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La política como actividad humana agrupa una concepción general cuya base
es posible encontrarla en el origen civilizatorio de la vida. Las formas en que el
hombre se agrupa de acuerdo al contexto que da origen a los disímiles vínculos
donde cabe mencionar la actividad laboral, el sentido de parentesco, entre
otras hasta llegar a las agrupaciones colectivas constructoras de identidades
disímiles sobre la pluralidad de intereses.
La política según Fung R.Thalia (1997), “se ocupa de las relaciones de poder
ejercidas por el gobierno y el Estado y el curso efectivo de dichas acciones en
los sujetos a los que se les impone. Son relaciones comportamentales, luego
subjetivas, pero no son unidireccionales, implican interacción constante entre
sujetos colectivos y también singulares” (pág. 67).
Algunas teorías sobre política afirman que no debe ser importante resolver de
qué forma se establece la relación de poder-dominio sino de qué maneras se
puede entender la integración de las partes del grupo, contemplando incluso
aquellas minorías que generalmente no son tenidas en cuenta. Esto significa
analizar y comprender cada una de las relaciones existentes entre los
miembros tanto individuales como colectivos. De este modo, podemos
comprender la política como el arte de la integración y no de la dominación.
Hay que decir que en la precisión del objeto de estudio de este conjunto de
disciplinas no hay una opinión única. Los debates y polémicas continúan.
Incluso, no todos coinciden en separarlas tal y como aquí se presentan, sino
que hay especialistas que ven algunas de estas disciplinas como parte de otras
de esta misma lista; otros que identifican algunas de ellas como sinónimos; y
aquellos que agrupan el conjunto en un único concepto. (Duharte 2006. p. 19 )
Otro presupuesto que tiene en cuenta Chávez (en Fung T y Pineda J, 2004) “lo
moral no integra una parcela particular de la vida en sociedad, existe como
atributo de las múltiples relaciones que dan sentido a la existencia humana (…)
como parte de la totalidad social va a reflejar las características de la estructura
económica y los avatares de las luchas políticas.” (pp.81-82) Los valores
morales ejercen influencia en el ámbito de las relaciones y las conductas
humanas, en las cuales se incluyen las políticas.
Bibliografía.
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1.2 El poder, esa bestia magnífica
Lic. Roberto Luis Díaz Perojo
1
Paul-Michel Foucault (1926-1984): filósofo, sociólogo, lingüista francés, reconocido mundialmente por
sus interpretaciones de corte estructuralista y por sus aportes a las teorías contemporáneas del poder.
presenta el asidero perfecto desde el cual salir airosa ante tantos
cuestionamientos.
2
Se refiere al libro: Política de Aristóteles, un examen detallado acerca de la constitución del Estado, su
base de poder, las Constituciones y diversas críticas a teorías políticas de la época.
puesto que un asunto tan entronizado como la familia se descentraliza de su
entorno clásico y se visualiza como un espacio de poder, de esta manera se
rompe con el enfoque clásico del sentido común que encierra al poder en su
manifestación institucional y se presenta como una asociación de nuevo tipo
donde: “la administración de la familia descansa en tres clases de poder: el del
señor, el del padre y el del esposo3.
3
Hace referencia a la distinción que hace el filósofo griego Aristóteles en su libro La Política, Libro I,
Capítulo V: Acerca del poder doméstico.
representa: “Es imprescindible, por supuesto, un cuerpo administrativo que
ordene y brinde solidez al entorno colectivo, en suma, una arquitectónica de la
sociedad” (Palacios, p.63).
Esgrimir el concepto clásico del Estado como detentor del poder político, obra a
su vez con algunos peligros, uno de ellos es el caso de considerar que esta
institución sobrevive gracias al uso de la violencia y de la coacción
exclusivamente, cosa esta que es cierta, pero, además, es necesario agregar
que la figura del Estado está inscrita también en un plano de conciencia, de
creación y manipulación de subjetividades, al respecto Antonio Gramsci
señalaría:
(…) el poder no se ejerce solo sobre la base de la represión: necesita que sus
instituciones de coerción detenten el monopolio del uso de la violencia, y que la
pretensión de ese monopolio sea aceptada por la sociedad. Le es imprescindible,
por consiguiente, controlar también la producción, difusión y aceptación de normas
de valoración y comportamiento (Acanda, 2002, p.248).
El poder es una red compleja de terminales, entre las cuales la más celebrada
expresión es la institucionalización, pero esa es solo una cara de la moneda,
que no deja percibir con claridad el componente subjetivo y ético de la cuestión.
El punto de inflexión está en considerar al poder como aquella capacidad para
decidir sobre lo público, la facultad corporativa de dar eficacia a un querer o
voluntad que trata de lo público, pero una capacidad o facultad que reside
originalmente en la ciudadanía que conforma la polis.
Poder político: Es muy importante la habilidad que tenga ese líder para
trabajar en equipo, con otras personas y dentro de sistemas sociales cuya
finalidad sea la de conseguir sus apoyos4.
4
Tomado de Multimedia Teoría Sociopolítica, Conferencia II El problema del poder político.
5
Max Weber la define como una dominación aceptada.
herramientas de indagación filosófica, con el fin último de constatar y poner en
relieve su aplicación práctica.
Entonces ¿Ha logrado el hombre decodificar los senderos del poder y librarse
de esa entidad superior siempre al asecho que conduce y ejerce la función de
configurador de su entorno social?
No existe mejor punto de vista que sintetice, la coexistencia de los tres poderes
que la explicación del neoliberalismo como sistema, pareciese una
conversación muda pero no lo es; es en la tendencia neoliberal donde la
política es absorbida por el poder del dinero al punto que guía, coordina y
genera el proceso de toma de decisiones; por otro lado, los medios de
comunicación reproducen ese dominio oligárquico trocando la promesa de
igualdad, metamorfoseando las conciencias, gestando el poder de la
ideología(el más silencioso, pero el más efectivo) y disfrazando aquella
promesa con el autoritarismo estatal y el capital de réplica incansable.
Esto sería la unión de los discursos del saber con el lado práctico, lo
institucionalizado, lo cual permitirá ilustrar mejor cómo funciona el poder desde
una estructura arquitectónica que en la época moderna, ha tomado la forma de
una nueva economía del poder, lo ha radicalizado y lo ha convertido en un
desconocido que nos sobrecoge con su presencia, en un ser que vino para
salvarnos del desequilibrio que amenaza lo social, o en el minotauro del
laberinto, en cualquiera de los casos, sigue siendo una bestia magnífica.
Bibliografía
1. Acanda, J.L(2002). Sociedad civil y Hegemonía, Centro de Investigación y
Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello.
2. Castells, M. (2009). Comunicación y poder. Madrid: Alianza Editorial.
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Habana: Editorial Félix Varela.
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6. Hobbes, T. (1651). Leviatán trad. por Manuel Sánchez Sarto, México, F.C.E.,
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7. Montbrun, A. (2010). Notas para una revisión crítica del concepto de poder.
En Polis, Revista de la Universidad Bolivariana, Volumen 9, Nº 25, pp. 367-389
8. Palacios Cruz, V. El poder político en Hannah Arendt. En Revista
Humanidades, pp.51-74.
9. Weber, M. (2000). Política y Ciencia. Ediciones elaleph.com
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1.3- Pueblo, ciudadano y ciudadanía ¿iguales o diferentes?
Dra. C. Marta Margarita Pérez Gómez
José Martí identifica pueblo como masa pública en la que incluye a los sectores
más humildes de la sociedad, en su mayoría indígenas, campesinos y antiguos
esclavos africanos, es decir con los pobres de la tierra con quien quiere su
suerte echar.
He incluye a los miles de cubanos que están sin trabajo a los obreros del campo
que habitan en los bohíos miserables, a los obreros industriales y braceros a los
campesinos que trabajan una tierra que no es suya, a los maestros y profesores a
los profesionales jóvenes: médicos, ingenieros, abogados, veterinarios, pedagogos,
dentistas, farmacéuticos, periodistas, pintores, escultores, etcétera, que salen de
las aulas con sus títulos deseosos de lucha y llenos de esperanza para encontrarse
en un callejón sin salida, (Castro F. 1953, p.22)
Las reflexiones de San Agustín y Santo Tomás nos permiten afirmar que en el
Medioevo la definición de ciudadano mantiene el reconocimiento del ciudadano
en tanto está vinculado con un espacio urbano y solo para aquellos vinculados
con la política, expresión del carácter excluyente de la definición.
Para Adela Cortina la dimensión social del ciudadano aportada por Marshall, es
la definición canónica de ciudadano:
El meollo del problema está en delimitar cuáles son las necesidades y los
medios básicos considerados mínimos de justicia que un Estado no puede
dejar insatisfechos sin perder su legitimidad. Porque si es cierto que un Estado
interventor en los asuntos privados de los individuos produce ciudadanos poco
participativos en la búsqueda de soluciones a problemas de carácter público;
también lo es que, un Estado que dé la espalda a la solución de los problemas
considerados de índole particular, produce ciudadanos apáticos, ya que a quien
no se le garantiza el ejercicio de sus derechos sociales, no puede ejercer los
políticos, ni los civiles. Es decir, quien no es tratado como ciudadano no puede
actuar como tal.
Como afirma Arendt ser ciudadano es “el derecho a tener derecho” porque
¿qué es constituirnos como ciudadanos sino la posibilidad de acrecentar
nuestra acción, nuestro debate, nuestra legitimidad? (2002).
6
Se consideran mínimos de justicia las necesidades básicas de las personas, mientras que el bienestar
es el ideal imaginario de cada una de ellas, sus infinitos deseos sicológicos, es decir los mínimos de
justicia son un ideal de la razón y el bienestar de la imaginación. Cortina A, 1999, pp. 85-87
ciudadanos el sentido de pertenencia a una comunidad, a través de la
búsqueda de las raíces históricas y tradicionales que comprometen al
ciudadano con su colectividad (Cortina A, 1999, p. 25 y 33)
Por otro lado, dicha definición pretende ser homogenizadora, evadiendo que
refleja una realidad concreta, la de los países capitalistas desarrollados que es
bien diferente a la de los países del Sur político.
Así mismo los derechos ciudadanos han estado marcados por la exclusión y no
por la acumulación, no solo en términos de su ejercicio por las grandes
mayorías amerindias, sino también, en la conquista de los derechos civiles y
sociales. Ya que mientras en el mundo capitalista desarrollado, a la conquista
de los derechos civiles le siguió la de los políticos y posteriormente los sociales,
en América Latina el reconocimiento y ejercicio de uno significaban la
supresión completa o parcial de los otros.
Durante el siglo XIX e inicios del XX la manipulación de los derechos políticos
excluyó los civiles, en el siglo XX el reconocimiento de algunos derechos
sociales fueron en detrimento de los civiles y políticos, con el establecimiento
de las dictaduras militares en el continente quedaron excluidos los sociales y
reducidos a la mínima expresión los civiles y políticos.
Ante esta nueva realidad política se da un incremento del debate teórico sobre
los contenidos de dicha ciudadanía, los mecanismos de 'diálogo', la ‘inclusión
del otro’, el fortalecimiento de un ciudadano responsable en la búsqueda de un
desarrollo con matices de justicia social, e inclusión.
Por ello no basta con reconocer sus derechos ciudadanos y dar prioridad a la
ejecución de políticas públicas dirigidas a crear un mínimo de condiciones
sociales, se requiere que conozcan los problemas y las carencias de su
sociedad; que reflexionen y opinen sobre ellas; que discutan las distintas
propuestas y alternativas para enfrentarlos, estén enterados del funcionamiento
y las atribuciones de sus instituciones; el estado actual de la vida política de la
sociedad y para ello necesitan reconstruir sus propias identidades e
inevitablemente sus prácticas políticas, necesitan de una cultura política común
cuyo rasgo distintivo sea la emancipación7.
7
La definición de cultura política emancipadora y sus rasgos distintivos pueden Pérez Gómez Marta
Margarita, 2007, “Cultura política emancipadora, una visión del futuro” en “Destinos culturales y
políticos ante la Globalización”, Coordinadores Valdés Célida, Sánchez Roberto y García Mario Alberto,
México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Universidad de la Habana, Universidad
Interamericana de Puerto Rico y Universidad de Guadalajara.
Entre los que se destacan los medios de difusión masiva. Estos al mantenerse
al servicio del gran capital a través de sus códigos de socialización procuran
reforzar el significado de ciudadanía que responde a los intereses de las
democracias representativas tradicionales en las que, los ciudadanos delegan
su consentimiento para ser gobernados disminuyendo o eliminando sus
posibilidades de acción, obstaculizando desde los imaginarios culturales la
participación ciudadana limitándola al ejercicio del voto y estimulando la apatía
respecto a la política.
Se requiere de una nueva ciudadanía que no vea a la política como una casa
de beneficencia sino el espacio público donde afluyen las aspiraciones de las
diferentes identidades colectivas y construyen las meta aspiraciones políticas y
sociales y en consecuencia ordenan los comportamientos políticos en función
de hacer realidad estas. Lo que resulta un gran desafío, pues durante siglos
alrededor de este espacio público se creó una barrera infranqueable para la
mayoría, ya que siempre fue un espacio patrimonial y exclusivo de los
políticos.
Referencias
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Recuperado en http://www.etcetera.com.mx/pag60ne23.asp (3 – 4 – 2010)
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Otros autores, sin negar el posible vínculo que, según ellos, pudiera existir
entre esta teoría y los orígenes del pensamiento político, destacan que la
principal fuente para el surgimiento de esta concepción debe buscarse en el
proceso de evolución de la politología y sociología occidentales. Tal es el
criterio seguido por autores tales como G. Almond, M. Weinstein (Weinstein:
1971,12), H. Jaguaribe (Jaguaribe:1973,138), quienes destacan que el primer
politólogo que describe la vida política utilizando la teoría sistemática lo fue D.
Easton, quien al mismo tiempo, se basa en la concepción de T. Parsons acerca
del análisis sistémico y estructural de la vida social. D. Easton en varias de sus
principales obras (véase The political system, an inquiry in to state (1953), A
framenwork for political analysis (1965), no sólo expone y desarrolla su
concepción sobre los fundamentos del sistema político (Véase Anexo 1), sino
que además, como destaca M. Weinstein (1971), “presta una mayor atención a
aquellos problemas vinculados al estudio de la conducta política y menos a la
descripción histórica del desarrollo de las ideas políticas”. (Weinstein, 1971: 41)
Tales trabajos de D. Easton fueron a su vez tomados como fundamento teórico
por posteriores politólogos como lo constituyeron los casos de F G. Almond y
T. Powell, en Análisis político comparado (1966), de M. Kaplan, en Teoría
sistémica (1967) y en Política internacional. Sistema y proceso (1957). (Véase
Anexo 2)
Realmente debe destacarse que lo que está detrás de todo esto lo constituía la
situación de descrédito existente en los marcos del sistema político en lo que a
funcionamiento se refiere y que urgía de la necesidad de rescatar cuanto antes
su autoridad y prestigio. Como señala el politólogo R. Goldman (1972) , la
teoría sistémica se proyecta como una alternativa crítica al análisis puramente
empirista de los fenómenos políticos, reflejando un significativo interés por
examinar el proceso a través del cual se integran el todo y sus partes.
(Goldman, 1972: 362-365)
Democrático-
Premovilizativo.
Según M. Weber resultan tres los rasgos distintivos del Estado Moderno:
1) La existencia de un conjunto diferenciado de instituciones y personas
vinculadas a este.
2) La centralización del poder que irradiado desde un centro, abarca todo el
territorio.
3) La monopolización de la capacidad de dictar normas de forma vinculante,
basadas en la autoridad que de este dimana, del grado de legitimidad que este
tenga dentro de la comunidad, todo lo cual se ve complementado por el
monopolio de los medios de violencia física.
Definiciones análogas en la que partiéndose de diferentes supuestos se ha
querido presentar al Estado capitalista como un fenómeno al servicio de los
“intereses de toda la sociedad supuestamente al margen de determinaciones
clasistas, son las que mayormente han proliferado de manera general dentro
del marco de la politología burguesa. Esta última, partiendo de la ausencia de
una conceptualización más o menos homogénea acerca del Estado, (Dyson,
1980: 283-284) se propone operar con constructos teóricos “puros”,
desprovistos de toda contaminación clasista. Así se tiene al Estado como
aquella organización auxiliar funcional del organismo político, la cual tiene
como objetivo directo el contribuir al incremento de los bienes generales para
todos los ciudadanos.” (Dictionary of Political Science, 1965: 488), “...como
agente o instituto de la sociedad provisto de amplios poderes y sus medios
correspondientes para el uso de la fuerza, o sea para la realización de un
control obligatorio sobre la sociedad.”(Dictionary of Sociology and related
Sciences, 1968: 307)
El análisis del lugar y papel del Estado capitalista en el sistema político supone
la necesidad de distinguir algunas de sus manifestaciones institucionales, como
lo constituyen:
1. La existencia de un sistema particular de órganos e institutos, y de todo un
conjunto de instituciones especiales (el ejército, la policía, las cárceles, los
tribunales, los grupos paramilitares, los servicios de espionaje, etc.) sobre los
cuales recaen las funciones del poder estatal.
2. La existencia las leyes y normas jurídicas constituyentes, en sentido general,
de la normatividad jurídica de las relaciones de poder existentes.
3. La existencia de un determinado territorio, el cual deviene sustrato material
en el que se asienta la población.
Si bien un rasgo distintivo del Estado en todas las sociedades de clases
explotadoras lo ha constituido el uso de la violencia y la opresión, en el
capitalismo este adquiere un peso cada vez mayor. Ya desde su tiempo
señalaba F. Engels, como esta organización especial de fuerza que es el
Estado, tenía como fin mantener por la fuerza a la clase explotada en las
condiciones de opresión que determinaba el modo de producción existente.
Unido a esto, el Estado capitalista, al decir de A. Gramsci, se vale de todo un
“complejo de actividades prácticas y teóricas con las cuales la clase dirigente,
no sólo justifica y mantiene su dominio, sino también logra mantener el
consenso activo de los gobernados”, mantiene su “hegemonía” a través de la
manipulación de diversos resortes intelectuales, morales sobre el resto de la
sociedad. Un ejemplo de subterfugio del cual se valen los teóricos defensores
del Estado capitalista, lo constituye el presentar al Estado como una entidad al
servicio de los “intereses de toda la sociedad”, al margen de toda
determinación clasista.
9
Sobre el Estado de Bienestar existen diversos enfoques y tendencias las cuales han tratado
de explicar sus orígenes, así como su desarrollo y consolidación. Tal diversidad de
interpretaciones reveló lo ambivalente y contradictorio de este fenómeno, pues aun cuando
estas diferentes lecturas pudieran en cierta medida coincidir en cuanto a la necesidad de acudir
a una nueva forma estatal que articulase los intereses entre el Estado, el mercado, y la
sociedad, en el enfrentamiento de las desigualdades que en los marcos de esta última fuesen
surgiendo, éstas no lo hacían por las mismas razones y objetivos.
Desde el punto de vista tanto liberal, como conservador, el Estado de Bienestar resultaba ser
una consecuencia del desarrollo político, convirtiéndose en una respuesta a las crisis cíclicas
del sistema capitalista, así como también a las demandas populares de seguridad económica y
social, y con ello un mecanismo de integración social, y de corrección de los vaivenes del
mercado. En este sentido, el objetivo de este tipo de Estado no era alcanzar la igualdad social,
sino frenar los procesos deslegitimadores que aquejaban al capitalismo. No existe un modelo
único del Estado de Bienestar. Lo común que puede existir en uno u otro modelo lo constituye
la coexistencia de la carencia y la abundancia. El Estado de Bienestar no constituye un cambio
estructural dentro de la sociedad capitalista, en tanto su acción no se orienta a resolver
internamente los cada vez más agudos problemas de aquellas clases y grupos sociales
marginados en la sociedad capitalista, sino que sólo intenta compensar un tanto los efectos de
aquellos problemas que resultan un subproducto del crecimiento industrial, y de las acciones
del mercado.
El Estado de Bienestar, a pesar de presentarse como una forma paternalista de un Estado a
favor de los sectores más desfavorecidos, beneficia proporcionalmente mucho más a las
grandes empresas, por lo que el mismo podría ser mejor definido como un Estado de Bienestar
para los ricos, para la elite dominante, y como un “Estado de Malestar”, para los pobres.
-Touraine, Alain (1969): Sociología de la acción. Editorial Ariel, Barcelona. Cap.
VI, pp. 299-338
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-Anderson, P. (1979): El Estado absolutista, Siglo XXI, Madrid
-Bobbio, N. (1987): Estado, Gobierno y sociedad. Contribución a una teoría
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-Bobbio, N. (1987): La teoría de las formas de gobierno en la historia del
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-Crossman, R. H. S. Biografía del Estado Moderno, FCE
-Del Río Hernández, Mirta “La concepción marxista-leninista del Estado y la
contemporaneidad”, en: Filosofía y Sociedad. Tomo 1. Editorial Félix Varela, La
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-García Cotarelo, R., Blas Guerrero, A. (1986): Teoría del Estado y sistemas
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-García Cotarelo, R. (1986): Del Estado del Bienestar al Estado del Malestar,
Centro de Estudios Constitucionales, Madrid.
-Godelier M. (1977): Teoría marxista de las sociedades precapitalistas, Laia,
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-Gramsci, Antonio (1977): Maquiavelo y Lenin. Notas para una teoría política
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-Hall, J.A. (1994): El Estado, Editorial Alianza, Madrid
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-Lenin, V. I. El marxismo y el Estado, OC, Editorial Progreso, Moscú, T-33,
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-Lenin, V. I. El Estado y la revolución, OC, Editorial Progreso, Moscú, T-33,
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-Lenin V. I. Acerca del Estado, OC, Editorial Progreso, Moscú, T-39, pp.69-90
-Lerner F. “El fiasco de la teoría del Estado de Bienestar General”; en: Tras las
fachadas de las teorías burguesas. Editorial Orbe, la Habana, 1975
Según este autor, cada sistema político es un sistema de acción, por lo que el
análisis del sistema político no debía limitarse a la simple descripción de sus
normas políticas e ideológicas, sino que demanda además, el que se tenga en
cuenta como se interrelacionan todos los elementos formales y no formales del
proceso político, así como también los comportamientos políticos propios de
cada contexto. Sin embargo, el examen que G. Almond realiza del contenido
interno del sistema político, de su estructura se caracteriza por seguir una
lógica desde posiciones históricas. En tal sentido, se sobrevalora el significado
de las relaciones o interrelaciones funcionales del sistema político,
subvalorándose al análisis del papel de las instituciones estatales y jurídicas en
el sistema político.
La concepción que G. Almond tiene acerca del “rol”, le permite, según éste
afirma, el determinar, sobre la base de la realización de investigaciones
empíricas, algunos de los elementos tanto formales, como no formales, que
conforman el sistema político, así como explicar los comportamiento político
que tiene lugar. La categoría de rol se presenta de esta forma como unidad
fundamental de análisis estructural-funcional. De aquí que la tarea de la
investigación del sistema político sea vista por este autor no a través de los
criterios sociales funcionales existentes, sino en la determinación de los tipos
de interacción de la estructura de roles desde el punto de vista del activismo
social y el comportamiento político.
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Los orígenes del Estado burgués hay que buscarlos en el Estado feudal, de
quien es heredero, fue en los marcos de la sociedad feudal donde se produce
el surgimiento de la clase burguesa y ocurre su posterior evolución social.
Los principales rasgos distintivos del Estado feudal fueron: Su fundamento era
religioso (lo que significa que el orden establecido por el Estado tenía un origen
divino), la Iglesia Católica era una fuerza política, estaba estructurado con un
estricto orden jerárquico y por relaciones de vasallaje, que impedían cualquier
posibilidad de ascenso social a las personas que no pertenecieran a la nobleza.
10
Los señores feudales imponían dos rentas a los siervos, una en especie (productos obtenidos por los
siervos en sus parcelas de trabajo y que debían entregar al señor y la renta en trabajo que consistía en
laborar en las tierras del señor durante una cierta cantidad de días cada semana, ambas como pago por
vivir y utilizar las tierras de las que era propietario en señor feudal.
11
Luis XIV rey de Francia afirmaba con toda propiedad:”L’ Etat, c’estmoi” (el Estado Soy yo).
existía una fuerte alianza entre la monarquía y la Iglesia Católica, que como
representante de Dios en la tierra, coronaba a los reyes, en una ceremonia,
que tiene hasta hoy día el rango de sacramento religioso. Esta alianza reflejaba
el poder que conservaba la Iglesia como principal señor feudal, monopolizadora
además de la cultura en la época.
Esto nos explica, la necesidad que tuvo la burguesía de desarrollar una potente
preparación ideológica, que justificara sus objetivos y sirviera para arrastrar a
las masas de campesinos y demás trabajadores a la revolución burguesa,
entre otras ejercieron gran influencia las ideas de John Locke (1632-1704)
quien reconoce que el hombre tiene derechos que le ha otorgado el creador,
entre los que se encuentran: el derecho a la vida, la libertad y a la
propiedad(retomando el concepto de energía de Newton definió al propietario,
como la persona capaz de imprimir a un objeto su propia energía vital,
creándose así el derecho de propiedad, base de la nueva sociedad, cuyo
fundamento es el trabajo y opuesta al linaje y el ocio, característicos de la
nobleza), que el Estado tiene como única finalidad proteger esos derechos
naturales de los individuos. Para él la sociedad civil surge del conjunto de
propietarios que han hecho un pacto y que han creado la sociedad política
(Estado), al que se le deben dividir sus funciones, para poder conducir,
coordinar y dirigir a la sociedad civil.
Según Locke, la sociedad civil legitima al Estado por medio del sufragio
universal y la razón por las cuales el poder debe ser dividido, es para que a
través de las nuevas instituciones, se ejerza con mesura y correctamente y se
puedan preservar los derechos de los individuos.
Es bueno aclarar que esta división es sólo formal, el poder siempre es único y
está en manos de la clase dominante, lo que se ha hecho es distribuir las
funciones.
12
Sistema electivo en el que el derecho a votar se otorgaba únicamente, a los que figuraban en el
censo, es decir, que tenían bienes registrados. Por el cual debían pagar.
Los partidos políticos, de la oposición, son los mediadores por excelencia entre
el Estado y la sociedad civil. Los partidos políticos son organizaciones que
surgen con el fin de acceder al poder político.
En esta lucha que se fue desarrollando a lo largo del siglo XIX y el XX, juega
papel esencial, no los nuevos sectores burgueses, sino el proletariado, quien
se alza como fuerza política independiente y se va a oponer al sistema
capitalista. Con la Revolución de Octubre de 1917 llega al poder en el siglo XX
el primer estado de obreros y campesinos quien realza profundas
transformaciones económicas y políticas que van a influir notablemente en la
evolución política de los estados burgueses hasta nuestros días.
