Está en la página 1de 39

GUILLERMO C.

RONCORONI

EL CASO D¡ONISIO LLANCA

CON{ISION DE INVESTIGACIONES UFOLOGICAS _ CUFOS


GUILLERMO C. RONCORONI

EL CASO DIONISIO LLANCA

REVISION OBJBTIVA E INFORI\IE FINAL

COMISION DE INVESTIGACIONES UFOLOGICAS - CUFOS


La presente es una publicación de la CIU - COMISION DE INVESTIGACIONES
STUDIES de Buenos Aires'
UTOiOCTCeS y del CUFó5 - CENTER FoR UFO

rj
.i
rl
il
Presidente¡ Lic. Guillermo Carlos Roncoroni
ii Director Cientlfico: Dr. Alan David March
I
Director de Investigaciones de campo: Alejandro chionetti
Director de Publicaciones: Alejandro C' Agostinelli
Secretaria General: Prof. Elba AlicÍa Acosta
;\r

CIU-CUFOS Buenos Aires


Yerbal 232L, Piso 6
1406 - CAPITAI FEDERAL
REPUBLICA ARGENTINA

Prohibida su reproducci6n total o parcial


Copyright t978 by Guillermo C. Roncoroni
Co-piright 1983 by CIU-CUFOS Buenos Aires
Hecho e1 dePdsito de la LeY L1723
Editado en Buenos Aires, Argentina
Mayo de 1983
INTRODUCCION DEL COMITE DE DIRECCION DE C¡U-UFO PRESS

En marzo d,e L979, nuestra organizaci6n de investigaci6n ufoldqica


produjo un pormenorizado. informe acerca de 1a investigaci6n realizada
por Guillermo c. Roncoroni., en torno al presunto caso de "secuestro',
protagonizado por eI camionero Dionisio Llanca en octubre de L973.
Desde esa edición a la fecha se han producido algunas novedades
en torno al referido incidente 1o cuaL, sumado al interés manifestado
por muchos de nuestros lectores de conocer la realidad de 1os hechos en
referencia a ese episodio, nos l-Ieva hoy a editar nuevamente aquella pu-
blicación, actualÍzada y corregida.
Entendemos que, con este informe, damos por cerrada nuestra in-
vestlgación en torno a1 caso Llanca con la certeza de haber alcanzado
los objet.ivos que nos fijamos en oportunidad de iniciar nuestro trabajo.

COMITE DE DIRECCTON
Guillermo Carlos RoncoronÍ
EL CASO DIONISIO LLANCA
REVISION OBJETIVA E INFORME FINAL

Entre los años L976 a 1978'quien esto escrÍbe tuvo oportunidad de


viajar repetidamente a la ciudad de Bahía Blanca, provj.ncla de Buenos
Aires, 1o que me permitió realizar una serie de entrevistas con quienes,
en su momento, participaron de 1a investigación de1 supuesto "secuestro'l
de1 camionero Dionisio Llanca y con todas aquellas pe-rson-s que, de una
u otra manera, estuvieron ligadas al caso, ya sea por amislad con el
testigo o por algún grado de parentesco.
Esta investigación realizada "in situ,,y a 1a cual debe sumarse
un cúmu1o de datos obtenidos en entrevi-stas rellizadas en Buenos Aires,
comunicaciones personales de otros investigadores y otras fuentes, ha a-
rribado a conclusiones que no pueden ni deben ser silenciadas. y el1o
€s, precisamente, el objeto de este trabajo: arrojar 1uz sobre los he-
chos acaecidos en octubre de 1973 en 1as afueras de 1a ciudad de Bahfa
Blanca'y que dieron origen a uno de los'casos más publicitados, no sola-
mente en Arqentina sino también e;i el exterior.

PORMENORES DEL INCIDENTE


Pese a que presunimos que Ia gran mayorfa de los lectores conocen
a_grandes rasgos los pormenores del caso Llanca, consideramos que no es-
tá demás transcribir un relato resumido de1 mismo, a 1os finei de t.ener
presentes 1os puntos gue luego serán objeto de análisis y discusión.
"Todo comÍenza en la noche del domingo 2g de octubre de rg73.
Dionisio Llanca se encontraba viendo una emisión televisiva (canal 7 d.e
Bahía Blanca) en la casa d.e su tlo politico, don Enrigue Ruiz, y a ras
u:ru hn-.c
ñ.?ñ noras, apagq
r^r^¡ sa falarricnr
6l Lsrsva-u!, se pone el saco y, caminando por 1as ca-
lfes de Bahía Blanca, se dirÍge a su camión Dodgé, que tenla Lstacionado
a B cuadras cargado con materiales de construóci6n; debia conducir su
cargia hasta la ciudad de Río Gal-legos.
"Por las calles de Bahía Blanca, montado en su cami6n,
a ;:a gasolinera a cargar combustible. Alli se da cuenta guese dirÍge
su rueda
trasera estaba perdiendo aire y decide cambiarla directamenle éI en la
r,r--3.
"faltando 30 kilómetros para Médanos y a unos 19 kil$metros de 1a
ciuiad Ce Bahía Blanca, a un costado de la ruta 3, se estaciona cerca
un ncrte y de una porción extensa de agiua estancada (como arroyuelo),de
para canbiar e1 neumático.
"Allí se encontraba Dionisio Llanca a ra 1:30 del domingo
octubre' De repente ve a su izguj.erda, en direcci6n a Bahía glánca,zg una
de
luz amarillenta a una distancia de 2000 metros y piensa que pod.ría ser
un Peugeot (esa marca de automóvil tiene ese tipo de 1uz)- qr. viene por
la ruta. Sigue cambiando su rueda y de repente la 1uz se cbloca detrás
de é1, arriba de- 1o_s árbotesr 1, s€ iluminá todo a su alrededor guedando
totalmente paralizado.
7
"En determinado momento, al.guien ro toma por Ia parte de atrás de
la camisa, 1o hace girar y se encuentra a escasos metros con tres seres
de aproximadamente 1r85 metros de estatura que visten un mameluco gris
muy ajustado al cuerpo, larga cabellera rubia que rlega a ros anchos
hombros t ! calzan guantes y botas 3,/4 color naranja. En determinado mo-
mento uno de 1os seres 1e hace una punción en l-a mano derecha, entre e1
fndice y eI pulgar, con una máquina, parecida a una afeitadora, como ex-
presara al periodismo e1 testigo.
"En ese momento pierde totalmente eI conocj.miento e1 camionero.
"Queda totalmente amnésico durante 48 horas, hasta el martes 30
de octubre a 1as 22 horas, en el Hospital Municipal de Bahia Branca,
donde había sido internado; durante esos dos días el period.ismo se hace
eco de este hombre que habíá sido inscripto como N.N. y que habia obser-
vado una extraña luz -r.r.to
v seres:
¡¡qDeq
Il^ c +. oe*l e1 de1 caso Llanca, según fue pubticado por el
actor Fabio zerpa en su li.bro "un Hombre en el universo", páginas l-19 a
123, bajo eI subtltulo "fnvestigacj-ón periodística". (1)
Posteriormente, durante e1 mes de noviembre de L973, se realizó
ra denominada "investigación científi.ca" de1 incidente, de 1a cuar par-
ticiparon los Doctores Eduardo ¡ta'ta, Eladio Santos, Ricardo Smirnoff, Ia
Doctora Nora Milano y e1 actor Fabio Zerpa
Transcribir íntegramente los resultado de esa investigación serfa
en extremo tedioso, Por 1o que nos lim.j.taremos a citar solamente aque-
l1os puntos considerados como fundamentales en el contexto d.e 1a inves-
tigaci6n y e1 análisis det caso.
La investigación cientlfica consisti6, fundamentalmente, en una
evaluación psicológica del testigo y tres sesj.ones de interrogatorios
bajo condicÍones de hipnosis, y una sesión de narcoanálisis.
Esas sesiones tuvieron un resultado totalmente inesperado: el
testigo hizo un relato pormenori.zado de su supuesto secuestro y perma-
nencia dentro de un ovNr, por un lapso superior a una hora, en compañla
de sus captores (tripulantes del ovNr). En suma, una experiencia hasta
allí sin parangón en la extensa y muy variada casuistica ufológica ar-
gentina.
E1 relato consciente de1 camionero terminaba en eI momento que
uno d.e los supueslos "ufonautas" le efectuaba una punción en Ia mano
derecha. Sin embargo, en trance hipnótj.co, Llanca revelaría una serie de
hechos que transcribiremos a continuación:
"Durante cuarenta y cinco días examinamos 1a psiquis y el incons-
ciente de este camj.onero para conocer 1a verdad. una noche, en trance
hipnótico, hacemos que Llanca confeccione distintos dibujos, uno de e-
Ilos indicando la posicidn en que estaba e1 camÍón al lado de la ruta 3.
"En ese dibujo coloca a 2000 metros de distancia la 1uz amari-
llenta para reubicarla luego detrás de é1, a unos cinco metros por enci-
ma de 1a arboleda, y a unos cuarenta metros del camión. Dentro de] bos-
que pasa un cable de alta tensión, que también dibuja, y que va a ser
muy importante en nuestra investigación.
"Dionisio Llanca también nos empieza a narrar, a través de varias
sesiones de hipnosis, algo que conscientemente no recuerda, pero que sí
guarda en su inconsciente. Arriba de esos árboles se hallaba un aparato
flsico, de apariencia metálica, de unos 6 a 7 metros de diámetro, que
va a estar observando todo 1o que hace Dionisio Llanca. En determinado
momento lanza un rayo de Ituz compacto y coherente gue sirve como una
planctra de hormigón para gue desciendan por el1a esos tres seres.
I
"Los seres toman a Llanca al lado de su camión, 1o punzan, no con
1a máquina de afeitar del primer momento de 1a informacldn, sino con una
máquina de biopsia (hipótesis) para extraerle una pequeña célu1a de su
mano izquierda y poder hacerle un estudio genético a Llanca en el inte-
rior del aparato.
"Entonces 1os dos hombres toman a Llanca por las axilas y acom-
pañados por Ia mujer delante de los tres, suben por esa luz coherente
hasta la nave, introduciéndose en ella por la parte de abajo de 1a mis-
ma. Lo analizan por más de una hora.
"A través de la hipnosis Llanca nos dice cono es e1 objeto por
dentro. Tiene una forma ovoider corr una gran mampara que abarca todo el
diámetro del objeto. Ve a un ser frente a é1 y delante suyo un instru-
mental o tablero. Tiene una palanca hacia su mano izquierda. Otro rnÍra a
través de esa mampara de crj.stal de donde se ve el firmamento estrella-
do, ubicado a la izquierda del protagonista. llay dos aparatos como de
televisión donde se observan estrellas de colores, gu€ éI dibuja en
trance hipnótico. la mujer está a su derecha, moviendo otro instrurnental
en una giran mesa y oficia de supuesta "enfermera".
"Pasan unos minutos y por debajo de1 navío se despliegan dos man-
gueras o cables flexibles, uno haciendo masa en la pequeña porción de a-
gua estancada (arroyuelo) y otro tcma contacto con el cable de alta ten-
s ión.
"Posteriormente, la mujer se quita el guante naranja de su mano
derecha y se coloca une negro que tiene punzones en 1a palma, y al in-
tentar colocarlo en el temporal derecho de Llanca 1e pega en eI arco su-
perciliar izquÍerdo y 1e produce una hematoma. Luego ese movimiento to
finaliza en Ia cabeza de1 protagonista y 1e produce una lesión, guizás
una amnesia dentro de Ia amnesia.
"Luego de algunos minutos se abren nuevamente 1as compuertas del
OVIIII y lanza nuevamente el haz de luz compacto y coherente, colocando al
Sr. Llanca muy suavemente en el suelo en los corrales de Ia Sociedad F.u-
ral de Villa Bordeu, entre varios vaqones estacionados, en 1a vfas del
Ferrocarril General- Roca, a unos 9 kilómetros y medio del lugar donde
Llanca había estacionado su camión
Hasta aquí 1a transcripcl6n (textual) del relato que, acerca de
1a estadía de Llanca a bordo del OVNI, realizara Zerpa. (2)
En este relato, y sin necesidad de profundizar demasiado en su
anáIisisr pueden detectarse varias e i-mportantes contradicciones sobre
las que volveremos más adelante.

