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LEGITIMIDAD DEL ESCUADRÓN MÓVIL ANTI DISTURBIOS EN LAS PROTESTAS

La creación del Escuadrón Móvil Anti Disturbios (ESMAD) surge en el año de 1.999 bajo el gobierno
de Andrés Pastrana con la necesidad con las diversas perturbaciones de orden público que habían
sido promovidas por estudiantes, trabajadores, campesinos, raspachines entre otros.

En ese orden de ideas y siguiendo los lineamientos de la constitución política de Colombia


manifiesta:
(Sic)

Artículo 218 “La Policía Nacional es un cuerpo armado permanente de naturaleza civil, a
cargo de la Nación, cuyo fin primordial es el mantenimiento de las condiciones necesarias
para el ejercicio de los derechos y libertades públicas, y para asegurar que los habitantes de
Colombia convivan en paz”

La Policía Nacional es garante del cumplimiento de las normas y del respeto de los derechos
humanos, debiendo coadyuvar al libre ejercicio del derecho a la reunión, la manifestación pública y
pacifica consagrado en la constitución:

(Sic)

Artículo 37 “Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente.
Sólo la ley podrá establecer de manera expresa los casos en los cuales se podrá limitar el
ejercicio de este derecho”

(Sic)

Artículo 56 “Se garantiza el derecho de huelga, salvo en los servicios públicos esenciales
definidos por el legislador”
Aquí es bueno entrar a precisar qué, de acuerdo a lo señalado en la ley 1801 de 2016 “Código
Nacional de Policía y Convivencia” Titulo VI “Del derecho de Reunión” según lo indicado en el
Capítulo II “Expresiones o Manifestaciones en el Espacio Público” ARTÍCULO 56. Actuación de la
Fuerza Pública en las movilizaciones terrestres. De conformidad con los estándares internacionales,
es función de la policía garantizar los derechos de toda la ciudadanía que interviene directa o
indirectamente en el ejercicio de la movilización. El uso de la fuerza debe ser considerado siempre el
último recurso en la intervención de las movilizaciones.

(Sic)
La actuación de la Policía Nacional deberá ser desarrollada en todo momento mediante
personal y equipos identificados de tal manera que dicha identificación resulte visible sin
dificultades. La fuerza disponible deberá estar ubicada de manera que su actuación pueda
hacerse de forma oportuna, pero sin afectar el desarrollo de la movilización que se haga de
conformidad con las normas de convivencia

“(…) Los cuerpos de Policía intervendrán sólo cuando se considere que su actuación es
necesaria, atendiendo al principio de proporcionalidad y a la garantía de los derechos de los
manifestantes y de los demás habitantes que puedan verse afectados por su actuación.
LOS ESCUADRONES MÓVILES ANTIMOTINES sólo serán enviados cuando no sea
posible por otro medio controlar graves e inminentes amenazas a los derechos. (…)”

Como podía evidenciarse en la cita el actuar de dicho grupo que tiempo después fue declarada
inexequible sentencia C223 de 2017 por ir en contra de la ley estatutaria y expulsadas del
ordenamiento jurídico del 20 de junio del 2019.

Por el mismo orden el Ministerio de Defensa Nacional ha manifestado que la policía Nacional y el
ESMAD están facultados para hacer uso de “armas incapacitantes no letales” minimizando la
probabilidad de alguna fatalidad, es de recalcar que en la resolución No 03514 del 5 de noviembre
del 2005 la cual estableció el “manual para el servicio de policía en la atención, manejo y control de
multitudes”, en donde se autoriza a la fuerza pública contar con:

“(…) granadas de mano con emisión de agentes irritantes y/o lacrimógenos, (…) de
aturdimiento (generadoras de sonido) (…) de efecto múltiple (luz y sonido, gas y sonido, gas
y luz, entre otras opciones disponibles) (…), con proyección de perdigones de goma y gas
irritante (granadas multi-impacto). Cartuchos de 37/38 mm. para fusil lanzador no letal, con
perdigones de goma o cápsulas de gas irritante (…)”.

