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Músculos abdominales (anterolateral y posterior)

Arleidys Rodríguez Rodríguez

Carolina Paola Villegas Salas

Laura Andrea Vargas Acosta

Gianpier Sánchez quintero

Valery Ríos

(autores)

Universidad del Atlántico

Morfología

Farmacia

Atlántico/Barranquilla

2020
MÚSCULOS DEL ABDOMEN (anterolateral y posterior)

La cavidad abdominal está delimitada por formaciones musculares que pueden clasificarse en

cinco áreas anatómicas. Este conjunto de formaciones musculares se enmarca en varias

estructuras óseas: proximalmente por los últimos arcos costales, el apéndice xifoides y las

uniones condrocostales; distalmente por el borde superior de la pelvis y posteriormente por las

apófisis transversas de las vértebras lumbares. Los planos de la pared anterior y lateral del

abdomen son los siguientes: piel y tejido celular subcutáneo, fascia superficial, fascia profunda,

músculo, fascia extraperitoneal y peritoneo.

Músculo recto del abdomen

 Forma, situación y trayecto. El músculo recto del abdomen es un músculo alargado,

aplanado y grueso, que se extiende a lo largo de la línea media, desde el pubis hasta la

parte anteroinferior del tórax (fig.1).

Fig. 1. Músculos rectos del abdomen. Oblicuo externo del abdomen y piramidal.
Este músculo se inserta en su parte inferior, por medio de un tendón aplanado y corto:

 En la parte anterior del borde superior y en la cara anterior del pubis, desde el

tubérculo hasta la sínfisis

 En la cara anterior de la sínfisis. El tendón del músculo recto del abdomen está

generalmente dividido en dos fascículos distintos: uno medial y otro lateral. Este

último es siempre el más ancho de los dos.

Las fibras más superficiales del fascículo medial se entrecruzan en la cara anterior de la

sínfisis con las del lado opuesto; por otra parte, las fibras más mediales se pierden en el extremo

inferior de la línea alba. Del fascículo lateral se desprende lateralmente una expansión triangular

conocida como ligamento de Henle (fig. 2). El borde lateral de este ligamento es libre. Su borde

inferior o base se inserta en el tubérculo del pubis y en el pecten del pubis. El ligamento de Henle

suele estar reforzado anteriormente por elementos tendinosos procedentes de la hoz inguinal.

El tendón del músculo recto del abdomen tiene continuación con un cuerpo muscular que se

ensancha de inferior a superior y termina por medio de tres digitaciones. La digitación lateral,

que es la más ancha, se inserta en la cara externa y en el borde inferior de la mitad lateral del

quinto cartílago costal, así como en el extremo de la quinta costilla; la digitación media se fija en

la cara externa y en el borde inferior del sexto cartílago costal; la digitación medial termina en la

cara externa y en el borde inferior del séptimo cartílago costal, en el ligamento costo xifoideo y

en la cara anterior de la apófisis xifoides.

Este músculo presenta intersecciones tendinosas transversales u oblicuas, rectilíneas o

sinuosas. Frecuentemente incompletas, sobre todo en la cara posterior del músculo, es poco

frecuente que éstas ocupen toda la anchura y todo el espesor del músculo. Su número varía de
dos a cinco. Cuando existen solamente dos o tres intersecciones, que es lo que puede

considerarse normal, una está situada a la altura del ombligo y las otras son más superiores;

cuando hay cuatro intersecciones, una de ellas es infraumbilical. Cada uno de los músculos

rectos del abdomen está contenido en una vaina aponeurótica constituida casi enteramente por

las aponeurosis de los músculos oblicuo externo, oblicuo interno y transverso del abdomen. No

obstante, la parte superior de la lámina u hoja anterior de esta vaina está formada por la

aponeurosis del músculo pectoral mayor. En la línea media, los dos músculos rectos del abdomen

están separados entre sí por un rafe tendinoso denominado línea alba.

Músculo piramidal

 Forma, situación y trayecto. El músculo piramidal es inconstante. Es un músculo

triangular de base inferior, situado anteriormente en la parte inferior del músculo recto

del abdomen. Se extiende desde el pubis hasta la línea alba (fig.1).


