, los que se alejaron de las fuentes de agua viva. Estos no deben ser contados en
24 El veneno de áspides es el rey de Javán, que vino a atarlos para ejercer en ellos su venganza. la asamblea del pueblo ni tampoco inscritos en su libro. Así se procederá desde el día de la
desaparición del Maestro de Justicia y se continuará procediendo hasta la venida del Mesías,
SEGUNDA ETAPA DE LA APOSTASÍA salido de Aarón y de Israel.
Documento «A»
COL. IX
1 Aquel que dé al anatema a un miembro de la comunidad, entregándole a la justicia de los goim 10b En lo que concierne a la purificación del agua, 11 que nadie tome baño con agua poluta ni
(gentiles), que sea condenado a muerte. con cantidad inferior a la que es necesaria para sumergirse; que 12 nadie se purifique con el
2 En cuanto a aquello que él dijo: «No te vengarás ni guardarás rencor a un hijo de tu pueblo» agua de un vaso, ni con el agua que haya quedado en la cavidad de una piedra 13 si en ella no
(Levítico 19, 18), 3 aquel de entre los miembros de la Alianza que acuse a su prójimo sin hay agua suficiente para la inmersión.
haberlo reprendido delante de dos testigos, 4 o que haga su acusación movido por la cólera, o Si el hombre impuro toca esta agua se convertirá en impuro, como ocurriría con las aguas del
denuncie al hermano a sus superiores con el fin de que éstos lo desprecien, 5 éste es el que «se vaso.
venga y guarda rencor».
Está escrito: «Solamente el Señor tomará venganza de sus enemigos y guardará rencor contra EL SÁBADO
sus adversarios» (Nahum 1, 2). 6 Si alguien guardó silencio de un día para otro y, todavía bajo el 14 En lo concerniente al sábado, para observarlo como es debido, que nadie haga en el sexto día
efecto de la cólera, hace una acusación de un crimen de muerte, 7 contra sí mismo está 15 ningún trabajo cuando el sol ya está llegando al ocaso y se puede contemplar su disco.
testimoniando, porque no guardó el precepto de Dios 8 que le ordena: «Reprenderás antes a tu
hermano, para no cargarte con pecado por su causa» (Levítico 19, 17). 16 Es lo que Dios dijo: «Guardarás el día del sábado para santificarlo». (Deuteronomio 5, 12).
Que nadie diga en el día del sábado palabras inútiles.
9 Con referencia al juramento del cual él dijo: «Tu propia mano no te salvará», si un hombre
obligara a otro a prestar juramento en el campo, 10 y no delante de los jueces o habiendo 17 Que nada sea dado en préstamo al prójimo.
recibido permiso de ellos, en ese caso será su mano la que lo salve. 18 Que en ese día no se haga nada que pueda proporcionar algún lucro o alguna ganancia.
11 Si se llegara a perder alguna cosa y no se supiera quién la sustrajo del lugar donde estaba, el 19 Que no se hable del trabajo o de la labor que debe ser hecha al día siguiente.
propietario pronunciará 12 juramento de execración contra todos. Quien lo oyere y estuviere al 20 Que nadie pasee por los campos planeando el trabajo que deba hacer.
corriente del robo y no lo denuncie, será culpado. 21 En el sábado, que nadie se aleje de la ciudad más de mil pasos (1000 codos).
13 Todo objeto mal habido y que deba ser restituido, si no apareciese el dueño, aquel a quien 22 Que nadie coma en el día del sábado sino lo que haya preparado 23 en el día anterior. Lo que
incumbe la restitución lo declarará 14 al sacerdote, y el sacerdote quedará como dueño del se encuentra perdido en el campo, que no lo coma; que no lo beba sino en el campo.
objeto, descontando el cordero para la expiación. De igual manera, todo objeto perdido que sea
hallado 15 y no se encuentre su propietario, aquel a quien le toque restituir que lo declare
delante del sacerdote; 16 y puesto que nadie sabe a quién pertenece, que los mismos sacerdotes COL. XI
lo guarden. 1 Si alguien va de camino y baja para bañarse, que beba en cuanto esté abajo, pero que no recoja
agua con algún recipiente.
DISPOSICIONES SOBRE LOS TESTIGOS 2 Que no envíe a un hijo de extranjero para que haga lo que él mismo desearía hacer en el día
del sábado.
