Está en la página 1de 7

Juan José Bautista y la descolonización de

la pedagogía
26 febrero, 2021 Cronicon Opinión 0

POR ABDIEL RODRÍGUEZ REYES

El Centro Internacional de Investigaciones – Otras voces en educación, junto a otras


organizaciones y colectivos, incluyendo a la Universidad de Panamá, organizaron el Ciclo
sobre Pensamiento Decolonial. En una de sus sesiones invitaron a Juan José Bautista
Segales, quien es un filósofo decolonial, Premio Libertador al Pensamiento Crítico y
discípulo de Franz Hinkelammert y Enrique Dussel.

En dicho ciclo abordó varios temas que por su profundidad no tocaré en esta ocasión. Solo
pergeñaré algunas ideas sobre la descolonización de la pedagogía esbozadas por él. Como
es ampliamente conocido, el pensamiento decolonial en los circuitos universitarios es
relativamente nuevo. Pero la reflexión de Bautista no es meramente académica o de moda.
De hecho, en su conferencia, para tratar la cuestión de la descolonización de la educación,
recurrió a la pedagógica de la liberación de Dussel de 1977, Bautista es un discípulo con su
propio camino, con los maestros, pero incluso más allá, según sus propias palabras.
No está de más recordar la importancia de pasar por un prisma decolonial la pedagogía para
una verdadera liberación, dicha tarea es ¾según Bautista y lo señaló al final ¾ fundamental.
Se preguntó si los docentes y maestros tienen conciencia de ello. Son ellos y la comunidad,
quienes juegan un papel central en la complexión del nuevo sujeto.

Juan José Bautista Segales

La pedagogía crítica tiene que contar con una pretensión de justicia. No podemos
descuidar la cuestión de la ética, no es una cuestión de enseñar moral, sino forjar
espíritus libres con principios éticos. Para no formar un estudiantado afín al
neoliberalismo. Si sólo nos concentramos en formar estudiantes “inteligentes”, pero
sin principios éticos, se reproducirá el orden vigente sin cuestionarlo, como si fuese
natural.

Para descolonizar la pedagogía no es suficiente cambiar el  contenido, también es


necesario la  forma. Es decir, cómo enseñamos, cual es la práctica. No solo se trata de
enseñar, como el  ego  moderno nos mostró la faceta del magister dixit. También
tenemos que aprender. Como ya lo hemos señalado, el contenido es ético, pero la ética,
al menos la planteada por Dussel, no es solo un contenido sin más, también es
actitudinal; en tanto estado de ánimo es energía, podríamos hablar incluso de
espiritual (no es vano Hinkelammert habla de espiritualidad de la liberación).
En la pedagogía “tradicional” (en el sentido de Max Horkheimer, como diferente a una
crítica) no se hacen las preguntas para descolonizarse. Se nos presenta como la única y
válida, de la cual debemos aprender y actualizarnos constantemente, nos hace pensar que
estas discusiones, sobre la descolonización están desfasadas y que la modernidad como
racionalidad no solo es verdadera, también universal.

De tal forma, no estamos pensando nuestros problemas locales, con nuestras


preocupaciones, las cuales sentimos y experimentamos. Estamos pensando abstractamente
desde otras teorías pensados desde otros contextos, con otras realidades muy distintas y
distantes de nosotros, las cuales se presuponen como universales y, por lo tanto, las
abrazamos como tal sin encontrar ninguna respuesta concreta.

La descolonización de la pedagogía pasa por desarrollar un pensamiento a partir de la


comunidad, con los sentidos dispuesto a aprender, con oídos de discípulos para pensar con
y desde su cosmovisión que reproduzca y afirme la vida. Es criticar la racionalidad de la
modernidad, no solo enseñar como el magister dixit. Necesitamos descreer que toda la
modernidad es válida con su pretensión de universalidad.

@AbdielFilo

Juan José Bautista y la descolonización


de la pedagogía
La pedagogía crítica tiene que contar con una pretensión de justicia.
No podemos descuidar la cuestión de la ética, no es una cuestión de
enseñar moral, si no de forjar espíritus libres con principios éticos.

 Abdiel Rodríguez Reyes

26/02/2021
El Centro Internacional de Investigaciones–Otras voces en educación,
junto a otras organizaciones y colectivos, incluyendo a la Universidad de
Panamá, organizaron el Ciclo sobre Pensamiento Decolonial. En una de
sus sesiones invitaron a Juan José Bautista, quien es un filósofo
decolonial, Premio Libertador al Pensamiento Crítico y discípulo de
Franz Hinkelammert y Enrique Dussel.
 
En dicho ciclo abordó varios temas que por su profundidad no tocaré en
esta ocasión. Solo pergeñaré algunas ideas sobre la descolonización de
la pedagogía esbozadas por él. Como es ampliamente conocido, el
pensamiento decolonial en los circuitos universitarios es relativamente
nuevo. Pero la reflexión de Bautista no es meramente académica o de
moda. De hecho, en su conferencia, para tratar la cuestión de la
descolonización de la educación, recurrió a la pedagógica de la
liberación de Dussel de 1977, Bautista es un discípulo con su propio
camino, con los maestros, pero incluso más allá, según sus propias
palabras.
 
