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La presión en el disparador debe ser suave, continua y constante.

Suave, cuando más suave sea menos se moverá el guion del arma.

Continua una vez inclinada la presión no debe haber saltos ni interrupciones.

Constante, utilizar la misma intensidad en todo el proceso.

En determinado momento del recorrido se encontrará un punto de resistencia conocido cm


primer descanso que será necesario ir venciendo progresivamente hasta resultar sorprendido
por el disparo.

La mayoría de los practicantes no son sorprendidos por el disparo, sino tratan de anticiparse,
vacilando en la presión, la vacilación es el movimiento convulsivo y brusco para soltar el
martillo, lo que ocasiona que el impacto resulte desviado. Si sabe el momento exacto que su
arma va a permutar, su subconsciente le ordena resguardar su cuerpo contra el retroceso y
ustedes le obedece.

La solución es nunca conocer el momento exacto que va a caer el martillo, aún entonces su
subconsciente lo hará protegerse, pero el momento de reaccionar entre la detonación y su
trabazón hará que el proyectil salga sin desviarse por el nerviosismo.

El dedo no debe separarse nunca del disparador, cuando se va a realizar un disparo, debe
acompañar el recorrido del disparador para volver presionado el dedo índice posee un papel
preponderante no se debe de poner el dedo de manera excesiva.

Un ejercicio recomendado para mejorar la presión sobre el disparador es colocar una moneda
sobre la corredera detrás del guión, La Moneda no se mueve, la presión en el disparo ha sido
uniforme.

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