Suscríbete a DeepL Pro para poder editar este documento.

Entra en www.DeepL.com/pro para más información.

El impacto de la producción brasileña de

biocombustibles en la
Amazoniaˆ
Robert Walker
Departamento de Geografía, Universidad Estatal de Michigan

La demanda mundial de energía aumentará a lo largo del siglo XXI. La competencia por los recursos
energéticos ya ha puesto de manifiesto líneas de fractura geopolíticas, y la dependencia de las economías
industriales de los combustibles fósiles promete mantener a las naciones en vilo. Ha surgido un consenso
generalizado de que las sociedades deben hacer la transición a una nueva base energética, dado que el
combustible fósil no es renovable y su combustión provoca el calentamiento global. Aunque alternativas como
la energía nuclear y la hidroeléctrica proporcionan un importante suministro eléctrico a nivel local, la búsqueda
continúa, y recientemente se ha prestado mucha atención al biocombustible. Aunque el biocombustible
representa una energía renovable y "verde", también tiene sus inconvenientes. Este artículo examina un
problema potencial, a saber, el impacto de la creciente demanda internacional de biocombustibles en la
Amazonia. El artículo se centra en Brasil, dado el explosivo crecimiento de la agricultura brasileña, yˆ los
notables efectos sobre los bosques dentro de sus fronteras nacionales. El artículo trata de responder a esta
pregunta: ¿Cómo repercutirá la demanda mundial de productos básicos terrestres de Brasil, incluido el
biocombustible, en sus bosques tropicales de la cuenca del Amazonas? Para intentar responder a esta pregunta,
el artículo describe la reciente expansión agrícola de Brasil y su emergente panorama de energías renovables.
Utilizando una adaptación de la teoría de la renta, enmarca un concepto de cascada paisajística y muestra cómo
el paisaje en expansión de la energía renovable en Brasil está impactando en las zonas forestales a gran
distancia. A continuación, el artículo examina las recientes proyecciones de la demanda de tierras amazónicas
hasta 2020, dado el crecimiento de la producción de biocombustibles y de la cabaña ganadera brasileña. Las
proyecciones indican que se demandará más tierra amazónica de la que ha puesto a disposición la política
medioambiental brasileña. Teniendo en cuenta este resultado, el artículo discute el desmembramiento
discursivo de la Amazonia y cómo esto se articula con los esfuerzos de los políticos brasileños para aumentar la
oferta de tierras de la región. El artículo señala que la intensificación agrícola es la clave para satisfacer la
demanda global sin degradar la selva amazónica, un paisaje único en el mundo por su riqueza ecológica y
cultural. Palabras clave: Amazonia, biocombustible, Brasil, deforestación.ˆ

La demanda global de energ'ıa se incrementara durante el siglo XXI. La competencia por los recursos energ'
eticos' ya revela l'ıneas de falla geopol'ıticas, y la dependencia de las econom'ıas industriales de combustibles
f'osiles' promete mantener algunas naciones en vilo. Ha surgido un consenso generalizado de que las sociedades
deben hacer la transici'on hacia nuevas bases de energ'ıa, en consideraci'on a que el combustible f'osil no es
renovable' y a que su combusti'on lleva al calentamiento global. Aunque alternativas como la energ''ıa nuclear y
la energ'ıa hidr' ulica proveen localmente una importante oferta de electricidad, la b' usqueda sigue
adelante y recientemente' mucha de la atenci' on se ha concentrado en los biocombustibles. Aunque el
930
biocombustible representa una' energ'ıa renovable y "verde", tambi'en tiene su lado malo. Este art' ıculo
considera un problema potencial, es decir,

Anales de la Asociación de Geógrafos Americanos 2011 por la Asociación de Geógrafos Americanos

Presentación inicial, febrero de 2010; presentación revisada, septiembre de 2010; aceptación final, diciembre de
2010 Publicado por Taylor & Francis, LLC.
el impacto de la creciente demanda internacional de biocombustibles sobre la Amazonia. Este art'ıculo esta'
enfocado en Brasil, dado el explosivo crecimiento de su agricultura y los notables efectos que eso tiene sobre
las selvas ubicadas dentro de sus fronteras. El art'ıculo busca la respuesta a esta pregunta: ¿C'omo ser' a el
impacto de la demanda global por los productos brasile˜ nos basados en tierra, incluyendo los biocombustibles,
sobre sus bosques˜ tropicales en la cuenca amazónica? Intentando resolver esta cuesti' on, el art'ıculo describe la
reciente expansi' on agr'ıcola de Brasil y su emergente paisaje de energ'ıa renovable. Haciendo uso de una
adaptaci' on de la teor' ıa de la renta, esta enmarca un concepto de cascada de paisajes y muestra como el paisaje
de la energ' ıa renovable en expansi' on est' a impactando las' areas de bosque a grandes distancias. El art' ıculo
considera luego recientes proyecciones de la demanda de tierra amazonica hasta el 2020, dado el crecimiento de
la producci' on brasile' na˜ en biocombustibles y la expansi' on del hato ganadero. Las proyecciones indican que
se demandar' a m' as tierra amaz'onica de la que pueda ponerse a disposici' on mediante la pol'ıtica
ambiental brasile'ıa. El art˜ ıculo destaca el hecho de que la intensificaci' on en la agricultura es la clave para
satisfacer la demanda global, sin que se degrade la selva amazonica, un paisaje' unico en el mundo por su
riqueza ecol' ogica y cultural.' Palabras clave: Amazonia,
biocombustibles, Brasil, deforestación". renovable en Brasil impone una compensación
ecológica, al reducir en la misma medida los

E
a demanda de energía aumentará a lo largo
del siglo XXI, sobre todo con el
crecimiento económico de países como
China e India. Esto ha despertado una gran
preocupación, dada la dependencia de la sociedad
de los combustibles fósiles no renovables, cuya
explotación permite la industrialización pero
también hace que el mundo sea peligroso. Ahora,
el calentamiento global provocado por la
acumulación de gases de efecto invernadero se une
a la violencia en Oriente Medio como una sombría
consecuencia de nuestra dependencia de un recurso
energético que siempre supimos que tendría que
ser sustituido (Odum 1971). Aunque la energía
nuclear y la hidroeléctrica proporcionan un
importante suministro eléctrico a nivel local, se
sigue buscando una alternativa viable, y
actualmente se presta mucha atención al
biocombustible. El biocombustible parece ofrecer
una panacea verde al problema energético.
