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Epidemiología
Es una de las entidades malignas más frecuentes en nuestro medio y ocupa el cuarto lugar después del cáncer de cuello
uterino, seno y estómago; esta entidad continúa siendo diagnosticada en la mayoría de los casos en estadios avanzados.
La incidencia de este tumor oscila ampliamente en el mundo, con predominio en los países occidentales desarrollados
como Estados Unidos, Australia y la península escandinava, y menos frecuente en Asia, África y América del Sur.
El cáncer colorrectal es la segunda causa de muerte en los Estados Unidos por cáncer. En las mujeres ocupa el tercer
lugar luego del cáncer de pulmón y el de seno, y en los hombres, el tercer lugar luego del cáncer pulmonar y el de
próstata. La incidencia y la mortalidad son similares en ambos sexos. Para el 2001 se diagnosticaron 135.400 casos y se
estima que hubo, aproximadamente, 56.700 muertes por esta enfermedad en los Estados Unidos. Los afroamericanos
tienen mayor probabilidad de morir de cáncer colorrectal que los caucásicos.
La edad promedio de diagnóstico del cáncer colorrectal es a los 67 años; es mucho menos frecuente en personas
menores de 40 años y representa sólo 6% a 8% de los tumores diagnosticados en este grupo etario.
Factores de riesgo: Se desconocen las causas exactas del cáncer colon. Sin embargo, los estudios demuestran que los
siguientes factores de riesgo aumentan las posibilidades de una persona de padecer cáncer colorrectal.
• Edad: la incidencia del cáncer colorrectal se incrementa con la edad, especialmente, después de la quinta década de la
vida.
• Dieta: Numerosos estudios observacionales han examinado si ciertos elementos de la dieta se asocian con mayor o
menor incidencia de cáncer o de pólipos adenomatosos. Las dietas bajas en grasa y carnes rojas, y altas en frutas, fibra
y vegetales, se han asociado con bajo riesgo de cáncer colorrectal, pero no hay evidencia de que un cambio en la dieta
afecte subsecuentemente la tasa de nuevos casos. Los altos niveles de actividad física se relacionan con bajas tasas de
cáncer colorrectal pero, nuevamente, no está claro si su relación es casual o si se confunde con otros factores.
• Pólipos: son bastante comunes en las personas que tienen más de 50 años. Algunos tipos de pólipos, tales como los
adenomas, aumentan el riesgo de una persona de desarrollar cáncer del colon.
• Historia médica personal: un diagnóstico previo de cáncer del endometrio o cáncer de ovario también eleva el riesgo,
particularmente para cánceres que ocurren por debajo de los 50 años; una historia de cáncer de seno aumenta el riesgo
sólo ligeramente.
• Historia médica familiar: los parientes de primer grado (padres, hermanos, hijos) de una persona que ha padecido de
cáncer colorrectal tienen mayor riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. Aproximadamente, 20% de estos tumores
ocurren en pacientes con historia familiar de cáncer colorrectal en un pariente de primer grado de consanguinidad.
• Enfermedad intestinal inflamatoria: las personas que padecen varios años de colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn o
alteraciones inflamatorias crónicas del colon, tienen mayor riesgo de sufrir de cáncer del colon.
Los adenomas tubulares son los más comunes con diferencia, entre 5 y el 10% de los adenomas son
tubulovellosos, y sólo el 1% son vellosos. Todas las lesiones epiteliales se deben a la proliferación displásica del epitelio,
que puede oscilar entre leve o intensa o llegar a constituir un carcinoma in situ. Además, existen pruebas que
demuestran que los adenomas son lesiones precursoras de adenocarcinomas colorrectales infiltrantes. El cáncer es raro
en los adenomas tubulares menores de 1cm de diámetro. El riesgo de cáncer es alto (alrededor del 40%) en los
adenomas vellosos sésiles de diámetro superior a 4cm. La displasia intensa, cuando existe, suele aparecer en las áreas
vellosas. Por tanto, las lesiones más preocupantes son los adenomas vellosos mayores de 4cm de diámetro.
2. Poliposis Juvenil Familiar: Es un trastorno autosómico dominante en el que los pacientes desarrollan cientos
de pólipos en colon y recto. A diferencia de los pólipos juveniles solitarios, estas lesiones pueden degenerarse en
adenomas y al final carcinomas.