 Inserciones y descripción. Se inserta por medio de fibras tendinosas cortas en el pubis,

inferiormente al músculo recto del abdomen, y en la cara anterior de la sínfisis por

medio de fibras que se entrecruzan en la línea media con las de los músculos

piramidal, recto del abdomen y oblicuo externo del abdomen del lado opuesto.

 Desde estos orígenes, las fibras musculares ascienden ligeramente inclinadas medialmente

para ir a terminar en la parte lateral de la línea alba.

Músculo transverso del abdomen

 Forma, situación y trayecto. El músculo transverso del abdomen es el más profundo de

los tres músculos planos y anchos de la pared anterolateral del abdomen. Es

semicilíndrico, muscular en su parte media y termina en sus dos extremos por

tendones aponeuróticos. Ocupa toda la mitad lateral de la pared abdominal, desde la

columna vertebral hasta la línea alba (figs. 2 y 5).


 Inserciones y descripción. Nace de superior a inferior:

De la cara interna de los seis últimos arcos costales, por medio de seis digitaciones

musculares que se engranan con las del diafragma; estas digitaciones se insertan en los cartílagos

séptimo y octavo de los arcos costales, en el cartílago y en la parte ósea del noveno, y en la parte

ósea de los arcos costales décimo, undécimo y duodécimo; las digitaciones del músculo

transverso del abdomen y del diafragma se mantienen diferenciadas en la séptima, octava y

novena costillas y se confunden entre sí en las costillas décima, undécima y duodécima (v.

Diafragma)

Del vértice de las apófisis costales de las cuatro primeras vértebras lumbares por medio de

una lámina tendinosa denominada tendón de origen del músculo transverso, que se pierde en la

lámina u hoja media de la fascia toracolumbar; esta lámina es ancha y cuadrilátera, y ocupa en

altura todo el espacio comprendido entre las inserciones costales e ilíacas de la mitad o de los

dos tercios anteriores del labio interno de la cresta ilíaca y del tercio lateral del ligamento

inguinal, por medio de fibras musculares y tendinosas cortas.

Las fibras musculares se originan un poco lateralmente al músculo erector de la columna. Se

dirigen horizontalmente en sentido anterior y forman una lámina triangular cuya base, situada

anteriormente, tiene continuidad con otra lámina tendinosa, la aponeurosis del músculo

transverso del abdomen, siguiendo una línea cóncava medial. Esta línea comienza superiormente

en el borde de la apófisis xifoides, posterior al músculo recto del abdomen; después, pasa

lateralmente a este músculo y termina en el pubis, lateralmente al tubérculo del pubis. Desde su

origen, la aponeurosis del músculo transverso del abdomen se extiende hasta la línea alba y el

pubis. El músculo pasa posteriormente al músculo recto del abdomen en los dos tercios o en los

tres cuartos superiores de este músculo y anteriormente en su tercera o cuarta parte inferior.
Fig. 2. Músculo transverso del abdomen.

Los fascículos inferiores del músculo transverso del abdomen, que nacen del ligamento

inguinal, se dirigen inferior y medialmente. Pasan primero superior y luego posteriormente al

cordón espermático o al ligamento redondo, y se unen con las fibras del músculo oblicuo interno

del abdomen, situadas anteriormente a ellos, para formar la hoz inguinal o tendón conjunto.
El tendón conjunto u hoz inguinal se inserta en una línea continua: en el pubis y en la sínfisis,

anteriormente al músculo recto del abdomen, en el tubérculo del pubis, y en el pecten del pubis,

por medio del ligamento lagunar, al cual se une.

Algunas fibras inferiores del músculo transverso del abdomen, que se originan en el

ligamento inguinal, se unen a fibras del músculo oblicuo interno del abdomen que tienen la

misma procedencia para formar el músculo cremáster (v. este músculo y también Envolturas del

testículo).

Fig. 3. Proyección, en un corte transversal que pasa por uno de los cinco últimos espacios

intercostales, de la arteria y del nervio intercostales correspondientes (esquemática).


  Músculo oblicuo interno del abdomen

 Forma, situación y trayecto. El músculo oblicuo interno del abdomen es ancho,

aplanado y triangular; se aplica a la cara superficial del músculo transverso del

abdomen, al que cubre casi completamente. sus fibras irradian desde la cresta ilíaca

hacia las últimas costillas, la línea alba y el pubis (figs. 3 y 4).

