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Centro Asociado: Gregorio Marañón, Madrid

TEORÍAS LITERARIAS DEL SIGLO XX


PRIMERA EVALUACIÓN A DISTANCIA
CURSO 2018-2019

Esta prueba comprende los cinco primeros temas del programa. Nombre el
archivo (word o pdf) con sus apellidos y entréguela a través de la herramienta
“Tareas”. Tiene de plazo hasta el día 25 de noviembre (inclusive) de 2018.

Lea atentamente el texto y responda, en no más de 3 páginas, a las preguntas que le


siguen:
Comenzaremos nuestra argumentación con el resumen de una serie de
proposiciones, abstraídas hasta el punto en que nos han parecido axiomáticas.
1. Un poema no adquiere su existencia por accidente. Como ha indicado el profesor
Stoll, las palabras de un poema salen de una cabeza y no de un sombrero, si bien
insistir en el intelecto que diseña como causa de un poema no significa aceptar el
diseño o la intención como el principio que el crítico debe utilizar para juzgar el valor
de los resultados de un poeta.
2. Debemos preguntarnos cómo se supone que un crítico debe encontrar respuesta al
planteamiento de la intención. ¿Cómo puede descubrir lo que intentó hacer el poeta? Si
el poeta ha logrado hacerlo, el propio poema muestra lo que quería hacer y si no lo ha
conseguido, el poema no será una evidencia adecuada y el crítico deberá recurrir al
exterior del poema para encontrar las pruebas de una intención que no resulta efectiva
en el poema. […]
3. Juzgar un poema es como juzgar un púding o una máquina: le pedimos que funcione.
Solo inferimos la intención de un artífice si funciona su artefacto. <<Un poema no
debe significar sino ser>>. Un poema solo puede ser por su significado –ya que su
medio son las palabras- aunque es, simplemente es, puesto que no tenemos excusa para
preguntarnos qué pretende o significa cualquiera de sus partes. La poesía es un logro
del estilo por medio del cual se maneja, de una vez, un complejo significativo. La
poesía tiene éxito porque todo, o casi todo, lo que dice o queda implícito resulta
relevante; todo lo irrelevante queda excluido, como los tropezones en un púding o los
defectos en una máquina. En este sentido, la poesía difiere de los mensajes prácticos,
que son aceptables si y solo si inferimos la intención correctamente.
1. Enuncie el tema central del texto y sitúelo en la corriente norteamericana a la que pertenece.
Responda para ello a los siguientes puntos:

a. Ideas y conceptos principales del texto. (2 p.)

La idea principal del fragmento es que un poema tiene existencia más allá de la
intencionalidad de su autor y de la interpretación que tratemos de encontrar en él. El objeto
de análisis de la crítica debe ser el poema, como objeto autónomo e independiente, más allá
de la intención creadora de su autor y el análisis debe centrarse en su funcionalidad, debe
ser un enfoque intrínseco.
El poema es obra de un autor, pero la crítica no debe centrar su estudio en él como
creador ni en su intencionalidad, sino tan sólo en el poema. El análisis debe ser intrínseco; si
se centra en la intencionalidad del proceso es un análisis extrínseco que resulta engañoso, lo
único que no lo es, es el poema. Y es aquí donde la crítica debe centrar su análisis.
El poema como objeto, cuya valía se reconoce por su funcionalidad que no es otra que la
funcionalidad estética. Es un todo orgánico, y como su medio son las palabras tiene una
significación total y compleja en la que forma y contenido van unidos, el poema es un signo
lingüístico formado por un significante y un significado. Se caracteriza por un estilo propio
que es la funcionalidad estética o poética que lo hace diferente del lenguaje no literario,
cuyo valor sí que debe medirse a través de la funcionalidad comunicativa.
Tampoco se deben buscar interpretaciones externas, el poema no trata de comunicar algo
a un receptor como en un proceso de comunicación no literaria, todo lo que quiere
comunicar está dentro del poema. Aquí se desarrolla otra idea de crítica del New Criticism a
la crítica extrínseca, la ilusión orientada a comprender la psicología del lector en el proceso
receptor (affective fallacy).

b. Corriente en la que se encuadra y justificación. (2 p.)

