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eee bescomistertps Rmanah 7 a ig macs. neciustanenre 5 hie Por sin sons WenscHer.” Mis * ag if : eae” " EL cABo DE DUERA-ESPERAN. oom “tnapiiido DEL INGLES - 7 %*. ‘ i a Se * ey” Bh GRADUCTOR, Ni aun el vulgo.ménos instruido ignora, hace mucho tiempo, que en las faces de la Luna se ha alcanzado 4 ver montaiias y otros objetos de las propiedades fisicas asignadas por nuestro divino Cria- dor 4 aquel globo, estando en circulacion y Creen- cia algunos mapas de los descubrimientos que en él se han ido haciendo: y una vez averiguada la cua- lidad material de aquellas regiones , debia inferisse por una consecuencia bien obvia, la existencia en ellas de otros objetos tambien materiales y orgéni- cos que aun no habian podido distinguirse. En efecto, 4 los esfuerzos y talentos privilegiados de los célebres astrénomos Herschel, padre ¢ hijo, se ha debido el llegar 4 conocer individualmente la realidad de lo que todavia eran conjeturas. El mag- nifico telescopio fabricado por el primero , adelan- 16 los descubrimientos y el mucho mas magnifico € ingenioso del segundo, por su mayor alcance y por los nuevos portentosos agentes que le ha incor- porado (subviniendo 4 sus costos el tesoro particu- lar de Guillermo IV actual Rey de Inglaterra) aca- ban de fijar la cuestion de que 1a Luna contiene en su superficie objetos admirables, y est poblada de vegetales, aves, animales, y de diferentes razas de IL seres alados , semejantes en los demas 4 la especie humana. Estas observaciones se han hecho en el presente afio de 1835 desde el Cabo de buena Es- peranza, concurriendo otras personas cientificas en la materia y en sus incidentes, y’ 4 mayor abun- damiento las autoridades civiles, militares, eclesi- dsticas y otros sacerdotes de distintas creencias. El mismo Dr. Herschel hijo, se ocupa-en escribir la historia minuciosa y filosdfica de estos descubrimien- tos; pero entretanto que se publica su tratado, y previo su permiso, luego que cesd el secreto de Ga- binetecon que se procedia, ef Dr. Grant, como uno de los concurrentes 4 las observaciones , ha comu- nicado 4 los editores del Diario de ciencias de Edim- burgo, informes circunstanciados deellos, deque di- mana un cuaderno impreso eningles, el cual he tra- ducido al castellano, dédicdndolo 4 quienes les pa- rezca que puede interesarles 6 divertirles lo instruc- tivo, ameno.y sublime de las materias que abraza , acompasiando las ldminas que le corresponden. Por mas portentoso, dudable 6 increible que qui- siera tenerse este suceso, mdxime entre los que uni- camente encuentran posibilidad en las obras divinas 4 que alcanzan los limites de su pobre comprension; son tales las premisas en que se apoya su consecuen- cia, tales las garantfas con que se presenta su pu- blicacion, refiriéndose 4 nombres respetables de que no se habia atrevido 4 usar el mas audaz embai- ur dor, tal la combinacion sapientisima de la ciencia astronémica y otras que forman parte interesante de las cuestiones oc urridas, y tal el candor usado en las esplicaciones, que en todo ello se encuentra una recomendacion hacia la credulidad de cuantos no pertenezcan al odioso esceptisismo 6 les conven- ga parecer incrédulos sin serlo. Todos los grandes y utilfsimos acontecimientos que han Ilegado & verificarse y miramos sin el asombro de la novedad ni el choque de las preocupaciones, han pasado, es verdad, por los filos de la ignoran- cia 6 de la malicia , costando hasta la vida 4 algu- nos de sus respetables autores, por que en tocos tiempos ha sido, es y serd igual la flaqueza dela condicion humana ; auinque ya convendria ejercie- se mejor influencia para ennoblecer los dnimos cl siglo ilustrado en que vivimos, en el cual deberian todos ruborizarse de aparecér indiscretos. Sin em- bargo, he oido, y aun he visto escritos en un pe- tiddico de esta ciudad tantos dislates sobre este su- ceso, que pueden poner a las personas que los han producido tan en ridiculo, como 4 los inerédulos y y adversarios de Cristobal Colon, al verificar el descubribiento del Nuevo-Mundo que habia anun- ciado, Cualquicra que haya leido en dicho papel la seguridad con que una y otra vez se dice ser de 24 varas el didmetro del telescopio de Herchel, para mofarse de su magnitud y transporte, como si, cuan- Iv do as{ fuese, faltasen medios proporcionados 4 cual- quiera marino, m4xime tratandose de Ja marina in- glesa, y despues encuentre que en el cuaderno 4 que allf se hace referencia, solo consta de 24 pies, vera que es un abuso de la verdad, desfavorable 4 su autor, lo mismo que las demas chufletas pueriles & impertinentes que se le ocurrieron como el mejor modo de ilustrar al publico: é insistiendo en su an- tojo de que la publicacion de recientes descubri- mientos en la Luna es un chasco, ha vuelto 4 dar un articulo, al parecer traducido literalmente de la Gaceta de Salem, con referencia 4 descripciones y opiniones de Sir John F. W. Herschel ( el padre, ) sin detenerse 4 considerar que estas se contraian 4 los objetos que hasta entonces podia alcanzar 4 ver, y decia: ,, Los telescopios se han de perfeccionar mu- cho dntes de que podamos distinguir enla Luna se- fiales de habitantes por las alteraciones que estos hacen en el terreno;” lo cual no sole no niega , que coincide con posibilidad de lo que ha logrado conseguir e] hijo. Decir no lo creo, por que no lo he visto, v4 otras trivialidades, 6 por lo chocante que