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El Dr. Bach enseñó a sus asistentes Nora Weeks y Victor Bullen cómo preparar los
remedios y todo sobre las plantas que deben ser utilizados. Nora y Victor a su vez
entrenó a John Ramsell y a Nickie Murray, y cuando Nickie se retiró del Centro, John
enseñó a su hija, Judy Ramsell Howard.
Judy es la actual Directora Gerente del Centro, y ella y su esposo Keith entre ellos tienen
cincuenta años de experiencia en la elaboración de tinturas madres.
Se utilizan dos métodos para preparar remedios. La mayoría de las flores más delicadas
se preparan utilizando el método del sol, en el que las flores se flotan en agua pura
durante tres horas, en la luz directa del sol.
Plantas más leñosas, y las que florecen cuando el sol es débil, se preparan generalmente
por el método de ebullición - es decir, las flores se hierven durante media hora en agua.
En ambos casos, una vez que el calor ha transferido la energía de las flores al agua, el
agua energizada se mezcla con una cantidad igual de brandy. Esta mezcla es la tintura
madre.
La tintura madre se diluye en el brandy (en una proporción de dos gotas de tintura
madre a 30 ml de brandy) para hacer las botellas se venden en las tiendas.
La fabricación de remedios en la actualidad
Hasta 1991, el equipo del Centro Bach preparó, diluyó y embotelló sus propios
remedios en Mount Vernon y los envió a tiendas de todo el mundo.
Pero a medida que la demanda mundial creció, el Centro no pudo mantener el ritmo, y
tomamos la decisión entre 1991 y 1993 para vender nuestro negocio de remedios a una
compañía llamada Nelsons.
Hoy en día hay muchas empresas que hacen versiones de los 38 remedios. Cualquier
remedio bien hecho va a funcionar tan bien como cualquier otro, y nuestro consejo es de
elegir la marca en la que confia usted.
Aquí en el Centro vendemos la marca de Nelsons, ya que está hecho de plantas locales,
muchos de los cuales crecen en forma silvestre en el jardín del Centro Bach. La persona
que hace los remedios, guiada por Judy y Keith, conoce y sigue utilizando lugares
identificados por primera vez por el Dr. Bach en la década de los 1930.
La sencillez
Tinturas madre
El fabricante recogerá suficientes ramitas en flor como para llenar dos cacerolas. Verterá
agua en las cacerolas y las pondrá a hervir sobre la estufa. Cuando hayan hervido por
media hora las pondrá afuera en el jardín para que se enfríen.
Más tarde filtrará el líquido y lo verterá en botellas de uso médico color marrón con
capacidad para un litro, mezclado en partes iguales con brandy. Esta es la tintura madre
que será etiquetada y almacenada.
Mientras esperar a que el árbol florezca hay otras cosas que hacer. El Centro Bach recibe
correos electrónicos de todo el mundo, la mayoría preguntado cómo usar los remedios.
La gente llega a confundirse por las diversas ideas, métodos y creencias ligadas a los
remedios, e inclusive asuntos tan claros como la cantidad de gotas diluidas a tomar
cada vez pueden resultar confusos cuando escritores diferentes recomiendan todo
desde dos a 16 gotas a la vez.
De hecho, la dosificación es tan sencilla como hacer un remedio: todo lo que necesita
hacer es leer las indicaciones y tomar los remedios que piensa que necesita.
Historia
Aquí pasamos mucho tiempo hablando sobre la sencillez, lo cual considero que
demuestra, que para mucha gente la sencillez es un asunto difícil y complicado.
Ciertamente la historia de los remedios sugiere que puede pasar mucho tiempo hasta
alcanzarla.
El Dr. Bach se recibió como médico en 1912 y al recibir su título dijo: 'me va a tomar 5
años para olvidarme de todo lo aprendido'. De hecho requirió de más tiempo. Fueron
18 años después cuando finalmente dio la espalda a la investigación ortodoxa, rompió
los tubos de ensayo de su laboratorio y abandonó Londres.
El descubrimiento de las 38 flores de Bach le tomó otros cinco años. A lo largo del
camino el Dr. Bach perfeccionó dos métodos completamente nuevos para preparar
medicina de las plantas - los métodos de sol y ebullición, que sigue siendo utilizado hoy
en día.
El Dr. Bach declaró su sistema concluido cuando tuvo todos los remedios que
necesitaba - 38 preparados en total, que entre sí podrían generar casi 293 millones
diversas combinaciones y sin embargo son tan sencillos de hacer y usar que cualquiera
podría hacerlo.
