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INFORME

APROXIMACIÓN A UN DIAGNÓSTICO DEPARTAMENTAL DE DERECHOS HUMANOS

Observatorio
Secretaría de Gobierno
Gobernación de Antioquia
2018

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Contenido
1. CONTEXTO DEL DEPARTAMENTO ...................................................................................... 5
2. DIAGNÓSTICO SUBREGIONAL .......................................................................................... 10
2.1 Bajo Cauca ......................................................................................................................... 11
2.2 Magdalena Medio ............................................................................................................. 21
2.3 Norte ................................................................................................................................. 31
2.4 Nordeste............................................................................................................................ 41
2.6 Occidente .......................................................................................................................... 52
2.7 Oriente .............................................................................................................................. 60
2.5 Suroeste ............................................................................................................................ 69
2.9 Urabá ................................................................................................................................. 77
2.8 Valle de Aburrá .................................................................................................................. 89
3. SUJETOS DE ESPECIAL PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL ...................................................... 97
4. TEMAS ESTRATÉGICOS Y ACCIONES PARA ENFRENTAR LAS VULNERACIONES ....................111
4.1 Trata de Personas y Explotación Sexual Comercial de Niños Niñas y Adolescentes (ESCNNA)
...............................................................................................................................................111
4.2 Reclutamiento, Uso y Utilización de Niños, Niñas y Adolescentes por Grupos Armados
Ilegales ...................................................................................................................................116
4.3 Víctimas del conflicto armado ..........................................................................................122
4.3.1 Restitución de tierras.....................................................................................................125
4.3.2 Minas antipersonal ........................................................................................................127
4.3.3 Desaparición forzada .....................................................................................................131
4.4 Agresiones a líderes y defensores de DDHH .....................................................................132
4.5 Programa Antioquia Libre de Coca ...................................................................................136
4.6 Contexto de Reincorporación en Antioquia: Espacios Territoriales de Capacitación y
Reincorporación ETCR ............................................................................................................140
5. TEMAS PRIORIZADOS DE CARA AL DIAGNÓSTICO SUBREGIONAL ...................................143
5.1 Aproximación a los procesos de minería en el departamento ..........................................143
5.2 Situación de la población carcelaria..................................................................................152
5.3 La salud en las subregiones ..............................................................................................154
5.4 Consumo de sustancias ilícitas en las instituciones educativas,y riesgos de reclutamiento,
uso y utilización de NNA .........................................................................................................155
6. Conclusiones.......................................................................................................................156
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICOS ..............................................................................................158

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Presentación del Diagnóstico

El Observatorio de la Secretaría de Gobierno presenta su informe de seguimiento a la


situación de derechos humanos para el departamento de Antioquia, en el periodo 2015 a
2018. Con este se pretende brindar una aproximación a la situación de las subregiones,
desde una visión integral que comprende los derechos humanos a partir de la universalidad
e interdependencia, lo cual supone retos a enfrentar desde las estrategias de promoción,
prevención, atención y reparación, que desde las distintas competencias regionales y
nacionales se deben emprender para la garantía y el goce efectivo de los derechos. Más en
un momento coyuntural como el que atraviesa el país luego de una negociación con la
guerrilla de las FARC1, que generó la expectativa de una transformación y el acceso a una
sociedad en posibles condiciones de paz.

El documento de diagnóstico presenta tres grandes líneas de trabajo: 1) contexto general


de la situación de derechos humanos del departamento; 2) contexto general de cada
subregión y hechos victimizantes establecidos por la Ley 1448 de 2011 y 3) análisis de temas
estratégicos en derechos humanos, tales como prevención del reclutamiento; uso,
utilización y violencias sexuales de niños, niñas y adolescentes por grupos armados ilegales;
prevención y asistencia a las víctimas de trata de personas; agresiones a líderes y defensores
de DDHH, entre otros, considerando su situación actual así como los planes de acción
encaminados a la promoción, la prevención y el restablecimiento de derechos. A su vez,
resulta importante destacar que el periodo analizado (2015-2018) permite exponer un
diagnóstico en materia de derechos humanos que incorpore una línea de base y el trascurrir
del actual gobierno “Antioquia Piensa en Grande”.

Desde la línea estratégica Seguridad, Justicia y Derechos Humanos del Plan de Desarrollo de
Antioquia, que contempla el componente Derechos Humanos (DDHH), Derecho
Internacional Humanitario (DIH) y víctimas, se pretende analizar los diversos conflictos
originados por actores armados, organizaciones delincuenciales, problemáticas que se
desprenden de factores asociados a la pobreza y condiciones socioeconómicas bajas
(educación, salud, alimentación, empleo) y conflictos cotidianos. Tal situación implica la
necesidad de visibilizar las vulneraciones como herramienta para la construcción de
políticas que incidan en su disminución, así como la posibilidad de que la justicia formal y
no formal pueda llegar a todas las instancias de la sociedad. Todo esto, con la articulación
de las diferentes estrategias del Estado desde los niveles municipal, departamental y

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El 1 de diciembre de 2016 se firmó el último Acuerdo de Paz, e inició su proceso de implementación
hasta el 31 de mayo de 2018.

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nacional, la corresponsabilidad de las y los ciudadanos, las organizaciones de la sociedad


civil y la cooperación internacional.

Aspectos metodológicos

La tendencia actual, tanto de los enfoques de seguridad como de lo relacionado con los
derechos humanos, está orientada hacia el reconocimiento de su sentido integral,
entendido como desarrollo humano, donde el centro son las personas y su núcleo vital está
en el marco de las libertades y deberes ciudadanos. Así mismo, existe una interrelación y
complementariedad entre los derechos civiles y políticos, económicos, sociales, culturales
y ambientales con los de las poblaciones de especial protección constitucional (Plan
Desarrollo, 2016-2019 p. 353). Bajo esta comprensión, el Observatorio de la Secretaría de
Gobierno de la Gobernación de Antioquia tiene el objetivo de monitorear y recopilar
información en relación al goce efectivo de derechos de la población y el seguimiento a la
batería de indicadores de Derechos Humanos y DIH, mediante la sistematización de
información.

Con base en lo anterior se realizó el presente informe, el cual contó con un diseño
metodológico que permitió la recolección, revisión y sistematización de cifras de bases de
datos públicas y oficiales, así como otros insumos relevantes para el análisis en cada
subregión, entre los cuales se destacan los documentos internos realizados por los líderes
subregionales y de temas estratégicos de la Dirección de Derechos Humanos y la
Subsecretaría de Seguridad y Convivencia, las relatorías de los grupos focales con
funcionarios públicos (fuentes primarias), además de otras dependencias de la Gobernación
de Antioquia como el Observatorio de Género de la Secretaría de las Mujeres y la Secretaría
de Participación.

A pesar de que se dispone de información de fuentes oficiales y académicas, que aportan al


análisis cualitativo de la información, se reconoce el alto subregistro en los reportes de
hechos victimizantes como desaparición forzada, secuestro, tortura o tratos inhumanos y
trata de personas, ya que estos y otros delitos y conductas no son denunciadas por diversos
factores, que imponen el mismo contexto de vulneraciones a sus víctimas, así como casos
de desconocimiento y desconfianza frente al acceso a la justicia.

A nivel general, la estructura del diagnóstico subregional está compuesta por:

-Datos geográficos de la subregión: división político-administrativa (municipios, veredas,


corregimientos y provincias que la conforman) y la extensión del territorio.

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- Datos demográficos: número de habitantes por zona (urbana y rural) y total de población
por municipio. También incluye la descripción de los municipios más y menos habitados y
la concentración de la población según la zona
-Lectura geopolítica: relaciona la vocación productiva y la ubicación geográfica como
variables explicativas de la situación de derechos humanos, involucrando los municipios y
la subregión en general.
-Conflicto armado y presencia de Grupos Armados Organizados (GAO) y Grupos Delictivos
Organizados (GDO): descripción de los actores armados y criminales que hacen presencia
en el territorio.
-Hechos victimizantes: presentación y análisis de las cifras sobre hechos victimizantes
(desaparición forzada, secuestro, desplazamiento forzado, tortura, lesiones personales,
minas antipersona, delitos sexuales, actos terroristas, amenazas, despojo y abandono
forzado de tierras, homicidio, trata de personas) y de población vulnerable. Dicha
información se procesa por las siguientes fuentes de consulta: Fiscalía, Registro Único de
Víctimas (RUV), Oficina para el Alto Comisionado para la Paz- Descontamina Colombia,
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario – INPEC, y la Unidad de Restitución de Tierras.

Algunos hechos victimizantes se presentan en el apartado de Temas estratégicos, donde se


consigna, además, el análisis sobre población de especial protección. Dichos temas no se
presentarán por subregiones sino de manera departamental, lo cual obedece, por un lado,
a la falta de información desagregada por municipios y, por el otro, a las particularidades y
hechos con mayor ocurrencia, con lo cual se tendrán hechos más destacados en unas
subregiones que en otras.

Finalmente, se presentarán algunas conclusiones que surgen del diagnóstico, y de la


retroalimentación presentada por funcionarios y agencias de DDHH y del Alto Comisionado
de las Naciones Unidad para los Derechos Humanos que hicieron parte del proceso de
recolección y validación de la información, con el fin de dar un cierre al informe con un
panorama de ideas y posibles acciones que conduzcan a la garantía y el goce efectivo de
derechos.

1. CONTEXTO DEL DEPARTAMENTO

Antioquia es uno de los departamentos que ha sobresalido en el registro del mayor número
de víctimas del conflicto armado. La extensión y diversidad de su territorio implican grandes
retos para garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de sus habitantes, situación
que se convierte en factor de riesgo de aumento de vulneraciones en algunas subregiones,

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como es el caso del Norte, Bajo Cauca, Nordeste y Urabá, zonas especialmente sensibles en
la construcción de paz, donde a su vez existe una fuerte presencia de organizaciones
sociales y defensores de derechos humanos que ejercen de manera responsable la labor,
siendo el Bajo Cauca y Urabá las regiones donde se concentran la mayor intensidad de
agresiones contra estas personas.

El proceso de negociación con las FARC permitió la transformación de situaciones que


victimizaban sobre todo a las poblaciones rurales, reduciendo la ocurrencia de este tipo de
hechos como las minas antipersonal, el desplazamiento forzado, el secuestro, entre otros,
tal como se evidenciará más adelante a partir de los datos cuantitativos que se presentan
por subregiones. No obstante, a dos años de la implementación de los acuerdos y bajo la
tensión del poco cumplimiento de algunos de los puntos acordados, subregiones que
habían mejorado en términos de disminución de vulneraciones retoman comportamientos
que afectan a las comunidades, bien sea porque disidencias de las FARC continúan con
prácticas delictivas, o bien por las disputas entre estos y Grupos Armados Organizados
(GAO) y Grupos Delictivos Organizados (GDO), interesados en el control de rentas
provenientes de economías legales e ilegales (extorsión, minería ilegal, cultivos ilícitos,
microtráfico2 y tráfico de armas) y el control de territorio.

De este modo, subregiones como el Bajo Cauca y el Norte del departamento evidencian un
aumento en los desplazamientos forzados, siendo el hecho victimizante con mayor número
de registros y consolidándose como una de las principales problemáticas que enfrentan
municipios como Cáceres y Tarazá en el Bajo Cauca que presentaron además
desplazamientos masivos. En el Norte, los municipios que experimentan estas
problemáticas son Ituango, Valdivia, Yarumal y Briceño. La situación descrita se explica
porque estas entidades territoriales son corredores estratégicos para actividades
asociadas a economías ilegales (narcotráfico, cultivos ilícitos, minería), además de la
ausencia de una oferta integral de la institucionalidad del Estado (Funcionarios Públicos,
Grupo focal, 2019).

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Dado que la definición de microtráfico y narcomenudeo hacen alusión a significados distintos, en este
informe se presenta la diferenciación entre ambos conceptos con el fin de no caer en generalizaciones o
apreciaciones erradas respecto a la ocurrencia de los fenómenos encontrados en el diagnóstico.
Microtráfico: hace parte del subsistema del tráfico de drogas que abastece de cantidades importantes de
drogas ilícitas a las organizaciones de las ciudades encargadas del suministro sistemático de drogas en
pequeñas cantidades, con embalaje, pureza y periodicidad definidas.
Narcomenudeo: es la organización empleada para el suministro de drogas en pequeñas cantidades, encargado
de satisfacer las necesidades de los consumidores, comercializados en “puntos de venta”, o también llamadas
“plazas de vicio” (Policía Nacional, 2012).

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Pese a este panorama, de cara a la situación que se presentaba en 2015 frente al


desplazamiento forzado, se evidencia una baja en la ocurrencia de este hecho victimizante
en las demás subregiones, resaltando Oriente, Nordeste y Suroeste como las tres que
menos casos reportaronen 2018.

Otra situación de vulneración que presentó un incremento en el departamento y que


involucra a las mismas subregiones: Bajo Cauca (Caucasia, Cáceres, Tarazá y Zaragoza) y
Norte (Ituango y Briceño), es la explosión de Minas Antipersonal (MAP), lo cual evidencia el
impacto de las disputas por las rentas entre actores armados ilegales. Más allá de la
histórica utilización de estos artefactos para proteger las posiciones o para atentar contra
la Fuerza Pública, se evidencia una nueva variable, la instalación de estos explosivos ligada
al establecimiento de los corredores de coca y a la actividad del narcotráfico. Por su parte,
en las demás subregiones no se presentó ningún evento que involucrara víctimas por
artefactos explosivos, pasando de tener un registro de 32 casos por MAP en 2015 a 19 en
2018.

De acuerdo con la información de la Mesa Territorial de Garantías, los municipios que


presentan más riesgo de concretar amenazas contra la vida, integridad y libertad de los
antioqueños son: Caucasia, Tarazá, Zaragoza y El Bagre, en el Bajo Cauca; Ituango, Briceño,
Valdivia, en el Norte; Anorí, Segovia y Remedios en el Nordeste; Yondó en el Magdalena
Medio; Turbo, Apartadó y Vigía del Fuerte en Urabá; y Medellín y Bello en el Valle de Aburrá,
en ese sentido, se plantean algunos escenarios de riesgo y las conductas que llevan a la
vulneración de derechos.

Escenarios de Riesgo y conductas vulneradoras en Antioquia


Escenario de Riesgo Conducta Vulneradora
Presencia y fortalecimiento de GAO (Clan del Golfo,  Amenazas
Caparrapos), GDO, ELN y disidencias de las FARC,  Homicidios selectivos
interesados en la captura de rentas provenientes de  Estigmatización
economías legales e ilegales (extorsión, minería ilegal,  Extorsión
cultivos ilícitos, tráfico de armas) y el control de  Desplazamiento masivo e
territorio (escenarios de disputa entre GAO/guerrilla). individual
 Trata de personas
 Uso y utilización de niños, niñas,
adolescentes y jóvenes
 Deserción escolar

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Tendencia a la reconfiguración y consolidación de  Homicidios selectivos


estructuras criminales asociadas a la apropiación de  Amenazas
todo tipo de rentas, bienes, servicios, recursos y  Desplazamiento forzado
control de los territorios que ven en la labor de las  Agresiones sistemáticas a la labor
organizaciones sociales, las organizaciones de defensa de los defensores de DDHH
de los derechos humanos, las organizaciones  Señalamientos
ambientalistas y en sus líderes una amenaza a sus  Estigmatizaciones
intereses.
En el contexto de elecciones de gobernación y  Trashumancia electoral
alcaldías, es posible que se presenten en las zonas de  Vulneración de múltiples
influencia de actores armados ilegales prácticas derechos (a la vida, a la libertad, a la
violentas de constreñimiento al elector y/o prácticas seguridad personal y las libertades civiles
fraudulentas. y políticas de la población civil).
Fuente: Observatorio de la Secretaría de Gobierno con datos de la Mesa Territorial de
Garantías y CIPRAT, 2018.

El derecho a la vida es la principal vulneración a los derechos humanos; en Antioquia hubo


un aumento de homicidios en el período 2015-2018. Para el 2018 se reportaron 2.429 casos;
particularmente en el Bajo Cauca el incremento fue del 225%, al pasar de 176 homicidios
en 2015 a 396 en 2018. Una situación similar vive la ciudad de Medellín, en donde en los
últimos tres años la tasa de homicidios viene creciendo, al pasar de 21,5 muertes violentas
por cada cien mil habitantes en 2016 a 24,43 en 2018. El incremento se presentó en siete
de las nueve subregiones, siendo el Bajo Cauca el caso más representativo en términos de
la cifra. Solo en dos subregiones hubo disminución: Oriente, con 53 homicidios menos que
en 2015 y Magdalena Medio, con 9 menos en relación al mismo periodo. En el lapso
temporal 2015 a 2018 perdieron la vida 7.463 hombres y 661 mujeres en el departamento.

Estas dinámicas se relacionan principalmente con las disputas por el control territorial en
las zonas donde anteriormente operaban las FARC, es así que en medio de los
enfrentamientos y las estrategias de terror para ocupar los territorios y ejercer poder
socioeconómico se ha incrementado el número de homicidios especialmente en el Norte y
Bajo Cauca. En este último, las disputas entre Clan del Golfo y Caparrapos, son las causantes
del aumento de homicidios y la generación de desplazamientos masivos. De este modo, el
municipio de Tarazá se convirtió en escenario de pugna entre estos grupos. Es preciso
considerar que Los Caparrapos hacían parte del Clan del Golfo, pero con la intención de
apoderarse del territorio, el narcotráfico y la extorsión se separaron.

De acuerdo a la clasificación en cuanto al comportamiento de los homicidios en Antioquia


podemos observar para el 2018:

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 Tasa alta empeorando: Bajo Cauca, Nordeste, Norte, Suroeste, Occidente y Urabá
 Tasa alta mejorando: Magdalena Medio
 Tasa baja mejorando: Oriente
 Tasa baja empeorando: Valle de Aburrá

Gráfico # 1 Homicidios 2015-2018

Fuente: Observatorio de Seguridad y Convivencia, Gobernación, con corte a 31 de


diciembre de 2018.

Vale la pena exponer los homicidios en los periodos de gobierno, como elemento de análisis
de los efectos que la firma de los acuerdos ha generado en el departamento. Sobre todo,
considerando que subregiones que en lapsos pasados se vieron muy afectadas por las
dinámicas que este grupo insurgente imponía en los territorios que dominaba, como es el
caso del Oriente antioqueño, representan mejora en el comportamiento de esta
vulneración.

Pese a esto, los últimos atentados y acciones de la guerrilla del Eln, por ejemplo, muestran
una expansión significativa de esta insurgencia, en términos de copamiento de territorios
que dejó el vacío de poder de las FARC, el cual ha sido aprovechado por distintas
organizaciones criminales, como se verá a lo largo de este informe.

Gráfico # 2 Homicidios en los periodos de Gobierno, 2002 a 2018

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Fuente: Observatorio de Seguridad y Convivencia, Gobernación, con corte a 31 de


diciembre de 2018.

2. DIAGNÓSTICO SUBREGIONAL

Después de presentarse el contexto departamental, en adelante este documento se


detendrá en la descripción de los hechos victimizantes establecidos por la Ley 1448 de 2011
para los años 2015, 2016, 2017 y 2018, a fin de exponer un diagnóstico en materia de
Derechos Humanos, que incorpore una línea de base y el trascurrir del actual gobierno
“Antioquia Piensa en Grande”.

Es importante aclarar respecto a las lesiones personales que también se presentan para
cada municipio, que este es un fenómeno asociado principalmente a zonas urbanas y cuya
causa obedece mayoritariamente a problemáticas de seguridad y convivencia que de
conflicto armado. Así mismo, que entre 2015 y 2018 se dio una reducción significativa en
esta vulneración, pasando de 14.649 denuncias en 2015 a 8.130 en 2018 para todo el
departamento.

Pese a la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno Nacional y las FARC – EP y a los
esfuerzos de la Nación y el Departamento la ocurrencia de hechos victimizantes en contra
de la población civil no ha cesado.

Esto se evidencia, como se verá más adelante, en que si bien se redujeron las vulneraciones
y hechos victimizantes como las minas antipersonal, el desplazamiento forzado y el

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secuestro, durante el 2018 en el Bajo Cauca y el Norte se presentaron disputas entre GAO
y ELN por el control que antes tenían las FARC tanto de los cultivos como de otras rentas.

2.1 Bajo Cauca

El Bajo Cauca limita con los departamentos de Sucre, Córdoba y Bolívar; se localiza en la
cordillera central, al nordeste de Antioquia, entre las serranías de Ayapel y San Lucas, sobre
la cuenca baja de los ríos Cauca y Nechí. Esta subregión, una de las más grandes del
departamento, está conformada por 6 municipios, 31 corregimientos, 320 veredas y tiene
una extensión de 8.485 km2. De acuerdo con las proyecciones del Departamento
Administrativo Nacional de Estadística 2015-2020 (DANE), en el 2018 el Bajo Cauca tenía
318.860 habitantes. Para el 2019 se tiene una proyección poblacional de 325.439
habitantes, distribuidos en la zona urbana con una proyección de 200.027 (61%) habitantes
y en el área rural de 125.412 (39%). Caucasia es el municipio más poblado de la subregión
con 123.304 habitantes y Nechí el menos poblado, con 29.270 habitantes. La subregión
cuenta con cuatro resguardos indígenas: Jaidezavi, Los Almendros, Vegas de Segovia y Pablo
Muera en los que habitan las etnias Embera Eyabida y Senú.

Según lo anterior, cuatro de los seis municipios son de sexta categoría3. Es decir, sus
ingresos corrientes de libre destinación anuales no son superiores a 15.000 salarios
mínimos vigentes, mientras que Caucasia y El Bagre son de quinta categoría por lo que sus
ingresos corrientes de libre destinación son superiores a 15.000 salarios mínimos vigentes
y hasta 25.000 salarios mínimos vigentes. Así mismo, la proyección poblacional también
revela que es una subregión con una alta concentración de población urbana,
especialmente en los municipios de Nechí, Tarazá y Caucasia. Este último se ha convertido
en el principal centro de la actividad comercial y económica de la subregión.

En cuanto a su productividad, el arroz, yuca, maíz, plátano y pesca son actividades


importantes gracias a la riqueza de sus ríos. Sin embargo, la ganadería extensiva se ha
convertido en una de las actividades productivas más importantes en la zona. Igualmente
la subregión cuenta con una gran producción aurífera, lo que ha generado la llegada de
empresas mineras y minería ilegal con todas las problemáticas que esta actividad conlleva.

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Esta categorización obedece a cuatro criterios: número de habitantes, ingresos corrientes de libre
destinación, importancia económica y situación geográfico. Allí se establecen siete categorías de municipios
(Especial, Primera, Segunda, Tercera, Cuarta, Quinta y Sexta).

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Su ubicación geográfica conecta a Antioquia con la costa Atlántica, lo que ha sido


importante en términos económicos para el departamento, pero también lo ha sido en el
desarrollo del conflicto armado y el narcotráfico. En ese sentido, se ha configurado también
como zona de producción de cultivos de coca y con ello se han instalado en el territorio una
serie de dinámicas económicas ligadas al narcotráfico, las cuales se han convertido en
actividades muy fuertes para el desarrollo de la economía del Bajo Cauca. A su vez, la
situación descrita ha provocado varias problemáticas, entre ellas, el despojo de tierras, el
desplazamiento forzado, la llegada de diversos actores armados, arribo de mineros ilegales,
migración irregular, prostitución y utilización de niños, niñas y adolescentes, entre otras.

Estas economías ilegales, a la vez que han impulsado el crecimiento económico de los
municipios, son fuente de problemas de orden público a raíz de la marcada presencia de
actores armados. Por esta razón, las disputas por el control de las economías y rutas ilegales
ha sido una constante durante muchos años en esta subregión. Incluso después del proceso
de paz firmado por el gobierno nacional y la guerrilla de las FARC, la zona sigue sufriendo
violencia armada por parte de otros actores como El Clan del Golfo, Los Caparrapos, el ELN
y disidencias de las FARC. Esto queda en evidencia en las alertas tempranas emitidas por la
Defensoría del Pueblo para Cáceres el 22 de enero, Tarazá el 5 de marzo y para Caucasia el
4 de abril del 2018. Además, se documenta presencia de Los Triana en los municipios de
Taraza, Cáceres, Zaragoza y El Bagre, y del Cartel de Sinaloa en Zaragoza.

Esas tres alertas muestran que después de la firma del acuerdo de paz con la guerrilla de
las FARC los territorios antes controlados o que tenían una fuerte presencia de esa guerrilla
quedaron en disputa. Esta situación ha significado una reconfiguración no solo del conflicto
sino de los actores, las zonas de influencia y una nueva lucha por el control de las economías
ilegales que antes estaban en manos de las FARC. A esto hay que sumarle la creación de
alianzas estratégicas entre dos o más actores armados con el fin de hacerse al control de
estos territorios.

HECHOS VICTIMIZANTES BAJO CAUCA

Por las condiciones territoriales y su ubicación estratégica, el Bajo Cauca antioqueño ha


sufrido durante décadas la presencia de diversos grupos armados que buscan controlar la
región y las economías ilícitas relacionadas con el narcotráfico, el tráfico de armas y rentas
derivadas de otras actividades económicas como la minera y la ganadería. Por esta razón,
la subregión ha visto una violación sistemática de los derechos humanos por parte de esos
grupos armados. A continuación, se enuncian los hechos victimizantes analizados en el
periodo 2015 al 2018.

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Homicidio

El homicidio no solo se presenta en el marco del conflicto armado o violencia relacionada a


rentas ilegales, también por problemas de convivencia, no obstante, el primero, es el
principal motor para la ocurrencia del mismo. En el Bajo Cauca resaltan Caucasia y Tarazá
como los municipios que más homicidios reportaron entre 2015 y 2018 de acuerdo a la base
de datos de la Policía. En total la subregión registró 847 personas asesinadas durante los
cuatro años:

Gráfico # 3 Víctimas registradas por homicidio, Bajo Cauca 2015-2018

396

176
147
128

2015 2016 2017 2018

Fuente: Policía. Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018

Caucasia pasó de 54 homicidios en 2017 a 152 homicidios en 2018, lo que representa para
el total subregional el 34% de los casos ocurridos entre el 2015 y el 2018. Por otro lado,
Tarazá representa el 22% del total subregional, sobresaliendo en la subregión dado que en
los últimos tres años el registro de homicidios ha aumentado de manera alarmante al pasar
de 20 casos en 2016 a 109 casos en 2018. El Bagre representa el 16% del total de casos,
Zaragoza el 11% y Nechí el 3%. En términos generales, los seis municipios de la subregión
registraron un aumento de homicidios en el 2018. Esta situación se explica, dadas las
disputas por el control del territorio entre los GAO (Clan del Golfo y Los Caparrapos), el ELN,
y las disidencias de las FARC. Sumado a otros grupos que pretenden ingresar en la región
para obtener su parte de las rentas criminales que ya se llevan a cabo.

Desaparición Forzada

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Dentro del marco del conflicto armado en Colombia la desaparición forzada ha sido una
práctica constante por los grupos armados ilegales en diferentes contextos. Se configura
como una violación a varios derechos humanos fundamentales y en algunos casos puede
constituir un crimen de lesa humidad cuando se comete de manera generalizada o
sistemática. En el contexto nacional es importante tener claro que la desaparición forzada,
en muchos casos, busca no dejar ninguna evidencia de otros crímenes, es decir, que se
convierte en una herramienta para que los grupos armados no respondan, en caso de ser
judicializados, por más crímenes.

De acuerdo con la base de datos de la Fiscalía, en el Bajo Cauca se presentaron 17 registros


por desaparición forzada en el 2018, 8 en Tarazá, 7 en Caucasia y 2 en Cáceres. En el 2017
hay un registro de 16 desapariciones forzadas; para el 2016 se presentaron 22, y para el
2015, 21. Es decir, entre el 2015 y el 2018 hubo una disminución poco significativa en tanto
solo se registraron 4 casos menos. Sí resulta significativo el hecho de que entre el 2015 y el
2017 los casos ocurrieron en 5 de los 6 municipios de la subregión, pero para el 2018 no se
presentaron registros por desaparición en 3 municipios: El Bagre, Nechí y Zaragoza. Sin
embargo, es importante resaltar que este hecho victimizante cuenta con un alto
subregistro.

Secuestro

Como la desaparición forzada, el secuestro en diversas modalidades fue una de las prácticas
más comunes utilizadas por los grupos armados y criminales no solo en el marco del
conflicto armado, ya que la delincuencia común históricamente ha usado el secuestro,
especialmente el extorsivo, como una actividad económica. El Bajo Cauca sufrió una
disminución significativa de casos de secuestro, de acuerdo a los registros de la Fiscalía, ya
que pasó de 24 casos en el 2017 a solo uno en el 2018. Es importante resaltar que en Cáceres
no se presentó un solo registro entre el 2015 y el 2018, mientras que Zaragoza no tuvo
registros entre el 2015 y el 2017, pero fue el único municipio en el que se registró un caso
de secuestro en el 2018.

Desplazamiento Forzado

Los casos de desplazamiento forzado se presentan en un número alarmante. Este es el


hecho victimizante que más registros tiene y es en definitiva una de las principales
problemáticas que enfrentan los municipios de esta subregión. De acuerdo con las alertas
tempranas, el vacío que dejaron las FARC en el territorio tras la firma del acuerdo de paz y

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la reconfiguración del conflicto y de los actores que implica múltiples disputas, es la


principal causa del desplazamiento forzado en esta subregión que históricamente ha sido
muy golpeada por el conflicto armado y el narcotráfico.

Gráfico # 4 Víctimas registradas por desplazamiento forzado, Bajo Cauca 2015-2018


9.496

5.528

4.139

2.153

2015 2016 2017 2018


Fuente: Registro Único de Víctimas (RUV), Desplazamiento personas. Fecha de corte: 01
de enero de 2019. En: https://www.unidadvictimas.gov.co/es/registro-unico-de-victimas-
ruv/37394

El gráfico muestra un panorama de preocupación en la subregión, si bien entre el 2015 y


2017 hubo una disminución importante, para el 2018 se registraron 3.968 desplazados más
que en 2015, es decir, los casos aumentaron un 71% en 2018. Municipios como Cáceres y
Tarazá han registrado un aumento entre el 2017 y el 2018. Cáceres pasó de tener 339 casos
de desplazamiento en 2017 a 3.279 en 2018 y Tarazá pasó de 508 a 3.183 casos. Otro
municipio que resalta es El Bagre, que en el 2016 tuvo el mayor número de casos de
desplazamiento con 2.270, para luego disminuir significativamente a 519 en el 2018. Por su
parte, Caucasia que es el municipio con mayor población, presenta un bajo número de
desplazamientos con 1.219 registros, si se compara con municipios vecinos como Cáceres o
Tarazá que no tienen ni la mitad de su población.

Es importante resaltar que todos los municipios del Bajo Cauca registran un alto número de
casos de desplazamiento forzado. Además, es necesario tener en cuenta que no todos los
casos de desplazamiento son registrados porque las víctimas a veces abandonan sus
hogares sin dar aviso a las autoridades o entidades correspondientes.

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Desplazamientos masivos, Tarazá y Cáceres en 2018


La presencia de minería, el asentamiento de una cadena productiva de microtráfico que
integra el cultivo, la transformación y la venta de estupefacientes, y una ubicación
estratégica, han convertido la subregión en un escenario de constante conflicto. Así, como
lo muestran las cifras del Registro Único de Víctimas, para el 2018 el desplazamiento
forzado, individual y masivo, fue el hecho victimizante que más se registró en la subregión.

Tarazá y Cáceres son los municipios que presentan un panorama más alarmante; este
último se ha convertido en un corredor estratégico para el narcotráfico y el tráfico de armas
dada su conexión con el departamento de Córdoba. Por otro lado, Tarazá es de interés para
los grupos armados porque conecta el Bajo Cauca con el Nordeste y el Norte antioqueño.
Además, su territorio cuenta con las condiciones ideales para el cultivo y procesamiento de
coca. Ambos municipios se han convertido en el escenario de disputa entre los diferentes
grupos armados que buscan controlar esos lugares estratégicos, al punto que los
desplazamientos masivos que se registraron en ambos municipios responden a estas
disputas territoriales.

En septiembre de 2018, 739 personas (269 familias) se desplazaron en el corregimiento de


La Caucana (Tarazá), principalmente hacia la zona urbana del mismo corregimiento. De
acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos
Humanitarios (OCHA, 2018), en Cáceres más de 1.600 personas salieron en cinco
desplazamientos masivos entre enero y febrero de 2018.

Despojo y abandono forzado de tierras

Dentro del marco del conflicto armado colombiano, el despojo y el abandono forzado de la
tierra se ha dado en contextos de desplazamientos forzados, amenazas e intimidaciones
por parte de grupos armados. Es importante aclarar que el despojo y el abandono forzado
de tierras configuran la violación de varios derechos humanos fundamentales, así como
derechos económicos, ya que además de perder su propiedad, en muchos casos las víctimas
también pierden la posibilidad de trabajar, sin mencionar el hecho de romper el tejido social
y los vínculos con la tierra. Es decir, se viola el derecho a la propiedad, la vivienda, el trabajo
y la seguridad alimentaria.

La Unidad de Restitución de Tierras no cuenta con una base de datos por año, sino con un
histórico del número de solicitudes, número de predios y número de titulares por municipio
a partir de la creación de la Ley 1448 de 2011, con lo cual se presentan las siguientes cifras.

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Tabla # 2 Estadísticas sobre restitución de tierras, Bajo Cauca desde el 2011

DESPOJO Y ABANDONO FORZADO DE TIERRAS


BAJO CAUCA
NÚMERO DE NÚMERO DE NÚMERO DE
SOLICITUDES PREDIOS TITULARES
Caucasia 369 364 297
Cáceres 562 488 423
El Bagre 489 468 381
Tarazá 329 326 231
Nechí 381 362 282
Zaragoza 212 195 151
TOTAL SUBREGIONAL 2.342 2.203 1.765
Fuente: Unidad de Restitución de Tierras (UTR). Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018.

Para cada municipio de la subregión el número de solicitudes es mayor que el número de


predios. Esto revela una crítica y problemática situación en torno a la propiedad de estas
tierras que fueron despojadas o abandonadas forzosamente. Resaltan Cáceres y El Bagre
como los municipios con mayor número de solicitudes y mayor número de predios.

Según información de la Unidad de Restitución de Tierras, en cuatro de los seis municipios


del Bajo Cauca existen sentencias de restitución. Nechí es el municipio que más sentencias
tiene con 60 predios restituidos, seguido por El Bagre con 28, Caucasia con 27 y Cáceres con
15. Considerando el número de predios, el número de solicitudes y el problema de orden
público en la subregión, es posible entender por qué no hay un mayor número de predios
restituidos y, por ende, más víctimas reparadas.

Minas Antipersonal

En el conflicto armado colombiano el uso de minas antipersonal y otros artefactos


explosivos ha sido una práctica común entre los grupos armados, en un intento por evitar
que los territorios que se encontraban bajo su control fueran penetrados por grupos
enemigos o la fuerza pública. Lastimosamente muchos de estos territorios minados se
encuentran cerca de la población civil, lo que significa que muchas de las víctimas de estos
artefactos explosivos son civiles. A continuación, se presenta el reporte de víctimas de
acuerdo a la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal -Descontamina
Colombia, entre el 2015 y el 2018.

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Tabla # 3 Víctimas registradas por minas antipersonal, Bajo Cauca 2015-2018


MINAS ANTIPERSONAL, MUNICIONES POR
EXPLOTAR Y ARTEFACTO EXPLOSIVO
BAJO CAUCA
IMPROVISADO
2015 2016 2017 2018
Cáceres 2 3 S.D 2
El Bagre 2 S.D S.D S.D
Tarazá 7 5 2 12
Zaragoza S.D S.D S.D 1
TOTAL SUBREGIONAL 11 8 2 15
Fuente: Descontamina Colombia, Base de datos de Víctimas por MAP/MUSE. Fecha de
corte: 31 de diciembre de 2018. En:
http://www.accioncontraminas.gov.co/estadisticas/Paginas/Bases-de-Datos.aspx

Es importante resaltar que Caucasia y Nechí no reportaron víctimas por minas antipersonal
u otros artefactos explosivos. Por otro lado, Tarazá tuvo registros entre el 2015 y 2018,
además es el municipio con mayor número de víctimas cada año, y en el 2017 fue el único
municipio que registró víctimas.

Municipios libres de sospecha y áreas desminadas


De acuerdo a la información de Descontamina Colombia, ninguno de los seis municipios del
Bajo Cauca antioqueño está libre de sospecha ni libre de reportes por eventos de minas
antipersonal y otros explosivos, aunque están siendo intervenidos o la espera de serlo. Es
importante tener en cuenta que dada la alta concentración de cultivos ilícitos que hay en la
subregión, los grupos armados minan territorios como una estrategia para proteger el
cultivo y por supuesto, para protegerse a ellos. Sin embargo, históricamente los territorios
minados se encuentran cercanos a población civil o son transitados por ella, por lo cual las
víctimas son principalmente civiles.

Lesiones personales

Teniendo en cuenta el contexto de la subregión, los casos registrados por lesiones


personales son bajos. Entre el 2015 y el 2018 se presentó un total de 940 registros por
lesiones. Hubo una disminución significativa entre el 2017 y el 2018, ya que de 309 casos se
pasó a 113 de los cuales 71 se dieron en Caucasia.

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Gráfico # 5 Víctimas registradas por lesiones personales, Bajo Cauca 2015-2018

309
284

234

113

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Caucasia es el municipio con más registros por lesiones personales en la subregión, con un
59% de los casos, seguido por El Bagre con 12% y Tarazá con 11%. Nechí es el municipio
con menos registros y representa el 3% del total.

Delitos contra la libertad y la integridad sexual

Los delitos sexuales configuran una de las violaciones a derechos humanos que más
subregistro tiene, porque es un delito que no siempre se denuncia, sea por falta de
conocimiento o por el temor de las víctimas, y por la histórica normalización de ciertas
violencias sexuales dentro de la sociedad.

De acuerdo a información de la Fiscalía, en el Bajo Cauca se registraron 415 casos de delitos


sexuales entre el 2015 y el 2018, siendo el 2017 el año en el que más casos se registraron
con 132 y 2018 el que menos registros tiene con 68.

19
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Gráfico # 6. Víctimas registradas por delitos sexuales, Bajo Cauca 2015-2018

132

108 107

68

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

El municipio que más casos reporta entre el 2015 y el 2018 es Caucasia que representa el
41% del total de casos, seguido por El Bagre con un 22%, mientras que el municipio que
menos casos reporta es Nechí con un 6% del total subregional para los cuatro años
revisados.

Actos Terroristas

De acuerdo a los datos de la Fiscalía, durante los años 2015 y 2018 en todos los municipios
del Bajo Cauca antioqueño se presentaron actos terroristas, excepto en Nechí. Hubo un
aumento del 2017 al 2018, año en el que se presentaron más registros con 10 casos; 4 de
ellos en Caucasia, al pasar de 6 casos a 10. Es necesario tener en cuenta el acuerdo de paz
firmado entre el gobierno nacional y las FARC como un factor determinante en la
disminución del terrorismo en la región, ya que la guerrilla desmovilizada operaba y tenía
bajo su control varias zonas de esta subregión.

Amenazas

Las amenazas son una vulneración a los derechos humanos que no siempre se dan bajo el
contexto de conflicto armado. La base de datos de la Fiscalía tiene la siguiente información:

20
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Gráfico # 7 Víctimas registradas por amenazas, Bajo Cauca 2015-2018

87
84

59
55

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

En total se registraron 285 amenazas entre el 2015 y el 2018, siendo Caucasia el municipio
que más registros reporta con el 57% del total, seguido por Cáceres con el 14% y Nechí con
el 4%, siendo el municipio con menor número de casos. Es importante reconocer que este
hecho victimizante tiene un alto subregistro porque no siempre las victimas denuncian. Esto
se puede evidenciar con las altas cifras de desplazamiento forzado registradas en el Bajo
Cauca antioqueño frente las bajas cifras por amenazas. Es decir, las víctimas de
desplazamientos forzados en muchos casos se desplazan a raíz de amenazas e
intimidaciones, pero no siempre reportan ese hecho cuando se desplazan.