El texto pertenece al New Criticism americano, corriente que surge en la década de los
30 y que, pese a su heterogeneidad, tiene como uno de sus puntos comunes el rechazo a la
crítica contemporánea, por su análisis extrínseco. La labor de la crítica no debe centrarse en
la figura del creador ni en el proceso, sino en su creación. La “ilusión genética”
(intentational fallacy) que trata de explicar la obra artística en relación con los orígenes
psicológicos del creador, propia de la crítica extrínseca, es rechazada por el New Criticism.
También se produce una crítica a comprender la psicología del lector (affective fallacy).
Hay una búsqueda de una nueva metodología de la crítica literaria basada en un análisis
intrínseco que principalmente se centra en el estudio de la poesía.
Esta visión inmanente de la crítica es característica del formalismo y va a estar presente
en gran parte de la teoría literaria del siglo XX. Pero este formalismo americano difiere del
formalismo ruso en que no hay una separación tajante entre forma y contenido. Por el
contrario, el formalismo ruso trata de conseguir que la crítica literaria se convierta en
ciencia y se va a centrar en la palabra como significante y además de los aspectos formales,
va a interesarse por el procedimiento. Jakobson promulgaba que el objeto de interés de la
ciencia literaria no era la literatura, sino la “literalidad”, la especificidad formal-estética
presente en el lenguaje literario. Pese a la independencia con el formalismo ruso, sigue la
misma línea del inmanentismo crítico.

2. Explique el problema en el contexto general de una definición de la lengua literaria en


relación con la no literaria. (2 p.)

La diferencia entre lengua literaria y no literaria es difícil de establecer y es un campo de


teorización del que se han ocupado las distintas teorías literarias desde la Antigüedad. En el
siglo XX destaca la concepción estética o poética de la lengua literaria, que trata de destacar
la percepción formal para dar una mayor relevancia al contenido
El formalismo ruso (1916-1930) enfoca el estudio de la lengua literaria comparándola
con la lengua cotidiana o lengua no literaria, estableciendo su diferenciación en la función
estética de la primera y la funcionalidad comunicativa de la segunda. La diferencia su
funcionalidad; la lengua común tiene como finalidad última la comunicación social y, por
tanto, su importancia radica, no en su forma, sino en su practicidad y funcionalidad
comunicativas. Sin embargo, la lengua literaria busca una forma precisa, un lenguaje
específico que hace que un texto sea considerado literario y que debe apoyarse en elementos
lingüísticos que tienen una función autónoma, no vinculada al sentido. El lenguaje literario
es una singularización de la forma, y cumple una función en sí mismo dentro de la obra
literaria. Es un elemento más de construcción que guarda una relación muy estrecha con
otros elementos compositivos.
Skolvski (1917) estudiará el lenguaje literario como medio de extrañamiento ante el
lector, lo que se dice y como se dice, lo que provocará una desautomatización del lenguaje
literario, porque el automatismo de la percepción es el mayor enemigo del arte. Este
automatismo, sin embargo, es el que facilita la comunicación cotidiana propia del lenguaje
no literario.
Esta línea será continuada por El Círculo Lingüístico de Praga (1926-1939) que
diferenciará la lengua literaria o culta de la lengua poética o lengua de los textos literarios,
lo que los lleva a hablar de la función estética del lenguaje y de su dialecto que es el
lenguaje poético que no tiene una finalidad primordialmente comunicativa.
Las corrientes de la crítica idealista también van a ocuparse de la descripción del
dialecto funcional literario que consideran una desviación de la lengua estándar, un dialecto
especial y será la mejor forma para estudiar a un autor. Para Leo Spitzer el lenguaje
literario es más creativo que la lengua común y por tanto va a caracterizar al primero como
el más representativo de una época. Damaso Alonso sin embargo considera que lengua
literaria y común son manifestaciones de la misma cosa, salvo por el hecho de que en la
lengua literaria se da un uso privilegiado de todos los elementos significativos del lenguaje,
pero establece dos estilísticas diferentes para analizar a una y a otra, la estilística lingüística
y la literaria. Damaso Alonso fue seguidor de las teorías de Benedetto Croce, quien no
diferenciaba entre lengua literaria y lengua común, asimilaba lingüística y poética pues para
él todo acto lingüístico era único, individual y un acto intuitivo de creación.
En la corriente estilística, Charles Bally (1926) que había definido la lengua literaria
como sistema tradicional e histórico y el estilo como una realización individual del escritor
con una intención estética, enfrentaba el estilo con el lenguaje expresivo corriente, porque
las creaciones de estilo se destacan sobre la lengua literaria y no sobre la lengua común.
La glosemática también diferencia entre expresión denotativa, lengua de comunicación;
el sistema de la lengua natural es un sistema denotativo y es la sustancia del sistema
connotativo que es la expresión connotativa o lengua de la obra literaria, que en su conjunto
es un sistema connotativo complejo. Esta teoría de los sistemas semióticos de Hjelmslev es
continuada por Stender-Petersen quien considera que no puede establecerse desde el punto
de vista lingüístico una diferencia entre lengua cotidiana -no literaria- y lengua literaria,
sino que la lengua literaria tiene un plano de contenido extraño a la lengua cotidiana, y la
relación entre estos dos planos de expresión es el problema esencial de la teoría del arte de
la literatura.
En conclusión, la definición de lengua literaria en relación con la lengua no literaria ha
sido una herramienta utilizada por las diferentes corrientes del siglo XX que coinciden en la
diferenciación basada en la forma y en la funcionalidad. La lengua literaria a través de su
forma trata de atraer la atención del receptor que la percibirá como un elemento
compositivo que le permitirá aprehender su sentido como obra de arte.