 Inserciones y descripción. el músculo oblicuo interno del abdomen nace: por medio de

fibras musculares y tendinosas, del tercio lateral del ligamento inguinal y de los tres

cuartos anteriores de la línea intermedia de la cresta ilíaca, y por medio de una lámina

tendinosa delgada, que se confunde con la fascia toracolumbar, del cuarto posterior de

la cresta ilíaca y de la apófisis espinosa de la quinta vértebra lumbar.


Fig. 4. Músculo oblicuo interno del abdomen.

Desde estas inserciones, las fibras se extienden en forma de abanico y terminan en una larga

línea de inserción que va desde las últimas costillas hasta el pubis, pasando por la línea alba. Las

fibras posteriores son oblicuas superior y anteriormente, y se fijan en el borde inferior y en el

vértice de los cuatro últimos cartílagos costales. Las fibras medias continúan hasta la línea alba

por medio de una amplia lámina tendinosa, denominada aponeurosis del músculo oblicuo interno

del abdomen. Esta aponeurosis continúa el cuerpo muscular siguiendo una línea ligeramente

oblicua inferior y anteriormente, que se confunde inferiormente con el límite lateral de la

aponeurosis del músculo transverso del abdomen, pero que resulta más lateral que la de éste en

su parte superior. En los dos tercios o tres cuartos superiores del músculo recto del abdomen, la

aponeurosis del músculo oblicuo interno del abdomen se divide, a lo largo del borde lateral del

músculo recto del abdomen, en dos láminas: la lámina anterior u hoja anterior se une a la

aponeurosis del músculo oblicuo externo del abdomen y pasa anteriormente al músculo recto del

abdomen; la lámina posterior u hoja posterior se adosa a la aponeurosis del músculo transverso

del abdomen y pasa posteriormente al músculo recto del abdomen (figs. 3 y 5). En la tercera o

cuarta parte inferior del músculo recto del abdomen, la aponeurosis del músculo oblicuo interno

del abdomen no se divide, sino que se une a la aponeurosis del músculo oblicuo externo del

abdomen y pasa en su totalidad anteriormente al músculo recto del abdomen. La zona de

adherencia entre los músculos oblicuos interno y externo del abdomen disminuye de amplitud de

superior a inferior, de modo que, en la parte más inferior, las dos aponeurosis solamente están

unidas cerca de la línea alba.


Fig. 5. Corte transversal de los músculos y aponeurosis de la pared abdominal, que pasa

superiormente a las líneas arqueadas.

Las fibras inferiores, que nacen del ligamento inguinal, se comportan como los fascículos

subyacentes del músculo transverso del abdomen. Pasan superior y después posteriormente al

cordón espermático o al ligamento redondo, se unen a las fibras del músculo transverso del

abdomen, con las cuales forman la hoz inguinal o tendón conjunto y, por medio de este tendón,

se insertan en la sínfisis púbica, en el pubis y en el pecten. Las fibras más inferiores del músculo

oblicuo interno del abdomen son desplazadas hacia las bolsas escrotales durante el descenso del

testículo, junto con algunas fibras del músculo transverso del abdomen, y forman el músculo

cremáster.
Músculo cremáster

El músculo cremáster tiene dos fascículos, uno lateral y otro medial. El fascículo lateral, que

se confunde en sus orígenes con las fibras cercanas de los músculos oblicuo interno y transverso

del abdomen, se inserta en el ligamento inguinal. Desde ese punto, desciende sobre la cara

anterolateral de la fascia espermática interna del cordón espermático y de las bolsas escrotales,

describiendo asas de concavidad superior.

Las fibras en asa se reúnen en la cara medial del cordón espermático en un fascículo

tendinoso; éste es el fascículo medial del músculo cremáster, que asciende y se inserta en el

tubérculo del pubis (v. Envolturas del testículo).


