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incremento del bienestar material per cépita es controlar en este mismo siglo el espectacular aumento de la poblacién mundial, a través de una reduccién voluntaria de las tasas de fecundidadl que converja hacia la tasa de reemplazo o incluso tasas inferio= res, permitiendo asi que la poblacién mundial toque techo e ini= ie un descenso gradual en el curso del siglo xx1. is La inclusi6n social La ética de la riqueza, la pobreza y la desigualdad El desarrollo sostenible persigue tres grandes objetivos para la sociedad: el desarrollo econémico, la inelusién social y la sos- tenibilidad ambiental. En la mayor parte del mundo, los paises tienen problemas en estos tres frentes. Incluso en los paises de ingresos altos, donde la pobreza extrema ha sido précticamente erradicada, existe un problema creciente de desigualdad de los ingresos, la riqueza y el poder. Y por supuesto todos los paises son vulnerables a la violacién de los limites planetarios. Incluso un pais que fuera un «santo» desde el punto de vista medioam- biental y adoptara todas las medidas a su alcanee para proteger el medio ambiente, suftiria las consecuencias de graves crisis ambientales, como el eambio climatico, la acidificacién del océa- no o la pérdida de biodiversidad. El objetivo de la inclusién social se encuentra lejos de ser al- canzado en practicamente todo el mundo. Las sociedades tra- dicionales desarrollaron en general poderosas barreras legales y culturales a la participacin equitativa de las mujeres en la eco- noma, de modo que las desigualdades de género constituyen una lacra todavia por superar. Las poblaciones indigenas han sufrido situaciones extremas de discriminacién, en ocasiones préximas al intento de genocidio. Los nativos americanos en Estados Uni= dos, las Naciones Originarias en Canadé, los aborigenes en Aus tralia, los maorfes en Nueva Zelanda, los orang asli en Malasi las tribus encartadas en India: todas ellas comparten el dudoso. honor de combinar un estatus indigena y una situacién de po- breza y marginacién extremas. La diseriminacién puede basarse enla etna, la religion, la raza, el género, la casta o la orientacié' sexual En las economias modernas, la clase puede ser otra barrera a la inclusi6n social. Existen razones por las que aquellos nifios que crecen en familias pobres pueden verse ficilmente atrapa- dos en la pobreza, en lo que se convierte en una trampa de po- breza intergeneracional. La superacién de la pobreza requiere en genes fae acién, capital de trabajo, acceso a la sanidad y a redes sociales (p. ej., para conseguir un buen trabajo). de familias pobres a menudo no tienen wonoalends cack ia salud y las redes sociales que necesitan para escapar a la pobreza, La ética de la igualdad y los derechos Al abordar los problemas de la exclusién social, se nos plantea toda elase de cuestiones éticas y morales. Algunas de estas cued nes tienen que ver con la desigualdad de los ingresos y la rique- za, éDebe trabajar la sociedad en su conjunto, a través del gobier~ no y las instituciones sociales, para reducir las desigualdades de Jos ingresos yla riqueza? éExiste alguna relacién entre la redistri- bucién de los ingresos y el erecimiento? Por ejemplo, si el gobier- no sube los impuestos a los rieos para ofrecer servicios sociales a los pobres, éimplica esta politica redistribuidora una redueci6i del crecimiento econdmico, como se afirma a veces? 7 tra cuestién relacionada (aunque no idéntica) rior es la disci ) con la ante- j jas tanto legales como culturales. Las leyes de muchas partes del mundo siguen diseri minando a algunos grupos sociales: ls mujeres, las minors re- igiosas, los grupos indigenas, los LGBT, ete. Durante la mayor parte de la historia humana, hasta los siglos x1x y xx, la esclavi- minacién econémica, por ‘tud era legal. Hizo falta una guerra civil en Estados Unidos para ‘marear el principio del fin de la esclavitud, y el apartheid no ter- ‘mind en Sudifrica hasta 130 afios después. En algunos lugares, ¢l tréfico humano y la esclavitud siguen vigentes en la actuali- dad, aunque en general se trata de situaciones ilegales que se ‘mantienen ocultas. ‘Una tercera dimensién de la inclusién social tiene que ver ‘con las normas culturales. En ocasiones no existen pricticas es- trictamente ilegales, pero la discriminaci in de las minorias se traslada a las actitudes sociales y culturales. Qué puede hacerse en