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UNIVERSIDAD DE MEXICO

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concebido con admiración por el maestro INCA GARCILASO DE LA VEGA, "La Florida distintas
. ., civilizaciones
. -y sociedades:; la
mexicano y sólidamente estructurado so- del Inca". Con prólogo de Aurelio Miró sltuaclOn SOCIal y la edad, de acuerdo
bre una base de amplia documentación, Quesada. Biblioteca Americana, 31. Fondo con las. características de cada sexo y de
pasará a ser una interpretación clásica de Cultura Económica. México, 1956. los vanC?s ~st.ados mentales que condicio-
de uno de los aspectos más decisivos del 471 pp. nan al Il1dlvlduo; se tiene que admitir,
humanismo hispanoamericano; en él se pues, que la "normalidad" no es sino un
unen dos espíritus preclaros: el filósofo ~n este libro, que ahora se edita por arti ficio, y que en última instancia un
chileno, perspicaz, sobrio, atormentado en pnmera vez en la América Española, se tipo. de conducta es normal, sólo en la
su búsqueda de valores esenciales, y el narra la historia de la fracasada conquis- medIda en que la socit'dad sr pone de
mexicano, brillante y hondo, auténtico ta en que Hemando de Soto perdió la acuerdo en llamarlo así.
genio universal, de la mano ambos en la hacienda y la vida, y su ejército, la me- Freud, por ejemplo, (te.fmdicndo la
tradi,ción gloriosa de la filosofía griega. jor banda de gente y caballos que hasta tesis de que la diferencia entre normali-
El nombre de Manuel Olguín, chileno entonces emprendieI-a aventura semejan- dad y anormalidad t'S solamente cuestión
que prestigió internacionalmente el' nom- te, dejó la mayor parte de sus contingen- de grado, expresó: "Ya no CITemos que
bre de su patria, debe entrar en la zona tes y la totalidad de sus ávidas esperan- la salud y la cn fernlt'dad, los normales
del espíritu de las nuevas generaciones zas. y los perturbados St' distingan claramen-
como un ejemplo de suprema honestidad Curiosa historia esta t'Il la cual, tras ia te .unos de otros". Y por su parte Adler
intelectual, de idealismo sin compromi- declaración elel autol- de que la eSCl-ibe a.fmna que "el normal alberga y mani-
sos y de una vida puesta heroicamente al porque le da lástima que obras tan he- fIesta al anormal en miniatura v contro-
servicio y a la búsqueda de la verdad. roicas queden en perpetuo olvido, el lec- lado". .
tor no halla a 10 largo de los seis libros Consecut'ntemt'nÍt', reconociendo la im-
Jo~É ZORRILLA, México y los mexicanos. en que está dividida, uno por cada año posibilidad de medir el impreciso umbral,
Prólogo y notas de Andrés Henestrosa. que duró la empresa, casi nada más que el doctor \Volff concluye quc la norma-
Colección Studium, 9. Ediciones de An- una sucesión de penosos tropiezos en que lidad, ya que no puede decirst' que ('xis-
drea. México, 1955. 160 pp. todo es lamentable desde los móviles has- te, es ·siempre un estado. consistente en
ta los resultados. el equilibrio del individuo consigo mis-
Zorrilla vivió en México 10 suficiente El ejército de Hernando de Soto se mo y con su med io, que debe ser logrado.
para enterarse con amplitud del movi- internó a ciegas en la Florida llevando
miento literario de la época. Dividió su lo necesario para conquistar un imperio; A. B. N.
tiempo entre el estudio y el trato con los pero allí no se asentaba una sociedad
escritores. Planeaba una antología de próspera y débil, como en México y en G. R. CRONE, "Historia de los Mapas". Bre-
el. Perú, sino que tribus dispersas se em- viario 120, Fondo de Cultura Económica.
poetas mexicanos con sus respectivos México, 1956. 207 pp.
apuntamientos críticos, pero desvió su in- boscaban sin atender razones para some-
tención. El proyecto se redujo a unas terse al vasallaje que se les proponía.
Por donde los españoles pasaron hubo Puesto que un mapa es el producto de
cartas sobre "literatura y arte" que envió ~1I1 cúmulo de procesos e influencias, el
derroche de audacia, de crueldad, de so-
al duque de Rivas. Este intento se con- autor de esta obl-a. tomando por materia
berbia: gran estrépito de armas; pero ni
cretó a la parte literaria, y dejó para central de su exposiciún la evaluación
la sombra de un arado.