ANALlSIS DEL CASO LLANCA A LA LUZ DE NUEVAS AVERIGUACIONES


Como expresáramos a1 iniciar el presente informe, durante los a-
ños 1916 a L97B tuvÍmos oportuni.dad de visitar reiteradamente 1a ciudad
de tsahía Blanca. ElIo nos permitió iniciar una paciente y meticulosa in-
vesciEación sobre eI caso Llanca, aI considerar que ese incidente no es-
taba, aún, del todo resuelto.
A1gún trerrrpo atrás (1975) habfamos tenido un muy leve contacto
con l-a investigación de ONIFE sobre el caso de Villa Bordeu, y eIIo ha-
bía reforzado nuestra prlmera opinión acerca del citado "affaire": las
circunstancias que lo rodeaban eran, no sóIo confusas, sino que daban
Ia impresión de haber sido preparadas o montadas conscientemente.
En e1 curso de nuestras investigaciones fueron entrevistadas 16
¡,s!-vr¡q- .1us, u€
A.
Llfiá u otra manera, habian estado vinculadas, en Su mO-
I
I
mento, con eI caso Llancar !d s€d vincul-adas a1 testigo por a1gún lazo
afectivo (parientes,/amigos), simples conocidos del protagonista, Ínves-
tigadores que habían participado del grupo de analistas 1Íderado por
Zerpa y agrupados bajo el nombre de "Operativo Villa Bordeu" e, incluso,
al propio protagonista de1 hecho.
De estas entrevistas, examinadas en conjunto y confrontadas con
la versi6n del incidente de Llanca que hemos transcripto (única versión
disponible, por otra parte), se desprende una serie de interrogantes y
hechos gu€, en su oportunidad, fueron desestimados o convenientemente
silenciados por quienes divulgaron 1a experiencia del camionero.
VaIe 1a pena destacar gue la trascendencia del caso fue en cierta
forma benefÍciosa, ya que por ello nuestros entrevistados recordaban con
suma presión las circunstancias que rodearon a1 rnismo, pese al tierrpo
transcurrido, permitiéndonos asf extraer el máximo provecho posible de
esas entrevistas.

I - EN EL LUGAR DEL INCIDENTE

Nuestras averiguaciones co{nenzaron con una visita a1 lugar donde,


según el testigo, se había producido el supuesto I'secuestro" en la ma-
drugada del 28 de octubre de 1973.
Se t.rata de un bosguecillo de pinos, situado a 19 ki1ómetros de
la zona céntrica de 1a ciudad de Bahía Blanca, sobre la ruta nacional
número 3, y a unos 2500 metros al sur de 1a intersección de 1as rutas 3,
33 y 35 y el Camino de Cintura.
El bosqueciilo de referencia está situado junto a la ruta, a no
más de 40 metros de la cinta asfáItica, a mano derecha (Sw¡ cuando se
circula desde 1a ciudad de Bahla Blanca hacÍa Carmen de Patagones, y
junto a un desvfo no pavimentado gue lleva hasta 1a población de Villa
Bordeu (a 1200 metros de la ruta 3, aproximadamente).
El bosquecillo linda con los terrenos de la Sociedad P,ural de Vi-
lla Bordeur y d unos 400 metros al oeste se encuentra la playa de manio-
bras del F'.C.c.R-
Al este deI bosque circula un tendido eléctrico gue enlaza 1a
Central DEBA Sarmiento de Bahía Blanca con las poblaciones de General
Cerri, Argerich, Médanos y Algarrobo.
No pudo ser hallada la porcÍón de agua estancada o arroyuelo,
nrencionado en e1 relato del j.ncidentei solamente leves trazos de la mi.s-
ma. Según 1os pobladores de 1a zona, la pequeña laguna o bañado só1o se
forma luego de copiosas y continuas lluvias.
Las banquinas, en ese tramo de la ruta 3, están en pésimo estado
de conservaci6n y son extremadamente angostas, dejando poco margen de
maniobra a un vehículo estacionado en eIlas. Entre Ia banqul,na propia-
mente dicha y el bosquecillo existe un pronunciado badén, salvo en 1os
llmites de Ia arboleda, por donde 1os vehlculos pueden acceder a la mis-
ma.
Esta es, a grandes rasgos, 1a descripción flsica de1 lugar donde
habrla acaecido e1 incidente Llanca. Sin embargo, existen otros elemen-
tos de juicio de gran importancia a los fines de esta investÍgación y
que tienen que ver con eI sitio descripto.
El bosquecillo, Iejos de ser un lugar deshabitado, es utilizado
como merendero y lugar de descanso por quienes circulan por 1a ruta 3
durante 1as horas del día. Durante la noche, la actividad es aún mavor.
ya gue a quienes se detienen a descansar, o saciar su apetito, se suman
10
innumerables parejas que buscan un lugar tranquilo y oscuro.
xste detalle choca indudablemente con e1 hecho de sue el inci-
dente de Vilra Bordeu haya tenido un único testigo. CuÍzás podrla argu-
mentarse gue eI j-ncidente tuvo lugar a una hora algo avanzada (aproxirna-
damente la 1:30 de 1a madrugada), 1o cual podría haber conspiradó cont.ra
la existencia de otros testigos. Sin embargo, cabe recordar gue e1 Ínci-
dente tuvo lugar l-a noche del 6ábad.o (madrugada del domingo) -momenros en
los cuales el bosquecillo, según pudi-mos constatar, se ha1la más fre-
cuentado que de costumbre (en dos oportunidades visitamos e1 lugar entre
las l- y las 2 de la madrugada de un dla domingo, verificando Ía perma-
nencia en el lugar de rnás de una docena de automóviles y de 2 a 4 óarnj.o-
nes).
En vista de esto, ¿c6mo es posible que la "fuerte luz anarillen-
ta" no haya sido detectada y reportada por 1as muchas personas que, se-
guramente, se eneontraban en el lugar eI día y a la hora en que Llanca
asegura haber tenido su alucj.nante experiencia?. Sin duda alquien podrá
argumentar gue 1os ocasionales habitantes de1 bosquecillo dÁ¡ian éstar
demasiado ocupados para advertir la presencia de una 1uz algo fuera de
1o normal, pero Llanca y su camión estacionado en 1a banquiná estaba an-
te ellos y nadie pudo haber dejado pasar por alto la extraña escena de:
¡un camÍonero siendo abordado por dos hombres y una mujer, vistiendo a-
justados mamelucos grises y que descienden de un objeto volador a través
de un rayo de luzl. Ese no es justamente un espeótácu1o que pueda ser
observado cotidianamenre en nuestras rutás...
A ello cabría agregar dos detalles adicionales.
El primero se refiere al incesante tránsito vehicular de la ruta
3, especialmente en 1as cercanfas de Bahla Blanca. Pese a ello ninqún
automovilista o camionero ha reportado hecho anómalo alguno para 1a ie-
cha de1 28 de octubre de l-973.
EI segundo detalle tiene gue ver con el relato de Llanca. E1 tes-
tigo afirma que 1a luz amarillenta se encontraba éñ ,rh nri¡¡ini
nos 2000 metrbs en dirección a Bahía Blanca tro llJr" tT ft'#utt5t3á"?"""-
dirla con 1os faros de un automóviI). Precisamente a 2000 metros de la
posición que debía ocupar Dionisio r,lanca (entre e1 cruce de rutas y la
posición del camionero) existen tres esraciones de servicio, una gomlrla
y un restaurant, sit-uados todos junto a la ruta 3. E1 objeto, o ia 1uz,
necesari.amente debió haber sobrevolado ese lugar y, pese a que a1lí tam-
bién habia un número elevado de testigos potánci.átes, ningüno de ellos
observó actividad o fenómeno inusual alguno.
E1 incidente que afirrna haber protagoni.zado Llanca tuvo amplia
difusión en periód.icos, radio, televisión y revistas de actualidad, sin
embargo ninguno de 1os potenciales testigos acudid a respaldar las ase-
veraciones del camionero, único testigo testigo der incidénte.
Es nuestra opinión que, de haber acaecido e1 incidente ta1 v como
ha_sido descripto, necesariamente debió haber existido algún testimonio
rndependiente. sin embargo no es aslr ! por ese simple hecho eI testimo-
nio "solitario" de Dioni.sio Llanca se torna dudoso ), extremadamente poco
confiable.

II - ],A INVESTIGACION CIENTIFICA: A],GUNOS HAILAZGOS 9UGESTIVOS

Nuestra intenci6n, a1 iniciar l-a revisión del- caso Llanca, era la


de entrevistar a todos aguellos que habían participado de la prirner in-
vestigación der incidente. sin embargo, soIámente el Dr. srnirnoff, y la
11
Dra. MÍlano, respondieron posi,tivamente a nuestra requisitorj-a. Los Drs.
Eladio Santos y Eduardo Mata se negaron sistemáticamente a ser interro-
gados al respecto, raz6n por 1a cual no ha sido posible aclarar debida-
mente ciertos pu-ntos y dudas que fueron surgiendo, en especial acerca de
1os resultados de 1a interrogatorios bajo ñipnosis, quJ fue.on conduci,-
dos por 1os citados profesionales.
De todas formasr ! pese a las limitaci.ones enunciadas, fue posi-
ble reconstruir el desarrolto de las sesj.ones de hipnosis y naicoanáli-
=]", dado que 1os Drs. Smirnoff y Milano participaron actj-vamente de las
mismas.
De todos quienes intervinieron en 1a investigación deL caso LIan-
ci, fue el Dr. .s,mirnoff qui..en primero tomó contacto con e1 testigo, en
su calidad de médico forensé.
A 1as 7:30 horas del zB de octubre de L973, Llanca ingresó al
Hospitar Españo1 de la ciudad d.e Bahía Blanca. perm¡neci6 ¡r¡'.-,
tos en 1a sála de rrpr ni{-,¿de n"'==.'j"ilTi:";:j:t;r|:i::
".snpra iéJti""aadonosocomio
rro, viéndolo t"au-ri-.-"t? y aparentemente presa de una gran
angustia, decidió 1l-amar a1 Dr. smirnoffr euien se hállaba de guardia
como médico forense. A las 9:30.horas, el Dr. smirnoff tuvo el primer
contacto con eI camionero, descubriendo que Llanca se hallaba (aparente-
mente) en estado amnésico
El Dr. smirnoff creyó, en primera instancia, que el testigo habia
sufrido-algún tipo de accidente, ya que-presentaba'1á ropa embarrada,
desgarrón en la camj.sa y un hematoma en é1 arco sunprci lier izdrlr'erdo. un
noff decidió interrrar a Llanca en 1a Sala de Guardiá del uospital Muni-
cipal de Bahfa Blanca.
Algunas horas más tarde, Llanca comenzó
te de su áxtraordinarÍa experiLncia (1a luz en a1areferir
;;;;-;
l;r nrimor¡ nFr-
i;"';;;:-l.iE"l
y, como es lógico, 1a prensa se hizo eco inmediatamence, en especial 1os
corresponsales de 10s diarios capitalinos La Razón y crónica.
E1 testimonio de Smirnoff revj-ste fundamental importancia por
ber sido el primero, de los profesionales j-nvolucrados en el caso ha- del_
camionero, en haber tomado contacto con e1 testiqo.
El Dr. smirnoff recuerda que, como primer medida, examinó el arco
superciliar izquierdo de Llanca, encontrando que 1a herida que presenta-
ba- era un pegueño hematoma de características comunes, con inflamación
deL arco superciliar y un ligero derrame ocular. En suma, un hema¿oma
tfpico, seguramente producto de un go1pe.
Este deta11e, sumado a 1as frases incoherentes crre hall-rrrng¿f¿ sl
camionero respecto de "a19o que le había sucedid-o ;; rá-;";lil*jnar¡o
smirnoff a pensar que Llanca había sufrido a1gún accidente, o bien que.
habfa sido atacado con fines de. robo., Los pántalones embarrados y eL
desgarrón de la camisa parecían abonar dicha ñipótesis.
Llanca carecía de otras heridas, salvo por un leve magull-ón en su
antebrazo izquierdo. La herida, producida por la supuesta
biopsia" recién aparecería dos dias después, denunciada por"máquina propio
de
testigo. El Dr. Smi.rnoff tambíén examinó oportunamente esa ,'heridañ, "i ób-
servando que la misma se reducía a un punto insignifÍcante, muy similar
a una pi.cadura de insecto, a juzgar por la leve inflamacÍ6n de io= toii-
dos adyacentes
Pero más importante aún es e1 testj.monio del Dr. Smirnoff en re-
1aci6n a las sesiones de interroqatorios bajo hipnosis.
Se realj.zaron tres sesionás, de las -cualás Smirnoff participó de
1as dos primeras. Posteriormente, se realizó una cuarta sesión de inte-
12
rrogat.ori.os en 1a cual e1 testigo fue Ínterrogado bajo 1os efectos de
una inyecci6n de pentotal sódico (popularmente conocidó como suero de 1a
verdad) .
El Dr. Smirnoff, en el transcurso de nuestras entrevistas, recor-
dó un hecho que llamó poderosamente su atención: eI cambio profundo ex-
peri-mentado en las respuestas del testigo durante la segunda sesi$n de
hipnosis, respecto de 1a primera.
. En aquella primera sesidn de hipnosis, las respuestas de Llanca
habían sido absolutamente vagas e imprecisas, agregandb pocos o ningún
detalle a sus declaraciones conscientes. Sin embargo, duránte 1a segunda
sesión, se produjo un notable cambi.o: las respueslas del camionero¡ Et¡-
tes imprecisas, pasaron a ser extremadamente detalladas y expresadas sin
aparente esfuerzo ("como si las 1eyera", según propias palabras del Dr.
Smirnoff) aportando con cada respuesta una cantidad asombrosa de infor-
'
mación, hecho atípieo en interrogatorios bajo hipnosis.
E1 Dr. Smirnoff recuerda, además, haber manifestado su desaqrado
por la forma en que se dirigían 1os interrogatorÍos, conducidos por Zer-
pa y 1os Drs. santos y Mata. según smirnoff, daba la impresidn que 1os
interrogadores conocían las respuestas de antemano y diriglan el inte-
rrogatorÍo en un sentido determinado, y sin apartarse del mismo en casi
ninguna oportuni.dad.
Como ya fue dicho, se realiz6 una cuarta sesión de interrogato-
rios bajo narcoanálisis, esta vez bajo Ia supervisión del Dr. Smiinoff
quien, además' tuvo a su cargo admj.nistrar Ia dosis de pentotal sódico.
En esa oportunidad, el Dr. smirnoff prrdo interrogar a1 testigo en pro-
fundidad (no 1o había podido hacer anterj.ormente) constatando Sué 1a
espontaneidad y precisión de las respuestas de1 camionero variaban en
relación con las preguntas o temas gue se abordaban. Asf, cuando se 1e
inquiría respecto de temas ya abordados en las anteriores sesiones de
interrogatorios, las respuestas eran fluídas; sin embargo, cuando se
trataba de indagar sobre algún punto no tocado anteriormente (v.q. el
color de las paredes Ínteriores de1 OVNI) Llanca só1o balbuceaba inco-
herencias o bien permanecía en silencio.
La Dra. Nora It4ilano también asistj,ó a las sesiones ya menciona-
das, si.endo su testimonio básicamente si-milar al del Dr. smirnoff.
La experiencia de la Dra. Milano 1e permitió establecer un para-
lelismo entre 1as sesiones de hipnosis realizadas a Llanca y 1as ráali-
zadas a otros pacientes. Según 1a doctora, 1a fluidez de l-as respuestas
de Llanca en 1a segunda y tercera sesi6n era francamente asombrosa,
coíncidrendo además con Smirnoff en afirmar que 1os j-nterrogatorios fue-
ron ma1 llevados y faltos de objetivj.d.ad.
Durante la tercer sesi6n de hipnosis, el Dr. Eladio Santos reali-
zó una "fantasía hipnótica" (regresi6ñ tripnó!ica), durante Ia cual Llan-
ca "reccnstruyó" su estada en el interior del OVNf, realizando los mis-
ir.os movimientos y gestos que, supuestamente, realizó en 1a noche del 2g
ce occubre de 1973. según la Dra. Milano, aquello le di6 1a impresi$n de
"estar preparado", de "haber sido ensayado"; ta1 era la desenvóltura con
que actuó el camionero.
En suma: de 1os testimonios de la Dra. Milano y er Dr. smirnoff
se desprende 1a existencia de irregularidades en las sesiones de inte-
rrogatorios bajo hipnosis. Lamentablemente fue imposible interrogar a
1os sindicados como responsables de esas sesiones (1os Drs. Mata y san-
tos) debido a sus reiteradas negativas a hablar de1 caso. Las irrequla-
usDU!r!',Lo- ¡/vr orrrrrrrvrr
rid¡r]oq/iéq^lin+^cññramirnnFf¡rMi.t=nañrr^^^ñL.^+.
! Milano pueden, hasta cierto punto,
j"nvalidar fas conclusiones que en su oportunidad se derivaron de tá ba-
l.)
terfa de interrogatorj-os realizados por Zerpa y demásesle
integrantes del
particular.
"Operativo Vj,lla Bordeu". Volveremosnmás adelante sobre