13
La corriente socialista se dividiría en dos, una rama socialdemócrata (burguesa) y otra comunista que
llegarían al poder en Europa, después de la Segunda Guerra Mundial.
redistribución de la riqueza, por supuesto que los mayores beneficiados van a
ser los monopolios.
Algunos de sus elementos más significativos son los siguientes: los partidos y
movimientos políticos tienen programas, que no responden o no reflejan los
intereses de las masas, lo que los aleja cada vez más de los sectores de la
población que una vez fueron su base electoral.
La dirigencia de estos partidos responde cada vez más a las elites, lo que les
resta base social en el electorado.
Los partidos políticos se van desprogramatizando, elemento este que
desacredita al sistema, pues supuestamente, los programas deben informar a
los electores, y servir como elementos de juicio para escoger entre las
diversas propuestas, aquella gestión política que consideren, como la más
conveniente para la conducción de los asuntos del Estado. Sin embargo, los
programas políticos son cada vez más ambiguos, más generales y cortos; lo
que los hace a todos prácticamente iguales. Ello condiciona una verdadera
crisis de representatividad pues, los partidos tradicionales al no recoger y
ofrecer soluciones a las demandas fundamentales de los pueblos, hacen que
los electores busquen nuevas opciones políticas, con lo que se desata una
verdadera atomización de las fuerzas políticas al multiplicarse el número de
partidos y surgir nuevos movimientos sociales.
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Universidad de La Habana. Inédita.
Bibliografía
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2.3- Democracia, Participación política y Cultura política
MSc. Alberto González Tejera
Es por ello que los elementos a debatir para analizar una democracia son:
Quiénes se consideran sujetos políticos y su relación con la participación:
política, económica y social.
En la República Romana el derecho de participación era exclusivo del populus
(patricios y plebeyos) excluía a las mujeres, esclavos, no romanos o sea la
mayoría de las personas que conformaban la República.
14
Charles-Louis de Montesquieu (1689-1755) francés, escritor y jurista. Escribió entre otras obras El
espíritu de las leyes (1748), donde analiza las que consideraba las tres principales formas de gobierno
(república, monarquía y despotismo) y establece las relaciones que existen entre las áreas geográficas, las
circunstancias generales y las formas de gobierno que se producen. Sostiene también que debe darse una
separación y un equilibrio entre los distintos poderes a fin de garantizar los derechos y las libertades
individuales.
elegir a sus representantes entre las personas con las mejores aptitudes para
los asuntos del estado.
15
Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), francés fue un filósofo, teórico político y social, músico y botánico
francés, En su obra El contrato social o Principios de derecho político (1762), defiende la supremacía de
la voluntad popular frente al derecho divino y defiende sus argumentos sobre la libertad civil. Sus ideas
contribuyeron mucho a la fundamentación ideológica de las revoluciones sociales burguesas.
16
Estas características ya fueron explicadas en acápites anteriores de este libro.
mujeres y los no blancos). La lucha por alcanzar representación parlamentaria
que incluyó el reconocimiento de los primeros partidos políticos obreros.
17
El principio de la mayoría no debe ser esgrimido para oprimir o limitar los derechos de las minorías,
por ejemplo no se debe someter a votación o consenso en un país con mayoría de una etnia si le otorga
el derecho al voto a una minoría étnica. Si la constitución le da el derecho a los ciudadanos todos sin
distinción de algún tipo deben disfrutarlo.
18
Consenso significa acuerdo producido por el consentimiento producido de todos los miembros de un
grupo o entre varios grupos. Una decisión por consenso no implica un consentimiento activo de cada
uno, sino más bien una aceptación en el sentido de no negación, en este tipo de decisión encontró su
fundamento la democracia esclavista griega.
19
Se entiende por oposición aquella fracción o fracciones políticas que no están en el gobierno y que no
están de acuerdo con la política desarrollada por este, en ningún caso se permite oposición al Estado o
al sistema político establecido por la constitución y la ley de cada país.
20
Alternancia en el poder principio democrático que establece que en una democracia los cargos y
puestos del Estado son renovables y elegibles cada cierto número de años según o establezca la ley, al
convocarse a elecciones todos los aspirantes estarán en igualdad de condiciones de acceder al poder.
Regla de la competencia: Sin competencia como garantía de acción política
son imposibles los procedimientos de discusión política y por lo tanto la
formación de mayorías y la expresión de las minorías.
Ello nos lleva a la libertad, que es ante todo, en el plano técnico, un conjunto de
libertades: de palabra, de asociación, de reunión, de prensa, de movimiento, de
trabajo, etc.
“la capacidad que tiene el ciudadano común para involucrarse e incidir en los
procesos de toma de decisiones, lo cual tiene un momento relevante en la
participación electoral aunque no se limita a ella”. (Fung, 1982, 53)
La cultura Política:
Como conjunto de valores compartidos la democracia implica no solo la
participación política de los ciudadanos sino también la existencia de una
cultura política en esos ciudadanos que se unidad y consolide el procedimiento
democrático.
“Pero de entre todas las medidas mencionadas para asegurar la permanencia de
los regímenes políticos es la máxima importancia la educación de acuerdo al
régimen…Porque de nada sirven las leyes más útiles, aún ratificadas
unánimemente por todo el cuerpo civil, si los ciudadanos no son entrenados y
educados en el régimen…” (Aristóteles, 1976, p. 143)
Esto nos lleva a abordar un elemento estructural del sistema político, la cultura
política, elemento muy estudiado por los cientistas políticos, en su artículo: La
cultura política y su dimensión actual: Una mirada desde el sur, Elsie Plain
Rad-Cliff nos ofrece de manera un resumen del surgimiento y evolución de
este concepto.
“Este componente está integrado en lo fundamental por los juicios que los
portadores elaboran alrededor de la calidad de las decisiones emanadas del
sistema y de las percepciones y comportamientos del resto de los sujetos políticos
en relación con las necesidades de la sociedad en su conjunto.
Las valoraciones implican, al menos, un análisis de los factores que suelen motivar
la adopción de decisiones en el ámbito de un sistema político, del que se ha
formado parte durante un período relativamente prolongado que, si bien pueden o
no ser aceptados por el sujeto, son entendidos a partir de sus conocimientos y bajo
el prisma de los valores que en él predominan, así como de la aprehensión de las
necesidades societales que ha logrado a través de ellos”. (Salabarría, S/A, 10)
“El carácter vinculante de las decisiones, afecta con particular énfasis los intereses
personales asociados a la realización de los proyectos de vida, fundamentalmente
en el plano individual, lo cual se materializa en las escalas familiar, profesional y
laboral. De lo anterior se deriva un juicio que es resultado de la contrastación de las
decisiones políticas y el comportamiento de los diferentes actores con las
necesidades personales del sujeto. Ello se concreta en una identificación emocional
con las instituciones y organizaciones establecidas que pueden incidir en la
realización de esos proyectos lo cual conlleva, generalmente, a la aceptación o
rechazo de las decisiones emanadas de su funcionamiento, sin que
obligatoriamente medie la comprensión racional de lo que motiva su adopción…
La socialización Política:
Los individuos no son sujetos pasivos dentro del proceso de socialización, ellos
están al mismo tiempo interactuando y cambiando; incluso desde sus primeros
momentos de vida el niño es un sujeto activo en el proceso de socialización.
Gran parte de la socialización política se realiza por vía indirecta. Los agentes
de socialización política se dividen en primarios y secundarios por los tipos de
funciones que cumplen en las diferentes etapas de la edad cronológica de las
personas, es por ello que puede hablarse de socialización política primaria y
socialización política secundaria.
Altos niveles de predominio y afectividad con que opera este agente en esas
edades tempranas de formación de las bases de la personalidad, se entiende
que los contenidos políticos que transmite juegan un papel fundamental y
pueden persistir en la edad adulta.
Familia
Instituciones
Grupos
políticas
Instituciones
Escuela
Civiles
Org.
Medios
Religiosas
Bibliografía:
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“…no fue hasta ya bien avanzado del siglo XIX que pudo recogerse en las normas
legales posiciones abiertamente favorables hacia el voto universal, con exclusión de
las mujeres, pues no fue hasta la tercera década del citado siglo, que estas lograron
adquirir plenamente su derecho a participar en las elecciones. Este tránsito
discurrió en medio de fuertes polémicas entre los que estaban a favor o en contra
de cada una de ellas.” (Raimundo, 2009,p.)
“…son técnicas que buscan encontrar las fórmulas que hagan, lo más perfecta
posible, la representación de los gobernados al interior de los órganos
representativos del Estado (…) la elección en una sociedad democrática tiene
por función establecer la representación de los ciudadanos y legitimar,
facilitando las relaciones de poder entre gobernados y gobernantes.” (Noqueira
H. 1987, en Raimundo 2009, p. 5)
Los sistemas electores son una estructura compleja que posee un gran número
de elementos distintos y que pueden ser combinados de diferentes modos.
Ellos se establecen conforme a una cifra determinada de aspectos esenciales
que pueden agruparse en cuatro áreas concretas, las cuales se interrelacionan
estrechamente (Raimundo 2009, p 94-95). Estas se identifican como:
Según Dieter Nohlen, existen dos principios básicos para clasificar los sistemas
electorales: la representación por mayoría y la representación proporcional .en
Según este tipo de sistema se requiere que por cada una de las
circunscripciones sean elegidos varios candidatos para ocupar cargos electivos
(…) y que los electores voten por una lista de candidatos.
Aquella en que se vota por varios candidatos anula el voto, bien sea dentro
de una sola lista o de las listas de los diferentes partidos que participan en la
contienda electoral.
Voto múltiple. El elector puede votar por tantos candidatos como escaños
se disputen en la contienda electoral en esa circunscripción.
Doble voto. El elector tiene dos votos. Uno por el candidato de un partido
político en el nivel de la circunscripción electoral y otro por la lista de un partido
en el nivel de asociaciones de circunscripciones.
Dentro de este sistema existen formas, tales como la de una vuelta, que se
utiliza en Inglaterra y en los Estados Unidos. También es empleada en Canadá
y en Nueva Zelandia. El sistema facilita que salga electo el que, en cada una,
obtenga el mayor número de votos.
…La primera vuelta sirve para medir fuerza, ya que la decisiva es la segunda
(…) Se ha llegado a decir que en esta segunda vuelta el elector no elige sino
que elimina.
Los partidos políticos preparan sus listas de candidatos y dado el
multipartidismo generalmente existente, estas son numerosas, durante la
primera vuelta, pero en el caso de la segunda, se producen reagrupaciones de
partidos formando coaliciones, donde los que se relacionan coinciden en
representar los candidatos que muestren un mejor resultado en los votos
obtenidos durante la primera vuelta. Es decir, dichos partidos son sensibles a la
necesidad de su dependencia mutua, y por ende, ponen más el acento en sus
convergencias que en las divergencias.
Noqueira apunta con razón que este sistema tiende a un régimen de pocos
partidos, con una orientación al bipartidismo en el sistema mayoritario
uninominal a una vuelta y una orientación a la bipolarización en el sistema
mayoritario a dos vueltas. Este sistema tiende a los cambios políticos extremos
producidos por la distorsión contenida en el sistema electoral y no por un
efectivo cambio de contenido político-programático.
Sin embargo, no todo tiene un sesgo negativo para los sistemas mayoritarios,
sino que, por el contrario, presentan numerosas ventajas para el
funcionamiento de los sistemas electorales.
Entre ellas aparecen algunas que se ha señalado por Dieter Nohlen, y que
pueden expresarse de la siguiente forma:
Alivia la moderación política, pues hace que los partidos más grandes
compitan para ganar el apoyo del electorado (…) En otras palabras, los
partidos más grandes tienen que orientar sus programas políticos hacia los
votantes moderados, y restringir dichos programas a reformas
incrementales y factibles.
Sistemas empíricos
Voto limitado, cada elector vota por varios candidatos, aunque por una
cantidad inferior a la de los candidatos que deben ser electos.
Sistemas proporcionales
Otra gran corriente presente en los sistemas electorales la constituye los que
adopta como fundamento para la distribución de los escaños, el método de la
atribución de los mismos atendiendo a la proporcionalidad en la representación
lograda entre los partidos políticos.
Desde finales del siglo XIX, numerosos juristas, con auxilio de matemáticos, se
preocuparon por hallar sistemas electorales que pudiera considerarse más
justos que los sistemas mayoritarios que predominaban en el mundo occidental
por esos años, al aducir que era necesario hacer valer los intereses de las
minorías. Apareció así el sistema electoral de representación proporcional, el
cual ha adoptado diversas modalidades.
Poco a poco fue desplazando en Europa a los sistemas mayoritarios con que
entre 1899 y 1900 este sistema proporcional aparece en Bélica y Suiza y en
1906 en Finlandia. En 1909 en Suecia y en 1917en los países bajos (Holanda).
En 1919 en Francia y en 1920 en Noruega. En 1919 y 1920, surge en la
Alemania de la República de Weimar. También es utilizado en Austria,
Portugal, España, Dinamarca, Irlanda, Grecia, etc.
Para las elecciones con vista al Parlamento Europeo, a finales de los 80 del
siglo XX, todos países miembros de la Unión (los once), excepto Gran Bretaña
(Inglaterra), empleaban el sistema proporcional. Hoy día (…) en la Unión
Europea sigue empleándose este sistema proporcional, aunque es correcto
destacar que algunos países de este modelo de integración emplean dicho
sistema (…) algunos de ellos usan el sistema mixto o híbrido, de
circunscripciones que eligen de manera uninominal y por mayoría, y otras
circunscripciones que eligen por el sistema proporcional, por listas.
Dentro de estos sistemas existen varios que han tenido gran difusión como el
sistema Roget o sistema de representación proporcional, con atribución de
asientos al más fuerte resto. Otro sistema, es el de la representación
proporcional con atribución de los asientos restantes a la más fuerte media o
sistema de Dietz, el cual fue empleado en Francia durante un tiempo, a partir
del año 1946. El mismo se aplicaba a partir de listas completas con voto
preferencial en el cuadro de la circunscripción departamental.
Para obtener dicha cifra repartidora, se divide el número de votos obtenidos por
el número de asientos que deben proveerse, más uno, o en lugar, si se quiere,
se divide el número de votos obtenidos por cada lista, sucesivamente por uno,
dos tres, hasta llegar al número de asientos a ocupar. Es decir, que lo
específico de este método es la serie de divisores: 1, 2, 3, 4, etc. Se ordenan
las cifras así obtenidas en orden decreciente hasta llegar al final de los asientos
a ocupar. Esta última cifra se llama cifra repartidora o divisor común. Cada lista
tendrá tantos asientos como dicha cifra esté contenida en el número de votos
que haya obtenido cada partido. O sea, que los votos obtenidos por cada
partido se dividen entre estos divisores en operaciones consecutivas.
Según sus críticos, este sistema, favorece a los partidos más importantes y
disminuye el margen de votos requeridos para la obtención de un asiento
adicional en las circunscripciones que deban elegir pocos parlamentarios, y en
el seno de las cuales las listas que compiten por los cargos son poco
numerosas. Ello implicaría que en casos de gran multipartidismo, existiría una
sobrerrepresentación del partido más fuerte, especialmente cuando el número
de listas es mayor que el número de asientos que deben ocuparse.
Ello se ejemplificó con los resultados de las elecciones en diversos países que
lo aplican, por ejemplo Sucia entre 1932 y 1940, cuando se pudo constatar que
el partido que obtenía el 20% de los votos como mínimo se encontraba
sobrerepresentado. Alemania hasta 1985 se sirvió de él. Dinamarca, Finlandia,
Bélgica, España, Portugal, Islandia, Argentina, Guatemala, Perú y Uruguay,
son entre otros países, los que se valen de este sistema.
…cuando se logran las mayorías absoluta para formar gobierno, en el seno del
Parlamento, el partido que más escaños obtiene se ve en la necesidad de
establecer alianzas con otros, a fin de obtener el número de asientos
requeridos para ello.
Es por ello que podríamos coincidir con esos criterios, quienes señalan que el
sistema proporcional genera una multiplicación de los partidos políticos,
dividiendo la población y debilitando por consiguiente el respaldo popular a las
instituciones del Estado y la gobernabilidad hacia el seno del país, así como la
posición hacia el exterior de sus dirigentes. Asimismo s ele señala que es
importante puesto que forma mayorías nacionales y alianzas sólidas y
duraderas, generando una permanente inestabilidad gubernamental.
Esta polémica ocupó a un buen número de países (…) los estudios realizados
por profesor Auxiliar de Política, de la Universidad de Notre Dame, en Indiana
(…) F. A. Hermens, abarca los sistemas electorales de Inglaterra, Francia,
Italia, Alemania, Austria, Bélgica, Irlanda, Suiza, Holanda, los países
escandinavos y otros de menor tamaño, también europeos, expuesto en su
libro Domocracy of Anarchy ―recuérdese que esto se escribe entre finales de
los años 1930 y comienzo del 1940 ― es que el sistema de representación
proporcional, con su secuela de multiplicidad de partidos, ha traído como
consecuencia el régimen de las coaliciones y el descrédito parlamentario, que
culminó con la hipertrofia del Poder Ejecutivo y por reacción, el nazifascismo.
“Por definición el método D´ Hondt beneficia a los partidos que sacan más votos
(que por lo general son los mayores). Como los puestos se atribuyen a los
cocientes mayores de dividir el total de votos del partido por 1, 2, 3,4,…, a medida
que los divisores son más altos, la distancia entre los cocientes disminuye, de
manera que solo las cantidades grandes de votos siguen obteniendo puestos a
medida que los divisores aumentan. En consecuencia, en muchas ocasiones, los
partidos mayores quedan sobrerepresentados y los pequeños sobrepresentados. El
sistema tiene tendencia a igualar a los partidos mayores, ensanchando la distancia
entre ellos y los partidos pequeños.” (Mercedes Martelo, 1987, en Raimundo 2009,
p 127)
Como hemos visto, muchas han sido las críticas dirigidas a los sistemas
electorales asentados sobre la existencia de partidos políticos organizados con
fines electorales.
Unos de los casos más criticados y que se le atribuye a las deficiencias de los
sistemas electorales vigentes en numerosos países, es el referido a la debilidad
que tienen los parlamentos, la cual se considera evidenciada por la
insuficiencia de su legitimación representativa. Amplios sectores de la
sociedad, según exponen articulistas y comentaristas, no se sienten
debidamente representados en el Parlamento y lo perciben alejado de sus
problemas.
Otros grupos sociales han expuesto que, en casi todos los países, está
presente el fenómeno de que diversos sectores piden escoger directamente a
sus representantes, sin la mediación de las cúpulas de los partidos políticos,
solicitan un mayor acercamiento entre los elegidos y sus comunidades;
reclaman porque sus elegidos no rinden cuentas; protestan por la calidad de
los parlamentos y reaccionan indignados ante los privilegios de sus
“representantes”.
Así nos encontramos con que en las elecciones presidenciales de los Estados
Unidos, ocurridas a finales del año 2000, país donde el voto es voluntario, no
acudió a las urnas, por falta de interés y por saber de antemano que los
candidatos que se les presentaron por los partidos políticos, de resultar electos,
no los representarían adecuadamente, un total de 100 451 702 ciudadanos de
un gran total de 205 815 000 con derecho al voto, es decir, alrededor del 48%
no ejerció el sufragio, equivalente casi a la mitad de los electores.
En ese mismo país, en las elecciones del año 1994, solamente participaron
nacionalmente el 37% de los votantes o por lo que es lo mismo, más de 100
millones de personas no lo hicieron, lo cual constituyó un reflejo de la
decepción que existe en el seno de la sociedad estadounidense provocada por
la suciedad de muchas campañas y reiteración de promesas incumplidas.
…En países donde el voto es voluntario, nos encontramos con que por
ejemplo, en Suiza (…) el porcentaje de participación de los habilitados para
votar fue del 46%, seguido por la India con el 50% y los Estados Unidos el
51,5;. Ferreira, 1998, p43-44) de los habilitados para votar.
Epílogo
Bibliografía
Robert Michel (2008) en su obra Los partidos políticos analizó las dificultades
que afrontan éstos como resultado del proceso de oligarquización o
burocratización que sufren sus estructuras de dirección; éstas pierden sus
bases, y la militancia en general pierde el control sobre aquellas; él denominó
este proceso como la "ley de hierro" de los partidos. En este análisis se pone
de manifiesto que, si los partidos como centro del sistema democrático-liberal
no se encuentran dotados de un mecanismo efectivo y sistémico de
democracia interna, y sus líderes surgen como resultado del acuerdo entre
diferentes grupos de poder, esto significa que el sistema democrático de los
países capitalistas no representa los intereses de las masas, sino de las
autoridades ocultas que tienen el poder real y manipulan el poder formal de
estas organizaciones.
Duverger (1974) destaca que para precisar las estructuras directa es necesario
analizar a los partidos de cuadros y de masa, constatar las diferencias entre
estos actores los cuales analizaremos en el próximo epígrafe
Para Duverger los partidos de masas son aquellos en que los militantes
coinciden casi siempre con la noción de miembros del partido, sus integrantes
asisten a reuniones periódicas y cotizan, sus miembros se seleccionan
mediante un proceso reglamentado y los compromisos de lealtad política son
más elevados que en los de cuadros.
21
Las diferencias entre los partidos de cuadros de Europa Occidental y de EE.UU. Duverger las aborda de
forma más resumida en Sociología Política, pp. 309-311.
La necesidad de los partidos de obtener a toda costa la mayor cantidad de
votos posibles en las contiendas electorales, unido a otros procesos
sociopolíticos ocurridos en las sociedades industrializadas, principalmente en
Europa, determinó el surgimiento a finales de la década de los 60 del siglo
pasado de los llamados partidos Atrapa-Todo (Catch-All, por sus siglas en
inglés).
22
Puede encontrarse más información en: Brown Araúz Harry, Rosales Valladares Rotsay Cambiar todo
para que nada cambie: Los inside-outsiders de América Central. file:///E:/outsidersyo/2758-9722-1-
PB.pdf
para referirse a aquellos líderes que construyen un espacio propio en la
división que se da entre la “clase política” y el pueblo.
Jesús Rodríguez Alonso (2010) destaca entre los rasgos más sobresalientes
de los partidos cárteles:
Los brasileños Adrián Abala y Soraia Marcelino Vieira (2014) consideran que la
cartelización se observa en Chile, Colombia y, en menor medida, en México y
Brasil, donde los principales partidos tendieron a producir mecanismos de
producción y reproducción de dominación social y política con el afán de
conservación de las prebendas del Estado, pareciendo así confirmar la tesis de
Mair y Katz (1997) sobre la colonización del Estado por los partidos
cartelizados
Los partidos cárteles representaron un modelo de partidos en los países
desarrollados y en las llamadas democracias consolidadas, pero muchos
autores sostienen su presencia en América Latina de forma enmascarada en
los marcos de los procesos de globalización, orientándose cada vez más a un
alejamiento de la sociedad y a un mayor acercamiento de los partidos con el
Estado.
En los países de África los partidos únicos han tenido gran presencia en sus
sistemas políticos, y muchos de ellos desempeñaron un importante papel en la
emancipación de estas sociedades del colonialismo; después de la liberación
algunos iniciaron un proceso político que se conoció como la vía de orientación
socialista. En la actualidad en muchos Estados de ese continente, bajo la
presión de Occidente, se introdujeron fórmulas multipartidistas.
Los sistemas electorales son elaborados, sin duda, a partir de una racionalidad
científica, o de ingeniería política, como llaman algunos politólogos, pero se
puede señalar que los mismos son el resultado de las fuerzas políticas
dominantes de una sociedad determinada, que a veces administran a su
conveniencia el acceso o no de las fuerzas políticas pequeñas por medio de
impedimentos legales, o por mecanismos indirectos como es el manejo por los
grandes partidos de las circunscripciones y la utilización de las ventajas de la
cartografía electoral según sus intereses.
En los sistemas electorales mixtos, se pretende conjugar las ventajas del
sistema de mayoría con el sistema de representación proporcional, tal y como
se viene aplicando en algunos países industrializados tanto de Europa
Occidental como en Japón, puede predominar uno de los dos formatos, o
puede intentarse encontrar un equilibrio.23
¿Se podrá hablar hoy de crisis de los partidos políticos en los países
capitalistas?
Actualmente se ofrece la visión de que en la mayoría de estos países los
partidos se han convertido en un mecanismo para conquistar el poder en todos
los espacios sociales en que pueden penetrar, sin preocuparse por la
realización o ejecución de un programa que los identifique con las necesidades
o aspiraciones colectivas.
23
Estas ideas sobre los sistemas electorales son desarrolladas de forma muy clara por D. Nohlen en Sistemas
electorales contemporáneos y por Cotteret y J.M. Emeri, en Los sistemas electorales.
¿Qué factores permiten hablar de crisis de los partidos políticos en los
países capitalistas?
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La crisis económica que comienza en la primera década del siglo XXI quebró el
optimismo de la ideología neoliberal de los países más desarrollados e impactó
en mayor medida en los países subdesarrollados, principalmente, a América
Latina, el Caribe y a otras regiones del mundo. A estas condiciones se le añade
un aumento de la toma de conciencia de las sociedades civiles occidentales,
organizaciones, movimientos sociales con disimiles estructura que, sin ser
contradictores, en una primera etapa, con el sistema de propiedad vigente,
inician la lucha por mejorar o paliar las condiciones de vida de los sectores más
vulnerables de la sociedad incluyendo a los países del tercer mundo y en
defensa del medio ambiente.
En esas condiciones, la impronta de las clases sociales, entendidas según la
definición leninista, no se encuentran en el centro de los estudios de las
ciencias políticas o sociales en general, este lugar lo ocupan las
investigaciones sobre los movimientos sociales, los cuales le imprimen un
nuevo carácter a las trasformaciones sociales. Múltiples son las acciones que
muestran las características de esta nueva formación, dentro de las que se
pueden considerar las que lucharon por los derechos civiles y contra la guerra
en Viet Nam en la década del sesenta en los Estados Unidos por solo mostrar
estos ejemplos en el mundo desarrollado en siglo XX.
Sin embargo, el concepto de los “movimientos sociales” aparece en el siglo XIX
y fue introducido al vocabulario académico por Lorenz Von Stein en 1846 (“
Historia de los Movimientos Sociales Franceses desde 1789 hasta el presente
(1850)” ). Donde se entiende por Movimiento Social como, una aspiración de
sectores y clases sociales de lograr influencia sobre el Estado.
Múltiples son los enfoques o puntos de vista relacionados con el concepto y
sobre su vínculo con los partidos políticos y en ocasiones no tiene en cuenta
que estos movimientos no proponen tomar el poder político, sino influir en él
para alcanzar objetivos propios o crear alternativas para la solución de los
diferentes obstáculos que frenan el desarrollo de la sociedad.