Músculo oblicuo externo del abdomen

 Forma, situación y trayecto. El músculo oblicuo externo del abdomen es ancho y

delgado, muscular en su parte posterior y tendinoso anteriormente. Es el más

superficial de los músculos de la pared anterolateral del abdomen. Sus fibras se

extienden desde la pared torácica hasta la línea alba, el pubis, el ligamento inguinal y

la cresta ilíaca (fig.1).

 Inserciones y descripción. inserciones superiores o costales. El músculo oblicuo

externo del abdomen se inserta superiormente, por medio de siete u ocho digitaciones

musculares y tendinosas, en la cara externa y el borde inferior de las siete u ocho

últimas costillas; la última digitación nace del cartílago de la duodécima costilla. Estas

lengüetas, dispuestas en forma de dientes de sierra, se engranan con las digitaciones

inferiores del músculo serrato anterior superiormente y con las lengüetas de origen

costal del músculo dorsal ancho inferiormente. Se escalonan siguiendo una dirección
oblicua inferior, lateral y posteriormente, aumentando en anchura desde la quinta hasta

la octava costilla para disminuir después desde la octava hasta la duodécima. 

Desde estas inserciones, las fibras superiores se dirigen horizontalmente en sentido medial; las

medias, oblicuamente en sentido inferior y medial; las inferiores descienden cada vez más

verticalmente. En su conjunto, las fibras del músculo oblicuo externo del abdomen forman una

lámina muscular triangular, limitada anterior e inferiormente por dos líneas perpendiculares entre

sí. La línea anterior, casi vertical, desciende lateralmente al músculo recto del abdomen; la línea

inferior es horizontal y alcanza la cresta ilíaca a la altura de su extremo anterior o un poco

posteriormente.

Las fibras musculares se continúan con fibras tendinosas que se unen en una ancha lámina

denominada aponeurosis del músculo oblicuo externo del abdomen. Únicamente las fibras

posteriores del músculo oblicuo externo del abdomen, que nacen de las dos o tres últimas

costillas, se insertan en la mitad anterior de la cresta ilíaca por medio de fibras musculares o de

cortas fibras tendinosas.

Terminación de la aponeurosis del musculo oblicuo externo del abdomen

La aponeurosis del músculo oblicuo externo del abdomen se fija anteriormente en la línea

alba, e inferiormente en el pubis y el ligamento inguinal. Inserciones en la línea alba.

Anteriormente, la aponeurosis del músculo oblicuo externo del abdomen se une con la del

músculo oblicuo interno del abdomen y pasa anteriormente al músculo recto del abdomen; sus

fibras se entrecruzan en la línea media con las del lado opuesto y contribuyen a formar la línea

alba (figs. 5 y 6).


Fig. 6. Corte transversal de los músculos, fascias y aponeurosis de la pared abdominal, que

pasa inferiormente a las líneas arqueadas.

Acción de los músculos de la pared anterolateral del abdomen

La contracción de los diferentes músculos anchos del abdomen tiene por resultado la

compresión de las vísceras abdominales. Por lo tanto, intervienen en la micción, la defecación, la

espiración forzada, el vómito y el parto.

Los músculos rectos, oblicuo externo y oblicuo interno del abdomen toman generalmente su

punto fijo en la pelvis; abaten las costillas y el tórax y contribuyen a la espiración. Cuando el

músculo oblicuo externo del abdomen se contrae sólo en un lado, origina además un movimiento

de rotación del tórax que desplaza su cara anterior al lado opuesto.


 La contracción unilateral del músculo oblicuo interno del abdomen imprime al tórax

un movimiento de rotación que desplaza su cara anterior al lado del músculo que se

contrae.

 Cuando los músculos rectos, oblicuo externo y oblicuo interno del abdomen toman su

punto fijo en el tórax, desplazan la pelvis anterior y superiormente.

El músculo transverso del abdomen atrae medialmente las costillas, estrechando el tórax; es,

por lo tanto, espirador.

MÚSCULOS DE LA PARED POSTERIOR DEL ABDOMEN 

Músculo iliopsoas

El músculo iliopsoas o psoas ilíaco es un músculo que se encuentra en la cavidad

abdominal y en la parte anterior del muslo1. Es uno de los músculos más potentes del

cuerpo, el principal flexor del muslo y el más potente de los músculos flexores de la

cadera. La razón principal por la cual este músculo es tan potente es porque se refleja

en la rama ilíaca, produciendo un movimiento en polea. Está constituido por dos

porciones: una parte larga medial, el psoas, y una parte ancha lateral, el ilíaco. El

músculo iliopsoas es muy importante a nivel patológico. Otro detalle importante es

que forma el suelo del triángulo de Scarpa.

