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UNIDAD 3 HACER EL BIEN A MI PAIS 4° DE SECUNDARIA

(DIBUJAR DE ACUERDO AL TITULO DEL TEMA)

SER: EL País somos todos y todos hacemos el país.


Apreciación de la justicia como valor fundamental para un país libre y mejor para todos.
El país y la justicia. - El país no es sólo un territorio, es ante todo un pueblo unido. O mejor dicho, varios
pueblos unidos en un mismo ideal y una misma nación.
Lo fundamental de un país es la justicia. La justicia es la que resguarda los derechos y libertades de los
ciudadanos. Nadie puede atentar contra la justicia. Si lo hiciera, se convertiría en un dictador.
Y nadie se puede sobreponer a los derechos y libertades del pueblo, pues el pueblo es realmente el país.
No existe un país sin un pueblo.
Cuando alguien, sea quien sea y tenga el poder que tenga, se sobrepone sobre los derechos y libertades
del pueblo y niega los derechos humanos, ese país entra en la decadencia más profunda, porque ha
llegado a mellar lo más sagrado: los derechos de sus ciudadanos.
Un país es la gente que hace ese país. Cuando hablamos de un país, hablamos de la gente que vive en él.
El país es la gente que aporta su trabajo para levantarlo.
Un país no es el gobierno, y menos el presidente de turno. El gobierno está al servicio del pueblo,
administra los bienes del pueblo. Un país es mucho más que eso, es el pueblo que produce, trabaja y se
esfuerza cada día. Un país es grande, si el pueblo, sus ciudadanos, vive con dignidad y justicia.
Un país es miserable, si el pueblo, sus ciudadanos, viven indignamente: bajos salarios, pobreza, mala
educación, deficiente sanidad, libertades reducidas, derechos negados, democracia recortada… Un país
puede tener muchas reservas, pero si el pueblo vive en la indignación, es un país indigente, por la mala
gestión de sus gobernantes.
NADIE ES DUEÑO DE LA VERDAD
SABER: Conocer la realidad y encontrar el camino para mejorarla.
Conocer la realidad del país es conocer nuestro presente, pero es también observar nuestro futuro. Este
conocimiento es un derecho y un deber para todos.
No es fácil hacerlo, porque hay instituciones que alteran las cifras a su conveniencia o realizan estudios
sesgados, según sus intereses. Las informaciones y los estudios no son lo suficientemente veraces y
limpios. Por eso, es necesario contrastar unos estudios con otros, Es necesario acudir a las instituciones
que ofrecen garantías de imparcialidad y objetividad.
El valor insustituible en un buen ciudadano:
DIGNIDAD
La Biblia narra la historia de un pueblo en camino a la salvación. - La Biblia narra la historia de un
pueblo. Esa historia tiene un gran protagonista: el Dios de la vida y de la liberación.
Este Dios liberador va llamando en cada momento a colaboradores/as, para que ejecuten su voluntad y se
cumpla su palabra de vida y de liberación. Estos/as colaboradores/as son personas con sentido de pueblo,
que se ofrecen a luchar por el pueblo y se entregan a la liberación de su pueblo, aunque sea a riesgo de
dejar su vida en el intento.
HACER: Siempre se puede hacer algo más para mejorar la vida de los pueblos.
Sí, algo se puede hacer. La historia la hacemos las hacemos las personas. El gran secreto de la vida es ir
aportando y cooperando para que nuestro país sea mañana mejor de lo que es hoy. Tenemos manos para
trabajar, cabeza para pensar y corazón para amar. Con ello, podemos ir transformando la realidad
presente. Otros también lo hicieron antes que nosotros.
Recuerda lo que nos enseña Jesús para ser un buen ciudadano. Los flojos y los interesados no sirven para
nada. Serán paja que arrebata el viento. Se marcharán sin dejar rastro de su presencia en la tierra. El buen
ciudadano del nuevo pueblo de Dios trabaja esforzadamente con los dones recibidos del Señor para hacer
su tarea.
DECIDIR: Los países se levantan con personas generosas y comprometidas.
Reconocer que el buen ciudadano es aquel que se pone al servicio de los demás.
Así como a los países los hunden personas sin escrúpulos, capaces de destruir la libertad y la justicia, así
también los países los levantan personas con valores, que no se rinden ni ante nada ni ante nadie.

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