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FACULTAD DE DERECHO Y

CIENCIAS POLÍTICAS

CURSO : CIVIL 7 SUCESIONES

DOCENTE : ERICK MARK CASINO VALDIVIESO

TEMA : T2

INTEGRANTE:

 CHAVEZ CHOQUE, MIRIAN 

LIMA - PERU – 2021


Análisis de clase de los art.756 al 804 del código civil.
Preámbulo
Para dar inicio al análisis con respecto a los artículos mencionados, tenemos que
distinguir su esencia al concepto de testamento en el que se plasma como
declaración de última voluntad, en principio por escrito y con excepcional validez de
palabra, de carácter patrimonial y acerca de otras cuestiones; documento donde
consta legalmente la voluntad del testador. El testador quien hace el testamento
dispone de todo sus bienes o parte de ellos para después de su muerte, o haciendo
otras declaraciones de trascendencia jurídica.

FACULTAD DE DISPONER POR LEGADO .

ARTICULO 756.

El legado resulta así un acto de liberalidad que se otorga por testamento a favor  de cualquiera,
dentro de la facultad de libre disposición, pudiendo ser en nuestro Derecho de bienes ciertos o de
una parte de ellos.

Es acto de liberalidad.

Es voluntario.

Es con cargo a la cuota de libre disposición.

Es a favor de cualquier beneficiario.

El beneficiario debe ser persona cierta.

Es útil para retribuir favores o como acto de agradecimiento.

Es otorgado solo por testamento.

Debe recaer en cosas ciertas.

Su aceptación es total, incondicional e inmediata.

INVALIDEZ DEL LEGADO 

ARTICULO 757.

ser nulo el legado de lo que en el momento de la trasmisión hereditaria, es cosa de propiedad del


testador". En relación a este planteamiento, De Gásperi dice que "la verdad es que juzgándose la
validez o invalidez legal de las disposiciones testamentarias según la ley en vigor  en el domicilio del
testador  al tiempo de su muerte, no se comprende que la validez del legado de cosa ajena sea
juzgada por la ley en vigor  al tiempo de hacerse el testamento".

LEGADO DE BIEN INDETERMINADO.

  ARTICULO 758.
El artículo 758 prescribe que es válido el legado de un bien mueble indeterminado aunque no lo
haya en la herencia; agregando que la elección, salvo disposición diversa del testador, corresponde
al encargado de pagar el legado, quien cumplirá con dar un bien que no sea de calidad inferior ni
superior a aquél, debiendo tener  en consideración la parte disponible de la herencia y las
necesidades del legatario.

LEGADO DE BIEN SUJETO A USO, USUFRUCTO Y HABITACIÓN .

ARTICULO  761.

Como puede apreciarse, el legislador trató de los derechos reales de garantía en general,


incluyendo todos, y  solo unos derechos reales principales como el usufructo, el uso y habitación,
olvidando la superficie y la servidumbre, casos que también son aplicables y que, por tanto,
debieron incluirse.

ARTICULO  762.

Es el caso del causante como acreedor  y  un tercero como deudor. El testador  puede disponer  de
este crédito a favor  del legatario, teniendo efecto solo en cuanto a aquella parte subsistente en el
momento de la muerte del testador, tal como dispone el artículo citado. Conforme al mismo, el
heredero está obligado a entregar al legatario el título del crédito que le ha sido legado. Este caso
no estaba planteado en el Código anterior de manera expresa, aunque era permisible como el
legado de un bien. Dentro de este concepto puede encuadrar perfectamente el legado de herencia;
es decir, la cesión de los derechos hereditarios que tenga el testador  en una herencia determinada.
Curiosamente, el legatario podrá ser en este caso sucesor  a título particular en la sucesión del
testador, dado que recibe un bien determinado: derechos hereditarios en una herencia, y sucesor a
título universal en esta última.

ARTICULO  764.

Se ha incluido en el Código una disposición que no existía en el anterior referida allegado de


inmuebles, expresando el artículo 764 que si el bien legado es un predio, los terrenos y  las nuevas
construcciones que el testador haya agregado después del testamento no forman parte del legado,
salvo las mejoras introducidas  en el inmueble, cualquiera que fuese su clase. Aunque la norma no
lo dice, es evidente que el valor agregado del inmueble que no forma parte del legado, se trasmite
a los herederos, quienes serán copropietarios del legatario en relación al inmueble, debiendo
determinarse la proporción que a cada cual le corresponde en la copropiedad.

ARTICULO  765.

Se trata de una norma más explícita, aunque innecesaria, pues el dinero es cosa mueble
indeterminada. 

