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7.

Siglo XIX y los perfiles de las clases sociales de Panamá


El presente trabajo se propone analizar las transformaciones en el modo de
acumulación capitalista en Panamá, su relación con los (cambios que
experimentan las fracciones de clases sociales y cómo estás se relacionan entre
sí a principios del siglo XXI. Intentaremos demostrar como la fracción rentista de
la clase capitalista asumió la dirección política del país como consecuencia de la
invasión militar de EE. UU. (1989). A su vez, se pretende explicar cómo logró
consolidar su hegemonía sobre el conjunto de las clases sociales del país. La
lucha de las clases subordinadas que aspiran romper la hegemonía de la clase
rentista -muy presentes desde el siglo XIX -ha sido frustrada repetidamente
producto de la capacidad de esta última de generar alianzas con otras
fracciones de su clase e interclasistas, a la vez que con las potencias de turno.
En la primera sección se realizará una rápida mirada a la teoría de las clases
sociales y a las nociones asociadas con la "dialéctica de la dependencia".
Enseguida, en segundo lugar, se estudiará el caso particular de la lucha de
clases en el marco de la realidad panameña. Como punto de inflexión, en una
tercera sección, nos detendremos en la crisis de la alianza entre las fracciones
rentista y desarrollista en 1968. En cuarto lugar, se revisará la situación actual
de las clases populares. Al final, en la quinta sección, se examinaran las
opciones de la clase rentista para mantener su hegemonía en Panamá. Las
clases sociales: La sociedad igualitaria es muy común entre los grupos sociales
que se organizan en manadas y realizan labores de recolección y caza. Esta es
la sociedad humana que algunos sociólogos llaman "primitiva" por ser las
primeras que aparecen en los trabajos de investigación que el período de
transición hacia las primeras civilizaciones conocidas. Esta sociedad, según las
pruebas históricas elaboradas, se transforman al aparecer grupos más fuerte
que someten a otros y constituyen formas de organización social esclavistas.
8. Época de Unión a Colombia
Hacia 1810 los territorios correspondientes a la Real Audiencia de Panamá
estaban conformados por Castilla del Oro y el Ducado de Veragua (de la familia
Colón). Al declarar su unión voluntaria a la Gran Colombia de Simón Bolívar
(Cundinamarca, Venezuela y Quito), fue dividida en dos provincias: la de
Panamá (que comprendía la ciudad de Panamá, el Darién, las costas del golfo
de Urabá en el Caribe y el Chocó) y la de Veraguas (que extendía desde los
territorios centrales del Istmo, la ciudad de Natá de los Caballeros, parte de la
actual Costa Rica como Burica en el Pacífico, la costa del golfo de los Mosquitos
hasta la frontera de la actual Nicaragua y las varias islas en el Caribe, como el
archipiélago de San Andrés y Providencia, frente a las costas de Nicaragua).
Esta situación no fue tomada con agrado por los habitantes del istmo,
generando en el futuro situaciones de distanciamiento con el gobierno
colombiano y movimientos separatistas.
El Congreso Anfictiónico de junio de 1826, bajo el ideal de Simón Bolívar, reúne
en Ciudad de Panamá a representantes de los nuevos países del continente
americano como Centroamérica, la Gran Colombia, México y Perú, como una
confederación en defensa del continente contra posibles acciones de la Liga de
la Santa Alianza conformada por las potencias europeas y sus reclamaciones de
territorios perdidos en América.

En 1830 se produce la Primera Separación de Panamá de Colombia. La Gran


Colombia atravesaba por un caos político debido a que Venezuela y Ecuador
tomaron la decisión de separase de la confederación, Sucre había sido
asesinado y Bolívar desistió del gobierno. El general José Domingo Espinar,
Comandante Militar del Istmo, declara la separación de Panamá el 26 de
septiembre de 1830, al no estar de acuerdo con la inestabilidad del gobierno de
Joaquín Mosquera, sucesor de Bolívar. Espinar le ofrece a Bolívar el gobierno
del Istmo, para que luchara por la adhesión de los demás países de la
confederación, sin embargo, Bolívar se encontraba enfermo y declina el
ofrecimiento, pidiéndole a Espinar que reintegrara el Istmo de nuevo a la Gran
Colombia. Panamá fue reintegrada a la confederación el 11 de diciembre de
1830, insinuando la posibilidad de una nación independiente de la Gran
Colombia.