estos casos? éC6mo debemos concebir la relacién entre la éti- ca, la cultura y la ley? La investigacién y la promocién de la inclusién social tiene {que ver con muchos aspectos distintos de los valores y los siste- ‘mas de valores. Resulta especialmente titil comprender las nu- merosas escuelas de pensamiento sobre todas estas importantes cuestiones que han existido a lo largo de la historia. Vale la pena destacar seis grandes enfoques éticos dela inclusién social (Helli- swell, Layard, y Sachs, 2013, cap. 5). El primero de ellos es la ética de la virtud. Buda, Confucio y “Aristételes son tres importantes ejemplos de la ética de la virtud. La influencia de Buda se extiende por el conjunto de Asia meri- dional y oriental. La influencia de Confucio persiste hasta el dia de hoy en China y otras partes de Asia noroccidental. Aristételes hha dejado un profundo legado en el pensamiento oecidental so- bre los valores, y es una influencia fundamental para el cristia~ nismo, el judaismo y el islam. El pensamiento de estos tres grandes sabios se earacteriza por Ja apelaeién a los individuos para que cultiven un conjunto de ac- titudes y comportamientos adecuados para el bienestar personal ylavidaen sociedad. Para Aristoteles, la virtud era, la clave de la ‘cudaimonia, que se traduce habitualmente como la sanzado popularidad en Estados Unidos y un pufiado de paises de tradicién anglosajona (Reino Unido y algunos grupos en fanada, Australia y Nueva Zelanda). ‘Ademas del ICESCR, las Naciones Unidas han aprobado tuchos otros objetivos de cardeter mas especifico en torno ala tisfaccidn de las necesidades bisicas. Los més importantes han Jido los Objetivos de Desarrollo del Milenio, o ODM, aprobado ‘en septiembre de 2000 (AGNU 2000). Los ODM estan inspi rados en la DUDH y en los distintos pactos internacionales que Ja desarrollan, pues su objetivo no es otro que hacer efectivo el derecho de las personas a satisfacer sus necesidades basicas en todas sus dimensiones esenciales (ingresos, alimentacién, vest do, trabajo, salud y seguridad). Cuando los ODM fueron proc mados en septiembre de 2000 como parte de la Declaracién del Milenio de las Naciones Unidas, los gobiernos miembros de las Naciones Unidas acordaron no escatimar «esfuerzos para liberar a nuestros semejantes, hombres, mujeres y nifios, de las condi- ‘ciones abyectas y deshumanizadoras de la pobreza extrema, a la que en la actualidad estin sometidos». En este sentido, se com- prometicron a convertir el derecho al desarrollo en una realidad para todas las personas, asi como a liberar a la especie humana de sus privaciones. Los derechos humanos se encuentran por tanto en la base del programa de accién de los ODM y siguen Los derechos civiles y politicos encuentran su complemento en los derechos econdmicos, sociales y eulturales, aprobados si- multéneamente en otro pacto internacional (AGNU, 1966). Al al que la DUDH, el articulo 6 del ICESCR reconoce el dere- cho al trabajo. El articulo 7 reconoce el derecho a unas condicio- nes de trabajo equitativas y satisfactorias, a una remuneracién, digna, y a un entorno de trabajo seguro. El articulo 8 declara el derecho de las personas a fundar sindicatos y afiliarse a ellos, Obviamente, se trata de un derecho que no se ha hecho efec~ tivo para los trabajadores de muchos paises. El articulo 9 del ICESCR proclama el derecho a la seguridad social. El articulo 11 proclama el derecho a un nivel de vida adecuado, q satisfaccién de sus necesidades bis Elarticulo 12 es muy interesante y relevante para los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Dicho articulo reconoce el derecho al «mas alto nivel posible de salud fisiea y mental». No es posible garantizar el dere- cho dela salud per se, pues algunas personas sufren enfermedades que no son evitables ni curables. No obstante, si puede recono- cerse el derecho al mas alto nivel posible de salud. El articulo 13 proclama el derecho a la educacién. El articulo 15, el derecho a participar e Igual que la DUDH, el ICESCR se basa en el reconocimien- to de que todos estos derechos econémicos, sociales y culturales sélo podran hacerse efectivos con el tiempo, en parte a medida. que los paises aleancen los niveles adecuados de crecimiento econémico y desarrollo sostenible. El objetivo no es por tanto Ia realizacién inmediata de todos los derechos sino su realiza- cidn progresiva. Aun cuando no sean efe ibn filoséfica que s6lo ha ° permita la /os