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Propuesta:
A medida que desarrollamos los contenidos de la primera unidad del Programa de Historia de
Primer Año en clase, busca material y completa el siguiente cuadro, con los datos históricos
que corresponda.
Luego deberás presentar este cuadro (al cual, además, debes agregarle imágenes, gráficas,
textos,…) utilizando tu XO, de acuerdo al formato que tú mismo elijas.
Este trabajo puede realizarse de manera individual o en grupos de no más de dos (2)
alumnos (cada uno de los cuales debe tener una copia de lo elaborado). Deberá ser
entregado en una fecha a confirmar; podrá ser entregado de forma impresa o ser enviado a
la siguiente dirección de correo: mariselcch@gmail.com
Asignatura HISTORIA.
Prof. Marisel Cuello Chaparro.
Liceo Conchillas. Grupo: Primer Año.
Historia. Primer Año.
Unidad 1: “Introducción a los estudios históricos”.
Actividad: “Bicentenario de la Revolución Oriental a través del análisis histórico”.
Como ya se explicó en la propuesta de esta actividad, la misma se centra en el ejercicio de aplicar cada uno de
los conceptos analizados en la primera unidad del Programa de Historia de Primer Año (asociados
principalmente al desarrollo del análisis histórico), a la comprensión de los principales hechos de la Revolución
Oriental, en el año de su Bicentenario (1811 – 2011).
Para comenzar, y como ayuda para el desarrollo de esta actividad, se presentan a continuación algunos
materiales sobre el significado de la Revolución Oriental, los principales hechos ocurridos a lo largo de ella, su
significado histórico fundamental para todos los uruguayos, características de su desarrollo,… Utilízalos como
apoyo para iniciar la actividad y compleméntalos con los materiales que hayas conseguido.
Como ya sabemos, el territorio que hoy ocupa nuestro país formaba parte de los dominios del Imperio Español
en América. En este territorio, en 1680, los portugueses, intentando apoderarse de él, fundaron Colonia del
Sacramento, que después de muchas idas y venidas, pasó definitivamente a manos españolas (por el tratado
de San Ildefonso de 1777).
Como forma de afianzar su dominio sobre esta zona (ubicada en una posición geográfica estratégica, bien
comunicada tanto con el resto del continente como con el resto del mundo, y con praderas naturales muy ricas
para la crianza de ganado), los españoles fundaron la ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo entre
1724 y 1730, a la que siguió la fundación de otros pueblos que contribuyeron a consolidar la dominación
española sobre nuestro territorio.
Desde estos inicios ya en nuestro territorio se planteaba una creciente diferenciación entre la ciudad de
Montevideo y la campaña semidesierta, sólo recorrida por los gauchos. Aquí, la ausencia de cercos, la
abundancia de ganado suelto (cimarrón), hicieron muy difícil la afirmación de la propiedad privada y aumentaron
la inseguridad tanto de bienes como de personas en la campaña. Así se generó el problema del “Arreglo de los
campos”, que significaba legalizar la propiedad de la tierra y el ganado.
Por el otro lado, Montevideo se consolidaba como un importante puerto, una de las más importantes plazas
fuertes y comerciales de la América Española, en clara competencia con el puerto de Buenos Aires, capital del
Virreinato del Río de la Plata. Esta oposición fue uno de los factores que motivó el surgimiento de un
movimiento localista entre los habitantes de cada ciudad, que luego se transformaría en nacionalismo.
Montevideo fue durante largo tiempo un centro de lealtad a España; en 1808 (tras las invasiones inglesas a
Buenos Aires), se creó en Montevideo la primera Junta de Gobierno creada en América, siguiendo el ejemplo
español: la “Junta de Montevideo” a favor de las autoridades españolas. Poco después de esto estalló en
Buenos Aires la llamada “Revolución de Mayo” de 1810, que creó la “Junta de Mayo” en dicha ciudad,
iniciándose así la Revolución en el Río de la Plata en contra del dominio español sobre la región.
En medio rural Oriental se volcó hacia esta Junta de Mayo; es
así que el 28 de Febrero de 1811 estalló en Asencio (Soriano) la
“Revolución Oriental”: un grupo de gauchos dirigidos por
Pedro Viera y Venancio Benavídez dio el “Grito de Asencio”,
capturó Mercedes y Soriano, y desencadenó la rebelión de los
caudillos más importantes del país (entre ellos, Rivera y
Lavalleja). Esta fue la “Admirable Alarma” que se propagó
desde los cuatro puntos cardinales de la Banda Oriental. Al
mismo tiempo, el Capitán de Blandengues, José Gervasio
Artigas, desertó de su cargo en el ejército español y se unió al
movimiento bonaerense en contra de la dominación española.
Su carisma y sus cualidades lo convirtieron en el líder de hacendados, gauchos, indios, “hombres sueltos” que
formaron su ejército, quienes, como escribió el propio Artigas, “(…) corrían de todas partes a honrarse con el
bello título de soldados de la Patria.”
Asignatura HISTORIA.
Prof. Marisel Cuello Chaparro.
Liceo Conchillas. Grupo: Primer Año.
Al estar Artigas ya en la Banda Oriental, en abril de 1811, toda la campaña se le unió, proporcionando hombres
para formar un ejército popular, mal
armado pero con una temible
caballería que pronto dominó todo
el sur de la Banda y logró la
primera victoria militar de la
revolución en la Batalla de las
Piedras, el 18 de mayo de 1811.
Luego de esta victoria, la ciudad de
Montevideo fue sitiada, ante lo cual
el gobernador español de la ciudad,
Elío, pidió ayuda a Portugal, que
envió un ejército de socorro. Para
detener esta invasión, Buenos
Aires firmó un armisticio con Elío
que le devolvía su autoridad sobre
la Banda Oriental, y que no contó
con el acuerdo de los Orientales.
Desplazados de las decisiones que comprometían su tierra, los Orientales se constituyeron en un colectivo con
voluntad propia. El 10 de setiembre tuvo lugar una asamblea en la Panadería
de Vidal, en las inmediaciones de las calles actuales de Requena y Yaguarí,
donde se resolvió comunicar a la Junta de Buenos Aires que los Orientales
estaban dispuestos a seguir la lucha solos. Pero en Buenos Aires, pocos días
después, un Triunvirato sustituyó a la Junta en busca de mayor ejecutividad en
las decisiones. Resuelto a continuar las conversaciones de paz, el nuevo
órgano culminó la negociación con los españoles con la firma de unas bases
de acuerdo. El 10 de octubre tuvo lugar una segunda asamblea, en la
llamada "Quinta de la Paraguaya", ubicada en el cruce actual de Garibaldi y
8 de Octubre. Esta reunión contó con la presencia del secretario del triunvirato,
el Dr. José Julián Pérez, que había suscrito el acuerdo con los representantes
de Montevideo. Ante él reiteraron los Orientales su postura, admitiendo el
levantamiento del sitio de Montevideo pero nunca el tratado entre Buenos Aires
y el gobierno españolista de Montevideo, y eligiendo, en ese mismo acto, a José Artigas como su general en
jefe, a fin de proseguir la lucha.
Pero la opinión de los Orientales no fue tenida en cuenta, ni siquiera considerando que era la suerte de su tierra
la que estaba en juego. La ratificación del armisticio encontró a las milicias Orientales en Paso de la Arena,
donde se produjo una tercera asamblea. Sin otra alternativa que levantar el sitio, los patriotas quedaron en
medio de dos frentes: el español y el portugués, que proseguía su avance sobre el territorio.
Asignatura HISTORIA.
Prof. Marisel Cuello Chaparro.