III - LA PERSONATIDAD DEL TESTIGO

A 1os fines de la dilucidación del incidente de Villa Bordeu, es


imprescindible bucear en la personalidad del camionero Dionisio Llanca.
aI
Ese fue, precisamente, el motivo que nos llevó a entrevistar
Sr. Enrique Ruiz- (tío del testigo) y aI Sr. Leopoldo Clausi (vecino' a-
migo y colega de Llanca).
Segúñ el Sr. RuÍ2, Llanca era un individuo bastante agresivo e
indisciplínado. Jamás aceptaba órdenes ni consejos. lJo _durp nunca en
ningún empleo, mostrándosé siempre desconforme. con el modo de vida que
lleíaba. Era aficionado a 1a bebida, en especial antes de unos conducir el
Camión en trayegtoS largos, argumentando que "si no tgmaba vasitos
de vino se iba a dormir en la ruta...".
Ruj.z no tiene tratos con llanca desde principios de 1976, época
en que el camionero permaneció varj.os díras en casa de Ruiz para luego
parfir
' sin avisar y debiendo una.fuerte suma de dinero'
s"gún l,eopoldo Clausi, Llanca siempre protestaba por el tipo de
trabajo que reaiizaba y, a juicio de nuestro entrevistado, daba la im-
presién dL que en realiáad to que no le interesaba era trabajar ninorea-
iiz.r -ninguña tarea que requiriera algún tipo de esfuerzo. Cl-ausi re-
cuerda qné Lla.t.a fu&a demaslado aficionado a la bebida. Lo que si re-
cuerda es una frase gue Llanca siempre tenía a flor de labios: "un dfa
de estos, leor voY a pasar aI frente"' estudio de 1a
La Dra. ¡litanó, por su parte. teai- íz1.un profundo (Raven,
personalidad de Llanca, á travéé de una batería de test Rochard,
bender y philipson). Si bien no pudo faci-lit_arnos 1os resultados de los
tests ei partióular (los mismo fuéron confiados a Zer:pa quien nunca los
devolvió) si pudo detallarnos 1as conclusiones generales del.estudio:
L1anca era un indj-viduo de muy escaso coeficiente intelectual, introver-
tidg, ambicj.oso, desconfiado y sumamente agresivO. En Suma, una persona-
lidad' con rasgos claramente paranoicos'
posteriormente. en 1J ciudad de Buenos Aires, e1 Dr. Eduardo So-
lari rea1í26 estudios similares, arri.bando a idénticas conclusiones,
descalificándolo como testigo. También, en esa oportunidad, seque Ie reali-
zaron a1 testigo dos elecCroencefalogramas' descubriéndose Llanca
padecla una 1esi$n cerebral cruzada que afectaba el lóbulo occipital. (3)

Ív - orRos tssrruoNros
Ligado al incidente de Villa Bordeu, a manera de confirmaciónhain-
dependienúe de la veracidad de 1os hechos relatados por Llanca,y se las 3
a-
fiimado que "...e1 domingo 28 de octubre de 1973, entre las 2 d'e
li madrujada (exactamenté en el lapso en que Llanca se hallaba en e1 in-
terior déf OVNI), sube inexplicablemente el consumo de energfa e1éctrica
en Bahfa Blanca. Allí está quizás la verdad definitÍva del caso"' (4)
Con el fin de confirmar o denegar 1a veracidad de esa afirmación,
visitamos oportunamente 1a Central DEBA Sarmiento (Dirección de Energía
a la co-
de Buenos Aires) de la ciudad de Bahia Blanca. Allí, y gracias pudimos
liboración del jefe de mantenimÍento, Ing. sergio Perroni, cons-
tatar que la veisión publicada no respondía a la verdad de los hechos.
14
El 28 de octubre de 1973 hubo realmente un fal-lo en e1 suministro
eléctrico (no un aumento en eI consumo de energla, como erróneamente in-
formó zerpa en sus conclusÍones acerca de1 caso) originado en un corto-
circuito producido por una sobre carga en 1a subestación de Ingeniero
White, aproximadamente a unos 25 kj-lómetros al este de1 lugar donde,
presuntamente, el- OVNI habla tomado contacto con los cables de alta ten-
sión del tendido eléctrico que conecta DEBA-Bahfa Blanca con las loca1i-
dades de General Cerri, Argerich, Algarrobo y Médanos.
Así consta en los meticulosos registros de la SeccÍ6n de l4anteni-
miento de 1a Central Sarmiento en Bahía Blanca.
Tratando de profundizar en el hecho, 9ü€ de por sf ninguna rela-
ción podía tener con eI incidente de Villa Bordeu, se nos informó que
fal-Ios de esa naturaleza son extremadamente comunes ya que Ia Central de
Bahía Blanca debe servir a una zona muy amplia siendo su capacidad ina-
decuada para tales efectos. De hecho, y según pudimos constatar, 1os a-
PdgVrrcr srr er a-ea urbana de la ci-udad de Bahia Blanca eran moneda co-
^1 ar
rriente durante la década del 70.
Otro de nuestros entrevistados fue un miembro de Ia Policla de la
Provincia de Buenos Aires, con asiento en la Comisaria 1ra. de la ciudad
de Bahía Blanca (por razones obvias su nombre debe ser mantenido en re-
serva). EI Sargento N.N. nos confió que se encontraba de guardia la no-
che de1 28 de octubre de 1973, cuando el camionera Lfanca arribó a la
cltada comi.saría bahiense balbuceando frases incoherentes respecto de un
probléma que afirmaba habere tenido con "tres seres" al borde de la ruta
3. El Sargento N.N. recuerda el hecho con precisión ya 9ü€r posterior-
mente, formó parte de 1a eomisión po1Ícia1 que investigó e1 hecho en el
'I
!uYqrrro¡r dol ar¡i qtaio
v *JesJv. eaaf n hrré<t- rO entl.eviStadO LlanCa Se encontfaba mUy
confundido dando la impresión de estar "a1go bebido". Estuvo a punto de
ser detenido; si no lo fue se debió, simplemente, a gue estaba por efec-
tivizarse el cambio de guardia y e1 personal policial a cargo de la co-
misaría "no queria tener problemas ni perder tiempo tramitando la deten-
c10n... ".
Indagado acerca de 1a investigación "Ín situ" ' recuerda que Ia
comisión policial de 1a que formó parte integrante ha116 el camión de
Llanca abandonado en eI lugar indicado por el testigo y las huellas de
sus neumáticos aI apartarse de la ruta y detenerse en la banquÍ.na emba-
rrada, así como alqunas huellas de pisadas que correspondlan todas a una
misma persona (pudo determinarse gue es-a persona era L1anca). No recuer-
da haber observado ningún neumático averiado.
La policía bahj.ense tomo intervención a raiz de la publicÍdad que
se habla desatado en torno al caso en 1os diversos medios informativos
de Bahfa Blanca. La intervención policial se limitó a 1a referida visita
al supuesto sitio del avisLaje y, no hallañdo nad.a fuera de lo común,
cerró e1 caso con un simple informe de rutina en e1 que consta lo refe-
rido en el párrafo anterior.