en este momen- siendo el coraz6n moral de las Naciones Unidas y de la nueva era. de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Ill. Sociedades divididas Los objetivos de la inclusién social son la prosperidad general, la erradicacién de la discriminacion, la igualdad ante la ley, posibilidad de que todos tengan cubiertas sus necesidades basi as, y una elevada movilidad social (es decir, que un nifio nacido en la pobreza tenga unas opciones razonables de escapar a ella). Por supuesto, ningun y nadie lo desearia. Las personas tienen suerte diversa, gustos diversos y realizan esfuerzos diversos, y todas estas diferencias se ‘traducen en variaciones en su situacién econémica, en términos de ingresos, riqueza y estatus laboral. La gente acepta estas dife~ rencias dentro de un cierto margen. No obstante, las diferencias entre situaciones econémieas que se dan en algunas sociedades van mucho més alli de lo que puede ser naturalmente el resul~ tado del abanico normal de diferencias entre personas, fortunas y circunstancias. Por otro lado, cuando las personas no pueden cuidar de si mismas por causa de la naturaleza o de las cireuns- tancias, también esperamos (de acuerdo con la mayoria de siste- ‘mas éticos) que la sociedad las ayude a cubrir sus necesidades de un modo digno. Consideremos ahora los datos sobre desigualdad de ingresos en diferentes partes del mundo. Para ello recurtiremos al coefi- ciente Gini, una medida estadistica de la desigualdad de ingresos que varia entre 0 y 1. Un Gini de 0 significa una sociedad don- de todas las personas tienen exactamente los mismos ingresos (es decir, Ia igualdad es completa); un Gini de 1,0 signifiea una sociedad donde un solo individuo posee todos los ingresos y el resto no tienen ninguno (es decir, la desigualdad es completa). ‘Tal como podemos ver en la figura 2.5, existen diferencias muy stentes entre distintas regiones del mundo cen términos de nivel de desigualdad medido segiin el coeficiente Gini. En conjunto, y con la notable excepeién de Canad, Amé- sociedad aleanza una uniformidad plena | el Afri ‘rica es la parte del mundo con los ingresos relativamente mas ales, es decir, con los coeficientes Gini més elevados. Euro- occidental, en cambio, es una regién con una distribucién de gresos relativamente igualitaria, y por tanto unos coeficientes tii bajos. Europa septentrional, en especial los paises nérdi- s (Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca e Islandia) son las i les mas igualitarias del mundo de acuerdo con el coefi- ite Gini. Estos diversos grados de desigualdad son el resultado de la sistoria y la tradicion. Consideremos el caso del continente ameri- no (Canada seria la excepcién). Hasta que Cristébal Colon uni opa y América a través del comercio y la colonizacién a partir 1492, América habian permanecido relativamente aislada de la poblacién del Viejo Mundo. Los amerindios originales habian egado unos 15.000 afios antes por el puente de tierra de Beringia que conectaba Asia y Norteamérica durante la Edad del Hielo (en tin momento en que los niveles del mar eran mucho més bajos que actuales, como consecuencia de las grandes cantidades de agua jidas en forma de hielo en los glaciares que cubrian el he- “misferio norte). Cuando terminé la glaciacién y los niveles del ‘mar volvieron a subir, las poblaciones amerindias se encontraron separadas del Viejo Mundo. Los vinculos s6lo se restaurarian con Jos viajes de Colon, si dejamos a un lado el breve periplo de Leif Eriksson por la costa de Canada, en torno al aiio 1000 E.C. Coldn y las oleadas de europeos que le siguieron a finales del siglo xv y més adelante contaban con dos grandes ventajas. Los europeos disponian de armas mucho més poderosas que los nati- ‘yos y también contaban con los patogenos procedentes del Viejo ‘Mundo, que se convirtieron en epidemias entre las poblaciones, nativas desprotegidas y causaron grandes mortandades. América ~ evolucioné de este modo hacia «sociedades de conquista», es de- cir, sociedades marcadas por el dominio de los europeos sobre las, poblaciones indigenas. A partir del siglo xv1, los europeos tam- ién aportaron otro segmento crucial de poblacién a las socieda- des americanas: Ia mano de obra forzada africana, levada desde occidental hacia las regiones tropicales y subtropicales de América, como el Caribe, Sudamérica y el noreste de Brasil. No hubo grandes entradas de esclavos a Canadé, lo cual es ut de