ARTICULO  769.

establece que en el legado de bien determinado no sujeto a condición o plazo, el legatario lo


adquiere en el estado en que se halla a la muerte del testador, enfatizando que desde ese
momento le corresponden los frutos del bien legado y asume el riesgo de su pérdida o deterioro,
salvo dolo o culpa de quien lo tuviere en su poder.
ARTÍCULO 772.

Caduca el legado: 1. Si el legatario muere antes que el testador. 2. Si el legatario se divorcia o se
separa judicialmente del testador por su culpa. 3. Si el testador enajena el bien legado o éste
perece sin culpa del heredero.

ARTICULO  777.

La voluntad es la que resulte de interpretar la declaración contenida en el testamento. Por  lo


tanto, no se requieren fórmulas sacramentales. La voluntad distinta a que se refiere el artículo
puede haber quedado expresada de diversas maneras.

ALBACEAS.

ARTICULO 778.

En la práctica cumplen un papel importante; unas veces  las disposiciones  testamentarias no


resultan en algunos aspectos ventajosas para los herederos, con lo cual se crearía un riesgo de
incumplimiento si se les dejara a ellos mismos  que se ejecute esa voluntad testamentaria, en este
caso los llamados a asegurar  su cumplimiento son los albaceas. Otras veces la intervención del
albacea permite solucionar cuestiones entre herederos mal avenidos. Incluso puede suceder que
no haya herederos  sino legatarios, aquí como es de observar  cumple un rol trascendente.

ARTICULO  779. ARTICULO 780.

ARTICULO 781.

Como conocemos la responsabilidad no se presume, o es impuesta por convenio o por la ley, en


este caso y a tenor de la forma como está redactado el artículo, la solidaridad aquí viene impuesta
por la ley. Entendemos que esta posición legislativa es una suerte de interpretación del silencio del
testador, que ante la omisión de pronunciarse por la no procedencia de la solidaridad, entonces
existe tal responsabilidad.

ARTICULO 780.

El término sucesivo ha de interpretarse aquí en sentido amplio, de manera que el albacea en


segundo lugar nombrado no solo entrará a desempeñar el cargo después del primero, sino también
a falta de éste, aunque en el primer lugar  designado en ningún momento haya llegado a
ser albacea. La forma más sencilla de albaceazgo sucesivo se dará cuando el causante haya
nombrado un solo albacea para que ejerza el cargo y un solo sustituto o también varios sustitutos 
para que lo desempeñen el uno después del otro (PUIG FERRIOL).

ARTICULO 783.

Tal como se puede observar la redacción del artículo en comentario tiene un sentido negativo, pues
por remisión a otras normas nos indica quiénes no pueden desempeñar el cargo de albaceas. En
sentido general, la norma prescribe que no pueden ser albaceas aquellos que estén incursos en
alguna causal de indignidad, por ello nos remite al artículo 667, el cual regula los supuestos de
inaptitud para suceder. Dado que el estado de indignidad no se presume, sino que debe ser 
declarado por sentencia, es de aplicación también el artículo 668.
ARTICULO 784.

El albaceazgo se sustenta en la confianza que deposita el testador en la persona del albacea,


por sus cualidades personales y/o técnicas, para que sea éste quien se encargue de dar
cumplimiento a sus  últimas disposiciones. Entre sus  principales características tenemos que su
nombramiento debe derivar  de testamento en principio, el cargo es voluntario en su aceptación
pero obligatorio en su desempeño, es transferible, personalísimo, ''intuito persona es  temporal y 
prescindible (LOHMANN).

ARTICULO 785.

En líneas generales se puede afirmar que el cargo de albacea es voluntario, de modo que su excusa,
renuncia o aceptación son también voluntarios. En este sentido, la ley no pone restricción alguna a
la posibilidad de que el albacea pueda excusarse de aceptar el cargo. La excusa supone una
declaración de voluntad negativa, es decir, la de no querer  ser  albacea. Ello significa que ésta no
podrá deducirse del silencio del llamado para el cargo o de una actitud pasiva de su parte.

ARTICULO 786.

En sentido general, debe señalarse que nuestro Código Civil no establece un límite temporal para
que el albacea decida si acepta o renuncia. "Es el juez el que, a solicitud de parte interesada, le fija
un plazo para que exprese su decisión, de donde se deduce que mientras nadie formule el pedido
judicial, el llamado al albaceazgo puede abstenerse de todo pronunciamiento. Y  tal abstención no
implica ni aceptación ni renuncia ni la demora es causa de responsabilidad"  (LOHMANN).