16b Respecto a cualquier violación de la ley, cometida por quienquiera que sea, si alguien lo ve
y es el único testigo, debe denunciarlo al vigilante. 3 Que en ese día nadie vista vestidos sucios o que hubieren sido usados por un goín (gentil), 4 a
no ser que hubiesen sido perfectamente lavados y frotados con incienso.
17 Si se trata de un crimen que merece la pena de muerte, el vigilante lo escribirá por su propia
mano. 5 Que nadie ayune por su propia iniciativa en el día del sábado ni nadie conduzca a pastar el
ganado fuera de la ciudad 6 a distancia mayor de dos mil codos. Ni levante su mano para
18 Si después el acusado vuelve a cometer la misma falta en presencia del mismo o de otro
arrearlo. 7 Si se trata de un animal indócil, que no lo saque fuera de la casa.
testigo, y éste a su vez lo hace saber al vigilante, 19 y si una tercera vez vuelve a ser sorprendido
en presencia de un tercer testigo, está ya condenado sin necesidad de juicio. 8 Que nadie traslade nada de fuera de la casa para adentro ni de dentro para afuera.
20 Pero si hubiere solamente dos testigos y éstos testimonian hechos diversos, el culpable será 9 Que en el día del sábado no abra ningún recipiente que esté todavía lacrado.
solamente separado de la purificación 21 con tal que los testigos sean dignos de fe y hayan 10 Que nadie vaya perfumado cuando sale en el día del sábado.
presentado su denuncia al vigilante el mismo día en que presenciaron el delito. 11 Que en el día del sábado nadie mueva en su casa ni siquiera una piedra ni sacuda el polvo.
22 Tratándose de un caso de dinero, bastará con dos testigos. Para ser separado de la 12 Que el padre del lactante no pasee a su niño en el día de sábado ni dé órdenes a su siervo, a
purificación bastará un solo testigo. su sierva o a sus empleados.
13 Que nadie ayude a una bestia a dar a luz en día de sábado.
COL. X 14 Si un animal cae en una fosa o en un pozo, que no lo retire en el día del sábado.
1 Los jueces no aceptarán como testigo, sobre todo tratándose de una denuncia en cargos de 15 Que nadie festeje el sábado cerca de los paganos ni nadie lo profane por el lucro o la
pena de muerte, a aquel que no tuviera 2 la edad suficiente para presentarse delante de los ganancia.
jueces, y tampoco aquel que no sea temeroso de Dios. 16 Si acaso una persona llegase a caer en un lugar lleno de agua o en una cisterna, 17 que nadie
3 No se dará crédito al testimonio de aquel que haya transgredido abiertamente algún precepto se sirva de una escalera, de una cuerda o de cualquier otro instrumento.
de la ley y no haya hecho suficiente penitencia para poder reintegrarse. 18 Que nada sea ofrecido sobre altar a no ser los holocaustos, porque está escrito: «Excepto
4 He aquí la regla para los jueces de la comunidad: vuestros holocaustos» (Levítico 23, 28).
Deberán ser diez hombres 5 escogidos en la comunidad conforme a las exigencias de ésta. 6
Cuatro serán de la tribu de Leví y Aarón y seis de Israel. Serán versados en el libro de Hegou REQUISITOS PARA EL SACRIFICIO
(Libro de Estudio) y en los estatutos de la Alianza. Deberán ser tomados ocho de entre aquellos
19 Que nadie envíe al altar un holocausto o una ofrenda por medio de un hombre contaminado
que tengan de veinticinco 7 a sesenta años de edad. 8 A partir de sesenta años nadie será
20 con alguna impureza, para que no contamine el altar. Pues está escrito: 21 «El sacrificio de
escogido para 9 juzgar a la comunidad. Porque por causa del pecado del hombre sus días fueron
los impíos es abominable, pero la oración de los justos es como una grata ofrenda» (Proverbios
abreviados y, en su disgusto contra los habitantes 10 de la tierra, Dios decidió quitarles el uso de
15, 8).
la razón antes incluso de que terminen sus días.
22 Que todo el que deba entrar en la casa de adoración, no entre si estuviese impuro y se deba
todavía purificar.
