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Cartas a la vida

Prologo

En el año 2013 mi maestra de literatura del segundo año de secundario nos hizo escribir un
libro, la verdad es que solo puedo robar la idea del título y del formato ya que siendo yo muy
joven no pensaba nada más que en un drama de amor lleno de actos fantásticos donde un
muchacho muy guapo iba tras una chica, sinceramente mis pensamientos y mi ser cambio
mucho a lo largo de los años, arrepentimientos y traumas que con el tiempo fueron
arrebatándome esas ideas fantasiosas que tenía en aquel entonces, talvez ahora me siento
mejor, con medicamentos y con búsqueda continua de ayuda, sin embargo el agujero más
profundo de mi corazón es el hecho de pensar que nací así, que nací rota, muchas veces trato
de buscar culpables a veces los traumas de mis padres, a veces mis padres y a veces solo a la
gente de mi alrededor.

Principalmente esta obra está dedicada a mi madre, ella en muchas ocasiones se culpa por lo
que paso, por mis traumas, por mi enfermedad; con esta obra quiero demostrarle que
sencillamente mi entonces inocente mente no tuvo como lidiar con aquello como ahora lo
trata de lidiar mi mente enferma; a mi hermana Diana quien fue y es mi sustento emocional
más grande, a veces siento que el cariño de hermana mayor que me dio cuando éramos niñas
fue lo que me salvo, a mi hermano menor Jorge que a sido uno de mis pilares siendo un niño y
siendo alguien a quien muy en el fondo siempre quise cuidar; a mis hermanos Juan y Angie que
siendo los mayores fueron mis ejemplos a seguir y a mi padre quien a pesar de todo sigue
siendo alguien importante en mi vida y para Dios quien en un momento tan bajo de mi vida me
salvo de lo más profundo de mi mente.

CAPITULO I: NIÑEZ

26 Noviembre del año 2008; mi vida se siente gris y vacía pero sonrió.

Mi nacimiento; durante mis inicios de vida, solo recuerdo como mi padre durante una mañana
helada subía de su taller y se iban en una combi azul, esos son los recuerdos distorsionados
que tengo tal vez acomodados a los recuerdos más fuertes y frescos de mi infancia,
sinceramente no sabía cuál era el rostro de mi padre hasta que cumplí los 6 años, podía
reconocerlo y fue la primera vez que recibía regalos de cumpleaños conscientemente.

Durante mi niñez rodeada de mis hermanos y animales de granja como lo eran los patos
fueron los años más felices, aun así memorias como cuando mi padre golpeaba a mi madre y el
sufrimiento de ella sentada en una cama, escribiendo cartas y escuchando música de mana,
aun me atormentan.

Hace 2 años, fue la primera vez que recibí obsequios de cumpleaños, mi mamá me compro un
perrito caniche de peluche era pequeño y aún recuerdo el precio eran 6 soles, para mí era muy
caro, mi madre me compro ello y una muñeca que cantaba aquellas canciones de la época del
grupo RBD, era mi mundo, fue la primera vez que sentí que reconocía a mi padre, el llego tarde
a la noche a casa, para aquel entonces él ya nos había abandonado por un tiempo y era casi
nulo nuestro contacto, mis hermanos y yo fuimos felices por un momento, tal vez ese recuerdo
efímero no termino siendo tan feliz y eso yo no lo sé, porque solo puedo verlo desde mi
perspectiva, durante mucho tiempo ese episodio se queda trabado como disco rayado en mi
mente y me hace sentir segura. En aquel año también comenzó mi sufrimiento mas grande.
Yo entraba al primer año de primaria, no sé qué paso exactamente, simplemente yo era la
excluida, ¿quién sentiría eso cuando somos niños de 6 años?, al parecer la maldad no tiene
edades, una niña que se llama Sara empezó todo, la verdad es que no se los nombres de los
otros y muy poco me importan, pero Sara, la odio, le tengo miedo, no la quiero ver, su risa, sus
ojos, me da miedo, todos los días me hacían a un lado y me molesta por mi cabello y mi color
de piel debo decirlo no soy blanca ni morena y aquel color mestizo termino siendo motivo de
burla con el tiempo.