ARTICULO 787.

El artículo en comentario se ocupa de señalar  las obligaciones del albacea. En primer término se


establece que el albacea deberá ocuparse de la inhumación del cadáver del testador o de su
incineración si éste lo hubiera dispuesto así. Ello sin perjuicio de lo establecido en el artículo 13 del
Código Civil, el cual dispone que "a falta de declaración hecha en vida, corresponde al cónyuge del
difunto, a sus  descendientes, ascendientes o hermanos, excluyentemente y en este orden, decidir
sobre la necropsia, la incineración y la sepultura sin perjuicio de las normas  de orden público
pertinentes". Uno de los deberes más típicos del albacea, haya o no sucesores universales, es  la
facción del inventario. Esta diligencia debe ser practicada por el albacea, pues a partir  de allí se
determina el acervo, la porción disponible, así como el cumplimiento de los legados (LAFAILLE).

ARTICULO 788.

En virtud de lo dispuesto por el artículo 788 del Código sustantivo, constituye regla general la no
representación de la sucesión testamentaria por los albaceas para demandar o responder en juicio.
En efecto, el albacea denominado también ejecutor testamentario es la persona designada por  el
testador  para el cumplimiento de sus disposiciones de última voluntad. Esta designación puede
recaer en una o en varias personas. La limitación dispuesta en la norma en comentario responde a
la naturaleza de la relación que existe entre testador  y  albacea, así como a la finalidad de la
designación de este último. Dada la condición de ejecutor  de la voluntad expresada
testamentariamente por el fallecido, causante o de cujus que tiene el albacea, su designación tiene
por finalidad el cumplimiento de las disposiciones de última voluntad de aquel.

ARTICULO 790.

Respecto al artículo en comento, conviene aclarar que si bien el testador  solamente instituye


legatarios pero no herederos, no debe entenderse que estos  últimas no existan, sino simplemente
que no fueron designados en el testamento respectivo. En tal sentido, el legislador ha tratado de
proteger a los acreedores del testadar, quienes no pueden ser perjudicados por los actos de
liberalidad de éste, derivando la responsabilidad del cumplimiento de las obligaciones al albacea
nombrado. Uno de los problemas que podría presentarse sería cuando el monto de las  deudas del
testador es mayor que el valor de los bienes legados, lo cual implicaría que la última voluntad del
testador se convierta en un simple deseo imposible de materializarse, toda vez que al no poder
eludir  el pago de las obligaciones  pendientes  y  debiendo cubrir  éstas con los  bienes legados, la
liberalidad nunca podrá concretarse.

ARTICULO 793.

Así, el albacea cumple otras funciones que van más allá de la simple ejecución o cumplimiento de
instrucciones directas del testador. Así, por ejemplo, se encuentra lo prescrito en el artículo 794, en
cuanto a la rendición de cuentas del albacea, la que se efectuará a pesar que el testador  le hubiera
eximido de este deber.

ARTICULO 795.

El artículo en comento trata el tema de la remoción del albacea por  no haber  empezado la facción
de inventarios. La versión original del presente numeral era bastante escueta y defectuosa. Así se
prescribía: "deja de ser albacea el que no empieza la facción de inventarios dentro de los noventa
días contados desde la muerte del testador o dentro de los treinta días de haber sido requerido
para ello, notarial o judicialmente". No obstante esta redacción original del artículo 795 cabe
señalar  corrigió el plazo tan corto establecido en el artículo 738 del Código Civil de 1936: "deja de
ser albacea el que no empieza los inv rios dentro de un mes después de muerto su instituyente, sin
incluir en este térmi el que corresponde a la distancia". La jurisprudencia se encargaría de darle un
sentido muy  particular a este artículo, como se podrá corroborar con la apreciación de Lanatta más
adelante.

ARTICULO  796.

el Código sustantivo contempla ocho situaciones fácticas que causan la terminación del cargo de


albacea, a saber: el transcurso de dos años  desde la aceptación del cargo la conclusión de
funciones; la renuncia con aprobación judicial; la incapacidad física o legal que impida el
desempeño de la función; la remoción judicial a petición de parte debidamente fundamentada; la
muerte de la persona que venía de empeñando el cargo; su desaparición; o la declaración de su
ausencia. En cuanto concierne a la primera de dichas situaciones, la propia norma consagra dos
excepciones: el mayor plazo que hubiera señalado el testador  o el mayor  plazo que conceda el
juez con acuerdo de la mayoría de los herederos.

ARTICULO  797.