El general Fábrega no apoyaba la decisión de reintegro del istmo por parte de


Espinar y se marcha hacia Veraguas, dejando a cargo del control militar de la
Ciudad de Panamá al coronel Juan Eligio Alzuru. Los enemigos de Espinar
convencen a Alzuru de aprisionarlo y enviarlo al destierro. Con la idea de
proclamarse dictador, Alzuru busca apoyo en el pueblo panameño y su sentido
nacionalista, dando como resultado la Segunda Separación de Panamá de
Colombia el 9 de julio de 1831. Alzuru se convirtió en un dictador y pierde el
apoyo de la población panameña. La llegada al istmo del coronel Tomás
Herrera, en cooperación con Fábrega y demás panameños ilustres, Alzuru es
apresado y fusilado. Meses después, la nación del istmo se vuelve a unir a
Colombia, con el desencanto de estar unido a un país en decadencia, con la
extinción de la Gran Colombia, ya que Venezuela y Ecuador eran países
independientes, y la falta del liderazgo de Simón Bolívar, dejando ver entre los
panameños que formar parte de la República de la Nueva Granada era
innecesario, naciendo así sociedades y partidos con ideales separatistas en
Panamá.
La guerra granadina de 1839 al mando de general José María Obando lanzó a
la región a un conflicto armado, al cual los habitantes del istmo se sentían
ajenos y preferían evitar. Desistiendo de entrar a la guerra, se creó una junta
popular reunida en la Ciudad de Panamá el 18 de noviembre de 1840, para
declarar la separación de Panamá de Colombia por tercera vez, bajo el nombre
del Estado del Istmo. Encabezado por el coronel Tomás Herrera, se redacta la
primera constitución panameña, se organiza la economía y las instituciones
políticas de la nación. Costa Rica y EE. UU. reconocieron al nuevo país. Tras
meses de negociación el gobierno de Bogotá logra convencer al coronel Herrera
de reintegrar al istmo bajo el acuerdo de no emprender castigo contra los
secesionistas istmeños. Haciendo caso omiso a lo acordado, una vez
reintegrado el istmo, el coronel Herrera es desterrado y borrado del escalafón
militar.

Al reintegrarse el istmo de Panamá a la Nueva Granada en 1841, las


autoridades neogranadinas entrevieron que Inglaterra tenía intenciones de
tomar posesión de alguna región panameña por donde se pudieran unir las dos
costas por algún medio de comunicación, cercenando el territorio neogranadino.
Pruebas de esa apreciación eran los enclaves ingleses en Centroamérica
(Belice y costa de los Miskitos); entonces buscó la protección de EE. UU. para
que salvaguardara la soberanía neogranadina en Panamá, ofreciéndole, a
cambio, importantes privilegios en esa parte del istmo. Con ese propósito, el
Ministro de Relaciones Exteriores de la Nueva Granada, Manuel María Mallarino
y el encargado de los negocios estadounidenses Benjamín Bidlack firman, el 12
de diciembre de 1846, el tratado Mallarino-Bidlack, en donde EE. UU. garantiza
la soberanía neogranadina en Panamá, y la Nueva Granada concede a EE. UU.
el privilegio de usar el istmo para la construcción de vías de comunicación entre
las dos costas. Asimismo, los Estados Unidos se comprometen a garantizar la
neutralidad del istmo y el libre tránsito entre los océanos Pacífico y Atlántico,
produciéndose la entrada del ejército estadounidense en territorio panameño y
abriendo la puerta al intervencionismo norteamericano en Panamá. Una de las
consecuencias de este tratado es el desaliento de los panameños en el deseo
de separarse de la Nueva Granada, durante la segunda mitad del siglo XIX,
viendo tropas norteamericanas acantonadas en su territorio dispuestas a
"garantizar el orden".