las razones por las que Canadé es tan distinto aetualmente en términos de desigualdad. El resultado de todo ello fue una sociedad muy complica da, formada por grupos muy diferenciados en cuanto a riqueza y poder. Un pequefio grupo dominante de europeos gobernaba por la fuerza y con el apoyo de la autoridad imperial sobre las poblaciones nativas y esclavas del Nuevo Mundo. Con el tiempo, sstos tres grupos sociales —europeos, nativos amerindios y es clavos africanos— se fueron complicando ain mas a medida que Jas tres poblaciones se fueron mezclando. Las llamadas pobl ciones mestizas de esclavos afticanos, conquistadores europeos poblaciones indigenas se generalizaron en muchas sociedades: americanas. ‘A partir del siglo xv1, estos grupos se encontraron con situa= ciones completamente distintas en términos politicos, sociales: y econémicos. América se convirtié en una regién mareada por grandes desigualdades de riqueza y poder, donde una reducida poblacién de europeos mantenia en general la propiedad de las .stierras, mientras que la poblacién indigena era expulsax dade sus feudos tradicionales y relegada a dreas mas reducidas, a menudo por medios brutales e insidiosos. A menudo, la «ley de los europeos era el instrumento empleado para desposeer @ las poblaciones indigenas, pues no reconocia los derechos comu- nales tradicionales sobre la tierra. La violenta y conflictiva historia de América tuvo como re- Itado una sociedad con terribles desigualdades, Resulta harto notable que este legado haya logrado mantenerse hasta el dia de hoy. Por fortuna, la esclavitud fue abolida en todo el continente en el siglo x1x, habitualmente por ley o decreto, aunque en Es- tados Unidos hizo falta una guerra civil, y en Cuba y Brasil hubo que esperar hasta 1886 y 1888, respectivamente. No obstante, el poderoso legado de la esclavitud siguié dejandose sentir sobre el hemisferio durante el siglo xx, pues los descendientes de los. esclavos siguieron padeciendo en general terribles lastres de po breza, mala salud, falta de derechos, violencia y discriminacién generalizada, " Elgris oscuro de América en el mapa Gini (figura 2.5) refleja te legado derivado de la conquista europea. Para comprender desigualdades que se viven actualmente en diversas partes ‘mundo es necesario adoptar esta clase de perspectiva his- ica. En muchos lugares, las desigualdades creadas en siglos ores siguen dejando su huella en el presente. Buena parte culpa corresponde a las dindmicas intergeneracionales de singresos, de acuerdo con las cuales la pobreza de una genera- se traslada a la siguiente. Aun cuando se suprima la escla- , el legado de la esclavitud perdura. Aun cuando se prohiba of ley la violencia contra los nativos americanos en Estados Bnidos, o contra las llamadas Primeras Naciones de Canadé, el do de pobreza, mala salud, diseriminacién en la propiedad, era, se mantiene. La discriminacién social, racial y étnic: gue muy vigente, como también la discriminacién de género. mbién persisten las diferencias entre regiones, unas veces por jones geograficas como el clima, la distancia y los costes de sporte, aunque otras veces también como resultado del le- gado social. Ya he mencionado el fenémeno extendido en todo del mundo ela discriminacién ala que estan sometidas las pobla genas, a menudo como resultado de confiscaciones de tierras y otras formas de trato brutal en el pasado (UNPFII, 2009). Estas poblaciones indigenas son prueba de la tendencia de los seres “humanos a comportarse de forma violenta con aquellos grupos Jos que no comprenden, asi como con aquellos grupos que menazan su propio bienestar (o por lo menos parecen hacer- Jo). Las poblaciones indigenas de todo el mundo poseian tierras que resultaban codiciables para aquellos que llegaron después. " Y los recién legados en general no tardaron mucho en expulsar prutalmente a los grupos indigenas de sus tierras natales. Tales expulsiones contaban con el respaldo de la ley, del poder, de la politica y de estereotipos culturales interesados (tipicamente, que los nativos no eran humanos del todo). En general, todas estas brutales politicas de Estado dejan una impronta duradera. Los grupos indigenas quedan relegados atierras marginales, como regiones selvaticas, montafiosas 0 de- sérticas. Un error comin es pensar que los grupos indigenas que habitan un entomno dificil (p. ¢, una regién desértica) lo hacen Por motivos tradicionales. Habitualmente, la tribu