No obstante, la norma en comentario únicamente reconoce al albacea la facultad para exigir que se
cumpla la voluntad del testador, tanto durante el ejercicio de su cargo como en cualquier tiempo
después de haberlo ejercido. En su parte final, este artículo limita esta facultad, privando de ella al
albacea que cesó por renuncia o por haber sido removido del cargo. Se entiende esta carencia
referida, obviamente, al tiempo después de haber ejercido el albaceazgo. Durante su ejercicio, es
imposible prever  en el caso concreto  que dicho cargo va a terminar por renuncia o por remoción
de su titular.

ARTICULO 798.
La revocación de los actos es  excepcional en el Derecho. Revocar un acto significa dejarlo sin efecto
alguno por la sola decisión de su otorgante. Sabemos  que los actos jurídicos pueden quedar  sin
efecto por  causal es de nulidad, de anulabilidad, por resolución o rescisión del acto. En cambio, la
revocación al constituir una decisión unilateral de dejar sin efecto un acto jurídico atenta contra el
principio de seguridad jurídica y pone en grave riesgo la seguridad en el tráfico patrimonial de los
bienes. Ésa es la razón por la que la revocación es excepcional y no puede constituir la regla en el
Derecho.

ARTICULO 799.

En efecto, sabemos que las formas o requisitos comunes a todo testamento son cuatro, a saber:
fecha de otorgamiento, firma, nombre del testador y forma escrita. En ese sentido, la revocación
expresa de un testamento al tener  que hacerse necesariamente por otro testamento, este otro no
podrá escapar  a la ineludible forma escrita común a todo acto testamentario, por  eso es que
decimos que la forma de la revocación subyace en la propia forma del acto testamentario. y
decimos que dicha formalidad escrita es solemne o cosustancial al acto (la de la revocación
contenida en el testamento), a pesar de que el legislador patrio no optó por  la fórmula de
sancionar  expresamente con nulidad su incumplimiento, en razón a que es suficiente que el texto
de la norma bajo comentario disponga que la revocación solo pueda ser hecha de ese modo y no
otro. Finaliza el texto disponiendo que no interesa la forma testamentaria específica que se adopte
para consumar la revocación, sea en testamento ordinario o especial. Esto significa que no existe
jerarquía o prevalencia entre un testamento u otro, pudiendo ser  revocado por  ejemplo un
testamento en escritura pública por  un testamento ológrafo. Claro está y debe entenderse que la
revocación hecha en testamento ológrafo presupone que éste entró en vigor al cumplir con todos
sus  requisitos de validez, es decir, que ha sido comprobado y protocolizado tal y como lo exige el
numeral 707 del Código Civil.

ARTICULO 801.

La hipótesis del legislador es aquella en la que la revocación es expresa y también aquella en la que
la revocación es tácita. En ambos  casos es posible una revocación parcial del testamento, con lo
cual las disposiciones de los testamentos  anteriores recobrarán vigencia en tanto no sean
incompatibles con las  disposiciones del último testamento. Así por ejemplo, si en un testamento
anterior  se dejan los bienes de la herencia a Carlos, se deja un legado a Manuel y  se nombra
albacea a Roberto, y  posteriormente el testador otorga un segundo testamento dejando
los mismos bienes a María y el mismo legado a José, debe entenderse que el primero ha sido
revocado salvo en cuanto al nombramiento de Roberto como albacea de la sucesión.

ARTICULO 802.

La legislación vigente establece que el testamento cerrado queda en poder  del notario y solo
puede pedir la devolución el propio testador, pues a tenor de lo dispuesto en la norma bajo
comentario el retiro del testamento de la custodia del notario constituye un acto de revocación
testamentaria, y como quiera que la revocación te'stamentaria al igual que la facción del
testamento constituyen actos  personalísimos e indelegables, no cabe dar  poder  a otro, aun
cuando fuere un poder especial, para el retiro del testamento cerrado de la custodia notarial, dada
la connotación e implicancias que conlleva la revocación de un testamento. Si bien es verdad que la
revocación testamentaria expresa solo puede ser hecha por otro testamento, en el caso de la
norma bajo comentario estamos ante una revocación tácita, esto es, los llamados facta
concludentia, aquellos hechos inequívocos y concluyentes que denotan el sentido indubitable de
una manifestación de voluntad. Pero no solo el retiro del testamento cerrado implica su revocación
tácita, también lo es el hecho cuando el propio testador lo abre, desprendiéndose ello de lo
dispuesto en el numeral 803 del Código Civil.

ARTICULO 803.