En general, un movimiento social es la agrupación informal de individuos,
grupos y sectores diversos que se proponen como objetivo luchar por alcanzar
sus intereses particulares u otros de carácter nacional o mundial, como son los
casos de la lucha por el cuidado del medio ambiente, contra los diferentes tipos
de discriminación, etc. Es decir, sus campos de lucha pueden quedar dentro de
los sectores de la política, la economía, la cultura u otros.
En el estudio de su accionar se puede apreciar sus diferenciar con los
sindicatos, aunque no se excluyen. Mientras que los sindicatos representan los
intereses de sus afiliados o los de un determinado grupo de trabajadores
(empleados en la industria del metal, o metalúrgicos, albañiles, etc.). El
movimiento obrero, considerado en su dimensión histórica, tiene como objetivo
central la emancipación de todos los trabajadores, y por tanto de la humanidad
entera. Es evidente que en la medida que exista un poderoso movimiento
obrero, los sindicatos en él incluidos también plantearán reivindicaciones más
globales. Y por el contrario, cuando el movimiento declina, cuando el
movimiento es sólo instrumentos sindicales, las reivindicaciones de éstos serán
más limitadas, más corporativas.
De igual manera en la relación de los movimientos sociales y los partidos
políticos. Mientras que estos últimos tienen y se proponen como objetivo
central la toma del poder político y donde todos sus miembros no participan en
las decisiones, mientras que el movimiento social tiene una organización
horizontal en que todos participan en la toma de decisiones.
Una muestra de las fortalezas que puede mostrar un movimiento estudiantil
fue el alcanzado por dicha agrupación de estudiantes para lograr la reforma
universitaria de Córdova, Argentina en 1918 que exigió la participación de los
estudiantes en la conducción de la universidad, la reforma curricular y la
apertura hacia los procesos sociales y políticos que vivía América Latina. Y a
su vez generó un gran impacto en el ambiente universitario y político
latinoamericano.
Un momento significativo del creciente fortalecimiento de los movimientos
sociales es la conformación del Foro Social Mundial (FSM). Un logro del Foro
Social Mundial ha sido su capacidad para descentralizar el evento, tanto el
mundial (que se celebra actualmente cada dos años en un continente distinto
en el Sur) como vinculándolo a experiencias más cercanas y enraizadas en el
territorio como los foros sociales continentales (Foro Social Europeo, Foro
Social de las Américas, Foro Social Africano), regionales (Foro Social
Mediterráneo, Foro Social Amazónico) o local (Foro Social Mundial en Madrid,
Foro Social Catalán), entre otros.
Las décadas del 80 y 90 mostraron múltiples acontecimientos propiciaron, por
un lado, el descenso de las luchas obreras y por otro, emergieran nuevas
formas de lucha política en el escenario nacional e internacional en oposición a
la política neoliberal, ejemplo de ellas son: Manifestaciones de masas de
sindicalistas, organizaciones comunitarias, ecologistas, de campesinos y
agricultores, estudiantes, feministas y muchas otras contra las clases
gobernantes, las multinacionales y los organismos financieros internacionales
que se realizaron en Seattle, Washington, Melbourne, Praga, Niza y entre otras
ciudades occidentales. Cientos de miles de campesinos en India se
organizaron para derrotar los intentos de las corporaciones biotecnológicas,
químicas y del agro-comercio basada en los EE.UU. y en Europa, que tratan de
apropiarse de variedades locales y de imponer el control monopólico de las
semillas.
Lo anterior también fue resultado de:
1. La caída del socialismo este europeo condujo a la unipolaridad bajo la
hegemonía de Estados Unidos.
2. Se impuso, en la mayoría de los países, la doctrina neoliberal lo que significó
la reducción de los estados en su expresión funcional y el dominio casi
absoluto del mercado en la dirección del desarrollo social.
3. Una creciente burocratización de la maquinaria estatal con sus
consecuencias negativas en términos de eficiencia socio-cultural, transparencia
política y democracia participativa.
4. Un proceso de creciente corrupción de los funcionarios estatales y sus
implicaciones para los procesos de legitimación y gobernabilidad.
5. Los partidos políticos de izquierda perdieron su capacidad de ofrecer
Programas alternativos de desarrollo, desplazándose hacia posiciones más
conservadoras y en algunos casos adoptando posiciones contrarias a los
objetivos que anteriormente se proponían, con ello, perdió credibilidad esa
parte de los sectores más organizados de la sociedad civil.
6. Alcanzan mayor dinamismo las ONGs agrupadas en redes regionales,
internacionales y nacionales cuyas actividades pretenden ser complemento de
las acciones de los gobiernos en diversas y numerosas áreas de la estructura
social, dentro de ellas, alcanzan mayor resonancia las dedicadas a canalizar la
ayuda al desarrollo, en los países del tercer mundo, puesta en prácticas por las
naciones desarrolladas y con fondos donados por Naciones Unidas.
7. Crisis de liderazgo al interior de las naciones y la ausencia de un poder que
sirva de contrapeso a la hegemonía norteamericana en el espacio global.
8. Agudización extrema de los problemas globales y de las condiciones
económicas, sociales y culturales de grandes grupos poblacionales a escala
nacional e internacional.
9. Declaración y ejecución de “guerras preventivas,” “lucha contra el
terrorismo”, contra cualquier país que Estados Unidos considere amenaza sus
intereses.
10. Incapacidad conceptual y funcional de los Estados para enfrentar y
solucionar los problemas globales, tales como los ambientales, la miseria
estructural, las diferentes formas de discriminación, las migraciones, entre
otros.
11. Aparición de nuevas formas de dominación y saqueo de los países
subdesarrollados, por parte de los mega bancos y del control de los resultados
científicos tecnológicos, apoyadas por los grandes medios masivos de
comunicación con nuevas o retocadas consignas de progreso que no son más
que nuevas formas de configurar un mundo que responda a las necesidades de
las corporaciones transnacionales.
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2.7- Caracterización General de la Sociedad Civil
Dr. Juan Azahares Espinal
24 El hecho de que el concepto sea objeto de reflexión, a partir de ese siglo, de tratamiento en la teoría política y
filosófica da cuenta de la existencia anterior del fenómeno, aunque sus contornos y accionar no estuvieran
orgánicamente estructurados. Otros puntos de vista al respecto en Hobbes, 1940
su sistema de dominación como clase hegemónica, conformando dicha
hegemonía desde la sociedad civil, pero con los poderes que el Estado
burgués le proporcionaba.25
De esta forma, Marx expresa los momentos más abstractos del proceso de la
emancipación humana, proceso que se alcanza mediante la transformación del
25 Un análisis respecto a la aparición del concepto de Sociedad Civil se puede ver en Acanda, 1996, donde se
muestran los matices que va adquiriendo el concepto en diferentes épocas y los referentes a los cuales responde.
También ver Fung, 1997; Limia, 1999; Plain, 1997. La Enciclopedia Internacional de Ciencias Sociales (Sills, 1975)
contiene un compendio interpretativo sobre el concepto Sociedad Civil.
Resultan interesantes los trabajos de Elio Gallardo, en especial Notas sobre la Sociedad Civil (En: Revista Pasos No.
57. 1995.Costa Rica), en el que hace un análisis minucioso del concepto Sociedad Civil desde una óptica
latinoamericana, profundizando en las perspectivas marxista y gramsciana acerca del mismo.
26 Aquí Hegel analiza otros dos momentos de la sustancia ética, una la natural o familia y la otra como la sustancia
6
Par continuar el análisis del concepto en obras posteriores de Marx y Engels consultar: Marx,
Carlos. Carta a Annenkov, 28 de diciembre de 1846. Obras escogidas en dos tomos. Editorial
Literatura Política del Estado. Moscú, 1955, T-1, pp.531-542. Ver: C. Marx. La guerra civil en
Francia. C. Marx y F. Engels. Obras escogidas en tres tomos. Editorial Progreso, Moscú, 1976, T-
II, pp. 188-259. Asimismo Engels utiliza el término en una de sus obras tardías, “L. Feuerbach y
el Fin de la Filosofía Clásica Alemana”.
su crítica a la concepción del "Estado gendarme", aquel cuyas funciones están
limitadas a la tutela del orden público y del respeto de las leyes, "ignorando
que... en esta forma de régimen (que por otro lado no existió jamás sino como
hipótesis límite, en el papel) la dirección del desarrollo histórico pertenece a las
fuerzas privadas, a la sociedad civil, que es también Estado, o mejor, que es el
Estado mismo" (Gramsci, 1973; 164). Lo que sintetiza su comprensión del
Estado como resultado de su interacción con la sociedad civil, en la cual
ninguno es reducible al otro, de hecho, la distinción entre ambos no es orgánica
sino tan sólo metódica (Gramsci,1962;54). Es evidente que no se está
identificando a una con el otro, sino que se subraya su unidad dialéctica
entendida como mutuo condicionamiento y exclusión recíproca.
Otros, la analizan como proveedora de “las bases para la legitimación del poder
estatal y, por supuesto para el control del Estado por la sociedad, así como
para las instituciones políticas democráticas, como los medios más efectivos
para el ejercicio de ese control”. (Huntington, 1984;204).
Una tendencia que asume el concepto con más amplitud es la que considera
que, "la sociedad civil constituye el ámbito, el entramado en que cobran vida y
se desarrollan las instituciones y las asociaciones sociales (García y Blas
Guerrero, 1986; 163-166), que carecen de autoridad política (Davidson, 1985;
44-45), la cual se objetiva en el Estado; concibiéndose también en ella los
vínculos entre los sujetos, instituciones y asociaciones y entre estos y la
sociedad política. (Fung, 1996; 45).
7
Para ampliar el análisis sobre lo público y lo privado ver Bobbio, 1989 donde él enfoca la relación desde
el ángulo político, con énfasis en lo jurídico. También se puede consultar los trabajos de Fung referidos
a la sociedad civil.
La sociedad civil tiene un carácter histórico- sin negar el valor teórico-
metodológico de su conceptualización- su delimitación conceptual surge como
una necesidad de las relaciones de producción capitalistas y del Estado
burgués y junto a ellos, ha evolucionado de forma tal que, si se toman los
elementos dinamizadores de ella en el siglo XVIII, luego los del XIX y los del
XX, hasta la actualidad, se pueden apreciar los cambios que se han producido
en la sociedad civil del sistema capitalista.
En los finales del siglo XVII y en el XVIII cuando el mercado como núcleo
estructurador de las relaciones capitalistas de producción emergía sobre las
ruinas de la sociedad feudal, y el hombre como individuo era substantivado en
provecho de la concentración y centralización de la propiedad privada, otros
elementos de la sociedad civil, como la familia y las asociaciones, no eran
tomados en cuenta como consustanciales de la misma.
Por otra parte, la clase obrera y el campesinado aún cuando han perdido
protagonismo y determinación en todas las esferas de la vida social, en
especial en la económica y en la política, y en general se han atomizado,
fragmentado a escala nacional y planetaria, comienza a dar muestras del
agravamiento de sus contradicciones con el capital. Esto evidencia, que no
obstante la objetividad de estos hechos, el grado de conflictividad entre los
intereses de clases continúa siendo un factor determinante de la sociedad civil,
aunque la estructuración e institucionalización de esos intereses se presenten a
través de sujetos y objetivos diferentes, y todavía no alcancen en la actualidad
la relevancia que poseían en décadas pasadas.9
8
En la carta de Marx a Annenkov del 28 de diciembre de 1846, se explica el componente clasista de la
sociedad civil.
9
La recopilación de Barners, 2000 se muestra la doble tendencia del movimiento obrero y campesino
actual, en Estados Unidos y en otros países. Una es el intento sistemático de desmembrar sus
estructuras y de atomizar sus acciones de clase por parte de las empresas y por otro, cómo durante la
última década, el
movimiento obrero se ha ido reordenando y reformulando sus objetivos de acuerdo a las nuevas
condiciones históricas.
económico y lo político y las ubican en la sociedad civil con independencia de
la posición que ocupen respecto al Estado. Dentro de dichos intereses se
destacan los humanitarios, científicos, ecológicos, culturales, etc., que por vías
varias incrementa y perfecciona el caudal humano de la sociedad en su
conjunto. Lo dicho no desconoce la existencia de entidades que, bajo la
denominación de no gubernamental, poseen objetivos contrarios a los antes
expuestos, como son los actuales grupos fundamentalistas, xenófobos, y otros
de igual o similar corte que proliferan en el mundo actual.
A finales del siglo XX, el concepto de sociedad civil ha alcanzado un alto grado
de politización, o de manipulación política. En la actualidad, los centros de
poder mundial tratan de convertir a la sociedad civil en un instrumento político,
el cual utilizan en varias direcciones:
27
ver Declercq,1995;9 en el que revela cómo los servicios secretos franceses utilizan a una ONG para
realizar actividades clandestinas en sus ex colonias. En América Latina, se puede recordar el papel
jugado por los "Cuerpos de Paz" en la década del 60´ como contra insurgente del movimiento
revolucionario.
ejemplos, las cuales desarrollaban actividades coincidentes con los objetivos y
funciones que servirían de base para la creación de la sociedad de naciones.
Desde otro ángulo se puede añadir que, dentro de los sistemas sociales,
existen otros elementos que no son gubernamentales y que no poseen una
estructura organizativa, ni funciones que los caracterice y acredite como tal, es
el caso de la familia, las comunidades históricamente formadas, los grupos
etnoculturales, etc.
También se intenta definir a las ONGs por los requisitos que desde el punto de
vista legal quedan establecidos por los organismos internacionales rectores de
la política de convivencia pacífica y de cooperación entre las naciones. Uno de
estos requisitos es el de “no ser creados por los Estados” éste puede ser
analizado desde diferentes ángulos:
29
Ver Pierre Galand, 1993, quien fuera dirigente de Oxfam-Bélgica. En este documento hace una
valoración crítica de algunas formas de relacionarse las ONGs con el Estado.
humanitario de la organización y el mecanismo empresarial que se utilice para
obtener los fondos. "La autogestión, mediante empresas productivas se mira
como algo marcadamente empresarial (lo cual se puede ver como una traición
a la misión institucional) y la búsqueda de recursos a través de fuentes locales
y del estímulo a la filantropía, se mira como algo propio de los grupos de
caridad y quizás de los pordioseros”. (Blanco, 1994; 17).
cómo obtener fondos sin que las ONGs se conviertan en una empresa
mercantil que obtiene ganancias,
Por ello, “las ONGs no son -ni aspiran a ser en un futuro - sólo ejecutores
eficientes y de bajo costo de políticas sociales de tipo compensatorio... su
experiencia con los sectores populares... Su papel en el desarrollo humano
más allá de su rol de ejecutores, pasa necesariamente por influir en la
formulación de políticas...“ (Sanahuja, J.A., 1994)
Por último, en cuanto a los principios de Naciones Unidas, las ONGs deben
poseer "objetivos propios bien determinados”30 cuando analizamos en detalle
este requerimiento, que es válido para cualquier tipo de organización, salta a la
vista que los “objetivos propios” de manera general están vinculados a
necesidades sociales, que en gran medida, tienen que ser atendidas por los
Estados, pero que al éste no cubrirlo total o parcialmente, la parte no cubierta
pasa a ser representada por las ONGs. En otro sentido, hay que tener en
cuenta que en ocasiones no se trata de problemas que evidencien la
insuficiencia estatal propiamente, sino de fenómenos culturales, raciales, de
género o sexuales, que tradicionalmente han constituido problemas no
atendidos, pero que en la actualidad, dado su carácter discriminatorio se
revelan con mucha fuerza, tal es el caso de la lucha de las mujeres por su
30
Aquí es necesario hacer una precisión. Tanto en los principios que establece ECOSOC en 1971, como
su ampliación en 1996, se refiere a objetivos coincidentes entre los de la ONG y los de Naciones Unidas y
no a los que poseen otras entidades que no entran dentro de los objetivos de la entidad mundial, no son
gubernamentales, sin embargo, no son reconocidas por ella.
plena igualdad social, la lucha de las minorías nacionales, etc., que son
problemas que se derivan del sistema de dominación vigente.
Las ONGs están protegidas por la Constitución de cada país. Estas refrendan
el derecho de asociación de los ciudadanos, aunque este mismo derecho esté
regulado por la Ley que la complementa. En las legislaciones vigentes, en
Centroamérica, Brasil, Perú y Cuba, no aparece el término ONGs. La de Brasil
las denomina “entidades de utilidad pública federal”, en Cuba se trata en la
“Ley de Asociaciones”, por sólo citar dos ejemplos. No obstante, cada gobierno
las reconoce como instituciones que no forman parte de él y regula de diversas
maneras su funcionamiento interno y su participación en las actividades
públicas, con distintos grados de flexibilidad y de acuerdo a las condiciones
socio-políticas, históricas y culturales de cada país.
Existen enfoques que no reconocen a las ONGs como parte intrínseca del
tejido social, su carácter histórico, o que constituyen una deformación de
instituciones ya existentes y reconocidas cuando se considera que “Las
ONGs están de moda, menos mal que lo peculiar de las modas es que ellas
pasan. Por estar de moda, a las ONGs se les está atribuyendo cualidades
que no tienen y se les está asignando roles y funciones que no son las
suyas y están ocupando espacios que no le pertenecen, sustituyendo y a la
vez excusando a otros actores, produciendo de esta manera nuevas
deformaciones en la arquitectura societal, en vez de remediar algunas de
las existentes”.(Beuningen, 1994).
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Fundamentos teóricos
En el estudio de la Constitución encontramos la marcada tendencia de su
análisis desde el Derecho, como instrumento netamente jurídico. Aunque es
cierto que no puede verse desligado de este, es un documento político-jurídico
que tiene la particularidad de no poder analizarse al margen del
constitucionalismo.
Mientras que los títulos V al XIII expresan la parte orgánica, en ella queda
refrendada la estructura política de la República. Se estableció un régimen
republicano y representativo, estructurado en la célebre división de poderes de
Montesquieu. El Legislativo se componía de un Senado y una Cámara de
Representantes (sistema bicameral), un Poder Judicial con una relativa
independencia, haciendo a sus componentes inamovibles, pero dependientes
del ejecutivo y a veces también del legislativo en cuanto a sus nombramientos.
El poder Ejecutivo concentraba en cambio gran poder en sus manos al tener
entre sus atribuciones.
Artículo 68: Corresponde al Presidente de la República:
1. Sancionar y promulgar las leyes, ejecutarlas y hacerlas ejecutar; dictar
cuando no lo hubiere hecho el Congreso, los reglamentos para la mejor
ejecución de las leyes; y expedir, además, los decretos y las órdenes que, para
este fin y para cuanto incumba al gobierno y administración del Estado, creyere
convenientes, sin contravenir en ningún caso lo establecido en dichas leyes. 9.
Nombrar, con la aprobación del Senado, al Presidente y Magistrados del
Tribunal Supremo de Justicia, y a los Representantes diplomáticos y Agentes
consulares de la República; pudiendo hacer nombramientos interinos de dichos
funcionarios, cuando en caso de vacante, no esté el Senado.
11. Suspender el ejercicio de los derechos que se enumeran en el art. 40 de
esta Constitución, en los casos y en la forma que se expresan los artículos 41 y
42.
12. Suspender los acuerdos de los Consejos Provinciales y de los 17.
Disponer, como Jefe Supremo, de las fuerzas de mar y tierra de la República.
Proveer a la defensa de su territorio, dando cuenta al Congreso; y a la
conservación del orden interior. Siempre que hubiese peligro de invasión o
cuando alguna rebelión amenazare gravemente la seguridad pública, no
estando reunido el Congreso, el Presidente lo convocará sin demora, para la
resolución que corresponda. Ayuntamientos, en los casos y en la forma que
determina esta Constitución.
La elección del presidente, la duración del periodo presidencial, así como los
periodos que puede mantenerse como tal son legislados a imagen y semejanza
de Estados Unidos
También en ella encontramos las cuatro partes de una Constitución que sigue
un modelo burgués; Está conformada por 286 artículos organizados en 19
títulos, disposiciones transitorias para los títulos II al VII, IX y XIV al XVII,
además de una Transitoria Final y una Disposición Final.
Título I: De la nación, su territorio y formas de gobierno.
Título II: De la nacionalidad.
Título III: De los extranjería
Título IV: Derechos fundamentales.
Título V: De la familia y la cultura.
Título VI: Del trabajo y la propiedad.
Título VII: Del sufragio y los oficios públicos.
Título VIII: DelosÓrganos del Estado.
Título IX: DelPoder legislativo.
Título X: Del Poder Ejecutivo
Título XI: Del Vicepresidente de la República
Título XII: Del Consejo de Ministros
Título XIII: De las relaciones entre el Congreso y el Gobierno
Título XIV: Del Poder Judicial.
Título XV: Del régimen municipal.
Título XVI: Del régimen provincial.
Título XVII: Hacienda Pública.
Título XVIII: Del Estado de Emergencia.
Título XIX: De la Reforma Constitucional.
(de la Fuente 1989. Pág. 156)
Artículo 20: Todos los cubanos son iguales ante la Ley. La República no
reconoce fueros ni privilegios.
Se declara ilegal y punible toda discriminación por motivo de sexo, raza, color o
clase, y cualquiera otra lesiva a la dignidad humana. La Ley establecerá las
sanciones en que incurran los infractores de este precepto.
Como afirma de la Fuente (1989) era imposible que un país dominado por una
oligarquía latifundista, industrial azucarera e importadora, dependiente de los
grandes intereses estadounidenses se pudieran dictar las leyes
complementarias necesarias para:
Estos artículos son fruto de las luchas por el reconocimiento del derecho a la
participación en la toma de decisiones de amplios sectores del pueblo, incluye
a las mujeres y a todo cubano mayor de 21 años sin importar su condición
social.
Su parte orgánica la podemos identificar desde los títulos VIII hasta el XVIII, en
este encontramos correcciones dirigidas a limitar el poder ejecutivo con la
intencionalidad de evitar las dictaduras como la de Machado, sin renunciar a su
esencia burguesa.
Conclusión Parcial
- Tienen carácter liberal-democrático inspirada por la Constitución Americana
de 1789, expresión de los nuevos métodos de explotación semicolonial, al
responder a los intereses de la burguesía nacional subordinada a los intereses
imperiales de Estados Unidos de América
- Ambas sufren del pecado capital de no incluir en ellas el ideario Martiano.
- Aunque en términos de derechos ciudadanos la Constitución de 1940 es más
avanzada, en la práctica estos no se materializan, ambas aseguran el poder de
la burguesía dependiente.
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Ochoa del Río José Augusto. El Control Constitucional. Caso Cuba.
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febrero 2010,
-Olano Valderrama. C.A. y Olano García. 2000. H.A. (3ª ed.) Bogotá. Ediciones
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- Torres-Cueva E y Loyola Vega O. 2001. Historia de Cuba 1492-1898.
Formación y Liberación de la Nación. La Habana. Editorial Pueblo y Educación.
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A modo de presentación
En todo el proceso revolucionario desde el triunfo de la Revolución y durante la
construcción socialista ha estado presente lo expresado por Lenin (1981) en su
trabajo Una gran iniciativa:
Estos criterios leninistas han sido tenidos en cuenta por la máxima dirección
de la Revolución, pero desde luego ajustados a las características y
singularidades propias del proceso revolucionario, lo que constituye una de las
grandes genialidades de Fidel Castro.
El estudio del sistema político cubano no es nuevo, no pocos autores han
incursionado sobre el mismo, tanto desde posiciones marxistas como desde
otras posiciones ideológicas contrarias a estas.
La comunidad científica cubana ha considerado acertadamente que, a partir
de la declaración del carácter socialista de la Revolución en abril de 1961, el
sistema político cubano se denomina sistema político cubano de transición
hacia el socialismo, por encontrarnos justamente en el período de transición del
capitalismo hacia el socialismo, tal y como lo expusieron Carlos Marx (1975,
pp.48-49) y V.I. Lenin (1981, pp.358-371). El primero, en 1875, en el trabajo
“Crítica del Programa de Gotha” y, en el caso del segundo, abordó este
problema, fundamentalmente, en la obra “El Estado y la revolución”, en el año
1917. No obstante, en los documentos legales como la Constitución de la
República, los documentos rectores del Partido Comunista de Cuba, en
discursos de Fidel Castro y Raúl Castro, así como, en otros documentos y
textos, se plantea el carácter socialista de nuestro país, es decir, Cuba como
Estado de derecho o país socialista. (1) Además, se identifica este periodo de
transición al socialismo como construcción del socialismo.
Es conveniente, asimismo, señalar que no será posible avanzar en la
construcción del socialismo o periodo de tránsito, al menos es la experiencia
que ofrece la historia, con solo tomar el poder político y seguir gobernando con
la maquinaria burguesa: el Estado capitalista. Hay que emprender radicalmente
la demolición, la destrucción total de ese Estado y comenzar a construir uno
nuevo, el socialista. Es decir, desde las ruinas de aquel ir levantando y
construyendo las bases del Estado por edificar, especialmente la liquidación
absoluta, aunque paulatina, de las relaciones económicas anteriores, las
relaciones de la propiedad privada sobre los medios de producción, para
establecer definitivamente las nuevas relaciones económicas socialistas, en
primer lugar, la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios
fundamentales de producción.
Lo anterior no quiere decir, ser dogmáticos, ingenuos y pretender desechar
todo lo útil que debe emplearse del anterior régimen, para construir la nueva
sociedad, cuestión que siempre estuvo clara para los clásicos del marxismo y
leninismo y en el pensamiento revolucionario cubano, por los principales líderes
de la Revolución Cubana, particularmente por Fidel Castro.
Este principio inviolable lo tuvo presente la Revolución Cubana, una vez que
toma el poder político en enero de 1959: ir demoliendo poco a poco todo el
andamiaje capitalista que existía e ir creando nuevas instituciones y
organizaciones políticas, sociales y de masas, acorde con las circunstancias
que se iban presentando, pero especial prioridad se le brindó al cambio radical
de las relaciones económicas capitalistas.
En este sentido, es preciso apuntar que no siempre se comprende la dimensión
exacta de lo complejo que es construir el socialismo, tanto desde el punto de
vista teórico como práctico. Lenin fundamentó que se trataba de una lucha a
muerte entre los dos sistemas, entre el capitalismo y el socialismo que se
quiere construir, destacando que esa transición revolucionaria, “...no puede
menos de ser un período de lucha entre el capitalismo agonizante y el
comunismo naciente; o en otras palabras; entre el capitalismo vencido, pero no
aniquilado y el comunismo ya nacido, pero muy débil aún” (Lenin, 1981, p.288).
Se trata de ¿quién vencerá a quién?