2.2 Magdalena Medio

Magdalena Medio es una de las nueve subregiones que conforman el departamento de


Antioquia. Se encuentra dividida espacial y administrativamente en 6 municipios: Caracolí,
Maceo, Puerto Berrío, Puerto Nare, Puerto Triunfo y Yondó; además, tiene 12
corregimientos y 135 veredas (Anuario Estadístico de Antioquia, 2016). Cuenta con una
superficie de 4.804,44 km², que representa el 8% del territorio departamental, siendo una
de las subregiones menos extensas junto al Valle de Aburrá (2%). Se encuentra ubicado
entre los departamentos de Bolívar, Boyacá, Cesar y Santander, y linda en menor medida
con Caldas, Cundinamarca y Tolima, lo que favorece la existencia de relaciones sociales
entre los habitantes debido al vínculo espacial. En términos generales, se encuentra
localizada al oriente de Antioquia y en la parte central de Colombia, haciendo parte del valle
interandino del río Magdalena. Adicional de la fuente fluvial que le brinda el nombre a la

21
|

subregión, esta también cuenta con los ríos Cimitarra, Nus, Alicante, Tamar, San Francisco
y San Bartolomé, por lo que es una zona con gran riqueza hídrica (Gobernación de
Antioquia, 2018). Según el Departamento Administrativo de Planeación (2005), el
Magdalena Medio se divide en dos zonas: 1) ribereña, en donde se sitúan la mayoría de los
municipios, a saber: Yondó, Puerto Berrío, Puerto Nare y Puerto Triunfo; y 2) Nus, donde se
encuentran Maceo y Caracolí.

Frente a aspectos demográficos, la proyección poblacional del DANE informa que para el
2019 el Magdalena Medio cuenta con un total de 122.523 habitantes, lo que equivale al 2%
de la población del departamento. Junto con Nordeste y Occidente, esta subregión es de
las menos pobladas de Antioquia. Considerando los datos expuestos por Contaduría
General de la Nación (2018) todas las entidades territoriales del Magdalena Medio son de
sexta categoría, por lo que sus ingresos corrientes de libre destinación no son superiores a
los 15.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes. Puerto Berrío es el municipio que
más habitantes tiene, congregando el 41% de la población subregional; Puerto Nare y Yondó
le siguen en cuanto a densidad demográfica representando respectivamente el 18% y 16%.
Caracolí y Maceo, por el contrario, son los menos habitados con un total de 4.491 y 6.537
moradores, respectivamente. La población del Magdalena Medio se concentra
mayoritariamente en la zona urbana, como ocurre en Puerto Berrío donde el 90% de los
habitantes residen en el casco urbano, con excepción de Maceo, Puerto Nare y Puerto
Triunfo.

Teniendo presente los coeficientes de especialización económica, en el Magdalena Medio


los dos principales renglones económicos son la explotación de minas y canteras (11,19%),
específicamente de minerales como oro, plata, platino, calizas, petróleo y gas, siendo la
única subregión de Antioquia donde se explota petróleo y la mayor productora de cemento
blanco en el departamento. La segunda actividad económica relevante es la construcción
(1,45%) en lo que respecta a los trabajos de edificación y reparación de infraestructura,
servicios de arrendamiento, construcción de obras civiles y servicios de alquiler de equipos
con operario. A esto hay que sumarle labores productivas que se dan en menor escala,
como la ganadería, agricultura, caza, silvicultura, pesca y la industria manufacturera
(Gobernación de Antioquia, 2017). La riqueza natural en recursos renovables y no
renovables y la biodiversidad también caracterizan esta subregión (Gobernación de
Antioquia, 2018). En síntesis, el sector primario y secundario son los que prevalecen.

Desagregando aún más los principales renglones económicos, por un lado, de los 1.344
títulos mineros existentes en Antioquia, 76 se ubican en el Magdalena Medio, lo que
representa un 6% de los títulos en jurisdicción minera departamental. Referente a

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infraestructura de hidrocarburos y energética, se cuenta con el paso de dos oleoductos


(Central y Colombia), un gasoducto y la termoeléctrica La Sierra (Gobernación de Antioquia,
2018). Por otro lado, es de anotar la presencia de grandes empresas mineras nacionales
como Cemento Argos S.A., Microminerales S.A.S, Sociedad Procesadora de Minerales del
Puerto Promipuerto S.A., Prominerales S.A., Cales y Derivados de La Sierra S.A., e
internacionales como Holcim S.A. y Omya Andina S.A. Igualmente, se presentan sociedades
mineras de menor escala como Ingeniería y Construcciones S.A.S, Ingecon S.A.S, Fanitro
Consorcio, Sociedad Ociequipos Ltda. y Ospalco Ltda., que contribuyen al suministro de
materias primas al sector de construcción (Gobernación de Antioquia, El Mundo, 2017).

A fin de lograr una lectura integral de la situación de los Derechos Humanos, la ubicación
geográfica es determinante, ya que el río Magdalena permite la comunicación de la
subregión con Bogotá, la Costa Caribe y Venezuela; además de una carretera que logra la
movilización nacional de sur a norte y un sistema férreo (Gobernación de Antioquia, 2018).
Lo anterior, genera un interés estratégico para las estructuras armadas ilegales que
instauran un gobierno paralelo que se refleja y sostiene a partir de un mercado ilegal de
microtráfico y de rentas criminales como la extorsión. De los seis municipios que conforman
la subregión, cuatro son puertos (Yondó, Puerto Berrío, Puerto Nare y Puerto Triunfo), por
lo que las dinámicas de estos espacios implican un gran movimiento económico. Así, al
análisis financiero del Magdalena Medio se le deben aunar los ingresos de las estructuras
armadas ilegales por la extorsión -modalidad “vacuna”- y el microtráfico, que tienen gran
cobertura y que representan cifras elevadas (Funcionario Público, Grupo focal, 2019). Entre
los alicientes del microtráfico se encuentra la presencia numerosa de Paga Diarios, los
cuales tienen una función de recepción y reinversión de las ganancias.

El alto flujo de capitales, por ingresos legales e ilegales, explica dos fenómenos, por un lado,
el encarecimiento de los costos de vida, expresado en el valor de los arriendos y servicios
públicos; y por otro, los bajos niveles socio económicos, que resultan paradójicos ante la
presencia de actividades económicas lucrativas. Un factor que contribuye a los niveles de
pobreza es que las oportunidades laborales se reducen a la mano de obra en las empresas
mineras, petroleras y cementeras al igual que las fincas ganaderas latifundistas, las cuales
contratan a una pequeña parte de personas con capacidad laboral, por lo que la mayoría de
los habitantes sobreviven de la pesca y la extracción de materiales de los ríos, obteniendo
pocos ingresos por estos trabajos. Según la Gobernación de Antioquia, para el 2016
Magdalena Medio aportó el 2,9% del PIB departamental, siendo de los más bajos junto con
Occidente (2,4%).

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Las estructuras armadas ilegales que hacen presencia en el Magdalena Medio son El Clan
del Golfo, denominados también Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), Clan Isaza y
el ELN (Mesa Territorial de Garantías, 2018). Dichos grupos se disputan el control del
microtráfico y narcomenudeo, al igual que economías ilegales como la extorsión, la
explotación sexual y la trata de personas. Es importante el reconocimiento de una variable
histórica, ya que en esta subregión se fundaron las Autodefensas Campesinas del
Magdalena Medio (ACMM), las cuales ejercieron un fuerte control al proyecto político que
representaban las guerrillas, contexto que explica que no haya presencia de disidencias de
las FARC ni Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación para excombatientes.

La implantación del modelo paramilitar en los años 90 y comienzos del siglo XXI también
explica que en materia de posconflicto no existan cambios fehacientes en el territorio. Tras
la desmovilización paramilitar en el 2005, la percepción de sus habitantes es que no hay
transformaciones de fondo de los actores que hacían y que ahora hacen presencia, ya que
los desertores de este proceso pasaron a ser integrantes del Clan del Golfo (Funcionario
público, Grupo focal, 2019).

Se puede afirmar que existe un reagrupamiento de desmovilizados a través de bandas


delincuenciales que controlan en comunidades específicas las rentas provenientes de
economías lícitas e ilícitas. Evidencia de ello son dos Alertas Tempranas proferidas por el
CIPRAT. En la primera, expedida el 12 de febrero de 2018, se advierte sobre el interés del
ELN por controlar zonas que antes eran de influencia de las FARC- EP y configurar un
corredor de movilidad que conecte al Magdalena Medio con el Nordeste Antioqueño y el
sur de Bolívar. Específicamente el frente Edgar Amílkar Grimaldos Barón es el que domina
en las veredas Cuatro Bocas, Campo Cimitarra, El Bagre, El Descanso, La Concha, Bocas del
San Juan, Notepases, Jabonal, San Francisco, Congoja, Ité y Puerto Matilde del municipio de
Yondó. La segunda Alerta Temprana, proferida el 18 de febrero de 2018, informa sobre la
consolidación de áreas de dominio de los grupos armados pos desmovilización en Puerto
Berrío (Mesa Territorial de Garantías, 2018).

Después de presentarse el anterior contexto de la subregión, en adelante se realizará la


descripción de los hechos victimizantes establecidos por la Ley 1448 de 2011 para los años
2015, 2016, 2017 y 2018, a fin de exponer un diagnóstico subregional.

Homicidio

Los homicidios no tuvieron una tendencia constante. Por el contrario, se evidencian picos y
valles en las cifras. Del 2015 al 2016 hubo una reducción de 19 víctimas; del 2016 al 2017

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un incremento de 16 casos; y el 2018 finaliza con un descenso de 6 afectados. Las víctimas


registradas entre 2015 y 2018 difieren en 9 reportes. Cabe anotar que para el total del
cuatrienio se presentaron 193 casos de homicidios en la subregión, de los cuales Puerto
Berrío representa el 49% de este hecho victimizante, que se traduce en un total de 94
víctimas. A esta tendencia problemática le siguen Yondó, Puerto Triunfo y Puerto Nare,
respectivamente con 35, 28 y 14 personas asesinadas. Es de resaltar que los municipios con
mayores cifras son los que están ubicados en la zona ribereña (Policía, 2018).

Gráfico # 8 Víctimas registradas por homicidios, Magdalena Medio 2015-2018

56
53
47
37

2015 2016 2017 2018

Fuente: Policía. Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018

Desaparición forzada

Durante el periodo 2015-2018, según información de la base de datos de la Fiscalía General


de la Nación (2018), se presentaron en Magdalena Medio un total de 48 víctimas por
desaparición forzada. Considerando que es un hecho victimizante con altos índices de
subregistro, preocupa la situación de Puerto Berrío, municipio que representa el 75% de los
casos subregionales, y de Yondó, que presenta el 10% de las víctimas por desaparición
forzada. En diferentes años, Maceo (2017) y Puerto Nare (2016) cuentan con dos víctimas
cada uno para el cuatrienio. Puerto Triunfo reporta una víctima por anualidad, exceptuando
el 2017 donde no se tienen datos.

Secuestro

Para el cuatrienio analizado, Magdalena Medio registró 11 víctimas por secuestro simple o
extorsivo. Maceo y Yondó reportan cada uno una víctima en 2018 y Puerto Nare una víctima
en 2016. Puerto Berrío y Puerto Triunfo representan el 55% y el 18% de los afectados por
secuestro en la subregión (Fiscalía, 2018).

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Desplazamiento forzado

Este hecho victimizante ha tenido una tendencia decreciente en el periodo 2015 - 2018,
contando con una reducción del 35% que se traduce en una disminución constante: del
2015 al 2016 de 119 personas desplazadas; del 2016 al 2017 de 43, y del 2017 al 2018 de
113. En total Magdalena Medio registró 1.148 víctimas por desplazamiento forzado para el
cuatrienio. De esta cifra Puerto Berrío representa el 54% de los afectados y Yondó el 28%.
Los altos índices de reportes para este hecho victimizante se deben a la posición estratégica
de ambos municipios, el primero por ser el puerto fluvial principal hacia el río Magdalena y
el segundo por generar una conexión de la subregión con el Nordeste antioqueño, lo que
históricamente ha generado disputas por el control entre las GDO y GAO. Los municipios
con menos reportes son Caracolí y Puerto Triunfo, cada uno con 33 víctimas para el periodo
de análisis (RUV, 2019).

Según información de funcionarios públicos, es pertinente referir que la disminución de


algunos hechos victimizantes puede deberse también a que existe connivencia de actores
armados ilegales con miembros de instituciones estatales, por lo que el incremento en el
reporte de hechos victimizantes que normalmente se daba no se presenta actualmente en
el Magdalena Medio. Se considera que la mayoría de los desplazamientos forzados actuales
se dan a personas que hacen parte de organizaciones sociales, quienes deben irse a fin de
conservar su integridad o vida (Funcionario público, Grupo focal, 2019).

Gráfico # 9 Víctimas registradas por desplazamiento forzado, Magdalena Medio


426

307
264

151

2015 2016 2017 2018

Fuente: Registro Único de Víctimas (RUV), Desplazamiento personas. Fecha de corte: 01


de enero de 2019. En: https://www.unidadvictimas.gov.co/es/registro-unico-de-victimas-
ruv/37394

Despojo de tierras

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Las estadísticas presentadas por la Unidad de Restitución de Tierras son a partir de la Ley
1448 del 2011, por lo tanto, los datos que se presentan comprenden de este año a la
actualidad. Exceptuando Caracolí, Puerto Nare y Puerto Triunfo, el número de solicitudes
es mayor al número de predios, siendo Yondó, Maceo y Puerto Berrío los municipios de la
subregión con más cantidad de peticiones por restitución.

Considerando este panorama, se leen serias dificultades en materia de propiedad de la


tierra para quienes tuvieron que abandonar forzosamente sus terrenos. Estas radican en
que se cuenta con la presencia del Clan del Golfo y los Caparrapos en el territorio, quienes
han obstaculizado estos procesos, amenazando a los reclamantes y evitando las garantías
para los despojados (Funcionario público, Grupo focal, 2019).

Tabla # 4 Estadística sobre restitución de tierras, Magdalena Medio desde el 2011

DESPOJO Y ABANDONO FORZADO DE TIERRAS


MAGDALENA MEDIO
NÚMERO DE NÚMERO DE NÚMERO DE
SOLICITUDES PREDIOS TITULARES
Caracolí 4 4 4
Maceo 91 82 66
Puerto Berrío 79 65 51
Puerto Nare 36 36 30
Puerto Triunfo 70 70 20
Yondó 243 227 168
TOTAL SUBREGIONAL 523 484 339
Fuente: Unidad de Restitución de Tierras (UTR). Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018.

Minas antipersonal

Tomando como fuente de consulta la base de datos de Descontamina Colombia (2018), se


registra en Puerto Berrío una víctima por minas antipersonal, municiones sin explotar o
artefacto explosivo improvisado, en el año 2015. Referente a las entidades territoriales
restantes no hay datos al respecto. La ausencia de la guerrilla de las FARC en esta subregión
es una variable que incide en los bajos reportes de este hecho victimizante. Evidencia de
ello es que Puerto Nare y Puerto Triunfo se han declarado libres de reportes y libres de
sospechas. Caracolí se encuentra en estado de intervención, mientras que Maceo, Puerto
Berrío y Yondó están por intervenir.

27
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Lesiones personales

En Magdalena Medio se registran 1.255 víctimas por lesiones personales para el 2015 y
2018, según la Fiscalía. Esta sumatoria no tiene una tendencia específica por anualidad, ya
que en el 2015 se reportaron 365 afectados, disminuyendo 64 casos para el 2016, pero
luego incrementándose los reportes en 34 personas agredidas para el 2017 y nuevamente,
en el 2018, hay un descenso en las cifras de 81 víctimas (Véase gráfico # 10). En el total
subregional para el cuatrienio, Puerto Berrío representa el 48% de las víctimas y Yondó el
29%. Estas cifras coinciden con los municipios que mayor vocación minera presentan, por
lo que las dinámicas conflictivas asociadas a esta actividad productiva, además del alto flujo
de personas por ser municipios con puerto, son explicativas de las dificultades en materia
de seguridad y convivencia, así como de las vulneraciones. Los municipios que tiene una
mayor vocación agropecuaria son los que menos casos reportan, como Caracolí, con un
total de 17 víctimas por lesiones personales para el periodo 2015-2018, y Maceo, con 59
afectados durante el mismo periodo.

Gráfico # 10 Víctimas registras por lesiones personales, Magdalena Medio 2015-2018

365
335
301
254

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018 En:


https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Delitos contra la libertad y la integridad sexual

Los delitos sexuales son un fenómeno que pese a cobrar cada vez más visibilidad, aún se
presenta, con la gravedad de que se vulnera, incluso, desde los entornos más cercanos
como son el familiar, escolar, laboral, entre otros. Sumado a esto se cuenta con pocos casos
de denuncias en relación a la realidad de lo que ocurren en la sociedad; esto se debe, por
un lado, al miedo que las víctimas experimentan frente a sus victimarios, por otro lado, a

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|

que las comisarías de familia de los municipios en la mayoría de casos se ven obligadas a
archivar los casos debido a la congestión judicial, situación que fue evidenciada por
funcionarios del ministerio público como una demanda urgente de la subregión.

Lo anterior genera un círculo vicioso en cuanto implica retrocesos en las campañas


pedagógicas, pues ante la inoperancia institucional se desincentiva la denuncia y el
fenómeno vuelve a relegarse al ámbito de lo privado. Por ende, se considera un hecho
victimizante con alto subregistro. En el Magdalena Medio hay una sumatoria de 270
víctimas para el cuatrienio, resaltando problemáticamente Puerto Berrío, con 114
denuncias, y Puerto Triunfo con 58 víctimas. Se reitera en la necesidad de problematizar y
visibilizar este hecho. En términos generales la tendencia subregional ha sido decreciente,
exceptuando el 2017 en donde hubo un incremento de 4 afectados en contraste con el año
previo.

Gráfico # 11 Víctimas registradas por delitos sexuales, Magdalena Medio 2015-2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018 En:


https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Amenazas

La Fiscalía registra 444 víctimas de amenazas entre el 2015 y el 2018. Los municipios que
más casos presentan son: Puerto Berrío con más de la mitad de los reportes subregionales
para el cuatrienio (245 amenazados), Yondó con 44 afectados y Puerto Triunfo con 44
víctimas. Caracolí representa el 1% de los casos subregionales y Maceo y Puerto Nare, cada
uno, el 6% para el cuatrienio. Exceptuando el 2017, la tendencia es decreciente, ya que se
pasa de 146 denuncias por amenazas en la anualidad que corresponde a la línea base a 75

29
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para el 2018. Es importante mencionar que el 17 de enero del 2018 fue asesinado el líder
Víctor Manuel Morato, en Yondó, lo cual refleja el complejo escenario de participación
política por las amenazas o agresiones de los defensores de Derechos Humanos.

Gráfico # 12 Víctimas registradas por amenazas, Magdalena Medio 2015-2018

146

117
106

75

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Actos terroristas y tortura

En total se registran tres actos terroristas para el cuatrienio, específicamente en Puerto


Berrío presentándose, de manera desagregada, una víctima en el 2015 y 2 en el 2017.
Frente a los otros municipios y anualidades de análisis, la base de datos de la Fiscalía (2018)
no registra más datos. Continuando con el hecho victimizante de tortura o tratos
inhumanos, la misma fuente de consulta reporta 2 víctimas en Puerto Triunfo.

Trata de personas

La trata de personas encuentra un incentivo en aspectos culturales que se relacionan con


la vocación productiva minera, como el alto consumo de alcohol y sustancias alucinógenas,
la proliferación de negocios donde se concentran dichas actividades y el elevado flujo de
capitales. En esta subregión, se presenta una modalidad por medio de la cual encierran a
las víctimas en las cantinas y los victimarios asisten a estos establecimientos para abusarlas.
Aunque la prostitución no es un ejercicio ilegal, se emplea como una fachada para ocultar
este hecho victimizante, por lo que los registros son muy escasos. Evidencia de ello es que

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para el cuatrienio solo se reporta una víctima de trata de personas en la subregión,


específicamente en Puerto Triunfo para el 2018 (Fiscalía, 2018).

En conclusión, el hecho victimizante que más registros presenta es lesiones personales, con
un total subregional de 1.255 víctimas para el periodo 2015-2018, y desplazamiento
forzado, con un reporte de 1.148 afectados para el mismo periodo de análisis. Los
municipios que marcan una tendencia en los registros son lo que están ubicados en la zona
ribereña, por orden: Puerto Berrío, Yondó, Puerto Triunfo y Puerto Nare, ya que cuenta con
una vocación productiva y una ubicación estratégica que permite el fortalecimiento de
rentas ilegales; por ello son territorios atractivos para los GAO y GDO. Se resalta la
necesidad de generar más oportunidades de empleo, combatir la criminalidad y desarrollar
estrategias para el cambio paulatino de esquemas culturales que incentivan el desarrollo
de hechos victimizantes (como la trata de personas y las agresiones) (Funcionario público,
Grupo focal, 2019).

2.3 Norte

El Norte es una de las nueve subregiones que conforman el departamento de Antioquia. Se


encuentra dividida espacial y administrativamente en 17 municipios: Angostura, Belmira,
Briceño, Campamento, Carolina del Príncipe, Donmatías, Entrerríos, Gómez Plata,
Guadalupe, Ituango, San Andrés de Cuerquia, San José de la Montaña, San Pedro de los
Milagros, Santa Rosa de Osos, Toledo, Valdivia y Yarumal; además de 27 corregimientos y
592 veredas (Anuario Estadístico de Antioquia, 2016). Cuenta con una superficie de
7.935,41 km², que representa el 13% del territorio departamental, siendo la cuarta
subregión más extensa después del Urabá, Nordeste y Bajo Cauca (Gisant, 2018). Sus límites
son: al norte con el departamento de Córdoba y el Bajo Cauca, al Nordeste con la subregión
homónima, al sur con el Valle de Aburrá y al oeste con el Occidente y el Urabá antioqueño.

Según el Departamento Administrativo de Planeación (2005), esta subregión se divide en


cuatro zonas: (1) del Río Cauca, donde se ubican Ituango, Toledo y San Andrés de Cuerquia;
(2) del Río Grande y Chico, encontrándose San José de la Montaña, Santa Rosa de Osos,
Belmira, Entrerríos, Donmatías y San Pedro de los Milagros; (3) Vertientes Chorros Blancos,
localizándose allí Valdivia, Briceño, Yarumal, Campamento y Angostura; y (4) del Río Porce,
donde se sitúan Guadalupe, Carolina del Príncipe y Gómez Plata. Según la proyección
poblacional del DANE para el 2019 el Norte cuenta con 268.512 habitantes, lo que equivale
al 4% de la población antioqueña, ocupa el sexto lugar a nivel departamental en cuanto a
densidad demográfico, siendo antecedida por Valle de Aburrá, Urabá, Oriente, Suroeste y

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|

Bajo Cauca. El Norte está conformado en su mayoría por entidades territoriales de sexta
categoría, con excepción de Briceño y Santa Rosa de Osos que son de quinta y por ende,
reciben más ingresos corrientes de libre destinación (Contaduría General de la Nación,
2018). Los municipios más poblados son Yarumal, Santa Rosas de Osos, San Pedro de los
Milagros y Donmatías representando, respectivamente el 18%, 14%, 11% y 9% de la
población subregional. Los menos habitados son Carolina del Príncipe y San José de la
Montaña con 3.474 y 3.473 residentes. En términos generales la población del Norte se
concentra en el casco rural, exceptuando Carolina del Príncipe, Donmatías, Entrerríos, San
José de la Montaña, San Pedro de los Milagros y Santa Rosa de Osos.

Teniendo presente los coeficientes de especialización económica subregional, los dos


principales renglones económicos son: (1) la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca
(3,77) y el suministro de energía y agua (1,66). Frente al primer renglón, resaltan productos
como animales vivos, productos de la caza, tomate de árbol, café, caña, fríjol, papa,
zanahoria, uchuva, maíz y yuca. Igualmente, se reconoce por los productos lácteos,
configurándose un recorrido turístico denominado “Ruta Lechera” que combina la
presentación productiva, ecológica y religiosa de los municipios de San Pedro de los
Milagros, Belmira, Entrerríos, Santa Rosa de Osos, San José de la Montaña y Donmatías
(Gobernación de Antioquia, 2016). Además, posee los mejores pastos de todo el país y
cuenta con unas buenas prácticas agrícolas que se traducen en que esté posicionada como
la principal zona lechera a nivel departamental y nacional, razón por la cual empresas de
productos lácteos como Alpina y Colanta se ubican allí (Gobernación de Antioquia y
Universidad Nacional, 2017).

Respecto al segundo renglón económico, la riqueza hídrica que caracteriza la subregión


explica el suministro de agua que genera y el desarrollo de proyectos hidroeléctricos, ya
que cuenta con 4 importantes ríos: Cauca, Grande, Nechí y Porce (Gobernación, 2018). Los
embalses ubicados en el Norte son: Hidroituango, Miraflores, Quebradona, Riogrande I y II,
Troneras y Porce I y II (Gobernación de Antioquia y Universidad Nacional, 2017). A lo
anterior se suman actividades económicas como la manufactura, desarrollada en
Donmatías, y la minería a pequeña escala y en modalidad barequeo en los municipios con
influencia al Cauca: Briceño, Valdivia y Toledo (Funcionarios públicos, Grupo focal, 2019).
En síntesis, en el Norte prevalece el sector primario y secundario.

La presencia de embalses explica diferentes conflictos sociales y ambientales que se han


dado. Un ejemplo es Hidroituango, el megaproyecto hidroeléctrico más grande del país que
pretende tener una capacidad de 2.400 megavatios (Hidroeléctrica Ituango, 2016). Su
proceso de gestación data de 1969 e inició su construcción en el año 2009, la cual involucró

32
|

la desviación del Río Cauca para dar paso a la construcción de la obra (El Espectador, 2018).
Desde el anuncio del megaproyecto las comunidades aledañas han manifestado su
desacuerdo. El Movimiento Ríos Vivos Antioquia, acogiéndose al Estudio de Impacto
Ambiental (EIA), aduce una serie de argumentos en contra del proyecto principalmente
relacionados con la contaminación del agua y aire, afectaciones geológicas, la
transformación en la corriente fluvial del Cauca, la drástica modificación del paisaje, la
pérdida en especies tanto de fauna como de flora, el desplazamiento involuntario de la
población residente y las alteraciones culturales, sociales y económicas de los habitantes de
la subregión y otros departamentos (Ríos Vivos Antioquia, s.f.).

Sumado a lo anterior, hay un panorama de incertidumbre sobre la viabilidad y continuidad


del megaproyecto, considerando la coyuntura presentada en los años 2018 y lo trascurrido
del 2019, que incluye el taponamiento del túnel intermedio, la falla geológica por
desprendimiento de 250.000 metros cúbicos de la montaña, la obstaculización del bypass
del túnel intermedio, la inundación de la casa de máquinas, el desbloqueo del túnel
intermedio, el incremento del caudal del Río Cauca que destruyó 6 puentes y dejó 600
damnificados, la fuga del agua por las galerías, la alerta del colapso de la infraestructura
que podría arrasar con corregimientos (Puerto Valdivia), municipios del Bajo Cauca (Tarazá,
Cáceres, Caucasia y Nechí) y entidades territoriales de Bolívar (San Jacinto), Córdoba
(Ayapel) y Sucre (Guaranda y Majagual), y el cierre y des-inundación de la casa de máquinas
(El Espectador, 2018).

A lo anterior se suman otras dificultades que respectan a la tendencia agrícola y de


productos lácteos, ya que hay unas condiciones altas de producción informal que se agravan
por la falta de cualificación tecnológica y el estado deteriorado de las vías secundarias y
terciarias, que encarece la mercantilización (Gobernación de Antioquia y Universidad
Nacional, 2017). Por lo anterior, es evidente un desarrollo desigual en la subregión, entre
los que están ubicados en la zona del altiplano, que cuentan con una economía más robusta
(Santa Rosa de Osos, San Pedro de los Milagros, San José de la Montaña, Donmatías,
Entrerríos, Carolina del Príncipe, Gómez Plata y Guadalupe) y los que se localizan en la
vertiente hacia los ríos Cauca y Nechí, los cuales son territorios más extensos, despoblados
y con dificultades en la accesibilidad por las vías (Yarumal, Angostura, Ituango, Toledo,
Briceño, San Andrés de Cuerquia, Campamento y Valdivia) (Gobernación de Antioquia,
2018). Lo descrito explica los bajos niveles económicos que se presentan, principalmente
en los municipios que conforman la última zona expuesta y que son los que más hechos
victimizantes registran. Seguido del Valle de Aburrá, Oriente y Urabá, el Norte es la cuarta
subregión en aportar al PIB departamental, con un porcentaje del 4,6% (Gobernación de
Antioquia, 2017).

33
|

La ubicación geográfica también es una variable relevante en la lectura de los derechos


humanos. La subregión es un corredor estratégico de importancia por ser vía al mar, lo cual
permite la conexión con el norte del país y el Nordeste antioqueño. En ella también está
ubicado el Nudo del Paramillo, el cual es un accidente geográfico estratégico ya que
posibilita el paso hacia las subregiones de Urabá y Occidente y al departamento de Córdoba
(Gobernación de Antioquia, 2018). Además de los megaproyectos, los factores descritos
resultan atractivos para las estructuras ilegales, las cuales se han sustentado por la
implantación de dos rentas criminales: el microtráfico que se ve favorecido por la siembra
de cultivos ilícitos en el territorio y unos corredores viales que facilitan su comercialización;
y la extorsión -modalidad “vacuna” o la llamada carcelaria- que afecta principalmente a
comerciantes y ganaderos (Funcionarios públicos, Grupo focal, 2019).

Los actores armados que hacen presencia en el Norte son Clan del Golfo, Caparrapos, ELN,
disidencias de las FARC y combos delincuenciales de Pachelly (Mesa Territorial de Garantías,
2018). Históricamente esta subregión ha sido una de las más afectadas por el conflicto
armado, contando con la presencia de actores armados desde los años 80. Las FARC
ejercieron control en 13 de los 17 municipios y desempeñaron un rol de autoridad en
territorios caracterizados por su abandono estatal, es decir, aquellos que conforman la zona
vertiente hacia los ríos Cauca y Nechí. Igualmente, los paramilitares han tenido
posicionamiento, generando violentas disputas entre ambos por el control territorial.
Aunque se dio el proceso de desmovilización, tanto de las Autodefensas Unidas de Colombia
(AUC) (Bloque Metro y Bloque Mineros) en el 2003, y de las FARC con los acuerdos de paz,
las dinámicas del territorio han hecho que estos actores muten hasta configurarse en Clan
del Golfo y Caparrapos y disidencias de los frentes 36 y 18 (Funcionarios públicos, Grupo
focal, 2019).

Esto es sustentado por la Comisión Intersectorial para la Respuesta Rápida a las Alertas
Tempranas (CIPRAT), en la Alerta de inminencia en Ituango del 28 de junio de 2018, donde
se advierte (1) la presencia de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), grupo
armado ilegal posdesmovilización de las AUC, (2) el enfrentamiento entre dos facciones de
estas, (3) la conformación de disidencias del frente 36 de las FARC y la expansión del ELN en
el municipio. El CIPRAT también ha proferido otras dos alarmas: la primera, del 27 de
febrero de 2018, corresponde a los municipios de Angostura, Briceño, Campamento,
Ituango, San Andrés de Cuerquia, Valdivia, Yarumal. En ella se resalta la importancia de
garantizar el ejercicio de participación política de los ex combatientes de las FARC. La
segunda, del 22 de enero de 2018, se anuncia la masacre en la vereda La Estrella, en
Yarumal, con un total de 7 víctimas (Mesa Territorial de Garantías, 2018).

34
|

Teniendo presente que las FARC habían configurado un gobierno paralelo, fuerte y longevo
en ciertos municipios del Norte, la entrega de los espacios que hacían parte de su control y
las dificultades por parte de la Fuerza Pública para ocupar estos territorios, ha generado los
enfrentamientos entre GAO, GDO y ELN. Por ende, hay una agudización en la percepción de
abandono e ineficiencia estatal, que para muchos se refleja en la presencia de disidencias
de las FARC y en el incremento en las víctimas registradas por homicidios y desplazamientos
forzados (Funcionarios públicos, Grupo focal, 2019).

Este contexto implica retos en cuanto a fortalecimiento institucional y posconflicto. Al


respecto, en materia de avances, en el Norte está ubicado el Espacio Territorial de
Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Santa Lucía, ubicado en Ituango, el cual cuenta
con la participación de 120 excombatientes que están vinculados en proyectos de
autoabastecimiento- de aves ponedoras y cría de truchas- y productivos de ganadería de
doble propósito (Gerencia de Paz, 2018; ARN, 2018). Después de presentarse el anterior
contexto, en adelante este documento se detendrá en la descripción de los hechos
victimizantes establecidos por la Ley 1448 de 2011 para los años 2015, 2016, 2017 y 2018,
a fin de exponer un diagnóstico subregional.

Homicidio

Los homicidios tuvieron una tendencia ascendente del 2016 al 2018. Del 2015 al 2016 hay
una reducción de 38 víctimas; entre 2016 y 2017 un incremento de 18 afectados; del 2017
al 2018 el número de registros aumenta por 75 casos de homicidios (véase gráfico 12).
Según la Policía, 649 es el total de víctimas de este hecho victimizante para el cuatrienio. En
el mismo periodo de análisis los municipios más problemáticos son Yarumal 20%, Valdivia
18%, Ituango 16% y Briceño 10%, representando el 64% del total subregional. Cabe anotar
que los tres primeros municipios tuvieron los reportes más altos en el 2018, mientras
Briceño ha tenido tendencias decrecientes. El aumento crítico de esta situación se debe a
disputas por el control del narcotráfico y con ello, de las zonas donde había cultivos ilícitos,
que previamente eran de influencia de las FARC. Se resalta que municipios como Guadalupe
y San José de la Montaña no han tenido reportes por homicidios del 2015 al 2018; y que
Belmira y Carolina del Príncipe no registran casos para el 2018. Lo anterior se debe a que la
seguridad pública en el Norte está muy ligada con la siembra y procesamiento de cultivos
ilícitos y la presencia de bandas criminales, por lo que es posible agrupar en tres conjuntos
los municipios más y menos afectados: el primero, lo integran Ituango, Valdivia, Yarumal,
Campamento, Angostura, Briceño, Toledo y San Andrés de Cuerquia, debido a cumplen con
las condiciones descritas; el segundo, lo conforman San José de la Montaña, Belmira,

35
|

Entrerríos, San Pedro de los Milagros, Donmatías y Santa Rosa de Osos, que se caracterizan
por la extensión del microtráfico y extorsión de los GAO y GDO que se asientan
principalmente en las localidades del grupo anterior; y el tercero, Gómez Plata, Carolina del
Príncipe y Guadalupe, que se ven en menor medida afectados y cuentan con pocos reportes
en los hechos victimizantes (Gobernación de Antioquia, 2018).

Gráfico # 12 Víctimas por homicidio, Norte 2015-2018

Fuente: Policía. Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018

Desaparición forzada

Durante el periodo 2015-2018 se presentaron en el Norte 55 víctimas por desaparición


forzada. Considerando el alto subregistro de este hecho victimizante la cifra es alta; sobre
todo preocupan los reportes de Valdivia, que representa el 22% y Yarumal e Ituango, con el
16% de los casos, cada uno. También hay registros en Angostura (4 víctimas), Belmira (1),
Donmatías (8), Gómez Plata (1), San Andrés de Cuerquia (2), San Pedro de los Milagros (2),
Santa Rosa de Osos (6) y Toledo (1) para el cuatrienio (Fiscalía General de la Nación, 2018).

Secuestro

Contemplando los datos expuestos por Fiscalía General de la Nación (2018), para el
cuatrienio 7 municipios del Norte antioqueño registraron una sumaria de 20 víctimas por
secuestro simple o extorsivo, a saber: Yarumal (5 casos), Ituango (4), Campamento (3),
Angostura (3), San Pedro de los Milagros (2), Valdivia (2) y Briceño (1). Cabe resaltar que
durante el 2016 no se reportaron casos.

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|

Desplazamiento forzado

Para este hecho ha habido una tendencia decreciente del 2015 al 2017, teniendo una
reducción de un año a otro de 1.167 y 263 víctimas, no obstante, del 2017 al 2018 se da un
incremento de 848 afectados. Este ascenso en los datos se debe a las disputas entre GAO,
guerrilla (ELN) y GDO por el control de los territorios donde tenían presencia las FARC. En
total Norte registró 7.081 víctimas por desplazamiento forzado para el cuatrienio, siendo
una de las subregiones más afectadas por este hecho victimizante, precedida por Bajo
Cauca, Valle de Aburrá y Urabá. Los municipios con mayores registros para el 2015-2018
son Ituango, Valdivia, Briceño y Yarumal, representando el 30%, 17%, 16% y 12%. Los altos
índices de reportes para este hecho victimizante se deben a la posición estratégica de tales
municipios que configuran un corredor de microtráfico y la presencia de grandes proyectos
hidroeléctricos. Los municipios menos afectados son Donmatías (29), Entrerríos (21),
Carolina del Príncipe (17) y San José de la Montaña (7).

Gráfico # 13 Víctimas registradas por desplazamiento forzado, Norte 2015- 2018

2565

1983

1398
1135

2015 2016 2017 2018

Fuente: Registro Único de Víctimas (RUV), Desplazamiento personas. Fecha de corte: 01


de enero de 2019. En: https://www.unidadvictimas.gov.co/es/registro-unico-de-victimas-
ruv/37394

Despojo de tierras

Las cifras presentadas por la Unidad de Restitución de Tierras son a partir del 2011, y
corresponde a la Ley 1448 del mismo año, allí presentan número de solicitudes, de predios
y de titulares, siendo Ituango el que más solicitudes presenta (311), seguido en orden de
Valdivia (111), Yarumal (85) y Briceño (82). Resaltan los casos de Donmatías (2), San José de
la Montaña (2) y Carolina del Príncipe (1), donde el número de solicitudes, de predios y
titulares es homogéneo y reducido. En términos generales las cifras por número de

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solicitudes son superiores a las otras dos variables, por lo que se complejizan los procesos
y garantías para quienes fueron despojados.

Tabla # 5 Estadística sobre restitución de tierras, Norte desde el 2011

DESPOJO Y ABANDONO FORZADO DE TIERRAS


NORDESTE
NÚMERO DE NÚMERO DE NÚMERO DE
SOLICITUDES PREDIOS TITULARES
Amalfi 126 118 95
Anorí 121 113 83
Cisneros 2 2 2
Remedios 261 259 167
San Roque 231 211 144
Santo Domingo 67 64 46
Segovia 115 113 80
Vegachí 106 85 75
Yalí 39 30 28
Yolombó 127 104 85
TOTAL SUBREGIONAL 1195 1099 805
Fuente: Unidad de Restitución de Tierras (UTR). Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018.