En 1850 el general José Domingo Espinar y el Dr. E. A. Teller editor del


periódico "Panamá Echo", llevan a cabo una revolución la madrugada del 29 de
septiembre, que termina con la Cuarta Separación de Panamá de Colombia.
Obaldía, gobernador del Istmo, no estaba de acuerdo con esta separación ya
que veía al istmo todavía no preparado para asumir el control de su destino,
convenciendo de desistir y reintegrar nuevamente al istmo.

La fiebre del oro en California produjo la migración de viajeros de todo el mundo


por diversas rutas, convirtiendo a Panamá como la vía más corta y factible entre
el este y el oeste del continente americano, haciendo retomar la idea de la
construcción de vías de comunicación como canales y ferrocarriles para el paso
de mercancías y pasajeros. Los derechos para la construcción y administración
de la obra por parte de los Estados Unidos en territorio panameño fueron
negociados por el gobierno de Bogotá a través del Convenio Paredes-Stephens.
El 28 de enero de 1855 se inaugura el Ferrocarril de Panamá por parte del
presidente de la Nueva Granada, el panameño José de Obaldía. Una de las
obras de ingeniería más importantes de esa época, que atravesaba el istmo, y
convertía a la Ciudad de Panamá en la primera gran metrópoli que tuvo
Colombia. Bajo el liderazgo de William J. Aspinwall, John L. Stephens y James
L. Baldwin, se completa la construcción del ferrocarril, demostrando un gran
valor y resistencia a los intensos trabajos y lucha contra las enfermedades.

Justo Arosemena, estadista elegido representante del istmo ante el Congreso


Granadino, logró el 27 de febrero de 1855 que se incorporase a la constitución,
por medio de un Acto Legislativo, la creación Estado Federal de Panamá.

El 15 de abril de 1856 ocurrieron una serie de hechos violentos entre


panameños y estadounidenses conocidos como "el incidente de la tajada de
sandía". El estadounidense Jack Olivier, decide comprarle al panameño José
Manuel Luna una tajada de sandía, la cual se comió y por la que se negó a
pagar un real o 5 centavos de dólar. Esto generó una discusión que finalizó
cuando Olivier saca un arma y dispara, escapando luego del lugar. Esto provocó
una pelea entre panameños y estadounidenses, donde se termina por incendiar
las instalaciones del ferrocarril, provocando que los soldados estadounidenses
reprimieran a la población panameña, con un saldo de 16 muertos
estadounidenses y 2 muertos panameños. El gobierno de Estados Unidos acusó
a la policía de Nueva Granada de haberse puesto de parte de los panameños y
permitirles asaltar y saquear propiedades estadounidenses, indicando la
incapacidad de mantener el orden y suministrar protección adecuada para el
tránsito estadounidense por Panamá.

El 19 de septiembre de ese año, el ejército estadounidense desembarca un


destacamento militar para la protección de la estación de ferrocarril y
restablecer el orden en la Ciudad de Panamá. Esta ocupación es considerada el
primer caso de intervención armada en Panamá por parte del gobierno
estadounidense, con el motivo de garantizar la neutralidad y el libre tránsito a
través del istmo. El 10 de septiembre de 1857 el gobierno granadino acepta su
culpabilidad y firma el Tratado Herrán-Cass, pagando una indemnización de
US$ 412.394 (dólares estadounidenses en oro), por los daños causados por los
panameños.

El 5 de julio de 1874 se funda la Compagine Universelle du Canal


Interocéanique por parte del conde De Lesseps, con el propósito de construir un
canal a nivel por Panamá. Los franceses iniciaron los trabajos en enero de
1881, pero los grandes gastos y el poco control existente, sumado al
desconocimiento de la forma de transmisión de enfermedades en la región como
la fiebre amarilla y la malaria se convirtieron en el principal obstáculo para la
construcción del canal. Entre los trabajadores altamente calificados que llegaron
al istmo para la construcción del canal por parte de Francia se encontraba el
ingeniero francés Phillipe Bunau-Varilla, graduado de la École Polytechnique y
de la École de Ponts et Chaussées, que a la edad de 27 años es designado Jefe
Interino de la Compañía del Canal.