Acerca de lo complicado que es construir el socialismo como sistema político,
económico y social nuevo se debe tener presente, además, coincidente con el
pensamiento leninista, estas tres ideas básicas que siguen. La primera del Che
Guevara (1988):
El camino es largo y lleno de dificultades. A veces, por extraviar la ruta, hay que
retroceder; otras, por caminar demasiado aprisa, nos separamos de las masas (…).
En nuestra ambición de revolucionarios, tratamos de caminar tan aprisa como sea
posible, abriendo caminos, pero sabemos que tenemos que nutrirnos de la masa y
que esta solo podrá avanzar más rápido si la alentamos con nuestro ejemplo.
(p.13).
La primera gran tarea de toda revolución social es la toma del poder político.
Con el triunfo de la Revolución en enero de 1959 se inicia en Cuba un nuevo
poder político, que permitió de inmediato realizar las principales
transformaciones estructurales como fueron entre otras, eliminar los
mecanismos e instituciones estatales que constituían las fuerzas organizadas
del aparato de poder del Estado burgués-latifundista, en todos sus aspectos:
económico, político-militar (policíaco), social y cultural. Estableciéndose el
Gobierno Revolucionario, quedando en manos de su Consejo de Ministros de
forma centralizada el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, creándose las
condiciones propicias para disolver todas las estructuras de dicho Estado
burgués.
Los primeros cambios radicales se realizaron acorde con el
restablecimiento de la Constitución de 1940 y la Ley Fundamental a partir del 7
de febrero del propio año 1959. Esta Ley mantuvo los preceptos más
avanzados de aquella, pero elimina totalmente las funciones y el papel del
Estado burgués-latifundista, al dejar de existir. Al mismo tiempo, se establecen
importantes modificaciones acorde con las nuevas tareas que emprendía la
Revolución.
Quedó disuelto el Congreso de la República y todo el aparato de
dominación de la tiranía que lo integraban, fundamentalmente senadores,
representantes, gobernadores, alcaldes y concejales que ocuparon esos
cargos de manera fraudulentas, elegidos en una farsa electoral por Batista y
sus acólitos en 1958. De tal manera, fueron eliminados los órganos de poder
estatal y gubernamental, tanto en los niveles locales (municipios y provincias) y
a nivel nacional. En su lugar, ocuparon las funciones en esos niveles los
Comisionados del Gobierno Revolucionario, a la cabeza de los cuales, a nivel
nacional, actuaba el Gobierno Revolucionario con su Consejo de Ministros,
investido, como dijimos antes, de plenas facultades legislativas y ejecutivas.
Se suspende por un término de 30 días la inamovilidad de los miembros del
Poder Judicial, iniciándose una depuración en el seno de este. La gran mayoría
de los miembros del Tribunal Supremo de Justicia, del Ministerio Fiscal y del
Tribunal Supremo Electoral, formaban parte de aquellos que habían servido a
los intereses del régimen tiránico de Batista. Fueron proscripto los Tribunales
de Urgencias destinado a reprimir las actividades políticas, democráticas y
revolucionarias. Se crean los Tribunales Revolucionarios para juzgar y
sancionar a los esbirros, torturadores, delatores y criminales de guerra. Las
transformaciones de los órganos de administración de justicia a favor del
pueblo, es decir de carácter popular primero y socialista después no se realizó
en los primeros momentos, sino de manera paulatina en el transcurso de los
años que cubre esta etapa.
El viejo Ejército, la Policía Nacional, la Policía Secreta y demás cuerpos
represivos, instrumentos del régimen explotador y dictatorial, fueron
desarmados y disueltos, quedando en su lugar el Ejército Rebelde y la Policía
Nacional Revolucionaria, que pasaron por un proceso de formación e
institucionalización bajo las nuevas concepciones revolucionarias. En octubre
de 1959 se creó el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y las
Milicias Nacionales Revolucionarias, y, posteriormente el 6 de junio de 1961 el
Ministerio del Interior. Fueron estas instituciones las fuerzas armadas
principales del Gobierno Revolucionario que garantizaron el nuevo poder
político establecido desde el triunfo de la Revolución y su desarrollo posterior.
El pueblo se armó en defensa de su Revolución, principio leninista que justifica
que “Cualquier revolución vale algo sólo cuando es capaz de defenderse, pero
no aprende a hacerlo enseguida.” (V. I. Lenin, 1970, p. 568). Este principio
siempre se ha tenido muy presente hasta hoy.
Otra expresión de soberanía lo constituyó la despedida de la misión militar
norteamericana que había asesorado al gobierno y al ejército batistiano.
Por otro lado, fueron disueltos los partidos y grupos políticos que formaban
parte del sistema político anterior y que actuaban en correspondencia plena
con la dictadura de Batista. En poco tiempo y en la medida que la Revolución
se radicalizaba y marchaba hacia el socialismo otros partidos fueron
desapareciendo al no contar con la base social que los sustentaban, así como,
la idea cierta de que por el momento no se iban a realizar elecciones, hecho
que ejerció una gran influencia pues esos partidos burgueses tenían carácter
electoral y sus principales dirigentes se fueron del país.
En esta etapa, la lucha de clases se manifestó de manera aguda entre los
desplazados del poder político y los que ahora asumían el nuevo poder, es
decir entre las fuerzas revolucionarias y las que se oponían, la
contrarrevolución, que desde entonces el imperialismo norteamericano siempre
apoyó de diferentes maneras. Esta lucha de clases se manifestó también
dentro del Gobierno Revolucionario con la existencia de un ala de derecha
formada por elementos burgueses y anticomunistas, encabezados
principalmente por el Presidente de la República Manuel Urrutia LLeó y el
Primer Ministro José Miró Cardona. Esto constituyó un freno para llevar
adelante los objetivos programáticos previstos, lo que implicaba eliminar con
rapidez la influencia negativa que ellos ejercían.
A mediados de febrero se produce la primera crisis ministerial, pues
renuncia el Gabinete en pleno y, entonces, el Comandante en Jefe del Ejército
Rebelde, Fidel Castro Ruz asume el cargo de Primer Ministro desde el 16 de
este propio mes y se adoptan medidas encaminadas al fortalecimiento de la
composición clasista del gobierno. Pero este problema no se resolvió
definitivamente y en junio salen otros ministros. En la primera quincena de julio
se produce otra crisis política, pero de mayor magnitud, pues el presidente de
la República continuó su posición en contra de la promulgación de leyes
revolucionarias, ante esta situación Fidel renuncia al cargo de Primer Ministro.
Las causas de tal decisión las explica al pueblo, que en su inmensa mayoría
pide la renuncia de Urrutia, cuestión que se da inmediatamente, siendo
sustituido por Osvaldo Dorticós Torrado. Pasado seis meses, en lo esencial fue
depurada la composición clasista a favor del nuevo poder revolucionario que se
iba instaurando.
La Primera Ley de Reforma Agraria, aprobada el 17 de mayo de 1959, fue
la medida política más radical e importante que toma la Revolución en sus
primeros momentos, pues va dirigida directamente a la eliminación del
latifundio en Cuba, a la clase burguesa latifundista y a las propiedades
extranjeras, en especial a la propiedad norteamericana. Es cierto que esta ley
todavía no posee un carácter socialista ya que el 70% de la tierra cultivable
estaban en manos privadas, pero en octubre de 1963, se promulga la Segunda
Ley de Reforma Agraria, dos años después que fuera declarado el carácter
socialista de la Revolución, entonces cambia esa correlación, la mayoría de
este tipo de propiedad en el campo, el 70%, pasa a ser propiedad socialista.
Fue un duro golpe al imperialismo.
Ante la agresividad del gobierno estadunidense, que se manifiesta
fundamentalmente a partir de la aplicación de la Primera Ley de Reforma
Agraria para eliminar la Revolución, el Gobierno Revolucionario responde con
otras medidas radicales. El 6 de agosto de 1960 son nacionalizadas las
principales compañías norteamericanas; el 17 de septiembre de este año la
banca norteamericana y el 13 de octubre la banca cubana. Además de 382
grandes empresas del capital nacional. En estas cifras se incluyen 105
centrales azucareros. Ya en octubre de 1963 habían pasado a poder estatal:
“…el 95% de la industria; el 98% de la construcción; el 95% del transporte; el
70% de la agricultura; 75% del comercio minorista; el 100 % del comercio
mayorista” (Fung Riverón, T., 1986, p.149). Son medidas radicales contra la
gran propiedad privada capitalista.
El 15 de octubre de 1960, Fidel Castro declara que el Programa del
Moncada había sido cumplido, en lo fundamental. Así en menos de dos años,
en lo fundamental, fue liquidado el Estado burgués-latifundista y fue
estableciéndose el nuevo Estado revolucionario.
Por otro lado, a partir de la primera Ley de Reforma Agraria, se manifiesta
de forma aguda la lucha de clases, adoptándose por el imperialismo en alianza
con las clases desplazadas del poder, todo tipo de medidas y agresiones
contra la Revolución, lo que favoreció notablemente a una mayor radicalización
de la conciencia de las masas populares del proceso revolucionario.
En el plano económico, el 5 de julio de 1960, el gobierno norteamericano
suprime la cuota azucarera en su mercado y como consecuencias de las
contramedidas que adopta la Revolución, el 3 de enero de 1961, rompe las
relaciones diplomáticas con el Gobierno cubano y el 3 de febrero de 1962
declara el bloqueo económico y comercial, que ha estado presente hasta hoy.
Junto a esto, el 31 de enero de este año, en la Octava Cumbre de la OEA
celebrada en Punta del Este, Uruguay, Cuba fue expulsada de ese organismo
regional, que como bien lo calificará el Canciller de la Dignidad, Raúl Roa, es
un Ministerio de Colonias yanqui. Todos los gobiernos latinoamericanos
rompieron relaciones diplomáticas con Cuba, excepto México. A pesar de esta
grave situación política creada, se mantuvo más sólida la solidaridad
internacional de los pueblos con la Revolución Cubana. La Unión Soviética y
los otros países del Campo Socialistas, así como los movimientos y países
progresistas, fortalecieron sus vínculos con nuestro país.
Mientras esto sucede, desde el principio de la toma del poder político se
siguen adoptando medidas revolucionarias, como la reposición en sus empleos
a los trabajadores despedidos por causas políticas y sociales; el avance en la
eliminación del desempleo; confiscación de los bienes de los malversadores
enriquecidos con el erario público y en negocios sucios; medidas encaminadas
a la liberación del campesinado de sus condiciones de vida infrahumanas;
garantizar las condiciones humanas de trabajo para los obreros; liquidar el
analfabetismo con la realización de la Campaña de Alfabetización en 1961,
devenida revolución cultural; la enseñanza se estableció como servicio gratuito
para el pueblo, como lo fue también la atención a la salud de la población;
medidas concretas encaminadas a la eliminación paulatina de la discriminación
racial y la lucha por la igualdad de la mujer; la adopción y aplicación de la Ley
de Reforma Urbana, el 14 de octubre de 1960, que hizo propietarios de sus
viviendas a la inmensa mayoría de los cubanos, abonando alquileres rebajados
en un 50% para ir amortizando el costo del inmueble. Medidas todas estas que
beneficiaban a las clases más explotadas, a todo el pueblo.
La agresividad del imperialismo no cesa en ningún momento. Acciones con
apoyo de la contrarrevolución interna, como: los sabotajes, asesinatos,
atentados para asesinar a Fidel Castro y otros dirigentes revolucionarios. Las
acciones agresivas, no solo se emplearon contra la economía, también tuvieron
una connotación de carácter político, social y subversivo como la
implementación de un conjunto de medidas de guerra sicológica que afectó
directamente a la población.
En abril de 1961, el gobierno norteamericano utiliza como forma de
aniquilar la Revolución la agresión militar directa por Playa Girón. El 16 de abril
en el entierro a las víctimas como resultado de los ataques a los aeropuertos el
día anterior, el Comandante en Jefe Fidel Castro declara el carácter socialista
de la Revolución y llama a todo el pueblo armado a combatir y derrotar al
enemigo, que horas después desembarcaba por Playa Girón. Este fue uno de
los momentos de mayor significación en la defensa de las conquistas que
alcanzaba el pueblo cubano.
También con el mismo propósito de destruir el ejemplo que daba Cuba en
el mundo, desde el propio año 1959, se fue inundando el país de bandas
contrarrevolucionarias alzadas, que se extendieron a todas las provincias del
territorio nacional. La lucha contra blandidos (conocida como LCB) cobra
también múltiples vidas cubanas. La eliminación de los últimos alzados
contrarrevolucionarios se produce en el año 1965.
La derrota sufrida por el imperialismo yanqui en las arenas de Playa Girón,
los llevó a pensar en la aplicación de nuevos planes de mayor envergadura.
Esta vez fue la “Operación Mangosta” (2) con el mismo propósito de acabar
con la Revolución. Autores consultados destacan coincidentemente que las
acciones de la “Operación Mangosta” debía analizarse en relación directa con
la Crisis de Octubre de 1962 (3), otro momento de gran significación nacional e
internacional que profundiza el carácter socialista de nuestro país.
En esta etapa (1959-1965) del primer periodo, la creación y formación del
Partido Comunista de Cuba, que es el principal componente del sistema
político cubano, se encuentra en un proceso de unidad, integración y
formación. A principios de 1961, los principales dirigentes de las fuerzas
políticas que habían luchado contra la dictadura de Batista: el Movimiento
Revolucionario 26 de Julio, el Partido Socialista Popular y el Directorio
Revolucionario 13 de Marzo, sobre la base de los principios del marxismo y el
leninismo se habían puesto de acuerdo en la necesidad de crear un solo
partido. A finales de este año se logra la unión de estas fuerzas, creándose las
Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI). El 26 de marzo de 1962 se
realiza por Fidel Castro, aunque no fue el único momento, un profundo análisis
de los errores de sectarismo y de funcionamiento que venía cometiendo las
ORI. A partir de ahí se desarrolla un proceso de construcción del partido, el
Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC), este incluyó los
institutos armados, quedando concluido en el año 1963 y en octubre de 1965
cambia de nombre por Partido Comunista de Cuba, eligiéndose su Comité
Central. En esta ocasión se fusionan los periódicos Hoy y Revolución y surge el
periodo Granma como órgano oficial del Partido. En las Fuerzas Armadas
Revolucionarias y el Ministerio del Interior también se construyó el nuevo
Partido. Se creaba el instrumento político idóneo que garantizaba la
continuidad histórica de la Revolución y el logro de los objetivos programáticos
para la construcción del socialismo, iniciada años antes.
Lo más avanzado, progresista y revolucionario de la juventud cubana,
entendió la necesidad de crear su propia organización política. Ya desde 1959
el comandante Ernesto Che Guevara tuvo la idea de organizar la Asociación de
Jóvenes Rebeldes (AJR), el 28 de enero de 1960, informa que había sido
designado Joel Iglesias, comandante muy joven del Ejército Rebelde, como el
máximo dirigente de esta organización. Como parte del proceso de unidad
revolucionaria, el 21 de octubre de 1960, las organizaciones juveniles se
fundieron en la Asociación de Jóvenes Rebeldes y el 4 de abril de 1962 tuvo
lugar su primer congreso, el cual fue presidido por el Comandante en Jefe Fidel
Castro, que propone que a partir de entonces se denomine Unión de Jóvenes
Comunistas (UJC).
Un papel significativo para el fortalecimiento del sistema político cubano, lo
fue sin dudas, la existencia de los componentes principales de la nueva
sociedad civil cubana en formación y desarrollo, término que no se empleaba
entonces. Las organizaciones creadas por la Revolución fueron: la Federación
de Mujeres Cubanas (FMC), el 23 de agosto de 1960, con la agrupación de las
organizaciones femeninas existentes; los Comités de Defensa de la Revolución
(CDR), el 28 de septiembre de 1960; la Asociación Nacional de Agricultores
Pequeños (ANAP), el 17 de mayo de 1961; la Unión de Pioneros de Cuba
(UPC, hoy Organización de Pioneros José Martí), el 4 de abril de 1961. Con el
triunfo revolucionario otras organizaciones asumieron otro papel ajustado a las
nuevas circunstancias revolucionarias: la Confederación de Trabajadores de
Cuba (CTC), fundada el 28 de enero de 1939 y luego del triunfo revolucionario,
en el año 1961 pasa a denominarse Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
(4) La Federación Estudiantil Universitaria, fundada el 20 de diciembre 1922
por Julio Antonio Mella. Esta organización desempeñó un papel protagónico en
las transformaciones revolucionarias de la universidad y participó activamente
en el proceso de la lucha revolucionaría que le antecedió al triunfo
revolucionario de enero de 1959. Posterior a este, se convirtió en una
organización imprescindible en la defensa de las conquistas alcanzada por
nuestro pueblo en las diferentes etapas hasta la actualidad. Como parte del
fortalecimiento de las organizaciones de masas, debe tenerse en cuenta la
creación y el papel que ha desempeñado como organización estudiantil la
Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FFEM), creada el 6 de
diciembre de 1970, que tiene como función fundamental velar por los deberes y
derechos de los estudiantes de este nivel de enseñanza, representa y gestiona
sus inquietudes y necesidades. Antes del triunfo de la Revolución los
estudiantes secundarios y de bachillerato participaron activamente, junto a
otras organizaciones, en las luchas revolucionarias contra los gobiernos
explotadores. Desde 1959, esta organización, fue precedida por la Unión de
Estudiantes Secundarios (UES) y las Brigadas Estudiantiles José Antonio
Echeverría (BEJAE) que aportaron experiencias significativas para la formación
de la nueva organización que surgía.
Todas estas organizaciones forman parte activa del sistema político
cubano, así como las sociales que agrupan a economistas, juristas, periodistas,
artistas y escritores, entre otras muchas.
A partir del año 1963, las Fuerzas Armadas Revolucionaria se van
transformando en un ejército moderno. Durante esta etapa el pueblo
revolucionario organizado en las organizaciones de masas y sociales tienen
una activa participación en la defensa del país y en el desarrollo económico,
como las dos tareas más importantes de aquel momento, al estar latente las
agresiones económicas y militares por parte del imperialismo norteamericano.
La política económica constituyó una preocupación desde el primer
momento por parte del Estado, a pesar de las grandes dificultades que se tuvo
que enfrentar en este terreno. El Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA)
(5) surge con la promulgación de la Primera Ley de Reforma Agraria y fue
creado con el objetivo de garantizar el cumplimiento de dicha ley. El 16 de
marzo de 1960, se crea la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN) (6), que
fue también un importante paso en la organización del Estado y de la
economía. Esta tuvo como tarea primaria asegurar la planificación de los
diversos sectores económicos, en un proceso de desarrollo acelerado de las
nacionalizaciones que se realizaron en este propio año. En la búsqueda de
mecanismos para el desarrollo de la economía nacional que nacía; se
establecieron diversos planes de desarrollo económico y se crearon nuevos
ministerios que atendiera la ejecución de las nuevas tareas que surgían en este
sentido. Caracterizaron, además, esta etapa la elaboración de planes
económicos anuales y el plan cuatrienal 1962-1965. El contenido esencial de
las medidas de carácter estratégico y los planes elaborados se concentraba
fundamentalmente en la industrialización acelerada del país y la diversificación
de la agricultura.
Estos primeros intentos para desarrollar la economía del país no tuvieron
los éxitos que se esperaban, pues se vieron afectados entre otras cuestiones
principales por insuficientes recursos, el sistema financiero no podía enfrentar
todas las demandas que exigía ese desarrollo económico, la falta de
preparación de especialistas y cuadros económicos, la emigración de
profesionales y técnicos y la existencia de un férreo bloqueo económico por
parte de los Estados Unidos.
Pero debe agregarse, que la Revolución enfrentaba una aguda lucha de
clases tanto en el plano interno como externo. La participación política activa
de las masas populares en las tareas de destrucción del viejo sistema político y
la construcción de otro nuevo, constituyó un elemento principal para la toma de
decisiones políticas en beneficio de las clases y capas sociales que durante
tanto tiempo fueron explotadas, que vivían en una situación de miseria con
enormes necesidades materiales y espirituales. En la práctica sociopolítica se
emplearon diferentes vías y formas participativas, a pesar de la no existencia
de instituciones representativas del Estado. La ausencia de estas no significó la
falta de democracia y de participación política, todo lo contrario. La
participación del pueblo en el proceso de gobernabilidad, matizado por la
necesidad de desarrollar la economía y defender las conquistas que se iban
alcanzando, permitió, ante un contexto interno y externo muy hostil y agresivo,
un elevado consenso y legitimidad políticas del Gobierno revolucionario, lo que
facilitó avanzar paulatinamente en los objetivos propuestos de la Revolución
Democrático-Popular, Agraria y Antiimperialistas y luego proseguir en la etapa
socialista de la Revolución.
Se convirtió en un estilo consultar constantemente con la población, sus
criterios y opiniones sobre diversos aspectos de carácter político, económico y
social; de cuestiones que la Revolución consideraba con todo derecho la
necesidad de responder ante las amenazas y ataques del imperialismo yanqui
y sus lacayos. Fue empleado entonces, diferentes vías como el contacto
directo en las asambleas, reuniones, recorridos que realizaban los principales
dirigentes y otros momentos, con diferentes sectores sociales para saber de
sus inquietudes. Estos procedimientos se fueron haciendo cotidianos en el
trabajo del Partido y el gobierno principalmente. Por otro lado, la población
hacia llegar sus preocupaciones a los diferentes niveles, incluyendo la máxima
dirección de la Revolución. Pero ocupó una significativa importancia en la
participación política y el ejercicio democrático del proceso revolucionario las
grandes concentraciones populares, donde Fidel y otros cuadros
revolucionarios consultaban constantemente cuestiones medulares con el
pueblo, como fueron las Asambleas Generales Nacionales que se convocaron:
Primera Declaración de La Habana realizada el 2 de septiembre de 1960, la
Segunda Declaración de La Habana celebrada el 4 de febrero de 1962 y la
Declaración de Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1964 (7). Estas asambleas
se convocaron para dar respuesta enérgica y directa por parte del pueblo
cubano a las acusaciones infundadas por parte del gobierno estadounidense
de amenazas de todo tipo, intentando crear pretextos para agredir militarmente
el país con el objetivo de derrocar a la Revolución.
En interés de perfeccionar las vías, canales y procedimientos de
participación política democrática y con el objetivo de buscar nuevos vínculos
del gobierno central con las instituciones locales, se estableció durante 1961
las Juntas de Coordinación, Ejecución e Inspección (JUCEI), que sustituyeron
los Comisionados que se habían designado al disolverse en 1959 las Alcandías
y las Gobernaciones. Su creación comenzó por Oriente y concluyó en la región
occidental del país al inicio del segundo semestre del propio año. En su
constitución, Raúl Castro alertó:
…hay que tener en cuenta ―y nunca perder esa perspectiva― que esta
experiencia de órgano de poder provincial o local está renovándose
constantemente. Se basará, lógicamente en la experiencia práctica, con la
participación del pueblo, los organismos estatales y organismos de masas, en la
perfección futura de un tipo definitivo de órgano de poder local… (Castro Ruz, R.
1961a, p.30).
Segunda Etapa: desde 1965 hasta 1975, hacia la consolidación del sistema
político
A partir del año 1965 y hasta 1975 se producen nuevos momentos
significativos desde el punto de vista de la organización política de la sociedad
cubana, en interés de la consolidación del sistema político cubano.
En este sentido y sin abandonar el criterio básico de periodización establecido,
al menos tres fueron los momentos más significativos que marcaron esta nueva
etapa, a saber:
El papel que tuvo que desempeñar el Partido Comunista de Cuba como
fuerza política rectora del Estado y la sociedad, que se extiende hasta
diciembre de 1975 con la celebración de su Primer Congreso.
El continuo desarrollo de instrumentos, mecanismos y procedimientos
estatales y gubernamentales, que posibilitó seguir perfeccionando el
ejercicio democrático del pueblo, es decir, propiciar vías y canales
participativos por parte de las masas populares en el gobierno de la
sociedad.
El papel que desempañaron las organizaciones de masas y sociales en la
búsqueda de su propia autonomía funcional.
Pero, indiscutiblemente las dos tareas de mayor envergadura siguieron siendo
la economía y la defensa armada de la Revolución. Debe destacarse, en el
caso de la primera, la importancia que comportó para el desarrollo del país la
implementación de la política económica y como parte sustancial de ella los
planes de la economía nacional, en particular el de 1965 al 1970. No obstante,
debe señalarse que durante todo este periodo se presentaron errores de
idealismo, desconociendo en ocasiones la existencia de leyes económicas
objetivas, las cuales debían observarse en correspondencia con las
circunstancias que se dieron.
En cuanto a la segunda tarea, requirió un descomunal esfuerzo en la
preparación y defensa del pueblo ante las constantes amenazas del enemigo.
En consecuencia, la lucha contra la actividad subversiva, las constantes
amenazas de agresiones militares y el creciente y despiadado bloqueo
económico, por parte del gobierno estadunidense, se le dedicó, entonces, la
atención principal del país. Estas cuestiones acompañaron la imposibilidad de
que la actividad económica constituyera la prioridad principal del trabajo del
Partido y el gobierno en los primeros diez años, en virtud del avance sostenido
que ello requerida, cuestión reconocida por el propio Comandante en Jefe Fidel
Castro en diciembre de 1975. (Castro Ruz, F. 1975, p.50).
El Partido, el Estado y la sociedad civil tuvieron estas principales prioridades
como centro de sus actividades.
No se pueden ver separados los elementos de la organización política de la
sociedad que se iban conformando y consolidando con los asuntos económicos
y la defensa de la patria, pues de ellos fundamentalmente dependía la
existencia misma de la Revolución.
La atención que le dio la máxima dirección de la Revolución y en especial el
Comandante en Jefe Fidel Castro, a la formación y correcto funcionamiento del
Partido, constituyó uno de los aportes al pensamiento político revolucionario
cubano. Pues el marxismo y el leninismo planteaban que primero debía de
crearse el partido para hacer y dirigir la revolución. En Cuba fue una de sus
singularidades: primero la Revolución trajo al Partido y este una vez
constituido, dirige la Revolución Cubana.
La formación y desarrollo del Partido Comunista de Cuba ha pasado por
diferentes etapas. En cada una de ellas ha desempeñado un papel esencial en
la realización de los programas y objetivos programáticos políticos, económicos
y sociales, que posibilitó la consolidación y avance continuo del proceso
revolucionario.
Desde que, en octubre de 1965 fue creado el Comité Central y las demás
estructuras partidistas: el Buró Político, el Secretariado y las comisiones
auxiliares, ha estado presente un constante perfeccionamiento del Partido, en
correspondencia a las circunstancias que en cada momento ha tenido que
enfrentar.
Una cuestión esencial a encarar fue delimitar correctamente las funciones
específicas que debían asumir los sujetos políticos principales del sistema
político cubano: el Partido, el Estado y el Gobierno. Cuáles debían ser las
funciones de cada uno y las relaciones que se debían establecer entre ellos.
