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Desarrolo de La Investigacion.1
Desarrolo de La Investigacion.1
Resumen
ABSTRACT
INTRODUCCION
Ante la necesidad de conocer por sus causas la delincuencia juvenil, se realizó este
trabajo de investigación, ya que los procesos de los menores de edad en el derecho
penal han sufrido cambios de gran importancia. El menor, en Colombia, ha sido tratado
de varias maneras, reflejando unos procedimientos no constantes, si bien nunca ha sido
tratado como un sujeto plenamente responsable en materia penal, su concepción ha
variado yendo desde ser un inimputable hasta ser responsable en menor medida. Por lo
tanto en esta investigación desarrollamos una serie de visitas, charlas, entrevistas a
entidades oficiales para obtener información que conducen a la respuesta de la
problemática que nos motivaron a realizar dicho proyecto.
Entender el procedimiento actual del menor de edad nos puede dar claves
importantes para afrontar una situación que genera múltiples interrogantes y que
levanta intensos debates. ¿Puede ser un menor responsable en el derecho penal? ¿Es
capaz de comprender la ilicitud de un determinado acto? ¿Debe ser el menor juzgado
como adulto en algún caso? ¿Es el sistema penal actual poco estricto con los menores?
Preguntas como estas invaden el día a día de este espinoso tema, y llegar a una
respuesta no es tarea fácil. No es, ni mucho menos, objetivo de este proyecto opinar
respecto a estos interrogantes, sino presentar el papel del menor en el derecho penal
colombiano para así abrir el camino para decisiones al respecto. Así pues, resulta
necesario entrar, así sea brevemente, en temas como el de la pena y su diferenciación
con la medida de seguridad, el concepto y tratamiento de la inimputabilidad, así como
su relación con el menor de edad, para, finalmente, mostrar el procedimiento actual del
menor en lo que al derecho penal respecta, saber cuáles son las diferentes teorías que
tratan de dar respuesta a los factores que conllevan a cometer un acto punible.
Asimismo, resulta útil hacer una breve comparación con el derecho anglosajón,
específicamente el de Estados Unidos, ya que su diferencia radical con nuestro sistema
de derecho puede aportarnos elementos importantes para tratar el tema en cuestión.
Como también se espera que este proyecto sea una propuesta valiosa a los
estamentos que tienen como misión constitucional el tratamiento de la problemática de
la juventud, para el rescate de los mismos.
Así podemos citar a José Luis Jori Tolosa 6 que recuerda que la primera aportación
importante en la busque da de los factores determinantes en la delincuencia
corresponde a la escuela positiva con su consideración al delito como fenómeno
situado en el mundo empírico y por tanto sujetos a las leyes que rigen al a esfera de lo
material singularmente a la ley de la casualidad, recuerda este autor que el delito es
para la escuela positiva el producto de aquellas causas que determinan la voluntad de
su autor. Hecho así el planteamiento, la cuestión estriba en encontrar cuales sean tales
causas y aquí las soluciones ofrecidas por los autores son diversas, desde la
concepción antropológica de CESARE LOMBROSO (el delincuente es un ser
5
VICENTE MAGRO SERVET, Guía práctica del menor y de la violencia de género y doméstica. Ed. la ley, 2005. Pág. 249, 250
6
Cuaderno del poder judicial, 1998, «prevención de la delincuencia que afecta a los menores, personalidad de los agresores».
constitucionalmente anormal, caracterizado por su atavismo). Hasta la sociología de
Enrico Ferri (el delito es producto de anormalidades biológicas y sociales). En las que
incluyen factores individuales como son la constitución física o psíquica, la edad, el
sexo, o la raza, factores sociales como la familia, la moral, la religión, o a la educación o
incluso de carácter telúrico como la climatología.
Teoría de ferri
En sus teorías hace del Derecho Penal un capítulo de la Sociología Criminal, y
plantea que el Derecho Penal pierde totalmente su autonomía, niega el libre albedrío.
“El hombre no es libre, sus libertades están restringidas al marco jurídico establecido
por el Estado”.
