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Lee el cuento
En un castillo alejado del campo vivía una princesa con sus tres mejores amigos. Los amigos eran
caballeros, siempre cuidaban de la princesa y además se divertían juntos. Un día ellos decidieron
viajar al campo y ahí se encontraron con un cachorro y lo quisieron adoptar.
Responde la pregunta
¿En qué tiempo está escrito el cuento?
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Ahora lee este cuento en tiempo presente.
En un castillo alejado del campo vive una princesa con sus tres mejores amigos. Los amigos son
caballeros, siempre cuidan de la princesa y además se divertían juntos. Un día ellos deciden
viajar al campo y ahí se encuentran con un cachorro y lo quieren adoptar.
¿Qué es un verbo?
Definimos el verbo como una palabra que indica una acción. Lo nombramos en infinitivo, por
ejemplo: cantar, escribir, etc.
Tiempos verbales ¿Para qué los utilizamos?
Los tiempos verbales se utilizan para situar una acción en el tiempo. Tenemos tres tiempos
verbales:
Presente
Pasado
Futuro
Aplica lo aprendido.
Cambia el cuento a tiempo “pasado”.
EL REY LEÓN
Sobre la Sabana africana sale el sol, cálido, brillante como desde el
principio de los tiempos.
Sus primeros rayos caen sobre un espectáculo sorprendente. Enormes manadas de animales
cruzan las inmensas tierras del reino dirigiéndose a un mismo lugar.
Los elefantes caminan despacio pero sin detenerse. Los antílopes brincan. Las jirafas avanzan a
grandes zancadas. Los leopardos corren. Las hormigas marchan en fila, y colosales bandadas de
flamencos atraviesan el cielo.
Todos van en dirección a la Roca del Rey, a celebrar el nacimiento del hijo del Rey Mufasa.
El mono Barrigón
El mono Barrigón vivía en la selva. Era amigo de todos los animales y
siempre vigilaba que cada uno cuidara la naturaleza.
Un día, fue a la oficina de empleo y dijo que quería ser guardabosques. Los
empleados se rieron al oírlo y le dijeron que no podían darle el trabajo
porque él era un mono.
Barrigón se fue muy triste, y no paraba de pensar qué podría hacer para
conseguir su deseo.
De repente, exclamó:
— ¡Ya está!
A Barrigón se le había ocurrido una idea maravillosa: fue a una tienda de
disfraces y pidió un disfraz de hombre. Se lo puso y parecía un verdadero
señor.
Volvió a la oficina de empleo y, esta vez..., ¡lo admitieron!