El tiempo demostró que no se trataba solo de dejarlas fijadas, en documentos
rectores, en discursos de los principales dirigentes de la Revolución, ni desde
el punto de vista teórico. Era una cuestión que la práctica sociopolítica debía
confirmar.
En esta etapa, el Partido en sus relaciones con el Estado y el Gobierno cometió
algunos errores de funcionamiento, que hoy aún se manifiestan de diferentes
modos. El Partido no debe suplantar las funciones del Estado y del Gobierno,
todo lo contrario, sino desde sus propias tareas dirigir para que estos trabajen y
cumplan con su papel correctamente.
Este problema surge desde la propia formación del Partido en 1965, pues tuvo
que asumir también funciones estatales y gubernamentales al no existir los
mecanismos e instrumentos idóneos de poder democráticos, que después y a
partir de los primeros años del 70 se implementaron por la dirección de la
Revolución, cuando fueron establecidas las instituciones representativas del
poder a los distintos niveles: el Poder Popular. Esta insuficiencia del Partido no
se solucionó por el hecho de que luego estuvieron presentes esas instituciones
de poder, sino que continuó manifestándose en lo sucesivo.
Incluso, ante de formarse definitivamente el Partido, tanto Fidel como Raúl,
insistieron en la necesidad de definir adecuadamente las funciones de cada
cual y las relaciones que deben establecerse entre ellos. Ha sido una práctica
recurrente en las ideas de ambos de que estos sujetos políticos se dediquen a
sus funciones propias y que el Partido no interfiera en ellas, sino que desarrolle
adecuadamente el papel de dirigente que tiene.
Hay que entender claramente que el Partido no administra, no sustituye las
funciones estatales, gubernamentales y administrativas, ni suplanta las
funciones de las organizaciones de masas, entonces cuál es el papel dirigente
del Partido respecto al Estado y la sociedad cubana, de tal manera que cada
cual se dedique a sus funciones específicas, sin interferir en la responsabilidad
que cada uno tiene. Es un aspecto que no siempre ha estado claro.
Con las propias explicaciones de Fidel y Raúl puede bien esclarecerse este
asunto.
En 1962, Fidel, expone con claridad cuál es el papel del Partido respecto al
Estado y el Gobierno, destacando que un partido marxista y leninista tiene la
dirección de la revolución y por tanto del Estado, y, precisa:
…pero tiene la dirección del Estado por conducto de sus canales adecuados, tiene
la dirección del Estado por medio de la dirección nacional de ese organismo, que
tiene jurisdicción sobre el aparato político y sobre la administración pública. ¿Cuál
es la función del Partido? Orientar. Orienta en todos los niveles, no gobierna en
todos los niveles. Crea la conciencia revolucionaria de las masas, es el engranaje
con las masas, educa a las masas en las ideas del socialismo y en las ideas del
comunismo, exhorta a las masas al trabajo, al esfuerzo, a defender la Revolución.
Divulga las ideas de la Revolución, supervisa, controla, vigila, informa, discute lo
que tenga que discutir, pero no tiene las atribuciones de quitar y poner
administradores, de quitar y poner funcionarios (...) La tarea del núcleo es otra. Es
distinta que las tareas de la administración pública. El Partido dirige, dirige a través
de todo el Partido y dirige a través de la administración pública… (Castro Ruz, F.,
2004a, pp.49 y 50).
Casi un año después volvía sobre este aspecto, esta vez agregando el papel
dirigente del Partido respecto a las organizaciones de masas:
…El Partido no debe sustituir la función ni de la administración ni de las
organizaciones de masas (…) El Partido dirige las organizaciones de masa en los
distintos niveles. Es decir: dirige nacionalmente. Y en las provincias el Partido dirige
también las organizaciones de masa sin interferir las funciones que se le asignen
nacionalmente a una organización de masa, sin desconocer a la organización de
masa, ni la jerarquía dentro de la organización (…) El Partido debe discutir con la
organización de masa, al nivel local o al nivel superior, pero no debe suplantar (...)
El Partido no debe sustituir la función ni de la administración ni de las
organizaciones de masas (Castro Ruz, F., 2004b,pp. 99 y 100).
Por su parte Raúl Castro, desde fecha temprana también planteaba con la
misma identidad a las ideas de Fidel Castro, el papel del Partido respecto a las
funciones estatales, gubernamentales, administrativas y con relación a la
dirección de las organizaciones de masas.
Así en 1961 dejaba definido cuál era el papel del Partido, del Núcleo
Revolucionario Activo (9) y cual bien distinto el de la administración y su
consejo de dirección, por ejemplo, en una granja del pueblo, que era un
organismo estatal con sus funciones administrativas. De tal manera, destacaba
que el núcleo vela por la marcha de la Revolución en todos los aspectos
económicos, políticos, sociales, culturales, etc. No debe sustituir las funciones
que tienen asignadas los miembros de la administración, sino que discute con
ellos, conoce los problemas que existen y ayuda a su solución. Pero también la
organización partidista es responsable ante los organismos superiores de los
resultados productivos de esa institución estatal y de los errores que pudiera
cometer su administración, dejando claro que, si esa institución del Estado
funciona mal, es, por tanto, responsabilidad también del Partido. (10)
Más tarde, al iniciarse la década del 70, exponía que no debe confundirse el
papel del Partido y el papel del Estado, pues,
El poder del Partido descansa directamente en su autoridad moral; en la influencia
que ejerce sobre las masas; en la claridad con que expresa los intereses y
aspiraciones de estas; en la conciencia que les atribuye de sus deberes
revolucionarios, económicos y sociales y, en definitiva, en la confianza que las
masas ponen en él. De aquí que su acción se base, ante todo, en el
convencimiento, sea con actos, sea con sus posiciones ideológicas y políticas.
El poder del Estado descansa directamente en su autoridad material, en que
dispone de una fuerza especial para obligar a cumplir sus decisiones, para
contener, enfrentar y sujetar a todos a las normas jurídicas que dicta. De aquí que
su acción se base, ante todo, en la coerción, en la obligatoriedad de las leyes,
reglamentos y órdenes que dicta. De aquí que si se confunden el Partido y el
Estado resulta, en primer lugar, daño para la acción de convencimiento político e
ideológico de las masas, daño para la labor que ha de realizar el Partido y que solo
puede realizar el Partido, y daño, en segundo lugar, para las actividades del Estado,
cuyos funcionarios dejan de ser responsables de sus decisiones y actividades.
(1988a, p.222.).
De tal modo, definía que la función principal de dirección del Partido al Estado
consistía en que: “El Partido dirige el Estado, controla su funcionamiento y el
cumplimiento de las directivas y planes trazados; estimula, impulsa y contribuye
al mejor trabajo de todo el mecanismo estatal, pero en ningún caso el Partido
debe sustituir al Estado” (1988b, p.223).
Seguido declaraba, entonces, con precisión las principales vías y
procedimientos de cómo en la práctica el primero dirige al segundo:
Hay que señalar, además, que desde el punto de vista político, sicológico e
ideológico había que crear un clima de confianza y seguridad para efectuar las
elecciones, pues como se conoce las que se dieron en la época neocolonial
estaban cargadas de numerosas irregularidades como el fraude, el engaño, la
corrupción administrativa por doquier, las promesas que no se cumplían y la no
solución de los problemas esenciales que padecían los diferentes sectores de
la sociedad, como la pobreza, el hambre, el analfabetismo, la insalubridad, y
otras tantas. Así las elecciones estaban desacreditadas por la nefasta práctica
de entonces. Al contrario de esto, las masas populares, el pueblo, se sentía
bien representado en sus líderes y dirigentes políticos de la Revolución y
confiaban en los mecanismos, vías y procedimientos desarrollados en todos
esos años que no existieron elecciones, pues satisfacían sus demandas
políticas, económicas y sociales a pesar de las complejas situaciones que se
presentaron.
Como bien apuntó al principio de la década del 70´ el propio Raúl Castro, que:
Segundo Periodo: desde 1975 con la celebración del Primer Congreso del
Partido Comunista de Cuba hasta 1990, que se dan las condiciones del inicio
del Periodo Especial.
a) que no basta con trabajar, sino qué resultados se obtienen; b) lo primero que
debe hacerse para evitar que el enemigo nos quite la espada o que nosotros
mismos la dejemos caer, es fortalecer aún más la unidad revolucionaria; c) se hizo
énfasis en lo imperioso de establecer la disciplina financiera y erradicar la
impunidad que existía, para los violadores de las leyes y disposiciones
establecidas. Que debía exigirse más el cumplimiento exacto de la legalidad
socialista. Era preciso de todas formas parar la indisciplina financiera, laboral y
social. (Castro Ruz, R., 2012, pp.9-10)
Existen otros dos momentos de notable significación en cuanto a las ideas que
aportaron y la contribución que dieron en función de elevar el comportamiento
político fundamentalmente de los cuadros partiditas, estatales y
gubernamentales para enfrentar y vencer las dificultades que se dieron, en
particular al inicio de este periodo especial. Esos dos momentos también fueron
protagonizados por el Partido y el Estado, en las figuras de Fidel y de Raúl,
pero debe distinguirse el aporte que brindó Raúl Castro, entonces Segundo
Secretario del Comité Central y Primer Vicepresidente de los Consejos de
Estado y de Ministros. Estos fueron: uno, el 26 de julio de ese año, en el acto
central nacional por el aniversario 41 del asalto a los cuarteles Moncada y
Carlos Manuel de Céspedes, celebrado en Isla de la Juventud, entre otras
cuestiones fundamentales destacó:
…Hoy, la principal tarea económica y política del país es la producción de alimentos
(…) Allí donde este objetivo se enfrenta con decisión e iniciativa, allí donde los
cuadros saben impregnar en todo el pueblo la convicción de que Sí SE PUEDE, se
avanza en el mejoramiento de la situación alimentaria, paso a paso, pero
firmemente, consolidando lo logrado y manteniendo el rumbo hacia delante (…) La
permanente enseñanza de Fidel es que sí se puede, que el hombre es capaz de
sobreponerse a las más duras condiciones si no desfallece su voluntad de vencer,
hace una evaluación correcta de cada situación y no renuncia a sus justos y nobles
principios.(Castro Ruz, R., 2012, p.5)
…los Estados Unidos y aquellos que los secundan han trabajado siempre por
fomentar la división dentro de nuestro país. O sea, dividir para que surjan
multiplicidad de partidos, sindicatos y en forma ilimitada organizaciones de todo
tipo, cuyos embriones serían los grupúsculos existentes en el país, que hoy han
llegado a ser financiados, además, por presupuesto aprobado (…) por el Congreso
de los Estados Unidos y firmados por el presidente de ese país, mediante los
cuales se han asignado a ellos (…) Con eso pretenden confirmar una llamada
sociedad civil que responda a los intereses de Estados Unidos. Nuestra sociedad
civil es la que integran, junto a otros componentes como la familia, la CTC y sus
sindicatos, la ANAP, los CDR, la FMC, las organizaciones estudiantiles y pioneriles,
la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, junto a más de 2000
organizaciones sociales de carácter civil, entre otras las religiosas, inscriptas
oficialmente. Esto demuestra que ellos están por todo lo que nos divida y debilite,
nosotros por todo lo que nos una y fortalezca. (Castro Ruz, R., 2000, p. 5).
Extirpemos del sano y vigoroso tronco de nuestra Revolución, las células malignas
de corrupción y la deshonestidad, que son extrañas y ajenas a la historia, al
ejemplo y a la experiencia de nuestro proceso. Salgamos al paso y desterremos del
seno de nuestra sociedad cualquier práctica viciosa, tolerancia, desidia o descontrol
que favorezca o coexista con el abuso de poder, la vanidad y la prepotencia. (p.4).
Existen otros momentos o tareas de envergadura que cubre esta etapa, o que
fueron adoptadas desde la anterior pero que siguen teniendo significativa
importancia en el desarrollo de esta, entre las que se encuentran:
Las políticas y las medidas que se implementaron por parte del Partido, el
Estado y el Gobierno, dirigidas a la solución de los problemas que hemos
venido exponiendo anteriormente y que frenan el cumplimiento de los
lineamientos trazados han sido adecuadas, pero insuficientes aún en la
solución de ellos. La magia en política no existe y esos cánceres que todavía
tienen cura deben ser eliminados, si aspiramos a llegar a ese socialismo
próspero y sostenible. Habrá que hacer entonces, entre otras cuestiones:
primero, lograr que la economía sea fuerte, eficiente y pueda paulatinamente
crecer en los niveles deseados que aseguren el bienestar social requerido para
la población; segundo, fortalecer las instituciones estatales y gubernamentales,
haciendo que sean eficientes en sus funciones específicas; tercero,
perfeccionar la labor del Partido a todos los niveles y, de igual forma, la Unión
de Jóvenes Comunistas y las organizaciones de masas y sociales,
particularmente el sindicado; cuarto, hacer del sistema de educación una
verdadera fragua donde se eduquen y formen las nuevas generaciones de
cubanas y cubanos con altos valores patrióticos y revolucionarios, que
comiencen a ser realmente las continuadoras de la Revolución, quinto, la
recuperación, rectificación y creación de nuevos valores políticos, morales e
ideológicos ciudadanos, que permitan defender el socialismo cueste lo que
cueste, y hacerlo avanzar, convirtiéndolo en próspero y sostenible; sexto, hacer
del cuadro revolucionario un modelo de actuación política y ética cotidiana,
como nos lo han indicado Fidel, el Che y Raúl.
Conclusiones
En el estudio realizado se puede observar la continuidad en los dos primeros
periodos que se expusieron, manifestados en el fortalecimiento constante que
experimentó el sistema político cubano, aunque en la segunda etapa del
segundo periodo existieron signos de estancamiento durante el proceso de
rectificación de errores y tendencias negativas (1986-1990). En el caso del
tercer periodo, el periodo especial, se produjo no solo estancamiento, sino
también un retroceso del desarrollo del sistema político que se expresó con
agudeza en la primera década de iniciado este, a pesar de la reanimación que
ya se venía experimentando al final de los años 80 y que cinco años después
de presentarse se aprecia una visible tendencia a la recuperación económica
del país, es decir a partir de 1994-1995.
Como se explicó al inicio, la construcción del socialismo es un camino de
incierto andar, que obliga a hacer constantes experimentos; un ir y venir en ese
desconocido itinerario, intentando en todo lo que se pueda, una y otra vez,
allanar esa ruta por donde avanzar mejor y más seguro.
Para Cuba, un país subdesarrollado, este empeño bien puede calificarse como
titánico, al contar como enemigo principal a los Estados Unidos de América, el
imperio más poderoso que ha existido en la tierra, que no ha dejado un instante
su propósito de derrocar a la Revolución Cubana, empleando diferentes formas
de agresión, incluyendo la militar directamente. Actualmente vuelven al empleo
de la guerra no convencional (44), ahora disfrazada con los nuevos adelantos
científicos técnicos y las nuevas modalidades, que desde el propio
establecimiento del poder revolucionario la vienen haciendo sin resultados
tangibles; ahora tampoco lo lograrán a pesar de la vuelta de rosca que ha dado
el señor Trump de intentar una vez más de aniquilar la Revolución con viejos y
obsoletos métodos de la época de la guerra fría, ya ensayados tantas veces
antes.
Una vez más Raúl Castro (2017) ha dejado claro: “…reafirmamos que cualquier
estrategia que pretenda destruir a la Revolución, ya sea mediante la coerción y
las presiones o recurriendo a métodos sutiles, fracasará” (p.4).
El derrumbe del campo socialista y especialmente de la Unión Soviética
complicó seriamente la construcción del socialismo en Cuba. Así, en estos
momentos el problema fundamental está en la solución de las ineficiencias con
que cuenta la economía. Este asunto se ha transformado en la tarea principal
sin la cual no se podrá, primero salvar el sistema social existente, y, segundo,
avanzar sin prisas, pero sin pausa hacia un socialismo próspero y sostenible,
que exige de los cubanos abnegación, sacrificio, responsabilidad y una elevada
conciencia revolucionaria, para enfrentar con éxito los obstáculos, dificultades y
deficiencias que están presentes, como las indisciplinas sociales, las
ilegalidades y las manifestaciones de corrupción, fundamentalmente.
Lo esencial en ese empeño es mantener a toda costa el consenso político y la
unidad nacional que han posibilitado llegar hasta aquí y también permitirá ir
erradicando paulatinamente los problemas que tenemos.
En el cumplimiento de las políticas aprobadas para la actualización del modelo
económico cubano y en el enfrentamiento de los desafíos que tiene ahora la
sociedad cubana, el papel dinamizador del Partido, sus cuadros y la
participación política activa del pueblo constituyen los sujetos políticos
esenciales para realizar el cambio hacia una economía fuerte y sostenible que
garantice una sociedad próspera. Pero para ello también habrá que dedicar un
constante esfuerzo en fortalecer y formar valores políticos, ideológicos y
morales acordes con la nueva sociedad socialista que se construye hace ya
seis décadas.
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tomos, tomo 3, Moscú: Editorial Progreso.
Notas
1. Por ejemplo, en la Constitución de la República de Cuba, en el Artículo 1, se
plantea: “Cuba es un Estado socialista de derecho y de justicia social,
democrático, independiente y soberano…”
2. El llamado “Proyecto Cuba”, consistió en la ejecución de un programa de
seis fases dentro de la “Operación Mangosta” que debería culminar en octubre
de 1962, con la derrota de la Revolución Cubana. En marzo de este propio año,
el presidente John F. Kennedy, aprueba los lineamientos para la “Operación
Mangosta”, comprometiéndose a dar toda la ayuda de su Administración para
el cumplimiento de los objetivos previstos que incluía: el bloqueo económico y
comercial; aislamiento político-diplomático; subversión interna; planes de
asesinatos a líderes cubanos, en particular a Fidel Castro; guerra sicológica y
la invasión militar.
3. Conflicto que estuvo a punto de producirse una tercera guerra mundial. Para
su estudio puede tenerse en cuenta como principales antecedentes el conjunto
de medidas de carácter agresivo contra Cuba que realizó el Gobierno
estadounidense, desde la derrota sufrida en Playa Girón y las previstas en las
diferentes fases de la “Operación Mangosta”. El 29 de mayo de 1962, la URSS,
propone a Cuba y esta acepta instalar cohetes nucleares, en interés del
fortalecimiento estratégico del campo socialista y para la propia defensa del
país. Así en agosto comienza la instalación de 42 cohetes nucleares de
alcance medio, el envío de bombarderos medianos IL-28 y un contingente
militar integrado por 43, 000 combatientes soviéticos, agrupación de tropas
subordinadas al mando soviético. Estas acciones son descubiertas por el
gobierno de los EE.UU. y el 22 de octubre ordena el bloqueo naval a Cuba. El
conflicto concluyó con el acuerdo entre la URSS y los EE.UU. de la retirada de
los cohetes y el compromiso de este último de la no agresión militar directa a
Cuba, decisión esta que no se consultó con el Gobierno cubano. Sobre este
acontecimiento se han realizados numerosas publicaciones. Una de ellas: La
crisis de los misiles, 1962. Algunas reflexiones cubanas. Tomás Diez Acosta,
Ediciones Verde Olivo, Ciudad de La Habana, 1997.
4. En agosto de 1925 se crea la Confederación Nacional Obrera (CNOC),
considerada como la primera central proletaria cubana y que luchó junto al
Partido Comunista de Cuba y otras clases y capas sociales contra los
gobiernos dictatoriales hasta que, en 1939, se disuelve. El 28 de enero de este
año, en La Habana, se realiza el Congreso Constituyente de la Confederación
de Trabajadores de Cuba (CTC). Fue elegido como Secretario General Lázaro
Peña, comunista y dirigente de gran arraigo popular. Años más tarde fue
impuesto oficialmente presidiendo la organización obrera a Eusebio Mujal,
convirtiéndose en un instrumento al servicio del gobierno presidido por Prío
Socarrás y especialmente en el gobierno de Batista a partir del golpe de Estado
dado por este en 1952. El mujalismo hizo mucho daño. Con el triunfo de la
Revolución la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC), a pesar de
posiciones encontradas y luchas internas, fue solucionando la influencia del
mujalismo a través de un proceso de depuración, creación y funcionamiento
democrático de todas sus estructuras. Este proceso de transformación
revolucionaria fue visiblemente apreciado durante los años 1960 y 1961, en el
cual desempeñó un papel principal la realización de sus primeros congresos y
la influencia directa ejercida por la nueva dirigencia revolucionaria,
especialmente por Fidel Castro. Desde entonces pasó a denominarse Central
de Trabajadores de Cuba (CTC), enteramente a favor de los cambios
revolucionarios en las nuevas condiciones históricas.
5. Para profundizar sobre el papel y funciones del INRA puede consultarse el
libro En Marcha con Fidel de Antonio Núñez Jiménez, en particular el capítulo
XXVIII, Editorial Letras Cubana, La Habana,1982.
6. Encargada fundamentalmente de fijar, orientar, supervisar y coordinar la
política económica de los diferentes organismos del Estado. Atendió lo
relacionado con el presupuesto del Estado. La JUCEPLAN fue objeto de
diferentes transformaciones a lo largo de los años. En 1994 se aprueba el
Decreto-Ley 147 de la Reorganización de los Organismos de la Administración
Central del Estado, donde la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN), pasó
a ser, hasta la actualidad, el Ministerio de Economía y Planificación.
7. Consultar el contenido de dichas declaraciones en: Declaraciones de La
Habana y Santiago de Cuba. Editora Política, La Habana, 1965.
8. Para profundizar sobre el papel y funciones de las JUCEI, puede
consultarse: la comparecencia de Raúl Castro ante el programa de la
Universidad Popular, ciclo Economía y Planificación sobre Experiencias y
funciones de las JUCEI provinciales, el 4.6.1961. Periódico Hoy del 6.6.1961 y
su discurso en el acto de constitución de la JUCEI en la provincia de La
Habana, el 22 de julio de 1961, periódico Revolución, 24 de julio de 1961.
9. Así fueron denominado los núcleos del Partido en la etapa que existió las
ORI (Organizaciones Revolucionarias Integradas).
10. Ver discurso en la reunión con responsables de los organismos de
producción: ANAP, Cooperativas Agropecuarias y Granjas del Pueblo, el 16 de
julio de 1961. Obra Revolucionaria, no.35, La Habana, 2.10.1961, p.15.
11. Ver discurso de clausura de la Primera Conferencia Nacional del Partido.
Periódico Trabajadores, 30 de enero de 2012, p.9.
12. La producción de diez millones de azúcar a pesar del enorme esfuerzo
realizado por el pueblo no pudo alcanzarse, debido fundamentalmente a
factores de tipo objetivo. Una profunda y detallada explicación sobre las causas
de este hecho la ofrece el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en la
intervención realizada a través de la radio y la televisión nacionales, sobre la
zafra azucarera de 1970, el 20 de mayo de 1970. En
http://www.fidelcastro.cu/es/discursos/comparecencia-traves-de-la-radio-y-la-
television-nacionales-sobre-la-zafra-azucarera-de, último acceso, 22 de junio
de 2018.
13. Actualmente existen 15 provincias y 168 municipios, incluyendo el
Municipio Especial Isla de la Juventud.
14. La entrevista se realizó el 23 de diciembre de 1982. Entonces se
encontraba al frente del Estado y del gobierno soviético Yuri Andrópov, que
había asumido recientemente, el 12 de noviembre de 1982, ese cargo. Fue el
sucesor de Leonid Brézhnev. Nota del autor.
15. Es la concepción estratégica defensiva del país, que resume la experiencia
histórica acumulada por la nación; se basa en el despliegue del sistema
defensivo territorial como sustento de su poderío militar, y en el empleo más
variado de todas las fuerzas y recursos de la sociedad y el Estado. Tomado de
la Ley No.75 de Defensa Nacional, Gaceta Oficial de la República de Cuba, 13
de enero de 1995, p. 2.
16. Como el conjunto de ideas y concepciones científicamente argumentadas,
adoptadas por el Estado sobre la esencia, los objetivos, el carácter, las
particularidades y las consecuencias de la guerra; la preparación del país para
realizarla exitosamente y con ello tratar de evitarla; y los métodos para su
realización y conducción, con el fin de enfrentar una agresión militar. Esta
doctrina tiene como fundamento la concepción de la Guerra de Todo el Pueblo.
Tomado de la Ley No.75 de Defensa Nacional, Gaceta Oficial de la República
de Cuba, 13 de enero de 1995, p. 1.
17. En el trabajo que trata sobre las Relaciones Internacionales que aparece
en este Texto de Estudio se amplía los principios de la política exterior de la
Revolución Cubana y los principios del Derecho Internacional.
18. Ver Constitución de la República de Cuba. Gaceta Oficial de la República
de Cuba, edición extraordinaria no.5, del 10 de abril de 2019, La Habana. Título
I Fundamentos Políticos, Capítulo II Relaciones Internacionales, pp. 2-3.
19. Los principales éxodos masivo fueron 1) Operación Peter Pan, entre 1960 y
1962, más de 14 000 niños salieron del país, como pretexto se usó una falsa
ley donde constaba que el Gobierno revolucionario ejercería la patria potestad
sobre los menores; 2) en 1965, salida por Camarioca, provincia de Matanzas,
se estima algo más de 5 000 ciudadanos; 3) en 1980, salida por el Mariel, La
Habana. Enhttps://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89xodo_del_Mariel, una cifra de
125 000 cubanos; 4) en 1994, se produce otra salida masiva, la llamada «crisis
de los balseros», se apreció más de 35 000. No se incluye salidas ilegales en
otros momentos. El total de la comunidad cubana en Estados Unidos pasa de 2
millones de habitantes.
20. Las ideas expuestas han sido tomadas de diferentes discursos e
intervenciones del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, durante los años
1986 y 1987: a) discurso en la clausura de la sesión diferida del III Congreso
del Partido Comunista de Cuba, La Habana, 2 de diciembre de 1986. Revista
Cuba Socialista, No. 25, La Habana, 1987; b) discurso en ocasión del XXV
aniversario de la victoria de Playa Girón y la proclamación del carácter
socialista de la Revolución Cubana, el 19 de abril de 1986, revista Cuba
Socialista, septiembre-octubre de 1986; c) discurso en el acto central por el XX
aniversario de la caída en combate del comandante Ernesto Che Guevara,
Pinar del Río, 8 de octubre de1987, Editora Política, La Habana, 1987; d) Fidel
Castro. Por el camino correcto, compilación de textos, Editora Política, La
Habana, 1987.
21. La estrategia de desarrollo económico y social de la industrialización del
país, fue aprobada en el año 1975, durante la celebración del Primer Congreso
del Partido.