Tipología
Delincuente Nato
A causa del atavismo (del latín. “atavus”, abuelo + -“ismo”. Fenómeno de herencia
discontinua que se manifiesta por la reaparición de los caracteres de antepasados
remotos y no inmediatos. Se debe a una casual recombinación de genes o a
condiciones ambientales excepcionalmente favorables para su expresión en el embrión.
Delincuente Loco
Dentro este tipo está el enfermo mental.
26
Delincuente habitual
O condicional o delincuente por falta de restricciones (Pinatel). Hace del delito su
forma de vida basándose en habilidad y fuerza, por ejemplo el carterista.
Delincuente Ocasional
Ve la ocasión para delinquir en que no hay nadie que lo detenga o lo restrinja. Dentro
esta esfera está quien comete un accidente de tránsito con muerte (homicidio
involuntario).
Delincuente pasional
Es el que comete el delito por pasión, por amor, por celos, por sentimiento.
Teoría de carrara
La Ciencia Criminal
En Programa del Corso di Diritto Criminale la ciencia Criminal debe tener la misión
de moderar los abusos de la autoridad en tres grandes hechos:
a) en la prohibición;
b) en la represión; y,
c) en él juicio.
Establece, así, como primer postulado: que la ciencia del derecho criminal es un
orden de razones que emana de la Ley Moral Jurídica y que preexiste a todas las leyes
humanas.
El método
Utiliza el método deductivo, va de lo general (la norma penal) a lo particular (al
individuo que se le va a aplicar la pena). Además estaba basado en razonamientos
lógicos, partiendo de principios superiores y abstractos.
El Delito
El delito es un ente jurídico, porque su esencialidad debe consistir en la vulneración
de un derecho. Considera delito como un dogma, como algo que no admite discusión,
porque emana de una ley suprema del orden. Era la trasgresión a la ley del estado, no
interesaba la conducta en sí misma, sino en la medida en que ella contribuyera una
trasgresión a la ley.
26
Límite de la prohibición
Sólo serán consideradas delictuosas las acciones que ofenden el derecho ajeno.
Esta ofensa supone, de modo necesario, una voluntad libre e inteligente.
Legitimidad de la represión
De la fórmula comprensiva de la noción del delito deriva la legitimidad de la
represión y los límites que debe imponerse a la misma.
Imputabilidad
Se funda en el principio del libre albedrío, que acepta como verdad inconcusa; y así
dice: "Yo no me ocupo de discusiones filosóficas; presupongo aceptada la doctrina del
libre albedrío y de la imputabilidad moral del hombre y edificada sobre esta base la
Ciencia Criminal que, sin ella, mal se constituiría" 8.
La Pena 26
La pena debe proteger el orden jurídico. La pena tiene carácter retributivo por el
daño que el individuo causo a la sociedad. La pena, de tal modo justificado, no puede
quedar librada al criterio del legislador: debe someterse a los criterios jurídicos que
regulan la calidad y la cantidad en proporción al daño sufrido por el derecho o el peligro
corrido por el mismo.
La pena, con el mal que inflige al culpable, no debe exceder de las necesidades de
la tutela. Si excede, no es protección sino violación del derecho, es prepotencia, es
tiranía; y si no llena aquella necesidad, importa traición a la misión impuesta a la
autoridad.
8
"Supuestos del Derecho penal en Carrara", 2010.
El Procedimiento
El rito procesal no solamente sirve a los honestos en cuanto la ayuda a descubrir los
delincuentes también los preserva de caer en errores judiciales; y ayuda, además, a los
mismos culpables, en cuanto impide que se le irrogue un castigo que se exceda la justa
medida.
La pena y la medida de seguridad son dos figuras que, si bien son objeto del
derecho penal, responden a necesidades diferentes. A lo largo de los compendios
penales, se ha mantenido la distinción entre la pena y la medida de seguridad,
imponiéndose ellas en situaciones diferentes dependiendo del sujeto que realiza la
conducta punible así como las circunstancias en las que se encontraba al momento de
llevarla a cabo.
En esta regulación se hace palpable la influencia del sistema dualista, que surge
como consecuencia de la confrontación entre los partidarios de la pena retributiva y los
26
partidarios de la pena o medida de contenido preventivo-especial. El objeto principal de
dicho sistema es la diferenciación entre la pena y la medida de seguridad, cuyo
resultado se evidencia en los siguientes criterios:
a) La pena, una vez establecida, se impone al culpable como consecuencia del delito
cometido, mientras que las medidas de seguridad son impuestas en virtud de la
peligrosidad del sujeto.
