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Capítulo 1: conocimiento científico y teoría de la animación o recreación.

Ciencias sociales

a diferencia de otras disciplinas se ocupan de la exacta relación casual, el intento de darle carácter
científico, valido, demostrable, choca con dos grandes problemas:

 El subjetivismo (interpretación personal del mismo, esto explica las diferentes definiciones
de ocio, tiempo libre y recreación. Suele dominarse posición ideológica).
 Y el modelo “científico” propio de las ciencias físico-matemáticas( sus leyes son precisas,
sus demostraciones no generan dudas).

Toda afirmación sobre cualquier objeto de estudio, que no sea consecuencia de una operación
científica basada en hipótesis, debe atribuirse:

 Al sujeto que la formula.


 A la situación de este sujeto en el medio.
 Al entorno que el sujeto recorta del medio exterior

Las ciencias sociales tienen una naturaleza particular, por su enfoque multidisciplinario, como por
diferentes definiciones dadas, podríamos decir que tiene un objeto de estudio mucho más hábil y
cambiante.

Objeto de estudio

No podemos afirmar la existencia de una “teoría del ocio o de la recreación”, nos encontramos
con un conjunto de hipótesis teñidas de subjetividad, aun desordenadas y no jerarquizadas.

Debemos considerar que el problema mayor es definir nuestro objeto de estudio, y formular
desde donde nos aproximamos, el mismo requerirá aportes de las ciencias sociales como la
sociología, psicología, pedagogía, y según desde donde se hace el enfoque, se darápreeminencia a
una u otra.

El problema científico se genera, cuando se define nuestro objeto de estudio, sin un marco
(sistema) que lo explique y/o fundamente.

Recreación: podría ser una actividad, un sistema, una idea, el jugar, el deporte no competitivo,
todo lo que nos entretenga etc.

Invertimos así la lógica: definimos nuestro objeto de estudio por nuestro interés o nuestra
experiencia independientemente de otros análisis o elaboraciones o modos de acercarse al
fenómeno.
Teoría y práctica

Hay una realidad del objeto y una realidad del pensamiento, nosotros operamos con hechos
humanos, y por tanto, de variadas respuestas posibles.

En nuestro caso, hace que, básicamente busquemos regularidades, modos comunes de darse
determinadas conductas. Pero tampoco debemos caer en la tentación de que, bajo una supuesta
técnica racional, se escondan posiciones ideológicas (subjetivas). En todo caso, la subjetividad
señala la etapa de evolución previa a la conceptualización. Es un hito en el proceso de abstracción.

Estamos acostumbrados a concebir una teoría como una contrapuesta a una práctica. Esta división
dualista ha servido para dar más prestigio a un ámbito que a otro, y para diferenciar hombres
entre los que detentan el conocimiento y aquellos que solo pueden hacer uso de sus efectos.

Para el pragmatismo, el pensamiento es inseparable de la acción: para conocer la validez de un


conocimiento elaborado por el pensamiento hay que llevar a la práctica ese conocimiento; busca
una garantía de hecho.

Para el idealismo o el racionalismo existen categorías permanentes, eternas, del entendimiento


humano a través de los cuales se construye teoría, siempre apoyada en la experiencia, pero para
demostrar la falsedad de este criterio, Eistein modifico algunas categorías como el tiempo y el
espacio.

Frente a estas dos posiciones Althusser se plantea no una garantía sino un mecanismo: ¿mediante
que mecanismo el proceso del conocimiento, que se realiza íntegramente en el pensamiento,
produce la aprensión cognositiva de su objeto real?Hacia la búsqueda de ese mecanismo, que
supere la dicotomía teoría- practica debemos marchar para eliminar justamente, es noción de
oposición, de lo contrario.

En ambos casos, el objeto de estudio, la recreación, resultara un análisis parcial, por ende falso e
incompleto. Quizás deberíamos enfocar el análisis no hacia la “práctica recreativa” sino hacia
aquello que lo diferencia de otras prácticas y en ese camino de descubrir si es que existe su
esencia. Este conjunto de ideas tiene como objetivo, llamas la atención sobre un problema, el de
sobrevalorar las formas de prácticas antes que su reflexión.