La Compagine Universelle du Canal de Panamá fue intervenida y liquidada el 15


de septiembre de 1889. Como causas probables para explicar el fracaso se
indican una mala administración, corrupción, alta mortalidad por enfermedades
tropicales y la no aceptación por parte del Conde de Lesseps de no cambiar el
proyecto de canal a nivel por uno de esclusas, como alternativa y
recomendación de ingeniería para poder concluir la obra. En esfuerzos
desesperados por salvar los dineros de la compañía, se autoriza a vender
activos y derechos en el istmo a los Estados Unidos, por parte de Bunau-Varilla.
La aventura francesa en el istmo duró diez años a un costo aproximado de
1.400 millones de francos y una pérdida de vidas humanas cercana a los 20.000
muertos.

Entre 1899 y 1902 se desata la Guerra de los Mil Días entre liberales y
conservadores, convirtiendo al istmo en un sangriento campo de batalla donde
muere gran parte de la juventud panameña, como lo reflejan las batallas del
puente de Calidonia en julio de 1900 y la Aguadulce en febrero de 1901. El 22
de noviembre de 1902 conservadores y liberales firmaron en el barco de guerra
estadounidense "Wisconsin", el pacto llamado la Paz del Wisconsin, donde se
da por terminado el conflicto. En noviembre de 1902 es capturado Victoriano
Lorenzo, con el argumento de que no compartía el acuerdo de paz y que
tomaría de nuevo las armas. El gobierno colombiano, temeroso de que el
guerrillero panameño fuera puesto en libertad, decide condenarlo a muerte
presentándolo como un delincuente común. El 15 de mayo de 1903 el caudillo
liberal es ejecutado en la Ciudad de Panamá. Su cadáver nunca fue entregado a
sus familiares y amigos.

En enero de 1903 se firma el Tratado Herrán-Hay entre Estados Unidos y


Colombia para finalizar la construcción del canal por territorio panameño, el cual
luego no fue ratificado por el senado colombiano el 12 de agosto, aduciendo que
la cláusula que concedía soberanía a EE. UU. sobre el canal y una franja a lado
y lado, era inaceptable.
8.1 Movimientos separatistas 1830 y 1831
Ansias de libertad

El primer intento de separación de Colombia se dio el 26 de septiembre de


1830, liderado por el general José Domingo Espinar, comandante general del
istmo. Espinar, apoyado por el arrabal, declaró la independencia en un cabildo
abierto. Según este cabildo: "el origen de las desgracias de Colombia es, sin
duda, la falta de un Gobierno vigoroso(...) Los negocios públicos se han
confundido demasiado, ha tenido lugar la anarquía y se ha hecho de esta patria
un caos espantoso".

El 9 de julio de 1831, Juan Eligio Alzuru llevó a cabo el segundo intento


separatista. Sin embargo, Alzuru instauró una férrea dictadura. El gobierno
neogranadino comisionó al general Tomás Herrera para que restableciera el
orden y en efecto derrotó a Alzuru en la batalla de La Albina de Chepo y El
Aceituno. A finales de agosto de 1831, Alzuru y sus secuaces fueron detenidos
y fusilados.

Pizzurno de Araúz relata que, en febrero de 1855, Justo Arosemena, diputado


por el Departamento de Panamá en la Cámara de Representantes, logró que
Panamá se convirtiera en un estado federal, que se mantuvo hasta 1885. "Las
expectativas de Arosemena respecto a un gobierno autónomo para el istmo, así
como de sustraerlo de las luchas fratricidas, se verían totalmente frustradas",
expresó la historiadora.
En 1831 Espinar, a pesar de la aventura secesionista, mantuvo el control militar
de la provincia de Panamá (que abarcaba la mitad este del istmo), sin embargo,
tuvo discrepancias con José de Fábrega quien tenía el control militar de la
provincia de Veraguas (que abarcaba la mitad oeste del istmo). Espinar decidió
ir a Veraguas en febrero con parte del batallón Ayacucho a presionar a Fábrega,
pero éste dejó el cargo militar de Panamá a Alzuru en su ausencia

Alzuru, motivado por los enemigos de Espinar, decidió removerlo de su puesto


mientras éste desterraba a Fábrega y se hacía el control de Veraguas. Espinar
fue apresado el 21 de marzo a su regreso a la capital y luego exiliado a
Guayaquil. Alzuru logró ganarse la confianza de la clase alta panameña y se
reservó el mando militar, dejando el mando civil al doctor Pedro Jiménez.