3. Síndrome de Peutz Jeghers: Síndrome autosómico dominante que se caracteriza por múltiples pólipos
hamartomatosos diseminados por todo el aparato gastrointestinal y por pigmentación melanótica en mucosa
vestibular, labios, cara y superficies palmares de las manos. En ocasiones pueden desarrollar carcinoma de
colon. Histológicamente: Muestran una red ramificada de tejido conjuntivo y músculo liso bien desarrollado que
se extiende por el interior del pólipo y rodea a abundantes glándulas normales, constituidas por epitelio intestinal
normal y abundantes células caliciformes.
4. Síndromes Hereditarios:
Síndrome de Polipomatosis Adenomatosa Familiar: Es un trastorno autosómico dominante en la que el
paciente presenta innumerables pólipos adenomatosos en colon, que tienen tendencia a transformación maligna.
Se debe a un defecto del gen APC del cromosoma 5q21. Los pacientes desarrollan entre 500 y 2500 adenomas
colónicos. Se necesita encontrar mínimo 100 pólipos para hacer el diagnóstico. Histológicamente: La mayoría
son pólipos tubulares, aunque algunos pueden tener características de adenoma velloso. El riesgo de cáncer
colorrectal durante la vida en personas con PAF se aproxima a 100% hacia los 50 años de edad.
Cáncer Colorrectal no Polipósico Hereditario (Síndrome de Lynch): Síndrome familiar autosómico que se
caracteriza por un riesgo mayor de desarrollar carcinoma colorrectal a una edad temprana (40 años). Cerca del
70% de las personas afectadas desarrolla cáncer. A menudo las neoplasias del colon son múltiples y no siempre
se asocian a adenomas preexistentes. Aparecen en el colon proximal con mayor frecuencia. También se
acompaña de neoplasias extracolónicas, entre ellas Ca de endometrio, ovario, páncreas, entre otros.
5. Enfermedad Inflamatoria Intestinal:
Enfermedad de Crohn: Es un proceso inflamatorio transmural que afecta cualquier parte del tubo digestivo de la
boca al ano. A nivel macroscópico: Distribución: Afectación de sólo intestino delgado en 40% de los casos, del
intestino delgado y colon en 30% y de sólo colon en aproximadamente 30%. La pared intestinal es de
consistencia gomosa y gruesa, como consecuencia del edema, la inflamación, la fibrosis y la hipertrofia de la
muscular propia. Esto ocasiona estrechez de la luz intestinal (estenosis), las cuales son menos frecuentes en el
colon. Una característica clásica es la demarcación neta de los segmentos intestinales enfermos respecto al
intestino adyacente no afecto.
Lesión temprana: formación de úlceras mucosas focales y el edema conllevan a la formación de úlceras lineales
serpiginosas. Posteriormente se forman fisuras estrechas entre los pliegues de la mucosa que evolucionan a
fístulas. A nivel microscópico: • Infiltración de la mucosa: Infiltración neutrófila en la capa epitelial, que pueden
llegar a infiltrar las criptas y formar abscesos. • Daño mucoso crónico: Irregularidad y destrucción de las criptas,
lo cual ocasiona una atrofia progresiva del colon. • Ulceración: Pueden ser superficiales o penetrar a las
capas tisulares inferiores. • Inflamación transmural con afectación de todas las capas: células inflamatorias
crónicas infiltran la mucosa, y en menor grado, los capas tisulares subyacentes. • Granulomas no caseificados:
Colitis Ulcerosa: Es una enfermedad ulceroinflamatoria limitada al colon que solo afecta la mucosa y sub-
mucosa. A nivel macroscópico: Afecta al recto y se extiende en sentido proximal (forma retrógada) para afecta a
todo el colon (pancolitis). No se encuentra lesiones “en salto” como en la enfermedad de Crohn. La mucosa
puede exhibir enrojecimiento, granularidad y es friable. Existe ulceración extensa y de base amplia de la mucosa
del colon distal o en toda su longitud. Presencia de Seudopólipos: islotes aislados de mucosa en regeneración
que sobresalen hacia arriba. No hay engrosamiento parietal y la serosa es normal.