También plantea sus propios problemas (Zimmerer
2011), y este artículo considera uno de ellos: los
probables efectos de la creciente demanda de
biocombustibles en la Amazonia.ˆ
Recientemente, la agricultura brasileña está en
auge y las nuevas demandas de tierras han
provocado un frenesí especulativo en los mercados
inmobiliarios de los márgenes de la Amazonia
(Almeida 2009). El objetivo del artículo es
considerar cómo la expansión de la agricultura
brasileña, impulsada en parte por los mercados de
biocombustibles, afectará a esta región de gran
riqueza ecológica. Plantea una pregunta: ¿Hasta
qué punto la expansión de la producción de energía
antiguos bosques de la Amazonia? Como la cuenca
hidrográfica que contiene el río que lleva su
nombre, la Amazonia, cubre más de 7 millones de
kmˆ 2
e incluye partes de Ecuador, Bolivia,
Brasil, Colombia, Perú y Venezuela. Aunque
algunos de estos países aportan paisajes
amazónicos a los mercados mundiales de
productos agrícolas, este artículo se centra
únicamente en la parte brasileña, dada su
desproporcionada magnitud y el dinamismo de la
agricultura brasileña.
El artículo comienza a responder a su
pregunta central en las dos secciones
siguientes, que consideran los esfuerzos de
desarrollo de la Amazonia y las fuerzas
institucionales que han estimulado el sector
de los biocombustibles en Brasil. A
continuación, conceptualiza las
implicaciones paisajísticas para la Amazonia
apelando a la teoría de la renta, mostrando
que pronto podría demandarse más tierra
amazónica de la que la política de
conservación brasileña ha puesto a
disposición. Una vez demostrada la
posibilidad de un exceso de demanda, el
artículo aborda a continuación la campaña
política en curso para aumentar la oferta de
tierras amazónicas, incluidos los esfuerzos
por reinventar discursivamente la región.
Concluye señalando cómo la expansión de
los paisajes de energía renovable en Brasil
podría tener impactos inesperados en los
bosques amazónicos.
 El impacto de la producción brasileña de biocombustibles en la Amazoniaˆ
La Amazonia brasileña hoyˆ
Consideraciones sobre la definición
La Amazonia, cuenca hidrológica de
magnitud continental, alcanzó el estatus
jurídico en Brasil durante la presidencia de
Getulio Vargas, con la creación de la
Amazonia Legal (AML), una entidad de
planificación, en 1953. Actualmente, la
AML abarca los estados brasile'os de Acre,
Amapa, Amazonas, Mato Grosso, Par' a,
Rond' onia, Ro-ˆ raima, Tocantins y parte de
Maranhao. M'as recientemente,˜ los
organismos brasile'os han proporcionado
una definici'on ecol'ogica con el "bioma
amaz'onico", tema que se trata en la secuela.
Esta designación burocrática obedece al
hecho florístico de que la cuenca amazónica
incluye tanto bosques húmedos cerrados
como sabanas más secas, o cerrados, en sus
márgenes sur y este. Así, el desarrollo
agrícola en la ALM no tiene por qué
producirse siempre a expensas directas del
bosque. En cuanto al biocombustible, este
término abarca una amplia gama de formas
de energía basadas en plantas, dos de las
cuales son importantes para Brasil: el etanol
de caña de azúcar y el diésel de soja. Estas
dos materias primas también proporcionan
una amplia gama de productos no
combustibles, pero su química botánica
produce hidrocarburos combustibles en
formas concentradas. En Estados Unidos
también se produce etanol, con maíz como
materia prima, y actualmente se discute
mucho sobre la conversión celulósica
utilizando plantas perennes como el
switchgrass (James, Swinton y Thelen
2010). El debate aquí reconoce esta
posibilidad a largo plazo, pero se centra en
la caña de azúcar y la soja dada la
inmediatez de sus impactos para el caso
brasileño (cf. Lapola et al. 2010).
Agricultura y ganadería amazónicas
La agricultura mecanizada y la ganadería
se han expandido de forma espectacular en
la LMA, que ahora produce una gran
variedad de cultivos, sobre todo soja, y
mantiene una gran cabaña ganadera. El
desarrollo agrícola comenzó en serio con las
políticas aplicadas durante el régimen
931
militar (Moran 1981; Hecht 1985). El
restablecimiento de la democracia a
mediados de la década de 1980 reorientó
cierta atención hacia el medio ambiente y
los derechos indígenas en la región, pero las
sucesivas administraciones mantuvieron las
inversiones en infraestructuras, y la reforma
monetaria ha facilitado en gran medida la
exportación (Simmons 2002; Brandao,
Rezende, and˜ Marquest 2005). El avance de
la soja en la Amazonia,ˆ especialmente a lo
largo de los márgenes más secos del
cerrado de la cuenca, también se ha visto
estimulado por las mejoras genéticas que
permiten a los agricultores amazónicos
producir unas 3 toneladas-ha-1, un 30% más
que la media nacional (Walker, DeFries, et
al. 2009). La soja aporta entre el 35 y el 40
por ciento de los ingresos agrícolas brutos
en la ALM, lo que se traduce en un tercio de
toda la cosecha de Brasil (IBGE 2010).
Como sector propulsor, la soja explica en
parte la importancia de otros cultivos, como
el maíz, con el que crece en rotación. Por su
parte, la ganadería se ha expandido tanto en
el cerrado como en las zonas boscosas del
AML con el control de la fiebre aftosa y el
desarrollo de forrajes a partir de pastos
africanos (Walker, Browder, et al. 2009).
Las técnicas modernas de ganadería, los
bajos precios de la tierra, la reducción de los
costes de transporte y la abundancia de sol
hacen que la ganadería amazónica sea
rentable, y los ∼70 millones de animales del
AML representan aproximadamente el 35%
de la cabaña nacional (Arima, Barreto y
Brito 2005). La expansión de los
biocombustibles en Brasil no puede evitar el
impacto en la Amazonia en virtud de su base
de producción de soja y de los vínculos del
paisaje con la economía ganadera, que se
analizarán más adelante. La caña de azúcar,
que se cultiva principalmente en lugares no
amazónicos debido a las limitaciones de
humedad que reducen el contenido de
azúcar, también tiene un impacto potencial a
través de estos mismos mecanismos de
paisaje (Companhia Nacional de
Abastecimento 2008; Lapola et al. 2010).