No obstante, la llegada de oficiales venezolanos que participaron de la


separación de Ecuador de la Gran Colombia incluyendo a Luis Urdaneta,
buscando el amparo de Alzuru, lograron influirlo para iniciar una nueva secesión
del istmo. Se designó como prefecto a José Vallarino y fusilaron a dos generales
opositores acusados de ser espías, lo que generó el repudio del gobierno
central neogranadino. Alzuru, temeroso de perder el cargo, buscó la forma de
separar el istmo como lo hizo Espinar, justificando que tanto Venezuela como
Ecuador se habían separado de la Nueva Granada
El 8 de julio de 1831 Alzuru ordenó al prefecto Vallarino a convocar una junta
entre autoridades y personalidades importantes de la capital panameña, para
avalar el desconocimiento de las autoridades neogranadinas y la secesión del
istmo de Panamá como un estado independiente, pero el prefecto se negó a
aceptar las proposiciones separatistas, a pesar de que los presentes en la junta
estaban eufóricos con la idea. Al día siguiente Vallarino fue destituido y el jefe
político, Justo Paredes, convocó una nueva junta donde se consumó la
separación del istmo y se decidió dividir el gobierno en uno civil (dirigido por
José de Fábrega) y uno militar (dirigido por Alzuru) y se estableció una Dieta
como órgano legislativo. A pesar de que el propio Alzuru no estaba conforme
con algunas cláusulas del acta de separación, decidió seguir con el proceso

El gobierno central de Nueva Granada consideró inaceptable las acciones de


Alzuru y desde junio había ordenado al general Tomás Herrera con el título de
Comandante General del Istmo, la recuperación del control militar. En
Cartagena, partió con 160 hombres del batallón Yaguachi en barco a Panamá,
con el fin de reemplazar al batallón Ayacucho, pero al llegar al fuerte de San
Lorenzo en la desembocadura del río Chagres, a pocos kilómetros de la capital
panameña, se enteró de la secesión y no pudo desembarcar, retirándose más al
norte a Portobelo, donde fue recibido por los pobladores, quienes se sumaron a
Herrera.

Alzuru al enterarse de la presencia de Herrera en la costa caribeña, éste envió a


los diputados José de Obaldía y Francisco Picón, para convencer a Herrera de
desistir, pero fue en vano. Alzuru, notablemente iracundo, comenzó a tomar
medidas incoherentes desde la destitución sin razón de Fábrega del poder civil
el 30 de julio, realizó el reclutamiento forzoso a 1.100 personas para sumarlos al
ejército ante una eventual respuesta de Herrera, se confiscaron los bienes de
los opositores a Alzuru, y se inició un proceso de persecución y exilio de
importantes políticos panameños, incluyendo a José Vallarino y Mariano
Arosemena. Finalmente, el propio Alzuru por decreto disolvió la Dieta y se
proclamó como única autoridad, convirtiéndose en un dictador.
8.2 Gral. Tomás Herrera y el Primer Estado Nacional. (1840)
En 1821, entró en el servicio militar, en 1822 fue teniente de infantería en la
campaña del Sur y participó en Perú en las Batalla de Junín y Batalla de
Ayacucho contra los realistas. En 1828 fue acusado de conspiración, y
encarcelado en Bogotá. Tomás Herrera se fugó, pero fue capturado de nuevo y
condenado a muerte, pero se le conmutó la pena por la de destierro por su hoja
de servicios militares. Cumplida la pena, regresó a Panamá en 1830 y participó
en la lucha contra el coronel venezolano Juan Eligio Alzuru. Cuando Alzuru fue
fusilado, Tomás Herrera fue nombrado coronel graduado y Comandante General
del Istmo de Panamá. Peleó en el Cauca en la revolución de 1840 pero el Istmo
no quería entrar en ese conflicto, entonces, se creó una junta popular reunida en
Panamá el 18 de noviembre de 1840, para la separación de Panamá de la
República de la Nueva Granada, bajo el nombre de Estado Libre del Istmo. La
nación duró 13 meses, porque después de meses de negociación el gobierno de
Bogotá logra convencer al coronel Herrera de reintegrar al istmo bajo el acuerdo
de no emprender castigo contra los secesionistas istmeños. Haciendo caso
omiso a lo acordado, una vez reintegrado el istmo, el coronel Herrera fue
desterrado y borrado del escalafón militar. Durante su corto gobierno, la
situación del Istmo mejoró se iniciaron las relaciones exteriores con Costa Rica
(país que había reconocido a Panamá como una nación independiente), se
organizó la economía, se crearon instituciones públicas, mejoraron las
condiciones de salud y educación.

