Extracción accidental de dispositivos biomédicos (tubos endotraqueales, tubos de
drenaje, sondas, accesos venosos centrales y periféricos, catéteres de presiones intracardiacas o intracraneales).
Errores de medicación de alto riesgo (incidentes con medicamentos de alto riesgo
administradas en infusión continua , equivocación de frascos de insulina, dosis de fármacos incorrectamente prescritos o administrados, errores en la dilución de medicamentos vasoactivos, errores en la conservación de medicamentos con condiciones especiales de almacenamiento, y medicamentos administrados al paciente incorrecto).
Administración errónea de sangre y hemoderivados.
Extracción de muestras por métodos invasivos a pacientes equivocados. Errores en la comunicación de indicaciones o resultados críticos. Monitoreo o interpretación inadecuado de parámetros vitales y alarmas de equipos biomédicos. Caídas y lesiones producidas a los pacientes. Infecciones asociadas al cuidado de la salud. Fallas en el funcionamiento de equipos de soporte vital como ventiladores mecánicos, BIPAP y ECMO. Falla en el manejo avanzado de la vía aérea. Falla en los cuidados de pacientes con patologías o procedimientos complejos. El impacto de los eventos puede variar en un rango que va desde ningún daño generado al paciente hasta el daño permanente e incluso la muerte del mismo (evento centinela).