parezca el que haya hombres con alas en la Luna, y antojarse, sin mas exdmen, paparrucha inventada por la imagina- cion fecunda de un burlon; no es modo, de racio- ¢inar. Atdquese el cimiento con pruebas contradic- torias 6 argumentos convincentes, y el edificio caerd v desplomado al impulso de la razon: si no, 6 se des- preciarén necedades , 6 se dir4 4 los que nolo han meditado bien: jqué otra cosa son las alas que un érgano de que los hombres de la tierra carece~ mos, y de cuyo envidiable don gozan tantos seres entre nosotros? ,Quien dejard de venerar en tales diferencias los altos designios de la Providencia, co- mo se veneran en el contraste de colores y fisono- mfas que le placié imprimir entre el blanco y el negro de las generaciones de la tierra? _ Un bur- Jon 6 engafiador, cual se quiere suponer 4 quien ha publicado los descubrimientos de la Luna, no podria dejar de ser un hambriento y mentecato; pe- ro Idase detenidamente esta produccion sin otro fin que el averiguar Ja verdad y no se encontraré sino en sabio ponderoso, tan franco con el publico en comunicarle lo que cree le interesa, como se le pre~ tende corresponder con ingratitud; un literato tan Util 4 la sociedad, que en su saber tiene demasia- dos medios honrosos con que haber asegurado su subsistencia sin necesidad de recurrir 4 un medio tan mezquino como la impresion de un pequeiio cua- derno 4 espensas de vigilias penosfsimas, para escri- Dir una novela tan necesitada de ciencia, como di- ficilde combinar para no cometer un desliz en ca~ da concepto, y esto 4 trueque del temor de ser des- cubierto y puesto al alcance del enojo de un monar- ca, y de los demas personages y corporaciones de cu: VI yos nombres abusaba! ;Cdmo es posible figurarse un ente tan mal quisto consigo mismo en todos sentidos? Tanto habrian tardado los agraviados en denunciarle por Jo ménos al puiblico de todos los paises por medio de la imprenta, como un impostor de los hechos, con ofensa de los nombres de que se valia? Algun argumento se me ha hecho, sin embargo digno de lamarse asf, y tales combates son lauda-~ bles, porque los acompufia la sinceridad y el buen criterio. Fue, pues, el caso, que hablando con un sugeto de conocida instruccion matemdtica y-astro- némica, autoridad para mi respetable y hasta en- tonces firme sostenedor de la muy probable certeza de estos descubrimientos, interin no encontré motivo para variar deopinion, me dijo que, ,, tenia el sen- timiento de manifestarme ser astronémicamente im- posible la verdad de un hecho que se anuncia co- mo verificado por Herschel, d saver: el descubrimien- to que en la pdgina x? al final se dice haber conse- guido de planetas en otros sistemas solares: cuya im- posibilidad estriba en que perdiendo ya el telescopio su virtud atractiva, y por consiguiente aumentati- tiva con respecto d aquellos astros cuya distancia de nuestro globo es tal que se hallan fuera de nuestro . edleulo y comensuracion, y son los soles de esos su- puestos sistemas planetarios , disminuyendo en vez de aumentar el tamafio que presentan dé nuestra sim- eer _ © e VIL ple vista; con mucho mas motivo disminuiria el de estos planetas, que siendo invisibles para nosotros, los haria mas invisibles.” — Confieso francamente que al pronto no supe como salir de este terrible atolladero, aunque me estaba diciendo mi razon que habia otra con que desvanecer la presentada con tanto ingenio como aparente fundamento. Ya iba- mos,4 redimir la cuestion 4 autoridad para ambos, irrebocable, cuando mi poderoso contrario hizo una comparacion de indudable exactitud, la cual nos desengaiid 4 4mbos;'4 él, que dntes dudaba 6 mas bien negaba, y 4 mf, que ya principiaba 4 dudar de la posibilidad del descubrimiento. Dijo; que el telescopio en ese caso no era otra cosa que los an- teojos de un miope, que mirando 4 las estrellasy aun 4 objetos lejanosen la tierra con su vista natu- ral, los veia mas grandes, aunque mas confusos que cuaado se ponia los espejuelos ; y como con respec~ to 4 esos distantisimos astros todos somos miopes , el telescopio produce el mismo efecto de disminuir para aclarar porla concentracion de los rayos, y re- sulta exacta la comparacion. Vime en campo abier- to con estas palabras, porque dando la casualidad de ser los dos miopes, .ambos hablibamos por es- periencia. Inmediatamente se me vino 4 los labios la concluyente respuesta de que en efecto los anteo- jos disminuian el tamafio aparente 4 mi simple vis- ta de la Luna y las estrellas; pero tambien angzha~ vill cian ver otras que sin su auxilio no distinguia.- Qu .ddse reflexivo, y desenvuelta laideade su imagin cion, vino 4 convenir en la fuerza’ de mis obse: vaciones, bien que admirados ambos de que hay podido conseguir tanto la constancia y aplicacioi del hombre. Parecidnos sin embargo bien consulta: la grave autoridad cientifica de otro sugeto residen- te en esta ciudad, cuya fama literaria, principalmen- te en esta clase de-materias, es europea y su opinion acatada en todas partes, el cual instrutdo 4 fondo de la cuestion, contesté que, en su concepto, no solo era exacto mi raciocinio, sino que tal vez sin conocerlo yo, 4 no ser que fuesen muy estensos mis conocimientos astronémicos (de que carezco ) habia resuelto una cuestion astrondmica muy controver- tida, y que logrado esto por Herchel, ya nada ha~ bia que fuese increible en lo mas maravilloso 4 que puediesen Hegar los humanos descubrimientos; opinion para mi