Está en la página 1de 1

MÍNIMO VITAL Y EL IMPERATIVO CATEGÓRICO

Se trata de un interesante ejercicio el observar, a la luz del postulado del imperativo


categórico, la situación de amparo promovida por una Fiscal, cuyo sueldo es superior a los 28
millones, frente al impuesto que grava los salarios. La opinión que puedo dar en ese orden de
cosas, resulta en un sentimiento de impotencia. Es probable que la señora no atine en lo más
mínimo a una conciencia ética, porque sabemos que la situación de más del 80% del país
sumado a la situación de pandemia, es apremiante. De escasez de recursos para acceder a los
servicios mínimos, públicos. Es palpable que la Fiscal asume que su situación es apremiante
cuando, en realidad, resulta económicamente viable en proporción de 1 a 10 con el ingreso
normal de los conciudadanos.

Se puede afirmar entonces, que la idea de un imperativo categórico que oriente sus acciones
no está llamada a verificarse. La desproporción es tan grande y evidente que uno puede
hacerse a la idea de qué cantidad de personas y de cual comunidad es en la que tiene, ella,
como propósito vivir y compartir. El problema no es de ella, la cultura, la religión, entre
muchas cosas, ha hecho que las personas nos hagamos invisibles, de lado y lado. Bien, dejando
de lado una consideración hacia las personas que nos rodean; las personas que nos
acompañan en nuestra sociedad. Parece que la forma de afrontar las dificultades es no mirar,
no considerar la situación que otros en forma perentoria y gravosa están sufriendo.

También podría gustarte