V - DION]SIO LLANCA: DE 1973 A 1980


Dionisio Llanca, un oscuro camionero, pas6 imprevistamente a un
fulgurante primer plano de popularidad a raiz del episodio que, presun-
tamente, le tocó vivir en octubre de 1973.
Sin duda, este hecho habría de causar un profundo impacto en la
personalidad del testigo. Es entonces interesante hacer un breve t'ra-
cconto" de su actividad desde octubre de 1973 a diciembre de 1980, oca-
15
sión en que se produjo mi último contacto con eI testigo.
r,uego de haber sido sometido a estudios en Bahla Blanca por el
grupo ONIFE (Zerpa y 1os Drs. Smirnoff, Mata, Santos y Milano), el ca-
ñioñe.o fue llevado a la ciudad de Buenos Aires, donde proseguirian los
análisis y, fundamentalmentef comenzarla Ia verdadera promoción deI caso
con vistai a la publicacidn de un libro'donde se condensarÍan 1as viven-
cias def camionero y cuyos autores serian l-os Drs. Mata y Santos y el
actor Fabio Zerpa. Por razones que se ignoran ese libro jamás 11egó a e-
ditarse.
En los primeros meses de L9'74 Llanca se encontraba en Buenos Ai-
res, alojado en un hotel céntrico. Durante algunos dias fue interrogado
por el Dr. Solari, quien le realizó dos electroencefalogramas. Impre-
vistamente, y cuando todo estaba preparado para su "debut televisivo" en
un programa que animaba Nicotás Mancera, Llanca desapareció del lugar en
que se alojaba. ¿Las razones?... los encargados de Ia promoción de1 caso
Cometieron el error de pagarle por adelantado.
se Llanca se "fugó" del hotel capitalino y se transladó a 1a lo-
calidad bonaerense de Monte Grande, alojándose en eI domicilio de un a-
miqo de su Jacobacci natal. Según aseguran quienes tomaron contacto con
el camÍonero, éste era portador de un cheque librado a su nombre y por
una fuerte suma de dinero.
pocos dfas después, Llanca abandonó irlonte Grande, presumi-blemente
con rumbo a 1a localidad rionegrina de Ingeniero Jacobacci.
pasó un año sin que se tuvieran noticias de1 paradero del camio-
nero hasta que, en febrero de 1975, Zerpa recibió una carta firmada por
Llanca dondJ el camionero le refería se encontraba internado en ef Hos-
pitat Neuropsiquiátrico de Ral,üson (provj-ncj-a de Chubut). En esa carta,
ilanca soli¿itaba la ayuda de Zerpa para poder salir del nosocomio y, al
pasar, 1e recordaba a1 destinatario que todavia se 1e adeudaba parte del
dinero prometido. . . (: )
óo. ayuda, o- sin e11a, Llanca Iogr6 salir del Neuropsiquiátrico
de Rawson para reaparecer en Bahla Blanca a principio del mes de noviem-
bre de L975.
por dos meses pernoctó en la vivienda de su tío Enrique F.uiz has-
ta que, a fines de eñero de 19?6, abandonó Ia ciudad adeudando a su fa-
miliar una importante suma de dinero'
-unos ya éf+'febrero
algunoi dlas después, de l-976 y en viaje hacia Bue-
nos Aires, l,lanca pasó dias en 1a ciudad de La Plata, donde tom6
contacto con el Dr.- Agustín LuccÍsano, a quien relat6 una patétlcaprésta-
e in-
creible historÍa aproíechando 1a oportunidad para solicltarle un
mo de dinero.
. Como es lógico, Luccisano se desentendió de1 caso y le recomendó
que
- se pusiera en contacto con Zetpa, en la ciudad de Buenos Aires.
ifanca continuó su viaje hacla Buenos Aires en su intención de
contactar a Zerpa. Sin embargo esa intención iba a verse frustrada, ya
que Zerpa se encontraba realj.zando una gira por e1 contj.nente europeo.
Llanca se alojó nuevamente en Monte Grande y luego de unos dias
retorn6 a la ciudad áe ta Plata. Allí tomó contacto nuevamente con e1
Dr. Luccisano exigiéndole que se le pagara 1a suma adeudada por ONIFE'
Luccisano 1e explicó, entonces, Qü€ se habla alejado del- mencio-
nado grupo desde haclá varios meses pero' recordando nuestro interés en
et inóiaénte de Villa Bordeu, le sugirió gue se pusi.era en contacto con
quien est.o escrÍbe.
Asf, en lo primeros dlas de1 mes de marzo de 1976, Llanca retornó
a la ciudad de Buenos Aires. De inmediato se puso en contacto con nues-
t6
tra organizaci6n yt telefónicamente, nos re1at6 una serie de "nuevos
contactos con 1os seres extraterrestres" y que: "en pocos dfas más 1os
extraterrestres volverian a contactarlo, esta vez para llevarlo... (?)"
(sic). Lógicamente, y ta1 cual su costumbre, lr.ízo referencia a su muy
precaria situación económica y a su urgente necesidad de dinero.
En aquel momento, y dado nuestro interés en e1 caso, concertamos
una entrevÍsta con el camionero. Pero Llanca no acudió a 1a cita ni vo1-
vió a tomar contacto con nuestra organizací6n.
A partir de ese momento se pierde su rastro, pese a que en medios
ufológicos circularon diversas versiones que indicaban gue se encontraba
en Bahía Blanca, o Jacobacci o, incluso, 9u€ trabajaba en una estancia
de la provincia de Neuquén (esta ú1tima versÍón aseguraba, además, gü€
r'1 :n¡¡ h¡r-'í¡ ^"-Cado completamente calvo a raiz de las ,'radiaciones crue
-del
absorbió en ei interior objeto" y que recurrentemente atravesaba por
"períodos de pará1isis total en que, mentalmente, se comunicaba con los
extraterrestres a través de un adminículo que le habla sido instalado en
1a cabeza" (sic).
Lo cierto es que, en noviembre de 1980, Dionisio Llanca reapare-
ció (a la postre los "extraterrestresrrno se 10 habían "llevado", o bien
1o "devolvieron"...), esta vez en l-a ci.udad de Mendoza, en oportunidad
d.e organizar la FAECE uno de sus congresos anuales de "ciencia extrate-
rre stre "
Si bien eI congreso iba a ser realizado en Ia primer quÍncena del
mes de'dj.ciembre, L1añca apareci6 en I'lendoza casi un mes antás, frecuen-
tando ciertos círculos místicos y esotéricos asentados en la capital de
Ia provincia cuyane., llegando a alojarse en eI domicilio de uno de los
r¡¡Lsvro¡¡ucD ue gsoS grupos, para luego (pocos días antes del- congreso)
i 6+
^-e^-! ^^
I ^

ser internado (¡cuándo nol) en el Hospital Municipal presa de "agudas


cefaléas y otros problemas físicos" (?).
Por supuesto, el camionero estaba completamente curado para 1a
fecha de realización de1 congreso Io cual le permiti6 concurrir a1 sitio
en que se desarrollaron 1as sesiones (el Hotel Aconcagua) e intentar ob-
tener algún beneficio pecuniario relatando sus alucinantes experiencias
a cuanto desprevenido investigador o periodista encontrara en su camino.
Allí tuvimos oportunidad de entrevistarlo y enterarnos de sus ú1-
timos "contactos" y "revelaciones", todo tan absurdo y contradictorio
respecto de 1a versión original de su "secuestro" que realmente no vale
1a pena profundi-zar en el1o.

VT - CONTRADICCIONES E INCONSTSTENCIAS EN EL RELATO DEL INCIDENTE


En oportunidad de transcribir el relato del incidente, tal como
fuera divulgado por Zerpa, hicimos notar que, sÍn profundizar demasiado
en eI anáIisis, se podían detectar una serie de contradicciones e incon-
sistencias, algunas realmente medulares y que enunciaremos a continua-
ci.ón.
La primera de la anormalidades o incoherencias radica en la acti-
tud del testigo-serespecto del recambio de1 neumático dañado .de su camión.
Según desprende del relato de1 incidente, Llanca detecta la
pérdida de presión de1 neumático trasero izquierdo de su rodado, cuando
se disponía a repostar combustible en una estacidn de servicio y, al1f,
decj-de cambiar el neumático en plena ruta.
Lo insólito del hecho es que, a poco menos de 200 metros de la
gasolinera se encuentra una gomería que permanece abi.erta durante 1as 24
17
horas del dfa. Sin ernbargo, ¡Llanca decide realizar la tarea de recambio
del neumático por sí misr¡o, en plena ruta, en medio de la oscuridad, en
una bangui.na embarrada y dónde nadie podía prestarle ayuda alguna... I
Una pregunta surge de inmediato: ¿Porgué esta inexplicable acti-
tud del protagonista...?
Otra importante contradicción surge de confrontar el relato cons-
ciente de Llanca y el realizado bajo hipnosis.
El relato consciente finalizaba cuando "...en determinado momento
alguien l-o toma por la parte de atrás de su camisa, Io hace girar y se
encuentra a escasos metros de distancia de tres seres..."
Sin embargo, cuando Zerpa comienza a referir los resultados de la
investigación, advertimos con sorpresa que "...Dionisio Llanca también
nos comienza a narrar, a trávés de varias sesiones de hipnosls, algo que
conscientemente no recuerda, pero que si guarda en su inconsciente. A-
rriba de esos árboles se hallaba un aparato físi.co, de apariencia metá-
lica, de unos 6 a 7 metros de diámetro, que va a estar observando todo
1o que hace Dionisio Llanca. En determinado momento lanza un haz de luz
compacto y coherente, que sirve como pJ-ancha de hormigón para que des-
ciendan por ella esos tres seres. . . "
Esta es una contradicción fundarnental. O bien Llanca ve a los se-
res por prÍmera vez cuando lo toman por 1a camisa y 1o hacen girar, o
bien 1os observa cuando descienden del OVNI por el '!haz de 1uz óompacto
y coherente. Evidentemente un relato descarta al otro, al ser a¡rbos con-
tradictorios. ¿cuál es e1 verdadero?. l,iás adelante veremos que/ muy pro-
bablernente, ninguno. (5)
Existe otra discrepancia, no de Ia magnitud de 1a ya referida pe-
ro interesante alos fines de nuestro anáIisis. In e1 relato consciente
Llanca afirma que le aplicaron una extraña máquina ("máquina de afei-
tar") en 1a mano derecha, entre el- índice y e1 pulgar. Sin embargo, en
eI relato efectuado bajo hipnosis, es la mano izquierda la que interesó
a los seres (!).
A1 margen del hecho anecdótico de sÍ fue una u otra manof e1 au-
tor de1 informe utiliza este hecho para dar rienda suelta a su imagina-
ción y elaborar una de sus descabetladas hipótesis: 1a "maquina de afei-
tar" no era otra cosa que una "máqui.na de biopsia para ex+-raerle una pe-
queña cé1u1a de su mano izguierda y poder hacerle un estudj-o genéticó a
Llanca en el interior del aparato" (:).
Bxiste aún otra imprecisión en el relato bajo hipnosis que reali-
zara e1 testigo. Según determinó Ia junta médica responsable del aná1i-
9is, e1 camionero permaneci6 por más de una hora en el interior de1
ovt{r. Durante ese tiempor y d juzgar por e1 relatof solo es objeto de a-
tención por parte de los seres "cuando ra mujer 1e aplica e1 guante ne-
gro sobre la cabeza" (volveremos sobre ese punto). E1 resto del tiempo
el protagonista 1o pasa sentado en el centro de1 recinto. observando 1o
que sucede a su alrededor. Y aquí 1a imprecisión y vaguedad del relato:
para ser un individuo que pasa más de una hora observando una escena su
Lestimonio es extremadamente fai-o dé deta11es. Só1o mencÍona una "pa-
1anca", 'rinstrumental o tablero", "mampara de cristar" y "dos aparatos
de televisi6nrt . Eso es -todo 1o que puede descrj-bir del j.nterior del
ovNr... sin embargo Llanca ¡puede ver ro que sucede bajo e1 aparatol,
cuando "...por debajo de1 navío se despliegan dos F.angueras o cables
flexibles. . . ". Esto resul-ta absolutamente inaceptable.
A todo ello podríamos agregar la increíblL actitud de los "seres"
que introducen a Llanca en el OVNI, para dejarlo luego allí sentado du-
18
rante más de una hora y aplicarle un "guante negro con púastt. Aparente-
mente Ios "seres" perseguían fines investigativos a1 "secuestrart'a1 ca-
mionero, sin embargo se limitan al incidente descripto. (6)
Sin duda no faltará quÍen argur^nte que "seres tan avanzados no
necesitan entrar en contacto físj.co con e1 testigo para averiguar todo
lo que deseen sobre éI¡ 1es vastaría con manipular instrumental alta-
mente sofisticado"... pero, esos mismos "seres tan avanzados" inecesitan
de dos cables para "robar" energía de un tendido de alta tensi6nl
Anteriormente hicimos referencía a1 incidente de1 "guante negro
con púas"; volvemos ahora sobre ese punto para poner de manifiesto otro
detalle sospechoso de1 promoeionado relato del camionero. Según se des-
prende de ese relato, la "mujer" se despojó del guante anaranjado de su
mano derecha y, en su lugar, se calzó un "gTuante negro con púas". Luego
la "extraterrestre" se si.tuó frente al cami.onero y colocó el quante so-
bre el temporal derecho de r.IáñZ-a, golpeando ptevi. y accidentálmente el
grco su@do de1 testigo. Ahora bien, una persona situada
trente a otra y que quiera apoyar su mano derecha sobre el temporal- de-
recho de quien le enfrenta deberá realizar un movimiento completamente
antinatural. Lo lógico hubiera sido calzar un guante en Ia mano-fZEnTeF
Aa o, ponTEndose el- guante en 1a mano derechá, haberse situado detrás
del testigo. En uno u otro caso difícÍlmente habría podido golpear acci-
dentalmente el arco superciliar lzqüTélatEel camionero
Por último deseo llamar la atención sobre otro detalle perturba-
dor de la narración de Dionisio Llanca; es e1 referÍdo a Ia apariencia
fisica de los pretendidos "extraterrestres". según e1 testigo éus "cap-
tores" eran de una talla de 1-,85 metros, tenían un lacio cabello rubio
que caía sobre Ios anchos hombros, ojos oblicuos, rasgos fuertes y ore-
jas más grandes de 1o normal.
La interpretación artística de los "seres" 1os asemeja, en mucho,
a los héroes de historj.etas de ciencia ficción y Ia descripción propor-
cionada por Ll-anca 1os hace sospechosamente parecj-dos al "venusino" de
Adamski y aL "Asthar Sheran" de Siragusa.
Por su parte Zerpa, en su intento por dar un mayor contenido dra-
mático y místico al "contacto" de Llanca, escri.be: "Unos seres rubios d.e
orejas largas, iguales a los que narrarr todos los libros populares y sa-
grados así como 1as leyendas indígenas indoamericanas: tlos seres rubios
de faz resplandecientet... " (7)
UNA HIPOTESIS A MANERA DE CONCLUSION
I