REGLAS DE PURIFICACIÓN
23 Cuando suenen las trompetas de la reunión, que no lo hagan más temprano o más tarde y que 6 El levita lo podrá instruir (al leproso) en las leyes, pero será el sacerdote quien le imponga la
no interrumpan el servicio. reclusión, 7 aun cuando el sacerdote sea ignorante, porque ése es su derecho.

COL. XII LOS INSPECTORES


1 El sábado es santo; por eso, que ningún hombre tenga relaciones con su mujer 2 para no Esta es la regla para el inspector del campo:
manchar la ciudad del santuario con su impureza. 8 Que enseñe a los demás todo lo que pueda de las obras de Dios; que les haga comprender la
3 El que esté bajo el dominio del espíritu de Belial y profiera palabras rebeldes será juzgado de grandeza de sus maravillas; que les narre con todos sus pormenores los acontecimientos que
la misma manera que los magos y los adivinos. sucedieron en el pasado; 9 que los ame como un padre a sus hijos y que cargue todas sus
4 Todos aquellos que por inadvertencia violen el sábado o algunas de las fiestas no serán aflicciones como un pastor a su rebaño. 10 Él desatará todos los nudos de sus ataduras, de modo
condenados 5 a muerte, pero que sean puestos en observación para ver si se corrigen. 6 Este que en la asamblea nadie se sienta oprimido o sobrecargado.
tratamiento se continuará durante siete años y después volverán a entrar en la asamblea. 11 Que examine también a todo aquel que desee unirse a la asamblea: sus obras, su instrucción,
su capacidad, sus fuerzas, sus bienes. 12 Si el candidato merece ser admitido, que lo inscriba en
RELACIONES CON LOS PAGANOS el lugar que le compete, según su condición hacia su destino de luz.
Que nadie tienda la mano para derramar la sangre de un pagano 7 por afán de lucro o de 13 Que ninguno de los miembros del campo se permita introducir a nadie en la asamblea sin la
ganancia. autorización del inspector del campo.
Que nadie tome tampoco nada de los bienes de ellos, 8 para que no blasfeme, a no ser que la 14 Que ninguno de los que entren en la Alianza de Dios reciba nada de un hijo de perdición.
decisión venga del alto Consejo de Israel. Tampoco le regale nada, a no ser que se trate de un intercambio.
9 Que nadie venda un cordero o un pájaro de los considerados puros a un pagano, porque está 15 Que nadie inicie un negocio de compraventa sin haber avisado antes al inspector del campo.
destinado al sacrificio. 16 Después de haberlo hecho podrá comenzar el trato.
10 Que no les sea vendido nada ni del granero ni del lagar, a ningún precio. 17 [. . .] tendrá cuidado de expulsar [al que se lo merezca (?)].
11 Y tampoco le venda nada a su siervo ni a su sierva si éstos hubieren entrado en la Alianza de 18 Mostrará preferencia por aquellos que [. . .]
Abrahán. 19 [. . .]
12 Que nadie contraiga impureza comiendo animal salvaje, o reptil, o larvas de abejas, 13 o 20 Esta es la organización del campo [. . .] 21 que se tratará de instalar en todos los puntos de la
cualquiera de los animales que nadan en el agua. tierra, [como está dicho:]
Que nadie coma peces, a no ser que hayan sido partidos 14 estando aún vivos y que su sangre
haya sido derramada. COL. XIV
Que se arroje toda especie de langostas en el agua, 15 mientras están todavía vivas, porque de 1 «Vendrán para ti y para tu pueblo y para la casa de tu padre días como no los ha habido desde
esta materia fueron ellas creadas. el tiempo en que Efraín se separó de Judá» (Isaías 7, 17).
16 Cualquier pedazo de madera o de piedra o de barro que haya sido tocado por la impureza del 2 Para todos los que así se conduzcan, la Alianza de Dios será prenda de salvación. Los librará
hombre, 17 contrae la misma impureza, y todo hombre que lo toque quedará igualmente impuro. de los peligros de la fosa y serán oídos con prontitud.
18 Cualquier clavo o estaca clavados en un muro del lugar donde haya un muerto contraerá la 3 Normas válidas para todos los campos:
misma impureza que los utensilios de trabajo del difunto. Que en cada uno de ellos se haga un censo nominal. En primer lugar se nombrarán los
sacerdotes, 4 en segundo los levitas, en tercer lugar los hijos de Israel, en cuarto lugar los
GOBIERNO E INSTALACIÓN DE LA COMUNIDAD prosélitos.
