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CIENCIAS POLÍTICAS
TEMA : T2
INTEGRANTE:
FACULTAD DE DISPONER POR LEGADO .
ARTICULO 756.
El legado resulta así un acto de liberalidad que se otorga por testamento a favor de cualquiera,
dentro de la facultad de libre disposición, pudiendo ser en nuestro Derecho de bienes ciertos o de
una parte de ellos.
Es acto de liberalidad.
Es voluntario.
INVALIDEZ DEL LEGADO
ARTICULO 757.
LEGADO DE BIEN INDETERMINADO.
ARTICULO 758.
El artículo 758 prescribe que es válido el legado de un bien mueble indeterminado aunque no lo
haya en la herencia; agregando que la elección, salvo disposición diversa del testador, corresponde
al encargado de pagar el legado, quien cumplirá con dar un bien que no sea de calidad inferior ni
superior a aquél, debiendo tener en consideración la parte disponible de la herencia y las
necesidades del legatario.
LEGADO DE BIEN SUJETO A USO, USUFRUCTO Y HABITACIÓN .
ARTICULO 761.
ARTICULO 762.
Es el caso del causante como acreedor y un tercero como deudor. El testador puede disponer de
este crédito a favor del legatario, teniendo efecto solo en cuanto a aquella parte subsistente en el
momento de la muerte del testador, tal como dispone el artículo citado. Conforme al mismo, el
heredero está obligado a entregar al legatario el título del crédito que le ha sido legado. Este caso
no estaba planteado en el Código anterior de manera expresa, aunque era permisible como el
legado de un bien. Dentro de este concepto puede encuadrar perfectamente el legado de herencia;
es decir, la cesión de los derechos hereditarios que tenga el testador en una herencia determinada.
Curiosamente, el legatario podrá ser en este caso sucesor a título particular en la sucesión del
testador, dado que recibe un bien determinado: derechos hereditarios en una herencia, y sucesor a
título universal en esta última.
ARTICULO 764.
ARTICULO 765.
Se trata de una norma más explícita, aunque innecesaria, pues el dinero es cosa mueble
indeterminada.
ARTICULO 769.
Caduca el legado: 1. Si el legatario muere antes que el testador. 2. Si el legatario se divorcia o se
separa judicialmente del testador por su culpa. 3. Si el testador enajena el bien legado o éste
perece sin culpa del heredero.
ARTICULO 777.
ALBACEAS.
ARTICULO 778.
ARTICULO 779. ARTICULO 780.
ARTICULO 781.
ARTICULO 780.
ARTICULO 783.
Tal como se puede observar la redacción del artículo en comentario tiene un sentido negativo, pues
por remisión a otras normas nos indica quiénes no pueden desempeñar el cargo de albaceas. En
sentido general, la norma prescribe que no pueden ser albaceas aquellos que estén incursos en
alguna causal de indignidad, por ello nos remite al artículo 667, el cual regula los supuestos de
inaptitud para suceder. Dado que el estado de indignidad no se presume, sino que debe ser
declarado por sentencia, es de aplicación también el artículo 668.
ARTICULO 784.
ARTICULO 785.
En líneas generales se puede afirmar que el cargo de albacea es voluntario, de modo que su excusa,
renuncia o aceptación son también voluntarios. En este sentido, la ley no pone restricción alguna a
la posibilidad de que el albacea pueda excusarse de aceptar el cargo. La excusa supone una
declaración de voluntad negativa, es decir, la de no querer ser albacea. Ello significa que ésta no
podrá deducirse del silencio del llamado para el cargo o de una actitud pasiva de su parte.
ARTICULO 786.
En sentido general, debe señalarse que nuestro Código Civil no establece un límite temporal para
que el albacea decida si acepta o renuncia. "Es el juez el que, a solicitud de parte interesada, le fija
un plazo para que exprese su decisión, de donde se deduce que mientras nadie formule el pedido
judicial, el llamado al albaceazgo puede abstenerse de todo pronunciamiento. Y tal abstención no
implica ni aceptación ni renuncia ni la demora es causa de responsabilidad" (LOHMANN).
ARTICULO 787.
ARTICULO 788.
En virtud de lo dispuesto por el artículo 788 del Código sustantivo, constituye regla general la no
representación de la sucesión testamentaria por los albaceas para demandar o responder en juicio.
En efecto, el albacea denominado también ejecutor testamentario es la persona designada por el
testador para el cumplimiento de sus disposiciones de última voluntad. Esta designación puede
recaer en una o en varias personas. La limitación dispuesta en la norma en comentario responde a
la naturaleza de la relación que existe entre testador y albacea, así como a la finalidad de la
designación de este último. Dada la condición de ejecutor de la voluntad expresada
testamentariamente por el fallecido, causante o de cujus que tiene el albacea, su designación tiene
por finalidad el cumplimiento de las disposiciones de última voluntad de aquel.