Se podría esperar que tras su muerte dejara estanterías llenas de notas y publicaciones
escritas para la posteridad. Pero en este sentido también había decidido dejar las cosas
tan claras y sin confusión como le fuera posible.
Así, mientras se encontraba en el proceso de encontrar los nuevos remedios, el Dr. Bach
iba desechando ideas y teorías innecesarias para su práctica. El laboratorio y la
investigación ortodoxa fueron los primeros en irse, pero aún seguiría más.
Hacia el final hizo una fogata en el jardín de Mount Vernon, donde quemó muchas de
sus primeras notas, con la determinación a que no sobrevivieran para evitar confundir y
desviar a la gente en el futuro. Todo lo que se necesitaba decir estaba dicho en las 32
páginas de Los Doce Curadores.
'Considero que ya has visto cada fase del trabajo,' le escribió a su amigo Victor Bullen en
octubre de ese año, un mes antes de su muerte. 'Eso, que empiecen a aparecer agencias
materialistas que distorsionen nuestro trabajo, demuestra su valor, porque la distorsión
es un arma más grande que el intento de destrucción.'
En la misma carta define la trayectoria que deberían seguir sus sucesores. 'Nuestro
trabajo es mantenernos firmemente adheridos a la sencillez y pureza de este sistema de
sanación,' dice. 'Y cuando se haga necesaria la próxima edición de Los Doce Curadores
tendremos que tener una introducción más amplia, resaltando con firmeza la inocuidad,
la sencillez, y los poderes curativos milagrosos de los remedios.'
Los valores y el cambio
Sencillez y pureza: el Centro Bach existe porque Victor y Nora Weeks y Mary Tablor, el
equipo de Dr Bach, le prometieron que continuarían manteniendo esos valores.
Pero los tiempos cambian, dice la gente. Las cosas son más complicadas. Hay toda clase
de técnicas de gran alcance disponible ahora y con que no se contaban en los tiempos
del Dr. Bach - técnicas que se podrían haber utilizado, si hubiera tenido acceso a ellas. Y
cada semana escuchamos de una nueva manera de seleccionar o aplicar o hacer los
remedios, o de nuevos remedios que podrían adicionarse a los 38 originales -
seguramente que algunas de estas ideas son valiosas y dignas de incorporarse o
apoyarlas de alguna manera?
Cualquier persona es libre de buscar otras maneras de trabajar con estos remedios, o
preparar nuevas esencias, o desarrollar construcciones teóricas o religiosas propias.
Nuestro camino es diferente.
En los días del Dr. Bach era posible leer Los Doce Curadores y experimentar
directamente la sencillez y pureza de la concepción original. Gracias a los esfuerzos de
los herederos del Dr. Bach - nuestros predecesores en el Centro Bach - la gente sigue
teniendo la misma oportunidad hoy en día. Nuestro deber ahora y mañana es
cerciorarnos de que el sencillo corazón del trabajo siga latiendo en el futuro.
Esto significa más que simplemente seguir imprimiendo los libros del Dr. Bach y
manteniendo la casa abierta a visitantes. También significa estar presentes, como lo
estuvo el Dr. Bach y lo estuvieron Nora y Victor, para hablar de su trabajo y recalcar su
sencillez ante cualquier complicación o adición. Hay gurús y curas en todas partes para
aquellos que los necesiten. Lo nuestro es una iglesia baja, con menos formalidades y
menos ritos, donde la sencilla esencia original continúa siendo como la de 1930.
Lo que significa que quieren usteded que el tiempo se pare. No desean adicionar al
trabajo, aunque las adiciones pueden hacerlo más útil..
El Dr. Bach gozaba del don de la curación a través de la imposición de sus manos, pero
él entendía que este don no era compartido por todos, y que no podría ser aprendido o
transmitido fácilmente. Los remedios y los sencillos métodos para su utilización pone
ese mismo poder al alcance de todos.
'Tan sólo piensen en la alegría que representa para cualquier persona, que así lo desee,
poder hacer algo por aquellos que están enfermos,' exhortó en una conferencia en
Wallingford dos meses antes de su muerte. 'Les da el poder de ser sanadores entre sus
prójimos.'
Este es el mensaje central del Dr. Bach: todos somos sanadores. Cualquiera puede
utilizar los remedios. Cualquiera puede curar y, durante el proceso, llegar a entender
quiénes son y tomar las riendas de sus propios destinos.
El Dr. Bach trabajó por varios años en hospitales y estaba muy consciente del efecto
negativo que éstos provocan sobre el espíritu humano. Después de salir de Londres y
de comenzar su trabajo con los remedios florales soñó con otra clase de hospital, un
hospital donde la gente pudiera ir libremente en la búsqueda de si mismos y de
aprender las lecciones que la vida les enseña.