19 Disposiciones por las cuales se regirán las sociedades de Israel en lo que respecta a lo puro y 5 Que sean inscritos nominalmente uno después de otro. Primero los sacerdotes, después los
a lo impuro, 20 de modo que sea patente la distinción entre lo profano y lo sagrado. Estos son levitas, en tercer lugar los hijos de Israel y por último 6 los prosélitos. En este orden tomarán
los preceptos que servirán 21 de norma al instructor para dirigir a todos los vivientes de acuerdo asiento y también en este orden podrán hacer preguntas sobre cualquier asunto.
con la regla marcada para cada tiempo. 22 Por estas normas se deberá conducir todo Israel y así 7 El sacerdote que está encargado de gobernar a los del primer orden deberá tener de treinta a
no incurrirá en maldición. sesenta años. 8 Deberá ser versado en el libro de Hegou (Libro de Estudio) en todos los decretos
23 Esta es la regla que debe observarse en la instalación del campo. A ella se atendrá durante el de la ley para que sepa dirigir la asamblea según lo que está prescrito.
tiempo de impiedad hasta que surja el Mesías de Aarón y de Israel. 9 El inspector de todos los campos deberá tener de treinta a cincuenta años y ser conocedor de
todos 10 los conocimientos humanos y de todas las lenguas.
COL. XIII Según sus decisiones, se aproximarán 11 todos los miembros de la congregación, respetando su
1 Cada campo contará por lo menos diez hombres, pero también podrá tener hasta mil, pasando escalafón. Cuando alguien desee hablar de algún asunto, que antes hable con el inspector, 12
por centenas y cincuentenas. especialmente tratándose de queja de juicio.
2 Regla para las decenas:
Donde hubiera un grupo por lo menos de diez, que no falte un sacerdote versado en el libro de REGLAS PARA LOS SUPERIORES
Hegou (Libro de Estudio). 12b Estas son las disposiciones que los «grandes» deben observar para atender a las necesidades
3 Y todos se deben atener a sus decisiones. Si él no fuere versado en todas estas reglas y hubiere de todos:
allí 4 un levita que sí lo sea, entonces las decisiones serán tomadas según el consejo del levita. 13 Que se dé el salario de dos días por mes al inspector y a los jueces.
5 Pero si sucediere que se debiese aplicar a alguien la ley de la lepra, que en ese caso el 14 Que del depósito común se retire lo necesario para cubrir las necesidades de los súbditos.
sacerdote ocupe su lugar en el campo. 15 Que ayuden al pobre, al indigente, al viejo, al hombre castigado, al cautivo de una nación 16
extranjera, a la virgen que no tiene dote y a aquel que no tiene quien cuide de él.
17 Estos son los estatutos de la congregación, 18 [que se deben observar hasta que llegue] 5 Que las personas más autorizadas lo reprendan conforme a sus culpas hasta que pueda volver a
19 el Mesías de Aarón y de Israel. Él expiará nuestras faltas. ocupar su lugar en la asamblea de los hombres íntegros.
20 El que engañe a otro conscientemente en algo de dinero [. . .] 21 será castigado durante seis 6 Hasta que sus obras hayan sido aprobadas conforme a la ley en la justicia, nadie se asocie con
días [. . .] el que hable [. . .]. él 7 en el trabajo, en el lucro, puesto que está maldito por todos los santos del 8 Altísimo.
Esta razón valdrá para todos aquellos que desprecien las órdenes antiguas 9 y las que seguirán;
COL. XV 10 para aquellos que pusieron ídolos en su corazón y caminan en la impenitencia del mismo.
1 Que no se jure por el «nombre» ni por Alef ni por Daleth, sino por el juramento de la Alianza Ya no tienen parte con la casa de la ley. 11 Como sus semejantes que se alejaron siguiendo al
2 y por las maldiciones de la Alianza. hombre de mentira, así serán ellos juzgados, porque prefirieron los errores 12 a los estatutos
justos, despreciaron la Alianza fiel establecida en el país de Damasco 13 hasta hacer nueva
Que nadie mencione en el juramento la ley de Moisés, 3 porque si jura y vale el juramento habrá Alianza, y no habrá para ellos ni para sus familias lugar en la casa 14 de la ley.
profanado también el nombre.