sumamente satisfactoria, no en sen- tido de triunfo de mis débilcs alcances, sino porque contando con el] voto favorable de autoridad de tanto peso, es un antemural impenetrable contra los tiros de la maliciosa incredulidad , y alienta mas y mas el buen fin con que he hecho la trax duccion. the GRANDES DESCUBRIMIENTOS ASTRONOM1COS HECHOS RECIENTEMENTE POR SIR JOHN HERSCHEL. EN EL CABO DE BUENA-ESPERANZA. eo Imposible es contemplar cualquier gran descubrie miento astrondmico sin sentirse acometido de cierto vapor, semejante en algan modo al que supusiésemos en nn espiritu separado del cuerpo, al descubrir las deésconocidas realidades de una vida futura, Reducido el hombre por las irrevocables leyes de la naturale- za a no salir del globo en que vive, « aprisionado en medio de la inmensidad del espacio» debe ejercer so- bre él un inflajo sobrenatural el que alguna de las misteriosas obras del Criador, rinda tributo 4 su cu- riosidad. Casi parece una presuntuosa usurpacion del poder que nos negd fa voluntad divina , cuando el hombre, en el orgullo y confianga de su saber, se lanza mucho mas alla del coto aparente que la natu- taleza puso a sus privilejios, escadrifiando los secre- tos y aun aspirando 4 conseguir el trato familiar con otros mundos. Sabemos positivamente que cuando el inmortal fildsofo § quien debe el género humano las = - 2 asombrosas marayillas que ahora se publican, vid al fin colocadosu nuevo y estupendo aparato , con cier- ta seguridad del buen dcsito, se detuvo solemne- mente aigunas horas antes de comenzar sus obser- vaciones, para preparar su imaginacion a reci- bir unos descubrimientos que sabia habian de Ile- nar de asombro 4 millares de criaturas, y asegurar 4 su nombre una brillante, ya que no superior asocia~ ciacion con el de su venerable padre, por toda la posteridad. ; ¥ con razon se detuvo! Desde la hora en que las dos primeras criaturas humanas abrieron los ojos para admirar la grandeza del azalado firma- mento bajo que reposaban, no ha habido ade- lanto en los conocimientos humanos que pueda com- pararse ensublime interes 4 los que él, por una hono- rifica distincion de la providencia, nos ha comunicado; y con tanto mas motivo creemos esto, habiendo visto una obra que estd preparando para la prensa, en que se incorporan detalladamente todos los descubrimien- tos, yque no puede tardar en darse al publico, el cual sin duda los encontrard incomparable mente mas im- portantes que las mas grandes obras que ha prodncido Ja civilizacion.—;Con razon, repetimos, se detuvo! Como que iba 4 ser el solo depositario de maravillo- sos secretos que habian estado ocultos de la vista de todos los hombres que han existido desde lacreacion, —Como que iba 4 poner sobre sus sienes una diade- ma de conocimientos con la que iba 4 adquirir, sin poder dejar de conocerlo él mismo, una preeminen~ 3 cia sobre todos los seres de su especie que hoy viven yy han vivido en los siglos que han pasado. Detuyé- se, digamoslo asi, antes de romper el sello de la ca- ja que la contenia. Para que se entienda adonde van 4 parar.las entu- s\asmadas frases que acabamos de espresar , manifes- tarémos de una vez que por medio de un telescopio de vastas dimensiones y construido bajo un principio enteramente nuevo, Herschel el hijo, desde su obser- vatorio situado en el hemisferio meridional , ba lHle- gado 4 hacer los mas estraordinarios’ descubrimien- tos en todos los planetas de nuestro sistema solar ; ha descubierto planetas en otros sistemas solares ; ha con- segaido ver con la misma claridad los objetos en la Luna , que la simple vista los distingue en la tierra, la distancia de 100 varas poco mas 6 menos; ha fi- jado afirmativamente la cuestion de si este satélite es= té 6 no habitado , y por qué clase de seres lo esta; ha establ ecido sobre bases firmes una nueva tuoria sobre los fendmenos prodacidos por los cometas, y “ha resuelto é corregido casi todos los problemas prin- cipales de la astronomia matematica. Debemos los tempranos y casi esclusives informes que tenemos sohre estos hechos, 4 la fina amistad del Dr. Andres Grant, discfpulo de Herschel padre, y por muchos aiios inseparable compaiiero del hijo 4 quien ayudaba en sus tareas. Habiendo sido amanuen- se de este ultimo en el Cabo de Buena-Esperanza, y desem peniando con infatigable celola direccion del te- 4 lescopio , durante todo el periodo de su constraccion y operaciones; el Dr, se ha hallado en el caso de pro- porcionarnos noticias iguales, al menos en interes, 4 las que el mismo Herschel ha transmitido 4 la Real Sociedad. Nuestro corresponsal nos asegura que los yoluminosos docamentos que est actualmente ecsami- nando una comision de aquel instituto , poco mas con- tienen que pormenores é ilustraciones matematicas de hechos que él los ha comunicado en su estensa correspondencia, En cuanto al permiso para trasmi- tirnos tan inapreciables noticias, no habo la menor dificultad en obtenerle del magnanimo Dr, Herschel, quien, superior 4 toda consideracion mercenaria, ha querido honrat y premiar de este modo 4 su activo colaborador en el campo de la ciencia. Los anecsos grabados de animales y otros objetos lunares, y de las faces de varios planetas , son copias exactas de di-~ bujos sacados en el observatorio por el caballero Her- bert Holmes, quien vino encargado de la ultima sé- sie de fuertes:reflectores que llegaron de Léndres al Cabo, y dirigié su colocacion, presentando de este mo- do 4 