932
La bioeconomía emergente
El atractivo de los biocombustibles como
alternativa a los combustibles fósiles ha impulsado
a muchos gobiernos a actuar (Agencia
Internacional de la Energía 2004). Estados Unidos,
por ejemplo, está intentando orientar su economía
hacia los combustibles renovables mediante
iniciativas legislativas, como la Ley de Política
Energética (2005), que creó normas sobre
combustibles renovables. Esto se intensificó
recientemente con la Ley de Independencia y
Seguridad Energética (2007), que estipula el uso
de 36.000 millones de galones de etanol como
combustible para motores para 2022 (Low e
Isserman 2009). En Brasil, líder desde hace tiempo
en el desarrollo de biocombustibles, se están
llevando a cabo esfuerzos similares, resultado del
programa ProAlcool iniciado tras el embargo de
petróleo de la década de 1970 (Agencia
Internacional de la Energía 2006). En la actualidad,
los vehículos flexibles capaces de utilizar cualquier
proporción de mezcla de etanol y gasolina
representan el 72% de la producción
automovilística de Brasil (ANFAVEA 2010). En el
marco de su impulso a la bioenergización, Brasil
ha estimulado la producción de etanol y ahora
controla el 50% del mercado mundial. La demanda
de etanol, junto con la producción más tradicional
de azúcar, hace que se cultiven 80.000 km2 de
caña, concentrados principalmente en el estado de
Sao Paulo (Agencia Internacional de la Energía˜
2006; IBGE 2010). Brasil también ha diversificado
su sector de biocombustibles con el programa
ProDiesel, destinado a aumentar la producción de
diésel a partir de la soja (Agencia Internacional de
la Energía 2006). En la actualidad, el "biodiésel" a
base de soja representa una fracción del uso
comercializable del cultivo, situación que podría
cambiar en función de la demanda futura (Amaral
2010; Wilkinson y Herrera 2010).
A pesar de su importante potencial, el
biocombustible tiene sus inconvenientes. El
traslado de los campos a la producción de
combustible eleva los precios de los alimentos, con
consecuencias para los pobres, que pagan bienes
agrícolas más caros al perder tierras para la
agricultura de subsistencia (Naylor et al. 2007).
Otros problemas son medioambientales. La
producción de biocombustibles contamina y
estresa los recursos renovables como el agua
(Agencia Internacional de la Energía 2004). Una
preocupación adicional surge de la demanda de
tierras a escala mundial, que probablemente
provenga de África y América Latina,
especialmente de Brasil (Gurgel, Reilly y Paltsev
2007). Dado que Brasil goza de una infraestructura
relativamente buena y de cadenas de productos
básicos eficientes, está bien posicionado para
canalizar la demanda mundial de biocombustibles
hacia sus propios productores (Pingali, Raney y
Wiebe 2008). Además de desplazar a los pequeños
agricultores que no pueden aprovechar las nuevas
oportunidades de mercado, esto crea una "deuda de
carbono de los biocombustibles" si se tala la
biomasa forestal amazónica y se libera carbono a
la atmósfera como consecuencia de la expansión
de la producción de biocombustibles (Ragauskas et
al. 2006; Fargione et al. 2008; Lapola et al. 2010).
Los beneficios resultantes de los gases de efecto
invernadero podrían compensarse en el futuro, y
con costes medioambientales (Fargione et al. 2008;
Gibbs et al. 2008). De ello se desprende una
pregunta importante: ¿Cuánto carbono está en
juego? O, en términos paisajísticos, ¿cuánto
bosque?
Cascadas paisajísticas
Este artículo aborda esta última cuestión al
tiempo que reconoce que el carbono de la biomasa
vegetativa está relacionado con la extensión de los
bosques, tanto por encima como por debajo del
suelo. La geografía proporciona una heurística
conveniente para abordar la cuestión de la
extensión de los bosques, la teoría de la renta, que
postula que la agricultura y la ganadería se
producen cuando las rentas son positivas y que las
rentas están determinadas por los costes de
transporte y las condiciones del mercado. Así, los
paisajes agrícolas se organizan espacialmente, con
implicaciones para los paisajes forestales con los
que forman fronteras. La toma de decisiones
racional de los agentes unitarios que implica la
teoría de las rentas está muy condicionada por los
procesos sociales, las instituciones y la historia.
Para el caso amazónico, una gran cantidad de
investigaciones han llamado la atención sobre la
economía política del uso de la tierra, así como
sobre los impactos del lugar, la estructura familiar
y los movimientos sociales sobre los
administradores de la tierra (por ejemplo, Moran
1981; Hecht 1985; McCracken et al. 1999;
Simmons et al. 2007; Pacheco 2009). Dicho esto,
la teoría de la renta permite la descripción
generalizada de patrones de paisaje a escala
regional y, por tanto, es útil para los fines del
 El impacto de la producción brasileña de biocombustibles en la Amazoniaˆ
artículo (cf. Cronon 1991). Recientemente, se ha
incorporado a la economía política para explicar el
avance de la ganadería en la Amazonia, y cómo
ésta está vinculada a la producción de soja
(Walker, Browder, et al. 2009).
Alquileres y desplazamiento del paisaje
La adaptación de la teoría de las rentas se centra
en la ganadería y la agricultura mecanizada, siendo
la ganadería el uso extensivo de la tierra, y la
agricultura mecanizada, el intensivo. La ganadería
forma una frontera con el bosque primario, más
allá de la cual las rentas desaparecen, aunque a
menudo se produce la extracción de minerales y la
tala depredadora. "Detrás" de la ganadería en
relación con los baluartes económicos de Brasil al
sur viene la agricultura mecanizada (Jepson,
Brannstrom y Filippi 2010). La deforestación se
produce a medida que el uso de la tierra,
normalmente para pastos, invade el bosque,
aunque también se produce una conversión directa
a campos de soja (Brown et al. 2005; Morton et al.
2006). La tarea conceptual consiste en identificar
los mecanismos de cambio de uso de la tierra que
subyacen a la invasión de los paisajes forestales.
Con un producto básico (por ejemplo, la carne de
vacuno), los bosques se convierten en pastos
cuando las rentas aumentan para la ganadería
debido al aumento de los precios de la carne, a la
disminución de los costes de transporte o a ambos.
Con dos productos básicos, la situación es más
compleja. Si sólo sube el precio de la carne, la
situación es la que acabamos de exponer, con una
frontera ganadera que avanza. Si sólo sube el
precio de la carne, se avanza sobre los pastos hasta
que sólo queda el bosque, tras lo cual se producen
invasiones directas.