- LOS ELBI.{ENTOS DE JUICIO


Hasta aquí, nos hemos limitado
a enumerar una serie de hechos,
testinonios, contradicciones e inconsistencj-as que surgen de nuestra
propia tarea investigativa y del análisis del relato del caso l,lanca
(tal como fuera divulgado por Fabio Zerpa).
Es hora, entonces, de tomar 1os datos reunidos y analizarlos en
conjunto, elaborando a partir de allí una conclusión. respecto deL con-
trovertido caso de Di-onisio Llanca.
Sin embargo, previamente, resulta de utilid.ad resumir los puntos
ou -'--'- j-s . Vgamos :
-¡ s uur o- orrqrr¡
^,,;^+^^ ^-al -

a) Llancqle¡ligq_lnrtqi Pese a gue el incidente habrla tenido


lugar en un@ (tanto én horas del día como en horas
de fa noche), solamente existe un testimonio: eI de Dionisio Llanca; 1o
f9
cual es extremadamente sugestivo y despierta sospechas sobre 1a autenti-
cidad del testimonio y, pór extenii6n,'dei .u"" é" *i=*". ifl
b) Actitud der testig.o a.rtgs de1 avi.sta je: "iEste ítem engi_ona a1
menos aos a la hora
del caso' Por una parter I según e1 testimonio-e"t. de1 anáIisis
de Llanca y propietario dél de1 sr. i"tiquJp.uiz -tío
cámi6n que guiabu 1a noche del inciden-
te- e1 viaje a Río Gallegos fue allo'ífuera de programa,,. realidad,
Ruiz ignoraba 1a existencia de un contrato para transportarEnmater1al-es
de construccidn hasta esa ciudad austral, siendo justamente é1 el
del cami6n. La noche del 27 de octubre de 1973, Ruiz se despid.ió de dueño
sobrino recomendándo1e gu€, antes de retirarse a descansar, apagara e1 su
terevisor. Horas más taide Ruiz descubriría una nota cuyo significado
aún se di.scute: nTío me salió un viaje urgente a Rfo Ga11egos, perdoname
tl pero 1o hago por l-os chicos - Dionisio". Ésta-nota debió haber sido es-
crita entre las 23 hs de1 6ábado 27 de r-" 0:30 hs del rtnminan
i

I
28, hora en oue -según e1 encargrado de""üüt.'y
1a esta'c j-ón de servict" ;:1"t"3:
la caLre Don Bosco- Llanca se d.Éruvo ; ;;ñ;t;r combusrible. Esro, ob_
viamente, da un margen de tiempo muy estrecho para contratar un viaje a
Río-Ga11e9os y cargar un camién con materiares de construcción. pero he
aquí otro detalle.ciertamente perturbacor y sospechoso: el camión
harlado por 1a comisión policiai fue
referido por ouienes abordaron 1asin carga a'rg,r,l. y esre punto jarnás fue
invesíiga"-ia" y divutrqación -del-caso
Llanca_...-¿eué, entonce_s, de1 pretendido íi.i" -Je a Río Garlegos?. En se_
gundo lugar, cabe recordar la eitraña actitud
tiva de ef ectuar eI recambio de1 neumático aaniao: _Llanca ante la perspec-
dura" en ra estación de servici.o donde se detiene a repostardescubrá ia i,pir.rct-ra_
Y, aLlí mismo, deci-de efectuar el recambio en pi.r,a ruta, en una combustibre
na angosta y embarrada, en plena oscuri.dad y sin nadie g". tr¡nnrri_
yuda"' icuándo a solamente 200 metros,ag rq gasolinera'habia',,,r.,, r. ü;;i""";:
rla que permanece abierta :.as 24 horas del díaí. comprend.a el lecrorgo*u-
del recambio de una rueda de un cami-ón, tarea naaa simii:, o,,a
:i.:;;:.Oa $;
c) La perEengflqgd del t3:!i_gc_: De los estudios realj.zados rlór
profesiona ilano y Dr. Eduard.o ,.rliil oll
desprendÍ6 que Dionisio Llanca era un individuó introvertido, ambj-cioso,
?:::."1:"1?_y unl"sÍvo. Así, Llanca presenra una_personalidad gue se a_
J-eJa, en mucho., de aquella que los
mocionar, alegando que el cJmionero divulgadores oe turno intentaron nrñ-
habíá sido "eregido'; ó;-i;;-;:"i;;:
terrestres" por ser un individuo "espiritualmente sano, tlmido, un mu_
chacho bueno'..". En realid.ad, a 1o enunciaao por 1os referidos facurta-
tivos, cabrfa agregar 1a manifiesta procli.vidád de Llanca hacia la fan-
tasla, su inclj-nacilón a ra
dor. Prueba de esto ú1timo¡e¡láL1o
y
",r" extraordinarias dotes de sj-mu1a-
ser sordomudo (1o hizo en más deconstituye Ia oportuni.dad en gue fingió
oportunidadl_ ant.e un grupo de estu_
diantes de la universidad del suruna con ér ou¡eto áe conmoverlos a los fi-
nes que 1e costearan varios almuerzos y desayunos. Llanca,
personalidad enfermiza, se presentaba revelando su
ánte lás estudi-antes
en la garganta y se comunicaba a través d; ;;;";jes escritos. (9) con una venda
d) Anomalías en 1a investjgcilinl a 1o rárgo de1 texto hemos he-
cho incapi la supuesta,,investicrani6n
científica" der incidente de Vir,la Bordeu. de Las sesiones de hipnosi:";J:1
ron llevadas a cabo bajo 1a dirección de r""-or". Mata y santos (en
principio principales voceros ante _la- prensa) I fufio Zerpa. Según un
Dra' Milano y el Dr. Ricardo smirnoff tá orientácidn de dichas 1a
carecÍó de 1a necesaria objetividad, 1" *"y;;i" de 1as p;;ñ;;.; sesiones 11eva_
20
ban implícita su respuesta (cuestionario dirigido) y el comportamiento
de1 paciente fue totalmente atlpico. por lo demás, y según uig,r.,.= ,r.r-
sj-ones, se habrían cometido algunos excesos que habffan -reaunaáao en da-
ños a la salud mental del camionero. (l-0)
e) Ocultamiento de hechos pn Ia dirrrr1aanjfi¡ dgl caso: Con ante-
rioridad j-u" ..,. a.I
Dr. Eduardo Solarj., a través de 1os erectroencefalogra*u" r.uii".-d;. ;i
testigo. Este hec-hor eu€ descalificaría a Llanca como testigo de 1a su-
Puest3. observación de OVNI, fue conscientemente sil-enciado lor 1o= ,""-
ponsabres de l-a promoción y divulgación de1 incidente. también se ha
cultado la aficiÁn ¿tot nrñ+áñ^nista a las bebidas alcohólj.cas o-
de que er camion"pi.;";;;;;iu*.rrgrao y et_ hecho
con materiales de construcción
con destino a Rio Gallegos fuera hallado, en realidad, sin carga alguna.
f) Contradicciones e inconoruenci:q cn al
1o enunci. r^.::i:
poco creíble de las "peripecias" de sufridas pór Llanca rúego áe ser
jado en "libertad'l poa sus presuntos "captorós". ¿puede un hombre ende-
estado de confusión que se le atri.buye eI
plena oscuridad y arribar a1 centro decáminar máá ae ro Li1ál".ro= en
1a ciudad de Bahfa Blanca?. La
respuesta es no. ¿Puede un hombre en estado amnésico recordar un hecho
tan trivial como eI haber perdido el reloj al despertar en la pJ_aya de
maniobras de1 Ferrocarril Genera_l Roca, 1. aún ari "recordar'i'iue eran
las tres de la madrugada, luego de permanécer inconsciente
determihado y habiendo extraviado iu reloj?. La respuesta,unobvi-amenEe, tiómpo rn-
es no.
S) __
EI _supuesto
_r resr., r.ejs.E.l;qon19
testimonio +¡¡seper¡qr
inrlenendicnt-é. ;n
F su af án por apuntalar
el J.oc{. im
usD LtrrLrvrrtu Poco conf iable del protágónTsta de1 incidente á" Vill-a
Bordeu, el divulgador de1 caso intentó rélacÍonar un problema en el_ su-
ministro eléctrico en 1a zona de Bahla Blanca con el supuesto,,robo,,de
energía e1éctrica por parte de 1os "extraterrestres", tripulantes del
OVNI a bordo del- cual Llanca habría sido obiel-o
laciones. cono ya quedó esta¡rec'rlaj, "r'.""n::iff;tS: ::i"::ái' j" ffiii";
::":.1y::iente inexisrente y, por 1o tanro, eI "resrimonio tnaepe"ái;;t.í
¡¡v E^l5 LC .

- UNA FiIPOTESIS SOBRE LO REALMEN?E OCUP,RIDO


Ante todo testimonio de manifestaciones de oVNI caben variás Dñ-
sibilidades o interpretacionesr eu€ pueden ser resumj.das
l-os hechos son reales (han suceaiao tar y como l-o relatan enlos ao=,-l-¡íá'
ocasionales, 1o cual nos 11evaría a indagar sobre la naturalezatestigos de 1os
hechos o fenómeno), o bien 1os hechos han sido imaginados o fraguados
por 1os protagonistas.
Aún en e1 primero de 1os casos (testigos veraces) la experiencia
relatada puede haber sido desencadonarta _
},v! ,,^
-^- urr r=enómeno_de
I origen natu_
rár vn uv¡ruuruu
!u¿ ¡nnn¡i,{a \meteoritos,
,::"":j.t:1 "-:_l:**=r¡aqo
rayos g10bulares, g10bos sonda, etci, o bien
puede haber existido un estlmulo inicial y ia- imaginaci.ón' hacei' eI res-
to.
Evidentemente' en e1 caso de manifestaciones que involucran pre-
tendidos "contactos" con supuestas entidad.es humanoidás (Encuentros
canos del Tercer Tipo - CE III) y más aún en casos de "secuestros,,, cer-
últimas alternatival aludidas no óaben. No puede haber error o falsa las in-
terpretación por parte del testigo... e1 caio es real o bien es eI fruto
de-la imaginacl-ón del testigo, o bien un fraude conscientemente orques-
tado.
En er caso particurar gue nos ocupa, 1as circunstancias, 1os he-
2l
r

chos anormales, las increíb1es contradicciones e inconsistencias apuntan


en la dirección del fraude.
Existian motivaciones por parte del testigo para montar e1 engaño
(dinero, fama. popularidad) y las características de su personalidad ha-
cen suponer que iodas 1as condiciones estaban dadas. El súbito vÍaje a
nio CalleS.os y su insóIita decisión de cambiar una rueda en plena ruta
son, en ráa1idad, meros pretextos para estar en eI lugar del incidente a
1a hora oportuna. Solucionado ese aspecto meramente formal e1 resto que-
dó a meróed de las extraord.inarias dotes de simulador de1 testigo (¡si
había podido hacerse pasar exitosamente por sordomudo simular un avista-
je de OV|II no,le parecería tan diflcultosol).
Pero, si bien en una primera etapa todo pudo haber sido obra ex-
clusiva de Llanca, se advierte Ia participación posterior de otras per-
sonas: las mentiras de Llanca no podrían haber resistido tres sesiones
de hipnosis y una de narcoanálisis... Muy difícilmente podría haber man-
tenido su mixtificación bajo tales condiciones.
. Pero -se preguntará e1 lector- ¿cómo y para qué 1a intervención
de otras personas?. Veamos:
A1 relato original -un encuentro en Ia ruta 3 con tres seres ex-
traños y-datos una l-uz amarillenta- el testigo agrega (bajo hipnosis) una se-
rj.e de que conforman un contacto ele caracteristicas excepcionales,
único en 1a casuística argentina. El1o quedó debidamente registrado en
1as grabaciones de las sesiones de interrogatorj-os y exÍsten, además,
dos testigos confiables de las mismas (la Dra. Nora l{ilano y e1 Dr. Ri-
cardo Smirnoff), por 1o que esa parte del relato no puede rebatirse como
inexistente.
pero esos mismos testlgos nos han referido e1 anormal desarrollo
de esos interrogatorios, el Ínusual comportamiento del paciente trasun-
tadO en SuS respgestas "automáticas" Y, en eSpeCial, el cambio experi-
mentado entre la primera y segunda sesi6n de hipnosis. Y estos hechos a-
puntan en una dirección: 1a de una "introyección psíquica" o "pre-induc-
ción hipnótica".
- nf acto "grabar" en eI inconsciente de un paciente ciertas viven-
cias o reacciones a estímulos de manera de controlar su comportamiento
bajo ciertas condiclones (sujetas a control de1 facultativo) no solamen-
te es posible, sino que en l-a práCtica se realiza para la cura de cier-
tas fobias y de cieitas enfermedades mentales y psicosomáticas._ Esa es
1a téc¡-lica denominada introyección psíquica o pre-inducción hipnótica.
Durante la prirner sesión de hipnosis, Llanca se limitó a bafbu-
cear incoherencias, pero a partir de 1a segunda sesión se produjo un
cambio, comenzando entonces a relatar su estadia a bordo de1 O\'/llI. 811o,
a juicio de los profesionales consultados, podría ser indicativo de la
prácti,ca de una introyección psíquica entre ambas sesiones de hJ-pnosis,
an i a ñrré qA I'or:l-r:dorr en eI inconsci-ente de Llanca toda su aven-
srr rs YUE -s hal-rrí¡
tura pá.. q.re luego ésta fuera "revivida" bajo la técnica de la regre-
sión hipnótica. (11)
La intervenclón de otras personas también en el fraude se hace
también evidente si nos atenemos a los hechos relatados por Llanca: e1
incidente de ViIla Bordeu presenta una serie de caracteristicas poco co-
tiiunes no sóIo en la casuística argentina sino también en 1a extranjera y
evidentemente Llanca no podría haber fraguado por sí solo hechos tales
cOmO I'el haz de luz compacto y coherente", e1 descenso y ascenso de los
seres a través det mismo, la "máquina de biopsia", la investigación a la
cual aparentemente fue sometido, etc. , siendo un individuo de escasa in-
rel im¡nina¡iÁn. Necesariamente debió ser "asistido" por perso-
iocn¡ie ee ¡¡rtqY
usrrYE¡rvrs