22. Ver la Resolución sobre el Desarrollo Económico del país, aprobada en el
IV Congreso del Partido Comunista de Cuba. En: IV Congreso del Partido
Comunista de Cuba. Discursos y documentos. Celebrado del 10 al 14 de
octubre, en Santiago de Cuba, Editora Política, La Habana, 1992, pp.246-257.
23. Numerosos autores han tratado este tema partiendo esencialmente de las
ideas de Hegel y de Marx, así como la concepción de Gramsci sobre el mismo.
Así tenemos autores cubanos destacados a Isabel Monal, Armando Hart, Raúl
Valdés Vivó, Jorge Luis Acanda González, Miguel Limia David, entre otros. En
el caso de este último puede verse el trabajo “Sociedad civil y participación en
Cuba”, en colectivo de autores, Teoría Sociopolítica. Selección de Temas, en
dos tomos, tomo II, Editorial “Félix Varela”, La Habana, 2000, pp.166-228 y en
el trabajo de Jorge Luis Acanda González, “Traducir a Gramsci”, en que se
adentra con profundidad, en particular, en la concepción gramsciana sobre la
sociedad civil, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2009, especialmente
los capítulos IX y X.
24. Surgen en la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, efectuada
el 26 de diciembre de 1993, al producirse un amplio debate sobre los
problemas del saneamiento de las finanzas internas, pues existían alrededor de
11 000 millones de pesos circulando en el país. Esta idea de los parlamentos
obreros. fue de Fidel Castro, que planteó realizar asambleas donde se
discutieran libre y abiertamente los problemas existentes. El proceso duró 45
días efectuándose más de 80 mil parlamentos obreros en todo el país con una
participación superior a los 3 millones de trabajadores. Fueron realizadas a su
vez, 3 mil 400 asambleas con la asistencia de más de 258 mil cooperativistas y
campesinos. También se dieron reuniones similares en los centros de
enseñanza secundaria, preuniversitaria y universitaria, que abarcaron a más de
300 mil jóvenes. Fue objetivo principal que los trabajadores y el
pueblo comprendieran los momentos difíciles que se encontraba el país,
reforzar el consenso político y la defensa a la Revolución, preservando sus
principales conquistas, así como, la necesidad de la participación activa
popular en la solución de los problemas que se presentaron entonces. Estos
parlamentos obreros fueron una escuela de economía y de política.
Mostraron una elevada cultura política en tiempos tan complejos por parte de
los trabajadores y todo el pueblo.
25. Puede consultarse los trabajos publicados en el periódico Granma de
Jesús Pastor García Brigos, el primero: “El eslabón ganado del Estado
cubano”, publicado el 21 de febrero de 2018, p.16, y el segundo: “De cómo los
consejos populares llegaron a La Habana”, del 7 de marzo de 2018, p.16.
26. En enero de 2011 surgen estas dos provincias que emprendieron
profundas transformaciones en la estructura de sus órganos de gobierno. A
mediados del 2012, se aprueba la separación de la dirección de los consejos
de administración y de las asambleas provinciales y municipales del Poder
Popular.
27. En la nueva Constitución de la República se subordina al Presidente de la
República.
28. Se han autorizado 498 de las cuales están constituidas 249. El 68 % fueron
creadas por los gobiernos provinciales. Tomado del Periódico Granma, del 7 de
julio del 2014, p.4.
29. Dato tomado en http://www.cubatv.icrt.cu/nuevas-disposiciones-para-
trabajo-por-cuenta-propia/ de julio de 2018.
30. Es una obra monumental para asegurar el agua necesaria tanto para la
población como para la agricultura, que se traduce en más alimentos. Esta
comprende: 1) Trasvase Este-Oeste y se extiende desde la presa Nuevo
Mundo (Moa, Holguín) hasta la presa Juan Sáez, Las Tunas; 2) Trasvase
Norte-Sur, ubicado en la provincia de Guantánamo, con punto de partida en
Yateras y prolongación hasta las proximidades de la capital provincial; 3)
Trasvase Centro-Este, abarca los territorios de Agabama, Zaza, Ciego de Ávila
y Camagüey.
31. Dato tomado del periódico Granma, del artículo Inversiones en la
agricultura de Karina Marrón González, del 25 de agosto de 2017, p. 3.
32. Esta Ley fue aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular el 29
de marzo de 2014. Ver la Gaceta Oficial de la República en la edición
extraordinaria, No.20, del 16 de abril de 2014.
33. La entrega de tierras ociosas en usufructo fue una medida adoptada desde
2008, a través del Decreto Ley 259, la que ha venido sufriendo cambios, por
ejemplo, en el 2017 el Consejo de Ministros aprobó otras modificaciones a la
política para la entrega en usufructo de tierras estatales ociosas. Desde el 2008
hasta septiembre del 2016, se habían entregado un millón 917 hectáreas de
tierra que representa el 31% de la superficie agrícola del país.
34. En el 2016, en interés de incrementar la capacidad de compra del peso
cubano, se decidió reducir los precios en el entorno de un 20% en las Cadenas
de Tiendas Recaudadoras de Divisas y el mercado paralelo del Mincin para un
grupo de productos seleccionados, sobre todo alimentos. También se
adoptaron medidas para el ordenamiento de la comercialización de productos
agrícolas seleccionados y se fijaron precios máximos de venta a la población.
35. Ver a V. I. Lenin, en su obra Las tareas inmediatas del poder soviético. En
obras escogidas en tres tomos, tomo 2. Moscú: Editorial Progreso, 1981, pp.
680; 685-686; 687-690.
36. Esto se corrobora si tenemos en cuenta que participaron 8 millones 913 mil
838 personas en más de 163 mil reuniones efectuadas. De los 291 lineamientos
que contenía dicho proyecto, 16 fueron integrados en otros, 94 mantuvieron su
redacción, en 181 se modificó su contenido y se incorporaron 36 nuevos. El 68 % de
la versión inicial fue reformulada, quedando definitivamente 313.
37. Con ese objetivo se ha venido realizando el perfeccionamiento de la
estructura del Gobierno. En la reunión del Consejo de Ministros del 21 de junio
de 2014, se informó que concluyó este proceso del primer grupo de 20
organismos y entidades en relación con la separación de las funciones
estatales de las empresariales, así como adecuar y dar coherencia a las
estructuras de los OACE (Organismos de la Administración Central del Estado)
y entidades nacionales para dar una administración pública racional y efectiva.
Periódico Granma, 23.6.2014, pp.2-3.
38. En diciembre de 2017 existían en el país 429 cooperativas de este tipo, que
se encuentran en experimento.
39. En el camino hacia el restablecimiento de estas relaciones desempeñaron
un papel mediador y de mucha importancia el Vaticano, y especialmente del
Papa Francisco, así como el Gobierno de Canadá que brindó las facilidades
para la realización del diálogo de alto nivel entre los dos países. Las relaciones
de manera oficial quedaron establecidas el 20 de julio de 2015.
40. Los datos fueron tomados de la intervención de Marino Murillo Jorge,
miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y
jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo, en el X Periodo Ordinario
de la Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder
Popular, el 21 de diciembre de 2017, periódico Granma, 22.12.2017, p.10.
41. Los Cinco Héroes fueron detenidos en 1998 en la ciudad de Miami,
Estados Unidos, por dar seguimiento a grupos extremistas que organizaban y
financiaban acciones violentas contra Cuba. En el 2001 fueron condenados
injustamente a penas excesivamente crueles. Una vez más la justicia
estadounidense actuaba ciega, sorda y muda. René González fue condenado a
15 años. En octubre de 2011 fue liberado de la cárcel, pero permaneciendo en
los Estados Unidos bajo el régimen de libertad supervisada por tres años. En
esta condición se autoriza viajar a Cuba por problemas familiares y el 9 de
mayo de 2013, recibió en la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La
Habana la certificación de su renuncia a la ciudadanía estadounidense,
condición que lo deja en libertad. Fernando González fue condenado a 19 años
de prisión y liberado en febrero de 2014, tras cumplir una condena de 17 años
y 9 meses. En diciembre de este año, con el anuncio del restablecimiento de
las relaciones diplomáticas, fueron liberados y regresan a Cuba: Gerardo
Hernández, que fue condenado a dos cadenas perpetuas y 15 años, Antonio
Guerrero a una cadena perpetua y 10 años y Ramón Labañino, a una cadena
perpetua y 18 años. Para profundizar sobre este tema pude estudiarse el libro
de Fernando Morais “Los últimos soldados de la guerra fría”. Editado por Arte y
Literatura, Instituto del Libro, La Habana, 2013.
42. Dato tomado del periódico Granma, del 14 de septiembre de 2018, p.1.
43. En numerosos órganos de prensa plana y digital nacional, en revistas
científicas internacionales y en opinión de científicos cubanos e internacionales,
incluyendo a norteamericanos, se plantea la inconsistencia científica de los
argumentos esgrimidos por el gobierno estadounidense de que se dieron
“ataques sónicos” a diplomáticos de ese país y sus familiares. El periódico
Granma del 17 de septiembre de 2018, página 1, expuso las principales
razones científicas que desmienten los supuestos incidentes contra dicho
personal. Ellas son: 1) la información brindada por el Departamento de Estado
no permite sustentar la hipótesis de ataques de salud y daño cerebral; 2) con la
información intercambiada no es posible demostrar la existencia de un nuevo
síndrome médico neurológico de la lesión cerebral; 3) no se puede afirmar que
se haya podido producir un daño cerebral originado por golpes a la cabeza sin
que se haya producido trauma craneal alguno; 4) las evidencias médicas
presentadas tienen serias limitaciones; 5) la mayoría de los casos descrito
presentan síntomas de enfermedades comunes, de alta prevalencia en Estados
Unidos y en el mundo; 6) los reportes pueden ser inexactos debido al intervalo
de tiempo de 203 días que medió entre los alegados incidentes y las
investigaciones médicas reportadas;7) las pruebas neurológicas, consideradas
más objetivas, fueron evaluadas con criterios inusuales que, aplicados a un
grupo de sujetos sanos, calificaría a casi todos como enfermos; 8) solo se
encontraron tres individuos con pérdidas auditivas ligeras o moderadas, cada
uno con audiogramas que se corresponden con enfermedades distintas y
probablemente preexistentes; 9) no se encontraron hallazgos que indicaran
daño cerebral en las neuro-imágenes. En dos individuos se reportaron signos
leves y, en otro, moderados: estos no son específicos y pueden aparecer en
múltiples enfermedades o en procesos que ocurrieron antes de que estas
personas viajaran a Cuba. Los expertos cubanos no han podido acceder a
estas imágenes.
44. Aparece con mayor claridad como estrategia de los Estados Unidos a partir
del año 2010 y la definen como: “conjunto de actividades dirigidas a posibilitar
el desarrollo de un movimiento de resistencia o la insurgencia, para coaccionar,
alterar o derrocar a un gobierno o tomar el poder mediante el empleo de una
fuerza de guerrilla, auxiliar y clandestina, en un territorio enemigo.” TC 18-01,
Special Forces Unconventional Warfare, [on line], DoD, USA, November 2010.
Disponible en <Html://www.us.army.mil/pub/tc/tc18.011.html> Generalidades.
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19. Castro Ruz, Raúl: Discurso en la clausura del IX Congreso de la Unión de
Jóvenes Comunistas. Periódico Granma, 5 de abril de 2010.
20. Castro Ruz, Raúl: Discurso en la clausura del IX Período Ordinario de
Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular,
el 14 de julio de 2017, periódico Granma, 15 de julio de 2017.
21. Castro Ruz, Raúl: Discurso en la clausura del XIX Congreso de la Central
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28 de septiembre de 2006.
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organismos de producción: ANAP, Cooperativas Agropecuarias y Granjas
del Pueblo. 16 de julio de 1961. Santiago de Cuba. Obra Revolucionaria.
No.35, La Habana, 1961.
23. Castro Ruz, Raúl: Discurso en las conclusiones de la Primera Sesión
Ordinaria de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
La Habana, 11 de julio de 2008. Periódico Granma, 12 de julio de 2008.
24. Castro Ruz, Raúl: Discurso en las conclusiones de la Sesión Constitutiva
de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular. La
Habana, 24 de febrero de 2008. Periódico Granma, 25 de febrero de 2008.
25. Castro Ruz, Raúl: Informe Central al VI Congreso del Partido Comunista de
Cuba. Periódico Granma, 17 de abril de 2011.
26. Castro Ruz, Raúl: Raúl Castro. Asamblea Provincial del Partido Comunista
de Cuba en Ciudad de La Habana. Editora Política, La Habana, 1999.
27. Castro Ruz, Raúl: Intervención en las conclusiones del VI Pleno del Comité
Central del PCC. Periódico Granma, 29 de abril de 2008.
28. Colectivo de autores: Teoría Sociopolítica. Selección de Temas. “El sistema
político cubano: particularidades de su formación y desarrollo”, por Emilio
Duharte Díaz, en dos tomos, tomo 2. Editorial “Félix Varela”, La Habana,
2000.
29. Constitución de la República de Cuba. Impreso en Empresa de Artes
Gráficas “Federico Engels”. La Habana, 2019.
30. Diez Acosta, Tomás: La crisis de los misiles, 1962.Algunas reflexiones
cubanas. Ediciones Verde Olivo, La Habana, 1997.
31. Fernández Ríos, Olga: Formación y desarrollo del Estado socialista en
Cuba. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1988.
32. Fung Riverón, Thalía M.: En torno a las regularidades y particularidades de
la revolución socialista en Cuba. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana,
1986.
33. Guevara, Che, Ernesto: Ernesto Che Guevara. Escritos y discursos, en
nueve tomos, tomo 4, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1977.
34. Guevara, Ernesto Che: El socialismo y el hombre en Cuba. Editora Política,
La Habana, 1988.
35. Lawler, James: Lenin y la transición socialista en Rusia. En: Revista
Internacional Marx Ahora, los números integrados 4 y 5. La Habana, 1997 y
1998.
36. Machado Rodríguez, Darío L.: ¿Es posible construir el socialismo en Cuba?
Editora Política, La Habana, 2004.
37. Marx, Carlos y Engels Federico: El Manifiesto Comunista. Editorial de
Ciencias Sociales, La Habana, 2008.
38. Marx, Carlos. y Engels, Federico: La ideología alemana. Editora Política, La
Habana, 1979.
39. Marx, Carlos: Obras escogidas en tres tomos. Editorial Progreso, Moscú,
1974.
40. PCC: Plataforma Programática del Partido Comunista de Cuba. Tesis y
resolución. Editora Política, La Habana, 1978.
41. PCC: Programa del Partido Comunista de Cuba. Editora Política, La
Habana, 1986.
42. V. I. Lenin: Obras escogidas en tres tomos. Editorial Progreso, Moscú,
1981.
43. V. I. Lenin: Fragmentos del informe en la Sesión Conjunta del CEC de
Rusia, el Soviet de Moscú, los comités fabriles y los sindicatos. Obras
escogidas militares. Biblioteca “El Oficial”. Serie “Organismos”, Instituto del
Libro, La Habana, 1970.
44. V. I. Lenin: Informe sobre la labor del CEC de toda Rusia del CCP en la
primera Sesión del CEC de la VII Legislatura, 2 de febrero de 1920. Obras
completas en 54 tomos, tomo 40. Editorial Progreso, Moscú 1986.
Regresar al Índice
Art. 7,0 Cuba condena la guerra de agresión; aspira a vivir en paz con los demás
Estados y a mantener con ellos relaciones y vínculos de cultura y de comercio. El
Estado cubano hace suyos los principios y prácticas del Derecho Internacional que
propendan a la solidaridad humana, al respeto de la soberanía de los pueblos, a la
reciprocidad entre los Estados y a la paz y la civilización universales.
Esta máxima ley tenía como objetivo regular la destrucción del viejo aparato
estatal burgués e iniciar la construcción del nuevo Estado que defendiera la
soberanía nacional y los derechos de sus ciudadanos.
«El pueblo de Cuba, casi en su totalidad, expresó entre los días 15 y 18 del mes de
junio del 2002, su más decidido apoyo al proyecto de reforma constitucional
propuesto por las organizaciones de masas en asamblea extraordinaria de todas
sus direcciones nacionales que había tenido lugar el día 10 del propio mes de junio,
en el cual se ratifica en todas sus partes la Constitución de la República y se
propone que el carácter socialista y el sistema político y social contenido en ella
sean declarados irrevocables, como digna y categórica respuesta a las exigencias y
amenazas del gobierno imperialista de Estados Unidos el 20 de mayo del 2002,
todo lo cual fue aprobado por unanimidad, mediante el Acuerdo adoptado en sesión
extraordinaria de la V Legislatura, celebrada los días 24, 25 y 26 del mes de junio
del 2002».
En resumen:
Las sucesivas reformas hechas a la Constitución de 1976, estuvieron dirigidas
a la consolidación del sistema político cubano de carácter revolucionario y
socialista en construcción.
Este artículo fue reformado en 1992 a esclarecer que la economía se basa «en
la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de
producción…» y agrega: «También rige el principio de distribución socialista
"de cada cual, según su capacidad, a cada cual según su trabajo"…».
Además, elige de entre sus diputados, al Consejo de Estado, como órgano que
representa a la Asamblea entre uno u otro periodo de sesiones;
Esta Constitución solo puede ser reformada total o parcialmente, por la Asamblea
Nacional del Poder Popular mediante acuerdo adoptado, en votación nominal, por
una mayoría no inferior a las dos terceras partes del número total de sus
integrantes, Si la reforma es total o se refiere a la integración y facultades de la
Asamblea Nacional del Poder Popular o de su Consejo de Estado o a derechos y
deberes consagrados en la Constitución, requiere, además, la ratificación por el
voto favorable de la mayoría de los ciudadanos con derecho electoral, en referendo
convocado al efecto por la propia Asamblea. (Artículo 141 de 1976 y Artículo 137 de
1992)
31
Los datos pueden encontrarse en el epígrafe Enfoque Periodizador del Sistema Político Cubano (1959-
2018) Dr. Omar Félix Díaz Escalona
afirmara Raúl Castro Ruz en la Segunda Sesión Extraordinaria de la IX
Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular:
«[…] más que una reforma, se requería de una nueva constitución que no se
limitara a actualizar el orden económico y social, sino que profundizara en los
principios de la estructura del Estado, la ampliación de los derechos y garantías de
los ciudadanos y otros aspectos relevantes; pensando no solo en el hoy, sino, sobre
todo, en el futuro de la nación.
Ello significa que los naturales de Cuba tienen que entrar y salir del territorio
nacional con el pasaporte cubano y se rigen por las leyes y tribunales cubanos,
aunque hayan adquirido otras ciudadanías.
Dos de los derechos principales de los cubanos son los de recibir los servicios
de salud y educación gratuitamente, no solo son reconocidos como tal además
se incluye la obligatoriedad por parte del Estado de brindar servicios de
calidad:
Artículo 204 «Todos los ciudadanos, con capacidad legal para ello, tienen derecho
a intervenir en la dirección del Estado, bien directamente o por intermedio de sus
representantes elegidos para integrar los órganos del Poder Popular y a participar,
con ese propósito, en la forma prevista en la ley, en elecciones periódicas,
plebiscitos y referendos populares, que serán de voto libre, igual, directo y secreto.
Cada elector tiene derecho a un solo voto».
«El Estado tiene como fines esenciales […] garantizar la igualdad efectiva en el
disfrute y ejercicio de los derechos, y en el cumplimiento de los deberes
consagrados en la Constitución y las leyes» (Art. 13-d);
«El Estado cubano reconoce y garantiza a la persona el goce y el ejercicio
irrenunciable, imprescriptible, indivisible, universal e interdependiente de los
derechos humanos, en correspondencia con los principios de progresividad,
igualdad y no discriminación. Su respeto y garantía es de obligatorio cumplimiento
para todos» (Art. 41);
«La violación del principio de igualdad está proscrita y es sancionada por la ley»
(Art. 42); y
«El Estado crea las condiciones para garantizar la igualdad de sus ciudadanos.
Educa a las personas desde la más temprana edad en el respeto a este principio»
(Art. 44).
La parte orgánica se norma a partir del Título VI Estructura del Estado, que
cuenta con ocho capítulos, que abarcan los Artículos del 101 al 165.
Todos los órganos representativos del poder del Estado son electivos y
renovables. Todas las estructuras estatales rinden cuentas a la Asamblea
Nacional del Poder Popular.
Respecto a los órganos locales las Asambleas Provinciales del Poder Popular
se sustituyen por un Gobierno Provincial, integrado por el Gobernador,
Vicegobernador y un Consejo Provincial; aparecen así nuevas figuras en las
relaciones políticas.
ARTÍCULO 170. En cada provincia rige un Gobierno Provincial del Poder Popular
que funciona en estrecha vinculación con el pueblo, conformado por un Gobernador
y un Consejo Provincial.
ARTÍCULO 174. El Gobernador es el máximo responsable ejecutivo-administrativo
en su provincia.
ARTÍCULO181. El vicegobernador cumple las atribuciones que le delegue o asigne
el gobernador…
ARTÍCULO 192. La Asamblea Municipal del Poder Popular para el ejercicio de sus
funciones se apoya en sus comisiones de trabajo, en los consejos populares, en
la iniciativa y amplia participación de la población, y actúa en estrecha
coordinación con las organizaciones de masas y sociales.
Para ello se refuerza el control del ejercicio del poder estatal por parte de la
Asamblea Nacional del Poder Popular y del pueblo.
Bibliografía
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3.3-La esencia democrática del sistema electoral cubano y sus principales
características.
Con la victoria del primero de enero de 1959, se iniciaba para nuestro pueblo
una etapa de radicales cambios en todos los órdenes de la vida social.
Revolución, que tiene entre sus objetivos: recuperar la independencia y
soberanía nacional, el desarrollo económico, la democracia y la búsqueda de la
justicia social, para ello pondría en práctica inmediatamente su programa
político, profundamente martiano y revolucionario. A lo largo de toda su historia
como proceso político va ir cambiando y evolucionando pero sin perder sus
objetivos, es la continuidad en un proceso de cambio revolucionario.
Por otro lado, durante esos primeros años, la escasez de medios materiales
hacía temer la organización de los Poderes Populares, sin que pudieran contar
con los recursos mínimos para hacerles frente a sus tareas, entre las cuales se
hallaban algunas de gran demanda por parte de la población, como son el
problema de la vivienda, su mantenimiento y su reparación.
En 1966 las JUCEI fueron sustituidas por las administraciones locales, con el
objetivo de alcanzar una participación más orgánica y sistemática de la
población en la actividad estatal, de modo que el pueblo se convirtiera cada vez
más en un verdadero sujeto político. Un elemento novedoso que aparece en
los municipios, portador de potencialidades superiores en la consecución del
objetivo planteado, fue el siguiente: de los comités ejecutivos que dirigían las
administraciones locales, los cuales estaban integrados por el presidente y los
secretarios, formaban parte también diez delegados elegidos por la población
en asambleas de los centros de trabajo y barrios. No obstante estos elementos
positivos, no lograron afianzarse; las actividades de producción y servicios
fueron absorbiendo las energías de las administraciones locales; dejaron de
efectuarse las elecciones de los delegados y las asambleas de rendición de
cuentas, las cuales se realizaban periódicamente ante el pueblo desde que
surgieron las JUCEI. Así las cosas, las administraciones locales devinieron un
organismo administrativo más y existieron hasta el año 1976 en que fueron
sustituidas por los órganos del Poder Popular. (Duharte, 2000, 138-139)
Para principios de los años 70, existe un mayor desarrollo de las fuerzas
productivas, de la preparación ideológica y cultural de las masas. Se producen
importantes cambios en la esfera internacional (se inicia el proceso de
distensión, el auge que cobra el movimiento de liberación de los pueblos del
tercer Mundo, la resonante victoria de los pueblos del sudeste asiático sobre el
imperialismo, etcétera.) Con la experiencia adquirida y ante la nueva situación
la revolución corrigió los medios y métodos de la actividad revolucionaria.
En cuanto a las tareas que debía desempeñar el delegado, las ideas de Martí
nos enseñaban que debía ser el hombre encargado por el pueblo para que
estudie su situación, para que examine sus males, para que los remedie en
cuanto pueda, para que esté siempre imaginando la manera de remediarlos
(Martí, 1983, 116)
Todos los ciudadanos cubanos tienen derecho al voto al alcanzar los 16 años
de edad excepto:
a) los incapacitados mentales, previa declaración judicial de su
incapacidad;
b) los inhabilitados judicialmente por causa de delito.
Existen dos tipos de procesos electorales, los parciales cada dos años
y medio donde se someten a elección las estructurales municipales y
los generales cada cinco años.
La celebración en el año 1986 del III Congreso del PCC marca el inicio en
nuestro país el Proceso de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas,
en los debates del congreso se pone de manifiesto la necesidad de corregir los
errores que se habían cometido en la construcción del socialismo, algunos
motivados por la copia de algunos elementos del modelo euro soviético y otros
generados por nuestras propias insuficiencias. “La rectificación, a pesar de
haber comenzado a manifestarse por la actividad económica es, ante todo, un
fenómeno socio político de mucha complejidad, por lo que abarca también al
sistema político”. (Duharte, 2000, 145) El PCC toma un nuevo estilo de trabajo
que desecha todo formalismo en la labor político ideológica, promueve la mayor
participación del pueblo en la solución de los problemas y moviliza a los
medios de comunicación social para que realicen análisis objetivos y críticos
acerca de las nuevas realidades y de los errores que se pudieran cometer
durante el proceso de rectificación. También recomendó la constitución de los
Consejos Populares. Recomendación que fue recogida con la Ley número 56
del 4 de julio de 1986 de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Los
Consejos Populares se inician con carácter de experiencia, al igual que los
Distritos, para el caso de ciudades como Santiago de Cuba y Camagüey.
Capítulo I
Disposiciones Generales
CAPÍTULO II
CONSEJO ELECTORAL
NACIONAL
Bibliografía:
Asamblea Nacional del Poder Popular. (2019) Ley No. 127 “Ley Electoral”. La
Habana. Gaceta Oficial No. 60 Ordinaria de 19 de agosto de 2019.
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3.4- La sociedad civil cubana y sus retos actuales.
Dr. C Juan Azahares
El diseño por Estados Unidos de una política para subvertir los sistemas
políticos socialistas desde la sociedad civil, la cual tomó cuerpo en los
documentos Santa Fe I y II y cobraron vida en las actividades del Sindicato
Solidaridad en Polonia; lo que evidenció la eficiencia de dicha política en
sistemas políticos que se encontraban paralizados por el dogmatismo y el
voluntarismo.
La política de movilización de la sociedad civil, en contra del socialismo,
bajo la consigna de protección de los derechos humanos.