ARTICULO 790.
ARTICULO 793.
Así, el albacea cumple otras funciones que van más allá de la simple ejecución o cumplimiento de
instrucciones directas del testador. Así, por ejemplo, se encuentra lo prescrito en el artículo 794, en
cuanto a la rendición de cuentas del albacea, la que se efectuará a pesar que el testador le hubiera
eximido de este deber.
ARTICULO 795.
El artículo en comento trata el tema de la remoción del albacea por no haber empezado la facción
de inventarios. La versión original del presente numeral era bastante escueta y defectuosa. Así se
prescribía: "deja de ser albacea el que no empieza la facción de inventarios dentro de los noventa
días contados desde la muerte del testador o dentro de los treinta días de haber sido requerido
para ello, notarial o judicialmente". No obstante esta redacción original del artículo 795 cabe
señalar corrigió el plazo tan corto establecido en el artículo 738 del Código Civil de 1936: "deja de
ser albacea el que no empieza los inv rios dentro de un mes después de muerto su instituyente, sin
incluir en este térmi el que corresponde a la distancia". La jurisprudencia se encargaría de darle un
sentido muy particular a este artículo, como se podrá corroborar con la apreciación de Lanatta más
adelante.
ARTICULO 796.
ARTICULO 797.
No obstante, la norma en comentario únicamente reconoce al albacea la facultad para exigir que se
cumpla la voluntad del testador, tanto durante el ejercicio de su cargo como en cualquier tiempo
después de haberlo ejercido. En su parte final, este artículo limita esta facultad, privando de ella al
albacea que cesó por renuncia o por haber sido removido del cargo. Se entiende esta carencia
referida, obviamente, al tiempo después de haber ejercido el albaceazgo. Durante su ejercicio, es
imposible prever en el caso concreto que dicho cargo va a terminar por renuncia o por remoción
de su titular.
ARTICULO 798.
La revocación de los actos es excepcional en el Derecho. Revocar un acto significa dejarlo sin efecto
alguno por la sola decisión de su otorgante. Sabemos que los actos jurídicos pueden quedar sin
efecto por causal es de nulidad, de anulabilidad, por resolución o rescisión del acto. En cambio, la
revocación al constituir una decisión unilateral de dejar sin efecto un acto jurídico atenta contra el
principio de seguridad jurídica y pone en grave riesgo la seguridad en el tráfico patrimonial de los
bienes. Ésa es la razón por la que la revocación es excepcional y no puede constituir la regla en el
Derecho.
ARTICULO 799.
En efecto, sabemos que las formas o requisitos comunes a todo testamento son cuatro, a saber:
fecha de otorgamiento, firma, nombre del testador y forma escrita. En ese sentido, la revocación
expresa de un testamento al tener que hacerse necesariamente por otro testamento, este otro no
podrá escapar a la ineludible forma escrita común a todo acto testamentario, por eso es que
decimos que la forma de la revocación subyace en la propia forma del acto testamentario. y
decimos que dicha formalidad escrita es solemne o cosustancial al acto (la de la revocación
contenida en el testamento), a pesar de que el legislador patrio no optó por la fórmula de
sancionar expresamente con nulidad su incumplimiento, en razón a que es suficiente que el texto
de la norma bajo comentario disponga que la revocación solo pueda ser hecha de ese modo y no
otro. Finaliza el texto disponiendo que no interesa la forma testamentaria específica que se adopte
para consumar la revocación, sea en testamento ordinario o especial. Esto significa que no existe
jerarquía o prevalencia entre un testamento u otro, pudiendo ser revocado por ejemplo un
testamento en escritura pública por un testamento ológrafo. Claro está y debe entenderse que la
revocación hecha en testamento ológrafo presupone que éste entró en vigor al cumplir con todos
sus requisitos de validez, es decir, que ha sido comprobado y protocolizado tal y como lo exige el
numeral 707 del Código Civil.
ARTICULO 801.
La hipótesis del legislador es aquella en la que la revocación es expresa y también aquella en la que
la revocación es tácita. En ambos casos es posible una revocación parcial del testamento, con lo
cual las disposiciones de los testamentos anteriores recobrarán vigencia en tanto no sean
incompatibles con las disposiciones del último testamento. Así por ejemplo, si en un testamento
anterior se dejan los bienes de la herencia a Carlos, se deja un legado a Manuel y se nombra
albacea a Roberto, y posteriormente el testador otorga un segundo testamento dejando
los mismos bienes a María y el mismo legado a José, debe entenderse que el primero ha sido
revocado salvo en cuanto al nombramiento de Roberto como albacea de la sucesión.