A nivel histológico: 1) Infiltrado inflamatorio difuso que puede avanzar y producir abscesos de las criptas. 2)
Daño crónico de la mucosa y posterior ulceración. 3) Ausencia de Granulomas. 4) Es significativo la
gama de cambios epiteliales, con posibilidad de displasia y progresión hasta carcinoma franco.
Morfología Macroscópica: Aunque todos los carcinomas colorrectales comienzan como lesiones in situ, evolucionan de
acuerdo con patrones morfológicos diferentes:
• Tumores del colon proximal: Crecen como masas polipoides exofíticas que se extienden a lo largo de una
pared del ciego y el colon ascendente. La obstrucción no es habitual.
• Tumores en el colon distal: Lesiones anulares, circundantes, que producen las llamadas “constricciones
en servilletero” del intestino. Los márgenes de la estenosis son elevados y firmes, y la región central se encuentra
ulcerada. La luz aparece muy estrechada y es posible la distensión del intestino proximal.
Morfología Microscópica: Las características microscópicas de los adenocarcinomas del colon de los lados derecho e
izquierdo son similares. La diferenciación puede oscilar entre células columnares altas (que invaden mucosa y sub-
mucosa) hasta masas indiferenciadas anaplásicas. Tumor invasivo produce reacción desmoplásica de la estroma, lo cual
le da la consistencia dura y firme de la mayoría de los carcinomas de colon. La producción de mucina, que es segregada
en las luces glandulares, diseca la pared intestinal y facilita la extensión del proceso maligno.
Diagnóstico
Clínica: La mayoría de los cánceres colorrectales se diagnostican en pacientes sintomáticos. Los síntomas más
frecuentes incluyen: sangre en materia fecal (rectorragia, melenas, hematoquecia o sangre oculta en heces positiva),
cambios en el hábito intestinal, síntomas obstructivos, masa abdominal, pérdida de peso y dolor. Se deben agregar como
síntomas propios de la localización rectal, el pujo, tenesmo, la proctorragia y el dolor perineal.
Métodos Diagnósticos:
Tacto rectal. Sólo 10% de los tumores colorrectales se encuentran con un tacto rectal; los riesgos del examen no
existen y, realmente, no cabe el argumento del costo-beneficio. El tacto rectal puede definir las características
morfológicas de la lesión (cuadrantes comprometidos, porcentaje de estenosis, porcentaje de la circunferencia
comprometida, grado de fijación, ulcerado, exofítico, adenopatías regionales, etc.).
Sangre oculta en heces. Detecta las pérdidas de sangre. Hay una variedad de exámenes disponibles, el
Hemoccult II es el más empleado en Estados Unidos. Esta prueba detecta la actividad de la pseudoperoxidasa que se
encuentra en la hemoglobina cuando interactúa con una cinta impregnada de guayaco en presencia de un catalizador de
peróxido de hidrógeno. El proceso requiere que el paciente entregue dos muestras de tres diferentes bolos fecales para
un total de 6 cintas. El examen identifica la actividad de la peroxidasa o la pseudoperoxidasa, por lo tanto, no es
específica para la hemoglobina humana.
Colonoscopia. Es el examen con la mayor sensibilidad y especificidad de los actuales para la evaluación y el
diagnóstico de la patología orgánica del colon. Es un estudio seguro con una morbilidad inferior a 0,3%. Según el
Colorectal Cancer Task Force, la colonoscopia se considera el estándar para la detección de adenomas y de cáncer
colorrectal por las siguientes razones. Los recientes estudios transversales de tamizaje con colonoscopia indican que la
colonoscopia es más sensible que el colon por enema, la sigmoidoscopia flexible o la rectosigmoidoscopia más la prueba
de sangre oculta en heces para la detección de adenomas grandes y cáncer colorrectal.
Enema de doble contraste. Es un examen radiológico en el cual se instilan aire y bario en el colon y se toman
proyecciones de rayos X en varias posiciones. Si es positivo, se hace una colonoscopia; si es negativo, se repite en 5
años. En general, este examen no es tan sensible como la colonoscopia para la detección de pólipos. El enema de doble
contraste parece apropiado para la detección de cáncer colorrectal solo cuando no puede realizarse completamente la
colonoscopia.