Una complicación de interés para el
análisis que sigue implica unas condiciones
de mercado fuertes tanto para los cultivos
como para el ganado, en cuyo caso la
expansión de los cultivos consume pastos,
que no desaparecen sino que se desplazan a
la frontera forestal a través del cambio
indirecto del uso de la tierra (ILUC; Walker,
Browder, et al. 2009; Lapola et al. 2010). El
ILUC ha surgido como una consideración
clave a la hora de evaluar la expansión de
los biocombustibles en Brasil, y la soja
desempeña un papel fundamental debido a
su uso como materia prima para los
biocombustibles y a la espectacular
expansión de los campos de soja a expensas
933
de los pastos amazónicos, especialmente en
Mato Grosso (IBGE 2008; Sawyer 2008).
Por estas razones, el debate se centra ahora
en la soja. Se han observado invasiones
directas de los bosques amazónicos por parte
de la agricultura de la soja en Mato Grosso y
Rondonia, pero su principal impacto en los
paisajes forestalesˆ podría deberse al ILUC
(Brown et al. 2005; Morton et al. 2006;
Lapola et al. 2010).
ILUC y Amazoniaˆ
Aunque la articulación del paisaje
dinámico de la teoría de la renta lo prevea y
se hipotetice ampliamente, la magnitud del
ILUC sigue siendo una cuestión empírica. El
análisis se centra ahora en esta cuestión en el
contexto de la globalización, evaluando dos
casos que abarcan la gama de impactos en el
precio de la carne de vacuno asociados a la
conversión de los pastos en campos de soja.
Para el primer caso, dejemos que la
Amazonia suministre sólo una pequeña
cuota de mercado, en cuyo caso su
producción regional no tiene ningún efecto
sobre el precio (demanda elástica). Si los
campos de soja se sitúan en los antiguos
pastos, los precios de la carne de vacuno se
mantienen y el margen extensivo se
mantiene sin deforestación.
Alternativamente, si los suministros de la
Amazonia son globalmente significativos
(demanda inelástica), la conversión de los
pastos a la producción de soja reduce los
suministros de carne de vacuno, lo que eleva
los precios y las rentas de la carne de
vacuno, estimulando el ILUC en la frontera
forestal. El cuadro 1 formaliza estas
afirmaciones con los resultados de un
apéndice técnico que el autor puede solicitar.
El cuadro 1 presenta los términos que
muestran la pérdida de bosque debido a las
expansiones de la
Tabla 1. Cambio indirecto del uso de la tierra y
frontera forestal
Perfectamente Elástico Perfectamente
elástico inelástico
dte dte θ 1 dte 1
= 0 = = θ
dpm dpm
1 - ϕε
Qb fb dpm fb
−
pb
Nota: Derivada, o cambio incremental del margen (dte) con
respecto al cambio incremental del precio (dpm) ϕ = fb(
fmqm - fbqb)
934 fm qm qb
f
θ ≡ fmb
pm= precio del cultivo mecanizado; pb= precio de la carne de
vacuno; te = margen extensivo, o frontera forestal; fm = coste
unitario de transporte del cultivo mecanizado; fb = coste
unitario de transporte de la carne de vacuno; qb =
productividad, ganadería; Qb = demanda de carne de vacuno;
ε= elasticidad precio de la demanda de carne de vacuno.
margen extensivo (o frontera forestal), te, en
función de los cambios en el precio de los
cultivos mecanizados, pm (por ejemplo, la soja).
La elasticidad de la demanda se refiere al
mercado de la carne de vacuno y oscila entre
la perfecta elasticidad a la izquierda y la
perfecta inelasticidad a la derecha. En
cuanto a las condiciones reales del mercado,
Brasil es el mayor exportador mundial de
carne de vacuno y posee el mayor rebaño
comercial del mundo, con el 18% de las
existencias mundiales, más de un tercio de
ellas en pastos amazónicos (Herlihy 2008).
Estas condiciones de mercado son
coherentes con cierto grado de ILUC.
Aparte de los efectos indirectos de la
expansión de los biocombustibles, la
ganadería amazónica se expandirá por sí
misma, con la creciente demanda de carne
de vacuno en todo el mundo y las
limitaciones de tierra generalizadas.
La figura 1 representa la cascada de
paisajes de Brasil de los últimos años.
Aunque el debate se ha centrado en la soja y
el ganado, dada su preponderancia en el
AML, la cuestión de los biocombustibles en
Brasil afecta a otras partes del país y a un
segundo cultivo, la caña de azúcar. Como se
muestra, los rebaños de ganado han migrado
hacia el norte entre 1980 y 2006, una
reasignación más dramática en períodos más
largos, dado que la producción brasileña
estaba inicialmente localizada en el estado
de Sao Paulo.˜ El movimiento hacia el AML
es consistente con el ILUC, como puede
verse en el panel central, donde la soja
también salta hacia el norte. La caña de
azúcar muestra una dinámica de paisaje que
probablemente explique los desplazamientos
de la soja, con una difusión lejos de las
ubicaciones costeras históricas en el noreste,
aunque Sao Paulo mantiene actualmente una
con-˜ centración extrema. Dicho esto, la
expansión de la caña de azúcar debe ir a
alguna parte, y los indicios apuntan al norte
(Lapola et al. 2010).
La demanda de suelo
El cuadro 2 presenta dos proyecciones
recientes sobre la pérdida de bosques en la
Amazonia hasta el año 2020, como resultado
de la expansión de las tierras.
Tabla 2. Incremento de la deforestación proyectado
para 2020 con la expansión de los biocombustibles
Walker,
Expansión del uso Lapola et al.
DeFries, et al.
del suelo (km2) (2010)a
(2009)b
SojaPasto+ Caña de azúcar 86,117 121,332
371,294 314,400
Total 457,411 435,732
aLapola
et al. (2010) período de proyección, 2003-2020; normalizado a
2008- 2020.
bWalker
, DeFries, et al. (2009) período de proyección, 2005-2020;
normalizado a 2008-2020. La caña de azúcar (Uniao de Industria de
Cana-de-Ac¸ucar 2010)˜ añade 60.000 km2 a las proyecciones
basadas originalmente en la soja y los pastos.
de energía renovable (caña de azúcar, campos de
soja) y la producción de carne de vacuno que,
cuando se suman asumiendo el ILUC, dan como
resultado la deforestación total (Lapola et al.