Es de recalcar la evolución reglamentaria para el manejo de los precitados elementos en las


resoluciones No 02903 de junio 23 del 2017 y No 03002 de junio del mismo año las cuales postulas
“(…) el accionar del ESMAD en forma excepcional frente a los hechos que afecten el derecho a la
libertad de expresión y de reunión (…)”
Así mismo mediante sentencia T-391 del 2007 la corte suprema de justicia delimito la libertad de
expresión y democracia argumentos que se resumen así:
“(…) En consecuencia, el criterio genérico acerca de los discursos permitidos cobija todas
las expresiones posibles, menos aquellas que admiten una restricción previa. Es decir, lo
protegido es todo tipo de discurso y lo prohibido es aquello que los parámetros
constitucionales han determinado que se puede prohibir, a saber: (i) la propaganda de la
guerra; (ii) la apología al odio, a la violencia y al delito; (iii) la pornografía infantil; y (iv) la
instigación pública y directa a cometer delitos; y (v) lo que el Legislador señale de manera
expresa (…)” (negrilla original).
Es de tener en cuenta que la jurisprudencia señala frente al orden público es: “el conjunto de
condiciones de necesarias para garantizar la seguridad, tranquilidad y salubridad la cual permiten la
prosperidad general y el goce de los derechos humanos” . Para asegurarse del goce y la armonía de
los derechos fundamentales el estado colombiano despliega tres facultades de poder, función y
actividad de policía de acuerdo a lo señalado en la ley 1801 de 2016 “Código Nacional de Policía y
Convivencia” Titulo II “PODER, FUNCION Y ACTIVIDAD DE POLICIA” según lo indicado en el
Capítulo I “Poder de Policia”
(Sic)
Artículo 11°. Poder de Policía. El poder de policía es la facultad de expedir las normas en
materia de policía, que son de carácter general, impersonal y abstracto, ejercido por el
Congreso de la República para regular el ejercicio de la libertad, los derechos y los deberes
constitucionales, para la convivencia y establecer los medios y las medidas correctivas en
caso de su incumplimiento
Seguidamente capitulo II “Función y actividad de Policía” de la misma ley
(Sic)
Artículo 16°. Función de Policía. Consiste en la facultad de hacer cumplir las disposiciones
dictadas en ejercicio del poder de policía, mediante la expedición de reglamentos generales
y de acciones apropiadas para garantizar la convivencia. Esta función se cumple por medio
de órdenes de policía.
(Sic)
Artículo 20° Actividad de policía. Es el ejercicio de materialización de los medios y medidas
correctivas, de acuerdo con las atribuciones constitucionales, legales y reglamentarias
conferidas a los uniformados de la Policía Nacional, para concretar y hacer cumplir las
decisiones dictadas en ejercicio del poder y la función de policía, a las cuales está
subordinada. La actividad de policía es una labor estrictamente material y no jurídica, y su
finalidad es la de preservar la convivencia y restablecer todos los comportamientos que la
alteren.
En ese entendido la corte ha señalado unos límites consistentes en:
1. Respetar el principio de legalidad
2. Asegurar el orden público sin interferir con el ámbito privado de los ciudadanos;
3. Tomar las medidas necesarias y eficaces para cumplir con su tarea y utilizar la
fuerza únicamente cuando sea indispensable, de acuerdo con el artículo 3º del
"Código de conducta para funcionarios encargados de aplicar la ley", aprobado por
la Asamblea General de las Naciones Unidas por resolución 169/34 del 17 de
diciembre de 1979;
4. Adoptar medidas proporcionales y razonables en relación con las circunstancias y el
fin perseguido;
5. El poder de policía es inversamente proporcional con el valor constitucional de las
libertades afectadas;
6. Debe ejercerse para preservar el orden público en beneficio de las libertades y
derechos ciudadanos y no puede traducirse en una limitación absoluta de los
mismos;
7. No puede llevar a discriminaciones injustificadas de ciertos sectores de la sociedad;
8. La policía debe obrar contra el perturbador del orden público, pero no contra quien
ejercite legalmente sus derechos.

Con relación a lo anterior la Policía Nacional puede aplicar medidas de tipo preventivo o de índole
correctivo, siempre estando sujeto al principio de legalidad, razonabilidad y proporcionalidad, cuando
se requiera ante cualquier amenaza o vulneración de los derechos y libertades de los ciudadanos.
Es de recalcar que toda medida preventiva su fin es garantizar un derecho y no sancionar conductas
determinadas debido a que estas buscan la prevalencia del interés general y la protección y
libertades de los ciudadanos como fin esencial del Estado.
Cabe igualmente destacar, como lo ha dicho la jurisprudencia constitucional en esta materia, que "la
preservación del orden público lograda mediante la supresión de las libertades públicas no es
entonces incompatible con el ideal democrático, puesto que el sentido que subyace a las
autoridades de policía no es el de mantener el orden a toda costa sino el de determinar cómo
permitir el más amplio ejercicio de las libertades ciudadanas sin que ello afecte el orden público.
Sobre el uso de la fuerza por las entidades y funcionarios que ejercen la “actividad de policía”, la
oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos -ACNUDH-, en
referencia con el artículo 3° del “Código de conducta para funcionarios encargados de aplicar la ley”,
destacó:

“(…) a) En esta disposición se subraya que el uso de la fuerza por los funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley debe ser excepcional; si bien implica que los
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley pueden ser autorizados a usar la
fuerza en la medida en que razonablemente sea necesario, según las circunstancias
para la prevención de un delito, para efectuar la detención legal de delincuentes o de
presuntos delincuentes o para ayudar a efectuarla, no podrá usarse la fuerza en la
medida en que exceda estos límites (…)”.
“(…) b) El derecho nacional restringe ordinariamente el uso de la fuerza por los
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, de conformidad con un principio de
proporcionalidad. Debe entenderse que esos principios nacionales de
proporcionalidad han de ser respetados en la interpretación de esta disposición. En
ningún caso debe interpretarse que esta disposición autoriza el uso de un grado de
fuerza desproporcionado al objeto legítimo que se ha de lograr (…)”.
(…) c) El uso de armas de fuego se considera una medida extrema. Deberá hacerse
todo lo posible por excluir el uso de armas de fuego, especialmente contra niños. En
general, no deberán emplearse armas de fuego excepto cuando un presunto
delincuente ofrezca resistencia armada o ponga en peligro, de algún otro modo, la
vida de otras personas y no pueda reducirse o detenerse al presunto delincuente
aplicando medidas menos extremas. En todo caso en que se dispare un arma de
fuego, deberá informarse inmediatamente a las autoridades competentes (…)”
(énfasis ex texto).
Con fundamento a lo anterior la Policía Nacional expidió la resolución 02903 del 2017 “reglamento el
uno de la fuerza y el empleo de armas, municiones, elementos y dispositivos menos letales” para el
personal adscrito a la Policía Nacional. En dicho acto administrativo es basado en normatividad
internacional y local siempre incitando el respeto por los derechos humanos, enfatizando el deber de
los miembros de la entidad a hacer uso moderado y proporcionado de la fuerza, y de ser el
necesario saber escoger los medios eficaces que causen menor daño a la persona.
Colero a lo anterior el director de la Policía Nacional expide mediante acto administrativo No 03002
del 2017 en donde describe las actividades de planeación previas a las protestas con base a los
diversos análisis de inteligencia y con recopilación de información al comportamiento de histórico de
la protesta social de cada jurisdicción, convocando siempre a reuniones de coordinación con los
diversos actores con el ánimo de determinar el número de participantes, actividades, rutas y diversos
puntos de concentración.
De igual manera manifiesta que durante el desarrollo de las protestas y eventuales situaciones de
alteración debe haber coordinación los gestores de convivencia y ministerio público con el fin de
agotar el dialogo y mediación para evitar una posible confrontación.
Así mismo establece que, en caso de algún tipo grave de confrontación y alteraciones del orden
público el comandante de la unidad o jefe del servicio podrá ordenar la disolución de la reunión
respetando siempre las libertades de los ciudadanos.
Es de tener en cuenta que dicho acto administrativo manifiesta que el ESMAD es el último medio
para restablecer las condiciones de convivencia agotado siempre los medios del dialogo u otras
alternativas distintas a la fuerza.

Por: Hayder A. Romero


BIBLIOGRAFÍA

 Constitución policía de Colombia. 1991. Articulo Artículos 37, 56, 218


 Código de conducta para funcionarios encargados de aplicar la ley. Articulo 3
 Ley 1801 de 2016 “Código Nacional de Policía y Convivencia” Titulo II “PODER, FUNCION Y
ACTIVIDAD DE POLICIA” según lo indicado en el Capítulo I “Poder de Policia” Articulos 11,
16, 20 y 56
 Sentencia C223 de 2017
 Sentencia T-391 del 2007
 Resolución No 03514 del 5 de noviembre del 2005 la cual estableció el “manual para el
servicio de policía en la atención, manejo y control de multitudes”
 Resolución 02903 del 2017 “reglamento el uno de la fuerza y el empleo de armas,
municiones, elementos y dispositivos menos letales” para el personal adscrito a la Policía
Nacional

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