Minas antipersonal

En el Norte se registran víctimas por minas antipersonal, municiones sin explotar o artefacto
explosivo improvisado, durante el 2015-2018 en Briceño (8 víctimas), Ituango (8), Angostura
(5), Valdivia (2) y Yarumal (2). Para el total subregional, durante el 2015 se reportaron 15
afectados; en el 2016 y 2017, cada uno, 3 víctimas; y en el 2018, 4 damnificados. Según
Descontamina Colombia (2018) hay tres tipos de estados en los municipios que conforman
esta subregión: por intervenir, que corresponden a Angostura, Campamento, Santa Rosa de
Osos, Valdivia y Yarumal; en intervención, conformado por Briceño, Gómez Plata,
Guadalupe, Ituango, San Andrés de Cuerquia, San José de la Montaña y Toledo; y sin minas,
donde coinciden Belmira, Carolina del Príncipe, Donmatías, Entrerríos y San Pedro de los
Milagros.

Lesiones personales

38
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En el Norte se registran 1.485 víctimas por lesiones personales para el 2015-2018. La


sumatoria por anualidad tiene una tendencia descendente, ya que en el 2015 se reportaron
464 afectados, reduciéndose en 25 casos para el 2016, 51 para 2017 y 194 para el 2018. En
el total subregional para el cuatrienio, Santa Rosa de Osos, Yarumal, San Pedro de los
Milagros y Donmatías son los más problemáticos respecto a este hecho victimizante,
reportando, respectivamente: 250, 221, 178 y 154 afectados. Las dificultades que se viven
en estos municipios en materia de seguridad y convivencia coindicen con la variable
demográfica, es decir, las localidades con más número de pobladores son las que más
índices tienen por lesiones personales. San José de la Montaña, Briceño y Belmira son las
entidades territoriales con menos registros en esta materia, representando para el total
subregional el 1%, 1% y el 2% (Fiscalía General de la Nación, 2018).

Gráfico # 14 Víctimas registradas por lesiones personales, Norte 2015-2018

464
439
388

194

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018 En:


https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Delitos sexuales

Los delitos sexuales son un fenómeno con altos índices de subregistro, que continúa
presentándose y cuyos medios han mutado, siendo actualmente los canales informáticos
los portales donde se difunden fotografías y videos que vulneran la dignidad, integridad,
intimidad y salud psicosomática de las personas (Funcionario público, Grupo focal, 2019). Si
bien las cifras son parciales, el Norte cuenta con una sumatoria para el cuatrienio de 492
casos, resaltando problemáticamente Yarumal, con 88 denuncias, Santa Rosa de Osos, con
85 víctimas, e Ituango, con 63 afectados. Considerando los totales subregionales, no hay
una tendencia clara por anualidades, ya que en el 2015 se reportan 140 víctimas; en el 2016
hay una diminución de 13 casos; en el 2017 se presentan 134 denuncias y en el 2018 hay

39
|

una reducción de 43 víctimas. Se reitera la necesidad de problematizar y visibilizar este


hecho.

Gráfico # 15 Víctimas registradas por delitos sexuales, Norte 2015-2018

140
134
127

91

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018 En:


https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Actos terroristas, tortura y trata de personas

En el Norte hay registros por actos terroristas para el 2015, 2016 y 2017. Desagregándolos
por años, en el 2015 se presentaron víctimas en Ituango (4), Toledo (2), Valdivia (3), San
Andrés de Cuerquia (2) y Yarumal (1); para el 2016, hay un saldo de 8 afectados por actos
terroristas en Valdivia. Para finalizar, en el 2017 se presenta un caso en Santa Rosa de Osos.
Referente a las otras entidades territoriales y al 2018, la base de datos de la Fiscalía (2018)
no registra más datos. Continuando con tortura y trata de personas, la misma fuente de
consulta no reporta víctimas en la subregión para ambos hechos victimizantes.

Amenazas

La Fiscalía registra 249 víctimas de amenazas entre el 2015 y 2018. Por anualidades no hay
una tendencia clara, ya que en el 2015 hay un reporte por 82 víctimas, en el 2016 hay una
reducción de 14 casos respecto al año previo; para el 2017 se registran 71 denuncias y en
el 2018, la cifra se reduce en 43 casos. Los municipios que más casos presentan son Santa
Rosa de Osos, Yarumal e Ituango, representando respectivamente el 40%, 30% y 30% de las
víctimas para el cuatrienio. Según la Mesa Territorial de Garantías (2018a), para el año 2018
los perfiles de las víctimas por amenazas son: presidentes o miembros de Juntas de Acción

40
|

Comunal, integrantes de Ríos Vivos y afectados por Megaproyectos, participantes de la


asociación de Comités de Barequeros e integrantes de la Mesa de Víctimas.

Gráfico # 16 Víctimas registradas por amenazas, 2015-2018

82

68 71

28

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018 En:


https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

En conclusión, el hecho victimizante que más registros presenta es desplazamiento forzado


con un total subregional para el periodo 2015-2018 de 7.081 víctimas. Los municipios que
marcan una tendencia en registros son Yarumal, Valdivia e Ituango, los cuales son territorios
atractivos por la presencia de megaproyectos hidroeléctricos, cultivos ilícitos y una
ubicación geográfica que es empleada como un corredor de microtráfico.

2.4 Nordeste

El Nordeste se encuentra dividida espacial y administrativamente en 10 municipios: Amalfi,


Anorí, Cisneros, Remedios, San Roque, Santo Domingo, Segovia, Vegachí y Yolombó;
además de 23 corregimientos, 431 veredas y un centro poblado (Anuario Estadístico de
Antioquia, 2016). Cuenta con una superficie de 8.456 km², que representa el 13,4% del
territorio departamental, siendo la segunda subregión más extensa después del Urabá
antioqueño (Gisant, 2018). Sus límites son: al occidente con la subregión Norte, al sur con
el Oriente, al nororiente con el departamento de Bolívar, al suroriente con el Magdalena
Medio, al norte con el Bajo Cauca y al suroeste con el Valle de Aburrá. La subregión se
extiende sobre las vertientes orientales de la Cordillera Central y la Serranía de San Lucas y
cuenta con las fuentes fluviales de los ríos Porce, Nechí, Nus y Alicante (Gobernación de
Antioquia, 2018). Según el Departamento Administrativo de Planeación (2005), esta
subregión se divide en cuatro zonas: (1) minera, donde se encuentran Segovia y Remedios;

41
|

(2) meseta, que corresponde a Amalfi, Vegachí, Yalí y Yolombó; (3) Nus, localizándose allí
Santo Domingo y San Roque; y del Río Porce, donde se sitúa Anorí.

En cuanto a aspectos demográficos, según la proyección poblacional del DANE para el 2019
la subregión cuenta con un total de 193.014 habitantes, lo que equivale al 3% de la
población del departamento. Están distribuidos en la zona urbana con una proyección de
97.285 habitantes y en el área rural de 95.729. Junto con Magdalena medio y Occidente,
esta subregión es de las menos pobladas de Antioquia.

El Nordeste está conformado en su mayoría por entidades territoriales de sexta categoría,


con excepción de Segovia (42.222 habitantes) y Remedios (32.047) que son de quinta y, por
ende, reciben más ingresos corrientes de libre destinación (Contaduría General de la
Nación, 2018), siendo los dos municipios más poblados; mientras que Yalí (8.672) y Vegachí
(8.873) son los menos habitados. En términos generales, su población se concentra en la
zona urbana, pero municipios como Anorí, Remedios, San Roque, Santo Domingo, Yalí y
Yolombó congregan mayoritariamente a su población en zona rural.

Teniendo presente los coeficientes de especialización económica subregional, los tres


principales renglones económicos son: 1) la explotación de minas y canteras (7,78),
específicamente en materiales como el oro, la plata y las calizas; 2) el suministro de energía,
y agua (3,21) y 3) la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (1.96), resaltándose
productos como el cacao, café, caña, plátano, arroz, fríjol, maíz, yuca y el doble uso del
ganado bovino (carne y leche) (Gobernación de Antioquia, 2017). A esto se suman
actividades económicas de menor escala, como la explotación maderera y la piscicultura; al
igual que el turismo generado por lugares como la estación del Ferrocarril de Antioquia en
Cisneros y el túnel de la Quiebra en Santo Domingo (Gobernación, 2018). En síntesis, el
sector primario es el que prevalece.

Esta subregión es la segunda productora de oro, después del Bajo Cauca; seguidos de El
Bagre y Zaragoza, Segovia y Remedios son los municipios con más extracción aurífera en el
departamento (Gobernación de Antioquia, 2016). La minería no solo es la actividad
productiva predominante, sino que constituye una variable imprescindible para entender
las dinámicas demográficas, las problemáticas ambientales, los conflictos sociales y la
situación en materia de vulneraciones a los derechos humanos. Para iniciar, la minería, al
ser una actividad económica trashumante y lucrativa, resulta ser atractiva para oriundos o
foráneos de la subregión, quienes, ante los anuncios de los medios de comunicación, los
rumores o los estudios de pre factibilidad, se desplazan a las zonas donde se presupone o
identifica la existencia de materiales mineros. Esto marca una dinámica de fluctuaciones

42
|

poblacionales repentinas y numerosas, principalmente en las veredas y corregimientos, que


comúnmente es denominado como “invasiones”.

Frente al aspecto medioambiental, específicamente Segovia y Remedios cuentan con la


mayor cantidad de personas afectadas por el uso del mercurio y cianuro por la extracción
del metal aurífero (Gobernación de Antioquia, 2018). Para el año 2017, se ubica a Colombia
como el tercer lugar que más mercurio libera en el mundo (siendo antecedido por China e
Indonesia) con un total de 75 toneladas al año; Antioquia es el departamento con más casos
de intoxicación a nivel nacional y Segovia es el municipio más contaminado por esta
sustancia en el país. Este panorama resulta preocupante en materia de salud pública.

Por su parte, respecto a los conflictos sociales, resulta paradójico pensar que la población
del Nordeste no se vea directamente beneficiada por la riqueza material que se cree que
conlleva la minería; pero es así, se presentan altos índices de Necesidades Básicas
Insatisfechas, siendo el promedio en la subregión de 40,52 (DANE, 2012). Adicionalmente,
para 2016 el Nordeste representó el 3,1% del PIB departamental, siendo de los más bajos
junto con Magdalena Medio (2,9%) y Occidente (2,4%) (Gobernación de Antioquia, 2016).
La falta de oportunidades rentables que fortalezcan la agricultura a fin de que se trabaje en
una nueva vocación productiva, las pocas oportunidades laborales, la criminalización de la
minería ejercida por particulares y el debilitamiento de la economía local por las extorsiones
impuestas, esclarecen el panorama de pobreza descrito (Funcionario público, Grupo focal,
2019).

Finalmente, la apropiación particular del material aurífero por parte de grupos armados
ilegales contribuye a explicar tanto la pobreza material como la alta vulneración de los
derechos humanos en la subregión. Este escenario conflictivo ha sido una constante
histórica, que se intensifica en la medida en que más agentes privados (mineros ancestrales,
informales, actores criminales y multinacionales) buscan obtener una ganancia de los
recursos mineros. Así, al igual que la especulación por la minería genera unos picos
demográficos, también ocasiona periodos de recrudecimiento o disminución en la
ocurrencia de diferentes hechos victimizantes, debido a que grupos delincuenciales se
enfrentan por el control de esas rentas.

Un ejemplo de esto, fue el paro minero del 2017 que evidenció la inconformidad de los
mineros ancestrales y tradicionales por las políticas gubernamentales, las cuales, a su
parecer, favorecían a la Gran Colombia Gold (GCG), empresa minera canadiense que hace
presencia en Segovia y Remedios. El paro minero inició el 21 de julio y finalizó el 2 de
septiembre, dejando un saldo de “tres personas muertas, más de 25 lesionados, 22

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|

capturados y 10 menores aprehendidos” (Noticias RCN, 2017), al igual que bloqueos en las
vías, atentados contra la GCG, ataques al Esmad y la Policía, a la sociedad civil y amenazas
a periodistas, así como al alcalde de Segovia y funcionarios del a GCG (Observatorio de la
Secretaría de Gobierno, 2017). Este paro reflejó la debilidad institucional que existe en la
subregión, así como desconfianza, que se ha intensificado por la percepción generalizada
de la población, en la cual la Fuerza Pública y el Estado los agrede a fin de defender a las
multinacionales. Así lo sintetiza un funcionario: “Estas bandas han ganado un espacio de
reconocimiento en la comunidad. Lo que hace la fuerza pública por medio de sus abusos es
entregarles la legitimidad y el control de justicia a estas organizaciones” (Funcionario
público, Grupo focal, 2019).

Sin embargo, la minería ilegal no es el único factor de riesgo para los Derechos Humanos,
también se encuentra la siembra de cultivos ilícitos y una ubicación geográfica que conecta
a la subregión con el Catatumbo (Norte de Santander), el Bajo Cauca y el Urabá (antioqueño
y chocoano); ambas condiciones configuran un corredor estratégico de microtráfico, que
abarca a Yolombó, Yalí, Vegachí, Segovia y Remedios (Funcionarios públicos, Grupo focal,
2019). Al ser un territorio atractivo para las economías ilícitas, la conformación de gobiernos
paralelos ha sido un fenómeno constante, por lo que actores como Clan del Golfo (AGC),
ELN, Los Caparrapos, Nueva Generación, Pachelly y disidencias de las FARC hacen presencia.
Así, la influencia guerrillera, paramilitar y de actores criminales tiene una intricada relación
en la prolongada conflictividad y el fortalecimiento de rentas criminales.

Es necesario advertir que actualmente hay unas dinámicas territoriales que agudizan las
vulneraciones, debido a que hay un reacomodo y disputa por los territorios que
anteriormente eran de influencia de las FARC (Gobernación de Antioquia, 2018a). Se
identifica una división por zonas de control de guerrillas, Grupos Armados Organizados
(GAO) y Grupos Delictivos Organizados (GDO), de esta manera: el ELN ejerce dominio en el
casco rural, relevando a las FARC, y el Clan de Golfo y Los Caparrapos en el casco urbano. Al
respecto se han generado dos alertas tempranas por parte del CIPRAT: la primera,
efectuada el 27 de febrero de 2018, correspondiente a Anorí, Remedios y Segovia, reitera
al Estado Colombiano la necesidad de proteger y respaldar el ejercicio de participación del
partido político FARC, ya que los grupos armados podrían atentar contra la integridad o vida
de futuros candidatos. La segunda, proferida el 22 y 28 de junio de 2018 y referida a
Remedios y Segovia, informa sobre la expansión de grupos armados en territorios que antes
eran controlados por las FARC, lo cual implica un riesgo para la sociedad civil y
excombatientes concentrados en los Espacios Territoriales de Capacitación y
Reincorporación (ETCR) (Mesa Territorial de Garantías de la Gobernación de Antioquia,
2018).

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|

En línea con lo anterior, en el Nordeste se encuentran ubicados dos ETCR, uno en Remedios
(Carrizal) y otro en Anorí (La Planchita). En Carrizal hay 78 excombatientes quienes fueron
miembros del Bloque Magdalena Medio, liderado por Alberto Cancharina; en La Planchita
se encuentran 100 excombatientes, todos están participando actualmente en el desarrollo
de proyectos productivos. Estas personas antiguamente eran integrantes del frente 56, del
cabecilla “Anderson” (Gerencia de Paz, 2018; ARN, 2018). Los Espacios Territoriales implican
retos en términos pedagógicos, tanto para los antiguos participantes del conflicto como
para la comunidad, ya que son percibidos como una imposición nacional no consultada y
desentendida de la opinión de las habitantes del Nordeste, por lo que las víctimas leyeron
el panorama como “si el Estado estuviera premiando a quienes tanto daño habían hecho”
(Funcionarios públicos, Grupo focal, 2019).

Después de presentarse un contexto subregional, se pasa a la descripción de hechos


victimizantes para los años 2015, 2016, 2017 y 2018, a fin de exponer un diagnóstico
subregional en materia de Derechos Humanos.

HECHOS VICTIMIZANTES NORDESTE

Homicidios

Según datos de la Policía en el Nordeste se presentaron 548 homicidios del 2015 al 2018. Al
observarse el gráfico, se identifica, en primer lugar, una estabilidad preocupante en las
cifras, es decir, 118 víctimas tanto para el 2016 como para el 2017; y, en segundo lugar, un
incremento de 43 casos para el 2018. Este aumento se debe a las disputas por el control
territorial y el surgimiento de un nuevo grupo ilegal: Libertadores del Nordeste, el cual
busca ejercer un control de zonas que ya son dominadas por Clan del Golfo y Los
Caparrapos, así como por la presión por parte de estos contra el ELN. Segovia (190),
Remedios (97) y Anorí (59) son los municipios con más víctimas de homicidios para el
cuatrienio.

45
|

Gráfico # 17 Víctimas registradas por homicidio, Nordeste 2015-2018


161
151

118 118

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Desaparición forzada, secuestro, tortura y trata de personas

La desaparición forzada, secuestro, tortura y trata de personas son hechos victimizantes


con un alto subregistro, por lo tanto, las cifras no llevan un seguimiento constante. Esta
situación genera dificultades en materia de contrastación de estos fenómenos por año, por
lo que los datos se toman como un reflejo parcial de la situación en la subregión. En el caso
de la desaparición forzada es evidente la falta de información, entre el 2015 y 2018, se
reportaron 34 víctimas, siendo Segovia (8), Amalfi (7) y Remedios (6) las entidades
territoriales con más afectados para el cuatrienio. Mientras que, por año se reportó en 2015
(19 casos), 2016 (7), 2017 (8) y para el 2018 se desconoce la información, dado que no existe
ningún reporte en la base de datos (Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de
septiembre de 2018).

En cuanto al secuestro, los municipios de San Roque, Santo Domingo y Vegachí no registran
víctimas para el periodo analizado 2015-2018, por su parte se cuenta con información para
el 2015 en Remedios (1) en 2016 Cisneros y Yalí que presentaron (2 casos cada uno),
seguidos de Yolombó, Segovia y Anorí con (1) caso en cada municipio, por su parte en el
2017 se presentó (1) secuestro por municipio en Amalfí, Anorí, Remedios y Segovia,
finalmente para el 2018 se documentó una denuncia en Amalfí. En total las víctimas fueron
13 personas.

Por su parte, frente al hecho victimizante de tortura o tratos inhumanos degradantes se


declara una víctima en Yalí para el 2015. Por trata de personas no hay cifras, ni por localidad
ni por anualidad.

46
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Desplazamiento forzado

En el Nordeste antioqueño se fundaron los primeros frentes del ELN, sin embargo, la
incursión paramilitar diezmó considerablemente la influencia guerrillera en la subregión
(Gobernación de Antioquia, 2018). Los enfrentamientos entre ambos bandos, al igual que
las disputas por el control de los recursos auríferos y las economías ilegales, entre estas los
cultivos ilícitos y las extorsiones, han hecho que la sociedad civil residente haya sido víctima
de constantes desplazamientos forzados. La tendencia decreciente de este hecho
victimizante puede explicarse por el acuerdo tácito, tanto territorial como económico, entre
el ELN y el Clan del Golfo y Los Caparrapos. Del 2015 al 2018 se reportan 3.940 víctimas por
desplazamiento forzado, siendo Segovia, Anorí y Remedios los que más registran; Segovia
representa el 38% de los casos en la subregión, el segundo el 18% y el tercero el 15%. Los
municipios con una vocación agrícola más fuerte son los que menos cifras presentan; en
este caso, Santo Domingo, con una sumatoria de 43 víctimas para el cuatrienio, y Cisneros,
con 45 afectados.

Gráfico # 18 Víctimas registradas por desplazamiento forzado, Nordeste 2015-2018


1743

912
773

512

2015 2016 2017 2018

Fuente: Registro Único de Víctimas (RUV), Desplazamiento personas. Fecha de corte: 01


de enero de 2019. En: https://www.unidadvictimas.gov.co/es/registro-unico-de-victimas-
ruv/37394

Despojo y abandono forzado de tierras

Respecto a procesos de restitución de tierras se han emitido 27 sentencias en San Roque y


3 en Santo Domingo (Gobernación de Antioquia, 2018). Por otra parte, las cifras que
presenta la Unidad de Restitución de tierras, dan cuenta del histórico del número de
solicitudes, número de predios y número de titulares por municipio a partir de la creación
de la Ley 1448 de 2011. Siendo Remedios (261), San Roque (231) y Yolombó (127) los

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|

municipios con más número de solicitudes, como se observa para la mayoría de casos, las
cifras de solicitudes son superiores a los respectivos predios. Dada la alta tendencia a la
informalidad en la tenencia de la tierra en el país, lo que implica que a través de ventas
informales y fraudulentas varias personas tienen título de un mismo predio. Esto implica
serias dificultades en cuanto a garantías para quienes fueron despojados.

Tabla # 6 Estadísticas sobre restitución de tierras, Nordeste desde el 2011


ESTADÍSTICA RESTITUCIÓN DE TIERRAS
NORDESTE ANTIOQUEÑO
NÚMERO DE NÚMERO DE NÚMERO DE
SOLICITUDES PREDIOS TITULARES
Amalfi 126 118 95
Anorí 121 113 83
Cisneros 2 2 2
Remedios 261 259 167
San Roque 231 211 144
Santo Domingo 67 64 46
Segovia 115 113 80
Vegachí 106 85 75
Yalí 39 30 28
Yolombó 127 104 85
TOTAL SUBREGIONAL 1195 1099 805
Fuente: Unidad de Restitución de Tierras (UTR). Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018.

Minas antipersonal

Según la base de datos de Descontamina Colombia (2018), se registran en Anorí víctimas


por Minas Antipersonal, Municiones sin explotar y Artefacto explosivo improvisado, en los
años 2015 (1), 2016 (2) y 2017 (1). Respecto al 2018 no se cuenta con datos. Cabe resaltar
que Cisneros es uno de los municipios declarados libre de reportes de sospecha por Minas
Antipersonal. Adicionalmente, San Roque y Santo Domingo se encuentran en estado de
intervención; mientras Amalfi, Anorí, Remedios, Segovia, Vegachí, Yalí y Yolombó están por
intervenir a través de los programas de desminado humanitario.

Lesiones personales

Las lesiones personales han tenido una disminución de un 28% entre 2015 y 2018. El total
de víctimas registradas para estos cuatro años es de 1.223. A este escenario problemático
le siguen Amalfi (12%) y Remedios (9%). Las lesiones personales denotan dificultades en
materia de tolerancia y convivencia, que se explican en estos municipios por las disputas
entre particulares por la apropiación del recurso minero y las dinámicas culturales propias
de esta actividad económica, como el consumo de alcohol y drogas. De hecho, después de

48
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Bajo Cauca, el Nordeste es la subregión con mayores casos de agresión (Gobernación de


Antioquia, 2018). En el 2017, en Segovia se reportaron 108 víctimas por lesiones
personales, incidiendo directamente en estas cifras los conflictos ocasionados por el paro
minero. Los municipios que menos reportan son Vegachí y Yalí, representando para el
cuatrienio, respectivamente, el 4% y 5% del total subregional.

Gráfico # 19 Víctimas registradas por lesiones personales, Nordeste 2015-2018

426

344 333

120

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Delitos contra la libertad y la integridad sexual

En el Nordeste los delitos sexuales han tenido un incremento de 4 casos del 2015 al 2016,
y de ahí una disminución en los reportes de 3 casos en 2017 y 55 en 2018. Es importante
anotar que las dinámicas culturales propias de la minería, asociadas específicamente a la
alta circulación de dinero, la falta de oportunidades y la prostitución, pueden propiciar un
entorno de riesgo en donde este hecho victimizante se normaliza en ambientes familiares
o en la configuración de las distintas relaciones sociales. Ante esto, las denuncias son
escasas y las cifras parciales. Ejemplo de esto, es que los municipios con más víctimas
registradas para el cuatrienio son los que tienen una vocación fuertemente minera, como
Segovia con 71 casos; Amalfi con 56; Anorí con 33 y Remedios con 29. Son reiterados los
llamados de atención para la realización de estrategias pedagógicas que problematicen y
visibilicen este fenómeno (Funcionario público, Grupo focal, 2019).

49
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Gráfico # 20 Víctimas registradas por delitos sexuales, Nordeste 2015-2018

98 95
94

40

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Actos terroristas

De acuerdo con la Fiscalía (2018) en el Nordeste se presentaron para el cuatrienio un total


de 15 actos terroristas, específicamente en Remedios, Segovia y Yalí. Durante el 2015 y 2016
la cifra subregional permanece estable, teniendo un incremento de dos víctimas para el
2017 y una disminución de 5 casos para el 2018. Deben considerarse los conflictos
acontecidos durante el paro minero del 2017 como una variable que incidió en el aumento
de los reportes. Los demás municipios que conforman la subregión no tienen datos al
respecto.

Tabla # 7 Víctimas registradas por actos terroristas, Nordeste 2015-2018

ACTOS TERRORISTAS
NORDESTE ANTIOQUEÑO
2015 2016 2017 2018
Remedios 3 S.D 4 S.D
Segovia 1 3 2 1
Yalí S.D 1 S.D S.D
TOTAL SUBREGIONAL 4 4 6 1
Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018
En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Amenazas

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Considerando la información de la Mesa Territorial de Garantías de la Gobernación de


Antioquia, para el año 2018 en Amalfi fueron amenazadas 8 personas, pertenecientes al
sector comunitario y que promovían una marcha de inconformidad por el aumento de
impuestos municipales. Una de las personas amenazadas es concejal. En Remedios, para el
mismo año, el coordinador de la Corporación para la Acción Humanitaria por la Convivencia
y la Paz del Nordeste antioqueño- Cahucopana- también fue víctima de este hecho. En los
dos casos no se establece a presuntos victimarios. Si bien se observa en el Gráfico una
tendencia decreciente a nivel subregional, la Gobernación de Antioquia (2018) destaca
cómo la labor de las y los defensores de derechos es todavía victimizada en el marco de la
protesta social, por lo que se puede concluir que el mismo contexto conflictivo genera un
entorno de temor para realizar denuncias. Segovia, Amalfi y Remedios continúan
encabezando los reportes, representando el 34%, 16% y 15% del total de las víctimas
subregionales durante el periodo 2015-2018.

Gráfico # 21 Víctimas registradas por amenazas, Nordeste 2015-2018

71
64

51

33

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

En conclusión, el hecho victimizante que más registros presenta es desplazamiento forzado


con un total subregional para el periodo 2015-2018 de 3.940 víctimas. Los municipios que
marcan una tendencia en registros son Segovia, Remedios, Amalfi y Anorí, quienes, al tener
una vocación productiva minera, son territorios atractivos para la presencia de GAO y GDO.
A lo anterior también deben sumarse los cultivos ilícitos y una ubicación geográfica que es
empleada como un corredor de microtráfico. Si bien se deben desarrollar estrategias de
impacto que focalicen a las entidades territoriales con mayores problemáticas, el trabajo
debe incorporar a la subregión en su totalidad ya que “lo que pasa en Segovia y Remedios
nos refleja a todos” (Funcionario Público, Grupo focal, 2019).
51
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2.6 Occidente

El Occidente antioqueño está localizado entre las cordilleras Central y Occidental, su


ubicación geográfica sitúa la subregión como una conexión al pacífico colombiano ya que
limita con el Chocó, específicamente con el Darién chocoano. El Occidente está conformado
por 19 municipios, 52 corregimientos, 667 veredas y tiene una extensión de 7.546 km2.
Los municipios tradicionalmente se agrupan de acuerdo a las características geográficas y
las particularidades culturales que comparten entre ellos. Así, el Occidente antioqueño se
subdivide en dos grupos: el occidente lejano, más cerca de Urabá y el occidente cercano,
más cerca al Valle de Aburrá.

De acuerdo a las proyecciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística


(DANE), esta subregión en el 2018 tenía 165.084 habitantes. Para el 2019 se tiene una
proyección poblacional de 199.614 habitantes, distribuidos en la zona urbana con una
proyección de 73.939 habitantes y en el área rural de 125.675. Santa Fe de Antioquia y
Dabeiba son los lugares más poblados de la subregión con 48.193 habitantes y el de menor
población Abriaquí con 1.918.

De acuerdo a la categorización para los municipios, 18 de los 19 municipios son de sexta


categoría. Es decir, sus ingresos corrientes de libre destinación anuales no son superiores a
15.000 salarios mínimos vigentes. Santa de Fe de Antioquia es el único municipio de quinta
categoría por lo que sus ingresos corrientes de libre destinación son superiores a 15.000
salarios mínimos vigentes y hasta 25.000 salarios mínimos vigentes. La proyección
poblacional revela que es una subregión con alta concentración de población rural,
especialmente en los municipios de Dabeiba, Ebéjico, Cañasgordas y Peque, mientras que
Santa de Fe de Antioquia tiene casi la mitad de su población en la zona urbana.

La principal actividad económica de la subregión es el sector agropecuario, especialmente


en la producción de café, aguacate, banano criollo, maíz, naranja, entre otros. También hay
ganadería para la producción de leche y carne. Además de minería, ya que en algunos
municipios hay proyectos de explotación y extracción de recursos naturales y minerales.
Por último, gracias a su clima y cercanía con el Valle de Aburrá algunos municipios como
San Jerónimo y Santa Fe de Antioquia se han convertido en centros de desarrollo turístico.

Pese a las buenas condiciones que tiene la subregión, la presencia histórica de la guerrilla
de las FARC con los frentes 5 y 34, así como de grupos paramilitares, con interés en su

52
|

ubicación, considerada como corredor estratégico para la producción y transporte de droga


que viene desde el norte. Además, es conexión entre el Urabá y el Valle de Aburrá. Sumado
a esto, la minería legal e ilegal, con todas las problemáticas que esta actividad genera, se ha
convertido en un factor determinante del conflicto armado, debido a que los grupos
armados que actualmente hacen presencia como el Clan del Golfo, ELN, Caparrapos y
Grupos Delictivos Organizados (GDO), se disputan el control del territorio y de las rentas
económicas. Esto queda en evidencia en la alerta temprana emitida por la Defensoría del
pueblo el 28 de enero de 2018.

HECHOS VICTIMIZANTES

La subregión ha sufrido una desatención histórica en recursos por parte del Estado, por lo
tanto, socioeconómicamente hay municipios poco desarrollados. Y en general el Occidente
antioqueño, a excepción de municipios como San Jerónimo, Santa Fe de Antioquia y
Sopetrán, no ha estado fuertemente anclado al desarrollo del departamento. Esto sumado
a la presencia de diversos actores armados en la zona, ha generado varios problemas de
orden público y seguridad, vulnerando los derechos de las personas. A continuación, se
presenta un contexto subregional a partir de datos de los hechos victimizantes obtenidos a
través de fuentes institucionales e información primaria.

Homicidio

Dentro de las vulneraciones más graves, está el homicidio, que por fortuna de cara a los dos
últimos años disminuyó en la subregión. De acuerdo a la base de datos de la Policía, durante
los cuatro años revisados se reportaron 393 homicidios y la disminución se dio entre el 2016
y el 2018, tal como se evidencia en el gráfico.

Gráfico # 27 Víctimas registradas por homicidio, Occidente 2015-2018

117 116

89
71

2015 2016 2017 2018

53
|

Fuente: Policía. Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018

Santa Fe de Antioquia fue el municipio con más homicidios registrados con 67 casos lo que
representa el 17% del total subregional para los cuatro años, seguido por Sopetrán con el
12% y San Jerónimo con 9%. Es importante resaltar que los tres municipios que más
homicidios reportaron son los municipios más turísticos de la subregión.

Desaparición forzada

La desaparición forzada es una violación a los derechos humanos que se vio con más fuerza
durante el conflicto armado colombiano. Al punto que se normalizó y se practica entre
todos los actores armados. De acuerdo a la Fiscalía, en el Occidente antioqueño se
registraron 52 desapariciones forzadas entre el 2015 y el 2018, siendo el 2016 el año que
más registros tiene con 20 casos reportados. Desde el 2016 hay una disminución constante
de casos reportados, pasando de 20 casos a 9 en el 2017 hasta llegar a 6 casos en el 2018.
Es importante resaltar que durante esos cuatro años no se reportaron casos por
desaparición forzada en siete municipios: Abriaquí, Armenia, Buriticá, Giraldo, Heliconia,
Olaya y San Jerónimo. Sin embargo, es necesario reconocer que es un hecho victimizante
con alto subregistro.

Secuestro

El secuestro, simple o con fines extorsivos, es un hecho victimizante que viola varios
derechos fundamentales de las personas y dentro del conflicto armado fue una herramienta
de presión política. Así, las FARC y el ELN usaron el secuestro de militares y políticos como
una forma de presión al gobierno nacional. De acuerdo a la base de datos de la Fiscalía,
entre el 2015 y el 2018 se registraron 25 secuestros en el Occidente antioqueño. El 2015 y
el 2018 fueron los años en que más casos se registraron con 8 secuestros en cada año,
mientras que en 2016 se registraron 6 y 3 en 2017.

De la subregión nueve municipios no registraron un solo caso de secuestro entre el 2015 y


el 2018: Armenia, Caicedo, Ebéjico, Giraldo, Heliconia, Olaya, Peque, Sabanalarga y Uramita.

Desplazamiento Forzado

Con la mutación del conflicto, la reconfiguración de los grupos armados y los territorios en
disputa a partir de la firma del acuerdo de paz entre las FARC y el gobierno nacional, el
desplazamiento forzado ha aumentado en algunas zonas del país, ejemplo de esto es el Bajo

54
|

Cauca como se evidenció anteriormente. En el Occidente antioqueño, por el contrario, ha


disminuido constantemente entre el 2015 y el 2018 con 882 y 286 víctimas reportadas
respectivamente, de acuerdo al Registro Único de Víctimas.

Gráfico # 21 Víctimas registradas por desplazamiento forzado, Occidente 2015-2018

882

604

432

286

2015 2016 2017 2018

Fuente: Registro Único de Víctimas (RUV), Desplazamiento personas. Fecha de corte: 01


de enero de 2019. En: https://www.unidadvictimas.gov.co/es/registro-unico-de-victimas-
ruv/37394

Esta disminución se ha dado a pesar de la presencia de los diferentes actores armados y


grupos ilegales que confluyen en la subregión y se disputan las rutas y rentas ilegales.

Despojo y abandono forzado de tierras

En medio del conflicto armado colombiano, la tierra ha sido un factor detonante del mismo.
Como se ve a lo largo de este documento, todas las subregiones del departamento padecen
esta problemática. Por esta razón 18 municipios de los 19 que tiene el Occidente están en
micro focalización para el año 2019, así mismo, tienen procesos de restitución en proceso
administrativo y sin sentencias de restitución.

Para tener una dimensión de lo que ocurre con esta vulneración se presenta el histórico
del número de solicitudes, número de predios y número de titulares por municipio a partir
de la creación de la Ley 1448 de 2011, de la base de datos de la Unidad de Restitución de
Tierras.

55
|

Tabla # 11 Estadísticas sobre restitución de tierras, Occidente desde el 2011

DESPOJO Y ABANDONO FORZADO DE TIERRAS


OCCIDENTE
NÚMERO DE NÚMERO DE NÚMERO DE
SOLICITUDES PREDIOS TITULARES
Abriaquí 11 6 3
Anzá 19 16 12
Armenia 21 18 15
Buriticá 24 15 18
Caicedo 14 12 9
Cañasgordas 107 72 58
Dabeiba 567 457 305
Ebéjico 7 6 4
Frontino 196 146 104
Giraldo 19 18 17
Heliconia 78 59 45
Liborina 3 3 3
Olaya 5 5 4
Peque 41 39 20
Sabanalarga 29 29 11
San Jerónimo 20 20 14
Santa Fe de Antioquia 26 24 11
Sopetrán 10 10 7
Uramita 31 29 18
TOTAL SUBREGIONAL 1.228 984 678
Fuente: Unidad de Restitución de Tierras (UTR). Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018.

Dabeiba y Frontino son los municipios de la subregión que más resaltan por el número de
predios y solicitudes. Sin embargo, el escenario es el mismo para cada municipio de la
subregión: el número de solicitudes es mayor que el número de predios. Esto revela una
crítica y problemática situación en torno a la claridad de la propiedad de estas tierras que
fueron despojadas o abandonadas forzosamente.

Minas antipersonal

De acuerdo a la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal - Descontamina


Colombia, entre el 2015 y el 2018 solo se presentó una víctima por mina antipersonal o
artefacto explosivo. El hecho ocurrió en el municipio de Dabeiba en el 2017. Es necesario
contextualizar a Dabeiba ya que es un municipio que limita con Ituango y Mutatá, dos

56
|

municipios claves en el desarrollo del conflicto armado en la zona ya que es un corredor


estratégico para los grupos armados y tráfico de drogas. Asimismo, durante décadas
estuvieron bajo el control de la ahora desmovilizada guerrilla de las FARC que solían minar
los territorios que controlaban, en un esfuerzo por protegerse de otros grupos armados y
la fuerza pública.

En la actualidad, Descontamina Colombia reporta a Abriaquí como el único municipio del


Occidente antioqueño como libre de sospecha con 3.495 m2 liberados por BRDEH4 en el
2018. También señala que Anzá, Sopetrán y Uramita son los únicos municipios libre de
reporte por eventos con MAP o MSE. En sus bases de datos los municipios que aparecen
por intervenir son Buriticá, Cañasgordas, Dabeiba, Frontino, Liborina, Peque, San Jerónimo
y Santa Fe de Antioquia. Los municipios que están sin minas son Abriaquí, Anzá, Armenia,
Caicedo, Ebéjico, Giraldo, Heliconia, Olaya, Sopetrán y Uramita. Por último, Sabanalarga es
el único municipio que aparece en intervención con 27.484 m2 liberados, 5 estudios técnicos
y 2 operaciones de despeje entre el 2017 y el 2018.

Lesiones Personales

De acuerdo a la base de datos de la Fiscalía, entre el 2015 y el 2018 se presentaron 1.086


casos de víctimas de lesiones personales en toda la subregión.

Gráfico # 29 Víctimas registradas por lesiones personales, Occidente 2015-2018

376

301

228
191

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

4
BRDEH: Brigada de Ingenieros de Desminado Humanitario

57
|

El municipio que más casos reporta es Santa Fe de Antioquia con 341 víctimas, lo que
representa el 31% del total subregional, seguido por Ebéjico con 103 y el 9% del total y San
Jerónimo con 86 casos y el 8% del total. Otros municipios resaltan por el bajo número de
víctimas por lesiones en los cuatro años revisados: Uramita con 12, Peque con 15, Olaya y
Anzá con 16 y Abriaquí, que no presenta ningún caso registrado entre el 2016 y el 2018, con
uno.

Delitos contra la libertad y la integridad sexual

La violencia sexual es una vulneración de varios derechos humanos y no solo se da en un


contexto de conflicto o guerra. El grupo de delitos que se configuran como delitos sexuales
es muy amplio, pero dada la naturaleza del delito hay mucho subregistro. Esto por varias
razones que van desde el desconocimiento de la ley, el temor de la víctima a denunciar a su
victimario y ser revictimizada y la normalización de algunas violencias sexuales en ciertos
contextos, como las relaciones de pareja.

De acuerdo a los datos de la Fiscalía, en el Occidente antioqueño se registraron un total de


456 víctimas de algún tipo de delito sexual entre los años 2015 y 2018, tal como se ve en el
gráfico.

Gráfico # 30 Víctimas registradas por delitos sexuales, Occidente 2015-2018

138
133

112

73

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Esta información revela que el total subregional disminuyó año tras año. Así, el año que más
víctimas registró es el 2015 con 138 casos y 2018 el que menos con 73. Los municipios que
más víctimas reportaron para el total subregional son: Santa Fe de Antioquia con el 20% de

58
|

los casos, Frontino con el 16%, Cañasgordas y Dabeiba con el 7% respectivamente. Por otro
lado, los municipios que tienen menos víctimas son: Abriaquí, Armenia, Buriticá, Heliconia,
Liborina, Olaya y Uramita cada uno con el 2% del total subregional para los cuatro años
revisados.