9
SOTOMAYOR ACOSTA, JUAN OBERTO, inimputabilidad y sistema penas. Ed. Times 1996, pág. 97.
c) La finalidad de la imposición de penas es producir sufrimiento al culpable, mientras
que la finalidad de las medidas de seguridad es plenamente asegurativa sin causar
sufrimientos.
Resulta claro que la pena y la medida de seguridad tienen finalidades diferentes. Por
eso se considera que:
“…el sistema dualista no es más que el reflejo del compromiso entre la posición
clásica –que veía en la pena como retribución de la culpabilidad del autor la única
reacción posible frente al delito– y la pretensión del positivismo naturalista de una
sanción penal orientada fundamentalmente a la prevención especial. Al sistema dualista
de sanciones corresponde también un sistema dualista de los fundamentos de la
reacción penal: la pena se fundamenta en la culpabilidad del autor, mientras que las
medidas de seguridad lo hacen en la peligrosidad del mismo...” 10 .
10
SOTOMAYOR ACOSTA, JUAN OBERTO, Inimputabilidad y sistema penal. Ed. Temis. 1996, pág. 98.
4.1 Derechos que protegen a los adolescentes
1. La amonestación
4. La libertad asistida
14
[CITATION SIS \l 3082 ]
15
[ CITATION ART2 \l 3082 ]
5. La internación en medio semicerrado
16
[ CITATION ART3 \l 3082 ]
17
LEY 1098 DE 2006, ART 177, SANCIONES.
18
LEY 1098 DE 2006, ART 182, LAS AMONESTACIONES.
19
LEY 1098 DE 2006, ART 183,LAS REGLAS DE CONDUCTA
20
LEY 1098 DE 2006, ART 184, LA PRESTACION DE SERVICIOS PUBLICOS A LA COMUNIDAD
Artículo 185. La libertad vigilada
21
LEY 1098 DE 2006, ART 185, LA LIBERTA VIGILADA.
22
LEY 1098 DE 2006, ART 186, MEDIO SEMICERRADO.
libertad. Escolar o en los fines de semana. Esta sanción no podrá ser superior a tres
años.23
De las normas vistas, podemos analizar que los menores no son sancionados
con pena, sino con una serie de medidas que garantices su restitución como
persona titular de un sin número de derechos que le otorga el estado colombiano, en
dichas normas se puede analizar que un adolescente que comete un homicidio
doloso, la sanción máxima pueden ser 8 años, en un centro que no es una cárcel y
que además cuentan con un proceso que les garantiza la rehabilitación, además les
da la posibilidad de pagar toda la pena aunque a mitad de esta se conviertan en
mayores de edad, siendo así que en un centro de reclusión de menores se pueden
hallar personas hasta de 26 años.
23
LEY 1098 DE 2006, ART 187, LA PRIVACION DE LA LIBERTA.5
24
Definición; sistema de responsabilidad penal. Sentencia C- 684/09.
La diferencia radica entre el sistema penal para adultos y el sistema penal para
adolescentes en que en este ultimo las autoridades judiciales deben siempre privilegiar
el interés superior del niño y orientarse por los principios de la protección integral, así
como los pedagógicos, específicos y diferenciados que rigen en este sistema.
Cabe resaltar que la demanda solo consistía en una parte del artículo 191 del C.I.A
que a continuación nos permitimos citar
25
Intervención del I.C.B.F; sentencia c-684/09.
ARTÍCULO 191. DETENCIÓN EN FLAGRANCIA. El adolescente sorprendido en
flagrancia será conducido de inmediato ante el Fiscal Delegado para la autoridad
judicial, quien dentro de las 36 horas siguientes lo presentará al Juez de Control de
Garantías y le expondrá cómo se produjo la aprehensión. Por solicitud del fiscal, la cual
contendrá la acusación, el juez de control de garantías enviará la actuación al juez de
conocimiento para que este cite a audiencia de juicio oral dentro de los 10 días hábiles
siguientes. En lo demás se seguirá el procedimiento penal vigente, con las reglas
especiales del proceso para adolescentes establecidas en el presente libro.26
6. Derecho comparado
26
Artículo 191; detención en flagrancia. Código de infancia y adolescencia.
llevada a la justicia ordinaria. Depende del caso si el menor es o no juzgado como un
adulto.