la posteridad las pruebas de {os triunfos conse- guidos, Los grabados de las fajas de Jupiter son una copia reducida 4 menor tamaiio de un dibujo hecho en félio imperial por el mismo Dr. Herschel, y con- tiene los resultados de su ultima observacion sobre este planeta. El segmento del aro interior de Saturno se ha copiado de un dibujo grande hecho por el. Dr. Grant. + 5 Echarémos mano primero de los documeatos que contienen la descripcion ¢ historia del instramento por cuyo medio se han hecho tan estupendos descu- brimientos ; porque para dar crédito 4 los resultados, conyiene saber los medios. TELESCOPIO DE HERSCHEL HIJO. Es bien sabido que el gran telescopio de reflexion del difanto Herschel padre , con. un vidrio objetivo de cuatro pies de didmetro , y.un tabo de cuarenta pies de largo , posee la fuerza de aumentar los obje- tos seis mil veces; pero solo una pequeiia parte de es- ta foerza pudo nunca aplicarse!con ventaja 4 los mas préximos objetos astronémicos ; porque la falta de luz ; hija del mismo aumento que recibian , los hacia menos distintos que cuando se los miraba con solo un tercio 6 cuarto de esta magnitud. Asi es , que las magnitudes de que se servia cuando observaba la Lu- na y planetas ,.y conlas cuales hizo sus mas.impor- tantes descubrimientos, variaban entre 220, 460, 750 y 900 veces de aumento; sin embargo , cuando, queria examinar !as dobles y triples estrellas fijas, y otros objetos distantes , se valia de toda la fuerza de su instremento. La ley de dptica de que un objeto se oscurece mientras mas aumento recibe en la vi- sual, parecia, y mas con el ejemplo que presenta- ba este poderoso telescopio , ser un obstéculo insa- perable para adelantar un paso mas en los descubri- _ mientos en nuestro sistema solar. No obstante, algu- ———— ’ — oe , . ' ¥ "6 ‘ nos aisos antes de la muerte de este venerable astré- nomo, concibié que era practicable construir una série mejorada de reflectores parabdlicos y esféricos, los cuales , reuniendo todos los importantes puntos que abrazan los instrumentos Gregoriano y Newto- niano ,.con el interesantisimo descubrimiento acro~ mdtieo de Dolland , removerian en gran manera es~ fa va: obstruccion. Su plan demostraba los mas profandos conocimientos en la ciencia éptica y Ja mayor destreza en las operacionesmecanicas ; pe- | rollas enfermedades que les sobrevinieron , y por ul- een la muerte, impidieron la aplicacion esperimen- x : jo elactual Sir John Herschel, que habia P + id 1 lo ‘yeriado en el observatorio, y desde su Yn | un astrénomo prictico, estaba tan in- a de la verdad de estas teorfas, 4 ne detérminé poverlas en practica 4 cualquier cos- tenia. completo su nuevo aparato , el cual adopté ». al primitivo telescopio con el mejor écsito, y hallé : so de aumento de 6000 veces aplicada 4 , ¥ jana, que era el ejemplo mas a propdsito que po- ia escoger , producia con estos nuevos reflectores un ©, ta, A los dos aiios del fallecimientade su padre, ya : "* objeto focal de esquisita claridad, libre de toda oscn- racion acromitica, y conteniendo el moyor grado de luz que el gran espejo podia recojer de aquel astro, El aumento del dngulo de vision que de este mo- do se consiguié , se averigna dividiendo la distancia 4 que la luna se halla del observatorio , por la fuer~ ? za aumentatriz del instramento: y siendo la primera 240000 millas, y la sagunda 6000 veces, da un co- ciente de 40 millas, que era la distancia aparente 4 que se hallaba el planeta, del ojo del observador. Es- td averiguado que ningun objeto terrestre puede percibirse con la simple vista 4 mayor distancia que esta, aun desde las mas favorables elevaciones, por- que Ia redondez de la tierra impide 4 la vista mas agada ver mas de mas I¢jos, y para eso es menester que sea desde las mas altas eminencias, y que los ob- jetos que se distingan estén tambien sobre elevados montes. Ni tampoco se pretende decir que este vi- sual telescépica de 40 millas en la Luna, presentase los objetos con igual claridad; pero side igual tama~ fio que los de la tierra mirados 4.tan enorme distan~ cia. ‘Sin embargo, Herschel el padre habia demostrado que con un aumento de mil veces, podria discernir en este satélite objetos cuyo didmetro vo pasase de 122 varas. Por tanto, aplicando toda la capacidad ~ del instramento, con el nuevo aparato de reflectores construido por su hijo , se seguiria matemdticamen- te que podrian distinguirse objetos de solas 22 va- ras de diametro. Sin embargo en ambos casos se .los veria como unos meros puntos sin consistencia ni fi- gura, y con la ineesactitad que la simple vista pu- diera observarlos en la tierra a la distancia de cua- renta millas. Mas aun cuando la redondez de la tier- ra no presentase obstaculo alguno a la observacion 2 2 8 de estos objetos astrondémicos , creemos que Sir John Herschel nunca insistié en que habia llevado esta gran fuerza del telescopio 4 tal estremo. La falta de luz, aunque bastante economizada y concentrada , conser- vaba aun cierta proporcion inyersa 4 la magnitad del objeto focal. De consiguiente, los adelantos que ha- bia hecho en el conocimiento de su planeta, aunque magnfficos y sublimes, eran solo parciales y poco sa- tisfactorios. Es verdad que ellos le pusieron en el ca- so de confirmar algunos descubrimientos de anterio- res astrénomos ,*y de tefutar los de otros ; la eesis- tencia de volcanes descubiertos por su padre y por Schroeter de Berlin, y los cambios observados por