Actos terroristas

Como se ha mencionado, en el Occidente antioqueño hay presencia de grupos armados


como el Clan del Golfo, las FARC, el ELN, Los Caparrapos y Grupos Delictivos Organizados
(GDO). En las disputas de estos por controlar algunos territorios, se presentan todo tipo de
vulneraciones, siendo en la actualidad el Clan del Golfo quien ha alcanzado el mayor control
territorial.

En este sentido, a pesar de la reconfiguración del conflicto a partir del acuerdo de paz
alcanzado con las FARC, los actos terroristas han disminuido en el Occidente antioqueño,
sin embargo, no han cesado. En total entre el 2015 y el 2018 se registraron 23 actos
terroristas en la subregión, según datos de la Fiscalía. Los municipios que registraron
víctimas por dichos actos son: Buriticá con 12, Santa Fe de Antioquia con 6, Sabanalarga con
2 y Cañasgordas, Dabeiba y Sopetrán registraron una víctima cada uno.

Amenazas

La Fiscalía reporta que en el Occidente antioqueño se registraron 219 víctimas de amenazas


entre el 2015 y el 2018. Los municipios que más casos reportan son: Ebéjico con 21% del
total de los casos, Santa Fe Antioquia con el 14% y Liborina con el 11% del total subregional
para los cuatro años revisados. En conclusión, se observa que entre el 2016 y el 2018 hay
una disminución de víctimas reportadas por amenaza. Esto tiene sentido si tenemos en
cuenta que las cifras de desplazamiento forzado y lesiones personales también
disminuyeron en el mismo periodo de tiempo.

59
|

Gráfico # 31 Víctimas registradas por amenazas, Occidente 2015-2018

74 74

46

25

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

El Occidente antioqueño, como el resto del departamento, enfrenta una crisis social y
política que tiene a los líderes sociales y defensores de derechos humanos en una situación
de alta vulnerabilidad. De acuerdo a la Alerta Temprana de alta inminencia con fecha del 12
de febrero de 2018 para los municipios de Dabeiba, Cañasgordas, Peque y Uramita, los
grupos armados que ejercen control en el territorito son una amenaza a las bases políticas
del ahora partido político de las FARC, a sus candidatos y a los excombatientes que se
encuentran en el ETCR ubicado en el municipio de Dabeiba. La alerta señala que durante
ese año los grupos armados estaban interesados en evitar, a través de acciones violentas y
simbólicas, que esas personas ejercieran sus derechos políticos en el proceso electoral.

Lo anterior sumado a los intereses en disputa entre los grupos armados como la minería, la
extorsión, el microtráfico, cultivos ilícitos, los megaproyectos de la zona, entre otros, son
parte de ese escenario de conflicto que tiene a los defensores de derechos humanos y a los
líderes sociales en una situación de vulnerabilidad. Sin embargo, el Occidente es una de las
subregiones menos críticas.

2.7 Oriente

El Oriente es una de las 9 subregiones que comprenden el territorio antioqueño y una de


las más prosperas; en importancia es la segunda después del Valle de Aburrá debido a su
dinámica económica, también es la segunda más poblada y una de las subregiones con más
municipios, su extensión es de 6.988,683 km² y se dividen en 4 provincias que comprenden
23 municipios con un total de 745 veredas.
60
|

Tabla # 12 Distribución municipios Oriente


PROVINCIAS MUNICIPIOS
EMBALSES (1) Concepción, (2) Alejandría, (3) Guatapé, (4) El Peñol, (5)
Granada, (6) San Rafael, (7) San Carlos
BOSQUES (1) San Francisco, (2) Cocorná, (3) San Luis
PÁRAMO (1) Sonsón, (2) Abejorral, (3) Argelia, (4) Nariño
VALLE DE SAN NICOLÁS (1) Rionegro, (2) El Carmen de Viboral, (3) Marinilla, (4) El
Santuario, (5) Guarne, (6) La Ceja, (7) El Retiro, (8) San
Vicente, (9) La Unión
Fuente: Observatorio de la Secretaría de Gobierno con datos del departamento
administrativo de planeación.

De acuerdo a las proyecciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística


2015-2020 (DANE), en el 2018 tenía 595.030 habitantes. Para el 2019 se tiene una
proyección poblacional de 599.179 habitantes, distribuidos en la zona urbana con una
proyección de 353.878 habitantes y en el área rural de 245.301, Rionegro es el lugar más
poblado de la subregión con 128.153 residentes, seguido de Marinilla con 56.608 y La Ceja
con 55.246, el de menor población es Concepción con 3.114 personas.

El Oriente posee una ventaja sobre otras regiones por sus diferentes climas y tierras fértiles
para la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (concentrándose en animales vivos,
productos animales y productos de la caza; flores, aguacate, granadilla, fresa, chócolo, café,
frijol, papa, zanahoria y hortalizas). Así mismo, un renglón importante en su economía lo
tiene el suministro de energía, gas y agua (Gobernación de Antioquia, Cuentas Económicas
de Antioquia 2017).

Si bien, comparativamente con el año 2015 que se tiene como línea de base para el análisis
de las vulneraciones a los derechos humanos, la mayoría de hechos victimizantes han
disminuido, aún la subregión presenta diversas problemáticas relacionadas con delitos que
afectan la seguridad y el orden público, a la vez que vulneran los derechos de las personas,
tal es el caso de los homicidios, las riñas, delitos sexuales, lesiones personales, entre otros.
La continuidad en las vulneraciones se debe a la diversidad geográfica, económica y gran
extensión del territorio, en esa línea, los municipios ubicados en el Valle de San Nicolás que
están más cercanos al Valle de Aburrá se han visto afectados por el traslado de las dinámicas
delincuenciales del Área Metropolitana, principalmente los hurtos rurales y urbanos como
delito conexo a la distribución, venta y consumo de estupefacientes.

61
|

En los últimos años la dinámica de microtráfico ha cambiado en la subregión, anteriormente


esta se manejaba por grupos pequeños, en la actualidad son grupos delincuenciales del
Área Metropolitana quienes tienen el control de las rentas ilegales y ejercen violencias: La
Oficina, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) o Clan del Golfo y los Isaza. Los
intereses en disputa giran alrededor de alianzas entre La Oficina y Clan del Golfo, comparten
negocios asociados al turismo, explotación sexual, trata, laboratorios y tráfico de drogas,
minería ilegal, extorsión, reclutamiento de menores para comercialización y consumo de
estupefacientes y microtráfico.

Específicamente, los municipios ubicados en la zona de embalses, dado que su principal eje
económico es el turismo, se han visto afectados por el aumento en la demanda de
estupefacientes de la población turista que trae consigo homicidios, hurtos, lesiones
personales, riñas, accidentes viales, descomposición familiar, violencia intrafamiliar,
prostitución y riesgo de vinculación de adolescentes y jóvenes a actividades criminales. La
zona de Bosques y Páramo hace algunos años fue dominada por el Frente 47 de las FARC y
por ende muy golpeada por ataques terroristas que afectaron tanto a la Fuerza Pública
como la población civil; también hay presencia de minas antipersonal – MAP- y munición
sin explotar – MUSE y grandes cultivos de hoja de coca; sin embargo, dado la
desmovilización de este frente en el año 2008 las dinámicas delincuenciales han cambiado.

Es importante resaltar que en esta zona se han llevado a cabo diferentes procesos de
consolidación territorial, como la sustitución de cultivos de uso ilícito por proyectos
productivos y desminado humanitario, el cual logró que San Carlos fuera el primer
municipio libre de sospecha de minas antipersonal a nivel nacional. Con el anterior
escenario, se presentan a continuación los hechos victimizantes analizados para el periodo
2015-2018 en la subregión con el fin de evidenciar un panorama en relación a la situación
de derechos humanos.

Hechos Victimizantes

Homicidios

De cara al 2015 se viene presentando una disminución de los hechos de homicidio en el


Oriente antioqueño el 2018 cerró con 53 casos menos que el periodo inicial de análisis.
Municipios como Rionegro, El Carmen de Viboral, Marinilla y Sonsón registraron para el
2018 el 50% de los hechos de homicidios, el ajuste ilegal de cuentas o disputas por el control
del microtráfico y narcomenudeo, seguido de problemas de convivencia son los principales
motivos de este hecho. Por su parte, San Rafael, San Francisco, Guatapé, Concepción y

62
|

Alejandría fueron los municipios que menos homicidios presentaron. En general, fue una
de las subregiones que presentó menos registros de este tipo de hechos durante cada año
del periodo analizado, tal como se ve en el gráfico.

Grafica # 32 Víctimas registradas por homicidios, Oriente 2015-2018

Fuente: Policía. Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018

Desaparición forzada

El reporte para el periodo 2015-2018 es de 77 registros de desaparición forzada en la


subregión, 2015 tuvo 12 desaparecidos, de ahí pasó a punto más agudo el periodo 2016 (30
personas), y 2017 (20 personas) lo que equivale alrededor del 64% de los hechos de
desaparición forzada, por su parte el 2018 tuvo menos casos que el periodo anterior con 15
personas. En los municipios de Rionegro y La Ceja es donde más víctimas se reportan en
dicho periodo de análisis, resaltando que para el 2018 en La Ceja no se produjo ningún caso
de esta vulneración.

63
|

Gráfico # 33 Víctimas registradas por desaparición forzada, Oriente 2015-2018

29

21
19

2015 2016 2017 2018


Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018
En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Secuestro

Desde 2015 y hasta 2018 se tiene registro de 86 casos de secuestro, en su mayoría se


hicieron bajo la denominada modalidad de “secuestro extorsivo”, es decir, con el fin de
exigir dinero a las víctimas de estos hechos, que por lo general son empresarios o personas
adineradas. EL 2016 fue el año en que más se presentó dicha vulneración, con 44% de los
secuestros durante el periodo 2015 a 2018, siendo durante todo el periodo el municipio
más afectado Guarne que reportó el 25% de casos, se considera que un factor que influye
en la recurrencia de los secuestros es su cercanía con el área metropolitana. Aunque
paradójicamente para el 2018 no se tiene registro de hechos en éste municipio.

Desplazamiento forzado

64
|

Gráfico # 34 Víctimas registradas por desplazamiento forzado, Oriente 2015-2018

Fuente: Registro Único de Víctimas (RUV), Desplazamiento personas. Fecha de corte: 01


de enero de 2019. En: https://www.unidadvictimas.gov.co/es/registro-unico-de-victimas-
ruv/37394

Se tomaron las estadísticas del Registro Único de Victimas para el periodo 2015-2018, de
allí se presenta en la tabla las personas que fueron expulsadas de los municipios de la
subregión en dicho periodo. La tabla muestra una reducción hasta el 2018 de 28% de casos
aproximadamente, siendo los municipios más afectados Cocorná, Rionegro, Nariño y
Sonsón, estos hacen parte de las provincias de Valle de San Nicolás, Paramo y Bosques, esos
dos últimos, fueron zonas donde se presentaban numerosos desplazamientos debido a la
violencia y al control territorial que ejercían tanto grupos de las denominadas Autodefensas
como las FARC. La reducción se puede deber precisamente al acuerdo con esta guerrilla. No
obstante, según funcionarios públicos, en la actualidad se está presentando la recepción de
casos de desplazados que llegan de otras subregiones, es decir, está pasando a ser un lugar
receptor principalmente de víctimas provenientes del Valle de Aburrá (municipio de Bello y
de las Comunas 8 y 13), sobre todo se ubican en municipios del oriente cercano (Grupo
Focal, Funcionarios públicos, 2019).

Despojo y abandono forzado de tierras

Los municipios que integran las provincias de Bosque y Paramos son los que más solicitudes,
numero de predios y numero de titulares registran en el periodo acumulado. Así, mismo, al
igual que en la mayoría de subregiones que el número de solicitudes y titulares supera el
número de predios, tal como se ve en la tabla.

Tabla # 13 Número de solicitudes, predios y titulares, Oriente desde 2011 a 2018


Municipio del predio Estadísticas de restitución

65
|

Número de
solicitudes Número de Predios Número de Titulares
Abejorral 68 59 49
Alejandría 36 34 20
Argelia 420 321 205
Cocorná 297 247 180
Concepción 15 15 13
El Carmen De Viboral 149 126 71
El Peñol 23 22 16
El Retiro 14 14 8
El Santuario 12 12 8
Granada 1,2 1,192 687
Guarne 43 31 23
Guatapé 19 10 10
La Ceja 9 9 7
La Unión 46 25 26
Marinilla 10 10 8
Nariño 210 172 129
Rionegro 16 16 9
San Carlos 1,813 1,692 1,08
San Francisco 210 179 121
San Luis 350 299 239
San Rafael 242 186 153
San Vicente 17 17 13
Sonsón 520 363 242
TOTAL 2.729 2.170 2.238
Fuente: Unidad de Restitución de Tierras (UTR). Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018.

En lo que respecta a sentencias de restitución de tierras hasta el 30 de noviembre de 2018


se presentaron para los municipios de Granada y San Carlos, mientras que para el municipio
de La Ceja no hay sentencias de restitución de tierras, pero existen procesos de
compensación5 en curso, por lo que hay personas que se encuentran en el predio
Miraflores.

Minas antipersonal

5
ARTÍCULO 72. ACCIONES DE RESTITUCIÓN DE LOS DESPOJADOS. El Estado colombiano adoptará las medidas
requeridas para la restitución jurídica y material de las tierras a los despojados y desplazados. De no ser posible
la restitución, para determinar y reconocer la compensación correspondiente.
De este modo, es la posibilidad que se le da a la víctima de acceder, en los casos en que no pueda restituirse
el predio jurídica y materialmente, a un predio de similares características al que tenía anteriormente y, si con
todo no hay tal posibilidad, le permite el pago de una compensación.

66
|

Si bien este hecho victimizante era de mayor recurrencia, para el periodo de análisis 2015-
2018 se tiene una cifra de 2 víctimas en 2017 en el municipio de Concepción, estos
presentan heridas auditivas y laceraciones, ambos iban pasando por el lugar donde se
encontraba el artefacto explosivo. Antes de esto el último caso había sido en el 2012 que
se presentó una víctima por en el municipio de San francisco. Siendo desde 1990 hasta 2018
San Carlos (171), San Francisco (104), Sonsón (90) y San Luis (82) los municipios que más
víctimas reportan.

Lesiones personales

Después del Valle de Aburrá, Oriente es la subregión que más lesiones aporta en la
estadística en el periodo analizado, seguida del Suroeste. En el 2018 mostró una reducción
del 40% aproximadamente en este tipo de hechos. De acuerdo a los datos de Fiscalía, los
municipios que más problemáticas presentan respecto a este tipo de delitos son Rionegro,
La Ceja, El Carmen de Viboral y Sonsón, para el 2018 estos reportaron el 69,6% del total de
los registros por esta vulneración para la subregión.

Gráfico # 35 Víctimas registradas por lesiones personales, Oriente 2015-2018

1200 1078 1084 1055

1000

800
589
600

400

200

0
2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Delitos contra la libertad y la integridad sexual

Los delitos sexuales en la región se dan en su mayoría a menores de edad o personas


vulnerables, el grafico muestra una tendencia decreciente de los delitos, pese a que la
disminución no es muy radical, 2018 es uno de los años con menos casos registrados en el

67
|

periodo analizado. El dato revela que en municipios como Rionegro, El Carmen de Viboral y
Marinilla se presenta un comportamiento similar en los 4 años analizados, siendo estos los
que más hechos registran para la región.

Gráfico # 36 Víctimas registradas por delitos sexuales, Oriente 2015-2018

350 311
286 287
300
231
250
200
150
100
50
0
2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Actos terroristas

El terrorismo es una forma por medio de la cual se busca, a partir de actos violentos, infundir
el miedo en la sociedad. Según el registro de la Fiscalía en el periodo 2015 a 2018 se
presentaron el en Oriente antioqueño un total de 10 actos terroristas, este tipo de hechos
no se presentaban en la subregión desde el 2008, hasta el 2015 cuando se reportó 1 caso
en San Luis, que involucró una mujer como víctima; para 2016 se presentaron 3 actos
terroristas en Nariño, Rionegro y El Santuario; 2017 estuvo marcado por 6 casos, de los
cuales 2 ocurrieron en Rionegro nuevamente, 3 en El Carmen de Viboral y 1 en el municipio
de Concepción. El número de víctimas por estos actos fue de 14 personas (5 mujeres y 9
hombres).

Amenazas

La subregión presenta altos índices de amenazas, con un total de 375 casos reportados en
el periodo de análisis, siendo el género masculino la población más afectada con un 59,2%
de los casos, el gráfico muestra también que en el 2015 se registró la mayor cantidad de
estos hechos, teniendo una reducción de ellos en 2018 hasta la fecha de corte. En todo el
periodo el 43% de estos hechos se concentró en los municipios de Rionegro, Guatapé, La
Ceja y Sonsón donde se da mayor ocurrencia de esta vulneración.

68
|

Gráfico # 37 Víctimas registradas por amenazas, Oriente 2015-2018

Título del gráfico


140 127

120 102 97
100
80
49
60
40
20
0
2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Tortura
En cuanto a este hecho victimizante, según datos de la Fiscalía se registran 4 casos en los
municipios de Marinilla en 2015 y Rionegro 2018, 2 casos para cada municipio, en los cuales
se ven afectados cuatro hombres en todo el periodo analizado.

2.5 Suroeste

La subregión del Suroeste cuenta con una extensión de 6.366,082 km², se divide en cuatro
(4) provincias que comprenden 23 municipios y 542 veredas. Dicha subregión se muestra
similar a la subregión del Oriente antioqueño.

Tabla # 8 Provincias y municipios Suroeste


PROVINCIAS MUNICIPIOS
(1) Angelópolis , (2) Amagá, (3) Fredonia, (4) Venecia, (5)
SINIFANÁ (5)
Titiribí
PENDERISCO (4) (1) Betulia, (2) Concordia, (3) Salgar, (5) Urrao
(1) Montebello, (2) Santa Bárbara, (3) La Pintada, (4)
CARTAMA (9) Valparaíso, (5) Caramanta, (6) Támesis, (7) Jericó, (8)
Pueblorrico, (9) Tarso

69
|

(1) Ciudad Bolívar, (2) Hispania, (3) Betania, (4) Andes, (5)
SAN JUAN (5)
Jardín
Fuente: Observatorio de la Secretaría de Gobierno con datos del Departamento
Administrativo de Planeación.

De acuerdo a las proyecciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística


2015-2020 (DANE), en el 2018 el Suroeste tenía 377.661 habitantes. Para el 2019 se tiene
una proyección poblacional de 377.798 habitantes, distribuidos en la zona urbana con una
proyección de 191.053 habitantes y en el área rural de 186.745. Andes es el lugar más
poblado de la subregión con 47.384 habitantes, seguido de Amagá con 30.376 y los de
menor población son Hispania con 4.890, Caramanta con 5.276 y Montebello con 5.707.

Esta subregión es una de las zonas de Antioquia más productivas, su economía gira
alrededor especialmente de cultivos de café, plátano, aguacate, cítricos, ganadería, minería
(carbón, oro, gravas) y turismo de manera creciente. Tradiciones muy arraigadas en las
expresiones culturales y en su historia como ocurre con la arriería, son representadas en las
fincas turísticas, por su geografía presenta climas variados desde calor hasta frío. Así mismo,
la diversidad natural y la vocación agrícola son importantes para garantizar el
abastecimiento de algunos alimentos al Valle de Aburrá.

A pesar de que la subregión se destaca por presentar condiciones de tranquilidad


comparativamente con otras regiones del Departamento, presenta vulneraciones a los
derechos humanos, los cuales pasan por aspectos cotidianos de quienes habitan el
territorio, pero también de actores armados ilegales que aprovechan fenómenos como la
minería ilegal y la deforestación para lucrarse, con lo que ocasionan daños a la biodiversidad
y afectaciones a las comunidades.

Por otro lado, la presencia de “La Oficina”, Clan del Golfo, el ELN y otras bandas criminales,
generan dinámicas de vulneración que se reflejan en el narcomenudeo, la venta y consumo
de drogas en instituciones educativas, casos de violencia sexual, cobros de extorsión en
algunos municipios, entre otros flagelos, repercutiendo además en el incremento de los
homicidios en el último año. Municipios como Jardín exponen que el turismo que cada vez
se proyecta como una actividad económica más fuerte en la región, está generando
problemas como elevados niveles de prostitución, abuso sexual de NNA, venta y consumo
de drogas (Funcionario Público, Grupo focal, 2019). Las conexiones que ofrece la subregión
con el departamento del Chocó genera intereses para los grupos armados ilegales, por
ejemplo, del ELN para pasar entre Ciudad Bolívar y Andes al Choco. Así mismo, del Clan del

70
|

Golfo que realiza minería ilegal (oro y carbón) y extracción de madera, además de controlar
bandas locales para el microtráfico, y con ello generar robos de ganado y extorsión.

De igual forma, los fenómenos de violencia del pasado han dejado desplazamientos
masivos, desarraigo de la tierra y desaparición forzada, entre otros hechos victimizantes
que hoy en día se han transformado un poco y que la disminución de las cifras en los datos
oficiales respalda. Precisamente de cara a la superación de estas situaciones, actualmente
se adelanta en 12 municipios procesos de restitución de tierras y una apuesta decidida de
la Mesa de DDHH del Suroeste por lo que tiene que ver con el Plan de Búsqueda de las
víctimas de desaparición forzada (Gobernación de Antioquia, 2018). Con este contexto, se
pasa a presentar la información de los hechos victimizantes que se presentan en el
Suroeste.

HECHOS VICTIMIZANTES

Homicidios

Se le atribuye la responsabilidad de las altas tasas de homicidios que presentan algunos de


los municipios al fenómeno del microtráfico, actividad organizada y liderada por bandas
criminales, en las disputas de éstas se cobra la vida principalmente de jóvenes entre los 18
y 35 años. Factores de precariedad económica, problemas afectivos, familiares, sociales,
entre otros, hacen que la población juvenil se vea en riesgo tanto de consumo de drogas,
como de la utilización y vinculación por parte de las bandas criminales.

Gráfico # 22 Víctimas registradas por homicidios, Suroeste 2015-2018


260
237
211 206

2015 2016 2017 2018

Fuente: Policía. Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018

De este modo, se observa un incremento de los hechos de homicidios para 2018, siendo
este año uno de los más violentos para Antioquia, donde el Suroeste ocupa el cuarto lugar
71
|

después de Valle de Aburrá, Bajo Cauca y Urabá que tienen más número de casos. Siendo
Andes el municipio de la subregión donde más se presenta la vulneración del derecho a la
vida con 43 víctimas en 2018, situación que ha venido en ascenso, ya que en 2016 se
tuvieron 23 y en 2017 se registraron 29 homicidios.

Desaparición forzada

Desde el 2015 al 2018 se registraron para el Suroeste un total de 70 casos de desaparición


forzada, el 71% de estos hechos fueron cometidos a personas de género masculino, siendo
los municipios de Ciudad Bolívar y Amagá los que más hechos registraron en el periodo
analizado con un 27%. En estos cuatro años, el punto álgido se registró en 2015 donde se
presentó el 40% de las desapariciones, en el 2018 hasta la fecha de corte se dio una
reducción del 39% aproximadamente.

Gráfico # 23 Víctimas registradas por desaparición forzada, Suroeste 2015-2018


28

17
14
11

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Secuestro, actos terroristas y tortura

Por fortuna estos hechos no se registraron en mayor número en la subregión, sin embargo,
el secuestro fue el que más sobresalió en el periodo analizado, se presenta una importante
variación en 2018, ya que no se presentó ni un solo caso hasta la fecha de corte, este tipo
de hecho victimizante afecta comúnmente a comerciantes y personas con capacidad
adquisitiva amplia.

72
|

Tabla # ¡Error! No hay texto con el estilo especificado en el documento..1 Víctimas


registradas por secuestro, actos terroristas y tortura, 2015-2018
DELITO 2015 2016 2017 2018
Secuestro 8 6 8 0
Terrorismo 0 2 1 1
Tortura 1 0 0 1
Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018
En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

En cuanto a actos terroristas, el 2016 presentó el 50% de registros en el periodo de análisis,


en los municipios de Ciudad Bolívar y Betulia, se trató de la incineración de un camión
cargado con lulos, que se dirigía desde el municipio de Urrao hasta la Central Mayorista de
Antioquia, un día antes también resultó incinerado un bus en la vía que de Pueblorrico
conduce a Tarso, y en 2017 bajo la misma modalidad se prendió un bus de transporte
público que cubría la ruta Urrao-Andes; según la policía los casos se realizaron por
delincuencia común.

Para el hecho de torturas, en el periodo analizado se presentaron dos casos en el 2015 y


2018, ambos hechos se registraron en el municipio de Andes, las víctimas fueron personas
de género masculino entre los 18 y 28 años.

Desplazamiento forzado

Se tomaron las estadísticas del Registro Único de Victimas del 2015 al 2018, con esto, se
presenta en la tabla las personas que fueron expulsadas de los municipios de la subregión
en dicho periodo. En 2015 se registró el 54,1% de los desplazamientos de todo el periodo
analizado, siendo Urrao el municipio que más reportó con 36% de los desplazados entre el
2015 y 2016, seguido de Ciudad Bolívar y Andes. De todos los años, el 2018 fue el de menos
casos con una positiva disminución en el comportamiento de este hecho victimizante.

73
|

Gráfico # 24 Víctimas registradas por desplazamiento forzado, Suroeste 2015-2018

Fuente: Registro Único de Víctimas (RUV), Desplazamiento personas. Fecha de corte: 01


de enero de 2019. En: https://www.unidadvictimas.gov.co/es/registro-unico-de-victimas-
ruv/37394

Despojo y abandono forzado de tierras

Al igual que en la mayoría de subregiones, el número de solicitudes que se presenta de


forma histórica por la Unidad de Restitución de Tierras desde el 2011, es mayor al número
de predios y titulares como se ve en la siguiente tabla. Para todo el Suroeste se tienen 1.268
solicitudes que corresponden a 1.174 predios y 756 titulares. Situación que agudiza el
complejo proceso de restitución que se lleva a cabo desde la implementación de la ley 1448.

Tabla # 10 Número de solicitudes, predios y titulares, Suroeste desde el 2011

Estadísticas de restitución
SUROESTE
Número de Número de Número de
solicitudes Predios Titulares
Amagá 13 13 5
Andes 27 25 20
Angelópolis 16 16 15
Betania 62 62 35
Betulia 85 74 47
Caramanta 17 13 14
Ciudad Bolívar 54 53 30
Concordia 25 25 19
Fredonia 16 14 10

74
|

Hispania 0 0 0
Jardín 3 3 2
Jericó 5 5 4
La Pintada 8 8 3
Montebello 470 440 254
Pueblorrico 15 15 12
Salgar 104 98 81
Santa Bárbara 25 22 15
Támesis 78 74 32
Tarso 16 10 13
Titiribí 3 3 3
Urrao 215 196 136
Valparaíso 2 2 1
Venecia 9 3 5
TOTAL SUBREGIONAL 1268 1174 756
Fuente: Unidad de Restitución de Tierras (UTR). Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018.

Del total de solicitudes se tiene información de la Unidad de Restitución de las siguientes


sentencias de restitución en los municipios de Betania (7 sentencias), Betulia (3),
Montebello (79) y Salgar (3).

Minas antipersonal

En el 2012 se presentó una víctima por MAP en el municipio de Urrao, después de este
hecho no se han reportado víctimas, la persona perteneciente a la fuerza pública resultó
herida cuando iba pasando por el lugar donde se encontraba el artefacto explosivo.

Lesiones personales

Esta vulneración, como se observa en el gráfico, tuvo una disminución importante en el


periodo de análisis, en este caso muestra una relación inversa a los homicidios que
aumentaron. Los municipios que más registraron lesiones personales son; Andes, Fredonia
y Santa Bárbara, que representaron el 41% de estos hechos para el 2018.

75
|

Gráfico # 25 Víctimas registradas por lesiones personales, Suroeste 2015-2018


900 863
900
736
800
700
600
500 380
400
300
200
100
0
2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Delitos contra la libertad y la integridad sexual

El 2015 fue el año en que más delitos sexuales se cometieron en la subregión, desde ese
entonces y hasta la fecha de corte en 2018 estos hechos han disminuido un 61%, lo que
significa una gran proporción. Pese a la reducción de dicha vulneración, es necesario fijar la
atención en el delito, dado el alto subregistro que se mantiene por las mismas dinámicas
que la vulneración le conllevan a las víctimas, que van desde el miedo a ser peor agredidas
por sus victimarios a la desconfianza y poca creencia en las instituciones y en el acceso a la
justicia, sumando a la gravedad del asunto, es la población entre los 0 y 28 años la más
vulnerable con un 80% de casos aproximadamente, adicional a que las principales víctimas
son mujeres y NNA. Municipios como Amagá, Andes y Concordia fueron los que
presentaron una mayor cantidad de casos, en comparación a los demás municipios de la
subregión.

76
|

Gráfico # 26 Víctimas registradas por delitos sexuales, Suroeste 2015-2018

243
250 207
204
200
148
150

100

50

0
2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

2.9 Urabá

El Urabá antioqueño es una de las nueve subregiones del departamento de Antioquia,


posee una inmensa diversidad étnica y cultural, la mayoría de su población es
afrodescendiente y además cuenta con un alto porcentaje de población indígena.
De acuerdo con el Anuario Estadístico de Antioquia en la subregión hay 24 resguardos
indígenas: Apartadó (3), Arboletes (1), Chigorodó (3), Murindó (3), Mutatá (4), Necoclí (2),
y Turbo (3) y Vigía del Fuerte (5). Sin embargo, en el 2018 con el Acuerdo Número 46 de ese
mismo año se creó otro resguardo en San Juan de Urabá lo que daría un total de 25
resguardos indígenas en la subregión. También es un territorio reconocido por su diversidad
ambiental, siendo la quinta zona con mayor biodiversidad del mundo lo que permite que
sea una región productiva y un territorio atractivo para varios tipos de turismo como el
avistamiento de aves, reptiles, etc.

En el departamento de Antioquia limita con tres subregiones: el Occidente, el Suroeste y el


Norte. La conforman 11 municipios, 74 corregimientos, 494 veredas y 6 centros poblados,
es la subregión más extensa de Antioquia con 11.593 km2. Según la proyección poblacional
del DANE para el 2019 Urabá antioqueño cuenta con un total de 729.815 habitantes, que
representa al 10,78% de la población total del departamento. Después del Valle de Aburrá,
es la subregión más poblada de Antioquia y está conformada en su mayoría por entidades
territoriales de sexta categoría, a excepción de Turbo que es de cuarta categoría y Apartadó
de tercera.

77
|

Conforme a la información del Boletín de Cuentas Económicas de Antioquia 2016, el Urabá


Antioqueño aportó 7.825 millones de pesos al PIB total del departamento en el 2016.
Es decir, aportó un 7%. El sector agropecuario es el principal renglón económico de la
subregión. Se produce banano de exportación, cacao, plátano, yuca, aguacate, entre otros
productos. También hay una alta producción de ganado bovino, especialmente para el
consumo de carne. Además, el comercio de diferentes productos, gracias a la conexión al
mar es otra de las principales actividades económicas. Como se mencionó, posee un gran
potencial turístico por su diversidad cultural, ambiental y por sus paisajes, pero también
tiene gran potencial comercial y productivo, esto gracias a la construcción de las autopistas
y vías de cuarta generación, también conocidas como vías 4G, que acercará el Urabá
antioqueño y sus puertos a las demás subregiones, especialmente al Valle de Aburrá. Sin
embargo, es importante señalar que a pesar de estas ventajas es una subregión con baja
calidad de vida, donde hay muchos problemas sociales, de seguridad y de orden público lo
que dificulta su desarrollo.
La subregión es la conexión al mar del departamento de Antioquia al limitar con el mar
Caribe y con Panamá. Esto hace que sea una región estratégica para el comercio, pero
también ha sido el principal motivo de la presencia histórica de grupos armados ilegales que
buscan, sobre todo, el control de las rutas del tráfico de armas y drogas de la zona. En
consecuencia, la subregión ha sido testigo del desarrollo de décadas de conflicto armado
entre insurgencia y el Estado, posteriormente con la aparición de otros grupos armados
ilegales y bandas criminales que buscan controlar territorios y economías ilegales, las
vulneraciones a los derechos humanos aumentaron y así, el conflicto ha ido mutando.

Antes del acuerdo de paz firmado entre las FARC y el gobierno nacional, los frentes 5, 57 y
58 de esta guerrilla hicieron presencia en la zona. Después del acuerdo, muchos de esos
excombatientes se encuentran en los Espacios Territoriales de Capacitación y
Reincorporación (ETCR) de Llano Grande en Dabeiba6. En el Urabá, como en el resto del
país, esta desmovilización significó una mutación en la dinámica del conflicto armado, sus
actores y las disputas entre ellos. En la actualidad, el Clan del Golfo, también llamado
Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) tiene una influencia preponderante en la
región. Por otro lado, el Ejército de Liberación Nacional – ELN –, lleva años ejerciendo
presencia y principalmente opera en el corredor con el departamento del Chocó, además,
se tiene conocimiento de presencia de disidencias las FARC.

6
En el municipio de Vigía del Fuerte, vereda Vidrí, se construyó un ETCR. No obstante, por solicitud del
Gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, el Gobierno Nacional expidió el Decreto 982 de 2018 por
medio del cual se suprime dicho –ETCR- dado que la zona se convirtió en un asentamiento irregular, sin
servicios públicos, salud, escuela ni otras infraestructuras locativas que garantizaran la vida digna de sus
ocupantes.

78
|

Los intereses en disputa giran principalmente alrededor territorial, así como el control social
y político por parte de dichos actores armados, dada la ubicación estratégica de la región
que conecta con el Norte, Chocó y Bajo Cauca. La presencia de estos grupos organizados y
de bandas criminales pone en riesgo la seguridad y garantía de derechos de las
comunidades. No obstante, son los líderes y lideresas sociales, defensores de derechos
humanos, víctimas reclamantes de tierras, la comunidad de Paz de San José de Apartadó,
entre otros, las principales víctimas de amenazas, agresiones y homicidios. Según
información de la Dirección de derechos humanos de la gobernación de Antioquia,
suministrada por las Mesas Territoriales de DDHH, entre las vulneraciones que se
evidencian en el Urabá antioqueño se encuentran la deserción escolar, pocas
oportunidades de educación superior, violencia intrafamiliar, debilidad en las redes
afectivas y protectoras, inequidad y exclusión, falta de acceso a bienes y servicios.
Situaciones que se complejizan dadas las dinámicas de economías ilícitas, presencia de
actores armados ilegales en inmediaciones de las instituciones educativas, presencia de
grupos armados posdesmovilización, presencia cultivos ilícitos, entre otros (Funcionario
Público, Grupo focal, 2019).

Lo anterior, se traduce en una serie de afectaciones a las cuales se ve sometida la población,


especialmente los jóvenes, entre estas la anormalidad académica, deserción escolar por
“fronteras invisibles”, desescolarización, uso y utilización NNA para labores de extorsión,
transporte de sustancias psicoactivas y narcomenudeo, sumado a pocas oportunidades
laborales, dadas las brechas entre la oferta y la demanda laboral por el nivel de educación.

HECHOS VICTIMIZANTES

Las condiciones socioeconómicas de la población del Urabá antioqueño, su ubicación


geográfica, las características demográficas del territorio y la presencia de diversos grupos
armados, configuran el escenario ideal para que haya una violación sistemática de los
derechos humanos y esto a su vez evidencia una población vulnerada y victimizada.

Homicidio

De acuerdo a la información de la Policía entre el 2015 – 2018 se registraron 854 homicidios


en la subregión:

79
|

Gráfico # 43 Víctimas registradas por homicidio, Urabá 2015-2018


277
245

204

128

2015 2016 2017 2018

Fuente: Policía. Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018

El gráfico muestra que para el cuatrienio se registra un aumento constante de homicidios


en la subregión. Si bien el aumento es generalizado, el mayor aumento se dio del 2015 al
2016 con 76 casos más. Los municipios que más casos reportan son Turbo con 335
homicidios, Apartadó con 170, Chigorodó con 118 y Carepa con 80. Estos cuatro municipios
representan el 82% del total subregional para el cuatrienio. Mientras que Vigía del Fuerte y
Murindó con 4 homicidios, San Juan de Urabá con 13 y Arboletes con 26 son los municipios
que menos casos de homicidios reportaron y representan el.

Estas cifras muestran un panorama preocupante porque el aumento en homicidios se


traduce en la vulneración sistemática de varios derechos humanos, no solo de la víctima del
homicidio. Además, plantea un escenario de conflicto violento en la subregión. El control
territorial, el microtráfico y otras rentas ilegales y la aparición de bandas criminales locales
que entran a disputar el poder explican el aumento de homicidios (Funcionario Público,
Grupo focal, 2019). La firma del acuerdo de paz fue un punto de quiebre porque eran las
FARC quienes ejercían el control en gran parte del territorio.

Masacre

El Urabá antioqueño ha sido escenario de varias masacres a lo largo de la historia porque


ha sido un lugar estratégico en el desarrollo del conflicto, toda vez que históricamente ha
sido un territorio con alta presencia de grupos insurgentes con disputas ya sea por la
productividad de la tierra o su ubicación estratégica, lo que representa un factor
determinante en los hechos violentos. En el 2018 se presentaron dos masacres en la

80
|

subregión. La primera ocurrió el 11 de abril en el municipio San Pedro de Urabá y la segunda


ocurrió en noviembre en la vereda El Sinaí, zona rural del municipio de San Juan de Urabá.

La masacre de San Pedro de Urabá, ejecutada por el Clan del Golfo, dejó ocho policías
muertos en medio de un ataque con explosivos. Los policías iban en una caravana que
incluía funcionarios de la Unidad de Restitución de Tierras (URT) ya que iban a hacer una
inspección judicial para el proceso de restitución de tierras. Lo que demuestra que los
grupos armados no están interesados en que se haga efectiva la restitución de tierras
despojadas y abandonadas forzosamente y que la violencia en la subregión responde, en
parte, a las disputas por el territorio y la tierra. Por otro lado, la masacre ocurrida en San
Juan de Urabá dejó cuatro víctimas miembros de una misma familia, entre ellos un adulto
mayor y un menor de edad. Este hecho no ha sido aclarado y es importante señalar que San
Juan de Urabá es uno de los municipios que menos víctimas reporta en la mayoría de hechos
victimizantes incluidos en este diagnóstico.

Tortura o tratos inhumanos

La tortura constituye la violación al derecho a la dignidad humana. Es una práctica


rechazada incluso en un contexto de guerra, pero lastimosamente en el contexto
colombiano ha sido una práctica común entre los grupos armados en el marco del conflicto
armado y ahora también es una práctica común entre las bandas criminales. Según la
Fiscalía, el Urabá antioqueño entre el 2015 y el 2018 solo reportó dos víctimas de tortura:
una en Apartadó en el 2015 y otra en Carepa en el 2016. Sin embargo, es necesario
reconocer que es un hecho victimizante con un alto subregistro.

Desaparición Forzada

La desaparición forzada ha sido una práctica estándar entre todos los grupos armados
dentro del marco del conflicto armado en Colombia. Este hecho victimizante se configura
como la violación a varios derechos humanos fundamentales como la vida, la libertad y al
tratamiento decoroso del cadáver y los restos. Así mismo, como otros hechos, la
victimización se da a todo el núcleo familiar de la persona víctima de desaparición forzada.
Algunos grupos armados utilizaron la desaparición de los restos de sus víctimas como una
herramienta que les ayuda a no dejar evidencias de otros delitos y al mismo tiempo evitan
llamar la atención de las autoridades al no aumentar las cifras de homicidios. En otras
ocasiones, especialmente cuando un grupo ejerce el control de un territorio, la desaparición
forzada aparece como herramienta para evitar que la población entre en pánico al
encontrar cuerpos sin vida en su territorio, desestabilizando así la legitimidad que el grupo

81
|

haya alcanzado. Por lo anterior, es un hecho victimizante que cuenta con mucho
subregistro.