En consonancia con la ideología neoliberal y su instrumentalización política,
consistente en reducir al mínimo el papel regulador del Estado sobre el
mercado y al mismo tiempo liberar la acción independiente e individualizada
de la sociedad civil.
Para el caso de Cuba se le añade a los documentos citados, las leyes
Torricelli y Helms-Burton, en las cuales se puntualiza el interés y la voluntad
del gobierno norteamericano de erosionar el sistema político cubano desde
la sociedad civil y a su vez presume disponer de los métodos y los medios
para alcanzar dichos fines.
En lo interno:
32
Ver: Recio, 1997 para ampliar sobre las diversas formas en que se comprende la sociedad civil
cubana.
Si se acepta la idea de la asimetría, sería a partir de compararla con la
relación bipolar anterior, considerando al mercado como el elemento de
mayor peso estructural, dentro de la sociedad civil, o considerando otras
instituciones como la escuela, la salud, etc. Vista desde esta perspectiva
estructural, se puede aceptar dicha idea. No obstante, esta visión no toma
en cuenta o, no considera las modificaciones que se producen en otras
instituciones, como las de tipo profesional, deportivas, fraternales, etc., que
no desaparecen y conservan la esencia civilista que fundamenta su
existencia.
Dada la variabilidad de los elementos contentivos de la sociedad civil, esta
no se puede reducir a uno de sus elementos, con independencia del papel
que desempeñe o del lugar que ocupe. Si se tiene en cuenta que en ella
también se “producen las relaciones intersubjetivas... y es el lugar donde se
estructura la hegemonía...” (Acanda, 1997;17). Entonces no se trata de
desequilibrio sino de reordenamiento.
Desde la consideración anterior, la sociedad civil amplía su ámbito de
actividad al incorporar de forma masiva a sujetos que se encontraban
excluidos de la posibilidad de influir en los procesos sociales, sobre todo en
los económicos y los políticos.
Otro ángulo del análisis muestra que, el proyecto socialista que preside el
accionar del sistema político, contiene como factor determinante, la
participación protagónica de la sociedad civil en su puesta en práctica, factor
que ya había mostrado, desde diferentes estructuras asociativas, su capacidad
y fuerza en la destrucción del viejo sistema. La remodelada sociedad civil
cambió el sentido y el contenido de su actividad, ya no se trataba de limitar el
poder de la burguesía y su régimen político o de ampliar sus derechos y
libertades, en las nuevas condiciones se planteaba la necesidad de crear,
conservar y desarrollar una nueva dinámica con el sistema político que
impidiera el retorno del viejo sistema y al mismo tiempo ampliaran los espacios
participativos y decisorios dentro del mismo; a su vez expandir las relaciones
intersubjetivas y de realización moral de los individuos.
33
Referencias para conocer las concepciones sobre la sociedad civil cubana de un grupo representativo
de investigadores, funcionarios estatales y partidistas y directivos de diferentes asociaciones, lo
constituyen las entrevistas realizadas por Milena Recio (1997) en su Tesis de Grado “La sociedad civil
cubana en la década de los 90”.
Segundo: Búsqueda de vías, métodos y formas no económicas para paliar la
crisis, apoyados en la cooperación y la solidaridad tanto a través del sistema
político como de la sociedad civil.
34
Consultar García, 1998 para profundizar en las formas de participación ciudadana en los asuntos del
Estado.
El análisis de estos factores, en su conjunto, permite un conocimiento más
acabado de estas entidades y de sus características en las condiciones de una
sociedad en tránsito hacia el socialismo.
lugar en la sociedad,
relación con el Sistema Político y
contribución al Proyecto Social.
35
No existe una clasificación que tome en cuenta a todos los tipos y formas de asociatividad en Cuba,
que se pueda tener en cuenta para este estudio. El Ministerio de Justicia, por una necesidad de
funcionamiento la agrupa en tres bloques:
1. Las que poseen amparo institucional. Aquí se encuentran algunas que en la Constitución de 1976
aparecían nombradas y que en la reforma constitucional de 1992 ya no aparecen, así como otras no
mencionadas en 1976.
2. Son las comprendidas en el Artículo 54 de la Constitución y cuya actividad está regida por la Ley de
Asociaciones de 1986. Estas a su vez se subdividen en amistosas, fraternales, deportivas, etc.
3. Las comprendidas en el Artículo 320 del Código Civil. Aquí se encuentran las fundaciones y aquellas
que poseen bienes patrimoniales heredados.
Primer Subgrupo: lo conforman las organizaciones de masas. La denominación
de masa la adquieren, dado el número de sus integrantes y la amplitud
territorial y/o sectorial de sus estructuras, es decir, se constituyen en los
segmentos primarios de la comunidad, de los centros de trabajo y estudiantiles,
estructurándose en los niveles de Municipio, Provincia y Nación. La integración
es voluntaria y no hacen distinción de razas, clases o sectores sociales, edades
-excepto las estudiantiles- o de creencias filosóficas o religiosas. Surgen ante
dos necesidades fundamentales:
36
Un análisis acerca de la relación entre la comunidad científica y el Estado, se encuentra en Delgado,
1997.
totalidad. De hecho, forman parte del mecanismo de legitimación y
conformadoras del consenso del Sistema Político.
En esta esfera de la política, las ONGs por sus objetivos y métodos también se
diferencian de los Grupos de Presión, pues aun cuando estos tampoco luchan,
en general, por el poder político, ni su actividad principal es la de dedicarse a la
política como actividad básica, sino la de influir en la política. Su diferencia más
importante radica en que, estos últimos realizan su actividad a nivel
gubernamental, y se mueven en él, en la búsqueda de ventajas materiales,
conservación y protección de objetivos adquiridos que benefician a sus
miembros. Mientras que, las ONGs se mueven en la dimensión de lo social, y
los resultados no están vinculados, exclusivamente, a las demandas
personales de sus miembros. No obstante, las ONGs, se potencian como
instrumentos de presión cuando las decisiones políticas pueden afectar o
afectan los objetivos de la organización. En las condiciones de Cuba, las ONGs
no son en sí mismas grupos de presión, aunque en la proyección de
determinadas políticas pueden asumir este carácter.
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El sistema político cubano actual, que surge y se forma a partir del triunfo de la
Revolución en 1959, constituyó una ruptura radical con el anterior que
respondía a una sociedad neocolonial altamente dependiente económica y
políticamente de los Estados Unidos de América.
Durante más de sesenta años la Revolución Cubana y su sistema político ha
tenido que enfrentar y vencer no pocos desafíos. El éxito estuvo esencialmente
por contar con potencialidades y capacidades en crecimiento constante para
dar respuesta junto al pueblo a todos ellos. El sistema político se fue
consolidando poco a poco hasta la actualidad.
Hoy son nuevas situaciones en circunstancias diferentes, pero con el mismo
enemigo, el imperio más poderoso de cuantos han existido a escasas 90 millas
y que ha acrecentado en estos momentos su política hostil y agresiva. Son
otros, por tanto, los desafíos en el marco del Periodo Especial que aún no ha
terminado.
Durante la realización del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, en abril
de 2011, se acordó la Política Económica y Social del Partido y la Revolución
para la actualización del modelo económico cubano, como la tarea principal.
Desde entonces se desarrolla en el país complejas políticas ante el nuevo
escenario de los procesos políticos, económicos y sociales.
El objetivo principal de este trabajo es hacer un acercamiento general a la
relación fortalezas-desafíos del sistema político cubano actual.
I. Con la victoria revolucionaria del Primero de Enero de 1959 se va
conformando un nuevo sistema político caracterizado por los radicales cambios
económicos, políticos y sociales, como resultados del ascenso al poder político
de una vanguardia revolucionaria que comenzó a adoptar medidas que
produjeron la destrucción del Estado burgués y todo su andamiaje de
dominación. Fue estableciéndose con rapidez las nuevas relaciones de
producción económicas los cuales constituyeron elementos claves para iniciar
el tránsito paulatino al socialismo. En 1960 se realizó la nacionalización de la
propiedad privada sobre los medios de producción de las grandes empresas
capitalistas extranjeras y nacionales. Se promulgó y aplicó la primera Ley de
Reforma Agraria en mayo de 1959 y la segunda Ley de Reforma Agraria en
octubre de 1963. Estas transformaciones en el campo fueron amplias y de
beneficio para todos los campesinos, fue eliminado el latifundio. La correlación
de fuerzas en cuanto a la posesión de la propiedad fue del 70% de tipo estatal
y el 30% privada. La puesta en vigor de la primera Ley constituyó el detonante
para las amenazas, hostilidades e incluso las agresiones directas de Estados
Unidos como la invasión por Playa Girón en abril de 1961.
En el ámbito político y social no menos significativos fueron los cambios
revolucionarios, como la creación y fortalecimiento del Estado y el gobierno
revolucionarios, así como, en los componentes esenciales de la sociedad civil,
es decir, la formación de nuevas organizaciones de masas: los CDR (Comité
de Defensa de la Revolución), la FMC (Federación de Mujeres Cubanas),
ANAP (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños) y las de tipo estudiantil
y pioneril. Debe aclararse que en el caso de la Central de Trabajadores de
Cuba (CTC) y la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), son
organizaciones de masas que se crearon mucho tiempo antes del triunfo
revolucionario, pero con este, su papel y funcionamiento fue totalmente distinto
y acorde con las nuevas condiciones revolucionarias establecidas. Con relación
a las organizaciones políticas, el PCC (Partido Comunista de Cuba) y la UJC
(Unión de Jóvenes Comunistas), parten ambas de un proceso integrador de
diversas organizaciones y fuerzas políticas37.
Desde el principio se definieron correctamente por la máxima dirección de la
Revolución que las dos tareas principales eran la defensa armada y el
desarrollo económico del país38. Hoy, pero en otras circunstancias históricas, al
mismo nivel de importancia están consideradas estas tareas de máxima
37
Para profundizar en estos aspectos puede consultarse: José Cantón Navarro y Arnaldo Silva León:
Historia de Cuba (1959-1999): Liberación nacional y socialismo. Editorial Pueblo y Educación, La Habana,
2009. En el caso del Partido Comunista de Cuba las páginas 138-143 y la Unión de Jóvenes Comunistas,
las páginas 143-146.
38
Estas cuestiones están desarrolladas en el trabajo: “Enfoque periodizador del sistema político cubano
1959-2018”, en las dos primeras etapas del primer período del desarrollo del sistema político cubano,
que forma parte de este texto.
prioridad, calificadas de esa forma por el General de Ejército y Primer
Secretario del Comité Central del PCC, Raúl Castro Ruz39.
En consecuencia, se realizaron un conjunto de medidas dirigidas por el
Gobierno Revolucionario de carácter económicas, políticas (de defensa armada
popular ante las amenazas y agresiones del imperialismo norteamericano) y
sociales40 que fueron posibilitando la formación, primero, del sistema político
cubano y, luego, su fortalecimiento y continuidad.
El sistema político cubano en su tránsito por diferentes períodos y etapas de
desarrollo ha desplegado fortalezas y atravesado por no pocos riesgos,
originados por diferentes factores que lo caracterizan hasta la actualidad41.
Ahora bien, ¿cómo podemos definir el sistema político cubano? No son pocos
los autores que han indagado y expresado su criterio al respecto. El estudio
realizado de varios de ellos nos hace escoger a dos que se avienen para el
acercamiento académico que estamos proponiendo.
El primero: como “…el conjunto de instituciones estatales y no estales, normas
de proceder y reglas políticas articuladas de manera integral alrededor de un
sistema de una proyección jurídica, con reglamentaciones jurídicas. Tiene que
ver con la cultura y la ideología política, la historia del pueblo cubano, pero está
marcado sobre la base de un sistema económico hegemónicamente donde
domina la propiedad social sobre los medios de producción y un sistema
político general que transita al socialismo” (Rafuls, 2017, p 3)
Y el segundo: “El conjunto de organizaciones, organismos e instituciones
partidistas, estatales, juveniles, de masas y socio-profesionales (organización
política) que tiene la misión de dirigir el proceso de construcción de la nueva
sociedad y de servir de vehículo para la participación cada vez más activa de
los masas en los procesos económicos, políticos y sociales; las relaciones que
se establecen dentro de la organización política y de esta con la sociedad en su
conjunto (relaciones políticas); las normas o regulaciones políticas
jurídicas(elementos reguladores) como son la Constitución y las leyes, los
estatutos y reglamentos partidistas y de otras organizaciones, entre otros; así
como la cultura e ideología políticas orientadas al establecimiento,
consolidación y defensa del régimen social socialista” (Duharte, 2002, pp.166-
228)
De las definiciones anteriores se puede comprender, analizadas por esos
autores, que entre los componentes principales del sistema político cubano se
encuentran:
La organización política de la sociedad cubana, que la integran el
Partido Comunista de Cuba, el Estado y la sociedad civil.
39
Castro Ruz, Raúl: Discurso en la Segunda Sesión Extraordinaria de la IX Legislatura de la Asamblea
Nacional del Poder Popular, con motivo de la proclamación de la Constitución de la República, el 10 de
abril de 2019. P. Granma, 11 de abril 2019, p.6.
40
En el trabajo, que aparee en este texto de estudio, “Enfoque periodizador del sistema político cubano
1959-2018”, se exponen las principales medidas que caracterizaron el primer período que se extendió
desde 1959 hasta 1975 con la celebración en ese año del Primer Congreso del PCC.
41
Ver, el trabajo que se menciona antes.
Las relaciones políticas, que son los nexos que se establecen entre
los sujetos y actores políticos y sociales que actúan en el marco del
funcionamiento del sistema político, las que reciben una influencia
determinada por las normas políticas y jurídicas establecidas, así como
de la conciencia y cultura política de la sociedad en su conjunto, donde
se manifiestan los distintos comportamientos políticos entre ellos.
La cultura política (este concepto ya fue tratado en otro trabajo
anterior).
Las normas políticas y jurídicas, que emite y establece el Estado.
Vistos estos elementos principales conceptuales nos acercaremos al
tratamiento de las principales fortalezas y desafíos actuales del sistema político
cubano, pero antes es conveniente exponer brevemente la complejidad que
tiene la construcción del socialismo, sobre todo en un país subdesarrollado y
bajo la presión y amenazas constantes por parte del imperialismo
norteamericano desde el propio surgimiento de la Revolución Cubana.
En otro artículo que forma parte de este texto de estudio, se expone la
conducta hostil de ese gobierno durante casi 60 años y se destaca en especial
lo que ha ocurrido en este tenor a partir que asumir Donald Trump, como
presidente de los Estados Unidos de América. Por eso no es propósito aquí
abordar el referendo histórico entre los EE.UU y Cuba, pero indudablemente
hay que considerar este asunto pues de ello parte un conjunto de desafíos
presentes para el continuo fortaleciendo del sistema político cubano.
En el sistema político cubano el pueblo es el protagonista principal del sistema
y cada ciudadano la razón principal de su existencia. No obstante, la
construcción de la sociedad socialista es una tarea compleja y llena de
dificultades y obstáculos a superar.
Para exponer de un modo interpretativo esta complejidad, puede evaluarse al
menos tres ideas básicas de políticos cubanos que la definen de modos
diferentes, pero coincidente con este criterio.
La primera es de Ernesto Guevara y plantea que: “El camino es largo y lleno de
dificultades. A veces, por extraviar la ruta, hay que retroceder; otras, por
caminar demasiado aprisa, nos separamos de las masas; en ocasiones por
hacerlo lentamente, sentimos el aliento cercano de los que nos pisan los
talones. En nuestra ambición de revolucionarios, tratamos de caminar tan
aprisa como sea posible, abriendo caminos, pero sabemos que tenemos que
nutrirnos de la masa y que esta solo podrá avanzar más rápido si la alentamos
con nuestro ejemplo” (Guevara, 1988, p.13)
La segunda de Raúl Castro Ruz: “La construcción del socialismo, en las
actuales circunstancias, es un viaje a lo ignoto; tenemos que ver las
experiencias de otros, pero seguir creando nuestros propios conceptos” (Castro
Raúl, 1999, p.13)
Y la tercera del líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz,
cuando afirmó que “Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años:
entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante error
era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se
construye el socialismo parecía ciencia sabida...” (Castro F, 2005, p.12)
Estas ideas permiten entender con claridad lo complicado que es construir el
socialismo y no solo en Cuba, pues Lenin lo señaló también en no pocas
ocasiones. Ahora se nos presenta como objetivo más inmediato, el alcanzar un
socialismo próspero y sostenible, que no será desde luego terminar la
construcción del socialismo en nuestro país y arribar a lo que los clásicos
definieron como socialismo, pues nos encontramos en un período de tránsito
hacia allá, sería otra etapa.
Al intentar acercarnos a qué entender por socialismo próspero y sostenible, es
aquella etapa en que al arribarse, se posea un desarrollo económico social tal
que garantice la satisfacción adecuada de las necesidades materiales y
espirituales de la población y su sostenimiento permanente, sin riesgos de
retrocesos y desaceleración económica. Pero para ello, entre otros aspectos
importantes a considerar, necesitamos una economía que crezca a ritmos
constantes, superior a un 6 y 7 por ciento su PIB (Producto Interno Bruto) y que
permita un desarrollo económico y social ascendente.
Pero como se comprenderá, es una tarea llena de complejidades económicas,
políticas y sociales, en que está presente un ir y venir en las rectificaciones
necesarias, que garanticen el rumbo correcto.
43
Ver, Constitución de la República de Cuba. La Habana, impreso y editado en tabloide por la Empresa
de Artes Gráficas “Federico Engels”, 2019, Título VI Estructura del Estado, pp.7-12.
Sobre el valor democrático que tienen las elecciones en Cuba, Fidel Castro ha
destacado que: “En el caso nuestro, quien postula no es el partido o los
partidos, quien postula es el pueblo, es el ciudadano quien postula y elige
directamente. ¿En qué otro país hay un sistema como ése, un sistema más
democrático que ése? (...) Y ese método no lo tiene ningún país del mundo, es
así” (Castro F, 1992, p.13)
La nueva Ley Electoral, está ajustadas a las actuales circunstancias presentes
es resultado de las experiencias adquiridas en los años transcurridos, desde
1976 que resultó conformado el sistema de Poder Popular y aprobada la
primera Constitución socialista. Esta nueva norma jurídica contribuirá a
continuar promoviendo una mayor democracia en interés del incesante
perfeccionamiento del sistema democrático y del sistema del Poder Popular en
nuestro país.
Otra fortaleza del sistema político cubano es: la legitimidad y la
gobernabilidad alcanzadas. El consenso político del pueblo a la
Revolución y a su sistema político.
Por legitimidad política se comprende la presencia de un consenso y apoyo
mayoritario de los integrantes de la sociedad, con intereses y necesidades
compartidas, con lo cual se identifican y aceptan los principios básicos sobre
los cuales funciona el sistema político. Pero este tipo de legitimación no queda
en el plano del apoyo contemplativo, es decir, en la manifestación general de
expresión lingüística, permiten valorar partiendo de sus percepciones políticas
el ejercicio del poder, donde le asiste asumir determinados comportamientos
políticos vinculados al funcionamiento del sistema en general y en particular
con la actuación del Estado y el gobierno, como sujetos políticos
fundamentales. Cuando existe legitimidad política no es preciso en general
recurrir a la coerción o violencia. Es, además, un importante concepto a tener
en cuenta como elemento integrador de las relaciones políticas entre
gobernantes y gobernados; de mando y obediencia.
En el sistema político cubano se manifiesta una alta legitimidad, pues la
mayoría de los miembros de la sociedad aceptan y apoyan el funcionamiento
del mismo. Esto se ha podido observar en numerosos procesos políticos que
consolidan la Revolución.
Por otro lado, la gobernabilidad y el consenso político constituyen
categorías políticas principales del sistema político cubano para su
funcionamiento estable.
Las teorías sobre la gobernabilidad como categoría principal de las ciencias
políticas comenzaron a plantearse a partir de los años sesenta del siglo
pasado, como consecuencia de la crisis de gobernabilidad que se daban
entonces en los países capitalistas. Su generalización se produce en los años
setentas, como fruto de los trabajos realizados por la Comisión Trilateral
(Estados Unidos, Europa y Japón).
Como bien plantea el doctor en ciencias (García P J 2009, p.129-132): “La
gobernabilidad es una propiedad objetiva de los sistemas complejos abiertos,
determinada por las relaciones entre los elementos componentes, y caracteriza
el modo en que las mismas se desenvuelven, favoreciendo la conservación de
la integridad estructural y funcional del sistema” (pág.129). En otra parte del
mismo trabajo el propio autor señala que, “la gobernabilidad durante un
proceso de transformación socialista resulta determinada en su esencia por la
realización de las potencialidades que brinda el tipo de régimen político en
establecimiento, a la relación radicalmente diferente entre los sujetos y los
objetos de la dirección, al vínculo entre gobernantes y gobernados, a las
peculiaridades nuevas de la interacción entre las tendencias al gobierno y al
autogobierno social como componentes contradictorias pero intrínsecas a un
sistema democrático representativo…”
En consecuencia, en el caso de nuestro sistema político, el concepto
gobernabilidad en la práctica sociopolítica se encuentra en el establecimiento y
desarrollo estable de las relaciones políticas plenamente coincidentes entre
gobernantes y gobernados que garantizan el funcionamiento adecuado del
sistema político, es decir, el papel funcional que desempeñan las instituciones
estatales y gubernamentales, junto al que le corresponde realizar a los
diferentes componentes de la sociedad civil cubana, que hacen posible
mantener y desarrollar la gobernabilidad del sistema; que los primeros,
cumplen con este objetivo, al recibir el mandatado popular obedeciendo a los
intereses y demandas constantes del pueblo, teniendo como programa político
los objetivos que a mediano y largo alcance proclama la Revolución, a través
de los lineamientos políticos, económicos y sociales que orienta el Partido
Comunista de Cuba como representante fiel y genuino de todo el pueblo.
Estas relaciones convergentes entre los elementos estructurales del sistema no
siempre son totalmente armónicas, pues en determinados períodos aparecen
ciertos conflictos, que el sistema debe tener la capacidad de solucionar
equilibradamente y poder continuar con eficiencia la gobernabilidad. Esas
conflictualidades que se pueden producir, quizás no en todo el sistema como
crisis, sino en una parte de él, tienen viabilidad dado a la actuación en conjunto
por todos los componentes del mismo y bajo el cumplimiento estricto de los
principios de la democracia socialistas, así como el papel que juega en ello, no
solo la representatividad política que parte de la nominación directa e indirecta
por parte de las masas populares, sino, también y esencialmente, con la
participación política activa de estas, en las decisiones políticas encaminadas
primero a la búsqueda del restablecimientos de aquellos aspecto que entraron
en conflicto, por un lado, y por el otro, a la acciones profilácticas hacia el
fortalecimiento de la gobernabilidad, manteniendo el consenso político, lo que
permite una segura salida de tal situación y el funcionamiento y avance del
sistema político.
El sistema político cubano muestra hoy un alto nivel de gobernabilidad y se
legitima constantemente a través del apoyo mayoritario del pueblo, expresado
mediante una amplia participación política, que incluye los procesos
electorales.
Por consenso político se comprende en síntesis las ideas, concepciones,
valores, conductas y actitudes políticas que poseen la mayoría de los miembros
de la sociedad, que actúan de manera voluntaria a favor del sistema, sin
imposiciones ni coacciones de ningún tipo. Son concepciones conscientes que
arriban los ciudadanos y demás integrantes de la sociedad como resultado de
la socialización y la cultura política adquirida a través de procesos políticos de
diversa índole y que posibilitan no solo el apoyo al funcionamiento del sistema
político, sino que muestran una visible y activa participación en los procesos
políticos y democráticos que se presentan. Por tanto, el consenso político es
expresión de comportamientos políticos concretos vinculados directamente con
la defensa consecuente por mantener y hacer avanzar el sistema dado.
El consenso político es clave para la existencia de cualquier sistema político. El
sostenimiento y desarrollo de la Revolución Cubana hasta hoy ha sido posible
gracias al consenso político entre gobernantes y gobernados. Si este se
perdiera, sería causa del desmoronamiento de la unidad nacional y, por tanto,
el sistema político cubano dejaría de existir, se produciría una involución hacia
el capitalismo.
Por eso, es tan necesario e imprescindible conservar y fortalecer la unidad
revolucionaria y el consenso político.
La solidez alcanzada en la defensa armada popular de la Revolución,
garantía principal de la soberanía y la independencia del pueblo cubano.
Al estudiar el pensamiento político de Fidel Castro sobre la defensa armada
popular hay que afirmar, que ya se viene manifestando en los momentos de
producirse el ataque al cuartel Moncada, en julio 1953, pues en este sentido se
puede apreciar el papel que le concede a la participación del pueblo en la lucha
revolucionaria y la defensa de sus conquistas. Desde entonces tenía la
convicción de que con aquella acción se podía armar al pueblo y a través de la
lucha insurreccional en las montañas se produciría la derrota del gobierno
batistiano y tomar el poder político.
Sin una concepción clara de la defensa armada en el cual se privilegia en
primer término la participación activa de las masas populares, no era posible, ni
lo es ahora, enfrentar con la certeza del triunfo las múltiples agresiones y
hostilidades del imperialismo norteamericano para derrotar a la Revolución
Cubana.
La experiencia histórica se ha encargado de demostrar, que cuando los
pueblos luchan con tenacidad por una causa justa, son simplemente
invencibles; este es el ejemplo de nuestro país, experiencia probada en seis
décadas.
De tal manera, la defensa de la patria se convierte desde los primeros
momentos de 1959 en la tarea número uno, pues había que salvar en primer
lugar la Revolución y al mismo tiempo desarrollarla.
Esta concepción de la defensa armada ha evolucionado guiada por la savia del
pensamiento fidelista, que en cada momento supo realizar los juicios más
serenos e inteligentes y alertar las diferentes maneras de prepararnos para
enfrentar en condiciones siempre desventajosa a un enemigo superior en
armas y efectivos.
La estrategia y táctica diseñadas a seguir en cada ocasión siempre estuvo en
correspondencia con las circunstancias dadas. Así sucedió en las dos primeras
décadas, del triunfo de la Revolución, en estas el pueblo uniformado enfrentó
situaciones de amenazas complejas como la Lucha Contra Bandidos (LCB), la
agresión por Playa Girón en abril de 1961 y la Crisis de Octubre en 1962. La
premisa leninista de que una revolución vale si es capaz de defenderse, se
asume como principio del Partido, el Estado y el pueblo44. Hay que dedicarle
toda la atención que merece a este decisivo asunto de la defensa ante un
enemigo muy poderoso, que nos supera en todos los aspectos militares; en
armas, efectivos y tecnología.