"mejor ocasión" la artística. ger:eral de los mapas y la ca rtogra fía, ha
Obra escrita primorosamente ele aCller- tel1ldo constantemcnte en cuenta que un
El panorama literario que bosqueja do con las normas de los autores del
Zorrilla, aunque de dudoso valor crítico, mapa, según el punto de vista desde el
Siglo XVI, la Historia de la Florida po- cual se l'e mire, puede considerarse como
es interesante. Al menos, el prestigio del see, junto con sus altas cualidades ar- información científica, como documento
poeta español obliga a la crtíica a acu- tísticas, notas suficientes para ser con- histórico, como instrumento de investiga-
dir, una y otra vez, a sus páginas. Un siderada como una crítica de los sistemas ción o como objeto de arte.
ejemplo son sus juicios sobre Prieto que españoles de colonización, hecha por
G. R. Crone distingue en el desarrollo
se volvieron lugar común de nuestra crí- quien sabía expresar sus ideas velándo-
de la cartografía tres di ferentes etapas,
tica. las, todo a la vez, con la bizarría de un si bien advierte que sería falso repre-
Es curioso advertir que Zorrilla, uno ingenio español y con la cautela de un sentárselas como continuas y consecuti-
indio menoscabado. vas, ya que hubo períodos de regresión
de los más conspicuos representantes del
movimiento romántico español, califica a La presente edición se basa fundamen- o de estancamiento, y otros en que las
talmente en el texto de la de 1605; pero ideas pasadas de moda sobrevivieron jun-
Jos poetas mexicanos desde un punto de
en ella, con buen criterio, la acentuación to a las nuevas.
vista neoclásico. N o sólo condena las in- y la ortografía en general' han sido mo-
fracciones a los preceptos tradicionales, Ardua fué, en efecto, la tarea realizada
dernizadas. por el hombre en su empeño por aprisio-
sino que de continuo ataca a sus imita- A. B. N. nar al planeta en una red exacta de dis-
dores, aconseja a los jóvenes románticos
tancias y direcciones. Testimonio de ello
que vuelvan los ojos a los modelos clá- WERNER WOLFF. "Introducción a la Psico- son los mapas que de distintas épocas
sicos. No es que Zorrilla reniegue total- . patología". Breviario 119, Fondo de Cul- han llegado a nosotros, entre los cuales
mente de la escuela romántica, sino que tura Económica. México, 1956.416 pp. figuran con especial signi ficación los
juzga un fracaso el tardío romanticismo llamados de T dentl"Ü de O. el mapa del
mexicano. Compara las revoluciones po- El problema de los límites entre lo mundo según Tolomeo, la esfera de
líticas con las literarias, afirma que en normal y lo anormal es el objeto del pre-
Behaim y el mapamundi el,' Mercator.
ambas hay auténticos revolucionarios y sente estudio. Estos límites han de con-
cebirse, más que como una línea div.isori~, Siempre unida a las má, expansiva,
advenedizos que aprovechan las circul15- manifestaciones de la actividad humana,
como un amplio umbral. Y todavl~ aSI,
tancias para medrar. los ámbitos de esa zona son tan vanables la cartografia, que t'mpez/) trazanelo pla-
Los defectos de este panorama son los y extensos, que los explorad.ores de la nos más que Illapas, útiles para los via-
de una crítica impresionista sin orden ni realidad psíquica no han podIdo demar- jeros y los comerciantt's. fij<') luego las
método. Detrás de las protestas de im- carlos nunca. rutas bosquejadas pUl' los navegantes in-
parcialidad se aprecian sus diferencias y A la pregunta: ¿ Qué es una persona- mortales, y actualmenÍt' coordina t' in-
simpatías personales. Por otra parte, se lidad normal y qué una anormal?, se terpreta los fcnúlllenos ele Illuchas cien-
equivoca repetidas veces, cita de memoria puede responder, senci llamente. que 10 cias, habiendo llegado a ser colaboradora
y altera los orginales. Pero si peca de ar- anormal es una desviación de la norma inseparable del militar, del arqueólogo,
bitrario al vaJorar a los autores, en cam- o regla; pero no es tan fácil hallar una elel historiador y del moderno geógrafo.
bio acierta al describir las circunstancias valora!CÍón exacta de la normalidad, por- La presente "Historia de los Mapas",
y el ambiente en que se desarrollaron que el concepto de lo normal es relativo. g-racias a sus certeros puntos ele vista.
éstos. Muchos de los asertos de Zorrilla Tratando de hallal- una fórmula efi- no defraudará a naclie que se sienta atrai-
valen en nuestros días, por ejemplo el ciente para definir lo normal, y después do por las graneles hazañas realizadas por
menosprecio del público por el arte, y de examinar los aspectos positivos y ne- el hombre, o que tenga afición al estudio
su consecuencia directa, eL artista que g-ativos que ofrecen el punto de vista es- de los problemas científicos. históricos y
abandona las letras por la empleomanía tadístico, el normativo y el clinico, se humanos que en ellas surgen.
y la política turbia. tiene que admitir que. pucsto que el con-
c. V. cepto de normal idad di fiere según las A. TI. N.

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