Regreso
En 1845, Tomás Herrera regresó a la vida política nacional como gobernador de
Panamá y más tarde ministro de Guerra y Marina del gobierno de José Hilario
López. En 1850, fue nombrado gobernador de la provincia de Cartagena y ese
mismo año recibió el grado de general. En 1851 estalló una revolución de
provincias conservadoras en contra del gobierno del presidente José Hilario
López, ante lo cual el gobierno designó comandantes militares para sofocar la
sublevación, correspondiéndole a Herrera enfrentar al gobernador de Antioquia,
coronel Eusebio Borrero, quien resultó derrotado y terminó con elevar el nombre
del general Herrera como genio militar.

Ascenso al poder
Tomás Herrera fue elegido designado a la presidencia de Colombia en 1854
cuando era miembro del Congreso Nacional. Al ser derrocado el presidente José
María Obando el 17 de abril de ese año, el vicepresidente José de Obaldía se
reunió con Herrera y otros personajes en la Legación de Estados Unidos para
tratar de asumir el poder, ofreciéndole a Herrera la secretaría de guerra,
nominación que el general rehusó por detentar su calidad de congresista. Días
después logró Herrera burlar la custodia militar que el dictador Melo estableció a
las salidas de Bogotá y salió con rumbo al norte del país. El 21 de abril llegó a
Chocontá, en donde se declaró en ejercicio del poder ejecutivo como
consecuencia de la manifestación que por escrito le hizo Obaldía de no haber
logrado las condiciones para ejercer el gobierno.

Tareas de gobierno

Estatua ecuestre de Tomás Herrera en la Plaza Herrera, en la Ciudad de


Panamá.
Herrera designó al coronel Anselmo Pineda como secretario de gobierno
encargado accidentalmente de las carteras de hacienda, guerra y relaciones
exteriores. Herrera siguió su marcha y entró el 23 de abril a Tunja gracias a que
el coronel Reyes Patria venció a la guardia nacional apostada en la ciudad, y allí
nombró al general Manuel María Franco como comandante del ejército y a
Reyes Patria comandante de las provincias de Tunja y Tundama.

Franco logró conformar un ejército de 2.557 hombres, del cual fue segundo
comandante el general Marcelo Buitrago y jefe de estado mayor el coronel José
María Rojas Pinzón. Herrera salió con su ejército de Tunja a Nemocón,
población a la que llegó el 19 de mayo, y en la que debía tomar una de dos
decisiones: atacar la columna del coronel Manuel Jiménez apostada en
Zipaquirá, o continuar la marcha hasta Honda para unirse a las fuerzas
comandadas por el general Joaquín París.

Herrera tomó la decisión de atacar a Jiménez, dándose el 20 de mayo de 1854


la Batalla de Zipaquirá o desastre de Zipaquirá, en donde las fuerzas
constitucionales fueron innecesariamente derrotadas. Al morir Franco, Herrera
le entregó el comando del ejército al general Marcelo Buitrago, quien, habiendo
regresado al punto de partida de la batalla, procuró la salida de las tropas hacia
Tunja, mientras que Herrera había tomado el rumbo contrario, para continuar
con el plan original. Herrera llegó a Subachoque para llegar a Villeta por La
Vega, mientras que el general París, enterado de lo sucedido en Zipaquirá,
envió tropas en búsqueda de Herrera, quien al final alcanzó al municipio que
pretendía, uniéndose a las tropas del senador Julio Arboleda Pombo.