En el Urabá antioqueño, de acuerdo con la base de datos de la Fiscalía, se reportaron 169


casos de desaparición forzada entre el 2015 y el 2018. Los municipios que más casos
reportaron son: Arboletes con 79, Chigorodó con 33 y Turbo con 17. Entre el 2015 y el 2016
se presentó un aumento de casos al pasar de 44 a 70 víctimas, mientras que entre el 2016
y el 2018 el registro disminuyó en 52 casos. Por otro lado, Murindó y San Juan de Urabá
reportaron un solo caso en el cuatrienio revisado y Vigía del Fuerte no registró ningún caso.

Secuestro

El secuestro, simple o extorsivo, ha sido una de las prácticas más comunes entre los grupos
armados dentro del conflicto armado y también ha sido aplicada por las bandas criminales
como una actividad con un fin económico. Es una vulneración directa al derecho a la
libertad. Entre el 2015 y el 2018 se reportaron 24 víctimas de secuestro, esto de acuerdo a
la Fiscalía. Es un delito que ha disminuido constantemente, en parte, por la mutación del
conflicto en Colombia y porque las bandas criminales encontraron otras maneras más
simples y rápidas de aumentar sus ganancias como por ejemplo a través de los préstamos
“gota a gota”, en la extorsión o en las llamadas “vacunas”.

Apartadó con 3 casos en el 2017 fue el municipio con más casos en un año, pero no reportó
ningún caso el resto de años revisados. Necoclí reportó 4 casos entre el 2015 y el 2017, pero
no reportó ninguno en el 2018. Chigorodó y Mutatá reportaron de a un caso, el 2018 y en
el 2015 respectivamente. Por otro lado, municipios como Murindó, San Pedro de Urabá y
Vigía del Fuerte no reportaron casos en el cuatrienio

Desplazamiento Forzado

El desplazamiento forzado en el Urabá se presenta en un número alto de casos, pero desde


el 2015 el hecho victimizante ha disminuido constantemente. Sin embargo, se ha convertido
en una subregión receptora de desplazados de otros municipios de Antioquia y otros
departamentos (Funcionario Público, Grupo focal, 2019).

Entre el 2015 y el 2018 se registraron un total de 8.264 víctimas de las cuales 4.125 fueron
registradas solo en el 2015. Ese fue el año con el mayor número de víctimas por
desplazamiento. Esto de acuerdo a las víctimas registradas por el Registro Único de
Víctimas:

82
|

Gráfico # 44 Víctimas registradas por desplazamiento forzado, Urabá 2015-2018


4.125

1.584
1.365
1.190

2015 2016 2017 2018

Fuente: Registro Único de Víctimas (RUV), Desplazamiento personas. Fecha de corte: 01


de enero de 2019. En: https://www.unidadvictimas.gov.co/es/registro-unico-de-victimas-
ruv/37394

De esas 8.264 víctimas de desplazamiento 33% son de Turbó, 21% de Apartadó y 17% de
Chigorodó, siento estos los municipios con mayor número de víctimas. El 29% restante se
divide entre los demás municipios.

La grafica muestra que efectivamente el desplazamiento forzado en la subregión ha


disminuido notablemente. La firma del acuerdo de paz con las FARC podría dar, en parte,
respuesta a la disminución de desplazamientos forzados. Eso sumado al control que ejerce
el Clan del Golfo permite que la población no sienta necesario abandonar su lugar de
residencia, porque las disputas territoriales no se traducen en violencia como la que se vio
en épocas pasadas. En ese sentido, cuando un actor armado ejerce control de un territorio
y en ocasiones cumple con las funciones que son obligaciones de las instituciones del
Estado, la población de cierta manera legaliza y legitima su presencia, por lo que no se hace
necesario ejercer el control con violencia generalizada.

Despojo y Abandono Forzado de Tierras

En el marco del conflicto armado, el Urabá antioqueño fue una de las subregiones más
afectadas por el despojo y abandono de tierras por ser una región altamente productiva y
generadora de riqueza, con una ubicación estratégica y por ser la salida al mar del
departamento de Antioquia. Por lo anterior, se puede comprender por qué la tierra del
Urabá antioqueño ha sido un punto determinante en el desarrollo del conflicto armado.

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|

De acuerdo a las cifras presentadas por la Unidad de Restitución de Tierras a partir del 2011,
en esta subregión hay 3.768 predios y 4.013 solicitudes. Mutatá (894), Apartadó (696),
Necoclí (655) y Arboletes (697) son los municipios con más número de solicitudes y como
en todos los municipios de la subregión, las solicitudes son superiores a los predios. Esto
muestra que las víctimas de despojo o abandono forzado no están cerca de recibir una
restitución plena de sus derechos. Este escenario se repite en las nueve subregiones del
departamento y en el resto del país:

Tabla # 15 Estadísticas sobre restitución de tierras, Urabá desde el 2011

ESTADÍSTICA RESTITUCIÓN DE TIERRAS


URABÁ
NÚMERO DE NÚMERO DE NÚMERO DE
SOLICITUDES PREDIOS TITULARES
Apartadó 696 638 488
Arboletes 607 573 159
Carepa 238 225 160
Chigorodó 443 417 284
Murindó 7 7 6
Mutatá 894 864 539
Necoclí 655 605 398
San Juan de Urabá 29 28 22
San Pedro de Urabá 408 375 217
Turbo 3 3 2
Vigía del Fuerte 33 33 24
TOTAL SUBREGIONAL 4.013 3.768 2.299
Fuente: Unidad de Restitución de Tierras (UTR). Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018.

Minas Antipersonal

Según la base de datos de Descontamina Colombia, el Urabá antioqueño ninguno de los


municipios está caracterizado como libre de sospecha. Los municipios que aparecen sin
minas son Arboletes y San Pedro de Urabá, el resto de municipios de la subregión están por
intervenir. Por otro lado, entre el 2015 y el 2016 se reportaron 5 víctimas de minas
antipersonal u otros artefactos explosivos en tres de los once municipios del Urabá:
Apartadó (1), Chigorodó (2) y Turbo (2). Mientras que entre el 2017 y el 2018 no se
reportaron víctimas de estos hechos. La disminución de víctimas por este hecho
victimizante es importante y el acuerdo de paz del gobierno nacional con las FARC podría
explicar mucho el porqué.

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Lesiones Personales

La Fiscalía tiene un total de 3.300 casos reportados entre el 2015 – 2018 para la subregión.
Turbo con el 31%, Apartadó con el 28%, Chigorodó con el 15% y Carepa con el 11% del total
casos, son los municipios que más víctimas reportaron en el cuatrienio.

Gráfico # 45 Víctimas registradas por lesiones personales, Urabá 2015-2018

947 935
906

512

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

El gráfico muestra que entre el 2016 y el 2017 hubo un aumento de 29 casos, pero para el
2018 la disminución fue de 423 casos. Es decir, para el 2018 la cifra de víctimas por lesiones
personales disminuyó un 45% lo cual muestra un panorama favorable en la subregión.
Las lesiones personales son un síntoma de las dificultades en la tolerancia y convivencia en
la comunidad, lo que se puede explicar por la falta de oportunidades labores, el consumo
de drogas y alcohol. De igual manera, como la disminución de desplazados forzados, la
disminución de casos de lesiones personales podría explicarse teniendo en cuenta el control
social que alcanza a ejercer un grupo armado como el Clan del Golfo.

Delitos contra la libertad e integridad sexual

Las condiciones propias de la subregión, la falta de oportunidades, la poca escolaridad y la


débil presencia histórica del Estado propician un entorno de riesgo para posibles víctimas
de delitos sexuales. Esto delitos configuran la violación de varios derechos humanos, pero
por falta de educación, por temor y por la normalización de la violencia sexual las denuncias
son pocas y el subregistro es muy alto. También es importante señalar que estas cifras nos

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dan una visión parcial del panorama porque muchas veces los delitos sexuales son
denunciados por la víctima años después de haber ocurrido el hecho.

La base de datos de la Fiscalía muestra que en la subregión se registraron 846 víctimas de


delitos sexuales entre el 2015 y el 2018. El 2015 fue el año con más casos registrados con
263 mientras que el 2018 es el que menos casos registra con 119 víctimas. Es decir, la
disminución es del 54.7%:

Gráfico # 46 Víctimas registradas por delitos sexuales, Urabá 2015-2018

263
243
221

119

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Una vez más, Apartado con el 35%, Turbo con el 24% y Chigorodó con el 11% son los
municipios con el mayor número de casos reportados sobre el total subregional para el
cuatrienio. El 30% restante está concentrado en los ocho municipios restantes. Por otro
lado, Murindó y Vigía del Fuerte son los municipios con menor número de víctimas
reportadas, ambos con un 1% del total subregional.

Trata de Personas
De acuerdo a lo anterior, la Fiscalía en su base de datos solo tiene registro de 3 víctimas de
trata de personas. Las tres víctimas se registraron en Apartadó en el 2015. Esto no quiere
decir que este hecho victimizante no ocurra en la subregión, solo demuestra que es un
delito con un alto subregistro. Es importante tener en cuenta que el Urabá antioqueño tiene
salida al mar y es una conexión con Centro América, especialmente con Panamá, por lo que
es posible suponer que los responsables de la trata de personas usan la subregión como
lugar para captar, transitar y posteriormente sacar del país a sus víctimas.

86
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Acto Terrorista

La base de datos de la Fiscalía reporta que para el cuatrienio se presentaron 15 actos


terroristas en cinco de los once municipios del Urabá antioqueño: Apartadó, Chigorodó,
Mutatá, Necoclí y Turbo, siendo este último el municipio que más casos registro con 9.
Entre el 2015 y 2017 los casos por acto terrorista aumentaron de 1 a 8 casos y para el 2018
no hubo casos reportados. Nuevamente, esto podría explicarse a partir del acuerdo de paz
firmado con las FARC y al control que ejerce el Clan del Golfo en la región.

Tabla # 16 Víctimas registradas por actos terroristas, Urabá 2015-2018

ACTOS TERRORISTAS
URABÁ

2015 2016 2017 2018


Apartadó S.D 1 S.D S.D
Chigorodó S.D 2 S.D S.D
Mutatá 1 S.D S.D S.D
Necoclí S.D 1 1 S.D
Turbo S.D 2 7 S.D
TOTAL SUBREGIONAL 1 6 8 S.D
Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018
En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Amenazas

Las amenazas o intimidaciones son la forma más simple que tienen los grupos armados y
las bandas criminales de generar temor y tomar el control de una población. No siempre
son amenazas directas, por lo general son amenazas que involucran una alta carga de
violencia psicológica contra las víctimas. De acuerdo a la información de la Fiscalía, en el
Urabá antioqueño se registraron 759 casos de víctimas de amenazas entre el 2015 y el 2018:

87
|

Gráfico # 46 Víctimas registradas por amenazas, Urabá 2015-2018

224
208
185

142

2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018


En: https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

El gráfico muestra que desde el 2016 se ha presentado una disminución de casos.


Los municipios que más casos reportaron son Apartadó con el 34% del total de los casos,
Turbo con el 26%, Chigorodó con el 11% y Carepa con el 9%. Teniendo en cuenta el alto
número de amenazas registradas en esos cuatro municipios se entiende por qué también
reportan un alto número de casos por otros hechos victimizantes como la desaparición
forzada, el desplazamiento forzado, lesiones personales y homicidios. Por otro lado, algunos
municipios registran muy pocas víctimas en el cuatrienio por este hecho victimizante.

En Vigía del Fuerte se registraron 11, en San Juan de Urabá 4 y en Murindó solo se
registraron 3. Sin embargo, es importante señalar que este, como otros hechos
victimizantes, es un delito con un alto subregistro porque en muchos casos las víctimas
temen que una denuncia los ponga en un mayor peligro. En otros casos las víctimas
prefieren buscar solución con los mismos grupos armados y no con las autoridades
(Funcionario Público, Grupo focal, 2019).

Así como amenazas y agresiones a las labores realizadas por líderes y defensores de
derechos humanos, que se manifiestan en amenazas individuales dirigidas contra miembros
de la Comunidades y Asociaciones. Precisamente, aspectos relacionados con la restitución
de tierras han sido un factor de incremento de violencias sobre personas y líderes
reclamantes de tierras, así lo evidencian las amenazas y homicidios a líderes defensores de
estos procesos que, para el año 2018 contó con 19 agresiones, según la Mesa
Departamental de Garantías del Proceso Social de Defensores y Defensoras de DDHH.

88
|

En conclusión, la subregión es un territorio muy atractivo para los distintos grupos armados
y las bandas criminales porque es un punto estratégico para conectarse con otras
subregiones y departamentos, también es una salida al mar y se conecta directamente con
Panamá y el resto de Centroamérica. Además, las dificultades económicas y el abandono
por parte del Estado Colombiano han permitido que a lo largo del conflicto los grupos hayan
encontrado en el Urabá antioqueño un lugar de refugio y un territorio para desarrollar sus
diversas actividades económicas, legales e ilegales.

2.8 Valle de Aburrá

El Valle de Aburrá tiene una extensión de 1.152 km2, un 94 % de los 1.251 de extensión de
la cuenca del río Aburrá-Medellín, de estos 1.152 km2, 340 son suelo urbano y 812 son suelo
rural. Para el 2019 se tiene una proyección poblacional de 3.952.494 habitantes,
distribuidos en la zona urbana 3.773.140 habitantes y en el área rural 179.354. Medellín es
el lugar más poblado de la subregión con 2.549.537 habitantes, en densidad poblacional a
este municipio le siguen Bello e Itagüí, por su parte el de menor población Sabaneta con
55.220. Los habitantes del Valle de Aburrá están distribuidos en 10 municipios: Barbosa,
Bello, Caldas, Copacabana, Envigado, Girardota, Itagüí, La Estrella, Medellín y Sabaneta.

La subregión concentra una estructura de servicios, que ha reemplazado la vocación


industrial que la caracterizó durante el siglo XX. Pese a esto, la industria textil constituye
aún uno de los principales productos de exportación, así mismo, nutre la economía la
producción de químicos y alimentos, posee igualmente, una importante y consolidada
estructura de servicios de salud. Con todo esto, la industria, los servicios y el comercio
representan los principales renglones económicos.

Una característica fundamental de la subregión es la proximidad de sus municipios, dado su


progresivo crecimiento, esta realidad impacta de manera directa las relaciones sociales,
económicas y culturales de los municipios que la conforman, pues las dinámicas tanto de
desarrollo como de conflictividad social transitan entre los territorios y sus habitantes
creando redes complejas de difícil ruptura, lo que genera la necesidad de análisis y diseño
de acciones amplias de tratamiento para situaciones como el narcotráfico y las dinámicas
de violencia. En la actualidad, aunque la intensidad del conflicto ha disminuido, el arraigo
en el territorio de las prácticas delictivas asociadas al narcotráfico y las rentas ilícitas siguen
generando violaciones de derechos, de este modo vulneraciones como el homicidio no
cesan en la subregión que históricamente se ha caracterizado en el departamento por
generar el mayor número de víctimas, por el contrario, para los dos últimos años del periodo
de análisis el número de casos ha aumentado.

89
|

La violencia derivada de las economías ilícitas que desde la década de los 80 se instaló en la
ciudad de Medellín y los municipios del Valle de Aburrá con sus dinámicas económicas,
sociales y culturales puso a la subregión en el tope de vulneraciones a los derechos humanos
en el país; esta problemática territorial ha dejado un saldo de víctimas del conflicto armado
que según datos de la UARIV se concentra en tres municipios: Medellín, Bello e Itagüí;
además estos lideran las cifras de victimización pues como lo señalan los reportes de la
Policía y Fiscalía, dichos municipios puntean en homicidios, desaparición forzada, lesiones
personales y violencias sexuales en la subregión.

Las estructuras criminales que ejercen violencia en el Valle de Aburrá se concentran en dos
grandes poderes: La Oficina y El Clan del Golfo. En Medellín hacen presencia
aproximadamente 350 bandas, que han sido reconocidas por la Policía y la Alcaldía de
Medellín. De estas aproximadamente el 85% pertenecen a La Oficina agrupadas en los
Grupos Delictivos Organizados (GDO). Por otro lado, de las bandas existentes en Medellín,
hacen presencia en el municipio de Bello: San Pablo, Soto, Los Triana (estos últimos aliados
del Clan del Golfo), pero en Bello también se reconocen los grupos: Pachelly, Niquía
Camacol, los Chatas, la Camila, además de varios grupos que más pequeños que controlan
también el microtráfico.

Hechos victimizantes

En los siguientes apartados de la Subregión se dará cuenta para los años 2015 a 2018 del
registro de homicidios, violencia interpersonal, desaparición forzada y presuntos delitos
sexuales, cifras discriminadas por año, llamando la atención el aumento en la cifras de
homicidio y presuntos delitos sexuales en los municipios que como se mencionó encabezan
las listas de víctimas (Medellín, Bello e Itagüí), en cuanto a la desaparición forzada Medellín
fue el municipio que experimentó un aumento en los casos reportados en el periodo
revisado.

Es pertinente para evidenciar la situación de vulneración sobre todo de la ciudad de


Medellín, las Alertas Tempranas presentadas para el 2018, N° 41 – 2018. Sobre los
habitantes de los corregimientos de Altavista y San Antonio de Prado y la Comuna 16 por
incremento de hechos victimizantes en el primer trimestre del 2018, especialmente:
homicidios selectivos, homicidios múltiples, desplazamiento forzado, amenazas,
enfrentamientos armados con interposición de población civil, desaparición forzada,
reclutamiento, uso y utilización de NNA y extorsión. Estos hechos victimizantes son

90
|

imputados a estructuras ilegales, Clan del Golfo y La Oficina, que se han enfrentado por el
control de economías ilícitas y los corredores de movilidad.

También la alerta N° 059-18., allí se ponen sobre la mesa las actuaciones en las comunas 12
(La América) y Comuna 13 (San Javier).

El escenario de riesgo para la población civil de estas comunas, se origina en la


confrontación armada de varias estructuras locales por el control territorial, tanto de la
población como de las rentas ilegales y corredores de movilidad. La disputa territorial entre
estructuras armadas ilegales obedece a un continuum en la confrontación armada, además
de los acomodos a los que se ven obligados luego de las capturas.

De este modo, los hechos delictivos que más víctimas reportan al registro durante el
periodo de análisis son el desplazamiento forzado (12.026 personas), el homicidio (3.163
personas), las lesiones personales (33.491) y los delitos contra la libertad y la integridad
sexual (7.498 personas) para un total de 56.178 víctimas, si bien hay hechos victimizantes
con menos número de víctimas es necesario llamar la atención sobre ellos por el impacto
que tienen sobre la población civil y por ser utilizados por los grupos armados ilegales como
estrategia de control social y control territorial estos serían las amenazas y la desaparición
forzada, pese a esto es importante considerar el subregistro para dichos hechos
victimizantes.

Homicidio

La tendencia en el aumento de homicidios en El Valle de Aburrá se ha sostenido en todo el


periodo, sobre todo en los últimos meses del 2018. Siendo Medellín el municipio con la
cifra más alta, registrando 754 homicidios en 2015 y 865 en 2018. Medellín, Bello, Itagüí y
Caldas son los municipios que siguen en número de víctimas.

Grafico # 38 Víctimas registradas por homicidios, Valle de Aburrá 2015-2018

91
|

880 865
860
840
820 802
800
780
754
760 742
740
720
700
680
2015 2016 2017 2018

Fuente: Policía. Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018

Desaparición Forzada

Durante el periodo 2015-2018 se presentaron en el Valle de Aburrá una sumatoria de 368


víctimas por desaparición forzada. Considerando el alto subregistro de este hecho
victimizante, preocupan los reportes de Medellín, que representa el 74% y Bello con el 12%
de los casos. Le siguen en número de registros Itagüí (12 víctimas), Barbosa (11),
Copacabana (9), Sabaneta y Envigado (5 víctimas cada una), La Estrella (3) y Caldas (2) para
el cuatrienio (Fiscalía General de la Nación, 2018). De todo el periodo el año con menos
registros es el 2018 que presenta 44 víctimas, sobre todo si se compara con el 2015 que
tenía 129 personas desaparecidas en las cifras oficiales.

Secuestro

De acuerdo a los datos expuestos por Fiscalía General de la Nación (2018), para el cuatrienio
los 3 municipios que se han venido perfilando como los que mayores hechos victimizantes
y vulneraciones presentan en la subregión, también tienen el mayor número de víctimas
con un total de 388 víctimas por secuestro simple o extorsivo. Cabe resaltar que durante el
2018 sólo se reportaron 47 casos, siendo la cifra más baja en todo el periodo de análisis,
considerando que estaba en 2015 (141 personas), 2016 (89) y 2017 (111).

Desplazamiento Forzado

En lo que concierne al desplazamiento forzado ha habido una tendencia decreciente del


2015 al 2018, teniendo una reducción de 2015 a 2016 de 2.132 víctimas; pese a esto en
2017 aumentan de nuevo 439 casos con relación al año anterior, para finalmente en 2018
terminar con 576 casos menos, es decir con 2.261, tal como se ve en el gráfico. El descenso

92
|

es evidente, y se debe considerar que el impacto que generan la mayoría de subregiones


que tenían presencia de las FARC se ha reflejado en el comportamiento de este hecho en la
subregión, toda vez que Medellín se ha concentrado históricamente como un municipio
altamente receptor de población desplazada a la vez que también es expulsor.

Gráfico # 39 Víctimas por desplazamiento forzado, Valle de Aburrá 2015-2018


5000 4530
4500
4000
3500
2837
3000
2398 2261
2500
2000
1500
1000
500
0
2015 2016 2017 2018

Fuente: Registro Único de Víctimas (RUV), Desplazamiento personas. Fecha de corte: 01


de enero de 2019. En: https://www.unidadvictimas.gov.co/es/registro-unico-de-victimas-
ruv/37394

Despojo y abandono forzado de tierras

Las cifras presentadas por la Unidad de Restitución de Tierras son a partir del 2011, y
corresponde a la Ley 1448 del mismo año. A continuación, se presentan el número de
solicitudes, número de predios y número de titulares, tal como se evidencia en la tabla. De
allí, Medellín (984), Bello (169), Barbosa (46) y Girardota (42) son los municipios con más
número de solicitudes. Resaltan los casos de Sabaneta para lo cual no hay datos, Envigado
(9) y La Estrella (9) siendo estos últimos los municipios donde menos solicitudes se
presentan, además de que el número de solicitudes, de predios y titulares es homogéneo y
reducido. En términos generales las cifras por número de solicitudes son superiores a las
otras dos variables, por lo que se intuye serias dificultades en los procesos y garantías para
quienes fueron despojados.

Tabla # 14 Estadística sobre restitución de tierras, Valle de Aburrá desde el 2011

VALLE DE ABURRÁ ESTADÍSTICA RESTITUCIÓN DE TIERRAS

93
|

NÚMERO DE
SOLICITUDES
NÚMERO DE PREDIOS NÚMERO DE TITULARES
Barbosa 46 42 24
Bello 169 132 106
Caldas 14 11 9
Copacabana 17 15 17
Envigado 9 9 9
Girardota 42 35 17
Itagüí 29 27 19
La Estrella 9 9 6
Medellín 984 887 756
Sabaneta S.D S.D S.D
TOTAL SUBREGIONAL 1319 1167 963
Fuente: Unidad de Restitución de Tierras (UTR). Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018.

En cuanto a sentencias de restitución de tierras, dentro de la información registrada no


aparece ninguna sentencia para los predios que se relacionan en la tabla anterior.

Lesiones personales

Esta vulneración, como se observa en el gráfico, tuvo una disminución importante en el


periodo de análisis, pese al pico que se experimentó en 2017 con relación a la baja de 2016.
Los municipios que más registraron lesiones personales durante todo el periodo de análisis,
de mayor a menor número de casos son: Medellín (24.500), Bello (3.128) e Itagüí (1.563),
que representaron el 87% de estos hechos para el 2018, es importante considerar que para
la mayoría de hechos que se siguen en este informe, los tres municipios presentan el mayor
número de vulneraciones, situación que se relaciona estrechamente con las dinámicas de
control territorial que ejercen los grupos armados ilegales.

Gráfico # 40 Víctimas registradas por lesiones personales, Valle de Aburrá 2015-2018

94
|

12000
9809
10000 9211
8694

8000

5777
6000

4000

2000

0
2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018 En:


https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

En los últimos tres años se han presentado lesiones con agentes químicos, ácido o
sustancias similares, situación que no se tenía registrada para el periodo 2015.

Delitos contra la libertad y la integridad sexual

Los delitos sexuales son un fenómeno con altos índices de subregistro, que continúa
presentándose, pese a que como se ve en el gráfico ha tenido una baja en el número de
casos, es difícil constatar si así mismo disminuye su ocurrencia. Más adelante en el apartado
sobre trata de personas se ilustrará que las dificultades para tipificar el delito y comprobar
los casos son un problema al cual se enfrentan las instancias de justicia. Si bien las cifras son
parciales, el Valle de Aburrá cuenta con una sumatoria para el cuatrienio de 7.498 casos,
resaltando problemáticamente a Medellín, con 5.578 denuncias, seguido por Bello con 736
víctimas. Considerando los totales subregionales, no hay una tendencia clara por anualidad
que dé cuenta de la disminución, por cuanto en el cuatrienio el comportamiento es
irregular. Se resalta de nuevo la preponderancia de Medellín y Bello como lugares de mayor
riesgo para las personas.

Gráfico # 41 Víctimas registradas por delitos sexuales, Valle de Aburrá 2015-2018

95
|

2500
2190 2141

2000
1770

1500 1397

1000

500

0
2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018 En:


https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

Amenazas

Frente a esta vulneración es importante resaltar que viene en descenso, pese a que también
se cuenta con subregistro, toda vez que las mismas dinámicas del conflicto y la presencia
de actores armados ilegales con fuerte poder en las comunidades afecta la denuncia. No
obstante, según la Fiscalía y como se ve en el gráfico del 2015 al 2018 se presentan 170
casos menos, así mismo vale la pena aclarar que en el 2018 se presentaron amenazas en
contra de 10 defensores y defensoras de derechos humanos en los municipios de Medellín
(7), Bello (1), Envigado (1) y Girardota (1) (Mesa Territorial de Garantías, 2018).

Gráfico # 42 Víctimas registradas por amenazas, Valle de Aburrá 2015-2018


700 656
608
600
510
486
500

400

300

200

100

0
2015 2016 2017 2018

Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018 En:


https://www.fiscalia.gov.co/colombia/gestion/estadisticas/

96
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3. SUJETOS DE ESPECIAL PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL

Debido al contexto social del país y a los compromisos con los derechos humanos adquiridos
desde el ámbito internacional, se ha avanzado en el reconocimiento de los “sujetos de
especial protección”, con relevancia sobre todo desde la Constitución Política de 1991, por
lo que al Estado le corresponde avanzar en acciones afirmativas y efectivas para la
protección y garantía especial de estos grupos poblacionales y sus derechos, en aplicación
del principio de derecho a la igualdad de oportunidades y la no discriminación (Bernal y
Padilla, 2018). Estos sujetos se clasifican de la siguiente manera: mujer y género, población
LGBTI, niños, niñas y adolescentes, adultos mayores, víctimas del conflicto armado,
indígenas, afrodescendientes, población en condición de discapacidad, y campesinos.

En el presente apartado se hace una aproximación a la situación y goce efectivo de derechos


de las mujeres, niños, niñas y adolescentes, adultos mayores, población LGBTI, población
indígena y población afrodescendiente, ya que los demás grupos se abordan en otros de
los apartes que comprenden el diagnóstico.

Mujeres

Antioquia adoptó la política pública de mujeres mediante la Ordenanza No. 14 del 24 agosto
de 2015 y cambió el nombre de la Secretaría de Equidad de Género por el de Secretaría de
las Mujeres de Antioquia. Durante el año 2018 se realizó la actualización de la política
pública, la cual se encuentra en proceso de sistematización y validación final.

La situación de las mujeres en Antioquia refleja las brechas de género que aún persisten en
educación, autonomía económica, participación política, seguridad pública, salud y
violencias de género, todas ellas desfavorables. Esto se ve reflejado en el débil proceso de
incorporación del enfoque de género en las políticas públicas, dada la priorización de otras
problemáticas; la débil inclusión de esta perspectiva en el modelo educativo, por la no
incorporación de contenidos curriculares que fomenten la igualdad, libertad y autonomía
de hombres y mujeres en el marco de los derechos humanos, y la insuficiente capacitación
a docentes sobre el enfoque de género en la educación, que reproducen inequidades y
estereotipos discriminatorios. La baja autonomía económica de las mujeres prevalece
debido a la feminización de la pobreza y al poco acceso a programas de formación para el
empleo; así como la violencia y discriminación contra las mujeres, da cuenta de la poca
transformación en los imaginarios culturales que reafirman las conductas patriarcales y las
barreras que encuentran las víctimas de violencias de género y del conflicto armado para

97
|

acceder a una atención estatal integral; finalmente, la baja participación de las mujeres en
espacios políticos y sociales continúa a causa de los bajos niveles de formación política,
débiles procesos asociativos, poco reconocimiento y valoración del aporte de las mujeres al
desarrollo.

Tabla # 17 Proyección poblacional por hombres y mujeres, Antioquia 2015 y 2018


PROYECCIÓN POBLACIONAL
ANTIOQUIA 2015 2018
H M Total H M Total
Bajo Cauca 150000 149527 299527 159719 159141 318860
Magdalena Medio 59220 56442 115662 61776 59029 120805
Nordeste 95786 90748 186534 98418 92971 191389
Norte 131121 127936 259057 134683 131463 266146
Occidente 199924 96431 199924 103460 96263 199723
Oriente 292896 289456 582352 299233 295797 595030
Suroeste 192337 184631 376968 192916 184745 377661
Urabá 333332 325934 659266 359521 352166 711687
Valle de Aburrá 1796692 1980317 3777009 1860594 2049135 3909729
TOTAL DEPARTAMENTAL 3.251.308 3.301.422 6.456.299 3.270.320 3.420.710 6.691.030
Fuente: DANE, proyección poblacional 2015-2020

Considerando la proyección poblacional del DANE, para los años 2015 y 2018 hay una
distribución de género equitativa para todas las subregiones que conforman el
departamento. Las mujeres representan, para ambas anualidades entre el 49% y 52% de la
población en las subregiones. Según el Observatorio de Asuntos de Mujer y Género (2018),
las mujeres tienen mayor esperanza de vida, sin embargo, estos años adicionales por lo
general no están acompañados de buena salud; por el contrario, factores sociales como la
violencia, la pobreza y la discriminación hacen que las mujeres no puedan gozar plenamente
de sus buenas condiciones y calidad de vida. Entre las principales enfermedades de las
mujeres y que aumentan su mortalidad, se encuentran el cáncer de cérvix y el cáncer de
mama. Para el último año, el departamento de Antioquia informó que, entre estas dos
enfermedades, la mayor mortalidad registrada fue por cáncer de mama, donde se
reportaron 15 casos por cada 100.000 mujeres, tal como se ve en el siguiente gráfico.

Gráfico # 48 Tasa de mortalidad por cáncer de cérvix y mama por subregiones

98
|

25,0 19,6
Tasa por 100 mil mujeres

20,0 14,5 15,3


14,3
15,0 12,0
8,6 9,3 9,2
10,0 7,0 7,3 5,4 5,4 5,4 5,5 5,6
4,5 4,6 4,6 3,7
5,0 1,9
0,0

CERVIX MAMA

Fuente: Observatorio de Asuntos de Mujer y Género, Gobernación de Antioquia, 2018

También se pudo advertir que seis de las nueve subregiones del departamento presentaron
mayores números de casos en mortalidad por cáncer de mama, dos más tuvieron la misma
tasa de mortalidad por cáncer de cérvix y cáncer de mama. Magdalena Medio, Occidente y
Urabá presentan las tasas más altas en cáncer de cérvix. Indudablemente las acciones de
prevención y promoción contribuyen directamente en la detección temprana, bien sea para
ser evitadas o para mejorar la calidad de vida durante la enfermedad.

Otro aspecto que sobresale es el embarazo en adolescentes, este se concibe como un


problema social y de salud pública, sancionado social y culturalmente, el cual sigue siendo
uno de los principales factores que contribuyen a la mortalidad materna e infantil y a la
continuidad de un círculo de enfermedad y pobreza. Este fenómeno es más probable en
comunidades pobres, rurales y poco instruidas en derechos y aspectos de la salud, como se
ve a continuación (*Los valores positivos en la casilla de variación indican aumento, los
negativos indican reducción).

Tabla # 18 Embarazos en Niñas y Adolescentes, Antioquia 2015-2017


Variación de la tasa
2015 2016 2017
SUBREGIÓN 2015 - 2017*
10 a 14 15 a 19 10 a 14 15 a 19 10 a 14 15 a 19 10 a 14 15 a 19
Bajo Cauca 144 1.302 114 1.368 134 1.459 -0,7 9,1
Magdalena Medio 29 358 26 373 19 356 -2 0,8
Nordeste 44 702 45 671 45 681 0,1 0
Norte 33 847 36 797 46 806 1 -1,3
Occidente 32 707 39 688 41 660 1,2 -1,5
Oriente 40 1.457 38 1.507 55 1.393 0,6 -0,6
Suroeste 60 1.090 60 1.074 68 929 0,5 -7,3

99
|

Urabá 229 2.926 210 2.826 227 3.006 -0,1 0,3


Valle de Aburrá 383 8.224 343 7.632 297 6.888 -0,7 -8,3
Total departamento 994 17.613 911 16.936 932 16.178 -0,3 -4,2
Fuente: Observatorio de Asuntos de Mujer y Género, Gobernación de Antioquia, 2018

La tasa de embarazo en niñas de 10 a 14 años en el departamento muestra una reducción


de 0,3 en 2017 con respecto a 2015; para estos mismos años la tasa de embarazo en
mujeres de 15 a 19 años disminuyó en 4,2 embarazos por cada 1.000 mujeres en ese rango
de edad. Magdalena Medio, presentó la mayor disminución en la tasa de embarazos en
niñas de 10 a 14 años en 2017 comparado con 2015 (3,7 y 5,7 respectivamente, por cada
mil niñas), mientras que Occidente presentó el mayor incremento en este mismo periodo.
Por su parte, Valle de Aburrá y Suroeste presentaron las mayores disminuciones en las tasas
de embarazos en mujeres de 15 a 19 años de edad en 2017, comparado con 2015 (8,3 y 7,3
respectivamente, por cada 1.000 mujeres en ese rango de edad).

En cuanto a la mortalidad materna, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la


Salud (OMS), cada día mueren aproximadamente 830 mujeres por causas prevenibles
relacionadas con el embarazo y el parto7. Un 99% de la mortalidad materna corresponde a
los países en desarrollo, principalmente en zonas rurales y entre las comunidades más
pobres. Durante el 2017 el departamento de Antioquia registró 23 defunciones maternas,
generando una tasa de 30 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos, por
complicaciones relacionadas con el embarazo, el parto o el puerperio. A continuación, se
presenta la tasa de mortalidad materna por subregión en Antioquia para el año 2017.

Gráfico # 49 Tasa de Mortalidad Materna por Subregión en Antioquia, 2017

7
Para ampliar información, ver Organización Mundial de la Salud (OMS). Disponible en:
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs348/es/

100
|

Fuente: Observatorio de Asuntos de Mujer y Género, Gobernación de Antioquia, 2018

En comparación con otras mujeres, las jóvenes adolescentes corren mayor riesgo de
complicaciones y muerte por consecuencia del embarazo. La meta de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible es reducir la razón de mortalidad materna (RMM) mundial a menos
de 70 por 10 mil nacidos vivos entre 2016 y 2030. El Protocolo de vigilancia epidemiológica
de la mortalidad materna –PAHO (2016) sostiene que en Colombia la probabilidad de morir
por una causa materna durante la vida reproductiva de una mujer es de 1 en 460 mujeres8.

Finalmente, en lo que respecta al derecho a la vida, entre 2016 y 2017 los asesinatos de
mujeres en Antioquia aumentaron en 40 casos, pasando de 126 a 166. En cuanto al año
2017, se registró un aumento de asesinatos de mujeres en las subregiones del Urabá,
Suroeste y Valle de Aburrá, teniendo en cuenta que en Bajo Cauca y Nordeste el aumento
fue considerablemente alto: 3,12 y 6,47 casos por cada 100.000 mujeres respectivamente.

La Organización Mundial de la Salud (2016) sostiene que “a nivel mundial,


aproximadamente el 38% de los asesinatos que ocurren en las mujeres son cometidos por
sus parejas masculinas; en comparación, sólo el 6% de los homicidios en los hombres son
cometidos por sus parejas femeninas. Sin embargo, hay grandes variaciones en las tasas de
homicidio entre las regiones” (Observatorio de Asuntos de Mujer y Género, 2018).

8
Recurso digital disponible en
http://iris.paho.org/xmlui/bitstream/handle/123456789/33712/9789275319338-spa.pdf ¿Esto no va en las
referencias, en vez de un pie de página?

101
|

Entre los años 2015 - 2016 en siete de las nueve subregiones se presentó disminución en la
tasa de asesinatos de mujeres o presuntos feminicidios en el departamento. En el gráfico
que se presenta a continuación se registra la tasa de asesinatos de mujeres por cada 100
mil habitantes.

Grafico # 50 Tasa de asesinatos de mujeres según subregiones de Antioquia, 2015-2017

Fuente: Observatorio de Asuntos de Mujer y Género de la Gobernación de Antioquia con


información del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2018

Un aspecto a resaltar, tanto dentro de los feminicidios como de las agresiones contra las
mujeres, es que los presuntos agresores han sido en mayor proporción su pareja, expareja
y agresor desconocido. Adicionalmente, según el Instituto Nacional de Medicina Legal y
Ciencias Forenses, Antioquia es el segundo departamento de Colombia con mayor número
de casos (5.395) de violencia de pareja registrados en el año 2017, de los cuales el 85% de
las víctimas fueron mujeres, esto se traduce en una tasa de 159,61 casos por cada 100.000
mujeres y 30,90 por cada 100.000 hombres. Además, conforme a los reportes de la misma
fuente, la tasa de violencia de pareja contra la mujer presentó un incremento entre 2015 y
2017 de 13,6 puntos, lo que equivale a que en Antioquia cada día en promedio 14 mujeres
fueron violentadas por su pareja (Observatorio de Asuntos de Mujer y Género, 2018).

Niños, Niñas y Adolescentes (NNA)

El deber de la sociedad y los entes gubernamentales es velar para que todos los Niños, Niñas
y Adolescentes (NNA) estén en igualdad de condiciones, puedan disfrutar de los derechos a
la vida, la educación, la salud, la nutrición, la recreación, el deporte, la cultura, el agua limpia
y la sanidad y estén libres de todo tipo de violencias y maltratos, es decir puedan vivir sus
vidas desde la dignidad, el querer y el respeto.
102
|

No obstante, el contexto social exige la necesidad de resaltar aspectos estructurales que


inciden en la generación de riesgos y vulneraciones a los NNA y jóvenes. Factores como la
pobreza, la violencia cotidiana, el conflicto interno armado, el narcotráfico y los cultivos
ilícitos aportan a la generación de delitos como la trata de personas, fenómeno complejo
de evidenciar, y las violencias sexuales y utilización de NNA con fines de lucro tanto en casos
de explotación desde el propio entorno familiar, como por parte de grupos armados
ilegales.

A nivel general, como elemento de contexto de la situación de violencia sexual contra los
NNA en el departamento, se presentan los Datos Abiertos de la Fiscalía General de la
Nación, desde donde se hace un registro detallado por hechos delictivos. En esta base de
datos se consultaron los delitos sexuales en menores, filtrándose por rangos etarios
(primera infancia 0-5, infancia 6-11, adolescente 12-14, adolescente 15-17 y sin dato), año
del hecho (2015,2016, 2017 y 2018), cantidad de víctimas y subregión, agrupada por los
municipios correspondientes.