2010). Las proyecciones no tienen en cuenta los
efectos de la intensificación agrícola en la pérdida
de tierras; además, sus magnitudes implican tasas
anuales de pérdida de bosques que superan el
registro histórico, aunque la deforestación ha
disminuido recientemente, probablemente debido a
una combinación de recesión mundial y nueva
determinación en la aplicación de la legislación
medioambiental en Brasil (Alves 2002; Nepstad et
al. 2009). No obstante, estas cifras proporcionan
un punto de referencia para evaluar la idoneidad de
las políticas brasileñas dirigidas a la conservación
de los paisajes forestales, el siguiente tema a tratar.
El Reducto Verde
Los esfuerzos para proteger la Amazonia
consisten principalmente en apartar tierras bajo
control federal y estatal y en imponer restricciones
a las explotaciones privadas. Las tierras públicas
dedicadas a este fin se denominan áreas
 El impacto de la producción brasileña de biocombustibles en la Amazoniaˆ
protegidas (AP) y comprenden una gran parte de la
Amazonia. Por otra parte, las restricciones
impuestas a los administradores de tierras incluyen
la creación de reservas forestales en explotaciones
individuales, la prohibición de destruir o explotar
determinadas especies de árboles, como la nuez de
Brasil y la caoba, la especificación de las zonas de
origen de las maderas duras tropicales y la
regulación del uso del fuego. El artículo considera
las dos más importantes en relación con la
dimensión del paisaje, el programa de AP y las
leyes que definen la "reserva forestal", derivadas
del código forestal. Una vez que evalúa las
extensiones forestales que pretenden sostener, el
artículo reconsidera la tierra necesaria para
satisfacer el hambre creciente de la economía
mundial por el biocombustible y la carne de
vacuno brasileños.
935
Áreas protegidas y el Código Forestal
Aunque la legislación medioambiental brasileña
data de la década de 1930 (Machado 1995), la
creación de áreas de conservación en la Amazonia
se produjo tras la reforma democrática de la
década de 1980 (Simmons 2002). En el año 2000,
cerca del 10% de la LMA estaba declarada para su
conservación en el marco del Sistema Nacional de
Unidades de Conservación de la Naturaleza
(SNUC; Ley 9985 de 18 de julio de 2000; Decreto
nº 4340 de 22 de agosto de 2002). Desde entonces,
las áreas protegidas por los gobiernos federal y
estatales han crecido hasta superar los 1,25
millones de km2, aproximadamente una cuarta
parte del AML. Las reservas indígenas de la
Amazonia son fundamentales para el sistema de
AP, garantizadas por la Constitución brasileña de
Figura 1. Dinámica espacial de la
agricultura brasileña.
936
1988. El Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo reconoce los derechos de
los indígenas al uso de los recursos naturales,
aunque en la Agenda 21 de la Cumbre de Río se
recoge una expectativa de administración
ambiental. A pesar de las presiones sobre las AP
en toda la LMA, los pueblos indígenas suelen
defender sus tierras, incluso cerca de las fronteras
de los asentamientos (Euler et al. 2008). En los
últimos años se han declarado muchas reservas
(375), y ahora alrededor de una quinta parte de la
LMA está bajo control indígena, repartida en 1,06
millones de km2. El sistema de AP con tierras
indígenas representa el 43 por ciento de la parte
boscosa de la LMA (2,3 millones de km2), y el 37
por ciento permite una perturbación mínima o nula
(Walker, Moore et al. 2009). Estas tierras
federales, estatales e indígenas contribuyen al
mantenimiento del bosque amazónico. Sin
embargo, una parte importante sigue estando en
manos privadas. Brasil ha intentado limitar la
deforestación también en este caso a través de su
Código Forestal, que ha definido desde hace
tiempo las cantidades de tierra legalmente
desmontable, fijadas en un 50% en la LMA en
1965. Este porcentaje se cambió al 80% en 2001
mediante un decreto administrativo (MP 2166-67).
Fuera de la LMA, el código forestal sólo exige el
20%, incluso en las selvas atlánticas de los estados
costeros.
¿Suministro adecuado?
La LMA poseía originalmente 4.196.943
km2 de bosque; por lo tanto, con el 17,5%
desaparecido en 2008 (734.465 km2) y el
37% protegido (1.281.116 km2; Walker,
Moore, et al. 2009), quedan 2.181.362 km2
disponibles para su ocupación. El requisito
del código forestal de que el 80 por ciento se
mantenga en explotaciones privadas permite
evidentemente 432.272 km2 para uso
agrícola. Esta cifra es inferior a las dos
proyecciones de demanda para 2020 (Tabla
2). La expansión de los paisajes de energía
renovable en Brasil, junto con el aumento de
la cabaña ganadera, podría requerir más
tierra de la que la política de conservación
ha proporcionado, en poco más de una
década. Aunque el ritmo de deforestación ha
disminuido recientemente, la demanda de
productos agrícolas brasileños ejercerá
presión sobre la Amazonia a medida que la
economía mundial recupere su vigor. Este
será un momento crítico, ya que está por ver
si Brasil defenderá sus AP y reservas
forestales, obligando a los agricultores y
ganaderos a intensificar la producción,
escatimando tierras de forma coherente con
la hipótesis de Borlaug (Borlaug 2007;
Rudel et al. 2009). Brasil lleva mucho
tiempo disfrutando de unos niveles de
ingresos lo suficientemente altos como para
reducir las tasas de desmonte y,
posiblemente, desencadenar una transición
forestal amazónica (Perz y Skole 2003;
Walker 2004). Así pues, la próxima década
se perfila como un momento de ajuste de
cuentas para la Amazonia, dada la
globalización de la agricultura brasileña y la
intensificación de los esfuerzos brasileños
para conservar su patrimonio amazónico.
