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Anatomía de Un Discipulador
Anatomía de Un Discipulador
Iniciativa
Pablo define su ministerio como «nuestra visita a vosotros». Con ello revela su
iniciativa. Él y sus colegas se acercaron a los tesalonicenses para conocerlos
donde ellos estaban, geográfica y espiritualmente. Un discipulador busca a su
discípulo.
Conocí a Alicia en mi primer año de universidad. Ella era miembro del equipo
anfitrión para las de primer ingreso. Alicia pronto se convirtió en mi líder de estudio
bíblico y a menudo me visitaba en mi habitación o en mi trabajo. Al principio
pensé: «¿esta estudiante de tercer año no tiene nada mejor qué hacer?». Luego
me di cuenta de que probablemente sí tenía algo mejor qué hacer pero escogía
invertir tiempo en mí, ¡una estudiante de primer año!
Generosidad
Los discipuladores son generosos con su tiempo, dinero, y recursos. Dan no con
el fin de que la gente los obedezca sino debido al Espíritu que mora en ellos.
Integridad
Alicia modeló para mí cómo debía ser un cristiano. Aunque nunca me presionó,
siempre me desafió a «vivir una vida que honrara a Dios». Y sin embargo, no
dudaba en mostrarme su vulnerabilidad, en señalar su propio pecado y las
tendencias que la alejaban de Dios. Incluso me compartía las luchas que
enfrentaba como una líder de estudios bíblicos, las cuales no podía imaginarme
en ese tiempo. Alicia siempre reconocía su necesidad de Jesús y demostraba su
dependencia de él. Su sinceridad me capacitó también para no encubrir mi
vulnerabilidad ante ella.
Sacrificio
«Sino que después de haber sufrido y sido maltratados en Filipos, como sabéis,
tuvimos el valor, confiados en nuestro Dios, de hablaros el evangelio de Dios en
medio de mucha oposición.» (v. 2)
Sabía que Alicia sacrificaba mucho —sus estudios, su dinero, incluso las
relaciones con sus compañeras de año— para cuidarnos a mí y a otros—. Su
familia la hizo pasar un tiempo difícil por no estar satisfechos con su rendimiento
académico, además, no era un secreto que batallaba con problemas financieros.
Pero, aún así, Alicia se empeñó en conservar en su lista de prioridades a
personas como yo.
Cuando mi primer obra salió a escena en San Diego, Alicia y Rick, otro líder de
estudio bíblico, manejaron durante ocho horas para verla y conocer a mi familia.
Seguro que toda la experiencia resultó divertida; pero vi cómo Alicia y Rick
renunciaban a su tiempo (se acercaba su periodo de pruebas) y dinero por alguien
más.
Verdad
«Por esto también nosotros sin cesar damos gracias a Dios de que cuando
recibisteis de nosotros la palabra del mensaje de Dios, la aceptasteis no como la
palabra de hombres, sino como lo que realmente es, la palabra de Dios, la cual
también hace su obra en vosotros los que creéis.» (v. 13)
Alicia gozaba de una gran habilidad para entretejer las Escrituras en nuestras
conversaciones en la cafetería, tan fácil como le resulta a los actores recitar sus
líneas en una película. La palabra de Dios enmarcaba su vida y eso se podía ver.
Gentilmente me desafió a no vivir basada en cómo me sentía sino en la verdad de
la palabra de Dios. Cuando los conceptos de las Escrituras hacían «clic» en mí, su
alegría iluminaba su rostro. Realmente, la Palabra surgía siempre en nuestra
relación.
Amor
«Más bien demostramos ser benignos entre vosotros, como una madre que cría
con ternura a sus propios hijos. Teniendo así un gran afecto por vosotros nos
hemos complacido en impartiros no sólo el evangelio de Dios, sino también
nuestras propias vidas, pues llegasteis a sernos muy amados.» (vv. 7–8).
Observe estas palabras: benignos, ternura, impartir, muy amados. Ellas son el
corazón del discipulado. Amor, sobre todo, motivó a Alicia a cuidarme y abrirse a
mí.
Imitación
Acerca de la autora
Este artículo se publicó por primera vez en Discipleship Journal. Usado con
permiso de la autora. Título del original: Anatomy of a Discipler. Copyright 2005
por Lisa Kirazian. Todos los derechos reservados.