La conversión de los actos jurídicos es una figura excepcional en el Derecho, y el caso hipotético de


la norma bajo comentario constituye un típico caso de conversión. Ella se produce cuando el acto
jurídico deja de producir  por cualquier  causa o motivo sus efectos propios dando lugar a la
posibilidad de que otro acto jurídico resurja de los "restos" del acto jurídico primigenio y que su
vez este segundo acto jurídico produzca también sus propios efectos, requiriéndose para ello que
se den todas las condiciones para la validez y eficacia del segundo acto, lo cual significa que las
causas por las cuales se dejaron de producir los efectos propios del primer  acto no tengan que ver
con aquellas que lesionan la estructura esencial del acto jurídico. Además, debe advertirse que si el
legislador  patrio optó por  la solución de la conversión del testamento cerrado en ológrafo siempre
que se conserven cuando menos los requisitos formales de este último, es por la primacía,
preponderancia y  preferencia que tiene la sucesión testamentaria sobre la sucesión intestada.

ARTICULO 804.

Este artículo también regula una hipótesis de revocación tácita a través de la llamada manifestación
tácita de voluntad o facta concludentia. Siendo el testamento ológrafo totalmente privado por la
ausencia de notario y  de testigos  testamentarios en su elaboración, resulta ser  el más frágil de
todos los  testamentos. Es claro que si el testador  lo rompe, destruye, incinera o corta, la voluntad
de revocarlo es indubitable; sin embargo, la inutilización del testamento ológrafo por parte del
testador no necesariamente puede y tiene que implicar una revocación del testamento. En este
último caso debemos entender por  quedar  inutilizado cuando de su apariencia, lectura o visión el
documento no es legible, la tinta se ha borrado, el testamento se ha mojado o manchado, o el
documento ha servido de alimento para insectos domésticos, y  no se puede apreciar  con
objetividad su pleno contenido. En algunos casos la inutilización constituirá una revocación tácita
pero en otros no. Lo que sí no cabe duda es que la inutilización del testamento ológrafo, sea cual
fuere la causa, lo hace perder sus efectos propios. 

Conclusiones

REVOCACiÓN DEL TESTAMENTO OLÓGRAFO 

Este artículo también regula una hipótesis de revocación tácita a través de la llamada manifestación
tácita de voluntad o facta concludentia. Siendo el testamento ológrafo totalmente privado por la
ausencia de notario y  de testigos  testamentarios en su elaboración, resulta ser  el más frágil de
todos los  testamentos. Es claro que si el testador  lo rompe, destruye, incinera o corta, la voluntad
de revocarlo es indubitable; sin embargo, la inutilización del testamento ológrafo por parte del
testador no necesariamente puede y tiene que implicar una revocación del testamento. En este
último caso debemos entender por  quedar  inutilizado cuando de su apariencia, lectura o visión el
documento no es legible, la tinta se ha borrado, el testamento se ha mojado o manchado, o el
documento ha servido de alimento para insectos domésticos, y  no se puede apreciar  con
objetividad su pleno contenido. En algunos casos la inutilización constituirá una revocación tácita
pero en otros no. Lo que sí no cabe duda es que la inutilización del testamento ológrafo, sea cual
fuere la causa, lo hace perder sus efectos propios. 

Legado :

Esta voz repercute con significaciones muy distintas, en numerosas ramas jurídicas; lo cual impone
su desarrollo por separado, con reserva de las consideraciones más amplias y por ello relegadas a la
parte final para, lo de índole sucesoria de carácter patrimonial y civil. Constituye una pieza de
donación hecha en testamento o en otro acto de última voluntad; esto es, la manda que un
testador deja a alguien en testamento, para que se le entregue o transmita luego de morir el
causante. El legado constituye una sucesión a titulo singular, en cosas determinadas a diferencia de
la herencia .

Albacea:

Es el que tiene a su cargo cumplir y ejecutar lo que el testador ha ordenado en su testamento u


otra forma de disposición de última voluntad. En su naturaleza jurídica, podemos decir que el
heredero no representa la testadora, el albacea si. El heredero continuo la personalidad jurídica
del testador y el albacea, en cambio es un mandatario, un representante post mortem del
testador.

El albacea no puede discutir las clausulas una por una sino aceptar o renunciar; si acepta se atine
a lo ordenado por el testador el albacea es cargo testamentario, de ejecución voluntario, pero de
desempeño obligatorio una vez aceptado, personalísimo y temporal las facultades de la albacea
serán las que establezca el testador ,con arreglo a las leyes y sino las hubiere concretado, el
ejecutor, testamentario tendrá los necesarios poderes, según las circunstancias , para cumplir la
voluntad del causante y custodiar sus bienes hasta la partición .

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