Tomografía computadorizada. La tomografía computadorizada es otra de las herramientas que se ha
desarrollado con un creciente interés como ayuda para la estadificación antes del tratamiento de las lesiones de colon.
La tomografía helicoidal es la de elección pues realiza cortes de 3 a 5 mm y con la ayuda de bolos de medio de
contraste, que resaltan positiva o negativamente las zonas sospechosas o perilesionales, se mejora el grado de
resolución de las imágenes. Las lesiones tumorales contenidas en la pared muestran el exterior bien delimitado y la
grasa pericólica se aprecia en forma uniforme con atenuación baja. No es posible valorar por TC la invasión microscópica
ni determinar las capas normales del tejido. La extensión tumoral más allá de la pared puede manifestarse como una
masa de bordes irregulares, que se extiende hacia el exterior del margen colorrectal dentro de la grasa pericólica; la
diseminación más allá del colon también se sugiere por la pérdida de los planos grasos entre el colon y los músculos
alrededor y es clara cuando la masa tumoral se extiende directamente a los órganos adyacentes.
Colonoscopia virtual. El examen requiere preparación como para una colonoscopia y es seguida por la
instilación de aire a través de un tubo en el recto. Se toman imágenes de tomografía y de resonancia magnética del colon
y se realiza gracias a un programa especial que permite la reconstrucción de imágenes virtuales de la luz del colon. El
test puede realizarse en 10-15 minutos. Si es positivo, el paciente se somete a colonoscopia. Si es negativo, debe
repetirse en algún intervalo de tiempo. Ningún estudio ha evaluado la efectividad sobre la reducción de la
morbimortalidad por cáncer de colon. Algunos estudios conducidos en contextos de investigación han evaluado la
efectividad comparada con la colonoscopia. Los reportes iniciales muestran una sensibilidad y especificidad para cáncer
y pólipos grandes en el rango de 85% a 90%.
Estadificación de Dukes
Estadio 0 (carcinoma in situ): se encuentran células anormales en el revestimiento más profundo del colon. Estas células
anormales se pueden volver cancerosas y diseminarse hasta el tejido cercano normal. El estadio 0 también se llama
carcinoma in situ.
Estadio I: el cáncer se ha formado y diseminado más allá de la capa de tejido más profunda de la pared del colon hasta
las capas intermedias del mismo. En algunas ocasiones, el cáncer del colon en el estadio II se denomina cáncer de colon
A de Dukes.
Estadio II: El cáncer en estadio II, se divide en estadios IIA y IIB.
Estadio IIA. El cáncer se ha diseminado más allá de la capa de tejido más profunda del colon hasta las capas
medias de la pared del colon o se ha diseminado hasta tejidos cercanos alrededor del colon o recto.
Estadio IIB. El cáncer se ha diseminado más allá de la pared del colon hasta los órganos cercanos o a través del
peritoneo. En algunas ocasiones, el cáncer del colon en el estadio II se denomina cáncer del colon B de Dukes.
Estadio III: El cáncer de colon en estadio III se divide en estadios IIIA, IIIB y IIIC.
Estadio IIIA. El cáncer se ha diseminado desde la capa de tejido más profunda de la pared del colon hasta las
capas intermedias y se ha diseminado hasta tres ganglios linfáticos.
Estadio IIIB. El cáncer se ha diseminado hasta tres ganglios linfáticos cercanos y se ha diseminado hasta alguno
de los siguientes sitios:
• Más allá de las capas de tejido del colon o;
• Los tejidos cercanos alrededor del colon o el recto; o
• Más allá de la pared del colon hasta órganos cercanos o a través del peritoneo.
Estadio IIIC. El cáncer se ha diseminado hasta cuatro o más ganglios linfáticos circundantes y se ha diseminado
hasta algunos de los siguientes sitios:
• Las capas de tejido de la pared del colon o más allá del mismo; o
• Los tejidos cercanos alrededor del colon o el recto; o
• Los órganos cercanos o a través del peritoneo.
En algunas ocasiones, el cáncer de colon en el estadio III se denomina cáncer del colon C de Dukes.