Capítulo 2: naturaleza humana, alineación y libertad, claves de acercamiento al concepto de


tiempo libre.

Una amplia gama de actividades que surgen en las últimas décadas para cubrir un espacio
temporal no ocupado antes sistemáticamente: colonias de vacaciones, clubes, campamentos,
algunos lo denominan a estas tareas “ocio dirigido”. ¿Son resultado de reales necesidades
sociales? ¿Son nuevos modos de generar lucro a partir de carencias?
Sabemos que existen estas actividades y que irán probablemente aumentando en calidad y en
niveles de sostificacion, pero no estamos seguros que profundicen sus fundamentos, su razón de
ser.

Nuestra inquietud es aportar ideas que clarifiquen el porqué, los fundamentos, sus sentidos, a
partir de ello modificar el para qué, hacer entender que la actividad puede ser, a veces, el medio y
no siempre el fin.

Una de las características de este país, es la escases de formación de especialistas, la existencia de


pocos ámbitos específicos para su discusión. Es notorio el desarrollo de actividades desde la
educación no formal- educación social-educación popular, intentando preparar técnicos
capacitados en didácticas particulares pero con débiles marcos referenciales que les permitan
saber el porqué de esta realidad, que les hagan comprender que el solo “entrener”, no modifica
positivamente al educador ni al educando, en el mejor de los casos ayuda a consumir un tiempo
supuestamente liberado como antítesis de otro tiempo: aquel caracterizado por la creación y
que verdaderamente podríamos llamar tiempo libre.

Las dificultades.

Intentar pensar acerca de temas sociales, en una época de profunda crisis no es tarea fácil. Mas
difícil aun es intentar desarrollar ideas en un territorio que se ocupa, del ocio, el tiempo libre, del
juego, cuando históricamente tales nociones han sido negadas, como destructoras de lo humano
del hombre, símbolo de lo banal; épocas en que el trabajo era entendido como sacrificio era lo
mejor, asemejarse a lo divino, a lo perfecto.

Durante siglos se educó, se preparó, se formó para un mundo donde el trabajo era leimotiv ; el
hombre no podía permitirse ser el mismo, aunque quisiera, la concepción de la naturaleza humana
inmutable y predeterminada lo marginaba de una real participación, de un desarrollo autónomo.

Nuesto primer problema consistiría en acércanos a las nociones de alineación, naturaleza humana,
y libertad, tales nociones nos permitirán acercarnos a lo que el hombre tiene de hombre.

Alineación

La vida moderna, se caracteriza por el fenómeno de alienación, como si fuese una condición
humana, la alienación de los hábitos, la sexual, el tiempo libre etc. En realidad esta noción hace a
la alienación fundamental: la alienación por el trabajo “que determina condición y actitud del
hombre dentro de la humanidad y que reduce la naturaleza humana al estado de
homoeconomicus”.

Marx la define como: “el acto en el que el mundo de las cosas producidas por el hombre penetra
en su propio interior y este pierde sus características humanas”.
La naturaleza humana

Hecha la aproximación a la noción de alineación como perdida de la capacidad de lo


esencialmente humano, procuraremos profundizar la noción de su naturaleza.

Podríamos comenzar recordando, que explicar la naturaleza, interrogarse sobre sus fenómenos
era descubrir las intenciones de dios, en el SVXIII, con el desarrollo de la mecánica, adquiere un
nuevo significado, representado por el mundo exterior y se opone al pensamiento de dios.

A mediados del SXIX, se produce la última y gran gestión: el hombre con su pensamiento y su
actividad, incluido en el todo de la naturaleza, tendera a transformarla. Criticara enfoques
mecanicistas y desarrollara la idea de historicidad y como consecuencia, la concepción de su
propia, real y única naturaleza: la libertad.