este ultimo. en el volcan situado en el Mare Crisium 6 Lago Luciente, fueron corroborados € ilustrados , como tambien la existencia de fendémenos volcdnicos. mucho mas estensos, La desproporcionada altura a~ tribuida 4 las montanas de la Luna, ha sido cuida~ _ dosamente corregida ; asi como las celebradas mon— taias cénicas que circundan valles de vasta estension, i otras montafias centrales de enorme altura, se han: percibido distintamente. La figura que el profesor Franenhofer, sin encomendarse 4 nadie, conjeturé -ser una fortificacion, se ha averiguado no ser otra cosa que la base saliente de una montafa de notable figura piramidal. Ciertas lineas que 4 la ventura se habian tenido por caminos y canalos , se ha encontra- do que son puntiagudas cordilleras de cerros de sin- gular igualdad, y lo que Schroeter imaginé ser una 9 gran ciudad en las cercanfas de Marius , nuestro as- trénomo ha encontrado que es una Ilanura llena de fragmentos de rocas que ocupa 4 lo menos una es= tension de mil varas en didmctro. De esta suerte la geografia general del planeta en sus grandes delinea- ciones de cabos, continentes, montaiias , océanos é islas , ha sido ecsaminada por él con mayor escrupu- losidad y ecsactitud que por ninguno de los observa- dores que le precedieron ; demostrando claramente la notable desemejanza de muchas de sus facciones locales con las de nuestro globo. Los mejores y mas esténsos mapas de aquel astro que se han publicado son resultados de estas observaciones ; ni el astrénomo ni el puiblico abrigaban esperanzas de llegar algun dia 4 mas importantes descubrimientos , viendo que se habia empleado el poder del mayor telescopio del mundo de una manera , nueva y feliz para lograr lo que sé logré, y no habia razon para creer que jamas se construyese uno mas grande, ni aunque asi fuese se le pudiera usar con ventaja. Una ley dé la natura- leza, y lo limitado de Ja humana habilidad ; parecian unirse en inflevible oposicion para impedir se pasase mas alld ea los adelantos de la ciencia telescdpica a- plicada a los planetas y satdlites conocidos del siste- ma solar: pues 4 no ser que se pudiera conseguir del Sol que fuera mas liberal en cuanto 4 la cantidad de laz que presta 4 estos cuerpos , y que ellos la trans- mnitiesen para satisfacer generosamente nuestra curio- sidad , ¢ qué otra cosa podria sustituirse ? Los teles- 40 copies no crean luz, vi aun siquiera transmiten en toda su pureza la que reciben. Tampoco abrigaba el hijo de Herschel la esperanza de que pudiera obte- nerse ya cosa alguna de la humana destreza en-la cons- truccion de instrumensos, recordando el grado 4 que habian Iegado sus ilustres predecesores y ¢l mismo, Huyghens , Fontana, Gregori, Newton, Hadley , Bird , Short , Dolland, Herschel y otros muchos , to- dos pticos esperimentados, habian agotado todos los materiales en algana manera adaptables 4 la com- posicion , ya sea de los vidrios de aumento ¢ de los reftectores ; habian echado mano de todas las leyes de la dptica que con su estudio habian desenyuelto ¥ demostrado. En la construccion de sus ultimos y a— sombrosos.espejos , Sir John Herschel habia escogido las mas finas amalgamas que la quimica metdlica en sn estado de grandes adelantos pndo combinar y ob~ * servado su creciente brillo en las manos del artifice, con mas ardiente esperanza que el amante observa la mirada de la que adora, en fin , nada mas le queda— ba que esperar que lo ya conseguido. Asi, pues , parecian estar ya inmutablemente fija- dos los limites de los. descubrimientos en los cuerpos planetarios y especialmente en. el de que tratamos, sin que en el espacio de algunos afios bubiera quien manifestase nuevas esperanzas. Pero hara como tres que hallandose en conversacion con Sir David Brew- ster discutiendo sobre algunas ingeniosas sugestiones hechas por este ultimo en su articulo sobre la épti- 44 ca , inserto en la enciclopedia de Edimbargo (pag. 644) para mejorar los reflectores newtonianos, Sir Jonh Herschel hizo referencia 4 lo conveniente que era la sencillez de los antiguos telescopios , que no te~ nian tubos, y cuyo vidrio objetivo, colocado sobre an palo alto, arrojaba la imagen atraida por su fo- co 4 la distancia de 150 y aun 200 pies, El Doctor Brwster convino desde luego en que uo era necesa- sario el tubo, con tal de que el objeto focal se in- trodujese en un aposento oscuro, donde fuese reci- bido por los correspondientes reflectores. Herschel continud diciendo que si el gran telescopio de su pa- dre, cuyo tubo solo, aunque formado de los mate- riales mas ligeros que pudieron emplearse , pesaba 5000 libras , tenia una movilidad facil é igual, aun con el pesado observatoriounido a él, era obviamen- te practicable un observatorio moyible sin el estorbo del tubo. Tambien en esto convinieron , y la conver- sacion yino 4 recaer en aquel invencible enemigo , la _ escasez de luz en los grandes aumentos. Despues de algnnos momentos de silenciosa meditacion , Sir John Herschel preganté con cierta desconfianza si no seria posible efectuar. una transfusion de la lus artificial por el objeto focal. Sir David, 4 quien did golpe la originalidad de la idea, se detuyo un momento, y luego se refirid titubeando 4 la re~ fraccion de los rayos y al angulo de incidencia, Sir Sohn , ya con mas confianza, trajo el ejemplo del reflector newtoniano , en el cual la refraccion se 1” corregia por el segundo espejo, y el angulo de in- cidericia se restablecia