en cuestién se ha visto desplazada desde entornos mas favorables, por lo co= zuin varias generaciones atrés, un hecho que ha sido ya olvidado por la poblacién general porque no aparece en los libros de his- toria. Seguramente el grupo se asentaba antes en las tierras mas fértiles, pero las migraciones posteriores lo fueron empujando hacia tierras marginales, q Las tasas de pobreza de las poblaciones indigenas son muy. elevadas, y constituyen una parte nada desdefiable de la pobre= za extrema a escala mundial. Nadie puede dar una eifra precisa del volumen de las poblaciones indigenas, pero una estimacién aproximada las sitvia en torno a los 370 millones de personas, casi el 6 por ciento de la poblacién mundial (UNPFII, 2009, 1), Si tenemos en cuenta que buena parte de estos 370 millones de ersonas viven en una situacién de pobreza extrema y exclusion social abyecta, se trata de un segmento muy importante de la poblacién mundial La figura 7.3 muestra las tasas de pobreza en algunos paises relativamente pobres de América: Bolivia, Ecuador, Guatemala, México y Peri. En cada uno de estos casos, las tasas de pobreza entre las poblaciones indigenas (indicadas en la parte superior) son mais elevadas que las tasas de pobreza entre las poblaciones no indigenas (indicadas en la parte inferior). Si mostréramos las tasas de pobreza de los afroamericanos en Estados Unidos, se- rian también mucho més elevadas que las de la poblacién blan- ca. Vemos aqui un ejemplo de como las poblaciones indigenas de América siguen suftiendo las consecuencias de sus largas histo- ias de discriminacién y violencia politica, militar y cultural 5] mapa de grupos etnolingiiisticos de la figura 74 pone de relieve otra cuestién de gran importancia: existen grandes dife- rencias en el mundo en cuanto al grado de diversidad étnica, La diversidad étnica se mide a menudo en funcién de criterios lin- silisticos. Este mapa muestra lo que se conoce como el fracciona- miento etnolingitistico, y da una indicacién de la homogeneidad © heterogeneidad de los idiomas hablados por una determina- in URA 7.3. Tasas de pobreza entre las poblaciones . ynno indigena en Latinoamérica (décadas de 1980 a 2000) 100 p— —— 90 - i | a * 70 | £0 $ aol} #30 10 ° Ped Bolin Ecuador Guatemala México raga primer ano) rigna(tenoao) 100 90 80 z7 3 60 2 ol fm 8 40 B20 20 0 oe Pero Bolvia Ecuador Guatemala Mico Pale B oinaigena (primer ste) No ndigena (timo ato) s mse 0 mr: mnt erase Se re Shishi emaneca FIGURA 7.4 Mapa global de grupos etnolinguisticos da poblacién. Cuando el fraccionamiento es elevado, a menudo también lo es la desigualdad, pues unos grupos dominan a otros en términos politic econémicos. Ademés de las desigualdades entre grupos, existen también. desigualdades entre individuos. En algunos casos se trata de va riaciones inevitables en cuanto a esfuerzos, capacidades y for tuna, y estas difereneias son también responsables en parte de las desigualdades que existen dentro de cualquier sociedad. No obstante, el grado de desigualdad que cabe atribuir a estas dife- reneias también depende de las politicas piblicas. éContribuye cl Estado a que todas las familias puedan cubrir sus necesidades bisicas? éGarantiza el Estado la educacién de todos los ni 108, también los de las familias pobres? éLa calidad de esta educa cién es suficiente como para servir de base para la movilidad so- cial, 0 los servicios educativos de los pobres son tan limitados que los nifios que crecen en la pobreza quedan atrapados en un ciclo intergeneracional de pobreza? Las respuestas a estas pre= guntas varian de una sociedad a otra. Lo anterior pone de manifiesto que es preciso abordar los problemas de desigualdad social y derechos humanos a partir diversas dimensiones. La raza, la etnia, el poder, la conquista caracteristicas individuales son determinantes potenciales desigualdad en una sociedad. Lo mismo puede decirse de espuestas politicas a estas cuestiones, del grado en que el se emplea para reducir las desigualdades (p. ej., a través redistribucién fiscal) 0 para exacerbarlas (p. ej., desplazan- Jas poblaciones indigenas de sus tierras tradicionales). L aldad es por tanto el legado del poder, la historia, la eco- y las diferencias individuales, amplificadas 0 amort por el poder del Estado. Fuerzas que aumentan las desigualdades Jargo de los iltimos veinte aos, la desigualdad de ingresos ha imentado un notable incremento en Estados Unidos y mi 3 otros