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06 DE AGOSTO DE 2021
MONICIÓN DE ENTRADA
Hoy evocamos la memoria de santo Domingo de Guzmán, santo español del siglo
trece, quien, consciente de los problemas de la Iglesia de aquel tiempo, fundó la
Orden de Predicadores, los dominicos, con la cual la Iglesia se ha visto
enriquecida con comunidades de hombres y mujeres entregados al estudio y a la
contemplación, a la defensa de la fe y al anuncio misionero de la Palabra de Dios.
Pero sin duda, la Iglesia le agradece ese gran regalo que le ha dado al fundar esa
oración sencilla que día tras día los fieles venimos rezando sin cesar, que es el
santo Rosario, por medio de la cual, tantas gracias se han conseguido por
intercesión de santa María.
Nosotros también estamos llamados, como Santo Domingo de Guzmán, a la
santidad de vida. Como tomasinos, hoy también decimos que somos Dominicos,
que nuestro Padre Domingo de Guzmán resplandezca su estrella en medio de
nuestra comunidad educativa.
MONICIÓN DE OFRENDAS
PAN
amado Dios, te enseñamos ante tu altar, estas ofrendas, que vienen a ser el
símbolo de nuestra dedicación por ti.
Concédenos la gracia de que se transformen para tu pueblo, en un signo de vida y
redención al ser comprendidas por ti.
Acepta Señor con la bondad que te caracteriza estas ofrendas, y conságralas con
tu magnifico poder. Haz que estos dones se conviertan en fuente de gracia para
quienes aclamamos tu santo nombre
VINO
Oh Señor Todopoderoso!, estos dones que nos distes como alimento para el
cuerpo, ahora nosotros te enseñamos, para que los consagres y transformes en
alimento para el alma. Te pedimos que renueves nuestro espíritu, y concédenos la
bondad de gozar siempre de tu auxilio a través de estos dones.
Dios Nuestro Señor, te pedimos que aceptes estos dones que tú mismo nos diste,
y transfórmalos en sacramento de vida eterna. Que este pan de vida y vino como
la sangre de salvación, sean sustento del hombre, tanto en carne como en
espíritu.
LUZ
Te presentamos Señor esta luz, que representa nuestra fe, esperanza y caridad.
Haznos Luz para el mundo, al estilo de Santo Domingo de Guzmán, predicador
itinerante que fue servidor de tu Palabra. Que nunca caminemos en tinieblas, ni en
sombras de muerte. Sino que al contrario, irradiemos siempre la luz de tu hijo
Jesucristo.