Estadio IV: el cáncer puede haberse diseminado hasta los ganglios linfáticos cercanos y se ha diseminado hasta otras
partes del cuerpo, como el hígado o los pulmones. En algunas ocasiones, el cáncer de colon en el estadio IV se
denomina cáncer del colon D de Dukes.
Tratamiento
Una vez que se ha diagnosticado el cáncer de colon y se han realizado las pruebas necesarias para identificar en que
estadio se encuentra la enfermedad, se procede a determinar cual es el tratamiento más adecuado para un determinado
paciente. Pero para ello, se debe tener conocimiento de ciertos factores como:
- Estado general del paciente
- Localización del tumor
- Estadio en el cual se encuentra la enfermedad: si hay infiltración en la pared del colon, afectación ganglionar de
órganos vecinos y diseminación de la enfermedad.
- Existencia de otra enfermedad aparte del cáncer.
Por todo esto, es evidente que el tratamiento va a ser diferente para cada tipo de paciente. Una vez determinado todos
estos factores, se pueden ofrecer los siguientes tratamientos:
1. Cirugía 3. Radioterapia
2. Quimioterapia 4. Inmunoterapia
La cirugía o extirpación de la zona afectada, la quimioterapia o administración de fármacos que destruyen las células
cancerosas, la radioterapia o aplicación de rayos de alta energía con la finalidad de destruir las células malignas y la
inmunoterapia o estimulación del propio sistema defensivo del paciente para que sea éste el que elimine las células
dañinas.
Cirugía: Es el tratamiento común y de primera línea para todos los estadios de cáncer de colon, en el cual el principio
oncológico es ligadura proximal de los vasos, la resección anatómica de la vertiente vásculo-linfática y en bloque del
tumor, y garantizar bordes libres de compromiso. Ahora bien, la técnica quirúrgica puede ser distinta de acuerdo sea el
caso.
Escisión local: esta se hace solo cuando el cáncer se encuentra en el estadio inicial (estadio 0 y I) en donde el
médico tiene que introducir un colonoscopio a través del recto y a través de éste hacer una incisión para extraer la
lesión. Si es un pólipo se denomina polipectomia de colon.
Resección: esta es la más frecuente a partir del estadio I o II de la enfermedad y consiste en la extirpación del
segmento del colon donde se asienta el tumor, así como un tramo de tejido normal a cada lado de la lesión de por lo
menos 10 cm y los ganglios linfáticos correspondientes. Posteriormente se unen los segmentos de colon para
restablecer la continuidad del tracto digestivo y mantener su función intacta. Generalmente este tipo de intervención
no suele causar efectos secundarios severos y el paciente es dado de alta a los 5-7 días tras la cirugía. El tipo de
resección se basa en el sitio anatómico que esté comprometido por la lesión: Las lesiones del colon derecho y del
ángulo hepático se manejan con una hemicolectomía derecha. Las del transverso con una colectomía derecha
ampliada o subtotal. Las del ángulo esplénico, del colon descendente y del sigmoides se manejan con una
hemicolectomía izquierda o subtotal.
La reconstitución inmediata del tránsito no es un principio de la resección oncológica, sin embargo, debe hacerse cada
vez que las condiciones lo permitan. Pero hay casos en su mayoría en estadios avanzados (IV) o donde el tumor es muy
grande o compromete al recto en donde no se restablecer el transito intestinal y en cambio se hace una colostomía, la
cual permite comunicar una víscera con el exterior a través de una abertura en la pared anterior del abdomen llamada
estoma. La colostomía puede ser: temporal (3-6 meses) o permanente.
a) Ablactación por radiofrecuencia: Procedimiento en el que se usa ondas de radio para calentar y destruir células
anormales. Las ondas de radio se desplazan a través de electrodos y así destruir las células cancerosas.
b) Criocirugía: Procedimiento durante el cual se congela un tejido para destruir las células anormales.