3. Relacione el texto con algunas de las cuestiones estudiadas en el programa:


a. Indique qué conexiones aprecia entre el texto y teorías literarias de orientación formal. (2
p.)
Es de mención obligada Roman Jakobson cuya figura está unida a las distintas
corrientes formalistas del siglo XX: ruso, checo, y formalismo estructuralista de los años 60
y que ya, en el Círculo Lingüístico de Moscú se preocupó por dotar a la literatura de una
ciencia literaria, centralizando su atención en la lengua literaria que comparó con la lengua
común desde su funcionamiento y funcionalidad. Jakobson tomó las funciones del lenguaje
establecidas por Karl Buhler (representativa, expresiva y apelativa) y la función estética
añadida por Mukaroský, estableció las seis funciones del lenguaje y el concepto de
dominancia de la función poética en las obras literarias; estas aportaciones tuvieron una
gran relevancia y despertaron un gran interés en todas las corrientes de crítica literaria del
siglo XX. En su etapa praguense destaca la influencia del Curso de Lingüística General de
Ferdinand de Saussure (1916) que establecía la dicotomía entre significado y significante
del signo lingüístico que marcó los análisis posteriores de las diferentes corrientes de crítica
literaria del siglo XX.
El texto puede relacionarse también con las teorías literarias del siglo XX, que ponen el
foco de su estudio en la obra: el formalismo ruso; los desarrollos posteriores de la teoría
literaria rusa, M. Bajtin, semiótica; la Escuela de Praga, estructuralista, heredera también
del formalismo ruso; el formalismo estructuralista francés o Nouvelle Critique (1960), que
considera que la ciencia de la literatura reside en el análisis de las estructuras de la obra
literaria y no en la personalidad del autor ni en su posible mensaje, sino en el sistema
organizado que forma la obra. Otra idea que aparece en el texto es la fusión de forma y
contenido, que es compartida por la Nouvelle Critique, que resuelve esta dicotomía al
considerar que tanto tema y sentido son formas que se integran en el todo que es la obra.
Son corrientes, todas ellas, que se caracterizan por un estudio inmanente de la literatura y
cubren así el vacío dejado por la poética clásica y clasicista; y al contrario de la crítica
idealista, que a través de la lengua quiere descubrir la intuición del autor como origen de la
obra, la atención de estas escuelas se centra en el texto y no en el autor.

b. Relacione el texto con otras teorías que abordan la cuestión de la intención. (2 p.)

Dentro del postformalismo ruso destaca la figura de Mijail M. Bajtin, cuya labor se
desarrolla en el contexto de la teoría literaria rusa de la década de 1920, pero se da a
conocer a finales de la década de los 60. Pese a pertenecer a una escuela formalista, criticó
duramente el formalismo ruso por su excesiva valoración de la forma, que sustituyó la
lingüística por la estética general que debe caracterizar a la obra artística, lo que la hizo
convertirse en una estética material, dejando relegados como una simple metáfora los
valores expresados por el autor. Para Bajtin, sin embargo, esa forma esconde una intención
emocional y volitiva que no debe ser ignorada, una intención comunicativa, cuyo emisor es
el escritor que quiere trasmitir unos valores al receptor. Toda obra artística está compuesta
por una intención emocional que va más allá del mero molde formal; la obra artística es un
sistema que engloba a ambas y que establece un diálogo entre el emisor y el receptor.
En la crítica idealista también se da una corriente que considera que la obra es un
sistema de valores que muestran la intención del autor en la que la clasificación de Gérald
Antoine incluye a Leo Spitzer, Bruneau, Marouzeau y Pierre Guiraud, el estudio del
lenguaje es lo primero, pero este nos permite llegar a la interioridad que expresa el autor.
Amado Alonso también habla descubrir de la intención del autor a través de la estilística
que se ocupa de estudiar el sistema expresivo de un escritor, para ello el estudio de la
estilística de la lengua es previo al estudio a la estilística de la obra literaria. La obra
literaria esconde una intención.
Charles Bally, dentro de la estilística, va a tratar el tema de la intención expresiva de
toda obra artística a través de la expresión de un autor que de forma voluntaria y consciente
busca transmitir un pensamiento y unos sentimientos con el uso de la lengua, lo que encierra
la intención estética de toda obra de arte, la intención del artista. Todo acto de
comunicación encierra un acto expresivo, pero la expresividad de un acto literario marcado
por una intención estética adquiere la independencia suficiente como para crear un dialecto
que se separe de la lengua común por contraste, ya que la intención estética radica en la
forma lingüística y no en el fondo de la obra.

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