Como se ve en la siguiente tabla la subregión de Valle de Aburrá es la que más casos


presenta para todo el periodo analizado, con una reducción de 544 casos en 2018 con
relación al 2017; seguido se encuentra el Oriente antioqueño donde para todos los años
analizados se evidencia una estabilidad en el número de casos, es decir, ni los aumentos ni
las bajas de casos son destacables, finalizando el 2018 con 172 casos; en tercer lugar de
ocurrencia de delitos contra menores está el Suroeste que cerró el 2018 con 97 casos, es
decir, 57 menos que el 2017. Llama la atención que tanto en 2015 como en 2017 se
presentan el mismo número de casos en el registro de la Fiscalía.

Tabla # 19 Delitos sexuales contra niños, niñas y adolescentes por subregión, Antioquia
2015-2018
DELITOS SEXUALES CONTRA MENORES
SUBREGIÓN
2015 2016 2017 2018
BAJO CAUCA 71 75 102 52
MAGDALENA MEDIO 56 44 54 33
NORDESTE 68 63 65 30
NORTE 100 78 97 56
OCCIDENTE 106 104 88 56
ORIENTE 167 206 207 172
SUROESTE 169 135 154 97
URABÁ 175 147 164 87
VALLE DE ABURRÁ 1543 1230 1524 980

103
|

TOTAL DEPARTAMENTO 2455 2082 2455 1563


Fuente: Fiscalía, Datos abiertos. Fecha de corte: 10 de septiembre de 2018

De acuerdo a los análisis realizados, los casos más abundantes de violencia sexual son
ejercidos sobre NNA (la pedofilia y el abuso sexual intrafamiliar), seguido de la violación a
mujeres. El agresor sexual no es necesariamente un desconocido para la víctima; en
ocasiones es precisamente su cercanía cotidiana la que facilita un determinado grado de
confianza que deriva en la imposición de algún tipo de relación. Esta condición sugiere la
posibilidad de una violencia encubierta debido a actitudes de vergüenza o de temor a
represalias por parte de la víctima, lo que redunda en un bajo registro de denuncias y lo
convierte en un delito complejo de rastrear.

En lo que tiene que ver con exámenes médico legales por presunto delito sexual,
discriminando por grupo de edades (0 – 4 años, 5 – 9 años, 10 – 14 años, 15 – 19 años), se
observa que durante el año 2017 de los 23.798 casos registrados por Medicina Legal, 21.294
hacen referencia a violencias ejercidas a NNA entre los 0 a los 19 años, y que de allí 18.125
corresponden a mujeres y 3.169 a hombres.

Tabla # 20 Exámenes médico legales, por edad y género 2017

Edad
Hombres Mujeres Total
0a4 599 2.049 2.648
5a9 1.211 4.362 5.573
10 a 14 1.026 8.720 9.746
15 a 19 333 2.994 3.327
20 a 29 122 1.414 1.536
30 a 39 48 491 539
40 a 49 19 220 239
50 a 59 16 107 123
60 a 69 4 28 32
70 a 79 1 15 16
80 y más 0 19 19
TOTAL 3379 20.419 23.798
Fuente: Instituto Nacional de Medicina Legal, 2017

Cuando la familia no garantiza las condiciones necesarias para la crianza y el desarrollo en


esta etapa inicial de la vida, se convierte en lo contrario de un entorno protector, es decir,
un ambiente que puede llegar a propiciar el abandono y la exposición de niños y niñas a
contextos violentos que pueden incluir situaciones de abuso físico y sexual, y en general,
contextos no adecuados para su crecimiento. Por este motivo, la prevención, la detección

104
|

temprana, la protección y el apoyo de los padres hacia los niños y niñas, son fundamentales
para no permitir círculos de violencia y vulneraciones graves de los derechos de los NNA.

Relacionando las cifras discriminadas por rango de edades de exámenes médico legales por
delito sexual y la incidencia de la familia como uno de los entornos de mayor vulneración,
de acuerdo a lo que indica el porcentaje de ocurrencia de casos en las viviendas, deben
hacer pensar sobre la urgencia de una mayor prevención a nivel familiar.

Tabla # 21 Exámenes médico legales de delito sexual por parentesco en Colombia, 2017
Parentesco Hombres Mujeres Total
Familiar 1.304 8.619 9.923
Abuelo (a) 104 728 832
Cuñado (a) 8 198 206
Familiar 123 806 929
Hermano (a) 139 374 513
Hijo (a) 2 7 9
Madrastra 15 4 19
Madre 21 31 52
Nieto (a) 0 2 2
Padrastro 156 2.621 2.777
Padre 206 1.698 1.904
Primo (a) 293 852 1.145
Sobrino (a) 3 16 19
Suegro (a) 1 5 6
Tío (a) 233 1.263 1.496
Yerno 14 14
Fuente: Instituto nacional de Medicina Legal, 2017

En cuanto a la distribución por tasas de los casos de violencia, por su naturaleza o


categoría, en Antioquia para el año 2017 fue de 70,5 víctimas de presuntos delitos
sexuales por cada 100.000 habitantes, frente a 54,6 violencias sexuales por cada 100.000
habitantes para el año 2016, lo que implica un incremento de las violencias. Seguido se
encuentra la violencia física con 105,2; en menor medida la violencia psicológica 21,5 y la
negligencia y abandono 12,8.

Gráfico # 50 Naturaleza o tipo de violencia

105
|

Fuente: Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública -SIVIGILA, 2016

Según datos de la Fiscalía, los casos de víctimas de violencia sexual se presentan


principalmente en los siguientes delitos:
- Acceso carnal abusivo con menor de 14 años
- Acceso carnal violento
- Acoso sexual
- Acto sexual violento
- Actos sexuales con menor de 14 años
- Acceso carnal o acto sexual abusivo con incapaz de resistir
- Acto sexual violento con menor de 14 años
- Pornografía con menores
- Proxenetismo con menor de edad
- Utilización o facilitación de medios de comunicación para ofrecer actividades sexuales con
menores de 18 años
- Inducción a la prostitución
- Constreñimiento a la prostitución
- Acceso carnal violento agravado con menor de 14 años

Población en condición de discapacidad

Antioquia tiene una política pública de discapacidad e inclusión social desde el año 2015 y
vigente hasta 2025, orientada a la plena inclusión de las personas con discapacidad- PcD-,
para garantizar el ejercicio efectivo de sus derechos. Es la base para la planeación y
ejecución de todas las acciones a nivel departamental, orientadas al goce efectivo de
derechos de las PcD, su comunidad, sus familias y cuidadores.

106
|

La política enfatiza en el desarrollo de las capacidades de las PcD en todo el ciclo vital,
teniendo en cuenta condiciones diferenciales de edad, género, etnia, orientación sexual,
afectación por hechos victimizantes y otras vulnerabilidades. Fundamentados en la premisa
de que la discapacidad es un fenómeno multidimensional, se soporta en tres marcos de
referencia para la acción: Protección social, orientado a la persona; Compensación y
cohesión social, orientado a la familia y comunidad local; y Equiparación para el desarrollo,
orientado a la sociedad en general.

Adultos Mayores

El Departamento de Antioquia cuenta con una Política Pública de Envejecimiento y Vejez,


adoptada mediante la Ordenanza N° 48 del 4 de diciembre de 2014, y su Decreto
reglamentario D201500002034. La política tiene enfoque de derechos, diferencial y
preferencial, con mecanismos de participación, con el objetivo de tener una gestión
coordinada que dé respuesta a las necesidades de la población adulta mayor y fomente el
envejecimiento activo y saludable de la población. Así mismo, el Plan Decenal de Salud
2012-2021 hace referencia en la dimensión transversal de gestión diferencial de
poblaciones vulnerables, buscando reconocer el impacto del envejecimiento poblacional
como fenómeno irreversible, que debe ser tratado con efectividad y promoviendo la
participación y atención integral de la población mayor, que incluyan garantías de
protección social. Es importante tener en cuenta que el envejecimiento es uno de los
fenómenos poblacionales que plantean mayores retos al Estado.

La política pública cuenta con cuatro ejes de intervención: 1) promoción y garantías de los
derechos humanos de las personas mayores; 2) protección social integral; 3)
envejecimiento activo; y, 4) Formación de talento humano e investigación.

Población LGTBI

El Gobierno Nacional, mediante el Decreto 762 de 2018, formuló la Política Pública para la
garantía del goce efectivo de derechos de las personas que hacen parte de los sectores
sociales LGBTI y de personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas.
Su base es el reconocimiento de la igual dignidad de todas las personas LGBTI y de sus
derechos inalienables. En consecuencia, promueve y alienta el goce efectivo de derechos y
libertades, mediante la adopción de medidas, mecanismos y desarrollos institucionales
encaminados a materializar progresivamente el derecho a la igualdad, la no discriminación
y los demás derechos.

107
|

Los objetivos de la política pública para el sector LGBTI están dirigidos a la promoción y
garantía de derechos civiles y políticos, a garantizar el ejercicio efectivo del derecho a la
participación por parte de los sectores LGBTI y a la promoción y garantía de los derechos,
económicos, sociales y culturales, con énfasis en los derechos a la salud, educación, trabajo,
vivienda, recreación, deporte y cultura.

El departamento de Antioquia aún no cuenta con una política pública para el sector LGBTI.
En contextos territoriales de comunidades indígenas, afrodescendientes y especialmente
rurales, donde la realidad social del sector LGBTI es más difícil que en contextos urbanos.

Población Indígena

La Corte Constitucional emitió el Auto 004 de 2009, referente a la protección de derechos


fundamentales de personas indígenas desplazadas por el conflicto armado en el marco de
superación del estado de cosas inconstitucional declarado en sentencia T-025 de 2004. Este
auto dispone la implementación y aplicación del enfoque étnico para la salvaguarda de los
derechos de los pueblos indígenas de Colombia en el marco del conflicto armado. Antioquia
cuenta con una política pública para reconocer y garantizar el ejercicio de los derechos de
los pueblos indígenas del departamento, adoptada por la Asamblea Departamental
mediante la Ordenanza 034 de 2004. Esta política pública se encuentra en proceso de
actualización.

En el departamento habitan los pueblos nativos Embera, Gunadule (Kuna Tule) y Senú
(Zenu). Están ubicados en 31 municipios de las subregiones de Urabá, Occidente, Suroeste,
Norte, Bajo Cauca, Nordeste y Magdalena Medio y se organizan según etnia y subgrupo en
193 comunidades y 51 resguardos. Estas comunidades étnicas poseen tradiciones culturales
propias y un importante acervo de conocimientos, sin embargo, existen condiciones de
marginalidad y pobreza muy altas en sus territorios.

Diversos factores determinan que la población indígena no logre el goce efectivo de sus
derechos, entre estos el contexto de conflictividad que atraviesan las subregiones,
marcadas por la presencia de actores armados ilegales y procesos de extracción de recursos
que van en contravía de sus planes de vida y cosmovisión. Entre las principales dificultades
de carácter histórico se cuenta la falta de satisfacción de sus requerimientos alimentarios
que, dependiendo de ciertas dinámicas ambientales, culturales y sociales presentan
situaciones de afectación nutricional grave entre la población infantil, asociadas por ende a
la salud. Esta situación conlleva a que cada vez se establezca una mayor dependencia de la
población, con relación a los subsidios que los programas estatales realizan para mitigar la

108
|

malnutrición infantil, de grupos escolarizados y de mujeres en edad reproductiva


(Gobernación de Antioquia, 2015).

Así mismo, los indígenas continúan expresando su preocupación por los macro-proyectos y
la minería ilegal en territorios ancestrales, pues se generan conflictos sociales y culturales
que afectan el tejido comunitario y las fuentes hídricas, como ocurre con el río Nechí, en
Puerto Claver y Zaragoza. De igual modo, según la Organización Indígena de Antioquia, el
conflicto armado y la poca respuesta institucional continúa generando desplazamientos
forzados, situaciones de confinamiento, ataques indiscriminados, enfrentamientos
armados, asesinatos y amenazas, hechos sistemáticos que se registran y afectan a la
población civil y en especial la población indígena. En lo corrido del año 2018, han sido
asesinados cinco indígenas en la zona, y otras 5.000 personas se han visto vulneradas por
causa de este conflicto armado en los municipios de Tarazá, Cáceres, Caucasia, El Bagre,
Zaragoza, Nechí y Valdivia (OIA, 2018).

Población Afrodescendiente

Antioquia cuenta con una política pública para reconocer y garantizar los derechos de las
comunidades negras o afrodescendientes del departamento, que fue adoptada mediante
Ordenanza 010 del 25 de mayo de 2007. Con esta política pública se pretende garantizar los
derechos de las comunidades negras o afrodescendientes contenidos en la Constitución y
la ley. Adicionalmente, se busca focalizar, identificar e incrementar el acceso de esta
población a los programas sociales del Estado, de tal manera que se generen mayores
oportunidades para alcanzar los beneficios del desarrollo y mejorar sus condiciones de vida,
a través de la implementación de acciones afirmativas.

Uno de los principales detonantes del conflicto es la tenencia y titulación de la tierra, que a
partir de los históricos procesos de tenencia informal y procesos ilegales ha generado
disputas entre diferentes actores, viéndose afectadas las comunidades étnicas. En ese
sentido, vale la pena referir que dentro de los procesos de titulación colectiva de
comunidades negras de Antioquia que se tramitaron entre 1997 y 2011, resultaron 14
títulos colectivos que representan más de 240.000 hectáreas adjudicadas a comunidades
negras. Si bien están en jurisdicción de 11 municipios pertenecientes a 6 subregiones del
departamento, una vez se mapean todos los territorios colectivos resulta evidente que se
concentran en tres zonas específicas: 1) la zona de influencia de la cuenca media del río
Atrato, 2) el golfo de Urabá, y 3) la cuenca del río Porce–Nechí, a la altura de los municipios
de Zaragoza y El Bagre. Existen también dos procesos aislados, uno en Yondó y el otro en
Sopetrán (Domínguez, 2015).

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Tabla # 22 Títulos colectivos de comunidades negras en Antioquia

Área
Año de
Zona Consejos comunitarios Municipios titulada
titulación
(Ha)
179.581
Vigía del Fuerte,
Cocomacia (total 1997
Zona 1. Influencia Murindó y Urrao
695.245)
cuenca media Por la identidad cultural de
Atrato Urrao y Frontino 12.399 2001
Mandé
Por el desarrollo integral Murindó 11.120 2001

Bocas del Atrato y Leoncito Turbo 34.344 2000


Zona 2. Golfo de
Urabá Los Mangos Turbo 364 2000
Los Manatíes Turbo 4.397 2000
Bahía Colombia Turbo En trámite N/A

Pueblo Nuevo Zaragoza 235 2002

El Aguacate Zaragoza y Anorí 976 2002


Bocas de Caná Zaragoza y Anorí 2.027 2002
Zona 3. Cuenca
Porce - Nechí Zaragoza,
Porce Medio 2.888 2001
Segovia y Anorí
Nueva Esperanza El Bagre 1.464 2011
Chaparrosa El Bagre 1.516 2011
Villa Grande El Bagre 663 2011
Tarachica El Bagre En trámite N/A
Chilona El Salto Zaragoza En trámite N/A
San Nicolás Sopetrán 30 2003
Procesos asilados
Rompederos Yondó 862 2006
Fuente: Incoder, citado por Domínguez, 2015.

Todos los procesos de titulación de la zona 1 han participado en las dinámicas de


organización de Cocomacia, uno de los territorios colectivos más extensos del país, con solo
una fracción de su territorio en Antioquia. En esta zona hay tres territorios colectivos que
se caracterizan por ser los más extensos del departamento y por englobar varias veredas,
poblados y comunidades en cada territorio, planteándose como Consejos Mayores. Por su
parte, la zona 2 de títulos colectivos está ubicada en el municipio de Turbo en el Urabá
antioqueño, en las riberas de los ríos y quebradas que hacen parte de la desembocadura
del río Atrato. En esta zona hay cuatro consejos comunitarios, tres con títulos colectivos

110
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(Bocas del Atrato y Leoncito, Los Mangos y Los Manatíes). Los títulos expedidos representan
39.106 hectáreas de propiedad colectiva de comunidades negras en el golfo de Urabá
(Domínguez, 2015).

Estos territorios están en zonas de bajamar donde predomina el bosque de mangle. Los
bosques nativos de otras especies han sido extensamente intervenidos por la explotación
de madera y la mayoría de estas comunidades viven actualmente de la pesca. En Bocas del
Atrato, según la evaluación técnica realizada por el Incora, aproximadamente cinco mil
hectáreas de las solicitadas son bosques de manglar donde las comunidades han construido
sus caseríos y donde llevan a cabo la mayoría de sus actividades. Esto implica que las
viviendas y los caminos deben ser construidos sobre pilotes de madera enterrados en las
aguas poco profundas características de los bosques de mangle, como consecuencia no hay
terrenos secos donde cultivar (Cardona, 2017).

Las cuatro comunidades negras de esta zona han padecido la incidencia del conflicto
armado en sus territorios. Con procesos de venta forzada de terrenos y la existencia de
trámites de titulación privada en terrenos que hacían parte de la solicitud de titulación
colectiva de Puerto Girón.

4. TEMAS ESTRATÉGICOS Y ACCIONES PARA ENFRENTAR LAS VULNERACIONES

Debido a que para algunos de los temas que se abordarán en este apartado no se dispone
de información detallada por municipios y subregiones, y considerando que cada subregión
presenta sus particularidades y hechos con mayor ocurrencia, cuya lectura mejora la
comprensión de las dinámicas de vulneración en dichas zonas, se presenta a continuación
un panorama general que permite valorar tanto el contexto como las principales acciones
encaminadas al restablecimiento de derechos de las personas, entendido este como la
posibilidad de aportar a la dignidad e integridad de los sujetos, así como a la capacidad para
hacer efectivos los derechos que le han sido vulnerados.

4.1 Trata de Personas y Explotación Sexual Comercial de Niños Niñas y Adolescentes


(ESCNNA)

La trata de personas es uno de los delitos que implica varias vulneraciones de derechos
humanos a las víctimas, pero principalmente es un delito contra la libertad. Es un fenómeno
que toma diversas formas y que logra ser invisibilizado con facilidad porque en ocasiones
se confunde con prostitución, trabajo en servicios, entre otros. Así, la pobreza, la violencia
cotidiana, el conflicto interno armado, el narcotráfico, generan las condiciones de

111
|

posibilidad para que se den ciertos tipos de delitos que pueden pasar desapercibidos, como
es este hecho victimizante .En tal sentido, las condiciones socioeconómicas, la complejidad
del delito y la dificultad para ser identificado logran que las denuncias sean pocas y que la
judicialización sea mínima.

En términos generales, la trata de personas se refiere al traslado de seres humanos de un


lugar a otro dentro del mismo país o hacia el exterior con la intención de ofrecerlos,
venderlos o utilizarlos con fines de explotación para obtener dinero o cualquier otro
beneficio, y ha sido reconocido por la comunidad internacional como una nueva forma de
esclavitud, que vulnera los derechos humanos al cosificar a mujeres, hombres, niños, niñas
y jóvenes, en una mercancía.

El contexto de violencias históricas hacia las mujeres, así como las altas tasas de desempleo,
bajos ingresos, madresolterismo, ausencia de condiciones básicas para una vida digna,
entre otros factores, propician las condiciones para que estructuras GDO y GAO por medio
de la coacción y los engaños a partir de acciones tales como la oferta de dinero, involucren
principalmente a mujeres en sus redes y rentas criminales. Con el agravante del alto
subregistro, que complejiza tanto la contención del delito como la atención a las víctimas.
La mayoría de víctimas de trata de personas son identificadas porque son rescatadas o se
escapan de sus captores.

Por otro lado, es necesario visibilizar la problemática de explotación sexual comercial de


niños, niñas y adolescentes. En tal sentido se considera que es un error hablar de la
prostitución infantil, término comúnmente utilizado en la sociedad y por los medios de
comunicación, y se resalta la necesidad de transformar este discurso que no permite que
se dé la mirada pertinente a la vulneración que afecta a niños, niñas y adolescentes, no sólo
en la región sino en el país.

De acuerdo con investigaciones realizadas en Medellín, ciudad donde más producción


académica se tiene respecto a este grupo de delitos, la ESCNNA ocurre en espacios públicos
(algunas calles, ciertos parques) y en establecimientos de venta de licor o residencias; las
edades de los casos reportados oscilan entre los 8 y 17 años. Las principales afectaciones
que este flagelo genera a las víctimas se relacionan con problemas en la salud física, sexual
y reproductiva, mental y social (Muñoz, et al., 2018).

De igual forma, se reconocen las siguientes modalidades: explotación sexual asociada a


grupos delincuenciales organizados, explotación sexual contra personas mayores de edad,
trata de personas: nacional e internacional, ESCNNA en contextos diferentes a la

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|

prostitución (por parte de un miembro de su núcleo familiar, su unidad doméstica o su


entorno cercano), pornografía con personas menores de 18 años y medios digitales,
Explotación sexual asociada al turismo (Alcaldía de Medellín –SISC-, 2019).

Tabla # 23 Víctimas de Explotación Sexual Comercial con proceso penal en CAIVAS,


según año de denuncia. Medellín, 2015-2018
2015 2016 2017 2018
251 219 230 236
Fuente: Alcaldía de Medellín –SISC-, 2019.

La ciudad de Medellín es la que más víctimas registra de todo el Departamento. Se han


identificado hombres, mujeres, niños, niñas y adolescentes de estratos socioeconómicos
bajos, con necesidades básicas insatisfechas, pocas posibilidades de empleo y de educación
que presentan altas condiciones de vulnerabilidad a la trata de personas. Lo mismo se
puede afirmar con respecto a la existencia de territorios con un alto riesgo de trata de
personas: las comunas 4, 5, 9, 10, 11 y 16 son lugares donde la presencia de niños, niñas,
adolescentes y jóvenes en condiciones de extrema vulnerabilidad y de riesgo social, facilita
la actuación ilegal de las redes dedicadas a la trata de personas.

En ese sentido, algunas problemáticas que pueden asociarse a la trata de personas son la
presunta venta de virginidades de NNA denunciadas por algunos medios de comunicación
y por organizaciones de la sociedad civil; igualmente se asocian a este delito la explotación
sexual comercial de NNA, la proliferación de inquilinatos (según estimaciones, en los 200
inquilinatos de Medellín, albergan alrededor de 15 mil personas), la recurrente vinculación
de NNA a los grupos ilegales al margen de la ley que actúan en la ciudad, la venta y consumo
de estupefacientes y las violencias basadas en género (Alcaldía de Medellín –SISC-, 2019).

Las víctimas de trata de personas identificadas y atendidas en Medellín son, en su mayoría,


mujeres entre los 18 y los 35 años de edad. Los flujos de trata interna se han identificado
hacia Bogotá, la Costa Atlántica, el departamento del Casanare y a las zonas fronterizas,
también hacia municipios cuya principal actividad económica es la minería. La trata externa
se ha concentrado hacia Centro América y Asia (Corporación Espacios de Mujer, 2017).

Tabla # 24 Casos registrados de trata de personas identificadas y atendidas en Medellín


Casos Registrados en Antioquia
Año Hombres Mujeres
2012 2 6
2013 2 6

113
|

2014 1 15
2015 1 8
2016 0 10
2017 0 10
*2018 2 12
Subtotal 8 (11%) 67 (89%)
Total 75
*En 2018 se presentaron 7 víctimas menores de edad
Fuente: Ministerio del Interior, 2018

La trata de personas es un delito que afecta a hombres, mujeres, niños y niñas, sin embargo,
se ha configurado como una forma de violencia basada en género, afectando de manera
significativa a las mujeres en un 88.2%.

PREVENCIÓN Y ATENCIÓN

Para las víctimas de trata de personas se cuenta con Rutas de Atención inmediata y mediata.
Cuando las presuntas víctimas de trata de personas -PVTP vienen del exterior, la ruta es
activada por el Centro Operativo Antitrata -COAT, del Ministerio del Interior. El COAT deriva
al Comité Territorial contra la Trata de Personas Departamental o Municipal de Medellín,
dependiendo del caso, es decir, si la PVTP es de Medellín al Comité de Medellín, y si es de
un municipio diferente a Medellín deriva al Comité Departamental; igualmente, al comité
Departamental cuando se presenta una víctima de otro departamento.

La Gobernación de Antioquia y la alcaldía de Medellín cuentan con operadores para la


atención inmediata y mediata, que comprende:
 Asistencia inmediata: recepción de la víctima, alojamiento, servicio de transporte,
asistencia médica y psicológica de urgencia y asesoría jurídica.
 Asistencia mediata: asistencia médica y psicológica, acompañamiento jurídico y
representación judicial, educación, formación para el trabajo, proyecto de generación de
ingresos.
 El Comité Territorial Contra la Trata de Personas, en el cual están articulados los comités de
Antioquia y Medellín, formularon un Plan de Acción para el cuatrienio 2017-2010. Dicho
Plan contiene acciones de prevención, atención, investigación y judicialización.

Creación de la Unidad de Género de Antioquia

114
|

En un esfuerzo interinstitucional se crea la Unidad de Género de Antioquia, bajo la


resolución 373 del 17 de septiembre de 2018, reglamentada con el memorando 004 del 6
de febrero de 2019.

Se creó con la finalidad de adelantar casos en etapa de indagación, investigación y


judicialización de aquellos delitos que impliquen la afectación de bienes jurídicos donde se
requiera un plus de atención constitucional, como la violencia de género, delitos sexuales
contra NNA, feminicidio y violencia intrafamiliar con riesgo feminicida, atentados contra la
población LGBTI, entre otras. Por consiguiente, esta unidad adelantará casos que se rijan
por el procedimiento ordinario.

Mediante la Resolución No. 0141 del 26 de febrero de 2019 “por medio de la cual se crean
y modifican las unidades especiales para el conocimiento de las temáticas priorizadas y se
adoptan otras decisiones en la organización interna de la Dirección Seccional de Antioquia”.
De acuerdo a esto, se crean las unidades de vida y se modifica la Unidad de Género para el
conocimiento de casos priorizados y se establece el nuevo funcionamiento de las unidades
locales, seccionales, especializadas y unidades especiales y de priorización. Teniendo en
cuenta el artículo 250 de la Constitución Política y 45 de la ley 906 de 2004. “El Fiscal General
y sus delegados tienen competencia en todo el territorio nacional… y el artículo 29 de la
resolución 02418 de 2017 que indica la competencia de los fiscales para cumplir con los
criterios planteados y ejecutar acciones de redistribución de servidores o de carga de
trabajo, bajo el entendido de que los fiscales seccionales y locales tienen competencia en
todo el territorio nacional para asumir el conocimiento de investigaciones por cualquier
hipótesis delictual y ante cualquier juez”.

Así mismo, que la resolución 02418 del 11 de julio de 2017, faculta a los directores
seccionales para que puedan reorganizar las unidades y crear grupos de trabajo de manera
temática, teniendo en cuenta “las necesidades del servicio, razones de priorización y
manejo estratégico de la carga, en donde los fiscales locales podrán adelantar
investigaciones ante jueces del circuito siempre y cuando estas no constituyan la mayor
parte de su carga laboral o no se cuente con disponibilidad de un fiscal seccional para su
trámite”.

De igual manera, en el artículo 3 se plantea mantener y fortalecer la Unidad de Género,


para la indagación e investigación de casos por hechos ocurridos a partir del 1 de enero de
2019 por los delitos de violencia sexual y casos priorizados de violencia intrafamiliar con
énfasis en riesgo feminicida y reincidentes.

ACCIONES DE LA SECRETARÍA DE GOBIERNO


 Reactivación del Comité Departamental de Prevención y Asistencia de las Víctimas de Trata
de Personas.
115
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 Formulación del Plan de Acción Territorial de Prevención y Asistencia a las Víctimas de la


Trata de Personas, conjuntamente con el municipio de Medellín.

 Celebración de Convenio de Cooperación Internacional con la Oficina de Naciones Unidas


Contra la Droga y el Delito -UNODC, para desarrollar actividades de prevención del delito;
asistencia inmediata a víctimas y asistencia técnica a las diferentes entidades competentes,
para el análisis, investigación y judicialización del delito.

 Conformación del Grupo de Análisis para la Investigación Judicial de la Trata de Personas


en Antioquia –GAPIT.

4.2 Reclutamiento, Uso y Utilización de Niños, Niñas y Adolescentes por Grupos Armados
Ilegales

El conflicto armado interno que vive Colombia hace más de cinco décadas ha dejado,
además de víctimas, evidencias de la debilidad económica, política y social de muchas zonas
del territorio Colombiano; de hecho son entornos donde predomina la pobreza, la
inseguridad, el desempleo y otras formas de violencia que vulneran los derechos de los
menores de edad y los pone en riesgo de desarrollar conductas de difícil manejo, elegir la
violencia como manera de resolver conflictos de diferente orden y la ilegalidad como opción
de ingresos, y/o ser reclutados, usados y utilizados por grupos armados al margen de la ley.

El fenómeno del reclutamiento es considerado como una vulneración masiva de los


derechos consagrados en la Constitución Política de Colombia, en el Código de Infancia y
Adolescencia, y en el Código Penal, en cuyo artículo 162 se reconoce el delito: “el que, con
ocasión y en desarrollo del conflicto armado, reclute menores de 18 años o los obligue a
participar directa o indirectamente en las hostilidades o en acciones armadas”.

El principal grupo responsable de reclutamiento de menores fue las FARC, con un 54% en el
periodo comprendido entre los años 60 y 2017 con un total de 6.068 NNA reclutados,
seguido de los paramilitares con un 27% representados en 1.625 víctimas de reclutamiento
entre los años 90 y 2006, fecha en la cual se produjeron las desmovilizaciones, con lo cual
se supone que este flagelo debería haber terminado; no obstante, las dinámicas del
conflicto y las disputas por el control territorial y las rentas criminales han generado que se
dé con mayor fuerza el fenómeno de la utilización de NNA, no a través de la coacción de los
NNA y sus familias, sino ofreciendo una remuneración económica (Centro Nacional de
Memoria Histórica, 2017).

116
|

Aunque históricamente los niños han sido utilizados en la guerra principalmente como
informantes, el estudio del Centro Nacional de Memoria Histórica encontró que en los
últimos años hay una mayor participación de estos en economías ilegales como la
producción y comercialización de coca, la minería ilegal y la extorsión.

Ahora bien, basados en la información de la Comisión Intersectorial de prevención del


reclutamiento y la utilización de NNA por grupos armados al margen de la ley9, se definió
una metodología para todo el territorio nacional que permita la identificación de factores y
dinámicas de riesgo relacionados con el reclutamiento y la utilización NNA. Las fuentes
utilizadas son todas oficiales a saber: Dane, Defensoría del Pueblo – SAT, Instituto de
Medicina Legal, DNP, UARIV, SIMCI–UNDOC, Observatorio de Derechos Humanos de la
Vicepresidencia de la República, Ministerio del Trabajo, PAICMA, Programas de
desvinculados del ICBF.

A continuación, se presentan los factores tenidos en cuenta para determinar la priorización


de los municipios con mayores índices de riesgo de reclutamiento.

Tabla # 28 Variables Utilizadas para la identificación de territorios con riesgo de


reclutamiento forzado de menores en Antioquia
Ejes problemáticos del reclutamiento y Factores / Dinámicas de riesgo
utilización de niños, niñas y adolescentes
En sus espacios vitales hay presencia de grupos Presencia o tránsito de grupos organizados al
armados que los reclutan y utilizan. margen de la ley y grupos delictivos
organizados
Diversas formas de violencia y explotación son Presencia de economías y zonas de tránsito de
ejercidas contra ellos, en sus entornos actividades ilegales.
familiares y comunitarios y en algunos casos
son aceptados culturalmente.
La oferta institucional en el territorio para el Zonas deprimidas económica y socialmente.
pleno ejercicio y garantía de los derechos es
poco pertinente, continua, eficaz y adecuada al
contexto.
Desconocimiento de los niños y las niñas como Territorios con zonas de minas antipersonal,
sujetos de derechos. falencia en el cumplimiento del estado, la
sociedad y la familia en el cumplimiento de los

9
Cuyo objetivo es definir la priorización territorial, así como los criterios de priorización, que sirvan de insumo
para la planeación y la focalización de actividades, planes y proyectos de cada una de las entidades signatarias
del CONPES 3673 y del Decreto 0552 de 2012.

117
|

Ejes problemáticos del reclutamiento y Factores / Dinámicas de riesgo


utilización de niños, niñas y adolescentes
derechos fundamentales como la
alimentación, la salud, la educación, el deporte
entre otros.
Fuente: Comisión Intersectorial de Reclutamiento, 2018

De acuerdo con la información anterior se determina que en Antioquia en general el riesgo


de reclutamiento de menores varía entre superior medio y superior alto según la subregión,
de este modo, de acuerdo con la Comisión Intersectorial, las regiones con mayores factores
de riesgo en Antioquia son: Nordeste en los municipios de Anorí, Segovia y Remedios; en el
Norte, Ituango; Bajo Cauca en Cáceres, Nechí, El Bagre, Zaragoza, y en el Oriente, Sonsón.

En el bajo Cauca el índice de prevención del reclutamiento es superior alto para municipios
como Cáceres, Zaragoza, El Bagre, Nechí y Tarazá, siendo estos municipios a su vez los que
tienen mayor índice de presencia violenta y riesgo de victimización alto y medio alto. El
municipio de Caucasia se ubica en un nivel superior medio.

En el Magdalena Medio la mayoría de los municipios se encuentran en nivel superior medio,


excepto por Caracolí que presenta un nivel superior bajo.

En la subregión Nordeste, Anorí, Amalfi y Segovia presentan un índice de riesgo de


reclutamiento de niños, niñas y adolescentes superior alto; mientras que Remedios,
Vegachí, Yalí y Yolombo presentan un nivel superior medio, y San Roque, Cisneros y Santo
Domingo se ubican en un nivel superior bajo.

Para la subregión Norte, Ituango, Valdivia y Briceño presentan un índice de riesgo de


reclutamiento superior alto. Los municipios de Toledo, Yarumal, Angostura, Santa Rosa de
Osos, Guadalupe y San Andrés de Cuerquia presentan un nivel superior medio, mientras
que en el resto de municipios de la región Norte el riesgo de reclutamiento es superior
medio bajo. Cabe resaltar que los Entrerríos, Belmira y Carolina del Príncipe presentan un
nivel medio.

En la subregión de Occidente la mayoría de municipios presentan un índice de riesgo por


reclutamiento superior medio. Allí la explotación carbonífera y la ganadería lideran el
desarrollo económico, junto con el cultivo del café de larga tradición en la zona,
configurándose como las principales fuentes de empleo.

Para la región Suroeste, Titiribí, Venecia, Jericó, Tarso e Hispania presentan un índice de
118
|

prevención de reclutamiento de niños, niñas y adolescentes medio, mientras que para los
municipios de Salgar, Ciudad Bolívar, Urrao, Betulia, Betania, Andes y Concordia el índice de
prevención del reclutamiento está en un nivel superior medio. Para el resto de los
municipios el índice de prevención del reclutamiento es superior bajo.

En la subregión de Urabá, los municipios con mayor riesgo de reclutamiento de niños, niñas
y adolescentes son Turbo, Apartadó, San Pedro de Urabá, San Juan de Urabá, Murindó,
Chigorodó, Vigía del Fuerte, los cuales se encuentran en un rango nivel superior alto.

Por último, en el Valle de Aburrá, en Medellín, Itagüí y Bello, el riesgo de reclutamiento, uso
y utilización de menores es superior alto y en los restantes 7 municipios es superior medio.

Por otra parte, según el Programa de atención especializada para el restablecimiento de


derechos a NNA víctimas de reclutamiento ilícito, que se han desvinculado de Grupos
Armados Organizados al margen de la ley –GAOML-, hasta el primer semestre de 2017 se
notó un incremento, el cual supera el total de ingresos de NNA desvinculados desde el 2009;
en comparación con 2016 se da un aumento de 80 casos que entran al programa.

Gráfico # 53 Comparativo ingreso al programa de atención especializada para el


restablecimiento de derechos a NNA

Fuente: Dirección de protección ICBF, Observatorio de bienestar de la niñez, cifras con


corte a 30 de junio de 2017

En cuanto a los grupos responsables, en Antioquia, Nariño, Meta y Guaviare reportan el


mayor número de NNA desvinculados de GAOML. Siendo el primer semestre de 2017 donde

119
|

se presenta la mayor cifra de ingreso de NNA provenientes de las FARC-EP en el cuatrienio


con 130 que manifiestan haber hecho parte de este grupo armado. El ELN es el segundo
grupo del cual se desvincula la mayor cantidad de NNA que ingresan al programa con 42,
manteniéndose la tendencia del 2016. De los 184 NNA del 2017, 168 se dieron a través de
entrega voluntaria, es decir, el 91% del total de mecanismo de desvinculación, mientras que
a través de recuperación se desvincularon 16 NNA, equivalente al 9%.

Gráfico # 54 grupos responsables Reclutamiento

Fuente: Dirección de protección ICBF, Observatorio de bienestar de la niñez, cifras con


corte a 30 de junio de 2017

Tabla # 29 Diferencias entre reclutamiento y utilización de NNA


ASPECTO RECLUTAMIENTO UTILIZACIÓN

Involucramiento con el Permanente Transitorio


grupo armado

Localización Rural Urbano


predominante

Lazos familiares y Implica romper lazos sociales y No implica romper lazos sociales
sociales familiares y familiares

Ejercicio de sus Pérdida del ejercicio de sus Pérdida parcial del ejercicio de
derechos derechos sus derechos

Vida cotidiana Pérdida total de la individualidad Pérdida parcial de la

120
|

y restricción de la capacidad de individualidad y restricción de la


agencia capacidad de agencia

Porte de armas Porte de armas largas Porte de armas cortas/sin armas

Disciplina militar Estar en régimen cerrado Estar en régimen abierto

Entrenamiento militar Mayor entrenamiento militar Menor entrenamiento militar

Participación en Directa Indirecta


combates

Ejercicio de poder Mayor participación en Menor participación en


sobre otros actividades de registro y control actividades de registro y control
Fuente: Comisión Intersectorial de Reclutamiento, 2018

Entre los principales factores de vulnerabilidad se encuentra la violencia intrafamiliar,


catalogada por la UNICEF como una de las violencias más graves por la relación que hay
entre los implicados en ella. Si bien toda violencia contra NNA origina secuelas importantes,
cuando el menosprecio y el irrespeto se producen en la casa, la marca es más grave por el
origen, por la importancia afectiva del agresor, lo cual, entre otras consecuencias para la
salud física o mental, revierte en una baja autoestima de los NNA, que les transforma en
personas vulnerables frente a las agresiones en otros ámbitos (Plan Internacional y UNICEF,
2011). Así mismo, el consumo de sustancias psicoactivas o psicotrópicas (SPA) de manera
abusiva a temprana edad, dificultades académicas y disciplinarias en el ámbito escolar, las
cuales también pueden llevar a una pérdida de la autoestima y de confianza, a generar
violencia en el ámbito escolar y al retiro definitivo de la escuela.

Finalmente, uno de los principales riesgos para NNA es la cercanía a grupos que tengan
dentro de sus prácticas el reclutamiento forzado o la utilización de los niños, niñas y
adolescentes, en Colombia se identifican dos tipos de estructuras armadas. En primer lugar,
están los grupos armados ilegales o guerrillas, Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC)
y Ejército de Liberación Nacional (ELN). En segunda medida, están los Grupos de
Delincuencia Organizada (GDO), que pueden ser combos o pandillas, y los Grupos Armados
Organizados (GAO), dentro de los cuales en Antioquia predominan el Clan del Golfo, Los
Caparrapos y ahora las denominadas disidencias de las FARC.