No está de más recordar la importancia de pasar por un prisma
decolonial la pedagogía para una verdadera liberación, dicha tarea es
según Bautista y lo señaló al final  fundamental. Se preguntó si los
docentes y maestros tienen conciencia de ello. Son ellos y la
comunidad, quienes juegan un papel central en la complexión del nuevo
sujeto.
 
La pedagogía crítica tiene que contar con una pretensión de justicia. No
podemos descuidar la cuestión de la ética, no es una cuestión de
enseñar moral, si no de forjar espíritus libres con principios éticos. Para
no formar un estudiantado afín al neoliberalismo. Si sólo nos
concentramos en formar estudiantes “inteligentes”, pero sin principios
éticos, se reproducirá el orden vigente sin cuestionarlo, como si fuese
natural.
 
Para descolonizar la pedagogía no es suficiente cambiar el contenido,
también es necesario la forma. Es decir, cómo enseñamos, cual es la
práctica. No solo se trata de enseñar, como el ego moderno nos mostró
la faceta del magister dixit. También tenemos que aprender. Como ya
lo hemos señalado, el contenido es ético, pero la ética, al menos la
planteada por Dussel, no es solo un contenido sin más, también es
actitudinal; en tanto estado de ánimo es energía, podríamos hablar
incluso de espiritual (no es vano Hinkelammert habla de espiritualidad
de la liberación).
 
En la pedagogía “tradicional” (en el sentido de Max Horkheimer, como
diferente a una crítica) no se hacen las preguntas para descolonizarse.
Se nos presenta como la única y válida, de la cual debemos aprender y
actualizarnos constantemente, nos hace pensar que estas discusiones,
sobre la descolonización están desfasadas y que la modernidad como
racionalidad no solo es verdadera, también universal.
 
De tal forma, no estamos pensando nuestros problemas locales, con
nuestras preocupaciones, las cuales sentimos y experimentamos.
Estamos pensando abstractamente desde otras teorías pensados desde
otros contextos, con otras realidades muy distintas y distantes de
nosotros, las cuales se presuponen como universales y, por lo tanto, las
abrazamos como tal sin encontrar ninguna respuesta concreta.
 
La descolonización de la pedagogía pasa por desarrollar un pensamiento
a partir de la comunidad, con los sentidos dispuesto a aprender, con
oídos de discípulos para pensar con y desde su cosmovisión que
reproduzca y afirme la vida. Es criticar la racionalidad de la
modernidad, no solo enseñar como el magister dixit. Necesitamos
descreer que toda la modernidad es válida con su pretensión de
universalidad.
 
Abdiel Rodríguez Reyes
Profesor de Filosofía en la Universidad de Panamá
 
1492: El “encubrimiento” de Abya Yala
 Abdiel Rodríguez Reyes

14/10/2020

Facebook Twitter WhatsApp Compartir





 Opinión
-
A +A
En el 2013 se realizó un Congreso Internacional sobre los quinientos años
del Mar del Sur en el cual se hizo un ejercicio interesante: se cuestionó
sobre el significado de descubrimiento, avistamiento o encuentro, no
recuerdo bien. Al final, llegaron a la conclusión que significaba lo
mismo. Les asistía la razón. La narrativa del descubrimiento es
ampliamente reproducida en nuestro sistema educativo y medios de
comunicación. Pasó a ser la leyenda dorada de este acontecimiento, nos
corresponde evidenciar sus contradicciones.
 
En octubre de 1992 Enrique Dussel dictó un ciclo de conferencias en la
Universidad de Frankfurt, empezó a hablar en vez de descubrimiento,
de “encubrimiento”. Ahora sí estamos hablando de dos cuestiones
distintas. Aquí surge según este filósofo la modernidad y su ego, el cual
se sobrepone a las distintas formas de ser, estar y pensar. Se centró la
atención en la clasificación racial y étnica, como a las distintas formas
de discriminación y dominación que suponían este patrón de poder
mundial establecido a partir de 1492. A finales de los ochenta las
perspectivas descoloniales y la interseccionalidad ganaron terreno.
 
Encubrimiento significa, además, sobreponer, una civilización, su
ontología y cosmovisión (moderna occidental) sobre otra, en el caso
de Abya Yala mesoamericana, quedando negada y exterminada por ese
otro proyecto civilizatorio, el cual se constituyó un patrón de poder
mundial a partir de la fecha en cuestión. Se nos hace ineludible tomar
conciencia de nuestras experiencias históricas. Una cosa sería escribir
desde la narrativa del descubrimiento y otra, desde el encubrimiento.
 
La parcela de nuestra historia colonial es de las mejores conocidas. Nos
urge seguir indagando en nuestro pasado. Ya no para reproducir la
historia lineal, sino dar cuenta de nuestro rizomático pretérito. Nuestras
corporalidades, territorialidades y cotidianidades, son nuestro punto de
partida para diseñar otro mundo posible, después de más de quinientos
años de resistencia.
 
Abdiel Rodríguez Reyes
Profesor de Filosofía en la Universidad de Panamá
 

También podría gustarte