Está en la página 1de 2

Técnica | La Nube del No Saber

http://w w w .lanubedelnosaber.com/tecnica/ June 19, 2011

La Oración Centrante es una práctica meditativa desarrollada principalmente por el Padre Thomas
Keating, un monje estadounidense de la orden del císter. Allá por la década de los 60, cuando
comenzó la búsqueda de espiritualidad en culturas orientales, el Padre Keating se preguntó por
qué la gente no acudía a buscarla en su propia tradición, dentro de los monasterios cristianos. Y es
que el cristianismo, mucho tiempo atrás, desterró las prácticas contemplativas considerando que
la intención de asemejarse a Cristo era una terrible egolatría. Trágico destierro para el alma de
nuestra civilización.

Basándose en un anónimo inglés del siglo XIV “La nube del no saber”, el Padre Keating desarrolla
un método sencillo, actual, práctico y eficaz para transitar el camino contemplativo. Debido a que la
Oración Contemplativa es un don de Dios, no es algo que podamos obtener a voluntad. Por ello,
se habla de la Oración Centrante y no Contemplativa, ya que es un método para reducir los
obstáculos que impiden que el peregrino o buscador espiritual reciba el don de la contemplación
divina.

La práctica, en lo fundamental, poco se diferencia de otras técnicas meditativas. Pero


sinceramente, a mi me resulta mucho más sencillo amar a Jesús que a Buda. Quizá porque le amé
durante toda mi infancia.

Cómo hacer Oración de Silencio (Oración Centrante):

1. Elije un momento del día para dedicarlo a esta meditación, quizá al amanecer o
antes de ir a dormir, cuando no haya ruido excesivo ni estés demasiado cansado/a.

2. Busca un sitio de la casa que invite al recogimiento y sosiego, quizá con algún símbolo que
recuerde el carácter sagrado de la práctica: una vela, una imagen de tu religión/es preferida/s, un
libro sagrado. Siéntate con la espalda recta pero sin forzar de manera que la respiración sea fácil
y la posición favorezca la atención. Sentarse en el suelo, si no causa mucha molestia puede ayudar
al recogimiento que la práctica requiere: prueba a sentarte con las piernas cruzadas en una manta
doblada que te eleve el culo unos 15 o 20 centímetros del suelo. Los ojos entreabiertos o cerrados,
y aflojando cualquier tensión que se sienta en el cuerpo. Pon un despertador con el tiempo que has
decidido dedicar a la meditación, en un principio pueden ser 10 minutos y luego ir aumentando
hasta 30 o 45 minutos por sesión.

3. En este estado de tranquilidad, elije una palabra que simbolice la intención de consentir la
presencia y la acción del espíritu en tí; quizá “Cristo”, “OM”, “Alah”, “madre”, “tu”… Entonces repite
mentalmente esta palabra acunándola al ritmo de la respiración y llevando la atención a la
respiración en el abdomen.

4. Cuando notes que tu atención se dispersa debido pensamientos, memorias, sensaciones


físicas o emociones, tráela suavemente de nuevo a la palabra o imagen centrante que elegiste.

5. Si son frecuentes las distracciones quizá pueda ayudarte acompañar la repetición mental de la
palabra centrante con el conteo de cada respiración del 1 al 10 para luego volver a empezar. Así,
si la palabra que hemos elegido fuese “OM”, repetiríamos 1 (inspirar), OM (expirar), 2 (inspirar),
OM (expirar) y así hasta 10 para luego volver a empezar; si nos despistamos o nos pasamos de 10
volvemos al 1.

6. Degusta cada respiración, disfrútala, es la señal de que estás vivo, sientete presente. Cuando
suene el despertador sigue en silencio dos o tres minutos más, da gracias, haz tus peticiones,
luego levantate suavemente e intenta estar presente y entregado en tu vida diaria.

Otros consejos:
* No quieras conseguir nada con esta práctica. Hazla porque sí.

* No hagas caso de picores o pequeños dolores. Se pasarán, y suelen ser normalmente resultado
de nudos emocionales que se van desatando.

* Si puedes, practica en grupo de vez en cuando.

También podría gustarte