Al inicio de los 80 se establece una nueva concepción para la defensa: la
Guerra de Todo el Pueblo45 que estuvo dada entre otras, por dos cuestiones
básicas, primera: con el arribo al poder como presidente de Ronald Reagan se
acrecientan las hostilidades del imperialismo norteamericano hacia nuestro
país y la agresión directa era prácticamente inminente, y segunda: la negativa
de la dirección soviética, al principio de esa década, encabezada entonces por
Yuri Andrópov, de apoyarnos en caso de una agresión a nuestro país 46.
Aquellos momentos se tornaron difíciles y complejos. Esta nueva concepción
fue formulada por el Comandante en Jefe Fidel Castro y constituye la piedra
angular de la Doctrina Militar Cubana47, hoy vigente.
La Revolución siempre cuidó de no ofrecer pretexto al enemigo para realizar
otra acción armada contra el país. Esta cuestión fue cobrando categoría de
principio, manteniéndose hasta la actualidad, creándose las condiciones
necesarias y suficiente de preparación militar de las FAR y del pueblo para la
defensa, en interés de que, por una parte, el enemigo sea sensato y desista de
una agresión al país, y por otro, de hacerlo, estar listos para enfrentarlo en una
guerra prolongada, difícil y compleja, para al final obtener la victoria sobre el
mismo.
44
Castro Ruz, Fidel. Informe Central al Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, Editorial de
Ciencias Sociales, La Habana, 1978, p. 187.
45
Es la concepción estratégica defensiva del país, que resume la experiencia histórica acumulada por la
nación; se basa en el despliegue del sistema defensivo territorial como sustento de su poderío militar, y
en el empleo más variado de todas las fuerzas y recursos de la sociedad y el Estado. Tomado de la Ley
No.75 de Defensa Nacional, Gaceta Oficial de la República de Cuba, 13 de enero de 1995, p. 2.
46
Castro Ruz, Raúl: Entrevista concedida al periodista Mario Vázquez Raña, El Sol de México. Tomada de
la publicación del periódico Granma los días 21, 22, 23 y 24 de abril de 1993. En: Ediciones Verde Olivo,
Dirección Política de las FAR, La Habana, 1993, p.37.
47
Como el conjunto de ideas y concepciones científicamente argumentadas, adoptadas por el Estado
sobre la esencia, los objetivos, el carácter, las particularidades y las consecuencias de la guerra; la
preparación del país para realizarla exitosamente y con ello tratar de evitarla; y los métodos para su
realización y conducción, con el fin de enfrentar una agresión militar. Esta doctrina tiene como
fundamento la concepción de la Guerra de Todo el Pueblo. Tomado de la Ley No. 75 de Defensa
Nacional, Gaceta Oficial de la República de Cuba, 13 de enero de 1995, p. 1.
En esta misma década el propio Raúl Castro reafirmaba otra idea básica
relacionada con la defensa del país y expresión de la significación teórica y
práctica que tienen los asuntos de la defensa nacional en la actualidad: “…para
nosotros evitar la guerra equivale a ganarla, pero para ganarla evitándola, es
necesario dedicar grandes esfuerzos, gigantescos esfuerzos y recursos, como
hacemos desde hace tiempo” (Castro R, 1983, p. 2)
De ahí que el Partido y el Estado siempre han trabajado a favor de aumentar
sistemáticamente la capacidad defensiva del país, con el propósito de obligar al
enemigo a pensar varias veces si un día se deciden a atacarnos, conociendo
de antemano como ha dicho Raúl Castro que seremos un hueso duro de roer.
Y concluye: “Hoy tenemos una concepción defensiva totalmente autóctono y
original, que resume la experiencia combativa de nuestro pueblo y de otros
pueblos, y las enseñanzas extraídas de las guerras contemporáneas, salida del
estudio profundo de nuestras realidades hasta en el más mínimo detalle y en
cada rincón del país. Por eso hemos asegurado que a pesar de contar con
menos recursos, hoy somos más fuertes.
El milagro de nuestra defensa está en nuestro pueblo, en la visión del
Comandante en Jefe, en la previsión con que se actuó, en la oportunidad con
que se adoptó cada decisión, en la sistematicidad, y en el trabajo abnegado y
eficiente de cientos de miles de compatriotas…” (Castro R, 2001, p 5)
Como señalamos antes y expresado recientemente por el General de Ejército
Raúl Castro, que tanto la economía como la defensa poseen el mismo nivel de
prioridad.
En consecuencia, las cuestiones de la defensa son sagradas por lo que
representa para el sostenimiento y desarrollo del sistema político cubano.
Al tiempo que reconocemos las fortalezas del sistema político cubano, es
preciso explicar aquellos desafíos principales que han venido configurándose
en los últimos años.
Los desafíos presentes hoy obedecen, en general a la complejidad de la
construcción del socialismo en Cuba y en particular a no pocos factores de
carácter objetivo y subjetivo, los primeros no depende de la voluntad de los
hombres como son, los insuficientes recursos materiales para el desarrollo
económico y social, las limitaciones notables en estos aspectos como
consecuencia del bloqueo económico, comercial y financiero por parte de los
Estados Unidos de América y las influencias directas derivadas por los
problemas globales como la crisis alimentaria, el cambio climático y otros.
Los factores subjetivos que afectan el avance del desarrollo económico y social
se corresponden con insuficiencias políticas e ideológicas ante las dificultades
y problemas, cuestión que en lo esencial pueden localizarse en una parte de
los cuadros y dirigentes administrativos, políticos y partidistas y se vinculan con
un débil funcionamiento de algunas instituciones estatales, gubernamentales y
de las organizaciones de masas y sociales. Entre las causas fundamentales de
estos comportamientos políticos inadecuados, están la falta de preparación,
control y exigencia sistemática de cómo deben cumplir con sus deberes y
obligaciones. En este sentido, el General de Ejército Raúl Castro, ha destacado
la necesidad de un cambio de mentalidad que se ajuste a los nuevas y
exigentes transformaciones; de poner los oídos sobre la tierra para interpretar
correctamente los acontecimientos en función de cumplir correctamente con la
políticas trazadas y estar atento a las inquietudes y cuestionamientos de las
masas populares, del pueblo para actuar en correspondencia con ello.
Entre los principales desafíos identificados se encuentran:
1. Mantener y fortalecer la unidad garantizando la gobernabilidad y el
consenso político.
2. Continuar el desarrollo de la cultura y de la cultura política al socialismo.
3. Garantizar de forma permanente el comportamiento político y ético de los
cuadros revolucionarios.
4. La pérdida y afectación de valores políticos, ideológicos y morales de una
parte de los ciudadanos.
5. El enfrentamiento a las ilegalidades y las manifestaciones de corrupción.
6. Impedir que las desigualdades se conviertan en injusticia social.
7. Actuar con inteligencia y energía ante las agresiones del imperialismo
norteamericano, entre ellas, el recrudecimiento actual del bloqueo económico,
comercial y financiero, en especial la nueva escalada del enemigo con la
implantación total de la Ley Helms-Burton.
8. Enfrentamiento a la actividad de subversión política e ideológica del
enemigo.
9. La preparación, papel y protagonismo de las nuevas generaciones para
garantizar la continuidad de la Revolución.
10. La batalla por el mejoramiento y perfeccionamiento de la economía
nacional y contra los desafíos que en ella están presentes.
Como puede apreciarse, al igual que lo advertíamos en el caso de las
fortalezas, no es el propósito, ni es posible extendernos en cada uno de esos
desafíos, pues rebasaría los límites de un artículo de esta naturaleza. De aquí
que solo proponemos hacer algunas valoraciones de aquellos que a nuestro
juicio así lo meritan.
Con relación a la importancia clave de la unidad como factor de nuestros
triunfos y derrotas, así como lo relacionado con la legitimidad, la
gobernabilidad y el consenso político a la Revolución y a su sistema político,
ya fueron abordados.
Solo apuntar que sin una fuerte unidad nacional, una elevada y constante
legitimidad por el pueblo no se puede gobernar, pues tarde o temprano se hace
ingobernable, no solo en nuestro país, sino cualquier otro y junto a esto, si se
perdiera el consenso político mayoritario, simplemente se pierde la Revolución.
Echemos una mirada a lo que sucedió con los países ex socialistas de Europa
del Este, que todos involucionaron al capitalismo.
Es un desafío garantizar de forma permanente el comportamiento político
y ético de los cuadros revolucionarios. Este reto se ha venido configurando,
para enfrentarlo es preciso que los cuadros y dirigentes partidistas, estatales y
gubernamentales tengan una elevada preparación profesional, con probada
firmeza política, ideológica y ética para ser eficientes en el cumplimiento de sus
funciones específicas.
En línea con este análisis, en el concepto de Revolución dado por Fidel se
plantea: “…es cambiar todo lo que debe ser cambiado...” (2000a) entonces lo
relacionado con la dirección de los procesos de diferentes tipos, donde el papel
principal lo desempeñan los cuadros políticos tanto en los niveles inferiores,
como en los superiores ha de cambiar todo de manera que tribute directamente
al perfeccionamiento del modelo económico y social cubano aprobado por el
Partido en su VI y VII congresos.
Para poner un ejemplo: ahora se realizó un amplio y democrático proceso,
quizás como nunca antes, en el debate y aprobación de una nueva
Constitución, donde se puede observar numerosos cambios, muy necesarios
que reflejan las nuevas condiciones, y perfeccionan el sistema político,
económico y social que construimos. No fue para cambiarlo, sino para
fortalecerlo.
En las transformaciones para encarar con éxito los desafíos actuales, siguen
vigente las concepciones del Che Guevara, Fidel Castro y Raúl Castro sobre el
papel fundamental que tienen los cuadros como sujetos y actores políticos
principales en la construcción de la nueva sociedad socialista. “Hoy más que
nunca se requieren cuadros capaces de llevar a cabo una labor ideológica
efectiva, que no puede ser diálogo de sordos ni repetición mecánica de
consignas; dirigentes que razonen con argumentos sólidos, sin creerse dueños
absolutos de la verdad; que sepan escuchar, aunque no agrade lo que algunos
digan; que valoren con mente abierta los criterios de los demás, lo que no
excluye rebatir con fundamentos y energía aquellos que resulten inaceptables”
(Castro R, 2010a, pp.4-5)
En no pocas manifestaciones de ilegalidades e incluso de hechos corruptivos
están presentes cuadros y dirigentes a diferentes niveles de actuación política.
Unido a lo anterior, y apreciando también el vínculo directo que tienen con la
pérdida y afectación de valores políticos, ideológicos y morales de una
parte de los ciudadanos y la necesidad del enfrentamiento a las
ilegalidades y las manifestaciones de corrupción, hacemos la siguiente
valoración :
Hace algo más de un lustro Raúl Castro, expresó: “Hemos percibido con dolor,
a lo largo de los más de 20 años de período especial, el acrecentado deterioro
de valores morales y cívicos, como la honestidad, la decencia, la vergüenza, el
decoro, la honradez y la sensibilidad ante los problemas de los demás.
Recordemos las palabras de Fidel en el Aula Magna de la Universidad de La
Habana, el 17 de noviembre de 2005, cuando dijo que a esta Revolución no
podría destruirla el enemigo, pero sí nosotros mismos y sería culpa nuestra,
advirtió” (Castro R, 2013, p.4)
En la misma dirección del análisis otro de los principios fundamentales del
concepto de Revolución dado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz
(2000b), es: “…defender valores en los que se cree al precio de cualquier
sacrificio (…) no mentir jamás ni violar principios éticos…”.
Es útil destacar el papel a desempañar por los cuadros del Partido, estatales y
gubernamentales a los diferentes niveles estructurales, en interés de que estos
desafíos sean resueltos de manera paulatina, segura, al extremo de no afectar
el desarrollo económico y social del país, todo lo contrario. Deben posibilitar un
mayor control y exigencia a las funciones específicas de aquellos cargos que
se ocupan de las tareas en la esfera económica y social.
De aquí que nuestros principales dirigentes, del Partido y la Revolución hagan
tanto hincapié en la educación y formación de esos valores desde la familia, la
escuela y la sociedad en su conjunto.
Ser inconmovibles e insobornable, actuando en correspondencia plena a esos
valores y principios de la Revolución en cualquier función o tarea, será garantía
para disminuir las ilegalidades y las manifestaciones de corrupción. Como
hemos insistido antes, los cuadros y dirigentes a todos los niveles deben ser
consecuente en el enfrentamiento directo para eliminar esas manifestaciones
negativas que nos corroen, pues como bien a dicho el General de Ejército Raúl
Castro Ruz (2011a): “…Estoy convencido de que la corrupción es hoy uno de
los principales enemigos de la Revolución, mucho más dañino que la actividad
subversiva e injerencista del gobierno de Estados Unidos y sus aliados dentro y
fuera del país.”
Durante la realización de las visitas de Gobierno recientes a las provincias del
país, así como, en la participación de las reuniones de balance en varios
Organismos de la Administración Central del Estado (OACE), el Presidente de
los Consejos de Estado y de Ministros Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ha estado
insistiendo en el tema, alertando sobre la necesidad de trabajar con más
transparencia y participación de la población lo cual garantiza una mayor
confianza en la gestión gubernamental. Asimismo, destacó la importancia de la
batalla ética, contra las ilegalidades y la corrupción, mencionando el
enfrentamiento a posibles manifestaciones de lavado de activos, negocios
ilícitos, sobornos, relaciones indebidas con clientes nacionales o extranjeros y
el sector no estatal; falsificación de documentos, malversación, entre otros48.
Impedir que las desigualdades se conviertan en injusticia social. Uno de
los principales objetivos de toda revolución social es ir estableciendo la justicia
social. La Revolución Cubana que tiene como propósito fundamental, en su
horizonte a largo alcance, construir el socialismo y arribar a la fase socialista de
desarrollo económico, político, ideológico, social y cultural, ha tratado siempre
de tener la mayor justicia social posible en todo su devenir histórico, sin
desconocer las propias leyes de la construcción socialista, donde aún, como
expuso Carlos Marx (1975), están presentes manifestaciones del derecho
burgués, el derecho de la desigualdad manifiesto en el principio de distribución
socialista en esta fase: De cada cual según su capacidad, a cada cual, según
48
Ver, periódico Granma, 5 de julio de 2019, p.1.
su trabajo. Por consiguiente, debe entenderse con claridad que no es posible
toda la justicia, ni toda la igualdad posible. Pero indudablemente, lo alcanzado
por el pueblo cubano en esta cuestión vital tiene una enorme significación y
constituye una de las mayores fortalezas del sistema político cubano.
Para mantener la justicia social lograda hemos enfrentado no pocos obstáculos
y rectificado errores cometidos. Como por ejemplo:
En los primeros quince años de Revolución en el poder, se cometieron
errores de idealismo en las cuestiones económicas que repercutieron en la
conciencia social. El igualitarismo hizo mucho daño, al no cumplirse con las
premisas fundamentales de los clásicos del marxismo quienes dejaron
definidas la relación entre los factores objetivos y los subjetivos a tener
presente en el proceso de cambios revolucionarios.
Luego, en la década de los 80, se vuelve aparecer incongruencias
básicas que alimentan la desigualdad y por tanto tienden a no fortalecer la
justicia social, lo cual implicó el inicio del “proceso de rectificación de errores
y tendencias negativas”49.
A tiempo el Partido advirtió, bajo la dirección inteligente de Fidel Castro, que
la marcha de la construcción del socialismo se alejada de ese propósito y se
dirigía hacia el capitalismo, adoptándose las medidas precisas y eficientes
para ir saliendo poco a poco de aquella situación. Ya al final de este proceso
y con el comienzo de los años 90, se produce el derrumbe de la ex URSS y
demás países ex socialista de Europa del Este, dando lugar al inicio del
Período Especial.
Como sabemos durante todo el periodo especial, se han venido
presentando afectaciones notables en la economía del país y en la
conciencia de los cubanos. Existen no pocas desigualdades que atentan
directamente al avance de la justicia social. Sin embargo debe destacarse
los esfuerzos sostenidos hechos por el Estado y el Gobierno para proteger
aquellos sectores e individuos menos favorecidos y más vulnerables. Hoy el
mosaico socio clasista ha cambiado sustancialmente y las diferencias en el
poder adquisitivo y forma de vida, atraviesa por un eje donde están
presentes las desigualdades entre diferentes grupos y clases sociales que
constituye la sociedad cubana.
De lo anterior se desprende, que las desigualdades e injusticias sociales
resultado del período especial, no pueden generalizarse hasta destruir la
justicia social alcanzada en todos los ámbitos de la sociedad por la Revolución
cubana en más de sus seis décadas de existencia.
Por tanto, hay que estar atento y actuar en consecuencia, en el enfrentamiento
a los males presentes, evitando se conviertan en un peligro a la unidad
nacional, garantizando no solo la supervivencia de la justicia alcanzada, sino
avanzar hacia una justicia social para todos.
49
Una síntesis apretada aparece en este Libro de Texto en el trabajo. Un enfoque periodizar del sistema
político cubano (1959-2018).
El desafío que se lista al iniciase este aspecto, relacionado con las relaciones
conflictuales entre los EE. UU y Cuba, ya fue abordado en un trabajo anterior
en este texto, donde se sustenta como la cuestión que más incide en frenar el
desarrollo económico y social de nuestro país, lo es sin lugar a duda el bloqueo
económico, financiero y comercial. Hoy se hace más visible la conducta del
gobierno de ese país de acabar con lo poco que queda de las relaciones
diplomáticas, que se habían restablecidos en diciembre de 2014.
Por tanto, pretendemos ofrecer algunas ideas generales sobre este otro
desafío: Enfrentamiento a la actividad de subversión política e ideológica
del enemigo. Desde el propio triunfo de la Revolución el gobierno
estadounidense no ha dejado de realizar actividades de este tipo. Dichas
actividades tienen como propósitos dividir al pueblo, crear desconfianzas en los
principales líderes, desacreditar su actuación política; la selección y formación
de líderes contrarrevolucionarios para fomentar acciones en interés de formar
organizaciones, que sean capaces de constituir una oposición al régimen
político cubano, así como fortalecer los grupúsculos contrarrevolucionarios que
operan dentro del país, con lo cual pretenden establecer una nueva sociedad
civil dirigida a socavar y destruir el sistema político cubano.
En correspondencia a este objetivo, orientan el desarrollo de acciones de
indisciplinas y desobediencia civil, con el propósito de no participar o crear
dificultades al normal desarrollo de actividades políticas, económicas, sociales
y culturales; orquestan campañas de carácter político e ideológico dirigidas a
resaltar el modo de vida de la sociedad capitalista norteamericana, primando
en ello el consumismo que es característico en ella.
Son los jóvenes un sector priorizado en su estrategia de desmovilización
política y desobediencia civil, para lo cual realizan acciones encaminadas a
inculcarles los valores de la sociedad capitalista y por ende a la afectación de
sus valores políticos y éticos revolucionarios,
En su discurso destacan entre otras cosas, que todos los males, necesidades y
escaseces obedecen al camino escogido por la Revolución Cubana y a la mala
conducción del proceso revolucionario.
Aprovechan al máximo el avance que ha experimentado la ciencia y la técnica
en las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones con el
objetivo bien marcado, y, a través de los medios de comunicación,
implementan plataformas para la comunicación política, social y cultural
capaces de subvertir política e ideológicamente al país y en especial a los
jóvenes, con el objetivo principal, al que nunca han renunciado, de destruir por
cualquier vía a la Revolución Cubana. El gobierno de los Estados Unidos acaba
de aumentar el presupuesto a más de 30 millones de dólares dirigido
precisamente a esto.
Aunque el concepto de Guerra No Convencional, es nuevo según la propia
doctrina político-militar del imperio, esta se viene realizando contra Cuba desde
los primeros momentos del triunfo revolucionario el primero de enero de 1959.
Hemos estado sometidos a una verdadera guerra política e ideológica desde
hace seis décadas.
Hay que seguir encontrando los antídotos suficientes y eficientes para no solo
contrarrestar la influencia negativa de la subversión política e ideológica del
enemigo, sino derrotarla. Habrá que empeñarse a fondo, fundamentalmente
por el Partido, la Unión de Jóvenes Comunista y las organizaciones de masas y
sociales, así como, los directivos principales del Estado y el Gobierno. Pero
será necesario también, la educación y formación en valores políticos,
ideológicos y éticos desde la familia, la escuela y la sociedad.
La preparación, papel y protagonismo de las nuevas generaciones para
garantizar la continuidad de la Revolución. No pocos tienen la preocupación
e incertidumbre de que la juventud actual sea capaz de sustituir y continuar la
obra realizada por la generación histórica de la Revolución.
En Cuba desde hace tiempo se viene trabajando en interés de garantizar la
continuidad de la Revolución por las nuevas generaciones, en estos momentos,
se puede visibilizar que ese proceso, ha sido bien pensado y se han adoptados
las decisiones correctas tanto en los niveles más alto de la dirección del país,
como en los intermedios y en los municipios. Este proceso se da en todas las
instancias de dirección del Partido, el Estado, el gobierno y las organizaciones
de masas y sociales.
Pero, surgen preocupaciones que no deben ser obviadas, cuando se aprecia
una afectación real en la educación y formación de valores políticos,
ideológicos y éticos particularmente en los jóvenes, así como, manifestaciones
de una parte de la sociedad de falta de cultura en general y también de una
cultura política que tribute positivamente al sistema político establecido.
Con razón, en 1997, Fidel Castro, preocupado por la atención que el Partido
debía dar en la educación y formación de la juventud, apuntaba: “Creo que más
que nunca, más que en ninguna otra época, por ser esta la más difícil, la más
dura, se requiere de un trabajo especial con la juventud y en la formación de
nuestros jóvenes, porque no puede ser que los que vengan después de esta
generación dejen de ser mejores” (1997b, p.76)
Años más tardes, reunido en la Universidad de La Habana con los estudiantes
universitarios en el 2005, advertía los males e insuficiencias presentes en la
sociedad cubana y la afectación en la educación y formación de valores
revolucionarios, esenciales para asumir comportamientos políticos y éticos
acorde con ellos. Cinco años después, se volvía a dirigir a los estudiantes de
este nivel, alertándolos sobre la agudización de no poco problemas.
Lo anterior explica la necesidad de seguir trabajando en la preparación,
formación y en el papel protagónico de las nuevas generaciones, evitando, por
un lado, que los problemas mencionados y tendencioso de desafío se
generalicen, y por el otro, su solución paulatina y satisfactoria, encaminada
hacia la garantía de la continuidad de la Revolución Cubana por la juventud.
La batalla por el mejoramiento y perfeccionamiento de la economía
nacional y contra los desafíos que en ella están presentes. Reconocido por
el Partido es el mayor y más importante desafío a solucionar para asegurar la
continuidad de la obra revolucionaria.
Es lo principal, como bien lo ha afirmado más de una vez el General de Ejército
Raúl Castro Ruz (2010b), “La batalla económica constituye hoy más que nunca,
la tarea principal y el centro del trabajo ideológico de los cuadros, porque de
ella depende la sostenibilidad y preservación de nuestro sistema social.”
Para enfrentar adecuadamente esta batalla, como se expresó en el VI
Congreso del Partido, el mayor obstáculo identificado es “...la barrera sicológica
formada por la inercia, el inmovilismo, la simulación o doble moral, la
indiferencia e insensibilidad y que estamos obligados a rebasar con constancia
y firmeza, en primer lugar, los dirigentes del Partido, el Estado y el Gobierno en
las diferentes instancias nacionales, provinciales y de los municipios” (Castro,
R, 2011b, p.4)
En consecuencia, es la tarea más compleja a resolver, pues la integran otras
muchas cuestiones que poseen notables dificultades y obstáculos en su
solución y por tanto son retos al desarrollo de la economía del país. Dentro de
las cuales se encuentran:
La cuestión de la alimentación del pueblo la cual ha alcanzado
categoría de seguridad nacional. Es imprescindible aumentar y
diversificar la producción agropecuaria y bajar los precios.
La solución paulatina de las relaciones monetarias mercantiles, donde
está presente: la cuestión de las relaciones de propiedad, la política
cambiaria, el continuo aumento del poder adquisitivo, a pesar de los
beneficios reportados por la reciente decisión de aumentar los salarios
en el sistema presupuestado.
El problema de los altos precios de productos y servicios que no
siempre están al alcance de la población.
El problema de la vivienda y del transporte, este último a pesar de las
medidas adoptadas para su mejoramiento, en especial el ferroviario
con la incorporación de los nuevos medios adquiridos de la República
Popular China.
El ahorro de recursos materiales, en particular el combustible.
El desarrollo de la inversión nacional y el despegue de la extranjera.
Cambiar la mentalidad importadora por la exportadora.
El desarrollo y modernización de la industria, aun no recuperada de los
años del periodo especial.
El crecimiento constante de la economía (del PIB) a niveles más
elevados que tribute al desarrollo económico y social del país. Elevar la
productividad del trabajo.
Fortalecer la contabilidad a todos los niveles. El control y la exigencia
en el cumplimiento de los diferentes indicadores económicos
establecidos para las entidades económicas y de servicios.
CONCLUSIONES
Como sujeto político principal, el Partido Comunista de Cuba, sus cuadros y
militantes tiene como tarea fundamental desempeñar un comportamiento
político ejemplo de valores morales y políticos, dirigido a fortalecer las
funciones del Estado, el gobierno y las organizaciones de masas, sociales, así
como, encausar correctamente el dinamismo que se precisa de la Unión de
Jóvenes Comunistas.
Por otra parte, para vencer los desafíos afrontados por nuestra sociedad, es
preciso también un Estado y gobierno integrado por cuadros y funcionarios
públicos preparados no solo profesionalmente, sino, y sobre todo, desde el
punto de vista político e ideológico, que demuestren en su actuar político
cotidiano una elevada conciencia y ética revolucionarias.
Estas cuestiones son esenciales para vencer los complejos y difíciles retos de
hoy en el desarrollo de la economía del país, en el enfrentamiento a las
ilegalidades y las manifestaciones de corrupción como consecuencia de la
afectación y pérdida sensible de valores políticos, ideológicos y ético.
Con las fortalezas que existen se podrá avanzar en el fortalecimiento de una
elevada cultura económica, jurídica, de cultural general y cultura política en
nuestros ciudadanos, posibilitando de manera consecuente descartar
debilidades y desafíos que afectan el sistema político cubano.
Será posible lograr el éxito deseado ante posibles disensos, conflictualidades y
las nuevas agresiones del imperialismo norteamericano, mostrando una fuerte
unidad del pueblo en torno al Partido y sus principales dirigentes, junto a esto y
para ello, es imprescindible también el consenso político mayoritario alcanzado,
así como, la consolidación de las tareas de la defensa nacional popular, que
hoy junto a la economía son las dos más importantes de la Revolución.
Los retos y desafíos son complejos, pero el sistema político cubano posee toda
la capacidad y fortaleza suficientes para vencerlos.
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3.6-Visión Sociopolítica sobre las Relaciones Internacionales y la Política
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