27
http://www.abanet.org/publiced/practical/criminal/juvenile_adult_differ.html
28
http://www.abanet.org/publiced/practical/criminal/juveniles_as_adults.html
29
“All persons are capable of committing crimes except those belonging to the following classes: One— Children under the age
of 14, in the absence of clear proof that at the time of committing the act Charged against them, they knew its wrongfulness”
California Penal Code, Section 26.
30
“The defense of diminished capacity is hereby abolished. In a criminal action, as well as any juvenile
court proceeding, evidence concerning an accused person’s intoxication, trauma, mental illness,
disease or defect shall not be admissible to show or negate capacity to form the particular purpose, intent, motive, malice
aforethought, knowledge or other mental state required for the commission of The crime charged” California Penal Code, Section
25 (a).
Es interesante ver cómo la posibilidad de juzgar a un menor bajo las normas penales
para adultos depende del entendimiento del menor del ilícito que está cometiendo. Es
decir, al menor se le analiza dependiendo del caso y no se predica un tratamiento
especial para cualquier evento en el que se vea involucrado en un delito. Mejor dicho, el
menor de edad se juzgará como tal si su condición de menor en esa acción específica
hace imposible la comprensión de la ilicitud en cuestión. Esto es muy diferente a lo que
pasaba bajo la presunción del menor como inimputable que había en la legislación
colombiana donde la condición del menor siempre acarreaba un tratamiento especial. A
su vez, esta concepción del derecho estadounidense es también muy distinta al
tratamiento del menor del Código Penal de 2000 pues no hay que buscar la
comprensión de la ilicitud cometida ya que el menor será juzgado bajo un sistema
especial sea cual sea el caso. Lo que es constante en el derecho estadounidense es un
límite de edad, en la mayoría de los estados, a partir de la cual se puede predicar
responsabilidad penal. De allí en adelante, se evalúa al menor según el delito cometido
y su actuación posterior para verificar si comprendía o no la ilicitud del acto que llevó a
cabo. La Corte Suprema del estado de Washington
26 enumeró, en un caso donde un
menor no fue juzgado en un delito sexual por su edad (11 años), siete factores que
deben tenerse en cuenta al momento de decidir juzgar a un menor de edad como
adulto:
• El delito cometido
• La edad y madurez del menor
• Si el menor mantuvo su acción en secreto
• Si el menor le dijo a la víctima (si es el caso) que guardara silencio
• La existencia de acusaciones anteriores sobre acciones similares
• Cualquier consecuencia emanada de aquella acción anterior
• El reconocimiento, por parte del menor, de la ilicitud y posible castigo de ese acto. 31
En todo caso, un menor que pretenda ser acusado como adulto puede presentar la
ya aludida defensa de falta de capacidad por razón de su edad (infancy defense). Es
31
“(1) the nature of the crime, (2) the child’s age and maturity, (3) whether the child evidenced a desire for secrecy, (4) whether
the child told the victim (if any) not to tell, (5) prior conduct similar to that charged, (6) any consequences that attached to that
prior conduct, and (7) whether the child had made
an acknowledgment that the behavior is wrong and could lead to detention.” State vs. Ramer, Corte Suprema de Washington.
Tomado de Washington State Criminal Justice Training Commission Law Enforcement Digest, 2004, pág. 16.
interesante ver cómo en Estados Unidos esta defensa se presenta durante un proceso
penal como tal y no, contrario a Colombia, se aplica automáticamente al menor por el
hecho de ser menor.
En relación a las penas más graves del sistema jurídico americano, la pena de
muerte y la prisión perpetua, ha habido desarrollos jurisprudenciales y argumentos muy
interesantes para defender su constitucionalidad.