Con el respaldo del ejército de Arboleda, Herrera recompuso el gobierno


designando a Ramón Matéus como secretario de guerra y relaciones exteriores,
y a Pastor Ospina Rodríguez como secretario de lo interior y hacienda. Partió
con un batallón para La Mesa por Bituima para unirse al general París, pero no
lo logró, teniendo que buscar alcanzar Ambalema por San Juan de Rioseco. En
el puerto, nombró a Tomás Cipriano de Mosquera como comandante de
Mompós, Panamá y la Costa y despachó instrucciones para que los
gobernadores contrajeran créditos de acuerdo con lo que Mosquera requiriera.
Luego salió para El Guamo en donde se le unió el general López y el
gobernador de Cauca, con quienes partió para Purificación, donde se rumoraba
le tenían preparada una conspiración. Allí nombró al general López comandante
del ejército del Sur y al general París al frente de una división para el Alto
Magdalena. Luego pudo Herrera llegar a Ibagué e instalar el poder ejecutivo, en
donde expidió ver los decretos destacándose entre otros el que convocó a los
congresistas a iniciar sesiones el 20 de julio en Bogotá y que en caso de no
poder hacerlo debían reunirse en Ibagué, la suspensión del gobernador de
Cartagena Juan José Nieto.

El 15 de julio, Herrera recompuso su gabinete, dejando a Pastor Ospina en el


gobierno, a José María Plata Soto en Hacienda, Ramón Matéus en relaciones
exteriores y Pedro Alcántara Herrán en Guerra. El 20 de julio se encontraban 23
congresistas en Ibagué, lo cual no permitió sesionar al Congreso por falta de
cuórum, pero sí la expedición de un manifiesto de los diputados en favor del
poder ejecutivo.
Regreso a las filas y muerte
El 5 de agosto llegó el vicepresidente José de Obaldía a Ibagué luego de
escaparse de la Legación Norteamericana y asumió el poder ejecutivo,
designando a Herrera segundo comandante del ejército del Norte. El 28 de
septiembre se hallaba en Piedecuesta al mando de su tropa cuando recibió la
visita del general Mosquera, comandante en jefe de ese ejército. El 25 de
septiembre logró Herrera cruzar el río Chicamocha en Sube. Con su ballatón,
llamado constante, se batió en la batalla de Petaquero en Concepción. El 2 de
diciembre llegó a las goteras de Bogotá acompañado de la columna comandada
por el general Camilo Mendoza, división que alcanzaba los 3.751 efectivos. El
día 4, luego del ataque desplegado por el ejército sobre el costado sur de la
ciudad de Bogotá, entró Herrera en acción al mando de los batallones 1º y 6º de
línea, libre y Tundama, resultando gravemente herido en la esquina de las
carreras Pamplona y Bárbula, y falleciendo poco después de vencido Melo en
esa toma de Bogotá.

Legado
Se han construido varias estatuas en honor a Tomás Herrera en Panamá en
reconocimiento de lo que hizo, también en el Casco Antiguo de Panamá existe
una plaza llamada "Plaza Herrera". Actualmente existe una escuela militar en
Panamá llamada "Instituto General Tomás Herrera", la cual recibe su nombre en
honor a Tomás Herrera, quien creo y comando el Estado Libre del Istmo.
8.3 El Estado Federal de Panamá 1855-1885
El Estado Soberano de Panamá fue una división administrativa y territorial de los
Estados Unidos de Colombia El ente territorial, creado el 27 de febrero de 1855
con el nombre de Estado Federal de Panamá, a partir de la unión de las provincias
neogranadinas de Azuero, Chiriquí, Panamá y Veraguas, fue oficialmente
reconocido como Estado de la Federación en la constitución nacional de 1858,4 y
finalmente denominado Soberano en las constituciones nacional y estatal de
1863.35 El estado subsistió hasta el 7 de septiembre de 1886 cuando entra en
rigor la Constitución política colombiana de 1886 y pasa a llamarse Departamento
de Panamá.
Fue el primer estado en formarse dentro de la unión colombiana, debido a los
deseos autonomistas de diferentes regiones (particularmente por las provincias del
Istmo), quienes exigían un estatuto de autonomía

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