Soñó con médicos que comprendieran a la gente como individuos y que estudiaran la
naturaleza humana, en lugar de en tubos de ensayo y resultados clínicos de laboratorio;
e imaginaba a los pacientes haciéndose cargo de su propia salud, entendiendo y
aceptando las necesidades de sus almas, en lugar de atender únicamente las
necesidades del cuerpo.
Palabras hermosas: pero los remedios se venden como vegetales en el mercado. ¿Dónde
radica la auto-ayuda en eso?
Cualquiera puede hacer sus propios remedios, y esta es la razón por la cual las
instrucciones para hacerlos nunca fueron patentadas, sino que por el contrario se
publicaron, primeramente en las primeras ediciones de Los Doce Curadores y
posteriormente en el libro de Nora y Victor, Illustrations and Preparations (Ilustraciones
y Preparados).
Por razones obvias la mayoría de la gente encuentra más fácil y conveniente utilizar los
remedios ya preparadas por otras persona para su uso. Para resolver esta necesidad el
Dr. Bach y más tarde Nora y Victor prepararon sus propios remedios para distribuirlos
a los pacientes, y distribuían la tintura madre a un número selecto de farmacias en
Londres, con las indicaciones para que las diluyeran en botellitas de remedios y las
distribuyeran a través de sus tiendas.
Hoy en día las tinturas hechas con las plantas en el jardín del Centro Bach van a una de
esas tres compañías originales, Nelsons, que distribuye los remedios en todo el mundo.
Además hay otras empresas que hacen sus propias marcas de los 38 remedios - Healing
Herbs, Ainsworths y otras. En lugar de ser vendidos en algunas farmacias se pueden
comprarlos fácilmente en tiendas normales. Se puede encontrarlos en tiendas en los
aeropuertos, se pueden comprarlos en los supermercados.
¿Qué pensaría el Dr. Bach de esto?
Cualquier idea del Dr. Bach como un hombre místico, etéreo y esotérico, que sintiera
rechazo por la gente común, está muy lejos del hombre que conocemos. El auténtico Dr.
Bach cantaba canciones en el bar del pueblo y jugaba fútbol con los niños de la
localidad. El verdadero Dr. Bach desafió al Consejo Médico General colocando un
anuncio en los periódicos, y cuando le escribieron para censurarlo, contestó con las
siguientes palabras: 'el anuncio era beneficioso para el público, lo cual considero, que es
el trabajo de nuestra profesión.'
El Dr. Bach hubiera estado encantado de ver que los remedios se llevaran a los
mercados junto con las coles, porque de esta manera se le facilitaría a la gente su
compra y uso. 'Quiero que sea tan sencillo como esto,' diría, 'si estoy hambriento iré al
jardín por una lechuga; si estoy asustado y enfermo, tomaré una dosis de Mimulus.'
La gente que vive en la ciudad y que no tiene un jardín compra sus lechugas en los
supermercados; llegará el día cuando tengan la posibilidad de conseguir sus flores con
la misma facilidad.
Nunca lo hemos ocultado: la sencillez es, para nosotros, tan dura de mantener como
alcanzarla lo fue para el Dr. Bach. Desde el tiempo de Nora Weeks hemos luchado por
mantener los remedios sin cambios y al alcance del mayor número de personas. Esta
tarea nos ha conducido a través de tareas que parecen encontrarse a años luz de
distancia de los tazones, las ollas y las flores - tales son las directrices del Consejo de la
Comunidad Europea y sus regulaciones, inspecciones oficiales, control de calidad,
estándares ingleses, seguro contra incendio.
De vez en cuando hemos visto conflictos y desacuerdos. Por un lado están los que
quieren que los remedios sean misteriosos y mágicos y exclusivos. Por otro lado están
los - de igual entusiasmo - que quieren venderlos como jabón, con poco respeto a los
valores básicos del sistema original.
Pero los tazones, las ollas y las flores continúan. Y el mensaje de auto-curación sigue
siendo lo mismo que en los tiempos en los que el Dr. Bach caminaba a Wallingford en
1936 para dar a conocer su trabajo al mundo. El hospital del futuro, ese santuario de
paz, esperanza y alegría, se encuentra ahora en nosotros. Sólo tenemos que elegir
descubrirlo.
"...las 38 hierbas curan suavemente y sin duda, como no hay plantas venenosas entre
ellas, no hay temor de efectos perjudiciales de sobredosis o prescripciones incorrectas."
http://www.floresbach.com/