 Músculo psoas mayor  

La porción psoas o psoas mayor se origina en las vértebras T12 y las cinco primeras

lumbares (T12-L5), así como en la base de las apófisis transversas correspondientes, y

desciende hacia la fosa ilíaca del coxal, donde se une con la porción ilíaca. La
inserción vertebral es peculiar, en una serie de arcos superpuestos desde un disco

intervertebral al otro.

 Músculo iliaco 

El músculo psoas ilíaco es un músculo compuesto formado por el músculo psoas

mayor y el músculo ilíaco La porción ilíaca se origina por arriba en el labio interno de

la cresta ilíaca, espinas ilíacas anterior, superior e inferior, base del sacro, parte de la

fosa ilíaca interna, ligamento iliolumbar y zona lateral de la cara anterior del sacro.

Ambos cuerpos musculares se unen para pasar por debajo del arco crural (ligamento

inguinal) en la zona externa, insertándose conjuntamente en el trocánter menor del

fémur.

En el curso de su trayecto, el iliopsoas se relaciona con importantes órganos:

diafragma, riñones, uréteres, vasos renales, colon, ciego, arterias ilíacas primitivas, y

arterias y venas ilíacas externas. Especialmente íntima es su relación con el plexo

lumbar, que atraviesa el músculo.

El iliopsoas está inervado por ramas directas del plexo lumbar y del nervio crural. La

porción inferior debajo del ligamento inguinal forma parte del piso del triángulo

femoral.

El iliopsoas desplaza generalmente el miembro inferior libre, produciendo flexión en la cadera

para elevar el miembro e iniciar la marcha cuando el miembro opuesto asume el peso corporal.

No obstante, también puede mover el tronco; la contracción bilateral del iliopsoas inicia la

flexión del tronco en la cadera del muslo fijo (como cuando, incorrectamente, se realizan

sentadillas). El iliopsoas es también un músculo postural, activo durante la bipedestación,


manteniendo la lordosis lumbar normal (e indirectamente la cifosis torácica), y resistiendo la

hiperextensión de la articulación coxal.

Es interesante recordar las relaciones anatómicas de estos músculos con las ramas del plexo

lumbar. El nervio iliohipogástrico e ilioinguinal discurren entre el cuadrado lumbar y el borde

lateral del psoas mayor. El nervio femorocutáneo emerge de la convexidad muscular del psoas

mayor, mientras que el nervio genitofemoral sale del borde medial del psoas mayor a nivel de la

4ª vértebral lumbar. El nervio obturador desciende en el borde medial del psoas mayor antes de

entrar en la pelvis menor. El nervio femoral discurre por detrás entre el músculo psoas mayor y

el ilíaco.
Músculo cuadrado lumbar

Es un músculo aplanado y cuadrilátero, situado por delante del músculo erector espinal, del que

está separado por la hoja profunda de la fascia toracolumbar. Inclinándose en la cresta ilíaca y en el

ligamento iliolumbar, se dirige hacia la XII costilla y el vértice del proceso transverso de las I y IV

vértebras lumbares. 

Se encuentra en la cara posterolateral del abdomen.


 Origen. En el 1/3 medial de la cresta iliaca, en el ligamento iliolumbar superior. Desde ahí

se dirige hacia arriba y adentro. 

 Inserción. En el borde caudal de la 12ma costilla. En su trayecto, algunas de las fibras

terminan en la apófisis costiforme lumbares, pero vuelven posteriormente a la 12ma

costilla.

 Función. El músculo cuadrado lumbar, en su contracción unilateral junto con los demás

músculos abdominales y el músculo erector espinal, inclinan hacia un lado la columna

vertebral y el tórax. En la contracción tónica bilateral, conjuntamente con los otros

músculos citados, mantiene la columna en posición vertical. Al traccionar hacia abajo la

XII costilla puede actuar también como músculo espirador.

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