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Los signos vitales que suelen considerarse son la frecuencia cardiaca, la frecuencia
respiratoria, la tensión arterial y la temperatura del cuerpo. Para estudiar estos signos, se
analiza el ritmo de la inhalación y exhalación en la respiración, se toma el pulso (considerado a partir
de la hinchazón de las arterias cuando pasa la sangre) y se emplean termómetros y tensiómetros para
tener información sobre la temperatura y la tensión.
Los valores normales de los signos vitales dependen de diversas cuestiones, como la edad del
paciente. La frecuencia cardiaca de un niño de 10 años no es igual a la frecuencia de
un hombre de 50 años.
Los rangos normales de los signos vitales para un adulto sano promedio mientras está en reposo
son:
Gracias a la presión arterial, la sangre circula por los vasos sanguíneos y lleva nutrientes y oxígenos a
los órganos. Es posible distinguir entre la presión arterial sistólica (el valor máximo de la
tensión arterial cuando el corazón se contrae) y la presión arterial diástolica (el valor mínimo de
la tensión arterial cuando el corazón se expande). La presión de pulso es la diferencia existente
entre ambas presiones (sistólica y diástolica).
La presión arterial puede medirse con un tensiómetro automático o con la acción conjunta de
un fonendoscopio y un esfigmomanómetro. El paciente debe estar relajado para que la
medición arroje resultados que puedan ser analizados por el médico de acuerdo a los parámetros
considerados normales (entre 90/60 y 120/80 mmHg).
Consejos para control
Algunas causas que pueden producir cambios en las lecturas de la presión arterial incluyen:
La presión arterial baja, o hipotensión, ocurre cuando la presión arterial durante y después de cada
latido cardíaco es mucho más baja de lo usual, lo cual significa que el corazón, el cerebro y otras
partes del cuerpo no reciben suficiente sangre.
Causas
La presión arterial que es baja e inconstante para una persona puede ser normal para otra. La
mayoría de las presiones arteriales normales están en el rango de 90/60 milímetros de mercurio
(mm Hg) hasta 130/80 mm Hg, pero una caída significativa, incluso de sólo 20 mm Hg, puede
ocasionar problemas para algunas personas.
Hipotensión grave producida por una pérdida súbita de sangre (shock), infección o
reacción alérgica intensa.
La hipotensión ortostática es producida por un cambio súbito en la posición del cuerpo,
generalmente al pasar de estar acostado a estar parado, y usualmente dura sólo unos pocos
segundos o minutos. Si este tipo de hipotensión ocurre después de comer, se denomina
hipotensión ortostática posprandial y afecta más comúnmente a los adultos mayores, a aquellos
con presión arterial alta y personas con mal de Parkinson.
La hipotensión mediada neuralmente afecta con más frecuencia a adultos jóvenes y niños y
ocurre cuando una persona ha estado de pie por mucho tiempo. Los niños generalmente superan
este tipo de hipotensión con el tiempo.
La presión arterial baja comúnmente es causada por fármacos como los siguientes:
Alcohol.
Ansiolíticos.
Ciertos antidepresivos.
Diuréticos.
Medicamentos para el corazón, entre ellos los que se utilizan para tratar la hipertensión
arterial y la cardiopatía coronaria.
Analgésicos.
Diabetes avanzada.
Anafilaxia (una respuesta alérgica potencialmente mortal).
Cambios en el ritmo cardíaco (arritmias).
Deshidratación.
Desmayo.
Ataque cardíaco.
Insuficiencia cardíaca.
Shock (ocasionado por infección grave, accidente cerebrovascular, anafilaxia, hemorragia
o ataque cardíaco).
Síntomas
Los síntomas pueden abarcar:
Visión borrosa
Confusión
Vértigo
Desmayo (síncope)
Mareo
Somnolencia
Debilidad
El objetivo del tratamiento es reducir la presión arterial, de tal manera que tenga un menor riesgo
de complicaciones. Usted y su médico deben establecer una meta de presión arterial.
Si usted tiene prehipertensión, el médico le recomendará cambios en el estilo de vida para bajar
la presión arterial a un rango normal. Rara vez se utilizan medicamentos para la prehipertensión.
Usted puede tomar muchas medidas para ayudar a controlar su presión arterial en casa, como:
Reducir la cantidad de alcohol que toma a 1 trago al día para las mujeres y 2 para los
hombres.
Reducir la cantidad de sodio (sal) que consume; procure consumir menos de 1,500 mg
por día.
Reducir el estrés. Trate de evitar factores que le causen estrés y pruebe con meditación o
yoga para desestresarse.
Su médico puede ayudarle a encontrar programas para bajar de peso, dejar de fumar y hacer
ejercicio.
Usted también puede pedirle al médico que lo remita a un nutricionista que pueda ayudarle a
planear una dieta saludable para su caso.
Cuán baja debe estar su presión arterial y a qué nivel necesita comenzar el tratamiento es algo
individual, con base en la edad y cualquier problema médico que tenga.