Desde el día de la desaparición del Maestro de Justicia hasta el día en que 15 murieron todos los
4 Si juró por las maldiciones de la Alianza, el culpado será conducido delante de los jueces. Si hombres de guerra que marcharon con el hombre de mentira, pasaron cerca de cuarenta años.
de hecho las transgredió, será condenado. 5 Pero si confiesa su falta y ofrece una compensación,
no será reo de la pena de muerte. 16 En ese tiempo se inflamó la cólera de Dios contra Israel, como dijo: 17 «No hay ni rey ni
príncipe, ni juicio, nadie que reprenda con justicia» (Oseas 3, 4; Isaías 11, 4). Pero los penitentes
Aquel que entre en la Alianza con sus hijos 6 lo hace para un estatuto eterno. Si sus hijos no de Israel que se arrepintieron de su iniquidad 18 guardan la Alianza de Dios. «Entonces dirá uno
tuvieren edad suficiente, que haga el juramento de la Alianza en nombre de ellos. al otro que cada cual fortifique a su hermano» (Malaquías 3, 18).
7 Esta regla estará en vigor durante el tiempo de impiedad para todo aquel que quiere dejar los 19 Dios prestó atención a sus palabras, él las oyó. «Un memorial fue escrito directamente de él
caminos de perdición. para los 20 que temen a Dios y estiman su nombre», hasta que se manifiesten la justicia y la
8 En el día que él ya no se entienda con el inspector de los «grandes», le será aplicado el rigor salvación para aquellos que temen a Dios.
del juramento de la Alianza que Moisés concluyó con Israel. 21 Veréis de nuevo la diferencia entre un justo y un impío, entre el que sirve a Dios y el que no
9 Esta es la Alianza de aquellos que se proponen regresar a la ley con todo el corazón 10 y con lo sirve.
toda el alma. Todo aquello que se debe practicar durante el tiempo de impiedad se encuentra en 22 Él colmará de gracias a los que lo aman y a aquellos que le permanecen fieles, por mil
ella. generaciones.
11 Que nadie enseñe a otro los estatutos sin haber hablado antes con el inspector, no sea que se
encuentre como perdido en medio de ellos.
12 Pero si se deja llevar por la traición después de haberse comprometido a volver a la ley de
Moisés 13 con todo el corazón y con toda el alma, que los demás se alejen de él.

COL. XVI
1 El pactó con vosotros una alianza —con todo Israel—. Esta es la razón por la cual todos se El Fragmento de Muratori
deben comprometer en su camino 2 y regresar a la ley de Moisés. En ella todo está exactamente Así se llama entre los técnicos de la Biblia un manuscrito, hallado en el siglo xvm en la
explicado, y 3 la distribución de los tiempos para que Israel se acuerde exactamente de ellos, 4 Biblioteca Ambrosiana de Milán, cuyo origen es del siglo lI de nuestra era, y más concretamente
división de los tiempos conforme a sus jubileos y sus semanas. del año 160 poco más o menos. Contiene el canon o lista de los libros que la Iglesia recibe como
sagrados. Al hablar de los Hechos de los Apóstoles, dice que san Lucas refiere en este libro:
5 El día en que alguien se comprometa a regresar a la ley de Moisés, el ángel Masterna se
alejará de él si observa su compromiso. 6 Esta es la razón por la cual Abrahán se circuncidó en «... lo que ha sucedido en su presencia, como lo declara evidentemente el hecho de que pase
el día en que fue informado de eso. por alto el martirio de Pedro y el viaje de Pablo desde Roma a España»
En cuanto a aquello que él dijo: 7 «Cumplirás lo que tus labios prometen» (Deuteronomio 23,
24), 8 que no se viole el juramento hecho de seguir la ley aun cuando sea con peligro de muerte. Estos dos hechos - martirio de Pedro y viaje de Pablo a España- no los presentó san Lucas en los
9 Todo juramento que alguien haga de alejarse de la ley no debe ser observado aunque sea al Hechos, o bien porque no estaba por entonces en Roma, o porque, evidentemente, al tiempo de
precio de su vida. truncar la narración de su libro, no habían tenido lugar todavía. Este testimonio, del que no
10 ¿Qué debe hacer la mujer con su juramento si el marido le ordena anularlo? 11 Pues que el puede decirse que dependa literariamente del de Clemente de Roma, resulta igualmente decisivo