La Amazonia bajo el borradoˆ
La respuesta ecologista a las cascadas
paisajísticas en la Amazonia es obvia:
defender el reducto verde de las AP y las
reservas forestales. Otra más insidiosa
consiste en transformar el estatus ontológico
de la Amazonia en aras de liberar tierras
para la agricultura (Almeida 2009). Para
ello, el agronegocio y los políticos amigos
han lanzado una campaña discursiva para
imponer una definición fuerte de la
Amazonia, equiparándola al bosque húmedo
cerrado de la región, el Bioma Amazónico
(AB). El AB fue creado por el IBGE y el
Ministerio de Medio Ambiente con la
producción y distribución de mapas que
muestran la Amazonia definida sobre bases
ecológicas queˆ ignoran el concepto de
cuenca hidrológica, que ha prevalecido
durante mucho tiempo (Figura 2; IBGE
2006). Esta nueva Amazoniaˆ ha animado a
los políticos de Mato Grosso, Tocantins y
Maranhao, que argumentan que, dado que
sus estados pos-˜ nen poca AB, sus
ciudadanos no deben responder a las
restricciones del código forestal tal como se
aplica a la ALM. Los que permanecen
dentro de los límites de la ALM, sea cual sea
su definición, podrían beneficiarse pronto de
una comisión del Congreso brasileño, que
elaboró en 2010 una legislación que debilita
el código con respecto a la definición de
reserva forestal (E. Arima, profesor
 El impacto de la producción brasileña de biocombustibles en la Amazoniaˆ
asistente, Hobart and William Smith
Colleges, comunicación electrónica, agosto
de 2010).
Como complemento al borrado discursivo, se
están realizando esfuerzos para debilitar el sistema
de AP, para facilitar las transacciones de tierras
mediante la redefinición de los derechos de
propiedad, y para sancionar la ocupación de terras
devolutas, tierras públicas en el limbo jurídico que
no han sido declaradas para usos específicos o para
su enajenación en propiedades privadas (Brito y
Barreto 2009). En cuanto a las AP, en el Senado
brasileño hay un movimiento para permitir a los
pueblos indígenas libertad de acción en la
explotación de sus recursos minerales; esto podría
funcionar como caballo de Troya para la
agricultura de seguimiento (Almeida 2009). Las
reservas indígenas cubren alrededor del 20% de la
LMA y podrían aumentar en gran medida la oferta
de tierras brasileñas. Fuera de las zonas indígenas,
las tierras amazónicas se han comercializado
recientemente mediante la transformación de los
arrendamientos de aforo en títulos negociables y el
reconocimiento legal de cientos de miles de
937
explotaciones privadas en terras devolutas, de
hasta 1.500 hectáreas (Estado de Pará 2009; Brito
y Barreto 2009). Este ma-' neuver posterior
proporciona incentivos para ocupar las terras
devolutas restantes, que de otro modo podrían ser
declaradas para la protección del medio ambiente,
o entregadas a los reclamantes indígenas.
¿Un paisaje de salvación o de ruina?
El mundo debe acabar con su dependencia de
las energías no renovables, y el biocombustible
presenta una alternativa viable.
Figura2. Definiendo la Amazonia.ˆ
¿Pero a qué precio? Aunque este artículo no
aborda la seguridad alimentaria, llama la atención
sobre un impacto medioambiental de considerable
magnitud, la pérdida de la selva amazónica. En la
medida en que el mundo depende de Brasil para
obtener nuevas fuentes de energía, lo hace a
938
expensas posiblemente del bosque primario de la
Amazonia, o al menos de grandes partes de él.ˆ Si
la agricultura y la ganadería avanzan
significativamente aquí, en parte por el ILUC
impulsado por los biocombustibles, los gases de
efecto invernadero alcanzarán un equilibrio
atmosférico, pero sólo a largo plazo, después de
que la deforestación libere un flujo inicialmente
grande de carbono. Al mismo tiempo, las
insustituibles reservas de biodiversidad de la
Amazonia se convertirán en humo. Brasil ha
tomado medidas decisivas para evitar este
resultado mediante la creación de áreas protegidas
y el anuncio de un objetivo de reducción de la
deforestación en 2008 (Nepstad et al. 2009). Sin
embargo, la prueba llegará en un futuro próximo,
cuando la economía mundial recupere su apetito
por los productos agrícolas brasileños.
Un motivo de preocupación es el
desmembramiento discursivo de la
Amazonia. Si ya no tenemos una Amazonia
de la mente, un lugar distinto que requiere
protecciones distintas, es mucho más difícil
proporcionarlas. Por supuesto, la Amazonia
es una suma de partes muy diferentes,
ecológica, cultural e históricamente. Pero su
imaginario se ha mantenido frente al
cambio, hasta ahora. Estados Unidos
también poseía un bosque de alcance
continental, que formaba un dosel cerrado
desde la marea atlántica hasta el Mississippi.
Este bosque sustentaba a sus habitantes
autóctonos y proporcionaba el hábitat para el
perico de Carolina y el bisonte de madera
oriental, ambos extinguidos en la actualidad
(Mershon 1907; Rostlund 1960; Sauer
1971). ¿Cómo pensamos en esta maravilla
que ha desaparecido, en este silencio que nos
condena? De la misma manera, pronto
podríamos pensar en la Amazonia, como un
bosque y una forma de vidaˆ borrados, un
fantasma de la historia del desarrollo. El
panorama brasileño de las energías
renovables resultará crucial para la
transición hacia la sostenibilidad a escala
mundial, pero también encierra una semilla
de ruina potencial. El camino de vuelta de
una perdición ambiental no debe ayudarnos
a bajar a otra, a la degradación de un paisaje
forestal único en el mundo por su riqueza
ecológica y cultural.
Agradecimientos
Me gustaría agradecer el apoyo de la
National Science Foundation (NSF-BCS-
0620384, Globalization, Deforestation, and
the Livestock Sector in the Brazilian
Amazon; NSF-BCS-0822597,
Territorializing Exploitation Space and the
Fragmentation of the Amazon Forest). Me
gustaría agradecer a Peter Richards sus
numerosos y perspicaces comentarios sobre
un borrador anterior. También me gustaría
dar las gracias a Bruce Pigozzi por
refrescarme la memoria sobre los conceptos
de la geografía del transporte que se
esconden tras los detalles de la Tabla 1. Karl
Zimmerer y los revisores anónimos
mejoraron considerablemente el artículo.
Ritaumaria Pereira ha prestado una
excelente ayuda con los gráficos. Las
opiniones expresadas son sólo mías y no
reflejan necesariamente las de la National
Science Foundation.
Referencias
Almeida, A. W. B. 2009. Agroestrategias y
desterritorialización: Os direitos territoriais
e etnicos na mira dos estrategistas dos
agronegocios [Agroestrategias y
desterritorialización: Los derechos
territoriales y las etnias en la mira de los
estrategas de los agronegocios]. En O plano
IIRSA: Na visao da sociedade civil Pan-
Amazónica, ed. A. W. B. Almeida y G.
Carvalho, 57-105. Belem, Brasil: Actionaid.