22
I

érr6¿.4
l
,r93 ékt t. $'$ t
$
Máá t
REFERENCIAS

1) Domicilio de Ruiz
2) Estacionamiento del camión
3) Estación de servicio EsSo
4) Playa ferroviaria de Ia Sociedad Rural
5) Sitio del presunto incidente

Dionisio Llanca,
camionero.
veinticinco años_
-

nas conocedoras de Ia temática. (12)

- DISCUSION DE UNA TIIPOTESIS ALTERNATIVA

A mediados de 1976, cuando esta investigación estaba siendo com-


pletada, tomamos conocimiento de una investigación paralela gue estaba
siendo conducida por eI Arq. Roberto E. Banchs, Director de1 Centro de
Estudios de Fenómenos Aéreos Inusuales (CEFAf).
A los fines de intercambiar opiniones sobre el particular, tomé
contacto con Banchs, manteniendo varias y prolongadas conversaciones so-
bre los distintos matices e implicancias de1 preunto contacto.
Cabe destacar que, pese a que ambos conocíamos 1a distinta meto-
dologfa y los datos que manejábamos en nuestras respectivas investiga-
ciones, en todo momento mantuvimos nuestra total independencia de crite-
rios, manejando exclusivamente datos y evidencias propias a 1os fines de
no afectar la objetlvidad de nuestras conclusj.ones.
La investigación de Banchs dió origen a dos notas publicadas en
Ia revista españo1a STENDEK (L2) eu€, como veremos más adelante, causa-
ron (y todavla causan) un gran revuelo entre algunos investigadores es-
pañoles.
Básicamente las conclusiones de1 Arg. Banchs son similares a las
expresadas en este trabajo, en 10 gue hace a 1a autenticidad de1 presun-
to incÍdente de secuestro protagonizado por Dionisio Llanca al cual con-
sidera un fraude-
Sin embargo, existen diferencias signifi.catÍvas en los caminos
desandados para arribar a esas conclusiones, ya que Banchs pone especial
énfasis en el aspecto de Ia conflictiva personalidad del camionero y las
motivaciones psicológicas que éste habría tenido para pergreñar e1 inci-
dente de secuestro.
Banchs interpreta que la perturba-da psíquis de Llanca pudo haber
"elaborado" 1a totalidad del contacto motivada por algún factor desenca-
denante (1a bríllante 1uz de un automóvil, Por ejemplo) y que luego, en
1as distintas fases de 1a investigación llevada a cabo en Bahía Blanca,
alguien pudo haber t'fijado" y adornado esos "recuerdos", a los efectos
de hacer más crelble y confiable e1 relato de1 testigo. a través de la
técnica de la regresión hipnótica.
Por mi partef y tal como quedó esplicitado en el apartado ante-
rior, nuestra investigaci6n no se ha centrado en un aspecto en parti.cu-
Iar sino en una vÍsión de conjunto de 1as distintas facetas del inciden-
t€, tomando el aspecto de Ia personalidad de L1anca como uno más de los
Items a considerar.
Coincidimos en que el caso se trata de un fraude y en que fue ob-
vi.amente necesaria 1a intervención de "cómpli-ces" en el montaje del rnis-
rnor aunque dj.sentimos en el aspecto formal de los origenes o del factor
desencadenante de1 hecho: e1 incidente se originó en e1 subconsciente de
Llanca a raiz de un factor desencadenante, o el camionero fraguó cons-
cientemente el hecho desde su mismo punto de partl-da, planeando incluso
hasta un supuesto motivo para detenerse a Ia vera de Ia ruta 3 eI 28 de
octubre de L973.
Lo importante de las dos investigaciones -más allá del mero as-
pecto formal que queda por dilucidar- es que ambas arriban a conclusio-
nes similares aun habiendo partido de supuestos diferentes y habi.endo
tomando disímiles vías en 1a fase de relevamiento, investigaci6n y aná-
Iisis de la información disponible.
24
EL CASO LLANCA Y LOS MEDIOS DE INFORMACION

Como es norma aI verificarse un incidente de OVNI más o menos es-


pectacular, los medios periodísticos dieron una amplia cobertura al caso
Llanca.
Los principales periódicos de Buenos Aj-res inmediatamente se hi-
cj.eron eco de Ia noticia y, así, er vesper:tino LA FAZON publicó una pri-
mera nota apenas 24 horas después del hecho, cuando adn 1as caracteris-
ticas del caso eran bastante confusas. (l-3)
La opinión pública estaba sensibilizada a resultas del incidente
de Pascagoula (un secuestro protagonizado en usA, por dos pescadores:
Hickqon w Perkor\ r¡
f do
*_ rrn: carig dg incidentes mtrnórps
lsr orrF cnnfinrrrrt.,¡-
Yus uullr¿(juldDd.Il
una pequeña ol-eada de manifestaciones de OVNI en Argentina, de manera
que la aventura de Llanca vino de perillas para cuanta revista sensacio-
nalista se editaba en nuestro país en 1973 y también -por que no- para
revistas de actualidad de tendencia más o menos moderada como GEIJiE y
srETE DrAs, que reflejaron en sus páginas los pormenores del caso, pro-
fusamente ilustrado con fotografías del testigo y por "interpretaciones
artistj.cas" de los humanoides y del OVNI. (14)
E1 incidente tuvo repercüsión también a escala internacional a
través de 1os buenos oficios de 1as agencias periodísticas Reuter, Sapo-
riti, DPA, France Press y uPr, de manera que no fue de.extrañar que ya
en diciembre de l-973 una publicación especializada francesa incluyera en
sus páginas 1os detalles del incidente de Vi1la Bordeur preparando una
extensa nota en base a recortes perÍodisticos, aunque reservándose cau-
tamente e1 abrir juicio acerca de la autenticidad de1 caso. (15)
E1 caso Lfanca cayó luego en un cono de sombra. aunque al reve-
larse nuevos detall-es de 1os interrogatorios bajo hipnosis a mediados de
L974' nuevamente la opinión púb1ica se vió sacudida por una serie de no-
tas publicadas en las principales revistas de actualidad. (16)
Posteriormente, también e1 APRO se hizo eco del caso Llanca a
través de su publicación oficial. difundiendo primero 1os detalles de1
incidente (tomados de recortes periodísticos) para más tarde publicar
una pequeña nota donde se ponía en duda 1a autenticidad. del hecho. (17)
Esa nota, según supimos más tarde, fue el resultado de una extensa carta
remitida a 1os Lorenzen por Milton W. Hourcade, director de1 CIOVf de U-
ruguay. (l-B)
Para ese entonces, la revista CUARTA DIMENSION anunciaba la pron-
ta aparición de un libro enteramente dedicado a1 relato v la investiqa-
ción del caso Llanca. Ese libro, 11evaría por títuIo "bperacÍón vií1a
Bordeu" y sus autores serían Fabio zerpa y eI Dr. Eduardo Matta. sin em-
bargo, y. sin que nunca se dieran a conocer las causas, esa publicación
nunca vi6 la luz. En su lugar Fabio zerpa pergreñ6 dos ribros (a la pos-
tre e1 mismo, con diferente tltulo) donde se incluyó e1 caso Llanca óomo
"el caso mejor investig,ado". (19) (20)
La publicidad del caso Llanca no terminó allí, por supuesto, sino
que se extendió a audiovisuales y conferencias de su principal divulga-
dor ofrecidas en Argentina, España, colombia e, incluso, en el congreso
ovNi de Acapurco, donde 1a presentación de zerpa mereci6 e1 premio a la
presentación mejor documentada.
Hasta fines de L976, el caso del camionero parecía rodeado de un
halo de autenticidad, 1o que ltevó a DavÍd l{ebb a incluirlo en un exren-
so catálogo de manifestaciones de O\¡NI con observación de entidades tri-
pulantes. Por cj.erto, gue tas fuentes de información sobre las cuales
Webb basó su juicio de valor sobre el caso, no fueron otras gue recortes
25
periodísticos de LA P,AZON y CRONICA. Como dato interesante, dentro de
ese mismo catálogo encontramos los casos del empleado ferroviario Díaz y
del obrero de la construcción Cocchioni (casos probadamente fraudulen-
tos) puestos en un plano de igualdad con eI caso Llanca, esto es: icomo
inci.dentes genuinosl . (2I)
También en 1976, ví6 la luz un nota sobre eI caso Llanca publica-
da por la revista especi-alizada sueca GICOFF fNFORMATION, basada lógica-
mente en fecortes de prensa y en anteriores tfabaine TTFñ-nrr+ w de I a
GEPA. (22) ^a
Finalmente, en I9'77, son publicadas (casi a1 unísono) 1as inves-
tigaciones dé Roberto Banchs y la prímera edición del presente informe,
siendo las primeras investigaciones exhaustivas de1 caso Llanca gue pu-
sieron en duda Ia autenticidad de1 mismo. (23) (24\
La repercusj-6n de esas investigaciones se circunscribió al área
de los investigadores y analistas, al ser difundidas por publicaciones
especializadas de distribución restringida. Sin embargo, la reacción de1
principal divulgador der caso Llanca (Zerpa) no se hizo esperar. A tra-
vés de dos publicaciones similares en CUARTA DIMENSION y en MUNDO DESCO-
NocrDo salió al paso de las concrusiones de Banchs y de quien esto es-
cribe, intentando refutarlas a través de argumentos insostenibles, ll-e-
gando incluso a la agresión verbal y rozando l-a calumnia y la difama-
ción, tratando fundamentalmente de atribuir "extrañas motivaciones" a
nuestras conclusiones, por ser éstas contrarras a la autenticidad de1
caso.
Poco tiempo después Banchs publicó su segundo libro, donde amplió
ciertos conceptos relativos a1 caso Llanca utilizando información por
nosotros suministrada (25) , y una segunda nota en STENDEK, dedicada tam-
bién a clarificar e1 tema y responder a Ias acusaciones vertidas por
Zerpa algunos meses antes. (26)
Esta nueva publicación de Banchs motivó, a su vez, a Antonio Ri-
bera a asumir apasionadamente fa defensa de1 caso Llanca en su último
libro y en una carta dirigida a Pedro Redón (Director de STENDEK). La
n^'n cari¡ -^+i+.ud de Ribera no merece ni siquiera Jst
ser 9v¡ttg¡¡
comentadaLauo va que
_
a todas luces esa actitud se halla motivada por 1a defensa de sus pro-
nr'nc i-+^-á- I- I^ rrnó
y!vr r¡rLs!s5 y },vt ¿a --.'^!-¡
q¡rra5L4u l]uE
-..a !v ut¡s a¡ Tarn¡
LeL|/q.
En nuestro pais, eI investigador Rubén Morales -interesado en e1
noláminn
^¡c^- puol.rcc-l
^',lal
j^Á
una rnceresante
iñ+. nota en la revista HUMOR (21)
donde atacaba a ciertos personajes que deambulan por 1a ufoloqía. En esa
nota, y tomando como base la primera edición del presente infórme, Mora-
l-es hlzo referencía a1 caso Llanca con su punzante e irónico estilo.
urrl-r¡ , pu!
rrqlv ^^r e , rrñá
u¡rq rró2^Ción
LquL rvtr inmediata
ltult€u rd Ld c.,
antp eqf^uq ¡rv
nñl-á
Lu , .üOf pof
.
^íor{-a l__
zada en una carta de Zerpa a la Dirección de la revista donde intentaba
una defensa def caso en general y de su persona en particurar, echando
mano a argiumentos poco creibles y, en algunos casos, absolutamente nove-
dosos, como que ante la aseveración de Morales de Ia existencia de un ú-
r¡reu Lc>LtVU \!aq.r!q/ !c!I,q !syrl-(jdIJd COII -La eXl--ue.¡erq uu L______-
lrv
independientesl, cuando podemos l-eer en sus propios informes de1 caso
Llanca que e1 camionero era único testigo del incidente y que únicamenEe
existia como testimonio independiente t'el- anormal j-ncremenio del consumo
de energía e1éctrica". Cabe destacar gue, durante nuestras investigacio-
les, pusimos especial énfasis en ha11ar posibles testigos adicionales
del evento que avalaran el testimonio de Lranca, Es-a búsqueda, una y o-
tra vez, fue en vano. La existencia de los 10 testigos independientes
debe, entonces, tomarse simplemente como un argumento absolutamente fal-
so originado en 1a desesperación de querer defender una poslción insos-
26
tenible.
La publicación de 1a carta de Zerpa en Ia revista HUMOR origin6
nuestra inmediata respuesta. Sin embargo, 1as autoridades de esa revj.sta
-defensora de la libertad de prensa y adalid de Ia lucha contra la cen-
sura oficial- resignaron su publÍcacidn cuando, meses más tarde, acusa-
ron recibo de la misma, elogiando nuestro sentido dol hrrmnr¡ ¡:urJ
ñ6?. con Ia
aclaraci.ón de que "por e1 momento no podían publicarla por iazo.res que
yo sabría entender". Por cierto que las razones 1as conozco aunque no
las justifico:1a editorial La Urraca (responsable de HUMOR) es diiiqida
por eI Sr. Raúl Portal, director a su vez de la Editorial Cielosur, sue
edÍta la revista Cuarta Dimensi6n (dirigida por Zerpa). La conexión es
c1ara, ¿verdad?...
Finalmente, en las postrjmerías de 1980, 1a prestigiosa (¿presti-
gj.osa?) publicacÍón inglesa FLYING SAUCER REVIEI¡I reprodujo en sus pági-
nas (como nota central y de tapa) un artículo de Charles Bowen y Gordon
Creighton sobre el- caso Llanca, nota preparada en base a recortes de LA
RAzoN, cRoNrcA, GENTE, SIETE DrAs, AHORA y ASr, e información adicional
proporcionada por 1a srta. Jane Thomas. por supuesto, según la particu-
1ar óptica de sus autores, eJ- caso de1 camionero era absolutameñte con-
fiable y merecía ser conslderado como un "cláslco" de los casos d.e se-
cuestros. (28)
De inmediato, y entendiendo que era Ímperioso que se escuchara o-
tra campana, Alan March (miembro de CIU-CUFOS) se avocó a 1a traducción
de nuestro informe a1 inglés. El informe traducido fue remitido a ta Di-
reccj.ón de FSR a 1os fines de su pubricación. Hoy, a casi tres años, no
ha sido publicado y ni siquiera han acusado recibo del mismo.
Como conclusión a este apartado debemos hacer notar 1o mal que se
han mana'ieán én dónéral ¡ior{_¡c
vrv!egr ^'.1-.1 r'¡r^i^-^-
}/ulf!uauru¡!c5 óv+r=ñ;^--^
extranjeras reconocidas
como "serÍas y objetj-vas", aI difundir 1o que suponian era ra realidad
del caso Llanca basándose exclusj.vamente en recortes de prensa o -en el
mejor de fos casos- en notas aparecidas en revistas de actualidad. Esa
tendencia, manifestada en este caso, no nos es extraña, por el contrario
es una costumbre acentuada, especj.almente en épocas en que se carece de
material- original para su publicación. Lo censurable de esta tendencia
no sólo es el uso irrestricto de informacÍón poco confiable (como 1as
noticias de prensar por ejemplo) sino 1a insóIita actitud de negarse a
publicar desmentidas o notas que rebatan conceptos antes vertidos en las
pági.nas de esas mismas publicacLones. Salvo muy honrosas excepciones
(Pedro Redón, STENDEK; Gerard Lebát, GEos) ros responsables de publica-
ciones extranjeras de cierto prestigio se manifiestan absolutamente rea-
cios a cualquier tipo de rectificación, desmostrando gue 1a "objetividad
y seriedad" con que habitualmente tiñen sus notas editoriales no son más
que buenas j.ntenclones.