Con el tiempo yo empecé a odiar el colegio, me daba miedo, mi mamá siempre nos llevaba a la
escuela y siempre que estábamos cerca se me aceleraba el corazón y un temor y tristeza
siempre me invadían, sencillamente me asustaba y un día se lo dije a mi mamá cuando fue al
colegio a reclamar supongo que no lo tomaron enserio, mi maestra no hizo más que ignorar
todo y decirme son juego de niños.

Cuando cumpli 7 años mi infierno estaba desatado, mi madre siempre andaba triste, iba a su
habitación y ella siempre lloraba, no la entendia; por las mañanas ella se levantaba muy
temprano y calentaba el horno que mi padre haba dejado fuera de funcionamiento cuando se
había ido por que el hacia pan, con el tiempo el colegio empeoraba para mi, los niños me
miraban con asco, se alejaban, me golpeaban y tiraban agua, riéndose siempre a mis espaldas,
me sentía triste y con el tiempo crei que era normal, mi hermana mayor Emma siempre me
protegia y me cuido de aquellos que siempre me despreciaban, eso era en el colegio, tanto era
mi aislamiento que no era buena en los estudios, me distraía y siempre sentía las miradas de
los otros niños; fue un viernes, por eso odio los viernes.

Había pasado la primera unidad del año escolar del 2007 y mi maestra hablo con mi mamá, no
sé qué le dijo pero aquello fue mi condena; llegamos ese viernes a casa y mi mamá me dijo que
pusiera en fila todos mis cuadernos, lo hice, y comenzó revisando uno por uno, cuando pasaba
uno me lo tiraba en la cara jalándome del cabello y golpeándome con la correa de cuero, en
mis cortas memorias siempre lo relacione con el color naranja ya que aquel atardecer fue de
los más penosos en mi memoria, ese día fue el comienzo de muchas palizas, antes de aquello
había sido golpeada pero no tanto aquel acontecimiento marco un antes y un después en mi
vida; todos los viernes se volvieron igual no se la cuenta y no quisiera saber cuántas fueron,
siempre que me tocaba la espalda ardía y mi hermana Emma con cariño tratando de calmar mi
dolor me decía que todo estaría bien, la mente de un niño es tan fácil de quebrar que empece
a sufrir en la escuela pensando en mi madre y el continuo apabullamiento de los niños
simplemente quebraba mas y mas mi espíritu.

Siempre ore, siempre que pasaba una paliza oraba, pidiendo que la cure, que cure a mi maá ya
que para mi era peor pensar en su abandono que en sus golpes o la quería y aveces sentía que
mis recuerdos felices se tñian de odio y no quería eso, durante todo un año paso, golpe tras
golpe, mis pensamientos se perdían y teminaba siempre igual se había vuelto una rutina, el
sentir el ardor en mi espalda cuando me ponía ropa, el agua fría en mi rostro para que no se
note que lloraba al dia siguiente y los continuos regaños por las tardes por ser tan inútil,
amenazas diciéndome que me sacaría del colegio y me enviaría a trabajar simplemente
internalice muy profundamente esos sentimientos.

Año 2008, mi vida se siente gris y vacía pero sonrió; en vacaciones por primera vez celebramos
año nuevo, mi mamá tubo dinero suficiente para comprar pollo a la brasa, que bonito
recuerdo, no sabía que se festejaba el año nuevo, tengo una nueva maestra que según dicen
mis hermanos es la peor, es el primer día y ella parece agradable me gusta…, me equivoque es
la peor por qué?, ¿Por qué?, ella es cruel con las palabras se burla y mofa de que mi papá nos
abandonó, me dice manzana podrida, me trata mal y mi mamá sigue siendo mi verdugo,
necesito ayuda, necesitaba una madre no un verdugo, en aquel entonces se volvió mi salvación
que vuelva mi padre aunque muy efímera pero me ayudo aunque solo fue un dia, sentí que
con el ahí mi mamá no podría golpearme, a veces se pone de mi lado, pero a veces no, tenme
paciencia mami, que voy a hacer todo para que te sientas feliz, lo siento, perdóname por no
ser lo que tu querías, solo quiero ser tu niña otra vez, lo soporto todo solo no me abandones,
no me dejes, porque yo te quiero.

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