Carolina Florez Escobar – Valentina Flórez Melendez

Coloquio 1: Mesa 2 psicología social y educativa.

Contexto: El colegio colombiano de psicología pública un listado de quejas,
argumentos y decisiones tribunales de psicología, en este caso, refiere la
informante que desea se realice una investigación en contra del psicólogo de la
escuela del municipio, por cuanto desde más de un mes, él conoce del abuso
sexual del que son víctimas unas menores de edad, estudiantes de esta institución
y nunca denunció el caso ante las autoridades competentes.
Interpretación: De acuerdo con el Artículo 14 de la ley 1090 del 2006. El
profesional en psicología tiene el deber de informar, a los organismos
competentes que corresponda, acerca de violaciones de los derechos humanos,
malos tratos o condiciones de reclusión crueles, inhumanos o degradantes de que
sea victima cualquier persona y de los que tuviere conocimiento en el ejercicio de
su profesión.
Análisis teórico: La forma en la que el psicólogo supo de estos acontecimientos
es desconocida, sin embargo, en este caso no estaba en obligación de mantener
el secreto profesional si este fuera su argumento de defensa debido a que infringió
el código deontológico. Calo (2000) mencionaba algunas excepciones, por
ejemplo, que haya un principio superior al de la confidencialidad puesto en riesgo,
además, el profesional no está en obligación absoluta de guardar el secreto
profesional, este puede ser levantado cuando terceros se ven afectados, de lo
contrario se vería como si el profesional actuase en protección del victimario. El
entendido debe actuar de manera tanto deontologista; puesto que es su deber
como profesional en psicología como utilitarista; beneficiando a la mayor cantidad
de personas y evitando la comisión o reiteración del acto en este caso.
Juicio de valor: El psicólogo en su ejercicio profesional y más en una institución
educativa debe reconocer que es fundamental la protección de los derechos de los
menores de edad, por ende, de acuerdo con los presuntos abusos sexuales debió
primeramente realizar una meticulosa investigación, asimismo, continuar con los
procesos de acercamiento a las presuntas victimas para generar un
empoderamiento en aquellas que les permitiera la capacidad para interponer una
denuncia. Dándose una inviabilidad en este recurso debió activar rutas con
instituciones de atención a abuso sexual a menores y con las autoridades de
infancia y adolescencia.