Alves, D. 2002. Space-time dynamics of the
deforestation in Brazilian Amazonia,ˆ
International Journal of Remote Sensing 23
(14): 2903-08.
Amaral, D. F. 2010. Biodiesel no Brasil:
Conjuntura atual e perspectivas [Biodiesel
en Brasil: Situación actual y perspectivas].
Seminario presentado en el simposio sobre
el programa nacional de producción de
biodiesel. Piracicapa, ESALQ, Universidade
de Sao Paulo, Brasil.˜
ANFAVEA. 2010. Associac¸ao Nacional dos
Fabricantes de˜ Ve'ıculos Automotores
[Asociación Nacional de Fabricantes de
Automóviles]. http://www.anfavea.com.br/
tabelas/autoveiculos/tabela10 producao.pdf
(consultado por última vez el 5 de enero de
2011).
Arima, E. Y., P. Barreto y M. Brito. 2005.
Pecuraria na' Amazonia: Tendˆ encias e
implicac¸ˆ oes para a conservac¸˜ ao˜ na [La
ganadería en la Amazonia: Tendencias e
 El impacto de la producción brasileña de biocombustibles en la Amazoniaˆ
implicaciones para la conservación].
Informe técnico de IMAZON
75,IMAZON, Belem, Brasil".
Borlaug, N. 2007. Alimentar a un mundo
hambriento. Science 318:359.
Brandao, A., G. Rezende y R. Marquest. 2005.
Cresci-˜ mento Agr'ıcola no Brasil no
Per'ıodo 1999-2004: Explosao da Soja e da
Pecu˜ aria Bovina e seu Impacto sobre o'
Meio Ambiente [El crecimiento agrícola en
Brasil entre 1999 y 2004: La explosión de la
soja y la carne vacuna y su impacto
ambiental]. Documento de trabajo 1103,
IPEA, Río de Janeiro, Brasil.
Brito, B., y P. Barreto. 2009. Os perigos da
privatizac¸ao˜ generosa de terras na Amazonia: Anˆ
alise sobre o Re-' latorio da Medida Provis' oria n' o
458/2009 [Los peligros de la privatización generosa
de tierras en la Amazonia: Análisis de la MP
458/2009]. Nota técnica, IMAZON, Belem,'
Brasil.
Brown, J. C., M. Koeppe, B. Coles y K. Price. 2005.
Soybean production and conversion of tropical
forest in the Brazilian Amazon in the case of
Vilhena, Rondonia.ˆ Ambio 34 (6): 462-69.
Companhia Nacional de Abastecimento. 2008. Perfil do
'
Setor do Ac¸ucar e do' Alcool no Brasil [Perfil del
sector del azúcar y el alcohol de Brasil]. Brasilia,
Brasil: Companhia Nacional de Abastecimento.
Cronon, W. 1991. La metrópolis de la naturaleza:
Chicago y el Gran Oeste. New York: Norton.
Euler, A., B. Millikan, E. B. Brito, I. B. Cardozo, J. P.
Leroy, L. Caminha, M. I. Hargreaves, et al. 2008.
¿El fin del bosque? La devastación de las unidades
de conservación y de las tierras indígenas en el
estado de Rondonia.ˆ Porto Velho, Brasil: Grupo
de Trabalho Amazonica.ˆ
Fargione, J., J. Hill, D. Tilman, S. Polasky y P.
Hawthorne. 2008. Land clearing and the biofuel
carbon debt. Science 319:1235-38.
Gibbs, H. K., M. Johnston, J. Foley, T. Holloway, C.
Monfreda, N. Ramankutty y D. Zaks. 2008. Carbon
payback times for crop-based biofuel expansion in
the tropics: The effects of changing yield and
technology. Environmental Research Letters
3:034001 (10 pp.).
Gurgel, A., J. M. Reilly y S. Paltsev. 2007. Potential
land use implications of a global biofuels industry.
Journal of Agricultural & Food Industrial
Organization 5(2).
http://www.bepress.com/jafio/v015/iss2/art9
(consultado por última vez el 6 de abril de 2011).
Hecht, S. B. 1985. Medio ambiente, desarrollo y
política: La acumulación de capital y el sector
ganadero en la Amazonia oriental. World
Development 13:663-
84.
Herlihy, J. 2008. Previsión de exportaciones de carne de
vacuno de la USMEF. Angus Beef Bulletin
marzo:74-75.
Instituto Brasileiro de Geografia e Estat'ıstica (IBGE).
2006. IBGE lanc¸a o Mapa de Biomas do Brasil e o
939
Mapa de Vegetac¸ao do Brasil, em comemorac¸˜ao˜
ao Dia Mundial da Biodiversidade [El IBGE
lanza mapas de biomas y vegetación en
conmemoración del Día de la Biodiversidad]. Río
de Janeiro: IBGE.
http://www.ibge.gov.br/home/presidencia/noticias/
noticia visualiza.php?id noticia=169 (último
acceso: 2 de febrero de 2010).
———. 2008. Produc¸ao da Pecu˜ aria Municipal
2007' [Producción de la ganadería municipal 2007].
http://
www.ibge.gov.br/home/presidencia/noticias/noticia
impressao.php?id noticia=1269 (última consulta:
23 de febrero de 2010).
———. 2010. 2010 Censo Agropecuario; Produc¸' ao
Agr˜ 'ıcola Municipal; Pesquisa Pecuaria'
Municipal [Censo agrícola 2010: Producción
agrícola municipal; informe pecuario municipal].
http://www.sidra.ibge.
gov.br/bda/tabela/listabl.asp?
c=1731&z=p&o=2&i=P,
http://www.sidra.ibge.gov.br/bda/tabela/listabl.asp?
z=t &o=11&i=P&c=1612,
http://www.sidra.ibge.gov.br/
bda/tabela/listabl.asp?z=t&o=23&i=P&c=73
(último acceso: 16 de febrero de 2010).
Agencia Internacional de la Energía. 2004.
Biocombustibles para el transporte: Una
perspectiva internacional. París: Agencia
Internacional de la Energía.
———. 2006. Perspectiva energética mundial 2006.
París: Agencia Internacional de la Energía.
James, L., S. Swinton y K. Thelen. 2010. Análisis de
rentabilidad de los cultivos energéticos celulósicos
en comparación con el maíz. Agronomy Journal
102:675-87.
Jepson, W., C. Brannstrom y A. Filippi. 2010. Access
regimes and regional land change in the Brazilian
cerrado, 1972-2002. Annals of the Association of
American Geographers 100 (1): 87-111.