paises. Los ingresos per capita han subido, pero buena del incremento ha beneficiado a aquellos que se encuentran mn de ingresos. El coeficiente incremento considerable. Existen al menos tres fuerzas fundamentales que contribu- na ampliar las desigualdades econémicas en Estados Unidos, esos entre los trabajadores mas y menos cualificados. Los ornos de la educacién han experimentado un incremento no- Je, en perjuicio de los menos educados. Es probable que el jente diferencial de ingresos que proporciona la educacién a reflejo de las fuerzas combinadas de la globalizacion y de bs cambios tecnolégicos, en ambos casos para desventaja de los tbajadores menos educados. Un segundo fendmeno ha sido el jente uso de la robética, asi como de sistemas avanzados de én de datos y otras tecnologias de la informacién, los cuales parecen tener el efecto de derivar renta del trabajo hacia el capi Como la propiedad del capital se encuentra altamente con ‘eentrada en las familias més rieas, este proceso ha contribuido a. FIGURA7.5 Prima salarial del graduado universitario frente al graduado escolar (1979-2013) 1980 1984 1988 1992 1996 2000 2004 2008 2012 ampliar las desigualdades de ingresos entre hogares. La tercera fuerza ha sido el sistema politico, que en Estados Unidos no ha hecho mas que amplificar las erecientes desigualdades creadas por las fuerzas del mercado. Por ejemplo, los ricos contribuyen- tesa las eampaiias han podido utilizar su influencia politica para obtener privilegios en forma de exenciones fiscales, subsidios 0 cambios regulativos ventajosos para ellos. Un punto de vista titil para comprender todos estos cambios es el popular grafico de la figura 7.5, que muestra la prima de Ingresos (Ios ingresos extra) de los graduados universitarios res- pecto a los graduados escolares en Estados Unidos. En 1973, un. graduado universitario tenfa una prima de ingresos del 30 por ciento respecto al graduado escolar. Esta prima se redujo duran te los afios setenta hasta menos del 25 por ciento. Sin embargo, partir de 1979 la prima sc ha disparado hasta situarse en torno al 45 por ciento. Es interesante observar que dicho incremento se inicia en torno a 1979, cuando las poderosas fuerzas de la slobalizacién conectan el mundo de ingresos altos con las eco nomias emergentes. integracién econémica que se inicié a finales de los aiios tuvo como resultado la globalizacién de los sistemas de necién. Las empresas comenzaron a deslocalizar produc ia China, México y otros lugares con salarios més bajos. mpleos més faciles de trasladar al extranjero eran los que fentonces habian realizado los trabajadores americanos 9s educados en términos relativos (p. ¢}., con el graduado lar en lugar de un grado universitario). La mano de obra dounidense en el sector industrial comenz6 a reducirse no- emente, a medida que los empleos se iban hacia Asia y el ribe. Los mas perjudicados por este proceso fueron natural- nte los trabajadores menos cualificados, que vieron como sus pleos desaparecian o s6lo permanecian a costa de recortes ales. ‘Los Estados Unidos aleanzaron su pico de empleo en el see- industrial en torno a 1979, con unos 19 millones de traba- ores. A partir de 1979, se ha producido un notable descenso empleo en el sector industrial, como consecuencia del des- zamiento de produccién hacia economias eon salarios mas Fllo supuso un gran beneficio para muchas economias larios bajos, en especial China. Buena parte de su rapido ecimiento econémico fue producto de esta afluencia de traba- procedentes de los Estados Unidos y de Europa. Pero para trabajadores menos cualificados de los Estados Unidos, el itado fueron recortes y mas recortes. A dia de hoy, slo que- n 12 millones de empleos aproximadamente en el sector in- trial estadounidense. “Ademis de la globalizacién, otro factor importante es la re- glucién de Ja informacién y la progresiva automatizacién de muchos procesos de procuccién, Se trata de otro factor que con- ribuye a un aumento de la productividad, pero también a una educcién del ntimero de empleos en los sectores industriales tra cionales. El cambio tecnolégico ha transformado radicalmente reas de trabajo en los principales sectores industriales. La Sbética es uno de los elementos mas visibles y destacables de revolucién teenolégica e informatica que hemos vivido en los ltimos afios. La robotica puede suponer un gran aumento de la

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