Cuando el homínido adquiere la posición erecta, cuando mano, cerebro y leguaje conjugados
originan el pensamiento, el hombre comienza a ser tal: comienza a producir sus propios medios
de existencia, comienza a apropiarse de la naturaleza. Esta actividad fuera de sí mismo implica
intencionalidad y razón, modifica la naturaleza y su propia naturaleza: esa es su historia.

Los educadores solemos supones que nuestra tarea consiste en “llenar” esa humanidad, como si la
naturaleza humana se caracterizase por un principio formal, cerrado, e a histórico. Erróneamente,
debemos generar conocimientos, técnicas, destrezas y a eso le llamamos “libertad”, “libre
elección”. Nos olvidamos de desarrollar su esencia: solo repetimos formas humanas que cada vez
se alejan más de su libertad.

Nuevamente volvemos a la noción de alienación: formar individuos que sirvan a tal o cual modelo
de la sociedad; la naturaleza humana es producto de la conjunción dialéctica de la evolución
biológica y de los cambios históricos, su construirse es autoconstrucción; por lo tanto como
animadores recreologos, consistirá en propiciar el ámbito para el mejor desarrollo de esa
autoconstrucción, que pueda ser protagonista, creador de su propia naturaleza, propiciar
instrumentos para superar la alineación y construir tiempo libre, esto es, su libertad en el tiempo.

La libertad

Se suele concebir como un estado por el cual estamos en posibilidad de hacer o no hacer,
entendido como “libertad contingente” o “libertad diferenciada”, solo es un una parte, pero no
suficiente , además esta concepción habla solo de un permiso externo ¿ es que podemos aceptar
que alguien nos da libertad?.

Es un proceso que se genera constantemente y se ejecuta sobre la realidad: si el trabajo tiene


como finalidad modificar la naturaleza, la libertad tiene como finalidad modificar al propio
hombre, ratificar y perfeccionar la naturaleza humana a través de su acción como protagonista. El
desarrollo de la libertad consistiría en el desarrollo de la historicidad.
Capítulo 3: la civilización técnica y el ocio.

La sociedad moderna se caracteriza por participar de un desarrollo tecnológico complejo y


acelerado. La civilización técnica se caracteriza por la generación multiplicada de elementos de
producción y de bienes de consumo. También provee un tiempo liberado de tareas obligatorias
cada vez más amplio. Aparentemente este tiempo libre se presenta como dicotómico respecto del
trabajo.

Comienza con la revolución industrial a finales del SVXIII, agigántate la extensión de la jornada
laboral y requiere grandes masas humanas incluidos niños. Ya desde 1860 en EEUU, y desde 1900
en Europa, se realizan tareas semanales de 60 horas, lo que comienza a marcar el cambio de la
jornada “extensiva” a la de jornada “intensiva”. A partir de 1919 aparece en algunos países el
trabajo diario de ocho horas y la semana de cinco días. En la tercera década del siglo comienza un
nuevo fenómeno: las vacaciones pagas, con disponibilidad temporal desconocida por millones de
trabajadores.

Un rasgo de esta época, es la busca de la felicidad, confundida con la “buena vida”, la moral del
placer se transforma en la moral del consumo: se apetece lo que se debe desear. El trabajo es la
necesidad primera, su disminución horaria genera un vacío: tiempo liberado. Pero eso no es
tiempo libre, es solo un espacio temporal disponible.

Otro rasgo, es que en ese tiempo de no trabajo, un tiempo importante lo ocupa el transporte, los
tiempos de los tramites sociales, obligaciones familiares; este tiempo de restricciones al tiempo
liberado van detrimento del tiempo libre, por lo que en realidad podría denominarse “tiempo libre
de obligaciones”.

Los mass media

Una característica más de la sociedad son los mass media, los medios de comunicación masivos. Su
función parece centralizarse en ratificar la alineación laboral generando la alineación del ocio y no
permitiéndoles ser para la gran mayoría, nada más que tiempo consumido frente al televisor, ante
una revista de moda o frente a un video juego.