Desde la Secretaría de Gobierno de Antioquia se lidera el componente de Prevención en


Reclutamiento, uso y utilización de NNA por grupos armados ilegales, así como la Mesa
Departamental y Redes Subregionales para la Prevención, Atención y Apoyo a la

121
|

Judicialización de NNA en alto riesgo, reclutados o utilizados por grupos armados ilegales,
quienes frecuentemente son estigmatizados socialmente y en algunos casos abandonados
por la institucionalidad. De allí, se define dar prioridad a la población que por sus
características transgresoras y de difícil manejo son mucho más susceptibles a las presiones
y demás estrategias de la delincuencia. Su condición de vulnerabilidad propicia que resulten
atractivos para hacer parte de grupos y pandillas que generan desorden social, problemas
de seguridad y convivencia, así como vulneración de los DDHH. Según la Defensoría
delegada para la protección de los NNA del conflicto, entre 2014 y 2017 fueron
desvinculados 354 NNA del conflicto armado en Antioquia, en 2018, 108.

Tabla # 30 Municipios priorizados para la prevención del reclutamiento de niños, niñas y


adolescentes. Orientados desde la ley 1448

Fuente: Componente de Prevención en Reclutamiento, uso y utilización de NNA por


grupos armados ilegales

Tabla # 31 Municipios atendidos por demanda

Fuente: Componente de Prevención en Reclutamiento, uso y utilización de NNA por


grupos armados ilegales

Durante el 2018 se da cumplimiento a lo estipulado por el Plan de Desarrollo Departamental,


respecto a la priorización de municipios para el cuatrienio. En estos 18 municipios se dio respuesta
a los requerimientos de formación y asistencia técnica a las administraciones municipales, acciones
comunales, grupos organizados de líderes, fuerza pública y demás organizaciones.

4.3 Víctimas del conflicto armado

122
|

Antioquia es el departamento en Colombia que registra el mayor número de víctimas a


causa de la confrontación armada, hasta el 1 de marzo de 2019 de los 8.785.305 de víctimas
registradas en la Red Nacional de Información de la Unidad para la Atención y Reparación
Integral a las Víctimas – UARIV, en Antioquia se registraron un total de 1.346.429 víctimas
(15% del total nacional) en el periodo comprendido entre 1985 a 2019, de este total
departamental 59.835 corresponden a desplazamientos forzados entre los años 2015 a
2018.

Así mismo, en lo que respecta al hecho victimizante de masacres, el departamento presentó


estos casos reprochables en el 2018 en los municipios de Yarumal, Vegachí, San Pedro de
Urabá y Tarazá en las que resultaron afectadas 25 víctimas.

Por su parte, en cuanto a la desaparición forzada, según las cifras del RUV - Registro Único
de Víctimas de la Red Nacional de Información de Colombia, a octubre de 2018 Antioquia
contaba con un total de 7.762 víctimas directas de desaparición forzada, homicidio,
fallecidas y no activas para la atención. En esa medida y atendiendo a este preocupante
dato, la administración departamental busca estrategias que le permitan combatir el flagelo
de la desaparición forzada.

Es entonces que, aunando esfuerzos, la Gobernación de Antioquia, la Fiscalía General de la


Nación y Medicina Legal hacen presencia en Yarumal con una iniciativa dirigida a todos los
municipios de la subregión del Norte, en la que se están recogiendo muestras de ADN de
los ciudadanos que tienen familiares desaparecidos; esto, debido a que en la Fiscalía hay un
aproximado de 360 cuerpos sin identificar, y que gracias a una jornada de esta naturaleza
podrían ser entregados a sus familias (Dirección de DDHH, Gobernación de Antioquia,
2018).

Es claro que la entrega del cuerpo no desaparece el dolor de sus familias, pero sí permite
cerrar un ciclo y hacer un duelo para posteriormente continuar y rehacer la vida, de allí la
importancia del proceso psicosocial que acompaña a las familias de las víctimas.

El complejo fenómeno de desplazamiento forzado requiere de un análisis que permita


reconocer las transformaciones del conflicto. Luego del acuerdo de paz con las FARC, si bien
se pensaba que estas cifras empezarían a bajar, según el Registro Único de Víctimas de la
Unidad para la Atención y Reparación a Víctimas, 11.563 personas declararon haber sido
desplazadas forzosamente entre el 1 de enero y el 1 de noviembre de 2018 en Antioquia, lo
que representa un incremento con respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se

123
|

reportaron 7.810 personas víctimas de ese flagelo. De ellas, 5.948 personas, el 51%,
corresponden sólo a dos municipios del Bajo Cauca, Cáceres y Tarazá. Esta situación se
presenta también con prevalencia al aumento en el Norte antioqueño, dinámicas que se
evidencian en las alertas tempranas respecto a las disputas y copamiento de territorios que
presentaban poder hegemónico de las FARC y están en disputa por parte de GAO y GDO,
situaciones asociadas a los cultivos de uso ilícito y los planes de sustitución, con lo cual estos
grupos amenazan y vulneran a campesinos que no se sometan a sus órdenes.

Acciones del Comité Interinstitucional para la Respuesta Rápida De Las Alertas Tempranas
Expedidas Por La Defensoría Del Pueblo 2018-2019

Actualización de los planes de prevención y contingencia de los siguientes municipios con


alertas tempranas: Yarumal, Tarazá, Caucasia, Cáceres, Ituango, Remedios, Segovia, Yondó,
Necoclí, Chigorodó, Apartadó, San Juan de Urabá, Turbo, Carepa, Murindó, Vigía del Fuerte,
San Pedro de Urabá, Dabeiba, Cañas Gordas, Uramita, Medellín, Valdivia, Zaragoza, Bagre y
Peque.

Armonización con los entes territoriales para la atención humanitaria en los eventos
masivos de desplazamiento de los municipios con alertas tempranas: Cáceres, Tarazá,
Caucasia, Zaragoza, Ituango, Medellín y Anorí.

Actualización de los planes de prevención y contingencia de los siguientes municipios con


alertas tempranas: Yarumal, Tarazá, Caucasia, Cáceres, Ituango, Remedios, Segovia, Yondó,
Necoclí, Chigorodó, Apartadó, San Juan de Urabá, Turbo, Carepa, Murindó, Vigía del Fuerte,
San Pedro de Urabá, Dabeiba, Cañas Gordas, Uramita, Medellín, Valdivia, Zaragoza, Bagre y
Peque.

Tabla # 27 Información de Alertas Tempranas emitidas por la Defensoría del Pueblo


2018

124
|

Fuente: Mesa Territorial de Garantías para defensores de derechos humanos, 2018

En la tabla anterior se presentan los municipios con Alertas Tempranas emitidas por la
Defensoría del Pueblo para el año 2018, se evidencia a Urabá como la subregión que más
alertas presentó, seguida de Bajo Cauca. En ellas se advierten que el escenario de riesgo se
configura a partir de la confrontación armada con interposición de población civil, entre
grupos armados sucesores del paramilitarismo que se disputan el control de las economías
legales e ilegales del municipio, así como el posible enfrentamiento entre unidades del ELN
y el Clan del Golfo, por el acceso a las áreas que eran controladas por las FARC – EP, siendo
actor armado hasta su reincorporación a la vida civil, así como la presión contra las
comunidades para aceptar el control violento de los armados y las violaciones masivas a
derechos humanos que se desprenden de ello.

4.3.1 Restitución de tierras

En medio del conflicto armado colombiano la tierra ha sido un factor detonante del mismo.
Diversos grupos armados han utilizado la violencia, psicológica y física, para lograr quedarse
con grandes extensiones de tierras en un intento no solo por controlar un territorio sino
para obtener un beneficio económico al poner a producir o vender la tierra despojada. Por
esta razón, en Colombia los desplazamientos forzados y el despojo o abandono forzado de
tierras son fenómenos paralelos y ambos constituyen la violación de varios derechos

125
|

humanos y económicos fundamentales, ya que además de perder su propiedad, en muchos


casos también pierden la posibilidad de trabajar la tierra. Es decir, se viola el derecho a la
propiedad, la vivienda, el trabajo y la seguridad alimentaria.

De este modo, la tenencia de la tierra constituye un factor nodal del conflicto social y
político del departamento, por lo tanto, la restitución de tierras se convierte en un desafío,
especialmente en zonas donde continúa la violencia. Según la Organización de las Naciones
Unidas, “en Antioquia las principales dificultades para los reclamantes incluyen:
presupuestos institucionales inadecuados a nivel local, la desarticulación institucional, y la
disparidad de capacidad y voluntad de las hasta 20 entidades responsables para el
cumplimiento de las órdenes de los jueces para la restitución (ONU, 2015).

Según datos de la Unidad de Restitución de Tierras, los municipios con mayor cantidad de
solicitudes de restitución son Turbo (2.848), San Carlos (1.772), Granada (1.175), Mutatá
(845). En lo que respecta a las subregiones, el número más alto de solicitudes lo tiene Urabá
con 4.013, seguido por el Oriente con 2.729 y Bajo Cauca con 2.342.

Tabla # 32 Número de Solicitudes, predios y titulares para restitución de tierras Antioquia


DESPOJO Y ABANDONO DE TIERRAS

ANTIOQUIA
NÚMERO DE NÚMERO DE NÚMERO DE
SOLICITUDES PREDIOS TITULARES
Bajo Cauca 2.342 2.203 1.765
Magdalena Medio 523 484 339
Nordeste 1.195 1.099 805
Norte 822 724 504
Occidente 1.228 984 678
Oriente 2.729 2.170 2.238
Suroeste 1.268 1.174 756
Urabá 4.013 3.768 2.299
Valle de Aburrá 1.319 1.167 963
TOTAL DEPARTAMENTAL 15.439 13.773 10.347
Fuente: Unidad de Restitución de Tierras (UTR). Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018.

En total el departamento cuenta con 15.439 solicitudes, de éstas el 63% están habilitadas
por el Ministerio de Defensa para la Restitución de Tierras, de allí hay 1.186 sentencias y
9.646 hectáreas con sentencia restitutiva (URT, 2018). Por el alto índice de solicitudes el
departamento de Antioquia cuenta con 5 territoriales de la Unidad de Restitución de
Tierras: Medellín, Noroccidente, Urabá, Bajo Cauca y Magdalena medio.

126
|

4.3.2 Minas antipersonal

Por mina antipersonal (MAP) se entiende todo artefacto explosivo que puede herir, mutilar
o matar a una o más personas y se activa por la presencia, la proximidad o el contacto de la
propia víctima (Descontamina, 2018).

Con información de la Oficina para el Alto Comisionado para la Paz –Descontamina


Colombia, se analizan y presentan los municipios con mayor cantidad de víctimas por minas
antipersonal, así como el panorama subregional y los municipios registrados libres de
sospecha y reporte por MAP.

Las MAP y los Artefactos Explosivos Improvisados (AEI) produjeron 73 víctimas en el


departamento en todo el periodo de análisis, siendo 2017 el año donde se registró la cifra
más baja con 7 casos, y presentándose un incremento de 12 casos en 2018. Las principales
víctimas por género son hombres con el 95% y mujeres con el 5%; en cuanto al rango de
edad, el 89% son mayores de 18 años y 11% menor de 18.

Durante todo el periodo sobresalen Bajo Cauca y Norte como las subregiones de mayor
ocurrencia; así, del total de casos 36 corresponden al Bajo Cauca y 25 al Norte, en ambas
subregiones se dan procesos de sustitución de cultivos ilícitos, y específicamente los
municipios de Tarazá, Briceño y Anorí han presentado aumento en los casos de MAP y AEI.
De este modo se demuestra cómo está relacionada la presión de los actores armados
ilegales para no permitir los procesos de erradicación, y se revela la poca transformación de
las prácticas del conflicto, que en definitiva ocasiona víctimas de la sociedad civil.

Gráfico # 55 Minas Antipersonal – MUSE – AEI, Antioquia 2015-2018


32
35
30
25
19
15
20
15 7
10
5
0
2015 2016 2017 2018

Fuente: Observatorio de DDHH con información de Descontamina Colombia. Fecha de


corte: 31 de diciembre de 2018.

127
|

Dentro del proceso de desminado humanitario se pretende ubicar y despejar todas las áreas
peligrosas confirmadas que afecten la seguridad de las comunidades, así como su desarrollo
socioeconómico, lo cual implica que se haya despejado la totalidad del área declarada como
libre de sospecha de contaminación con MAP y se generen las condiciones de seguridad y
el retorno a estas. De acuerdo con lo anterior se presentan a continuación los municipios
registrados libres de sospecha y reporte por MAP.

Tabla # 33 Municipios Libres de Sospecha y reporte por MAP en Antioquia


Subregión Municipio
Magdalena Medio Puerto Triunfo
Abriaquí
Occidente Caicedo
Cocorná
El Peñol
Granada
Guatapé
La Unión
Oriente
Nariño
Rionegro
San Carlos
San Francisco
San Vicente Ferrer
Caramanta
Suroeste Jardín
Támesis
Valle de Aburrá Medellín
Fuente: Observatorio de DDHH con información de Descontamina Colombia. Fecha de
corte: 31 de diciembre de 2018.

Las prioridades de la Gobernación de Antioquia se concentran en: 1) Fortalecimiento


desminado: militar (paso de tropa), de emergencia (para sitios obligados de paso de la
comunidad) o humanitario (para retorno de población). Se busca la protección, detección,
neutralización y destrucción de las minas; 2) Estrategia de educación de riesgo de minas; 3)
Caracterización de víctimas de minas.

En ese sentido, el histórico de datos de Descontamina ofrece un panorama de los eventos


realizados en el departamento, incluyendo las acciones de desminado, el cual involucra
319.162 metros cuadrados (casi 32 mil hectáreas) descontaminados, en los cuales se han
destruido o desactivado, solo en 2018, 41 artefactos, entre minas, municiones sin

128
|

explosionar y otros elementos explosivos improvisados. Antes habían alcanzado esta meta
las localidades de San Carlos (2012), San Francisco (2015), Guatapé (2016), El Peñol,
Medellín y Cocorná (2017), Granada, Rionegro, San Vicente Ferrer y Jardín (2018)10.

Tabla # 34 Histórico de eventos Antioquia desde 1990 al 31 de julio del 2018


TIPO DE EVENTO TOTAL
Desminado militar en operaciones 3.102
Accidente por MAP 1.576
Incautaciones 642
Sospecha de campo minado 633
Accidente por MUSE 57
Producción de Minas (Fábrica) 5
Municiones sin explotar 4
Total general 6.019
Fuente: Componente MAP, Gobernación de Antioquia con información de Descontamina
Colombia. Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018.

En definitiva, Los reportes de MAP, MSE y AEI en 2018 se incrementaron con respecto al
año inmediatamente anterior, aunque se evidencia reducción frente al 2015. En esta
situación tienen que ver los procesos de sustitución de cultivos ilícitos y las disputas
territoriales de las organizaciones criminales para proteger sus rentas, generando con ello
la afectación principalmente a campesinos y comunidades que ven limitado su derecho a la
libre movilidad por temor a ser víctimas de estos artefactos.

ACCIONES FRENTE A LAS SITUACIONES CON MAP, MSE Y AEI

A diciembre 31 de 2018, de los municipios Proyecto MGA se ha cumplido con el 90% de la


meta del cuatrienio (faltan 3 municipios de 30).
Sin embargo, se tiene un valor agregado de 18 municipios intervenidos que equivalen al
60% más, o sea un total de 48 municipios.
En total se ha cumplido con el 150% de municipios impactados con la estrategia de
educación en el riesgo de minas.
Total población impactada 2018: 466
Total 2016-2018 Población impactada en el cuatrienio: 10.905

10
Para ampliar ver información en: Hacemos Memoria (2018). En Antioquia el desminado avanza más rápido
que el Estado. http://hacemosmemoria.org/2018/12/04/desminado-antioquia-balance/

129
|

PROCESO DE CARACTERIZACIÓN

La Caracterización de las víctimas de minas antipersonal tiene como propósito: "Unificar


propuestas que permitan definir una ruta crítica, para la identificación y caracterización de
los sobrevivientes de minas antipersonal; además, articular esfuerzos para la atención
integral y goce efectivo de los derechos de los sobrevivientes”.

Se busca identificar y caracterizar los sobrevivientes de accidentes por minas antipersonal-


MAP, munición sin explosionar-MUSE, y artefactos explosivos improvisados-AEI del
Departamento de Antioquia para articular esfuerzos para la atención y goce efectivo de
derechos de los sobrevivientes para un acercamiento crítico y constructivo al estado del
proceso de restitución de derechos de las víctimas para ajustar y/o diseñar programas más
pertinentes a la realidad de esta población.

MUNICIPIOS INTERVENIDOS MUNICIPIOS INTERVENIDOS EN CONVENIO CON


DIRECTAMENTE GOBERNACIÓN LA CAMPAÑA COLOMBIANA CONTRA MINAS
1 Abejorral Amalfi
2 Angostura Angostura
3 Apartadó Anorí
4 Argelia Anza
5 Briceño Apartadó
6 Cáceres Caicedo
7 Campamento Campamento
8 Carepa Cáceres
9 Cocorná Caramanta
10 Concepción Campamento
11 Dabeiba Dabeiba
12 El Bagre El Bagre
13 Granada Tarazá
14 Guarne Valdivia
15 Ituango Valparaiso
16 Medellín Yarumal
17 Montebello Remedios
18 Mutatá Segovia
20 Nariño Vigía del Fuerte
21 Nechí Zaragoza
22 Necoclí
23 Rionegro

130
|

24 San Andrés de Cuerquia


25 San Carlos
26 San Rafael
27 Sonsón
28 Tarazá
29 Urrao
30 Valdivia
31 Yarumal

4.3.3 Desaparición forzada


La desaparición forzada de personas es la privación de la libertad de una o varias personas
mediante cualquier forma (aprehensión, detención o secuestro), seguida de su
ocultamiento, o de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o de dar cualquier
información sobre la suerte o el paradero de esa persona, privándola así de los recursos y
las garantías legales.
La Dirección de derechos Humanos del departamento, a través de los procesos de Asesoría
y Asistencia Técnica y el acompañamiento que realiza a las diferentes comunidades, ha
podido recolectar información que da cuenta que la problemática de la Desaparición se
agudiza con la presencia de grupos armados ilegales, la lucha por el control del territorio y
el manejo de los cultivos ilícito.
Antioquia presenta alrededor de 12.274 víctimas por desaparición, según cifras aportadas
por Medicina Legal, corte diciembre de 2018. Entre los municipios más afectados se
encuentran; Tarazá, Caucasia, Puerto Triunfo, Puerto Berrio, Cáceres, Yondó, Remedios,
Ituango Betulia, Granada, Dabeiba, Sabanalarga, Apartadó, Segovia, Toledo, Urrao, San Luis,
Necoclí, Nechí, Briceño, Yarumal, San Francisco, Turbo.
Cabe resaltar, que los subregistros en este tema son elevados, puesto que se percibe en los
territorios que las comunidades no denuncian debido a la falta de confianza en la
institucionalidad y el temor que le generan la presencia y control de grupos armados

Otro de los fenómenos que complejiza la problemática de la desaparición en Antioquia es


que muchas de las víctimas directas nunca serán recuperadas, puesto que fueron
incineradas o arrojadas a los ríos, lo que hace casi que imposible el hallazgo. Además,
muchos cementerios presentan un inadecuado manejo de los cuerpos no identificados
(CNI).

Las principales necesidades de trabajo para hacerle frente al tema, hacen referencia al
acompañamiento psicosocial a las víctimas en los procesos de exhumación e inhumación de
restos óseos identificados, así mismo la identificación de lugares donde se encuentran fosas
comunes, cementerios legales e ilegales. Además, se resalta la importancia del trabajo
interinstitucional y desde la prevención se requiere fortalecer los procesos de formación a
funcionarios y organizaciones para mejorar el abordaje del delito de la desaparición forzada.
131
|

Para fortalecer estos procesos se llevan a cabo Mesas subregionales de Desaparición, en


Bajo cauca, Urabá y Valle de Aburrá. Además, procesos de formación a sepultureros y
administradores en el manejo adecuado de cementerios.

4.4 Agresiones a líderes y defensores de DDHH

Una situación preocupante es el aumento de asesinatos de defensores de derechos


humanos, incluyendo a líderes sociales y comunitarios. Según el Informe anual del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, los
departamentos con mayor número de asesinatos verificados de defensores y defensoras de
derechos humanos hasta 2017 fueron Antioquia (13) y Cauca (11). Los departamentos más
afectados por todo tipo de agresiones fueron Antioquia, Cauca, Meta, Norte de Santander
y Valle del Cauca (ONU, Informe Anual, 2017). En concordancia con lo anterior, el
compendio de casos registrados por la Defensoría del Pueblo entre el 1 de enero de 2016 y
el 31 de diciembre de 2018 da como saldo 431 homicidios contra defensores y defensoras
de derechos humanos en todo el país, con un 25% de los casos registrados en el
departamento del Cauca, seguido de Antioquia con un 14% (Defensoría del Pueblo, 2018).

Así mismo, se documenta que en la gran mayoría de los asesinatos de defensores de


derechos humanos el contexto tiene tres características comunes: 1) la presencia de
economías ilícitas (el tráfico o la producción de drogas, cultivos ilícitos, minería ilegal, micro-
tráfico, extorsión); 2) una tasa de homicidios que supera los niveles de violencia endémica
según el criterio establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS); y 3) una tasa
de pobreza multidimensional más alta que el promedio nacional (ONU, Informe Anual,
2017).

En contraste con esta información, desde la Mesa Territorial de Garantías para defensores
de derechos humanos se registró para 2017 un total de 257 agresiones y para 2018, 147
casos, de estos 90 fueron a hombres, 33 a mujeres, 22 amenazas colectivas y 2 contra la
población LGBTI. Es complejo conocer la realidad de la situación, dado que además del
subregistro en las denuncias, tampoco existen bases de datos unificadas entre distintos
entes territoriales.

En términos de sectores sociales afectados, la mayor cantidad de las amenazas se dirigen


contra líderes de organizaciones de víctimas, campesinos, organizaciones comunales,
afrodescendientes, indígenas y comunitario, tal como se evidencia en Alerta temprana Nº
026-18 expedida por la Defensoría del Pueblo por amenazas a líderes y grupos sociales
(Defensoría del Pueblo, 2018). Análisis de esta situación revelan que una consecuencia no

132
|

intencionada del proceso de paz en Colombia ha sido el recrudecimiento de los asesinatos


de líderes de comunidades locales, con más de 500 asesinatos ocurridos desde el 2011 hasta
el 2018 en Colombia. Estos líderes han sido asesinados principalmente por grupos armados
ilegales que no participaron del proceso de paz, con el objetivo de ejercer control en zonas
previamente controladas por las FARC (LSE, 2018)11.

Específicamente en Antioquia las amenazas se presentaron a los siguientes sectores


relacionados con la defensa de la paz: (1), Sindical (3), Magisterio (2), Defensores y
defensoras de DDHH (2), Indígenas (6), Víctimas (7), Periodistas (12), Comunitarios (21),
Campesinos (72), Defensores del medio ambiente y temas relacionados con minería (21),
para el total de 147 amenazas.

Los principales actores involucrados según la Mesa Territorial de Garantías para defensores
de derechos humanos son disidencias de las FARC -frente 36- (Norte), Clan del Golfo (Bajo
Cauca, Urabá, Valle de Aburrá, Occidente y Norte); Caparrapos (Bajo Cauca), Carteles
mexicanos (Valle de Aburrá) y presuntamente Fuerza pública (Bajo Cauca, Occidente, Norte,
Suroeste y Valle de Aburrá).

Gráfico # 51 Amenazas contra defensores de derechos humanos en Antioquia 2010-2018

Fuente: Mesa Territorial de Garantías para defensores de derechos humanos, 2018

11
Para ampliar información ver: The London School of Economics and Political Science. Una paz
violenta: el asesinato de líderes sociales como estrategia de control territorial en Colombia.
Disponible en: http://blogs.lse.ac.uk/latamcaribbean/2019/01/22/una-paz-violenta-el-asesinato-
de-lideres-sociales-como-estrategia-de-control-territorial-en-colombia/?from_serp=1

133
|

Pese a que existe una ruta aprobada para la atención y protección de Defensores, mediante
el Decreto 1066 de 2015, en articulación con la Unidad Nacional de Protección, se evidencia
que las agresiones se incrementaron en las subregiones donde están las zonas de alta
sensibilidad para la implementación de los acuerdos de paz y la sustitución de cultivos de
uso ilícito, tales como el Nordeste, Norte, Bajo Cauca, y Urabá.

Tabla # 25 Amenazas por subregión en Antioquia 2018


Amenazas Antioquia 2018
Magdalena Medio 1
Oriente 2
Suroeste 4
Nordeste 8
Norte 16
Valle de aburra 17
Urabá 19
Occidente 22
Bajo Cauca 58
Total 147
Fuente: Mesa Territorial de Garantías para defensores de derechos humanos, 2018

Si bien en términos de amenazas se observa una reducción entre el 2018 y el 2017, es


preciso advertir que algunas de estas se concretaron, traduciéndose en 25 homicidios en el
departamento de Antioquia, siendo el 2018 el de mayor número de casos.

Gráfico # 52 Homicidios a Líderes y Defensores de DDHH por año en Antioquia 2016-2018


25
18 19

2016 2017 2018

Fuente: Mesa Territorial de Garantías para defensores de derechos humanos, 2018

Por subregión, el Bajo Cauca llevó la peor parte con 12 homicidios, seguido de Norte 9,
Urabá 2, Magdalena Medio y Valle de Aburrá con 1 caso cada una.

134
|

Tabla # 26 Homicidios a Líderes y Defensores de DDHH por subregión 2016-2018


Subregión Municipio Total
Tarazá 6
Bajo Cauca Cáceres 1
Caucasia 5
Briceño 1
Norte Ituango 5
Valdivia 3
Magdalena Medio Yondó 1
Urabá Turbo 2
Valle de Aburrá Medellín 1
Total Departamento 25
Fuente: Mesa Territorial de Garantías para defensores de derechos humanos, 2018

En este contexto, se presentan como sujetos sociales en riesgo líderes y lideresas sociales,
defensores de derechos humanos, líderes y lideresas que apoyan la sustitución voluntaria
de cultivos ilícitos y la restitución de tierras, miembros de JAC, NNA, jóvenes, población
LGBTI y funcionarios públicos.

Plan integral de prevención a violaciones de derechos humanos e infracciones al Derecho


Internacional Humanitario

Frente al panorama de vulneración de derechos, el Plan es una herramienta de


implementación de la política pública de Prevención que tiene como fin enfrentar los
factores de riesgo o disminuir su impacto en la comunidad. Así mismo, permite definir los
criterios de articulación y coordinación interinstitucional entre nación, departamento y
municipio; establece el marco de actuación y las orientaciones que en materia de
prevención temprana, urgente y garantías de no repetición, debe adoptar el ente territorial.
De allí derivan Mesas y Comités técnicos de trabajo:

1 Subcomité de Prevención, Protección y garantías de no Repetición


2 Mesa Departamental de protección
3 Mesa Territorial de Garantías para defensores de Derechos Humanos
4. Sub-mesa de Investigación adscrita a Mesa Territorial de Garantías para defensores
de Derechos Humanos
5. Sub-mesa de Protección adscrita a la Mesa Territorial de Garantías paradefensores de
Derechos Humanos
6. Comité Intersectorial para la Respuesta Rápida a las Alertas Tempranas (CIPRAT)

135
|

7 Sub-mesa de seguridad FARC


8 Consejos de seguridad Departamentales
9 Mesa Minero Energética - Ríos Vivos
10 Mesa Departamental de Reincorporación y Normalización

ACCIONES MESA TERRITORIAL DE GARANTÍAS PARA DEFENSORES DE DERECHOS


HUMANOS
ACCIONES LOGROS
1. Socialización de los temas de seguridad, 1. Ruta aprobada para la atención y
protección y prevención y las de carácter protección de Defensores, mediante el
general con todas las organizaciones del Nodo Decreto 1066 de 2015.
Antioquia. 2. Focalización de 136 Líderes amenazados
2. Recopilar información, analizar y monitorear en el territorio antioqueño año 2018 y 8
permanentemente la situación de riesgo; amenazados 2019, los cuales se ha realizado
alertar y coordinar las acciones necesarias para la Ruta de Protección.
prevenir graves violaciones a los derechos a la 3. Articulación con la Unidad Nacional de
vida, integridad, libertad y seguridad de Protección para respuesta eficaz y oportuna
personas, grupos y comunidades. ante las medidas solicitadas.
3. Hacer seguimiento a la implementación de 4. Recopilación y análisis de información de
las recomendaciones emitidas por la Comisión los Defensores de Derechos Humanos y
Intersectorial de Alertas Tempranas (CIAT), a organizaciones sociales, para monitorear
los Informes de Riesgo y/o Notas de permanentemente las situaciones de riesgo
Seguimiento emitidos por el Sistema de Alertas en las subregiones del departamento de
Tempranas (SAT) de la Defensoría del Pueblo. Antioquia. Se anexa cuadro en Excel.
Recomendar la adopción de medidas 5. Vinculación de los Defensores de DDHH y
especiales para la protección de bienes con el organizaciones sociales en los espacios de
fin de salvaguardar los derechos de propiedad, interlocución de la Administración
posesión y tenencia en caso de riesgo de Departamental.
desplazamiento. 6. Generación de espacio físico de
4. Orientaciones y herramientas técnicas para protección para albergar los Defensores que
la gestión de los espacios de prevención a nivel se encuentran amenazados en la ciudad de
territorial. Medellín.
5. Acompañamiento a las audiencias públicas
municipio de Ituango movimiento Ríos Vivos.

4.5 Programa Antioquia Libre de Coca

Los cultivos y el tráfico de coca han llevado a las comunidades involucradas a vivir desde el
conflicto, la violencia y el temor. La cultura de la tenacidad y el emprendimiento se ha
contaminado con la cultura de la ilegalidad. La diversidad biológica, el agua y la fecundidad
de los suelos están amenazadas y con ellas la calidad de vida. A eso se suma la presencia de
136
|

minas antipersonal, municiones sin explosionar y artefactos explosivos improvisados que


hacen de Antioquia históricamente el departamento con más víctimas de minas
antipersonal. El nodo potencializador de la amenaza, lo constituye la ausencia de
gobernanza que permite la presencia del problema social de la coca, limitando las
capacidades para proveer la seguridad, desarrollo y gobernabilidad (Antioquia Libre de
Coca, Gobernación de Antioquia, 2019).

Este programa, es una estrategia de la Gobernación, el Ejército y la Embajada de EE. UU.,


que se construye para hacer eco a las voces del campo, mujeres, jóvenes, adultos mayores
que han visto crecer en sus territorios cultivos ilícitos que les han ofrecido un pan amargo;
responde a las líneas del plan de desarrollo y se ejecuta por medio de acciones de impacto
integral del campo, el monitoreo de hectáreas erradicadas y la intervención en la cadena
criminal del narcotráfico. Estas acciones se dan desde un marco integral que contempla
proyectos en siete líneas, tal como se ve en el gráfico 56.

Así mismo, el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS), es
una apuesta para resolver el fenómeno de las drogas ilícitas de la mano con las
comunidades. Hace parte del Punto 4 “Solución al Problema de las Drogas Ilícitas” del
Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y
Duradera y es un capítulo especial de la Reforma Rural Integral -RRI- (Punto 1) para
transformar de manera integral las condiciones de vida de las comunidades rurales,
mediante la superación de la pobreza y de la brecha entre el campo y la ciudad. El PNIS se
basa en procesos de construcción y desarrollo participativos a través de asambleas
comunitarias.
Gráfico # 56 Proyectos Programa Antioquia Libre de Coca, 2018

Fuente: Programa Antioquia Libre de Coca, 2018

137
|

No obstante, dentro de los procesos de erradicación y dada la magnitud de la problemática,


se hace necesaria la erradicación forzosa, para lo cual, en diciembre de 2017, el Ministerio
de Defensa anunció el cumplimiento de la meta de 50 mil hectáreas de cultivos de uso ilícito
erradicadas forzosamente en todo el país. De acuerdo con la información divulgada por
dicha entidad, los departamentos donde se realizó el mayor número de operativos
corresponden a Nariño, Antioquia, Meta, Caquetá, Guaviare y Parques Nacionales
Naturales. En Antioquia fueron erradicados forzosamente 6.300 hectáreas hasta el 2017
(Ministerio de Defensa, 2017, citado por Defensoría del Pueblo, 2017).

Los municipios con mayor densidad de cultivos ilícitos en el departamento según informe
SIMCI-UNODC del año 2016 y que han manifestado su voluntad de ingresar al programa son
Tarazá, Cáceres, Briceño12 y Anorí, además, municipios que colindan con el primer nivel,
pero su densidad de cultivos ilícitos es relativamente menor, como es el caso de
Campamento, Ituango y Valdivia, los cuales inician en segundo semestre de 2019.

De acuerdo a esto se tiene el panorama de 3.903 hectáreas sustituidas y verificadas por


UNDOC en Antioquia para el 2017 y 2018 que involucran los municipios de Cáceres, Tarazá
Briceño y Anorí. De igual forma, están en proceso de verificación otras 600 hectáreas en
Tarazá y 250 en Anorí, para un total de 4.753.

Tabla # 35 Hectáreas Erradicadas y levantadas voluntariamente 2017 – 2018 – 2019


Tipo 2017 2018 2019
Erradicación manual 4.199,17 1.0542,21 103,67
Erradicaciones civiles 1.182,70 397,7 0
Aspersión terrestre 1.772,38 2.964,84 501,54
Aspersión drones 0 138,77 0
TOTAL 7.154,25 14.043,53 605,21
Fuente: Programa Antioquia Libre de Coca, febrero 2019

En el histórico de análisis del proceso de siembra, sustitución y resiembra de cultivos, se


cuenta con las siguientes cifras: 2013 (991), 2014 (2.293), 2015 (2.402), 2016 (8.855), 2017
(13.681) y 2018 (11.000). Como se ve en el gráfico, 2016 a 2017 fue el periodo donde más
siembra se dio comparado con los años anteriores, pese a esto en 2018 se registró una
disminución del 19,6% con relación al año anterior.

12
El municipio de Briceño fue seleccionado dada la magnitud del problema, por el Gobierno y las FARC para
el plan piloto de sustitución de cultivos de uso ilícito, en esa población del norte de Antioquia se logró una
intervención que involucró a 2.255 personas de 35 veredas y que logró la erradicación voluntaria de 552
hectáreas de coca, que se encontraban en 1.921 lotes.

138
|

Gráfico # 57 Hectáreas cultivadas en Antioquia, 2013 a 2018

Fuente: Programa Antioquia Libre de Coca, febrero 2019

En los municipios del Bajo Cauca afectados por cultivos ilícitos intervienen actores armados
como el ELN, Clan del Golfo y Caparrapos; por su parte, en el Norte, específicamente el
municipio de Campamento, hacen presencia GAO y disidencias del Frente 36 de las FARC.
En Ituango, además de estos últimos, existen disidencias del Frente 38 y estructuras como
Los Pachelly, Clan del Golfo y Caparrapos.

Como se mencionó anteriormente, desde el marco integral que se conciben los proyectos
se plantean estrategias de superación de la problemática que implica a los campesinos
enfrentar distintas situaciones de riesgo y el miedo de la relación con los actores armados
ilegales, así como la falta de condiciones que les propicien un mayor acceso a recursos a
partir de la productividad de sus tierras con otros cultivos, una mejor comercialización,
entre otras. En ese sentido, en la actualidad se realizan en los municipios de Valdivia,
Briceño, Ituango y Tarazá proyectos de infraestructura para la pavimentación de tramos de
vías, así como proyectos de siembra, y fortalecimiento de asociaciones y organizaciones en
Zaragoza, Cáceres, Tarazá, El Bagre y Valdivia. Por otro lado, para el fortalecimiento de la
seguridad, justicia y DDHH se implementan procesos de formación en DDHH, espacios de
interlocución, provisión de equipos y adecuación de espacios físicos.

Dado que en Colombia desde hace varias décadas ha existido la producción de cultivos de
uso ilícito y se ha convertido en la más importante renta de las organizaciones criminales,
es comprensible que no se dé un proceso inmediato de la sustitución de los mismos. No
obstante, dados los riesgos que estos le generan a las comunidades, se implementan
acciones que propenden por la voluntariedad de erradicación por parte de las familias
involucradas, así como la priorización de situaciones que les permitan transformar sus vidas
y retornar a la vocación de cultivos tradicionales y otros procesos productivos que les

139
|

permitan sustentar sus necesidades básicas. A pesar de lo anterior, la sustitución de cultivos


se constituye en un gran reto en el actual contexto del país y el departamento.

4.6 Contexto de Reincorporación en Antioquia: Espacios Territoriales de Capacitación y


Reincorporación ETCR

El proceso de reincorporación para los excombatientes de las FARC está dirigido al


cumplimiento de lo pactado en los acuerdos de paz, a fin de que se materialice en los
territorios que previamente eran de su influencia un proceso de fortalecimiento
comunitario y de democracia local, a partir de la convivencia y reconciliación entre quienes
lo habitan. Por ende, se requiere de estrategias institucionales que garanticen el
restablecimiento del tejido social, de las cuales se resaltan los Espacios Territoriales de
Capacitación y Reincorporación (ETCR), las Áreas de Reincorporación Grupal y los Espacios
Geográficos Dispersos. Empezando con los ETCR, antes conocidos como Zonas Veredales
Transitorias de Normalización (ZVTN), estos espacios tienen como objetivo capacitar a los
excombatientes desde un proceso integral, que comprende la dimensión económica,
política y social, para su reincorporación a la vida civil. Así, se desarrollan diferentes
proyectos, divididos por los sectores 1) productivos y de autoabastecimiento, 2) de
adquisición de tierras, 3) de educación, 4) de salud, recreación y deporte, 5) de
reconciliación, 6) de seguridad, 7) de vivienda, 8) ambiental y 9) de género (ARN, s.f.).

Tabla # 36 Contexto geográfico de reincorporación, Antioquia


CONTEXTO GEOGRÁFICO DE REINCORPORACIÓN Hombres Mujeres Total
ETCR 305 140 445
Área de reincorporación grupal 168 36 206
Espacio geográfico disperso 407 122 529
Total de excombatientes en Antioquia 880 298 1.180
Fuente: Submesa de seguridad, Mesa FARC. Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018

Tabla # 37 Número de excombatientes por ETCR, Antioquia


ETCR EN ANTIOQUIA Hombres Mujeres Total
Carrizal- Remedios (Nordeste) 59 19 78
La Planchita- Anorí (Nordeste) 50 18 68
Santa Lucía- Ituango (Norte) 78 36 114
Llanogrande- Dabeiba (Occidente) 118 67 185
Total de excombatientes en ETCR 305 140 445
Fuente: Submesa de seguridad, Mesa FARC. Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018

140
|

A nivel nacional están dispuestos 24 ETCR, de los cuales cuatro se localizan en Antioquia.
Desagregando el análisis a una escala subregional, en el Nordeste se localizan dos ETCR: uno
en Remedios (Carrizal) y otro en Anorí (La Plancha). Frente al primero, en Carrizal se cuenta
con la vinculación de 78 excombatientes quienes fueron miembros del Bloque Magdalena
Medio, liderado por Alberto Cancharina, y que están participando actualmente en el
desarrollo de dos proyectos productivos: ganadería de doble propósito y producción de
tilapia roja. En el segundo, La Plancha, 68 excombatientes hacen parte de los proyectos
productivos de invernadero para cultivo de tomates y legumbres y piscicultura. Estas
personas antiguamente eran integrantes del frente 56, del cabecilla “Anderson”. En el Norte
está ubicado el ETCR de Santa Lucía, en Ituango, el cual cuenta con la participación de 114
excombatientes que están vinculados en proyectos de autoabastecimiento -de aves
ponedoras y cría de truchas- y productivos de ganadería de doble propósito. Finalmente, en
Dabeiba, Occidente antioqueño, están 185 ex integrantes del bloque noroccidental que fue
dirigido por alias Isaías Trujillo. A lo anterior también se suman proyectos educativos -como
cero analfabetismos, bachillerato rural y digital-, brigadas en salud, formación de
deportistas de alto rendimiento, eventos de reconciliación, acciones de promotores
comunitarios de paz y pedagogía en género (Gerencia de Paz, 2018; ARN, 2018).