Un año más tarde, en el caso Stanford vs. Kentucky, la Corte Suprema revisó la
constitucionalidad, a la luz del mismo aparte de la carta suprema de Estados Unidos, de
la imposición de la pena de muerte a un joven de 17 años. Concluyó la Corte que la
pena capital es constitucional para personas de 16 y 17 años y no constituye un trato
“cruel e inusual”. Sólo hasta el año 2005, en el caso Roper vs. Simmons, la Corte
declaró inconstitucional la pena de muerte para menores de 18 años. La decisión volvió
a basarse en la octava enmienda de la Constitución americana.
Lo interesante de todo el análisis de la pena capital son las razones jurídicas en las
que se fundan los fallos, pues la Corte Suprema Colombiana utiliza como argumento no
bienes jurídicos que nosotros en nuestro sistema esperaríamos para estos casos, es
decir, la vida, la dignidad humana o los derechos de los menores como fundamento de
su decisión, mientras que las sentencia estadounidenses se basan en lo “usual” del
castigo. La octava enmienda se refiere a castigos “crueles e inusuales”, no “crueles,
inhumanos y degradantes” como lo establece la Constitución colombiana. Es decir, la
base de un castigo posible en Estados Unidos es que no sea cruel, lo que la Corte
Suprema estadounidense ha interpretado como “decente”, y que sea aceptada en el
país.
Acerca de la otra pena prohibida por nuestra constitución y aceptada en Estados
Unidos, la cadena perpetua, hay un vacío por parte de la Corte Suprema de ese país.
Hoy en día hay, según Amnistía Internacional y Human Rights Watch, 2225 criminales
sentenciados a cadena perpetua como menores de edad cumpliendo su sentencia en
cárceles de Estados Unidos.
8. Conclusión
La experiencia es algo maravilloso. Nos permite reconocer un error cada vez que lo
volvemos a cometer. Franklin P. Jones
Las propuestas mostradas a lo largo de todo el trabajo, se tipifican en la manera de
reintegración social, pedagogía y procesos diferenciados frente al sistema, hallados en
el código de infancia y adolescencia. Cuyas opiniones no resultan la más adecuadas
para este conflicto de delincuencia juvenil, debido a que, estos hechos delictivos no
deben considerarse un hecho punible, si no como resultado una serie de influencias
económicas, políticas, psicológicas, físicas y sociales; las cuales exigen una acción
coordinada del menor. En la búsqueda de evidencias de lo relatado anteriormente
encontramos que en Cartagena la delincuencia juvenil ha tenido un alto grado de
incidencia, que Por consiguiente causo que en el reclusorio de menores (aso menores )
halláramos exceso de población y no solo esto si no que debido a que es el mejor
centro de reclusión de la costa transportan menores entre los catorce y diesi ocho años
de todas las poblaciones aledañas y de la costa caribe. Al realizar una indagación
donde el 70% de las personas encuestadas coincidieron en que el régimen actual
sancionador de los delitos hacia los menores infractores entre la edades anteriormente
mencionadas, debería tener cambios drásticos, principalmente a lo que concierne con
los años de impunidad, además de estar de acuerdo los participantes del proyecto junto
con la mayoría de la población al decir que los menores cuando cumplan la mayoría de
edad deberían pasar a una penitenciaría de adultos donde cumpliendo la misma pena
impuesta el juez competente termine su restauración integral en la cárcel.
Por otra parte al analizar el derecho comparado encontramos una pequeña similitud
con el ordenamiento jurídico estadunidense,
26sin embargo es más notorio las diferencias
tan abismales que se hayan al comparar dos sistemas jurídicos totalmente diferentes.
Del mismo modo encontramos que si en Colombia se modificara las imputabilidad de
los hechos punibles sería mucho más eficaz que en la actualidad. Para finalizar es
menester mencionar que no estamos de acuerdo con las sanciones actualmente
impuestas por el C.I.A, por las razones expuestas a lo largo de esta investigación, pero
la que prima ante todas es que no concebimos la idea de un sistema de responsabilidad
penal tan benévolo como para creer que un menor delincuente puede ser regenerado a
base de educación integral psicológica.
9. Bibliografía
American Bar Association. How do juvenile proceedings differ from adult criminal proceedings?
http://www.abanet.org/publiced/practical/criminal/juvenile_adult_differ.html