PUNTO F I NAL AL CASO LLANCA


Asi llegamos al fÍna1 de1 presente informe, fruto de siete años
de investigaciones. con la firme convicción de haber realizado eI meior
trabajo a nuestro alcance.
La anterior edición de este informe (marzo de L977) nos trajo a-
carreados innumerables problemas (que no tiene objeto detallar), ocasio-
nados por individuos que de alguna manera se sintieron afectados por
nuestras conclusiones. Idénticos problemas tuvo que atravesar p.oberto
Banchs, por los mismos motivos.
27
L
'r_-_..
^

Pue asi como' con el objeto de dar una respuesta razonada a una
serie de criticas -algunas bien intencj.onadas pero otras decididamente
injuriosas-, decidimos profundizar en nuestra investigación, poniendo a
prúeba las conclusioneé del informe original. El resultado está a la
1ri"t.: la reafirmación de nuestra hipótesis básica respecto de 1a auten-
ticidad del caso Llanca, un fraude no demasj.ado bien orquestado'
Gracias a 1a gentíLeza del Dr. Eduardo Solari' nos es posible in-
cluir como anexo a1 presente informe, el resultado de 1os estudios por
é1 realizados a mediaáos de l-9?4 sobre el testigo del incidente de Villa
Bordeu, un verdadero dÍagnóstico de 1a conflictuada personalldad de Dio-
nisio Llanca..
Estimamos completada nuestra investigac-ión respecto del caso Dio-
nisto Llanca, habienáo aportado pruebas inequlvocas de un fraude' En el
futüro, quien afirme Ia autenticidad del incidente no podrá valerse ex-
clusivamente de frases grandielocuentes, rebuscadas hi.pótesis de trabajo
o de una refinada dialáctica, sino que indefectiblemente deberá rebatir
nuestros elementos probatorios y aportar consecuentemente pruebas de la
autenticidad de1 caso.

Lic. Guillermo C. Roncoroni


Director CIU-CUFOS Buenos Aires
Buenos Aires, abril de 1983

28
I.]OTASY REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
(1) Zerpa, Fabioi "Un Hombre en el Universo", Editorial Cielosur, Bue-

i2) Zerpa, Fabioi op. cÍt.,' También en "E1 OVNI y sus Misterios',, del
:ismo autor, Ediciones Nauta, .Barcelona, 1976.
i3) Comunicación personal del Dr. Eduardo Solari hecha a1 autor del
;resente informe en marzo de L975.
r.i) Como información ampliatori-a debemos agregar gü€, sugestivamente,
lerpa se encontraba en l-a ciudad de Bahía Blanca a la fecha del inciden-
:e denunciado por Llanca y que, precisamente el día del hecho y a 1a ho-
:a en que Llanca asegura haber sido abordado por los "extraterrestres",
:::Da se encontraba presentado uno de sus espectácu1os audÍovisuales,
sufriendo un desmayo que, posteriormente, también intentó asociar al e-
-.-ento atribuyéndo1o a su I'extrema sensibilidad".
5) Cabe hacer notar las sugestivas coincidencias que guarda eI caso
--arca con dos sucesos de similares características que, en su momento,
::'..'ieron honda repercusión. Nos ref erÍmos a1 caso Peccinetti-Vi11egas,
=:=:cido
-
en la ciudad de }lendoza el 30 de agosto de 1968 (testigos para-
'l'ln
" --J^d
- -¿cC.OS, SereS q*-
ryrro ¡lacnianÁan
----*
nr
r.Jf Un f ayO amaf l--4v r pq¡¡vrv¡r
^"-^iÁ-
I ^-
s¡r rds lLicl-
--
:-:s), y a1 incidente protagonizado por Charles Hickson y Cal-vin parker
=:. Pascagoula en septiembre de l-973, pocos días antes del incidente de
'.':-la Bordeu (testigos paralizados, llevados a bordo del OVNI, sometidos
: €xamen por 10s presuntos alienígenas).
-I Posteriormente, y quizás para explicar todo ese ti.empo en blanco,
:: ha intentado "agregar" aI caso Llanca una "experj,encia sexual" con la
':-:-er" del OVNI, al mejor estilo del incidente de Vilas Boas.
- Zerpa, Fabiot op. cit., página 130.
a' Nueve años después, en un intento por reforzar 7-a autenticidad del
r::: ante Ia opinión pública, Zerpa ha mencionado 1a exj.stencia de 10
:=s--:gos independientes aunque sin aportar detalles que permitan su in-
':-.-:iualización. En 1o que a1 autor de1 presente informe respecEa, esa
:::sión carece de autenticidad.
: Comunicación personal del Sr. Daniel DimÍeri a1 autor del presente
--,i::::¡e en enero de 1975.
-: qn opinión de un investigador y analista de la problemáti-ca OVNI
::'.-: nombre debemos mantener en reserva) 1a lesión cerebral observada
:-- - -arca bien podría haberse originado en un abuso en 1a administración
-: -:s Cosis de pentotal sódico durante los interrogatorioe a que fue
=::-::::o. Esa hipótesis no ha sido refrendada ni desmentida por los pro-
j:s-::-ales médÍcos a 10s que hemos consultado sobre e1 particular.

--.---:s .L. Rugeiero (Psiquiatra) .


-: :=::chs, Robertoi "Caso Llanca. El gran fraude", STENDEK, núrnero 34,
:::-=-:*,-::e de 1978. Publicación de1 CEI . Barcelona. España
l=:::hs, Roberto; "Más (y punto final) sobre el caso Llanca", número
lr : , S::l;)EK, CEI , Barcelona, España.

:r *a- RAZON, 30/L0/1973


29
(14) GENTE Y LA ACTUALIDAD 8/LL/L973; REVTSTA ASI 7/L/L974, L5/L/I974 y
25/L/L974; SIETE DIAS ILUSTRADoS 16/LL/L973.
(15) PHENOMENES SPATIAUX, número 38, diciembre 1973, GEPA, Francia.
(16) LA RAzoN L6/3/I974; cENrE 27/5/L974; ASI LL/6/L974
(17) APRO BULLETIN, junio L974, APRO, USA.
(18) Comunicación personal de Milton W. Hourcade.
(19) zerpa, FabÍo; "Un Hombre en e1 Universo", op. cit.
(20) Zerpa, Fabio; "EI OVNI y sus Misterios", op. cit.
(21) vüeeb, David; "1973 - year of the Humanoids", CUFOS, L976, USA.
(22) Nilsson, Leif; "Undersokes i UFO", GICOFF INFORMATION, número 3,
L976, cfCOFF, Estocolmo.
(23) Banchs, Roberto; "Caso Llanca. EI gran fraude", CEFAI, t979.
(24) Roncoroni, Guillermo; "Caso Llanca. Análisis retrospectivo de un
I

contacto", marzo de 7979, SIU-UFO PRISS, Buenos AÍres, Argentina.


(25) Banchs, Robertoi "Los OVNI y sus Ocupantes", Editorial Tres Tiem-
' pos, 1980, Buenos Aires, Argentina.
' (26) Banchs, Robertoi "Más (y punto final)...", op. cit.
(27) Morales, Rubént Nota publicada en Revista HUMOR, número 53, marzo
de 1981. Respuesta de Zerpa a esa nota, publicada en Revj,sta Humor, nú-
mero 55, marzo l-98L. Ediciones La Urraca, Buenos Aires, Argentina.
(28) Creighton,.Gordon y Bowen, Charles; "The Extraordinary Case of Dio-
nisio Llanca and the Ufonauts", FLYING SAUCER REVIEtr{, Vol. 26, nú.mero 4,
1980. Londres. Inqlaterra.

** * * * ** ** **Jr***t *** * *** ****

30
APEND I CE

- Adjuntamos al presente Ínforme las conclusiones de1 estudio rea-


lizado a Dionisio Llanca por e1 Dr. Eduardo Solari, durante el trans-
curso del mes de julio de L974.
Entendemos que la importancia de este documento es capital, en 1o
gue hace a una opinión científica relativa a la condici6n de testigo de
i"lanca. Es por e11o que, al resolver su inclusión como Apéndi.ce a nues-
tro informe final sobre el denomÍnado incidente de Villa Bordeu, nos in-
clinamos a publicar no Ia transcripcidn del documento, sino copias de
los originales, aún en desmedro de la calidad de impresi6n y Ia legibi-
lidad de su texto.
Agradecemos a Sr. Rubén O. Morales por su desinteresada colabora-
ei6n en la investigación del caso Llanca y por habernos facilitado el
documento que reproducimos en estas páginas. y al Dr. Eduardo Solari por
autorizarnos a su publicación.

31
@..,¡*-

)*

F:y
r-'/t a\,4A t "
-1/f. /,
*/ ), ', \_ j. ( L¿ ( Ctt¿ .¿X1..
L
PSTCOLóCO CLtNtCO
M. H. N!:.c

Dr.
De mi mayor consirleración

i
junto a la priesente
Ari eI informe psico-
clinico del Sr. Dionisio Llanca, solic.-
tad.o en relación a Ia investigación dc
1os srrcesi,s acaecidos aI antes ¡nenciorr¡-
tlo en 1a ciuria.d cle Sahfa Blanca.
Sa Ir¡d oa Ild r rrnt/ atte .