Para convertir el tiempo liberado de trabajo en tiempo libre, se requieren valores e instituciones,
pero ninguno de estos entra en la concepción de los mass media, su valor primario es el lucro y
este se genera con la mayor audiencia. Y es bien sabido que eso se logra mediocrizando la tarea y
generando necesidades de consumo.

La educación

El tiempo libre es una construcción tanto individual como social. Reservaremos la denominación
de recreación para el proceso educativo tendiente a generar la aparición o el perfeccionamiento
de la libertad en el tiempo, esto es, el tiempo libre.Se debe generar el acceso a las diferentes
formas de cultura como de diversión pero considerando que la finalidad es el hombre mismo y su
participación efectiva y afectiva.
La educación debería de prever modificaciones en sus contenidos, relacionados con el mundo del
trabajo, y reconoces que el tiempo fuera del trabajo existe y que además, puede ser por lo menos
tan importante como otro. Los modelos educativos, solo consideran al hombre como trabajador,
pero no como protagonista de su libertad, como inventor y actor de su tiempo libre y en última
instancia de todo su tiempo.

De cualquier modo, el tiempo humano, sigue escindido en la aparente contradicción tiempo de


trabajo y tiempo libre, donde el segundo actúa como recuperador del primero.

Ocio activo y ocio pasivo.

Muchos de los autores clasifican los ocios como activos o pasivos, según el modo de participación
del sujeto, en este tipo de clasificación, encontraríamos que la mayoría de las actividades son
pasivas. Revisemos los mass media, se cercana la participación condicionándola a nuevos valores
extraños al sujeto, esta pasividad está relacionada con la “comercialización” del tiempo liberado.
Mayoritariamente, el acceso a la cultura se da por el acceso al consumo y centralmente por bienes
materiales.

Otras posturas conservadoras, intentan mantener las viejas pautas culturales superadas por la
explosión tecnológica. Con ello se logra únicamente aumentar la distancia entre el hombre y los
valores culturales tradicionales, y por ende, se facilita su actitud pasiva frente a los ocio de masas.

Es necesario negar dialécticamente ambas para crear una cultura de masas diferente y un nuevo
modelo de participación centrado en el protagonismo. Es válido el planteamiento de Dumazzier
que considera la existencia del ocio compensador. Pero su valor, en tanto la libertad no exista,
porque supone una cultura de masa alienada, generada centralmente y no vivencial. No produce
necesidades autogenadas, sino que ratifica la cosificación con necesidades heterocreadas, por eso
hace referencia al “ocio autónomo”, como el de mayor valia social.

Capítulo 4: aproximaciones a las nociones de ocio y tiempo libre.

La mayoría de los autores contemporáneos, cualquiera sea el punto ideológico político en que se
basen, plantean la necesidad de generar una sociedad mas humana a partir de convertir el tiempo
libre en ocio, acuerdan que la problemática pasa, por la supuesta oposición entre el trabajo y el
ocio o entre el tiempo de trabajo de obligaciones y el tiempo libre.

Contextualización

La noción de ocio (representadas por sociedades capitalistas) no corresponde a la tiempo libre


(desarrollada por autores marxistas).

Se considera al ocio como: el conjunto de actividades, en el ámbito de lo objetivo factible de ser


medido; para otros es la relación entre el sujeto y la actividad.

El tiempo libre: seria el basamento temporal en que tengan lugar esas actividades.
Así entre similitudes y diferencias requieren considerar lo objetivo y lo subjetivo, lo libre y lo
necesario, lo valorable o no. El termino ocio es difícil de categorizar porque es un fenómeno que
implica interpretaciones muy disimiles desde lo moral, lo religioso, económico y hasta de el
sentido común.

El ocio es caracterizado como un residuo del tiempo laboral, sin significado propio. Pero entre los
prejuicios más comunes, nos encontramos, frente a la situación laboral, el ocio, como su
oposición, fuente de libertad, goce, felicidad, teniendo alto estima por los valores que representa,
y curiosamente , el ocio como consumo no llega a otra cosa que satisfacer lo mismo que en su
origen fue su opuesto: actividades cuasi obligatorias y repetitivas.

