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Respiración Abdominal o Intercostal

La energía que se usa para hablar es la misma que usan los músicos al
ejecutar un instrumento de viento. La fuerza que convierte al aire de sus
pulmones en viento proviene de músculos que lo introducen y expulsan,
entre los que tienen importancia el diafragma y los intercostales.
Estos músculos debemos trabajarlos para enseñarles que al darles una
orden, envíen el aire en la dosis y presión exactas: la calidad en la
ejecución de la voz, depende de los conocimientos y habilidades que
tenga el alumno y de su dominio y disponibilidad de aire.
Al entrar el aire, su diafragma baja, desplaza al estómago, intestinos y
demás órganos del abdomen, de manera que su panza se hincha. La
movilidad de este músculo genera el ingreso de la mayor masa de aire del
sistema.
Un trabajo similar hacen los músculos intercostales: los de las costillas
superiores desplazan al esternón hacia arriba y hacia a fuera y los
inferiores a las costillas móviles hacia los costados. Este movimiento
combinado del diafragma y con el de los intercostales inferiores se llama
respiración costo-diafragmática, que es la que debemos utilizar para
emitir el sonido de las palabras óptimamente.
El entrenamiento de la respiración costo-diafragmática aumentará el
ingreso de aire y la dosificación que el actor haga de este aire hará
posible hacer uso de su voz por más tiempo y duración sin perder su
calidad. Aprender a dosificar el aire a voluntad es fundamental para
ejecutar con autonomía palabras y pausas.

Ejercicios para el Dominio y Control de la Respiración


1.- Colóquese de pie, derecho, con el tórax ligeramente levantado y los
brazos colgando relajados a los costados del cuerpo. Coloque las manos
sobre el abdomen, inmediatamente debajo de las costillas. Inspire con
naturalidad y profundamente por la nariz. Mantenga el tórax y los hombros
sin levantar y concéntrese en la expansión de las paredes abdominales. Al
espirar se invertirá la acción; mientras el diafragma se levanta, contraiga
las paredes abdominales y mueva las manos hacia adentro.
2.- Mientras espire debe tener en cuenta una resistencia de los músculos
de la parte inferior de la jaula torácica, tienden a relajarse. Su respiración
efectiva - la inspiración y la espiración - debe realizarse enteramente
merced a la acción del diafragma. Concéntrese en la idea de que el
diafragma actúa como un fuelle en su acción de elevarse y descender, en
unión con la contracción y la expansión de los músculos abdominales para
impulsar el aire hacia adentro y expulsarlo. Repita este ejercicio inspirando
y espirando a distintas velocidades; es decir, inhale lentamente y exhale
con rapidez y viceversa.

Ejercicios para la Dosificación de Aire


1.- Recostado en el suelo cómodamente, inspire con profundidad (en
forma costo-diafragmática) a través de las fosas nasales. Retenga el aire
un instante y espire por la boca tratando de mantener constante el caudal
hasta el final (sin usar el aire residual).
2.- En la próxima espiración desínflese en dos bocanadas iguales. Luego
en tres, cuatro, cinco y siga hasta veinte. Si nota que falta aire o le sobra, o
no puede hacerlas iguales, debe entrenar hasta lograrlo. Haga este
ejercicio hasta enseñar a sus músculos y cerebro la relación entre
desplazamiento y cantidad de aire.
3.- Para escuchar si controla el caudal y la dosis de aire según su
voluntad, haga espiraciones con ruido. Por ejemplo: la primera vez con
sonido/a/ largo y sostenido. La segunda, con dos/a/ iguales, y así hasta
veinte. Si nota que su voz produce fluctuaciones (por ejemplo sube y baja
el volumen).

Impulso espiratorio (columna de aire)


El impulso espiratorio o columna de aire corresponde a la inspiración,
pausa y espiración. Es en la espiración donde se produce la fonación. El
impulso espiratorio debe ser libre, regular, silencioso y con fuerza; para
lograrlo la persona debe entrenarse hasta que pueda gobernarlo, así
suministrará el aire indispensable, con la fuerza necesaria, en el momento
justo. La columna de aire está hermanada con el apoyo, la resonancia y la
proyección de la voz. Utilizando la imagen de una columna de aire
endeble, corresponderá una voz débil y llena de fisuras, mientras que a
una columna de aire bien formada y sólida, corresponderá una voz bien
impostada y expresiva.

