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TRABAJO ESCRITO.

ZONAS DE VIDA DE HOLDRIDGE

PRESENTADO POR:

JOHN ALEXANDER RAMIREZ GONZALES 88554


HERNAN DARIO FLOREZ SASTOQUE 88510
JEYMY ANDREA MORENO CASTILLO 88346
JUAN JOSÉ VÁSQUEZ MINA 76485

PRESENTADO A:

ING. FRANK JIMY GARCIA NAVARRETE

EDAFOLOGÍA
Universidad ECCI
Facultad de Ingeniería
Ingeniería Ambiental
Colombia, Cundinamarca, Bogotá
AGOSTO, 2020

Contenido

1.INTRODUCCIÓN....................................................................................................7

2. USO.......................................................................................................................9

3. CLASIFICACIÓN...................................................................................................9

CLIMÁTICAS...........................................................................................................10

EDÁFICAS...............................................................................................................10

ATMOSFÉRICAS.....................................................................................................10

HÍDRICAS................................................................................................................10

4. FACTORES.........................................................................................................10

5. BIBLIOGRAFÍA....................................................................................................12
1.INTRODUCCIÓN

El prestigio del botánico y ecólogo Leslie R. Holdridge ha alcanzado dimensiones


mundiales, debido a sus extraordinarios aportes científicos y técnicos, orientados a
comprender los fenómenos y procesos que caracterizan los ecosistemas
tropicales, para tratar de lograr su conservación y su manejo sostenible. No
obstante, para entender mejor la génesis, el significado y las consecuencias de
dichos aportes, es preciso contextualizar el entorno geográfico, económico, socio-
político y científico en el que emergieron, en un pequeño país —Costa Rica—, que
él eligió para residir durante la mayor parte de su vida.

Poseedor de una inteligencia inusitada, con sólidos estudios académicos,


conocedor del trópico americano y familiarizado con la cultura latinoamericana, así
como una vasta experiencia adquirida en Puerto Rico, Haití, Colombia, Ecuador y
Guatemala, Holdridge reunía las credenciales para ejercer funciones de liderazgo
continental. Fue así como en enero de 1949 iniciaba labores como jefe del
Departamento de Recursos Naturales en el IICA de entonces. Pero, más allá de
sus funciones administrativas, en el campus del IICA y desde este, en Turrialba,
pudo dedicar ingentes y memorables esfuerzos a la investigación, la enseñanza
de postgrado y el apoyo técnico a los productores e instituciones del continente.
Evocaría esos tiempos manifestando que “primero yo trabajé como profesor en el
CATIE [IICA] y anduve en casi todos los países de América tropical, y dimos
cursos. Yo enseñé dendrología en Paraguay, Perú, Argentina y en toda la América
Central”. En realidad, aparte de estos países, dio cursos cortos en México,
República Dominicana y Venezuela.

El aporte más conocido de Holdridge es el sistema de clasificación de zonas de


vida del mundo. Con este se han preparado mapas de casi todos los países
latinoamericanos, así como de algunos países y regiones de Norteamérica, África,
Asia y Europa. Cabe destacar que Holdridge se sintió oprimido e intimidado por la
fuerza cohesiva del bosque tropical, como se desprende de la vigorosa y poética
descripción que hace de un sector del bosque húmedo tropical en la introducción a
su libro Ecología de zonas de vida (Holdridge, 1996).

En el sistema creado por Holdridge, la zona de vida constituye solamente la


categoría más amplia o primer nivel de las divisiones ambientales. El segundo
nivel es la asociación, que incluye factores como suelos, drenaje, topografía,
vientos fuertes, nieblas y los variados patrones de distribución de la precipitación.

En realidad, la asociación es la unidad fundamental de la ecología, y equivale a las


especies de los sistemas taxonómicos de plantas y animales. En varias
oportunidades escuchamos a Holdridge insistir en que, al establecer las zonas de
vida, él no estaba definiendo ecosistemas concretos, sino dando una guía para
clasificar las asociaciones. Cada una de las zonas de vida implica un juego de
asociaciones, y es posible establecer muchas combinaciones, pero pueden
indicarse cuatro clases básicas: climáticas, edáficas, atmosféricas e hídricas.
Holdridge no determinó el número total de asociaciones, pero estimó que puede
superar las 1.000 en todo el planeta (Holdridge, 1996).

2. USO

Las zonas de vida Holdridge sirven para la clasificación de las áreas terrestres
según su comportamiento global, se elaboró un sistema simple para clasificar las
formaciones vegetales del mundo y luego amplío el concepto de la formación
vegetal por el de zona de vida, ya que sus unidades afectaban tanto a la
vegetación como a los animales y en cada zona de vida se representa un hábitat
distintivo desde el punto de vista ecológico y por consecuencia un estilo de vida
diferente. El concepto que definió Holdridge fue: zona de vida es un grupo de
asociaciones vegetales dentro de una división natural del clima, las cuales se
elaboran teniendo en cuenta las condiciones edáficas y las etapas de sucesión
que tienen una fisonomía similar en cualquier parte del mundo. Estas asociaciones
definen un ámbito de condiciones ambientales que junto con los seres vivientes
dan un conjunto único de las plantas y de actividad de los animales ó como explica
MONTOYA: “área con rango definido de factores ambientales que bajo
condiciones naturales no perturbadas está ocupada por un grupo distintivo de
organismos” (Pág 11).

