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INTEGRANTES:
- NINACONDO MOLLO, JESÚS JHEFERSON
- CUTIPA CALCINA, EVELYN NICOLE
DOCENTE:
GONGORA FERNADEZ, GLENY DOMINGA
ASIGNATURA:
REALIDAD NACIONAL
TEMA:
CONFLICTIVIDAD SOCIAL EN EL PERÚ
GRUPO:
“A”
AREQUIPA – PERÚ
2019
CONFLITIVIDAD SOCIAL EN EL PERÚ
1.-PERSPECTIVAS DE AUTORES
A) THOMAS HOBBES
Las visiones principales del conflicto social radican en los estudios del sociólogo
Thomas Hobbes.
Hobbes resalta que la sociedad está en constante cambio, y está conformada por
elementos contradictorios que generan necesidades, inestabilidad, violencia y abuso de
poder.
B) RALF DAHRENDORF
Por otra parte, el sociólogo y filósofo Ralf Dahrendorf ha contribuido con la sociología
de los conflictos diseñando un modelo teórico donde explica el origen de los conflictos
sociales y las causas. Su visión aclara la existencia del sistema social integrado con el
conflicto.
Cada conflicto tiene por lo menos tres elementos que lo componen: los actores, los
problemas y el proceso. Los actores son aquellos cuyos intereses están directamente
enfrentados. De un lado, están los que plantean las demandas y, del otro, los presuntos
responsables de los problemas. También son actores quienes colaboran con la solución a
los problemas. La Defensoría del Pueblo, por ejemplo.
Los problemas se dan porque al principio no hay una misma perspectiva, cada quien
habla desde sus intereses o sus creencias. Pero si se hace un buen análisis y se socializa
la información se puede avanzar hacia ideas cada vez más compartidas. El proceso es la
manera cómo discurre el conflicto, su dinámica. Puede haber protestas públicas o
medidas de fuerza que buscan presionar en favor de sus objetivos; puede haber procesos
de diálogo guiados por reglas aceptadas por las partes o reuniones precarias y poco
confiables; puede contarse con un facilitador o mediador o negociarse de manera
directa. Está claro que los procesos que están más cerca de alcanzar soluciones son
aquellos que tienen legitimidad, son colaborativos y eficaces.
FUNCIONALES
Estos son los que se presentan con mayor intensidad. Sin embargo, mantiene y mejora la
situación del problema entre ambas partes. Es decir, es un conflicto que termina siendo
beneficioso.
DISFUNCIOANALES
Por otra parte, los conflictos disfuncionales son aquellos que limitan e impiden una
armonía en el desarrollo de una empresa, grupo o sector del estado.
Este tipo de conflicto crea violencia, afectando el equilibrio emocional y físico de los
involucrados. También disminuyen la creatividad, la productividad y las actividades
personales.
A pesar de que las cifras mostraban que los proyectos mineros y petroleros tenían éxito
en tanto lograban iniciar luego sus operaciones, la resistencia a la presencia de este tipo
de inversiones fue creciendo y generando mayores conflictos sociales. Estos pusieron en
evidencia los gruesos y lamentables errores que el Estado y las empresas mineras y
petroleras cometieron en todo el proceso de concesiones y ampliación de operaciones.
La disputa por este recurso natural, ha estado presente siempre en las comunidades y
poblaciones rurales en todo el país. Ha enfrentado a distintos actores sociales, toda vez
que constituye un bien escaso y, al mismo tiempo, esencial para las actividades
productivas agrarias, industriales y mineras, así como para el funcionamiento de la vida
en general. Los conflictos de este tipo han tenido la particularidad de ser reiterativos,
han perdurado en el tiempo y han generado divisiones entre comunidades, distritos,
provincias y, ahora, regiones. Los precarios consensos y equilibrios logrados luego de
las disputas, volvían siempre a activarse cuando escaseaba este recurso o se ponía en
entredicho los derechos de uso del agua de los ríos y lagunas; no obstante, la
peculiaridad de estos enfrentamientos es que no trascendían los espacios locales o de
cuenca en los que se presentaban.
Los conflictos en los espacios regionales y locales, se originan por las demandas al
Gobierno nacional de las regiones que piden más recursos y competencias; no obstante,
gran parte de la actual conflictividad social en el interior del país, está basada en la
oposición de la población y los grupos sociales organizados contra sus propias
autoridades municipales provinciales y distritales, así como contra sus autoridades
regionales.
Este conflicto ha sido llevado por la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, que
demandó al Gobierno nacional mayores competencias y atribuciones en la
administración del uso de sus recursos, básicamente, de presupuesto.
Hoy en día, se aprecia un giro que será uno de los puntos medulares de la oposición a
las concesiones mineras y petroleras. Se trata de un conflicto por dar paso a los procesos
de zonificación ecológica y económica para el ordenamiento territorial, iniciado por las
regiones, como condición básica para las concesiones mineras, petroleras o gasíferas.
Este proceso, que paraliza los proyectos de inversión, ha sido planteado ya por los
Gobiernos regionales de Cajamarca, San Martín, Arequipa, Cusco y, recientemente,
Puno. Es probable que a corto plazo se aprueben ordenanzas regionales (y municipales,
también) que pongan en situaciones límite las relaciones existentes entre las regiones y
el Ejecutivo. Si bien estos no serán propiamente conflictos de gobernabilidad, pondrán
en tensión constante el proceso de descentralización.
B) LOS CONFLICTOS LOCALES Y LA CRISIS DE GOBERNABILIDAD
REGIONAL Y LOCAL