Ejercicios
1.-De pie, en posición cómoda, oprima sus costillas con los antebrazos,
inspire con profundidad, retenga dos segundos el aire y espire suavemente
mientras, en volumen medio y bajo dice:
a) Las vocales lentamente
b) Las consonantes
2.- Siéntese en el suelo, apoyando solo los ísquiones, flexione las rodillas,
los pies sin apoyar, los brazos doblados, las manos sueltas y los hombros
relajados. Equilíbrese en esta posición y manténgala el tiempo que sea
posible. Mueva pies y brazos, sin tocar el suelo. Descanse y repítala.
Retenga dos segundos el aire y espire suavemente mientras, en volumen
medio y bajo dice:
c) Las vocales lentamente
d) Las consonantes

Preparación del aparato fonador


Después de llevar a cabo los ejercicios de relajación y respiración,
necesarios para iniciar cualquier sesión de entrenamiento vocal, es
indispensable preparar el aparato fonador. Esta preparación, que en
algunas escuelas se les denomina como “calentamiento vocal”, tiene entre
otras la finalidad de iniciar en el trabajo a los órganos y músculos que
intervienen en la emisión de la voz, en forma suave, no intensa, con el
objeto de eliminar la posibilidad de lesionarse. El término “preparación del
aparato fonador” lo podemos ejemplificar con el calentamiento al que debe
someterse un motor antes de que inicie su trabajo normal. Así como un
motor que empieza a trabajar estando frío puede averiarse, no es
recomendable para la voz iniciar su emisión en volumen alto o en tonos
agudos, ya que el sobre esfuerzo repentino, al igual que en cualquier
máquina, puede dañar el instrumento.

Ejercicios
1.- Para relajar los órganos que intervienen en la fonación y en la
articulación se recomienda la práctica de la gimnasia facial: tendido sobre
el piso, sentado o parado, mueva su mandíbula de derecha a izquierda, de
atrás hacia adelante, haga lo mismo con los labios, saque y entre la
lengua, muévala en todos los sentidos, expanda las fosas nasales, abra y
cierre los ojos, desorbítelos, levanta los párpados, mire hacia arriba y hacia
abajo, a la izquierda y a la derecha, frunza el ceño; en fin, busque todas
las combinaciones posibles.
2.- De pie, sentado o acostado, de manera cómoda:
a) Bostece ampliamente
b) Trague saliva
c) Reproduzca el murmullo del oleaje
d) Reproduzca el ruido de las olas con cada vocal