por el tercero. «Y , continud, ¢por qué no ha de poder el microscopio iluminado, por ejemplo, el hydro-oesigeno, aplicarse para que aumente el objeto focal?» Sir David salté entonces de su silla y en un éxtasis de puro convencimiento , y dindole un estrecho abrazo, esclamdé: «;Té eres | el hombre!» A a cual mas pronto les ocurriéd 4 los dos fildsofos la reflexion de que puesto que los ra— yos del microscopio hydro-oxigeno pasan por una gota de agua que contiene las lavas de un mosqui- to y otros objetos invisibles 4 la simple vista, y los presentan no solo claros distintos , sino aumentados hasta el tamaso de muchos pies; del mismo | eal esta luz artificial, pasando porel wich ae fix podra aclarar y aumentar hasta. a miem)ros componeutes, la tinica a pa- _recia quedar por cons > era unr para ~ el objeto focal que le superficie en que de la vivificadora Inz de los reflectores micros los varios esperimentos hechos durante “se- »'manas posteriores , ambos fildsofos decidieron. zavall medio entre las partes mponentes: del “mas ‘puro cristal plano, de que (segan serdice) consiguieron | una muestra estriyendo, con consentimiento del dueiio se entiende, un vidrio de’ la-ventana de lastiendade Mr, Desanges, platero de sa ex-magestad Carlos X. sita en High-street, erael material mas apropésito para su ‘ 45 intento , pues habia correspondido perfectamente en un telescopio que aumentaba 100 veces, y un mi- croscopio que tenia triple fuerza. Enténces fag cuando Sir John Herschel concibié la constrnccion de su estupendo telescopio actual. La fuerza de su padre todavia le dejaba separado de su planeta favorito por espacio de cerca de 40 millas, por lo que resolvié ver si podia hacer un vidrio de mayor aumento. El dinero, mévil é impulsador de todas las obras humanas, inclusas las que son hijas de las ciencias, era lo vinico que se necesitaba ; y aun se determind nuestro filésofo 4 procurar su adquisi- gion, que soele ser tarea mas penosa que la de Sisi- fo. Apoyado en la gran autoridad éptica de Sir Da- vid Brewster, presenté su plan 4 la Real Sociedad, llamando particularmente sobre ¢l la atencion del Presidente, que lo era S. A, R. el duque de Sussex, constante y magndnimo protector de las ciencias y artes. Inmediatamente fué aprobado con entusiasmo por la comision nombrada para examinarlo, y el Real Presidente se susoribiéd por la cantidad de 10,000 libras , prometiendo que someteria con el mayor celo 4la Real munificencia el plan propues- to, como un objeto digno del amparo del tesoro pri- vado. Hizolo en efecto sin ditacion, y S. M. infor- mado de que los gastos se calculaban en 70,000 li- bras, pregant6 souriéndose si tan custoso: instrumen- to prodaciria algun adelanto en la navegaeion; é in- formado que asi seria indudablemente, el Rey mari~ 44 wero prometié carta blanca por cualquier cantidad que se necesitase. _ Sir John Herchel presenté sus planes y calculos adaptados 4 un vidrio objetivo de 24 pies de didme- tro, que era justamente seis veces mayor que el de sa padre , eligiendo para la fundicion de esta pro- digiosa masa la estensa fabrica de cristales de los Sres. Hartly y Grant (hermano de nuestro aprecia~ ble amigo el Dr. Grant) sita en Dumbarton. El ma- terial de que se sirvié fué una amalgama de dos par- tes de vidrio comun de botellas, vidrieras etc. ( crun glass), y una del mas fino cristal (ffin glass ), ca= yo uso, en vidrios separados, constituia el gran des— cubrimiento acromatico de Dolland. Sin embargo , ya estaba averiguado por esperimentos muy exactos que esta amalgama triuafaba de todos los impedi- mentos, tanto por lo tocante 4 la refraccion, como por lardescoloracion, del mismo modo que en los vi= drios separados. Cinco hornillos del metal que se ha~ bia formado. desproducciones de la fabrica en ambas especies decristal; y que se sabia ser respectivamen- te de una calidad casi homogénea , se uniéron por medio de un gran-conductor al molde ; efectuandose la primera fundicion' en 3 de enero de 1833. Despues de dejarlo enfriar por espacio de ocho dias, se abrid el molde y se encontré que el vidrio estaba cuartea~ do 4 las 18 pulgadas del centro, Apesar de este con- tratiempo, sin desanimarse, se fundié con mas cui- dado otro vidrio el 27 del misma mes, que abriendo am ., * : ms ii ge el empress 45 el molde durante la primera semana de febrero, sé encontré inmaculadamente perfecto, 4 escepcion de dos pequeiias ampollas , tan cerca de la circunfe- rencia, que las debia de cubrir el aro de cobre en que se trataba de montarle, EI peso de esta prodigiosa mole era de 14,826 li- bras, 6 cerca de siete toneladas despues de pulimen- tada ; y su potencia aumentatriz se calculaba en 42,000 veces, Presumiase , pues, que seria capaz de representar objetos de nuestro satdlite ,de poco mas de 18 pulgadas de didmetro, con tal de que la ima- gen focal de ellos pudiera verse con claridad por la transfucion de la Juz artificial, Sin embargo, no era en el solo poder iluminador del microscopio hidro~ oxigeno , aplicado 4 las imagenes focales de este vi- drio, eu lo qne el jdven Herschel fandaba la realiza- cion de sus ambiciosas teorias y esperanzas. El con- fiaba mucho en la casi ilimitada aplicabilidad de este instramento como segundo aumentador, lo cual dis- pensaria el uso é infinitamente escederia la fuerza de los mejores vidrios de aumento en los telescopios de reflexion. Con tal confianza, en efecto, calculaba sobre las yentajas de