B'renos Airesrlt de agosto de lr74

I-rIl
32
¡l

INI'Otlt'fit Pfi Ic 0c l,INTc 0

llOi'iBnE: Dionisio LLanca


t0l,1ICf.LIO: li¿in l'lartfn 787 - In5. Jacobacci, R. l{egro
l:llj'lADO (;ML: soltero :-\.
I'lDAD t 2r¡ aÁo r,r

I,'iiCIIA DB NACII'lIIiNT0: I? de octubre de I94B

Ol3li "JIiV/rC I Olf IiS :


itI sujeto fue cnt/revistado.eI dfa J1 de jr:1io clel
corrientc año¡ rlic)ra entrevista se plolongó clurantc
r:I tl.:rrnirrr dc casi tres hora= (f?.JO a 20.15).
:

fic c.r¡rfcccionó et1 6u Lratrscltl'so u¡1a reclt:cida FIis-


t;rrr-rir Psicocl.lnica, y a posLei"iori. st.: realizaron va-
¡'i¡rs pntcbas ¡rr;icorné1,rici¡s y proyec tir.'as.
Dcbitio a Ia ¡rosibilid¿rd..,le que nü volviera ? Te-
pe'Li.r'se 1a sit,rr¿rción de enlrevistat 1as prrtebas per-,
i

¡ni Liclas para el lapso de una sr:sión f¡teron alrmentadas.


i,,;L..:)rechoirtf1rrenció,segurarrnente,en.ciertasciefi-
cicrlciasrieIos¡:ropósitosbttscados..|rpesardeelIo,
sü ha ¡r,rdirlo d c tet'minarr con certÍ,:lurnbre r rasGos de
;

))')¡'r;r)nal.j.'.lerl tlel srrjetor eue co:rrp1r:tan eI diagnósti- ,{

co tlet lili0-)' lo arnplf an consi6tientcmcnte.


,li)n el análisis de las pluebas no sc ha utilizado
cort t,no1, clad¿i L¡u simplicitlacl..
I
-l- :
v
I
t'
'" ,r,,'i'n'ii\tTSr',\ I']ilrcoci,rI¡ rcn i
A tr¡.vés deI crtestionario y Ia c¡¡trevista abierta
rcali z.ad;r, se ccncluyc que D. Lt. encuaclra tf picañ€o-
te rIc¡rtro del " sindrome" cie ).a persor'¡aIidad. epilép-
.--tici¡, a6regaclo a eIlo de terninados rasgos histéricos
Difcrenciatlo,rsfr claramente, de un supuesto cuadro
rle psico¡,:r'Lfa.
' Los signos (comic,iales).s6n saracterfsticos¡ evi-
rlante falta rle sincerirl¿rd (r:o'Lrresaliente cn eI juego
de ];r cn'l,rcvista); url alto co¡ttenido rte abresividad.
I

rc,¡rr'iniitlr.; r\rs-:ceptibilida<l aumentada; honrlo senticio ;

Ce justicia,ersollal. La'bradipsiquia, lenlificación


'i I

J' {)()rscvcreciíln rlcl ¡:ensamiento contple tan la tipif ica-


ci4n deI c'l¡.tlro cornici¿rI.
Iln.cuanto a los rasgos hist6ricos arriba mcncio-
naclos, éstos son vis'lalizables a través rle 1¿¡ fuerte
depenclencia materna y Ia hostilidad al rnedior o-u€ Io
Ii ta para 1a obtención de un buen conta-cto
irn¡'rosibi
.,|

v
social. La utiliza-ción de la represión y negación
i
\
corno principales rnccanisrnos de defe¡'¡sa, caracteriza,
i d¿rd ¿¡ s'l con binuada presencia, el concomi.tarrte histé-
rico expresatlo.
*
rl -2-
34
i
t

I¡WIA s__psJg_allr¡iI c is j: pu oiü1j,r r 1/ /,


s ¡

RAVIIN (Test de rn¿itt ices pro{irr:siyas) r


Este es un test f ac torial cspecialrneritc
co¡ife¿c¡
n"-do pal.a er,/aluar el factor g, permitc Cc¡ur:j..-ni:tt-.
graclo de observación ¡l razonari*ito._a
tr¡,r,,¿as cc. la
lnerl.ida cle la intelcctual 5cnerai.
capacid¿.cl
Conclusiones: teniend.o.aún en cuenta
cl ¡¡:cclro ara_
biente deficiente, rionde desarrollo D. LL,
s\¡; po-
'tencialirlades intelectuales,
es i¿$a1¡ncn.,i: t¡cc€Sdrto
rcrnarcar e1 pobrc nivel alcanz¿rclo qrlc Io
coloo¡r lt-
mita¡:do con la rjcficícncia intclectual.
, Prrntajc: ZBi pcrccntil: IO; Rango: IV.
l)¿ir¿ ull
ba¡.erno claLoraclo por eI rnis¡no Ravcn.
-> f iagnóstico ; i¡rfe rior al tú¡mi¡ro mcd.io.

PFT ('fest rle f¡.us Lr¿rción):


Bs un te st proyec tivo que in tcnta v¿rioi,ar c¡L n i_
vel de socializació¡r y de adecuació¡r ai
6nr[_ro.
En e1 caso cle D. LL. es casi irnposibic
analizór
y arribar a un Cia6-nóstico s€!r1¡sr puós
hn evit¿cl o
decididarnente complicarse en su ejccución,
ut:.iizan
rlo como mecanismo de defensa }a negación.
A F,€Gar
de e11o cs ¡rosib)e :ilrponer urr ,ii,gnóstico.
Sr bie*
-r-
l: ,i
'd,l- -
li :,
;1, ii
I v
ii'{ '
ü,,}i
:il'li exisi,.: u¡1 factible buen f nrlice d.e confr.rrmi.dad, aL gru-
,l ¡i

,:'
', i1
por c¡t t¿urto Ia agresión no ge.encuentra corno f\erza
.1:
.
,l
L
Sc.neratri z, es obvio q\¡e eI mecanlsrno psicoanalf tico
i:9
ac,1,\¡¡rnte es 1a Iglrlgsión, ya que sus respuestas son
I
1.
f.
I
I tu,
ri
i,l especi.licamente evitatorias de Ia situación frustran-
:.:

'i tc dinrlolas corno inexistentes o restándole irnportan-


't'

cia, ii¡r este caso dichas respuestas d.ebcn calificar-


se coíro tlo atlaptativ:rs. Confirmand.o, en parte, eI
,,1 Dl'csrrpuestoclfrrico cle halla¡uos frente a rasgos his-
i.¡
i túricos aL.regarios en eI sr:jeto analizádo.
I

,I
:1 .l.i¡:,¡1.. t,i-g-Ufl?.g.!L!]_ve : lefic iente nive I de soc i ali-
I

'I
i z.¿ci6n y cier{.a irnposibi}idad de arlecuación aI g.rupo.l
I

:lt
'.r. I I

i \j' PSICOi]IA(]}iO5'IICO DD RORSCHAC}I ¡


'ti
' iir
iistt: tcst p:'oyectivo no pudo ser evaluado dada la
.-lir ncfiíici,5n de1 sujeto y eI mccanismo d,e rel:resión acen-
:i l
,.I {,,o,in.\r!ñ
\iq v i¡nni'lió un número de respuetas
t*o apropiadag
oP. ,. i

ti-r para eI logro rle un aná1isis valed.ero. Se i¡rtentó


';'i;
estall'Lccer ltn rnejor rapport, pe¡o sin result;rilos po-
'' :l
; ''! I

):).',
,."..tl sitivos dado eI bloqrreo de1 oujeto. . .
'.il
,'l,t
I
I

! 'li'
,rl
IIOTA: Bsta¡rdo en conocimiento que en oportunidad. i

'i'rl
, il
' 'rl
l':"r'l
ante¡ior Ie ha sido aplic¿do este test, serfa al-i
i,i
ii;
.:: ;l
. .i.
tanente positivo tenerlo preeente¡ .

, .:i
-,1:
;
¡ li -4-
36
'x,l

r i.. r .; l
t.
t.
Dcseo aclarar, paralela¡nen te, quc rJl bien corrro
test proyectivo cs sum¡-mente eficie¡rte, e1 di:ig-
nóstico difercncial cntrc una epilépsia esencial
y un& secundariar. mediante esta-¡.rrteba, cs r.ii),
dif lcit y por desgracia no puo¿o esta¡lecersc i -:r-,
segurid.ad, como por 1o denás taÍiipoco prredc d.l"fc-
¡'c¡tciarse en 1a olfnica.

B¡NDIIR (Tcst guestáttico visonotor) I


Es'be test evalfia 1a nlacluración visomo tora, ru g:¿,-
dación, y es ad.emás grtestiiltico (ta Lucn¡r forrna) .
A través de su ejecrrción se preGurnc la existelci¿¡
d,e ansieclad y rJ,ificultacies ct1 eI con'i,roI emocroiifil.
i

Inrl j.cios de vacitlci6n y d.uclas cle sÍ n¡ismo. Íjent j.-


I
I

I
I

L miento de inse6rridad e intento de con.vroiar ur.^ lras-


I

torno o conf Iicto in terno. A¡nbivalencia.


Agresión y )rostilitiad, l',""iu, e] ¡ncdio amj.¡iente,
.'in'"u'":''
Hr-- ;"::.::,:":[":;"::u""""'un

ón y hostilidad se hal}an r.eprirnidas, a r/cccs


lL vt¡eIta hacia adentro. 'lcndencias masoquistas.
-5-
37
--J

,' ...2;11,...1. .,1r.. !J-1f,.


i" *¿l
.n, 'ii
\";a:l
tt'l;
|.
.i ii St¡ IrrrTa0l.LLoao pl red.e terlo, según la.s
comprorne
'j. .l '
.t:11
' ',.'i
rl
ci rcunstancias y eI debilitamiento de süe rnec&-
t.,
;t,
:.¡ ni r;Íncrj de def,ehsa, en uila cantidad de actlng out.
, JI'{,
':l('
t,1 Sc h¡rllan sig'nos cle organicidad (no existe e1 si¿;-
I '"'
'i
no patognt5mico de organicidad, cornicial).
, t,,
;]
, t..

'l ,'i'i

',: CO]J(,'],IJSIO}fE5: I
'i
t
Las pruebas D,:icométri.cas y proyec tivas corr-
i'\

.i
'I
;
firnl¡rn Io presupuesto en Ia. entrevis ta clf ni.ca,
1l
'I D. LL. pr.esenta una personalidad de tipo epilép-
i
'i
tica, cnn.ciertos rasgos d.e fndole hisL0rica" Sus
.:¡
tnec:inismos de Cefcnsa en cierto modo estereotipa-
.!;

dos s()n la negación y ]a .Iepresión. D. LL, tra.n-


:,J,j
.'. I
sita rle¡rLro de un cfrculo vicioso de insegrrrirlad.
¿¡ J¡'tell'rr cr;e alincnbara su Vez, su agr.esiviriad y
'.:i

hor;'i,ilirl¡.d he.cia eI medio anbiente, irnpiriiénrl.ole


..,-l
'';.i
:': establccer br¡erras relaciones in.Lerpersonalesi
;:-it,
,i

.rl, !r
-,':t
. t.¡
Ds ac on se ¿ab_.!g_ re ali zar ¡

'' i'i
'..
l,
taniento rleI Raven, y
:'J55Clfl,.,R, como cornple
'¡l
, ¡:i
. .,1
'' : TAT, cono test proyec tivo más sencillo y con-
'. 19
'jj':l
,:.: l'. !)i
crcto qrre implica ttna mayor posibilidad de ra-
1;:ll
¡," ó
l.;ll
!l: ir.
-6- I

..:.::
38
: ...

.. .. -- .-l\.//- ... r¡, ? . - . .-..... --. \ '


'.

,l

I pport J¡ buena ej.ecuclón.


'Esto facilitarfa a nivel asistencial la po--
i' sibilid.ad de encu,.o" uno tcrapia
farm¡,corú_
. gica y psicoterapéutica adecuarlag.

En cuanto a Ia investig:rción cle] hecho ocurriuo


en Bahla IJIanca, sin rh¡tlar o ¡ro d.c lo relal,crri¡
por D. LL., nn ri c,:¡rsideración eI testigo
_!.g__€_q

b4!i ¿_-qr"g__!el.
^Ir

r.1tu'A
l,

t,
vi .')41:v"'l
I

1'
I
I
I
I

Bueno s Aires, 19 ¿e agosto de i)'l/,

-7-
39
CIU_CUFOS
Yerbal 232L, piso 6
1406 CAPITAL FEDERAL
REPUBLICA ARGENTINA
GTU
COMISION DE INVESTIGACIONES UFOLOGICAS

También podría gustarte