Apoyo
Apoyar la voz significa impulsar el aire sin obstrucción, con fuerza y
continuidad, mediante el trabajo ejercido por los músculos abdominales y
pélvicos sobre el diafragma y por lo tanto, sobre el impulso espiratorio; con
ello se logra que la fonación fluya sin jadeos ni desmayos, suministrando
de manera controlada el aire espirado y posibilitando también que éste
impacte con la fuerza necesaria las cavidades de resonancia. El correcto
apoyo de la voz facilita la fonación, sin importar que el individuo trabaje
desde posturas o movimientos cotidianos, hasta acrobáticos. El apoyo
proporciona flexibilidad y movilidad al diafragma, contribuye al
fortalecimiento del manejo de la respiración en el trabajo e influye de
manera determinante en la proyección de la voz.
Desarrollo del Apoyo Respiratorio
Bostece (tonicidad del bostezo).
Observe las sensaciones que acompañan esta actividad. El bostezo
tiene dos fases:
a) En la primera se produce una inspiración (tomar aire) y usted
puede observar cómo se activa la musculatura inspiratoria el
diafragma baja al contraerse y por la actividad de los músculos
intercostales externos se abren las costillas bajas.
b) En la segunda fase se produce una espiración (botaraire) en la que uno
puede sentir cómo la musculatura inspiratoria se mantiene
activada.
Lo que sucede en la fase espiratoria del bostezo se denomina “apoyo
respiratorio”. Es decir, que durante la espiración la musculatura inspiratoria
se mantiene activada. De esta manera el diafragma funciona en la
relajación espiratoria con cierta resistencia, con la que tiende a
permanecer hacia abajo. Esto trae como efecto una mejor dosificación del
aire en la fonación y disminuye la presión subglótica (la glotis se cierra
para que no pasen alimentos a los pulmones), y mantiene así a la laringe
en una posición cómoda (sin que suba por exceso de aire).
El resultado del trabajo con el apoyo respiratorio es el de una voz
consistente, que parece rodear al cuerpo, y en un tono apropiado a la
persona. Puede comprobar estos efectos al decir un texto con el comienzo
de la segunda fase del bostezo. En un comienzo este efecto dura
brevemente, pero en la medida en que se vaya sensibilizando a la
sensación y ejercitándola con rigurosidad, podrá reproducir esta actividad
muscular con sólo recordar la sensación.
Es necesario considerar que el proceso de incorporación del apoyo
respiratorio requiere de tiempos distintos para cada persona. Cualquier
forma de reproducirlo de manera forzada trae consigo tensiones
indeseadas que tienen un efecto contraproducente en la fonación.
Este proceso corresponde al deseo de comunicarse. Con el solo hecho de
querer realmente transmitir un contenido, más el deseo de relacionarse
(intención), el organismo entero se prepara. Esto quiere decir que al
comienzo de la comunicación la persona modifica visiblemente su postura
para dirigirse al interlocutor. Este cambio es producto del aumento de la
tonicidad corporal, adecuado a la situación.
Cualquier aumento de la tonicidad, activa la musculatura inspiratoria.
Cuando el aumento de la tonicidad es adecuado a la situación se produce
el apoyo respiratorio. Ese fenómeno ya está asegurado con el solo hecho
de hablar intencionadamente y con objetivos claros.

Ejercicios
a) Sin olvidar el colocar las manos sobre la región abdominal, espire,
inspire profundamente, mientras avanza cuatro pasos, sin detenerse,
retenga el aire durante otros dos pasos y mientras sigue avanzando,
saque el aire diciendo mu ocho veces, coincidiendo cada una con un
paso. Puede variar la vocal a su gusto.
b) Hacer lo mismo tendido boca arriba.

Proyección
Proyectar la voz es darle el alcance debido en el espacio donde se lleva a
cabo, significa que la voz llegue en forma natural a todos los receptores,
sin esfuerzo extraordinario, implicando el empleo de sus cavidades de
resonancia, la pronunciación, el impulso espiratorio y la eliminación de
tensiones innecesarias. Proyectar la voz es llenar con ésta un ámbito dado
en cualquier posición corporal. Es importante no confundir proyección de la
voz con volumen, pues una voz bien proyectada puede ser emitida a bajo
volumen y, sin embargo, escucharse claramente en toda la sala.

Ejercicios
a) Emitir vocales alargando el sonido iniciando desde el murmullo
hasta llegar al volumen medio, “llenando” con la voz el espacio donde
se trabaja.
b) Igual que el anterior pero en volume bajo, medio y alto.
Volumen (sonido)
El sonido es una sucesión de ondas longitudinales producidas por la
vibración de un cuerpo y transmitidas a través de un medio elástico como
es el aire y que percibimos cuando hace contacto con el tímpano. El
sonido es un estímulo físico que actúa sobre éste; constituye en última
instancia una sensación. Tres son las características del sonido:
intensidad, tono y timbre. La intensidad corresponde a la amplitud de la
onda y es lo que comúnmente reconocemos como volumen. El tono está
determinado por la frecuencia de la onda, a mayor frecuencia, más agudo
será el sonido. El timbre es la característica especial mediante la cual
podemos identificar una voz de otra.

Ejercicios
a) Diga cinco veces cada vocal, sosteniendo el mismo volumen.
b) Emita cada vocal alargando el sonido y sosteniendo el mismo nivel
de volumen.

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