La probabilidad empezó a resaltar cuando en los juegos de casino se necesitaban
herramientas para calcular los posibles resultados que asegurasen la victoria. Luego nuestras decisiones sobre el clima, encontrar alguien perdido en el mar con un patrón de búsqueda con matemáticas cotidianas. Hay un concepto llamado la sabiduría de la multitud, en la que consiste hallar un único resultado, en base al promedio de múltiples aproximaciones del resultado creído. Como ocurre en el experimento del parque de diversiones donde hay un frasco con muchas gominolas en el que se pregunta a varios individuos cuantas creen que hay en el frasco, al tener varias respuestas y promediarlas se podrá ver que hay un resultado muy aproximado al esperado con tasa de error mínima. Un matemático hizo una observación de que entre más veces se juegue un juego de azar, las probabilidades matemáticas podrán predecir los siguientes resultados. Lo que se comprobó más tarde como la ley de grandes números (the law of large numbers). Si se lanzara una moneda 100 veces, el 50% de ellas sería cara y el otro 50% cola. 100 en especial, es la ley de los números grandes. Los casinos aprovechan estas probabilidades y las aumentan en su favor, dando una ligera ventaja en contra de los jugadores. Un ejemplo de esto es la ruleta americana que tiene grabados en casillas los números del 1 al 36 mitad rojo mitad negro pero también tiene una ranura de 00, en la que si cae la bola perderá el jugador, asegurando asi que asi se apueste por el color negro o rojo, siempre el casino tendrá la ventaja a largo plazo. La probabilidad moderna se fue originando a partir de un juego donde se lanzaba una moneda 5 veces y ellos debían apostar por un lado, cara o sello. Si las dos primeras veces caía cara y la tercera sello, en las dos siguientes, la cara tendría 3 casos donde puede ganar el juego mientras que el sello solo un caso. En lo que se podría decir que nos adelantamos a los eventos, viendo que eventos posibles pueden ocurrir en el futuro y de esta forma, elegir los casos más favorables. Con esto en la modernidad, se intenta predecir el futuro en el mercado de valores, seguros y web. Con los datos correctos se puede calcular la probabilidad de eventos futuros. Temperatura, presión dirección en la atmosfera son ejemplos de datos que contribuyen a la predicción del clima. El P-Valor es la probabilidad de que ocurra un evento de forma al azar, tomando un evento como cierto. Un ejemplo puede ser de si un estafador dice que al lanzar una moneda siempre puede sacar cara. Por lo que pondremos dos eventos, en el que esto sea cierto y use una moneda común, y otra su contra parte, donde use una moneda de truco. El matemático Fisher mencionaba que una de cada 20 oportunidades, ósea 0.05 representa un suceso de muestra inusual. Por lo que para el caso del estafador supondremos que hay un 0.05 de posibilidades de que su premisa sea cierta y no use una moneda de truco, pero, si haciendo experimentos como tirar la moneda un par de veces, se supera el 0.05 de posibilidades al favor del estafador, comenzara a ser sospechoso y a tener otras influencias que pueden estar dando esos resultados favorables, como una moneda trucada. Para un rescate en bote, se lee la última posición del objetivo, las corrientes y vientos y la combina con información de cómo los objetos se desplazan en el agua para simular los diferentes eventos que el objetivo pudo haber tomado. Respecto a todo esto, se va abriendo un rio de posibilidades donde podríamos predecir desde enfermedades hasta lo que se necesita para tratar la misma, minimizar la tasa de error de un mecanismo, calcular las probabilidades de éxito de un juego y hacernos a favor de estas. La utilidad de las estadísticas en una ingeniería como la de sistemas, tiene el potencial para crear una inteligencia artificial, capaz de detectar rasgos faciales basándose en múltiples patrones que se repiten para encontrar una moda a la que se vallan aproximando como lo sería la ley del numero grande, incluso capaz de replicar nuestro lenguaje y entablar una conversación coherente con un humano, o ayudarnos a hacer predicciones sobre hacia donde nos conviene invertir, y entre otras utilidades que puedan realizarse teniendo siempre, los datos adecuados.