Lapola, D. M., R. Schaldach, J. Alcamo, A. Bondeau, J.
Koch, C. Koelking y J. A. Priess. 2010. Indirect
land-use changes can overcome carbon savings
from biofuels in Brazil, Proceedings of the
National Academy of Sciences 107 (8): 3388-93.
Low, S. A., y A. Isserman. 2009. El etanol y la
economía local. Economic Development Quarterly
23 (1): 71-88.
Machado, P. A. L. 1995. Derecho ambiental brasileño.
5th ed. Sao Paulo, Brasil: Malheiros Editores Ltda.˜
McCracken, S. D., E. S. Brondizio, D. Nelson, E. F.
Moran, A. D. Siqueira y C. Rodrigues-Pedraza.
1999. Remote sensing and GIS at farm property
level: Demografía y deforestación en la Amazonia
brasileña. Photogrammetric Engineering and
Remote Sensing 65:1311-20.
Mershon, W. B. 1907. The passenger pigeon. New
York: The Outing Publishing Company.
Moran, E. 1981. Developing the Amazon. Bloomington:
Indiana University Press.
940
Morton, D., D. DeFries, Y. Shimabukuro, L. Anderson,
E. Arai, F. Espirito-Santo, R. Freitas y J. Morisette.
2006. Cropland expansion changes deforestation
dynamics in the southern Brazilian Amazon.
Proceedings of the National Academy of Sciences
103 (39): 14637- 41.
Naylor, R., A. J. Liska, M. P. Burke, W. P. Falcon, J. C.
Gaskell, S. D. Rozelle y K. G. Cassman. 2007. The
ripple effect: Biofuels, food security, and the
environment. Environment 49 (9): 31-43.
Nepstad, D., B. S. Soares-Filho, F. Merry, A. Lima, P.
Moutinho, J. Carter, M. Bowman, et al. 2009. El fin
de la deforestación en la Amazonia brasileña.
Science 326:1350-51.
Odum, H. T. 1971. Environment, power, and society.
New York: Wiley-Interscience.
Pacheco, P. 2009. La reforma agraria en la Amazonia
brasileña: Implicaciones para la distribución de la
tierra y la deforestación. World Development 37
(8): 1337-47.
Perz, S. G., y D. L. Skole. 2003. La expansión del
bosque secundario en la Amazonia brasileña y el
perfeccionamiento de la teoría de la transición
forestal. Society and Natural Resources 16 (4):
277-94.
Pingali, P., T. Raney y K. Wiebe. 2008.
Biocombustibles y seguridad alimentaria: Missing
the point. Review of Agricultural Economics 30 (3):
506-16.
Ragauskas, A. J., C. K. Williams, B. H. Davison,
G. Britovsek, J. Cairney, C. A. Eckert, W. J.
Fredrick Jr. y otros. 2006. The path forward
for biofuels and materials. Science 311:484-
89.
Rostlund, E. 1960. The geographic range of the
historic bison in the Southeast. Annals of the
Association of American Geographers 50
(4): 395-407.
Rudel, T. K, L. Schneider, M. Uriarte, B. L.
Turner II, R. DeFries, D. Lawrence, J.
Geoghegan, et al. 2009. Intensificación
agrícola y cambios en las áreas cultivadas,
1970-2005. Proceedings of the National
Academy of Sciences 106 (49): 20675-80.
Sauer, C. O. 1971. La América del Norte del
siglo XVI: The land and the people as seen
by the Europeans. Berkeley: University of
California Press.
Sawyer, D. 2008. Climate change, biofuels and
eco-social impacts in the Brazilian Amazon
and cerrado. Philosophical Transactions of
the Royal Society B 363:1747- 52.
Correspondencia: Departamento de Geografía, Universidad Estatal de Michigan, 314 Natural Science Bldg., East Lansing, MI
48824, e-mail:
rwalker@msu.edu.
Simmons, C. S. 2002. Development spaces: The
local articulation of conflicting
development, Amerindian rights, and
environmental policy in Eastern Amazonia.ˆ
The Professional Geographer 54 (2): 241-
58.
Simmons, C. S., R. Walker, E. Arima, S. Aldrich
y M. Caldas. 2007. The Amazon land war in
the south of Para'. Annals of the Association
of American Geographers 97 (3): 567-92.
Estado de Pará. 2009. Decreto No. 1.805, de 21 de
Julho de' 2009 [Decreto No. 1.805 de 21 de julio
de 2009]. Governo do
Estado do Para. Belem, Brasil: Gobierno del
Estado de Pará".
Uniao˜ de Industria de Cana-de-Ac¸ucar. 2010.
FAQ. http://english.unica.com.br/FAQ/
(consultado por última vez el 16 de febrero
de 2010).
Walker, R. 2004. Theorizing land cover and land
use change: El caso de la deforestación
tropical. International Regional Science
Review 27 (3): 247-70.
Walker, R., J. Browder, E. Arima, C. Simmons,
R. Pereira, M. Caldas, R. Shirota y S. Zen.
2009. La ganadería y la nueva área de
distribución global: Amazonia in the 21st
century.ˆ Geoforum 40 (5): 732-45.
Walker, R., R. DeFries, M. de Carmen Vera-
Diaz, Y. Shimabukuro y A. Venturieri.
2009. The expansion of intensive agriculture
and ranching in Brazilian Amazonia. En
Amazonia and global change, ed. M. Keller,
M. Bustamante, J. Gash y P. Dias, 61-81.
Washington, DC: American Geophysical
Union.
Walker, R., N. Moore, E. Arima, S. Perz, C.
Simmons, M. Caldas, D. Vergara y C.
Bohrer. 2009. Protecting Amazonia with
protected areas.ˆ Proceedings of the
National Academy of Sciences 106 (26):
10582-86.
Wilkinson, J., y S. Herrera. 2010.
Biocombustibles en Brasil: Debates e
impactos. Journal of Peasant Studies 37 (4):
749- 68.
Zimmerer, K. S. 2011. Nuevas geografías de la
energía: Introducción al número especial.
Annals of the Association of American
Geographers 101 (4): 705-11.
Los derechos de autor de Annals of the Association of American Geographers son propiedad de Taylor &
Francis Ltd y su contenido no puede ser copiado o enviado por correo electrónico a múltiples sitios o
publicado en un listserv sin el permiso expreso por escrito del titular de los derechos. Sin embargo, los
usuarios pueden imprimir, descargar o enviar por correo electrónico los artículos para uso individual.