marido no anule ese juramento para no tornarla impía. 12 Pero si el juramento lleva a la en favor del viaje de san Pablo a España. Sea quien fuere el autor de este Fragmento - Hipólito
violación de la ley, que el marido lo anule sin vacilar. Lo mismo puede hacer el padre [con los de Roma o cualquier otro presbítero romano-, lo cierto es que hacia la mitad del siglo n esta
hijos]. tradición terminante sobre el viaje de Pablo a España está todavía viva entre los cristianos de
13 Respecto a las ofrendas, que nadie ofrezca sobre el altar un donativo robado. 14 Que los Roma. Hay quien dice que es imposible saber sobre qué fuente anterior descansa este testimonio
sacerdotes no lo admitan en Israel. 15 Que nadie ofrezca alimento de su casa a Dios, porque él y, por consiguiente, que su valor es muy relativo. Yo pienso, por el contrario, que su valor es
fue quien dijo: 16 «El hombre busca a su siervo para la muerte» (Miqueas 7, 2). apodíctico, porque no descansa sobre un texto determinado de un determinado autor, sino que
COL. XVII recoge, como en los demás datos de todo el Fragmento, los hechos perfectamente conocidos en
la comunidad de Roma. El viaje de Pablo desde Roma a España, afirmado por el testigo de vista
1 [. . .] Clemente de Roma, no fue un viaje de incógnito. La comunidad romana, al salir Pablo de la
2 Tal será la ley para todos los que entran en la Alianza de los hombres que buscan la perfecta primera prisión, sabía perfectamente y conservaba la memoria de hacia dónde se encaminó
santidad. Pablo, como sabía concretamente el martirio de Pedro y los demás datos que el Fragmento
3 El hombre que experimenta disgusto en la práctica de las disposiciones justas será probado en aduce. Al igual que en las demás comunidades cristianas, incluso cuando Pablo tuvo que salir
el horno. huyendo, como en Tesalónica (Hechos 17, 10), sabían el rumbo que había tomado el Apóstol. Y
4 Desde el momento en que sus obras sean conocidas, que se le expulse de la congregación en Roma, no fue Clemente el único testigo de ese rumbo. Fue, sin duda, la comunidad entera la
como si nunca hubiese ocupado un lugar en medio de los discípulos de Dios. que le vio partir, y algunos hermanos de aquella comunidad seguramente lo acompañaron.
Clemente testifica lo que vio y lo que sabía estar en el recuerdo de todos cuantos presenciaron la
partida de Pablo para España. Este recuerdo pervivía entre los cristianos de Roma y Clemente lo
da por sabido. De ese ambiente lo recoge el autor del Fragmento, lo mismo que recoge de ese
mismo ambiente las demás noticias de su escrito. Su testimonio, ni por el contexto ni por el
estilo, depende directamente del de Clemente. Depende sólo de esa tradición romana, que así
como recuerda la llegada de Pablo prisionero a Roma, recuerda igualmente la partida del
Apóstol, ya libre, para España. La independencia del testimonio del Fragmento con respecto al
testimonio escrito de Clemente es nueva garantía de la absoluta verdad histórica de tal viaje.

Un apócrifo: Los Hechos de Pedro


Aunque se trate de un apócrifo, todos los especialistas reconocen en él un fondo histórico. Hoy
se conserva solamente en latín. Pero se advierte que su lengua primitiva es el griego.
En esta lengua han aparecido también algunos fragmentos. Por muchos detalles se descubre que
fue escrito en el norte de Palestina o en Siria hacia finales del siglo II. Podría, pues, representar
el sentir de las iglesias de Oriente. Este libro atestigua que Pablo, al salir de la prisión romana,
se dirige por la orilla del Tíber hacia Ostia Tiberina (junto al actual aeropuerto romano de
Fiumicino), adonde lo acompañan no pocos cristianos de Roma. Allí intenta embarcarse para
España. Pero, por causa de una tempestad, tiene que retrasar su embarque durante unos cuantos
días. Entonces, los acompañantes del Apóstol avisan a los de Roma que Pablo sigue todavía en
Ostia. Por ello acuden aún más cristianos romanos para despedir a Pablo, hasta que, por fin,
serenada la tempestad, éste puede zarpar de aquel puerto para España.

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