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Desarrollo humano, notas sobre sociología

El importante papel que desempeña el ámbito cultural en la vida humana es patente, en miras,
incluso, de su naturaleza. La profunda indefensión que caracteriza a la especie humana en
sus primeros años de vida obliga, no solo al neonato a depender de sus mayores, sino también
a la transformación en el comportamiento de quienes emprenden el proceso de paternidad y
enseñanza. Desde esta perspectiva, el proceso de crianza o introducción de un sujeto a una
determinada cultura no tiene un carácter unidireccional el que el iniciado reciba pasivamente
los contenidos que se le imparten, sino un proceso dinámico en que todos los implicados se
encuentran en una constante transformación o adaptación.
Evidentemente, un gran número de respuestas al entorno y comportamientos de un humano
recién nacido prenden de su condición biológica, como la sonrisa, o el progresivo
refinamiento de sus capacidades visuales, así como de su percepción del tiempo, el espacio
y los objetos que lo rodean, sin embargo, no es menos relevante el papel que desempeña la
cultura en el proceso temprano de adaptación al entorno. Es en virtud de la cultura que un
recién nacido modera respuestas bilógicas tan naturales como la sonrisa, pues son las
costumbres del lugar en que ha nacido las que dictaminan en que momentos es apropiado reír
y en cuáles no. No menos importantes son las determinaciones culturales en el
comportamiento de los padres con respecto al bebe, pues en base a las costumbres culturales
que los padres diferencian entre aquellos comportamientos del bebe que indican, por ejemplo,
hambre, sueño o malestar, así como la gravedad o urgencia de tales afecciones.
Tras diversas transformaciones, que van desde el perfeccionamiento de la visión y los
órganos motrices, la comprensión del entorno en términos espacio temporales, la existencia
independiente de los objetos del entorno, el reconocimiento, primeramente de otros seres
humanos y posteriormente de la madre y el padre, así como el acatamiento de ciertas pautas
de comportamiento, como el uso de lugares específicos para cumplir determinadas
necesidades, por ejemplo, orinar, finalmente el niño se a tornado un sujeto autónomo en lo
que respecta a las rutinas cotidianas; es en este punto que el niño emprende la empresa de
adquirir conciencia de sí.

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