ARTICULO 802.
La legislación vigente establece que el testamento cerrado queda en poder del notario y solo
puede pedir la devolución el propio testador, pues a tenor de lo dispuesto en la norma bajo
comentario el retiro del testamento de la custodia del notario constituye un acto de revocación
testamentaria, y como quiera que la revocación te'stamentaria al igual que la facción del
testamento constituyen actos personalísimos e indelegables, no cabe dar poder a otro, aun
cuando fuere un poder especial, para el retiro del testamento cerrado de la custodia notarial, dada
la connotación e implicancias que conlleva la revocación de un testamento. Si bien es verdad que la
revocación testamentaria expresa solo puede ser hecha por otro testamento, en el caso de la
norma bajo comentario estamos ante una revocación tácita, esto es, los llamados facta
concludentia, aquellos hechos inequívocos y concluyentes que denotan el sentido indubitable de
una manifestación de voluntad. Pero no solo el retiro del testamento cerrado implica su revocación
tácita, también lo es el hecho cuando el propio testador lo abre, desprendiéndose ello de lo
dispuesto en el numeral 803 del Código Civil.
ARTICULO 803.
ARTICULO 804.
Este artículo también regula una hipótesis de revocación tácita a través de la llamada manifestación
tácita de voluntad o facta concludentia. Siendo el testamento ológrafo totalmente privado por la
ausencia de notario y de testigos testamentarios en su elaboración, resulta ser el más frágil de
todos los testamentos. Es claro que si el testador lo rompe, destruye, incinera o corta, la voluntad
de revocarlo es indubitable; sin embargo, la inutilización del testamento ológrafo por parte del
testador no necesariamente puede y tiene que implicar una revocación del testamento. En este
último caso debemos entender por quedar inutilizado cuando de su apariencia, lectura o visión el
documento no es legible, la tinta se ha borrado, el testamento se ha mojado o manchado, o el
documento ha servido de alimento para insectos domésticos, y no se puede apreciar con
objetividad su pleno contenido. En algunos casos la inutilización constituirá una revocación tácita
pero en otros no. Lo que sí no cabe duda es que la inutilización del testamento ológrafo, sea cual
fuere la causa, lo hace perder sus efectos propios.
Conclusiones
REVOCACiÓN DEL TESTAMENTO OLÓGRAFO
Este artículo también regula una hipótesis de revocación tácita a través de la llamada manifestación
tácita de voluntad o facta concludentia. Siendo el testamento ológrafo totalmente privado por la
ausencia de notario y de testigos testamentarios en su elaboración, resulta ser el más frágil de
todos los testamentos. Es claro que si el testador lo rompe, destruye, incinera o corta, la voluntad
de revocarlo es indubitable; sin embargo, la inutilización del testamento ológrafo por parte del
testador no necesariamente puede y tiene que implicar una revocación del testamento. En este
último caso debemos entender por quedar inutilizado cuando de su apariencia, lectura o visión el
documento no es legible, la tinta se ha borrado, el testamento se ha mojado o manchado, o el
documento ha servido de alimento para insectos domésticos, y no se puede apreciar con
objetividad su pleno contenido. En algunos casos la inutilización constituirá una revocación tácita
pero en otros no. Lo que sí no cabe duda es que la inutilización del testamento ológrafo, sea cual
fuere la causa, lo hace perder sus efectos propios.
Legado :
Esta voz repercute con significaciones muy distintas, en numerosas ramas jurídicas; lo cual impone
su desarrollo por separado, con reserva de las consideraciones más amplias y por ello relegadas a la
parte final para, lo de índole sucesoria de carácter patrimonial y civil. Constituye una pieza de
donación hecha en testamento o en otro acto de última voluntad; esto es, la manda que un
testador deja a alguien en testamento, para que se le entregue o transmita luego de morir el
causante. El legado constituye una sucesión a titulo singular, en cosas determinadas a diferencia de
la herencia .
Albacea:
El albacea no puede discutir las clausulas una por una sino aceptar o renunciar; si acepta se atine
a lo ordenado por el testador el albacea es cargo testamentario, de ejecución voluntario, pero de
desempeño obligatorio una vez aceptado, personalísimo y temporal las facultades de la albacea
serán las que establezca el testador ,con arreglo a las leyes y sino las hubiere concretado, el
ejecutor, testamentario tendrá los necesarios poderes, según las circunstancias , para cumplir la
voluntad del causante y custodiar sus bienes hasta la partición .