Generalmente, se realiza con un instrumento especial que contiene nitrógeno líquido o dióxido de carbono líquido
Quimioterapia: no está indicada en todos los casos, sino que su administración dependerá de determinados factores
como: estadio tumoral, la afectación o no de ganglios y/o de órganos próximos al tumor, aparición o no de metástasis y el
estado general del paciente previo a la administración del tratamiento. De acuerdo a esto puede tener doble intención:
Curativa: la intención de la quimioterapia es curar la enfermedad. En este caso se emplea como tratamiento
complementario y posterior a la cirugía. En estos casos está indicada en los estadios II, III y IV. En el estadio II existe
controversia, aunque parece que en los pacientes que tengan factores de mal pronóstico (perforación, obstrucción,
linfadenectomía subóptima, elevación del CEA preoperatorio...) pudiera ser beneficiosa la administración de
quimioterapia adyuvante.
Control de síntomas o paliativa: Con la quimioterapia se pretende controlar los síntomas producidos por el tumor y/o las
metástasis y su objetivo primordial es mejorar la calidad de vida del enfermo. Utilizada para tratar pacientes con cáncer
de colon en etapa IV para mejorar los síntomas y prolongar la supervivencia. La quimioterapia se administra en forma de
ciclos, alternando periodos de tratamiento con periodos de descanso. En la mayoría de las ocasiones es necesario el
ingreso, ya que la infusión de los fármacos suele durar varios días. El irinotecan, el oxaliplatino y el 5-fluorouracilo son
los 3 medicamentos que se utilizan con más frecuencia.
Se utilizará el 5FU + Leucovorina semanalmente por 4 ciclos de 6 semanas cada uno, con un intervalo de una semana
entre cada ciclo, total 24 semanas de tratamiento. En los estadios más avanzados (Cáncer de colon metastásico) Los
pacientes podrán recibir quimioterapia de primera linea con 5FU + Leucovorina con Oxaliplatino o Irinotecan, o utilizar
Capecitabina oral.
Radioterapia: Consiste en aplicar rayos de alta energía sobre la zona afectada, con el fin de destruir las células
cancerosas. Sólo afecta a la zona en tratamiento, y puede aplicarse antes de la cirugía (para reducir el tumor y poder
extraerlo más fácilmente), o después de la cirugía (para terminar de destruir las células cancerosas que pudieran haber
quedado). El cáncer del colon no es típicamente tratado con radioterapia. Si el cáncer ha invadido a otro órgano, o se ha
adherido a la pared abdominal, la radioterapia puede ser una opción de tratamiento, ya que es un tratamiento local
típicamente dirigido a un “blanco” pero una vez que el cáncer del colon ha sido quirúrgicamente resecado, el “blanco” o
área de riesgo alto para la recurrencia de la enfermedad, no es fácil de definir. Por lo que se puede concluir que está más
indicada en aquellos casos paliativos, en los que el tumor es muy grande y se quiere reducir antes de la resección, o
como terapia combinada junto con lo quimioterapia posterior a la cirugía.
Inmunoterapia: Es un tratamiento mediante el cual se intenta que las propias células del organismo que forman parte
del sistema inmune reaccionen contra el cáncer destruyéndolo, o disminuyendo su tamaño. Para ello se usan anticuerpos
producidos en el laboratorio a partir de un tipo único de célula del sistema inmunitario. Estos anticuerpos pueden
identificar sustancias en las células cancerosas o en las células normales que pueden ayudar a crecer a las células
cancerosas. Los anticuerpos se unen a las sustancias y destruyen las células cancerosas, bloquean su crecimiento o les
impiden que se diseminen.
Cáncer de colon
Etapa I: Cirugía exclusiva.
Etapa II: Cirugía + Quimioterapia post operatoria (en revisión).
Etapa III: Cirugía + Quimioterapia post operatoria.
Etapa IV: Cirugía paliativa + ¿Quimioterapia?
Seguimiento: El objetivo es detectar los casos de recurrencia, antes del momento en que espontáneamente hubieran
sido diagnosticados. Los pacientes se deben evaluar cada 3 a 4 meses en los primeros 2 años; luego, cada 6 meses por
los siguientes 2 años y, posteriormente, cada año. En cada visita, además de una evaluación física completa, se debe
ordenar un antígeno carcinoembrionario y en caso de que éste sea mayor de 5 ng por ml o que los valores vayan en
ascenso progresivo, se debe solicitar una tomografía y una colonoscopia, para proceder de acuerdo con los resultados.