Referente a las Áreas de Reincorporación Grupal y los Espacios Geográficos Dispersos, son
localidades donde se han congregado excombatientes de las FARC de manera informal,
pero que mantienen contacto con la Agencia para la Reincorporación y la Normalización
(ARN). La conformación de estas zonas responde a una búsqueda de mejores garantías
económicas y sociales. Se identifica un total de 206 excombatientes en las Áreas de
Reincorporación Grupal, distribuidos en Yondó, Dabeiba, Mutatá, Frontino y Urrao, y de 529
en los Espacios Geográficos Dispersos, localizándose en diferentes municipios del Nordeste,
Norte, Occidente, Oriente, Urabá y Valle de Aburrá.

Tabla # 38 Número de excombatientes por Área de Reincorporación Grupal, Antioquia


Áreas de reincorporación grupal en Antioquia Hombres Mujeres Total
San Francisco- Yondó (Magdalena Medio) 19 4 23
Godó- Llanogrande - Dabeiba (Occidente) 14 8 22
San José de León- Mutatá (Urabá) 33 12 45
Murrí- La Blanquita- Frontino (Occidente) 44 4 48
Mande- Urrao (Suroeste) 61 7 68
Total de excombatientes en Áreas de Reincorporación
Grupal 171 35 206
Fuente: Submesa de seguridad, Mesa FARC. Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018

141
|

Tabla # 39 Número de excombatientes en Espacios Geográficos Dispersos, Antioquia


ESPACIOS GEOGRÁFICOS DISPERSOS EN ANTIOQUIA
NORDESTE Hombres Mujeres Total
Anorí 14 2 16
Yolombó 1 0 1
Total 15 2 17
NORTE Hombres Mujeres Total
Angostura 1 0 1
Donmatías 1 0 1
Valdivia 3 2 5
San Andrés de Cuerquia 5 0 5
Yarumal 3 2 5
Briceño 5 1 6
Guadalupe 5 2 7
Ituango 30 12 42
Total 53 19 72
OCCIDENTE Hombres Mujeres Total
Anzá 1 0 1
Frontino 1 0 1
Liborina 1 0 1
Uramita 1 0 1
Santa Fe de Antioquia 2 0 2
Sabanalarga 2 0 2
Cañasgordas 3 0 3
Olaya 4 0 4
Dabeiba 18 6 24
Total 33 6 39
ORIENTE Hombres Mujeres Total
El Santuario 1 0 1
Cocorná 1 0 1
Marinilla 1 0 1
La Unión 1 0 1
Granada 1 0 1
Sonsón 1 0 1
Total 6 0 6
URABÁ Hombres Mujeres Total
San Pedro de Urabá 1 1 2
Chigorodó 4 0 4
Turbo 6 2 8
Carepa 11 6 17
Murindó 22 0 22

142
|

Vigía del Fuerte 20 6 26


Apartadó 52 21 73
Total 116 36 152
VALLE DE ABURRÁ Hombres Mujeres Total
Caldas 17 4 21
Copacabana 1 0 1
Girardota 1 0 1
Barbosa 2 0 2
Itagüí 5 0 5
Bello 28 0 28
Medellín 115 70 185
Total 169 74 243
TOTAL DEPARTAMENTAL 392 137 529
Fuente: Submesa de seguridad, Mesa FARC. Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018

Los trabajos desarrollados al interior de los ETCR, las Áreas de Reincorporación Grupal y los
Espacios Geográficos Dispersos hacen parte del cumplimiento de los Acuerdos de paz para
posibilitar la terminación definitiva de acciones bélicas, configurar un entorno real de ese
al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo (CFHBD) y Dejación de Armas (DA) y
garantizar a partir de la institucional la reincorporación de los ex combatientes.
Considerando que Antioquia es el departamento con más víctimas registradas, estos
esfuerzos son más que necesarios. En ese sentido, desde la Gerencia de Paz se manifestó la
necesidad de un acompañamiento más decidido desde el gobierno nacional con el proceso
de reinserción de los excombatientes y la consolidación de un entorno de paz verdadero.

5. TEMAS PRIORIZADOS DE CARA AL DIAGNÓSTICO SUBREGIONAL

Dentro de un ejercicio que involucró a funcionarios públicos, se priorizaron algunos temas


que requieren una mirada profunda en términos de políticas públicas y seguimiento al
comportamiento en el departamento, principalmente por su relación con el desarrollo de
las comunidades y el goce o vulneración de sus derechos, y también por los problemas
sociales que representan. Dichos fenómenos se concretan en los procesos de minería que
se adelantan en algunas subregiones, la situación de la población carcelaria, la salud,
agresiones a líderes y defensores de DDHH y el consumo de sustancias ilícitas en las
instituciones educativas.

5.1 Aproximación a los procesos de minería en el departamento

143
|

Históricamente la minería ha sido considerada una de las actividades económicas


tradicionales en Antioquia. No obstante, su práctica ilegal o sin efectivos controles por parte
de las autoridades ambientales ha generado múltiples impactos que inciden no solo sobre
las condiciones ambientales sino también, y de manera directa, sobre el entorno social.

De manera preliminar es preciso considerar que el actual código de minas (Ley 685 de 2001)
considera la minería ilegal como “aquella actividad exploratoria o de extracción de
minerales, bien sean de propiedad de la nación o de particulares, que se desarrolla sin el
correspondiente título minero vigente o sin la autorización del titular de la propiedad
privada donde se ubique el proyecto (artículo 159). Es necesario, además, tener en cuenta
que la minería de subsistencia, artesanal o de barequeo no se constituye en minería ilegal,
aunque esta ha sido permanentemente estigmatizada y relacionada con organizaciones
ilegales. La minería de subsistencia, como su nombre lo indica, se hace buscando satisfacer
las necesidades básicas sin obtener un lucro o provecho sustancioso de la actividad; en el
caso de la minería artesanal, esta contempla “las actividades realizadas por pequeños
productores mineros auto empleados, que trabajan de manera individual, en forma
familiar, o agrupados en diversos tipos de organización productiva, incluyendo formas
asociativas, cooperativas, pequeñas y micro empresas, y en algunos casos, comunidades
indígenas y afro descendientes que realizan este tipo de minería como una actividad
tradicional” (Procuraduría General de la Nación, s.f. p. 9). En lo que respecta a la minería de
barequeo, hace referencia, según lo establece el Código de Minas en su artículo 155, a una
“actividad popular de los habitantes de terrenos aluviales actuales”; así, el barequeo hace
referencia al lavado de arenas por medios manuales, sin que para tal fin se utilice
maquinaria o medios mecánicos.

Una vez expuesto lo anterior, conviene tener en cuenta que la destinación de áreas para
actividades mineras pone de manifiesto una expectativa o interés de uso que, por lo
general, entra en disputa con los demás intereses que se tienen sobre un mismo territorio,
constituyéndose, por tanto, en una tensión territorial con efectos no sólo frente a aspectos
ambientales sino también sociales. Si bien la minería es una actividad productiva de gran
importancia en el departamento y en el país por el significativo aporte que hace al PIB, su
práctica ilegal sumada a factores como la apropiación de tierras asociadas al narcotráfico,
el despojo de pequeños y medianos propietarios y la presencia de actores armados ilegales
en algunas zonas, agravan las condiciones sociales en los lugares donde se presentan estas
problemáticas.

De acuerdo con información de la Agencia Nacional Minera (2017), la producción de


minerales en Antioquia proviene principalmente de los municipios de El Bagre, Segovia,

144
|

Caucasia, Remedios, Zaragoza y Taraza en oro; Segovia, Zaragoza, Remedios, El Bagre,


Caucasia y Buriticá en plata; Mutatá, Cañasgordas, Vegachí, Amagá, Frontino y Caucasia en
platino; Amagá, Titiribí, Fredonia y Angelópolis en carbón; Sonsón, San Luis, Amalfi,
Abejorral, Maceo, Montebello y San Carlos en calizas; Girardota, Bello, Medellín, Sopetrán,
Mutatá y El Retiro en materiales de construcción (ANM, 2017, p.1).

Si bien de acuerdo con información procedente de las Secretarías de Minas y Gobierno, no


se tiene el dato exacto relacionado con labores mineras no autorizadas; sí existe un Mapa
de Riesgo de Minería Ilegal en Antioquia, resultado del trabajo articulado de las Secretarías
de Minas, Gobierno y la Fuerza Pública. De este modo, algunas subregiones del
departamento como ocurre con Bajo Cauca y Nordeste, así como ciertas zonas del Suroeste
y Occidente se encuentran en riesgo por minería ilícita.

Mapa # 1 Riesgo minería ilegal en Antioquia

Fuente: Gobernación de Antioquia, 2017.

145
|

En lo que respecta al área titulada en Antioquia, de acuerdo con información de la Secretaría


de Minas, el Nordeste, Bajo Cauca y Occidente son las subregiones con más área
comprometida.
Tabla # 40 Área titulada por subregión
Subregión Área ocupada por títulos
mineros (Ha, m2)
Bajo Cauca 177.887,4985
Magdalena Medio 41.863,0315
Nordeste 193.452,9466
Norte 73.816,0055
Occidente 158.030,6974
Oriente 35.844,7781
Valle de Aburrá 8.624,8562
Urabá 83.053,0067
Suroeste 90.646,5823
Fuente: Secretaría de Minas, 2019.

Por tanto, el bajo desarrollo de algunas subregiones de Antioquia, sobre todo de aquellas
que tienen gran riqueza de recursos naturales, se explica por la ilegalidad en la explotación
minera y todas aquellas acciones que guardan estrecha relación con esta práctica: uso
indiscriminado de sustancias químicas como son el mercurio y el cianuro, contaminación
ambiental, disminución de regalías. A su vez, tales situaciones inciden en el bajo nivel de
desarrollo de las zonas más ricas en recursos minerales del país, como es el caso del
Nordeste antioqueño, del cual hacen parte los principales municipios mineros Segovia y
Remedios, y del Bajo Cauca, subregión de la cual hacen parte los municipios mineros El
Bagre y Zaragoza.

A continuación, se presenta un breve diagnóstico por subregión respecto de la situación


minera, con base en información de fuentes oficiales, diversos informes elaborados por
entidades del sector público y privado y datos provenientes de medios de comunicación.

De manera general, es preciso advertir que el desarrollo social en zonas donde se realiza
minería suele ser muy precario. El Gobernador de Antioquia Luis Pérez Gutiérrez ha
señalado que “alrededor de las empresas mineras abunda la ilegalidad, la droga, la
inequidad y la violencia, cobrando vigencia una frase muy común que dice: ‘pueblo de mina,
pueblo de ruina’” (Revista Semana Especial Minería: Colombia Vale Oro, 2018, p. 52). La
práctica de la minería ilegal, sumada a la complejidad en materia de orden público de

146
|

algunos territorios de Antioquia y la disputa de territorios por parte de actores armados


ilegales, se constituyen en las principales problemáticas en materia de seguridad y
convivencia en Antioquia, tal como se describe a continuación.

Subregión Bajo Cauca


Como se ha indicado con anterioridad, las actividades económicas predominantes en esta
subregión son la piscicultura, la agricultura, la ganadería, la explotación de madera y la
minería aurífera, que se constituye en la actividad económica predominante en la región.
En el libro La minería de hecho en Colombia (2010) la Defensoría del Pueblo menciona las
problemáticas, falencias y violaciones a los Derechos Humanos derivados de la actividad
minera, “la cual representa el 51% de la producción de oro del departamento de Antioquia,
focalizado en el Bajo Cauca antioqueño (de acuerdo con la información de la Unidad de
Planeación Minero Energética)” (citado en Defensoría del Pueblo, 2015, p. 29). De manera
general la Defensoría menciona afectaciones sobre la salud de la población, restricciones
en el derecho al agua, afectación del ambiente, alteración del derecho al trabajo por el
conflicto entre la empresa y la minería informal.

Al respecto de la actividad minera en el Bajo Cauca es preciso considerar que su práctica ha


conllevado a la aparición de múltiples impactos de naturaleza ambiental y social. El
incremento de la presión demográfica sobre bienes y servicios públicos y sociales, la
alteración de los patrones culturales, así como problemáticas de orden público expresadas
en aumento de homicidios, presencia de grupos armados al margen de la ley, y de orden
social como drogadicción y proliferación de enfermedades, se constituyen en algunos de las
principales problemáticas de esta subregión.

De acuerdo con el informe La minería sin control: Un enfoque desde la vulneración de los
Derechos Humanos elaborado por la Defensoría del Pueblo (2015) existen algunas regiones
del país, como ocurre en el Bajo Cauca antioqueño, donde confluyen “diferentes tipos y
formas de minería, poca presencia institucional, consecuencias sobre los ecosistemas,
riesgo para la salud humana en razón al consumo de aguas contaminadas e inhalación de
gases de mercurio, afectación a la seguridad alimentaria de las comunidades asentadas en
las cuencas de los ríos y conflictividad socioambiental” (p. 12). En el caso particular de esta
subregión situaciones como “la falta de alternativas laborales, la deserción escolar y el
olvido estatal ha puesto a los habitantes de la zona a merced de los grupos al margen de la
ley, que tienen un gran dominio sobre los negocios y proyectos que se desarrollan en el Bajo
Cauca antioqueño. Los pobladores insisten en que no colaboran por voluntad propia a estos
grupos alzados en armas, por el contrario, son víctimas de una guerra que los tiene
arrinconados y que por su posición geográfico y las riquezas de sus recursos, son

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|

coaccionados por gente que no busca el beneficio general, sino el fortalecimiento de sus
arcas y ejércitos privados, a través de una mecánica que consiste en identificar el volumen
de producción de oro y cobrar la respectiva extorsión tanto por el metal como por el uso de
maquinaria empleada en la actividad” (Defensoría del Pueblo, 2015, p. 30 y 31).

La informalidad, por su parte, se constituye en otra de las problemáticas con incidencia en


contextos sociales. La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional
(USAID) estima que en el departamento existe un promedio de 1.664 minas ilegales: “Las
cifras de la Asociación de Mineros del Bajo Cauca Antioqueño indican que en los municipios
de Caucasia, Cáceres, Nechí, El Bagre, Zaragoza y Tarazá se encuentran alrededor de 1.200
unidades de explotación minera informales” (Periódico El Tiempo, agosto 15 de 2017)13.

Subregión Magdalena Medio


La minería de materiales no metálicos como calizas y mármoles es una de las más
importantes en esta subregión, después de la extracción, procesamiento y transporte de
hidrocarburos. Si bien esta región es homogénea geográficamente no lo es en términos
económicos. Tal afirmación obtiene sustento al analizar los indicadores de necesidades
básicas insatisfechas de los municipios que integran esta subregión: de acuerdo con datos
del Dane (2005), actualizados al año 2012 y contenidos en el Anuario Estadístico de
Antioquia 2016, la proporción de población en condiciones de pobreza y miseria varía entre
29,93% y 9,71%, respectivamente, en Caracolí y 59,05% y 30,08%, respectivamente, en
Yondó. En general, se observan condiciones variables de pobreza y miseria, pero en todos
los municipios la proporción de pobreza y miseria es elevada, tal como se observa en la
siguiente tabla.

Tabla # 40 condiciones de pobreza y miseria, Magdalena Medio


Proporción Proporción
Proporción Total Proporción Total
de de
de Proporción de Proporción
Subregiones y Personas Personas
Personas de Personas de
municipios en pobreza en miseria
en pobreza Personas en miseria Personas
(cabecera) (cabecera)
(resto) (%) pobreza (%) (resto) (%) miseria (%)
(%) (%)
Caracolí 19,35 45,03 29,93 4,76 16,78 9,71
Maceo 21,36 44,48 35,42 3,69 19,17 13,11
Puerto Berrío 36,96 48,83 38,43 14,96 19,83 15,57
Puerto Nare 30,84 32,65 31,94 8,33 13,37 11,39
Puerto Triunfo 48,80 27,51 33,65 22,86 7,83 12,16

13
Disponible en: https://www.eltiempo.com/colombia/medellin/informalidad-en-la-mineria-de-antioquia-
119544

148
|

Yondó 44,95 75,18 59,05 18,99 42,76 30,08


Fuente: Anuario Estadístico de Antioquia, 2016 con datos Dane actualizados a la 2012.

En general es evidente que las condiciones de pobreza y miseria son superiores en las áreas
rurales (denominadas “resto”), salvo en el municipio de Puerto Triunfo, donde la pobreza y
la miseria son mayores en la zona urbana (cabecera). Llama la atención que a pesar de que
esta subregión tiene protagonismo respecto a la producción minera, ello no se traduzca en
mejoramiento de las condiciones de vida de la población.

Nordeste
Buena parte de los conflictos que existen en Antioquia por cuenta de la minería tienen su
origen en el Nordeste, subregión compuesta por diez municipios agrupados en cuatro
zonas: Minera, Mesetas, Nus y Río Porce. Los tipos de pobladores del Nordeste pueden
asociarse a la historia de poblamiento, marcada principalmente por el oro en la región. En
la denominada zona minera, que agrupa a los municipios de Segovia y Remedios, la
actividad minera ha incidido de manera decisiva en los procesos de poblamiento. A su vez,
los conflictos asociados a esta subregión han girado en torno al dominio y la explotación de
recursos naturales por parte de compañías trasnacionales, pero también por parte de
actores ilegales. En el caso de la presencia de grupos armados al margen de la ley, esta se
dio originariamente en la zona minera, extendiendo su accionar hacia otras zonas de la
subregión y hacia las áreas rurales.

Así, Remedios, Segovia y Zaragoza son los municipios que presentan mayor incidencia de
problemáticas de orden social relacionadas con la práctica de la minería ilegal y de minería
sin control. Algunos estudios han dado cuenta de problemas sociales relacionados con la
aparición de enfermedades, “específicamente neurotoxicidad por la exposición crónica a
mercurio como consecuencia de la manipulación inadecuada y de la falta de tecnificación
de los procesos en los cuales se utiliza este elemento. Se demostró estadísticamente que la
principal fuente de exposición al mercurio es de tipo ambiental por la emisión de vapores
de mercurio y la producción de desechos generados por el beneficio del oro” (Defensoría
del Pueblo, 2010, p. 59).

Adicionalmente, se ha encontrado que “los niveles de mercurio en algunas áreas urbanas


de Remedios, Segovia y Zaragoza pueden llegar a ser 1.000 veces más altos que los
aceptados por la Organización Mundial de la Salud. Cerca de 15 trasplantes de riñón se
llevan a cabo cada año en Remedios, debido a la contaminación con mercurio en el aire y
en el agua” (Veiga, 2010, citada en Defensoría del Pueblo, 2010, p. 59).

149
|

Al ser una subregión periférica respecto de otras del departamento, ha experimentado


condiciones más adversas para alcanzar mayores niveles de desarrollo. Con respecto a las
condiciones de orden público, a mediados de 2017, entre los meses de julio y agosto, se
presentó un paro minero en Segovia y Remedios con un saldo de una persona muerta, más
de 20 lesionados, 300 locales comerciales cerrados, desabastecimiento de alimentos y al
menos 12.000 estudiantes desescolarizados (Periódico El Tiempo, agosto 15 de 2017)14.

En esta subregión se encuentra localizado uno de los proyectos mineros de oro a cielo
abierto: Gramalote, de propiedad de la multinacional Anglo Gold Ashanti. Esta compañía ha
hecho presencia desde hace más de diez años en el Nordeste, principalmente en el
municipio de San Roque, en cuya jurisdicción se localiza la mina. Se han adelantado
procesos de concertación con algunos mineros tradicionales de la zona; sin embargo, en la
actualidad a pesar de que el proyecto tiene licencia ambiental no ha iniciado su etapa de
operación por cuanto el proceso de adquisición predial y de restauración de actividades
productivas que se verán afectadas con ocasión del proyecto no ha finalizado.

Norte
Como se ha indicado con anterioridad, esta subregión tiene una vocación eminentemente
agropecuaria, por lo cual no es común la práctica de actividades mineras. En tal sentido no
es común la existencia de conflictos asociados a esta actividad productiva.
La mina de oro San Ramón, localizada en el municipio de Santa Rosa de Osos y de propiedad
de la compañía Red Eagle Mining, es tal vez, el proyecto minero más importante en la
actualidad.

Occidente
Tal vez el caso más emblemático de esta subregión es el de Buriticá, donde la actividad
minera fue cooptada por grupos al margen de la ley, especialmente El Clan del Golfo. Frente
a este tipo de situaciones Juan Carlos Henao, expresidente de la Corte Constitucional y
rector de la Universidad Externado de Colombia, sostiene que “las bandas criminales se han
apoderado del multimillonario negocio de la minería y eso está significando que más o
menos el 60 % de la actividad es ilegal. Hay unos 300 puntos en Colombia de minería ilegal
ligados a las bandas criminales”.

Debido al crecimiento de la minería ilegal, durante 2016 fue necesaria la intervención


militar y de policía para recuperar los terrenos con licencia de exploración y explotación del
proyecto Buriticá, de propiedad de la multinacional Continental Gold. El Gobernador de

14
Disponible en: https://www.eltiempo.com/colombia/medellin/antioquia-lucha-por-frenar-la-mineria-
ilegal-117028

150
|

Antioquia, Luis Pérez, ha explicado que “hace diez años este era un municipio pacífico, con
menos de 1.500 habitantes en la zona urbana, y pasó a tener 10 mil habitantes en busca de
extracción ilegal. Llegó a tener 158 minas ilegales y 75 ‘beneficiaderos’ ilegales para
procesar la extracción” (Revista Semana Especial Minería: Colombia Vale Oro, 2017, p. 52).
Los efectos derivados de la práctica de minería ilegal en este municipio del Occidente se
expresaron en la contaminación sobre el río Cauca en el que eran depositadas diariamente
cantidades significativas de cianuro y mercurio, pero también en el incremento de
homicidios y drogadicción como consecuencia del aumento súbito de población procedente
desde distintos lugares del país.

Suroeste
El Suroeste es otra de las subregiones del departamento con una vocación agropecuaria,
turística y minera (carbón, calizas y oro). En la publicación Minería de hecho en Colombia,
la Defensoría del Pueblo sostiene que “desde el año de 1997, en un estudio realizado por la
Universidad de Antioquia, en los municipios de Amagá y Angelópolis se evidenció una alta
tasa de ilegalidad en las minas activas, lo cual se traduce en una fuente de factores de riesgo
de accidentes en detrimento de las condiciones laborales de sus trabajadores. Además, se
presenta una deficiente asistencia técnica y administrativa por parte del Estado y no se
cuenta con adecuados programas de salud preventiva en general y de salud ocupacional en
particular en cada una de las minas, lo que lleva a un deterioro bastante significativo del
estado de salud de los mineros” (Defensoría del Pueblo, 2010, p.16).

En los últimos años la actividad minera ha tenido su mayor expresión con la presencia de la
multinacional Anglo Gold Ashanti en los municipios de Jericó y Támesis, de donde esta
compañía con licencia de exploración pretende en el futuro extraer cobre. Si bien los
habitantes de estos municipios se han opuesto a la realización de actividades por parte de
Anglo Gold Ashanti, y autoridades municipales de gobierno como en el caso de Jericó han
expedido Acuerdos municipales para prohibir actividades extractivas, la multinacional alega
que la actividad que realiza es completamente legal y, por tanto, debe ser amparada por la
ley. El mayor argumento para oponerse a la minería en esta zona de la subregión radica en
la potencial afectación de las fuentes hídricas con ocasión de la actividad minera, además
del cambio de vocación de la tierra lo que necesariamente incidiría en una alteración de los
patrones culturales de la población.

Urabá
Al igual que en otras subregiones del departamento, la minería ilegal y la minería sin control
se constituyen en algunas de las problemáticas que inciden más decisivamente en la
aparición de nuevos conflictos ambientales y sociales. Durante el año 2017 autoridades del

151
|

pueblo Gunadule, integrado por unos dos mil indígenas de las comunidades Caimán Alto y
Caimán Bajo, en el municipio de Necoclí, manifestaron ante el Gobernador de Antioquia su
preocupación por las detonaciones producto de la explotación minera en esa zona del
Urabá antioqueño. La advertencia sobre la aparición de impactos ambientales asociada a la
práctica de minería sin control, conllevó a que estas autoridades indígenas recomendaran
al Gobierno departamental verificar el tema del licenciamiento y el cumplimiento ambiental
por parte de las compañías mineras que hacen presencia en la región (Periódico El
Colombiano, febrero 21 de 2017)15.

A su vez, la afectación de otras actividades productivas como ocurre con la pesca debido a
la sedimentación del río Atrato como consecuencia del uso de sustancias químicas ha
derivado en la aparición de otras problemáticas

En definitiva, la minería legal e ilegal ha tenido un impacto negativo en los derechos al agua,
a la salud y a la alimentación, contaminando los ríos en varios lugares del país,
especialmente en las zonas afectadas por el conflicto armado. Este es el caso de los ríos
Caquetá y Putumayo, afectando a pueblos indígenas; el río Nechí, en Antioquia; el río Cauca;
y los ríos Quito y Atrato, en Chocó (ONU 2017).

5.2 Situación de la población carcelaria

La crisis carcelaria es un asunto de carácter nacional y todos los departamentos enfrentan


la dificultad de manejar el hacinamiento de sus centros penitenciarios, dado que en el país
esta población crece todos los días, lo que se traduce en cárceles con sobrepoblación y con
enfermedades; incluso inspecciones y comisarías se han convertido en cárceles
improvisadas mientras las cárceles liberan cupos. Por lo tanto, no basta con abrir más cupos
en las cárceles que ya superaron su capacidad, esta es una consigna que plantean los
funcionarios del ministerio público de todo el departamento (Funcionarios Públicos, Grupo
focal, 2019).

De acuerdo a los datos del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), se presenta
el panorama de población carcelaria, capacidad de los centros y sobrepoblación, con lo cual
se observa que a nivel general existe un hacinamiento del 78% en Antioquia, con un total
de 13.627 personas privadas de la libertad en centro penitenciario. En la siguiente tabla se
observa la realidad de cada Subregión.

15
Disponible en: https://www.elcolombiano.com/antioquia/indigenas-del-uraba-piden-a-gobernacion-
revisar-explotacion-minera-cerca-a-su-resguardo-MG5989538

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Tabla # 41 Población carcelaria en Antioquia, 2018


Centro carcelario Población Capacidad Sobrepoblación Hacinamiento %
EPMSC Caucasia 116 63 53 84,1%
EPMSC Puerto Berrío 306 150 156 104%
EP Puerto Triunfo 1.842 1.316 526 40%
EPMSC Santo Domingo 280 115 165 143,5%
EPMSC Santa Rosa de Osos 188 76 112 147,4%
EPMSC Yarumal 308 191 117 61,3%
EC Santa Fe de Antioquia 79 50 29 58%
EPMSC La Ceja 292 94 198 210,6%
EPMSC Sonsón 206 75 131 174,7%
EPMSC Andes 756 168 588 350%
EPMSC Jericó 136 60 76 126,7%
EPMSC Santa Bárbara 162 50 112 224%
EPMSC Támesis 114 50 64 128%
EPMSC Apartadó 1.017 296 721 243,6%
CPAMS LA PAZ - Itagüí 1.174 328 846 257,9%
EPMSC Medellín 3.140 1.869 1.271 68%
Complejo Carcelario y Penitenciario de
2.202 1.288 914 71%
Medellín-Pedregal-
Complejo Carcelario y Penitenciario de
1.309 1.254 55 4,4%
Medellín-Pedregal- Mujeres
Fuente: Observatorio de Secretaría de Gobierno con datos del INPEC, Tableros
Estadísticos, población intramural. Fecha de corte: 31 de diciembre de 2018.

Para el caso del Bajo Cauca hay un Establecimiento Penitenciario de Mediana Seguridad y
Carcelario (EPMSC) ubicado en Caucasia con una población de 173 personas, 75 de ellos
condenados y el resto sindicados por algún delito. Es decir, hay 63 personas más de las que
puede albergar, generando así un hacinamiento del 115,9% y muchos todavía están en un
proceso judicial.

En el Magdalena Medio hay un EPMSC en Puerto Berrío y un Establecimiento Penitenciario


en Puerto Triunfo. Frente al primero, se advierte que la capacidad de la instalación es para
150 personas, y hay un total de 306 reclusos. Esto se traduce en un hacinamiento de
104,6%. En el segundo establecimiento hay un total de 1.846 reclusos, excediendo en 530
personas la capacidad de la instalación. Así, el porcentaje de hacinamiento es de 40,3%.

Por su parte, en el Norte hay dos EPMSC, en Santa Rosa de Osos y Yarumal. Frente al
primero, las instalaciones cuentan con una capacidad para 76 personas, y hay un total de
183 reclusos. Esto se traduce en un hacimiento del 140,8%. En el segundo establecimiento
hay un total 290 presos, excediendo en 99 personas las adecuaciones de la instalación. Así,
el porcentaje de hacinamiento es del 51,8%.

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El Nordeste posee un EPMSC en el municipio de Santo Domingo. Considerando una


capacidad en las instalaciones para 115 personas, existe una sobrepoblación del 132,2%, lo
cual se traduce en 152 procesados o presos de más. De los 267 individuos que están en el
establecimiento penitenciario, 194 son condenados, 66 sindicados y 7 en estado de
actualización. La presencia de GAO, GDO y bandas criminales locales generan dificultades,
ya que tras la operatividad y capturas de la fuerza pública, se empeora el hacinamiento y se
desbordan las capacidades de seguridad del establecimiento.

El Occidente antioqueño tiene un establecimiento carcelario en Santa Fe de Antioquia, este


es para hombres, con capacidad para 83 personas, pero hasta el 31 de diciembre de 2018
albergaba 33 personas más. De esas 83 personas 76 son sindicados y el resto está a la espera
de que su situación jurídica sea definida.

Para el caso del Suroeste, además de la población que se observa en la tabla anterior, se
cuenta con 15 personas retenidas, que llevan varios meses en los calabozos de la estación
de policía. En un calabozo para 6 personas se ha llegado a tener hasta 42 retenidos en
algunas semanas (Funcionario Público, Grupo focal, 2019).

El Urabá antioqueño cuenta con un EPMSC, también con una sobrepoblación de 720
personas en Apartadó. Al igual que los demás centros penitenciarios enfrentan un grave
problema del hacinamiento. No obstante, Valle de Aburrá por ser la subregión que
concentra mayor número de población y capacidad institucional es quien más reclusos
alberga con un total de 7.986 personas en los cuatro centros carcelarios que se registran,
esto equivale al 39% del departamento, y una capacidad de 4.739, en suma, cuenta
sobrepoblación 3.247 personas.

El problema del hacinamiento carcelario, como se ha mostrado, afecta a todas las


subregiones ya que responde a unas dificultadas no solo locales sino nacionales. Esta
situación configura una violación sistemática de varios derechos humanos de las personas
que están recluidas, además, se puede traducir en problemas de seguridad al no contar con
las condiciones para controlar la sobrepoblación, situación que fue expuesta en los
municipios de Sonsón, Rionegro, Andes y Santo Domingo, donde se han presentado
enfrentamientos entre los reclusos e intentos de fuga, y de salud pública porque el
hacinamiento genera malas condiciones de salubridad.

5.3 La salud en las subregiones

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Respecto al derecho a la salud, persisten desafíos en cuanto al cumplimiento de los


estándares mínimos de disponibilidad, acceso, aceptabilidad y calidad en muchas áreas
rurales, especialmente aquellas donde residen pueblos indígenas y afrocolombianos; no
obstante, las limitaciones frente al acceso a medicamentos y tratamientos, que no se
relacionan únicamente con enfermedades de alto costo, representan una demanda diaria
para los agentes del ministerio público en todo el departamento, tal como lo evidencia el
número de tutelas que realizan cada día; pese a esto, se observa que dicho recurso
constitucional, creado para garantizar y proteger los derechos fundamentales, ha perdido
su efectividad al punto que se producen incluso una serie de desacatos frente a las
decisiones de los jueces de la república.

Sobresalen subregiones como Oriente, Urabá, Valle de Aburrá y Norte, con casos de
recurrentes desacatos. En el Norte, particularmente, se manifiesta que existe una
insuficiente infraestructura de salud y dificultades en lo relacionado con la aprobación de
traslado a otras instituciones de salud principalmente por parte de la EPS Savia Salud y
Coomeva. En Campamento se registró la existencia de una tutela desde 2017 frente a la
cual se emitieron varios desacatos en el 2018 y solo en 2019 la tutela obtuvo respuesta. Por
su parte, en el municipio de Barbosa manifestaron malos manejos del presupuesto para
salud (Funcionarios Públicos, Grupo focal, 2019).

5.4 Consumo de sustancias ilícitas en las instituciones educativas y riesgos de


reclutamiento, uso y utilización de NNA

En Antioquia se ha observado que son diversas las razones que se presentan para que los
NNA estén por fuera del sistema educativo, a saber: la falta de disponibilidad de cupos;
instalaciones en mal estado; dificultad de acceso a las instituciones educativas, ya sea por
lejanía o presencia de grupos ilegales; dificultades económicas de las familias o
desmotivación de los jóvenes hacia las actividades educativas, siendo esta última la que
predomina. En ese sentido, el Informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos reveló que “la falta de continuidad en la contratación de los
docentes y la precariedad de las instalaciones escolares, así como del material pedagógico,
contribuyen a la deserción escolar y dificultan el acceso a educación de calidad en zonas
afectadas por el conflicto en Antioquia” (ONU, 2017).

No obstante, se estima que esto podría estar relacionado también con procesos
disciplinarios que dejan por fuera a jóvenes “problemáticos” que se empiezan a destacar en
las instituciones educativas, ya sea por el consumo o porque además de esto son quienes
expenden las sustancias.

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|

En Colombia están en la categoría de sustancias legales el cigarrillo, alcohol, tranquilizantes,


estimulantes y analgésicos opioides sin prescripción médica. Dentro de las sustancias
ilegales está la cocaína, bazuco, éxtasis, heroína, morfina (sin prescripción médica),
alucinógenos (LSD, hongos), ketamina, popper y GHB. Desde la Secretaría de Gobierno se
vienen focalizando subregiones que por sus características, dinámicas y presencia de
actores armados vienen presentando riesgo para los NNA y jóvenes, dado que el consumo
se convierte en una de las vías por las cuales posteriormente resultan siendo reclutados o
utilizados.

Si bien es cierto que el reclutamiento es un fenómeno que ha vulnerado los derechos de


miles de niños desde hace décadas, el uso y la instrumentalización es una muestra de la
mutación del reclutamiento y las nuevas estrategias de los delincuentes para aprovechar
las debilidades de aquellos NNA que, por sus conductas de difícil manejo, las situaciones de
vulneración de derechos y la inobservancia del Estado, son mucho más susceptibles ante
las presiones y manipulaciones económicas y de poder.

Durante 2017 y 2018 se intervinieron municipios del Urabá antioqueño, específicamente el


eje bananero que comprende los municipios de Chigorodo, Carepa, Apartado y Turbo, los
cuales presentan problemáticas como el consumo de sustancias psicoactivas (SPA), con un
aumento significativo en el tipo de sustancias de uso, frecuencia, cantidad y edad de inicio,
así como la explotación sexual comercial de NNA especialmente en los municipios turísticos
de Necoclí y Arboletes.

No obstante, no es sólo un fenómeno de esta subregión ya que se evidencia en todas las


subregiones la denuncia de presencia de expendedores en los alrededores de las
instituciones educativas, al punto que algunos rectores se han acercado a las personerías a
exponer la necesidad de acciones más fuertes como la presencia de policía de infancia y
adolescencia con personal femenino en la entrada de las instituciones para realizar
requisas, así como acciones de prevención sostenidas en el tiempo.

6. Conclusiones

 Es importante priorizar territorios y temáticas que permitan focalizar acciones encaminadas


a prevenir las vulneraciones, así como a enfrentar los fenómenos que transgreden sus
derechos. Así, de las cifras y situación analizada se identifica la necesidad de priorizar las
subregiones de Bajo Cauca y Norte, así como los municipios de Medellín y Bello en Valle de
Aburrá. De igual forma, es necesario hacer seguimiento a la situación de minas antipersonal,

156
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debido al aumento que experimentó esta vulneración a los derechos humanos y al DIH entre
2016 y 2018.

 Las vulneraciones relacionadas con delitos sexuales presentan un alto subregistro tal como
se ha reflejado, no sólo por la coacción y el miedo que sienten las víctimas respecto a sus
victimarios, sino por la invisibilización y naturalización que se ha establecido en la sociedad.
Frente esto, es necesario que las instituciones del ministerio público y gobierno avancen en
procesos de investigación que permitan visibilizar las características del fenómeno con el
objetivo de mejorar la prevención e implementar procesos de atención integral que
generen más confianza a las víctimas.

 Frente al reclutamiento forzado y la utilización de menores, se plantea la necesidad de que


haya mayor presencia institucional en los territorios, que evidencie la permanente
presencia del Estado, y garantizar el respeto de los derechos de los menores ante “la
persistencia de dinámicas asociadas al conflicto armado y la emergencia de nuevos actores
armados como los grupos posdesmovilización y posibles disidencias de las Farc, el Eln y el
Epl” (Defensoría del Pueblo, 2018).

 Si bien el proceso de paz ha generado aportes en la disminución de algunas vulneraciones


y conductas delictivas que afectan los derechos humanos, existe un gran reto para que en
el territorio antioqueño se consoliden procesos de perdón, reconciliación y afianzamiento
de escenarios que permitan la transformación de los imaginarios y la disposición a una
verdadera construcción de paz, más allá de la dejación de las armas de un grupo armado.
Esto, dado que desde el mismo proceso de diálogos se generó un ambiente de polarización
en el país, el cual en algunos lugares ha propiciado discursos de odio que afectan la
estabilización del mismo proceso a escala local, en algunas subregiones, al punto de ver a
los reintegrados de las FARC como enemigos y personas que no caben en la sociedad.

Así mismo, se requieren estrategias institucionales integrales que permitan ofrecer


alternativas contextualizadas a los campesinos y comunidades que por décadas se vieron
sometidas a la siembra de cultivos de uso ilícito. Acompañamiento que les genere
seguridad, confianza y educación en términos de los nuevos retos a los que se ven
enfrentados para su inserción en economías legales, además de reconocer que ya no se
verán enfrentados a las órdenes de grupos armados ilegales.

 El panorama con la situación en las cárceles en todos los municipios es de preocupación,


tanto por las condiciones de las personas como por el riesgo de problemas de seguridad.
“El hacinamiento en las cárceles, incluso en las estaciones de policía, es culpa de la política

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criminal que todo lo quiere solucionar con cárcel. Hay medidas administrativas y
económicas que pueden ser empleadas y así enfocarse en conductas criminales más graves,
no hay capacidad en los centros carcelarios y la mayoría no tienen condiciones adecuadas”
(Funcionario Público, Grupo Focal, 2019). En ese sentido, se hace necesario revisar los
enfoques y política de manera que articuladamente se planteen estrategias encaminadas a
disminuir la población carcelaria a través de alternativas diferentes a la reclusión.

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