La etimología

La noción de ocio, es tanto definida por la etimología, por la concepción filosófica o por un
concepto operatorio referida a la no-obligación, o al no-trabajo.

 La noción de loisir (ocio), significa “lo que está permitido”, esto supone que alguien
permite, una autoridad que en el ocio no está, y da lugar a la ausencia de reglas y
restricciones. Es tener tiempo para lo que nos plazca implicando una cualidad importante
la disposición, pero esa disposición también es condicionada socialmente.
 En griego sloke(ocio) se opone a ascloke, implica un estado de servidumbre, era el
desarrollo de los valores supremos de la cultura griega que permitía la contemplación a la
sabiduría, y solo podían los que pertenecían a estratos superiores. Y este tiempo libre era,
la oposición del tiempo para no hacer nada, tiempo del saber no utilitario.
 Aristóteles, afirmaba que el no ocioso era el que trabajaba por lo que no podía alcanzar los
verdades valores de la verdad, la belleza y la bondad. El ocio es un ideal de vida, por tanto
es un fin, en tanto que el trabajo, que lo posibilita es un medio.
 Los romanos se encuentran en el otium tiempo del no trabajo. Implica parte del tiempo
cotidiano opuesto al de las obligaciones. Aparecen los ocios masivos de dominación, de la
diversión obligada por los poderosos para entretener a los desocupados. Esta concepción
de ocio como posterior complemento del trabajo y que permite recuperarse para él, es
que más se trabaja en la actualidad.

El siglo XIX

A partir de la revolución industrial se produce un cambio radical en la concepción de tiempo libre y


ocio: el progreso social, la generación de riqueza es incompatible con el ocio, ya que supone
derrochar esa riqueza generada. Afirma por otra parte que el mantener una clase que no produce,
una clase ociosa, es una injusticia social. El ocio comienza a ser visto como un valor negativo,
porque implica la existencia de parásitos, opuestos al progreso social.

Sain- Simon divide a la sociedad en productores y ociosos, señala que la sociedad industrial genera
prosperidad a través de la producción.
Marx, afirma que el ocio es una actividad libre con su fin en sí misma, esta definición
descontextualizada, se asimila con las posiciones burguesas actuales. Marx define al trabajo
necesario como aquel tiempo que el individuo debe dedicar a la producción para asegurar su
subsistencia, y a este tiempo de trabajo necesario se lo contrapone el ocio necesario “ocio
contrafusional, no libre”.

Pero también habla de sobre trabajo: es el trabajo suplementario que da el obrero , sin salario,
con lo cual es posible la acumulación económica, fuente del desarrollo industrial. Este sobre
trabajo produce plusvalía.

Pero no solo genera capital, sino que parte del sobre trabajo es transformado en ocio, en forma de
consumo improductivo por parte de los propietarios de los medios de producción. Si el trabajo no
cubre las necesidades inmediatas el sobre trabajo, siempre es necesario, puede tener como
destinatario al conjunto de la sociedad y garantizar así al usufructo común de los bienes
generados, entre otros, el tiempo libre y el ocio. Por eso el significado de ocio, es socialista, es
eminentemente diferente al anterior.

Marx afirma, que mientras el trabajo tenga como sentido la apropiación de las cosas, de los
bienes, es trabajo necesario, no libre. Solo cuando el trabajo alcanza como finalidad al propio
hombre, ingresamos en el reino de la liberta. Por ende, podremos plantearnos un tiempo de
trabajo libre y un tiempo libre de trabajo.

En 1899, aparece la primera obra del tema “teoría de la clase ociosa” de Veblen. Quien hace
referencia al ocio como expresión del prestigio social y la superioridad. ¿Pero si el trabajo es
prioritario como se concilia con la práctica del ocio?

La respuesta fue que gastar ostentosamente en ocio desde lo económico es destruir el capital;
pero desde lo social es mostrar riqueza, poder y la superioridad que ello confiere. Su explicación
fundamental para explicar la contradicción es que hay una base instintiva en el comportamiento
ostentatorio y que es extensivo a todas las clases sociales.

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