3. CLASIFICACIÓN

Estas asociaciones se agrupan según HOLDRIDGE en:

CLIMÁTICAS.

Corresponde a la zona de vida en la que se encuentra suelo zonal y clima zonal y


por cada zona de la vida existe solo una.

EDÁFICAS.

Área ocupada por una comunidad en un suelo zonal o intrazonal, en el que el


factor determinante es la cantidad de agua en el suelo y que también puede ocurrir
debido a alteraciones en las condiciones físicas y químicas del mismo
(MONTOYA, 1971).

ATMOSFÉRICAS.

Área habitada por una comunidad en un clima azonal.

HÍDRICAS.

Área ocupada por una comunidad vegetal, la cual crece en aguas poco profundas
y el suelo está cubierto por agua casi todo el año.

4. FACTORES

Los factores que se tienen en cuenta para la clasificación bioclimática son:

- Biotemperatura, que tiene un rango de temperaturas situadas entre 0° y


30°C, los cuales son valores límites para el crecimiento de las plantas. Se puede
obtener el valor, teniendo en cuenta el número de horas con temperaturas
situadas entre 0° y 3º°C o haciendo un promedio de las bio temperaturas
mensuales, usando la fórmula:
Bio Temperatura = Tm – [ 3* (° latitud/100) * (Tm-24)2]
- Precipitación media anual, que se mide en milímetros (mm)
- Evapotranspiración potencial, se mide en milímetros (mm) y se calcula con
la fórmula:

ET potencial = biotemperatura *58,93

Los anteriores factores se representan en una escala logarítmica en los lados de


un triángulo y dentro de la figura se delimitan:

- Siete regiones latitudinales, definidas por la biotemperatura y la altitud:


polar(glacial), subpolar(tundra), boreal, templado frío, templado cálido, subtropical
y tropical.
- Siete pisos altitudinales, los cuales son nival, alpino, subalpino, montano,
montano bajo, premontano y basal.
- Nueve provincias de humedad, determinadas por la precipitación media
anual; superhúmedo o pluvial, perhúmedo o muy húmedo, húmedo, sub húmedo o
seco, semiárido, árido, perárido y superárido.

El cruce de estos valores origina unas celdas que corresponden con las 38 zonas
de vidas identificadas por Holdridge. Las zonas de vida se determinan en un
hexágono en la posición de un triángulo, se relacionan las variables y donde se
encuentren esas isolíneas, dará el nombre de la zona de vida de acuerdo a esas
características.

Por lo tanto se pueden realizar una gran cantidad de estudios que permiten
conocer las situaciones anteriormente nombradas como por ejemplo las
interrelaciones que existen entre la densidad y las condiciones de índice de vida
que de acuerdo a Carrizosa (Pág. 120, 121), se presentan altas densidades de
población y que concuerda con altos índices de condiciones de vida, así como la
afectación que puede generar o no las obras antropogénicas, ya que en sí en una
zona de vida seca se ha construye por ejemplo infraestructura de algún
acueducto, será más fácil que se puede habitar porque se cuenta con el recurso
agua. Por este mismo sentido es interesante ver como las zonas de vida de
Holdridge, pueden llegar a explicar la relación que existe entre estas y la
sostenibilidad, teniendo en como referencia que: “los municipios con altas
densidades eran los mismos en 1938 y 1993; estas se relacionan con índices de
condiciones de vida altos, con poder político municipal y departamental, y con
zonas húmedas y muy húmedas, de tipo montano y premontano” ( Carrizosa,
2006), lo que puede explicar claramente que el comportamiento humano con
respecto a salvaguardar su integridad, siempre buscará espacios en los que se le
garantice accesos a los recursos básicos para sobrevivir.

5. BIBLIOGRAFÍA

CARRIZOSA, Julio, 2006, Desequilibrios territoriales y sostenibilidad local, Bogotá,


Universidad Nacional de Colombia, Unibiblos.
HOLDRIDGE, Leslie R., 1978, Ecología basada en zonas de vida, San José de
Costa Rica, Editora de la serie Matilde de la Cruz M.
MONTOYA, J.M Maquin, 1971, Seminario para profesores de ecología de
facultades de agronomía de Centroamérica, México y del caribe, Costa
Rica, Instituto Interamericano de ciencias agrícolas de la O.E.A.
PAUCAR, Ángel M., 1980, Composición política y ecología del sistema de áreas
naturales del ecuador, Costa Rica, Cidia editores.

Revista de Ciencias Ambientales (Trop J Environ Sci). (Julio-diciembre, 2017).


EISSN: 2215-3896. Vol 51(2): 181-194.

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