esta gran combinacion , que manifesté tener fundada esperanza de estadiar, aun la euto- mologia de la Luna, en caso de que contuviese in- sectos en su superficie. Habiendo visto completar la grande obra de este magnifico vidrio, lo que en se- guida ocupé su atencion fué la construccion de an 46 microscopio correspondiente, ¥ la armazon mecanica para la accion horizontal y vertical del todo; y co- mo sug planes en todos los ramos de su eipresa, Eran fratos del mas detenido estudio, se ejecataban con facilidad y rapidez; de suerte que ya solo esperaba ver llegar el periodo sefalado para transportar su magoifico aparato al punto de su destino. Ya hacia algun tiempo que Ilevaban una corres+ pondencia las juntas de Longitud de Inglaterra, Fran— cia y Austria, con el objeto de corregir las tablas de longitud del hemisferio meridional, que eran mucho mas inexactas que las del septentrional. La alta opi- nion que tenia formada la junta de Longitud de In— glaterra de los principios constitutivos del nuevo te- lescopio, y de la profunda sabidaria de su inventor, determiné al gobierno 4 solicitar sus servicios pa~ ra observar el trinsito de Mercurio sobre el disco del Sol, que sucederd el 7 de noviembre del presen— te aiio; y el cual, debiendo ocurrir las 7 h. 47 m- 55 seg. de la noche, tiempo minimo de la conjuncion; y 4 las 8 h. 12 m, 22 seg., tiempo medio, 6 verda- dero , sera invisible 4 casi todo el hemisferio sep- tentrional. El lugar desde donde los astrdénomos de Europa han observado generalmente el transito de Mercurio y de Vénus, cuando ocurrian bajo estas circunstancias, es el Cabo de Buena Esperanza; y no habiendo ocarrido transito. alguno de Vénus des-. de el aiio de 1769, ni debiendo verificarse ninguno antes de 1774, las ecsactas observaciones cle los trau- | 47 sitos de Mercurio , que ocurren con mas frecuencia, han sido dé suma importancia , tanto para la astroz nomia como para la navegacion, Es innegable que pa- ra este utilisimo arte, los trdnsitos de Mercurio son casi tan importantes como los de VYénus; pues aun; que los de este viltimo planeta tienen la peculiar ven- taja de determinar exactamente la gran paralaje so- lar, y deaqni las distancias que separan del sol 4 todos los planetas, vo obstante , los transitos de Mer- curio, determinando con precision cl lugar de su propio nodo, independiente de la paralaje de la gran érbita , determinan la paralaje de la tierra y de la Luna, y son por consigniente de especial utilidad en las observaciones lunares de longitud. El Cabo de Buena Esperanza se ha encontrado ser preferible en estas observaciones 4 ningun otro punto del hemisfe- rio. La‘ espedicion que faé al Perit hacia mediados del siglo pasado, para averignar, de concierto con otra que paso 4 la Laponia, la verdadera figura de Ja tierra, hallaron la atraccion de las regiones mon= tafiosas tan fuerte; que hizo que la plomada de uno de sus grandes instrumentos se desviase 7 i 8 segun- dos del verdadero aplomo; mientras que las elevadas flanaras del Cabo reunen todas las ventajas de una atmésfera despejada, enteramente libre de atraccion montaiiosa, Asi que, Sir John Herschel , no solo acep- té el nombramiento con mucha satisfaccion, sino que pidid comenzase al ménos un ano antes del periodo dei trdnsito, para tener tiempo de ajustar perfecta- eis 18 mente su pesado maquinatario, y estender sa conoci- miento de las constelaciones meridionales. Accedidse inmed{iatamente 4 sus deseos, y hechos todos sus pre— parativos, did la vela de Léndres el 4 de Setiembre de 1834, en compania del Dr. Grans, el teniente Drummont de Reales ingenieros , y una gran porciom de los mejores artifices ingleses. Llegaron despues de una travesia breve y agradable, é inmediatamente procedicron 4 transportar los vidrios y piezas para el grande observatorio, al lugar de su destino , que era un pedazo de terreno plano, may estenso y eleva— do , como unas treinta y cinco millas al nordeste de Capetown, y que se dice ser el putito misino en que De la Caille construyd en 1750 sus inapreciables ta~ blas solares, cuando midid un grado del meridiano, y dié un gran paso hicia la exactitad, computando la paralaje solar por los de Marte y la Luna, Sir John consiguié tener concluida la subida de sus ob- jetos 4 las Mlanuras en cuatro dias, empleando dos tandas de bueyes , que se relevaban mtituamente, de 4 18 cada ana; y ausiliado por dos cuadrillas de pa- tanes holandeses , se dedicé desde luego 4 la ereccion su gigantesca fabrica. £1 plan local del edificio es algo semejante al del telescopio de Herschel en Inglaterra, escepto que en vez de cimientos circulares de ladrillo, consiste en una serie de circulos de hierro como el que se em- _ plea en los caminos de este nombre, metidos en an encajonado de madera; construidos de suerte, que AQ las vueltas hdcia afuera, 6 mas bien, las vueltas ha- cia adentro desde el circulo mas grande, conducen al observatorio , que se mueve sobre ellos , al circu- lo mas interior, que es la base de los aparatos para los vidrios, y 4 cada uno de los circulos intermedios, El didmetro del circulo mas pequeiio es de 28 pies, habiendo olvidado, y lo estraiamos., nuestro corres- ponsal comunicarnos el tamafio del mas grande, aun- que en cierto modo puede computarse por el dngu- Jo de incidencia producido por los vidrios, y el es~ pacio ocupado por el observatorio. Este es un edifi- cio de madera de 50 pies en cuadro y otros tantos de elevacion , con techo bajo y canales para recoger las aguas, de cobre delgado, Por ef Jado prdximo a} vidrio grande hay una abertura de cuatro pies de diametro- para recibir sus rayos , f,otro en el techo con el mismo objeto para las observaciones meridio- nales. El vidrio, que estd metido en un marco cua- drado de madera, y sujeto & las esquinas con barras. de cobre , esta suspendido sobre un eje entre dos co- lamnas , que son casi tan altas como las que soste- nian-el célebre euadrante de Uleg Beg, pues tienen 150 pies. Estas estén sujetas por arriba y por abajo por unos trayesaiios , y fortalecidas por una. porcion de abraaaderas diagonales , habiendo entre las dos up eabrestante doble para mover el vidrio de su posi~ cion horizoutal con el observatorio, hasta Ja altu- Ya necesaria para su distancia focal, cuando se le vuelve hacia el meridiano; y. tambien para clevarle é 20 4 cualquier grado intermedio de altura que se nece- site. Esta ultima operacion estd bellisimamente arre- glada por medio de un inmenso sextante doble, que esta unido al eje de! vidrio y se mueve coa él, di- vidido ecsactamente en grados , minutos y segundos; y estando tambien los circulos horizontales dividides en 360 grados , y minuciosamente subdivididos, todo el instrumento tiene la fuerza y regularidad del mas perfecto teodolito. Como no tiene tubo, estd unido al observatorio por dos palancas horizontales, que pasan por debajo del suelo del edificio, desde la ba- se circular de las columnas , manteniendo asi siempre el cristal 4 nivel con el observatorio , y asegurando A ambos un movimiento sencillo y uniforme. Ade— mas; por medio de estas palancas , de una barra den- tada y de un molinete, se trae el observatorio 4 coalquier grado de aprocsimacion 4 las columnas, que requiera la altura de una observacion; y aanque, cuando mas arrimado se halla’, nunca puede efec- tuarse una observacion con el vidrio grande, sino hasta llegar 4 los 15 grados del meridiano,; esto se suple con un escelente telescopio de gran potencia, construido por Herschel padre, por cuyo medio pue- de observarse 4 cualquier altura. De consiguiente, e} terreno que hay libre para las visuales , bien se pre+ senten en el suelo, 6 en la pared del aposento, tiene un didmetro de unos 50 pies ; y siendo aquel circa= lar, tenemos un arca de cerca de 1875 pies, Habien- do sido exactamente nivelado por el teniente Drum- eo 24 mond, con el escelente nivel de su invencion , y que Meva sa nombre, el lugar de todos los movimientos horizontales , y facilitado el de las ruedas, tanto det observatorio como del vidrio, por medio de rolletes metidos en canales Ilenos de aceite, la fuerza de un hombre aplicada al estremo de las palancas es sufi- ciente para mover toda la maquina sobre cualquiera de los circulos de hierro ; y la de dos hombres, apli+ eada al molinete, basta para conducir el observato- rio hasta el mismo pié de las columnas. Pero en la actualidad , ambos movimientos se efectuan por me= dio de un aparato locomotor, que maneja desde el aposento una persona sola, y que ‘muestra , por me~ dio de un puntero, ingetiosamente colocado, cada pulgada de adelanto 6 retroceso. No nos hemos detenido tanto en la descripcion del telescopio del jéven Herschel, solo porque le cree~ mos la obra mas magnifica que ha producido el me~ eanismo filoséfico de la presente y pasadas edades; sino porque nos parecié que la esplicita descripcion de sus principios y potencia, debia ser una’ intro~ daccion casi indispensable 4 la historia de los subli- mes progresos que por su medio han hecho los co~ nocimientos humanos. No estuvo completamente co~ locado hasta ultimos de diciembre, época en que Negé de Inglaterra el juego de grandes reflectores para el microscopio , y comenzd 4 ponerse en ope- racion durante la primera semana del siguiente mes ¥ aiio. Pero el secreto que se habia chservado con 22 respecto 4 sn novedad, 4 su fubricacion y 4 su des- tino, se continud rigidamente por muchos meses en cuanto 4 la grandeza de sus resultados. Sea que el go- hierno inglés anduviese algo escéptico sobre el pro- metido esplendor de los descubrimientos, 6 que de- sedra que permaneciesen escrupulosamente ocultos, hasta que hubiesen acumulado una corona inmarce- sible de gloria sobre la nacjon y actual reinado, es- ta es cuestion que solo esta en el dominio de la con- getura; pero lo cierto es que los Reales protectores del astrénomo impusieron una masénica taciturnidad a él y sus compaiieros , hasta que hubiese comanica- do oficialmente los resultadus de sus grandes esperi- mentos, He aqui porqué el mando nada sabia de él ni de su espedicion, hasta que hace algunos meses anunciaron los periddicos cientificos de Alemania, que SirJohn Herschel habia escrito desde el Gabo de Bue- ua Esperanza al astrénomo Real de Viena, informdn- dole de que el portentoso cometa que ; segun predie- ciones debia aparecer en 1855 y acercarse tanto 4 nuestro amedrentado globo, que hasta se oyese el estruendo de su fuego, habia variado de humor, y no se meteria con nosotros. No pudiendo concebir por qué medio estraordinario habia adquirido dates para tan atrevida asercion, y uo estando al tanto de su secreto, los hombres cientificos de Europa mira= ron su « proposicion» que fué el nombre que dieron a este descubrimiento, con inerédula contumacia , y continuaron aterrando al maude con sostener las pri- meras predicciones.

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