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EL LENGUAJE INNOVADOR DE LA NOUVELLE VAGUE.

DE LA CRÍTICA
A LA REALIZACIÓN1

Ascensión Maqueda Blasco

Para comprender el proceso de renovación llevado a cabo por los cineastas de la


Nouvelle Vague2, que surge en la cinematografía francesa a finales de la década de los
50, tenemos que situarnos en un determinado contexto social, político y cultural. El
pensamiento de los autores de la Nouvelle Vague no es ajeno a las influencias ejercidas
por los filósofos existencialistas, por el estructuralismo, el situacionismo o el papel
desempeñado por Simone de Beauvoir en del desarrollo de feminismo. Tras la Segunda
Guerra Mundial asistimos a una revitalización importante de la cinematografía francesa
que se verá reforzada por el nombramiento en 1959 de André Malraux como responsable
del Departamento de Cultura del gobierno francés. Como factores fundamentales en la
conformación del nuevo lenguaje cinematográfico de la Nouvelle Vague, hay que
considerar la influencia del neorrealismo italiano con los importantes cambios que
introduce en el lenguaje cinematográfico3, el papel desempeñado por la Nouvelle Roman,
basada en la introspección y la exploración de la conciencia, la puesta en valor del cine
clásico americano4, la estética del realismo poético y la nueva concepción del montaje
aportada por el cine soviético. La Nouvelle Vague surge en el contexto de cinefilia de la
sociedad francesa de mediados de siglo, que se manifiesta en la profusión de debates
cinematográficos en cineclubs5, y en la aparición de revistas de crítica cinematográficas,
en especial “Cahiers du Cinema”6, fundada por André Bazin en 1951, y cuyo papel fue
decisivo en la formación de estos nuevos cineastas, quienes, formados en la crítica
cinematográfica, pasaron posteriormente a la realización. De hecho, en el número 31,
publicado en enero de 1954, Truffaut realizaba una profunda crítica7 al denominado

1
Texto del plan de trabajo: Zunzunegui, Santos: “El gusto y la elección. La “política de autores” y la noción
de “puesta en escena” en los Cahiers du cinema entre 1952 y 1965”.
2
De hecho, el término Nouvelle Vague es ajeno al mundo del cine, se trata del calificativo empleado por
la periodista Françoise Giroud en 1957 en un artículo sobre la juventud francesa y el cambio generacional
en la Francia del momento.
3
En especial el cine de Roberto Rossellini.
4
Reivindicación de la obra de Howard Hawks y Alfred Hitchcock
5
Destacando también el papel de la Cinemathèque Française, Objectif49 dirigido por André Bazin y el
Cineclub del Quartier Latin, dirigido por Eric Rohmer.
6
Sus principales colaboradores: Eric Rohmer, Jacques Rivette, Jean-Luc Godard, Claude Chabrol y
François Truffaut conformaron el núcleo central de la Nouvelle Vague.
7
El artículo de Truffaut llevaba por título “Une certaine tendence du cinema français”
“cinema de qualité” francés, basado en adaptaciones literarias e históricas, anclado en
convencionalismos academicistas y con una absoluta falta de creatividad. Frente a este
lenguaje cinematográfico caduco, los cineastas de la Nouvelle Vague apuestan por un
cine fresco, innovador, experiencial, espontáneo, con un cierto componente de
improvisación. Aunque no conformaron una escuela al uso, pues cada uno de ellos
mantuvo una personalidad propia y diferenciadora, podemos encontrar elementos
comunes que introdujeron importantes innovaciones en el cine francés. Abandonaron los
estudios para rodar en las calles con bajos presupuestos y utilizando equipos técnicos muy
ligeros que permitían una nueva estética, rodaban con la luz cambiante del día y con el
sonido directo; sus personajes eran interpretados por actores desconocidos; sus guiones,
nada encorsetados, permitían una gran la libertad expresiva, y en ocasiones destruían las
reglas del montaje tradicional. Consideraban la obra cinematográfica en su conjunto como
una obra artística, al margen de los intereses comerciales y de las grandes
superproducciones. El concepto de Política de Autores suponía la reivindicación del
director como el auténtico creador responsable de la obra cinematográfica, como un
pintor, un músico o un escultor, desarrollando así un discurso personal e inconfundible8.
El cineasta, como autor, asume también la responsabilidad del guion, de la invención de
la historia y de su plasmación en imágenes, conformando todo ello una determinada y
personal puesta en escena. Estos dos conceptos “Politique des Auteurs “y “Mise en
Scène” fueron señas de identidad del pensamiento de André Bazin, padre de la nueva
corriente cinematográfica de les “Jeunes Turcs”9. En palabras de Jacques Rivette “Le film
entier corps glorieux, est animé d’une respiration souple et profonde”10. Así, la Puesta
en Escena es el arte de mostrar la realidad, el resultado del conjunto de decisiones
tomadas por el director, la manera personal e inconfundible de contar una historia, como
manifestación de la subjetividad artística de su creador, en definitiva, la marca de autor.
Política de Autor y Puesta en Escena son inseparables en el trabajo de creación artística.

8
En el texto del plan de trabajo se hace referencia al artículo de Jacques Rivette “Le Génie de Howard
Hawks”, publicado en el número 23 de Cahiers, como manifestación de esa política de autor.
9
Con este calificativo eran conocidos los críticos cinematográficos y colaboradores principales de Cahiers
que posteriormente pasarían a ser los cineastas de esta nueva corriente.
10
Rivette, J. (1953). Le Génie de Howard Hawks. Cahiers du Cinema, 23.” El filme en su totalidad, como
un cuerpo glorioso, se anima con una respiración suave y profunda.
Citando las palabras de Rivette, el cineasta como autor « Il prouve le mouvement en
marchant, l’éxistence en respirant. Ce qui est, est ». 11

BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:

-Diz Murias, A. (2014-2015). La Nouvelle Vague (1959-1969). Un vaciado referencial


de su filmografía (TFM). Universidad de Barcelona. Barcelona.

-Gubern, R. (2016). Historia del cine. Barcelona: Anagrama.

-Konigsberg, I. (2004). Diccionario Técnico Akal de Cine. Madrid: Akal.

-Rivette, J. (1953). Le Génie de Howard Hawks. Cahiers du Cinema, 23, 16-23.


Recuperado de: https://archive.org/details/CahiersDuCinma

-Rohmer, E. (2000). El gusto por la belleza. Barcelona: Paidós Ibérica

-Sánchez Noriega, J.L. (2002). Historia del cine. Teoría y géneros cinematográficos,
fotografía y televisión. Madrid: Alianza Editorial.

-Truffaut, F. (1954). Une certaine tendance du cinéma français. Cahiers du Cinema, 31,
15-29. Recuperado de: https://archive.org/details/CahiersDuCinma

Vilaró I Moncasí, A. (2016). Entre la representación y la figuración. El cine de la


Nouvelle Vague: una revisión histórica. Historia y Comunicación Social, 21(1), 221-239.

11
Rivette, J. Op. Cit. Trad. “El movimiento se prueba andando, la existencia respirando, lo que es, es”

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