bienes corporales son aquellos que tienen una composición física, palpable y
material que además son perceptibles por los sentidos (autos, bicicletas, casas, departamentos, llaves).
Los bienes incorporales son aquellos que no tienen composición física sino abstracta,
no pueden palparse ergo son intangibles además de no poder percibirse por los sentidos. Son en algunos casos derechos y podrían recibir la calificación de bienes muebles (propiedad industrial, intelectual, acciones).
Los bienes fungibles son aquellos que siempre tendrán un reemplazo en el mundo
jurídico (comunes) por lo que cuando sean objeto de una obligación (contrato) siempre serán posibles de encontrar para cumplir la misma.
Los bienes infungibles son aquellos que nunca tendrán un reemplazo en el mundo
jurídico (únicos) por lo que cuando sean objeto de una obligación y se deterioren, extingan o pierdan ello dará lugar al incumplimiento de la obligación (contrato).
Entendemos por bienes consumibles a aquellos que se extinguen tras su primer uso.
Un ejemplo de bien consumible lo tenemos en el caso del contrato de préstamo de
consumo o mutuo, ya que cuando se presta dinero se espera que se nos regrese la misma cantidad, pero no el mismo bien (te presto 100 US$ dólares y me devuelves 100 US$ pero no serán los mismos 100 US$).
Entendemos por bienes no consumibles a aquellos que no se extinguen en su primer
uso sino que solamente se desgastan conforme al tipo y tiempo de uso que se les dé.
Un ejemplo de bien no consumible lo tenemos en el caso del contrato de préstamo de
uso o comodato, ya que cuando prestamos, digamos, un scooter, un auto o una bicicleta esperamos que se nos regrese el mismo scooter, auto o bicicleta con el natural desgaste del bien que el tipo y el tiempo de uso haga ameritar.